Constelaciones de Poesia Alemana

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Serie Traslaciones /6

Constelaciones de
poesía alemana
Siglos XII-XX

11 ediciones
Constelaciones de poesía alemana : siglos XII
a XX / AA.VV. ; compilado por
Héctor Aldo Piccoli. - 1a edición bilingüe -
Rosario : Serapis ; Rosario : Facultad de
Humanidades y Artes, Universidad Nacional
de Rosario, 2019.
514 p. ; 22 x 14 cm.

ISBN 978-987-3670-20-6

1. Antología de Poesía. 2. Literatura Medieval. 3. Literatura


Alemana. I. Piccoli, Héctor Aldo, comp.
CDD 831

Diseño de portada: Federico Duret.


Diseño de interiores: Lucas Collosa, Pablo Ascierto.

© Editorial Serapis
© HyA ediciones. Facultad de Humanidades y Artes (UNR)
© Héctor A. Piccoli

Editorial Serapis.
www.editorialserapis.com
[email protected]

La publicación de este libro contó con el apoyo económico de la


Asociación de Graduados en Letras de Rosario.

500 ejemplares.

Queda hecho el depósito legal que establece la ley 11.723.


Impreso en Argentina.

Impreso en Talleres Gráficos Fervil S.R.L. en junio de 2019


Santa Fe 3316. S2002KUD - Rosario - Argentina
Constelaciones de
poesía alemana
Siglos XII-XX

Traducción y compilación de
Héctor A. Piccoli

Edición y revisión al cuidado de


Pablo Ascierto
Prólogo

A la hora de intitular este poemario, el primer término que, con


sobreentendida evidencia, se presentó para nombrarlo, fue ‹antología›.
La ocurrencia, por demás obvia, debió ser, no obstante, de inmediato
desechada. La antología es una colección de piezas escogidas sobre la
base de un criterio; con frecuencia, si no con fines meramente peda-
gógicos, con una vocación de ‹florilegio›, es decir, con la voluntad de
recoger ‹flores› de la lírica y de tejer –como dice Kurt Pinthus en un
famoso prólogo que encontrará aquí el lector– «según la moda de la
honesta época de nuestros abuelos, una corona» con ellas o «con perlas
de la poesía». La constelación, en cambio, alude a un agrupamiento de
muy distinto tipo: se trata de un conjunto de elementos semejantes que,
al margen de su poder evocativo de determinadas figuras –como es el
caso en las constelaciones estelares–, de la propensión ‹gestáltica› de
su asociación, desconocen la hipotaxis, la subordinación (virtualmente
siempre presentes en una selección valorativa), en una palabra: no están
vinculados por relaciones jerárquicas.1 Nuestras constelaciones, aunque
enhebradas según una periodización tradicional –al menos hasta las
primeras décadas del siglo XX: Minnesang, Humanismo y Reforma,
Barroco, etc.–, delatan, en más de un aspecto, su carácter no ‹antológi-
co›: algunos períodos están más densamente representados que otros,
los autores no son considerados según el rango determinado por el ca-
non, admitiendo incluso entre ellos a algunos ignorados u olvidados en
pie de igualdad con los que consagró la historia literaria, los poemas es-
cogidos no son siempre los más conocidos del poeta bajo cuyo nombre
aparecen, más de un poema procede de una época posterior a aquélla
en la que se incluye lo fundamental de la producción del autor, etc.
Creemos que esta mirada oblicua, sesgada, puede resultar interesante,
particularmente al dirigirse a un panorama diacrónico de la poesía en
lengua alemana. Y he aquí el sentido (la pertinencia y la pertenencia)
del gentilicio: «alemana» no remite en el título a una entidad nacional
(¿cuántas comunidades coexistieron a través de los siglos en lo que fue
territorio ‹alemán›?), y mucho menos aún a una unidad política estatal
(¿cómo habría de hacerlo precisamente en una comarca secularmente
caracterizada por la Kleinstaaterei, por esa política o particularismo de
los pequeños estados, que llega sólo tardíamente, en la segunda mitad
1 En esta noción se basa asimismo el planteo de Eugen Gomringer referido específicamente
a la poesía concreta, en el texto del verso a la constelación [vom vers zur konstellation], incluido
también en el presente volumen. N.B.: a. ésta y todas las sgtes. sin indicación específica (N. d. A.:
‹nota del autor›; N. d. E.: ‹nota del editor›) son notas del traductor; b. el tenor de las citas de ediciones
en alemán, salvo expresa mención en contrario, corresponde a traducciones propias.
8 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

del siglo XIX, a la consolidación de un fuerte estado nacional?); «alema-


na» califica una poesía que cohesiona una filiación común en la lengua:
igual si en Viena a fines del siglo XII (Walther von der Vogelweide)
o del XIX (Hugo von Hofmannsthal), en Silesia o Prusia oriental del
XVII (Martin Opitz, Robert Roberthin), Suiza del XIX (Conrad F.
Meyer), Berlín ( Jakob van Hoddis, Gertrud Kolmar) o la Bucovina
(Paul Celan) del XX.
Dos parámetros fundamentales deben tenerse en cuenta a fin de
ubicar lingüísticamente una obra en alemán: uno es la oposición lengua
estándar [Standardsprache, Hochdeutsch] / dialectos [Mundarten]; otro, la
clásica segmentación histórica en Althochdeutsch [antiguo alto alemán:
desde los comienzos de la tradición escrita hasta el siglo XI], Mittel-
hochdeutsch [medio alto alemán: desde la mitad del siglo XI hasta la
mitad del XIV] y Frühneuhochdeutsch [nuevo alto alemán temprano:
período intermedio] – Neuhochdeutsch [nuevo alto alemán: a partir de
mediados del siglo XVII]. Si del primero la totalidad de los poemas aquí
presentados corresponden al polo lengua estándar2 (no incluimos, por
ejemplo, poemas de Johann Peter Hebel, el poeta nacional alemánico,
o de Fritz Reuter, el del espacio bajo-alemán), el poemario ofrece una
muestra del espectro del segundo, a partir del medio alto alemán. El
Minnesang, en efecto, contemporáneo de esa fase en la evolución de la
lengua y el más lejano antecedente de poesía lírica en las jóvenes lenguas
occidentales3, es la primera de nuestras constelaciones, encabezada por
Der von Kürenberg [El de Kürenberg], a su vez, el lírico de lengua
alemana más antiguo conocido por su nombre.
Se lo supone de estirpe caballeresca austríaca, con toda probabilidad,
oriundo de la zona de Linz. Pertenecientes a la fase temprana del géne-
ro, al llamado ‹Minnesang del Danubio› (1150/60-1170), sus canciones
se caracterizan por la puesta en escena de una peculiar relación de los
sexos, en la que la mujer es la que requiebra. El halcón figura en éste, el
más conocido de sus poemas, la nostalgia de la amante abandonada en
un escenario que evoca la familiaridad con la cetrería.
En una fase aún previa a la del florecimiento pleno, la del llamado
‹Minnesang del Rin› (1170-1190), encontramos al autor de «Mi cora-
zón del cuerpo...» [»Mîn herze und mîn lîp«], Friedrich von Hausen,
un ministerial allegado al círculo de los Staufen, en cuyas pocas es-
trofas conservadas se perfila por primera vez nítidamente el tema de

2 Cuando, por otra parte, en una obra el dialecto está ‹incrustado› en la lengua estándar,
la traducción de su valor (en el sentido lingüístico) frente a ésta, se torna prácticamente
imposible en un ámbito que desconoce el fenómeno dialectal. Pero no es éste el lugar para
tratar el problema.
3 Cfr. nuestro artículo «El Minnesang en la génesis de la lírica occidental». En Revista de
Letras Nro. 9 - volumen de estudios literarios, Facultad de Humanidades y Artes (UNR), 2004.
prólogo 9

la hohe Minne, del ‹amor elevado›, opuesto a niedere Minne, el ‹amor


inferior›, una oposición en la que, según la cambiante preponderancia
de sus términos, se refleja la evolución del género hasta su eclipse hacia
mediados del siglo XIII, al pasar la unión carnal y el goce de los senti-
dos a ocupar el primer plano, hasta entonces reservado a la superación
de la congoja por el amor no consumado, en tanto meta del ‹servicio›
[Minnedienst], y su sublimación en hochgemute Zustimmung, hoher muot
[‹ufano consentimiento›].
Los dos poetas siguientes son insignes representantes de la fase de
consumación del Minnesang (1190-1220): el primero, Heinrich von
Morungen, en cuya obra se notan las influencias de la latinidad clásica,
de la lírica de los trovadores y la liturgia cristiana, ofrece en su conocido
poema «¡Ay dolor!…» [»Owê,…«], una notable fusión de dos subgéne-
ros del Minnesang: el Tagelied [= ‹alba›, ‹canción de alba›, que presenta
el motivo de la separación de los amantes al amanecer] y el Wechsel [=
‹cambio›, ‹alternancia›], una especie de diálogo en el que alterna una voz
masculina con una femenina, hablando, en cada caso, uno sobre el otro;
este ›Tageliedwechsel‹ es, según Helmut Tervooren4, una «genuina crea-
ción de Morungen». El otro poema escogido, «Dulce, suave matadora...»
[»Vil süeziu senftiu toeterinne...«], ejemplifica lo que hemos descripto en
Heinrich como «una suerte de mística amorosa que transfigura la repre-
sentación de la dama». El segundo, es el poeta más importante dentro
del género y el que cierra nuestra primera constelación: Walther von
der Vogelweide.
Con «Bajo el tilo…» [»Under der linden…«], la más conocida de las
llamadas Mädchenlieder [canciones de muchacha] de Walther, en la que
se formula claramente el giro a la niedere Minne –llamada también ebene
Minne– mentado más arriba, hemos ejemplificado, en el artículo men-
cionado, la estructura estrófica del Stollen, tan frecuente en la lírica en
verso cantable del medio alto alemán:

Under der linden Bajo el tilo


an der heide, Stollen sobre el prado,
dâ unser zweier bette was, estuvo el lecho de los dos,
________________ _______ Aufgesang __________________
dâ muget ir vinden ver habráis podido
schône beide Gegenstollen que han quebrado
gebrochen bluomen unde gras. bien a ambos: hierba y flor.
________________ _____ __________________
Vor dem walde in einem tal, Abgesang En un valle junto al soto,
tandaradei, tandaradai,
schône sanc diu nahtegal. cantó bello el ruiseñor.

4 Heinrich von Morungen – Lieder. Text, Übersetzung, Kommentar von Helmut Tervooren.
[H. v. M. – Canciones. Texto, traducción y comentario de H. T.] Stuttgart: Reclam, 1975.
Pág. 183.
10 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

el Stollen presenta una configuración AAB; AA, dos partes iniciales mé-
trica y musicalmente idénticas (primero y segundo Stollen, o Stollen y
Gegenstollen –‹contrastollen›–) que constituyen el Aufgesang [fragmento
inicial del canto], y una tercera parte, B, en principio distinta (esto es, en
el orden métrico y musical, al menos parcialmente diferenciada de las
primeras), llamada Abgesang [fragmento final del canto].
«Oí las aguas murmurar…» [»Ich hôrte ein wazzer diezen…«] y «Por
cierto, Reinmar, que tú a mí…» [»Dêswâr, Reinmâr, dû riuwes mich…«] son
dos ejemplos de la Spruchlyrik [lírica gnómica o sentenciosa] de Walther,
el fundador de la poesía política en lengua alemana. En su edición de la
Spruchlyrik de Walther, Günther Schweikle5 ubica con razón el poema
«Oí las aguas murmurar…» en la tradición heracliteana («La guerra –el
πόλεμος– es el padre de todas las cosas») y subraya la oposición postu-
lada en él entre el cosmos del orden de la criatura –al que, no obstante,
se lo supone racionalmente organizado– y las «quebrantadas, indignas»
condiciones en que por entonces se hallaba el Imperio. «A la metafórica
apelación al pueblo alemán, sigue otra, concreta, a Felipe, a restituir el
ordo establecido por Dios.»6 «Por cierto, Reinmar, que tú a mí…» es un
poema necrológico conmovedor, en el que Walther lamenta la muerte
de su (supuesto maestro en la corte de Viena y) competidor Reinmar
von Hagenau. La problemática relación de ambos –inscripta en la fa-
mosa disputa Reinmar-Walther (Reinmar-Walther-Fehde)– está clara-
mente presente en el texto, pero en el marco de una nítida distinción
de persona y obra de Reinmar por parte de Walther: «no es por ti que me
quejo tanto, | me quejo por tu arte noble, que está yerto.»
La clásica oposición entre los serventesios (Spruchlyrik) y la poesía
amorosa (Minnesang) de Walther palidece ante su canción considerada
última, ‹de despedida›, la llamada ‹Elegía› (aunque autorizados medie-
valistas como Peter Wapneski consideran esta denominación un «tér-
mino ahistórico»7): «¡Ay, han desaparecido, ¿dónde?,…» [»Owê war sint
verswunden…«]. Más allá de la exhortación a la nobleza a tomar parte
en la cruzada de 1228-9 de Federico II, la mirada inmediata y retros-
pectiva, incrédula («¿Mi vida es verdad, o de un sueño el engaño?») ante el
paso del tiempo («cuando en tantos dichosos días doy en pensar, | que se pre-
cipitaron como un golpe en el mar,») sobre naturaleza («El pueblo y la tierra
donde me crié de niño | se me han vuelto ajenos, cual si fuesen mentidos») y

5 Walther von der Vogelweide – Werke – Gesamtausgabe – Band 1 – Spruchlyrik. Herausgegeben,


übersetzt und kommentiert von Günther Schweikle. Stuttgart: Reclam, 1994. [W. v. d. V.
– Obras – Edición completa – Tomo1 – Lírica gnómica. Edit., trad. y comentado por Günther
Schweikle.] Pág. 339.
6 loc. cit.
7 Cfr. Walther von der Vogelweide – Ausgewählte Gedichte. 4 CD-Audio. Gelesen, übersetzt
und kommentiert von Peter Wapneski. Hörbuch, [W. v. d. V. – Poemas escogidos. 4 CDs de
audio. Leídos, traducidos y comentados por P. W. Audiolibro…] DHV Der Hörverlag, s. d.
prólogo 11

sociedad («¡Ay, qué lastimoso es lo que hace la juventud!»), inscribe, con la


emotiva insistencia del estribillo, en caracteres indelebles el tema de la
fugacidad en el gran libro de la literatura universal.
En el capítulo «Humanismo temprano» de sus Caminos…8 dicen
H. Glaser, J. Lehmann y A. Lubos: «En Alemania el Renacimiento
no pudo acuñarse tan fuertemente como en Italia. No sólo que faltaba
aquí la condición histórica natural para la acogida de la Antigüedad, y
había que conformarse, por lo tanto, con una imitación de lo foráneo;
también lo medieval era demasiado poderoso, para poder ser superado
rápidamente y sin objeciones. […] Por consiguiente, en oposición al
Renacimiento italiano, hablamos en Alemania más bien de un Huma-
nismo.» Como un astro solitario del período, luce aquí un emblema (el
XXV de Emblematum Tyrocinia9) de Mathias Holtzwart, un poeta
de la segunda mitad del siglo XVI, que escribió en latín y en alemán. La
bella emblemática de Holtzwart –en la tradición de Alciato, cuyos Em-
blemas (1531) fueron quizás los más difundidos del género en Europa–
anticipa la predilección del Barroco, en tanto «era bimedial»10, por esta
construcción sígnica heterogénea, constituida por lema (un epígrafe),
pictura (una imagen) y subscriptio (una leyenda ‹explicativa›, a menudo
en forma de epigrama)11.
El Barroco es una época de contradicciones por excelencia. En la
tensión de la antítesis Weltflucht/Weltsucht [huida del mundo/apego al
mundo] –el primer polo, a través de la Reforma, heredero en última
instancia de la Edad Media; el segundo, fruto del Humanismo y de la
vitalidad renacentista– se despliega la cosmovisión barroca. La siguiente
constelación aspira a dar cuenta de ese polifacetismo: de la sensualidad
de Christian Hoffmann von Hoffmannswaldau a las ascéticas admoni-
ciones de Andreas Gryphius; de la atrevida acutezza de Friedrich von
Logau a la severa dialéctica mística de los epigramas de Daniel Czepko
von Reigersfeld o de Angelus Silesius, dos tópicos literarios que con-
densan la polaridad mentada, el horaciano carpe diem [‹¡toma el día!,
¡aprovecha el momento!›] y su antagonista, el memento mori [‹¡recuerda
la muerte!›, ‹¡recuerda que morirás!›] alternan, con inagotable insisten-
cia, su inscripción en los textos.

8 Glaser, Hermann; Lehmann, Jakob; Lubos, Arno: Wege der deutschen Literatur – Eine
geschichtliche Darstellung.[Caminos de la literatura alemana – Una exposición histórica]
Frankfurt/M: Ullstein, 1985. Págs. 48-49.
9 El título se continúa así: …Sive Picta poesis latinogermanica – Das ist –
Eingeblümete Zierwerck | oder Gemälpoesy. […Sive Picta poesis latinogermanica
–Esto es– Ornamento floral en taracea | o Poesía pictórica]. Cfr. nota Nº 26 in fine.
10 La expresión (»zweimediales Zeitalter«) es de Hermann Barth (en Tränen des
Vaterlandes – oder – Die Literatur des Barock. Bonn: IN, 1992).
11 Hemos señalado en repetidas oportunidades la importancia de la relación del emblema
con la concepción de la metáfora en el Barroco.
12 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

Como observa Walther Killy12, «con la escisión político-confesional


del Imperio Alemán se correspondía una escisión cultural y literaria.
[…] En el contexto europeo de la modernidad temprana, Alemania era
una ‹nación retrasada›: políticamente, con respecto al proceso que en
otros países condujo a la formación de estados nacionales modernos; li-
terariamente, en comparación con las literaturas populares y renacentis-
tas de Europa meridional y occidental. […] En los círculos comprome-
tidos del humanismo tardío, se tenía en claro que la integración al nivel
internacional sólo podía lograrse si se seguía el ejemplo de los italianos,
franceses u holandeses y, como estos –y otras naciones– se apostaba a
una renovación de la poesía en lengua vernácula sobre base humanís-
tica.» Asimismo Erich Trunz, en su excelente libro sobre el barroco13,
observa: «La poesía barroca alemana tiene principio, pasando los neola-
tinos alemanes, alrededor de 1625, a la lengua alemana; […] Pero dado
que ahora escribían en alemán, no podía dejar de ocurrir que la lengua
con la que se encontraban influyera en su poesía, del mismo modo que,
a la inversa, ellos influían en la lengua y la trabajaban gramaticalmente,
la hacían maleable, la condensaban y resaltaban. Así el acervo lingüístico
alemán se fermentó y acendró por más de cien años en la gramática y la
poesía administrada por eruditos, pudiendo luego en el siglo XVIII, en-
riquecida, podada, ordenada, pulida, pasar a la generación de Klopstock
y Wieland, que necesitaban una lengua así, para poder acrecentarla lue-
go con nuevas posibilidades.» En ese horizonte, y en el espíritu de las
Sprachgesellschaften [sociedades lingüísticas] de la época, agrupaciones
eruditas para el cultivo de la lengua materna –alemán– y su literatura,
han de leerse los «Versos dedicados a la musa alemana» [»Uberreime /
an die Teutsche Musa«] de Isaac Habrecht.
De los dos poemas de autor anónimo presentados, el primero alu-
de a un episodio histórico determinante del mundo barroco alemán,
la Guerra de los Treinta Años (a la que nos referiremos más abajo, a
propósito de un poema de Andreas Gryphius), en forma de epitafio
satírico de una de sus figuras relevantes, Wallenstein14, que comandara
entre 1625 y 1634 dos veces el ejército imperial, luchando contra las
potencias protestantes de Alemania y contra Dinamarca y Suecia, has-
ta caer posteriormente en desgracia y ser asesinado por oficiales leales
al emperador. El texto del segundo, «La rosa» [»Die Rose«], aparece
por primera vez en una novela de Christian Weise (*1642, †1708); fue

12 Sachlexikon: Barock. Killy Literaturlexikon [Diccionario de conceptos: Barroco. Enciclopedia


de literatura Killy], pág. 23635 (cfr. Killy tomo 13, pág. 80) [ed. electrónica]
13 Trunz, Erich: Weltbild und Dichtung im deutschen Barock [Imagen del mundo y poesía en el
Barroco alemán]. München: C. H. Beck, 1992. Págs. 28-29.
14 Albrecht Wenzel Eusebius von Waldstein, *1583 † 1634: Friedrich Schiller se ocupa
dos veces de Wallenstein: como historiador en su Historia de la Guerra de los Treinta Años
y como literato en el «poema dramático» homónimo.
prólogo 13

recogido en la famosa colección de canciones populares Des Knaben


Wunderhorn [El cuerno maravilloso del muchacho], que Clemens Brenta-
no y Achim von Arnim publicaron, en tres tomos, entre 1805 y 1808,
con la indicación »Christian Weisens drei klügsten Leute. Leipzig 1684. S.
234« [«Las tres personas más prudentes, de Christian Weise. Leipzig 1684.
Pág. 234»]. El poema, que en rosa y abeja metaforiza a mujer y aman-
te, nimbando a aquélla con un fulgor de castidad, fue musicalizado en
reiteradas ocasiones.
En 1617, el mismo año en que se fundara la Fruchtbringende Ge-
sellschaft [La Sociedad Fructífera] –acaso la más importante de las
instituciones mentadas, cuya función fundamental era el cultivo de la
lengua–, llama Martin Opitz a la creación de una poesía nacional de
jerarquía europea. Pero es a partir de 1624, con la aparición de Buch von
der deutschen Poeterey [Libro de la poética alemana], que la obra de Opitz
determinará el rumbo de la poesía en lengua alemana por los próximos
cien años. ¿Cómo influye de tal modo en su época, merced a qué deja se-
mejante impronta el relativamente breve libro de esta suerte de Gracián
germano? –En palabras de Volker Meid y Ulrich Maché: «En forma
sucinta y fácilmente comprensible se enseñó aquí la coincidencia, inha-
bitual aún para los poetas alemanes, de acento prosódico y acento versal,
se ilustró la pureza de las rimas por medio de ejemplos, proscribiendo
el empleo de términos dialectales y extranjerismos en la lengua poética.
Se mostraron además especialmente útiles para el poeta en ciernes, las
indicaciones acerca del tratamiento de ciertos temas, así como la concisa
discusión de las categorías genéricas.»15 El primero de los poemas de
Opitz de nuestra serie, «Ay, démonos prisa, amada…» [»Ach liebste / laß
uns eilen /…«] –como observa Wulf Segebrecht16, juzgado por Herder
«una de las más bellas canciones alemanas»–, y el segundo, «Me estremece
casi el horror,…» [»Ich empfinde fast ein Grawen…«], imbrican de modo
paradigmático la exhortación a gozar del instante con el recuerdo de la
transitoriedad. Una sextina, muestra de virtuosa iteración de sus térmi-
nos rímicos; la seriación temática y el acrecentamiento en el llamado
Korrekturstil17 del »Sonnet über die Augen der Astree« [«Soneto sobre
los ojos de Astrea»] y el epigrama satírico de tradición neolatina18 «Al
gato de Petrarca» [»Auff des Petrarchen Katze«] completan la serie.

15 Gedichte des Barock. Herausgegeben von Ulrich Maché und Volker Meid [Poemas del
Barroco. Ed. por U. M. y V. M.]. Stuttgart: Reclam, 1995. Pág. 352.
16 Segebrecht, Wulf: »Rede über die rechte Zeit zu lieben. Zu Opitz’ Gedicht Ach
Liebste / laß vns eilen…« («Discurso sobre el tiempo adecuado para amar. Sobre el
poema de Opitz…»). En Gedichte und Interpretationen – Band I: Renaissance und Barock.
Herausgegeben von Volker Meid. Stuttgart: Reclam, 1982. Pág. 137.
17 ‹estilo correctivo›, esto es, el intento de sobrepujar una y otra vez las imágenes recién
halladas por otras nuevas y más significativas y/o ingeniosas.
18 El mismo Opitz contrapone su versión alemana al modelo latino (»in felem petrarchae«).
14 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

Si es cierto que el Barroco es, en su mayor parte, un «arte de tipos»; que,


según la concepción del período «el arte estriba en la variación»19, ¿cómo
no ver un ejemplo de consumación artística en la «Canción primaveral»
[»Frühlingslied«] de Robert Roberthin, este amigo de Opitz, primer
secretario en el gobierno ducal de Königsberg y figura central de la famosa
Kürbishütte [Cabaña de la calabaza]20 junto al Pregel? El locus amœnus que
despliegan las primeras cinco estrofas por la llegada de la primavera en
los diversos órdenes de la naturaleza, contrasta sólo con la suerte humana
(«Sólo el hombre, la cabeza | de la creación, se hunde en ansias,»), expuesta a
partir de la sexta estrofa. El conjunto recuerda (si el estamento erudito,
la ‹nobilitas literaria› del Barroco trascendía las fronteras nacionales, ¿no
habrían de hacerlo los motivos?) el soneto 17 de Góngora de 1583: «Ni en
este monte, este aire, ni este río | corre fiera, vuela ave, pece nada, | de quien con
atención no sea escuchada | la triste voz del triste llanto mío», en que el sujeto
lírico se asimila a Orfeo («de aquél que, de Strimón en la espesura,…»).
El «Estado matrimonial del corazón y la lengua» [»Ehstand deß
Hertzens und der Zunge«] es una pequeña muestra del arte del epi-
gramista ‹mundano› más notable del siglo XVII, consejero de gobierno
en la corte de Ludwig von Brieg y miembro de la Fruchtbringende Ge-
sellschaft –en la que se lo apodaba ›der Verkleinernde‹ [aprox.: el ‹Empe-
queñeciente›]–, el silesiano Friedrich von Logau.
«La danza nupcial» [»Der Brauttanz«], nos presenta un ejemplo del
barroco ‹despojado›, idílico, de Simon Dach, el autor de la famosísima
canción popular »Anke von Taraw« [«Anita de Tharau»]21, pertenecien-
te, como Logau, a la primera escuela silesiana22. La plenitud vital que
colma las cuatro octavas de rima alterna –plenitud duplicada, por ser
danza y por ser nupcial23– se perfila frente a la súbita aparición del tiem-
po y de la muerte en los versos finales.

19 Trunz, op. cit., pág. 30, y más adelante: «El concepto del ‹plagio› no tenía en este
mundo aún significación alguna;…» (pág. 32).
20 Se trataba del lugar de encuentro de un cenáculo literario, una glorieta perteneciente al
organista Heinrich Albert. Tenía éste allí un huerto en el que cultivaba calabazas, en cuyas
cáscaras grababan los concurrentes sus pseudónimos pastoriles.
21 La autoría de esta pieza fue largamente discutida por los investigadores; hoy hay
acuerdo en atribuírsela a Simon Dach. La versión en alemán ‹literario› (hochdeutsch:
»Ännchen von Tharau«) es de Herder.
22 Se distingue habitualmente entre primera y segunda escuela silesiana: aquélla,
agrupando autores estilísticamente más cercanos a Opitz; ésta, a poetas como Daniel
Casper von Lohenstein y Christian Hoffmann von Hoffmannswaldau, barrocos ‹tardíos›
como Benjamin Neukirch, etc. La denominación «escuela (poética) silesiana» [»schlesische
(Dichter)schule«] procede de la historiografía literaria del siglo XIX.
23 Idéntica evocación a la de los versos de T. S. Eliot en «East Coker» (de los Cuatro
Cuartetos), cuando toma el pasaje de The Boke Named the Governour de su ancestro Sir
Thomas Elyot (1530): «[…] And see them dancing around the bonfire | The association of
man and woman | In daunsinge, signifying matrimonie – […]» [«Y ver la danza en torno
de la hoguera | La unión del hombre y la mujer | En bailes que significan matrimonio
–[...]». – En traducción de José E. Pacheco]
prólogo 15

Con Daniel Czepko y Angelus Silesius –el verdadero nombre


de este médico y teólogo convertido al catolicismo era Johannes Sche-
ffler; el apelativo que adopta (‹ángel/enviado silesiano›) lo dice todo
respecto de su compromiso (rayano en el fanatismo) con la recatoli-
zación de Silesia– nos adentramos en un género muy especial: el del
epigrama místico alemán. El epigrama, cuya larga tradición se remonta
a la Antigüedad clásica, es considerado por Scaligero sobre la base de
la brevedad («brevitas»), la perspicacia («argutia») y su expresión en un
punto culminante (el «acumen»). El epigrama mundano –al que nos
referimos al mencionar a Logau– abarca una amplia gama de varian-
tes (desde lúdicos y satíricos a laudatorios); el místico responde a un
tipo muy especial: está compuesto por dos alejandrinos24 rimados, que
normalmente se articulan a su vez en hemistiquios. Esta estructura se
adecua perfectamente a la formulación de la dialéctica mística de tesis,
antítesis y unión (Dios, hombre y su unidad). La antítesis, el quiasmo, el
oxímoron y los juegos anagramáticos son las figuras más empleadas en
esta forma poética.
La mayoría de los especialistas coinciden en considerar a Czepko
un simple antecesor de Silesius en el género; en ver, en los epigramas de
aquél, sólo un bosquejo inacabado de lo que en el Peregrino Querubínico se
nos ofrecerá a la lectura. Así, por ejemplo, Henri Plard: «Cuando se leen,
uno tras otro, dos epigramas bastante similares de ambos poetas, se tiene
la impresión de que el dístico de Czepko es un esbozo aún imperfecto del
de Silesius»25. Hemos de confesar que nos resulta imposible compartir
este criterio al juzgar un dístico de Czepko como el que lleva el epígrafe
»Jch« [«Yo»], en el que el epigrama literalmente desintegra la 1ra. persona
en Padre, Hijo y Espíritu Santo –esto es, en el Misterio de la Trinidad–,
para reinstituirla en la sentencia del verso final.
De nuestra versión del Peregrino querubínico26 hemos tomado textos

24 El alejandrino alemán es un verso de 12 sílabas –con rima paroxítona (‹femenina›), de


13– y habitualmente una cesura después de la sexta sílaba.
25 En nuestra edición del Peregrino querubínico mencionada más abajo. Con traducción
del prólogo de Plard (1940), del francés, de Sonia M. Yebara. Un excelente estudio de la
epigramática de Silesius contiene la edición crítica de Louise Gnädinger: Cherubinischer
Wandersmann (Kritische Ausgabe) [Peregrino querubínico (Edición crítica)]. Stuttgart:
Reclam, 1985.
26 Peregrino querubínico o Rimas espirituales: gnómicas y epigramáticas que conducen a la
divina contemplación [Cherubinischer Wandersmann oder Geist- reiche Sinn- und Schluß-
Reime zur Göttlichen beschauligkeit anleitende] en CD-ROM. Rosario: Ediciones Nueva
Hélade, 2000. ISBN 987-95463-3-4. La traducción se hizo según la edición de Georg
Ellinger en los Neudrücke de Braune, Nº 136-138, Halle: Niemeyer, 1895: es la primera
versión completa traducida directamente al español de esta obra de Silesius.
Respecto de la duplicidad del título, marcada por la disyunción («o»), dice Trunz en
op. cit. págs. 29-30: «Ciencia [Wissenschaft] sólo hay, donde se trata de lo general,
de los ‹universalia›. La ‹historia›, empero, aporta sólo las particularidades, los ‹realia›,
proporcionando, por ese intermedio, los ‹exempla›. […] Por eso los dobles títulos barrocos;
16 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

de cada una de las secciones –incluso del Prólogo, aunque se trata, por
supuesto, de prosa y este título se propone como constelaciones de líri-
ca27–, para dar una idea de la obra en su totalidad.
En su poema «Epitafio» [»Grabschrift«], Paul Fleming –conside-
rado por algunos, además de «notabilísimo discípulo de Opitz», «perso-
nalísimo lírico alemán barroco»28 (la cursiva es nuestra)– nos enfrenta
a un aparente anacronismo: el imponente autodominio, la asombrosa
autonomía subjetiva que ostenta el texto, referido a la inminente muerte
propia: ¿no parece desmentir la afirmación de Trunz de que el Barro-
co es un «arte de tipos», citada más arriba, e inscribir el poema, atri-
buyéndole un máximo de ‹autenticidad›, en una suerte de Erlebnislyrik
[lírica vivencial] avant la lettre? –Aunque cueste entenderlo, no; no la
desmiente. La confluencia de ars poetica –la suma maestría del sonetis-
ta– con el ars moriendi –parcialmente diferente en Fleming, sí, respecto
de otros poetas de la época– se cristaliza en una formulación de valor
universal29. Cómo se complica y problematiza la lectura, y a qué falsas
conclusiones puede conducirnos, cuando entre libro y lector median va-
rios siglos, se ve también en el famoso pasaje de este soneto: « [...] Oirán
hablar de mí, | hasta que el ascua última abrase todo aquí.»]. La supuesta
hipérbole –por no decir soberbia del poeta moribundo– mueve a Trunz
al siguiente comentario: «Con ‹el ascua última› se alude al Juicio Final,
que en la biblia significa también el fin del mundo terrenal y se designa
allí ‹ardor› o ‹fuego› (2da. epístola de S. Pedro 3,10; Apocalipsis 20,9).
Pero ¿cómo llega Fleming a decir que se conocerán sus obras hasta el
Juicio Final? ¿Tenían, él y los lectores en los que pensaba, una idea de
cuándo llegaría el Juicio Final? Tenían tal idea. En 1640 se calculaba
que para el fin del mundo faltaban aproximadamente 100, a lo sumo 300
años. De ello hay muchos testimonios…».30
La obra de Andreas Gryphius, quizás el sonetista más señalado
del Barroco alemán, prominente dramaturgo, hombre versado en len-
guas –se dice que, después de sus estudios en Leyden, dominaba diez–,
apodado ‹el Inmortal› en la Fruchtbringende Gesellschaft, está dominada
por el tópico de la vanitas, inscripto de manera ejemplar en el soneto

uno menta el estado de cosas general, el otro el ‹exemplum› real.»


27 Como comprobará el lector, hemos incluido asimismo textos en prosa en los Apéndices
a algunas de las ‹constelaciones›.
28 Cfr., por ej., Gero von Wilpert: Deutsches Dichterlexikon [Enciclopedia de poetas
alemanes]. Stuttgart: Kröner, 1988. Pág. 208.
29 Cfr., por ej., Wilhelm Kühlmann: »Sterben alls heroischer Akt. Zu Paul Flemings
Grabschrifft« [«Morir como acto heroico. Sobre el Epitafio de Paul Fleming»]. En Gedichte
und Interpretationen – Band I: Renaissance und Barock. Herausgegeben von Volker Meid.
Stuttgart: Reclam, 1982. Pág. 174.: «Lo que puede demostrarse en el morir ejemplar,
posee validez supraindividual.»
30 Trunz, op. cit., »Barock und Goethezeit – Wandlungen des Weltbildes« [«Barroco y
época de Goethe – Cambios en la imagen del mundo»]. Pág. 161.
prólogo 17

que comienza: «Vanidad en la tierra, donde eches la mirada». Pero es «Lá-


grimas de la patria» [»Thränen des Vaterlandes«] el poema en que la
típica arquitectura barroca plasma, con matemática precisión, el horror
y los devastadores efectos que los treinta años (1616-1648) de una gue-
rra vivida como interminable, tuvieron sobre todos los estamentos de la
sociedad de la época: «Nuestras torres en llamas, volteada la iglesia. | El
Cabildo en ruinas, los héroes están batidos, | mancilladas las vírgenes,…».
Según lo observa con razón Trunz en un capítulo de la obra mencionada
en la nota Nº 13, las torres representan la seguridad defensiva, la iglesia
la vida espiritual, el cabildo el orden mundano, etc.
De Christian Hoffmann von Hoffmannswaldau –cuyo len-
guaje es tildado por muchos de ‹desenfrenado›, ‹lascivo›, ‹amanerado›,
‹ostentoso› [›ausschweifend‹, ›schlüpfrig‹, ›affektiert‹, ›prunkvoll‹] y la
consabida serie de epítetos en los que suelen abundar todos aquéllos a
quienes, desde la Ilustración, el Barroco les resulta intolerable e insisten
en una caracterización del período, impensable después de Wölfflin31–,
miembro principal de la segunda escuela silesiana y precursor del lla-
mado ‹marinismo› alemán, son la descripción de la belleza y su reverso
inescindible, la caducidad, la erotizada topología corporal y su focaliza-
ción sinecdóquica («Los pechos son mi meta,…»), las que se nos ofrecen
en dos sonetos y una serie de cuartetos con rima alternada, encadenando
una metaforización asimétrica32 que parece inacabable.
El lírico, dramaturgo y novelista Daniel Casper von Lohenstein,
asimismo conspicuo representante del Barroco tardío y la segunda es-
cuela silesiana, con una décima sui generis, de tema mitológico («Canto
de Tetis» [»Gesang der Thetis«]) y metro variable –que parece imitar el
vaivén del mar–, cierra nuestra tercera constelación.
Ya a fines del siglo XVII nace esa corriente renovadora del Pro-
testantismo denominada Pietismo33, llamada a ejercer una profunda
influencia, no sólo en el orden social, político y pedagógico de la Ale-
mania dieciochesca, sino –al hacer actuar por vez primera sentimientos
31 Gerhard Spellerberg, en un artículo referido al siguiente poeta de nuestra serie (»Daniel
Casper von Lohenstein«; en Deutsche Dichter – Band 2 – Reformation, Renaissance und
Barock. Stuttgart: Reclam, 1990. Pág. 341) parece haber comprobado la superación de
este estado de cosas, al afirmar: «Desde que, merced a la elaboración de las tradiciones
retórico-poetológicas y alegórico-emblemáticas, se han desmontado las barreras frente
al Manierismo del alto Barroco, que acuña la obra de L. y le acarreara al mismo el sumo
elogio de la propia época y la más aguda censura de los siglos siguientes,…» Esas ‹barreras›,
lamentablemente, están lejos de haber sido desmontadas.
32 La dinámica metafórica reitera una operación sustitutiva sobre el mismo elemento:
pechos (Sttd., ‹elemento sustituido›) | dos hermanas (Stty. 1, ‹elemento sustituyente 1›),
maná (Stty. 2, ‹elemento sustituyente 2›), fábrica de alabastro, níveo castillo, etc. etc.
33 Pia Desideria: o sincero deseo de mejoramiento grato a Dios de las verdaderas Iglesias
Evangélicas… [Pia Desideria: oder Hertzliches Verlangen nach Gottgefälliger Besserung der
wahren Evangelischen Kirchen…] de Ph. J. Spener, el fundador del pietismo luterano, data
de 1675.
18 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

personales en la literatura y poner en primer plano la experiencia re-


ligiosa y la vivencia de la naturaleza– a favorecer el surgimiento de la
llamada Empfindsamkeit34. Promoviendo un regreso a la fantasía, el pie-
tismo entra en pugna con la Ilustración temprana; no obstante, como
señalan acertadamente B. Baumann y B. Oberle, «se sobrecubre con
la Ilustración en el deseo de tolerancia, en el rechazo del dogmatismo
luterano y en el respeto por el hombre y la creación divina»35. Rococó
es vocablo derivado del francés rocaille, ‹guijarros, rocalla›, y alude a
determinado tipo de ornamentación, común en el Barroco tardío; habi-
tualmente se le asocian ciertas formas literarias ‹menores›, como idilios
y poemas anacreónticos.36 Nuestra cuarta constelación, triplemente no-
minada –lo que habla de la heterogeneidad de las tendencias que agru-
pa–, se adentra, además, profundamente en el siglo XVIII y preludia
las serias dificultades de datación que caracterizan a los movimientos
literarios de esta centuria.
Barthold Heinrich Brockes, ubicado por muchos en la Ilustra-
ción temprana, marca con su Deleite terrenal en Dios [Irdisches Vergnügen
in Gott], una obra publicada ente 1721 y 1748 en 9 tomos, compuesta
en parte por poemas propios y en parte por traducciones, el fin de la cos-
movisión barroca y, como lógica consecuencia, de su arquitectura poéti-
ca. La devota contemplación de la naturaleza se materializa al modo de
un informe in extenso del prolijo despliegue de sus maravillas, hasta en
los más ínfimos detalles («¡Mi Dios! y cuántas, qué diversas | joyas, finuras
y alternancias | hallé por cierto en esta hierba, que a la distancia | no muestra
más que un pardo color por füera.»); la moraleja de la así documentada
hermosura del orden natural es, por supuesto, la comprobación de la
existencia de Dios («¡Contempla de aquí en más la landa, hombre querido,
| no sin loa a Dios, no sin regocijo!»)37.

34 que hemos traducido como ‹Sentimentalismo›. Lessing había propuesto a su amigo


Bode el término ›empfindsam‹ (<adj.> ‹sensible, sentimental, etc.›) para la traducción de
Sentimental Journey, de Laurence Sterne.
35 Baumann, Barbara; Oberle, Birgitta: Deutsche Literatur in Epochen [Literatura alemana
en épocas]. München: Max Hueber Verlag, 1990. Pág. 64.
36 Cfr. ibíd. pág. 66; allí también la observación: «La severidad del Pietismo y de la
Ilustración temprana fue suavizada por las formas leves, graciosas del Rococó».
37 Encontramos un autorizadísimo apoyo de nuestro aserto en este pasaje de Alexander
Gode von Aesch en El romanticismo alemán y las ciencias naturales (trad. del inglés por Ilse
de Brugger. Bs. As. etc.: Espasa-Calpe Argentina, 1947. Págs. 57-58.) «[…] Es, sin duda
alguna, el más importante entre los poemas que, según la descripción de Fritz Strich,
han ‹aspirado a mirar la naturaleza desde el punto de vista de la religión moderna, así
como los antiguos la habían mirado desde el punto de vista de su mitología›. Pero es
muy significativo que este bien definido modo de mirar las cosas haya producido nada
semejante a estructura, sistema o totalidad. La ausencia de éstos, seguramente, no podía
impresionar al poeta como un defecto de su obra. Su plan no proporcionaba nada más
que una compilación enciclopédica de discusiones poéticas que abarcaban gran número
de objetos. Estaban reunidos por el denominador común a que se refirió el título […].
Sin embargo, uno no puede menos de preguntar por qué una tal referencia común a Dios,
prólogo 19

Señala asimismo la clausura del ‹mundus symbolicus› barroco, la obra


de Johann Christian Günther, temprano exponente de una líri-
ca vivencial [Erlebnislyrik] y precursor, en este sentido, del Sturm und
Drang. Con referencia a la estrofa que hemos traducido: «El fulgor de la
luna y las estrellas | al más grato prefiero de los días; | allí elevo a menudo,
en mi pieza, | corazón, mente, espíritu y vista; | allí espacio mi asombro en-
cuentra | en este vasto espacio apenas» (pág. 138), dice el mismo Gode von
Aesch: «Así como el mundo exterior se extendió hacia las infinitudes,
así el mundo interior microcósmico debería extenderse hacia profun-
didades infinitas. Cuando Johann Christian Günther deseaba describir
el esplendor del firmamento estrellado, para comunicar la impresión de
su inmensidad, no sabía nada mejor que aludir a la inmensidad –igual
y más grande aún– de su asombro: Un ejemplo característico de esta
doble expansión se encuentra en Kant. Él logró dar la síntesis de la
prueba racional (o evidencia exterior) de la existencia de Dios, y de la
experiencia subjetiva, […]»38.
Del poco conocido Gottlob Friedrich Wilhelm Juncker –aun-
que representado con no escaso número de poemas en la famosa antolo-
gía de Benjamin Neukirch39–, «Al mostrarle ella su retrato» [»Als sie ihm
ihr bildniß zeigte«], un poema que, aunque ubicado por Neukirch entre
los Sinn-gedichte [epigramas] y no entre los Verliebte und Galante Gedichte
[poemas galantes y enamorados], bien podría verse como una muestra
del ‹preciosismo› o de la ‹poesía galante› del Rococó; el poema, de todos
modos, asume y resuelve con maestría un tema típico del Barroco: la

precisamente, no transformó esta enciclopedia universal en una cosmología estructurada.


La respuesta ha de buscarse en el papel extraño que este tipo de poesía debe necesariamente
asignar a su Dios. Por una parte, se lo puede considerar como el argumento verdadero y
general, pues es Él quien representa el principio fundamental del poema, es decir, del
mundo de objetos de que el poema trata. Pero, de algún modo, Él se mantiene apartado de
todos los intereses efímeros de Su poeta. La red de palabras logra retener muchos objetos
de gran belleza, pero su Dios, que los creó y que debería estar en ellos, parece escaparse
siempre en el momento que precede al escrito. Se da por supuesto que Dios es el Creador
y Gobernador del mundo, que es Él quien maneja la gran cadena de la existencia. La única
función posible de poemas como el de Brockes, es, pues, la de ilustrar siempre de nuevo la
previamente conocida grandeza de Dios, y nunca facilitar la menor comprensión de cómo
la cadena de la existencia ha de ser lo que es, ni una nueva experiencia sobre su Creador y
principio activo. Por otra parte, un Lucrecio cristiano no podría de hecho ser caracterizado
sino en contraste con todo cuanto se dijo de las Delicias terrestres. En vez de darnos una
enciclopedia en rima, habría de producir una obra de visión concentrada. Su organización
rigurosa reflejaría un orden cósmico, igualmente rígido, y mediante sus conceptos respecto
a la Creación deberíamos conseguir un concepto del Creador. Deus sive natura habría de
ser su argumento.»
38 von Aesch, op. cit., pág. 156.
39 Neukirch, Benjamin: Herrn von Hoffmannswaldau und andrer Deutschen auserlesener
und bißher ungedruckter Gedichte [Poemas escogidos e inéditos del señor de Hoffmannswaldau
y de otros alemanes], reproducida en los Neudrucke deutscher Literaturwerke – Neue Folge.
Hrsg. von Hans-Henrik Krummacher. Bd. 43 [Reimpresiones de obras literarias alemanas –
Nueva serie. Ed. por H. H. K. Tomo 43]. Tübingen: Max Niemeyer Verlag, 1991.
20 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

mirada, su fuga, su plasmación en el retrato: «¿Por qué, graciosa, das tu


retrato a mi mirada, | que más que ojos lascivos no apacigua nada?»40
El representante sobresaliente de la poesía pietista es Friedrich
Gottlieb Klopstock. Su obra El Mesías. Un poema heroico [Der Mes-
sias. Ein Heldengedicht], con marcada influencia del Paraíso perdido de
John Milton, cuyos primeros cantos se publicaron en 1748, estará lla-
mada a dejar profundas huellas en la lírica posterior del siglo XVIII,
sobre todo en la de (el joven) Hölderlin, quien lo llama ›der große
Messiassänger‹ [‹el gran cantor del Mesías›]. El Mesías problematiza
su pertenencia genérica, ya desde el título: ¿puede concebirse un ›Hel-
dengedicht‹ –un ‹poema heroico›, un ‹cantar de gesta›, un Epos, ‹epope-
ya›, como se lo llama habitualmente– despojado de diégesis?41 Pero lo
que con Klopstock vuelve a afluir con vehemencia al cauce de la poesía
alemana es el Stabreim, la aliteración, esa falsamente llamada ‹licencia
poética› [›dichterische Freiheit‹], a cuya importancia nos hemos referido
en más de una oportunidad42. En cuanto al intento de apropiación del

40 Recuérdese, por ej., Góngora, soneto 144 (1620): «Hurtas mi vulto, y cuanto más le debe
| a tu pincel, dos veces peregrino,…».
41 Observado también por B. Baumann, Barbara y B. Oberle, en op. cit., pág. 65.
42 Reproducimos parcialmente la alusión al tema en «Salud: la aliteración congruente»
(escrito con motivo de la presentación del libro de Ángel Oliva que lleva el título resaltado
por la cursiva): «‹Anagrama fonético›, aliteración: pero, ¿qué es la aliteración, este término
acuñado por el humanista Giovanni Pontano en 1519? –Es raro encontrar de ella dos
definiciones idénticas. Para el DRAE es «Repetición notoria del mismo o de los mismos
fonemas, sobre todo consonánticos, en una frase»; y también «Figura que, mediante la
repetición de fonemas, sobre todo consonánticos, contribuye a la estructura o expresividad
del verso». Para la mayoría de los diccionarios alemanes es el retorno de sonidos idénticos,
en especial de sonidos iniciales en palabras consecutivas (a veces, sonidos iniciales de las
sílabas acentuadas), sea para obtener efectos fónicos o como principio de enlace, sobre
todo de enlace de versos. Esta constricción a las sílabas iniciales y acentuadas procede de la
forma de versificación de la poesía germánica antigua: el Stabreim o aliteración en sentido
estricto, una peculiar forma rímica que se basaba en la coincidencia de sonido inicial en
palabras acentuadas y en la que todas las vocales pueden ‹rimar› (staben) entre sí, mientras
que son las consonantes y los grupos st, sp, sk los que deben coincidir. En los monumentos
lingüísticos germánicos antiguos, dos hemistiquios se enlazan convirtiéndose en un verso,
estando con frecuencia ambos ictus, ambas sílabas acentuadas del primer hemistiquio y
la primera del segundo hemistiquio enlazadas por aliteración. La asimilación posterior
de la aliteración a un mero recurso estilístico (la ‹licencia poética› de la que hablábamos)
nos es demasiado familiar como para que tengamos aquí que referirnos especialmente
a ella. La designación griega de la aliteración es homoioprophoron [gr. ὁμοιος ‹igual›,
προφερειν, ‹exponer, recitar, declamar›], una figura fónica, que ya en la antigua retórica
estaba anatematizada como error de estilo. El extremo, en el cual casi cada palabra de
una oración comienza con la misma consonante es el representado por la figura llamada
paroemion: […]
Si nombre de un dios, nombre propio humano, epíteto, nombre de lugar o aun nombre
común; si descubrimiento real o ilusorio (en tanto mero procedimiento), las observaciones,
o mejor, las audiciones saussureanas de la poesía antigua sobre la aliteración, señalan un
fenómeno presente y distintivo de lo que entendemos por poesía (al menos de lo que
podemos calificar de poesía escrita como texto). ¿Necesitamos mencionar la sospecha
–compartida por más de un contemporáneo sagaz– de que la aliteración es un lugar
privilegiado de inscripción del inconsciente?»
prólogo 21

hexámetro (desplazando al alejandrino) por parte de Klopstock, empre-


sa en la que es precedido por algunos humanistas y seguido por varios
poetas posteriores (entre ellos Goethe y Schiller), nos parece en extremo
discutible la realidad en un sistema tónico o, en todo caso, silabotónico
(como el del alemán) de un verso que corresponde a un sistema versal
cuantitativo (como el del griego clásico).
La oda de Klopstock «El transfigurado» [»Der Verwandelte«] es una
de las ‹Odas a Fanny› [›Fanny-Oden‹], inspiradas por un amor no co-
rrespondido a la hermana de su amigo J. Chr. Schmidt.
Si toda periodización en la historia de la literatura y el arte es com-
pleja, la del siglo XVIII alemán lo es en grado superlativo: los mo-
vimientos se sobrecubren parcialmente, ciertos autores –algunos, de
primera magnitud– pertenecen a distintos movimientos en distintas
etapas de su producción, etc. La denominación Goethezeit [época de
Goethe] –acuñada por Korff en 1923, para abarcar aproximadamente
el período 1770-1830– es un término generalizador que, si discuti-
ble y no muy preciso, pretende conjurar el problema. El –además de
poeta-didacta y crítico literario– médico, anatomista y botánico suizo
Albrecht von Haller, fundador de la fisiología experimental, hom-
bre de extraordinaria erudición y productividad científica (sus Elementa
physiologiae corporis humani, se reeditaron hasta el siglo XX), es una
figura única de la Ilustración, que acuñó en parte la vivencia de la na-
turaleza en el siglo XVIII. En el artículo mencionado en la nota Nº 30,
refiriéndose al surgimiento de la idea de infinitud, dice Trunz: «En el
poema ‹El movimiento de los astros› […] habla [Brockes] con admira-
ción del mundo estelar, pero no dice una palabra acerca de que detrás
de él vendría el cielo. En el poema ‹La grandeza de Dios› se lee: ‹¿De
quién sería el sueño, | de abarcar un infinito universo, | que aquello que co-
bija cielo y tierra, | en sí mismo transporta y encierra?›. Aquí está entonces
el universo caracterizado como ‹infinito›, de muy distinto modo que
cuando, en el siglo XVII, Kepler tomaba aún distancia de aseveraciones
semejantes de Giordano Bruno. Se trata aquí, en Brockes, de infini-
tud espacial. Al mismo tiempo escribía Albrecht von Haller, y en él se
daba ahora la pregunta por la infinitud temporal. En 1736 comenzó su
‹Poema sobre la eternidad›. No terminó de escribirlo, quedó como frag-
mento, en el uso lingüístico de la época: ‹incompleto›. En este poema ve
Haller el presente como un fragmento de la eternidad, que se extiende,
antes y después de este tiempo, al infinito. Ni una palabra acerca de la
creación del mundo, ni una palabra acerca del Juicio Final. Cuando en
1743 Haller publicó su ‹Poema incompleto sobre la eternidad›, puso
una nota al pie, en la que dice que habría querido continuar aún el
poema, y más precisamente en otra dirección, puesto que ‹una segunda
vida, no obstante, está expresamente admitida›. Yo creo que Haller no
22 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

pudo continuar el poema, porque quería ser cristiano, pero su imagen


de la infinitud no era acorde con lo que se continuaba en la Iglesia de
aquel entonces, que estaba aún en la tradición de los grandes dogmáti-
cos del siglo XVII. Que Haller tenía una imagen del mundo nueva para
su época, lo prueba Kant, que en su Historia universal de la naturaleza
y teoría del cielo cita partes del poema de Haller, y precisamente, en el
capítulo ‹De la creación en su infinitud›.»
Además de la quinta de nuestro índice, podría el poeta, traductor y
editor Christoph Martin Wieland, junto a Herder, Goethe y Schi-
ller, formar parte de otra ‹constelación›: la llamada ‹(clásica) cuádru-
ple de Weimar› [›(klassisches) Viergestirn von Weimar‹]. Acerca del
poema cuyo fragmento ofrecemos aquí al lector, de este representante
clave de la literatura de la Ilustración –si bien parte de sus obras son
claramente clasificables en el Rococó– y claro precursor del clasicismo
alemán, observa Gode von Aesch en el capítulo «El nuevo Lucrecio»
de la obra mencionada: «Pero sea como fuere, el poema de Wieland
representa, por lo menos hasta donde llega nuestro estudio, la primera
expresión poética de un concepto no estático de la naturaleza. Como
tal se distingue fundamentalmente de todas aquellas descripciones de
la jerarquía del universo que el pensamiento de Occidente había pro-
ducido con ininterrumpida continuidad desde los días de Platón. El
profesor Lovejoy señaló que ‹uno de los acontecimientos principales en
el pensamiento del siglo XVIII, fue el haber temporalizado la Cadena
de la Existencia›. Eso quiere decir que ‹lo plenum formarum llegó a ser
concebido por algunos, no como inventario sino como programa de la
naturaleza, que es llevado a cabo de modo gradual y extremadamente
lento en la historia del cosmos›. […] Eso es el nuevo significado del
antiguo ‹Panta rhei›, que los mundos y estrellas y hombres y animales
y plantas y microbios y unidades de materia, que todo eso no es sino
un flujo continuo pero en ascenso interminable.» Y en nota al pie: «La
evolución de Goethe, así como la de todos los demás románticos [sic],
nació de su comprensión del crecimiento, más o menos mística, y el
crecimiento, es obvio, significa expansión en la progresión temporal. La
existencia del transformismo temporal en Wieland sirve para apoyar
este argumento.»43
Si antesala del Clasicismo, si mera consecuencia o «nuevo estadio
dinámico de la Ilustración»44, el Sturm und Drang [Tempestad e ím-
petu], por su valoración de lo afectivo y de las virtudes de la intuición,
por su actitud ante el misterio, anticipa rasgos esenciales del Roman-
ticismo. La figura teórica clave para comprender, no sólo lo que inau-
gura el período, sino aun lo que impulsará el segundo Romanticismo
43 von Aesch, op. cit., págs. 66-67.
44 Lukács, citado por B. Baumann y B. Oberle, op. cit., pág. 89.
prólogo 23

o Romanticismo de Heidelberg –el pensamiento de ‹lo nacional›, de la


relatividad y peculiaridades culturales, los desarrollos historiográficos
y filológicos decimonónicos, etc.–, es la de Johann Gottfried Herder.
El encuentro con Herder en 1770 en Estrasburgo, impactará decisiva-
mente en el joven Johann Wolfgang Goethe, sobre todo en lo relativo a
la concepción de la historia y al modelado del rasgo acaso más trascen-
dente del Sturm und Drang: la idea de ‹genio›. Su novedad está expuesta
con precisión excepcional por Trunz en sus notas a los grandes himnos:
«Se formó el concepto de genio. Éste ha cambiado más entre 1750 y
1772 que desde 1772 a nuestros días. Hoy lo utilizamos esencialmente
tal como lo acuñó Goethe. Es una de las imágenes mentales en las cua-
les vemos el mundo con sus ojos, aunque no seamos conscientes de ello.
Antes del Sturm und Drang se decía ‹alguien tiene genio›, significando
con eso que tiene inteligencia, ocurrencias y habilidad, para producir
una obra según el principio estilístico del ‹ingenio› [›Witz‹]. Desde el
Sturm und Drang, se dice ‹alguien es un genio›, significando con eso,
que forma a partir de sí mismo una imagen del mundo, duradera, mag-
na, ejemplar, siéndole innato el sentido para las leyes que regulan los
procesos vitales, de modo tal que su obra lleva en sí la necesidad de
la naturaleza. El concepto de genio es una de las ideas dominantes
de la moderna cultura laica, de modo semejante a como en culturas
más tempranas estaban en lugar elevado los conceptos de profeta, de
héroe o vate.»45 Si se acepta la categoría ›Weltanschauungsdichtung‹
[‹poesía cosmovisiva›, ‹poesía que implica una cosmovisión›], ambos
himnos, «Prometeo» y «Ganimedes», pueden leerse como el anverso y
el reverso –que es decir: las dos caras inescindibles– de la hoja en que
se inscribe, mediante la resemantización de dos fábulas de la mitolo-
gía antigua, la peculiar vivencia goetheana del mundo y su no menos
peculiar concepción del símbolo y de su ubicuidad46. La separación de
la divinidad o, si se quiere, el desgarramiento de la totalidad, la ‹indi-
viduación› [›Verselbstung‹] en Prometeo, se oponen a la reunificación
con lo divino, a la reintegración en el ‹gran todo›, la ‹desindividua-
ción› [›Entselbstigung‹47] de un Ganimedes absolutamente resigni-
ficado. La balada «Rey de los alisos» [»Erlkönig«48], congenialmente
musicalizada por F. Schubert y C. Loewe, se ofrece en el hechizo de

45 Trunz, E.: Goethe - Gedichte. Kommentiert von E. T. [Goethe – Poemas. Comentados por E.
T.] München: C. H. Beck, 1998. Pág. 464.
46 En la carta a Carl Ernst Schubarth del 2.4.1818, dice Goethe: »Alles was geschieht
ist Symbol, und, indem es vollkommen sich selbst darstellt, deutet es auf das Übrige.«
[«Todo lo que acaece es símbolo, y, en tanto se representa completamente a sí mismo,
señala a lo demás.»]
47 Ambos términos son derivaciones sustantivas acuñadas por E. Trunz de los verbos
utilizados por Goethe en Poesía y Verdad [Dichtung und Wahrheit].
48 El nombre se origina en un error de traducción de Herder del término danés ›ellerkonge‹
(= ›Elfenkönig‹, ‹rey de los elfos› –›Elfe‹ o, menos frecuente, ›Elf‹: ‹elfo›; ›Erle‹: ‹aliso›–).
24 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

la ‹inquietante extrañeza› del triálogo padre-hijo-rey de los alisos, a


diversas y sugestivas interpretaciones. «Canción nocturna del cami-
nante» [»Wandrers Nachtlied«], es una obra maestra de lírica breve,
la segunda de una dupla con el mismo título, asimismo musicalizada
por F. Schubert.
El poema de Friedrich Schiller «El esplendor de la creación –
Una fantasía» [»Die Herrlichkeit der Schöpfung – Eine Phantasie«]
revela no sólo una relación sujeto-naturaleza, sino también una ‹reli-
giosidad› («alaba, […] | mi espíritu al Señor del universo!») distintiva del
Sturm und Drang.
El (con respecto a otros clasicismos nacionales) marcadamente re-
trasado Clasicismo alemán –piénsese, por ejemplo, en su distancia tem-
poral con el Siglo de Oro español–, se reduce al período comprendido
entre el primer viaje a Italia de Goethe (1786) y la muerte de Schiller
(1805). El contenido de la constelación, que abarca también lo que
llamamos «Postclasicismo» (esto es, aproximadamente hasta la muerte
de Goethe), puede causar una impresión extraña al lector; de hacerlo, la
extrañeza obedecerá seguramente a dos motivos: la inclusión de una es-
cena del Fausto, es decir, de un pasaje de una obra dramática en un libro
que se dice «de poesía», y la aparición de dos nombres femeninos junto
al de ambos ‹olímpicos›, a cuyo dúo se reduce, por lo general, el Clasi-
cismo alemán –convertido ocasionalmente en trío por la inclusión de
Johann Joachim Winckelmann, en verdad una figura de la Ilustración,
cuya importancia, más bien teórica, radica en el hecho de haber señala-
do, como fundador de la arqueología científica y la historia del arte en
sentido moderno, hacia la antigüedad clásica49. La escena del Fausto se
incluyó debido a la absoluta convicción de que muchos de los mejores
lugares de la poesía de Goethe no se encuentran precisamente en los
poemas, de lo cual el pasaje de la tragedia que comienza «¡En mareas de
vida, en la borrasca de actos…» [»In Lebensfluten, im Tatensturm…«], en
el que Fausto conjura al espíritu de la tierra, nos parece el mejor ejem-
plo. La presencia de Marianne von Willemer se justifica no sólo por
el hecho de haber sido ella, entre las múltiples ‹musas› de Goethe, Suleika
en el Diván oriental-occidental [Westöstlicher Divan] –aludido en el ver-
so: «confiada al jardín oriental-occidental» [»Dem westöstlichen Garten
anvertraut«] del poema que presentamos– la única coautora50 del ‹Prín-
cipe de los poetas› –y a quien se deben, significativamente, algunas de
las piezas más bellas de ese poemario–, sino por la belleza intrínseca

49 Determinante fue su escrito Gedanken über die Nachahmung der Griechischen Werke in
der Malerei und Bildhauer-Kunst (en traducción española de Salvador Mas: Reflexiones
sobre la imitación de las obras griegas en la pintura y en la escultura), publicado en 1755.
50 Hecho no conocido sino tardíamente, a través de Herman Grimm (un germanista hijo
de Wilhelm Grimm).
prólogo 25

de «El castillo de Heidelberg» [»Das Heidelberger Schloß«], un texto


digno de ser leído en simultáneo con »Heidelberg« de Hölderlin. A una
personalidad de muy distinto carácter nos remite la autoría de la octava
«Junio. Canción popular» [»Juni. Volkslied«]: Ottilie von Goethe, la
nuera de Goethe, una de las mujeres más controvertidas de su época,
fundadora en 1829 de la revista (paradójicamente51 llamada) Chaos, es
una figura marginal de la historia literaria. El poema de Schiller «La
Antigüedad al caminante nórdico» [»Die Antike an den nordischen
Wanderer«] parece responder a aquellos versos de Goethe en las Elegías
romanas – VII («¡Oh, cuán dichoso en Roma me siento! Pienso en los tiem-
pos, | en que grisáceo un día, en el Norte, atrás, me ceñía, […]» – »O wie
fühl ich in Rom mich so froh! gedenk ich der Zeiten, | Da mich ein graulicher
Tag hinten im Norden umfing, […]«), marcando la doble alteridad que
tanto sedujo a ambos: la meridional, mediterránea, y la temporal (la de
la antigüedad clásica).
«Entre Clasicismo y Romanticismo» es una etiqueta auxiliar que sir-
ve para agrupar a un reducido número de ‹grandes inclasificables›: Jean
Paul, Heinrich von Kleist, Friedrich Hölderlin. Éste último, a partir
de su redescubrimiento en el siglo XX –debido al germanista Norbert
von Hellingrath, un miembro del círculo de George caído a los 28 años
en Verdún–, comenzó a ser considerado por muchos uno de los más ele-
vados, si no el sumo exponente de la lírica en lengua alemana de todos
los tiempos. Notable es el número de poemas de algún modo referidos,
si no a él dedicados por distintos poetas posteriores (como si hubiera
de dirimirse cierta filiación o, al menos, se sintiera el apremio de ‹tener
algo que decirle›): «Mi favorito, tú, con clara mirada griega…» [»Mein
Liebling du! Mit hellem Griechenblick…«] [Heyse]; «…Oh, espíritu am-
bulante, ambulantísimo! Cómo habitan | todos en el cálido poema, en casa, y
siguen largo tiempo…» [»…O du wandelnder Geist, du wandelndster! Wie
sie doch alle | wohnen im warmen Gedicht, häuslich, und lang…«] [Rilke];
«…Su – ‹un | enigma es lo surgido | puro›, su | recuerdo de | flotantes torres
de Hölderlin…» [»…Ihre – ›ein | Rätsel ist Rein- | entsprungenes‹ –, ihre |
Erinnerung an | schwimmende Hölderlintürme…«] [Celan]; y los predi-
cados que se le atribuyen desde la filosofía: «Hölderlin es para nosotros
en un sentido señalado el poeta del poeta.» [»Hölderlin ist uns in einem
ausgezeichneten Sinne der Dichter des Dichters.«] [Heidegger52]; «El
verso hölderliniano es un verso proferido…» [»Der Hölderlinsche Vers
ist ein hingesagter Vers…«] [Gadamer53]. «Hölderlin no era del cuño de

51 El propio Goethe estuvo representado en ella.


52 Heidegger, Martin: , «Hölderlin y la esencia de la poesía» (»Hölderlin und das Wesen
der Dichtung«), en Gesamtausgabe, Bd. 4 (Edición completa, tomo 4). Ffm: Vittorio
Klostermann, 1981. Pág. 34.
53 Gadamer, Hans-Georg: «El poeta Stefan George» [»Der Dichter Stefan George«], en
Gesammelte Werke, Bd. 9 (Obras completas, tomo 9). Tübingen: J. C. B. Mohr (Paul Siebeck),
26 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

aquéllos que resucitan, y la tierra, a cuyos profetas les aparecen sus visio-
nes sobre cadáveres, no es la suya.» [»Hölderlin war nicht vom Schlage
derer, die auferstehen, und das Land, dessen Sehern ihre Visionen über
Leichen erscheinen, ist nicht das seine.«] [Benjamin54].
La voz oracular de Hölderlin se hace presente aquí en algunos de sus
momentos principales: el del bellísimo poema «A la naturaleza» [»An
die Natur«], aún de juventud, ubicado por Günter Mieth en el perío-
do 1793-1796, cuya increíble musicalidad culmina en esos tres últimos
versos que definen –acaso con la mayor perfección del período– la pe-
culiar relación con el ‹terruño› [›Heimat‹] que mantienen los poetas de
la Goethezeit: «que el terruño está de ti tan lejos; | pobre corazón, siempre
inquirirlo será ocioso, | si de él no te basta un sueño.»; el de uno de los gran-
des himnos, «El Rin» [»Der Rhein«], de los años 1801-1803, donde el
río mismo encarna otro motivo clave del poeta y de la época: el motivo
de la peregrinación [Wanderung]55; el de la fractura, del colapso, inscripto
en los fragmentos 50 y 67, inmediatamente anterior a la irrupción de
la prolongada demencia, durante la cual, por el contrario (y paradójica-
mente?), el «deutero-Hölderlin»56 hubo de inscribir versos de la profun-
didad de los dedicados a Zimmer y de la inmaculada lisura de los de «El
camposanto» [»Der Kirchhof«].

1993. Pág. 220.


54 Benjamin, Walter: «Contra una obra maestra» (»Wider ein Meisterwerk«), en
Gesammelte Schriften, Bd. III (Obras completas, tomo III). Ffm: Suhrkamp, 1981. Pág. 259.
55 En un trabajo titulado «Friedrich Hölderlin y Rainer Maria Rilke: Metafórica de lo
íntimo y canto de la totalidad en 3 siglos [de poesía alemana]» (escrito originalmente
en alemán: »Fr. H. und R. M. R.: Metaphorik der Innigkeit und Gesang des Ganzen
durch 3 Jahrhunderte«, en colaboración con Guillermo C. Colussi), escribimos respecto
del motivo paradojal de la peregrinación: «[…] Abandonando la lumbre hogareña, la
inmediata cercanía desde la que puede oírse el murmullo de la fuente, parte alguien en
peregrinación. El peregrino no anda al azar errante de un lugar a otro, y es consciente –en
forma peculiar– de la meta a la que se encamina. ¿Quién, empero, marca en la senda el
compás de sus pasos? ¿Qué lo mueve en el fondo, a volver la espalda a la vecindad, a la
protectora familiaridad del terruño? –Quien ‹mora cerca del origen›, sólo abandona el
lugar, para regresar al lugar. ‹Por tanto da, agua inocente, | oh, danos alas, para, con el
sentido más fiel, | cruzar al otro lado, y retornar.› – (Patmos).
El retorno es la meta de la peregrinación. Su tiempo, la superada distancia hacia lo propio.
El retorno al terruño acaece en tanto reencuentro de lo extrañado de sí.
¿Cómo alguien que en algún lugar está en su casa puede, empero, buscando un terruño
marchar a la distancia, para recién desde allí apropiarse de lo doméstico? –El ‹bien
deparado destino›, el morar ‹en la margen segura›, esto es, en la cercanía del propio origen,
sólo se justifica, en tanto se remonta en peregrinación la senda hacia el origen mismo.
¿Qué inquietante extrañeza acecha en el amable paisaje, para hacer necesaria la partida, el
amparo de la separación? […]»
56 La expresión es de Erwin Chargaff en su excelente artículo »Schönheit apocalyptica:
Bemerkungen über Hölderlins späte Gedichte« [«Belleza apocalyptica: observaciones
sobre los poemas tardíos de Hölderlin»], incluido en Zeugenschaft – Essays über Sprache
und Wissenschaft [Testimonio – Ensayos sobre lengua y ciencia]. Stuttgart: Klett-Cotta, 1985.
(Hay una versión española del artículo, traducido por Paula Poenitz, en la Revista de la
Escuela de Letras N° 13. Volumen de Estudios Literarios. Facultad de Humanidades y Artes,
U.N.R. Rosario: Laborde editor, 2011.)
prólogo 27

En la –por cierto, en extremo magra– constelación siguiente, Novalis,


el archipoeta romántico, autor de los Himnos a la noche, que tematizan
el nuevo rol de la nocturnidad en el ámbito de la literatura, creador del
símbolo de la ‹flor azul› en su novela Heinrich von Ofterdingen, se dirige a
Ludwig Tieck, «uno de los mejores poetas de la escuela [romántica]» –en
palabras del mordaz Heine– y junto a Wackenroder57, pionero indiscuti-
ble y representante fundamental del movimiento. El mismo Tieck, en su
«Informe sobre la continuación» [del Heinrich], cita el breve poema de
Novalis «Cuando no ya más cifras y figuras» (»Wenn nicht mehr Zahlen und
Figuren«), quintaesencia de la concepción romántica. Siguen un soneto,
cifrado en la hondura y lacerada pasión de Karoline von Günderrode
y la «Serenata» [»Ständchen«], el cuarto de los siete poemas de Ludwig
Rellstab incorporados al Canto del cisne [Schwanengesang], la colección
de Lieder, publicada póstumamente, de Franz Schubert.
Del Biedermeier, también llamado ‹romanticismo burgués›, el mo-
vimiento que corresponde al período del Vormärz [literalmente el pre-
marzo, esto es, las décadas previas a la revolución de marzo de 1848],
cuyo retorno a la esfera privada obedece al clima político impuesto por
la Restauración, dos poetas a los que parece asimismo resultarle estre-
cha la denominación: Annette von Droste-Hülshoff y Eduard
Mörike. De Droste hemos escogido cinco de los doce poemas que
componen los Heidebilder [Estampas de la landa], entre ellos, el primero,
el del despertar de ese paisaje en la voz de la alondra, y el último, el
del atardecer, cuando la landa se puebla de figuras espectrales: el más
conocido de la serie, titulado «El chico en el pantano» [»Der Knabe
im Moor«]. De Mörike, un soneto en el que rosa y águila metaforizan
juventud y amor en perfecta simetría de cuartetos y tercetos, y «A una
lámpara» [»Auf eine Lampe«], un poema que, con «La fuente romana»
[»Der römische Brunnen«] de Conrad Ferdinand Meyer –un nove-
lista y lírico suizo del Realismo–, anticipa ese género peculiar que llevará
luego a su culminación Rilke: el Dinggedicht, el ‹poema-cosa›.
La contracara contemporánea del Biedermeier –hablamos del perío-
do comprendido aproximadamente entre la revolución de Julio en Fran-
cia en 1830 y la revolución alemana de marzo de 1848– se compone de
un grupo de escritores cuya producción está signada por la crítica del
estado de cosas imperante, la protesta contra la censura, el progresismo
en lo social y una actitud política básicamente comprometida y comba-
tiva: la Joven Alemania.
Un producto típico del movimiento es «Los tejedores de Silesia»
[»Die schlesischen Weber«] de Heinrich Heine: «Aun en tiempos
57 De la ‹peregrinación› de ambos por Franconia resultaron los Vertimientos del corazón de
un fraile amante del arte (Herzensergießungen eines kunstliebenden Klosterbruders), una obra
de 1797; lo esencial de ella se atribuye a Wackenroder.
28 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

‹normales›, la vida de los tejedores de lienzo silesianos era desoladora, y


su situación, insoportable. Cuando la competencia de los telares mecá-
nicos preponderó, el hambre se hizo demasiado grande y la explotación
demasiado brutal, entre 1844 y 1847, se produjeron levantamientos que
fueron sofocados sangrientamente. Heinrich Heine escribió este poe-
ma en 1847, bajo la impresión de los sucesos actuales en Silesia. Fuen-
te: Hundert proletarische Balladen 1842-1945 [Cien baladas proletarias
1842-1945]. München 1975.»58
Si una lectura no anacrónica (esto es, no unívocamente determinada
por la perspectiva del período 1933-1945) de la polémica «Canción de
Alemania» [»Deutschlandlied«] muestra a un Heinrich Hoffmann
von Fallersleben paladín de las libertades burguesas, que aboga por
una Alemania unida (en contra de la Kleinstaaterei), la sátira de «Pa-
trimonio nacional alemán» [»Deutscher Nationalreichtum«] levanta un
prolijo inventario de los vicios de la sociedad alemana de la época, en el
género ‹canción de emigrantes› [Auswandererlied]59.
La significativa admonición del yo a la naturaleza, sobre un tras-
fondo hilozoísta, en «Naturaleza, no me puedes aniquilar,…» (»Natur, du
kannst mich nicht vernichten,«) y su oposición en la dulzura y profundi-
dad de la «Canción nocturna» (»Nachtlied«) acreditan, dentro del Rea-
lismo, los méritos de Christian Friedrich Hebbel como lírico, junto
a sus merecimientos como dramaturgo. Al respecto, Glaser, Lehmann
y Lubos60: «[…] Su Canción nocturna muestra una visión por entero
distinta de la ‹Canción nocturna del caminante› (›Wandrers Nachtlied‹)
de Goethe: por opuestos que aparezcan ser individual y mundo –sobre
todo en vista de la preponderancia del universo–, el poeta busca aún una
unidad de ambos. Hebbel dilata hacia lo cósmico lo que Mörike ha-
bía intentado interpretar míticamente, Droste aludir en tono de balada.
[…]» Sobre el diálogo entablado con Hebbel por Theodor Storm en
las cuartetas «Cual si la vida no fuera otra cosa…», no deja lugar a dudas
la cita de su epígrafe.
Con la postulada equivalencia «arte = naturaleza – x» –en la que x
representa los medios de reproducción y la destreza técnica del artista,
debiendo mantenerse en un valor tan bajo como sea posible, para lo-
grar la mayor cercanía entre arte y naturaleza– formuló Arno Holz la
famosa ‹ley del arte› del Naturalismo, movimiento que se afirmó sólo
tardíamente en Alemania. Recursos característicos del Naturalismo
fueron el llamado ‹método fonográfico›, con sus principios de repro-
ducción ‹científica› de la realidad, y el Sekundenstil, el estilo que hace

58 Liederjan: Liederbuch [Cancionero]. Hamburg: Polydor, 1979. (Cuaderno del disco de


vinilo)
59 Existe una excelente interpretación de Peter Rohland de esta canción.
60 op. cit. Pág. 262.
prólogo 29

coincidir el tiempo del enunciado con el tiempo de la enunciación.


Phantasus es un ‹ciclo lírico› de Holz, aparecido en 1898-99 en dos
cuadernos de cincuenta textos breves cada uno. El título mismo de la
obra, alusivo al fabulario de la mitología antigua, dice de la paradojal
pertenencia del autor al Naturalismo: si Phantasus, ya a través de la
plenitud de sus metamorfosis, alegoriza la conciencia del poeta guiada
por la fantasía, la predilección por la pompa verbal, unida a un humor
peculiar, torna ardua la mera adscripción naturalista de Holz, de lo que
habla también su colaboración en la revista Der Sturm, de Herwarth
Walden, o el discutido predicado «[lírico] impresionista», que le asigna
más de una voz autorizada.61
Con un texto en prosa («A Véspero») que parece justificar precisa-
mente el calificativo «impresionista» –por lo demás, aplicado a él con
frecuencia–, el nombre de Max Dauthendey abre la constelación de la
poesía finisecular, cuya diversidad suele verse reducida por el protago-
nismo de la tríada ‹mayor› del período: George, Hofmannsthal, Rilke.
La obra de Stefan George –el introductor del simbolismo en Ale-
mania (estuvo en 1889 en París, donde conoció a Mallarmé), creador de
un singular ideario estético en torno a su propia figura de maestro, en lo
que dio en llamarse el «círculo de George» y/o la «Alemania secreta»62,
representante por antonomasia del principio de l’art pour l’art, en su
exclusiva (y excluyente) publicación Blätter für die Kunst [Hojas para
el arte], que apareció (con interrupciones) entre 1892 y 1919– es, en
gran medida, de difícil traducción, debido al particular facetado de su
palabra poética: labrados en sus momentos más característicos sobre
pies binarios, dejando de lado casi por completo la yuxtaposición –un
mecanismo de producción de sentido fundamental en alemán–, a partir
de ese ›Hersagen‹ que describe Gadamer63, sus versos cobran una mu-
sicalidad absolutamente original. Respetando en lo posible la tipografía

61 Así por ejemplo, Gero von Wilpert: »…lyr. Impressionist«, op. cit., pág. 373.
62 Al círculo de George pertenecieron, además de escritores y filólogos reconocidos –como
Norbert von Hellingrath, citado más arriba– personajes como Claus von Stauffenberg,
autor del fallido atentado contra Hitler de julio de 1944. »Geheimes Deutschland«
[«Alemania secreta»] es también el título de un poema de George perteneciente a El
nuevo reino [Das neue Reich]
63 Cfr. Gadamer, Hans-Georg: »Der Dichter Stefan George« en Gesammelte Werke,
Bd. 9. Tübingen: J. C. B. Mohr (Paul Siebeck) 1993, pág. 220: »Es ist nicht, wie ich
etwa als Gegenwendung, vor allem im Blick auf den damals ins Bewußtsein tretenden
dichterischen Ton Hölderlins, sagen würde, ein ›Hinsagen‹. Der Hölderlinsche Vers ist
ein hingesagter Vers, ein Vers, den man vor sich hin spricht, wie in einer meditativen
Versenkung. Der Georgesche Vers will mit Bewußtsein vor anderen gesprochen werden.«
[«No es cual acaso diría, como giro contrapuesto, sobre todo con vistas al tono poético de
Hölderlin, que por entonces llegaba a las conciencias, un ‹proferir› (Hinsagen). El verso
de Hölderlin es un verso proferido (hingesagt), un verso que uno dice para sí, como en
un abismamiento meditativo. El verso de George quiere ser dicho con conciencia ante
otros.»]
30 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

personal del poeta en los libros que le diseñaba Melchior Lechter (el
punto medio [·] en lugar del guión largo, los dos puntos [..] suspensivos
en lugar de tres […], títulos en mayúsculas, etc.), nuestra selección pre-
tende dar muestras del ‹chispeante carbunclo› de su poesía, partiendo
de muy diversos períodos de la producción de George: «Ven al parque
que fue declarado muerto y mira…» [»Komm in den totgesagten park und
schau…«], corresponde a El año del alma [Das Jahr der Seele], de 1897;
«El ahorcado» [»Der Gehenkte«], a El nuevo reino [Das neue Reich], una
obra de 1928. El primero, al igual que «En rico oropel de hayas, la arbole-
da…» [»Wir schreiten auf und ab im reichen flitter…«], se ambienta en uno
de esos espacios culturados caros a George –el parque, el jardín, la ala-
meda– y abandona la paz pincelada de su hechizo, para abismarse, bien
en el calado mayor del tiempo que implica el ciclo de las estaciones («y
aun lo que quedó de vida verde | entrelázalo leve en la visión de otoño»), bien
en su ominosa, metafísica insinuación, corporizada en el choque de los
frutos contra el suelo («Y oímos y miramos en instantes mudos | golpear en
el suelo los frutos maduros»). En «El ahorcado» –según la interpretación
de Ernst Osterkamp64, un poema clave para la comprensión del período
último del poeta–, «anticipa [George] su tardía resurrección» en forma
de diálogo con un cadáver.
De Christian Morgenstern, ciertamente menos conocido por
su lírica ‹seria› –termina en un especial misticismo, marcado por su cer-
canía a Rudolf Steiner, el fundador de la antroposofía– que por su obra
burlesca, en la que se destacan las Canciones de la horca [Galgenlieder] y
Palmström, una prueba de su exquisito ingenio, el fragmento «La oveja
lunar» [»Das Mondschaf«], tomado de Das aufgeklärte Mondschaf. Acht-
undzwanzig Galgenlieder und ihre gemeinverständliche Deutung durch Je-
remias Mueller, Dr. phil., Privatgelehrter [La oveja lunar esclarecida. Vein-
tiocho canciones de horca y su interpretación al alcance de todos, por Jeremias
Mueller, doctor en filosofía, erudito independiente].
El genio precoz de la intelectualidad vienesa de fin de siglo que fue
Hugo von Hofmannsthal se sentía custodio, y de algún modo res-
taurador, del acervo cultural de occidente: «[…] éste me parece el ver-
dadero destino del artista: sentirse a sí mismo como la expresión de una
pluralidad que remite a un vasto pasado […]» [»[…] das scheint mir das
eigentliche Schicksal des Künstlers: sich selber als den Ausdruck einer
in weite Vergangenheit zurückführenden Pluralität fühlen […]«65] Él es
quien, en la Carta de Lord Chandos, formula como nadie el tema de la
crisis del lenguaje a comienzos del siglo XX:

64 Cfr. Osterkamp, Ernst: ›Ihr wisst nicht wer ich bin‹ – Stefan Georges poetische Rollenspiele.
[‹No sabéis quién soy› – Juegos poéticos de rol de Stefan George] München: Carl Friedrich von
Siemens Stiftung, 2002.
65 En la 3ra. de las cartas vienesas, 1923.
prólogo 31

«[…] Al principio, fue haciéndoseme gradualmente imposible tratar


un tema, fuera de carácter más elevado o más general, llevando en ello
a mi boca esas palabras de las que por cierto todos los hombres suelen
servirse habitualmente sin reparos. Percibía una inexplicable desazón
al pronunciar tan sólo las palabras ‹espíritu›, ‹cuerpo› o ‹alma›. En mi
interior, sentía imposible lograr formular un juicio sobre los asuntos
de palacio, los incidentes en el Parlamento, o sobre lo que a Ud. pueda
ocurrírsele. Y esto no acaso debido a miramientos de ningún tipo, pues
ya conoce Ud. mi franqueza rayana en la imprudencia: sino que las
palabras abstractas, de las cuales la lengua está obligada a servirse por
naturaleza para hacer patente un juicio cualquiera, se me desintegra-
ban en la boca cual hongos enmohecidos. […]»
La obra de Hofmannsthal rebosa la atmósfera del ‹decadentismo›
finisecular y de la primera preguerra: él fue quien escribió, en el poe-
ma «Balada de la vida exterior» [»Ballade des äußeren Lebens«] «y, no
obstante, dice mucho quien dice ‹atardecer›» [»Und dennoch sagt der
viel, der ›Abend‹ sagt,«], condensando en un término –que resaltamos
con cursiva– la Stimmung, el estado de ánimo dominante en esos años.
Con los cuatro Tercetos sobre la fugacidad [Terzinen über Vergänglichkeit],
que están entre los poemas más conocidos del autor, retorna –también,
significativamente asociado a lo onírico66– el tema de lo perecedero, al
que nos referimos a propósito de Walther von der Vogelweide.
Si ya poco después de su muerte (en 1926) comienza a extinguirse la
resonancia de Rainer Maria Rilke por circunstancias históricas harto
evidentes, hasta llegar a la marcada sordina que le impone la ‹sobriedad›
lírica que prepondera en el mundo germanoparlante a partir de la se-
gunda posguerra, lo contrario puede decirse de su trascendencia inter-
nacional: se trata, sin duda, de uno de los poetas de lengua alemana más
conocidos en el extranjero. En la extensa y polifacética obra de Rilke se
distinguen dos vectores, presentes en ella del comienzo al fin: el pensa-
miento (equivalente aquí, por supuesto, a poetización) de la espacialidad
y la reflexión sobre la muerte. El primero se corporiza en la rosa; de él
ofrecemos dos muestras67: «El interior de las rosas» [»Das Roseninne-
re«], de Los nuevos poemas – segunda parte [Der neuen Gedichte anderer
Teil], y el epitafio, en el que los párpados figuran pétalos: «Rosa, oh pura
contradicción, placer,…» [»Rose, oh reiner Widerspruch, Lust,…«]; en este

66 ¿Es necesario recordar que La intepretación de los sueños de Freud es de 1899-1900?


67 Hay muchas otras, dispersas en toda la obra; cfr., sólo como ejemplos, también en los
Nuevos poemas (primera parte), «El cuenco de rosas» [»Die Rosenschale«], y el poemario
entero, escrito en francés, Las rosas [Les roses]; allí, la aliteración insiste más allá de la lengua:
»Und dann wie dies: daß ein Gefühl entsteht, | weil Blütenblätter Blütenblätter rühren?«
[«Y luego como esto: que surja un sentimiento | porque pétalos tocan pétalos?»]; «Abandon
entouré d’abandon, | tendresse touchant aux tendresses... | C’est ton intérieur qui sans cesse
/ se caresse, dirait-on;» [«Abandono que ciñe abandono, / ternura tocando a ternuras... /es
tu interior que, sin cisura, /se acaricia, diríase;» – versión del francés de Sonia M. Yebara]
32 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

sentido, bien podría decirse que Rilke ha estado escribiendo su propio


epitafio desde muy temprano… El segundo vector, en el momento de la
plena madurez, con cuatro de los Sonetos a Orfeo [Sonette an Orpheus],
en los que se figura, como en ningún otro lugar, la co-pertenencia de
ambos ámbitos:
«La muerte es el lado para nosotros vuelto, por nosotros no iluminado
de la vida: debemos intentar lograr la mayor conciencia de nuestra
existencia, que en ambos ámbitos ilimitados está en casa, nutrida in-
agotablemente desde ambos… La figura verdadera de la vida se ex-
tiende por ambas regiones, la sangre de la circulación mayor fluye por
ambas: no hay ni un más acá ni un más allá, sino la gran unidad,…»

(dice el propio Rilke en carta a Witold von Hulewicz, reproducida en


pág. 286). La «Octava Elegía» introduce el concepto de «lo abierto»
[»das Offene«] –relacionado con el problema de la ‹(re)pre-sentación›
[das Vor-stellen]– y poetiza una sutil diferenciación de la criatura68. Con
respecto al Dinggedicht, el ‹poema-cosa› mentado más arriba, el género
es llevado a su apogeo por Rilke, merced a una transposición genial del
orden escultórico al poético, al orden de la palabra, transposición indu-
cida por la experiencia determinante de su contacto con Rodin, de quien
fue un tiempo secretario69 (1905-1906). El Dinggedicht –cuya presencia
en la obra de Rilke no se reduce, como suele afirmarse, a los Nuevos
Poemas: ¿no es, por poner sólo un ejemplo, el tercero de la segunda
parte de los Sonetos a Orfeo un perfecto Dinggedicht?– puede definirse
como la aprehensión contemplativa esencial de un objeto. Este ‹objeto›
puede ser, paradójicamente, un ser vivo –animal o planta– o una obra de

68 Aunque comprensible, dada su perspectiva, es significativa en este contexto la ceguera


de Heidegger al leer a Rilke: »Was dagegen Rilke in der achten seiner Duineser Elegien
›das Offene‹ nennt ist dem Denken des Grundes der ἀλήϑεια so fremd, daß es nicht einmal
genügte, wenn Rilkes Wort nur als der äußerste Gegensatz zu Hölderlins Wort erwiesen
würde. Vgl. Holzwege. 1950, S. 262 ff.« [«En cambio, lo que en la octava de sus Elegías
de Duino Rilke llama ‹lo abierto›, es para el pensamiento del fundamento de la ἀλήϑεια
tan extraño, que ni siquiera bastaría, si la palabra de Rilke se mostrara sólo en tanto que
la más extrema oposición a la palabra de Hölderlin. Cfr. Sendas perdidas. 1950, págs. 262
y sgtes.»] (»Andenken«, in Gesamtausgabe, Bd. 4 –«Memoria», en Edición completa, tomo
4–, pág. 121.) También al preguntar: »Ist R. M. Rilke ein Dichter in dürftiger Zeit?«
(«Es R. M. Rilke un poeta en tiempos de penuria?»), la insólita, descabellada afirmación:
»Das gültige Gedicht Rilkes zieht sich in geduldiger Sammlung auf die beiden schmalen
Bände der Duineser Elegien und der Sonette an Orpheus zusammen.« [«El poema [la
poesía] válida de Rilke, en colección paciente, se reduce a los dos pequeños volúmenes de
las Elegías de Duino y de los Sonetos a Orfeo.»] (»Wozu Dichter?«, in Gesamtausgabe, Bd.
5 –«¿Para qué poetas?», en Edición completa, tomo 5–, pág. 274.)
69 Cfr. la carta de Rilke a Lou Andreas-Salomé (ver pág. 283 de este volumen), en el
pasaje: « […] de la belleza. Él quería que ella fuera, y vio su tarea en ajustar las cosas (pues
las cosas duraban) al mundo menos amenazado, más tranquilo y eterno del espacio; e
inconscientemente aplicó a su obra todas las leyes del ajuste, de modo tal que se desplegara
orgánicamente y llegara a ser capaz de vivir.»
prólogo 33

arte. Más que describir o representar el objeto, el poema lo presenta, por


medio del ajustado despliegue de recursos formales, con una patencia
tal, que nos parece estar viéndolo y/u oyéndolo, es decir, captándolo por
vía de la percepción sensorial directa. En virtud de la perfección formal
misma, el objeto cobra espesor simbólico y el poema opera, en este sen-
tido, como revelación; ejemplo típico: «La pantera» [»Der Panther«].
La gravitación de Hermann Hesse como prosista opaca general-
mente no sólo la magia de sus acuarelas sino aun la de su obra lírica,
género que coadyuvó, en no menor medida, a que se lo calificara con
frecuencia de ‹neorromántico›. Resulta, por otra parte, particularmente
difícil la inclusión de Hesse en un determinado período literario: su pri-
mera obra publicada –Romantische Lieder [Canciones románticas]– data
de 1899; las últimas, de la década del 50, en los años ya próximos a su
muerte en 1962. Después de muchas vacilaciones, atendiendo al tono
más que a la cronología de los poemas, y apoyándonos en el hecho de
que «Sueño» [»Traum«] es de 1907, lo incluimos en la constelación «Pe-
ríodo intersecular», a pesar de que «Etapas» [»Stufen«] y «Escrito en la
arena» [»In Sand geschrieben«] fueron escritos en la década del 40.
Kurt Schwitters, aunque fue parte del círculo expresionista
Sturm [Tempestad] de Herwarth Walden, se destaca como figura so-
bresaliente del dadaísmo. En 1919, truncando la palabra [Kom]merz
(comercio), contenida en uno de sus primeros collages, convirtió el neo-
logismo merz en término programático de su arte, que comprendía poe-
mas, cuadros y proyectos arquitectónicos (Merzdichtung, poesía merz;
Merzkunst, arte merz, etc.):
«‹Llamé a mi nueva configuración con, por principio, cualquier ma-
terial, merz [...]. Surgió con el cuadro merz, [...], un cuadro en el que,
entre formas abstractas, podía leerse la palabra merz, pegada y recor-
tada de un aviso del Kommerz und Privatbank…› En primer término
se trataba de delimitar las propias obras a partir de los esquemas de
clasificación habituales. ‹Llamé a todos mis cuadros […], según el cua-
dro característico, cuadros merz. Sólo más tarde extendí la designación
merz a mi poesía, [...], y finalmente a la totalidad de mis actividades
análogas. Ahora me llamo a mí mismo merz.›»70

Aparte de »Ursonate« [«Sonata primigenia»], una obra (última ver-


sión 1932) que intenta una fusión de música y lenguaje, culminando
los experimentos en poesía sonora que Schwitters había hecho al apro-
ximarse al constructivismo y al movimiento De Stijl en los años 20, es
»Anna Blume« [«Ana Flor», 1919] una de sus creaciones más destaca-
das: alcanzó un éxito extraordinario entre sus contemporáneos, como

70 Autoren- und Werklexikon: Schwitters, Kurt, pág. 3. Digitale Bibliothek tomo 9: Killy
Literaturlexikon, pág. 19100.
34 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

parodia del poema de amor pseudo-romántico, y vale aún hoy como


representativo de Hannover, la ciudad natal del autor.
«Un viejo tapiz del Tibet» [»Ein alter Tibetteppich«], que abre la se-
rie de los expresionistas, combina rasgos singulares en la obra de esa des-
collante figura del movimiento que fuera Else Lasker-Schüler71: a la
sensualidad y al hechizo de la atmósfera oriental típicos de sus textos,
impregnados de una difusa pero inequívoca religiosidad y plenos de re-
miniscencias bíblicas, agrega en éste una complacencia por el juego con
la yuxtaposición verbal, el deleite lúdico, –patente en la creación y ma-
nipulación de neologismos–, cristalizando las nueve líneas en una suerte
de ‹metapoema› o poema autorreferenciado en la imagen del tapiz.
Sostenido tras una hiperbólica ampulosidad, el pathos onírico y vi-
sionario de Alfred Mombert, su insistencia en exaltar la calidad de-
miúrgica de lo humano, justifican su inclusión en la categoría de los
precursores, si bien podría defenderse su pertenencia, más bien, al pe-
ríodo intersecular.
De los diez poetas que componen la constelación «Expresionismo»,
no obstante, acaso sea August Stramm el que con mayor nitidez des-
miente lo que en otro lugar72 hemos señalado como un «rasgo para-
dojal» del expresionismo: su escrupuloso cultivo de la forma o, mejor
dicho, de las formas clásicas, como puede verse, por ejemplo, en Heym,
Trakl o Stadler. Stramm inscribe el cinetismo de la realidad represen-
tada en versos absolutamente irregulares –a veces constituidos por un
único término, incluso monosilábico–, fuerza la lengua con diversos
procedimientos, que van, desde la transgresión gramatical, morfosin-
táctica (por ej., la derivación de verbos inexistentes: ›dirnen‹, ‹rame-
rean›; ›geistet‹, ‹espiritúa›, etc.) a la acuñación de francos neologismos
(por ej.: ›schamzerpört‹, que hemos traducido como ‹rotaindignada de
vergüenza›). «La realidad fuera del sujeto vale como mera ficción; úni-
camente de sus propias sensaciones y percepciones puede el sujeto estar
seguro; tampoco puede la lengua remitir a realidad exterior alguna, sino
tan sólo expresar estados subjetivos. Por otra parte, la cosmovisión de
Stramm es acuñada por el vitalismo idealista y sus irracionales vástagos
y simpatizantes, […]», dice Andreas Kramer73, en referencia a Mauth-
ner y otros autores que influenciaron a Stramm, y, más adelante: «La

71 Famosa es la laudatoria referencia a ella de Karl Kraus; la llama «el más vigoroso e
intransitable fenómeno lírico de la Alemania moderna».
72 Cfr. Zech, Paul: Yo soy una vez Yo y una vez Tú – Antología poética. Prólogo, notas y
versión española de Héctor A. Piccoli. Rosario: Serapis, 2010. Pág. 17.
73 Kramer, Andreas: »›Alles so widersprüchig‹« – Kriegserlebnis und Sprache bei August
Stramm« [«‹Todo tan contradictorio› – Vivencia de la guerra y lenguaje en August
Stramm»], en Sie starben jung! – Künstler und Dichter, Ideen und Ideale vor dem ersten Weltkrieg.
[¡Murieron jóvenes! – Artistas y poetas, ideas e ideales antes de la primera guerra mundial.] Burcu
Dogramaci/Friederike Weimar (Hg.) Berlin: Gebr. Mann Verlag, 2014. S. 93.
prólogo 35

primigenia diferenciación entre Yo y mundo –precondición de toda


configuración de identidad– bajo las condiciones de la guerra […] ya no
es posible» (Stramm cayó en 1915 en el campo de batalla en Bielorru-
sia). En una carta, el poeta escribió: «Hay en mí infinitamente mucha
muerte, muerte y muerte […] Vivo muerto, estando sano y fuerte como
una nuez vacía de paredes duras. No pido nada. Quisiera asesinar ase-
sinar, entonces al menos sería uno con lo de alrededor.» En su cadáver
se encontró un ejemplar ensangrentado de En armonía con el infinito, de
Ralph Waldo Trine (1897, versión alemana de 1904).
Si hacia esta constelación –además de quienes se citan habitualmen-
te como anticipadores del movimiento: Mombert, Däubler, aun Holz–
«hay un caminante», ése es Victor Hadwiger, importante precursor
del expresionismo literario, miembro del grupo de poetas de la Joven
Praga, cuyas primeras publicaciones datan del fin de siglo, presente aquí
con dos poemas.
En la contratapa del libro Almanach der Vergessenen74 [Almanaque de
los olvidados], se lee: «El libro recoge poemas de 40 líricos del siglo XX,
y sólo de aquéllos que hoy están injustamente olvidados o que deben
considerarse prácticamente olvidados». Además de Stramm, además de
Hadwiger, además de van Hoddis, figura entre esos 40 el nombre de
Paul Zech, que merece como ninguno la calificación de «olvidado». Si
en nuestro prólogo a Yo soy una vez Yo y una vez Tú75 no vacilamos en
afirmar que ante Zech «estamos en presencia… de uno de los mayores líri-
cos alemanes del siglo XX», y recordamos las palabras de Henry A. Smith
en su antología alemana, al referirse al autor: «…acaso no exista otro
escritor alemán de este siglo [el XX], cuyo grado de notoriedad esté en
una desproporción tan crasa con respecto a la extensión de su obra76…»,
subrayemos aquí la pertinencia de los múltiples predicados atribuidos a
Zech: expresionista, poeta-obrero, lírico de la naturaleza, poeta comba-
tiente antifascista, autor de exilio…, destacando su asunción de la palabra
de Rilke. Siendo la elección afortunada, los ocho poemas escogidos ha-
brán de dar cuenta de cada uno de esos predicados: «Plaza mayor noctur-
na» [»Nächtlicher Marktplatz«] del primero, un expresionismo prístino;
«Estación de bombeo» [»Pumpwerk«] –también un Dinggedicht– del
segundo; «Magnolia antiquísima» [»Uralte Magnolie«] del tercero; »Ben
Goebbeles« del cuarto, etc. En el lugar mencionado77, señalamos la con-
genialidad con Rilke, comparando el comienzo de «La pantera» [»Der
Panther«] con el de «El caballo de la mina» [»Das Grubenpferd«].

74 Almanach der Vergessenen. Herausgegeben von [Edición a cargo de] Klaus Schöffling
und Hans J. Schütz. München: C. H. Beck’sche Verlagsbuchhandlung, 1985.
75 Zech, P. op. cit. pág. 8.
76 Nosotros añadimos: y a su calidad.
77 Zech, P. op. cit., págs. 10-11.
36 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

De ese cultor de la forma que fue Ernst Stadler, un poema de-


mostrativo de la paradoja del expresionismo que dijimos más arriba pa-
rece desmentir Stramm: «Forma es deleite» [»Form ist Wollust«] tema-
tiza las oposiciones ‹forma = constricción, severidad›/‹vida = [‘expresiva’]
libertad, fluencia ilimitada› [«Forma y cerrojo hubieron primero de saltar |
mundo por abïertos conductos penetrar;»] y ‹forma = consumación, acabada
plenitud› / ‹vida = esfuerzo, ardor, trabajo en progresión› [«forma es de-
leite, paz, es celestïal contento, | mas por sobrearar terrones me impaciento»].
Sus versos extensos –módulo del poemario La partida [Der Aufbruch]–,
divididos tipográficamente en dos segmentos irregulares con refuerzo
rímico, del tipo:
O langes Dunkel.
Stumme Fahrten zwischen Wolke, Nacht und Meer. [total: 16 sílabas]
[Oh, larga oscuridad.
Viajes mudos entre nube, noche y mar.]

Nun wird die Erde neu.


Nun gibt der Himmel aller Formen zarten Umriß her. [total: 20 sílabas]
[La tierra ahora se hace nueva.
El cielo ahora de las formas todas suave perfil va a dar.]

se acercan, indudablemente, a lo que se ha calificado de «prosa hímnica»78.


Si el rótulo indicador de la pertenencia a determinada corriente o mo-
vimiento tiene siempre en principio sólo un valor indiciario y relativo,
la insuficiencia del término ‹expresionista› se hace sobre todo patente al
aplicárselo a casos como el de la obra de Kafka o la de Georg Trakl.
El Reihungsstil [estilo ‹en enhebrado›] o Simultantechnik [técnica en simultá-
neo], que ahila imágenes no relacionadas por determinado contexto lógico
o sintáctico, reproduciendo secuencialmente impresiones heterogéneas
–técnica típica del expresionismo–, tiene en Trakl una impronta única;
como él mismo la define en la carta a Buschbeck, plena de enfado por el
‹incidente Ullmann›, que encontrará el lector en el apéndice (pág. 328):
«…absolutamente igual mi estilo plástico, que en cuatro versos estró-
ficos forja cuatro imágenes parciales en particular, convirtiéndolas en
una impresión unitaria…»

El carácter inconfundible del ‹friso› trakleano, en el que se inscriben

78 Cfr. Stadler: Deutsche Lyrik von Luther bis Rilke, S. 98972. http://www.digitale-
bibliothek.de/band75.htm
Sobre los versos de Stadler afirma Rodolfo Modern [en Poesía alemana del siglo XX.
Bs. As.: Librerías Fausto, 1974, pág. 95] que «…poseen,…, una extensión material no
superada en la historia de la poesía en lengua alemana». Reflexionar sobre en qué medida
un verso de 20 sílabas puede ser, en verdad, percibido como tal, es decir, como verso,
excedería los límites de este prólogo; provisionalmente, no parece por lo tanto del todo
desacertado hablar aquí de «prosa hímnica».
prólogo 37

las cifras79 visionarias de un dualismo omnipresente y configurador80, es


suscitado también por la profusa, recurrente adjetivación, no en última
instancia, la cromática. La sobreabundancia adjetival es, por cierto, un
típico ‹pecado de juventud› de más de un poeta en ciernes, que, por lo
general, produce el efecto contrario al que aspira: de-significa, cuando
no hace colapsar el poema. Pues bien, en el caso de Trakl, el resultado es
el inverso: al medrar el adjetivo, el poema gana en densidad, el efecto es
anagógico. Una lectura contestataria (por ej., respecto de la supuesta ‹re-
ligiosidad› de Trakl), integral y lucidísima, incluso de motivos tradicio-
nalmente enigmáticos (el/[la]/los no nacido[s]; la hermana; el muerto
en la aurora, etc.) del poemario, la ofrece Heidegger en Die Sprache im
Gedicht – Eine Erörterung von Georg Trakls Gedicht81. Allí puede leerse,
por ejemplo, acerca de los colores:
«[…] dicen una y otra vez algo múltiple.
‹Verde› es lo que se corrompe y florece, ‹blanco› es pálido y puro, ‹ne-
gro› es lo que encierra en tinieblas y cobija en la oscuridad, ‹rojo› es
purpúreo carnoso y suave rosáceo. ‹Argénteo› es la palidez de la muerte
y el centelleo de las estrellas. ‹Áureo› es el brillo de lo verdadero y ‹la
horrenda risa del oro›. […]»

«Los cuervos» [»Die Raben«] es el primer poema que figura en la


edición de las obras de Trakl de Walther Killy y Hans Szklenar; »Gro-
dek«, nombre de la cruenta batalla homónima (Grodek/Rawa-Ruska,
6-11.9. 1914) entre tropas rusas y austrohúngaras –en la que Trakl par-
ticipó como teniente sanitario, con escasísimos medios para atender a
los heridos, y que causó indirectamente su muerte en un hospital de
Cracovia poco tiempo después–, se considera su último poema.
Johannes R. Becher, en su libro El principio poético [Das poetische
Prinzip], se refiere en estos términos al programático poema «Fin del
mundo» [»Weltende«] de Jakob van Hoddis82:

79 ‹Cifra› no en el sentido de un texto hermético (en clave, esto es, en relación unívoca
con otro texto), sino en el de un signo que abrevia al modo del emblema, acaso forma
residual de un símbolo –tal como la define von Wilpert, en Sachwörterbuch der Literatur
[Diccionario temático de la literatura]. Stuttgart: Kröner, 1989. Pág. 146–, y que sólo puede
interpretarse en determinado plexo significante.
80 Las dualidades son numerosísimas; tres ejemplos, tomados de los poemas aquí
reproducidos: «Los cuervos» [»Die Raben«]: «de los cuervos la sombra a mediodía, || … la
parda calma | en que un campo se extasía»; «Decadencia» [»Verfall«]: «Al atardecer, tañen
campanas a la paz, || De decadencia el hálito allí me hace temblar»; »Grodek«: «Al atardecer
resuenan los bosques otoñales | de armas mortíferas,... | … | y quedas suenan en los juncos las
oscuras flautas del otoño.».
81 En Gesamtausgabe, Bd. 12 (Edición completa, tomo 12). Ffm: Vittorio Klostermann,
1985. En versión de Hernán Zucchi: «G. T. – Una localización de su poesía», en G. T. –
Poesías – Con un estudio de M. Heidegger. Bs. As.: Carmina, 1970.
82 Van Hoddis fue deportado en 1942 a Polonia desde el establecimiento psiquiátrico
Bendorf-Sayn cerca de Koblenz (destinado a los judíos) y asesinado probablemente en el
campo de exterminio Sobibór en el mismo año.
38 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

«Mi fuerza poética no alcanzaría, para reproducir el efecto de aquel


poema, del que voy a hablar ahora. Aun a la más osada fantasía de mis
lectores abrumaría con el intento de describirles el encantamiento que
albergaba en sí para nosotros este poema ‹Fin del mundo› de Jakob
van Hoddis. Estas dos estrofas, oh estos ocho versos parecían habernos
transformado en otros hombres, habernos elevado desde un mundo
de embotada burguesía, que despreciábamos y que no sabíamos cómo
abandonar. Estos ocho versos nos cautivaron. Descubríamos bellezas
siempre nuevas en estos ocho versos, los cantábamos, los tarareábamos,
los susurrábamos, los silbábamos entre dientes, íbamos con estos ocho
versos en los labios a las iglesias, y con ellos estábamos sentados, mu-
sitándolos, en la carrera ciclista […]»

Como van Hoddis miembro del ›Neopathetisches Cabaret‹ –ese


centro neurálgico del Expresionismo en el Berlín de la era guillermina–,
Georg Heym, sujetándose a esquemas estróficos tradicionales, esculpe
en imágenes estridentes la miseria humana que acompaña el crecimien-
to urbano83 y, poblando sus poemas de personificaciones aciagas («El
dios de la ciudad», «La guerra», etc.), sembrándolos de visiones apoca-
lípticas, anticipa como ninguno, proféticamente, la catástrofe de 1914,
que no llegará a vivir84.
En franco contraste con las de otras poéticas, la imagen surrealista
se caracteriza por un figurativismo compuesto en base a una des-con-
textualización y re-contextualización –al modo del trabajo onírico– de
los elementos que la componen85; pero, así como, por ejemplo, la última
estrofa de «El suburbio» [»Die Vorstadt«] de Heym:
«A la puerta del muro, inválido en fatuidad,
se infla un enano en chaqueta de seda roja,
que a la verde campana, al cielo, la vista arroja,
donde cruzan meteoros mudos la vastedad.»

¿no se acerca, no parece también en ciertos lugares anunciar el surrealis-


mo, la ‹técnica en simultáneo› de Alfred Lichtenstein?

«Un caballito contra una dama ha tropezado.


[…]

83 El caso de Berlín es ejemplar: pasó de tener algo más de 820.000 habitantes en 1870-
71 (fecha de la guerra franco-prusiana), a más de 1.800.000 en 1900; superó los 4.000.000
en 1925.
84 Heym se ahogó junto a su amigo Ernst Balcke (también poeta) el 16. 1. 1912,
patinando ambos sobre la superficie helada del Havel, precisamente al hundirse Balcke
y él querer salvarlo.
85 En un cuadro de Dalí, distinguimos claramente, digamos, un árbol pelado, un reloj y una
montaña sobre el horizonte; cada uno de esos objetos es en sí reconocible –aunque el reloj se
vea blando y la luz y el cromatismo no sean los habituales–; lo que en verdad sorprende es su
contigüidad (y/o su eventual ‹condensación›), su aparición en un escenario común e insólito.
prólogo 39

Un payaso de gris tiene las botas calzadas.


Un cochecito grita y los perros maldicen.»
(«El crepúsculo»)

Un tema que invita siempre a la reflexión, es la actitud, el posiciona-


miento de los artistas y escritores del período frente a la guerra, antes y
durante el conflicto bélico.
«La época previa a la primera guerra mundial fue una fase de renova-
ción y cambios artísticos radicales. A principios del siglo XX dominaba
ampliamente aún en la teoría y la praxis la generación de los naturalistas
e impresionistas, relacionados con lo ilustrativo. Simultáneamente en-
traron en escena artistas jóvenes, que se distanciaron de la exigencia de
cercanía de la realidad, yendo en busca de una abstracción que avanzaba
hacia la ausencia total del objeto. Surgieron movimientos de vanguardia
como el expresionismo y el cubismo, de los que se formaron asociacio-
nes de artistas como Die Brücke [El puente] y Der blaue Reiter [El jinete
azul]. Junto a otros artistas, fueron en especial también los miembros de
estos movimientos de vanguardia, los que abogaban por una guerra y la
esperaban con optimismo. Su entusiasmo bélico se basaba sobre todo
en la creencia en la virtud ‹purificadora› de la guerra y en la esperanza
de cerrar, por su intermedio, la brecha entre vanguardia y arte de las
amplias masas de la población. También el deseo de una comunidad
popular a nivel nacional y, unido a ello, su idea de que la recuperación
de virtudes que se creían perdidas, podría lograrse merced al resultado
victorioso de una guerra. […] No ostante, la cruel realidad de la guerra
desengañó con rapidez. […]»86
Al respecto, fue Klabund87 un poeta que transitó de un polo al otro
frente a la conflagración –influenciado por su futura compañera, Brun-
hilde Heberle, a la que llamaría por su segundo nombre: Irene, esto es,
‹la pacífica›–, pasando de componer canciones patrióticas guerreras a
redactar una de las más acres denuncias del belicismo, «La balada del
olvido» [»Die Ballade des Vergessens«].
«La nueva sintaxis» [»Die neue Syntax«] ya por su mismo títu-
lo alude a un gesto programático de Johannes R. Becher, ese poeta
expresionista –con quien dejamos atrás la presente constelación– que
se convertiría décadas más tarde en figura emblemática de la literatu-
ra de la República Democrática Alemana, donde llegó a ser ministro

86 Lemo – Lebendiges Museum Online:


https://www.dhm.de/lemo/kapitel/erster-weltkrieg/kunst
87 Una de las ‹explicaciones› dadas por el autor a este curioso pseudónimo suyo, fue la
de que se trataba de una yuxtaposición de los términos ›Klabautermann‹ (‹un duendecillo
bueno o malo, que, según la creencia de los marineros, golpea los tabiques de madera
del navío, o bien advirtiendo que debe ser reparado, o bien anunciando el naufragio›) y
›Vagabund‹ (‹vagabundo›)…
40 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

de cultura. De factura ecléctica –métrica fluctuante, rimas impuras–, el


poema recuerda, por su humor incontestable, al arriba comentado «Fin
del mundo» de van Hoddis.
La Nueva objetividad –Neue Sachlichkeit: el adjetivo se propone di-
ferenciar a la corriente del Realismo tradicional, que equivaldría a ›Alte
Sachlichkeit‹, o sea, a la ‹Antigua objetividad›– es el relevo del pathos
expresionista. Con su concisa sobriedad, su vocación de crítica social y
su predilección por la técnica del montaje, lleva a la práctica la fórmula
de Roth: «No se trata ya de ‹poetizar›. Lo más importante es lo observado.»88
De acuerdo a su peculiar concepción de ›Gebrauchslyrik‹ (‹lírica de uso
corriente›, ‹lírica de utilidad›), junto a escritores como Erich Kästner
y Kurt Tucholsky (›Tucho‹), pone aquí de relieve Bertolt Brecht
(excepto en el primero de los cuatro poemas del índice: una pieza de
su lírica amorosa) una práctica poética que no puede no asociarse a su
dramaturgia, el género, sin duda, por el que más se lo recuerda, merced
al aporte del ‹teatro épico›, con su ‹efecto de distanciamiento (o extra-
ñamiento)› [Verfremdungseffekt (V-Effekt)], que, mediante la concien-
tización, aspira a transformar la sociedad: acaso la propuesta estética
más coherente producida hasta ahora, en cualquier género, desde una
posición marxista.
La lírica de la naturaleza como subgénero literario tiene, sin duda,
en la poética y la preceptiva literarias en lengua española, un contorno
menos definido que en la alemana. Desde el himno bíblico de la crea-
ción al moderno poema crítico de cuño ecologista, de todos modos, la
amplitud y variación de su espectro, a través de los siglos, resultan in-
abarcables. Entendiéndola, con G. von Wilpert, como una variedad de
la «lírica cuyos motivos centrales son manifestaciones naturales –sea el
paisaje, el clima, la fauna o la flora– que se apoyan en la vivencia de la
naturaleza»89, hemos agrupado textos que la ilustran, de ocho poetas –de
Gottfried Benn a Heinz Piontek en nuestro índice–, alineados detrás de
los dos ‹magos›90 de la especie: Wilhelm Lehmann y Oskar Loerke. En
su estudio sobre el tema, dice Edgar Marsch: «¿Dónde comienza enton-
ces la moderna lírica de la naturaleza? […] [El momento] se relaciona,
por un lado, con la sensible moderación de la lengua poética, posterior
a la tempestad verbal expresionista. La nueva lírica de la naturaleza se
aparta del experimento lírico, volviéndose otra vez a un ‹enfrente› con-
creto, la naturaleza. Relaciones con la ‹Nueva objetividad› no pueden
descartarse. El entorno del hombre ya no se metaforiza ‹artísticamente›
88 [»Es handelt sich nicht mehr darum zu ›dichten‹. Das Wichtigste ist das Beobachtete.«] La
cita es del prólogo de Joseph Roth a su novela La fuga sin fin [Die Flucht ohne Ende], de
1927.
89 von Wilpert, Gero: Sachwörterbuch der Literatur… Pág. 615.
90 Es habitual la referencia a ambos como ›Naturmagier‹ [‹magos de la naturaleza›] o
representantes del realismo mágico.
prólogo 41

[›artistisch‹], sino que se observa objetivamente en totalidad y en deta-


lle, y se transpone con bastante ‹realidad› al poema. No obstante, no se
renuncia a la simbiosis poética de magia y realismo, tal como llegó a ser
característica sobre todo para la tendencia ‹mágica-natural› de Wilhelm
Lehmann y Oskar Loerke, a la vera de quienes condujeron forzosamente
los caminos de casi todos los líricos modernos, no sólo de los líricos de
la naturaleza.»91
Un poema como «La signatura» [»Die Signatur«] hereda la preo-
cupación rilkeana por la criatura, manifiesta en la «Octava Elegía»92,
y resguarda a la poesía de Wilhelm Lehmann, caracterizada por la
mención meticulosa de una naturaleza en parte mitologizada («Ygg-
drasil», «Endimión») de la prevención de Karl Krolow, acerca de «esta
muy estrecha base, la cual… llegó a convertirse en una compulsión por
el detalle, que se perdía en un catálogo de pormenores procedentes de
la flora y fauna.»
Las cuñas de la «escritura cuneiforme» figuran para Oskar Loerke
la progresiva, espiralada apertura de una cifra que transita, desde el orden
verbal del poema al de una natura naturans inaprensible en su integri-
dad y concebida como vórtice vivo de una fuerza divina y configuradora:
«[que] el omnipensante penetra como vórtice de vida con sus configura-
ciones, saliendo de sí mismo. – En esto se da a entender (y luego nunca
se repite expresamente), que yo, como criatura, necesitaría de muchos re-
cogimientos de la audición y la visión, para participar de la única realidad
indivisible».93 En la creación de la atmósfera de ‹inquietante extrañeza›
que anima el mundo natural de poemas como «Paisaje de la Marca»
[»Märkische Landschaft«] o «Sin falsos testigos» [»Ohne falsche Zeu-
gen«], es significativo el papel que desempeña el uso impersonal del pro-
nombre ›es‹ (en construcciones como Noch lebt es auf dem Eise; Schön lebt
es fort; Es knackt im Holz): un agente enigmático, indeterminado pero
omnipresente, al que debe no poco la singular ‹magia› de Loerke.
Gottfried Benn, poeta que comienza a publicar en el marco del
más crudo Expresionismo (Morgue und andere Gedichte|Morgue y otros
poemas, 1912), aparece aquí –a falta de mejor lugar– con tres muestras
del otro extremo de la amplia parábola de su producción, de las cuales
tal vez la más significativa sean las famosas y tan discutidas cuartetas de
«Noche en la onda» [»Welle der Nacht«], frecuentemente consideradas
un modelo de poésie pure.

91 Marsch, Edgar: Moderne deutsche Naturlyrik – Eine Einführung [Moderna lírica alemana
de la naturaleza – Una introducción]. Stuttgart: Reclam, 1985. Pág. 270.
92 Rilke: «Con todos los ojos ve la criatura | lo abierto.»; Lehmann: «A su especie avenida |
vive toda criatura.»
93 Loerke, Oskar: Die Gedichte. Erster Band [Los poemas. Tomo primero]. Frankfurt/M.:
Suhrkamp Verlag, 1958. Pág. 653.
42 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

Todos sabemos que, excepto en ciertos contextos interpersonales de


íntima complicidad textual, el mero juicio de valor literario, cuando se
agota en su propia enunciación, sin dar razones de sí, resulta estéril; no
obstante, qué difícil es sustraerse a él, al tener uno que referirse, en su-
cintas líneas de una presentación colectiva, a un registro de voz como
el de Gertrud Kolmar. Es que el olvido –al menos en el orden de
la creación y el conocimiento humanos– adopta diversas formas; no se
reduce a la cesación lisa y llana de la memoria de un nombre: con igual o
mayor frecuencia trastoca, desdibuja, distorsiona, esfuma merecimientos,
consolidando a través de las épocas caprichosas jerarquías, cuya intangi-
bilidad pareciera ir a veces de la mano con su carácter arbitrario. Si con-
sideramos el acendrado lirismo, en perfecta conjunción de pensamiento
y poesía, ante la contemplación de una cetonia («Es un mísero ser, es una
cosa de las cosas, | la esquirla, del anillo de sello de Dios, quitada por la bro-
za.»), la interpelante sensualidad de la metafórica del jardín estival («Jar-
dín en el verano» [»Garten im Sommer«]) de esta Semíramis tan cercana
y a la vez tan injustamente relegada a aparición marginal de la lírica del
XX: ¿no hemos de considerar la ofrenda de su obra, única, y la barbarie
de su asesinato, signado por lo demás en el anonimato del exterminio
colectivo94, como símbolo de una de las más crudas contradicciones del
pasado siglo? Pero, por otra parte, ¿no hemos de refrendar el aserto –for-
mulado en el comentario a la edición crítica de la editorial Wallstein– de
que ha de considerársela una «lírica de igual categoría que Annette von
Droste-Hülshoff y Else Lasker-Schüler» [»als gleichrangige Lyrikerin
neben Annette von Droste-Hülshoff und Else Lasker-Schüler,«]? –El
patrocinio de su primo Walter Benjamin y la afirmación de Pinthus de
que era ella «más que un talento, una sonámbula» [»mehr als eine Be-
gabung - eine Traumwandlerin«]95 avalan, evidentemente, esta opinión.
A la presunción de Marie Luise Kaschnitz de que su nombre
entraría en la historia literaria como el de una «eterna autobiógrafa»
[»ewige Autobiographin«], descripción de sí que parece avalar de modo
singular el poema «Yo y Yo» [»Ich und Ich«]: «Yo dice a Yo | persevera.»,
habría que agregar: «con asombrosos dones para la transfiguración me-
tafórica», sea en formas clásicas (ejemplo de lo cual es el soneto «Elogio
de los sentidos» [»Lob der Sinne«]), sea en formas versales libres, como
las que nos ofrecen la fascinante visión otoñal de Brisgovia.
Peter Huchel, Horst Lange y Günter Eich pertenecen a la
que Edgar Marsch llama «segunda generación» de los modernos líricos
94 Gertrud Kolmar fue deportada en el marco de la llamada ›Fabrikaktion‹ –la deportación
de los últimos judíos berlineses, que hasta febrero de 1943 desempeñaron trabajos forzados
en la industria armamentística– y asesinada en Auschwitz ese mismo año.
95 Parece significativo que Pinthus haya escogido aquí precisamente este término,
Traumwandlerin, cuyo primer componente, Traum, designa el sueño onírico y no su
sinónimo Schlafwandlerin, cuyo modificador alude al sueño fisiológico.
prólogo 43

de la naturaleza. Autores, dice, que en su mayoría escribieron poemas


del tipo ya antes de la guerra y dan lugar a la revivificación del género
después de 1945. Que su obra trasluce la huella de la magia de Loerke
y Lehmann y que se caracteriza por «técnicas metafóricas especiales» y
una peculiar relación del yo lírico con su ‹objeto› [Marsch], es más que
evidente en lugares como «En podredumbre abierta el higo alumbra.», «El
alfabeto | que posees, | no alcanza, | para dar respuesta | a la escritura indefen-
sa.» [Huchel]; «donde había intuición, la hondura hace silencio,» [Lange];
o «En el sótano se oye de ratas el silbido, | se cierne un verso en luz de mari-
posas,» y –prodigiosa perfusión de la naturaleza por la significancia– «El
rumor de ala que roza, | ¿del mundo el sentido entiende?» [Eich].
Si en los poetas de la «tercera generación» de esta categoría literaria
(los nacidos entre 1915 y 1925), al decir de Marsch, «se reduce la ver-
dadera dimensión de las cosas naturales aludidas, fortaleciéndose en su
lugar la fuerza ‹evocativa› merced a transposiciones metafóricas», en el
caso de un poema como «Alabanza de un viejo sauce» [»Lob eines alten
Weidenbaumes«] de la austríaca Christine Busta, agregaríamos: y a
una íntima consustanciación del yo lírico con la ‹cosa› natural aludida,
conjurada no en último término por la aliteración: »… Meeresmuschel-
rauschen | Wo noch die Wurzeln mit den Wassern Weisheit tauschen |
lobt still mein Baum sein junges Sommerherz.« [«… rumor de marinas
valvas… | Donde aún agua y raíz de sapiencia hacen un trueque, | su
estival corazón joven mi árbol quedo alaba.»]. La ‹fuerza evocativa› va
también de la mano de un abismamiento en el medio ‹expresivo›, en la
poesía de Johannes Bobrowski y Heinz Piontek. La del primero
patentiza en tres dimensiones las tres acepciones fundamentales de la
palabra Sprache [‹lenguaje›, ‹lengua›, ‹habla›]: «Enséñame a hablar, hier-
ba,» –«Planicie» [»Ebene«]–; «Lenguaje | ajetreado | con la boca fatigada»
–en el poema homónimo–; y la huella de sangre en la emotiva evoca-
ción de Gertrud Kolmar: «… de un lado a otro | deambula mi lenguaje y
está | herrumbroso de sangre.». La del segundo –un autor que se destaca
además por su lucidez reflexiva96, del cual incluimos un tercer poema,
«La comida de los camineros» [»Das Mahl der Straßenwärter«] que no
corresponde al género– opera la misma revelación en versos como los de
«Viaje en bote» [»Bootsfahrt«]: «¿Chirrían los toletes? El oído | me abisma
del silencio en la profundidad.»
El subtítulo del índice «Tres incursiones líricas…» reúne muestras
del filósofo y esoterista austríaco Rudolf Steiner, fundador de la An-
troposofía, en el que la poesía se subordina evidentemente a una fun-
ción ‹pedagógica› de fuerte tono alegorizante; de Martin Heidegger,
quizás el pensador del siglo XX más preocupado –¿o habría que decir
96 Cfr., por ejemplo, su excelente Prólogo a Deutsche Gedichte der sechziger Jahre (Poemas
alemanes de los años sesenta), Stuttgart: Reclam, 1972.
44 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

obsesionado?– por la poesía, preocupación que se plasma en el famoso


quiasmo de la fórmula dichtendes Denken und denkendes Dichten [pensar
poetizante y poetizar pensante], un pensador que ha hecho, sobre todo en
la segunda parte de su obra, de la función poética del lenguaje el mo-
tor principal de su reflexión filosófica, y de Walter Benjamin, si bien
ampliamente conocido y asiduamente citado en diversos campos de las
ciencias humanas como filósofo, crítico literario y de la cultura, ensa-
yista y traductor, es prácticamente ignorado como poeta: otra flagrante
injusticia de la historia literaria, pues, ¿quién negaría que el depurado
arte de sus sonetos –escritos en su mayor parte en recuerdo de su amigo
Fritz Heinle, quien se quitó la vida junto con su compañera al comenzar
la primera gran guerra– los hace merecedores de figurar en cualquier
antología representativa del período?
La constelación que hemos llamado «La lengua como nuevo ámbi-
to experimental» agrupa a cuatro poetas de muy distinto renombre en
su parte general, y a tres clásicos de la poesía concreta en un pequeño
subgrupo. La presencia de Paul Celan, un poeta que cala en la len-
gua alemana hasta sus límites –llegando, paradójicamente, desde los
límites geográficos de su zona de influencia97–, ha crecido ininterrum-
pidamente en los últimos años en el mundo hispanoparlante. Celan
ha demostrado con su »Todesfuge« [«Fuga sobre la muerte»] –uno
de los poemas en lengua alemana más representativos del siglo XX–,
contradiciendo la absurda afirmación de Adorno, cómo puede escri-
birse poesía después de Auschwitz. De Mohn und Gedächtnis [Amapola
y memoria] a Schneepart [Parte de nieve], su poesía es un camino pro-
gresivo hacia el silencio, en el que se experimenta con la palabra, se
la sopesa, se la desmonta y potencia hasta el extremo enrarecimiento,
resultando en una imaginería (ocasionalmente con trasfondo surrea-
lista) de diamantina impenetrabilidad. Un poema como «Sobre tres»
[»Über drei«] es una breve pero elocuente muestra de esa experiencia.
El surrealismo pasa a un primer plano en la poesía del estonio Andres
Ehin, otro poeta de infancia políglota (estonio, ruso, alemán; francés
como lengua extranjera) en su tierra natal. «…nacido | para el lenguaje»,
como Celan, era también el lírico y ‹performer› austríaco Christian
Loidl, quien –en la que probablemente fuera su última presentación
pública– visitó el Festival de Poesía de esta ciudad, muy poco antes
de su trágica muerte en Viena, en diciembre de 2001. Más claramen-
te inscripto en la tradición celaniana, no obstante, parecen los textos
aquí presentados de Tobias Burghardt, un excelente poeta bilingüe
97 La Bucovina (donde se encuentra Czernowitz, su ciudad natal) era parte de Rumania
y dependió del Imperio austrohúngaro hasta la Primera Guerra Mundial. La impronta
medular de Celan en la lengua alemana, en cuanto a la paradoja de su procedencia ‹de los
límites›, recuerda a la dejada por Kafka o por el mismo Rilke, ambos nacidos en la Praga
perteneciente aún a Austria-Hungría.
prólogo 45

(alemán/español), traductor y profundo conocedor de la lírica latinoa-


mericana y española.
La tríada Eugen Gomringer, Ernst Jandl y Timm Ulrichs ex-
pone una experiencia, si se quiere, límite, en los movimientos poéticos
del siglo XX: la poesía concreta, cuyos postulados pueden leerse en el es-
crito programático del primero de estos tres autores –uno de los padres
del género–, que reproducimos en el Apéndice: del verso a la constelación
[vom vers zur konstellation]. La experiencia es límite en más de un sen-
tido: primero, porque pone en cuestión la distinción misma, constitutiva
de nuestra cultura, entre ‹artes de la palabra› y ‹artes visuales›, que es
lo mismo que decir la secundariedad de nuestro sistema de escritura
(alfabético), tal como la interpreta la reflexión de Derrida98; segundo,
porque (en muchos casos con una fuerte dosis de humor) recorta –y
ésta sea quizás su principal limitación– los recursos verbales en juego,
al exaltar la palabra aislada en desmedro de la dimensión sintáctica, ge-
nerando –en la medida en que desmonta un término, dividiéndolo en
morfemas, falsos morfemas o incluso grafemas–, a lo sumo, una suerte
de ‹minisintaxis› o ‹sintaxis inversa›: una evidente pérdida, autoinfligida,
de capacidad significante.
Escrito algo antes de la mitad de siglo –según Peter von Matt tenía
la autora por entonces poco más de veinte años–, «Bailarina» [»Tän-
zerin«], en la constelación Lírica de la segunda mitad del siglo XX, de
Silja Walter –desde 1948 hasta su muerte, benedictina en el Con-
vento de Fahr–, poetiza la inefabilidad y el éxtasis de la danza con tal
fascinación, que resulta difícil no evocar, en la lectura, el decimoctavo de
la segunda parte de los Sonetos a Orfeo.
Compañera de Jandl –con quien compuso incluso algunas piezas
teatrales radiofónicas [Hörspiele]– fue Friedrike Mayröcker, una de
las mayores poetas vivas de lengua alemana. Respecto de su estilo, suele
repetirse una expresión de Jörg Drews en la Süddeutsche Zeitung, según
la cual Mayröcker escribiría en una ‹lengua neumática jironada› [›pneu-
matische Fetzensprache‹]: entiéndase esta fórmula como se la entienda,
un poema como «Retorno a ti mi niño muerto» [»Retour an dich mein
totes Kind«] da sobrada cuenta de su pneûma, esto es, de un aliento me-
tafórico, cuya fertilidad no parece conocer el agotamiento.
La lírica de Günter Grass –si escultor, pintor, diseñador gráfico y
polifacético autor literario en diversos géneros, fundamentalmente un
prosista– ha sido calificada de caprichosa, cifrada, juguetona, plena de
ironía e ingenio, cuando no de fantásticos juegos de palabras y metáforas
98 Esta patentización del cuerpo escriturario permite hacer remontar la ‹poesía concreta›
–y/o la colindante ‹poesía visual›– hasta tempranísimas épocas de la escritura; cfr., por ej.,
Perednik, Jorge S.: Poesía concreta: A. Artaud, M. Bense, D. Pignatari y otros. Buenos Aires:
Centro Editor de América Latina, 1982.
46 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

extravagantes; también –sobre todo en los últimos tiempos– de políti-


camente comprometida. Creemos que en los siete poemas presentados
podrá el lector hallar la justificación de cada uno de esos predicados; del
último (el referido al compromiso), en «El oprobio de Europa» [»Eu-
ropas Schande«] y «Lo que debe decirse» [»Was gesagt werden muß«],
dos textos que nos sentiríamos tentados de calificar de ‹declaraciones
políticas› antes que de ‹poemas›. «Mi amigo Walter Henn está muerto»
[»Mein Freund Walter Henn ist tot«] es un conmovedor testimonio de
dolor por el fallecimiento del joven director de cine y teatro, a los 31
años, justo antes de comenzar la filmación de una obra de Grass.
Dos composiciones del asaz voluble y polémico99 Hans Magnus
Enzensberger –sin duda, uno de los más destacados poetas críticos de
la contemporaneidad, que, reconociendo influencias diversas, desde la
del joven Brecht a la del Montagestil, y no tratando la forma en un sen-
tido precisamente tradicional100, logra, en muchos lugares, una genuina
densidad poética– cierran la serie de las constelaciones ‹literarias›, para
dejar lugar, en último término, a un grupo de creadores e intérpretes que
no suele hallarse en las antologías: el de los Liedermacher o cantaautores.
La génesis de la Liedermacherszene, lo que hoy en nuestro medio lla-
maríamos la ‹movida de los cantautores›, está determinada fundamen-
talmente por la tabuización de lo ‹folklórico›, es decir, de todo aquello
que pudiera connotar (por leve que la connotación fuera) ‹nacionalis-
mo›; en otras palabras, recordar, aludir a la rémora, al trauma dejado en
la Alemania de la segunda posguerra, por la ideología nacionalsocialista.
Esta repulsa –que podía percibirse en la República Federal con toda
claridad aún en 1980, es decir, 35 años después de terminada la con-
tienda– afectaba severamente la valoración y el cultivo de gran parte del
acervo cultural alemán. En lo que concierne a la canción, su pérdida está
perfectamente captada en los versos de Degenhardt:

«¿Dónde están las canciones,


vuestras viejas canciones?
[…]
Muertas las canciones,
nuestras viejas canciones.
Maestros las han mordido,
mocosos tocado mal,

99 En 2003 defendió la guerra de Irak iniciada por los EE.UU.; en un artículo aparecido
en Der Spiegel (04.02.1991, disponible también en la web), había comparado a Sadam
Hussein con Hitler.
100 Esta renegación –si no quiere decirse, eufemísticamente, ‹tratamiento alternativo›–
de la forma, puede verse también en el modo de Enzensberger de traducir poesía (Un
ejemplo: «Piedra negra sobre una piedra blanca» [»Schwarzer Stein auf weißem Stein«],
de César Vallejo).
prólogo 47

hordas pardas muerto a gritos,


botas hundido en el fangal.»

[»Wo sind eure Lieder,


eure alten Lieder?
[…]
Tot sind unsre Lieder,
unsre alten Lieder.
Lehrer haben sie zerbissen,
Kurzbehoste sie verklampt,
braune Horden totgeschrien,
Stiefel in den Dreck gestampft.«]

Contra esta realidad reacciona un grupo de músicos que, hacia me-


diados de la década del 60 inauguran en la Burg Waldeck (una vieja
fortaleza en el Hunsrück) los primeros festivales al aire libre de Alema-
nia. Las influencias y los antecedentes de la resurrección son múltiples:
desde el movimiento juvenil y los Wandervögel (1900) a la chanson fran-
cesa y la canción folk y de protesta estadounidense. Entre los pioneros se
destacan Peter Rohland –el verdadero ‹padre› de la Liedermacherszene:
hizo un auténtico trabajo de musicología recuperando canciones– y los
hermanos Hein y Oss Kröher; ellos abrieron camino en una de las dos
grandes vertientes del movimiento: la búsqueda de la tradición soterra-
da; en la otra, la de la producción presente, desde un principio se diver-
sifican los estilos: desde el baladesco de un Degenhardt al de Mey, más
marcado por la chanson; o el posterior, más ‹clásico› de un Wecker, cada
Liedermacher (literalmente: ‹hacedor de canciones›) deja su impronta,
muchos, en la estela de la tradición brechtiana.
Finalmente, con respecto a algunos de los textos de canciones aquí
incluidos: el primero, anónimo, alude a la solidaridad de los artesanos
alemanes con la Comuna de París. «Cuando hace poco fuimos en cana,»
[»Als wir jüngst verschütt jegangen waren,«], canción de vagabundos,
procede de los primeros años del siglo XX; describe una razzia (‹verde
agosto› [›jrüner Aujugst‹] es el vehículo policial, de color verde). «Los
soldados del pantano» [»Die Moorsoldaten«] es una suerte de himno de
la resistencia alemana, creada en 1933 en el campo de concentración
Börgermoor. La primera versión de Esser/Langhoff con música de
Goguel fue arreglada por Eisler en 1935 para el cantante Ernst Busch.
Fue interpretada en las pasadas décadas por músicos de la talla de Peter
Rohland, los hermanos Hein y Oss Kröher, Hannes Wader, el trío Lie-
derjan, Franz Josef Degenhardt, etc. El actor y director Wolfgang Lang-
hoff, detenido en Börgermoor en 1933 y asilado poco tiempo después en
Suiza, publicó allí su relato Los soldados del pantano. 13 meses de campo de
concentración. Estos ‹soldados› eran en su mayoría detenidos comunistas
48 constelaciones de poesía alemana – siglos xii-xx

y socialdemócratas, condenados a trabajos de extracción en el pantano


de turba. «Viajando otra vez» [»Wieder unterwegs«] de Hannes Wa-
der, presenta en una especie de friso, pleno de ingenio e ironía, diversos
aspectos de la vida en la República Federal de los 70; «Hay que hacerlo
ya» [»Es ist an der Zeit«], por el mismo Wader, es una ‹repoetización›
[›Nachdichtung‹] de «No Man’s Land», de Eric Bogle, convertida en un
símbolo del pacifismo en la última época crítica de la guerra fría. Con
el sarcasmo de «Hombre de Germania» [»Mann aus Alemania«] de
Reinhard Mey, la provocación de «Salambo» de Klaus Hoffmann,
en fin, nuestra última unidad aspira a dar una idea de la productividad y
riqueza de la forja de los cantaautores.
El corpus de nuestras constelaciones, constituido a través de largos
años de trabajo, ha sido determinado en parte por la afinidad textual, en
parte por el gusto, y en parte por demandas de la labor docente. En tres
de ellas (Período intersecular, Expresionismo y La lengua como ámbi-
to experimental), en aparente contradicción con el modificador indi-
recto (‹de poesía alemana›), al menos en el sentido estricto que define
al género, hemos incorporado apéndices en prosa. Lo hemos hecho en
el convencimiento de que, de un modo u otro (sea en el aforístico de
George, el de la autoexégesis de la carta de Rilke a von Hulewicz o el del
‹manifiesto› de Gomringer), su tenor se focaliza en y/o revierte siempre,
y esencialmente, a la poesía.
Las pautas y criterios de traducción resultarán inmediatamente evi-
dentes al lector en la primera lectura. Esa circunstancia, y el hecho de
haber sido expuestos en otros lugares101, nos eximen de volver a hacerlo
en detalle en este marco. De modo tal que –respecto de los poemas en
estrofas y/o versos canónicos–, sólo lo siguiente: nuestra propuesta es la
del respeto de la forma, lo cual –además de atender a aliteraciones, mo-
dulación vocálica etc., en la repoetización que implica toda traducción–
exige, en principio, el mantenimiento del metro y de la rima: si aquél
no fuera posible en la medida del original, modificándolo en longitud
(aumento de la extensión del verso es normalmente el caso); si en ésta
no fuera posible la consonancia –siendo consonante la rima original–,
conservándola parcialmente con asonancias. En una palabra: resguardo
y defensa de los factores cohesivos esenciales del poema102; ese trabajo
101 Cfr. por ejemplo el prólogo a la antología de Zech, mencionada en la nota Nº
72. Este prólogo, traducido al alemán, fue parcialmente reproducido (y discutido) en
Übersetzungsränder. Vor- und Nachworte, Interviews und andere Texte zum Übersetzen
deutscher Literatur (Bordes de la traducción. Prólogos y epílogos, entrevistas y otros textos para
traducir literatura alemana), de Susanne Hagemann y Julia Neu (Hrsg.). Berlin: Saxa
Verlag, 2012..
102 Fieles a este principio, hemos reformulado muchos de los epigramas de Angelus Silesius
aquí reproducidos, respecto de nuestra primera versión, citada en la nota Nº 26. La severidad
en lo que concierne al resguardo de la forma, obvio es decirlo, aumenta considerablemente
al pretender una versión cantable (según el original) de un poema –como ha sido el caso
prólogo 49

–hoy, desgraciadamente casi olvidado– se ve retribuido, por paradójica


que parezca la afirmación, con una sorprendente y genuina literalidad.

Héctor A. Piccoli, Rosario, febrero de 2015.

en varios textos, principalmente de la escena de los cantautores–, cuando a la exigencia de


mantenimiento de la medida silábica y la rima, se agrega la del mantenimiento de la cadencia.
Minnesang (1150-ca. 1250)
Der von Kürenberg 1

El halcón

Durante más de un año, crié para mí un halcón.


Cuando se me hizo dócil, colmada mi afición,
mi mano de áureas cintas su plumaje ciñó:
se alzó él luego muy alto, y a otra tierra voló.
De allí en más lo vi volar, pleno de belleza.
Llevaba en el pie, de seda una pihuela,
y en su plumaje, flavo el oro refulgía.
¡Que Dios reúna a quienes se ansían cada día!

Der Falke ||| Ich zôch mir einen valken mêre danne ein jâr. | dô ich in gezamete als
ich in wolte hân | und ich im sîn gevidere mit golde wol bewant, | er huop sich ûf vil
hôhe und fluog in ándèriu lant. || Sît sach ich den valken schône fliegen. | er fuorte
an sînem fuoze sîdîne riemen, | und was im sîn gevidere alrôt guldîn. | got sende si
zesamene die gerne gelíep wéllen sîn!
Friedrich von Hausen 2

Mi corazón del cuerpo quïere separarse,


después de tanto tiempo juntos permanecer.
Con los infieles quiere el cuerpo ir a enfrentarse,
mientras que el corazón ha escogido una mujer
y la antepone al mundo. Siempre esto me disgusta,
que no haya ahora más comunidad entre ambos.
Los ojos míos me han hecho padecer ya tanto…
Tan sólo Dios podría arbitrar esta disputa.
Dado que yo no puedo, corazón, disuadirte
de que a una gran tristeza vayas a dar conmigo,
ruego entonces a Dios tenga a bien remitirte
a un lugar en el cual seas bïen recibido.
Mas ay, ¿cómo es que habrá de irte, pobre de ti?
¿Cómo te atreves, solo, a sufrir miseria tal?
¿A quién tendrás que ayude a apartar con tal lêaltad
de ti tus cuitas, como me has tenido a mí?
No creí que sufriera yo tal padecimiento,
cuando tomé la cruz en el nombre de Dïos.
Que fuera así, sería incluso justo por cierto,
si mi constancia no mediara entre ello y yo.
Con justicia habré de ser un hombre cabal,
si su necia intención el corazón abandona.
Pero que para él es igual, veo ahora,
cómo es que a mí haya de irme al final.

Mîn herze und mîn lîp diu wellent scheiden | diu mit ein ander varnt nu manige zît. | der
lîp wil gerne vehten an die heiden: | sô hât iedoch daz herze erwelt ein wîp | vor al der
werlt, daz müet mich iemer sît, | daz si ein ander niht envolgent beide. | mir habent diu
ougen vil getân ze leide. | got eine müeze scheiden noch den strît. || Sît ich dich, herze,
niht wol mac erwenden, | du enwéllest mich vil trûreclîchen lân, | sô bite ich got daz er
dich ruoche senden an eine stat dâ man dich wol empfâ. |ôwê wie sol ez armen dir ergân! |
wie torstest eine an solhe nôt ernenden? | wer sol dir dîne sorge helfen enden | mit solhen
triuwen als ich hân getan? || Ich wânde ledic sîn von solher swaere | do ich daz kriuze in
gotes êre nam. | ez waere ouch reht daz im ez alsô waere | wan daz min staetekeit mir sîn
verban. | ich solte sin ze rehte ein lebendic man, | ob ez den tumben willen sîn verbaere. |
nun sihe ich wol daz im ist gar unmaere | wie mír ez an dem ende süle ergân.
Heinrich von Morungen 3

¡Ay dolor!
¿No habrá ya de fulgurar
de la noche al través,
que la nieve blanca aún más,
su gentil cuerpo otra vez?
A mis ojos engañó.
Creí que era un fulgor
de luna en todo su albor.
Y amaneció.
¡Ay dolor!
¿No habrá ya él de pasar
la mañana aquí conmigo?
Si la noche ha de durar,
será ocioso el gemido:
‘Ay no, ya amaneció,’
tal como él gimïó,
dejando el lecho él y yo.
Y amaneció.
¡Ay dolor!
Me besó una y otra vez
ella en el sueño a mí,
e innúmeras por su tez
caían lágrimas allí.
Pero yo la consolé:
llorar no la volví a ver,
y en sus brazos me abrigué.
Y amaneció.
¡Ay dolor!
¡Que se haya él perdido así
en cuanta ocasión me vio!
Al descubrirme a mí,

Owê, – | Sol aber mir iemer mê | geliuhten dur die naht | noch wîzer danne ein snê | ir lîp
vil wol geslaht? | Der trouc diu ougen mîn. | ich wânde, ez solde sîn | des liehten mânen
schîn. | Dô tagte ez. || Owê, – | Sol aber er iemer mê | den morgen hie betagen? | als uns
diu naht engê, | daz wir niht durfen klagen: | ‚Owê, nu ist ez tac,‘ | als er mit klage pflac,
| dô er júngest bî mir lac. | Dô tagte ez. || Owê, – | Si kuste âne zal | in dem slâfe mich. |
dô vielen hin ze tal | ir trehene nider sich. | Iedoch getrôste ich sie, | daz sî ir weinen lie |
und mich al umbevie. | Dô tagte ez. || Owê, – | Daz er sô dicke sich | bî mir ersehen hât!
| als er endahte mich, |
56 heinrich von morungen

si mi brazo contempló
desnudo, asombro mayor
fue que luego esta visión
no sintiera con dolor.
Y amaneció.”

Dulce, suave matadora,


¿por qué razón queréis matar mi cuerpo,
si mi corazón os adora,
señora, como a ninguna por cierto?
¿Creéis que con de mi muerte el logro
no os contemplaría como ahora?
No, vuestro amor me ha transido de un modo,
que vuestra alma a mi alma esposa.
Si no obtengo aquí el favor
de vuestra carne casta,
mi alma os hará confesión
de como a mujer pura servir allí a vuestra alma.

sô wolt er sunder wât | mîn arme schouwen blôz. | ez was ein wunder grôz, | daz in des
nie verdrôz. | Dô tagte ez.
Vil süeziu senftiu tôterinne, | war umbe welt ir tôten mir den lîp? | ich iuch sô herzeclîchen
minne, | zewâre, frouwe, gar für elliu wîp. | wênet ir, ob mir den lîp ir tôtet, | daz ich iuch
danne niemer mê beschouwe? | nein, iuwer minne hât mich des ernôtet | daz iuwer sêle
ist mîner sêle frouwe. | sol mir hie niht guot geschên | von iuwerm werden lîbe, | sô muoz
mîn sêle iu des verjên | daz si iuwerre sêle dienet dort als einem reinen wîbe.
Walther von der Vogelw eide 4

Bajo el tilo,
sobre el prado,
estuvo el lecho de los dos,
ver habréis podido
que han quebrado
bien a ambos: hierba y flor.
En un valle junto al soto,
tandaradai,
cantó bello el ruiseñor.
Fui caminando
a la vega:
mi amado se me adelantó.
Y habiendo llegado,
¡la dicha ésta
de augusta mujer, no cesó!
¿Si me besó? –Veces mil:
tandaradai,
ved la roja boca en mí.
Entonces él hizo
generoso
de flores un lecho y cojín.
De eso habrá reído
muy gozoso,
quien pasado haya por allí.
Por las rosas verá bien,
tandaradai,
dónde se apoyó mi sien.
Que yació conmigo
si oyeran,
¡qué vergüenza, (nos guarde Dios)!
Lo que conmigo hizo
Under der linden | an der heide, | dâ unser zweier bette was, | dâ muget ir vinden | schône
beide | gebrochen bluomen unde gras. | Vor dem walde in einem tal, | tandaradei, | schône
sanc diu nahtegal. || Ich kam gegangen | zuo der ouwe: | dô was mîn friedel komen ê. |
Dâ ward ich empfangen | hêre frouwe, | daz ich bin saelic iemer mê. | Kuster mich? wol
tûsentstunt: | tandaradei, | seht wie rôt mir ist der munt. || Dô het er gemachet | alsô
rîche | von bluomen eine bettestat. | Des wirt noch gelachet | inneclîche, | kumt iemen
an daz selbe pfat. | Bî den rôsen er wol mac, | tandaradei, | merken wâ mirz houbet lac.
|| Daz er bî mir laege, | wessez iemen | (nu enwelle got!), sô schamt ich mich. | Wes er
mit mir pflaege, |
58 walther von der vogelweide

jamás sepa
nunca nadie, más que él y yo,
y un pajarillo cantor:
tandaradai,
que guardará nuestro amor.

Oí las aguas murmurar


y vi los peces nadar;
vi lo que había en el mundo,
campo, bosque, hoja, hierba y junco;
del que repta o alza vuelo
o con los pies pisa el suelo,
de una verdad soy custodio:
ninguno vive sin odio.
Las bestias y sabandijas
se baten en duras lizas;
lo mismo hacen las aves,
mas de acuerdo en algo clave:
en que se aniquilarían
sin rigurosa justicia,
de rey y ley sin elección,
sin vasallo y sin señor.
¡Ay, nacïón alemana,
tu causa mal se devana:
el mosquito un rey instituye,
y así tu honor se diluye!
¡Medita, recapacita!
Las diademas son altivas;
te asedian los pobres reyes:
¡A Felipe ponle el huérfano*
y ordena que se replieguen!

* Juan C. Probst acota respecto de este término: «El poeta sustituye la corona imperial por la
piedra más preciosa engarzada en la misma, el famoso ‹huérfano›, llamado así por ser único.
Según la tradición, el legendario duque Ernesto de Suabia la encontró en sus correrías.»
niemer niemen | bevinde daz, | wan er und ich, | und ein kleinez vogellîn: | tandaradei, |
daz mac wol getriuwe sîn.
Ich hôrte ein wazzer diezen | und sach die vische fliezen; | ich sach swaz in der welte was, |
velt unde walt, loup, rôr und gras; | swaz kriuchet unde fliuget | und bein zer erden biuget,
| daz sach ich unde sage iu daz: | der keinez lebet âne haz. |daz wilt und daz gewürme | der
strîtent starke stürme; | sam tuont die vogel under in; | wan daz si habent einen sin: | sie
diuhten sich ze nihte, | sie schüefen starc gerihte: | sie kiesent künege unde reht, | sie setzent
hêrren unde kneht. | sô wê dir, tiuschiu zunge, | wie stêt dîn ordenunge, | daz nû diu mucke
ir künic hât, | und daz dîn êre alsô zergât! | bekêrâ dich, bekêre, | die zirken sint ze hêre, | die
armen künege dringent dich: | Philippe setze en weisen ûf, | und heiz sie treten hinder sich!
walther von der vogelweide 59

Por cierto, Reinmar, que tú a mí


me dueles más que yo a ti,
si estuvieras vivo, y yo muerto.
Lo digo y quiero ser muy franco:
no es por ti que me quejo tanto,
me quejo por tu arte noble, que está yerto.
Cada dicha del mundo sería plena,
si te hubieras vuelto a cosas buenas.
Me düele tu boca locuaz, tu tan dulce cantar,
que yerto está en vivo tiempo mío.
¿Por qué esperar un rato no has querido?
Te haría compañía: mi canto ya no durará.
Gratitud a tu lengua, ya que tu alma se echó a andar.

¡Ay, han desaparecido, ¿dónde?, todos mis años!


¿Mi vida es verdad, o de un sueño el engaño?
Lo que siempre creí que era: eso, ¿qué es?
Después me he dormido, y ya no lo sé.
Ahora he despertado, y el saber extraño
de lo que conocía como a mi propia mano.
El pueblo y la tierra donde me crié de niño
se me han vuelto ajenos, cual si fuesen mentidos.
Mis amigos de infancia están viejos e indolentes;
talado el bosque, listo el campo aún sin simiente:
tan sólo el agua fluye, como fluía antaño.
Jamás imaginé por cierto dolor tamaño.
Me saluda indolente más de un conocido.
Por doquier está el mundo en infortunios hundido:
Dêswâr, Reinmâr, dû riuwest mich | michels harter denne ich dich, | obe dû lebtes unde ich
waere erstorben. | ich wil’z bi mînen triuwen sagen: | dich selben wil ich lützel klagen, |
ich klage dîn edelen kunst, daz s’ist verdorben. | dû kundest al der werlte freude mêren, |
sô du’z ze guoten dingen woltest kêren. | mich riuwet dîn wol redender munt und dîn vil
süezer sanc, | daz der verdorben ist bî mînen zîten. | daz dû niht eine wîle mohtest bîten!
| sô leiste ich dir geselleschaft: mîn singen ist niht lanc. | dîn sêle müeze wol gevarn und
habe dîn zunge danc.
Owê war sint verswunden alliu mîniu jâr? |ist mir mîn leben getroumet oder ist ez wâr?
| daz ich ie wânde daz iht waere, was daz iht? | dar nâch hân ich geslâfen unde enweiz
es niht. | nû bin ich erwachet und ist mir unbekant | daz mir hie vor was kündic als mîn
ander hant. | liut unde lant, dâ ich von kinde bin erzogen, | die sint mir fremde worden,
reht’ als ez sî gelogen. | die mîne gespilen wâren die sint traege und alt; | bereitet ist daz
velt, verhouwen ist der walt: | wan daz daz wazzer fliuzet als ez wîlent flôz. | für wâr
ich wânde, mîn unglücke wurde grôz. | mich grüezet maneger trâge der mich bekande
ê wol. | diu werlt ist allenthalben ungenâden vol: |
60 walther von der vogelweide

cuando en tantos dichosos días doy en pensar,


que se precipitaron como un golpe en el mar,
¡ay, más y más dolor!
¡Ay, qué lastimoso es lo que hace la juventud!
A los que nunca el ánimo acosó inquietud,
no excusan las cüitas. ¡Ay! ¿Por qué actúan así?
Donde mire en el mundo, nadie está feliz:
danzar, reír, cantar, se esfuman en la aflicción.
Hueste tan lastimosa jamás cristiano vio.
Ved cómo sienta ahora a la mujer el tocado;
el caballero altivo lleva atuendo de aldeano.
Ásperas cartas hannos llegado desde Roma:
tristeza nos permiten, la alegría nos toman.
Todo esto me acongoja (tan buena era la vida),
tener que anteponer las lágrimas a la risa.
Si a las aves silvestres aflige nuestra queja:
¿qué os maravilla ver que el ánimo me deja?
Pero, ¿qué digo, necio de mí, con maligna ira?
–Si estéril placer sigues, el de allá extravías:
¡ay, más y más dolor!
¡Dolor, las cosas dulces, cómo nos conciernen!
Veo cómo en la miel la amarga hiel se cierne.
Por fuera el mundo es bello, blanco, verde y rojo,
mas cual la muerte negro por dentro y tenebroso.
Quien fuera seducido por él, que se consuele:
de gran culpa redime la penitencia leve.
Caballeros, pensad en ello: es cosa vuestra;
portáis yelmos lucientes, muchas corazas férreas,
los mejores escudos y benditas espadas.

als ich gedenke an manegen vil wünneclîchen tac, | die sint mir gar enpfallen gar als
in daz mer ein slac, | iemer mêre ouwê. || Owê wie jaemerlîche junge liute tuont! | den
unvil riuweclîche ir gemüete ê stuont, | die kunnen nû wan sorgen: ouwê wie tuont
si sô? | swar ich zer werlte kêre, dâ ist nieman frô: | tanzen, lachen, singen zergât mit
sorgen gar. | nie kristenman gesach sô jaemerlîche schar. | nû merket, wie den frouwen
ir gebende stât: | die stolzen ritter tragent an dörperlîche wât. | uns sint unsenfte brieve
her von Rôme komen: | uns ist erloubet trûren und freude gar benomen. | daz müet
mich inneclîchen (wir lebten ie vil wol), | daz ich nû für mîn lachen weinen kiesen
sol. | die wilden vogele betrüebet unser klage: | waz wunders ist, ob ich dâ von vil
gar verzage? | waz spriche ich tumber man durch mînen boesen zorn? | swer dirre
wünne volget, der hât jene dort verlorn, | iemer mêre ouwê. || Owê wie uns mit süezen
dingen ist vergeben! | ich sihe die gallen mitten in dem honege sweben. | diu werlt ist
ûzen schoene, wîz, grüen´ unde rôt | und innen swarzer varwe, vinster sam der tôt. |
swen si nû habe verleitet, der schouwe sînen trôst: | er wirt mit swacher buoze grôzer
sünde erlôst. | dar an gedenket, ritter, ez ist iuwer dinc: | ir traget die liehten helme
und manegen herten rinc, | dar zuo die vesten schilte und diu gewîhten swert!
walther von der vogelweide 61

¡Si de victoria digno Dios sólo me juzgara!


Entonces yo, hombre pobre, obtendría rico pago.
No digo feudos, no de señorial oro halago:
quisiera yo llevar, eterna, esa corona,
que el mercenario sólo con su lanza cobra.
Si pudiera hacerme, como ansío, a la mar,
cantaría «salud», y «dolor» nunca jamás,
¡«dolor», nunca jamás!

wolte got, waere ich der sigenünfte wert! | sô wolde ich nôtic man verdienen rîchen
solt. | joch meine ich niht die huoben noch der hêrren golt: | ich wolte selbe krône
êweclîchen tragen; | die möhte ein soldenaere mit sîme sper bejagen. | möht’ ich die
lieben reise gevaren über sê, | sô wolte ich denne singen »wol« und niemer mêre
»ouwê«, | niemer mêre »ouwê«!
Humanismo y Reforma (1470|80-1600)
Mathias Holtzwart 5

emblema. xxv

Non ex aspectu, sed ex effectu.

Sum Dea Cyprigenamque aequans, speciosaque coeli


Sidera: sic donis condecorata Deum.
Sed mala tu uideas, quae nostra e pyxide surgunt,
Maec mea nec poterit forma placere tibi.

No depende sólo del aspecto exterior

Yo llego a superar con mi hermosura


a Venus y también a su criatura,
aun a las estrellas luminosas,
de los dones divinos dispendiosa.
Pero a quien con cuidado atïende
a lo que de mi caja se desprende,
mucho tiempo no agrada mi hermosura,
de mí a tomar distancia se apresura.
Luego, no has de juzgar por lo que ves:
mira primero qué viene después.

Es ligt nit allein am aussern ansehenn. ||| Mitt meiner schoͤ n ich uͤ berwind | Venerem
vnd dazu ihr kind | Die liechten sternen auch dabey | Aller Goͤ tter gaaben ich frey | Auch
hab. Wer aber recht ansicht | Was hie auß meiner buͤ chsen fleuͤ cht | Dem wirt mein schoͤ n
nitt gfallen lang | Wuͤ rt schawen das er von mir gang | Drumb vrteil nitt nahm gsicht die
sach | Schaw vor was weitters kom hernach.
Barroco (1600-1700)
Anónimo 1

Epitafio de Wallenstein

Aquí yace y se pudre, con piel y con sus huesos,


Wallenstein, el gran príncipe guerrero.
El que acumuló de guerra un gran poder
pero jamás libró una batalla bïen.
Grandes bienes a muchos regaló;
también, en cambio, a mucho inocente ahorcó.
Por la astronomía, el maltrato persistente,
perdïó mucha tierra y mucha gente.
Muy delicado fue con su bohemïo seso:
de espuelas no podía sufrir el tintineo.*
Gallo, gallina y perro proscribió
en todo lugar donde se alojó.
Mas hubo de andar las sendas de la müerte,
dejar que el perro ladre y el gallo despierte.

* Wallenstein era famoso por su hipersensibilidad ante los ruidos.

Wallensteins Epitaphium. ||| Hie liegt und fault mit Haut und Bein | Der Grosse
KriegsFuͤ rst Wallenstein. | Der groß Kriegsmacht zusamen bracht / | Doch nie gelieffert
recht ein Schlacht. | Groß Gut thet er gar vielen schencken / | Dargeg’n auch viel
unschuldig hencken. | Durch Sterngucken und lang tractiren / | Thet er viel Land und
Leuth verliehren. | Gar zahrt war ihm sein Boͤ hmisch Hirn / | Kont nicht leyden der
Sporn Kirrn. | Han / Hennen / Hund / er bandisirt / | Aller Orten wo er losirt. | Doch
mußt er gehn deß Todtes Strassen / | D’ Han kraͤ hn / und d’ Hund bellen lassen.
Isaac Habrecht 2

Versos dedicados a la musa alemana

Musa alemana, avanza al frente,


que audaz se oiga tu voz sonando.
¿Qué habría que te amedrente
en tu lengua materna el canto?
¿Que Alemania insensible sea?
¿Sólo de Grecia el esplendor
pues, o de Roma el vigor
de la poesía tendría la presea?

Uberreime / an die Teutsche Musa. ||| NUn / Teutsche Musa / tritt herfuͤ r / | Laß
kecklich deine stimm erklingen / | Warumb woltestu foͤ rchten dir / | In deiner Mutter
sprach zusingen? | Meint man / Teutschlandt sey ohne sinnen? | Sollt dann der Grichen
pracht / | Oder die Roͤ misch macht | Der Poetrei Kleinodt allein gewinnen?
Martin Opitz von Boberfel d 3

Ay, démonos prisa, amada,


tiempo habemos,
demorarse es lo que daña
a lo nuestro.
El don de lo noble y bello
va a huir y huir:
¡que todo lo que tenemos
se haya de ir!
Las mejillas palidecen,
blanquea el pelo,
el fuego en los ojos cede;
de ardor, hielo.
La boquita de corales
se enrarece;
las manos –nieve– decaen:
tú envejeces.
La edad en fruto a gozar
por eso ahora,
antes que hayamos de andar
senda de horas.
Como tu amor por ti fuera,
ámame;
dame, por que al dar tú, pierda
yo también.

Me estremece casi el horror,


de hora a hora, Platón, sin fin,
haberme sentado ante ti;
de ver fuera el tiempo llegó,
de pasearse por el verde,

Ach liebste / laß uns eilen / | Wir haben Zeit: | Es schadet das verweilen | Uns beyderseit. |
Der edlen Schoͤ nheit Gaben | Fliehn fuß fuͤ r fuß: | Das alles was wir haben | Verschwinden
muß. | Der Wangen Ziehr verbleichet / | Das Haar wird greiß / | Der Augen Fewer
weichet / | Die Brunst wird Eiß. | Das Muͤ ndlein von Corallen | Wird ungestalt / | Die
Haͤ nd’ als Schnee verfallen / | Und du wirst alt. | Drumb laß uns jetzt geniessen | Der
Jugend Frucht / | Eh’ als wir folgen muͤ ssen | Der Jahre Flucht. | Wo du dich selber liebest
/ | So liebe mich / | Gieb mir / das / wann du giebest / | Verlier auch ich.
Ich empfinde fast ein Grawen | Daß ich / Plato / fuͤ r und fuͤ r | Bin gesessen uber dir; | Es
ist Zeit hinaus zu schawen / | Und sich bey den frischen Quellen |
72 martin opitz von boberfeld

cerca de las füentes frescas,


donde están las flores bellas
y el pescador lanza las redes.
¿Para qué sirve el estudiar
más que para infortunio ingente?
Entretanto fluye el torrente
que suele esta vida llevar,
antes de que nos demos cuenta,
hasta su término postrero;
sin sentido ni ingenio luego
va a parar todo esto a tierra.
Hola, muchacho, ve y pregunta
dónde se halla el mejor trago;
que rebose de vino el jarro.
Toda queja, pena, amargura
que a diario solemos tener,
antes de que arrebate Cloto,
quïero en el dulce mosto
que da la uva esconder.
Compra asimismo melones;
no sea el azúcar olvidada;
cuida de que no falte nada.
Que el céntimo aquél racione,
que en su oro y sus tesoros
enfermar de locura suele;
no harto en el lecho se tiende;
yo, que puedo, me corroboro.
Os ruego, mis buenos hermanos:
la música y el vaso suenen:
nada –creo– más al caso viene
que un buen trago y buenos cantos.
Por herencia dejaré poco;
In dem gruͤ nen zu ergehn / | Wo die schoͤ nen Blumen stehn | Und die Fischer Netze
stellen. || Worzu dienet das studieren | Als zu lauter Ungemach? | Unter dessen laufft die
Bach / | Unsers Lebens das wir fuͤ hren / | Ehe wir es inne werden / | Auff ihr letztes Ende
hin / | Dann koͤ mpt ohne Geist und Sinn | Dieses alles in die Erden. || Hola / Junger /
geh’ und frage | Wo der beste Trunck mag seyn / | Nimb den Krug / und fuͤ lle Wein. |
Alles Trawren / Leid unnd Klage | Wie wir Menschen taͤ glich haben | Eh’ uns Clotho
fort gerafft | Wil ich in den suͤ ssen Safft | Den die Traube giebt vergraben. || Kauffe
gleichfals auch Melonen / | Und vergieß des Zuckers nicht; | Schawe nur daß nichts
gebricht. | Jener mag der Heller schonen / | Der bey seinem Gold’ und Schaͤ tzen | Tolle
sich zu krencken pflegt / | Und nicht satt zu Bette legt; | Ich wil weil ich kan mich letzen.
|| Bitte meine gute Bruͤ der | Auff die Music und ein Glaß: | Nichts schickt / duͤ nckt mich
/ nicht sich baß | Als gut Tranck unnd gute Lieder. | Laß’ ich gleich nicht viel zu erben / |
martin opitz von boberfeld 73

ay, teniendo un noble vino,


con otros gozo, divertido.
Si morir, he de morir solo…

Sextina

¿Dónde está mi morada, consuelo y bella luz?


El triste invierno llega, la noche abrevia el día;
Muy atristado yerro por este yermo bosque.
Mas aunque primavera fuera y día sin noche,
y tuviera en el bosque el placer total del mundo:
¿qué es primavera, día y mundo, sin mi gala?
Da a las flores la fuente fresca y bella su gala;
nada prefiere el águila recia a la luz;
el dulce ruiseñor gozoso canta al día;
la alondra busca el grano, la torcaza el bosque;
la garza un estanque, lechuza oscura noche;
mi amor, yo te busco más que a todo en el mundo
Mientras seas para mí lo más amable del mundo,
mientras Pales del verde prado albergue la gala,
mientras descubra Lucifer la límpida luz,
mientras claro el fulgor de Titán alumbre el día,
mientras ame el vino Baco y Pan el bosque,
mientras nos ilumine Cintia al ser de noche.
La ligera cïerva busca al ciervo en la noche,
lo que anda, nada y repta, ama por todo el mundo,
la loba furibunda estima al lobo su gala,
las estrellas nos prestan aun para amar su luz;

Ey so hab’ ich edlen Wein; | Wil mit andern lustig seyn. | Muß ich gleich alleine sterben.
Sechstine. ||| Wo ist mein auffenthalt / mein trost undt schoͤ nes liecht? | Der truͤ be winter
koͤ mpt / die nacht verkuͤ rtzt den tag: | Ich irre gantz betruͤ bt umb diesen oͤ den waldt: |
Doch were gleich ietzt lentz / undt tag ohn alle nacht / | Undt hett’ ich fuͤ r den waldt
die lust der gantzen welt / | Was ist welt tag und lentz / wo nicht ist meine ziehr? || Ein
schoͤ nes frisches quell giebt blumen ihre ziehr / | Dem starcken adler ist nichts liebers als
das liecht / | Die suͤ ße nachtigal singt froͤ lich auff den tag / | Die lerche suchet korn / die
ringeltaube waldt / | Der reiger einen teich / die eule truͤ be nacht; | Mein lieb / ich suche
dich fuͤ r allem auff der welt. || So lange bist du mir das liebste von der welt / | So lange
Pales hegt der gruͤ nen weide ziehr / | So lange Lucifer entdeckt das klare liecht / | So
lange Titans glantz bescheint den hellen tag / | So lange Bacchus liebt den wein / und Pan
den waldt / | So lange Cynthia uns leuchtet bey der nacht. || Die schnelle hindinn sucht
den hirschen in der nacht / | Was schwimmt / undt geht / undt kreucht liebt durch die
gantze welt / | Die grimme woͤ lffinn schaͤ tzt den wolff fuͤ r ihre ziehr / | Die sternen leihen
uns zum lieben selbst ihr liecht; |
74 martin opitz von boberfeld

pero ahora yo aquí ando ya más de un día,


oh hermana, sin ti, por páramo, monte y bosque.
¿Qué hay, si no estás tú? Tanto como el fresco bosque
supera a un arenal; más amena que la noche
juzgamos la mañana; la pintora del mundo,
la primavera, que aire invernal: tanto tu gala,
la belleza, el placer éste prefiero, oh mi luz,
a la que por doquier con rayos baña el día.
El consuelo me alivia, por cierto, de que el día
llegará, en el que ya no habite monte y bosque,
en el que tu presencia y la deseada noche
premien la lealtad; mas entretanto el mundo
se olvidará de sí, antes que yo de tu gala,
morada suma mía, consuelo y bella luz.
Que crezca, noble bosque, contigo mi fiel luz,
la más del mundo amable; no vulnere tu gala,
oh árbol, día ardiente, ninguna fría noche.

Al gato de Petrarca

De Florencia el poeta ha amado a dos:


primero a mí; después a Laura, a quien mucho honró.
¿Te ríes? Su esplendor era digno de ardor tal
y mi gran lealtad mereció favor igual.
Por ella cobró él ánimo y deseo de escribir;
por mí pudo por ratas lo escrito no morir.

Ich aber gehe nun allhier schon manchen tag / | O schwester / ohne dich durch berge
/ wildt und waldt. || Was ist wo du nicht bist? So viel der kuͤ hle waldt | Ein sandtfeldt
uͤ bertrifft / der morgen fuͤ r der nacht | Uns angenemer ist / der mahler dieser welt | Der
lentz fuͤ r winterlufft / so viel ist deine ziehr / | Die schoͤ nheit / diese lust mir lieber /
o mein liecht / | Als das so weit undt breit bestralt wirdt durch den tag. || Der Trost
erquickt mich doch es komme fast der Tag / | Da ich nicht werde mehr bewohnen berg
undt waldt / | Da deine gegenwart / undt die gewuͤ ndtschte nacht | Der trew noch lohnen
soll: in deßen wirdt die welt | Vergessen ihrer selbst / eh’ als ich deiner ziehr / | Mein
hoͤ chster auffenthalt / mein trost undt schoͤ nes liecht.|| Laß wachsen / edler waldt / mit
dir mein trewes liecht / | Die liebste von der welt; es schade deiner ziehr / | O bawm /
kein heißer tag / undt keine kalte nacht.
Auff des Petrarchen Katze. ||| DEr Tichter von Florentz hat zweyerley geliebet / | Mich
vor / die Laura dann der er viel ehre giebet. | Was lachst du? ihre ziehr war wuͤ rdig solcher
brunst / | Und meine grosse trew verdiente gleichfals gunst. | Sie machte daß er lust und
muth gewann zum schreiben / | Ich machte daß die schrifft vor maͤ usen kundte bleiben.
martin opitz von boberfeld 75

Soneto
sobre los ojos de Astrea

He aquí los ojos; ¿qué? –Los dioses; si ha superado


la fuerza de los héroes en poder su belleza.
No dioses, más bien cielos; fulgor los colorea
cerúleo; su curso excede al sentido humano.
No cielos; soles aun, capaces de encandilar,
tal que veamos pura noche a mediodía.
No soles, un relámpago, que se precipita,
raudo, imprevisto, cuando el trueno va a empezar.
Mas nada de eso; dioses no: no hacen mal jamás;
no cielos, pues el curso del cielo no vacila;
no soles, pues no hay más luz que la de un sol que exista;
relámpago tampoco tanto puede durar;
pero la ilusión ciega del pueblo los conoce
por relámpago, soles, cïelos y dïoses.

Sonnet | uͤ ber die Augen der Astree. ||| Diß sind die augen: was? Die goͤ tter; sie gewinnen
| Der helden krafft undt muth mitt ihrer schoͤ nheit macht: | Nicht goͤ tter; himmel mehr;
dann ihrer farbe pracht | Ist himmelblaw / ihr lauff ist uͤ ber menschen sinnen: || Nicht
himmel; sonnen selbst / die also blenden koͤ nnen | Daß wir umb mittagszeit nur sehen
lauter nacht: | Nicht sonnen, sondern plitz / der schnell und unbedacht | Herab schlegt
wann es je zu donnern wil beginnen. || Doch keines: goͤ tter nicht / die boͤ ses nie begehen; |
Nicht himmel / dann der lauff deß himmels wancket nicht; | Nicht sonnen / dann es ist nur
einer Sonnen liecht; || Plitz auch nicht / weil kein plitz so lange kan bestehen: | Iedennoch
siehet sie deß volckes blinder wahn | Fuͤ r himmel / sonnen / plitz und goͤ tter selber an.
Robert Roberthin 4

Canción primaveral

Ella baja en su esplendor,


la benigna primavera,
y su gozo, como un don,
a la tierra reintegra;
de azur las nubes pinta,
de oro orla las nubes,
de arco iris valle y campiña,
de esmalte el jardín se cubre;
el desnudo árbol adorna,
con una copa lo viste,
por que en espacio de sombra
el alado pueblo habite.
¡Cómo loa del canto el son
los prodigios de sus fueros,
diurna alondra, ruiseñor
en noches plenas de miedo!
El pez retoza en las ondas,
en el prado las manadas,
jóvenes abejas rondan
por la florecida landa.
Sólo el hombre, la cabeza
de la creación, se hunde en ansias,
privado de sí, no cesa
de vivir para mañana;
de Aurora lo hiere en vano
rayo áureo, y ríe la campiña:

Fruͤ hlingslied. ||| Er koͤ mmt in seiner Herrlichkeit | Der holde Lenz hernieder | Und
schenket seine Wonnezeit / Dem Erdenkreise wieder; || Er malt die Wolken mit Azur,
| Mit Gold der Wolken Raͤ nde, | Mit Regenbogen Tal und Flur, | Mit Schmelz die
Gartenwaͤ nde; || Er kleidet den entbloͤ ßten Baum, | Deckt ihn mit einer Krone, | Daß
unter seinem Schattenraum | Das Volk der Voͤ gel wohne. || Wie preiset ihrer Lieder
Schall / | Die Wunder seiner Rechten, | Die Lerch am Tage, Nachtigall | In schauͤ rvollen
Naͤ chten! || Die Fische scherzen in der Flut, | Die Herden auf der Weide, | Es schwaͤ rmt
der Bienen junge Brut | Auf der bebluͤ mten Heide. || Der Mensch alllein, der Schoͤ pfung
Haupt, | Vergraͤ bet sich in Sorgen, | Ist immer seiner selbst beraubt, | Lebt immer nur fuͤ r
morgen; ||Ihn weckt Auroras guͤ ldner Strahl, | Ihm lacht die Flur vergebens, |
77

se tortura, transformado
en verdugo de su vida,
que, sin más, como visión,
del sueño huye matinal
y arrastra al malhechor
al terrible tribunal.

Er wird, nach selbstgemachter Qual, | Der Henker seines Lebens, || Das ohnehin wie ein
Gesicht | Des Morgentraums entfliehet, | Und vor ein schreckliches Gericht | Ihn, den
Verbrecher, ziehet.
Friedrich von Logau 5

Estado matrimonial del corazón y la lengua

Lengua y corazón son como esposos;


los dos, engendran hijos sin reposo.
Si entre ambos la unidad no es absoluta,
cada palabra nace hija de puta.

Ehstand deß Hertzens vnd der Zunge. ||| DAs Hertz vnd Zung / ist wie vermaͤ hlt / |
Die zeugen Kinder vngezaͤ hlt; | Wenn beyde sie nicht eines sind / | Wird jedes Wort ein
Huren-Kind.
Simon Dach 6

La danza nupcial

Danza, tú que a nuestros pies


con leyes riges, presión
de manos amas, merced
de charlas, chanzas y amor,
sentidos, ojos y oídos,
se nos hacen un torrente
conjurado, por decirlo
así, en que tu campo extiendes.
Como el árbol vernal
grávido, porque está en flor,
como paloma al brillar,
como huestes en acción:
así es como te muestras,
danza, cuando te agitas,
y adonde están las doncellas
a los compañeros guías.
Ea, intenta complacer
a esta noble pareja,
que se quiere establecer
cuando el viejo año nos deja,
haz que sus asuntos todos
marchen tal como al danzar,
haz que risas y que amor
los rodeen sin cesar.
Concertad luego zampoñas
y concertad las trompetas,
y deja que en tus rondas
todo, todo acaezca,

Der Brauttanz. ||| Tanz, der du Gesetze | Unsern Fuͤ ßen giebst, | Handdruck,
Huldgeschwaͤ tze, | Scherz und Liebe liebst, | Sinnen, Augen, Ohren | Werden uns zu
Hauf | Gleichsam wie beschworen, | Zeucht dein Lager auf. || Wie die Baͤ um’ im Lenzen
| Von der Bluͤ te schwer, | Wie die Tauben glaͤ nzen, | Wie ein Kriegesheer: | So bist du zu
schauen, | Tanz, wenn du dich ruͤ hrst, | Und an die Jungfrauen | Die Gesellen fuͤ hrst. ||
Auf, such zu begnuͤ gen | dieses edle Paar, |Das sich jetzt will fuͤ gen | Um das neue Jahr, |
Schaff, daß ihre Sachen | Wie im Tanze gehn, | Laß nur Lieb’ und Lachen | Allzeit um
sie stehn. || Hierauf stimmt Schalmeyen | Und Trompeten an, | Laß an deinen Reihen |
Gehen was nur kann, |
80 simon dach

vive para nuestro gozo,


si hemos visto que mantiene
con mundo, tiempo y con todos,
las rondas suyas la muerte.

Leb’ uns zu gefallen, | Angesehn die Welt, | Zeit und Tod, samt allen, | Seinen Reihen
haͤ lt.
Daniel Cz epko von Reigersfel d 7

[de Escritos espirituales]


Bueno: consultar sabiduría de Natura;
mejor: inquirir la beatitud en la Escritura;
óptimo: de Escritura y Natura el parangón
trazar cual firmes signos de la verdad de Dios.

[de Sexcenta Monodisticha Sapientium - Libro primero]


En el comienzo
El alma, un rayo de Dios, acude al mundo,
si quieres ver a Aquél, deja con ella el segundo.

El amor no puede más que amar


Nada importa, si el hombre no lo acepta:
Dios lo ama, como él es, sin medida, tiempo o meta.

[de Sexcenta Monodisticha Sapientium - Libro tercero]


Tres en uno, uno en tres
Reposa el fuego, el ascua mueve, la llama arde,
dichoso el que a los tres en la esencia de uno sabe.

[de Sexcenta Monodisticha Sapientium - Libro quinto]


95. ICH (YO)
J. Dios, C. Cristo. H. es el Espíritu Santo:
hombre, si dices: YO: ve, a dónde te indica en tanto.

[aus Geistliche Schriften]


Gut: der Weisheit in der Natur nachschlagen; | Besser: Seligkeit in der Schrift erfragen;
|An dem besten: Natur und Schrift vergleichen | Als der goͤ ttlichen Wahrheit feste Zeichen.
[aus Sexcenta Monodisticha Sapientium – Erstes Buch]
Im Ausbruch ||| Die Seel, ein Strahl von Gott, geht in die Welt dahin, | Willst du Gott
schaun, mußt du mit ihr zuruͤ cke ziehn.
Liebe kann nichts als lieben ||| Es liegt nichts dran, ob es der Mensch nicht merken will, |
Gott liebt ihn, wie er ist, ohn Maß und Zeit und Ziel.
[aus Sexcenta Monodisticha Sapientium – Drittes Buch]
Drei in einem, ein in dreien ||| Das Feuer ruht, die Glut bewegt, die Flamme brennt, |
Wohl dem, der alle drei im Wesen eines kennt.
[aus Sexcenta Monodisticha Sapientium – Fuͤ nfftes Buch]
95. ICH. ||| J. Gott. C. Christus. H. Das ist der Heilge Geist: | Mensch, wann du
sprichest: ICH: Schau, wo es dich hin weist.
Anónimo 8

La Rosa

La rosa está en flor, soy la piadosa abeja,


y aunque a los castos pétalos toco la piel,
de donde libar puedo rocío y miel,
la vida y el verde su brillo no deja,
por eso estoy de buen humor,
pues mi rosa está en flor.
La rosa está en flor, Dios haga que el fulgor demore,
lenta para hacer del verano la marcha
y que penurias no surjan ni la escarcha,
mi suerte así será la que esta rosa colore,
y de mi gozo dulce el son:
ay, mi rosa está en flor.
La rosa está en flor y ríe ante otras rosas
con atavío tal y corazón tan sensible,
que mi mente aun juzga reprensible
hacer en el jardín a otras flores mimosas,
pues lo visto está alrededor
en esta rosa en flor.

Die Rose. ||| Die Rose bluͤ ht, ich bin die fromme Biene, | Und ruͤ hre zwar die keuschen
Blaͤ tter an, | Daher ich Thau und Honig schoͤ pfen kann, | Doch lebt ihr Glanz und bleibet
immer gruͤ ne, | Und also bin ich wohlgemuͤ t, |Weil meine Rose bluͤ ht. || Die Rose bluͤ ht,
Gott laß den Schein verziehen, | Damit die Zeit des Sommers langsam geht, | Und
weder Frost noch andre Noth entsteht, | So wird mein Gluͤ ck in dieser Rose bluͤ hen, | So
klingt mein suͤ ßes Freuden-Lied: | Ach, meine Rose bluͤ ht.|| Die Rose bluͤ ht und lacht vor
andern Rosen | Mit solcher Zier und Herzempfindlichkeit, | Daß auch mein Sinn sich
zu der Pflicht erbeut, | Mit keiner Blum im Garten liebzukosen, | Weil alles, was man
sonsten sieht, | In dieser Rose bluͤ ht.
Paul Fl eming 9

Cómo él quisiera recibir el beso

En la boca o en ningún lugar,


y el corazón lo ha de abismar.
No en forma libre ni forzosa,
ni aun con lengua perezosa.
Ni en poquedad, ni en demasía,
porque ambas se hacen niñería.
Que no sea quedo ni sonoro,
la mesura es regla de oro.
No muy próximo, no distante;
uno es penoso, otro agobiante,
no muy seco, no muy mojado,
como a Adonis Venus le ha dado.
No blando ni con rigidez,
ora después, ora a la vez.
Sin demorar ni apresurar,
con diferencia del lugar.
Entre exhalado y mordido,
el labio medio sumergido.
Diferencie oportunidad,
más que con gente, en soledad.
Bese ahora uno cualquiera,
como sepa, haya, pueda y quiera!
La amada y yo sólo sabemos,
cómo mejor besar debemos.

Wie er wolle gekuͤ sset sein. ||| Nirgends hin / als auff den Mund / | Da sinckts in deß
Hertzen grund. | Nicht zu frey / nicht zu gezwungen / | Nicht mit gar zu fauler Zungen.
|| Nicht zu wenig nicht zu viel. || Beydes wird sonst Kinder-Spiel. | Nicht zu laut / und
nicht zu leise / | Bei der Maß’ ist rechte weise. || Nicht zu nahe / nicht zu weit. | Dies
macht Kummer / jenes Leid. | Nicht zu trucken / nicht zu feuchte / | Wie Adonis Venus
reichte. || Nicht zu harte / nicht zu weich. | Bald zugleich / bald nicht zugleich. | Nicht
zu langsam / nicht zu schnelle. | Nicht ohn Unterscheid der Stelle. | Halb gebissen / halb
gehaucht. | Halb die Lippen eingetaucht. | Nicht ohn Unterscheid der Zeiten. | Mehr
alleine / denn bey Leuten. || Kuͤ sse nun ein Iedermann | wie er weiß / will / soll und kan.
| Ich nur / und die Liebste wissen / | wie wir uns recht sollen kuͤ ssen.
84 paul fleming

Pensamientos sobre el tiempo

En el tiempo vivís y no sabéis de tiempo,


de qué sois y en qué estáis no tenéis conocimiento.
Sabéis, hombres, que habéis en un tiempo nacido
y que os habréis también en un tiempo perdido.
¿Qué fue, empero, el tiempo que en sí os llevara
y qué será aquél que os transforma en nada?
El tiempo es algo y nada. El hombre de igual modo.
Mas que algo sea algo y nada, lo dudan todos.
El tiempo muere en sí y se engendra aun de sí.
Proviene de mí y ti, lo que te hace a ti y a mí.
El hombre está en el tiempo; el tiempo en él por igual.
Mas ha el hombre, quedando el tiempo, de cesar.
El tiempo es lo que sois y sois lo que es el tiempo,
sólo que, de lo que él es, sois aun menos.
Ay, si el tiempo que no tiene tiempo llegara
y de este tiempo a sus tiempos nos llevara.
¡Y de nosotros mismos, para igual poder ser
ahora al de aquel tiempo sin tiempo de perecer!

A la muerte de un niño

¡Duerme bien, niño amado!


Si héroes audaces mueren,
pueblos enteros perecen,
y el tiempo es viento esfumado:

Gedancken / uͤ ber der Zeit. ||| IHR lebet in der Zeit / und kennt doch keine Zeit / | So
wisst Ihr Menschen nicht von / und in was Ihr seyd. | Diß wisst Ihr / daß ihr seyd in einer
Zeit gebohren. | Und daß ihr werdet auch in einer Zeit verlohren. | Was aber war die Zeit
/ die euch in sich gebracht, | Und was wird diese seyn / die euch zu nichts mehr macht?
| Die Zeit ist was / und nichts. Der Mensch in gleichem Falle. | Doch was dasselbe was /
und nichts sey / zweifeln alle. | Die Zeit die stirbt in sich / und zeucht sich auch aus sich.
| Diß koͤ mmt aus mir und dir / von dem du bist und ich. | Der Mensch ist in der Zeit; sie
ist in ihm ingleichen. | Doch aber muß der Mensch / wenn sie noch bleibet / weichen. |
Die Zeit ist / was ihr seyd / und ihr seyd / was die Zeit / | Nur daß ihr Wenger noch / als
was die Zeit ist / seyd. | Ach daß doch jene Zeit / die ohne Zeit ist kaͤ hme / | Und uns
aus dieser Zeit in ihre Zeiten naͤ hme. | Und aus uns selbsten uns / daß wir gleich koͤ ndten
seyn / | Wie der itzt / jener Zeit / die keine Zeit geht ein!
Auf den Tod eines Kindes. ||| Schlafe wohl, geliebtes Kind! | So viel tapfrer Helden
sterben, | Ganze Voͤ lker gar verderben, | Und die Zeit verstiebt wie Wind. |
paul fleming 85

¿ha el hombre de subsistir?


¿no ha todo de sucumbir?
Duerme bien, nuestro es el mal;
somos lo que fuimos siempre:
de años viejos, de reciente
ciencia, y necios sin cesar;
ciegos de ojos, boca mudos,
cual niños llegando al mundo.

Epitafio del señor Paul Fleming, dr. en med.,


tal cual él mismo lo escribiera para sí en Hamburgo,
el día 28 de marzo de 1640 en su lecho de muerte,
tres días antes de expirar en la gracia de Dios.

Fui en arte y dignidad rico, insigne y en caudal,


del hado hijo dilecto, de padres de blasón,
libre, dueño de mí, fui mi sustento, mi son
voló muy lejos, nadie en mi tierra cantó igual,
por viajes adulado, y sin temer fatiga,
sin cuita, alerta, joven. Oirán hablar de mí,
hasta que el ascua última abrase todo aquí.
Germanas Gracias, todo esto, a agradecer me obliga.
Perdonadme, si soy digno, Dios, padre, amigo,
amada. Os digo buenas noches, de buen grado
me retiro. Hasta negra tumba todo he acabado.
Lo que la muerte ha franco, dispense a su enemigo.
¿Por qué me cuita ver el ánima rendida?
En mí no hay nada menos, que viva, que mi vida.

Wie soll denn ein Mensch bestehn; | Muß dies Ganze doch vergehn? || Schlafe wohl, wie
Armen, wir | Bleiben, was wir immer waren: | Jung von Weisheit, alt von Jahren, | Unverstaͤ ndig
fuͤ r und fuͤ r; | Stumm an Mund, an Augen blind, | Kinder, wie wir kommen sind.
Herrn Pauli Flemingi der Med. Doct. Grabschrift / | so er ihm selbst gemacht in Hamburg / | den
xxiix. Tag deß Mertzens m. dc. xl. auff seinem Todbette | drey Tage vor seinem seel: Absterben. |||
ICh war an Kunst / und Gut / und Stande groß und reich. | Des Gluͤ ckes lieber Sohn.
Von Eltern guter Ehren. | Frey; Meine. Kunte mich aus meinen Mitteln nehren. | Mein
Schall floh uͤ berweit. Kein Landsmann sang mir gleich. || Von reisen hochgepreist; fuͤ r
keiner Muͤ he bleich. | Jung / wachsam / unbesorgt. Man wird mich nennen hoͤ ren. | Biß
daß die letzte Glut diß alles wird verstoͤ ren. | Diß / Deuͤ tsche Klarien / diß gantze danck’
ich Euch. || Verzeiht mir / bin ichs werth / Gott / Vater / Liebste / Freunde. | Ich sag’
euch gute Nacht / und trette willig ab. | Sonst alles ist gethan / biß an das schwarze Grab.
|| Was frey dem Tode steht / das thu er seinem Feinde. | Was bin ich viel besorgt / den
Othem auffzugeben? | An mir ist minder nichts / das lebet / als mein Leben.
Andreas Gryphi us 10

Mediodía

¡Ea, amigos, aprisa hacia la mesa:


del mundo que en labor y ardor moría
su senda por partir y nuestro día,
el sol el centro del cielo atraviesa!
Flecha ígnea infama asaz el esplendor
en flor, y el campo es del rocío, estuoso,
como de tienda el segador deseoso;
ni un ave clama por cordel de amor.
Reina ahora la luz; negra sombra huye
a una caverna en la que se recluye,
la afrenta y el pavor son su gobierno.
Al fulgor puedes del día escapar,
mas no a la luz, que, do quieras parar,
te juzga y ve y surca fosa y averno.

A las estrellas

Luces, que no contemplo en la tierra con hartura,


antorchas, que de negras nubes la noche aisláis,
cual diamantes ardéis sin cesar y jugáis,
flores, que adornáis del vasto cielo la llanura,
custodias, que al querer el mundo Dios erigir,
Sabiduría, el Verbo, con justo nombre os nombra,

Mittag. ||| AUff Freunde! last uns zu der Taffel eylen / | In dem die Sonn ins Himmels
Mittel haͤ lt | Vnd der von Hitz und Arbeit matten Welt | Sucht ihren Weg / und unsern
Tag zu theilen. || Der Blumen Zir wird von den flammen Pfeylen | Zu hart versehrt / das
ausgedoͤ rrte Feld | Wuͤ ndscht nach dem Tau’ / der Schnitter nach dem Zelt; | Kein Vogel
klagt von seinen Libes Seilen. || Itzt herrscht das Licht. Der schwarze Schatten fleucht
| In eine Hoͤ l / in welche sich verkreucht / | Den Schand und Furcht sich zu verbergen
zwinget. || Man kan dem Glantz des Tages ja entgehn! | Doch nicht dem Licht / das / wo
wir immer stehn / | Vns siht und richt / und Hell’ und Grufft durchdringet.
An die Sternen. ||| IHr Lichter / die ich nicht auff Erden satt kan schauen / | Ihr Fackeln
/ die ihr Nacht und schwartze Wolcken trennt | Als Diamante spilt / und ohn Auffhoͤ ren
brennt; | Ihr Blumen, die ihr schmuͤ ckt des grossen Himmels Auen: || Ihr Waͤ chter / die als
Gott die Welt auff-wolte-bauen; | Sein Wort die Weisheit selbst mit rechten Namen nennt |
87

que sólo Dios conoce, Dios puede medir,


(¡qué osamos nosotros, mortales en la sombra!)
garantes de mi goce, ¿cuánta noche bella
he pasado, observándoos, yo, en vela?
Heraldos de este tiempo, cuándo ha de acaecer,
que yo, el que de vosotras no se olvida aquí,
cuyo amor prende espíritus, corazón en mí,
de otros cuidados libre, debajo os pueda ver?

Memoria de una peligrosa tempestad sufrida en el mar

¡Qué encrespado pesar, Dios! ¡Cuán negro espuma el mar


y lanza verde sal! ¡Cómo la ira rompe en la ola
por aire y bruma! ¡Cuán cruel nos ladra y tremola
furia la tempestad! Dolor la roca al chirriar.
Surcamos la noche y vamos de lo alto a dar
a fracción abisal. Cada ráfaga cabriola
sobre el mástil rajado; los costados viola
la aguda roca, endebles. ¡Cielos, he de expirar!
La rota botavara hunde la crujía;
vuela la vela; solo, el capitán no podría
dominar contramaestre, jarcias ni timón.
Sin día, noche, brújula, estrella, catalejo:
muerto antes de la muerte. ¡Señor! por ti es que dejo,
vivo y salvo, oír de alabanza una canción.

Die Gott allein recht mißt / die Gott allein recht kennt | (Wir blinden Sterblichen! was
wollen wir uns trauen!) || Ihr Buͤ rgen meiner Lust / wie manche schoͤ ne Nacht | Hab
ich / in dem ich euch betrachtete / gewacht? | Herolden dieser Zeit / wenn wird es doch
geschehen / || Daß ich / der eurer nicht allhir vergessen kann / | Euch / derer Libe mir
steckt Hertz und Geister an | Von andern Sorgen frey werd unter mir besehen?
Andenken eines auf der See ausgestandenen gefaͤ hrlichen Sturms. ||| O Gott! was rauhe
Noth / Wie schaumt die schwartze See | Und spruͤ tzt ihr gruͤ nes Saltz / Wie reist der
Zorn die Wellen | Durch Nebel volle Lufft wie heult das wuͤ ste Bellen | Der tollen Stuͤ rm
uns an. Die Klippe kracht von Weh / || Wir fliegen durch die Nacht und stuͤ rtzen von der
Hoͤ h | In den getrennten Grund die offten Stoͤ ße faͤ llen | Den halb-zuknickten Mast / die
schwache Seiten prellen | Auff die gespitzte Klipp O Himmel ich vergeh! || Der dicke
Querbaum bricht und schlaͤ gt den Umgang ein. | Das Seegel flattert fort / der Schiffer
steht allein | Und kan noch Boß-Mann mehr / noch Seil / noch Ruder zwingen / || Wir
missen Glaß / Compaß / und Tag / und Stern / und Nacht / | Todt war ich vor dem Todt.
Doch Herr du hasts gemacht | Daß ich dir lebend und errettet lob kan singen.
88 andreas gryphius

Lágrimas de la patria
Anno 1636

¡Estamos por entero, y aún más que aniquilados!


Las huestes arrogantes, el clarín rabioso,
el cañón tonante, de sangre el sable untuoso,
acopio, afán, sudor han de todos agotado!
Nuestras torres en llamas, volteada la iglesia.
El Cabildo en ruinas, los héroes están batidos,
mancilladas las vírgenes, y alcanza el sentido
sólo el fuego y la peste, donde la muerte arrecia.
Por foso y cïudad siempre sangre fresca fluye.
Tres veces ya seis años el agua ha que huye
en los torrentes, lenta, de cadáveres ahíta.
Y callo que la muerte aquello aún más feroz,
que la peste y la hambruna y las llamas más atroz:
que a tantos el tesoro del alma se les quita.

Consideración del tiempo

No son míos los años que el tiempo me ha quitado;


no son míos los años que vengan a mi lado;
el instante es mío, y si lo considero,
mío es el que hizo año y eternidad primero.

Thraͤ nen des Vaterlandes / Anno 1636 ||| WIr sind doch nunmehr gantz / ja mehr denn
gantz verheeret! | Der frechen Voͤ lcker Schaar / die rasende Posaun | Das vom Blutt fette
Schwerdt / die donnernde Carthaun / | Hat aller Schweiß / und Fleiß / und Vorrath
auffgezehret. || Die Tuͤ rme stehn in Glutt / die Kirch ist umgekehret. | Das Rathauß ligt
im Grauß / die Starcken sind zerhaun / | Die Jungfern sind geschaͤ nd’t / und wo wir hin
nur schaun | Ist Feuer / Pest / und Tod / der Hertz und Geist durchfaͤ hret. || Hir durch
die Schantz und Stadt / rinnt allzeit frisches Blutt. | Dreymal sind schon sechs Jahr / als
unser Stroͤ me Flutt / | Von Leichen fast verstopfft / sich langsam fort gedrungen || Doch
schweig ich noch von dem / was aͤ rger als der Tod / | Was grimmer denn die Pest / und
Glutt und Hungersnoth / | Das auch der Seelen Schatz / so vilen abgezwungen.
Betrachtung der Zeit. ||| Mein sind die Jahre nicht die mir die Zeit genommen / | Mein
sind die Jahre nicht / die etwa moͤ chten kommen | Der Augenblick ist mein / und nehm’
ich den in acht | So ist der mein / der Jahr und Ewigkeit gemacht.
andreas gryphius 89

Sobre la noche de mi nacimiento.


II. Octob. hora. XII. p.m.

La tierra estaba envuelta en tinieblas y en la noche,


cuando me acogió el mundo; de luces el derroche,
de estrellas la áurea pompa ceñía la pradera
celestial: ¿por qué? –Sólo por que yo el cielo viera.

Es todo vanidad

Vanidad en la tierra, donde eches la mirada.


Lo que hoy éste construye, mañana aquél vulnera:
donde ahora una ciudad, habrá luego una pradera,
en que un niño-pastor jugará con su majada.
La pompa ahora en flor, será pronto pisoteada;
lo que hoy late y porfía, hueso y ceniza entonces:
nada eterno existe, ni el mármol ni los bronces;
por dicha que hoy sonríe, habrá pena demasiada.
De proezas la fama pasará como sueño.
¿Y ha de quedar, juego del tiempo, el hombre cenceño?
¡Ay!, qué es todo lo que tenemos por valioso,
más que nulidad mala, que sombra, polvo y viento;
más que flor de pradera, y de ella un solo encuentro.
¡Y no hay, de contemplar lo eterno, hombre deseoso!

Uber die Nacht meiner Geburt. | II. Octob. hora. XII. p.m. ||| Die Erden lag verhuͤ lt mit
Finsternuͤ ß und Nacht / | Als mich die Welt empfing / der Hellen Lichter Pracht / | Der
Sternen goldne Zier umbgab des Himmels Awen | Warumb? Umb daß ich nur soll nach
dem Himmel schawen.
Es ist alles Eitel. ||| DV sihst / wohin du sihst nur Eitelkeit auff Erden. | Was diser
heute baut / reist jener morgen ein: | Wo itzund Staͤ dte stehn / wird eine Wisen seyn /
| Auff der ein Schaͤ fers-Kind wird spilen mit den Herden: || Was itzund praͤ chtig bluͤ ht
/ sol bald zutretten werden. | Was itzt so pocht und trotzt ist Morgen Asch und Bein /
|Nichts ist / das ewig sey / kein Ertz / kein Marmorstein. | Itzt lacht das Gluͤ ck uns an /
bald donnern die Beschwerden. || Der hohen Thaten Ruhm muß wie ein Traum vergehn.
| Soll denn das Spil der Zeit / der leichte Mensch bestehn? | Ach! was ist alles diß / was
wir vor koͤ stlich achten / || Als schlechte Nichtigkeit / als Schatten / Staub und Wind;
| Als eine Wisen-Blum / die man nicht wider find’t. | Noch wil was Ewig ist kein einig
Mensch betrachten!
Pensamientos / sobre
el camposanto y morada de los difuntos

1.
¿Dónde es que me encuentro? ¿Es éste el campo
en el que florece, alta, la humildad?
Para aquél que no cesa en sus trabajos,
¿ha llamado al alivio aquí la paz?
¿para aquél que de ardientes días dura carga
y helada en noches gélida sufriera?
¿y en medio de ayes y de quejas,
fatiga, cuita, angustia soportara?

4.
¡Oh escuela, en la que el arte sumo
se nos expone a los mortales!
¡En la que hojas no, llenas de humo,
ni de delirios libro se nos abre!
¡Mi tiempo he, cuán mal,
en pura vanidad dilapidado!
Quien haya aquí sus horas aplicado,
la senda aprende de la eternidad.

7.
¡Oh escuela, deseoso estoy aquí
el saber verdadero de indagar!
¡Sondéame, y habrás en mí
vivaz ojo y oído de hallar!
Lo que Sócrates me ha enseñado
no es consistente: el Estagirita

Gedancken / Vber | den Kirchhoff und Ruhestaͤ dte der Verstorbenen |||
1. | Wo find ich mich? ist diß das Feld | In dem die hohe Demuth bluͤ het? | Hat Ruh’
Erquickung hir bestellt | Dem / der sich fuͤ r und fuͤ r bemuͤ het? | Der heisser Tage strenge
Last | Vnd kalter Naͤ chte Frost ertragen | Vnd mitten unter Ach vnd Klagen | Sorg /
Angst und Muͤ h auff sich gefast?
4. | O Schul’ / in der die hoͤ chste Kunst | Vns Sterblichen wird vorgetragen! | In der nicht
Blaͤ tter voll von Dunst / | Kein Buch voll Wahn wird auffgeschlagen! | Wie uͤ bel hab
ich meine Zeit | In lauter Eitelkeit verschwendet! | Wer seine Stunden hir anwendet / |
Erlernt den Weg der Ewigkeit.
7. | O Schul! ich Komme voll Begier / | Die wahre Weißheit zu ergruͤ nden! | Durchforsche
mich / du wirst bey mir | Ein munter Ohr und Auge finden! | Was mich je Socrates
gelehrt / | Haͤ lt ja nicht Stich: der Stagirite |
andreas gryphius 91

del todo ahora caduca: el sabio escita*


en cátedra alguna es ya honrado.

9.
¿¡Qué siento!? ¿el suelo no se tambalea
donde estoy? ¿susurráis, oh tilos?
¿Qué? ¡Brusca abre sus fauces la tïerra,
y las raíces se han desprendido!
¿Oigo golpetear huesos descarnados?
¿Oigo un ronco y humano bramar?
¿Oigo de hervores el hueco zumbar?
¿Pesadas piedras, es que habéis rodado?

10.
¡Miro y me pasmo! ¡un hielo frío
pulmones, corazón, venas escarcha!
El sudor de ambas sienes ha corrido,
mi cuerpo en el lugar se clava.
El campo entero es una tumba:
los ataúdes todos destapados;
lo que polvo, ladrillo, cal, han ocultado,
el aire universal circunda.

12.
¡Tú en estaño estuviste hace un momento,
y tú en cobre encerrado!
Y tú no sin mucho esfuerzo
por puro plomo hermético cercado.
De nada grande y caro hubo ahorro,
cuando de éste (como aún recuerdo)
en oro y mármol fue el entierro;
¿Cómo desnudos pues os hallo a todos?

* Anacarsis (gr. Ἀνάχαρσις), filósofo escita del siglo VI a. C.; considerado uno de los Siete Sabios.
Vorfaͤ llt itzt gantz! der weise Scythe | Wird nun auff keinem Stull geehrt.
9. | Wie wird mir! wackelt nicht der Grund / | Auff dem ich steh’! rauscht ihr / O Linden?
| Wie! reist die Erd auff ihren Schlund! | Vnd laͤ st die Wurtzeln sich entbinden. | Hoͤ r ich
das rasseln duͤ rrer Bein? | Hoͤ r ich ein heischer menschlich Brausen? | Hoͤ r ich der Suden
holes Sausen? | Waltzt ihr euch ab ihr schweren Stein?
10. | Ich seh und starr! ein kaltes Eiß | Befroͤ stet Adern / Hertz vnd Lungen! | Von
beyden Schlaͤ ffen rinnet Schweiß / | Mein Leib wird auff den Platz gezwungen. | Das
gantze Feld ist eine Grufft | Vnd alle Saͤ rge stehn entdecket / | Was vor Staub / Ziegel /
Kalck verstecket | Vmbgibt die allgemeine Lufft.
12. | Du warest ja vorhin in Zihn / | Vnd du in Kupffer eingeschlossen! | Vnd du nicht
ohne viel bemuͤ hn | Mit lauter dichtem Bley umbgossen. | Man sparte nichts / was teur
und groß / | Als diser (wie mich noch gedencket) | In Gold und Marmor eingesencket; |
Wie find ich euch denn alle bloß?
92 andreas gryphius

15.
¡Los ataúdes se abren, Dios guarde!
Vêo los cuerpos moverse,
el resto de los miembros empieza a menearse
de las ha tiempo extintas huestes!
De repente me encuentro rodeado
por legión desarmada por la muerte:
¡Oh escena, que lágrimas ardientes
de los tïesos ojos me ha arrancado!

16.
¡Oh escena! por la que el mundo
y lo que el mundo tiene en alta estima me asquea!
¡Por la que se derrumba mi orgullo
y se hunden el valor y la demencia!
¿Son éstos los que nuestra tierra
han dominado, afrontado, batido, estimado?
¿Los que la daga y pica, la espada han afilado,
los que siempre con fuego y acero oprimieran?

18.
¿Son éstos los que echaran el pudor,
la decencia, el derecho profanado?
¿Los que del cielo lo que maldijo el furor,
de la claridad suya a la luz han llamado*?
Los que la infamia al vicio, la peste al veneno,
al sacrilegio crimen, venganza allegaran,
los que en el precipicio se abismaran,
éstos, a los que alcanza el rayo ahora y el trueno?

15. | Hilff Gott! die Saͤ rge springen auff ! | Ich schau die Coͤ rper sich bewegen / | Der
laͤ ngst erblasten Voͤ lcker Hauff / | Beginnt der Glider Rest zu regen! | Ich finde ploͤ tzlich
mich umbringt | Mit / durch den Tod / entwehrten Heeren / | O Schauspiel! das mir
heisse Zehren | Auß den erstarten Augen dringt!
16. | O Schauspil! ob dem mich die Welt | Vnd was die Welt hoch schaͤ tzt anstincket! |
Ob dem mein Hochmuth niederfaͤ llt | Vnd Muth vnd Wahnwitz gantz versincket! | Sind
dise die / die unser Land | Beherrscht / getrotzt / gepocht / geschaͤ tzet! | Die Dolch und
Spiß vnd Schwerdt gewetzet / | Die stets gedruckt mit Stahl und Brand?
18. | Sind dise die / die Scham und Zucht | Vnd das entweyhte Recht verjaget? | Die was
des Himmels Zorn verflucht | Aus seiner Hell ins Licht vertaget? | Die / Schand auff
Laster / Pest auff Gifft / | Auff Frevel / Rach und Mord gehaͤ uffet / | Die in den Abgrund
sich verteuffet / | Auff die itzt Blitz und Donner trifft?
andreas gryphius 93

22.
¡Ante mí, en general, nada encuentro
que no sea osamentas descarnadas del todo!
Cráneos sin cabello ni ornamento,
sin labios ni nariz los rostros
y testas sin orejas y sin piel;
sin mejillas y sin frente las caras;
las bocas se han deshecho en la nada,
pocos dientes aún por delante se hacen ver.

23.
Los huesos de la espalda y del cuello
están aún así o asâo reunidos,
libres de venas, músculos, pellejo;
las costillas, que afuera se han corrido,
no encierran ya más su seno:
en vez de sus tesoros hay vacío;
se han las entrañas consumido,
consumido el placer duplicado de los pechos.

24.
¿De qué sirve de omóplatos el par?
El fuste de los brazos no tiene fortaleza;
lo que del hombre propio podíase llamar,
la mano, de obras sumas la herramienta,
que mar y tierra y aire mueve
y toda osadía ha afrontado,
la ha el poder de la tumba destrozado:
la disgrega, y desvena, y la desprende.

22. | Ich finde meistens nichts vor mir / | Als gantz entfleischete Gerippe! | Hirnscheitel
sonder Haar und Zir / | Antlitzer sonder Naß’ und Lippe | Vnd Haupter sonder Haut und
Ohr / | Gesichter sonder Stirn und Wangen / | Die Lefftzen sind in nichts vergangen / |
Noch wenig Zaͤ hne ragen vor.
23. | Der Hals- und Ruͤ ckenbeiner Rey | Hangt ja noch so und so beysammen / Von
Adern / Fell und Mausen frey / Die Rippen so herausser stammen | Beschlissen nicht
mehr ihre Brust / | Die Ihrer Schaͤ tze gantz entleret / | Die Eingeweide sind verzehret /
| Verzehrt des Busens doppel Lust.
24. | Was nuͤ tzt der Schulter Blaͤ tter Paar? | Der Armen Rohr ist sonder Staͤ rcke! | Vnd
was des Menschen eigen war / | Die Hand / das Werckzeug hoͤ chster Wercke / | Das See
und Land und Lufft bewegt | Vnd aller Thurst sich unterwunden; | Ist durch des Grabes
Macht entbunden | Zerstuͤ ckt / entaͤ dert und zerlegt.
94 andreas gryphius

31.
Desgarra la inmundicia de las tripas la piel,
que de lado a lado las cresas han mordido;
¡Las tripas siento horror al ver
cómo en sangre, agua y pus se han diluido!
A la carne que no ha herido el tiempo
la ha, bajo un moho azul y viperino,
un enjambre insaciable carcomido
de gusanos sin cuento.

33.
¿¡Mas de qué sirve! una lujosa prenda
con aúrea labor de punto muy adornada?
¿Con qué objeto es que con pura seda
a los que se envía a la tumba se engalana?
¡Mirad, cómo la púrpura se decolora,
cómo el largo bordado vuestro pronto se pudre,
cuán rápido el suave velo se consume,
el empeño de cuántas manos se deteriora!

50.
¡Ay muertos! ¡Ay! ¡lo que yo aprendo aquí!
¡Lo que fui antes! ¡y en lo que el tiempo me convierte!
¡Lo eterno, sigue siendo para nos sin fin;
y que yo por el mundo me inquiete!
¡Vosotros, que yacéis, oh enseñadme a erguirme!
¡Para que cuando año y estaciones clausure,
cuando, despidïéndome, al mundo salude,
de la muerte a la vida pueda irme!

31. | Der Daͤ rmer Wust reist durch die Haut / | So von den Maden gantz durchbissen;
| Ich schau die Daͤ rmer (ach mir graut!) | In Eiter / Blutt und Wasser fliessen! | Das
Fleisch / daß nicht die Zeit verletzt | Wird unter Schlangen-blauen Schimmel | Von
unersaͤ tlichem Gewimmel | Vielfalter Wuͤ rmer abgefretzt.
33. | Was aber nutzt! ein praͤ chtig Kleid | Mit goͤ ldnem Zirath reich durchstricket? | Was
ists / daß man mit reiner Seid’ | Die in das Grab verweiste schmuͤ cket? | Schaut / wie die
Purpur sich entfaͤ rbt | Wie eur lang Stuͤ ckwerck bald vermoder / | Wie schnell der zarte
Flor verloder | Wie viler Haͤ nde Fleiß verderb!
50. | Ach Todten! Ach! was lern ich hie! | Was war ich vor! was werd’ ich werden! | Was
ewig; bleibt uns fuͤ r und fuͤ r! | Vnd ich bekuͤ mmer mich umb Erden! | O lehrt mich / der
ihr liget / stehn! | Daß / wenn ich Jahr und Zeiten schlisse / | Wenn ich die Welt zum
Abscheid gruͤ sse / | Ich moͤ g’ auß dem Tod’ ins Leben gehn.
Chr istian Hofmann von Hofmannswal dau 11

Descripción de la belleza perfecta

Un cabello que, osado, a Berenice porfía,


una boca que ostenta rosas, de perlas plena,
una lengua que a mil corazones envenena,
dos pechos, do el rubí alabastro tramaría.
Un cuello en mucho a nieve del cisne aventajado.
Dos mejillas, do pompa de Flora se agita,
una mirada que hombres bate, rayos concita,
dos brazos cuya fuerza al león ha ejecutado,
un corazón del cual no mana más que mi ruina,
una voz celestial que mi condena resuelve,
dos manos cuyo encono al destierro me encamina
y con dulce veneno el alma misma envuelve,
un adorno, parece, en Paraíso fabricado,
me ha de entendimiento y libertad privado.

Caducidad de la belleza

Con su mano la muerte pasará helada,


su palidez al cabo, Lesbia, por tus pechos,
será el suave coral pálidos labios deshechos,
del hombro arena fría la nieve hoy inflamada.

Beschreibung vollkommener schoͤ nheit. | EIn haar so kuͤ hnlich trotz der Berenice spricht
/ | Ein mund / der rosen fuͤ hrt und perlen in sich heget / | Ein zuͤ nglein / so ein gifft vor
tausend hertzen traͤ get / | Zwo bruͤ ste / wo rubin durch alabaster bricht / | Ein hals / der
schwanen-schnee weit weit zuruͤ cke sticht. | Zwei wangen / wo die pracht der Flora sich
beweget / | Ein blick / der blitze fuͤ hrt und maͤ nner niederleget / | Zwei armen / derer
krafft oft leuen hingericht / | Ein hertz, aus welchem nichts als mein verderben quillet /
| Ein Wort / so himmlisch ist / und mich verdammen kan / | Zwei haͤ nde / derer grimm
mich in den bann gethan | Und durch ein suͤ sses gifft die seele selbst umhuͤ llet / | Ein
zierrath / wie es scheint / im paradieß gemacht / | Hat mich um meinen witz und meine
freiheit bracht.
Vergaͤ nglichkeit der schoͤ nheit. ||| ES wird der bleiche tod mit seiner kalten hand | Dir
Lesbie mit der zeit umb deine bruͤ ste streichen / | Der liebliche corall der lippen wird
verbleichen; | Der schultern warmer schnee wird werden kalter sand / ||
96 christian hofmann von hofmannswaldau

De los ojos el dulce rayo y los vigores


de tu mano, que vencen a su par, vencerá
el tiempo, y el cabello, hoy áureo de fulgores,
será un cordel común, que la edad cortará.
El bien plantado pie, la postura agraciada
serán en parte polvo, en parte nulos, nada;
ya el numen de tu brillo no tendrá ofrendante.
Esto y aún más que esto ha al fin de sucumbir,
sólo tu corazón puede siempre subsistir,
pues la naturaleza lo ha hecho de diamante.

Elogio de la más amable de las mujeres

Estimadas doncellas, dulce, gracioso sol,


joya escogida sois, de calle y casa el dechado.
¿Quién puede ser tan pétreo, que no os gane amor?
¿Y a quién al hogar no habéis devuelto aherrojado?
¿Quién será el audaz que esté ante vuestros ojos,
cuando hayáis expuesto la hermosa mercancía?
¿Quién no os adorará, bellas, como a un dios, de hinojos,
puesto que sois la imagen que acuñó Venus misma?
Mas tan sólo tocar una parte es lo que ansío
de lo que os dio Natura con largueza sin par.
Del sentido a esas tierras llevarme ha el navío
donde el viento de amor bate y leche colma el mar.
Los pechos son mi meta, de mármol bella esfera,
donde Amor erigió un castillo de placer;

Der augen suͤ sser blitz / die kraͤ ffte deiner hand / | Fuͤ r welchen solches faͤ llt / die werden
zeitlich weichen / | Das haar / das itzund kan des goldes glanz erreichen / | Tilgt endlich
tag und jahr als ein gemeines band. || Der wohlgesetzte fuß / die lieblichen gebaͤ rden / |
Die werden theils zu staub / theils nichts und nichtig werden / | Dann opfert keiner mehr
der gottheit deiner pracht. || Diß und noch mehr als diß muß endlich untergehen / |
Dein hertze kan allein zu aller zeit bestehen / | Dieweil es die natur aus diamant gemacht.
Lob-rede an das liebwertheste frauen-zimmer ||| HOchwerthes jungfern-volck / ihr
holden anmuths-sonnen / | Ihr auserwehlter schmuck / der hauß und gassen ziert. |
Wer ist so steinern / der euch nicht hat lieb gewonnen? | Und welchen habt ihr nicht
mit fesseln heimgefuͤ hrt? | Wer ist so kuͤ hn / der darff fuͤ r eure augen treten / | Wenn ihr
die waaren habt der schoͤ nheit ausgelegt? | Wer will euch / liebste / nicht als einen Gott
anbeten / | Weil ihr das bildnis seyd / das Venus selbst gepraͤ gt. | Jedoch ich will nur bloß
ein theil von dem beruͤ hren / | Mit welchem die natur euch herrlich hat versehn. | Der
sinnen schiff soll mich in solche laͤ nder fuͤ hren / | Wo auff der see voll milch nur liebes-
winde wehn. | Die bruͤ ste sind mein zweck / die schoͤ nen marmel-ballen / | Auf welchen
Amor ihm ein lust-schloß hat gebaut; |
christian hofmann von hofmannswaldau 97

por el juego del hálito bajan y se elevan,


sol áureo, aroma de ámbar, las baña el rosicler.
Un paraíso son en que maduran manzanas,
el más dulce manjar por que todo Adán suspira,
dos rocas que el silbo del céfiro acollara.
Huerto de bellos frutos, que el deleite inspira.
No terrenal imagen que hay que venerar.
Un pulido altar ante el que el mundo se inclina.
De torrentosos ríos la fuente de cristal
cuya dulzura al néctar despoja de estima.
Cierto: son dos hermanas que duermen en un lecho,
y, no obstante, jamás una a la otra aprieta.
Dos cuartos, ya copiosa panoplia de amor hechos,
de la que Cypripor lanza áureas saetas.
Son un viscoso engrudo, que aprisiona el sentido;
un fuego, que entibia al más frío corazón;
un bezoar, que devuelve el alma a quien la ha perdido;
un tesoro ante el cual la riqueza es privación.
Para enamorados suculento maná;
fábrica de alabastro, que rubíes encumbra;
dulce almíbar de miel, que liba el alma apagada;
un cielo, en que la hueste de astros de amor relumbra.
Una espada afilada, que hondo nos vulnera.
Un rosal, que aun en invierno da sus rosas.
Un mar en que se ve el vigor de las sirenas,
de las cuales el canto llega al alma y la acosa.
Son un níveo castillo que en chispas resplandece,
cual blanda cera al más duro acero funde en nada.
Un rebosante estanque, en que nadan los peces

Die durch das athem-spiel sich heben und auch fallen / | Auf die der sonne gold wolriechend
ambra thaut. | Sie sind ein paradieß / in welchem aͤ pffel reiffen / | Nach derer suͤ ssen kost
iedweder Adam lechst / | Zwey felsen / um die stets des Zephirs winde pfeiffen. | Ein garten
schoͤ ner frucht / wo die vergnuͤ gung waͤ chst. | Ein uͤ ber-irrdisch bild / dem alle opffern muͤ ssen.
| Ein ausgeputzt altar / fuͤ r dem die welt sich beugt. | Ein crystallinen qvell / aus welchem
stroͤ me fluͤ ssen / | Davon die suͤ ßigkeit den nectar uͤ bersteigt. | Sie sind zwey schwestern / die
in einem bette schlaffen / | Davon die eine doch die andre keinmal druͤ ckt. | Zwey kammern
/ welche voll von blancken liebes-waffen / | Aus denen Cypripor die goͤ ldnen pfeile schickt.
| Sie sind ein zeher leim / woran die sinnen kleben; | Ein feuer / welches macht die kaͤ ltste
hertzen warm; | Ein bezoar / der auch entseelten giebt das leben; | Ein solcher schatz / fuͤ r
dem das reichthum selbst ist arm. | Ein kraͤ fftig himmel-brod / das die verliebten schmecken;
| Ein alabaster-hauß / so mit rubinen prahlt; | Ein suͤ sser honigseim / den matte seelen
lecken; | Ein himmel / wo das heer der liebes-sterne strahlt. | Ein scharff-geschliffen schwerd
/ das tieffe wunden hauet / | Ein rosen-strauch / der auch im winter rosen bringt. | Ein meer
/ worauff man der Syrenen kraͤ ffte schauet / | Von denen der gesang biß in die seele dringt.
| Sie sind ein schnee-gebuͤ rg / in welchem funcken glimmen / | Davon der haͤ rtste stahl wie
weiches wachs zerfleust. | Ein wasserreicher teich / darinnen fische schwimmen / |
98 christian hofmann von hofmannswaldau

con los cuales se sacia el hambre enamorada.


Placer de juventud, yesca de todo recreo,
guirnalda en que se ve la flor de la castidad.
Fundan milagro vano, el tedio hacen escueto,
porque florecen ascua y nïeve en su sitial.
Son el redondo féretro de Amor enterrado,
de abrir capaz ganzúa el corazón a fondo;
sólo el placer se quiere en el lugar asentado
de cuyas cuencas leche fluye y néctar no poco.
Toneles dos, colmados de un dulce julepe*,
dos reclamos, que al libre corazón caütivan,
dos soles, que aun ceñidos por un velo tan leve,
con su fulgor al ojo más claro encandilan.
De alba seda de cisne la veste son tïerna,
que la trama de cada hilo permite ver.
Dos colinas con cimas de tiza cubïertas;
pomitos, que jamás libran leche del placer.
Dos fuentes de que siempre mana sólo agua sana,
donde la aridez no agota los veneros.
Cazadores son dos de fïera bestia y mansa,
coto en el que ninguna presa está a cubierto.
Dos bolas de nïeve, de licuarse impedidas,
que las doncellas tiran al alma de los hombres.
Cuerdas y lazos dos de facultad no cautiva,
de los que nadie escapa, aunque prudencia le sobre.
De dos tiendas que exponen favor y gracia atenta,
puede ser la tendera sólo boca de grana.
Por dos cestos que dan sólo mazapán en venta,

* (Del ár. hisp. ğulláb, este del ár. ğul[l]āb, y este del persa gol āb, agua de rosas).1. m.
Poción de aguas destiladas, jarabes y otras materias medicinales. [R.A.E.]
Davon sich sattsam ein verliebter magen speist. | Sie sind der Jugend lust / und aller
kurtzweil zunder / | Ein krantz / in welchem man die keuschheits-blume sieht. | Sie kuͤ rtzen
lange zeit / und stifften eitel wunder / | Weil beydes glut und schnee auff ihrem throne
bluͤ ht. | Sie sind ein runder sarg / wo liebe liegt begraben / | Ein ditrich / welcher auch des
hertzens grund auffschleust / | Ein ort / in dem nur lust will sitz und wohnstadt haben / |
In dessen hoͤ len milch und nectar haͤ uffig fleust. | Zwey faͤ sser / welche sind mit julep-safft
erfuͤ llet / | Lockvoͤ gel / derer thon ein freyes hertze bindt; | Zwey sonnen / welche zwar mit
duͤ nnem flor umhuͤ llet / | Doch macht ihr heller blitz die klaͤ rsten augen blind. | Sie sind
ein zart gewand von schwanen-weisser seide / | Daran man sehen kan / wie ieder faden
steht / | Zwey huͤ gel / derer hoͤ h’ bedecket ist mit kreide / | Zwey flaͤ schgen / denen nie der
wollust milch entgeht. | Zwey bruͤ nne / da nur stets gesunde wasser quellen / | Und wo die
duͤ rre nicht der adern marck aussaugt. | Zwey jaͤ ger / welche zahm und wilde thiere faͤ llen /
| Wo keines wird verschont / was nur zu fangen taugt. | Zwey schnee-balln / welche doch
unmoͤ glich schmeltzen koͤ nnen / | Womit das jungfern-volck der maͤ nner seelen schmeist.
| Zwey aufgestelte garn / und schlingen freyer sinnen / | Aus denen gar kein mensch / wie
klug er ist / entreist. | Zwey kraͤ me / wo man huld und freundlichkeit ausleget / |
christian hofmann von hofmannswaldau 99

ansiando su dulzura, todos los labios claman.


Atalayas son dos, en cuyo ebúrneo esplendor
monta guardia empeñosa la flecha de Cupido.
Dos joyas, que adornan los cuerpos con fulgor,
cuando su gentileza red al hombre ha tendido.
Son un füelle, apto para encender un fuego
al que por medio alguno se da punto final.
Dos lechos, para bodas del rubí y el mármol luego,
donde leche de almendras lava en rosa el coral.
Son brújula marina, que a bogar induce
antes de haber entrado del deleite en el puerto.
Un trono puro, sobre el que argénteos lirios lucen
y para enamorados tan sólo está abierto.
Un precioso santuario, que besan castos labios,
si el corazón se humilla, genuflexo, delante.
Un mar, que vierte el goce y la gracia sin resabios;
una mina, que muestra en el fondo dos diamantes.
Mas nadie alaba el uso de cubrir las esferas,
donde el país se ubica del amor y el placer.
¡Ay beldades, creedme!: ocultas, si estuvieran,
se rendirían a ojos con el amor de ver.
Demuestra Orontes mismo que no sirve ocultar;
de los pechos tras suave tela lució el Faro.
Cuando las velas rasga aún cruda tempestad,
en puerto de amor descansa ahora a su amparo.
¡Dichoso aquél que así pueda vivir complacido!
¡A quien tan blanco escudo evite que nostalgia hiera!
¡Que con azúcar tal a su boca haga cumplidos,

Und wo ein rother mund nur kan der kauffmann seyn. | Zwey koͤ rb’ / in welchen man bloß
marcipan feil traͤ get / | Nach dessen suͤ ßigkeit die lippen lechsend schreyn. | Zwey thuͤ rme
/ derer pracht von elffenbein vollfuͤ hret / | Darauff Cupidens pfeil die wache fleißig haͤ lt.
| Zwey kleinod / derer glantz der Jungfern leiber zieret / | Wenn ihre freundligkeit den
maͤ nnern netze stellt. | Sie sind ein blasebalg / ein feuer auffzufachen / | Das durch kein
mittel nicht kan werden ausgeloͤ scht. | Zwey bette / wo rubin und marmel hochzeit machen
/ | Wo suͤ sse mandel-milch der rosen scharlach waͤ scht. | Sie sind ein see-compas / der
hurtig rudern heisset / | Eh man in hafen der vergnuͤ gung wird gebracht. | Ein reiner thron
/ auff dem der liljen silber gleisset / | Worauff verliebtes volck nur hat zu sitzen macht. | Ein
werthes heiligthum / das keusche lippen kuͤ ssen / | Fuͤ r dem sich hertz und knie in tieffster
demuth neigt. | Ein meer / aus dem sich lust und liebligkeit ergiessen / | Ein bergwerck
/ dessen grund zwey demant-steine zeigt. | Doch niemand lobt den brauch die kugeln zu
verdecken / | Darauff man sehen kan / wo lieb- und lust-land liegt. | Ach schoͤ nste! glaubet
mir / ihr moͤ get sie verstecken / | Ein liebes-auge hat dem allen obgesiegt | Orontes selbst
bezeugt / daß kein verbergen nutze / | Der bruͤ ste Pharos hat durch zart gewand geleucht. |
Er ruht im liebes port ietzt unter ihrem schutze / | Wenn uns ein rauher sturm noch um die
segel streicht. | Wol dem nun / der wie er kan so vergnuͤ get leben! | Den so ein weisser schild
fuͤ r wehmuths-wunden schuͤ tzt! | Der seinem munde kan dergleichen zucker geben / |
100 christian hofmann von hofmannswaldau

y esté con gozo tal en el jardín de azucenas!


Que en blancas praderas pueda cortar las flores;
que diamantes, rubíes extraiga de esa mina;
que le den dulces pomas vïandas y vigores;
que pueda coger rosas sin una sola espina.
De quien el hado así consïente y deleita,
puede un curvo pecho ser cojín y almohadón.
Quien en el seno va de la amada a rienda suelta,
a su Venus le instila un bálsamo de amor.

Der so vergnuͤ gt / wie er / im liljen-garten sitzt! | Der so die blumen mag auff weissen
wiesen brechen; | Der aus der bruͤ ste schacht rubin und demant graͤ bt. | Der rosen samlen
kan ohn einzig dornen-stechen; | Der von der speiß und kraͤ fft der suͤ ssen aͤ pffel lebt. |
Dem so das gluͤ cke bluͤ ht / den es so bruder nennet / | Dem eine runde brust kan pfuͤ hl
und polster seyn. | Der in der liebsten schooß mit vollem zuͤ gel rennet | Der seiner Venus
so floͤ ßt liebes-balsam ein.
Cherubisnischer Wandersmann

oder Geist-Reiche
Sinn- und Schluß-Reime
zur Goͤ ttlichen beschauligkeit anleitende

Ein Mensch der schauet Gott,


Ein Thier den Erdkloss an:
Auss diesem, was Er sey,
Ein jeder kennen kan.

ZUSCHRIFT
Der Ewigen Weißheit,
GOtte,
Dem Spiegel ohne makel,
den die Cherubin und alle Seelige Geister
mit ewiger verwunderung anschauen,
Dem Lichte welches alle Menschen erleuchtet
die in diese Welt kommen,
Dem unerschoͤ pfflichen Brunn und urspruͤ nglichen
Quelle aller Weißheit,
Schreibet zue und richtet wiederumb in Jhn hin,
Diese auß dessen grossem Meere genaͤ diglich
hergeronnene kleine Troͤ pfflein
Sein
fuͤ r unablaͤ ßlichem verlangen Jhn zuschauen
allzeit sterbender
Johannes Angelus.
Peregrino Querubínico

ó Rimas espirituales:
gnómicas y epigramáticas
que conducen a la divina contemplación

El hombre mira a Dios,


un trozo de tierra el animal:
por esto, lo que él es
puede saber cada cual.

DEDICATORIA
A la eterna Sabiduría,
a Dios,
al espejo sin mácula que los
querubines y todos los espíritus bienaventurados
contemplan con admiración eterna,
a la luz que ilumina a todos los hombres
que vienen a este mundo,
al manantial inagotable y a la fuente originaria
de toda sabiduría,
Le dedica y restituye
estas mínimas gotitas graciosamente
derramadas de Su vasto mar,
Su
de incesante deseo de contemplarlo
siempre agonizante
Johannes Angelus.
Prólogo de advertencia al lector

Benévolo lector, como las rimas siguientes contienen en sí muchas ex-


trañas paradojas o enunciados contradictorios, al igual que muy elevados
argumentos no conocidos por cualquiera sobre la deidad secreta, así como
sobre la unión con Dios o esencia divina, y también sobre la divina igual-
dad y deificación o divina transformación, y cosas por el estilo, a las que a
causa de su composición breve, fácilmente podría atribuírseles un sentido
condenable o una mala intención, es necesario advertirte de antemano.
[…]
Y tal cosa, la confirman también las palabras de San Agustín (p. 185
De tempore) cuando dice: «El Espíritu Santo ha caído en este día para
preparar el corazón de sus apóstoles como un aguacero de santificación,
no como un precipitado visitante, sino como un paráclito perpetuo y un
asistente eterno. Pues, como él (Mat. 28) había dicho de sí mismo a sus
apóstoles: ‹he aquí que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del
mundo›; así dice también del Espíritu Santo: ‹el Padre os dará el parácli-
to que esté con vosotros por la eternidad›, por eso ha estado en este día
con sus creyentes no sólo por la gracia de la justificación, sino aun por la
presencia de su majestad; y no sólo el aroma del bálsamo ha fluido ahora
en los vasos, sino la autonomía misma del óleo santo.»
Pero para comprender y explicar esto más propiamente y sin error,
he gustado siempre de las alegorías de las que se sirven los santos pa-
dres, de la unión del sol con el aire, del fuego con el hierro, del vino
con el agua y semejantes, para en alguna medida describir por ellas la
alta unión de Dios con el alma. Entre ellas, San Bernardo, en mitad del
libro «Cómo se debe amar a Dios», dice así: «Como una gota de agua
derramada en mucho vino parece desaparecer completamente, en tanto
toma en sí del vino el sabor y la tibieza; y como un hierro al rojo vivo
se torna enteramente igual al fuego, y se despoja de su antigua y propia
forma; y como el aire que la luz del sol ha penetrado se transforma de la
misma luz en claridad, de tal modo que parece no tanto estar iluminado,
como ser él mismo luz: así será necesario que en los santos, todo deseo
humano se funda de sí mismo de modo inefable, se vierta por comple-
to en la voluntad de Dios: pues, ¿cómo querría si no Dios ser todo en
todos, si quedara en el hombre aún algo del hombre?» Y en el capítulo
25 del Libro del Amor, después de haber precisamente citado estas ale-
gorías, agrega: «Así, es el espíritu del hombre, cuando está embelesado
por el amor divino, por entero amor. Por lo tanto, quien ama a Dios,
está muerto para sí mismo, y viviendo sólo para Dios, se hace en cierta
angelus silesius 105

medida (por así decirlo) co-esencial o co-autónomo para con el Amado


(consubstantiat se dilecto).»
[…]
Estas rimas, tal como al autor le ha sido dado componerlas sólo y
únicamente por la fuente de todo bien, la mayor parte en corto tiempo,
sin reflexión previa ni fatigosa meditación, de tal suerte que llegó a es-
cribir el primer libro en cuatro días, así deben quedar, y ser un estímulo
para que el lector busque por sí mismo al Dios oculto en él y su santa
sabiduría, y contemple su rostro con sus propios ojos. Donde la com-
prensión sin embargo, parezca ser dudosa o demasiado oscura, ha de
tener lugar una breve advertencia. Pero siga el lector meditando, y viva
en la contemplación de los milagros divinos con amor auténtico, para
gran gloria de Dios. A Él encomendado. Dado a la estampa en Silesia,
el día 7 de julio del año mil seiscientos cincuenta y seis.
Libro primero 1

5. No se sabe lo que se es.


No sé, lo que soy; no soy, lo que sé;
una cosa y no una cosa, punto y círculo a la vez.

6. Debes ser lo que Dios es.


Si he de hallar mi primer principio y mi último fin,
debo ahondarme en Dios, y a Dios en mí
y llegar a ser lo que Él: debo ser un fulgor
en el fulgor, un verbo en el verbo, (a)un Dios en Dios.
(a)
tauler, instit. espir. c. 39.

8. Dios no vive sin mí.


sé que sin mí, no puede dios un instante durar;
si soy aniquilado, por fuerza Él ha de expirar.

24. No debes ser nada, querer nada.


Hombre, si aún eres algo, si algo sabes, algo posees y amas:
no estás, créeme, libre de tu carga.

83. Cómo se puede gozar de Dios.


Dios es un Uno Único, quien quiere gozar de Él
debe incluirse, no menos que Él, en Él.

93. En sí, se oye la palabra.


Quien está en sí, oye la palabra de Dios,
aun sin tiempo y lugar (aunque tú digas que no).

Erstes Buch
5. Man weiß nicht was man ist. ||| Jch weiß nicht was ich bin / ich bin nicht was ich weiß:
| Ein Ding und nit ein Ding: Ein stuͤ pffchin und ein kreis.
6. Du must was GOtt ist seyn. ||| Sol ich mein letztes End / und ersten Anfang finden /
| So muß ich mich in GOtt / und Gott in mir ergruͤ nden. | Und werden das was Er: Jch
muß ein Schein im Schein / | Jch muß ein Wort im Wort/ (a)ein GOtt in GOtte seyn.
8. GOtt lebt nicht ohne mich. ||| Jch weiß daß ohne mich GOtt nicht ein Nun kan leben |
Werd’ ich zu nicht Er muß von Noth den Geist auffgeben.
24. Du must nichts seyn / nichts wollen. ||| Mensch / wo du noch was bist / was weist / was
liebst und hast; | So bistu / glaube mir / nicht ledig deiner Last.
83. Wie kan man GOttes genissen. ||| GOtt ist ein Einges Ein / wer seiner will geniessen /
| Muß sich nicht weniger als Er / in Jhn einschlissen.
93. Jn sich hoͤ rt man daß Wort. ||| Wer in sich selber sitzt / der hoͤ ret GOttes Wort / |
(Vernein es wie du wilt) auch ohne Zeit und Ort.
angelus silesius 107

102. La crisopeya espiritual.


El plomo se vuelve oro, caduca el azar,
cuando con dios por dios en dios me he de transmutar.

108. La rosa.
La rosa, que ve aquí tu ojo exterior,
florecido* ha así desde la eternidad en Dios.
* idealiter.

111. La deidad es una nada.


Es una Nada y Sobrenada la deidad tierna:
quien en todo no ve nada, –hombre créelo–, la contempla.

185. El lugar mismo está en ti.


No eres tú quien está en el lugar, el lugar está en ti:
si lo arrojas, ya está la eternidad aquí.

257. La trinidad en la naturaleza.


Que Dios es trino y uno, te lo muestra cada hïerba,
donde azufre, sal y mercurio, en uno se observan.

285. Lo cognoscente debe volverse lo conocido.


En Dios no se conoce nada: un Uno Único es Él.
Lo que en Él se conoce, uno mismo lo debe ser.

289. Sin porqué.


La rosa es sin porqué, florece porque florece,
no se cuida de sí misma, no pregunta si se la ve.

102. Die geistliche Goldmachung. ||| Dann wird das Bley zu Gold / dann faͤ llt der Zufall
hin / | Wann ich mit GOtt durch GOtt in GOtt verwandelt bin.
108. Die Rose | Die Rose / welche hier dein aͤ ußres Auge siht / ||| Die hat von Ewigkeit
in GOtt also gebluͤ ht. * | * idealiter.
111. Die GOttheit ist ein nichts. ||| Die zarte GOttheit ist ein nichts und uͤ bernichts: | Wer
nichts in allem sicht / Mensch glaube / dieser sichts.
185. Der Orth ist selbst in dir. ||| Nicht du bist in dem Ort / der Ort der ist in dir! |
Wirfstu jhn auß / so steht die Ewigkeit schon hier.
257. Die Dreyeinigkeit in der Natur. ||| Daß GOtt Dreyeinig ist / zeigt dir ein jedes Kraut
/ | Da Schwefel / Saltz / Mercur / in einem wird geschaut.
285. Das erkennende muß das erkandte werden. ||| In GOtt wird nichts erkandt: Er ist ein
Einig Ein. | Was man in Jhm erkennt / das muß man selber seyn.
289. Ohne warumb. ||| Die Ros’ ist ohn warumb / sie bluͤ het weil sie bluͤ het / | Sie achtt
nicht jhrer selbst / fragt nicht ob man sie sihet.
Libro segundo2

24. El centro.
Quien ha escogido el centro por morada,
ve lo que está en la periferia de una ojeada.

30. Contingencia y esencia.


Hombre, hazte esencial: pues cuando el mundo perece,
la contingencia cesa, la esencia permanece.

33. Quién es más viejo que Dios.


Quien en la eternidad, de un día vive más,
ése llega a ser tan viejo como Dios jamás.

46. Quien es Dios, ve a Dios.


Puesto que he de ver la verdadera luz, tal cual es,
debo yo mismo ser ella: si no, no puede acaecer.

48. A Dios se lo conoce en la criatura.


Dios se hace cognoscible y familiar, el oculto Dios,
mediante sus criaturas, que son su proyección.

55. Dios es, no vive.


Dios, propiamente, sólo es: Él no ama ni vive,
como de mí, de ti y las demás cosas se dice.

64. Un suspiro dice todo.


Cuando mi alma suspira*, ah y oh salen de la boca,
aquélla a sí su fin y su principio invoca.
*α&ω
Andertes Buch
24. Der Mittelpunct. ||| Wer sich den Mittelpunkt zum wohnhaus hat erkiest/ | Der siht
mit einem Blick was in dem Umschweif ist.
30. Zufall und Wesen. ||| Mensch werde wesentlich: denn wann die Welt vergeht / | So faͤ llt
der Zufall weg / das wesen das besteht.
33. Wer aͤ lter ist als GOtt. ||| Wer in der Ewigkeit mehr lebt als einen Tag / | Derselbe wird
so Alt / als GOtt nicht werden mag.
46. Wer GOtt ist / sieht GOtt. ||| Weil ich das wahre Licht / so wie es ist / soll sehn; | So
muß ichs selber seyn: sonst kan es nicht geschehn.
48. GOtt kennt man am Geschoͤ pffe. ||| GOtt der verborgne GOtt wird kundbar und
gemein / | Durch seine Creaturn / die sein entwerffung seyn.
55. GOtt ist / Er lebet nicht. ||| GOtt ist nur Eigendlich: er lebt und Liebet nicht / | Wie
man von mir und dir und andren Dingen spricht.
64. Ein seufftzer saget alles. ||| Wenn meine Seel erseuftzt /* und / Ach und O schreyt hin:
| So ruffet sie in sich jhr End und Anbegin. | * α & ω
angelus silesius 109

69. La navegación espiritual.


El marino es espíritu de Dios, el mundo es mi mar,
la nave es mi cuerpo, el alma la que vuelve al hogar.

70. La pureza.
La pureza perfecta no tiene figura, forma ni amor:
desnuda está de todo atributo, cual la esencia de Dios.

85. Tu cárcel eres tú mismo


No te retiene el mundo: el mundo eres tú mismo,
que en ti tan prisionero te tiene contigo.

91. La paciencia.
Paciencia es más que el oro: puede aun vencer a Dios,
traer todo lo que Él tiene y es a mi corazón.

101. El ensombrecimiento místico.


Grávido he de quedar de Dios; su espíritu cernido sobre mí,
y en mi alma a Dios en verdad hacer vivir.

110. La transfiguración.
Se erguirá ante Dios como un carbunclo mi cuerpo,
cuando su tosquedad perezca en el fuego.

143. En Dios todo es Dios.


En Dios todo es Dios: un único gusanillo
en Dios, que mil dïoses es lo mismo.

145. La esencia de Dios.


¿Qué es la esencia de Dios? ¿A mi estrechez vas a a interrogar?
Pues sabe, que es una sobreesencialidad.

69. Die Geistliche Schiffart. ||| Die Welt ist meine See / der Schifmann GOttes Geist / |
Das Schif mein Leib / die Seel ists die nach Hause reist.
70. Die Lauterkeit. ||| Vollkomne Lauterkeit ist Bild-Form-Lliebe-los: | Steht aller
Eigenschaft / wie GOttes wesen bloß.
85. Dein Kaͤ rker bistu selbst. ||| Die Welt die haͤ lt dich nicht / du selber bist die Welt / |
Die dich in dir mit dir so stark gefangen haͤ lt.
91. Die Geduld. ||| Geduld ist uͤ ber Gold: sie kan auch GOtt bezwingen / | Und was Er
hat und ist gantz in mein Hertze bringen.
101. Die geheime Uberschattung. ||| Jch muß GOtts Schwanger seyn: sein Geist muß ob
mir schweben | Und GOtt in meiner Seel wahrhafftig machen leben.
110. Die Verklaͤ rung. ||| Mein Leib der wird fuͤ r GOtt wie ein Carfunkel stehn / | Wenn
seine grobheit wird im Feuer untergehn.
143. Jn GOtt ist alles GOtt. ||| Jn GOtt ist alles Gott: ein eintzigs Wuͤ rmelein / | Das ist
in GOtt so viel als tausend GOtte seyn.
145. Das wesen GOttes. ||| Was ist das wesen Gotts? Fragstu mein aͤ ngigkeit? | Doch wisse
/ daß es ist ein’ uͤ berwesenheit.
110 angelus silesius

146. Dios es tinieblas y luz.


Dios es puro fulgor y también nada oscura,
que con la propia luz no contempla crïatura.

159. El espíritu es como la esencia.


Como un ser es mi espíritu: la esencia remeda
de la que al comienzo se arrancara y surgiera.

169. La Igualdad Contempla A Dios


Aquél para quien todo es como nada, y una nada como todo,
del Amado merece contemplar el rostro.

178. Todo está en el yo y tú (creador y criatura)


Nada es, más que Yo y Tú: y si no somos ambos,
Dios no es más Dios, y el cielo se vïene abajo.
Revisa el Desideroso, hacia el final.

179. Debe volverse algo único


¡Ay, sí! ¡Si yo en el Tú, y tú en el yo uno fuesen!
Podría el cielo ser cielo mil veces.

180. El hombre no es nada, Dios todo


Yo no soy yo ni tú: tú eres por cierto yo en mí:
por eso te honro, mi Dios, sólo a ti.

182. Para Dios todo es presente.


No hay antes ni después: lo que mañana de ocurrir hubiere,
desde la eternidad Dios ya lo ha visto esencialmente.

146. GOtt ist Fuͤ nsternuß und Licht. ||| GOtt ist ein lautrer Blitz / und auch ein Tunkles
nicht / | Das keine Creatur beschaut mit jhrem Licht.
159. Der Geist ist wie das wesen. ||| Mein Geist ist wie ein seyn: er ahnt dem wesen nach / |
Von dem er urgestand / und Anfangs aufgebrach.
169. Die Gleichheit schauet Gott. ||| Wem nichts wie alles ist / und alles wie ein nichts: | Der
wird gewuͤ rdiget deß Liebsten Angesichts.
178. Alls steht im Jch und Du / (Schoͤ pffer und Geschoͤ pffe). ||| Nichts ist als Jch und Du: und
wenn wir zwey nicht seyn / | So ist GOtt nicht mehr GOtt / und faͤ llt der Himmel ein. |
Besihe den Begihrer am Ende.
179. Es sol ein Einigs werden. ||| Ach ja! waͤ r Ich im Du / und Du im Ich ein Ein; | So
moͤ chte Tausendmahl der Himmel Himmel seyn.
180. Der Mensch ist nichts / GOtt alles. ||| Jch bin nicht Jch noch Du: Du bist wol Jch in mir:
| Drumb geb ich dir mein GOtt allein die Ehrgebuͤ hr.
182. GOtt ist alles gegenwaͤ rtig. ||| Es ist kein Vor noch Nach: was Morgen soll geschehn/ |
Hat GOtt von Ewigkeit schon wesentlich gesehn.
angelus silesius 111

187. No necesito telescopio


Amigo, si a lo lejos puedo ver por medios propios:
¿por qué tendría que hacerlo, sólo por tu telescopio?

188. La esencia no se mide.


No hay un fin ni tampoco un comienzo
–dondequiera me vuelva–, ni círculo ni centro.

198. Dios juega con la criatura.


Todo esto es un juego, la deidad se hace un regalo:
ella por mor de Sí la criatura ha ideado.

201. El hombre y el otro Dios.


Di, ¿entre yo y Dios la única desigualdad?
No es, en una palabra, más que la alteridad.

205. Diferencia lo malo de lo bueno.


Come manteca, come, hijo, y con ella (Dios) miel,
para aprender el mal a diferenciar del bien.

209. La verdadera vacuidad.


Vacuidad verdadera es como un noble tonel
que en sí tiene néctar: tiene, y no sabe qué.

231. El heliotropo
No te asombres, amigo, de que nada atraiga mi visión:
debo tornarme en todo momento hacia mi sol.

187. Jch darf kein Fern-Gesicht. ||| Freund / so ich fuͤ r mich selbst kan in die weite sehn: |
Was darf es dann erst durch dein fernGesicht geschehn?
188. Man mißt das wesen nicht. ||| Es ist kein Anfang nicht / es ist auch nicht ein Ende /
| Kein Mittelpunct noch kreiß / wie ich mich jmmer wende.
198. GOtt spielt mit dem Geschoͤ pffe. ||| Diß alles ist ein Spiel / das sich die GOttheit
macht: | Sie hat die Creatur umb Jhret willn erdacht.
201. Der Mensch und der andre GOtt. ||| Sag zwischen mir und Gott den eingen
Unterscheid? | Es ist mit einem Wort / nichts als die Anderheit.
205. Das Boͤ se scheid vom Gutten. ||| Jß Butter iß mein Kind / und Hoͤ nig (GOtt) dabey:
| Damit du lernst wie boͤ ß’ und gutt zuscheyden sey.
209. Die wahre Ledigkeit. ||| Die wahre Ledigkeit ist wie ein edles Faß / | Das Nectar in
sich hat: Es hat / und weiß nicht waß.
231. Die Sonnenwende. ||| Verwundre dich nicht Freund / daß ich auf nichts mag sehn /
| Jch muß mich allezeit nach meiner Sonne drehn.
Libro tercero3

48. El único día.


De tres días: ayer, hoy y mañana sólo sé;
mas cuando en hoy y ahora se oculta ayer
y mañana se extingue, entonces vivo aquel día,
que aún antes de nacer, vivir en Dios solía.

78. La Sulamita espiritual.


Dios es mi Salomón, yo soy su Sulamita,
cuando de corazón lo amo, y Él se me brinda.

80. Dios no lo puede todo solo.


Dios, que ha hecho el mundo y lo puede aniquilar,
renacer no püede sin mi voluntad.

82. Cada uno de lo suyo.


Del mar habla el marino, el cazador de los perros;
el avaro del oro y de heridas el guerrero;
yo, por enamorado, no merezco otra cosa
que tener siempre a Dios y su amor en la boca.

99. Un corazón puro contempla a Dios.


El águila confiada mira al centro del sol:
tú del fulgor eterno, con puro corazón.

114. La sobreformación.
El animal se hará hombre, hombre un ser angelical,
y éste Dios, al llegar a la curación cabal.

Drittes Buch
48. Der einige Tag. ||| Drey Tage weiß ich nur; als gestern, heut und morgen: | Wenn aber
gestern wird ins heut und nun verborgen / | Und morgen ausgeloͤ scht: so leb ich jenen Tag
/ | Den ich / noch eh ich ward / in GOtt zu leben pflag.
78. Die Geistliche Sulamith. ||| GOtt ist mein Salomon, ich seine Sulamith, | Wenn ich jhn
herztlich Lieb’ / und Er sich mir entbiet.
80. GOtt kan nicht alls Allein. ||| GOtt der die Welt gemacht und wider kan zunichten: |
Kan nicht ohn meinen willn die Neugeburth außrichten.
82. Ein jeders von dem seinen. ||| Der Schiffmann redt vom Meer / der Jaͤ ger von den
Hunden / | Der Geitzige von Gold / und ein Soldat von Wunden: | Mir weil ich bin
Verliebt / wil anders nichts gebuͤ hrn / | Als GOtt und seine Lieb im Munde staͤ ts zufuͤ hrn.
99. Ein reines Hertz schaut GOtt. ||| Der Adler siht getrost grad in die Sonn hinein: | Und
du in ewgen blitz / im fall dein Hertz ist rein.
114. Die Uberformung. ||| Dann wird das Thier ein Mensch / der Mensch ein Englisch
wesen | Und dieses GOtt / wann wir Vollkoͤ mmlich seynd genesen.
angelus silesius 113

148. Dios es mi centro y círculo.


Dios es mi centro, cuando en mí lo confino;
mi círculo, cuando en Él por amor me derrito.

165. Deseo del enamorado de dios.


Tres cosas deseo ser: iluminado como los querubines,
tranquilo como un trono, encendido como los serafines.

168. La deidad.
De la deidad procede todo; es un manantial;
y a ella vuelve a correr, por eso es también un mar.

180. Dios no sabe de sí ningún principio.


¿Preguntas, desde que Dios es cuánto hace?
Ay, calla: hace tanto, que Él mismo no lo sabe.

181. También de Dios.


Dïos nunca ha sido, ni jamás va a ser,
y quedará, no obstante, tras el mundo, y fue, solo, antes de él.

194. La sabiduría es la mejor mujer.


Si mujer fina, rica y suntuosa has de pedir,
toma a Sabiduría: será todo para ti.

195. El mundo está hecho por una virgen.


* Por una virgen hecho está el mundo entero;
mediante una virgen, se recobra y vuelve nuevo.
* La Sabiduría.

148. GOtt ist mein Punct und Kreiß. ||| GOtt ist mein mittelpunkt wenn ich Jhn in mich
schlisse: | Mein Umbkreis dann / wenn ich auß Lieb’ in jhn zerfliesse.
165. Des GOttverliebten Wunsch. ||| Drey wuͤ nsch’ ich mir zu seyn: erleucht wie Cherubim
/ | Geruhig wie ein Thron / entbrandt wie Seraphim.
168. Die GOttheit. ||| Die GOttheit ist ein Brunn / auß jhr kombt alles her: | Und laufft
auch wider hin / drumb ist sie auch ein Meer.
180. GOtt weiß sich keinen Anfang. ||| Du fragst / wie lange GOtt gewest sey / umb
bericht? | Ach schweig: es ist so lang’ / Er weiß es selber nicht.
181. Auch von GOtt. ||| GOtt ist noch nie gewest / und wird auch niemals seyn / | Und
bleibt doch nach der Welt / war auch vor jhr allein.
194. Die Weißheit ist das beste Weib. ||| Begehrestu ein Weib / die praͤ chtig reich und fein:
| So nimb die Weißheit; nur sie wird dir alles seyn.
195. Die Welt ist von einer Jungfrau gemacht. ||| * Von einer Jungfrau ist die gantze Welt
gemacht: | Durch eine Jungfrau wird sie neu und wiederbracht. | * Der Weisheit
114 angelus silesius

217. Dios está por doquier y en ningún sitio.


Pensad, por doquïer está Dios, el gran Jehová;
no obstante no está aquí, ni en otro sitio, ni allá.

242. El nacimiento milagroso.


María es cristal, su Hijo luz del cïelo:
por eso la atraviesa entera y no la abre, empero.

248. El nacimiento de las perlas.


Del rocío se engendra y nace la perla
en la oquedad de una venera; se prueba sin dilación;
si no quieres creerlo: rocío es Espíritu de Dios,
la perla es Jesucristo, mi alma la venera.

217. GOtt ist uͤ berall und nirgends. ||| Daͤ nkt / uͤ berall ist GOtt der grosse Iehova. | Und ist
doch weder hier / noch anderswo / noch da.
242. Die Wunder Geburt. ||| Maria ist Crystall / jhr Sohn ist Himmlisch Licht: | Drumb
dringt er gantz durch sie / und oͤ ffnet sie doch nicht.
248. Die Perlen geburt. ||| Die Perle wird vom Thau in einer Muschel Hoͤ hle | Gezeuget und
gebohrn / und diß ist bald beweist | Wo du’s nicht glauben wilt: Der Thau ist GOttes-Geist
/ | Die Perle JEsus Christ / die Muschel meine Seele.
Libro cuarto 4

1. Dios llega a ser lo que él nunca fue.


En medio del tiempo, el Dios no nacido
llega a ser lo que en toda la eternidad no ha sido.

2. El creador se convierte en la criatura.


Se convierte en un ser creado la luz increada,
por que sólo por él su criatura pueda ser salvada.

9. Lo inefable.
Lo inefable, que suele llamarse Dïos,
se da a conocer y decir en una voz.

32. El elemento de cada uno.


En agua vive el pez, las plantas en la tïerra,
el pájaro en el aire, el sol en el firmamento;
la salamandra en fuego se sustenta:
en el corazón yo de Jesús, que es mi elemento.

38. Dios nada y todo.


Dios es esencia, luz, un espíritu y un fuego
y, no obstante, a la vez no es nada de todo esto.

77. El morir espiritual.


Muere antes de que mueras, para que no tengas que morir,
cuando hayas de morir: podrías perecer, de no hacerlo así.

Vierdtes Buch
1. GOtt wird waß Er nie war. ||| Der ungewordne GOtt wird mitten in der Zeit, | Was
Er nie ist gewest in aller Ewigkeit.
2. Der Schoͤ pffer wird’s Geschoͤ pffe. ||| Das unerschaffne Licht wird ein erschaffnes Wesen:
| Daß sein Geschoͤ pfe nur durch selbes kan genesen.
9. Das Unaußsprechliche. ||| Das Unaussprechliche das man pflegt Gott zu nennen / | Gibt
sich in einem Wort zusprechen und zukennen.
32. Eins jeden Element. ||| Im Wasser lebt der Fisch / die Pflanzen in der Erden / | Der
Vogel in der Lufft / die Sonn im Firmament: | Der Salamander muß im Feur erhalten
werden: | Im Herzen JESU ich / als meinem Element.
38. GOtt nichts und alles. ||| GOtt ist ein Geist / ein Feur / ein Wesen und ein Licht: |
Und ist doch wiederumb auch dieses alles nicht.
77. Das geistliche Sterben. ||| Stirb ehe du noch stirbst / damit du nicht darfst sterben / |
Wenn du nun sterben sollst: sonst moͤ chtest du verderben.
116 angelus silesius

101. De la muerte.
La muerte es buena: si pudiera tenerla un cancerbero,
se haría enterrar vivo al momento.

102. También de ella.


Se desea la muerte, y se la quiere evitar:
la impaciencia hace aquello, esto la poquedad.

126. La causa inescrutable.


Dios es todo para Él mismo, su goce, su cielo:
¿por qué entonces nos creó? –No lo sabemos.

127. La morada de Dios.


Dios mora en sí mismo, su esencia es su casa:
de su divinidad por eso jamás se marcha.

135. El riachuelo se vuelve mar.


Cual riachuelo del tiempo, fluyo aquí aún hacia Dios;
allá el mar de la eterna beatitud soy yo.

137. La chispilla en el fuego.


La chispilla en su fuego, ¿quién la puede reconocer?
Que yo sea yo si estoy en Dios, ¿quién lo puede sostener?

147. La vastedad del hombre es indescriptible.


¿Quién me ha de indicar cuán vasto soy yo?
Puesto que puede andar en mí el Infinito (Dios).
2. Cor. 6.

101. Vom Tode. ||| Der Tod ist doch noch gutt: koͤ nt’ jhn ein Hoͤ llhund haben / | Er liss’
im Augenblik sich Lebendig begraben.
102. Auch vom jhm. ||| Man wuͤ nschet sich den Tod / und fliehet jhn doch auch: | Jens ist
der Ungeduld und diß der Zagheit brauch.
126. Die unerforschliche Ursache. ||| GOtt ist sich selber alls / sein Himmel, seine Lust: |
Warum schuf Er dann unß? es ist uns nicht bewust.
127. Die Wohnung GOttes. ||| GOtt wohnet in sich selbst / sein Wesen ist sein Hauß: |
Drumb gehet er auch nie auß seiner GOttheit auß.
135. Die Bach wird das Meer. ||| Hier fluͤ ss’ ich noch in GOtt als eine Bach der Zeit: | Dort
bin ich selbst das Meer der ewgen Seeligkeit.
137. Das Fuͤ nklein im Feuer. ||| Wer kan das Fuͤ nkelein in seinem Feur erkennen? | Wer
mich / wann ich in GOtt / ob ich es sey / benennen?
147. Die Weite deß Menschen ist nicht zubeschreiben. ||| Wer ist der mir wie weit und breit
ich bin zeigt an? | Weil der Unendliche (GOtt) in mir wandeln kann. | 2. Cor. 6.
angelus silesius 117

153. El mar en una gotita.


Di, ¿cómo es que en mí, una gotita,
todo el mar, Dios, por entero se infiltra?

157. Dios está en mí y en torno a mí.


De la deidad soy vaso en el que ella se derrama;
ella es mi mar profundo, que en sí me abarca.

160. Dios brilla por doquier.


No hay mota de polvo tan vil, punto tan chico,
que el sabio no vea allí a Dios en todo su brillo.

165. Dios crea aún el mundo.


Dios crea aún el mundo: ¿es extraño para ti?
–Sabe que en Él no hay antes ni después, como aquí.

166. El reposo y la acción de dios.


Dios jamás se ha esforzado o reposado; piensa ahora:
su acción es su reposo, y su reposo su obra.

177. Extrañeza ante la participación de Dios.


Admirable es que polvo, ceniza y lodo, yo,
pueda ser tan amigo y partícipe de Dios.

186. Nada es para sí mismo.


Ni brilla el sol ni cae la lluvia para sí:
tú estás creado también para otros, no para ti.

153. Das Meer in einem Troͤ pfflein. ||| Sag an wie geht es zu / wenn in ein Troͤ pfelein | Jn
mich das ganze Meer Gott gantz und gar fleußt ein?
157. GOtt ist in und umb mich. ||| Jch bin der Gottheit Faß in welchs sie sich ergeust / |
Sie ist mein tiefes Meer das mich insich beschleust.
160. GOtt ist uͤ berall Herrlich. ||| Kein Staͤ ublein ist so schlecht / kein Stuͤ pffchin ist so
klein: | Der Weise sihet GOtt ganz herrlich drinne seyn.
165. GOtt schafft die Welt noch. ||| GOtt schafft die Welt annoch: komt dir diß Fremde
fuͤ r? | So wiss’ es ist bei jhm kein Vor noch Nach / wie hier.
166. Die Ruh und Wuͤ rkung GOttes. ||| GOtt hat sich nie bemuͤ ht / auch nie geruht / das
merk: | Sein Wirken ist sein ruhn / und seine Ruh sein Werk.
177. Verwunderung uͤ ber der Gemeinschafft GOttes. ||| Es ist erstaunungs voll / daß ich
Staub / Asch und Koth / | So freundlich und gemein mich machen darf mit Gott!
186. Nichts ist jhm selber. ||| Der Regen faͤ llt nicht jhm / die Sonne scheint nicht jhr: | Du
auch bist anderen geschaffen / und nicht dir.
118 angelus silesius

208. Después del tiempo no hay acción.


Hombre, obra, en tanto puedes, tu dicha y salvación:
con el fin de este tiempo, cesa la accïón.

222. La omniprovidencia le es fácil a Dios.


Hombre, si del Señor, Dios, crees en la omnipresencia,
verás cuán fácil le es la providencia.

224. Cómo se alcanza la unidad.


Al sustraerse el hombre a la diversidad
y recogerse en Dios, llega a la unidad.

208. Nach der zeit ist keine wuͤ rckung. ||| Mensch wuͤ rcke weil du kannst dein Heil und
Sseligkeit: | Das wuͤ rcken hoͤ ret auf mit endung dieser zeit.
222. GOtt ist die allvorsichtigkeit leichte. ||| Mensch glaubstu GOtts deß Herrn
allgegenwaͤ rtigkeit / | So siehestu wie leicht Jhm die vorsichtigkeit.
224. Wie man zur Einigkeit gelangt. ||| Wenn sich der Mensch entzieht der mannigfaltigkeit
/ | Und kehrt sich ein zu GOtt / kombt er zur Einigkeit.
Libro quinto5

2. Como los números del uno, así las criaturas de dios


Sin excepción los números del uno han manado;
y por cierto de Dios, el Uno, las criaturas brotado.

3. Dios está en todos como la unidad en los números


Como en cada número está la unidad,
así el Uno en las cosas, Dios, en todo lugar.

4. Nada puede subsistir sin el uno.


Como todos los números no subsisten sin el uno,
así perecer deben las criaturas sin Dios, el Uno.

5. Delante, el cero no vale nada.


La nada, la criatura, cuando a Dios se antepone,
nada vale: si está detrás de Él, se estima entonces.

6. En el uno todo es uno.


En el uno todo es uno: si el dos en él a entrar vuelve,
un uno es con él único esencialmente.

8. El número de la corona místico.


Diez es de la corona el número: nace de uno y nada.
Cuando Dios y criatura se reúnen, eso pasa.

14. La salida acaece por la entrada.


No hay salida que acaezca, más que por la entrada:
por que lo colme Dios, mi corazón se derrama.

Fuͤ nfftes Buch


2. Wie die zahlen auß dem Eins / so die Geschoͤ pffe auß GOtt. ||| Die Zahlen alle gar sind
auß dem Eins geflossen; | Und die Geschoͤ pff zumahl auß GOTT dem Einß entsprossen.
3. GOtt ist in allen wie die Einheit inn Zahlen. ||| Gleich wie die Einheit ist in einer jeden
Zahl; | So ist auch GOtt der Ein’ in Dingen uͤ berall.
4. Nichts kan ohn das Eins bestehn. ||| Wie all’ und jede zahln ohns eines nicht bestehn; |
So muͤ ssen die Geschoͤ pff ohn GOtt das Eins vergehn.
5. Die Nulle gilt vornen an nichts. ||| Das Nichts die Creatur / wenn sichs Gott vorgesetzt
/ | Gilt nichts: steht’s hinter Jhm / dann wird es erst geschaͤ tzt.
6. Jm Eins ist alles Eins. ||| Jm Eins ist alles Eins: kehrt zwey zu ruck hinein / | So ist es
wesentlich mit jhm ein einges Ein.
8. Die geheime Kronenzahl. ||| Zehn ist die Kronenzahl; sie wird aus eins und nichts: |
Wenn GOtt und Creatur zusammen kommn / geschichts.
14. Der außgang geschicht umb den eingang. ||| Kein ausgang der geschicht / als umb deß
eingangs willen: | Mein Hertz entschuͤ ttet sich / daß es Gott an sol fuͤ llen.
120 angelus silesius

23. El tiempo no es rápido.


Dicen que el tiempo es rápido: ¿Lo han visto volar?
¡No cambia, en el concepto de mundo, de lugar!

28. Lo que hace Dios durante el día.


Dios sale de mañana, duerme al mediodía,
de noche vela, viaja al atardecer sin cuitas.

33. Cuándo prefiere dios estar con nosotros.


Dios, cuyo deleite, oh hombre, es estar contigo,
en tu casa prefiere entrar cuando has salido.

34. Dios nada ama sino a sí.


Dios se es tan afecto, se ama tanto a sí mismo,
que jamás puede amar algo distinto.

47. El mechero espiritual.


Mi corazón es el mechero, buena voluntad la yesca:
si Dios saca allí una chispa, arde y la lumbre es plena.

48. Uno no puede sin el otro.


Dos deben consumarlo: yo no puedo sin Dios,
Dios no puede sin mí: que escape a la muerte yo.

61. Todo es perfecto.


Nada es imperfecto, hombre: el guijarro iguala al rubí;
la rana es tan bella como el angélico serafín.

74. En el infierno no hay eternidad.


La eternidad con Dios: atiende a lo verdadero;
con el diablo en el infierno, sólo hay tiempo eterno.

23. Die zeit die ist nicht schnell. ||| Man sagt die Zeit ist schnell: wer hat sie sehen fliegen?
| Sie bleibt ja unverruckt im Welt-begrieffe liegen!
28. Was GOtt den Tag durch thut. ||| Des Morgens geht Gott aus / zu Mittag schlaͤ fet er /
| Deß Nachts ist er erwacht / reist Abends ohn beschwer.
33. Wenn GOtt am liebsten bey uns ist. ||| GOtt dessen wollust ist bei dir O Mensch zu
seyn / | Kehrt / wenn du nicht daheim / am liebsten bey dir ein.
34. GOtt liebt nichts als sich. ||| GOtt hat sich selbst so lieb / bleibt sich so zugetan; | Daß
er auch nimmermehr was anders lieben kan.
47. Der Geistliche Feuerzeug. ||| Mein Herz ists Feuerzeug / der Zunder gutter Wille: |
Schlaͤ gt GOtt ein Fuͤ nklein drein / so brennts und leuchts die voͤ lle.
48. Eins kans nicht ohn das andre. ||| Zwei muͤ ssen es vollziehn: ich kans nicht ohne GOtt /
| Und GOtt nicht ohne mich: daß ich entgeh dem Tod.
61. Alles ist vollkommen. ||| Mensch nichts ist unvollkommn: der Kieß gleicht dem Rubin:
| Der Frosch ist ja so schoͤ n alß Engel Seraphin.
74. Jn der Hoͤ lle ist keine Ewigkeit. ||| Betracht’ es eigendlich: bey GOtt ist Ewigkeit / |
Beym Teuffel in der Hoͤ ll da ist ein ewge Zeit.
angelus silesius 121

75. Nada subsiste sin goce.


Nada dura sin goce. Dios debe gozarse a sí mismo,
como hierba habría si no su ser de estar marchito.

87. Uno es el mejor de los libros.


Muchos libros, molestia mucha: quien bien uno ha leído,
por siempre está salvado (quïero decir, Jesucristo).

90. Nada temporal hay en Dios.


Un instante es breve: mas puedo decir con osadía,
que no ha existido Dios tanto, antes del tiempo y de los días.

91. En qué año fue creado el mundo.


¿Cuando Dios creó el mundo, qué año fue?
–No otro, más que el primero del surgimiento de Él.

92. Dios nada prevé.


* Dïos nada prevé: por eso, mientes cuando lo mensuras
ante la Providencia, según tu poca cordura.
* En Dios no hay pre- ni pos-videncia: sino que eternamente ve todo
presente ante Él, tal cual ocurre, no como ocurrirá o ha ocurrido.

94. Dios no es móvil.


Quien dice que Dïos se aparta del pecador,
pone en claro que aún no conoce a Dïos.
Recuerda: no es Dios quien se aparta, sino el pecador quien
se aparta de Dios.

96. Lo infernal sólo arde.


No me haría daño el infierno, aunque estuviera siempre allí:
que su fuego te queme, reside sólo en ti.

75. Nichts besteht ohne genuß. ||| Nichts dauret ohn genuß. GOtt muß sich selbst geniessen:
| Sein wesen wuͤ rde sonst wie Graß verdorren muͤ ssen.
87. Eins ist das beste Buch. ||| Viel Buͤ cher viel Beschwer: wer eines recht gelesen / | ( Jch
meine JEsum Christ) / ist ewiglich genesen.
90. Nichts zeitlichs ist in GOtt. ||| Ein Augenblick ist kurz: Noch kan ich kuͤ hnlich sagen
/ | Daß GOtt so lange nicht gewest vor Zeit und Tagen.
91. Jn welchem Jahr die Welt erschaffen. ||| Da GOtt die Welt erschuf / waß schrieb man
fuͤ r ein Jahr? | Kein anders nicht alß das seins Urstands erstes war.
92. GOtt siht nichts zuvor. ||| * GOtt sihet nichts zuvor: Drumb leugstu wenn du jhn |
Mit der Vorsehung mißt nach deinem bloͤ den Sinn. | * Jn GOtt ist kein vor oder darnach sehen:
sondern Er siehet von Ewigkeit alles gegenwertig fuͤ r jhm / wie es geschiehet / nicht wie es geschehen
wirdt oder geschehen ist.
94. GOtt ist nicht beweglich. ||| Wer saget daß sich GOtt vom Suͤ nder abewendt / | Der
giebet klar ann Tag daß er GOtt noch nicht kennt. | Merk: GOtt wendet sich nicht ab /
sondern der Suͤ nder wendet sich von GOtt.
96. Das Hoͤ llische brennt nur. ||| Die Hoͤ lle schadt mir nichts / waͤ r’ ich gleich stets in jhr;
| Daß dich jhr Feuer brennt / das lieget nur an dir.
122 angelus silesius

98. Dios no puede gobernar la voluntad.


Que Dios nada es más fuerte: pero no puede impedir Él,*
que lo que quiero haya yo de desear y querer.
* Por su poder, anteriormente infundido al alma. Más puede por cierto
evitar que la voluntad realice la obra que quiere.

120. El hombre es dos hombres.


Dos hombres hay en mí: lo que Dios, uno quïere;
el otro lo que el mundo, el demonio y la muerte.

123. Alegoría de la S. Trinidad.


Dios Padre es el pozo; el Hijo es la fuente;
el Espíritu Santo, manando, es la corriente.

124. De Dios se dice más mentira que verdad.


Tus aserciones sobre Dios son más mentidas que ciertas,
porque sólo según la criatura lo ponderas.

125. El tiempo es más noble que la eternidad.


EL tiempo es más noble que eternidades mil:
puedo aquí prepararme para el Señor, no allí.

129. El interior no necesita del exterior.


quïen al interior ha llevado sus sentidos,
ve en la noche, y oye lo que no se ha dicho.

130. El imán y el acero espiritual.


mi corazón, acero, Dïos es el imán:
si Él lo tocó una vez, se vuelve a Él sin cesar.

98. GOtt kan dem Willn nicht steuren. ||| Nichts staͤ rkers ist als GOtt: doch kan er nicht
verwehren / * | Daß ich nicht was ich will soll wollen und begehren. | * Durch seine vorhin
der Seelen eingeschaffene gewalt. Er kan aber wol verhindern daß der Wille das Werk nicht verbringe
/ welches er will.
120. Der mensch ist zwey Menschen. ||| Zwey Menschen sind in mir: der eine wil was
GOtt / | Der andre was die Welt der Teufel und der Tod.
123. Gleichnuß der H. Dreyeinigkeit. ||| GOtt Vatter ist der Brunn / der Quall der ist der
Sohn / | Der heilige Geist der ist der Strom so fleust davon.
124. Von GOtt wird mehr gelogen als war geredt. ||| Was du von GOtt verjahst / dasselb ist
mehr erlogen | Als wahr: weil du Jhn nur nach dem geschoͤ pff erwogen.
125. Zeit ist edler alß Ewigkeit. ||| Die Zeit ist edeler als tausend Ewigkeiten: | Jch kan
mich hier dem Herrn / dort aber nicht bereiten.
129. Das jnnere bedarf Nicht deß aͤ useren. ||| Wer seine Sinnen hat ins jnnere gebracht / |
Der hoͤ rt was man nicht redt / und siehet in der Nacht.
130. Der geistliche Magnet und Stahl. ||| GOtt der ist ein Magnet / mein Hertz das ist der
Stahl: | Es kehrt sich staͤ ts nach jhm / wenn ers beruͤ hrt einmahl.
angelus silesius 123

141. La acción del mundo es una tragedia.


Celebra que al mundo, amigo, le vaya como quiera:
¿es más que una tragedia, empero, su acción entera?

148. En la eternidad todo sucede a la vez.


Allá en la eternidad todo sucede a la vez,
no hay como aquí en el reino del tiempo, antes ni después.

215. Dios hace todo en todo.


Dios hace en todos todo. Ama en serafines,
reina en tronos, contempla en querubines.

216. Dios es una fuente.


se asemeja Dios a una fuente: por el dulce fluir
saliendo a su criatura, y permaneciendo en sí.

232. La cosa más bella.


No hay cosa más bella que yo, ni allá ni aquí,
pues la Belleza misma, Dios, se ha enamorado de mí.

233. Cuándo el hombre es Dios.


Aún antes de que yo fuera yo, Dios en Dios fui:
por eso puedo serlo otra vez, si estoy muerto para mí.

234. Todo retorna a su origen.


Sale el cuerpo de tierra y tierra se hace a su vez.
Di, si el alma sale de Dios, Dios no se ha de hacer!

246. Dios quiere lo que él es.


Dios es el amor mismo, y no hace más que amar.
Quiere, así, que ejerzamos el amor sin cesar.

141. Der Welt thun ist ein Trauerspiel. ||| Freund goͤ nn’ es doch der Welt / jhr gehts zwar
wie sie wil: | Doch ist jhr gantzes thun nichts als ein Trauerspiel?
148. Jn der Ewigkeit geschieht alles zugleiche. ||| Dort in der Ewigkeit geschiehet alls
zugleich / | Es ist kein Vor noch Nach wie hier im Zeitenreich.
215. GOtt thut alles in allem. ||| GOtt thut in allen alls. Er liebt inn Seraphinen / | Jnn
Thronen herrschet Er / beschaut inn Cherubinen.
216. GOtt ist ein Brunn. ||| Gott gleicht sich einem Brunn / Er fleußt gantz mildiglich |
Herauß in sein Geschoͤ pff / und bleibet doch in sich.
232. Das Schoͤ nste Ding. ||| Kein Ding ist hier noch dort / das schoͤ ner ist als ich / | Weil
Gott die Schoͤ nheit selbst sich hat verliebt in mich.
233. Wenn der Mensch Gott ist. ||| Eh’ als ich ich noch war / da war ich Gott in Gott: |
Drum kan ichs wieder seyn, wen ich nur mir bin Todt.
234. Alles kehrt wieder in seinen Vrsprung. ||| Der Leib von Erde her wird wiederum zur
Erden. | Sag weil die Seel von Gott / ob sie nicht Gott wird werden?
246. Gott wil was Er ist. ||| Gott ist die Liebe selbst / und tut auch nichts als lieben. |
Drum will er auch daß wir die Liebe staͤ ts solln uͤ ben.
124 angelus silesius

248. Tres tipos de sueño.


El sueño es de tres tipos. Duerme en la muerte el pecador,
el cansado en natura, el enamorado en Dios.

254. El alma sin Dios.


Un cuerpo muerto, una oveja sin pastor,
sin venera una fuente: eso es el alma sin Dios.

278. El paso de cangrejo del espíritu.


Desciende, hombre, y ascenderás;
renuncia a andar, y tu marcha empezará.

280. Dios no puede medirse a sí mismo.


Dios es tan alto y grande, que, si quisiera mensurarse,
sïendo Dios, del número en la escala habría de olvidarse.

297. No se puede amar a dios sin dios.


Hombre, si no se amara Dios por sí en ti a sí mismo,
jamás podrías amarlo tú como es debido.

307. El amor participa más de dios que la sabiduría.


Sin anuncio en la casa de Dios entra el amor;
largo tiempo en el atrio esperan alto ingenio y razón.

358. Dios se vuelve todo lo que él quiere.


dios es eterno Espíritu, se vuelve lo que desea,
y sigue, sin embargo, como Él es, informe y sin meta.

248. Dreyerley Schlaff. ||| Der Schlaff ist dreyerley; der Suͤ nder schlaͤ ft im Tod / | Der muͤ d’
in der Natur / und der verliebt’ in Gott.
254. Die Seel ohne Gott. ||| Ein hirtenloses Schaf / ein Coͤ rper welcher Todt / | Ein
Brunnen ohne qual / diß ist die Seel ohn Gott.
278. Der Geistliche Krebsgang. ||| Mensch senke dich herab / so steigestu hinauf. | Laß ab
von deinem gehn / so faͤ ngt sich an dein Lauf.
280. Gott kan sich selbst nicht messen. ||| Gott ist so hoch und groß / wolt’ Er sich selber
messen / | Er wuͤ rd / ob er gleich Gott / deß Maßstabs zahl vergessen.
297. Man kan Gott nicht lieben ohne Gott. ||| Mensch liebete sich Gott nicht selbst durch
sich in dir / | Du koͤ nntest nimmermehr ihn lieben nach Gebuͤ hr.
307. Die Liebe ist GOtt gemeiner als Weißheit. ||| Die Liebe geht zu GOtt unangesagt
hinein; | Verstand und hoher Witz / muß lang’ im Vorhof seyn.
358. GOtt wird was Er wil. ||| GOtt ist ein Ewger Geist / der alls wird was er will / | Und
bleibt doch wie Er ist Unformlich und ohn Ziehl.
angelus silesius 125

374. Se trasciende evitando.


Lo amado evita, amigo, rehúye los deseos del sentido,
o no serás jamás saciado y complacido.
Muchos habrían llegado al gozo de la delicia eterna,
de no haberse abrumado con la temporal en la tierra.

374. Man uͤ berkoͤ mt mit meiden. ||| Freund meide was dir Lieb / fleuch was dein Sin
begehrt, | Du wirst sonst nimmermehr gesaͤ ttigt und gewehrt. | Viel waͤ ren zum Genuß
der ewgen Wollust kommen / | Wenn sie mit Zeitlicher sich hier nicht uͤ bernommen.
Sigue un suplemento de diez sonetos6

[Soneto] El primero. Cómo está Dios en el alma santa.

Preguntas ¿cómo Dios el Verbo habita un alma?


Sabe, que como en el mundo la luz del sol,
y como permanece un esposo en su cámara;
y como un rey se halla en su reino y trono;
un maestro en la escuela, un padre junto al hijo;
como en campo labrantío un caro tesoro;
como un buen huésped en bella tienda halla cobijo;
y como una joya en una corona de oro.
Como un lirio en el valle cubierto por las flores,
y como del laúd en un festín los acordes;
como el cinamomo ardiendo en una lámpara;
y como el maná en un sagrario fino;
como una fuente de jardín, y un fresco vino.
Di, si en otro sitio, tan bello se lo hallara.

Folget eine Zugabe von zehn Klingreimen, oder Sonneten


[Sonett] Das Erste. Wie Gott in der Heiligen Seele. ||| Fragstu wie Gott das Wort in einer
Seele wohne? | So wisse wie das Licht der Sonnen in der Welt / | Und wie ein Braͤ utgam
sich in seiner Kammer haͤ lt: | Und wie ein Koͤ nig sitzt in seinem Reich und Throne: || Ein
Lehrer in der Schul / ein Vatter bey dem Sohne: | Und wie ein theurer Schatz in einem
Akkerfeld: | Und wie ein lieber Gast in einem schoͤ nen Zelt: | Und wie ein Kleinod ist in
einer guldnen Krone. || Wie eine Lilie in einem Blumenthal / | Und wie ein Seitenspiel
bey einem Abendmahl: | Und wie ein Zimmet-oͤ l in einer Lamp’ entzuͤ nden: || Und wie
das Himmelbrodt in einem reinen Schrein: | Und wie ein Garten Brunn / und wie ein
kuͤ hler Wein. | Sag ob er anderst wo so schoͤ ne wird gefunden?
angelus silesius 127

[Soneto] El segundo. A la Virgen María, la mística azucena.

Noble azucena, ¿cómo encontrar tu semejante,


con el campo aun del Paraíso por delante?
Brillas como la nieve, cuando en bella estación
la rocía el cielo con el oro de Faetón.
Ante ti palidecen sol, luna y cada estrella:
son tu aspecto y atavío más bellos que el vestido
del rey Salomón, en todo su esplendor lucido.
Del Serafín por ti el rayo no destella:
tu noble aroma corrobora el mundo entero
y al pie de nuestro Dios tiende el término postrero.
Que sólo en ti la belleza virginal se encuentre,
integridad del mártir, del santo bellas señas.
Luego ven, corrobórame aquí, noble azucena,
que por siempre te contemple, a ti y a tu simiente.

[Sonett] Daß Ander. An die Jungfrau Maria / die geheime Lilie. ||| Du Edle Lilie wer findet
deines gleichen? | Solt’ er auch alles Feld im Paradeiß durchstreichen. | Du glaͤ ntzest wie der
Schnee / wann jhn zu schoͤ ner Zeit | Der Himmel mit dem Gold deß Phaethons bespreit:
|| Fuͤ r dir muß Sonn und Mond und alle Stern’ erbleichen. | Dein ansehn / deine Pracht ist
schoͤ ner als das Kleid | Des Koͤ nigs Salomons in seiner Herrligkeit / | Dir muß der klare
Blitz der Seraphine weichen: || Dein Edeler Geruch erquikt die gantze Welt / | Und was
sonst unsrem GOtt dem Herrn zu Fusse faͤ llt. | Jn dir findt man allein die Schoͤ nheit der
Jungfrauen / || Der Maͤ rterer bestand / und aller Heilgen Ziehr. | Drumb Edle Lilie komm
und erquik mich hier / | Daß ich moͤ g ewig dich und deinen Saamen schauen.
Libro sexto7

22. Es necio abrazar un vapor.


¡Qué necio es el hombre que abraza un vapor!
¡Qué necio tú, que te gozas en un vano honor!

32. Un gusano nos avergüenza.


¡Oh, escarnio! hasta poder volar teje un gusano de seda:
¡y tú te quedas, tal cual eres, tendido en la tierra!

46. Lo aislado en nada participa del todo.


Una hoja caída, de vino una agria gotita,
¿en qué del árbol, en qué del mosto participa?

50. El cautivo infame.


¡Bah! ¡Que la vanidad del mundo, una mujer,
tanto en su telaraña cautivo te pueda tener!

74. La fuerza toma el cielo.


La fuerza prima sobre la razón. Quien puede usar fuerza
de los cielos aun abre la puerta.

96. El que busca el mundo es loco de atar.


Si ves a un sensato incluso al que pueda el mundo halagar,
di que también es él loco de atar.

130. Volverse nada es volverse Dios.


Nada nace, que antes sea: si antes no te vuelves nada tú,
nunca jamás serás alumbrado por la eterna luz.

22. Einen Dunst umbfassen ist thoͤ richt. ||| Wie thoͤ richt tut der Mann / der einen Dunst
umfaßt! | Wie thoͤ richt / der du Freud an eitler Ehre hast!
32. Ein Wurm beschaͤ met unß. ||| O Spott! Ein Seidenwurm der wirkt / bis er kann fliegen:
| Und du bleibst / wie du bist / nur auf der Erde liegen!
46. Das abgesunderte hat nichts mit dem gantzen gemein. ||| Ein abgefallnes Laub / ein
saures troͤ pflein Wein / | Was hat es mit dem Baum / was mit dem Most gemein?
50. Der schaͤ ndliche Gefangene. ||| Pfui dich / daß dich ein Weib die Nichtigkeit der Welt
| Mit ihrem spinneweb so lang gefangen haͤ lt!
74. Gewalt nihmt den Himmel ein. ||| Gewalt geht uͤ ber Recht. Wer nur Gewalt kan uͤ ben,
| Von dem wird auch die Thuͤ r des Himmels aufgetrieben.
96. Der Weltsuchende zieht am Narren seil. ||| Wo du auch kluge siehst sich umb die Welt
bemuͤ hn / | So sage daß auch sie im Narren seile ziehn.
130. Nichts werden ist GOtt werden. ||| Nichts wird was zuvor ist: wirstu nicht vor zu nicht
/ | So wirstu nimmermehr gebohrn vom ewgen Licht.
angelus silesius 129

151. Negocios de Dios.


Dïos hace negocios, pone el cielo en venta.
¿A qué precio lo ofrece? – de amor por una flecha.

154. Dios hace todo él mismo.


Dios mismo pone la flecha, tensa el arco Dios mismo.
Dios mismo dispara: por eso es tan bueno el tiro.

158. Los avíos del arcabucero espiritual.


EL corazón es nuestro cañón, munición y pólvora el amor,
el fulminante buena voluntad: tira, que acertarás a Dios.

171. En el mar todas las gotas se vuelven mar.


La gotita se vuelve mar, cuando al mar ha ido:
el alma Dïos, cuando Dios la ha acogido.

178. Más hay muertos que vivos.


Todo vive y se mueve: mas no tengo por cierto,
que haya en el mundo más (en Dios) vivos que müertos.

202. De tres cosas hay que huir.


Niño huye, teme, evita vino, noche y mujer;
a más de un hombre alma y cuerpo han hecho perder.

205. El centinela perdido.


Perdido el centinela está que en sueño se abisma;
el alma que jamás recuerda al enemigo, rendida.

225. A los sabios nada se les quita sino juguetes.


EL sabio ríe cuando se le ha quitado todo.
¿Por qué? –Nada ha perdido; juguetes tan sólo.

151. GOttes Kaufmanschafft. ||| Gott treibet Kaufmannschafft / er bitht den Himel feil. |
Wie teuer giebt er ihn? umb einen Liebes-Pfeil.
154. GOtt thut selbst alles. ||| GOtt legt den Pfeil selbst auf / GOtt spannet selbst den
Bogen. | Gott druͤ cket selber ab: drum ists so wohl gezogen.
158. Der Geistliche Schuͤ tze-Zeug. ||| Das Hertz ist unser Rohr / die Liebe Kraut und Loth
/ | Der Zunder guter Will: zieh los so triffstu Gott.
171. Jm Meer werden alle tropffen Meer. ||| Das Troͤ pfflein wird das Meer / wenn es ins
Meer gekommen: | Die Seele GOtt / wenn sie in GOtt ist aufgenommen.
178. Mehr seind Todt als Lebendig. ||| Alls lebt und reget sich: doch zweiffel ich ob die
Welt | Mehr der (GOtt) lebenden als Todten in sich haͤ lt.
202. Drey dinge seind zuflihn. ||| Kind scheue meide fleuch den Wein das Weib die Nacht;
| Sie haben manchen Mann umb Leib und Seele bracht.
205. Die verlohrne Schildwacht. ||| Die Schildwach ist verlorn / die sich in Schlaff versenkt;
| Die Seel ist gaͤ nztlich hin die nie an Feind gedaͤ nkt.
225. Den Weisen nihmt man nichts als Token. ||| Der Weise lacht dazu wenn man ihm alls
genomen. | Warum? er ist umb nichts als nur umb Token komen.
130

262. El mundo es un grano de arena.


¿Cómo es que con el mundo a Dios no se lo contempla?
–Hiere siempre los ojos, un granito es de arena.

263. Conclusión
Amigo, es suficiente. Si leer más quisieras por ventura,
ve y vuélvete tú mismo la esencia y tú mismo la escritura.

FIN.

262. Die Welt ist ein Sandkorn. ||| Wie daß denn bey der Welt Gott nicht geschaut kan
sein? | Sie kraͤ nkt das Auge staͤ ts / sie ist ein Sandkoͤ rnlein.
263. Beschluß. ||| Freund es ist auch genug. Jm fall du mehr wilt lesen / | So geh und
werde selbst die Schrifft und selbst das Wesen.

ENDE.
Daniel Casper von Lohenstein 8

Canto de Tetis

¡Venid!, ¡Coronadme en coral,


cuello y pecho engalanad de perlas,
manos de palmas, el cuerpo de sedas!
Ofrendad incienso a mi altar,
pues sólo el mar es vasto, rico y esplendente;
sí: admiten fuego, aire y tierra,
que nada tan bello encierran
como perlas y amor, hijos de mi vïentre;
por cierto de ambos yo la cuna celo,
mas ellos triunfan en tïerra y cielo.

Gesang der Thetis ||| Kommt! Kraͤ nzet mit Korall mein Haar, | Schmuͤ ckt Hals und
Brust mit perlenen Geschmeiden, | Die Hand mit Palmen und den Leib mit Seiden! |
Gewaͤ hrt mir Weihrauch aufs Altar, | Nachdem das Meer allein ist herrlich, reich und
groß; | Ja, Feuer, Erd und Luft gestehn, | Es sei in ihnen nichts so schoͤ n, | Als Perl und
Liebe sind, die Toͤ chter meiner Schoß; | Die beid in mir zwar haben ihre Wiege | Doch
auf der Erd, im Himmel ihre Siege.
Pietismo, Rococó y
Sentimentalismo (1670-1780)
Barthol d Heinrich Brockes 1

[de El otoño]

La pompa de hojas secas aumenta por doquier,


nos alegra y asusta a la vez, recrea y apena,
pues de la helada próxima, que está por caer,
nos da una impresión triste y, sin embargo, amena.

La landa

Muestra aun la árida landa,


para nuestra alegría no menguada,
si se la observa con gran atención,
el poder milagroso del Creador.
Si la miramos muy a la ligera,
parece triste, negra, marchita y mala:
no obstante, si es bien contemplada,
no carece tampoco de belleza,
y es que se ve en ella un portento,
la gala del color, de la forma el ornamento,
casi inmejorablemente unidos.
Por verdadero a esto he tenido.
Pues dando un paseo hace poco,
al dirigirme al campo, juzgué en seguida,
que en hierba de la landa y su figura tan fina
de adorar he al Creador, en tal sitio como en otro.

[aus: Der Herbst]


Der welken Blätter Pracht vermehrt sich üͤberall, | Vergnüͤgt und schreckt zugleich,
ergetzet und betrübet, | Weil sie vom künft’gen Frost und ihrem nahen Fall | Uns einen
traurigen, doch schönen Eindruck giebet.
Die Heide ||| Es zeigt so gar die dürre Heide, | Zu unsrer nicht geringen Freude, |
Wenn man sie recht genau betracht, | Des grossen Schöpfers Wunder-Macht. || Wenn
wir die obenhin besehn | So scheint sie traurig, schwarz, verdorrt und schlecht: | Allein
betrachtet man sie recht; | So ist auch sie nicht minder schön, | Und sieht man wunderbar
in ihr | Der Farben Pracht, der Bildung Zier | Fast unverbesserlich verbunden. || Ich
habe dieses wahr befunden. | Denn als ich jüngst, mich etwas zu vertreten, | Mich auf das
Feld begab; befand ich alsobald,| Daß in des Heide-Krauts so zierlicher Gestalt, | Nicht
weniger als sonst, der Schöpfer anzubeten. ||
136 barthold heinrich brockes

Me senté y arranqué más de un ramo,


para tenerlo mejor observado.
¡Mi Dios! y cuántas, qué diversas
joyas, finuras y alternancias
hallé por cierto en esta hierba, que a la distancia
no muestra más que un pardo color por füera.
Noté al punto cuán bella, portentosa,
variada era la forma.
Los árboles mayores aquí se hallan,
de una belleza tal, de tal pequeñez amable,
que las graciosas galas de troncos, hojas, ramas,
no pueden observarse, admirarse lo bastante.
Encontré que, aunque muy pequeños, eran
los troncos, cual los grandes, genüina madera.
Tiene ella la firmeza, arde, la envuelve
una corteza, que aparece
bien de musgo, igual al roble añoso,
envuelta, engalanada. Florcillas, que tan bellas,
cual del manzano en flor en las ramillas se muestran,
a las huestes de abejas dan manjar deleitoso.
¡Contempla de aquí en más la landa, hombre querido,
no sin loa a Dios, no sin regocijo!

Ich setzte mich, und rupfte manchen Strauß, Sie besser zu besehen, aus. | Mein GOTT!
wie viel, wie mancherley | Verändrung, Schmuck und Zierlichkeiten | Fand ich in diesem
Kraut, das doch von weiten | Nicht anders lässt, als obs nur braun gefärbet sey. | Ich ward
zugleich, wie schön, wie wunderbar, | Wie mannigfalt die Bildung sey, gewahr. || Die
größten Bäume trifft man hier | In solcher Schön- und netten Kleinheit an, | Daß man
der Stämme, Zweig’ und Blätter holde Zier | Nicht gnug besehn, nicht gnug bewundern
kann. | Ich fand, daß, ob sie gleich sehr klein, | Die Stämme wahres Holz, wie große
Stämme, seyn. | Es hat die Festigkeit, es brennet, eine Rinde | Umgiebt sie, ja ich finde
| Dieselbe recht mit Moß, gleich den bejahrten Eichen, | Umgeben und geziert. Die
Blümchen, die so schön | Auf jedem kleinem Zweig’, als Apfel-Blüthe, stehn, Sieht man
der Bienen Heer die süsse Nahrung reichen. || Betrachte denn forthin, geliebter Mensch,
die Heide | Nicht sonder GOttes Lob, nicht sonder Freude!
Johann Christian Günther 2

Elogio del invierno

Dîas tibios de primavera, perdón,


aunque no para mí, sois por cierto hermosos.
Del estío me atormenta el ardor,
inconstante es el aire del otoño;
y asiente así el amor a mis maneras:
el invierno ha de ser mi primavera.
El invierno en sus dotes señala
tesoros de natura bondadosa,
corrobora con mosto y con manzanas,
ayuda a la cura, el cuerpo conforta,
de la peste quebranta el furor,
sirve al jubileo de Amor.
El gusto del tabaco con el frío
de refinado es la mitad e intenso;
de la tierra a los dioses regocijo
da la caza, y es más de provecho
en la nieve; del arte liberal
crece la gloria en el celo invernal.
La ternura del dulce amor
escoge esta estación antes que otras;
la yesca del impulso en tu interior
de la crueldad de la helada se mofa;
despunta más tarde el alba,
porque tenga el beso horas más largas.
Yacer en brazos de la amada,
si afuera silban lluvia y aquilón,

Lob des Winters ||| Verzeiht, ihr warmen Frühlingstage, | Ihr seyd zwar schön, doch
nicht vor mich. | Der Sommer macht mir heisse Plage, | Die Herbstluft ist veränderlich;|
Drum stimmt die Liebe mit mir ein: | Der Winter soll mein Frühling seyn. || Der Winter
zeigt an seinen Gaben | Die Schätze gütiger Natur, | Er kann mit Most und Aepfeln
laben, | Er stärkt den Leib und hilft der Cur, | Er bricht die Raserey der Pest | Und dient
zu Amors Jubelfest. || Der Knaster schmeckt bey kaltem Wetter | Noch halb so kräftig
und so rein, | Die Jagd ergetzt der Erden Götter | Und bringt im Schnee mehr Vortheil
ein, | Der freyen Künste Ruhm und Preis | Erhebt sich durch den Winterfleiß. || Die
Zärtlichkeit der süssen Liebe | Erwehlt vor andern diese Zeit; | Der Zunder innerlicher
Triebe | Verlacht des Frostes Grausamkeit; | Das Morgenroth bricht später an, | Damit
man länger küssen kann. || Der Schönen in den Armen liegen, | Wenn draußen Nord
und Regen pfeift, |
138 johann christian günther

tan íntimo contento nos depara,


que nadie encuentra a esto explicación,
a no ser que conmigo ya sintiera
cuán blando es el juego en la tiniebla.
Luchan allí los brazos fieles
en gozoso deleite y armonía;
entibïan allí el lecho muelle,
que en nieve a veces mal techo tapiza;
a mordiscos combaten allí y besos,
deseando la tiniebla largo tiempo.
El hielo prueba de esperanza espejo,
que proyecta profuso y pronto se hunde;
el gélido cerrojo beso
que a Amanda me recluye,
siempre que mi son da una serenata
y flauta y cuerda más agudo cantan.
El fulgor de la luna y las estrellas
al más grato prefiero de los días;
allí elevo a menudo, en mi pieza,
corazón, mente, espíritu y vista;
allí espacio mi asombro encuentra
en este vasto espacio apenas.
Pronto os hubiera olvidado, hermanos,
a vosotros, quïenes, con lealtad
alemana, conmigo habéis pasado
tantas noches; decid: ¿podéis estar
mejor que aquí, junto al hogar, con pipa,
retirados del mundo y de sus cuitas?
Sigue el invierno siendo alma del año;
el invierno vivaz me hace sentir;

Macht so ein inniglich Vergnügen, | Dergleichen niemand recht begreift, | Er habe


denn mit mir gefühlt, | Wie sanfte sichs im Finstern spielt. || Da ringen die getreuen
Armen | Mit Eintracht und Ergetzlichkeit, | Da lassen sie den Pfühl erwarmen, | Den
oft ein falsches Dach beschneyt, | Da streiten sie mit Kuß und Biß | Und wünschen
lange Finsterniß. || Das Eis beweist den Hoffnungsspiegel, | Der viel entwirft und leicht
zerfällt; | Ich küsse den gefrornen Riegel, | Der mir Amanden vorenthält, | So oft mein
Spiel ein Ständchen bringt | Und Sait und Flöthe schärffer klingt. || Ich zieh den Mond-
und Sternenschimmer | Dem angenehmsten Tage vor; | Da heb ich oft aus meinem
Zimmer | Haupt, Augen, Herz und Geist empor, | Da findet mein Verwundern kaum | In
diesem weiten Raume Raum. || Euch Brüder hätt ich bald vergeßen, | Euch, die ihr nebst
der deutschen Treu | Mit mir viel Nächte durch gesessen; | Sagt, ob wo etwas bessers sey,
| Als hier bey Pfeifen und Camin | Die Welt mit samt den Grillen fliehn. || Der Winter
bleibt der Kern vom Jahre, | Im Winter bin ich munter dran, |
johann christian günther 139

el invierno es del sepulcro el retrato,


y, porque puedo, me enseña a vivir;
callad, burlones: aunque os oyera,
el invierno ha de ser mi primavera.

Der Winter ist ein Bild der Bahre | Und lehrt mich leben, weil ich kann; | Ihr Spötter
redet mir nicht ein; | Der Winter soll mein Frühling seyn.
Got tlob Friedrich Wil helm J uncker 3

Al mostrarle ella su retrato

¿Por qué, graciosa, das tu retrato a mi mirada,


que más que ojos lascivos no apacigua nada?
Si con justicia arte y esmero he de juzgar,
no has tú de ser parte, poniéndote a la par;
pues cuando te diviso, encuentro una cosa
que ni aun el más diestro con nada la esboza.
En tu espíritu está y sólo puede describirse:
que en lienzo la virtud vedado tiene inclüirse.
Espera que mi cálamo alcance la destreza
de mostrar la hermosura que el alma adereza.
Permíteme entonces y di, puesto el mantel:
la pluma acertó al hueso, el pincel sólo a la piel.

Als sie ihm ihr bildniß zeigte ||| Geschickte, dencke nach, was zeigst du mir dein bild, |
Das nichts als die begier der lüstern augen stillt. | Soll ich von kunst und fleiß ein richtig
urtheil fällen, | Must du es nicht versehn, und dich darneben stellen; | Denn, werd ich
dich gewahr, so treff ich etwas an, | Das auch der künstlichste mit nichten schildern kan.
| Diß liegt in deinem geist, und läßt sich nur beschreiben; | Die tugend kann man nicht
der leinwand einverleiben. | Drum warte biß mein kiel die fähigkeit erlangt, | Daß er
die schönheit zeigt, womit die seele prangt. | Erlaube mir alsdenn und sprich zu unsern
mahlen: | Die feder traff den kern, der pinsel nur die schaalen.
Fr iedrich Gottl ieb Kl opstock 4

El transfigurado

En tristeza tiempo ha abismado, aprendí el amor,


el que huyó de la tierra, pero también retorna
a virtud más secreta,
cual primera de las amantes
De aromáticos aires en el hálito vino,
de inocencia plena y con sentimiento joven
a la margen, con rosas
pronto se vio de la pendiente.
¡Se me apareció! Oh dolor, cuando apareciera,
¿por qué me alcanzaste con el más inmenso
de tus pesares trémulos,
melancólico, cual las noches?
¡Por años me alcanzaste! Por fin (no lo esperaba)
se hunde la triste noche, ya no es ahora eterna,
¡y sonriendo se me despiertan
los gozos todos del entresüeño!
¿Sois vosotros, los mismos? ¿No engaña el corazón?
¡Ay, lo sois! calma, este sentimiento, tan suave
vertido por la vida,
sentí, cuando aún era feliz!
¡Oh, cómo me asombro de volver ahora a ser
el que fui! ¡Qué encantado por los avatares
del hado, agradecido
hierve en mí mi gozoso corazón!

Der Verwandelte ||| Lang in Trauren vertieft, lernt’ ich die Liebe, sie, | Die der Erde
entfloh, aber auch wiederkehrt | Zu geheimerer Tugend, | Wie die erste der Liebenden ||
Voller Unschuld im Hauch duftender Lüfte kam, | Und mit jungem Gefühl an das Gestade
trat, | Bald sich selbst mit den Rosen | Von dem Hang des Gestades sah. || Die erschien
mir! O Schmerz, da sie erschienen war, | Warum trafest du mich mit dem gewaltigsten |
Deiner zitternden Kummer, | Schwermuthsvoller, wie Nächte sind? || Jahre trafst du mich
schon! Endlich (das hoft’ ich nicht) | Sinkt die traurige Nacht, ist nun nicht ewig mehr, |
Und mir wachen mit Lächeln | Alle schlummernden Freuden auf! || Seyd ihrs selber? und
täuscht, täuschet mein Herz mich nicht? | Ach ihr seyd es! die Ruh, dieses Gefühl, so sanft |
Durch das Leben gegossen, | Fühlt’ ich, als ich noch glücklich war! || O wie staun’ ich mich
an, dass ich itzt wieder bin, | Der ich war! wie entzückt über die Wandlungen | Meines
Schicksals, wie dankbar | Wallt mein freudiges Herz in mir! ||
142 friedrich gottlieb klopstock

Nada innoble, sin orgullo (¡mi corazón


es grande!) ni sentir aturdido; pero ¿qué es
lo que me alegra? Oh virtud,
suave virtud, es que premïas tú?
Pero, ¿eres tú sola? o (oh, ¿puedo tener
fe en mí?) no se escabulle, virtud, con tu mano,
de inocencia una niña
de tus alturas, y se me aparece?
Suave en ensueño al dormir, más suave en el que vela,
tal que, cuando de prisa ante mí se escabulle,
balbuceo, callo y comienzo:
¿Por qué te apresuras? ¡Te amo!
¡Mi corazón conoces, ay, sabes cómo ha amado!
¿Otro corazón lo iguala? ¡El tuyo, tal vez, sólo!
¡Por eso, ámame, Cidli,
pues aprendí el amor por ti!
Para hallarte, ay, a ti, aprendí el amor, él,
que ensancha, celestial, mi corazón en ascenso,
¡ahora en más dulces sueños
me lleva a campos del Edén!

Nichts Unedles, kein Stolz (ihm ist mein Herz zu gross!) | Nicht betäubtes Gefühl; aber
was ist es denn, | Das mich heitert? O Tugend, | Sanfte Tugend, belohnest du? || Doch
bist du es allein? oder (o darf ich auch | Mir vertrauen?) entschlüpft, Tugend, an deiner
Hand | Nicht ein Mädchen der Unschuld | Deinen Höhn, und erscheinet mir? || Sanft
im Traume des Schlafs, sanfter im wachenden, | Dass ich, wenn sie vor mir eilend vorüber
schlüpft, | Staml’, und schweig’, und beginne: | Warum eilst du? ich liebe dich! || Ach,
du kennst ja mein Herz, wie es geliebet hat! | Gleicht ein Herz ihm? Vielleicht gleichet
dein Herz ihm nur! | Darum liebe mich, Cidli, | Denn ich lernte die Liebe dir! || Dich zu
finden, ach dich, lernt’ ich die Liebe, sie, | Die mein steigendes Herz himlisch erweiterte,
| Nun in süsseren Träumen | Mich in Edens Gefilde trägt!
Ilustración (1720-1785)
Al brecht von Hal l er 5

Poema incompleto sobre la eternidad*

¡Bosques! do por sombríos abetos luz no alumbra


y en cada arbusto píntase noche de la tumba;
¡allí, huecos peñascos! do en la breña, extraviada,
de aves solas triste zumba una bandada;
¡riachuelos! que en estéril prado apenas corréis**
y el perdido raudal en yermo cieno vertéis;
muerta campiña, abismos colmados de horror,
ioh, si hallara en vosotros de la muerte el color!
¡Nutrid de frío espasmo, aflicción negra el pesar!
¡Para mí, imagen sed de eternidad!
¡Mi amigo se ha ido!
Su sombra aún se cierne ante el confuso sentido,
su imagen me parece ver, oírlo hablar;
mas lo retiene en lóbrego lugar,
aquél que nada nos devuelve,
la eternidad con brazos fuertes.
Del futuro ningún rayo turbaba su paz,
atareado, veía aún hoy el mundo actuar;
llega la hora, cae el telón
y todo se hace nada, lo que creyó tan real.
Yermo mundo espectral, su nocturno espesor,
de sombras pavorosas ahora lo rodea;
y el deseo es lo que guardó
de lo que sus sentidos tuvïeran.
¿Y yo? ¿Es que soy yo de un orden más elevado?

Unvollkommenes Gedicht über die Ewigkeit* ||| Ihr Wälder! wo kein Licht durch
finstre Tannen strahlt | Und sich in jedem Busch die Nacht des Grabes malt; | Ihr
holen Felsen dort! wo im Gesträuch verirret | Ein trauriges Geschwärm einsamer Vögel
schwirret; | Ihr Bäche! die ihr matt in dürren Angern fließt** | Und den verlornen
Strom in öde Sümpfe gießt; | Erstorbenes Gefild und Grausen-volle Gründe, | O daß
ich doch bei euch des Todes Farben fünde! | O nährt mit kaltem Schaur und schwarzem
Gram mein Leid! | Seid mir ein Bild der Ewigkeit! | Mein Freund ist hin! | Sein
Schatten schwebt mir noch vor dem verwirrten Sinn, | Mich dünkt, ich seh sein Bild
und höre seine Worte; | Ihn aber hält am ernsten Orte, | Der nichts zu uns zurücke
lässt, | Die Ewigkeit mit starken Armen fest. || Kein Strahl vom künftigen verstörte
seine Ruh, | Er sah dem Spiel der Welt noch heut geschäftig zu; | Die Stunde schlägt,
der Vorhang fällt, | Und alles wird zu nichts, was ihm so würklich schien. | Die dicke
Nacht der öden Geister-Welt | Umringt ihn jetzt mit Schrecken-vollen Schatten; |
Und die Begier ist, was er noch behält | Von dem, was seine Sinnen hatten. | Und ich?
bin ich von höherm Orden? |
146 albrecht von haller

No, yo soy lo que él fue y seré aquello en lo que se ha trocado;


mi mañana pasó, el mediodía se apresura,
y antes de atardecer, puede noche prematura,
que esperanza ya no de mañana ha de endulzar,
cerrar mis ojos por siempre jamás.
¡Horrendo mar, la grave eternidad!
¡Hontanar antiquísimo de mundos y de eras!
¡De era y de mundos infinita huesa!
¡Del presente el reino que no ha de cesar!
Para ti es del pasado la pavesa
germen de calidades venideras.
¡Eternidad! ¿Quién puede tomarte la medida?
En ti hombres, mundos, día son instantes.
Quizás el sol milésimo ahora gira
y otros mil hay aún restantes.
Como un reloj, por un peso animado,
se apresura un sol, muévelo el vigor de Dios;
se detiene su máquina y da hora otro reloj,
pero tú permaneces y no lo has contado.
La calma majestad de las estrellas,
firme para nosotros como meta,
huye ante ti cual hierba en ardor estival;
cual las rosas que, jóvenes al mediodía,
ya antes del ocaso están marchitas,
son frente a ti la Osa y la estrella polar.
Cuando el nuevo ser con la quimera aún luchaba
y del abismo el mundo, aún no maduro, se alzaba,
antes de que lo grave aprendiera la caída
y en la noche de la antigua nada

Nein, ich bin, was er war, und werde, was er worden; | Mein Morgen ist vorbei, mein
Mittag rückt mit Macht, | Und eh der Abend kömmt, kann eine frühe Nacht, | Die
keine Hoffnung mehr zum Morgen wird versüßen, | Auf ewig mir die Augen schließen.
|| Furchtbares Meer der ernsten Ewigkeit! | Uralter Quell von Welten und von Zeiten!
| Unendlichs Grab von Welten und von Zeit! | Beständigs Reich der Gegenwärtigkeit!
| Die Asche der Vergangenheit | Ist dir ein Keim von Künftigkeiten. | Unendlichkeit!
wer misset dich? | Bei dir sind Welten Tag und Menschen Augenblicke. | Vielleicht
die tausendste der Sonnen welzt itzt sich, | Und tausend bleiben noch zurücke. | Wie
eine Uhr, beseelt durch ein Gewicht, | Eilt eine Sonn, aus Gottes Kraft bewegt; | Ihr
Trieb läuft ab und eine zweite schlägt, | Du aber bleibst und zählst sie nicht. || Der
Sterne stille Majestät, | Die uns zum Ziel befestigt steht, | Eilt vor dir weg, wie Gras
an schwülen Sommer-Tagen; | Wie Rosen, die am Mittag jung | Und welk sind vor
der Dämmerung, | Ist gegen dich der Angelstern und Wagen. || Als mit dem Unding
noch das neue Wesen rung | Und, kaum noch reif, die Welt sich aus dem Abgrund
schwung, | Eh als das schwere noch den Weg zum Fall gelernet | Und auf die Nacht
des alten nichts |
albrecht von haller 147

el torrente primero de luz se derramara,


de tu fuente estabas tan lejos como hoy día.
Y cuando una segunda nada a este mundo haya enterrado,
cuando no quede nada más que el lugar aun de todo eso,
cuando con el destello de otras estrellas más de un cielo
su curso haya completado,
tan joven estarás como ahora, a distancia igual
de tu muerte; futura, igual a hoy, por siempre jamás.
Las raudas alas de los pensamientos,
frente a las que el vïento, el tiempo y el sonido
y el vuelo mismo de la luz son lentos,
no esperan linde, agótanse en tu recorrido.
Acumulo ingentes cifras,
montañas de millones;
sobre mundo rodar hago mundos y era sobre era,
y cuando de lo infinito estoy en la frontera,
y desde la altura, que el horror suscita
vüelvo a ti con vértigo la vista,
no es el poder de toda cifra, por mil multiplicado,
ni una parte siquiera de ti;
la suprimo, y estás por entero ante mí.
¡Dios! ¡Del universo eres tú solo el fundamento!
Medida eres del tiempo, tú, Sol, sin mensurar;
te detienes con fuerza igual en constante mediodía;
¡ni te pondrás jamás ni has salido todavía,
un único ahora es en ti la eternidad!
Si en ti las firmes fuerzas pudieran declinar,
con las fauces abiertas bebería así, presto,
una universal nada el reino entero del ser,
la eternidad y el tiempo a la vez,
Sich goß der erste Strom des Lichts, | Warst du, so weit als itzt, von deinem Quell
entfernet. | Und wann ein zweites nichts wird diese Welt begraben, | Wann von dem
alles selbst nichts bleibet als die Stelle, | Wann mancher Himmel noch, von andern
Sternen helle, | Wird seinen Lauf vollendet haben, | Wirst du so jung als jetzt, von
deinem Tod gleich weit, | Gleich ewig künftig sein, wie heut. || Die schnellen Schwingen
der Gedanken, | Wogegen Zeit und Schall und Wind | Und selbst des Lichtes Flügel
langsam sind, | Ermüden über dir und hoffen keine Schranken. | Ich häufe ungeheure
Zahlen, | Gebürge Millionen auf; | Ich welze Zeit auf Zeit und Welt auf Welten hin, |
Und wann ich auf der March des endlichen nun bin | Und von der fürchterlichen Höhe
| Mit Schwindeln wieder nach dir sehe, | Ist alle Macht der Zahl, vermehrt mit tausend
Malen, | Noch nicht ein Theil von dir; | Ich tilge sie, und du liegst ganz vor mir. || O
Gott! du bist allein des Alles Grund! | Du, Sonne, bist das Maaß der ungemessnen Zeit,
| Du bleibst in gleicher Kraft und stetem Mittag stehen, | Du giengest niemals auf und
wirst nicht untergehen, | Ein einzig Itzt in dir ist Ewigkeit! | Ja, könnten nur bei dir die
festen Kräfte sinken, | So würde bald, mit aufgesperrtem Schlund, | Ein allgemeines
nichts des Wesens ganzes Reich, | Die Zeit und Ewigkeit zugleich, |
148 albrecht von haller

como una gotita de agua, el mar.


¡Completud de grandeza!
¡Qué es, al compararlo contigo, el ser humano!
En el mundo un grano de arena, un gusano;
el mundo mismo un punto, si en ti lo midiera.
Sólo a medias madura nada; apenas soy desde ayer,
y mañana mi ser a medias se ha en nada de trocar;
sueño de mediodía el curso de mi vida es:
¿cómo espera entonces lo que el tuyo durar?
Llegué a ser, no por mí mismo, no, porque ser quisiera;
algo, a mí extraño, que no era yo mismo,
por tu palabra se hizo mi Yo. Hierba fui al principio,
inconsciente de mí, inmaduro aún para el deseo,
un animal füi por mucho tiempo,
cuando llamarme hombre ya debido hubiera.
No estaba el bello mundo para mí constrüido;
la vista me tapaba un velo***, piel los oídos;
mi mente no pasaba de la percepcïón;
hambre era mi saber todo, vendas y dolor.
Llegó a este gusano algo más desde la gleba
y del zumo albo de la harina;
comenzó en mi auxilio un impulso interior
a poner los tendones laxos en tensïón;
aprendieron los pies a andar, cayendo;
se arqueó la lengua, balbuciendo,
y el espíritu así con el cüerpo creció.
Entonces comprobó las no ejercitadas fibras,
como hacen los mosquitos que, audaces por el calor,
son a medias gusanos, y quïeren volar.
Miraba cada cosa como un prodigio extraño;
Als wie der Ocean ein Tröpfchen Wasser, trinken. || Vollkommenheit der Größe! | Was ist
der Mensch, der gegen dich sich hält! | Er ist ein Wurm, ein Sandkorn in der Welt; | Die
Welt ist selbst ein Punkt, wann ich an dir sie messe. | Nur halb gereiftes nichts, seit gestern
bin ich kaum, | Und morgen wird ins nichts mein halbes Wesen kehren; | Mein Lebenslauf
ist wie ein Mittags-Traum, | Wie hofft er dann, den deinen auszuwähren? || Ich ward,
nicht aus mir selbst, nicht, weil ich werden wollte; | Ein etwas, das mir fremd, das nicht
ich selber war, | Ward auf dein Wort mein Ich. Zuerst war ich ein Kraut, | Mir unbewusst,
noch unreif zur Begier | Und lange war ich noch ein Thier, | Da ich ein Mensch schon
heißen sollte. | Die schöne Welt war nicht für mich gebaut, | Mein Ohr verschloß ein Fell,
mein Aug ein Staar***, | Mein denken stieg nur noch bis zum empfinden, | Mein ganzes
Kenntniß war Schmerz, Hunger und die Binden. | Zu diesem Wurme kam noch mehr von
Erdenschollen | Und von des Mehles weißem Saft; | Ein innrer Trieb fieng an die schlaffen
Sehnen | Zu meinen Diensten auszudehnen, | Die Füße lernten gehn durch fallen, | Die
Zunge beugte sich zum lallen, | Und mit dem Leibe wuchs der Geist. | Er prüfte nun die
ungeübte Kraft, | Wie Mücken thun, die, von der Wärme dreist, | Halb Würmer sind und
fliegen wollen. | Ich starrte jedes Ding als fremde Wunder an; |
albrecht von haller 149

más rico cada día, preveía y miraba a ayer,


calculé y medí, comparé, escogí, temí, amé,
¡erré, falté, dormí, y fui en hombre transformado!
¡Mi cüerpo cercana ahora la nada siente!
Larga carga de vida abruma los cansados mïembros,
el gozo huye de mí con plúmeo aleteo:
hacia la juventud sin penas, va.
Mi aversión, en aumento, de luz impide el aliciente
y extiende sobre el mundo desesperada sombra;
¡en cada línea siento cómo mi espíritu se agota,
y ningún otro afán, más que el de paz!

Notas del autor:


* Para que nadie se irrite por las expresiones con las que hablo, ante la muerte, como
de un fin del ser o de la esperanza, es necesario informar que todos estos discursos han
debido ser objeciones que yo habría respondido, si fuera capaz de llevar esta oda a su
término. Una segunda vida, no obstante, está expresamente admitida.
** Son aguas de toba, que tornan áridos y arenosos los húmedos prados en los que se
vierten.
*** Este pellejo natural, que cierra los ojos en el niño nonato, lo he descripto en los
Tratados de Upsala.

Ward reicher jeden Tag, sah vor und hinter heute, | Maß, rechnete, verglich, erwählte,
liebte, scheute, | Ich irrte, fehlte, schlief und ward ein Mann! | Itzt fühlet schon mein
Leib die Näherung des nichts! | Des Lebens lange Last erdrückt die müden Glieder;
| Die Freude flieht von mir mit flatterndem Gefieder | Der Sorgen-freien Jugend zu.
| Mein Eckel, der sich mehrt, verstellt den Reiz des Lichts | Und streuet auf die Welt
den Hoffnungs-losen Schatten; | Ich fühle meinen Geist in jeder Zeil ermatten | Und
keinen Trieb, als nach der Ruh!
Christoph Martin Wiel and 6

La naturaleza de las cosas o el más perfecto de los mundos


[Fragmento incial del libro cuarto]

Contenido del Libro cuarto


La forma del sistema universal. Clasificación de las sustancias sensibles de
las que está compuesto el universo, y las cuales, según la hipótesis tomada
por el poeta como base en el libro anterior, están todas ataviadas con un
cuerpo sutil indestructible. La clase inferior está integrada por aquéllas en
las cuales la sensación es más débil; de ellas están compuestos los cuerpos del
reino mineral. La segunda clase son las almas de las plantas. Analogía de las
plantas con los animales. El reino animal en sus diversas clases. Refutación
de aquéllos que consideran a los animales meras máquinas. De la razón de
los animales. Reconvención a Plinio, quien afirma que la naturaleza se ha
mostrado más bondadosa para con los animales que para con los hombres.
Descripción general de la Tierra, – de las zonas – de sus influencias sobre
hombres y animales, – el cielo. Los habitantes de otros mundos. Los astros,
según la opinión de los antiguos, animados. Este libro termina con la hipó-
tesis de que la diferencia de los sexos tendría lugar también en las almas y
espíritus, y de que se basaría en una diversidad interior de la naturaleza.

Canté cómo innúmeros seres por objeto escogïó


para sí, en filas sin medida, la clemencïa de Dïos;
y cómo en un cuerpo los envolviera la sabiduría,
según cuyo modelo la facultad de pensar se organiza.
El universo entero es un todo de espiritualidades,
a las que sin cesar dirigen ríos del ser los hontanares;
de varïadas formas, de sentimiento incapaz, la materia
tiene sólo el servirlas por objetivo de su existencia*.
Cuán engañosa es la conclusión, que el sabio elude apenas:
¿porque de lo que es no vemos más que tan sólo la cubierta,
el corpóreo mundo habría de ser no más que muerta carga,
arbitrarïamente en barreras diversas engastada?
¡No! lo que el sentido nos muestra, lo que en los ojos se agita,

Die Natur der Dinge oder Die vollkommenste Welt [Fragment] ||| Inhalt des vierten
Buchs || Ich sang, wie Gottes Huld sich unzählbare Wesen, | In Reihen ohne Maß,
zum Gegenstand erlesen; | Und wie die Weisheit sie in einen Leib gehüllt, | Nach
dessen Vorwurf sich die Kraft zu denken bild’t. | Die ganze Welt ist bloß ein All von
Geistigkeiten, | In die vom Quell des Seyns sich stete Ströme leiten; | Der formenreiche
Stoff, unfähig zum Gefühl, | Hat ihren Dienst allein zu seines Daseyns Ziel. | Wie
trügend ist der Schluß, dem Weise kaum entgehen; | Weil wir von dem, was ist, nur bloß
die Schalen sehen, | So ist die Körperwelt nur eine todte Last, | In Schranken mancher
Art willkürlich eingefaßt? | Nein! was der Sinn uns zeigt, was in die Augen wallet, |
151

lo que en los oídos resuena, lo que el sentimiento excita,


de la materia son formaciones, que espíritus en sí alberga
y es únicamente lo que al núcleo envuelve por fuera.
Condúceme ahora, diosa, por filas de los seres todos,
desde los que temen la luz por debilidad íntima sólo,
hasta el espíritu más puro, que de luz vive en el mar
que eternamente, sin costas, ciñe el trono de la deidad;
y muestra cómo el espacio, que incluye a las clases todas,
crea lo que engaña a nuestros sentidos, belleza, la forma.
El círculo entero que, pleno de una etérea marea,
en torno a nuestro sol (que, fijo en su foco, da vueltas,
y hacia dïeciséis tïerras su luz salutífera envía,
la cual dirige a órbitas propias una tensïón escondida)
del infinito, ser parece la peor parte
y la que incluye las ínfimas de las espiritualidades.
Aquí está la oscura bola, en la que el hombre está suspenso,
y se apremia en torno a luciente nada, que para nadie es resto.
Aunque en los numerosos mundos ocupa el lugar inferior,
plenitud de ignotos tesoros tiene, no obstante, en derredor.
[…]

El deleite, que nos depara aquí un bïen terrenal,


gusto ha de ser anticipado, que las ansias ha de aumentar
por obtener, con encendido celo, esa vida verdadera
saliendo de este crepúsculo como alguien que despïerta.
[…]

* En este lugar, por la elección de las expresiones bastante oscuro, hay que tener siempre
a la vista el resultado del canto anterior, acerca de que la materia es sólo una cobertura
de lo espiritual, y que de ella no existe más de lo que es necesario para esta cobertura
Was das Gefühl erregt, was in die Ohren schallet, | Sind Bildungen des Stoffs, der
Geister in sich schließt, | Und von dem Kern nur bloß die äußre Hülse ist. || Nun führe,
Göttin, mich durch aller Wesen Reihen, | Von denen, die das Licht aus innrer Schwäche
scheuen, | Bis zu dem reinsten Geist, der in dem Lichtmeer lebt, | Das ewig uferlos der
Gottheit Thron umwebt; | Und zeige, wie der Raum, der alle Classen füget, | Die Form,
die Schönheit schafft, die unsre Sinnen trüget. || Der ganze Kreis, der sich, voll von
äther’scher Flut, | Um unsre Sonne dreht (die in dem Brennpunkt ruht, | Und ihr heilsames
Licht zu sechzehn Erden sendet, | Die ein geheimer Zug in eignen Bahnen wendet), |
Scheint vom Unendlichen der schlechtste Theil zu seyn, | Und schließt die niedrigsten
der Geistigkeiten ein. || Hier ist der dunkle Ball, an dem die Menschen hängen | Und um
ein schimmernd Nichts, das keinem bleibt, sich drängen. | Nimmt in der Welten Zahl
er gleich den untern Platz, | So ist sein Kreis doch voll von unerkanntem Schatz. | […]
| Die Wollust, die uns hier ein irdisch Gut gewährt, | Soll nur ein Vorschmack seyn, der
die Begierden mehrt, | Mit angefachtem Fleiß nach jenem wahren Leben, | Aus dieser
Dämmerung, erwachend, hinzustreben. | […]
152 christoph martin wieland

(en el fondo, que no hay materia muerta). Reina aquí la antiquísima confusión de
fuerza vital, fuerza organizadora y principio espiritual. Mas nada importa eso, sino
sólo la determinación del sentido. Dios ha escogido innúmeros espíritus por objeto,
esto es, creado, lo que está frente a Él en tanto que algo fuera de su individualidad,
opuesto, por lo tanto, a ella. Éstos están envueltos con un cuerpo, según cuyo modelo
se configura la facultad de pensar. El término ambiguo, empleado de modo no
frecuente, Vorwurf, deja en duda, si con él se quiere significar objeto [Object] (ob-jeto
[Gegenstand], lo que se hubiera evitado, porque precisamente sólo entonces existió) o
sujeto (entidad particular). En el primer caso, el sentido es: la formación del espíritu
depende de la esfera a la que fue trasladado; en el segundo caso: depende de la respectiva
particularidad del organismo al que el espíritu está ligado. Sin duda esto último ha
querido decir W., y es lo único que se ajusta a lo siguiente: la materia rica en formas
tiene únicamente por meta (causa final) de su existencia el servicio de aquéllas (las
espiritualidades), esto es, sólo está presente, para conducir percepciones a los espíritus,
y, por medio de ellas, incitar y desarrollar la facultad de pensar. Por eso el mundo de
los espíritus sigue siendo lo excelente, aunque sólo el mundo de los cuerpos recae en los
sentidos. [N. d. E., Johann Gottfried Gruber, 1818]

[N. d. T.] Vorwurf: normalmente ‹reproche›, pero también, con menor frecuencia, ‹muestra,
modelo›, se compone de ›vor‹ –aquí ‹ante›– + ›Wurf‹ –‹lanzamiento›–; tal como, por ej. en
›Entwurf‹, ‹pro-yecto›.
Sturm und Drang (1767-1785|90)
Johann Wol fgang von Goe the 1

Prometeo

Cubre tu cielo, Zeus,


con vapor de nubes
y ejercítate, igual al muchacho
que descabeza cardos,
en robles y alturas montañosas;
tienes que dejarme
a mí mi tierra
y mi cabaña, que no construiste tú,
y mi fogón
cuyo ardor
me envidias.
¡No conozco nada más pobre
bajo el sol que vosotros, dioses!
Nutrís miserablemente
con tributos de los sacrificios
y aliento de plegarias
vuestra majestad
y caeríais en la misera, si no
hubiera niños y mendigos
necios llenos de esperanza.
Cuando era niño
y no sabía qué hacer,
volvía mis ojos extraviados
al sol, como si allí hubiera
un oído que oyera mi queja,
un corazón como el mío,
para compadecerse del cuitado.
¿Quién me ayudó
ante la arrogancia de los titanes?
Prometheus ||| Bedecke deinen Himmel, Zeus, | Mit Wolkendunst, | Und übe, dem
Knaben gleich, | Der Disteln köpft, | An Eichen dich und Bergeshöhn; | Mußt mir meine
Erde | Doch lassen stehn | Und meine Hütte, die du nicht gebaut, | Und meinen Herd,
| Um dessen Glut | Du mich beneidest. || Ich kenne nichts Ärmeres | Unter der Sonn
als euch, Götter! | Ihr nähret kümmerlich | Von Opfersteuern | Und Gebetshauch | Eure
Majestät | Und darbtet, wären | Nicht Kinder und Bettler | Hoffnungsvolle Toren. || Da
ich ein Kind war, | Nicht wußte, wo aus noch ein, | Kehrt ich mein verirrtes Auge | Zur
Sonne, als wenn drüber wär | Ein Ohr, zu hören meine Klage, | Ein Herz wie meins, |
Sich des Bedrängten zu erbarmen. || Wer half mir | Wider der Titanen Übermut? |
156 johann wolfgang von goethe

¿Quién me salvó de la muerte,


de la esclavitud?
¿No has consumado todo tú mismo,
sagrado, ardiente corazón?
¿Y ardías, buena y joven,
engañada, gratitud por la salvación,
para el que duerme allá arriba?
¿Yo honrarte? ¿Para qué?
¿Alguna vez aliviaste
el dolor del agobiado?
¿Alguna vez enjugaste
las lágrimas del afligido?
¿No me han forjado como hombre
el tiempo omnipotente
y el eterno destino,
mis amos y los tuyos?
¿Creíste acaso
que habría yo de odiar la vida,
huir al desierto,
porque no
maduraron todos los sueños floridos?
Aquí estoy, formando hombres
a mi imagen,
una estirpe que sea semejante a mí,
para sufrir, para llorar,
para regocijarse y disfrutar,
y no cuidarse de ti,
¡como yo!

Wer rettete vom Tode mich, | Von Sklaverei? | Hast du nicht alles selbst vollendet, | Heilig glühend
Herz? | Und glühtest jung und gut, | Betrogen, Rettungsdank | Dem Schlafenden da
droben? || Ich dich ehren? Wofür? | Hast du die Schmerzen gelindert | Je des Beladenen?
| Hast du die Tränen gestillet | Je des Geängsteten? | Hat nicht mich zum Manne
geschmiedet | Die allmächtige Zeit | Und das ewige Schicksal, | Meine Herrn und deine?
|| Wähntest du etwa, | Ich sollte das Leben hassen, | In Wüsten fliehen, | Weil nicht |
alle Blütenträume reiften? || Hier sitz ich, forme Menschen | Nach meinem Bilde, | Ein
Geschlecht, das mir gleich sei, | Zu leiden, zu weinen, | Zu genießen und zu freuen sich,
| Und dein nicht zu achten, | Wie ich!
johann wolfgang von goethe 157

Ganimedes

¡Cómo en la aurora
te inflamas a mi alrededor,
primavera, amado!
Con mil delicias de amor
estrecha mi corazón
de tu eterna calidez
la sagrada sensación,
belleza infinita!
¡Si pudiera asirte
en estos brazos!
Ay, en tu seno
yazgo, languidezco,
y tus flores, tu hierba
estrechan mi corazón.
Refrescas la abrasadora
sed de mi seno,
delicioso viento matutino;
el reclamo en él del ruiseñor
me solicita, amante, desde el valle en la niebla.
¡Voy! ¡Voy!
¿Adónde? Ay, ¿adónde?
¡A lo alto, a lo alto va el afán,
se ciernen las nubes
hacia abajo, las nubes
se inclinan al ansioso amor,
a mí, a mí!
¡En vuestro regazo
hacia arriba,
abrazando abrazado!
Hacia arriba,
Ganymed ||| Wie im Morgenrot | Du rings mich anglühst, | Frühling, Geliebter! | Mit
tausendfacher Liebeswonne | Sich an mein Herz drängt | Deiner ewigen Wärme | Heilig
Gefühl, | Unendliche Schöne! || Daß ich dich fassen möcht’ | In diesen Arm! || Ach,
an deinem Busen | Lieg’ ich, schmachte, | Und deine Blumen, dein Gras | Drängen
sich an mein Herz. | Du kühlst den brennenden | Durst meines Busens, | Lieblicher
Morgenwind, | Ruft drein die Nachtigall | Liebend nach mir aus dem Nebeltal. || Ich
komme! Ich komme! | Wohin? Ach, wohin? || Hinauf, hinauf strebt’s, | Es schweben die
Wolken | Abwärts, die Wolken | Neigen sich der sehnenden Liebe, | Mir! mir! | In eurem
Schoße | Aufwärts, | Umfangend umfangen! | Aufwärts |
158 johann wolfgang von goethe

en tu seno,
padre omniamante!

Rey de los alisos

Por la noche y el viento, ¿quién cabalga tan tarde?


Llevando a su niño, al galope va el padre.
Tiene al muchacho alzado en sus brazos,
firme lo aprieta y mantiene abrigado.
«Hijo mío, ¿por qué ocultas tu rostro tan tímido?»
«Es que, padre, ¿no ves tú al rey de los alisos?
¿El rey de los alisos, con cola y con corona?»
«Hijo mío, es la franja que la niebla jirona.»
«¡Niño encantador, vamos, ven conmigo!
Muy bellos juegos jugaré contigo;
el color de las flores en la orilla es variado;
mi madre tiene más de un vestido dorado.»
«Padre, padre, ¿por qué oír no puedes
lo que el rey de los alisos quedo me promete?»
«Calma, mi niño, calmarte procura;
en hojas secas el viento murmura.»
«¿Quieres, lindo muchacho, acompañarme a mí?
Primorosas, mis hijas cüidarán de ti;
mis hijas bailan en rueda nocturna
y mientras cantan y bailan te acunan.»
«Padre, padre, ¿no ves a las hijas allá
del rey de los alisos, en lóbrego lugar?»

An deinem Busen, | Alliebender Vater!


Erlkönig ||| Wer reitet so spät durch Nacht und Wind? | Es ist der Vater mit seinem
Kind; | Er hat den Knaben wohl in dem Arm, | Er faßt ihn sicher, er hält ihn warm. ||
»Mein Sohn, was birgst du so bang dein Gesicht?« | »Siehst, Vater, du den Erlkönig nicht?
| Den Erlenkönig mit Kron und Schweif ?« | »Mein Sohn, es ist ein Nebelstreif.« || »Du
liebes Kind, komm, geh mit mir! | Gar schöne Spiele spiel ich mit dir; | Manch bunte
Blumen sind an dem Strand; | Meine Mutter hat manch gülden Gewand.« || »Mein
Vater, mein Vater, und hörest du nicht, | Was Erlenkönig mir leise verspricht?« | »Sei
ruhig, bleibe ruhig, mein Kind; | In dürren Blättern säuselt der Wind.« || »Willst, feiner
Knabe, du mit mir gehn? | Meine Töchter sollen dich warten schön; | Meine Töchter
führen den nächtlichen Reihn | Und wiegen und tanzen und singen dich ein.« || »Mein
Vater, mein Vater, und siehst du nicht dort | Erlkönigs Töchter am düstern Ort?« |
johann wolfgang von goethe 159

«Hijo mío, hijo mío, con precisión lo vi:


es el resplandor de los viejos sauces tan gris.»
«Te amo, me excita tu hermosa figura;
y si no vienes dócil, vendrás por fuerza pura.»
«¡Padre, padre, me toma ahora con sus manos!
¡El rey de los alisos me ha hecho daño!
El padre siente horror, cabalga raudo,
llevando al gimiente niño en brazos;
se pone en la finca a duras penas a cubierto;
en sus brazos, el niño estaba muerto.

Canción nocturna del caminante


(versión cantable)

Sobre cada cima


hay paz
la copa anima
nada más
que un soplo;
el ave en el bosque calla:
tendrás, si aguardas,
tu paz pronto.

»Mein Sohn, mein Sohn, ich seh es genau: | Es scheinen die alten Weiden so grau.« ||
»Ich liebe dich, mich reizt deine schöne Gestalt; | Und bist du nicht willig, so brauch ich
Gewalt.« | »Mein Vater, mein Vater, jetzt faßt er mich an! | Erlkönig hat mir ein Leids
getan!« || Dem Vater grauset’s, er reitet geschwind, | Er hält in Armen das ächzende
Kind, | Erreicht den Hof mit Mühe und Not; | In seinen Armen das Kind war tot.
Wandrers Nachtlied ||| Über allen Gipfeln | Ist Ruh’ | In allen Wipfeln | Spürest Du
| Kaum einen Hauch; | Die Vögelein schweigen im Walde | Warte nur, balde | Ruhest
Du auch.
Friedrich von Schil l er 2

El esplendor de la creación
Una fantasía

Pasada la tormenta, de truenos el rugido


en resonantes montañas desaparecido,
huida la oscuridad;
sonreía el cielo otra vez con beldad lozana
a la tierra de Dios, abajo, a su hermana,
pleno de suavidad.
Risueños se extendían los valles y los prados,
que rayos del sol riendo, desde nubes de mayo,
gracïosos miraban:
Los ríos relucían, florestas, bosquecillos
se agitaban gozosos en cristal del rocío,
brillando en galas diáfanas.
¡Y allí! de monte a monte se alza, extendido, admirable,
un arco iris sobre el paisaje.
Viendo esto, desde el alto Brocken*, embriagados mis ojos
flotaban, cuando me sentí de pronto
elevado… Aires sacros, consagrados, llegaron,
tejiendo con dulzura en torno, y sobre mí,
por el espacio, altivo trayendo al Eterno hacia allí,
los cielos interiores majestuosos flotaron.
Y ahora alejaba las nubes,
y a mí en su curso, un viento,
debajo de mí, en vuelo,
ciudades reales retrocedían

* La más alta elevación del Harz (1.141 m), en Sachsen-Anhalt.


Die Herrlichkeit der Schöpfung | Eine Phantasie ||| Vorüber war der Sturm, der Donner
Rollen | Das hallende Gebirg hinein verschollen, | Geflohn die Dunkelheit; | In junger
Schöne lächelten die Himmel wieder | Auf ihre Schwester, Gottes Erde, nieder | Voll
Zärtlichkeit. | Es lagen lustig da die Auen und die Tale, | Aus Maigewölken von der Sonnen
Strahle | Holdselig angelacht: | Die Ströme schimmerten, die Büsch und Wäldchen alle |
Bewegten freudig sich im tauigen Kristalle, | In funkelndlichter Pracht. | Und sieh! da hebt
von Berg zu Berg sich prächtig ausgespannt | Ein Regenbogen übers Land. – || In dieser
Ansicht schwamm vom Brocken oben | Mein Auge trunken, als ich aufgehoben | Mich
plötzlich fühlte... Heilig heilge Lüfte kamen, | Umwebten zärtlich mich, indessen über mir,
| Stolztragend übers All den Ewigen daher, | Die innre Himmel majestätisch schwammen.
|| Und itzt trieb ein Wind | Fort die Wolken, mich auf ihrem Zuge, | Unter mir wichen im
Fluge | Schimmernde Königesstädte zurück, |
161

relucientes y raudas como una ojeada,


montañas que cubrían de sombra las campiñas,
y la mezcla más bella de campos florecientes,
de áureos sembrados, bosques verdes,
cielo y tierra en ameno fulgor
en dulcísima danza mecíanse en derredor.
Me cierno entonces en zafíreas alturas,
ora sobre el mar inmensamente vasto;
ora viendo abajo un tropel de escollos, largo,
ya horrendos allá, pétreos desiertos
que de la primavera me arrojan el aliento;
la reina de la luz acá,
sobre áureas, rosáceas nubes transportada,
marchar a su paz celestial.
¡Oh, qué visión! ¿Podrías, cómo, decir, ¡mi canto!,
lo que este ojo bebió del circunvolante carro?
De la creación las galas todas, suntuosidad
que en el yermo de la oscura eternidad
el Supremo concibió
y en deleite de sus ojos y, ¡oh hombres!,
en morada vüestra transformó,
¡estaba ante mí!… ¿Y se abren qué melodías
paso a lo alto? ¿qué inefables sones
sacuden mi oído extasiado? ¡Grandes loores
tañe naturaleza en su laúd!… ¡En armonías
alaba, cual de dulce muerte en el embeleso,
mi espíritu al Señor del universo!

Schnell wie ein Blick | Länderbeschattende Berge zurück, | Und das schönste Gemisch
von blühenden Feldern, | Goldenen Saaten und grünenden Wäldern, | Himmel und
Erde im lachenden Glanz | Wiegten sich um mich im sanftesten Tanz. || Da schweb
ich nun in den saphirnen Höhen | Bald überm unabsehlich weiten Meer; | Bald seh ich
unter mir ein langes Klippenheer, | Itzt grausenvolle Felsenwüsten stehen, | Und dort
den Frühling mir entgegenwehen; | Und hier die Lichteskönigin, | Auf rosichtgoldnen
Wolken hingetragen, | Zu ihrer Himmelsruhe ziehn. || O welch Gesicht! Mein Lied! wie
könntest du es sagen, | Was dieses Auge trank vom weltumwandelnden Wagen? | Der
Schöpfung ganze Pracht, die Herrlichkeit, | Die in dem Einsamen der dunkeln Ewigkeit
| Der Allerhöchste ausgedacht | Und sich zur Augenlust, und euch, o Menschen! | Zur
Wohnung hat gemacht, | Lag vor mir da!... Und welche Melodien | Dringen herauf ?
welch unaussprechlicher Klang | Schlägt mein entzücktes Ohr?... Der große Lobgesang
| Tönt auf der Laute der Natur!... In Harmonien | Wie einen süßen Tod verloren, preist |
Den Herrn des Alls mein Geist!
Clasicismo (1786-1805)
y Postclasicismo
Johann Wol fgang von Goe the 3

Escena del «Fausto I»

(Toma el libro y pronuncia misteriosamente el signo del espíritu.


Tiembla una llama rojiza, el espíritu aparece en la llama.)
espíritu. ¿Quién me invoca?
fausto (vuelto). ¡Horrible visión!
espíritu. Poderosamente me atrajiste,
de mi esfera largo tiempo absorbiste,
y ahora…
fausto. ¡Ay! ¡No te soporto!
espíritu. Suplicas, cobrando aliento, contemplarme,
oír mi voz, ver mi rostro;
me inclina de tu alma el ruego poderoso,
¡Aquí estoy!… ¡Qué horror deplorable
hace presa de ti, superhombre! ¿Dónde está del alma
dónde el pecho, que un mundo en sí creara,
condujera y guardara, que de gozoso temblor se hinchiera
por elevarse a los espíritus, a la altura nuestra?
¿Dónde estás, Fausto, cuya voz para mí ha resonado,
el que con todas sus fuerzas hasta mí ha avanzado?
¿Eres tú el que, rodeado de mi aliento inclemente,
las honduras vitales todas temblar sïente,
un de temor encorvado gusano?
fausto. ¿Me he yo ante ti, forma flamígera, de retirar?
¡Soy yo, soy Fausto, soy tu igual!
espíritu. ¡En mareas de vida, en la borrasca de actos
me agito de una a otra punta,
tejo de acá para allá!
Cuna y tumba,

Szene aus dem »Faust I« ||| (Er faßt das Buch und spricht das Zeichen des Geistes geheimnisvoll aus.
Es zuckt eine rötliche Flamme, der Geist erscheint in der Flamme.) | geist . Wer ruft mir? | faust
(abgewendet). Schreckliches Gesicht! | geist . Du hast mich mächtig angezogen, | An
meiner Sphäre lang’ gesogen, | Und nun – | faust .Weh! ich ertrag’ dich nicht! | geist .
Du flehst eratmend, mich zu schauen, | Meine Stimme zu hören, mein Antlitz zu sehn;
| Mich neigt dein mächtig Seelenflehn, | Da bin ich! - Welch erbärmlich Grauen | Faßt
Übermenschen dich! Wo ist der Seele Ruf ? | Wo ist die Brust, die eine Welt in sich
erschuf | Und trug und hegte, die mit Freudebeben | Erschwoll, sich uns, den Geistern,
gleich zu heben? | Wo bist du, Faust, des Stimme mir erklang, | Der sich an mich mit allen
Kräften drang? | Bist du es, der, von meinem Hauch umwittert, | In allen Lebenstiefen
zittert, | Ein furchtsam weggekrümmter Wurm? | faust . Soll ich dir, Flammenbildung,
weichen? | Ich bin’s, bin Faust, bin deinesgleichen! | geist . In Lebensfluten, im
Tatensturm | Wall’ ich auf und ab, | Webe hin und her! | Geburt und Grab, |
166 johann wolfgang von goethe

un eterno mar,
un tejer diferente,
un vivir ardïente,
así trabajo en el telar zumbante de la edad
y labro el vestido vivo de la divinidad.
fausto. Tú, que en torno del vasto mundo merodeas,
espíritu atareado, ¡cuán cerca me siento de ti!
espíritu. ¡Al espíritu que concibes te asemejas,
no a mí! (Desaparece)
fausto (derrumbándose.) ¿No a ti?
¿A quién pues? ¡Yo, imagen de la divinidad!
¡Y ni siquiera a ti! Llaman.
[…]

Gingo Biloba

La hoja de este árbol, que de Oriente


a mi jardín confiado,
secreto sentido a probar ofrece,
tal, por el que el sabio es cultivado.
¿Es ella un ser vivo,
que se ha en sí mismo dividido?
¿Son dos, que se escogieran,
por que como uno se los conociera?
Para dar respuesta a tales preguntas,
el correcto sentido encontré yo;
¿es que en mis canciones no barruntas
que soy uno y soy dos?

Ein ewiges Meer, | Ein wechselnd Weben, | Ein glühend Leben, | So schaff ’ ich am
sausenden Webstuhl der Zeit | Und wirke der Gottheit lebendiges Kleid. | faust .
Der du die weite Welt umschweifst, | Geschäftiger Geist, wie nah fühl’ ich mich dir!
|| geist . Du gleichst dem Geist, den du begreifst, | Nicht mir! (Verschwindet.) | faust
(zusammenstürzend.) Nicht dir? | Wem denn? Ich Ebenbild der Gottheit! | Und nicht
einmal dir! Es klopft. | […]
Gingo Biloba ||| Dieses Baums Blatt, der von Osten | Meinem Garten anvertraut, | Gibt
geheimen Sinn zu kosten, | Wie’s den Wissenden erbaut. || Ist es ein lebendig Wesen, |
Das sich in sich selbst getrennt? | Sind es zwei, die sich erlesen, | Daß man sie als eines
kennt? || Solche Frage zu erwidern, | Fand ich wohl den rechten Sinn; | Fühlst du nicht
an meinen Liedern, | Daß ich eins und doppelt bin?
johann wolfgang von goethe 167

Uno y todo

Para encontrarse en lo ilimitado,


se eclipsa el individuo de buen grado,
todo hastío se disuelve entonces;
sin ardiente desear, feroz querer,
sin gravoso exigir, duro deber:
en entregarse consiste el goce.
¡A penetrarnos ven, alma del mundo!
Luchar con el espíritu del mundo,
de esta fuerza hace la alta vocación.
Siendo parte, espíritus guían buenos,
maestros sumos, orientando tiernos,
hacie el que todo lo crea y creó.
Para recrear lo creado, hacerlo nuevo,
por que no se abroquele en lo tieso,
es eficaz la acción viva, eternal.
Lo que no era, se volverá ahora
soles puros, tierra policroma,
en ningún caso puede reposar.
Ha de agitarse; creando, actuar;
formarse antes, luego transformar;
sólo parece quieto por momentos.
Se agita en todos lo eterno y no para:
pues todo debe disgregarse en nada,
si en el ser persistir es su deseo.

Eins und Alles ||| Im Grenzenlosen sich zu finden, | Wird gern der Einzelne
verschwinden, | Da löst sich aller Überdruß; | Statt heißem Wünschen, wildem Wollen,
| Statt läst’gem Fordern, strengem Sollen | Sich aufzugeben ist Genuß. || Weltseele,
komm, uns zu durchdringen! | Dann mit dem Weltgeist selbst zu ringen | Wird unsrer
Kräfte Hochberuf. | Teilnehmend führen gute Geister, | Gelinde leitend, höchste Meister,
| Zu dem, der alles schafft und schuf. || Und umzuschaffen das Geschaffne, | Damit sich’s
nicht zum Starren waffne, | Wirkt ewiges lebendiges Tun. | Und was nicht war, nun will es
werden | Zu reinen Sonnen, farbigen Erden, | In keinem Falle darf es ruhn. || Es soll sich
regen, schaffend handeln, | Erst sich gestalten, dann verwandeln; | Nur scheinbar steht’s
Momente still. | Das Ewige regt sich fort in allen: | Denn alles muß in Nichts zerfallen,
| Wenn es im Sein beharren will.
Friedrich von Schil l er 4

La Antigüedad al caminante nórdico

Transpusiste corrientes y a nado cruzaste mares,


por sobre la montaña alpina te llevó el vertiginoso puentecillo,
para contemplarme de cerca y alabar mi belleza,
que la fama entusiasta celebra por el mundo asombrado;
y bien, estás ante mí, sagrada, puedes tocarme,
pero, ¿estás ahora de mí más cerca, y lo estoy de ti?

El sembrador

Mira: lleno de esperanza confías a la tierra la dorada semilla


y en primavera esperas gozoso que la simiente germine.
¿Sólo en el surco del tiempo piensas en esparcir hechos
que, sembrados por la sabiduría, florezcan quedos por la eternidad?

Die Antike an den nordischen Wanderer ||| Über Ströme hast du gesetzt und Meere
durchschwommen, | Über der Alpen Gebirg trug dich der schwindligte Steg, | Mich in
der Nähe zu schaun und meine Schöne zu preisen, | Die der begeisterte Ruf rühmt durch
die staunende Welt; | Und nun stehst du vor mir, du darfst mich Heilge berühren, | Aber
bist du mir jetzt näher, und bin ich es dir?
Der Sämann ||| Siehe, voll Hoffnung vetraust du der Erde den goldenen Samen | Und
erwartest im Lenz fröhlich die keimende Saat. | Nur in die Furche der Zeit bedenkst du
dich Taten zu streuen, | Die, von der Weisheit gesät, still für die Ewigkeit blühn?
Marianne von Wil l emer 5

El castillo de Heidelberg
28 de julio a las 7 de la tarde*

Os saludo, espacios vastos, de luz bañados,


a tu corona, antiguo edificio principesco,
os saludo, tupidos árboles elevados,
y por sobre vosotros al hondo azul del cielo.
Adonde la mirada vuelva avizor el ojo
dentro de este espacio de paz tan florido,
me es enviado un dulce saludo amoroso
del sueño que en mi vida más colma el regocijo.
Junto al escarpado pretil de la explanada
fueron por un tïempo sus idas y venidas
de un sincero afecto las prendas, las trazas
que busqué y mi vista ahora no divisa.
La hoja allí de aquel árbol, del Lejano Oriente
confiada al jardín oriental-occidental,
hace que el misterioso sentido saboree
que va a la amante devota a deleitar.
Ese atrio el extremo Norte atravesó,
amenazando a nuestro pacífico destino;
de belicosas hordas el bronco derredor
nos defraudó en cuanto al instante fugitivo.
Del fresco manantial, donde la límpida fuente
murmura en gradas de mármol que el verde corona,

* Poema escrito por Marianne von Willemer en recuerdo de su último encuentro con
Goethe en los días de otoño del año 1815.
Das Heidelberger Schloß | den 28. Juli abends 7 Uhr ||| Euch grüß ich weite, lichtumfloßne
Räume, | Dich alten reichbekränzten Fürstenbau, | Euch grüß ich hohe, dichtumlaubte
Bäume, | Und über euch des Himmels tiefes Blau. || Wo hin den Blick das Auge forschend
wendet | In diesem blütenreichen Friedensraum, | Wird mir ein leiser Liebesgruß gesendet
| Aus meines Lebens freudevollstem Traum. || An der Terrasse hohem Berggeländer |
War eine Zeit sein Kommen und sein Gehn, | Die Zeichen, treuer Neigung Unterpfänder,
| Sie sucht ich, und ich kann sie nicht erspähn. || Dort jenes Baumsblatt, das aus fernem
Osten | Dem westöstlichen Garten anvertraut, | Gibt mir geheimnisvollen Sinn zu kosten
| Woran sich fromm die Liebende erbaut. || Durch jene Halle trat der hohe Norden |
Bedrohlich unserm friedlichen Geschick; | Die rauhe Nähe kriegerischer Horden | Betrog
uns um den flüchtgen Augenblick. || Dem kühlen Brunnen, wo die klare Quelle | Um
grünbekränzte Marmorstufen rauscht, |
170 marianne von willemer

no brota onda tras onda más dulce y más fluente


de lo que sigue a voz voz, una mirada a otra.
¡Oh! cerraos ahora párpados fatigados.
En la luz penumbrosa de aquellas bellas horas
del amigo me envuelven los elevados cantos,
y así en el presente el pasado se torna.
Con los rayos del sol tejed, aires vespertinos,
una áurea red en torno a este hechizado lugar,
embriagadme, llevadme a mí, aromas floridos,
vuestro poder fascina y no me puedo marchar.
En torno a mí cerraos, invisibles barreras,
en círculo hechizado cuya magia me acosa,
abismaos de buen grado, sentidos e ideas,
aquí yo fui amante, amada y dichosa.

Entquillt nicht leiser, rascher, Well auf Welle, | Als Blick um Blick, und Wort um Wort
sich tauscht. || 0! schließt euch nun ihr müden Augenlider. | Im Dämmerlichte jener
schönen Zeit | Umtönen mich des Freundes hohe Lieder, | Zur Gegenwart wird die
Vergangenheit. || Aus Sonnenstrahlen webt ihr Abendlüfte | Ein goldnes Netz um diesen
Zauberort, | Berauscht mich, nehmt mich hin ihr Blumendüfte, | Gebannt durch eure
Macht kann ich nicht fort. || Schließt euch um mich ihr unsichtbaren Schranken | Im
Zauberkreis der magisch mich umgibt, | Versenkt euch willig Sinne und Gedanken, |
Hier war ich glücklich, liebend und geliebt.
Ottil ie von Goe the 6

Junio. Canción popular

Si a cubrir la nieve el prado acierta,


si al capullo mayo lo despierta,
todo pasa dejándome de lado,
y es lo mismo, no diferenciado.
Ni aroma de flor ni fulgor del sol
penetra en el yermo corazón,
no despierta por mí rayo temprano,
la noche está aquí y se ha quedado.

Juni. Volkslied ||| Ob der Schnee die Flur bedeckt, | Ob der Mai die Knospe weckt, |
Alles zieht an mir vorbei, | Als dasselbe Einerlei. | Der Blume Duft, der Sonne Schein. |
Dringt nicht ins öde Herz hinein, | Kein Morgenstrahl für mich erwacht, | Hier ist und
bleibt es Nacht.
Entre Clasicismo y
Romanticismo (1793-1811)
Friedrich Höl derl in 1

A la naturaleza

Cuando entre tu velo jugaba todavía,


todavía ante ti pendía como una flor,
en los sonidos todos tu corazón sentía,
palpitante ciñendo mi tierno corazón;
cüando todavía con fe y con nostalgia,
ante tu imagen, rico, tal como tú, parado,
todavía un lugar para mis lágrimas,
un mundo había yo para mi amor hallado;
cuando hacia el sol mi corazón se tornaba
todavía, cual si percibiera aquél su son,
y a las estrellas él las llamaba sus hermanas,
y a la primavera melodía de Dios;
cüando en el hálito, que el bosque movía,
todavía tu espíritu, espíritu de gozo,
en onda se agitaba del corazón tranquila,
entonces me ceñían días de oro.
Cuando en el valle, junto al frescor de la füente,
donde entre peñascos apacibles jugaba
de juveniles arbustos el verde
y a través de las ramas el éter brillaba;
cuando allí yo, de flores inundado,
ebrio y silencioso su aliento bebía
y hacia mí, de luz y fulgor bañado,
el oro de la nube desde lo alto se hundía –
Cuando por la desnuda landa lejos vagaba,
donde desde el crepúsculo en seno de barrancos

An die Natur ||| Da ich noch um deinen Schleier spielte, | Noch an dir, wie eine Blüte
hing, | Noch dein Herz in jedem Laute fühlte, | Der mein zärtlichbebend Herz umfing, |
Da ich noch mit Glauben und mit Sehnen | Reich, wie du, vor deinem Bilde stand, | Eine
Stelle noch für meine Tränen, | Eine Welt für meine Liebe fand, || Da zur Sonne noch
mein Herz sich wandte, | Als vernähme seine Töne sie, | Und die Sterne seine Brüder
nannte | Und den Frühling Gottes Melodie, | Da im Hauche, der den Hain bewegte,
| Noch dein Geist, dein Geist der Freude sich | In des Herzens stiller Welle regte, |
Da umfingen goldne Tage mich. || Wenn im Tale, wo der Quell mich kühlte, | Wo der
jugendlichen Sträuche Grün | Um die stillen Felsenwände spielte | Und der Äther durch
die Zweige schien, | Wenn ich da, von Blüten übergossen, | Still und trunken ihren Othem
trank | Und zu mir, von Licht und Glanz umflossen, | Aus den Höh’n die goldne Wolke
sank – || Wenn ich fern auf nackter Heide wallte, | Wo aus dämmernder Geklüfte Schoß |
176 friedrich hölderlin

de corrientes titánicos cantos resonaban,


y por la noche estaba de las nubes cercado;
cuando la tempestad con sus ondas procelosas
pasaba ante mí a monte traviesa
y las llamas del cielo volábanme en ronda,
¡apareciste tú, alma de la naturaleza!
Me perdía a menudo entonces con ebrias lágrimas,
amando, como luego de extravío extenso
al océano dirigen las corrientes sus ansias,
yo en tu plenitud, ¡oh, mundo bello!
Desde la soledad del tiempo, con regocijo,
me lanzaba allí con los seres todos, ah,
como en atrios del padre un peregrino,
en los brazos de la inmensidad. –
¡Benditos seáis, áureos, infantiles sueños,
pobrezas de la vida me ocultabais,
educabais los gérmenes del corazón buenos,
lo que jamás conquisto, lo brindabais!
¡Naturaleza, oh!, de tu gracia en el fulgor,
sin coacción desplegábanse ni pena
los frutos regios del amor,
como en Arcadia las cosechas.
Muerta está ahora, quien me amamantó y educó,
muerto está ahora el mundo adolescente,
este pecho, que una vez un cielo colmó,
como una rastrojera, muerto e indigente;
la primavera, ¡ay!, canta a mis cuitas
todavía, el consuelo de una afable canción;
la mañana, empero, ya pasó de mi vida,
la primavera de este corazón se agostó.

Der Titanensang der Ströme schallte | Und die Nacht der Wolken mich umschloß, |
Wenn der Sturm mit seinen Wetterwogen | Mir vorüber durch die Berge fuhr | Und des
Himmels Flammen mich umflogen, | Da erschienst du, Seele der Natur! || Oft verlor ich
da mit trunknen Tränen | Liebend, wie nach langer Irre sich | In den Ozean die Ströme
sehnen, | Schöne Welt! in deiner Fülle mich; | Ach! da stürzt ich mit den Wesen allen |
Freudig aus der Einsamkeit der Zeit, | Wie ein Pilger in des Vaters Hallen, | In die Arme
der Unendlichkeit. – || Seid gesegnet, goldne Kinderträume, | Ihr verbargt des Lebens
Armut mir, | Ihr erzogt des Herzens gute Keime, | Was ich nie erringe, schenktet ihr!
| O Natur! an deiner Schönheit Lichte, | Ohne Müh und Zwang entfalteten | Sich der
Liebe königliche Früchte, | Wie die Ernten in Arkadien. || Tot ist nun, die mich erzog
und stillte, | Tot ist nun die jugendliche Welt, | Diese Brust, die einst ein Himmel füllte, |
Tot und dürftig, wie ein Stoppelfeld; | Ach! es singt der Frühling meinen Sorgen | Noch,
wie einst, ein freundlich tröstend Lied, | Aber hin ist meines Lebens Morgen, | Meines
Herzens Frühling ist verblüht. ||
friedrich hölderlin 177

Del más amable amor el ayuno será eterno,


lo que amamos, es una sombra en sí;
cuando los áureos sueños de juventud murieron,
murió la afable naturaleza para mí;
no supiste de esto en días dichosos,
que el terruño está de ti tan lejos;
pobre corazón, siempre inquirirlo será ocioso,
si de él no te basta un sueño.

El Rin
a Isaak von Sinclair

En la oscura hiedra sentado, en el portal


estaba del bosque, justo cuando el áureo mediodía,
visitando la fuente, bajó las escaleras
de la montaña alpina,
que se llama para mí, según creencia antigua,
la edificada por los dioses,
la fortaleza de los celestiales,
donde empero
secretamente aún mucho decidido
llega hasta los hombres; desde allí
percibí sin sospecharlo
un destino, pues en la cálida
sombra, consigo mucho discurriendo,
hacia Italia acababa
de írseme el alma divagando
y lejos, a las costas de Morea.
Ahora empero, dentro de la montaña,
hondo bajo las argénteas cumbres
y bajo el verde gozoso,

Ewig muß die liebste Liebe darben, | Was wir lieben, ist ein Schatten nur, | Da der Jugend
goldne Träume starben, | Starb für mich die freundliche Natur; | Das erfuhrst du nicht in
frohen Tagen, | Daß so ferne dir die Heimat liegt, | Armes Herz, du wirst sie nie erfragen,
| Wenn dir nicht ein Traum von ihr genügt.
Der Rhein | An Isaak von Sinclair ||| Im dunkeln Efeu saß ich, an der Pforte | Des Waldes,
eben, da der goldene Mittag, | Den Quell besuchend, herunterkam | Von Treppen des
Alpengebirgs, | Das mir die göttlichgebaute, | Die Burg der Himmlischen heißt | Nach
alter Meinung, wo aber | Geheim noch manches entschieden | Zu Menschen gelanget;
von da | Vernahm ich ohne Vermuten | Ein Schicksal, denn noch kaum | War mir im
warmen Schatten | Sich manches beredend, die Seele | Italia zu geschweift | Und fernhin
an die Küsten Moreas. || Jetzt aber, drin im Gebirg, | Tief unter den silbernen Gipfeln |
Und unter fröhlichem Grün, |
178 friedrich hölderlin

donde estremeciéndose los bosques hacia él,


y unas sobre otras las testas de las peñas
miran para abajo a lo largo de los días,
allí, en el más frío abismo, oí
el lamento de redención
del efebo, lo oyeron bramar
y acusar a la madre tierra,
y al tonante, que lo engendró,
compasivos los padres, mas
huyeron los mortales del lugar,
pues terrible era, al rodar
sin luz en sus cadenas,
la ira del semidiós.
Era la voz del más noble de los ríos,
del Rin, nacido libre,
y otra cosa esperaba él, cuando allá arriba
se separó de sus hermanos,
del Tesino y el Ródano,
queriendo peregrinar, e impaciente
a Asia lo impulsaba el alma regia.
Mas irrazonable es
desear frente al destino.
Los más ciegos, empero,
son los hijos de los dioses. Pues conoce
el hombre su casa, y al animal
fue dado dónde ha de edificar,
mas a la inexperta alma de aquéllos,
la falta de no saber adónde ir.
Un enigma es lo surgido puro. Aun
el canto apenas puede develarlo. Pues
como empezaste, quedarás,
por más que obren disciplina

Wo die Wälder schauernd zu ihm, | Und der Felsen Häupter übereinander | Hinabschaun,
taglang, dort | Im kältesten Abgrund hört | Ich um Erlösung jammern | Den Jüngling,
es hörten ihn, wie er tobt’, | Und die Mutter Erd anklagt’, | Und den Donnerer, der ihn
gezeuget, | Erbarmend die Eltern, doch | Die Sterblichen flohn von dem Ort, | Denn
furchtbar war, da lichtlos er | In den Fesseln sich wälzte, | Das Rasen des Halbgotts. ||
Die Stimme wars des edelsten der Ströme, | Des freigeborenen Rheins, | Und anderes
hoffte der, als droben von den Brüdern, | Dem Tessin und dem Rhodanus, | Er schied
und wandern wollt, und ungeduldig ihn | Nach Asia trieb die königliche Seele. | Doch
unverständig ist | Das Wünschen vor dem Schicksal. | Die Blindesten aber | Sind
Göttersöhne. Denn es kennet der Mensch | Sein Haus und dem Tier ward, wo | Es bauen
solle, doch jenen ist | Der Fehl, daß sie nicht wissen wohin | In die unerfahrne Seele
gegeben. || Ein Rätsel ist Reinentsprungenes. Auch | Der Gesang kaum darf es enthüllen.
Denn | Wie du anfingst, wirst du bleiben, | So viel auch wirket die Not, |
friedrich hölderlin 179

y necesidad, lo más
puede el nacimiento,
y el rayo de luz que encuentra
al recién nacido.
Pero dónde hay uno,
para permanecer libre
toda su vida, y realizar solo
el deseo del corazón, así
desde alturas propicias, como el Rin,
y dichosamente así nacido
de sagrado seno, como aquél?
Por ello su palabra es de júbilo.
No ama él, como otros niños,
llorar entre las fajas;
pues cuando las costas desde el principio
se deslizan, sinuosas, hacia sus lados,
y envolviéndolo sedientas, ansían
arrastrarlo, a él, el imprudente,
y protegerlo entre sus dientes, riendo
desgarra las sierpes y se precipita
con el botín, y si en la prisa
un mayor no lo desbrava,
lo deja crecer, como el relámpago
hiende la tierra, y como hechizados huyen
tras él los bosques y hundiéndose los montes.
Pero un dios quiere ahorrar a sus hijos
la vida presurosa, y sonríe
cuando inmoderados, mas contenidos
por Alpes sagrados, en la hondura,
como aquél, se encolerizan con él los ríos.
En una fragua así, se forja luego
también todo lo puro,

Und die Zucht, das meiste nämlich | Vermag die Geburt, | Und der Lichtstrahl, der |
Dem Neugebornen begegnet. | Wo aber ist einer, | Um frei zu bleiben | Sein Leben lang,
und des Herzens Wunsch | Allein zu erfüllen, so | Aus günstigen Höhn, wie der Rhein,
| Und so aus heiligem Schoße | Glücklich geboren, wie jener? || Drum ist ein Jauchzen
sein Wort. | Nicht liebt er, wie andere Kinder, | In Wickelbanden zu weinen; | Denn wo
die Ufer zuerst | An die Seit ihm schleichen, die krummen, | Und durstig umwindend
ihn, | Den Unbedachten, zu ziehn | Und wohl zu behüten begehren | Im eigenen Zahne,
lachend | Zerreißt er die Schlangen und stürzt | Mit der Beut und wenn in der Eil |
Ein Größerer ihn nicht zähmt, | Ihn wachsen läßt, wie der Blitz, muß er | Die Erde
spalten, und wie Bezauberte fliehn | Die Wälder ihm nach und zusammensinkend die
Berge. || Ein Gott will aber sparen den Söhnen | Das eilende Leben und lächelt, |Wenn
unenthaltsam, aber gehemmt | Von heiligen Alpen, ihm | In der Tiefe, wie jener, zürnen
die Ströme. | In solcher Esse wird dann | Auch alles Lautre geschmiedet, |
180 friedrich hölderlin

y es hermoso, cómo después


de abandonar los montes,
vagando quedo se contenta
en la tierra alemana,
y calma el ansia
en misión benévola, cuando cultiva
la tierra, el padre Rin, y nutre
amados niños, en ciudades que ha fundado.
Mas nunca, nunca lo olvida.
Pues debe antes perderse la morada,
y la ley, y tornarse inicuo
el día de los hombres, antes que olvidar
pudiera tal el origen
y la pura voz de la juventud.
Quién fue el primero en corromper
los vínculos del amor,
y en hacer de ellos dogales?
Se mofaron entonces del derecho propio
y por cierto del fuego celestial
los altaneros, sólo entonces,
despreciando los senderos mortales,
escogieron lo osado
y aspiraron a igualarse a los dioses.
Pero con la propia inmortalidad
tienen los dioses suficiente, y
si necesitan los celestiales de una cosa,
es de héroes y hombres,
y demás mortales. Pues dado
que los bienaventurados nada sienten por sí,
debe, si se permite
decirlo, sentir siendo partícipe
otro en nombre de los dioses,

Und schön ists, wie er drauf, | Nachdem er die Berge verlassen, | Stillwandelnd sich im
deutschen Lande | Begnüget und das Sehnen stillt | Im guten Geschäfte, wenn er das
Land baut, | Der Vater Rhein, und liebe Kinder nährt | In Städten, die er gegründet. ||
Doch nimmer, nimmer vergißt ers. | Denn eher muß die Wohnung vergehn, | Und die
Satzung und zum Unbild werden | Der Tag der Menschen, ehe vergessen | Ein solcher
dürfte den Ursprung | Und die reine Stimme der Jugend. | Wer war es, der zuerst | Die
Liebesbande verderbt | Und Stricke von ihnen gemacht hat? | Dann haben des eigenen
Rechts | Und gewiß des himmlischen Feuers | Gespottet die Trotzigen, dann erst | Die
sterblichen Pfade verachtend | Verwegnes erwählt | Und den Göttern gleich zu werden
getrachtet. || Es haben aber an eigner | Unsterblichkeit die Götter genug, und bedürfen |
Die Himmlischen eines Dings, | So sinds Heroen und Menschen | Und Sterbliche sonst.
Denn weil | Die Seligsten nichts fühlen von selbst, | Muß wohl, wenn solches zu sagen |
Erlaubt ist, in der Götter Namen | Teilnehmend fühlen ein Andrer, |
friedrich hölderlin 181

ése necesitan; no obstante es


su fallo, que destruya él
su propia casa e injurie
como a enemigo lo más amado,
y sepulte a padre e hijo bajo las ruinas,
si uno quiere ser como ellos
y no sufrir lo desigual, el iluso.
Dichoso por ello aquél, que halló
deparado un dichoso destino,
donde de las peregrinaciones
y pesares el recuerdo dulce
eleve aún su rumor en la margen segura,
para que hacia aquí y allá pueda gustoso
mirar hasta los límites,
que con el nacimiento Dios
le señalara por morada.
Entonces reposa, venturoso en su modestia,
pues todo lo que ha querido,
lo celestial, por sí mismo ciñe,
inexpugnado, sonriente ahora,
que él reposa, al denodado.
Semidioses pienso ahora,
y conocer debo a los caros,
pues a menudo su vida
me conmueve el pecho anhelante.
Mas a quien fue dada como a ti,
Rousseau, invencible el alma,
la de vehemencia tenaz,
y seguro el sentido,
y dulce el don de oir
y hablar, de modo de hacer
desde una plenitud sagrada, como el dios

Den brauchen sie; jedoch ihr Gericht | Ist, daß sein eigenes Haus | Zerbreche der
und das Liebste | Wie den Feind schelt und sich Vater und Kind | Begrabe unter
den Trümmern, | Wenn einer, wie sie, sein will und nicht | Ungleiches dulden, der
Schwärmer. || Drum wohl ihm, welcher fand | Ein wohlbeschiedenes Schicksal, | Wo
noch der Wanderungen | Und süß der Leiden Erinnerung | Aufrauscht am sichern
Gestade, | Daß da und dorthin gern | Er sehn mag bis an die Grenzen, | Die bei der
Geburt ihm Gott | Zum Aufenthalte gezeichnet. | Dann ruht er, seligbescheiden, |
Denn alles, was er gewollt, | Das Himmlische, von selber umfängt | Es unbezwungen,
lächelnd | Jetzt, da er ruhet, den Kühnen. || Halbgötter denk ich jetzt | Und kennen
muß ich die Teuern, | Weil oft ihr Leben so | Die sehnende Brust mir beweget. | Wem
aber, wie, Rousseau, dir, | Unüberwindlich die Seele, | Die starkausdauernde, ward, |
Und sicherer Sinn | Und süße Gabe zu hören, | Zu reden so, daß er aus heiliger Fülle |
Wie der Weingott, törig göttlich |
182 friedrich hölderlin

del vino, insensata, divinamente


y sin ley, comprensible a los buenos
la lengua de los más puros,
mas de cegar, con justicia, a los irreverentes,
a los siervos sacrílegos, cómo llamo al extranjero?
Todo aman, como la madre,
los hijos de la tierra, y así también acogen,
los dichosos, todo sin esfuerzo.
Por ello también se sorprende
el hombre mortal y se estremece,
cuando piensa en el cielo, que con brazos amantes
acumuló sobre sus hombros,
y en la carga del gozo;
a menudo le parece entonces lo mejor,
casi olvidado por entero estar allí,
donde el rayo no abrasa,
en la sombra del bosque,
en el fresco verdor junto al Bielersee,
y en sosegada pobreza de tonos,
igual a los principiantes, aprender de los ruiseñores.
Y magnífico es entonces resurgir
del sueño sagrado, y despertando
del frescor del bosque, ya al atardecer
ir al encuentro de la luz más suave,
cuando el que edificó los montes
y señaló el sendero de los ríos,
después de haber guiado aun, sonriente,
la atareada vida de los hombres,
pobre en aliento, cual velas
con sus aires, también reposa
y hacia la alumna ahora,
el formador, hallando

Und gesetzlos sie, die Sprache der Reinesten, gibt | Verständlich den Guten, aber mit
Recht | Die Achtungslosen mit Blindheit schlägt, | Die entweihenden Knechte, wie nenn
ich den Fremden? || Die Söhne der Erde sind, wie die Mutter, | Alliebend, so empfangen
sie auch | Mühlos, die Glücklichen, Alles. | Drum überraschet es auch || Und schröckt
den sterblichen Mann, | Wenn er den Himmel, den | Er mit den liebenden Armen | Sich
auf die Schultern gehäuft, | Und die Last der Freude bedenket; | Dann scheint ihm oft das
Beste, | Fast ganz vergessen da, | Wo der Strahl nicht brennt, | Im Schatten des Walds |
Am Bielersee in frischer Grüne zu sein, | Und sorglosarm an Tönen, | Anfängern gleich,
bei Nachtigallen zu lernen. || Und herrlich ists, aus heiligem Schlafe dann | Erstehen und,
aus Waldes Kühle | Erwachend, abends nun | Dem milderen Licht entgegenzugehn, |
Wenn, der die Berge gebaut | Und den Pfad der Ströme gezeichnet, | Nachdem er lächelnd
auch | Der Menschen geschäftiges Leben, | Das othemarme, wie Segel | Mit seinen
Lüften gelenkt hat, | Auch ruht und zu der Schülerin jetzt, | Der Bildner, Gutes mehr |
friedrich hölderlin 183

más bien que mal,


cae el día hacia la tierra actual.
Entonces celebran la fiesta nupcial hombres y dioses,
la celebran los vivos todos,
y ecuánime
es por un momento el destino.
Y los fugitivos buscan el albergue,
y dulce sueño leve los valientes,
mas los amantes son lo que fueron, están
en casa, donde se goza la flor
en brasa inofensiva, y el espíritu
envuelve en el susurro a los árboles lúgubres,
los no reconciliados, en cambio, están
transformados, y se apresuran
a tenderse las manos,
antes que la luz amiga descienda
y llegue la noche.
Mas para algunos esto
pasa fugazmente, otros
lo guardan por más tiempo.
Los dioses eternos están siempre
plenos de vida; hasta la muerte
empero, puede aun un hombre
guardar lo mejor en la memoria,
y vive entonces lo supremo.
Sólo que tiene cada cual su medida.
Pues difícil es soportar
la desdicha, pero más difícil la dicha.
Un sabio pudo, empero,
desde mediodía hasta la medianoche,
y hasta que brilló la mañana,
mantenerse lúcido en el banquete.

Denn Böses findend, | Zur heutigen Erde der Tag sich neiget. – || Dann feiern das
Brautfest Menschen und Götter, | Es feiern die Lebenden all, | Und ausgeglichen |
Ist eine Weile das Schicksal | Und die Flüchtlinge suchen die Herberg, | Und süßen
Schlummer die Tapfern, | Die Liebenden aber | Sind, was sie waren, sie sind | Zu Hause,
wo die Blume sich freuet, | Unschädlicher Glut und die finsteren Bäume | Der Geist
umsäuselt, aber die Unversöhnten | Sind umgewandelt und eilen | Die Hände sich ehe
zu reichen, | Bevor das freundliche Licht | Hinuntergeht und die Nacht kommt. || Doch
einigen eilt | Dies schnell vorüber, andere | Behalten es länger. | Die ewigen Götter sind
| Voll Lebens allzeit; bis in den Tod | Kann aber ein Mensch auch | Im Gedächtnis doch
das Beste behalten, | Und dann erlebt er das Höchste. | Nur hat ein jeder sein Maß. |
Denn schwer ist zu tragen | Das Unglück, aber schwerer das Glück. | Ein Weiser aber
vermocht es | Vom Mittag bis in die Mitternacht, | Und bis der Morgen erglänzte, | Beim
Gastmahl helle zu bleiben. ||
184 friedrich hölderlin

A ti puede aparecerse Dios en el sendero ardiente


bajo los abetos, o cubierto de acero
en la oscuridad del robledal, Sinclair querido,
o en las nubes, tú lo conoces, porque conoces, juvenil,
la fuerza del bien, y jamás está oculta
para ti la sonrisa del Soberano,
de día, cuando
febril y encadenado luce
lo vivo, o aun
de noche, cuando todo es confuso
y sin orden, y retorna
el caos antiquísimo.

Mnemósine
[Fragmento de la segunda versión]

Un signo somos, indescifrable,


somos sin dolor, y casi hemos perdido
en el extranjero el lenguaje.
Es que cuando por sobre los hombres
una disputa hay en el cielo y majestuosas
marchan las lunas, habla entonces
también el mar y los torrentes
deben buscarse el sendero. Mas, sin duda,
hay uno. Él
puede cambiar eso a diario. Apenas necesita
ley. Y resuena la hoja y se agitan luego los robles junto
a los ventisqueros. Pues no lo pueden todo
los Celestiales. Esto es, antes se acercan
los mortales al abismo. Ese giro toma, el eco,
con éstos. Largo es

Dir mag auf heißem Pfade unter Tannen oder | Im Dunkel des Eichwalds gehüllt | In Stahl,
mein Sinclair! Gott erscheinen oder | In Wolken, du kennst ihn, da du kennest, jugendlich,
| Des Guten Kraft, und nimmer ist dir | Verborgen das Lächeln des Herrschers | Bei
Tage, wenn | Es fieberhaft und angekettet das | Lebendige scheinet oder auch | Bei
Nacht, wenn alles gemischt | Ist ordnungslos und wiederkehrt | Uralte Verwirrung.
Mnemosyne | [Zweite Fassung - ein Fragment] ||| Ein Zeichen sind wir, deutungslos
| Schmerzlos sind wir und haben fast | Die Sprache in der Fremde verloren. | Wenn
nämlich über Menschen | Ein Streit ist an dem Himmel und gewaltig | Die Monde
gehn, so redet | Das Meer auch und Ströme müssen | Den Pfad sich suchen. Zweifellos
| Ist aber Einer. Der | Kann täglich es ändern. Kaum bedarf er | Gesetz. Und es tönet
das Blatt und Eichbäume wehn dann neben | Den Firnen. Denn nicht vermögen | Die
Himmlischen alles. Nämlich es reichen | Die Sterblichen eh’ an den Abgrund. Also
wendet es sich, das Echo, | Mit diesen. Lang ist |
friedrich hölderlin 185

el tiempo, pero acaece


lo verdadero.
[…]

Mnemósine
[Tercera versión]

Maduros están, sumergidos en fuego, cocidos


los frutos y probados en la tierra, y es una ley,
que todo ingrese, semejante a las serpientes,
profético, soñando sobre
las colinas del cielo. Y mucho,
cual sobre los hombros una
carga de leños, hay
que mantener. Mas penosos son
los senderos. Pues errados,
cual corceles, marchan los cautivos
elementos y las viejas
leyes de la tierra. Y siempre
hacia lo desligado marcha un ansia. Pero mucho hay
que mantener. Y se necesita lealtad.
Mas hacia adelante y hacia atrás no queremos
mirar. Dejarnos mecer, cual
sobre vacilante barca de la mar.
¿Cómo, empero, lo amado? Luz del sol
vemos en el suelo y polvo seco
y entrañables las sombras de los bosques, y florece
en los techos el humo, junto a la antigua cresta
de las torres, apacible; es que propicios son,
si replicando ha el alma
herido algo celestial, los signos del día.

Die Zeit, es ereignet sich aber | Das Wahre. | […]


Mnemosyne | [Dritte Fassung] ||| Reif sind, in Feuer getaucht, gekochet | Die Frücht
und auf der Erde geprüfet und ein Gesetz ist | Daß alles hineingeht, Schlangen gleich,
| Prophetisch, träumend auf | Den Hügeln des Himmels. Und vieles | Wie auf den
Schultern eine | Last von Scheitern ist | Zu behalten. Aber bös sind | Die Pfade.
Nämlich unrecht, | Wie Rosse, gehn die gefangenen | Element’ und alten | Gesetze
der Erd. Und immer | Ins Ungebundene gehet eine Sehnsucht. Vieles aber ist | Zu
behalten. Und Not die Treue. | Vorwärts aber und rückwärts wollen wir | Nicht
sehn. Uns wiegen lassen, wie | Auf schwankem Kahne der See. || Wie aber Liebes?
Sonnenschein | Am Boden sehen wir und trockenen Staub | Und heimatlich die
Schatten der Wälder und es blühet | An Dächern der Rauch, bei alter Krone | Der
Türme, friedsam; gut sind nämlich | Hat gegenredend die Seele | Ein Himmlisches
verwundet, die Tageszeichen. |
186 friedrich hölderlin

Pues la nieve, cual lirios de los campos


anunciando dónde estuviera
lo magnánimo, brilla
sobre la verde pradera
de los Alpes, en mitades, cuando, hablando de la cruz que
en camino una vez fuera plantada
para los muertos, sobre elevada senda
un peregrino marcha airado
intuyendo lejanía con
el otro, ¿qué es, empero, esto?
Junto a la higuera
se me ha muerto mi Aquiles,
y Áyax yace
junto a las grutas de la mar,
junto a arroyos vecinos al Escamandro.
Un día, del zumbido de las sienes, según
la consecuente costumbre de la inmóvil Salamina,
en el extranjero, magno
ha muerto Áyax,
mas Patroclo en la armadura real. Y murieron
aun otros muchos. Junto al Citerón, empero,
estaba Eleuteria, la ciudad de Mnemósine. También
a ella, cuando Dios depuso el manto, lo crepuscular
soltó luego los rizos. Pues los Celestiales son
remisos, si uno, cuidando el alma, no se ha
contenido, pero debe hacerlo; a él
le faltará de inmediato la aflicción.

Denn Schnee, wie Maienblumen | Das Edelmütige, wo | Es seie, bedeutend, glänzet


auf | Der grünen Wiese | Der Alpen, hälftig, da, vom Kreuze redend, das | Gesetzt ist
unterwegs einmal | Gestorbenen, auf hoher Straß | Ein Wandersmann geht zornig,
| Fern ahnend mit | Dem andern, aber was ist dies? || Am Feigenbaum ist mein |
Achilles mir gestorben, | Und Ajax liegt | An den Grotten der See, | An Bächen,
benachbart dem Skamandros. | An Schläfen Sausen einst, nach | Der unbewegten Salamis
steter | Gewohnheit, in der Fremd’, ist groß | Ajax gestorben | Patroklos aber in des
Königes Harnisch. Und es starben | Noch andere viel. Am Kithäron aber lag | Elevtherä,
der Mnemosyne Stadt. Der auch als | Ablegte den Mantel Gott, das abendliche nachher
löste | Die Locken. Himmlische nämlich sind | Unwillig, wenn einer nicht die Seele
schonend sich | Zusammengenommen, aber er muß doch; dem | Gleich fehlet die Trauer.
friedrich hölderlin 187

Fragmento Nr. 50

Cuando flamea sobre la viña


y negra como el carbón
se ve en la hora
del otoño la viña, porque
los cálamos de la vida respiran con más ardor
hacia la sombra de la cepa. Con todo,
es bello, desplegar
el alma y la breve vida

Fragmento Nr. 67

Narcisos ranúnculos y
lilas de Persia
flores claveles, cultivados con color de perla
y negros y jacintos,
como cuando huele, en lugar de música
del ingreso, allí, donde malos pensamientos,
amantes hijo mío han de olvidar ingresar
proporciones y esta vida
de Cristóforo el dragón compara a la naturaleza
marcha y espíritu y figura.

Fragment Nr. 50 ||| Wenn über dem Weinberg es flammt | Und schwarz wie Kohlen
|Aussiehet um die Zeit | Des Herbstes der Weinberg, weil | Die Röhren des Lebens
feuriger atmen | In den Schatten des Weinstocks. Aber | Schön ists, die Seele | Zu
entfalten und das kurze Leben.
Fragment Nr. 67 ||| Narcyssen Ranunklen und | Siringen aus Persien | Blumen Nelken,
gezogen perlenfarb | Und schwarz und Hyazinthen, | Wie wenn es riechet, statt Musik
| Des Eingangs, dort, wo böse Gedanken, | Liebende mein Sohn vergessen sollen
einzugehen | Verhältnisse und dies Leben | Christophori der Drache vergleicht der
Natur | Gang und Geist und Gestalt.
188 friedrich hölderlin

¿Qué es la vida de los hombres? una imagen de la divinidad.


Cuando los mortales todos peregrinan bajo el cielo,
lo ven. Mas leyendo, por decirlo así, como
en una escritura, imitan los hombres la infinitud
y la riqueza. ¿Es el cielo ingenuo
pues, rico? Como flores están por cierto
las plateadas nubes. Mas llueve de ellas
el rocío y la humedad. Cuando el azul, sin embargo,
se apaga, lo ingenuo, brilla
lo mate, que se asemeja al mármol, como el bronce,
indicio de riqueza.

¿Qué es Dios? desconocido, y sin embargo2


pleno de atributos suyos está el rostro
del cielo. Los rayos, por cierto,
son la ira de un Dios. Cuanto más es algo
invisible, se acomoda a lo extraño. Pero el trueno
es la gloria de Dios. El amor
a la inmortalidad es también propiedad,
como la nuestra, de un Dios.

A Zimmer

Las líneas de la vida son diversas


como sendas, y lindes de las montañas son.
Lo que aquí somos, puede allá suplirlo un dios
con armonías, paz y recompensa eterna.

Was ist der Menschen Leben? ein Bild der Gottheit. | Wie unter dem Himmel wandeln
die Irdischen alle, sehen | Sie diesen. Lesend aber gleichsam, wie | In einer Schrift, die
Unendlichkeit nachahmen und den Reichtum | Menschen. Ist der einfältige Himmel |
Denn reich? Wie Blüten sind ja | Silberne Wolken. Es regnet aber von daher | Der Tau
und das Feuchte. Wenn aber | Das Blau ist ausgelöschet, das Einfältige, scheint | Das
Matte, das dem Marmelstein gleichet, wie Erz, | Anzeige des Reichtums.
Was ist Gott? unbekannt, dennoch | Voll Eigenschaften ist das Angesicht | Des
Himmels von ihm. Die Blitze nämlich | Der Zorn sind eines Gottes. Jemehr ist eins
| Unsichtbar, schicket es sich in Fremdes. Aber der Donner | Der Ruhm ist Gottes.
Die Liebe zur Unsterblichkeit | Das Eigentum auch, wie das unsere, | Ist eines Gottes.
An Zimmern ||| Die Linien des Lebens sind verschieden | Wie Wege sind, und wie der
Berge Grenzen. | Was hier wir sind, kann dort ein Gott ergänzen | Mit Harmonien und
ewigem Lohn und Frieden.
friedrich hölderlin 189

El camposanto

Silencioso lugar, que en hierba joven verdece,


yacen allí mujer y hombre, se yerguen cruces,
adonde a los amigos el séquito conduce,
donde el claro cristal de ventanas resplandece.
¡Si brilla en ti del cielo alto fanal
a mediodía, cuando allá suele demorarse
la primavera, si húmeda y gris, espiritual
nube allá, si huye suave y bello el día al apurarse!
Cuánto silencio no hay en la pared gris aquella,
sobre la que hacia aquí con frutos pende un árbol;
negros y con rocío, hojas llenas de tristeza,
mas los frutos se ven muy bellos apretados.
Allá en la iglesia hay un silencio sombrío
y aun en esta noche es ínfimo el altar,
algunas cosas bellas hubieron de quedar
en él, mas en los campos canta en verano el grillo.
Si uno oye allí del párroco responsos,
mientras de los amigos el grupo al lado está,
los que al muerto acompañan, qué vida peculiar
y qué espíritu y qué imperturbado ser piadoso.

Der Kirchhof ||| Du stiller Ort, der grünt mit jungem Grase, | Da liegen Mann und Frau,
und Kreuze stehn, | Wohin hinaus geleitet Freunde gehn, | Wo Fenster sind glänzend mit
hellem Glase. || Wenn glänzt an dir des Himmels hohe Leuchte | Des Mittags, wann der
Frühling dort oft weilt, | Wenn geistige Wolke dort, die graue, feuchte | Wenn sanft der
Tag vorbei mit Schönheit eilt! || Wie still ist’s nicht an jener grauen Mauer, | Wo drüber
her ein Baum mit Früchten hängt; | Mit schwarzen thauigen, und Laub voll Trauer, | Die
Früchte aber sind sehr schön gedrängt. || Dort in der Kirch’ ist eine dunkle Stille | Und
der Altar ist auch in dieser Nacht geringe, | Noch sind darin einige schöne Dinge, | Im
Sommer aber singt auf Feldern manche Grille. || Wenn Einer dort Reden des Pfarrherrn
hört, | Indess die Schaar der Freunde steht daneben, | Die mit dem Todten sind, welch
eignes Leben | Und welcher Geist, und fromm seyn ungestört.
190 friedrich hölderlin

La primavera

Brilla el sol, florecen las campiñas,


benignos llegan los días, de flores copiosos,
aun la tarde está en flor, y días luminosos
descienden del cielo, donde nacen los días.
El año deja con sus épocas vestigios
de un esplendor, en el que fiestas se diseminan,
el hombre a su labor con nueva meta se aproxima,
tantos son los signos en el mundo, y los prodigios.

Con sumisión
el 24 de abril de 1839. Scardanelli

El otoño3

Las sagas, que se alejan de la tierra,


del espíritu, que ha sido y retorna,
a la humanidad torna, por que mucho aprenda
del tiempo, que con prisa se agota.
No están abandonadas figuras del pasado
por la naturaleza, como en pleno verano
los días palidecen, otoño torna a tierra,
del chubasco el espíritu en cielo se reencuentra.
En breve tiempo mucho ha terminado,
el campesino, que en el arado apareciera,

Der Frühling ||| Die Sonne glänzt, es blühen die Gefilde, | Die Tage kommen
blüthenreich und milde, | Der Abend blüht hinzu, und helle Tage gehen | Vom Himmel
abwärts, wo die Tag’ entstehen. || Das Jahr erscheint mit seinen Zeiten | Wie eine Pracht,
wo Feste sich verbreiten, | Der Menschen Thätigkeit beginnt mit neuem Ziele, | So sind
die Zeichen in der Welt, der Wunder viele. || Mit Untertänigkeit | d. 24 April 1839.
Scardanelli
Der Herbst ||| Die Sagen, die der Erde sich entfernen, | Vom Geiste, der gewesen ist und
wiederkehret, | Sie kehren zu der Menschheit sich, und vieles lernen | Wir aus der Zeit,
die eilends sich verzehret. || Die Bilder der Vergangenheit sind nicht verlassen | Von der
Natur, als wie die Tag’ verblassen | Im hohen Sommer, kehrt der Herbst zur Erde nieder,
| Der Geist der Schauer findet sich am Himmel wieder. || In kurzer Zeit hat vieles sich
geendet, | Der Landmann, der am Pfluge sich gezeiget, |
friedrich hölderlin 191

ve cómo a alegre fin se inclina el año,


en tal figura el día del hombre se completa.
El orbe con peñascos ataviado
no es como la nube, que se ha extraviado
al ocaso, se muestra con un áureo día,
y la perfeccïón es sin mancilla.

La primavera

Del espíritu olvida el hombre los pesares,


la primavera está en flor, regios son los lugares,
el verde campo espléndido se extiende,
donde brillando hermoso el arroyo desciende.
Las montañas de árboles se han cubierto,
y espléndido es el aire en el espacio abierto,
el vasto valle está en el mundo, dilatado,
y en colinas torre y casa se han recostado.

Con sumisión
Scardanelli

La primavera

El día despierta, y espléndido está el cielo,


la multitud de estrellas, perdidas tras un velo,
el hombre se sïente, al contemplarse,
el principio del año en mucho ha de estimarse.

Er siehet, wie das Jahr sich frohem Ende neiget, | In solchen Bildern ist des Menschen
Tag vollendet. || Der Erde Rund mit Felsen ausgezieret | Ist wie die Wolke nicht, die
abends sich verlieret, | Es zeiget sich mit einem goldnen Tage, | Und die Vollkommenheit
ist ohne Klage.
Der Frühling ||| Der Mensch vergißt die Sorgen aus dem Geiste, | Der Frühling
aber blüht, und prächtig ist das meiste, | Das grüne Feld ist herrlich ausgebreitet, | Da
glänzend schön der Bach hinuntergleitet. || Die Berge stehn bedecket mit den Bäumen,
| Und herrlich ist die Luft in offnen Räumen, | Das weite Tal ist in der Welt gedehnet |
Und Turm und Haus an Hügeln angelehnet. || Mit Untertänigkeit | Scardanelli
Der Frühling ||| Der Tag erwacht, und prächtig ist der Himmel, | Entschwunden ist von
Sternen das Gewimmel, | Der Mensch empfindet sich, wie er betrachtet, | Der Anbeginn
des Jahrs wird hoch geachtet. ||
192 friedrich hölderlin

Grandiosas las montañas, donde brillan torrentes,


los árboles en flor, como coronas püestas,
el joven año empieza, como con fïestas,
los hombres se dan forma con sumos y excelentes.

Con sumisión
el 24 de mayo de 1748. Scardanelli

Amistad4

Si en valor interior los hombres se conocen,


pueden llamarse amigos en el goce,
es más para los hombres la vida semejante,
en espíritu la hallan más interesante.
Cerca el alto espíritu está de la amistad,
a armonías los hombres muestran voluntad
y a familiaridad son afectos, por entrega
a la formación, que a la humanidad se lega.

Con sumisión
el 20 de mayo de 1758. Scardanelli

Erhaben sind die Berge, wo die Ströme glänzen, | Die Blütenbäume sind, als wie mit
Kränzen, | Das junge Jahr beginnt, als wie mit Festen, | Die Menschen bilden mit
Höchsten sich und Besten. || Mit Untertänigkeit | d. 24 Mai 174 Scardanelli
Freundschaft ||| Wenn Menschen sich aus innrem Werthe kennen, | So können sie
sich freudig Freunde nennen, | Das Leben ist den Menschen so bekannter, | Sie finden
es im Geist interessanter. || Der hohe Geist ist nicht der Freundschaft ferne, | Die
Menschen sind den Harmonien gerne | Und der Vertrautheit hold, daß sie der Bildung
leben, | Auch dieses ist der Menschheit so gegeben. || Mit Untertänigkeit | d. 20 Mai
1758. Scardanelli
Romanticismo (1798-1830)
Noval is 1

A Tieck
[2ª versión –
primera impresión por Ludwig Tieck, 1802]

Un niño de nostalgia y de lealtad pleno,


a una tierra extraña expulsado,
dejaba de buen grado lo brillante y lo nuevo
y a lo antiguo seguía dedicado.
Luego de búsquedas y de esperas sin fin,
luego de más de un fatigoso rumbo,
encontró, en un desierto jardín,
sobre un banco arruinado hacía mucho,
un libro antiguo sellado en oro
y vocablos allí jamás oídos;
y, cual primaverales tïernos retoños,
así creció en él un íntimo sentido.
Y mïentras sentado lee y contempla
adentro del cristal del mundo nuevo,
se deleita con grama y estrellas
y agradecido acaba, genuflexo:
se alza poco a poco de hierbas y de grama,
circunspecto, un hombre ancïano,
con chaqueta sencilla y con cara
risüeña, y del niño devoto ya cercano.
Conocidos pero inquietantes son los rasgos,
tan infantiles y tan asombrosos;
aire vernal de la cuna, de modo muy raro,
en el cabello argénteo no encuentra reposo.

An Tieck | [2. Fassung | Erstdruck von Ludwig Tieck, 1802] ||| Ein Kind voll Wehmut und
voll Treue, | Verstoßen in ein fremdes Land, | Ließ gern das Glänzende und Neue, | Und
blieb dem Alten zugewandt. || Nach langem Suchen, langem Warten, | Nach manchem
mühevollen Gang, | Fand es in einem öden Garten | Auf einer längst verfallnen Bank
|| Ein altes Buch mit Gold verschlossen, | Und nie gehörte Worte drin; | Und, wie des
Frühlings zarte Sprossen, | So wuchs in ihm ein innrer Sinn. || Und wie es sitzt, und liest,
und schauet | In den Kristall der neuen Welt, | An Gras und Sternen sich erbauet, | Und
dankbar auf die Kniee fällt: || So hebt sich sacht aus Gras und Kräutern | Bedächtiglich
ein alter Mann, | Im schlichten Rock, und kommt mit heiterm | Gesicht ans fromme
Kind heran. || Bekannt doch heimlich sind die Züge, | So kindlich und so wunderbar; |
Es spielt die Frühlingsluft der Wiege | Gar seltsam mit dem Silberhaar. ||
196 novalis

Sus manos toma el niño con temblor:


espíritu es del libro prominente,
que el fin de la penosa peregrinacïón
y la morada le hace de su padre patente.
Te arrodillas sobre mi desïerta tumba,
se abre entonces la boca sagrada,
el heredero eres de mi fortuna,
que sea a ti la hondura de Dïos revelada.
Siendo un niño pobre, sobre esa elevación,
me füe dado ver un libro celestïal
y pude entonces, mediante este don,
las crïaturas todas por dentro contemplar.
Por la gracia de Dios, se hicieron en mi esfera
milagros supremos muy numerosos;
de la nueva Alianza el arca secreta,
abierta la contemplaron mis ojos.
Yo con fidelidad he anotado
lo que me revelara el deseo interior,
e ignorado y pobre he quedado,
hasta que hube de ser llamado a Dios.
El tiempo ha llegado, y no ha de ser
ocultado aún más el misterio.
En este libro irrumpe el amanecer
en el tiempo, enérgico.
El anuncïador de la alborada
serás tú, mensajero de la paz.
Como el aire suave a flauta y arpa,
con mi aliento te voy a animar.
Ve y lava –Dïos sea contigo–
tus ojos con rocío del día al despuntar.

Das Kind faßt bebend seine Hände, | Es ist des Buches hoher Geist, | Der ihm der sauern
Wallfahrt Ende | Und seines Vaters Wohnung weist. || Du kniest auf meinem öden Grabe,
| So öffnet sich der heilge Mund, | Du bist der Erbe meiner Habe, | Dir werde Gottes
Tiefe kund. || Auf jenem Berg als armer Knabe | Hab ich ein himmlisch Buch gesehn,
| Und konnte nun durch diese Gabe | In alle Kreaturen sehn. || Es sind an mir durch
Gottes Gnade | Der höchsten Wunder viel geschehn; | Des neuen Bunds geheime Lade |
Sahn meine Augen offen stehn. || Ich habe treulich aufgeschrieben, | Was innre Lust mir
offenbart, | Und bin verkannt und arm geblieben, | Bis ich zu Gott gerufen ward. || Die Zeit
ist da, und nicht verborgen | Soll das Mysterium mehr sein. | In diesem Buche bricht der
Morgen | Gewaltig in die Zeit hinein. || Verkündiger der Morgenröte, | Des Friedens Bote
sollst du sein. | Sanft wie die Luft in Harf und Flöte | Hauch ich dir meinen Atem ein. ||
Gott sei mit dir, geh hin und wasche | Die Augen dir mit Morgentau. |
novalis 197

A mi ceniza sé leal y al libro,


y en el azul báñate eternal.
Tú el último reino anunciarás,
el que mil años ha de estar en pie;
de seres profusión encontrarás
y a Jakob Böhme volverás a ver.

[Versos del diario del día 27 de julio de 1800]

No quiero ya quejarme, quiero alegre elevarme


y bien conforme estar con el curso de mi vida.
Un único instante, si Dios se me entregare,
años de dolor equilibra.
Sólo fe, esperanza, Señor,
y ni por mí ni por la amada tendré temor.
Al Señor nuestro en la altura alabemos,
que fe y serenidad vienen del cielo.

Sei treu dem Buch und meiner Asche, | Und bade dich im ewgen Blau. || Du wirst das
letzte Reich verkünden, | Was tausend Jahre soll bestehn; | Wirst überschwenglich Wesen
finden, | Und Jakob Böhmen wiedersehn.
[Verse aus dem Tagebuch vom 27. Juli 1800] ||| Ich will nicht klagen mehr, ich will
mich froh erheben | und wohl zufrieden sein mit meinem Lebenslauf. | Ein einziger
Augenblick, wo Gott sich mir gegeben, | wiegt jahrelange Leiden auf. || Nur Glauben,
Herr, und Zuversicht, | so fürcht´ ich mich für mich und die Geliebte nicht. || Lass uns
unsern Herrn im Himmel loben, | Glauben kommt und Heiterkeit von oben.
198 novalis

Cuando no ya más cifras y figuras


sean clave de todas las criaturas;
cuando aquéllos que cantan o que besan,
más que los sabios y eruditos sepan;
cuando el mundo hacia la vida libre
y hacia el mundo, de vuelta, se encamine;
cuando de nuevo luz y sombra entonces
en claridad genuina se desposen,
y en cuentos se descubran y en poemas
del mundo las historïas eternas:
ante Una voz secreta volará
la íntegra trastocada entidad.

Wenn nicht mehr Zahlen und Figuren | Sind Schlüssel aller Kreaturen; | Wenn die, so
singen oder küssen, | Mehr als die Tiefgelehrten wissen; | Wenn sich die Welt ins freie
Leben, | Und in die Welt wird zurückbegeben; | Wenn dann sich wieder Licht und
Schatten | Zu echter Klarheit werden gatten, | Und man in Märchen und Gedichten
| Erkennt die ew’gen Weltgeschichten: | Dann fliegt vor Einem geheimen Wort | Das
ganze verkehrte Wesen fort.
Karol ine von Günderrode 2

Dedicatoria

Para ti, en horas graves y calladas,


reflexiva, en sagrada soledad,
con flores de ésta y de pasada edad,
para mí abiertas, tejí una guirnalda.
Por ti, lo sé, es el sentido captado,
que en la reserva del cáliz, tan sólo
visible es al que halló, iniciado ojo
en el iris, espíritu callado.
Así trenzan muchachas en Oriente
la guirnalda en color; para que encante
a muchos pugnan entre sí las flores.
Y Uno es del hondo sentido consciente,
para él son sólo un símbolo, exteriores
signos, que le hablan y callan, no obstante.

Zueignung ||| Ich habe Dir in ernsten stillen Stunden, | Betrachtungsvoll in heil’ger
Einsamkeit, Die Blumen dieser und vergangner Zeit, | Die mir erblüht, zu einem Kranz
gewunden. || Von Dir, ich weiß es, wird der Sinn empfunden, | Der in des Blüthenkelchs
Verschwiegenheit | Nur sichtbar wird dem Auge, das geweiht | Im Farbenspiel den stillen
Geist gefunden. || Es flechten Mädchen so im Orient | Den bunten Kranz; daß vielen er
gefalle, | Wetteifern unter sich die Blumen alle. || Doch Einer ihren tiefern Sinn erkennt,
| Ihm sind Symbole sie nur, äußre Zeichen; | Sie reden ihm, obgleich sie alle schweigen.
Ludw ig Rel lstab 3

Serenata
(versión cantable)

Quedo ruegan mis canciones


por la noche a ti;
aquí abajo, al calmo bosque,
¡amor, ven a mí!
Rumor de copa sutil
en luz de la luna;
del traidor escucha hostil
no temas, dulce, una.
¿Oyes trinar ruiseñores?
¡Ay! ruegan a ti,
notas de dulces dolores
rüegan por mí.
Comprenden ansias del alma,
mal saben de amor,
tocan con notas de plata
tierno al corazón.
Que también muevan tu pecho,
¡oye, amor, mi bien!
¡Tiemblo y siento que te estrecho!
¡Hazme feliz, ven!

Ständchen ||| Leise flehen meine Lieder | Durch die Nacht zu dir; | In den stillen Hain
hernieder, | Liebchen, komm zu mir! || Flüsternd schlanke Wipfel rauschen | In des
Mondes Licht; | Des Verräters feindlich Lauschen | Fürchte, Holde, nicht. || Hörst die
Nachtigallen schlagen? | Ach! sie flehen dich, | Mit der Töne süßen Klagen | Flehen sie
für mich. || Sie verstehn des Busens Sehnen, | Kennen Liebesschmerz, | Rühren mit den
Silbertönen | Jedes weiche Herz. || Laß auch dir die Brust bewegen, | Liebchen, höre
mich! | Bebend harr’ ich dir entgegen! | Komm, beglücke mich!
Biedermeier (1815-1850)
Anne tte von Droste-Hülshoff 1

La alondra

¿No oyes de la noche al espoleado celador?


Con luz crepuscular su grito extingue un temblor,
y, ebria de sueño, en mantas de púrpura perfila
su cabeza el sol; en la etérea pila
hunde la frente, no se ve con exactitud
si es que enciende una luz, o bebe en el azul.
Sube y baja un estertor de roja flecha ardiente,
despertando fulgores del rocío, con vuelo
que surca el de la landa pardo suelo.
También la alondra entonces su plumaje extiende,
el heraldo del día su librea;
ora este ora el otro ojillo pestañea
al asomarse tímida desde la retama;
luego en calma se mece, se separa la mata,
y gorjeando, del mandato la nota prima
lanza al azul húmedo el enviado del día.
«¡Vamos! ¡La princesita está despierta!
Soñolïentos camareros, estad alerta;
tú, genciana con el cuenco de zafiro,
y, sauce enano, tú, con sedoso distintivo,
de vosotras, las flores todas, vuestra función,
la princesita no duerme, ya entra en el salón!»
Mil pestañas se agitan entonces a la vez,
la margarita tiene abiertos los ojos claros,
el nenúfar ostenta cierta palidez
asustado de haberla sorprendido en el baño;

Die Lerche ||| Hörst du der Nacht gespornten Wächter nicht? | Sein Schrei verzittert
mit dem Dämmerlicht, | Und schlummertrunken hebt aus Purpurdecken | Ihr Haupt die
Sonne; in das Ätherbecken | Taucht sie die Stirn, man sieht es nicht genau, | Ob Licht sie
zünde, oder trink’ im Blau. | Glührote Pfeile zucken auf und nieder, | Und wecken Taues
Blitze, wenn im Flug | Sie streifen durch der Heide braunen Zug. | Da schüttelt auch die
Lerche ihr Gefieder, | Des Tages Herold seine Liverei; | Ihr Köpfchen streckt sie aus dem
Ginster scheu, | Blinzt nun mit diesem, nun mit jenem Aug’; | Dann leise schwankt, es
spaltet sich der Strauch, | Und wirbelnd des Mandates erste Note | Schießt in das feuchte
Blau des Tages Bote. || »Auf ! auf ! die junge Fürstin ist erwacht! | Schlaftrunkne Kämmrer,
habt des Amtes acht; | Du mit dem Saphirbecken Genziane, | Zwergweide du mit deiner
Seidenfahne, | Das Amt, das Amt, ihr Blumen allzumal, | Die Fürstin wacht, bald tritt sie
in den Saal!« || Da regen tausend Wimper sich zugleich, | Maßliebchen hält das klare Auge
offen, | Die Wasserlilie sieht ein wenig bleich, | Erschrocken, daß im Bade sie betroffen; |
204 annette von droste-hülshoff

¡el álamo temblón, cuán tímido y vacilante!


El saüce pequeño ligero se empolva
y al viento oeste da, suave, su tela sedosa,
por que a manos de su alteza la lleve delante.
Reverente ofrenda su copa aljofarada
la genciana, y en lo hondo el rayo cala;
tiene el primer lugar, cual príncipe de linaje,
junto al lecho de la princesa, como paje.
Calmo se extingue el púrpura en el arrebol,
rompe en el horizonte temblando un resplandor
pliegues de una cortina, y de nuevo se ahonda
en el éter el canto de la alondra:
«¡La princesa llega, la princesa está en la puerta!
¡Ea, vosotros, músicos de sala,
dejad oír el tierno son de vuestras arpas
y, alígero pueblo en flor, que el coro se advierta,
la princesa llega, la princesa está en la puerta!»
Se puebla y bulle entonces en la landa la fronda;
la patita, veloz, gira el grillo,
frota la colofonia del rocío,
y la viola d’amore ya, tan pastoral, toca.
Del escarabajo, hábil trompa, es el rumor;
el mosquito desliza argénteas alas raudo,
por que se oiga el triángulo más claro;
de tiple zumba la mosca y también tenor;
y, medrando siempre su valioso ceñidor,
en el centro del cuerpo la bolsa copïosa,
a la abeja el barítono se endosa:
en la flor alborotan, posados torpemente,
el contrabajo los abejorros indolentes.

Wie steht der Zitterhalm verschämt und zage! | Die kleine Weide pudert sich geschwind
| Und reicht dem West ihr Seidentüchlein lind, | Daß zu der Hoheit Händen er es
trage. | Ehrfürchtig beut den tauigen Pokal | Das Genzian, und nieder langt der Strahl;
| Prinz von Geblüte hat die erste Stätte | Er immer dienend an der Fürstin Bette. || Der
Purpur lischt gemach im Rosenlicht, | Am Horizont ein zuckend Leuchten bricht | Des
Vorhangs Falten, und aufs neue singt | Die Lerche, daß es durch den Äther klingt: ||»Die
Fürstin kömmt, die Fürstin steht am Tor! | Frischauf ihr Musikanten in den Hallen, |
Laßt euer zartes Saitenspiel erschallen, | Und, florbeflügelt Volk, heb an den Chor, | Die
Fürstin kömmt, die Fürstin steht am Tor!« | Da krimmelt, wimmelt es im Heidgezweige,
| Die Grille dreht geschwind das Beinchen um, | Streicht an des Taues Kolophonium, |
Und spielt so schäferlich die Liebesgeige. | Ein tüchtiger Hornist, der Käfer, schnurrt, |
Die Mücke schleift behend die Silberschwingen, | Daß heller der Triangel möge klingen;
|Diskant und auch Tenor die Fliege surrt; | Und, immer mehrend ihren werten Gurt,
| Die reiche Katze um des Leibes Mitten, | Ist als Bassist die Biene eingeschritten: |
Schwerfällig hockend in der Blüte rummeln | Das Kontraviolon die trägen Hummeln. |
annette von droste-hülshoff 205

Tantos miles de brazos jamás la catedral


tuvo en la nave, como en el brezal
la bóveda en más bóvedas se aloja,
cual laberintos una a la otra se arroja;
Tantos miles de voces no alzó un coro jamás
como en la verde landa la música detrás.
En su trono la reina está sentada ahora,
de su pie es la argéntea nube estera,
de su cabeza surgen rayos y la coronan,
y más alto el saludo de heraldo reverbera:
«Mineros, ¿de los túneles ya habéis salido?
Traed vuestros tesoros, y tú, fabricante,
tiende ante la princesa el esplendor del vestido;
descubrid, negociantes, el zafiro, el diamante.»
Mira, del seno de la tierra un surtidor:
cómo los negros mineros se empujan y pasan,
con fatiga y fuerza, de las galerías alzan
colosales gradas, grandes como el portador;
hormigas: ¡os ponéis en gran dificultad!
no atrae esa piedra ruda clemencia de princesa.
Mas mira deslizarse la araña de aquí a allá,
tensa ya el último hilo de la tela,
perlada claridad, vaporoso traje de elfos;
muchas preciosas chispas allí se han encendido;
llega el viento y lo quita con su ganchillo luego;
ya sube, ya tremola, y ha desaparecido.–
La nube se extendió; cruzó el hálito, cortante;
calló la alondra: en la retama se hundió al instante.

So tausendarmig ward noch nie gebaut | Des Münsters Halle, wie im Heidekraut |
Gewölbe an Gewölben sich erschließen, | Gleich Labyrinthen in einander schießen; | So
tausendstimmig stieg noch nie ein Chor, | Wie’s musiziert aus grünem Heid hervor. | Jetzt
sitzt die Königin auf ihrem Throne, | Die Silberwolke Teppich ihrem Fuß, | Am Haupte
flammt und quillt die Strahlenkrone, | Und lauter, lauter schallt des Herolds Gruß: ||
»Bergleute auf, herauf aus eurem Schacht, | Bringt eure Schätze, und du Fabrikant, | Breit
vor der Fürstin des Gewandes Pracht, | Kaufherrn, enthüllt den Saphir, den Demant.« ||
Schau, wie es wimmelt aus der Erde Schoß, | Wie sich die schwarzen Knappen drängen,
streifen, | Und mühsam stemmend aus den Stollen schleifen | Gewalt’ge Stufen, wie der
Träger groß; | Ameisenvolk, du machst es dir zu schwer! | Dein roh Gestein lockt keiner
Fürstin Gnaden. | Doch sieh die Spinne rutschend hin und her, | Schon zieht sie des
Gewebes letzten Faden, | Wie Perlen klar, ein duftig Elfenkleid; | Viel edle Funken sind
darin entglommen; | Da kömmt der Wind und häkelt es vom Heid, | Es steigt, es flattert,
und es ist verschwommen. – || Die Wolke dehnte sich, scharf strich der Hauch, | Die
Lerche schwieg, und sank zum Ginsterstrauch.
206 annette von droste-hülshoff

La cacería

El aire a dormir se ha echado,


en el musgo a gusto se ha estirado;
sin un susurro, que la hierba inquiete,
sin un suspiro, que al tallo despierte.
Tan sólo una nube, a veces, sueña,
y en pálido horizonte se despeña,
donde, oscuros, sobre el albardón
el abedal candelabros extiende.
¡Oye, allí!, un clamor, un lejano son:
«¡Hola! ¡hoho!», tan largo y extendido,
que se creerían olas del sonido
en campo de genistas, y aún allá:
«¡Hola! ¡hoho!» – siguiendo el matorral
su eco vacilante, – ¡todo silente!
Se oye el temor de moscas, estridente,
en telarañas, caída de bayas;
se oye en la hierba del escarabajo
el paso, y de grullas, luego, bandadas
cruzando, el ¡cling clang! de su aérea balsa;
¡cling! ¡clang! cual lejano grito de sapos
campanillea el bosque a lo largo;
¡zas!, el zorro huye por el albardón –
se desliza entre juncos y sus lanzas,
y sigue trotando sin aprensión:
y del matorral, como copos, blancas,
se esparcen las vivas campanas,
rodando por el terraplén abajo;
como anguilas levántanse del suelo,
y siguen, siguen, el zorro y los perros.
Die Jagd ||| Die Luft hat schlafen sich gelegt, | Behaglich in das Moos gestreckt, | Kein
Rispeln, das die Kräuter regt, | Kein Seufzer, der die Halme weckt. | Nur eine Wolke
träumt mitunter | Am blassen Horizont hinunter, | Dort, wo das Tannicht überm Wall
| Die dunkeln Kandelabern streckt. | Da horch, ein Ruf, ein ferner Schall: | »Hallo!
hoho!« so lang gezogen, | Man meint, die Klänge schlagen Wogen | Im Ginsterfeld,
und wieder dort: | »Hallo! hoho!« – am Dickicht fort | Ein zögernd Echo, – alles still! |
Man hört der Fliege Angstgeschrill | Im Mettennetz, den Fall der Beere, | Man hört im
Kraut des Käfers Gang, | Und dann wie ziehnder Kranichheere | Kling klang! von ihrer
luft’gen Fähre, | Wie ferner Unkenruf: Kling! klang! | Ein Läuten das Gewäld entlang,
| Hui schlüpft der Fuchs den Wall hinab – | Er gleitet durch die Binsenspeere, | Und
zuckelt fürder seinen Trab: | Und aus dem Dickicht, weiß wie Flocken, | Nach stäuben
die lebend’gen Glocken, | Radschlagend an des Dammes Hang; | Wie Aale schnellen sie
vom Grund, | Und weiter, weiter, Fuchs und Hund. |
annette von droste-hülshoff 207

El vacilante enebro murmura,


cruje la landa, el junco susurra,
y cubren la jauría mil falenas.
Jadeo y gañido tras la presa,
copos de espuma esparce el belfo;
el zorro lleva aún bien la delantera,
trota calmo, con la cola a la rastra,
en el rocío oscura línea traza
y despectivo muestra la almohadilla.
Mas pronto alza el rabo de una vez,
y, como en el estanque salta el pez,
entre los tallos cruza el herbazal,
arroja con las patas polvo y guijas;
tras él, fragor de follaje invernal:
con gargantas hinchadas la jauría.
Se les oye cascar el maxilar
cuando cortan el aire al arrufar;
hacia el bosque así en amplio rodeo,
y al salir del matorral lüego,
vuelven los bracos a cascabelear.
¿Qué irrumpe allí en el coto, entre la zarza?
Galope fragoroso bate el suelo;
¡ah! es, el toro al frente, una vacada
mugiendo, y suelto ladra atrás un perro.
Pesada pisotea el erial
–bajo el cuerno, la cola horizontal–
y vacila en torno un par de veces,
hasta que en la landa se detiene.
Y allí se paran, bramando aún, las reses,
como si su ojo vidrioso midiese
el matorral, y al hundir la cabeza,

Der schwankende Wacholder flüstert, | Die Binse rauscht, die Heide knistert, | Und
stäubt Phalänen um die Meute. | Sie jappen, klaffen nach der Beute, | Schaumflocken
sprühn aus Nas’ und Mund; | Noch hat der Fuchs die rechte Weite, | Gelassen trabt er,
schleppt den Schweif, | Zieht in dem Taue dunklen Streif, | Und zeigt verächtlich seine
Socken. | Doch bald hebt er die Lunte frisch, | Und, wie im Weiher schnellt der Fisch,
| Fort setzt er über Kraut und Schmelen, | Wirft mit den Läufen Kies und Staub; | Die
Meute mit geschwollnen Kehlen | Ihm nach wie rasselnd Winterlaub. | Man höret ihre
Kiefern knacken, | Wenn fletschend in die Luft sie hacken; | In weitem Kreise so zum
Tann, | Und wieder aus dem Dickicht dann | Ertönt das Glockenspiel der Bracken. ||
Was bricht dort im Gestrippe am Revier? | Im holprichten Galopp stampft es den Grund;
| Ha! brüllend Herdenvieh! voran der Stier, | Und ihnen nach klafft ein versprengter
Hund. | Schwerfällig poltern sie das Feld entlang, | Das Horn gesenkt, waagrecht des
Schweifes Strang, | Und taumeln noch ein paarmal in die Runde, | Eh Posto wird gefaßt
im Heidegrunde. | Nun endlich stehn sie, murren noch zurück, | Das Dickicht messend
mit verglastem Blick, | Dann sinkt das Haupt und unter ihrem Zahne |
208 annette von droste-hülshoff

cruje el tomillo y el diente carmena;


en gualdo humo bufan con enfado,
la ubre la mata de enebro rozando,
y azotan la nube con la cola
de bichos zumbadores y de moscas.
Agitando despacio el vientre pleno,
así hasta el pozo van paciendo.
«¡Hola!»: un tiro; y otro:«¡hohó!»
a la vacada asombra, al pozo rizan
burbujas; tal como del malecón
en el desagüe el remolino silba,
lleva agua al gaznate el pescuezo, tenso;
resoplan; lenta, la enferma ternera
se acerca, se agita con tos hueca,
¡y luego… un tiro, y un grito, luego,
de júbilo! Hasta la oreja una gorra
verde, la media luna en la banda,
veloz, desde el claro un cazador trota
hasta el centro de la landa,
cazador sin morral ni carabina;
cierra el puño, agita el cuerno de caza,
y a mil zorros, cuando al labio lo arrima,
no da un soplo con tanto vigor muerte,
como el que hoy resuena sobre el césped.
«¡El bribón ha muerto, ha muerto el bribón!
¡Es hora de que lo enterremos!
¡Si es que no lo prenden los perros,
lo comerán los cuervos,
hohó, hola!»
De todos lados caen en raudal,
salen bracos de bosque y matorral;

Ein leises Rupfen knirrt im Thimiane; | Unwillig schnauben sie den gelben Rauch, | Das
Euter streifend am Wacholderstrauch, | Und peitschen mit dem Schweife in die Wolke | Von
summendem Gewürm und Fliegenvolke. | So langsam schüttelnd den gefüllten Bauch | Fort
grasen sie bis zu dem Heidekolke. || Ein Schuß: »Hallo!« ein zweiter Schuß: »Hoho!« | Die
Herde stutzt, des Kolkes Spiegel kraust | Ihr Blasen, dann die Hälse streckend, so | Wie in
des Dammes Mönch der Strudel saust, | Ziehn sie das Wasser in den Schlund, sie pusten, |
Die kranke Sterke schaukelt träg herbei, | Sie schaudert, schüttelt sich in hohlem Husten, |
Und dann – ein Schuß, und dann – ein Jubelschrei! | Das grüne Käppchen auf dem Ohr, |
Den halben Mond am Lederband, | Trabt aus der Lichtung rasch hervor | Bis mitten in das
Heideland | Ein Waidmann ohne Tasch’ und Büchse; | Er schwenkt das Horn, er ballt die
Hand, | Dann setzt er an, und tausend Füchse | Sind nicht so kräftig totgeblasen, | Als heut
es schmettert übern Rasen. | »Der Schelm ist tot, der Schelm ist tot! | Laßt uns den Schelm
begraben! | Kriegen ihn die Hunde nicht, | Dann fressen ihn die Raben, | Hoho hallo!« || Da
stürmt von allen Seiten es heran, | Die Bracken brechen aus Genist und Tann; |
annette von droste-hülshoff 209

se los ve por el campo en rudos corros


dando voces, del cuerno en torno.
Tan hueco y tan largo es su aullido,
que a la fanfarria oscurece el sonido;
pero más alto, alto suena el gloria,
por la genista brama el victoria:
«¡Colgad al bribón, colgad al bribón!
Colgadlo de ese sauce,
para ti el sebo, para mí el pellejo,
y ambos daremos a la risa cauce;
¡colgadlo!, sí, ¡colgadlo,
al bribón, al bribón! – –»

El estanque

Yace tan quieto en la luz matutina,


tan en paz, cual conciencia pïadosa;
si con besos su espejo oestes rozan,
no lo siente la flor de la orilla;
tiemblan libélulas sobre él allí,
bastoncillos auriazules, carmín;
la araña de agua, a la imagen del sol
dirige la danza en el fulgor;
guirnalda de gladiolos en la margen
el arrullo oye del cañaveral;
viene y va un murmullo süave,
como si susurrara: ¡paz! ¡paz! ¡paz! –

Durch das Gelände sieht in wüsten Reifen | Man johlend sie um den Hornisten schweifen.
| Sie ziehen ihr Geheul so hohl und lang, | Daß es verdunkelt der Fanfare Klang, | Doch
lauter, lauter schallt die Gloria, | Braust durch den Ginster die Viktoria: || »Hängt den
Schelm, hängt den Schelm! | Hängt ihn an die Weide, | Mir den Balg und dir den Talg,
| Dann lachen wir alle beide; | Hängt ihn! Hängt ihn | Den Schelm, den Schelm! – –«
Der Weiher ||| Er liegt so still im Morgenlicht, | So friedlich, wie ein fromm Gewissen;
| Wenn Weste seinen Spiegel küssen, | Des Ufers Blume fühlt es nicht; | Libellen zittern
über ihn, | Blaugoldne Stäbchen und Karmin, | Und auf des Sonnenbildes Glanz | Die
Wasserspinne führt den Tanz; | Schwertlilienkranz am Ufer steht | Und horcht des
Schilfes Schlummerliede; | Ein lindes Säuseln kommt und geht, | Als flüstr’ es: Friede!
Friede! Friede! –
210 annette von droste-hülshoff

El cañaveral

¡Calla!, ¡calla!, ¡silencio!, él düerme.


Libélula, las alas mueve suave,
que la áurea tela no suene estridente,
y tú, haz guardia, verdor de la margen,
no has de dejar caer guijarro alguno.
En un plumón de nube está su sueño,
y sobre él deja ondear en susurros
su abovedada copa el árbol viejo;
donde el sol arde, muy en la altura,
sus alas balancea un ave,
y –escurridizo pececillo– cruza
su sombra el espejo del estanque.
¡Calla!, ¡calla!, se ha estremecido,
una ramilla al caer lo ha movido,
que estaba el pardillo llevando al nido;
¡mm, mm!, rama, tu verde tela extiende –
¡mm, mm!, ya bien profundo duerme.

El chico en el pantano

¡Oh, horrendo es andar por el pantano,


cuando bulle el humo de la landa,
como fantasmas vuélvense los vahos
y el zarcillo ganchillo hace en la mata,
a cada paso un breve hontanar brota,
y por la hendija algo canta y borbota;

Das Schilf ||| Stille, er schläft, stille! stille! | Libelle, reg die Schwingen sacht, | Daß
nicht das Goldgewebe schrille, | Und, Ufergrün, halt gute Wacht, | Kein Kieselchen laß
niederfallen. | Er schläft auf seinem Wolkenflaum, | Und über ihn läßt säuselnd wallen
| Das Laubgewölb’ der alte Baum; | Hoch oben, wo die Sonne glüht, | Wieget der Vogel
seine Flügel, | Und wie ein schlüpfend Fischlein zieht | Sein Schatten durch des Teiches
Spiegel. | Stille, stille! er hat sich geregt, | Ein fallend Reis hat ihn bewegt, | Das grad
zum Nest der Hänfling trug; | Su, Su! breit, Ast, dein grünes Tuch – | Su, Su! nun schläft
er fest genug.
Der Knabe im Moor ||| O schaurig ist’s übers Moor zu gehn, | Wenn es wimmelt vom
Heiderauche, | Sich wie Phantome die Dünste drehn | Und die Ranke häkelt am Strauche,
| Unter jedem Tritte ein Quellchen springt, | Wenn aus der Spalte es zischt und singt, |
annette von droste-hülshoff 211

oh, horrendo es andar por el pantano,


cuando crepita el hálito en las cañas!
Temblando aprieta el niño la cartilla
y, como perseguido, corre;
hueco sobre el llano el viento silba –
¿Qué es el crujido que en el seto se oye?
–¡No es sino el cortador, el espectral,
que hurta al maestro lo mejor del turbal;
uh, uh, irrumpe como res perdida!
Temeroso, el niñito se encoge.
Inquietante el pino cabecea,
tocones hay en la costa absortos;
entre tallos cual lanzas gigantescas,
el chico corre, el oído pronto.
¡Y qué chasquido y murmullos allí!
–¡Es la hilandera infeliz,
es la hechizada hilandera
devanando en las cañas: Leonor!
¡A correr, a correr, y con premura,
como si prenderlo quisieran;
ante sus pies salen burbujas,
sisea algo bajo las suelas
como una melodía espectral;
–el violinista es, desleal,
Knauf, el del violín, que despluma
mientras las bodas se celebran!
Y se hiende el pantano, un suspiro
sale ya de la cavidad abierta;
¡ay, de Margret, la maldita, es quejido
que clama: oh, oh, mi alma en pena!
Como un corzo herido el niño salta;

O schaurig ist’s übers Moor zu gehn, | Wenn das Röhricht knistert im Hauche! || Fest hält
die Fibel das zitternde Kind | Und rennt als ob man es jage; | Hohl über die Fläche sauset
der Wind – | Was raschelt drüben am Hage? | Das ist der gespenstige Gräberknecht,
| Der dem Meister die besten Torfe verzecht; | Hu, hu, es bricht wie ein irres Rind! |
Hinducket das Knäblein zage. || Vom Ufer starret Gestumpf hervor, | Unheimlich nicket
die Föhre, | Der Knabe rennt, gespannt das Ohr, | Durch Riesenhalme wie Speere; | Und
wie es rieselt und knittert darin! | Das ist die unselige Spinnerin, | Das ist die gebannte
Spinnlenor’, | Die den Haspel dreht im Geröhre! || Voran, voran, nur immer im Lauf, |
Voran als woll’ es ihn holen; | Vor seinem Fuße brodelt es auf, | Es pfeift ihm unter den
Sohlen | Wie eine gespenstige Melodei; | Das ist der Geigemann ungetreu | Das ist der
diebische Fiedler Knauf, | Der den Hochzeitheller gestohlen! || Da birst das Moor, ein
Seufzer geht | Hervor aus der klaffenden Höhle; | Weh, weh, da ruft die verdammte
Margret: | »Ho, ho, meine arme Seele!« | Der Knabe springt wie ein wundes Reh, |
212 annette von droste-hülshoff

si no estuviera el ángel de la guarda,


vería un cortador luego en lo ardido
del turbal su pálida osamenta.
Poco a poco se afirma el suelo,
y junto al sauce, más allá,
(el chico se detiene en el lindero)
tiembla en la lámpara una luz natal.
Toma hondo aliento, y atrás, al pantano
dirige aún la vista, azorado:
¡sí, en la landa fue horrendo;
oh, fue terrible en el cañaveral!

Wär’ nicht Schutzengel in seiner Näh’, | Seine bleichenden Knöchelchen fände spät | Ein
Gräber im Moorgeschwele. || Da mählich gründet der Boden sich, | Und drüben, neben
der Weide, | Die Lampe flimmert so heimatlich, | Der Knabe steht an der Scheide. | Tief
atmet er auf, zum Moor zurück | Noch immer wirft er den scheuen Blick: | Ja, im Geröhre
war’s fürchterlich, | O schaurig war’s in der Heide!
Eduard Mörike 2

¡Adelante!

Bella luce en argénteo rocío joven rosa,


que la mañana a ella en el seno deslizara;
florece, como si jamás marchitar pensara,
nada intuye del último sino que la acosa.
Elevarse sin límites da al águila aliento,
su ojo bebe y se colma de oro centelleante;
de necedad carece e ignora el interrogante
de si dará la testa contra el firmamento.
La flor de juventud puede que nos palidezca,
mas no ha, irresistible, encanto y brillo acabado:
¿quién, de tan dulce engaño, antes de hora se abstendría?
Y al amor, ¿no le es dado que el águila parezca?
pero teme; para él, aun el temor es sagrado,
pues, ¿qué es su dicha toda? –¡Una infinita osadía!

A una lámpara

Aun en tu sitio fija, oh bella lámpara, adornas,


aquí pendiendo grácil de ligeras cadenas,
el techo en olvidado casi, grato aposento.
En tu blanco platillo de mármol, cuyo borde
de verdiáureo bronce trenza guirnalda de hiedra,
un grupo alborozado de niños danza en corro.

Nur zu! ||| Schön prangt im Silbertau die junge Rose, | Den ihr der Morgen in den
Busen rollte, | Sie blüht, als ob sie nie verblühen wollte, | Sie ahnet nichts vom letzten
Blumenlose. || Der Adler strebt hinan ins Grenzenlose, | Sein Auge trinkt sich voll
von sprüh’ndem Golde; | Er ist der Tor nicht, daß er fragen sollte, | Ob er das Haupt
nicht an die Wölbung stoße. || Mag denn der Jugend Blume uns verbleichen, | Noch
glänzet sie und reizt unwiderstehlich; | Wer will zu früh so süßem Trug entsagen? ||
Und Liebe, darf sie nicht dem Adler gleichen? | Doch fürchtet sie; auch fürchten ist
ihr selig, | Denn all ihr Glück, was ist’s? — ein endlos Wagen!
Auf eine Lampe ||| Noch unverrückt, o schöne Lampe, schmückest du, | An leichten
Ketten zierlich aufgehangen hier, | Die Decke des nun fast vergeßnen Lustgemachs.
| Auf deiner weißen Marmorschale, deren Rand | Der Efeukranz von goldengrünem
Erz umflicht, | Schlingt fröhlich eine Kinderschar den Ringelreihn. |
214 eduard mörike

¡Todo, qué encantador! riendo, y un tierno espíritu


del rigor vertido, empero, en torno a la forma toda…
Un producto del arte, genuino. ¿Quién repara en él?
Lo que es bello, no obstante, dichoso luce en sí mismo.

Wie reizend alles! lachend, und ein sanfter Geist | Des Ernstes doch ergossen um die
ganze Form – | Ein Kunstgebild der echten Art. Wer achtet sein? | Was aber schön ist,
selig scheint es in ihm selbst.
Joven Alemania (1830-1850)
Heinrich Heine

Los tejedores de Silesia1

En ojos sombríos, lágrimas no se adivinan;


sentados al telar, sus dientes rechinan:
Alemania, tejemos tu mortaja,
maldición triple en ella nuestro tejer encaja…
¡Tejemos, tejemos!
Maldición al dios al que hemos rezado,
en frío invernal, por el hambre atenazados;
en vano hemos confiado y persistido,
él nos ha chasqueado, burlado, escarnecido…
¡Tejemos, tejemos!
Maldición al rey, al rey de los ricos,
que no se conduele si hincamos el pico,
que nos extorsiona los centavos postreros
y nos manda fusilar como a perros…
¡Tejemos, tejemos!
Maldición a la patria fraudulenta,
donde sólo medran oprobio y afrenta,
donde es cada flor tronchada temprano,
donde corrupción y moho reaniman al gusano…
¡Tejemos, tejemos!
Vuela la lanzadera, el telar chirría,
con afán tejemos noche y día…
Vieja Alemania, tejemos tu mortaja,
maldición triple en ella nuestro tejer encaja…
¡Tejemos, tejemos!

Die schlesischen Weber ||| Im düstern Auge keine Träne, | Sie sitzen am Webstuhl und
fletschen die Zähne: | Deutschland, wir weben dein Leichentuch, | Wir weben hinein den
dreifachen Fluch – | Wir weben, wir weben! || Ein Fluch dem Gotte, zu dem wir gebeten
| In Winterskälte und Hungersnöten; | Wir haben vergebens gehofft und geharrt, | Er
hat uns geäfft und gefoppt und genarrt – | | Wir weben, wir weben! || Ein Fluch dem
König, dem König der Reichen, | Den unser Elend nicht konnte erweichen, | Der den
letzten Groschen von uns erpreßt, | Und uns wie Hunde erschießen läßt – | Wir weben,
wir weben! || Ein Fluch dem falschen Vaterlande, | Wo nur gedeihen Schmach und
Schande, | Wo jede Blume früh geknickt, | Wo Fäulnis und Moder den Wurm erquickt
– | Wir weben, wir weben! || Das Schiffchen fliegt, der Webstuhl kracht, | Wir weben
emsig Tag und Nacht – | Altdeutschland, wir weben dein Leichentuch, | Wir weben
hinein den dreifachen Fluch, | Wir weben, wir weben!
Heinr ich August Hoffmann von Fal l ersl eben

Patrimonio nacional alemán2


(versión cantable)

Aleluyâ, aleluyâ,
nos vamos a Américâ:
¿Qué hemos de llevar al nuevo hogar?
–De todo, y para no olvidar:
De sesiones muchos digestos,
más de un budget y más de un impuesto,
de clichés completo un cuaderno,
para proclamar gobïernos,
si no el mundo adonde van,
no le gusta al alemán;
Aleluyâ, aleluyâ,
nos vamos a Américâ:
¿Qué hemos de llevar al nuevo hogar?
–De todo, y para no olvidar:
Corporales y otras bellas piezas,
libreas, de a cien por cabeza,
cucarda y gorro en color no crudo
por mil, y mil botones con escudo,
si no el mundo adonde van,
no le gusta al alemán;
Aleluyâ, aleluyâ,
nos vamos a Américâ:
¿Qué hemos de llevar al nuevo hogar?
–De todo, y para no olvidar:
De chambelán llaves, sacos llenos,
genealogía, en fajos a pleno,

Deutscher Nationalreichtum ||| Halleluja! Halleluja! | Wir wandern nach Amerika!


| Was nehmen wir mit ins neue Vaterland? | Wohl allerlei, wohl allerhand: | Viel[e]
Bundestagsprotokolle, | Manch Budget und manch[e] Steuerrolle, | Eine ganze Ladung
von Schablonen – | Zu Regierungsproklamationen – | Weil es in der neuen Welt | Sonst
dem Deutschen nicht gefällt. || Halleluja! Halleluja! | Wir wandern nach Amerika! | Was
nehmen wir mit ins neue Vaterland? | Wohl allerlei, wohl allerhand: | Korporal- und
andre schöne Stöcke, | Hunderttausend Schock Bedientenröcke, | Nationalkokarden,
bunte Kappen, | Zehnmalhunderttausend Knöpfe mit Wappen – | Weil es in der neuen
Welt | Sonst dem Deutschen nicht gefällt. || Halleluja! Halleluja! | Wir wandern nach
Amerika! | Was nehmen wir mit ins neue Vaterland? | Wohl allerlei, wohl allerhand: |
Kammerherrenschlüssel viele Säckel | Stamm- und Vollblutbäume viele [dicke] Päckel, |
219

traíllas, cintos de sable, en fardos,


condecoraciones, para encargo,
si no el mundo adonde van,
no le gusta al alemán;
Aleluyâ, aleluyâ,
nos vamos a Américâ:
¿Qué hemos de llevar al nuevo hogar?
–De todo, y para no olvidar:
pelucas, botellón, rutina,
muletas, poltrona y franquicia,
consejo áulico y conductas buenas,
noventa y nueve o cien mil docenas,
si no el mundo adonde van,
no le gusta al alemán;
Aleluyâ, aleluyâ,
nos vamos a Américâ:
¿Qué hemos de llevar al nuevo hogar?
–De todo, y para no olvidar:
Defunción, boda o bautismo*,
guía o pasaporte, da lo mismo,
de censura, un quintal de instrucciones,
actas policiales, tres millones,
si no el mundo adonde van,
no le gusta al alemán;

* Steuer-, Zoll-, Tauf-, Trau- und Totenscheine: ›comprobantes de impuestos, de aduana,


bautismo, boda y defunción‹.

Hund- und Degenkoppeln tausend Lasten, | Ordensbänder hunderttausend Kasten – |


Weil es in der neuen Welt | Sonst dem Deutschen nicht gefällt. || Halleluja! Halleluja! | Wir
wandern nach Amerika! | Was nehmen wir mit ins neue Vaterland? | Wohl allerlei,
wohl allerhand: | Schlendrian, Bocksbeutel und Perücken, | Privilegien, Sorgenstühl’
und Krücken, | Hofratstitel und Konduitenlisten | Neunundneunzighunderttausend
Kisten – | Weil es in der neuen Welt | Sonst dem Deutschen nicht gefällt. || Halleluja!
Halleluja! | Wir wandern nach Amerika! | Was nehmen wir mit ins neue Vaterland?
| Wohl allerlei, wohl allerhand: | Steuer-, Zoll-, Tauf-, Trau- und Totenscheine,
| Päß’ und Wanderbücher groß’ und kleine, | Viele hundert Zensorinstruktionen, |
Polizeimandate drei Millionen – | Weil es in der neuen Welt | Sonst dem Deutschen nicht
gefällt.
Realismo poético (1850-1890)
Christian Friedrich Hebbel 1

Canción nocturna

Noche surgente, creciente,


plena de luces y estrellas:
¡en las distancias eternas,
nombra, lo que allí despierte!
Seno el corazón oprime,
vida ascendente, final,
cual titán siento tramar,
la que la mía suprime.
Sueño, vienes sin rumor,
como al niño la nodriza;
ciñes la llama enfermiza
con el cerco protector.

Naturaleza, no me puedes aniquilar,


puesto que aniquilarte a ti misma significa,
a átomo ninguno püedes renunciar,
que una vez con los otros del universo gira;
nuevamente a todos tienes que despertar,
a los seres que, grandes o pequeños,
en tu oscuro seno se fueron a ocultar:
ahora ya no ser es su süeño;
naturaleza, no te quïero suplicar:
¡cambia tu curso eterno!
Sé que no me püedes escuchar;
¡sólo despiértame a mí el postrero!

Nachtlied ||| Quellende, schwellende Nacht, | Voll von Lichtern und Sternen: | In den
ewigen Fernen, | Sage, was ist da erwacht! || Herz in der Brust wird beengt, | Steigendes,
neigendes Leben, | Riesenhaft fühle ich’s weben, | Welches das meine verdrängt. || Schlaf,
da nahst du dich leis, | Wie dem Kinde die Amme, | Und um die dürftige Flamme |
Ziehst du den schützenden Kreis.
Natur, du kannst mich nicht vernichten, | Weil es dich selbst vernichten heißt, | Du kannst
auf kein Atom verzichten, | Das einmal mit im Weltall kreis’t; || Du mußt sie alle wieder
wecken, | Die Wesen, die sich, groß und klein, | In deinem dunklen Schooß verstecken
| Und träumen, nun nicht mehr zu sein; || Natur, ich will dich nicht beschwören: |
Veränd’re deinen ew’gen Lauf ! | Ich weiß, du kannst mich nicht erhören, | Nur wecke
mich am letzten auf ! ||
224 christian friedrich hebbel

No me quiero en el aire deshacer,


quiero, por dormir muy largamente, anhelante,
que la piedra, müerto, me pueda contener,
la más dura, el diamante.
Sea que en una corona él mïenta,
sea que a la luz clara de un cirio
en pecho de muchacha él se meza,
no lo sentiré, hondamente estaré dormido.
En mil danzas festivas, él, quizá,
por ser punto central de la radiante corona,
cual nunca otro jamás, fulgurará,
sin que nadie sospeche lo que el fulgor provoca.
Sólo cuando me extienda, despertando,
diré al portador muy quedo en el oído,
que una vez se deshizo en lágrima un humano,
¡y ella, helándose, piedra preciosa ha devenido!

Ich will nicht in die Luft zerfließen, | Ich will, auf langen Schlaf entbrannt, | Gestorben,
mich im Stein verschließen, | Im härtesten, im Diamant. || Ob der in einer Krone gaukle,
| Ob er bei heller Kerzen Licht | Auf einer Mädchenbrust sich schaukle, | Ich schlafe tief,
ich fühl’ es nicht. || Er wird bei tausend Festestänzen, | Als Mittelpunct im Stralenkranz
| Vielleicht, wie nie ein And’rer, glänzen, | Doch Keiner ahnt, woher der Glanz. || Erst,
wenn ich mich erwachend dehne, | Sag’ ich dem Träger still in’s Ohr, | Daß einst ein
Mensch zerrann zur Thräne | Und die zum Edelstein gefror!
Theodor S torm 2

Naturaleza, no me puedes aniquilar,


puesto que aniquilarte a ti misma significa.
Hebbel

¡Cual si la vida no fuera otra cosa


que una luz que se apaga!
¡Ni una sola partícula se pierde;
nosotros mismos vamos, no obstante, a la nada!
Porque lo que llamamos cuerpo y alma,
tan fija apenas se hace una figura,
se disüelve en mil partículas
y a través del espacio desïerto pulula.
Naturaleza sigue eterno curso,
impera sin cesar la misma vida;
en mil seres creados otra vez,
son estas mil partículas las que resucitan.
Pero el ser, que tan sólo por su unión
subsistía, está perdido,
si a las pulverizadas, en nueva existencia,
el azar no las ha otra vez reunido.

Natur, du kannst mich nicht vernichten, | Weil es dich selbst vernichten heißt. | Hebbel |||
Wie wenn das Leben wär nichts andres | Als das Verbrennen eines Lichts! | Verloren geht
kein einzig Teilchen, | Jedoch wir selber gehn ins Nichts! || Denn was wir Leib und
Seele nennen, | So fest in eins gestaltet kaum, | Es löst sich auf in Tausendteilchen |
Und wimmelt durch den öden Raum. || Es waltet stets dasselbe Leben, Natur geht ihren
ew’gen Lauf; | In tausend neuerschaffnen Wesen | Stehn diese tausend Teilchen auf.
|| Das Wesen aber ist verloren, | Das nur durch ihren Bund bestand, | Wenn nicht der
Zufall die verstäubten | Aufs neu zu einem Sein verband.
Conrad Ferdinand Me yer 3

La fuente romana

Asciende el chorro y cayendo inunda


de una marmórea taza el orbe,
que, velándose, llega hasta el desborde
en el fondo de una segunda;
la segunda da, rica por demás,
a la tercera, fervorosa,
su caudal, y cada una toma y da
a la vez, y afluye, y reposa.

Der römische Brunnen ||| Aufsteigt der Strahl und fallend gießt | Er voll der
Marmorschale Rund, | Die, sich verschleiernd, überfließt | In einer zweiten Schale
Grund; | Die zweite gibt, sie wird zu reich, | Der dritten wallend ihre Flut, | Und jede
nimmt und gibt zugleich | Und strömt und ruht.
Naturalismo (1880-1900)
Arno Holz
[de Phantasus – Cuaderno segundo]1

Siete billones de años antes de mi nacimiento / yo era un lirio. // Mis


raíces / se absorbían / en una estrella. // Sobre su agua oscura / flotaba /
mi gigantesca flor azul.

[…]

La lámpara arde. // De todas las paredes / callan a mi alrededor los li-


bros oscuros. // Una pequeña mosca, aún vivaz, / se extravía en el gualdo
círculo de luz. // Se desconcierta, se acurruca y toquetea con la trompa
la palabra // inferno.

[…]

Hasta el cielo, en torno a una ardiente columna de hierro roja, / eriza-


da de navajas y añicos de vidrio, / me dan vueltas hacia arriba y hacia
abajo, lentamente, con cadenas invisibles. // Lentamente, a sacudidas
y a fondo. // Gimo, me quejo, hago gárgaras, bramo: ¡Hosanna! // En
siete por setenta eternidades, / cuando los añicos estén reblandecidos y
las navajas no puedan más, / la columna se erguirá, negra; / abajo, / en
la redonda charca en torno a ella, hedionda, / mi cerebro, mi hígado, mi
sangre, la pasta entera se habrá cuajado, / y yo, / «purificado»; / una lata
de Liebig transfigurada, bienaventurada ya, / sollozando, / ¡golpearé con
mis últimos huesecillos restantes, / las puertas del Paraíso!

[aus Phantasus – Zweites Heft]


Sieben Billionen Jahre vor meiner Geburt / war ich eine Schwertlilie. // Meine Wurzeln /
saugten sich / in einen Stern. // Auf seinem dunklen Wasser / schwamm / meine blaue
Riesenblüte.
[…] Die Lampe brennt. // Von allen Wänden / schweigen um mich die dunklen Bücher.
// Eine kleine Fliege, die noch munter ist, / verirrt sich in den gelben Lichtkreis. // Sie
stutzt, duckt sich und tupft mit dem Rüssel auf das Wort // Inferno.
[…] Um eine rote, glühende Eisensäule bis in den Himmel, / mit spitzen Glasscherben
und Scheermessern gespickt, / werde ich an unsichtbaren Ketten langsam rauf und
runter gedreht. // Langsam, ruckweis und gründlich. // Ich stöhne, ächze, gurgle, brülle:
Hosianna! // In sieben mal siebzig Ewigkeiten, / wenn die Scherben zermürbt sind und
die Messer nicht mehr können, / wird die Säule schwarz stehn; / unten, / in dem runden,
stinkenden Tümpel um sie, / wird mein Hirn, meine Leber, mein Blut, der ganze Matsch
geronnen liegen, / und ich, / »geläutert«; / eine verklärte, selig gewordne Liebigbüchse, /
werde schluchzend / mit meinem letzten, übrig gebliebenen Knöchelchen / an die Pforte
des Paradieses klopfen!
230 arno holz

[…]

La luna / les mira a los tejados dentro de las chimeneas. // El arce /


detrás de la vieja sacristía / resplandece. // ¡La pequeña ciudad toda está
como argentada!

Lees, que el duque de Devonshire gasta 100,000 libras anuales, / y le


envidias sus palacios de jaspe. // ¡Necio! // Observa la parda corcova de
cotón, jaspeada de verde, de tu anciana vendedora de periódicos, / escu-
cha, lo que sobre tu ventana gorjea la golondrina con sus polluelos, / alé-
grate, de cómo el cardo silvestre, que llevaste a casa, exhala aroma a miel,
/ ¡embébete de sol! // Cada segundo que vives prodiga sobre ti tesoros.

[…]

Siete septillones de años / conté las piedras miliares en el borde de la


vía láctea. // No tenían fin. // Miríadas de eones / me abismé en las
maravillas de una única gotita de rocío. // Siempre se revelaban otras
nuevas. // ¡Mi corazón se estremeció! // Dichoso, me estiré y me hice
tierra. // Zarzamoras trepan ahora / por encima de mí, / sobre una rama
de endrino que se balancea, / gorjea un petirrojo. // De mi pecho mana
gozosa una fuente, / de mi cráneo / crecen flores.

[…]

Hacia rojos bosques de estrellas fijas, / azoto a mi corcel alado. // ¡Cru-


zar! // Detrás de jironados sistemas planetarios, detrás de soles prístinos
cubiertos de glaciares, /detrás de desiertos de noche y Nada / centellean-
do crecen nuevos mundos – ¡Trillones de flores de azafrán!

[…] Der Mond / sieht den Dächern in die Schornsteine. // Der Ahorn / hinter der alten
Sakristei / leuchtet. // Das ganze Städtchen liegt wie versilbert!
Du liest, dass der Herzog von Devonshire jährlich 100,000 Pfund verbraucht, / und beneidest
ihn um seine Jaspispaläste. // Narr! // Bekuck dir den braunen, grüngesprenkelten
Kattunpuckel deiner alten Zeitungsfrau, / horch, was über deinem Fenster die Schwalbe
mit ihren Jungen zwitschert, / freue dich, wie die wilde Distel, die du nach Hause trugst,
nach Honig duftet, / sauge in dich die Sonne! // Jede Sekunde, die du lebst, vergeudet
über dich Schätze.
[…] Sieben Septillionen Jahre / zählte ich die Meilensteine am Rande der Milchstrasse.
// Sie endeten nicht. // Myriaden Äonen / versank ich in die Wunder eines einzigen
Thautröpfchens. // Es erschlossen sich immer neue. // Mein Herz erzitterte! // Selig ins
Moos / streckte ich mich und wurde Erde. // Jetzt ranken Brombeeren / über mir, /
auf einem sich wiegenden Schlehdornzweig / zwitschert ein Rotkehlchen. // Aus meiner
Brust / springt fröhlich ein Quell, / aus meinem Schädel
[…] In rote Fixsternwälder, die verbluten, / peitsch ich mein Flügelross. // Durch! //
Hinter zerfetzten Planetensystemen, hinter vergletscherten Ursonnen, / hinter Wüsten
aus Nacht und Nichts / wachsen schimmernd Neue Welten – Trillionen Crocusblüten! //
Período intersecular (1890-1920)
Max Dauthende y

A Véspero

El sol cae a tierra. Estridente, se hace añicos su luz.


Muy cerca, ante el templo azul, cae rodando. Los rayos, hendiéndose,
se abaten por el bosque del templo. El follaje vuela en jirones pardoroji-
zos, coaguladas impurezas sanguíneas, chorreantes incendios de púrpu-
ra. Todo se abalanza a través de los árboles. Y los árboles todos, de abajo,
en sangre brotada y cuajando verdesordos.
Siluetas en sábanas azules y en escarlata marchan hacia la luz.
Claros caminos se escurren como venas de agua bajo los árboles. Pá-
lidos dioses azules de mármol sobre amplias y planas gradas de césped,
elevándose hacia la loma. Verde, azul, roja, se astilla la luz sobre la hierba,
y en garabateante torbellino, como virutas de metal ardiente en el aire.
Un granizo de azufre. Crepitación desde el sol. Estridentes ráfagas
irradiadas, áureo ardor rechinante, lanzados a lo alto por sobre el templo
azul, por sobre el bosque rojo de sangre.
Un añil de sacros aromas consagrados mana del pórtico, sofocante
azul de incienso con vello de terciopelo, saliendo de columnas yermas.
Pero afuera la paz del bosque roja como la sangre se atiesa contra la
luz, de ojos demenciales.
El amarillo furioso distorsiona, demuele el silencio coagulado que
se atasca.
Cruje cada punta de hierba, punza hacia arriba la luz. Rojo, y azul
y verde cáustico. La roja oscuridad gime en el follaje, chamuscada y re-
torcida. Los árboles desgarrados en jirones ondulantes, achatados. Y la
luz choca contra los troncos, desfigurando el ramaje.
Mas el rojo, espasmódico, con pardas fuerzas en estertor e inhi-
biendo el gualdo furor y la avidez. De la mueca de los árboles chorrea
púrpura. El césped sangra. Y herido con rasguños, inflamado de rojo el
suelo.
Las siluetas en pálido azul y rígido escarlata se inclinan todas ante
la luz, ante el sol, que ha caído a tierra.
El añil del aroma humea del mármol del templo. Y el azul del pór-
tico se inclina ante el sol.
La luz majestuosa se yergue cual resonante trueno, arqueada por
sobre todo, con la fuerza de tubos al estallar.
234 max dauthendey

El sol ofrenda.
Ardorosos fuegos se arrodillan ante el templo, se aferran a las
columnas.
Sobre alas flavas el impulso hacia lo alto. Un aleluya de rugientes
fauces celestiales.
S tefan George 1

Ven al parque que fue declarado muerto y mira:


de lejanas riberas sonrientes el destello ·
el imprevisto azul de nubes nítidas
alumbra los estanques y jaspeados senderos.
Allí toma el profundo gualdo · el gris tïerno
del boj y el abedul · templado está el vïento ·
Aún no se marchitaron las tardías rosas ·
escógelas y bésalas, teje la corona ·
Estos amelos últimos no olvides tampoco ·
la púrpura que ciñe el sarmiento en vid silvestre
y aun lo que quedó de vida verde
entrelázalo leve en la visión de otoño.

¡Cómo en la cripta encandece


la viva lámpara vieja!
¡Cómo el carbunclo chispea
por basaltos que estremece!
De redonda alta ventana
se escurre el brillo entero ·
de una custodia de fuego
su esfera en oro enarcada
y con cordero de nieve –
y si encandece la lámpara
y si chispea su alhaja
de llama propia lo tiene?

Komm in den totgesagten park und schau: | Der schimmer ferner lächelnder gestade · | Der
reinen wolken unverhofftes blau | Erhellt die weiher und die bunten pfade. || Dort nimm
das tiefe gelb · das weiche grau | Von birken und von buchs · der wind ist lau · | Die
späten rosen welkten noch nicht ganz · | Erlese küsse sie und flicht den kranz · || Vergiss
auch diese lezten astern nicht · | Den purpur um die ranken wilder reben | Und auch was
übrig blieb von grünem leben | Verwinde leicht im herbstlichen gesicht.
Wie in der gruft die alte | Lebendige ampel glüht! | Wie ihr karfunkel sprüht | Um
schauernde basalte! || Vom runden fenster droben | Entfliesst der ganze glanz · | Von
feuriger monstranz | Mit goldumreiften globen || Und einem weissen lamme – | Und
wenn die ampel glüht | Und wenn ihr kleinod sprüht | Ist es von eigner flamme?
236 stefan george

Con pálido celo buscaba yo el tesoro


Estrofas plenas de hondísima aflicción
Y el giro de las cosas era incierto y sordo –
Cuando un ángel desnudo atravesó el portón:
Al sentido soterrado traía un don:
De flores la carga más copiosa y no menores
eran sus dedos que de almendro las flores
Y rosas rosas ceñíanle el mentón.
Corona alguna no ostentaba su cabeza
Y casi igual a la mía era su voz:
Me envía a ti una vida de belleza
Como nuncio: al decirlo se sonrió
Y caíansele en tanto lirios y mimosas –
Cuando a alzarlos me inclinara hacia adelante
También ÉL se arrodilló · bañé radiante
Mi rostro todo así en las frescas rosas.

TORMENTA

Por doquier se han errantes llamitas apagado


un trueno abrupto la alta simiente ha desgranado
en el bosque el ramaje hiende tempestad nocturna
cubil del jabalí y nido del buitre disturba.
De palaciega nube galopa el rey severo
con gran séquito sigue en corcel de áureos arreos

Ich forschte bleichen eifers nach dem horte | Nach strofen drinnen tiefste kümmerniss | Und
dinge rollten dumpf und ungewiss – | Da trat ein nackter engel durch die pforte: ||
Entgegen trug er dem versenkten sinn | Der reichsten blumen last und nicht geringer
| Als mandelblüten waren seine finger | Und rosen rosen waren um sein kinn. || Auf
seinem haupte keine krone ragte | Und seine stimme fast der meinen glich: | Das schöne
leben sendet mich an dich | Als boten: während er dies lächelnd sagte || Entfielen ihm
die lilien und mimosen – | Und als ich sie zu heben mich gebückt | Da kniet auch ER ·
ich badete beglückt | Mein ganzes antlitz in den frischen rosen.
GEWITTER ||| Die irren flämmchen allerwege sind erloschen | Ein jäher donner hat
die hohe saat gedroschen | Der sturm der nacht zerspaltet das geäst im forste | Er stört der
eber lager und der geier horste. || Der strenge könig sprengt aus seinem wolkenschlosse |
Er folgt auf goldgeschirrtem pferd mit grossem trosse |
stefan george 237

a la mala esposa que retoza en meteoros


y entregada está a salvadores licenciosos.
Vez a vez cree con rudo puño asegurarla
mas ella se escabulle riéndose a socapa –
hasta que él la apresa .. de su cinto entre hebillas
y cerviz del corcel de través está cautiva.
Lucientes dientes mueve en sollozos sometida
y la suelta guedeja encolerizada agita
sus mïembros desnudos la oblicua lluvia baña
su frío seno aguarda la captura en calma.

OLAS

En azules guijarros, olas, rompéis primero


donde en valle boscoso se bifurca el sendero.
Por soleada campaña rodasteis cual torrentes ·
salpicasteis la playa, en llanto, que ciñe el verde.
Bajo el rayo lüego y el granizo helado
el río a la marea vasta os ha expulsado.
La furia os empinó ante los mirtos de la peña ·
en espuma os perdisteis sobre estéril arena.
Bañasteis tambïén, cuerpos de madreperla ·
portadoras de cargas fuisteis de dicha plenas ·
hasta que la borrasca os echó a yermos remotos ·
os destrozó aturdiendo en arrecifes y escollos.

Der falschen gattin die sich tummelt in den wettern | Und preisgegeben ist den zügellosen
rettern. || Oft glaubt er mit der rauhen faust sie zu versichern | Doch sie entwindet sich
mit einem leisen kichern – | Bis er sie festet .. zwischen seines gürtels spangen | Und dem
genick des pferdes ist sie quer gefangen. || Bezwungen schluchzend regt sie ihre blanken
zähne | Und schüttelt zürnend ihre aufgelöste mähne | Um ihre nackten glieder spült der
schiefe regen | Ihr kalter busen sieht gefasst der haft entgegen.
WELLEN ||| Ihr Wellen bracht euch erst an blauen kieseln | Im waldestal wo sich
die wege zwieseln. || Als bäche rolltet ihr durch sonniges land · | Verspriztet weinend
am umgrünten strand. || Dann hat euch unter blitz und eisigen schlossen | Der fluss
zur grossen flut hinausgestossen. || Am myrtenfels habt ihr euch wild gebäumt · | Auf
unfruchtbarem sand seid ihr verschäumt. || Ihr spültet mit perlmutterfarbne leiber · | Ihr
waret glückerfüllter lasten treiber · || Bis euch der sturm in weite öden jug · | An riff und
klippe gellend euch zerschlug. ||
238 stefan george

En invisibles fauces de ahora en más


revolcadas seréis sin saber de instante ya
de impulso y meta · no ya de racha y sotavento
por el mar cual corrientes sin margen en lo inmenso.

PRIMAVERAS DE JARDÍN

Brillo de áurea hoja lucida


brota de boscosa umbría..
¡Que dé la humilde retama,
del duelo sombra a la calma!
Jardines cerca y aroma de almendros
vi allí ojos plenos de sueño y ardor
del jardín quiero andar aún los senderos
bañar las manos en vello de flor.
¡Plumaje de aves más raras
en gráciles conos matas!
Navegan ebrias falenas
la canción, más fértil suena.
Fuente vertida con ese fulgor
chispas que esparce esbelto surtidor..
¿Me darán lumbre hoy, me darán lumbre?
¿Amaré el sueño de los ojos dulces?

En rico oropel de hayas, la arboleda


de aquí a allá recorremos, casi hasta el portal
y en el campo fuera vemos tras la verja
el almendro en flor una vez más.

Nun werdet ihr in unsichtbarem schlunde | Dahin gewälzt nicht wissend mehr von stunde
|| Von trieb und ziel · nicht mehr von wind und lee | Als uferlose ströme durch die see.
GARTENFRÜHLINGE ||| Schimmer aus lichtgoldnem blatte | Treibt aus dem
waldigen finster.. | Dass die bescheidene ginster | Ruhe der trauer beschatte! || Nah in den
gärten duften die mandeln | Dort sah ich augen voll glut und traum | Ich will die gärten
wieder durchwandeln | Hände baden im blumigen flaum. || Seltnerer vögel gefieder |
Büsche in zierlichen kegeln! | Trunkene falter segeln | Reicher ertönen dort lieder. ||
Kostbarer wie sie die quelle verstreut | Schmächtigem springbrunn funken entstieben.. |
Werden sie leuchten leuchten mir heut? | Werd ich die süssen traum augen lieben?
Wir schreiten auf und ab im reichen flitter | Des buchenganges beinah bis zum tore | Und
sehen aussen in dem feld vom gitter | Den mandelbaum zum zweitenmal im flore. ||
stefan george 239

Buscamos libres de la sombra bancos


donde una voz extraña jamás nos dio temor ·
En süeños se cruzan nuestros brazos ·
Nos recreamos en largo y dulce resplandor
Con gratitud sentimos el susurro leve de las gotas
con que el vestigio de un destello nos cae de las copas
Y oímos y miramos en instantes mudos
golpear en el suelo los frutos maduros.

EPIFANÍA I

Para éste niño · para aquél amigo.


Yo veo en ti al dïos
que temblando reconocí
hacia el que va mi devoción.
Llegaste el último día
cuando lánguido por la espera
cuando cansado de orar
me perdía yo en la noche:
Tú · revelado a mí en el rayo
que fluyó por mi oscuridad ·
En el paso que a la simiente
hizo florecer al instante.

EPIFANÍA III

Vuelve ahora la primavera ..


Consagras el camino el aire
y a nosotros que nos contemplas –
Balbucee a ti mi gratitud.
Wir suchen nach den schattenfreien bänken | Dort wo uns niemals fremde stimmen
scheuchten · | In träumen unsre arme sich verschränken · | Wir laben uns am langen
milden leuchten || Wir fühlen dankbar wie zu leisem brausen | Von wipfeln strahlenspuren
auf uns tropfen | Und blicken nur und horchen wenn in pausen | Die reifen früchte an
den boden klopfen.
KUNFTTAG I ||| Dem bist du kind · dem freund. | Ich seh in dir den Gott | Den
schauernd ich erkannt | Dem meine andacht gilt. || Du kamst am lezten tag | Da ich von
harren siech | Da ich des betens müd | Mich in die nacht verlor: || Du an dem strahl mir
kund | Der durch mein dunkel floss · | Am tritte der die saat | Sogleich erblühen liess.
KUNFTTAG III ||| Nun wird es wieder lenz .. | Du weihst den weg die luft | Und uns
auf die du schaust – | So stammle dir mein dank. ||
240 stefan george

Antes que necia mente humana


le exigiera voz y hechos
ya el aliento del creador
animó en el espacio a cada cosa.
Cuando arde un ojo semejante
el agostado tronco medra ·
La tiesa tierra otra vez late
merced a un sacro corazón.

A LA VIDA Y LA MUERTE DE MAXIMIN: EL PRIMERO

Teníais los ojos turbios de sueños lejanos


Y ya no os preocupábais por el feudo sagrado.
Sentíais un aliento final por los recintos –
¡Alzad ahora la testa!: gracia habéis recibido.
En vuestros lánguidos y fríos años
Rompió una primavera de milagros nüevos ·
Con mano florida · con fulgor en los cabellos
Os apareció un dios que en vuestra casa ha entrado.
Uníos gozosos ya que no más angustiados
Habéis de enrojecer ante agotado esplendor:
También vosotros habéis oído el clamor de un dios
Y es la boca de un dios la que os ha besado.
No os quejéis más – pues fuisteis escogidos
También – de que vuestros días vuelan no cumplidos …
¡Alabad vuestra ciudad, que alumbró a un dios!
¡Alabad vuestra era, en la que un dios vivió!

Eh blöd der menschen sinn | Ihm ansann wort und tat | Hat schon des schöpfers hauch
| Jed ding im raum beseelt. || Wenn solch ein auge glüht | Gedeiht der trockne stamm ·
| Die starre erde pocht | Neu durch ein heilig herz.
AUF DAS LEBEN UND DEN TOD MAXIMINS: DAS ERSTE ||| Ihr hattet augen
trüb durch ferne träume | Und sorgtet nicht mehr um das heilige lehn. | Ihr fühltet
endes-hauch durch alle räume – | Nun hebt das haupt! denn euch ist heil geschehn. ||
In eurem schleppenden und kalten jahre | Brach nun ein frühling neuer wunder aus · |
Mit blumiger hand · mit schimmer um die haare | Erschien ein gott und trat zu euch ins
haus. || Vereint euch froh da ihr nicht mehr beklommen | Vor lang verwichner pracht
erröten müsst: | Auch ihr habt eines gottes ruf vernommen | Und eines gottes mund hat
euch geküsst. || Nun klagt nicht mehr – denn auch ihr wart erkoren – | Dass eure tage
unerfüllt entschwebt ... | Preist eure stadt die einen gott geboren! | Preist eure zeit in der
ein gott gelebt!
stefan george 241

EL AHORCADO

El interrogador:
Tú, al que bajé, cortando, de la horca ·¿me hablarás?
El ahorcado:
Cuando entre maldiciones y entre gritos
de toda la ciudad me arrastraron al portal
en cada uno que arrojaba piedras
que apoyaba anchos los brazos, lleno de desprecio
que estiraba el dedo sobre el hombro
del que tenía delante, ojos de par en par ·
vi uno de mis crímenes clavado
sólo que más delgado o embridado por temor.
Cuando ya en el lugar de ejecución, gesto adusto
del consejo mostróme ambas cosas: compasión
y asco, me dio risa: ‹¿es que no intuís
cuánto necesitáis de este pobre pecador?›
Virtud – que quebranté – sobre su rostro
y de mujer, doncella casta · aunque sea en verdad ·
¡puede así irradiar sólo si así peco!
Cuando me pusïeron el cuello en el lazo
malicioso preví yo mi trïunfo:
victorioso entraré alguna vez en vuestro seso
yo, el soterrado .. y en vuestra simiente
de héroe obraré al que se dedican canciones
como a un dios .. y antes de que os percatéis · curvo
esta rígida viga y la convierto en rueda.

DER GEHENKTE ||| Der Frager: | Den ich vom galgen schnitt · wirst du mir reden?
|| Der Gehenkte: | Als unter der verwünschung und dem schrei | Der ganzen stadt man
mich zum tore schleppte | Sah ich in jedem der mit steinen warf | Der voll verachtung
breit die arme stemmte | Der seinen finger reckte auf der achsel | Des vordermanns
das aug weit aufgerissen · | Dass in ihm einer meiner frevel stak | Nur schmäler oder
eingezäumt durch furcht. | Als ich zum richtplatz kam und strenger miene | Die Herrn
vom Rat mir beides: ekel zeigten | Und mitleid musst ich lachen: ›ahnt ihr nicht | Wie
sehr des armen sünders ihr bedürft?‹ | Tugend – die ich verbrach – auf ihrem antlitz | Und
sittiger frau und maid · sei sie auch wahr · | So strahlen kann sie nur wenn ich so fehle!
| Als man den hals mir in die schlinge steckte | Sah schadenfroh ich den triumf voraus: |
Als sieger dring ich einst in euer hirn | Ich der verscharrte .. und in eurem samen | Wirk
ich als held auf den man lieder singt | Als gott .. und eh ihrs euch versahet · biege | Ich
diesen starren balken um zum rad.
242 stefan george

LA PALABRA

Milagro o sueño de la lejanía


Traje a la linde de la tierra mía
Por que la norna gris duró mi espera
Encontrara el nombre en su venera –
Pudo estrecho y firme en mi poder
Por la marca brillar y florecer …
Y arribé una vez como el que viaja
Con una tenue y rica alhaja
Declara y ha buscado sin premura:
‹Nada duerme en el fondo de esta hondura›
De mi mano lüego se deslizó sin más
Y no ganó mi tierra el tesoro jamás …
Así aprendí yo la renuncia triste:
Que no haya cosa alguna si el verbo desiste.

DAS WORT ||| Wunder von ferne oder traum | Bracht ich an meines landes saum ||
Und harrte bis die graue norn | Den namen fand in ihrem born – || Drauf konnt ichs
greifen dicht und stark | Nun blüht und glänzt es durch die mark … || Einst langt ich
an nach guter fahrt | Mit einem kleinod reich und zahrt || Sie suchte lang und gab mir
kund: | ›So schläft hier nichts auf tiefem grund‹ || Worauf es meiner hand entrann | Und
nie mein land den schatz gewann … || So lernt ich traurig den verzicht: | Kein ding sei
wo das wort gebricht.
stefan george 243

[de Días y hechos]


(trad. en colaboración con Lilian Gorter)

Sobre el suelo apenas humedecido comienza de nuevo a levantarse el


polvo. Tan abrasador es ya el sol matinal. En tanto ruedan los carruajes y
rechinan los carros, la afanosa multitud se agolpa sobre el estrecho borde
de sombra de la acera, que todos quieren utilizar. Cuán poco genuino es
entonces el olor del lirio de los valles saliendo de cestas pobres y moles-
to, como si la iglesia abierta quisiera comunicar algo al empedrado del
vapor que encumbra.

DESPUÉS DE LA TORMENTA

Las lilas han palidecido y su olor menguó · pero la hierba y el follaje


están más oscuros y apretados .. el jardín está húmedo y fresco y casi
despojado de gente. Madrugada de día festivo que amenaza con lluvia.
Y mientras las campanas tañen en conjunto, gotea, agregándose a la
ya abundante del suelo, nueva cera de los cirios fríos fijados sobre los
castaños.

CONVERSACIÓN CON EL VIENTO

Desde la calle donde se abatía espeso polvo caminé lentamente subien-


do la montaña. Y el viento sopló: ¿no alabas el aliento pleno y fresco
de la intemperie? – ‹el pálido y anhelante de las flores en racimo de la
linde del campo› el arroyo que ora balbucea ora murmura y a las aves no
ahorra respuesta alguna – ‹escucho expectante, creo oír voces humanas›
los setos blancos de puras flores las hierbas ondulantes – ‹sí, sobre éstas
parece que hicieras resbalar blancas sombras, en aquéllos me asustan las
abejas› ¡Ve ahora!, a nosotros por nosotros mismos ya no nos compren-
des más.

*
Christian Morgenstern 2

Introducción, sinopsis general

La oveja lunar

Tan sólo sobre la poesía ‹La oveja lunar› podría escribirse un grueso
libro, por cierto, qué digo, más de un grueso libro. Habría allí que revelar
en un capítulo las relaciones de cada verso con la filosofía kanteana en
particular, además de la crítica de la misma contenida en él, dado que el
autor, a todas luces –como también lo delata la dedicatoria–, quiere dar
la cosa en sí por sabida; en otro capítulo habría que tratar el aspecto de la
cuestión concerniente a las ciencias naturales, si ha de establecerse entre
la oveja lunar [Mondschaf] y el imbécil [Mondkalb: monstruo, feto informe,
imbécil; lit. ‹ternero lunar›] (cf. pág. 72) una serie, o si estamos aquí en
presencia de un tipo animal o aun humano completamente nuevo, caso
en el que habría que investigar, en qué medida, por ejemplo, la oveja
lunar designa un hombre determinado, y qué conclusiones podrían sa-
carse luego de todo esto para la propia evolución de Uds., para nuestro
juicio acerca de esta evolución, para el efecto de esta evolución, en tanto
fuera previsible, y finalmente para el valor del efecto eventual de tal
evolución; además, si, y cuánto podría el opus estar influenciado o, por
cierto, sugerido por el paisaje bucólico del pintor Müller ‹La esquila de
las ovejas›, a lo cual, por otra parte, es capaz de conducirnos la homo-
fonía del vocablo esquila [Schur] con el francés jour (de la gloire) –una
‹incursión en lo político›–; y finalmente, si con la traducción latina de
la ‹oveja lunar› habríamos o no logrado alcanzar y caracterizar la poesía
de los cantos litúrgicos de la edad media, en cuya circunstancia apenas
podría yo renunciar a una breve digresión dirigida al campo de mi espe-
cialidad, los macarrónicos, por no mencionar siquiera el punto de vista
poético-crítico y de las bellas letras.
245

La oveja lunar

La oveja lunar está en vasta llanura.


Aguarda y aguarda la gran tonsura.
La oveja lunar.
La oveja lunar corta un tallo en el camino
y va luego al hogar, a su pasto alpino.
La oveja lunar.
La oveja lunar se dice en sueños a sí misma:
‹soy el espacio oscuro del cosmos que se abisma.›
La oveja lunar.
La oveja lunar yace de día muerta sobre el flanco.
El sol es rojo, su cuerpo es blanco.
La oveja lunar.

traducción latina

Lunovis

Lunovis in planitie stat


cultrumque magn’ exspectitat.
Lunovis.
Lunovis herba rapta it
in montes, unde cucurrit.
Lunovis.
Lunovis habet somnium:
Se culmen rer’ ess’ omnium.
Lunovis.
Lunovis mane mortuumst.
Sol ruber atque ips’ albumst.
Lunovis.

Das Mondschaf ||| Das Mondschaf steht auf weiter Flur. | Es harrt und harrt der großen
Schur. | Das Mondschaf. || Das Mondschaf rupft sich einen Halm | und geht dann heim
auf seine Alm. | Das Mondschaf. || Das Mondschaf spricht zu sich im Traum: | »Ich bin
des Weltalls dunkler Raum.« | Das Mondschaf. || Das Mondschaf liegt am Morgen tot.
| Sein Leib ist weiß, die Sonn ist rot. | Das Mondschaf.
246 christian morgenstern

Comienzo de las notas: Jeremias Mueller

O v e j a l u n a r = Procuraduría [Mundschaft] = aproximadamente: Sancta


Simplicitas*
e s t á : aquí tanto como: sueña.
e n v a s t a l l a n u r a : significa el paisaje inabarcable de lo humano.
a g u a r d a y a g u a r d a [ h a r r t u n d h a r r t ] : repárese en la involunta-
ria homofonía con hart (durus), por cuyo medio aparece ilustrada fonéticamente
la ineluctabilidad de la espera.
l a g r a n t o n s u r a : tonsura [Schur] = jour**: dies iræ, dies illa***.
c o r t a u n t a l l o : el hombre se modera en la resignación. Cf. la frase clásica
del efebo, que se hace a la mar con mil mástiles, etc. Podría también decirse:
«renunciar es tu mandato, has de renunciar.»
y v a l u e g o a l h o g a r , a s u p a s t o a l p i n o : va, camina. No corre,
ni salta. En ello se cifra, como en el tierno, íntimo ‹hogar› [heim] –un vocablo,
que sólo tiene el alemán– una nostálgica devoción sin rencor. Pasto alpino [Alm]
alude a que el terruño [Heimat] del renunciante, acaso y, no obstante, de cual-
quier modo, ha de pensarse a una altura moderada.
l a o v e j a l u n a r d i c e : dice. Para cantar carece ya por cierto de la frescura
necesaria. ‹Dice› es solemne, apático; mas, con todo, intenso y consciente.
a s í m i s m a : no a otros. Es de espíritu solitario, y delata este rasgo aun en
sueños.
e n s u e ñ o s : el sueño es para la oveja lunar el mismo elemento que para el
pez las aguas.
s o y e l e s p a c i o o s c u r o d e l c o s m o s : la oveja lunar, en su melan-
colía, olvida por completo las estrellas. Su pensamiento se va emparentando
lentamente a la noche de la muerte que despunta.
y a c e : ya se ha desplomado, quizás entre las dos y las cinco de la mañana.
s u c u e r p o e s b l a n c o : ha permanecido inocente como la nieve. Pía e
indulgente, ha sobrellevado y dado fin a su destino.
e l s o l e s r o j o : ¿Qué le importa a la esfera del sol la oveja lunar? Ella
conserva sus rojas mejillas. Su salud brutal se vanagloria con crueldad indife-
rente del blanco dolor del alma humana doblegada. Cf. también Goethe: alma
humana, etc.

* Santa Simplicidad.
** día (fr.).
*** día de la ira, día del juicio.
Hug o von Hofmannsthal 3

Tercetos sobre la fugacidad

I.
En las mejillas siento aún su aliento:
¿Cómo püede ser, que estos días que están cerca,
se hayan ido, ido para siempre y pasado por entero?
Esto es algo que nadie concibe en el fondo,
y demasiado horrible para la queja:
que todo se deslice y fluya ante uno todo,
y que mi propio yo, por nada impedido,
desde un niño hacia mí se deslizara, como
un perro de inquietante extrañeza, enmudecido.
Luego: que yo también füi hace cïen años
y mis ancestros, con la mortaja por vestido,
están como mi propio pelo conmigo emparentados,
como mi propio pelo en uno conmigo transformados.

II.
¡Las horas! en que el claro azul miramos absortos
del mar, y entendemos la müerte,
sin espanto, tan fácilmente, ceremoniosos,
como niñas, que muy pálidas püeden verse,
con grandes ojos, y que siempre tïenen frío,
mirando mudas ante sí cuando anochece,

Terzinen über Vergänglichkeit ||| I. || Noch spür ich ihren Atem auf den Wangen:
| Wie kann das sein, daß diese nahen Tage | Fort sind, für immer fort, und ganz
vergangen? || Dies ist ein Ding, das keiner voll aussinnt, | Und viel zu grauenvoll,
als daß man klage: | Daß alles gleitet und vorüberrinnt || Und daß mein eignes Ich,
durch nichts gehemmt, | Herüberglitt aus einem kleinen Kind | Mir wie ein Hund
unheimlich stumm und fremd. || Dann: daß ich auch vor hundert Jahren war | Und
meine Ahnen, die im Totenhemd, | Mit mir verwandt sind wie mein eignes Haar, || So
eins mit mir als wie mein eignes Haar.|| II. || Die Stunden! wo wir auf das helle Blauen
| Des Meeres starren und den Tod verstehn, | So leicht und feierlich und ohne Grauen,
|| Wie kleine Mädchen, die sehr blaß aussehn, | Mit großen Augen, und die immer
frieren, | An einem Abend stumm vor sich hinsehn ||
248 hugo von hofmannsthal

y saben que ahora, de la vida el fluido


desde sus somnolientos miembros pasa, calmo, a la grama
y árboles; se ornan, lánguidas de haber sonreído,
tal como una santa, que su sangre derrama.

III.
De la misma materia somos que los süeños,
y los süeños abren los ojos, lo mismo
que bajo los cerezos los niños pequeños,
desde cuya copa alza el curso áureo y lívido
la luna llena por la noche extensa.
... No emergen nuestros sueños de un modo distinto,
están presentes, viven cual niño que rïera,
no, en su ascenso y descenso flotantes, menos grandes
que luna llena, que desde copas despïerta;
a su urdimbre lo más íntimo se abre;
cual manos espectrales en cerrado aposento
en nosotros están, siempre vivaces.
Y tres son uno: un hombre, una cosa, un sueño.

IV.
Salen de vez en vez mujeres jamás amadas
como niñas en sueño a nuestro encuentro
e indecible emoción es comtemplarlas,
como si alguna vez mucho, lejanos senderos
hubieran con nosotros al câer la tarde andado,
mientras mueve las copas el aliento

Und wissen, daß das Leben jetzt aus ihren | Schlaftrunknen Gliedern still hinüberfließt
| In Bäum und Gras, und sich matt lächelnd zieren || Wie eine Heilige, die ihr Blut
vergießt. || III. || Wir sind aus solchem Zeug, wie das zu Träumen, | Und Träume schlagen
so die Augen auf | Wie kleine Kinder unter Kirschenbäumen, || Aus deren Krone den
blaßgoldnen Lauf | Der Vollmond anhebt durch die große Nacht. | ... Nicht anders tauchen
unsre Träume auf, || Sind da und leben wie ein Kind, das lacht, | Nicht minder groß im
Auf- und Niederschweben | Als Vollmond, aus Baumkronen aufgewacht, || Das Innerste
ist offen ihrem Weben; | Wie Geisterhände in versperrtem Raum | Sind sie in uns und
haben immer Leben. || Und drei sind Eins: ein Mensch, ein Ding, ein Traum. || IV. ||
Zuweilen kommen niegeliebte Frauen | Im Traum als kleine Mädchen uns entgegen | Und
sind unsäglich rührend anzuschauen, || Als wären sie mit uns auf fernen Wegen | Einmal
an einem Abend lang gegangen, | Indes die Wipfel atmend sich bewegen ||
hugo von hofmannsthal 249

y cae aroma y noche y miedo, y a los lados


del sendero, de nuestro sendero y su negror,
en luz crepuscular lucen estanques callados,
y, espejos de nuestro anhelo, ensueñan fulgor,
y ante lo que se cierne, toda dulce palabra,
el aire vespertino, estelar primer fulgor,
se estremecen hondo las almas como hermanas
y están tristes y plenas de esplendor triunfal,
por la intüición honda, que la vida magna
comprende, y su rigor y majestad.

Und Duft herunterfällt und Nacht und Bangen, | Und längs des Weges, unsres Wegs,
des dunkeln, | Im Abendschein die stummen Weiher prangen || Und, Spiegel unsrer
Sehnsucht, traumhaft funkeln, | Und allen leisen Worten, allem Schweben | Der
Abendluft und erstem Sternefunkeln || Die Seelen schwesterlich und tief erbeben |
Und traurig sind und voll Triumphgepränge | Vor tiefer Ahnung, die das große Leben ||
Begreift und seine Herrlichkeit und Strenge.
Rainer Maria Ril ke 4

[de El libro de horas]

[…]

¿Es que se ama a un padre? ¿No se va,


como de mí te fuiste, el rigor en la faz,
uno del indefenso vacío de sus manos?
¿No pone uno su voz agostada, con cuidado,
en antigüos libros, que raramente lee?
Como ante divisoria de aguas, ¿no fluye en fuga
desde su corazón uno, a goce y amargura?
Para nosotros, ¿no es el padre lo que füe;
los años del pasado, pensado en la extrañeza,
el gesto envejecido, müerta vestimenta,
manos marchitas, vuelto el cabello palidez?
Y aunque haya sido un héroe para su tïempo,
él es la hoja que cae, cuando crecemos.
Y una pesadilla nos es su diligencia,
y su voz en pïedra se nos ha transformado,…
de lo que dice, ser quisïéramos esclavos,
mas oímos sus palabras sólo a medias.
Hace el magno drama entre él y nosotros
demasiado rüido como para entenderse;
de su boca podemos ver las formas tan sólo,
de las que caen sílabas, y ellas perecen.
Así estamos de él lejos y más que alejados,
aunque vasto el amor aún nos tenga entretejidos;
sólo cuando él haya de morir en este astro,
veremos, que en este astro él ha vivido.
[…]

[…] Liebt man denn einen Vater? Geht man nicht, | wie du von mir gingst, Härte im
Gesicht, | von seinen hülflos leeren Händen fort? | Legt man nicht leise sein verwelktes
Wort | in alte Bücher, die man selten liest? || Fließt man nicht wie von einer Wasserscheide
| von seinem Herzen ab zu Lust und Leide? | Ist uns der Vater denn nicht das, was war;
| vergangne Jahre, welche fremd gedacht, | veraltete Gebärde, tote Tracht, | verblühte
Hände und verblichnes Haar? | Und war er selbst für seine Zeit ein Held, | er ist das Blatt,
das, wenn wir wachsen, fällt. || Und seine Sorgfalt ist uns wie ein Alb, | und seine Stimme
ist uns wie ein Stein, – | wir möchten seiner Rede hörig sein, | aber wir hören seine Worte
halb. | Das große Drama zwischen ihm und uns | lärmt viel zu laut, einander zu verstehn,
| wir sehen nur die Formen seines Munds, | aus denen Silben fallen, die vergehn. | So
sind wir noch viel ferner ihm als fern, | wenn auch die Liebe uns noch weit verwebt, | erst
wenn er sterben muß auf diesem Stern, | sehn wir, daß er auf diesem Stern gelebt. […]
251

La pantera 5
En el Jardin des Plantes, París

Su mirada está del paso de las rejas


tan cansada, que no retiene ya objeto alguno.
Para ella, es como si mil rejas hubiera
y detrás de las mil rejas ningún mundo.
La marcha muelle de trancos dúctiles y recios
girando de un ínfimo círculo en la nada
es como una danza de fuerza en torno a un centro,
en que se yergue una voluntad narcotizada.
Sólo a veces, permite en silencio la apertura
a la pupila el velo… E ingresa una figura:
por la tensa calma de los miembros va a correr,
para en el corazón cesar, luego, de ser.

Eranna a Safo

Oh salvaje, lejana lanzadora:


como una lanza entre otras cosas, yacido
he entre los míos. Tu sonido
me lanzó lejos. No sé adónde me he ido.
Nadie puede regresarme ahora.
Mis hermanas me piensan, tejen en el telar,
y llena la casa cada paso familiar.
Sólo yo estoy distante y cedida,
y tiemblo como un ruego;

Der Panther | Im Jardin des Plantes, Paris ||| Sein Blick ist vom Vorübergehn der Stäbe |
so müd geworden, daß er nichts mehr hält. | Ihm ist, als ob es tausend Stäbe gäbe | und
hinter tausend Stäben keine Welt. || Der weiche Gang geschmeidig starker Schritte, | der
sich im allerkleinsten Kreise dreht, | ist wie ein Tanz von Kraft um eine Mitte, | in der
betäubt ein großer Wille steht. || Nur manchmal schiebt der Vorhang der Pupille | sich
lautlos auf –. Dann geht ein Bild hinein, | geht durch der Glieder angespannte Stille – |
und hört im Herzen auf zu sein.
Eranna an Sappho ||| O du wilde weite Werferin: | Wie ein Speer bei andern Dingen
| lag ich bei den Meinen. Dein Erklingen | warf mich weit. Ich weiß nicht wo ich bin. |
Mich kann keiner wiederbringen. || Meine Schwestern denken mich und weben, | und
das Haus ist voll vertrauter Schritte. | Ich allein bin fern und fortgegeben, | und ich zittere
wie eine Bitte; |
252 rainer maria rilke

pues la bella diosa arde en el centro


de sus mitos, y vive ella mi vida.

Safo a Eranna

La inquietud quiero traerte si reposas,


vara ceñida de zarcillos, agitarte,
como el morir quiero atravesarte
y como la tumba derivarte
al todo: a todas estas cosas.

Improvisaciones desde el invierno en Capri

<I>
A diario te me yergues ante el corazón
escarpada, sierra, piedra,
tierra inculta, no-senda: dios, en el que yo
solo subo y caigo y yerro…, a diario en lo en mí
andado ayer, en círculo otra vez allí
entrando.
Señalando me toma el viento en la encrucijada
a veces, y hacia un sendero me lanza,
o en lo quieto me bebe un camino.
Pero tu voluntad libre de todo dominio
como alumbre senderos aglutina,
hasta que ellos –viejas, inconstantes estrías–
se pierden en grisalla del abismo.

denn die schöne Göttin in der Mitte | ihrer Mythen glüht und lebt mein Leben.
Sappho an Eranna ||| Unruh will ich über dich bringen, | schwingen will ich dich,
umrankter Stab. | Wie das Sterben will ich dich durchdringen | und dich weitergeben
wie das Grab | an das Alles: allen diesen Dingen.
Improvisationen aus dem Capreser Winter ||| <I> || Täglich stehst du mir steil vor dem
Herzen, | Gebirge, Gestein, | Wildnis, Un-weg: Gott, in dem ich allein | steige und falle
und irre …, täglich in mein | gestern Gegangenes wieder hinein | kreisend. | Weisend greift
mich manchmal am Kreuzweg der Wind, | wirft mich hin, wo ein Pfad beginnt, | oder es
trinkt mich ein Weg im Stillen. | Aber dein unbewältigter Willen | zieht die Pfade zusamm
wie Alaun, | bis sie, als alte haltlose Rillen, | sich verlieren ins Abgrundsgraun … ||
rainer maria rilke 253

Deja, cerrados, déjame, los ojos,


cual con atragantados ojos, deja
que, la espalda apoyada en los colosos,
sobre tu borde esté a la espera,
que el vértigo con el que me deshago
mis sentidos pasmados
vuelva a poner en su lugar.
¿Es que todo se mueve en mí? ¿No hay de firme nada
que insista en el derecho
de su peso? Lo mío mejor y con más miedo…
Y el vórtice lo lleva como a nada
consigo hacia la hondura…
Rostro mío, rostro:
¿de quién eres? ¿para qué cosas
eres rostro?
¿Cómo puedes ser rostro para un interior tal,
en el que, formando algo, sin cesar
se aglomeran comienzo y dilución?
¿Tiene el bosque un rostro?
¿El basalto del peñón
no se yergue allí sin rostro?
¿Es que no se eleva el mar
sin rostro alguno
desde la profundidad?
¿No devuelve él el cielo a la mirada,
sin frente, sin boca y sin quijada?
Los animales, ¿no vienen a nosotros,
a veces, como si rogasen: toma mi rostro?
Su rostro les pesa en demasía,
y con él adentran su poquito
de alma demasiado

Laß mich, laß mich, die Augen geschlossen, | wie mit verschluckten Augen, laß | mich, den
Rücken an den Kolossen, | warten, an deinem Rande, daß | dieser Schwindel, mit dem ich
verinne | meine hingerissenen Sinne | wieder an ihre Stelle legt. | Regt sich denn Alles in
mir? Ist kein Festes, | das bestünde auf seines Gewichts | Anrecht? Mein Bangestes und
mein Bestes … | Und der Wirbel nimmt es wie nichts | mit in die Tiefen … || Gesicht,
mein Gesicht: | wessen bist du? für was für Dinge | bist du Gesicht? | Wie kannst du
Gesicht sein für so ein Innen, | drin sich immerfort das Beginnen | mit dem Zerflieβen zu
etwas ballt. | Hat der Wald ein Gesicht? | Steht der Berge Basalt | gesichtlos nicht da? ||
Hebt sich das Meer | nicht ohne Gesicht | aus dem Meergrund her? | Spiegelt sich nicht
der Himmel drin, | ohne Stirn, ohne Mund, ohne Kinn? || Kommen einem die Tiere nicht
| manchmal, als bäten sie: nimm mein Gesicht? | Ihr Gesicht ist ihnen zu schwer, | und sie
halten mit ihm ihr klein- | wenig Seele zu weit hinein |
254 rainer maria rilke

en la vida. ¿Y nosotros?
Animales del alma, conturbados
por todo en nuestro interior, no listos todavía
para nada, almas
paciendo,
¿no imploramos, de noche, a quien depara,
el no-rostro, que es parte
de nuestra oscuridad?
Oscuridad mía, estoy contigo, oscuridad,
y afuera, a nuestro lado, pasa todo;
me creciese –quisiera–, como a un animal,
una voz, un grito solo
para todo… Pues, qué me importa la cantidad
de las palabras, que vienen y ya han huido,
si una voz de ave, tantos miles
de veces en un grito,
a un corazón ínfimo hace tan vasto y uno
con el corazón del bosque, el corazón del aire,
y para Él tan claro y tan audible…:
el que una y otra vez, cuando amanece,
asciende: escarpadísima pïedra.
Si sobre mi cerebro acumulo
mi corazón y mi ansia y mi soledad encima:
qué chico todo queda,
porque Él predomina.

El interior de las rosas

¿Dónde hay para el adentro de aquí


un afuera? ¿Sobre qué dolor
se tiende un lienzo así?

ins Leben. Und wir? | Tiere der Seele,verstört | von allem in uns, noch nicht | fertig zu
nichts, wir weidenden | Seelen, | flehen wir zu dem Bescheidenden | nächtens nicht um
das Nicht-Gesicht, | das zu unserem Dunkel gehört? || Mein Dunkel, mein Dunkel, da
steh ich mit dir, | und alles geht drauβen vorbei; | und ich wollte, mir wüchse, wie einem
Tier, | eine Stimme, ein einziger Schrei | für alles –. Denn was soll mir die Zahl | der
Worte, die kommen und fliehn, | wenn ein Vogellaut, vieltausendmal, | geschrien und
wieder geschrien, | ein winziges Herz so weit macht und eins | mit dem Herzen der Luft,
mit dem Herzen des Hains | und so hell und so hörbar für Ihn…: | der immer wieder,
sooft es tagt, | aufsteigt: steilstes Gestein. | Und türm ich mein Herz auf mein Hirn und
mein | Sehnen darauf und mein Einsamsein: | wie bleibt das klein, | weil Er es überragt.
Das Roseninnere ||| Wo ist zu diesem Innen | ein Außen? Auf welches Weh | legt man
solches Linnen? |
rainer maria rilke 255

Qué cielos se reflejan allí


dentro, en el lago interior
de estas abiertas rosas,
despreocupadas, observa:
cómo, süeltas, en lo suelto flotan,
como si jamás pudiera
cegarlas una temblorosa mano.
Casi no pueden sostenerse, no,
ellas mismas; muchas se dejaron
colmar y rebasaron
de espacio interior
hacia los días, que se cierran
más y más de pleno,
hasta que el verano todo se convierta
en un recinto, un recinto en un sueño.

El laúd

Soy el laúd. Si tu deseo fuera


mi cuerpo describir, sus bellas, abovedadas
franjas, habla cual si de un higo hablaras,
maduro, abovedado. Exagera
lo oscuro que en mí ves. La oscuridad
era de Tullia. En su pubis no había
tanta, y su vellosidad encendida
era un salón de luz. Aquí y allá
tomaba algo de son de mi corteza
en su rostro, y cantaba con mi acompañamiento.
Entonces me tensaba yo contra su flaqueza,
y de ella por fin mi interior estaba dentro.

Welche Himmel spiegeln sich drinnen | in dem Binnensee | dieser offenen Rosen, | dieser
sorglosen, sieh: | wie sie lose im Losen | liegen, als könnte nie | eine zitternde Hand sie
verschütten. | Sie können sich selber kaum | halten; viele ließen | sich überfüllen und
fließen | über von Innenraum | in die Tage, die immer | voller und voller sich schließen, |
bis der ganze Sommer ein Zimmer | wird, ein Zimmer in einem Traum.
Die Laute ||| Ich bin die Laute. Willst du meinen Leib | beschreiben, seine schön
gewölbten Streifen: | sprich so, als sprächest du von einer reifen | gewölbten Feige.
Übertreib || das Dunkel, das du in mir siehst. Es war | Tullias Dunkelheit. In ihrer Scham
| war nicht so viel, und ihr erhelltes Haar | war wie ein heller Saal. Zuweilen nahm || sie
etwas Klang von meiner Oberfläche | in ihr Gesicht und sang zu mir. | Dann spannte ich
mich gegen ihre Schwäche, | und endlich war mein Inneres in ihr.
256 rainer maria rilke

A Hölderlin 6

Permanencia, ni aun en lo más familiar


no es dada; de las colmadas imágenes
el espíritu se precipita demasiado de súbito
a las a ser colmadas; mares
hay sólo en lo eterno. Aquí, es caer
lo más eficiente. Del sentimiento logrado
seguimos cayendo hacia abajo, a lo intuido.
Para ti, excelso, era, para ti era, conjurador, una vida
entera la imagen urgente, cuando la proferías,
se cerraba el renglón como destino, una muerte había
aun en el más suave, y entrabas en ella; mas
el dios en vanguardia te conducía por sobre ella hacia delante.
¡Oh, espíritu ambulante, ambulantísimo! Cómo habitan
todos en el cálido poema, en casa, y siguen largo tiempo
en la estrecha comparación. Partícipes. Sólo tú
marchas como la luna. Y abajo se aclara y oscurece
tu paisaje nocturnal, presa de un susto sagrado,
que sientes en despedidas. Nadie
lo ofreció más sublime, lo devolvió al todo
más íntegro, menos indigente. Así también
jugaste sagradamente a través de años ya no calculados
con la dicha infinita, como si no estuviera dentro, sino
tirada, sin pertenecer a nadie, en la suave hierba de la tierra,
abandonada por los niños divinos. Ay, lo que los Supremos
ansían, lo pusiste, sin deseo, piedra sobre piedra: se irguió.
Mas, ni aun su derrumbe
te indujo a error.

An Hölderlin ||| Verweilung, auch am Vertrautesten nicht, | ist uns gegeben; aus den erfüllten
| Bildern stürzt der Geist zu plötzlich zu füllenden; Seeen | sind erst im Ewigen. Hier ist
Fallen | das Tüchtigste. Aus dem gekonnten Gefühl | überfallen hinab ins geahndete, weiter.
|| Dir, du Herrlicher, war, dir war, du Beschwörer, ein ganzes | Leben das dringende Bild,
wenn du es aussprachst, | die Zeile schloß sich wie Schicksal, ein Tod war | selbst in der
lindesten, und du betratest ihn; aber | der vorgehende Gott führte dich drüben hervor. || O du
wandelnder Geist, du wandelndster! Wie sie doch alle | wohnen im warmen Gedicht, häuslich,
und lang | bleiben im schmalen Vergleich. Teilnehmende. Du nur | ziehst wie der Mond. Und
unten hellt und verdunkelt | deine nächtliche sich, die heilig erschrockene Landschaft, | die
du in Abschieden fühlst. Keiner | gab sie erhabener hin, gab sie ans Ganze | heiler zurück,
unbedürftiger. So auch || spieltest du heilig durch nicht mehr gerechnete Jahre | mit dem
unendlichen Glück, als wär es nicht innen, läge | keinem gehörend im sanften | Rasen der
Erde umher, von göttlichen Kindern verlassen. | Ach, was die Höchsten begehren, du legtest
es wunschlos | Baustein auf Baustein: es stand. Doch selber sein Umsturz | irrte dich nicht. ||
rainer maria rilke 257

¿Por qué, si alguien así, eterno, fue, seguimos


desconfiando de lo terrenal? En vez de, con seriedad,
aprender los sentimientos para qué
futura inclinación, en el espacio?

Llama algo en casi todas las cosas al contacto,


en toda vuelta un hálito: ¡atención!
Un día al que, extraños, le pasamos al lado,
resuelve en el futuro hacerse don.
¿Quién cuenta nuestros frutos? Y a nosotros,
¿quién nos separa de años antiguos y pasados?
Desde el principio, ¿qué hemos experimentado,
sino que uno se reconoce en otro?
¿Que se entusiasma en nosotros lo indiferente?
¡Oh falda del prado, oh casa, oh luz crepuscular,
casi a visión lo llevas de repente,
y estás a nuestro lado, abrazada al abrazar!
Un espacio alcanza a través de todo ser:
espacio interior sideral. Nos atraviesa
de aves mudas el vuelo. ¡Oh yo, que quiero crecer,
crece en mí el árbol, si miro hacia fuera!
Me preocupo, y en mí está la casa.
Me amparo, y en mí está el amparo.
Amante, que llegué a ser: junto a mí descansa
la imagen de la bella creación y se va en llanto.

Was, da ein solcher, Ewiger, war, mißtraun wir | immer dem Irdischen noch? Statt am
Vorläufigen ernst | die Gefühle zu lernen für welche | Neigung, künftig im Raum?
Es winkt zu Fühlung fast aus allen Dingen,| aus jeder Wendung weht es her: Gedenk! |
Ein Tag, an dem wir fremd vorübergingen, | entschließt im künftigen sich zum Geschenk.
|| Wer rechnet unseren Ertrag? Wer trennt | uns von den alten, den vergangnen Jahren?
| Was haben wir seit Anbeginn erfahren, | als dass sich eins im anderen erkennt? || Als
dass an uns Gleichgültiges erwarmt? | O Haus, o Wiesenhang, o Abendlicht, | auf einmal
bringst du’s beinah zum Gesicht | und stehst an uns, umarmend und umarmt. || Durch
alle Wesen reicht der eine Raum: | Weltinnenraum. Die Vögel fliegen still | durch uns
hindurch. O, der ich wachsen will, | ich seh hinaus, und in mir wächst der Baum. || Ich
sorge mich, und in mir steht das Haus. | Ich hüte mich, und in mir ist die Hut. | Geliebter,
der ich wurde: an mir ruht | der schönen Schöpfung Bild und weint sich aus.
258 rainer maria rilke

La octava elegía7
dedicada a Rudolf K assner

Con todos los ojos ve la criatura


lo abierto. Sólo están nuestros ojos
como invertidos, por entero puestos
como trampas a su alrededor,
y en torno a su libre salida.
Lo que afuera es, lo sabemos tan sólo
por un rostro de animal; pues ya al niño
reciente lo volvemos y forzamos
a que vea hacia atrás conformación,
no lo abierto, que es tan profundo
en cara de animal. Libre de muerte.
A ella la vemos sólo nosotros:
el animal libre tiene su ocaso
siempre tras sí, y ante sí a Dios,
y cuando va, va hacia la eternidad,
del mismo modo en que van las fuentes.
Nosotros jamás tenemos, ni un día,
el puro espacio adelante, hacia el cual
las flores se abren sin fin. Siempre es mundo y
nunca ningún sitio sin no: lo puro,
invigilado, lo que se respira y
sin fin se sabe y no se ansía. En tanto
niño uno se pierde en ello en calma
y es sacudido. O aquél muere y lo es.
Pues cerca de la muerte no se ve
la muerte más, y se mira hacia fuera
absorto, quizá con vasta mirada

Die achte Elegie | Rudolf Kassner zugeeignet ||| Mit allen Augen sieht die Kreatur | das
Offene. Nur unsre Augen sind | wie umgekehrt und ganz um sie gestellt | als Fallen,
rings um ihren freien Ausgang. | Was draußen ist, wir wissens aus des Tiers | Antlitz
allein; denn schon das frühe Kind | wenden wir um und zwingens, daß es rückwärts |
Gestaltung sehe, nicht das Offne, das | im Tiergesicht so tief ist. Frei von Tod. | Ihn sehen
wir allein; das freie Tier | hat seinen Untergang stets hinter sich | und vor sich Gott, und
wenn es geht, so gehts | in Ewigkeit, so wie die Brunnen gehen. | Wir haben nie, nicht
einen einzigen Tag, | den reinen Raum vor uns, in den die Blumen | unendlich aufgehn.
Immer ist es Welt | und niemals Nirgends ohne Nicht: das Reine, | Unüberwachte, das
man atmet und | unendlich weiß und nicht begehrt. Als Kind | verliert sich eins im Stilln
an dies und wird | gerüttelt. Oder jener stirbt und ists. | Denn nah am Tod sieht man den
Tod nicht mehr | und starrt hinaus, vielleicht mit großem Tierblick. | Liebende, wäre
nicht der andre, der | die Sicht verstellt, sind nah daran und staunen ... |
rainer maria rilke 259

de animal. Los amantes, si el otro,


que tapa la vista, no estuviera,
están cerca de ello y asombrados…
Como por descuido se abre para ellos
tras el otro… Pero por sobre él
nadie avanza, y vuelve a hacérsele mundo.
Siempre vueltos hacia la creación, vemos
sólo en ella el reflejo de lo libre,
que oscurecemos. O que un animal,
mudo, alce la vista, atravesándonos
en calma. Esto se llama destino:
estar enfrente y nada sino eso,
y siempre enfrente.
Si hubiera conciencia como la nuestra
en el seguro animal, que en opuesta
dirección se acerca: nos giraría
con su paso. Mas su ser es para él
infinito, inaprehendido y sin vista
de su estado, puro, cual su horizonte.
Y donde vemos futuro, él ve el todo,
y a sí en el todo y salvado por siempre.
Y hay con todo en el cálido animal
alerta, el peso e inquietud de una gran
melancolía. Pues también a él
lo afecta siempre, lo que a menudo
nos subyuga: el recuerdo, como si
ya una vez aquello que se persigue
hubiera sido más cercano y fiel,
su contacto infinitamente tierno.
Aquí todo es distancia, y era allá
respiración. Después de la primera
patria, ambigua es para él la otra y ventosa.

Wie aus Versehn ist ihnen aufgetan | hinter dem andern ... Aber über ihn | kommt keiner
fort, und wieder wird ihm Welt. | Der Schöpfung immer zugewendet, sehn | wir nur auf
ihr die Spiegelung des Frein, | von uns verdunkelt. Oder daß ein Tier, | ein stummes,
aufschaut, ruhig durch uns durch. | Dieses heißt Schicksal: gegenüber sein | und nichts als
das und immer gegenüber. || Wäre Bewußtheit unsrer Art in dem | sicheren Tier, das uns
entgegenzieht | in anderer Richtung –, riß es uns herum | mit seinem Wandel. Doch sein
Sein ist ihm | unendlich, ungefaßt und ohne Blick | auf seinen Zustand, rein, so wie sein
Ausblick. | Und wo wir Zukunft sehn, dort sieht es Alles | und sich in Allem und geheilt
für immer. || Und doch ist in dem wachsam warmen Tier | Gewicht und Sorge einer
großen Schwermut. | Denn ihm auch haftet immer an, was uns | oft überwältigt, – die
Erinnerung, | als sei schon einmal das, wonach man drängt, | näher gewesen, treuer und
sein Anschluß | unendlich zärtlich. Hier ist alles Abstand, | und dort wars Atem. Nach
der ersten Heimat | ist ihm die zweite zwitterig und windig. |
260 rainer maria rilke

Oh dicha de la pequeña criatura,


que queda en el seno en que maduró;
dicha, oh, del mosquito, que aún brinca dentro,
hasta en sus bodas: pues seno es todo.
Y mira el ave a medias segura,
que conoce casi a ambas por su origen,
como si fuera ella un alma etrusca,
de un muerto, al que un espacio acogió,
mas con la quieta figura por tapa.
Y qué atónito aquél, que ha de volar
y proviene de un seno. De sí
como asustado, surca estremecido
el aire, como la raja una taza.
Así hiende la huella del murciélago
la porcelana del atardecer.
Y nosotros: ¡espectadores, siempre,
por doquier, vueltos al todo y jamás
hacia fuera! Nos colma. Lo ordenamos.
Se desintegra. Lo reordenamos
y nos desintegramos a la vez.
¿Quién nos ha invertido de tal modo,
que hagamos lo que hagamos, la postura
adoptamos del que parte? Como él
sobre la última colina, que todo
su valle otra vez le muestra, se vuelve,
se detiene y demora: así vivimos,
y sin cesar jamás de despedirnos.

O Seligkeit der kleinen Kreatur, | die immer bleibt im Schooße, der sie austrug; | o Glück
der Mücke, die noch innen hüpft, | selbst wenn sie Hochzeit hat: denn Schooß ist Alles. |
Und sieh die halbe Sicherheit des Vogels, | der beinah beides weiß aus seinem Ursprung,
| als wär er eine Seele der Etrusker, | aus einem Toten, den ein Raum empfing, | doch mit
der ruhenden Figur als Deckel. | Und wie bestürzt ist eins, das fliegen muß | und stammt
aus einem Schooß. Wie vor sich selbst | erschreckt, durchzuckts die Luft, wie wenn ein
Sprung | durch eine Tasse geht. So reißt die Spur | der Fledermaus durchs Porzellan des
Abends. || Und wir: Zuschauer, immer, überall, | dem allen zugewandt und nie hinaus! |
Uns überfüllts. Wir ordnens. Es zerfällt. | Wir ordnens wieder und zerfallen selbst. || Wer
hat uns also umgedreht, daß wir, | was wir auch tun, in jener Haltung sind | von einem,
welcher fortgeht? Wie er auf | dem letzten Hügel, der ihm ganz sein Tal | noch einmal
zeigt, sich wendet, anhält, weilt –, | so leben wir und nehmen immer Abschied.
rainer maria rilke 261

[de Los sonetos a Orfeo - Segunta parte]8

1.
¡Respirar, invisible poema! Todo el tiempo
espacio sideral, por el propio ser
puramente canjeado. Contrapeso,
en el que rítmicamente se da mi acaecer.
Única onda, cuyo
mar gradüal soy yo;
de espacio, lucro:
de los mares posibles, tú el más parco de todos.
En los espacios, cuántos de estos sitios
estuvieron ya dentro de mí. Varios vïentos
son como mis hijos.
¿Me reconoces, aire, de lugares antes míos colmado?
Tú, lisa corteza en un tiempo,
cimbra y hoja de mis vocablos.

12.
Quiere la mutación. Que te entusiasme, oh, la llama,
se te sustrae allí una cosa, que transmutaciones ostenta;
el proyectante espíritu aquél, que lo terrenal gobïerna,
el punto de inflexión tan sólo en el brío de la figura ama.
Lo que en permanencia se encierra, eso es ya lo atiesado;
¿al amparo del gris deslucido se cree seguro?
Espera, algo muy duro advierte desde lejos a lo duro.
¡Ay…: un martillo ausente tiene el golpe preparado!
[aus Die Sonette an Orpheus - Zweiter Teil]
1. ||Atmen, du unsichtbares Gedicht! | Immerfort um das eigne | Sein rein eingetauschter
Weltraum. Gegengewicht, | in dem ich mich rhythmisch ereigne. || Einzige Welle, deren |
allmähliches Meer ich bin; | sparsamstes du von allen möglichen Meeren, – | Raumgewinn. ||
Wieviele von diesen Stellen der Räume waren schon | innen in mir. Manche Winde | sind wie
mein Sohn. || Erkennst du mich, Luft, du, voll noch einst meiniger Orte? | Du, einmal glatte
Rinde, | Rundung und Blatt meiner Worte.
12. || Wolle die Wandlung. O sei für die Flamme begeistert, | drin sich ein Ding dir entzieht, das
mit Verwandlungen prunkt; | jener entwerfende Geist, welcher das Irdische meistert, | liebt in
dem Schwung der Figur nichts wie den wendenden Punkt. || Was sich ins Bleiben verschließt,
schon ists das Erstarrte; | wähnt es sich sicher im Schutz des unscheinbaren Grau’s? | Warte, ein
Härtestes warnt aus der Ferne das Harte. | Wehe –: abwesender Hammer holt aus! ||
262 rainer maria rilke

A quien –fuente– derrámase, reconoce el reconocimiento;


en éxtasis lo guía por lo alegremente creado,
que cierra con principio a menudo y comienza con fin.
Cada espacio dichoso es hijo o nieto de apartamiento;
lo cruzan asombrados. Y Dafne, que se transmutado,
quiere que en viento mutes, desde que cual clavel fue a sentir.

18.
Bailarina: oh, traslado
de todo transcurso en marcha: cuál fue tu ofrenda.
Y el vórtice al final, de movimiento ese árbol,
¿no tomó del año alcanzado posesión entera?
¿No floreció, por que tu reciente oscilación
la rondara, su cima, súbita, de quietud?
Y sobre ella, no era sol, verano, el calor,
este calor innúmero que irradiabas tú?
Pero daba también, tu árbol del éxtasis, daba.
No son sus frutos serenos: la jarra,
madurando listada, y el florero, más maduro?
Y en las imágenes: ¿no ha quedado el dibujo,
que el rasgo oscuro de tu ceja
raudo en la valla de la propia vuelta escribiera?

Wer sich als Quelle ergießt, den erkennt die Erkennung; | und sie führt ihn entzückt
durch das heiter Geschaffne, | das mit Anfang oft schließt und mit Ende beginnt. || Jeder
glückliche Raum ist Kind oder Enkel von Trennung, | den sie staunend durchgehn. Und
die verwandelte Daphne | will, seit sie lorbeern fühlt, daß du dich wandelst in Wind.
18. || Tänzerin: o du Verlegung | alles Vergehens in Gang: wie brachtest du’s dar. | Und
der Wirbel am Schluß, dieser Baum aus Bewegung, | nahm er nicht ganz in Besitz das
erschwungene Jahr? || Blühte nicht, daß ihn dein Schwingen von vorhin umschwärme,
| plötzlich sein Wipfel von Stille? Und über ihr, | war sie nicht Sonne, war sie nicht
Sommer, die Wärme, | diese unzählige Wärme aus dir? || Aber er trug auch, er trug, dein
Baum der Ekstase. | Sind sie nicht seine ruhigen Früchte: der Krug, | reifend gestreift,
und die gereiftere Vase? || Und in den Bildern: ist nicht die Zeichnung geblieben, | die
deiner Braue dunkler Zug | rasch an die Wandung der eigenen Wendung geschrieben?
rainer maria rilke 263

29.
A un amigo de Wera.

Siente, amigo silente de muchas lontananzas,


cómo aún en el espacio tu aliento un aumento produce.
En vigas del sombrío armazón de las campanas,
hazte tañer. Eso que te consume
con este alimento se hace algo fuerte.
En la transmutación, has de haber entrado y salido.
¿Cuál es tu experiencia más doliente?
Si beber te es amargo, conviértete en vino.
Sé en esta noche de exceso
mágica virtud en la encrucijada de tus sentidos,
el sentido tú de su extraño encuentro.
Y cuando caigas para lo terrenal en el olvido,
«fluyo», dile a la tierra en calma;
«soy», declárale al agua apresurada.

[Epitafio de Rilke. En el testamento del 27. 10. 1925.]

Rosa, oh pura contradicción, placer,


de ser el sueño de nadie bajo tantos
párpados.

29. || An einen Freund Weras. || Stiller Freund der vielen Fernen, fühle, | wie dein Atem noch
den Raum vermehrt. | Im Gebälk der finstern Glockenstühle | laß dich läuten. Das, was
an dir zehrt, || wird ein Starkes über dieser Nahrung. | Geh in der Verwandlung aus und
ein. | Was ist deine leidendste Erfahrung? | Ist dir Trinken bitter, werde Wein. || Sei in
dieser Nacht aus Übermaß | Zauberkraft am Kreuzweg deiner Sinne, | ihrer seltsamen
Begegnung Sinn. || Und wenn dich das Irdische vergaß, | zu der stillen Erde sag: Ich
rinne. | Zu dem raschen Wasser sprich: Ich bin.
Rose, oh reiner Widerspruch, Lust, | niemandes Schlaf zu sein unter soviel | Lidern.
264 rainer maria rilke

Ven tú, tú, el postrero de los que reconozco,9


incurable dolor en tejido corporal:
como ardía en espíritu, mira, ardo yo
en ti; si la madera se resiste tiempo ha
a asentir a la llama en la que flagras,
ahora yo te nutro y ardo en ti.
En tu espasmo se muda mi estancia de aquí, mansa,
en furor del infierno no de aquí.
De futuro ascendí libre y por entero puro,
sin plan, a la confusa pira del sufrimiento,
seguro como allí a no comprar lo venidero
por este corazón, con su acopio ahora mudo.
¿Soy yo aún el que arde, irreconocible, allí?
Sin que a los recuerdos comprometa…
Oh vida, vida: estar afüera.
Y yo en llamas. Nadïe que sepa de mí.

[Renuncia. Esto no es como una vez la enfermedad


fuera en la infancia. Dilación, pretexto
para crecer. Clamaba y murmuraba todo.
No mezcles tú aquí lo de tu temprano asombro.]

Komm du, du letzter, den ich anerkenne, | heilloser Schmerz im leiblichen Geweb: | wie
ich im Geiste brannte, sieh, ich brenne | in dir; das Holz hat lange widerstrebt, | der
Flamme, die du loderst, zuzustimmen, | nun aber nähr’ ich dich und brenn in dir. | Mein
hiesig Mildsein wird in deinem Grimmen | ein Grimm der Hölle nicht von hier. | Ganz
rein, ganz planlos frei von Zukunft stieg | ich auf des Leidens wirren Scheiterhaufen, |
so sicher nirgend Künftiges zu kaufen | um dieses Herz, darin der Vorrat schwieg. | Bin
ich es noch, der da unkenntlich brennt? | Erinnerungen reiß ich nicht herein. | O Leben,
Leben: Draußensein. | Und ich in Lohe. Niemand der mich kennt. || [Verzicht. Das ist
nicht so wie Krankheit war | einst in der Kindheit. Aufschub. Vorwand um | größer zu
werden. Alles rief und raunte. | Misch nicht in dieses was dich früh erstaunte]
Hermann Hesse 10

Sueño

Recién despierto de un mal süeño,


miro absorto a la noche, sentado en el lecho.
Profundo horror me da mi propia alma,
que de lo oscuro tales imágenes llamara.
Los pecados que allí en el sueño he cometido,
¿Son obra mía? ¿Son sólo delirio?
Lo que el sueño terrible, ay, me revela,
es amarga verdad, mi propia naturaleza.
De boca de un incorruptible juez
se me ha manifestado una mancha de mi ser.
Por la ventana alienta la noche entrando fresca
y en el fulgor gris luce como niebla.
¡Oh, acércate, dulce, claro día,
y de la noche cúrame la herida!
¡Penetra con tu sol, día, en mí,
por que pueda volver a sostenerme ante ti!
¡Y libérame, aunque más no sea, con dolor,
de esta hora malvada y de su horror!

Traum ||| Aus einem argen Traum aufgewacht | Sitz ich im Bett und starre in die Nacht
|| Mir graut vor meiner eigenen Seele tief, | Die solche Bilder aus dem Dunklen rief.
|| Die Sünden, die ich da im Traum getan, | Sind sie mein eigen Werk? Sind sie nur
Wahn? || Ach, was der schlimme Traum mir offenbart, | Ist bitter wahr, ist meine eigene
Art. || Aus eines unbestochenen Richters Mund | Ward mir ein Flecken meines Wesens
kund. || Zum Fenster atmet kühl die Nacht herein | Und schimmert nebelhaft in grauem
Schein. || O süßer, lichter Tag, komm du heran | Und heile, was die Nacht mir angetan!
|| Durchleuchte mich mit deiner Sonne, Tag, | Daß wieder ich vor dir bestehen mag! ||
Und mach mich, ob’s auch in Schmerzen sei, | Vom Grauen dieser bösen Stunde frei!
266 hermann hesse

Etapas

Como se agosta toda flor, toda juventud


cede a la vejez, florece cada etapa
de la vida, y también toda ciencia y virtud
a su tiempo, y no püede durar por siempre.
Debe el corazón, cada vez que la vida llama,
estar pronto a decir adiós y recomenzar,
para entregarse, con füerte temple
y sin tristeza, a vínculos nuevos y distintos.
A cada comienzo es inherente un hechizo,
que a vivir nos ayuda y nos puede amparar.
Espacio a espacio alegres hemos de atravesar,
no como a un terruño apegarnos a ninguno;
ni aherrojar ni estrechar el espíritu del mundo
nos quiere, sino etapa a etapa ampliar, elevar.
Recién aclimatados a un círculo vital,
familiar cual morada, amenaza la flaqueza;
sólo quien a partir está pronto y vïajar,
puede soltar el hábito que lo empereza.
De la muerte quizás aún la hora
a espacios nuevos –jóvenes– nos haya de enviar;
de la vida el llamado no acabará jamás…
¡Ea, corazón, di adiós, y la salud recobra!

Stufen ||| Wie jede Blüte welkt und jede Jugend | Dem Alter weicht, blüht jede Lebensstufe,
| Blüht jede Weisheit auch und jede Tugend | Zu ihrer Zeit und darf nicht ewig dauern.
| Es muß das Herz bei jedem Lebensrufe | Bereit zum Abschied sein und Neubeginne,
| Um sich in Tapferkeit und ohne Trauern | In andre, neue Bindungen zu geben. | Und
jedem Anfang wohnt ein Zauber inne, | Der uns beschützt und der uns hilft, zu leben.
|| Wir sollen heiter Raum um Raum durchschreiten, | An keinem wie an einer Heimat
hängen, | Der Weltgeist will nicht fesseln uns und engen, | Er will uns Stuf ’ um Stufe
heben, weiten. | Kaum sind wir heimisch einem Lebenskreise | Und traulich eingewohnt,
so droht Erschlaffen, | Nur wer bereit zu Aufbruch ist und Reise, | Mag lähmender
Gewöhnung sich entraffen. || Es wird vielleicht auch noch die Todesstunde |Uns neuen
Räumen jung entgegen senden, | Des Lebens Ruf an uns wird niemals enden… | Wohlan
denn, Herz, nimm Abschied und gesunde!
hermann hesse 267

Escrito en la arena

Que lo hermoso y lo que cautiva


tan sólo un temblor y soplo sea;
que lo exquisito y lo que extasía,
gracia sin duración alguna sea:
nube y artificio de füego,
flor, pompa de jabón, risa infantil,
mirada de mujer en el espejo
y cosas estupendas otras mil,
que, apenas descubiertas, ya perezcan,
con duración de un instante tan sólo,
tan sólo aroma y viento que ondea,
con tristeza, ay, lo sabemos nosotros.
Y lo arrecido y lo duradero
nos es íntimamente tan querido:
piedra preciosa con füego frío,
grueso lingote de oro, un centelleo;
siguen lejanas y extrañas
incluso las innúmeras estrellas,
nuestra fugacidad no las semeja
ni el interior alcanzan de las almas.
No; parece belleza –la más honda–,
lo amable, a perderse
proclive, cerca de morir sïempre,
y lo más exquisito: esas notas
de la música, que al nacer,
van ya a huir, a perecer,
son sólo soplo, fluencia, fuga;
las ciñe un aire de suave aflicción,
pues ni de un latido en la duración,

In Sand geschrieben ||| Daß das Schöne und Berückende | Nur ein Hauch und Schauer
sei, | Daß das Köstliche, Entzückende, | Holde ohne Dauer sei: | Wolke, Blume,
Seifenblase, | Feuerwerk und Kinderlachen, | Frauenblick im Spiegelglase | Und viel andre
wunderbare Sachen, | Daß sie, kaum entdeckt, vergehen, | Nur von Augenblickes Dauer, |
Nur ein Duft und Windeswehen, | Ach, wir wissen es mit Trauer. | Und das Dauerhafte,
Starre | Ist uns nicht so innig teuer: | Edelstein mit kühlem Feuer, | Glänzendschwere
Goldesbarre; | Selbst die Sterne, nicht zu zählen, | Bleiben fern und fremd, sie gleichen
| Uns Vergänglichen nicht, erreichen | Nicht das Innerste der Seelen. | Nein, es scheint
das innigst Schöne, | Liebenswerte dem Verderben | Zugeneigt, stets nah am Sterben, |
Und das Köstlichste: die Töne | Der Musik, die im Entstehen | Schon enteilen, schon
vergehen, | Sind nur Wehen, Strömen, Jagen | Und umweht von leiser Trauer, | Denn
auch nicht auf Herzschlags Dauer |
268 hermann hesse

se dejan detener y cautivar;


nota por nota, apenas se la pulsa,
ya se eclipsa y se escurre de allá.
Entregado así a lo pasajero,
a lo fluente, a la vida, está
el corazón, fïel y fraternal,
no a lo firme y duradero.
Pronto nos cansa lo que permanece,
roca, mundo estelar y alhajas,
a nosotros, en mudanza sïempre,
de brisa y pompas de jabón las almas,
desposados del tiempo, fugitivos,
a quienes en un pétalo el rocío,
a quienes de un pájaro el reclamo,
de un celaje el ocaso,
el arco iris, el fulgor de nieve,
la mariposa que el vuelo se lleve,
a quienes el son de una risa
que al pasar nos rozó, ligero,
una fiesta les significan
o acaso hacen mal. Lo que nos semeja
es lo que amamos, y entendemos,
lo que el viento ha escrito en la arena.

septiembre de 1947

Lassen sie sich halten, bannen; | Ton um Ton, kaum angeschlagen, | Schwindet schon und
rinnt von dannen. | So ist unser Herz dem Flüchtigen, | Ist dem Fließenden, dem Leben
| Treu und brüderlich ergeben, | Nicht dem Festen, Dauertüchtigen. | Bald ermüdet uns
das Bleibende, | Fels und Sternwelt und Juwelen, | Uns in ewigem Wandel treibende |
Wind- und Seifenblasenseelen, | Zeitvermählte, Dauerlose, | Denen Tau am Blatt der
Rose, | Denen eines Vogels Werben, | Eines Wolkenspieles Sterben, | Schneegeflimmer,
Regenbogen, | Falter, schon hinweggeflogen, | Denen eines Lachens Läuten, | Das uns
im Vorübergehen | Kaum gestreift, ein Fest bedeuten | Oder wehtun kann. Wir lieben, |
Was uns gleich ist, und verstehen, | Was der Wind in Sand geschrieben. || September 1947
Kurt Schw itters 11

A Ana Flor

¡Oh tú, amada de mis 27 sentidos, amo a ti!


Tú, tuyo, te a ti, yo a ti, tú a mí, - - - - ¿nosotros?
Dicho sea de paso: ¡esto no viene al caso!
¿Quién eres, mujerzuela innúmera?, tú eres, ¿eres?
La gente dice que eres.
Déjala que diga: charla como tordo en campanario.
Llevas el sombrero sobre tus pies y te echas a andar sobre las manos,
sobre las manos andas.
Holaa, tus vestidos rojos, en blancos pliegues aserrados,
roja amo a Ana Flor, roja amo a ti.
Tú, tuyo, te a ti, yo a ti, tú a mí, - - - - - ¿nosotros?
Dicho sea de paso: ¡esta fría brasa ha de encender la casa!
Ana Flor, roja Ana Flor, ¿cómo dice la gente?
Pregunta de concurso: 1.) Ana Flor tienen pájaros en la cabeza,
2.) Ana Flor es rubicunda.
3.) De qué color son los pájaros.
Azul es el color de tu cabello gualdo,
rojo es el color de tus verdes pájaros,
muchacha sencilla en vestido de diario,
¡amado animal verde, amo a ti!
Tú, tuyo, te a ti, yo a ti, tú a mí, - - - - ¿nosotros?
Dicho sea de paso, es sencillo: esto ha de ir - - - al braserillo.
¡Ana Flor, Ana, A - - - - N - - - - A!
Escurro tu nombre gota a gota,

An Anna Blume ||| Oh Du, Geliebte meiner 27 Sinne, ich liebe Dir! | Du, Deiner, Dich
Dir, ich Dir, Du mir, - - - - wir? | Das gehört beiläufig nicht hierher! || Wer bist Du,
ungezähltes Frauenzimmer, Du bist, bist Du? | Die Leute sagen, Du wärest. | Laß sie
sagen, sie wissen nicht, wie der Kirchturm steht. || Du trägst den Hut auf Deinen Füßen
und wanderst auf die Hände, | Auf den Händen wanderst Du. || Halloh, Deine roten
Kleider, in weiße Falten zersägt, | Rot liebe ich Anna Blume, rot liebe ich Dir. | Du,
Deiner, Dich Dir, ich Dir, Du mir, - - - - - wir? | Das gehört beiläufig in die kalte Glut!
| Anna Blume, rote Anna Blume, wie sagen die Leute? || Preisfrage: | 1.) Anna Blume
hat ein Vogel, | 2.) Anna Blume ist rot. | 3.) Welche Farbe hat der Vogel. || Blau ist die
Farbe Deines gelben Haares, | Rot ist die Farbe Deines grünen Vogels, | Du schlichtes
Mädchen im Alltagskleid, | Du liebes grünes Tier, ich liebe Dir! | Du Deiner Dich Dir,
ich Dir, Du mir, - - - - wir? | Das gehört beiläufig in die - - - Glutenkiste. || Anna Blume,
Anna, A - - - - N - - - - N - - - - A! | Ich träufle Deinen Namen. |
270 kurt schwitters

Tu nombre gotea como sedoso sebo de vaca.


¿Lo sabes, Ana, lo sabes ya?
también por atrás puede leérsete,
y tú, tú, la más espléndida de todas,
igual eres por atrás que por delante:
A - - - - - - N - - - - - - A.
El sebo de vaca escurre CARICIAS en mi espalda.
Ana Flor,
animal gotoso,
¡Amo - - - - - - - a - - - - - - - ti!

alrededor de 1919

Dein Name tropft wie weiches Rindertalg. | Weißt Du es Anna, weißt Du es schon, |
Man kann Dich auch von hinten lesen. | Und Du, Du Herrlichste von allen, | Du bist
von hinten, wie von vorne: | A - - - - - - N - - - - - - N - - - - - - A. | Rindertalg träufelt
STREICHELN über meinen Rücken. | Anna Blume, | Du tropfes Tier, | Ich - - - - - - -
liebe - - - - - - - Dir! || um 1919
Apéndice
S tefan George

Proemio a Maximin
(trad. en colaboración con Lilian Gorter.)

Habíamos superado apenas la altura meridiana de nuestras vidas y


nos atemorizábamos al mirar nuestro futuro próximo. Íbamos al encuen-
tro de una humanidad ya fría y deformada que alardeaba de sus múlti-
ples logros y ramificadas sensaciones en tanto la gran acción y el gran
amor estaban en tren de desaparecer. Las masas creaban mandamiento
y regla y estrangulaban con el engaño de la exégesis banal las lenguas de
los predicadores que antaño el asesinato eliminaba con más suavidad:
manos impuras revolvían un rimero de oropeles al que se arrojaban las
piedras preciosas sin orden ni concierto: la fatuidad disgregante encu-
bría a la desorientada impotencia y la risa insolente anunciaba el ocaso
del sagrario. Éramos lo suficientemente maduros para no rebelarnos ya
contra el retorno fatal de los padecimientos necesarios: ahora empero
parecía asolarnos una peste que ningún remedio curaría y que acabaría
dejando exánime a toda esta estirpe. Ya algunos de nosotros se volvían
aparte hacia las comarcas oscuras y glorificaban la demencia – otros se
encerraban en sus cabañas llenos de tristeza u odio: cuando la súbita
venida de un hombre único a la descomposición general nos devolvió la
confianza y nos colmó de la luz de nuevas promisiones.
Cuando encontramos a Maximin por primera vez en nuestra ciudad
vivía él aún los años de su mocedad. Llegó a nosotros cabalgando desde
el arco del triunfo con la imperturbable firmeza del joven gladiador y
los gestos de supremacía de un general atenuados sin embargo por esa
movilidad y melancolía que sólo a través de siglos de formación cristiana
había llegado a los rostros del pueblo. Reconocimos en él al represen-
tante de una juventud todopoderosa tal como la habíamos soñado · con
su plenitud y pureza inquebrantables que aún hoy mueve montañas y
con pies secos camina sobre las aguas – de una juventud que podría
tomar nuestra herencia y conquistar nuevos reinos. Habíamos oído de-
masiado de la sabiduría que creía resolver el enigma último · probado
demasiado de la policromía de los fenómenos que se precipitaban.. la
carga inconmensurable de posibilidades exteriores nada había agregado
al contenido · pero la irisación excesiva había embotado los sentidos
y paralizado las expectativas: lo que necesitábamos era Uno que fuera
conmovido por los sucesos simples y nos mostrara las cosas como las
ven los ojos de los dioses.
Por la claridad que nos inundó nos dimos cuenta de que lo habíamos
274 stefan george

hallado. Por días lo seguimos permaneciendo en el hechizo de su irra-


diación antes de que osáramos hablarle – a partir de entonces nos acom-
pañó espontáneamente en nuestros senderos y sin asombrarse como si
sólo obedeciera a una ley. Cuanto más de cerca lo conocíamos tanto más
nos recordaba nuestra imagen ideal y honrábamos por igual la amplitud
de su espíritu original y las emociones de su alma heroica que la encar-
nación sensible de ellas en figura porte y lenguaje. En otros momentos
se nos aparecía como el legendario huérfano al que el sapo encantado
revelara junto al estanque su ascendencia y constituyera en custodio de
la corona de oro. Intuíamos en él algo extraño que jamás nos pertene-
cería y nos doblegamos ante el sino inconcebible que lo conducía hacia
una meta para nosotros desconocida. Sólo a veces en preguntas que nos
parecían necesarias amedrentaba una inquietante lejanía de su mirada ·
como si la respuesta no pudiera ser dada aquí sino en otra constelación.
A todos nosotros nos afectaba un mal del aire febril de los pantanos
que debíamos atravesar. Éramos los guerreros victoriosos de la partida:
él era el escogido soberano. Poseía todas nuestras herramientas sutiles
· mas las había adquirido por el camino sano y legítimo. Carecía sin
embargo de todo dejo de arrogante madurez precoz y se mantenía en
los límites naturales de su edad. Gracioso y seguro como cada giro de su
cabeza y cada toque de sus manos era también el modo en que trataba
con todos.. no necesitaba aislamiento alguno de los Bárbaros como no-
sotros en años juveniles · era demasiado puro como para que un contac-
to hubiera podido macularlo · estaba demasiado aparte como para que
una cercanía hubiera podido afectarlo.. se conducía con el inconsciente
orgullo de los que jamás han negado o servido y con la inimitable dig-
nidad de los que han orado mucho. Su temperamento conmovía incluso
a la gente insensible del pueblo: esperaban el momento en que él pasara
para contemplarlo al instante o para oír su voz. Esta voz era singular-
mente emocionante – de sumo poderío cuando alababa o defendía o
nos leía de los poetas y nos sorprendía con un nuevo hechizo del tono.
El bronceado leve de su piel era nublado entonces por el púrpura y sus
ojos se iluminaban de un modo tal que bajábamos los nuestros. Mas
aun sin que él hablara o hiciera: su mera presencia en el espacio bastaba
para despertar en todos una sensación de calidez y aroma corpóreo. De
buen grado nos entregábamos a la fuerza transformadora que necesita
tan sólo exhalar o tocar para conferir a los entornos más cotidianos un
paradisíaco destello virginal.
Los coetáneos que no lo vieron y la posteridad no comprenderán
cómo por una juventud tal nos fue deparada tal revelación. Pues por
más que la ternura y el visionario esplendor de los versos que nos legara
superen en tanto fragmentos de una obra recién comenzada toda medi-
da válida para nosotros: él mismo no les atribuía ninguna significación
stefan george 275

especial y lo más profundo de su influjo sólo se hace visible a partir de


lo que a nuestros espíritus en virtud de la comunión con su espíritu les
sea quizás dado producir. Pero sabemos que sólo eras seniles ven en la
juventud exclusivamente apresto y prolegómenos · jamás cima y consu-
mación – que más en su figura que en sus palabras y hechos radica el
poder duradero de los Excelsos y los Héroes y de todos los Agraciados
por la primavera que anduvieron tan sólo un momento por la pradera
estival se desangraron en la linde del bosque o se hundieron en una onda
oscura para ser elevados a la divinidad y con un nombre imperecedero
reinar sobre las estirpes todas. Sabemos que las expediciones colosales
que cambiaron el aspecto de nuestros territorios fueron planeadas en el
cerebro del joven discípulo Alejandro · que el hijo de doce años oriundo
de Galilea adoctrinó a los escribas de la ciudad capital: el soberano del
imperio más extenso que conoce nuestra tradición halló no como trein-
tañero sino como efebo en su florida senda los signos eternos y como
efebo sufrió la muerte.
Todo el movimiento de nuestros pensamientos y acciones experi-
mentó un desplazamiento desde que este en verdad Divino entrara en
nuestros círculos. El presente avasallante perdió su privilegio desde que
tuvo que acomodarse a otro ordenamiento. A nosotros retornaron la
calma que permitió a cada uno encontrar su centro y el coraje de arro-
jar las cargas confusas y hundirlas en el unitario mar. Sentíamos cuán
insignificantes se vuelven todas las disputas de los países · todos los
padecimientos de las castas ante el estremecimiento crepuscular de los
grandes días de renovación: cómo todas las urticantes cuestiones de las
sociedades palidecen en la tiniebla insustancial cuando después de cada
eternidad un redentor se manifiesta a los mortales. Ninguno sacudirá
ya la cabeza por el aislamiento egoísta que no se preocupa del dolor del
prójimo: pues para todos es el sumo bienhechor aquél que perfecciona
su propia belleza hasta el milagro.
Maximin vivió sólo brevemente entre nosotros. Conforme a un pac-
to temprano que había celebrado fue elevado a otra estrella antes que su
divinidad se encarnara en nuestra condición. Él anteponía al colorido
y variado destino del mortal glorioso el reposado imperio sublime de
los celestiales. Ya sus años infantiles estuvieron colmados de estallantes
sentimientos trascendentales de la lucha contra el Innombrable. Hacia
él se volvió como hacia el Único con quien consideraba que valía la
pena medirse · a él pedía pruebas y misiones y rogaba como recompensa
en sus noches plenas de ansiedad la contemplación del rostro sagrado.
Al enterarse de que Dios no podía revelarse en esa medida le ofreció
esta alianza: ¡muéstrateme entonces en lo mejor de tu creación visible!
¡Dame a Leda la amada! ¡Dame al gran hombre al Maestro! ¡Y si es
verdad que aquí todo edificio se derrumba · toda llama se extingue ·
276 stefan george

toda flor se marchita: déjame entonces marchar a tu altura y ser luego


rápidamente arrebatado por tu águila!
Y Maximin recorrió en la murmurante primavera de la mano de la
amada los jardines · las flores embriagadoras hinchieron su corazón de
placer y gratitud y cayó a los pies de la criatura que había sido engen-
drada para él y que él veía como ángel en el propio espejo. En este lapso
de su pleno ardimiento nos fue permitido prepararle el trasfondo · le
insinuamos los estremecimientos de la fama terrena y lo hicimos secreto
rey de nuestros días festivos. El atardecer más orgulloso empero fue éste
en el que habiendo recorrido en largas conversaciones con el Maestro
las praderas adormecidas él le dijera: Maximin mío · lo que querías re-
tribuirme ha sido devuelto con creces. Con Una frase has esclarecido un
torturante misterio del que ningún libro ni ningún discurso me ofre-
cía la clave: por sobre grandes superficies gélidas has difundido ahora
una uniforme luz de tibieza. Te despido como discípulo · ¡acéptame por
amigo! pues siempre seguiré siendo una parte de ti como tú una parte de
mí. Maximin se abrazó dichoso al Maestro antes de responder: no sé si
alguna vez aprenderé a entender a estos seres que de su morada constru-
yen un infierno forjándose de ello paraísos.. hasta donde alcanzan mis
ojos sólo veo brillo · tengo el pecho todo colmado de dicha y más allá de
cualquier fin me hace señas con áureas alas la inmortalidad.
Después de estos días de éxtasis marchó de un sueño febril a la muer-
te – tan rápidamente que pudimos tan sólo fijar los ojos en una tumba
ordinaria · sin creer que lo albergara a él. Nos derrumbamos en la sorda
desesperación de la grey abandonada · nos retorcimos en el absurdo
dolor de que jamás podríamos volver a tocar estas manos jamás volver
a besar estos labios. Entonces penetró su voz viva en nosotros y nos en-
señó nuestra necedad que pretendía forzarlo a permanecer aún aquí y la
férrea providencia de que a la suprema nobleza le es ínsita la necesidad
de la ascención temprana. Con lo cual mandó a callar a nuestros suspiros
y lágrimas egoístas y nos despertó a la nueva existencia que habríamos
ahora de comenzar con él. Él se yergue ante nosotros tal como lo vimos
la última vez: no en la gélida majestad implacable de la muerte sino en
la gloria triunfal de la fiesta · ataviado y con la guirnalda en el cabello ·
no una imagen de la paciente renuncia del anacoreta sino de floreciente
y sonriente belleza. Podemos ahora ávidos de apasionadas veneraciones
erigir su columna en nuestros espacios consagratorios arrojarnos a sus
pies y rendirle tributo – lo que el temor humano nos había impedido
cuando estaba todavía entre nosotros.
stefan george 277

Sobre la poesía

I
En la poesía –como en toda actividad artísitica– todo el que aún está
dominado por el afán de querer ‹decir› algo de querer producir algún
efecto no es digno de ingresar tan siquiera en el atrio del arte.
Todo espíritu discrepante toda sutilización y altercado con la vida evi-
dencia un estado de pensamiento aún desordenado y debe permanecer
excluido del arte.
Al valor de la poesía no lo decide el sentido (de lo contrario sería ella
acaso sabiduría erudición) sino la forma esto es nada exterior en absolu-
to sino aquello hondamente suscitante en medida y sonido en virtud de
lo cual en todas las épocas los primigenios los maestros se han diferen-
ciado de la posteridad de los artistas de segundo orden.
El valor de una poesía tampoco está determinado por un hallazgo in-
dividual en el verso la estrofa o fracción mayor por más afortunado que
fuera .. sólo la combinación · la relación recíproca de las distintas partes
· la necesaria consecuencia de un elemento a partir del otro caracteriza
la alta poesía.
La rima es un mero juego de palabras cuando entre las palabras unidas
por ella no existe una íntima unión.
Ritmos libres significa tanto como blanca negrura · quien no pueda
moverse bien en el ritmo que ande sin ataduras.
La medida más estricta es a la vez la suprema libertad.

II
La esencia de la poesía como del sueño: que el Yo y el Tú · Aquí y Allí ·
Una vez y Ahora existan uno junto al otro y lleguen a ser una y la misma
cosa.
La impresión más honda · la sensación más intensa no garantizan un
buen poema. Ambas deben primero convertirse en el sonoro estado de
ánimo que exige cierta paz · incluso cierto regocijo. Esto explica por qué
no es genuino todo poema que aporte negrura sin ningún rayo de luz. A
algo semejante se aludía probablemente antes con lo ‹ideal›.
280 stefan george

La belleza no está al principio ni está al final · es punto culminante ....


Las más de las veces conmueve el arte en el que se percibe la respiración
de espíritus nuevos aún dormidos.
La poesía tiene una posición especial entre las artes. Sólo ella conoce el
misterio del despertar y el misterio de la transición.
Hug o von Hofmannsthal

Una carta
[Fragmento]

Ésta es la carta que Philip Lord Chandos, hijo menor del Conde
de Bath, escribió a Francis Bacon, posteriormente Lord Verulam
y vizconde Saint Albans, para disculparse ante este amigo por su
entera renuncia a la actividad literaria.

[…]
Para expresarme en forma concisa: la existencia entera se me apa-
recía por aquel entonces en una especie de ebriedad persistente como
una gran unidad: el mundo espiritual y el mundo físico no me parecían
configurar oposición alguna, como así tampoco el modo de ser palacie-
go y animal, el arte y el no-arte, la soledad y la sociedad; en todo sentía
yo naturaleza, en los desvíos de la demencia, tanto como en los más
extremos refinamientos de un ceremonial español; en las majaderías de
jóvenes aldeanos no menos que en las más dulces alegorías; y en toda
naturaleza me sentía a mí mismo; cuando en mi cabaña de caza bebía,
incorporando en mí, la tibia leche espumosa que una criada hirsuta or-
deñara de una hermosa vaca de ojos suaves, derramándola desde la ubre
a un cubo de madera, no era esto para mí distinto a cuando sentado en
el banco empotrado en la ventana de mi estudio, sorbía de un infolio
el dulce y espumoso sustento del espíritu. Una cosa era como la otra;
ninguna cedía ante la otra, ni en su naturaleza de ensueño, suprate-
rrenal, ni en su vehemencia corpórea, y así se continuaban a través de
todo el espectro de la vida, a diestra y a siniestra; por doquier, estaba yo
plenamente dentro de ella, jamás percibí algo aparencial: o bien, tenía el
presentimiento de que todo sería semejanza y cada criatura una clave de
las otras, y me sentía por cierto aquél que estaría en condiciones de asir
una tras otra por el copete, y abrir con ésta de par en par tantas de las
otras, como fuera ella capaz de abrir. En tal medida, se explica el título
que me proponía dar a aquel libro enciclopédico.
A aquél que esté abierto a tales sentimientos, podría parecerle el plan
bien dispuesto de una providencia divina, el que desde una arrogancia
tan presumida, mi espíritu tuviera que desplomarse a este extremo de
pusilanimidad y de flaqueza, que constituye ahora el estado permanente
de mi ánimo. Pero semejantes concepciones religiosas no tienen fuerza
alguna sobre mí; son parte de las telarañas que atraviesan, precipitados,
mis pensamientos, saliendo al vacío, mientras muchos de sus compañe-
ros de viaje quedan allí adheridos y encuentran una paz. Los misterios
de la fe se han condensado para mí en una excelsa alegoría, que se yer-
280 hugo von hofmannsthal

gue sobre los campos de mi vida como un arco iris resplandeciente, en


una constante lejanía, siempre dispuesto a retroceder, si se me ocurriera
apresurarme hacia él y envolverme en la orla de su manto.
Pero, mi venerado amigo, también los conceptos terrenales se me
sustraen del mismo modo. ¿Cómo he de intentar describirle estos ex-
traños martirios del espíritu, este brusco dispararse hacia lo alto de las
ramas grávidas de frutos sobre mis manos extendidas, este retroceder del
agua murmurante ante mis labios sedientos?
Mi caso es, en pocas palabras, éste: he perdido por completo la ca-
pacidad de pensar o de hablar sobre cualquier cosa en forma coherente.
Al principio, fue haciéndoseme gradualmente imposible tratar un
tema, fuera de carácter más elevado o más general, llevando en ello a
mi boca esas palabras de las que por cierto todos los hombres suelen
servirse habitualmente sin reparos. Percibía una inexplicable desazón
al pronunciar tan sólo las palabras «espíritu», «cuerpo» o «alma». En mi
interior, sentía imposible lograr formular un juicio sobre los asuntos de
palacio, los incidentes en el Parlamento, o sobre lo que a Ud. pueda ocu-
rrírsele. Y esto no acaso debido a miramientos de ningún tipo, pues ya
conoce Ud. mi franqueza rayana en la imprudencia: sino que las palabras
abstractas, de las cuales la lengua está obligada a servirse por naturaleza
para hacer patente un juicio cualquiera, se me desintegraban en la boca
cual hongos enmohecidos. Me acontecía que, queriendo reprender a mi
hija de cuatro años Katharina Pompilia por una mentira pueril de la que
se había hecho culpable e inducirla a la necesidad de ser siempre veraz,
los conceptos que fluían a mi boca tomaban de súbito una matización
irisada de un carácter tal, se transfundían de tal modo unos en otros
que, devanando la oración hasta el final tan bien como podía, como si
de repente me sintiera indispuesto e incluso de hecho con la palidez en
mi rostro y con una fuerte presión sobre la frente, dejaba sola a la niña,
arrojaba la puerta tras de mí, y sólo sobre mi caballo, ya en el pradejón
solitario y tomando un buen galope, volvía en cierta medida a recobrar
mis fuerzas.
Gradualmente, empero, esta tribulación se extendió como un he-
rrumbre voraz. Aun en los diálogos familiares y caseros, todos los juicios
que suelen ser formulados con ligereza y sonámbula seguridad, se me
fueron haciendo tan problemáticos, que tuve que renunciar a tomar par-
te en tales diálogos en manera alguna. Una ira inexplicable, que sólo po-
día apenas ocultar con gran esfuerzo, me colmaba al oir frases como: tal
asunto ha terminado bien o mal para éste o para aquél; el alguacil N. es
una mala, el predicador T. una buena persona; el mediero M. es digno de
compasión, sus hijos son derrochadores; otro es envidiable, porque sus
hijas son ahorrativas; una familia se encumbra, otra decae. Todo esto me
hugo von hofmannsthal 281

parecía tan indemostrable, tan mendaz, tan poroso como pueda ser po-
sible. Mi espíritu me compulsaba a ver todas las cosas que aparecían en
un diálogo semejante, en una turbadora cercanía: así como una vez había
visto en una lente de aumento un trozo de piel de mi dedo meñique,
que semejaba un campo raso con surcos y elevaciones, así me acaecía
ahora con los hombres y con sus actos. Ya no lograba aprehenderlos con
la mirada simplificadora de la costumbre. Todo se me desintegraba en
partes y las partes a su vez en partes, y nada se dejaba abarcar ya con un
concepto. Las palabras en particular flotaban en torno mío; se cuajaban,
transformándose en ojos que me miraban con fijeza y cuyo interior, a mi
vez, no podía yo evitar mirar: son vórtices, hacia los que me da vértigo
hacer descender la mirada, vórtices que giran incesantemente, y a través
de los cuales se llega al vacío.
[…]
Rainer Maria Ril ke

Carta a Lou Andreas-Salomé.

Oberneuland cerca de Bremen, 8 de agosto de 1903.

Cuando por primera vez fui a visitar a Rodin y desayuné en su do-


micilio de Meudon, con personas desconocidas, con extraños en una
mesa, entonces supe que su casa no era nada para él, una pequeña y mi-
serable necesidad quizás, un techo para los momentos de lluvia y sueño;
y que no era para él preocupación alguna, ni gravitaba en su soledad y
su recogimiento. En lo hondo de sí llevaba él la oscuridad, el refugio y
la paz de una casa, y sobre ella se había vuelto él mismo cielo y bosque
en torno y vastedad y gran río, fluyendo ante ella sin cesar. ¡Oh, sí que
es un solitario este anciano que, abismado en sí mismo, se yergue pleno
de savias como un viejo árbol en otoño! Ha llegado a ser profundo; ha
cavado una profundidad para su corazón, y su pulso viene desde lejos,
como desde el centro de una cordillera. Los pensamientos vagan en él
y lo colman de gravedad y de dulzura y no se pierden en la superficie.
Se ha vuelto insensible y duro frente a lo intrascendente, y, como ceñido
por una vieja corteza, se yergue entre los hombres. Pero ante lo impor-
tante se hiende, y se abre por entero al estar entre las cosas, o cuando los
animales y los hombres lo tocan quedamente como cosas. Entonces es
aprendiz y espectador e imitador de bellezas, que por lo común perecen
tan sólo entre durmientes, entre apáticos y distraídos. Entonces es él
el atento al que nada se le sustrae, el amante que acoge sin pausa, el
paciente que no mide su tiempo y no piensa en desear lo próximo. Para
él, lo que contempla y ciñe con la contemplación es siempre lo único,
el mundo en el que todo acaece; cuando da forma a una mano, ella está
sola en el espacio, y no es nada más que una mano; y en seis días Dios
ha hecho sólo una mano y en torno a ella ha vertido las aguas y sobre
ella combado los cielos; y ha descansado sobre ella, cuando todo estuvo
consumado, y todo fue un esplendor y una mano.
Y este modo de contemplar y de vivir es tan firme en él, porque lo
ganó como artesano: en aquel entonces, al ganar el elemento tan infini-
tamente inmaterial y simple de su arte, ganó para sí esta magna equidad,
este equilibrio frente al mundo que no vacila ante nombre alguno. Como
le fue dado ver cosas en todo, adquirió la posibilidad de construir cosas;
pues éste es su gran arte. Ahora ya no lo turba ningún movimiento,
porque sabe que también en el hacia aquí y hacia allá de una superficie
en reposo existe el movimiento, y porque ve sólo superficies y sistemas
de superficies, que exacta y nítidamente determinan formas. Pues no hay
283

nada incierto para él en un objeto que le sirve de modelo: mil pequeños


elementos de superficie se han ajustado allí al espacio, y su tarea es, al
crear conforme a ello una obra de arte: insertar más íntimamente, más
firmemente, mil veces mejor la cosa en el vasto espacio, por así decirlo,
de manera tal que no se conmueva si se la sacude. La cosa es determi-
nada, la cosa artística debe ser aún más determinada; alejada de cual-
quier contingencia, arrebatada a toda ambigüedad, eximida del tiempo
y entregada al espacio, se ha tornado duradera, apta para la eternidad.
El modelo parece, la cosa artística es. Así es ésta el indecible avance que
trasciende a aquél, la silenciosa y creciente realización del deseo de ser,
que surge de todo en la naturaleza. Con ello, no tiene lugar el error que
pretendía hacer del arte el oficio más frívolo y arbitrario; él es el más
humilde de los servicios y está soportado por entero por la ley. Mas de
ese error todas las artes y todos los creadores están plenos, y alguien muy
poderoso tenía que levantarse en su contra; y alguien activo tenía que
ser, que no hablara y que hiciera cosas sin cesar. Su arte fue desde el pri-
mer paso realización (y lo contrario de la música, en cuya calidad trans-
muta las realidades aparentes del mundo cotidiano y las desrealiza aún
más, tornándolas un leve fulgor* escurridizo. Motivo por el cual también
esta antítesis del arte, este no-concretar, esta tentación al derramamien-
to tiene tantos amigos y oyentes y sirvientes, tantos esclavos y sujetos
al placer, tantos elevados no a partir de sí mismos, y extasiados desde
fuera…). Rodin, nacido en la pobreza y de baja condición, vio mejor que
ninguno, que toda belleza de los hombres, los animales y las cosas corre
peligro por las circunstancias y por el tiempo, que ella es un instante,
una juventud que en todas las edades viene y va, pero no permanece.
Lo que lo intranquilizaba era precisamente la apariencia de aquello que
consideraba indispensable, necesario y bueno: el resplandor** de la be-
lleza. El quería que ella fuera, y vio su tarea en ajustar las cosas (pues las
cosas duraban) al mundo menos amenazado, más tranquilo y eterno del
espacio; e inconscientemente aplicó a su obra todas las leyes del ajuste,
de modo tal que se desplegara orgánicamente y llegara a ser capaz de
vivir. Ya desde muy temprano, trató de no hacer nada «por el aspecto»;
no había en él retroceso, sino un perenne estar cerca e inclinado sobre
lo naciente. Y hoy esta peculiaridad se ha fortalecido en él tanto, que
casi podría decirse que el aspecto de sus cosas le resulta indiferente: con
tanta intensidad vive él el ser de ellas, su realidad, su omnifacética eman-
cipación de lo incierto, su ser consumadas y buenas, su independencia.
Ellas no están en la tierra, giran en su derredor.
* Scheinen: sustantivación del verbo scheinen (‹lucir, brillar, resplandecer›, pero también
‹parecer›).
** Schein: Rilke utiliza el mismo término dos veces en la oración, que traducimos la
primera por ‹apariencia› (Schein resaltado en el original) y la segunda por ‹resplandor› (cfr.
nota anterior). [N. d. T.]
284 rainer maria rilke

Y porque su gran obra surgió de su artesanía, de la casi impreme-


ditada y humilde voluntad de hacer cosas cada vez mejores, es que se
yergue él aún hoy, intacto y limpio de designios y materiales, como el
más modesto entre sus cosas crecidas. Los grandes pensamientos, las
sublimes significaciones han llegado a ellas como leyes que se ejecutan
en lo bueno y consumado; él no las ha llamado. No las ha deseado;
inclinado como un siervo ha andado él su camino y ha hecho una tie-
rra, cien tierras. Pero cada tierra que vive irradia su cielo y arroja muy
lejos noches estrelladas, hacia la eternidad. Esto: el hecho de no ha-
ber ideado nada, le confiere a su obra esta conmovedora inmediatez
y pureza. Los grupos de figuras, los conjuntos mayores de formas no
los reunió él de antemano, cuando eran aún ocurrencias; (pues la ocu-
rrencia es algo –y casi nada– mas la realización algo distinto, y todo).
Hizo al punto cosas, muchas cosas, y sólo a partir de ellas configuró la
nueva unidad o le permitió crecer, y así sus conjuntos se hicieron ínti-
mos y se conformaron a la ley, porque no se ligaron ideas, sino cosas.
–Y esta obra pudo surgir tan sólo de un trabajador, y el que la cons-
truyó puede, impasible, negar la inspiración; ella no lo sobrecoge, por-
que está en él, día y noche, causada por cada contemplación, un ardor
engendrado por cada movimiento de su mano. Y cuanto más crecieron
las cosas en torno a él, tanto más raras se hicieron las perturbaciones que
lo alcanzaban; pues en las realidades que lo envolvían, se interrumpían
todos los murmullos. Su obra misma lo protegió; habitó en ella como
en un bosque, y su vida tiene que haber durado mucho, pues lo que
él mismo plantara se ha vuelto un oquedal. Y cuando uno anda entre
las cosas junto a las que él habita y vive, que él vuelve a ver a diario y
a diario consuma, entonces son su casa y los murmullos en ella algo
indeciblemente ínfimo y accesorio, y uno contempla esto como en un
sueño, extrañamente desplazado y colmado de una selección de pálidos
recuerdos. Su vida cotidiana y las personas que a ella pertenecen están
allí como un lecho vacío, por el cual él ya no fluye; mas no tiene esto
en sí nada de triste: porque allí al lado se oye el murmurar fragoso y la
vehemente marcha del torrente, que no quiso dividirse en dos brazos…
Y yo creo, Lou, que así debe ser…
…Oh Lou, en un poema que he logrado, hay mucha más realidad
que en cualquier relación o inclinación que siento. Cuando creo, soy ver-
dadero, y quisiera hallar la fuerza para fundar mi vida por entero en esta
verdad, en esta simplicidad y gozo infinitos, que a veces me son dados.
Ya al ir a lo de Rodin, buscaba esto; porque pleno de presentimiento,
sabía desde hace años del ejemplo y modelo inagotable de su obra. Aho-
ra, al venir de su casa, sé, que tampoco yo podría exigir y buscar otras
realizaciones que las de mi obra… Pero, ¿cómo he de comenzar a andar
este camino – dónde está el oficio de mi arte, su lugar más pequeño y
rainer maria rilke 285

profundo, en el que podría empezar a ser capaz? Quiero andar cada ca-
mino de regreso hasta ese principio, y todo lo que he hecho ha de haber
sido nada, más exiguo que el barrido de un umbral, al que el próximo
huésped vuelve a llevar la huella del camino. Tengo en mí paciencia para
siglos, y quiero vivir, como si fuera mi tiempo muy extenso. Quiero con-
centrarme a partir de todas las dispersiones, y de los empleos demasiado
rápidos recuperar lo mío y reservarlo. Pero oigo voces, que me quieren
bien, y pasos, que se acercan, y mis puertas se mueven… Y cuando busco
a las personas, no me aconsejan y no saben lo que tengo en mente. Y
frente a los libros estoy de igual modo (igualmente desvalido), y tam-
poco me valen, como si fueran también ellos aún demasiado personas…
Sólo las cosas me hablan. Las cosas de Rodin, las cosas de las catedrales
góticas, las cosas de la antigüedad: todas las cosas que son cosas acaba-
das. Ellas me remiten a los modelos; al mundo vivo y movido, visto sim-
plemente y sin interpretación, como motivo para las cosas. Comienzo a
ver algo nuevo: a menudo son ya las flores para mí infinitamente tanto, y
de los animales me llegaron sugerencias de extraño tipo. Y aun a las per-
sonas las experimento ya a veces así, las manos viven en algún sitio, las
bocas hablan, y lo contemplo todo más tranquilo y con mayor equidad.
Pero me sigue faltando la disciplina, el poder trabajar y tener que
trabajar, que ansío desde hace años. ¿Me falta la fuerza? ¿Está enferma
mi voluntad? ¿Es el ensueño en mí, lo que inhibe toda acción? Los días
pasan, y a veces oigo pasar a la vida. Y aún no ha ocurrido nada, aún no
hay nada real a mi alrededor; y me divido sin cesar y fluyo disgregán-
dome,… y quisiera sin embargo tanto correr en un lecho, y crecer. Pues,
¿no es cierto, Lou, que así ha de ser: que hemos de ser como un torrente
y no entrar en canales y llevar agua a los prados? ¿No es cierto, que he-
mos de congregarnos y murmurar? Quizás nos esté permitido, cuando
seamos muy viejos, alguna vez, en la hora última, ceder, extendernos y
desembocar en un delta…
286 rainer maria rilke

Carta a Witold von Hulewicz

[Esta última carta, sin fecha, comienza como un cuestionario rellenado, y se


continúa y concluye en dos pliegos añadidos de papel de cartas.]

Sello postal: Sierre, 13.XI.25

Preguntas: Respuestas de Rilke:

1. ¿Permitiría Ud. que Con mucho gusto: en especial interés de mi joven


tradujera su prólogo y extraordinariamente dotado amigo «Baltusz»
a «Mitsou», para una Klossowski, que entretanto, trabajando en París,
revista polaca? mantiene y supera en silencio lo que, contando once
años en aquel entonces, prometiera con sus dibujos
espontáneos. «Baltusz» mismo, lo sé, se alegraría
sinceramente de aparecer en una revista polaca, dado
que ni él ni su hermano, jamás olvidaron su antiguo
origen polaco (Klossowski, blasón: Rola). Por lo
tanto: con mucho gusto.

2. ¿No ha omitido Ud. : Copia en breve.


la tan amablemente
prometida copia de la
«Bajada a los Infiernos
de Cristo»?

3. ¿Puede indicarme Alexander Lernet: Dirección: Klagenfurt (Kärnten),


la dirección de Alex. St.- Veiter Ring 5.
Lernet? ¿Eventuales A. L. deriva su lejano origen de Francia, creo, de
datos sobre él? los Dauphins du Viennois; su sangre está, como
se lo he descripto, colmada de tradición. Oficial
de caballería durante la guerra. No lo conozco
personalmente, ni tampoco sé hacia dónde se dirige
ahora su producción. Pero Ud. sabe de mi estima y
admiración por ciertos lugares en el «Kanzonnair».

4. En lo que concierne Aquí, querido amigo, yo mismo apenas oso decir


a las «Elegías»… algo. Quizás de la mano de los propios poemas
podría intentarse más de una aclaración, ¿pero así?
¿Por dónde empezar?
rainer maria rilke 287

¿Y soy yo el que puede dar a las Elegías la explicación correcta? Ellas


llegan infinitamente más allá de mí. Las considero una ampliación ulte-
rior de aquellas hipótesis esenciales que estaban ya dadas en el «Libro de
horas», que, en ambas partes de los «Nuevos poemas», jugando y ensa-
yando, se sirven de la visión del mundo, y luego en el Malte, conflictiva-
mente concentradas, repercuten hacia la vida y allí suministran casi la
prueba, de que esta vida, que pende de tal modo en la carencia de suelo,
es imposible. En las «Elegías», a partir de los mismos hechos, la vida
vuelve a hacerse posible, sí, experimenta aquí esa afirmación definitiva,
hacia la que el joven Malte, si bien en el correcto y difícil camino «des
longues études», no podía aún conducirla. La afirmación de la vida y de
la muerte se muestran como algo único en las «Elegías». Admitir una sin
la otra sería, así se lo experimenta y celebra aquí, una restricción en últi-
ma instancia excluyente de todo lo infinito. La muerte es el lado para
nosotros vuelto, por nosotros no iluminado de la vida: debemos intentar
lograr la mayor conciencia de nuestra existencia, que en ambos ámbitos
ilimitados está en casa, nutrida inagotablemente desde ambos… La fi-
gura verdadera de la vida se extiende por ambas regiones, la sangre de la
circulación mayor fluye por ambas: no hay ni un más acá ni un más allá,
sino la gran unidad, en la que los seres que nos superan, los «ángeles»,
están en casa. Y la situación ahora del problema del amor en este mundo
así ampliado en su mitad mayor, tan sólo ahora entero, tan sólo ahora
íntegro. Me asombra que los «Sonetos a Orfeo», que son por lo menos
tan «densos» y están colmados de la misma esencia, no le sean de mayor
utilidad para la comprensión de las «Elegías». Éstas fueron empezadas
en 1912 (en Duino), continuadas –fragmentariamente– en España y
París, hasta 1914; la guerra interrumpió por entero éste, mi trabajo ma-
yor; cuando en 1922 (aquí) osé retomarlo, a las nueve elegías y su cierre
se les anticiparon, en pocos días e imponiéndose como una tempestad,
los «Sonetos a Orfeo» (que no estaban en mi plan). Son, como no puede
ser de otra manera, del mismo «germen» que las «Elegías», y que surgie-
ran de súbito, sin la intervención de mi voluntad, en conexión con una
muchacha tempranamente fallecida, los acerca aún más a la fuente de su
origen; esta conexión es una referencia más hacia el centro de ese reino,
cuya profundidad e influencia nosotros, inacotados por doquier, com-
partimos con los muertos y con los que vendrán. Nosotros, éstos de aquí
y hoy, no estamos un solo instante satisfechos en el mundo temporal, ni
sujetos a él; marchamos sin cesar por entero hacia los anteriores, hacia
nuestra procedencia, y hacia los que parecen venir después de nosotros.
En ese mundo «abierto», vastísimo, están todos, no puede decirse «al
mismo tiempo», pues precisamente la supresión del tiempo condiciona
288 rainer maria rilke

que estén todos. La fugacidad se precipita por doquier en un ser profun-


do. Y así, todas las configuraciones de lo de aquí no sólo han de usarse
con limitación temporal, sino –en la medida en que podamos hacerlo–
han de ser incluidas en esos significados superiores de los que participa-
mos. Pero no en el sentido cristiano (del que me aparto cada vez más
con mayor pasión), sino en una conciencia puramente terrenal, profun-
damente terrenal, dichosamente terrenal, es que hay que introducir lo
aquí contemplado y tocado en el domino más vasto, en el más vasto de
los dominios. No en un más allá cuya sombra oscurece la tierra, sino en
una totalidad, en la totalidad. La naturaleza, las cosas de nuestro trato y
uso, son provisionalidades y caducidades; pero son, en tanto estamos
aquí, nuestra posesión y nuestra amistad, consabidoras de nuestro pesar
y regocijo, tal como han sido ya las confidentes de nuestros antepasados.
De modo que es menester no sólo no calumniar y degradar todo lo de
aquí, sino que justamente, por mor de su provisionalidad, que comparte
con nosotros, estos fenómenos y cosas han de ser por nosotros compren-
didos y transformados con una concepción íntima en extremo. ¿Trans-
formados? Sí, pues es nuestra tarea grabarnos esta tierra provisoria, ca-
duca, tan honda, sufriente y apasionadamente, que su esencia resucite
«invisible» en nosotros. Somos las abejas de lo invisible. Nous butinons
éperdument le miel du visible, pour l’accumuler dans la grande ruche d’or de
l’Invisible [Con locura libamos la miel de lo visible, para acumularla en la
gran colmena de oro de lo Invisible]. Las «Elegías» nos muestran en esta
obra, en la obra de estas incesantes conversiones de lo visible y palpable
amado, en la vibración y excitabilidad invisibles de nuestra naturaleza,
que introducen nuevas cifras de vibración en las esferas vibratorias del
universo. (Dado que las distintas sustancias en el cosmos son sólo distin-
tos exponentes de vibración, nosotros preparamos, de esta manera, no
sólo intensidades de tipo espiritual, sino, quién sabe, nuevos cuerpos,
metales, nebulosas estelares y constelaciones.) Y esta actividad es pecu-
liarmente sostenida y estimulada por la desaparición cada vez más rápi-
da de tanto de lo visible, que ya no se sustituirá. Para nuestros abuelos
era aún una «casa», una «fuente», una torre con la que estaban familiari-
zados, incluso su propio vestido, su abrigo: infinitamente más, infinita-
mente más íntimo; casi cada cosa un receptáculo en el que se encontra-
ban con lo humano y acumulaban lo humano. Ahora nos invaden, desde
América, apariencias de cosas, simulacros de vida… Una casa, en la con-
cepción americana, una manzana americana o una vid de allí, nada tie-
nen en común con la casa, el fruto, las uvas, en los que ingresaran la es-
peranza y la reflexión de nuestros antepasados… Las cosas vivificadas,
vividas, consabidoras, están en declinación y no pueden ya ser reempla-
zadas. Nosotros seamos quizás los últimos que hayan conocido tales
cosas. A nosotros nos incumbe la responsabilidad, no sólo de conservar
rainer maria rilke 289

su memoria (esto sería exiguo y poco confiable), sino su valor humano y


lárico. («Lárico», en el sentido de las deidades domésticas.) La tierra no
tiene otra salida, que tornarse invisible: en nosotros, que con una parte
de nuestro ser somos partícipes de lo invisible, tenemos (cuando menos)
títulos de participación en ello, y podemos acrecentar nuestra posesión
de invisibilidad durante nuestra permanencia aquí: sólo en nosotros
puede consumarse esta conversión de lo visible en invisible, de lo no más
ya dependiente del ser visible y palpable, tal como nuestro propio desti-
no se torna sin cesar en nosotros a la vez invisible y más existente. Las
elegías formulan esta norma de la existencia: aseguran, celebran esta
conciencia. La colocan cuidadosamente en sus tradiciones, recurriendo
para esta conjetura a antiquísimas leyendas y a los rumores de leyendas,
e invocando aun en el culto egipcio de los muertos un conocimiento
previo de tales relaciones. (Si bien el «país del lamento», por el que el
«lamento» mayor conduce al muerto joven, no ha de equipararse a Egip-
to, sino que sólo es, por así decirlo, un reflejo de la tierra del Nilo en la
claridad desértica de la conciencia del muerto.) Si se comete el error de
referir a las Elegías o los Sonetos conceptos católicos de la muerte, del
más allá y de la eternidad, se aleja uno completamente de su punto de
partida y se apareja un malentendido cada vez más radical. El «ángel» de
las Elegías nada tiene que ver con el ángel del cielo cristiano (antes bien,
con las figuras angélicas del Islam)… El ángel de las Elegías es esa cria-
tura, en la que la transformación de lo visible en invisible, que nosotros
producimos, aparece ya consumada. Para el ángel de las Elegías, todas
las torres y palacios pasados son existentes, puesto que hace mucho
tiempo que son invisibles, y las torres y puentes de nuestra existencia,
que aún perduran, son ya invisibles, si bien corpóreamente (para noso-
tros) todavía duraderos. El ángel de las Elegías es ese ser que garantiza
el reconocimiento en lo invisible de un rango más elevado de la realidad.
–Por eso «terrible» para nosotros, porque nosotros, sus amantes y trans-
formadores, dependemos por cierto aún de lo visible.– Todos los mun-
dos del universo se precipitan en lo invisible, en tanto que en su realidad
contigua, más profunda; algunas estrellas se incrementan inmediatamente y
se desvanecen en la conciencia infinita de los ángeles…, otras dependen de
seres que lenta y fatigosamente las transforman, en cuyo pavor y encanto al-
canzan su próxima realización invisible. Nosotros somos, sea subrayado
una vez más, en el sentido de las Elegías, somos estos transformadores de la
tierra, nuestra existencia entera, los vuelos y las caídas de nuestro amor, todo
nos capacita para esta tarea (en comparación con la cual, esencialmente,
ninguna otra existe). (Los Sonetos muestran particularidades de esta
actividad, que aparece aquí colocada bajo el nombre y la custodia de una
muchacha fallecida, cuya incompletud e inocencia mantienen abierta la
puerta de la tumba, de modo tal que ella, alejada, pertenece a aquellas
290

fuerzas que mantienen fresca la mitad de la vida, y abierta hacia la otra


mitad, en la que se abre la herida.) Elegías y Sonetos se sostienen mu-
tuamente sin cesar…, y veo una infinita clemencia, en que haya podido
yo henchir, con el mismo aliento, ambas velas: la pequeña vela color de
herrumbre de los Sonetos y la gigantesca vela blanca de las Elegías.
Que pueda usted, querido amigo, descubrir aquí algún consejo y ex-
plicación y, por lo demás, seguir avanzando por sí mismo. Pues: no sé, si
alguna vez podría decir más.

Suyo

R. M. Rilke
Expresionismo (1910-1925)
Else Lasker-Sch ül er 1

Un viejo tapiz del Tibet

Tu alma, que a la mía ama,


en Tibet del tapiz a ella se entrama.
Rayo en rayo, color enamorado,
estrellas cortejándose, del cielo a lo largo.
Nuestros pies sobre la suntuosidad,
mallademilenmillavastedad.
De almizcle en trono vegetal, dulce lama niño,
tu boca besa la mía: ¿desde cuándo ha sido?
Y el que une a las mejillas: ¿cuánto, el tiempo encendido?

Ein alter Tibetteppich ||| Deine Seele, die die meine liebet, | Ist verwirkt mit ihr im
Teppichtibet. || Strahl in Strahl, verliebte Farben, | Sterne, die sich himmellang umwarben.
|| Unsere Füsse ruhen auf der Kostbarkeit, | Maschentausendabertausendweit. || Süsser
Lamasohn auf Moschuspflanzentron, | Wie lange küsst dein Mund den meinen wohl |
Und Wang die Wange buntgeknüpfte Zeiten schon?
Al fred Mombert 2

Dïos cayó del trono de creador,


a atrios tonantes se precipitó
del amor y de la vida.
De antorchas sentado junto al brillo,
bebe su vino
entre hirsutos compañeros,
que de marea y mujer están repletos.
Y en las nubes la luna sobre montañas rueda
por la marina noche estrellada,
y las obras excelsas
concluidas están y consumadas.

«Será posible, abrir aquí un camino.»


Esto es lo que me digo a menudo
en profunda conciencia, en tanto mi espíritu
penetra en un mundo de imágenes grandiosas.
Inmóviles reposan
mirando al caminante.
Cuelga aquí un ave sus alas sobre mí,
de modo que me yergo como sobre cüevas.
Mirando a lo alto veo magníficas estrellas
insertas en las plumas, bóveda nocturnal
que irradia sobre mí, y asombra en el gozo.
Y esto zumba ascendiendo, hojas caen en remolino
de cimas de un árbol del universo.
Mirando abajo veo irisada corriente
deslizarse a mi lado, que se lleva las hojas

Gott ist vom Schöpferstuhl gefallen, | hinunter in die Donnerhallen | des Lebens und
der Liebe. | Er sitzt beim Fackelschein | und trinkt seinen Wein | zwischen borstigen
Gesellen, | die von Weib und Meerflut überschwellen. | Und der Mond rollt über die
Wolkenberge | durch die gestirnte Meernacht, | und die großen Werke | sind vollendet
und vollbracht.
»Ob’s möglich ist, hier einen Weg zu bahnen…« | Das ist das Wort, das ich mir oftmals sage |
im Tiefen-Bewußtsein, währenddeß mein Geist | eindringt in eine Welt urgroßer Bilder.
| Unbewegt lagern sie, | den Wanderer anschauend. | Hier hängt ein Vogel seine Flügel
über mich, | daß ich wie in Höhlen stehe. | Aufblickend seh’ ich wunderbare Sterne | den
Federn eingefügt, ein Nacht-Gewölbe | strahlt über mir, und macht in Wonne staunen.
| Dann saust das auf, dann wirbeln Blätter nieder | aus Wipfeln eines Welt-Baums. |
Niederblickend seh’ ich schillernden Strom | an mir vorübergleiten, der treibt die Blätter |
295

por sobre mi imagen reflejada.


He de yacer, la vista fija sobre el agua,
Hasta que algo, un anciano, me despierta, un cayado
me pone en las manos. Ahora me doy cuenta:
estoy en las montañas de hielo. Luz de luna
platea en agudas cúspides. Y parado, miro…
Un sol miro. Al rojo vivo
pende sobre tres océanos.
Cayendo, en los tres gotean sus ascuas
y, por las olas, se hunden hasta el fondo.
En cada uno de los tres mares
sentado está un anciano costero con su caña
en honda reflexión.
Pesca gotas de ascua de las oscuras olas,
las apoya en la mano dejándolas arder
y con ojos de vieja ensoñación
mira a hondos cielos.
«Será posible, abrir aquí un camino.»
Esto es lo que hondo anida en la cabeza
y me toca a menudo pie y manos.
Es lo que es «hombre», y lo que es «la vida;
es lo único que tiene un nombre.
Mas todo lo demás, es indecible;
y reposa; y me mira.
Y pensar cómo eso
me vino a la cabeza, y por qué es que vino…
también es indecible;
y reposa; y me mira.

über meinem Spiegelbild dahin. | Liegen muß ich, übers Wasser starren, | bis Etwas wie
ein Greis mich weckt, eine Bergstange | mir in die Hände legt. Ich merk’ es jetzt: | Ich
bin im Eisgebirg. Das Mondlicht silbert | an scharfen Zinnen. Und ich stehe; schaue...
| Eine Sonne schau’ ich. Glutrot | hängt sie über drei Weltmeeren. | In alle drei tropft
ihre Glut hinunter | und sinkt durch Wogen sichtbar bis in Grund. | An jedem der drei
Meere | sitzt ein Ufer-Greis mit einer Angel | in tiefem Sinnen. | Er fischt Gluttropfen
aus den dunklen Wogen, | er legt sie auf die Hand, und läßt sie glühen, | und blickt aus
traumalten Augen | in tiefe Himmel. || »Ob’s möglich ist, hier einen Weg zu bahnen.«
| Das ist das Wort, das tief im Haupte nistet | und mir oftmals den Fuß rührt und die
Hände. | ’s ist das, was »Mensch« ist, und »das Leben« ist; | ’s ist das, was einzig einen
Namen trägt. | Doch Alles Andre, das ist Namenloses; | und lagert; und blickt mich an. |
Und dran zu denken, wie dies Wort | mir in das Haupt kam, und warum es kam – | auch
das ist Namenloses; | und lagert; und blickt mich an.
August S tramm 3

Casa de citas

¡Luces ramerean desde las ventanas


la peste
se despliega en la puerta
y ofrece en venta gemido de mujer!
¡Almas de mujer vergüenzan estridente carcajada!
¡Senos maternales bostezan muerte infantil!
¡Lo no nacido
espiritúa
vahando
por los recintos!
Medrosa
en el rincón
rotaindignada de vergüenza
se esconde
la estirpe*!

Sueño

Por los arbustos huracana** estrellas


ojos se sumergen humean se abisman
el murmullo chapalea
flores sesgan
aromas rocían
chubascos se precipitan
vientos se lanzan rebotan se hinchan
telas se rasgan
la caída se estremece hacia la noche profunda.

Freudenhaus ||| Lichte dirnen aus den Fenstern | die Seuche | spreitet an der Tür | und
bietet Weiberstöhnen aus! | Frauenseelen schämen grelle Lache! | Mutterschöße gähnen
Kindestod! | Ungeborenes | geistet | dünstelnd | durch die Räume! | Scheu | im Winkel
| schamzerpört | verkriecht sich | das Geschlecht!
Traum ||| Durch die Büsche winden Sterne | Augen tauchen blaken sinken | Flüstern
plätschert | Blüten gehren | Düfte spritzen | Schauer stürzen | Winde schnellen prellen
schwellen | Tücher reißen | Fallen schrickt in tiefe Nacht.
297

Campo de batalla

Blandoterrón adormece el hierro


sangres apelmazan manchas filtrantes
herrumbres desmigajan
carnes mucosupuran
succión se encela de descomposición.
Decrimencrímenes
parpadeo
miradas infantiles

* Aunque otros traducen aquí Geschlecht por ‹sexo›, nos decidimos por ‹estirpe› –cfr.
Ungeborenes (des Ungeborenen Pfad… [«el sendero del no nacido», etc.], Geschlecht
–«das verfluchte Geschlecht» [«la estirpe maldita», etc.] en G. Trakl–.
** winden [como reflexivo y no reflexivo] ‹(re)torcer, enroscarse, entretejer(se), girar,
trenzar, devanar, serpentear›, etc. Otro verbo homónimo deriva de Wind, ‹viento›;
como impersonal (es windet), se usa ocasionalmente con el sentido de ‹ventear›, ‹soplar
el viento›, o bien, en el lenguaje de la venatoria, de ‹tomar el viento el animal con el
olfato›. Traducimos libremente ‹huracanar› (como no reflexivo) intentando, sobre la
idea fundamental de ‹(re)torcer(se)›, con la elisión del reflexivo del original (sich) y en
3ra. persona singular, recuperar también estas últimas acepciones. [Cfr. el comentario
de Herwarth Walden en el Nr. 22 de Der Sturm, 1916.]

Schlachtfeld ||| Schollenmürbe schläfert ein das Eisen | Blute filzen Sickerflecke | Roste
krumen | Fleische schleimen | Saugen brünstet | um Zerfallen. | Mordesmorde | Blinzen
| Kinderblicke
Victor Hadw ig er 4

El caminante

Si entre nosotros hay un caminante…


a él se lo escribieron estrellas en el alma,
lo tiene acuñado hondo en los ojos:
Porque soy un caminante.
Tan suave se estremece la noche de San Juan,
Pasan luciérnagas.
Esto lo ideó la luna,
al retirarse así los velos,
la luna apartó la cortina
con sus dedos diáfanos, lo que se curva y recuesta
todo eso lo descubrió la luna.
Va una canción llevada por aliento estival,
de lejanîas lejanas una canción deambula.
¿Oyes tú a las flores preguntar?
Ya no lo conocen.
Es el caminante…
Duerme, dulzura, todas las estrellas duermen
y en torno a tu cabeza tejen ellas sus velos
e hilos de la Virgen en torno a tu alma.
Tan suave se estremece la noche de San Juan
por hielo y escarcha…
Si entre nosotros hay un caminante.

Der Wandrer ||| Wenn unter uns ein Wanderer ist – | dem schrieben es die Sterne in
die Seele, | der hat es in den Augen tief geprägt: | Weil ich ein Wandrer bin. | So
leise schauert die Johannisnacht, | Glühwürmchen streichen. | Das hat der Mond sich
ausgedacht, | wenn so die Schleier weichen, | da hat der Mond den Vorhang weggerückt
| mit seinen lichten Fingern, was sich schmiegt und biegt | das alles hat der Mond
entdeckt. || Es geht ein Lied vom Sommerhauch getragen, | ein Lied aus fernen Fernen
geht umher. | Hörst du die Blumen fragen? | Sie kennen ihn nicht mehr. | Es ist der
Wandrer. – | Schlaf, Süßchen, alle Sterne schlafen | und weben ihre Schleier um dein
Haupt | und Sommerfäden um die Seele dir. | So leise schauert die Johannisnacht | ob
Reif und Eis – | Wenn unter uns ein Wandrer ist.
299

Pequeñas tumbas

Descollar quise en tu alma


cual palmera en el mediodía.
De tu medrosa marcha de contrición
quise ser un sacerdote,
pero duré sólo un día, cariño.
Temprano perecimos con nuestros violines,
nuestra endeblez creció retrocediendo hacia la tierra
con calva corona.
Morimos, siendo aún niños,
entre los llorosos prados morimos descendiendo,
acostamos nuestra suave primavera
junto a nuestros violines.
No nos vemos, no nos entendemos,
sólo nuestras manos se sienten, una a otra.
En nuestras cuerdas dormitan los cánticos de la vida,
y de las cabezas de los más pequeños brotan las flores.

Kleine Gräber ||| Ich wollte in deine Seele ragen | wie eine Palme in den Mittag. | Ich
wollte deiner bangen Bußfahrt ein Priester sein, | aber ich blieb nur einen Tag, mein
Liebling. || Früh sind wir vergangen mit unsern Geigen, | unsere Schwäche wuchs in
die Erde zurück | mit kahler Krone. | Wir starben, da wir noch Kinder waren, | unter die
weinenden Wiesen starben wir hinunter, | unsern sanften Frühling haben wir | neben
unsere Geigen gebettet. | Wir sehen uns nicht, wir verstehen uns nicht, | nur unsere
Hände fühlen einander. | In unsern Saiten schlummern die Choräle des Lebens, | und aus
den Köpfen der Kleinsten sprießen die Blumen.
Paul Zech 5

Plaza mayor nocturna

El rayo cegador de adornados candelabros


bate, extenso, las piedras en lluvia desechas.
Ante el atalaya esperan dos filas derechas
de mateos, con trotones mohínos y macabros.
Muchas ventanas miran, con ojos somnolientos,
en la fuente de pórfido el fulgor de las luces.
De puerta en puerta un negro guardián se introduce
probando el cierre en picaportes polvorientos.
Una mujer enjuta con afeite insolente,
como una araña, inmóvil, se agazapa
de un portal en la sombra y tensa los sentidos,
hasta que uno, la sangre en deseo ardiente,
con tierno sentimiento el dulce veneno atrapa
de sus labios, a fuertes mordiscos malheridos.

Estación de bombeo

El dínamo, en piel de blanca losa atornillado,


ronco aúlla como el mar. De manómetros la escala
vibra en cada aguja, que bífida espirala
cifra a cifra. De émbolos jadea un monstruo armado
por riachuelos de aceite, sin yo, iracundo brama
con ardientes pasos de pantera tras la reja.

Nächtlicher Marktplatz ||| Der grelle Strahl verzierter Kandelaber | schlägt breit auf das
verregnete Gestein. | Vorm Wachtturm halten in zwei graden Reihn | kopfhängerisch
die dürren Droschkentraber. || Schlafäugig schaun viel Fenster in das Blinken | der
Lichter auf dem Brunnen von Porphyr. | Ein schwarzer Wächter huscht von Tür zu Tür
| und prüft das Riegelwerk verstaubter Klinken. || Ein hagres Weib, geputzt und frech
geschminkt, | hockt regungslos wie eine Spinne | im Dunkel eines Tors und spannt die
Sinne, || bis einer, dem Gelüste das Blut zerwühlen, | das süße Gift mit Zartgefühlen |
von ihren hartzerbissnen Lippen trinkt.
Pumpwerk ||| Der Dynamo, auf weißer Fliesen Haut geschraubt, | heult dumpf wie
Brandung. An den Manometerskalen | vibrieren Zeiger, doppelzüngige Spiralen |
von Zahl zu Zahl. Das Kolbenungeheuer schnaubt || durch Bäche Öl, tobt ichlos,
wutgeschwellt | wie heiße Pantherläufe hinter einem Gitter. |
301

Tormenta que en montes de engranajes no se aleja


sopla arias nerviosas del pistón, que el rayo inflama.
…Sujeto ínfimo, que con la palanca trata
de domar la anarquía del émbolo en un toque,
de baldar el peso de las muelas y su choque,
sujeto ínfimo: ¡cómo tu labio jüega
con ideas cuya quilla al reino del aire llega!
¡Gimes!… Grave brama el pozo, roja catarata.

El caballo de la mina

No llora la noche tanto negro en negra reja


como en el negro foso el caballo cïego.
Le parece a él que el prado, que sabe acerbo
en cada tallo de hierba seca, jamás regresa.
Huele a través de la negra carne de las piedras
la muerte y la mira con sus ojos müertos;
con ella, solo, cruza de la noche el desierto
y no sin aversión al yugo se doblega.
El chico, a quien por las galerías obedece,
quiere hacerlo feliz con azúcar y con pan.
…Como otros caballos no puede reír ya.
En sus ojos la noche roe y permanece.
Cuando con olor a hojarasca –a veces tan sólo–
bajan madera del bosque recïén cortada…:
levanta la cabeza, se prende a dentelladas
del cabello del chico y lo aplasta en el polvo.

Der Räderberge fernher schwingendes Gewitter | bläst auf den Pistons Nervenarien,
blitzbegrellte. || …Winziger Mensch du, der den Hebel packt: | der Kolben Anarchie
mit einem Griff zu zähmen, | der Mühlen malmendes Gewicht zu lähmen, || winziger
Mensch: wie deine Lippen spielend | Gedanken ziehn das Luftreich zu durchkielen! | Du
stöhnst!…Tief tobt der Schacht, ein roter Katarakt.
Das Grubenpferd ||| So schwarz weint keine Nacht am schwarzen Gitter | wie in dem
schwarzen Schacht das blinde Pferd. | Ihm ist, als ob die Wiese, die es bitter | in jedem
Heuhalm schmeckt, nie wiederkehrt. || Es wittert durch das schwarze Fleisch der Steine |
den Tod und sieht ihn mit den toten Augen an, | und ist mit ihm die ganze Nacht alleine
| und geht nur widerwillig ins Gespann. || Der Knabe, der es durch die Gänge treibt, |
will es mit Brot und Zucker fröhlich machen. | …Es kann nicht mehr wie andere Pferde
lachen. | In seinen Augen wurmt die Nacht und bleibt. || Nur manchmal, wenn mit dem
Geruch von Laub | waldfrisches Holz nach unten wird gefahren –: | hebt es den Kopf und
beißt sich in den Haaren | des Knaben fest und stampft ihn in den Staub. ||
302 paul zech

Y se lanza al laberinto de negros fosos;


cae al huir por la abrupta, rocosa escalera,
al tiempo que relincha por la verde estepa
en la que los caballos muertos son poderosos.

Paisaje fluvial en Flandes

Nubes vespertinas emergen de la corriente,


se alzan de oscura selva cual pelícanos rosa
y –caravana sin guía– el viento las posa
en el tardío azul con ánimo valïente.
El cauce luce arrebolado y de sangre fría,
taracea en fondo de cuadriculados varios,
buscando nuevos centros y nuevos estüarios
al pasar por la aldea, basáltica sillería
en el paisaje, inconmovible y apaisada.
Techos de azufre y púrpura la distancia enfila,
que aviones sobrevuelan en manada,
hasta que del convoy que en el valle se obnubila
sube el reflector, de cuya pantalla encalada
se escurre el proyectil, lustroso como una anguila.

Und rast durch schwarzer Schächte Labyrinth | und stürzt im Fliehn die steile
Felsentreppe | herab und wiehert durch die grüne Steppe, | auf der die toten Pferde
mächtig sind.
Flußlandschaft in Flandern ||| Die Abendwolken tauchen aus der Flut, | aus dunklem
Wald herauf wie rosa Pelikane | und schreiten, eine führerlose Karawane, | ins späte Blau
mit windbewegtem Mut. || Das Strombett liegt gerötet, fischblutkalt, | tief in den Grund
karierter Felder eingeschnitten | und sucht sich neue Mündungen und Mitten | am Dorf
vorbei, dem großen Block Basalt, || der unverrückbar in der Landschaft liegt. | Scharlach
und Schwefel sind die Farben ferner Dächer, | die noch ein Rudel Aeroplane überfliegt, ||
bis aus dem unsichtbaren Train im Tal | Scheinwerfer aufstehn und dem weißen Fächer |
das Projektil entschlüpft, blank wie ein Aal.
paul zech 303

yo soy una vez Yo y una vez Tú

Mi más bello süeño cayó con la manzana,


sordo, donde la niebla en espuma se desgrana.
Escarbando entierra los muertos la lluvia gris,
en la oscuridad no estoy ya tan solo en mí.
De espíritus el bosque áureo negra morada
hecho, alas de cüervos: su salida y entrada.
Están todos ardidos los tonos de las hojas,
en la campaña, suave nevada que no afloja.
En pozo que el aliento, hondo, ha vuelto a calentar,
agüardo, en calma, noche primaveral.
Raicilla, corrïente, y de la savia el venero:
mi Yo está otra vez en el comienzo primero.
Siempre hay en mí transformación:
animal, pétalo y terrón.
Yo soy una vez Yo y Tú una vez más,
el mismo anillo nos ciñe por siempre jamás.
Sólo andar y seguir andando es todo,
ninguna hora hace alto en el recodo.
Aun el espacio tachonado de estrellas
es sólo alto portal hacia una nueva huella,
hacia el Tú y Yo, que oscuros al trueno se asimilan,
nada se hermana, nada se aniquila.
Yo soy una vez Yo y Tú una vez más,
el mismo anillo nos ciñe por siempre jamás.

Einmal bin ich Ich und einmal Du ||| Mit dem Apfel fiel mein schönster Traum | dumpf
hinunter in den Nebelschaum. | Grauer Regen scharrt die Toten ein, | bin im Dunkel nicht
mehr so allein. || Goldner Wald wird schwarzes Geisterhaus, | Rabenflügel fahren ein und
aus. | Alle Blätterfarben sind verbrannt, | Endlos fällt ein sanfter Schnee aufs Land. || In
dem atemtief durchwärmten Schacht | wart ich ruhig auf die Frühlingsnacht. | Wurzelfaser,
Strom und Saftgerinn: | wieder steht mein Ich am Urbeginn. || Immer ist Verwandelung
in mir: | Erdenkrume, Blumenblatt und Tier. | Einmal bin ich Ich und einmal Du, | ewig
schließt der gleiche Ring uns zu. || Alles ist nur Gang und Weitergehn, | keine Stunde
bleibt am Wege stehn. | Auch der ausgestirnte Raum ist nur | hohes Tor zu einer neuen
Spur, || zu dem donnerdunklen Du und Ich, | nichts verschwistert, nichts vernichtet sich. |
Einmal bin ich Ich und einmal Du, | ewig schließt der gleiche Ring uns zu.
304 paul zech

Ben Goebbeles6

Cuando con Gundelfinger, el magister judío,


oyó de Stephan George y al margen, apenas
comprendió a Maximin, quiso agitar las banderas
del gran poeta y extraer, a su albedrío,
porcentaje en verso para el propio esperpento.
Y escribió por las noches y escribió de día
–aunque estéril surco hollaron los pies del troqueo–
a Alarich, Genoveva, Thusnelda, y compañía.
No estaba quien vende el pornográfico interés,
el mercado, ávido de verdura semejante.
Y otra moda imperaba tambïén.
Se largó, impaciente; gruñó: ¡A otra cosa! ¡Adelante!
Y fue con Adolf. Y a Adolf le caló los huesos
tener ante sí a este jetón facundo:
con tan crocante voz no fue a verlo aún bicho ninguno;
le dijo: Pero Tünnes, ¿por qué tan tarde tu ingreso?
Y le fue bien con Adolf y cada vez mejor;
lacrimógeno gas, blancos ratones
le incumbían, y en tiro de cien caballos fue en flor
rufián, y entreveró papel de imprenta a montones.
Estaba una vez ante el espejo, apabullado,
por no encontrar su rostro (sólo una hendidura
de oreja a oreja) y dejó el vidrio astillado.
En «El Ataque» escribió que lo abofeteó la Comuna.

Ben Goebbeles ||| Als er bei dem jiddischen Magister Gundelfinger | von George, Stephan
hörte und den Maximin | kaum am Rand begriff, da wollt er sein ein Fahnenschwinger | für
den großen Dichter und Prozente daraus ziehn, || Versprozente nämlich für sein eigenes
Gemächte. | Doch die Füße der Trochäen droschen leeres Bohnenstroh. | Und er schrieb
die Tage und er schrieb die Nächte | an Thusnelden, Alariche und an Genofefen oder so.
|| Nur der Markt, wo man die pornographischen Belange | an den Mann bringt, war auf
solchen Braunkohl nicht erpicht. | Außerdem war eine andere Mode noch im Gange. |
Und da schob er fuchsig ab und knurrte: Na, denn nicht! || Und ging hin zu Adolf. Und
dem Adolf fuhr es in die Knochen | als er dieses große Maulwerk vor sich sah, | und so
knusprig hat ihm noch kein Aas was vorgesprochen | und er sagte: Aber Tünnes, warum
bist du jetzt erst da? || Und es ging ihm gut bei Adolf und es ging ihm immer besser, |
Tränengas und weiße Mäuse waren sein Revier. | Und in seinem Hundertpferdewagen
saß er wie ein kesser | Lude und vermanschte haufenweise Druckpapier. || Einmal stand
er vor dem Spiegel, ganz zerknittert, | weil er sein Gesicht nicht fand (das nur aus einem
Spalt | breit von Ohr zu Ohr bestand) und hat das Glas zersplittert. | Und im Angriff
schrieb er: die Kommune hat ihm eins geknallt. ||
paul zech 305

Era una mentira obscena, digamos, magistral,


y el poeta de esta mentira tenía ya madurez ministerial.
Y porque las mentiras nazis llevan todas el mismo sello,
de qué cocina viene el plato se sabe de ello.
Y la cloaca se le hace más ancha cada vez,
hasta que en carne cierra el anillo de mentiras.
Sólo queda el panóptico; si el cabo, esto es,
de antemano, o en la huida, no lo fusila.

Notas del traductor:

T í t u l o : deformación satírica del nombre de Joseph Goebbels, Ministro de Propa-


ganda e Instrucción popular del Reich y uno de los más incondicionales seguidores de
Hitler.
G u n d e l f i n g e r : verdadero apellido de Friedrich Gundolf, historiador de litera-
tura, poeta y académico, perteneciente al círculo de George. Fue profesor en Heidelberg,
donde tuvo como alumno a Goebbels.
M a x i m i n : Maximilian Kronberger, figura clave en la poética de George y en la
evolución de su círculo. Fallecido a los dieciséis años, el poeta lo convirtió en una suerte
de divinidad, pretendiendo imponer el culto a Maximin a los miembros de su entorno.
e s p e r p e n t o : Gemächte: además de la acepción peyorativa ‹Machwerk›, ‹esper-
pento, chapucería, mamarrachada›, que aquí evidentemente prepondera, en el término
están presentes la arcaizante de ‹Geschöpf›, ‹criatura›, y la asimismo arcaizante y joco-
sa de ‹männliche Geschlechtsteile›, ‹genitales masculinos›.
A l a r i c h : Alarich I y II: reyes de los visigodos.
G e n o v e v a : heroína de la saga de Genoveva von Brabant, esposa del conde pa-
latino Siegfried.
T h u s n e l d a : esposa de Arminius, príncipe de los queruscos y héroe nacional ger-
mánico. El propio padre de Thusnelda, Segestes, la entregó a los romanos en el 15 d.
C., para vengarse de Arminius.
Tünnes: variante renana del nombre Anton. La pareja de amigos Tünnes y Schäl ( =
der Schieler, ‹el bizco›) es una figura conocida del humor popular de Colonia.
E l A t a q u e [Der Angriff]: diario fundado por Goebbels en 1927.
c a b o : alusión a Hitler, cabo del 16º Regimiento Real de Infantería de Reserva de
Baviera, durante la primera guerra mundial.

Das war eine ganz gemeine Lüge, eine Meisterlüge sozusagen, | und der Dichter dieser
Lüge wurde reif für ein Ministeramt. | Und weil alle Nazilügen diesen Stempel tragen,
| weiß man auch aus welcher Küche das Gemüse stammt. || Und noch immer weiter
wächst ihm die Kloake in die Breite, | bis der Lügenring, der fleischerne, sich endlich
schließt. | Bleibt nur das Panoptikum; das heißt: wenn der Gefreite | ihn nicht vorher
schon. Oder auf der Flucht erschießt.
306 paul zech

El jacarandá

En el copete crespo de jóvenes panojas


anida un cielo gris, lluvioso, ya el quinto día,
y su goteo gruñón sólo prorroga
la laguna, que casi seca se extendía.
Mas los plumajes suaves de hojas se estremecen
en el tenue pecíolo, pasmados de frío;
y su aliento susurra: ¿cuánto ha de detenerse
el tiempo aún aquí, cansándonos sin sentido
lejos de nuestra meta? En los capullos cuajan
las savias y conviértense en piedra,
y, no obstante, debieron ser azules campanas
ya ayer y en la ladera heraldos de primavera.
El viento disipó toda nube por la noche,
días y días ardió un fuego albo.
Quedó sólo el trasfondo del follaje joven
para este azul de flor que fulgura en pleno rapto.

Epitafio

Éste que aquí descansa en tierra extraña,


con gusano y raíz y el suceso original
de llegar a ser, de andar y de resucitar:
también él fue entraña de nuestra entraña.
Y lo que de disgusto siempre nos dio motivo.
en su carácter, obra y objetivo,
no fue otra cosa, en realidad,
que el reflejo de nosotros y de nuestra edad.
Die Jacarandá ||| Im krausen Schopf der jungen Rispen nistet | ein grauer Regenhimmel
schon den fünften Tag, | von seinem mürrischen Geriesel fristet | nur die Lagune, die fast
ausgetrocknet lag. || Die zarten Blattgefieder aber schauern | durchfroren an dem dünnen Stiel;
| ihr Atem haucht: wie lange solls’ noch dauern, | dass wir hier zwecklos weit vom Ziel || uns
mühen müssen? In den Knospen stocken | die Säfte und verhärten sich zu Stein, | und sollten
doch schon gestern blaue Glocken | und hier am Hang die ersten Frühlingsrufer sein. || Der
Wind hat alle Wolken über Nacht vertrieben, | ein weisses Feuer brannte tagelang. | Vom jungen
Laub ist nur der Hintergrund geblieben | für dieses Funkelblau der Blüten voller Überschwang.
Grabinschrift ||| Der hier in dieser fremden Erde ruht, | Bei Wurm und Wurzeln und dem
Urgeschehn | Von Werden, Gehn und Wiederauferstehn: | Auch er war Blut von unserem
Blut. | Und was uns immer so mißfiel | An seinem Wesen, seinem Werk und Ziel, | Das war
nichts anderes als in Wirklichkeit | Das Spiegelbild von uns und unserer Zeit.
Ernst S tadl er 7

Forma es deleite

Forma y cerrojo hubieron primero de saltar,


mundo por abïertos conductos penetrar;
forma es deleite, paz, es celestïal contento,
mas por sobrearar terrones me impaciento.
La forma me quïere estrechar, acordonar,
mas mi ser quiere a toda latitud avanzar…
Forma es claro rigor sin compasión,
mas por los taciturnos, pobres, siento atracción,
y en el entregarme sin frontera
es donde a mí la vida en consumación me abreva.

Form ist Wollust ||| Form und Riegel mußten erst zerspringen | Welt durch
aufgeschlossene Röhren dringen; | Form ist Wollust, Friede, himmlisches Genügen, |
Doch mich reißt es, Ackerschollen umzupflügen. | Form will mich verschnüren und
verengen, | Doch ich will mein Sein in alle Weiten drängen – | Form ist klare Härte ohn’
Erbarmen, | Doch mich treibt es zu den Dumpfen, zu den Armen, | Und in grenzenlosem
Michverschenken | Will mich Leben mit Erfüllung tränken.
Georg He ym 8

El suburbio

En su barrio, del callejón en el lodazal,


donde la gran luna se abre paso entre vapores
y hundiéndose, pende de cielos inferiores,
blanco y muerto, un cráneo colosal,
allí se sientan, en tibia noche de verano,
ante el negro submundo de sus cuevas,
en harapos, que en polvo se disgregan
e hinchados hacen ver cuerpos malsanos.
Un morro se abre aquí, desdentado y atrayente.
Aquí, negro, el muñón de dos brazos se eleva.
Ronco, canciones huecas un loco balbucea,
y un viejo se agacha, de lepra el cráneo luciente.
Juegan niños, a quienes se amputó temprano
los pequeños mïembros. Saltan en las muletas
lejos como las pulgas y encantados cojean
por un centavo, detrás de un extraño.
Sale de un sótano olor a pescado:
mendigos miran las espinas con amargura.
Ellos dan de comer a un ciego asaduras,
que él en negra camisa pronto ha vomitado.
Con vïejas mujeres sacian su apetito
abajo los ancianos, en brillo de candil;
de cunas carcomidas suena el clamor pueril
de criaturas enjutas por un pecho marchito.

Die Vorstadt ||| In ihrem Viertel, in dem Gassenkot, | Wo sich der große Mond durch
Dünste drängt, | Und sinkend an dem niedern Himmel hängt, | Ein ungeheurer Schädel,
weiß und tot, || Da sitzen sie die warme Sommernacht | Vor ihrer Höhlen schwarzer
Unterwelt, | Im Lumpenzeuge, das vor Staub zerfällt | Und aufgeblähte Leiber sehen
macht. || Hier klafft ein Maul, das zahnlos auf sich reißt. | Hier hebt sich zweier Arme
schwarzer Stumpf. | Ein Irrer lallt die hohlen Lieder dumpf, | Wo hockt ein Greis, des
Schädel Aussatz weißt. || Es spielen Kinder, denen früh man brach | Die Gliederchen.
Sie springen an den Krücken | Wie Flöhe weit und humpeln voll Entzücken | Um einen
Pfennig einem Fremden nach. || Aus einem Keller kommt ein Fischgeruch, | Wo Bettler
starren auf die Gräten böse. | Sie füttern einen Blinden mit Gekröse. | Er speit es auf das
schwarze Hemdentuch. || Bei alten Weibern löschen ihre Lust | Die Greise unten, trüb
im Lampenschimmer, | Aus morschen Wiegen schallt das Schreien immer | Der magren
Kinder nach der welken Brust. ||
309

Un ciego toca, en negra cama espacïosa,


la caramañola con organillo,
que con plantas vendadas danza un tullido:
en la mano, la castañüela sonorosa.
Una turba vetusta hace eses, de hondos huecos
saliendo con linternas atadas en la frente:
viejos vagabundos, no de una mina la gente;
los puños tomando un bastón, desnudos y secos.
La mañana, cerca. Noche en que claras sollozan
campanillas de maitines por los condenados.
Se abre una puerta . En negra vislumbre recortados,
eunucos, de cabeza trasnochada y rugosa.
Ante escarpado peldaño oscila la bandera
del patrón: calavera con dos huesos en cruz.
Caídos, se ve de los durmientes la quietud,
diabólicos arcanos ciñéndolos, en rueda.
A la puerta del muro, inválido en fatuidad,
se infla un enano en chaqueta de seda roja,
que a la verde campana, al cielo, la vista arroja,
donde cruzan meteoros mudos la vastedad.

Ein Blinder dreht auf schwarzem, großem Bette | Den Leierkasten zu der Carmagnole, |
Die tanzt ein Lahmer mit verbundener Sohle. | Hell klappert in der Hand die Kastagnette.
|| Uraltes Volk schwankt aus den tiefen Löchern, | An ihre Stirn Laternen vorgebunden.
| Bergmännern gleich, die alten Vagabunden. | Um einen Stock die Hände, dürr und
knöchern. || Auf Morgen geht’s. Die hellen Glöckchen wimmern | Zur Armesündermette
durch die Nacht. | Ein Tor geht auf. In seinem Dunkel schimmern | Eunuchenköpfe,
faltig und verwacht. || Vor steilen Stufen schwankt des Wirtes Fahne, | Ein Totenkopf
mit zwei gekreuzten Knochen. | Man sieht die Schläfer ruhn, wo sie gebrochen | Um sich
herum die höllischen Arkane. || Am Mauertor, in Krüppeleitelkeit | Bläht sich ein Zwerg
in rotem Seidenrocke, | Er schaut hinauf zur grünen Himmelsglocke, | Wo lautlos ziehn
die Meteore weit.
310 georg heym

El día

El viento alza el polvo del templo de Palmira,


susurrando a través de recintos en el tiempo
del mediodía vacuo, donde el sol, de lejos,
reposa en el azul. El áureo aliento se hila,
del mediodía, como humo, el áureo polvo,
en fulgor del desierto, como sedosa tienda
del área colosal. Del mundo la cubïerta.
El hálito del céfiro como son remoto
de flautas, y la arena canta queda. Mas se alza
sin demora la luz. De Damasco el aroma
de rosas, en el aire rompe como una ola,
como si partïera el éter una llama.
De albos toros el rojo zumo de sangre espuma
en atrios de los templos, donde en guirnalda el pueblo
la lluvia de la sangre siente, y su lucimiento,
que con rubíes hace a sus togas la bordura.
Un bailarín en azul rubor del mediodía
sobre una tabla blanca, que del chorro bebió. –
La luz se evade. El Líbano se hundió,
la casa de los cedros, al dïos ofrecida.
Y hacia el oeste el día corre. De hondo oro
plena, está la bóveda, vasta, del poniente:
del dios escudo esférico, que hombros envuelve
del fugitivo. Azul, su penacho hace un rollo

Der Tag ||| Palmyras Tempelstaub bläst auf der Wind, | Der durch die Hallen säuselt in
der Zeit | Des leeren Mittags, wo die Sonne weit | Im Blauen rast. Der goldene Atem
spinnt, || Der goldene Staub des Mittags sich wie Rauch | Im Glanz der Wüste, wie
ein seidenes Zelt | Der ungeheuren Fläche. Dach der Welt. | Wie ferne Flöten tönt
des Zephirs Hauch, || Und leise singt der Sand. Doch unverweilt | Jagt hoch das Licht.
Damaskus’ Rosenduft | Schlägt auf wie eine Woge in die Luft, | Wie eine Flamme, die
den Äther teilt. || Der weißen Stiere roter Blutsaft schäumt | Auf Tempelhöfen, wo das
Volk im Kranz | Des Blutes Regen fühlt, und seinen Glanz, | Der mit Rubinen ihre
Togen säumt. || Ein Tänzer tanzt im blauen Mittagsrot | Auf weißer Platte, der vom
Strahle trank. – | Das Licht entflieht. Der Libanon versank, | Der Zedern Haus, das sich
dem Gotte bot. || Und westwärts eilt der Tag. Mit tiefem Gold | Ist weit des Westens
Wölbung angefüllt: | Des Gottes Rundschild, der die Schultern hüllt | Des Flüchtigen.
Sein blauer Helmbusch rollt ||
georg heym 311

allá en el horizonte, arriba, en la tormenta,


junto al mar y el cordel de perlas de sus islas.
Se apresura, adonde ya, escarpado, el Ida
con robles ruge, el Helesponto truena.
La tierra fluvial lejos, hacia el verde ocaso.
Como de la trompeta el son, suena su avance
en el eco de Ossa. Por Tróade y sus juncales,
van hacia rojos bosques, muelles prados de raso
sus zapatos de púrpura. Siguiendo al fuego
que volara hacia Argos, poderoso marcha
sobre Chalkis. Debajo el mar brama,
desde las verdes grutas, su aposento pétreo.
Su brazo, que extiende sobre mar y tïerra,
se eleva como incendio en la oscuridad.
Su aliento de negra bruma colma el mar,
de cuyas fauces lame la albura rojas suelas.
A Maratón arrastra de su abrigo el ribete,
una franja violeta, donde ya afina el cuerno
de la concha adelante, en la playa de los muertos,
–alto– el dios de borrascas, de alba espuma en rompiente.
Del cañaveral rojas enseñas bate el viento
de su alígero pie junto a la playa
de la lejana Elis: de la noche la dama,
la escolta Luna, pisa ahora el oscuro sendero.

Darob im Sturme weit am Horizont, | Am Meer, und seiner Inseln Perlenseil. | Er


eilt dahin, wo schon der Ida steil | Mit Eichen tost und dröhnt der Hellespont. || Das
Stromland fort, dem grünen Abend zu. | Wie der Drommete Ton erschallt sein Gang
| An Ossas Echo. Troas Schilf entlang, | In rote Wälder tritt sein Purpurschuh, || In
Sammetwiesen weich. Dem Feuer nach, | Das einst gen Argos flog, tritt machtvoll er |
Auf Chalkis hin. Darunter rauscht das Meer | Hervor aus grüner Grotten Steingemach.
|| Sein Arm, den er auf Meer und Lande streckt, | Ragt dunkel auf wie eine Feuersbrunst.
| Sein Atem füllt das Meer mit schwarzem Dunst, | Des weißes Maul die roten Sohlen
leckt. || Auf Marathon schleppt seines Mantels Saum, | Ein violetter Streif, wo schon
das Horn | Der Muschel stimmt am Strand der Toten vorn | Der Sturmgott laut aus
weißer Brandung Schaum. || Des Rohres rote Fahnen rührt der Wind | Von seines Fußes
Fittich um am Strand | Der fernen Elis, da der Nacht Trabant, | Schildknappe Mond,
den dunklen Pfad beginnt.
Georg Trakl 9

Los cuervos

Sobre el rincón negro acosa


de los cuervos la sombra a mediodía,
roza la cierva en agria gritería,
y suele verse cuán hoscos reposan.
Oh cómo inquietan la parda calma
en que un campo se extasía,
cual mujer que grave intuición cautiva;
y suele oírse cuando regañan
por carroña, que por allí han de oler,
y vuelven de pronto al norte el vuelo
y cual cortejo piérdense en el cielo,
en aires que tiemblan de placer.

Al joven Elis

Elis, cuando el mirlo llama en el bosque negro,


ése es tu ocaso.
Tus labios beben la frescura de la fuente azul en el peñasco.
Deja, cuando sangra tu frente suavemente
antiquísimas leyendas
y la interpretación oscura del vuelo de las aves.
Pero tú marchas con pasos tenues hacia la noche,
que pende plena de racimos de púrpura,
y es más bello el movimiento de tus brazos en el azul.

Die Raben ||| Über den schwarzen Winkel hasten | Am Mittag die Raben mit hartem
Schrei. | Ihr Schatten streift an der Hirschkuh vorbei | Und manchmal sieht man sie
mürrisch rasten. || O wie sie die braune Stille stören, | In der ein Acker sich verzückt, |
Wie ein Weib, das schwere Ahnung berückt, | Und manchmal kann man sie keifen hören
|| Um ein Aas, das sie irgendwo wittern, | Und plötzlich richten nach Nord sie den Flug
| Und schwinden wie ein Leichenzug | In Lüften, die von Wollust zittern.
An den Knaben Elis ||| Elis, wenn die Amsel im schwarzen Wald ruft, | Dieses ist dein
Untergang. | Deine Lippen trinken die Kühle des blauen Felsenquells. || Laß, wenn deine
Stirne leise blutet | Uralte Legenden | Und dunkle Deutung des Vogelflugs. || Du aber
gehst mit weichen Schritten in die Nacht, | Die voll purpurner Trauben hängt | Und du
regst die Arme schöner im Blau. || Ein Dornenbusch tönt, | Wo deine mondenen Augen
sind. | O, wie lange bist, Elis, du verstorben. ||
313

Una zarza resuena


donde están tus ojos lunares.
¡Oh, cuánto hace, Elis, que estás muerto!
Tu cuerpo es un jacinto,
en el que hunde un monje los dedos de cera.
Una negra gruta es nuestro silencio,
de ella sale un dulce animal a veces,
y baja lentamente los pesados párpados.
Sobre tus sienes gotea negro rocío,
el oro último de caducas estrellas.

Decadencia

Al atardecer, tañen campanas a la paz,


cuando sigo milagrosos vuelos de las aves
que, como procesión piadosa, en largo haz,
se pierden en claras, otoñales vastedades.
Vagando por el jardín crepuscular
mi sueño va hacia sus más claros destinos
y la manecilla siento apenas avanzar.
Así sigo, sobre nubes, sus caminos.
De decadencia el hálito allí me hace temblar.
El mirlo se queja en las ramas deshojadas.
Vacila roja vid en rejas herrumbradas,
mientras, cual de pálidos niños corro mortal
en torno a un brocal que gasta el tiempo, sombrío,
el viento inclina amelos azules en el frío.

Dein Leib ist eine Hyazinthe, | In die ein Mönch die wächsernen Finger taucht. | Eine
schwarze Höhle ist unser Schweigen, || Daraus bisweilen ein sanftes Tier tritt | Und
langsam die schweren Lider senkt. | Auf deine Schläfen tropft schwarzer Tau, || Das
letzte Gold verfallener Sterne.
Verfall ||| Am Abend, wenn die Glocken Frieden läuten, | Folg ich der Vögel
wundervollen Flügen, | Die lang geschart, gleich frommen Pilgerzügen, | Entschwinden
in den herbstlich klaren Weiten. || Hinwandelnd durch den dämmervollen Garten |
Träum ich nach ihren helleren Geschicken | Und fühl der Stunden Weiser kaum mehr
rücken. | So folg ich über Wolken ihren Fahrten. || Da macht ein Hauch mich von Verfall
erzittern. | Die Amsel klagt in den entlaubten Zweigen. | Es schwankt der rote Wein an
rostigen Gittern, || Indes wie blasser Kinder Todesreigen | Um dunkle Brunnenränder,
die verwittern, | Im Wind sich fröstelnd blaue Astern neigen.
314 georg trakl

A Novalis
1ª versión

Descansando en tierra cristalina, sagrado extranjero


de la boca oscura un dios le quitó la queja,
al abismarse él en su floración
pacífico se le extinguió el son de la lira
en el pecho,
y la primavera espació sus palmas <?> ante él,
cuando con pasos vacilantes
abandonó en silencio la casa nocturna.

<A Novalis>
2ª versión (a)

En tierra oscura descansa el sagrado extranjero.


Le tomó de la suave boca la queja el dios,
al abismarse él en su floración.
Una flor azul
sigue viviendo su canción en la nocturna casa de los dolores.

A Novalis
2ª versión (b)

En tierra oscura descansa el sagrado extranjero


en tierno capullo
creció al joven el espíritu divino
el ebrio son de la lira
y enmudeció en floración rosácea.

An Novalis | 1. Fassung ||| Ruhend in kristallner Erde, heiliger Fremdling | Vom dunklen
Munde nahm ein Gott ihm die Klage, | Da er in seiner Blüte hinsank | Friedlich erstarb
ihm das Saitenspiel | In der Brust, | Und es streute der Frühling seine Palmen <?> vor ihn,
| Da er mit zögernden Schritten | Schweigend das nächtige Haus verließ.
<An Novalis> | 2. Fassung (a) ||| In dunkler Erde ruht der heilige Fremdling. | Es nahm
von sanftem Munde ihm die Klage der Gott, | Da er in seiner Blüte hinsank. | Eine blaue
Blume | Fortlebt sein Lied im nächtlichen Haus der Schmerzen.
An Novalis | 2. Fassung (b) ||| In dunkler Erde ruht der heilige Fremdling. | In zarter
Knospe | Wuchs dem Jüngling der göttliche Geist, | Das trunkene Saitenspiel | Und
verstummte in rosiger Blüte.
georg trakl 315

Grodek

Al atardecer resuenan los bosques otoñales


de armas mortíferas, las doradas planicies
y lagos azules, sobre los que el sol
rueda más lóbrego; ciñe la noche
a agonizantes guerreros, la queja brutal
de sus bocas destrozadas.
Mas, silenciosas en el fondo del prado, recogen
las nubes, en las que habita un dios iracundo,
la sangre derramada, frescor lunar;
todos los caminos desembocan en negra podredumbre.
Bajo dorado ramaje de la noche y estrellas
vacila la sombra de la hermana por la callada floresta,
yendo a saludar a los espíritus de los héroes, las testas sangrantes;
y quedas suenan en los juncos las oscuras flautas del otoño.
¡Oh, más altiva aflicción! vosotros, altares broncíneos,
a la llama ardiente del espíritu la nutre hoy un majestuoso dolor,
los nietos no nacidos.

Grodek ||| Am Abend tönen die herbstlichen Wälder | Von tödlichen Waffen, die
goldnen Ebenen | Und blauen Seen, darüber die Sonne | Düstrer hinrollt; umfängt
die Nacht | Sterbende Krieger, die wilde Klage | Ihrer zerbrochenen Münder. | Doch
stille sammelt im Weidengrund | Rotes Gewölk, darin ein zürnender Gott wohnt | Das
vergoßne Blut sich, mondne Kühle; | Alle Straßen münden in schwarze Verwesung. |
Unter goldnem Gezweig der Nacht und Sternen | Es schwankt der Schwester Schatten
durch den schweigenden Hain, | Zu grüßen die Geister der Helden, die blutenden
Häupter; | Und leise tönen im Rohr die dunkeln Flöten des Herbstes. | O stolzere Trauer!
ihr ehernen Altäre | Die heiße Flamme des Geistes nährt heute ein gewaltiger Schmerz,
| Die ungebornen Enkel.
Jakob van Hoddis 10

Fin del mundo

De la cabeza en punta el sombrero al burgués vuela,


como una algarabía resuena el aire entero.
Se despeñan, pedazos se hacen pizarreros
y en las costas –leemos– asciende la marea.
He ahí la tempestad, el mar brinca encrespado
hacia tierra, a aplastar corpulentos malecones.
Casi toda la gente tïene un resfriado.
De los püentes caen los vagones.

Weltende ||| Dem Bürger fliegt vom spitzen Kopf der Hut, | in allen Lüften hallt es wie
Geschrei. | Dachdecker stürzen ab und gehn entzwei | und an den Küsten – liest man –
steigt die Flut. || Der Sturm ist da, die wilden Meere hupfen | an Land, um dicke Dämme
zu zerdrücken. | Die meisten Menschen haben einen Schnupfen. | Die Eisenbahnen
fallen von den Brücken.
Al fred Lichtenstein 11

El crepúsculo

Un muchachito grueso juega con un estanque.


El vïento se ha equilibrado en un árbol.
El cïelo se ve pálido y desperdiciado,
como si hubïera perdido el maquillaje.
Sobre largas muletas de soslayo encorvados,
charlando, sobre el campo se arrastran dos tullidos.
Un rubio pôeta habrá acaso enloquecido.
Un caballito contra una dama ha tropezado.
A una ventana un hombre gordo se adhiere.
Un joven quiere visitar a una mujer blanda.
Un payaso de gris tiene las botas calzadas.
Un cochecito grita y los perros maldicen.

El cabaret del suburbio

Testas de camarero sudadas sobresalen


cual capiteles en la sala, altas, prepotentes.
Infames, ríen mozos piojosos entre dientes,
y muchachas brillantes miran guapas, brutales.
Y lejanas mujeres están tan excitadas…
Redondas manos rojas han de a cientos,
grandes, sin término y sin gestos,
posado alrededor de su abigarrada panza.

Die Dämmerung ||| Ein dicker Junge spielt mit einem Teich. | Der Wind hat sich in
einem Baum gefangen. | Der Himmel sieht verbummelt aus und bleich, |Als wäre ihm
die Schminke ausgegangen. || Auf lange Krücken schief herabgebückt | Und schwatzend
kriechen auf dem Feld zwei Lahme. | Ein blonder Dichter wird vielleicht verrückt. | Ein
Pferdchen stolpert über eine Dame. || An einem Fenster klebt ein fetter Mann. | Ein
Jüngling will ein weiches Weib besuchen. | Ein grauer Clown zieht sich die Stiefel an. |
Ein Kinderwagen schreit und Hunde fluchen.
Das Vorstadtkabarett ||| Verschweißte Kellnerköpfe ragen in den Saal | Wie
Säulenspitzen hoch und übermächtig. | Verlauste Burschen kichern niederträchtig, | Und
helle Mädchen blicken hübsch brutal. || Und ferne Frauen sind so sehr erregt... | Sie
haben hundert rote runde Hände, | Gebärdelose, große, ohne Ende | Um ihren hohen
bunten Bauch gelegt. ||
318 alfred lichtenstein

Tenderos viles miran bobos, grises y probos.


Casi toda la gente bebe rubia cerveza.
Canta fina señorita una canción grosera.
Toca un joven judío el piano muy gustoso.

Despedida
(Poco antes de la partida al teatro de combate)

para Peter Scher

Hago aún mi poema antes de morir.


¡Silencio, camaradas, no os dejéis oír!
Marchamos a la guerra. De muerte es nuestra pasta.
¡Oh, si la amada por mí no berreara!…
Qué importo yo. De buen grado müero.
Mi madre llora. Hay que ser de hierro.
Hacia el horizonte el sol se inclina.
Pronto me arrojarán a fosa común, benigna.
El buen crepúsculo arde en el cielo.
Acaso en trece días esté muerto.

Die meisten Menschen trinken gelbes Bier. | Verruchte Krämer glotzen grau und bieder. |
Ein feines Fräulein singt gemeine Lieder. | Ein junger Jude spielt ganz gern Klavier.
Abschied ||| (Kurz vor der Abfahrt zum Kriegsschauplatz) | für Peter Scher || Vorm Sterben
mache ich noch mein Gedicht. | Still, Kameraden, stört mich nicht. || Wir ziehn zum
Krieg. Der Tod ist unser Kitt. | Oh; heulte mir doch die Geliebte nit. – || Was liegt an mir.
Ich gehe gerne ein. | Die Mutter weint. Man muß aus Eisen sein. || Die Sonne fällt zum
Horizont hinab. | Bald wirft man mich ins milde Massengrab. || Am Himmel brennt das
brave Abendrot | Vielleicht bin ich in dreizehn Tagen tot.
Kl abund 12

La balada del olvido

En los aires gritan los buitres ya,


codiciando carroña.
Y más de uno empieza la cantinela ya
con la cerveza gratis en la copa;
del viejo enemigo el batir triunfal,
si la jarra ha exprimido…
¿El llanto que hubisteis de llorar,
cayó en olvido, olvido, olvido?
¿De lo que se os hizo no tenéis memoria,
del crimen afilando la guadaña y su siega?
Por Dios y por el diablo, la rueda de la historia
girar hacia atrás no se deja.
El estratega, que perdió guerra y estribos,
sigue aún galoneado.
Su derrota fulgura en brillo
y gloria: la habéis olvidado.
¿Olvidasteis los buenos viejos tiempos,
los peores jamás en estas tierras?
Vuestro señor fue Necio, su hija Sufrimiento,
gentileshombres Cobardía y Vergüenza.
Os llevó aquél a la ruina
con gesto fresco, festivo.
Tiempo ha lo disteis, entre mujer, canto y cantina,
al olvido, olvido, olvido.
Con espumajo en el morro ultrajamos
a la patria y a Dios,

Die Ballade des Vergessens ||| In den Lüften schreien die Geier schon, | Lüstern nach
neuem Aase. | Es hebt so mancher die Leier schon | Beim freibiergefüllten Glase, | Zu
schlagen siegreich den alten bösen Feind, | Tät er den Humpen pressen… | Habt ihr die
Tränen, die ihr geweint, | Vergessen, vergessen, vergessen? || Habt ihr vergessen, was man
euch tat, | Des Mordes Dengeln und Mähen? | Es läßt sich bei Gott der Geschichte
Rad, | Beim Teufel nicht rückwärts drehen. | Der Feldherr, der Krieg und Nerven verlor,
| Er trägt noch immer die Tressen. | Seine Niederlage erstrahlt in Glor | Und Glanz:
Ihr habt sie vergessen. || Vergaßt ihr die gute alte Zeit, | Die schlechteste je im Lande?
| Euer Herrscher hieß Narr, seine Tochter Leid, | Die Hofherren Feigheit und Schande.
| Er führte euch in den Untergang | Mit heitern Mienen, mit kessen. | Längst habt ihr’s
bei Wein, Weib und Gesang | Vergessen, vergessen, vergessen. || Wir haben Gott und
Vaterland | Mit geifernden Mäulern geschändet, |
320 klabund

y con nuestra mugrienta mano


cambiamos de camisa y de opinión.
No valía palabra ya honesta y clara,
mentiras sólo, al infinito…
Por nosotros así toda la verdad dejada
en el olvido, olvido, olvido.
Millones creparon en esta guerra,
que ganaron tan sólo unos cuantos.
Después de su infernal triunfo, con las bolsas llenas,
a hurtadillas se largaron.
Con vino y con champán, en el cuartel general,
más de uno a su amorcito ha apretado.
Empiojado en el frente el chico, en un fangal,
y olvidado, olvidado.
Después aun de la guerra florecía el crimen,
disparar era un gozo.
Se mostraba en este deporte triste
Alemania sobre todos.
Juzgaba cualquier truhán,
la tierra de sangre teñía.
¡Alemania, al asesinado no olvidarás,
y tampoco al que asesina!
Sacrificaste, oh madre, a tu hijo
a comandos militares.
Día habrá, ante el sitial divino,
en que, impetuoso, él te lo demande.
Tu hijo, que en la tumba gritaba, en la tumba
por ti, comido por gusanos…
¡Madre, madre, no deberías nunca
olvidarlo, olvidarlo, olvidarlo!

Wir haben mit unsrer dreckigen Hand | Hemd und Meinung gewendet. | Es galt kein
Wort mehr ehrlich und klar, | Nur Lügen unermessen… | Wir hatten die Wahrheit so
ganz und gar | Vergessen, vergessen, vergessen. || Millionen krepierten in diesem Krieg, |
Den nur ein paar Dutzend gewannen. | Sie schlichen nach ihrem teuflischen Sieg | Mit
vollen Säcken von dannen. | Im Hauptquartier bei Wein und Sekt | Tät mancher sein
Liebchen pressen. | An der Front lag der Kerl, verlaust und verdreckt | Und vergessen,
vergessen, vergessen. || Es blühte noch nach dem Kriege der Mord, | Es war eine Lust,
zu knallen. | Es zeigte in diesem traurigen Sport | Sich Deutschland über Allen. | Ein
jeder Schurke hielt Gericht, | Die Erde mit Blut zu nässen. | Deutschland, du sollst die
Ermordeten nicht | Und nicht die Mörder vergessen! || O Mutter, du opfertest deinen
Sohn | Armeebefehlen und Ordern. | Er wird dich einst an Gottes Thron | Stürmisch
zur Rechenschaft fordern. | Dein Sohn, der im Graben, im Grabe schrie | Nach dir,
von Würmern zerfressen… | Mutter, Mutter, du solltest es nie | Vergessen, vergessen,
vergessen! ||
klabund 321

Aulláis por culpas, ¡uy!, de paz y guerra,


de los otros… Queréis vengaros:
¿de que de expiación y de culpa se os absuelva
tenéis en verdad el descaro?
En el espejo mírate la jeta, aquí,
por la rapacidad y el odio poseída:
si es que una vez hubo un alma en ti,
eres quien la olvida, olvida, olvida.
La guerra fue una vez caballeresca,
cuando guiaba a los suyos Federico,
en el puño el pendón… no se escabulló a Suecia
ni tampoco a Holanda se ha evadido.
Valió una vez la lucha cabeza a cabeza
y cuerpo a cuerpo… pero entretanto,
el químico hoy el botón aprïeta
y queda el héroe olvidado, olvidado.
La nueva guerra llega de modo diferente
del que habéis soñado.
No con sable y fusil se hace presente
ni habiéndose en heroico gesto alzado:
aglomerada en gases y en veneno viene,
cocida en la vianda de Satán.
Vosotros no la habréis, no la habréis tan en breve
de olvidar, olvidar, olvidar.
Tocad, tamborileros; trompetistas, soplad:
¡partidos ya no hay, sólo cadáveres quedan!
Berlín, París y Munich, asfixiados en gas;
encima de ellas, los büitres vuelan.
Y quien al cielo la lanza levante,
por medirse con vientos agitados…

Ihr heult von Kriegs- und Friedensschuld – hei: | Der Andern – Ihr wollt euch rächen: |
Habt ihr den frechen Mut, euch frei | Von Schuld und Sühne zu sprechen? | Sieh deine
Fratze im Spiegel hier | Von Haß und Raffgier besessen: | Du hast, war je eine Seele
in dir, | Sie vergessen, vergessen, vergessen. || Einst war der Krieg noch ritterlich, | Als
Friedrich die Seinen führte, | In der Faust die Fahne – nach Schweden nicht schlich |
Und nicht nach Holland ’chapierte. | Einst galt noch im Kampfe Kopf gegen Kopf | Und
Mann gegen Mann – indessen | Heut drückt der Chemiker auf den Knopf, | Und der
Held ist vergessen, vergessen. || Der neue Krieg kommt anders daher, | Als ihr ihn euch
geträumt noch. | Er kommt nicht mit Säbel und Gewehr, | Zu heldischer Geste gebäumt
noch: | Er kommt mit Gift und Gasen geballt, | Gebraut in des Teufels Essen. | Ihr
werdet, ihr werdet ihn nicht so bald | Vergessen, vergessen, vergessen. || Ihr Trommler,
trommelt, Trompeter, blast: | Keine Parteien gibts mehr, nur noch Leichen! | Berlin, Paris
und München vergast, | Darüber die Geier streichen. | Und wer die Lanze zum Himmel
streckt, | Sich mit wehenden Winden zu messen – |
322 klabund

reventará en un instante,
será olvidado, olvidado, olvidado.
Sonó un disparo. Tiesos, sienta la müerte
sobre la cureña a los cañoneros.
Yacen en la aurora las mujeres,
los niños ya creparon en el lecho.
Aplauso y cantos en Potsdamer Platz:
voluntarios de Hesse y de Baviera…
Un viento amarillo… a la canción da el final
y al olvido la da por la eternidad entera.
Lucháis con demonios que nadie ve;
frente a los bacilos no hay héroes de valía;
ninguna Cancïón del Nibelungo ha de haber
que relate vuestra caída.
Para huir de la tierra habrá pasado ya la hora,
con pasaporte celestial, acaso.
Dios os ha vomitado de su boca
y olvidado, olvidado, olvidado.
Incitáis a la guerra, a la guerra gozosa,
entre la espada a necios y la pared ponéis;
mas de una victoria sola:
victoria de la muerte os percataréis.
Los que os exhortaran a no perder el juicio,
languidecen en un penal:
a su regreso, no los habrá Cristo
de olvidar, olvidar, olvidar.

Der ist in einer Sekunde verreckt | Und vergessen, vergessen, vergessen. || Es fiel ein Schuß.
Steif sitzen und tot | Kanoniere auf der Lafette. | Es liegen die Weiber im Morgenrot, | Die
Kinder krepiert im Bette. | Am Potsdamer Platz Gesang und Applaus: | Freiwillige Bayern
und Hessen... | Ein gelber Wind – das Lied ist aus | Und auf ewige Zeiten vergessen. ||
Ihr kämpft mit Dämonen, die keiner sieht, | Vor Bazillen gelten nicht Helden, | Es wird
kein Nibelungenlied | Von eurem Untergang melden. | Zu spät ist’s dann, von der Erde zu
fliehn | Mit etwa himmlischen Pässen. | Gott hat euch aus seinem Munde gespien | Und
vergessen, vergessen, vergessen. || Ihr hetzt zum Krieg, frischfröhlichen Krieg, | Und treibt
die Toren zu Paaren. | Ihr werdet nur einen einzigen Sieg: | Den Sieg des Todes gewahren.
| Die euch gerufen zur Vernunft, | Sie schmachten in den Verlässen: | Christ wird sie bei
seiner Wiederkunft | Nicht vergessen, vergessen, vergessen.
Johannes R . Becher 13

La nueva sintaxis
(1916)

Mariposas adjetivas de Bengala


giran sonoras ciñendo la eminente sillería del sustantivo.
¡Un participio puente se ha de alzar! ¡¡alzar!!
Mientras tintineando aeroplano el verbo se enrosca en
alturas atrevido.
Del artículo la danza saca elegante las patitas pendulares.
En ritmos de risa a medias se hamaca una platea.
Mas entonces una estrofa pura salta y sale
del trapecio con metálico son. En cadena
las lámparas de arco de la calle una en otra se hacen trizas.
A pesar del de esa irisadísima dama sagrado vocativo.
Sujetos un joven poeta aglutina.
Perfora el túnel del objeto… Se lanza abrupto el imperativo
hacia la altura. Por paisaje frástico de fantasía cual lengua pasa.
Los nubarrones caen; él siete tubas de hidra toca.
Y el azul fluye. Avanzan montañas acorazadas.
De un ultramundo leve como mayo florecemos en la pompa.

Die neue Syntax | (1916) ||| Die Adjektiv-bengalischen-Schmetterlinge | Sie kreisen


tönend um des Substantivs erhabenen Quaderbau. | Ein Brückenpartizip muß schwingen!
schwingen!! | Derweil das kühne Verb sich klirrend Aeroplan in Höhen schraubt. ||
Artikeltanz zückt nett die Pendelbeinchen. | In Kicherrhythmen schaukelt ein Parkett.
| Da aber springt metallisch tönend eine reine | Strophe heraus aus dem Trapez. Die
Kett’ || Der Straßenbogenlampen ineinander splittern. | Trotz jener buntesten Dame
heiligem Vokativ. | Ein junger Dichter sich Subjekte kittet. | Bohrt des Objekts Tunnel…
Imperativ | Schnellt steil empor. Phantastische Sätzelandschaft überzüngelnd. | Bläst
sieben Hydratuben. Das Gewölke fällt. | Und Blaues fließt. Geharnischte Berge dringen.
| So blühen auf wir in dem Glanz mailichter Überwelt.
Apéndice
Georg Trakl

A Erhard Buschbeck (en Salzburgo)

Viena, II. VI. 09.

Querido amigo:
Muchísimas gracias por tus noticias. Es mi mayor deseo, que tus
amables empeños tengan éxito y te agradezco mucho de antemano. En
lo que concierne a tu propuesta, me parece excelente, y con toda seguri-
dad, no dejaré de corresponder a ella en breve.
No podrás imaginarte con facilidad qué encanto a uno lo arrebata,
cuando la aglomeración de todo lo que por años se le ha agolpado, y lo
que de modo atormentado pedía redención, tan repentina e inesperada-
mente para uno se abalanza hacia la luz, liberado, liberando. He pasado
días benditos – oh, si tuviera otros más ricos aún por delante, y no tuvie-
ra fin, para entregar, para devolver todo lo que he recibido – y volver a
recibirlo, tal como lo acoge en sí cada prójimo que puede hacerlo.
¡Sería, por cierto, una vida!
Muchas gracias otra vez, querido, y hasta luego

Georg Trakl

A Erhard Buschbeck (en Salzburg)

Viena, segunda quincena de julio de 1910.

Querido Buschbeck:
Me sacarías de un aprieto indeciblemente penoso, si en estos días me
adelantaras el importe de 30 K, dado que, por buenos motivos, no puedo
dirigirme a mi hermano. Por cierto, pudo restituirte este dinero recién el
1ro. de octubre. Ojalá puedas prescindir de él hasta entonces. Me harías
verdaderamente un gran favor.
Debo informarte también sobre un incidente, que me ha afectado
más que penosamente.
Ayer el señor Ullmann me ha leído un poema en voz alta, habiendo
expuesto previamente en extenso, que sus cosas eran afines a las mías,
etc., y he aquí que lo que salió a luz tenía más que un parentesco con
uno de mis poemas, «El atardecer tormentoso». No sólo que imágenes y
giros en particular fueron tomados casi literalmente (el polvo que danza
328 georg trakl

en los albañales, nubes, un cortejo de corceles salvajes, tintineando bate


el viento los cristales, resplandeciendo brama de repente, etc. etc.), sino
que también las rimas de algunas estrofas y su valencia son absoluta-
mente iguales a las mías, absolutamente igual mi estilo plástico, que
en cuatro versos estróficos forja cuatro imágenes parciales en particular,
convirtiéndolas en una impresión unitaria<,> en una palabra, hasta en el
más pequeño detalle ha sido copiada la vestidura, el estilo de mis traba-
jos, conquistado con ardor. Aunque a este poema ‹afín› le falte la fiebre
viva, que tuvo precisamente que crear esta forma para sí, y el conjunto
me parezca una chapucería carente de alma, ¡no puede resultarme por
cierto indiferente, en tanto que alguien por entero desconocido e inad-
vertido, ver quizás surgir en breve, en algún lugar, la caricatura de mi
propio rostro como máscara de la faz de un extraño –! En verdad, me re-
pugna la idea de ser periodísticamente expoliado, ya antes de la entrada
en este mundo de papel, por un diligente, me repugna este albañal lleno
de mendacidad y bajeza, y no me queda más que acerrojar puerta y casa,
guardándome de todo engendro nebuloso. Por lo demás, voy a callar.»

Con mis mejores deseos

G. Trakl

Para prevenir cualquier error: ¡Esta carta está destinada sólo a ti!
Tenía que desahogarme.
p.s. Te ruego pedir al señor Ullmann, bajo algún pretexto, las copias
de mis poemas en su poder, y tenerlos bajo tu custodia.

Dos aforismos

I
Sólo a aquél que desdeña la felicidad, se le da la cognición.

II
Sensación en los instantes de un ser letárgico: todos los hombres me-
recen el amor. Despertando, sientes la amargura del mundo; en él está
toda tu culpa irredenta; tu poema, una expiación imperfecta.
CREPÚSCULO DE LA HUMANIDAD

Sinfonía de la poesía más reciente


EDITADO POR KURT PINTHUS
1920

ANTES

El editor de este libro es enemigo de las antologías; por eso edita


esta colección.
No se ponen aquí en fila –según fue hasta ahora habitual en las an-
tologías–, en orden alfabético, a muchos poetas que por azar viven en la
misma época, con un par de poemas cada uno. Tampoco han de reunirse
poemas a los que liga a todos un tema común (por ejemplo, poemas de
amor o lírica revolucionaria). Este libro no tiene la ambición pedagógica
de ofrecer muestras ejemplares de buena poesía; no teje, según la moda
de la honesta época de nuestros abuelos, una corona con flores de la
lírica ni con perlas de la poesía.
Sino: este libro no sólo se llama a sí mismo «una colección». ¡Es
colección!: colección de las conmociones y pasiones, colección de ansia,
dicha y tormento de un período: de nuestro período. Es recolectada pro-
yección de movimiento humano, desde la época hacia la época. No ha
de mostrar esqueletos de poetas, sino la espumante, caótica, estallante
totalidad de nuestra época.
Siempre fue la lírica el barómetro de estados anímicos, del movi-
miento y de la agitación de la humanidad. Anticipando, anunciaba fu-
turos sucesos…, las oscilaciones de los sentimientos comunitarios…, los
altibajos y el ascenso del pensamiento y las ansias. Esto se sintió en
Alemania tan claramente, que se caracterizó la cultura de períodos en-
teros según el tipo de su poesía: Sentimentalismo, Sturm und Drang*,
Romanticismo, Joven Alemania, Butzenscheibenpoesie**.
Las ciencias humanas del agonizante siglo XIX –transfiriendo
irresponsablemente las leyes de las ciencias naturales al acontecer es-
piritual– se conformaron con constatar esquemáticamente en el arte,
según principios e influencias histórico-evolutivas, tan sólo la sucesión,
la correlación; la mirada era causal, vertical.

* Tempestad e Ímpetu. [Ésta y todas las sgtes. son notas del traductor]
** Butzenscheibenpoesie: término despectivo, acuñado por Paul Heyse, que refiere a la poesía
sentimental del siglo XIX (Butzenscheibe: ‹cristal de ventana abombado en el centro y
emplomado›).
330 kurt pinthus

Este libro pretende llegar a la colección de otra manera: escúchese


penetrando en la poesía de nuestra época…, escúchese atravesando al
sesgo, diríjase la vista en torno, … no vertical, no sucesiva, sino horizon-
talmente; no se disocie lo correlativo, sino óigase en conjunto, a la vez,
simultáneamente. Óigase la consonancia de voces poetizantes: oígase
sinfónicamente. Suena la música de nuestra época, el tonante unísono
de los corazones y cerebros.
Así como el ordenamiento de los poemas no tuvo lugar según el es-
quema exterior del alfabeto, no podía tampoco, por igual motivo, acaecer
según la cronología de los poemas o poetas en particular, según el agru-
pamiento de cenáculos literarios, según la determinación de influencias
recíprocas o de características formales en común. No se pretendió serie
histórica, mecánica alguna, sino lo consonante dinámico y motivístico:
¡la sinfonía!
No se escuchen entonces sólo los instrumentos y voces en particular
de la orquesta lírica: la suspensa ansia ascendente de los violines, la me-
lancolía quejumbrosa y otoñal de los chelos, las purpúreas trompas de la
resurrección, el staccato irónico de los clarinetes, los golpes de timbal del
derrumbe, el marciale de las trompetas atrayendo con halagos al futuro,
el susurro profundo, oscuro de los oboes, el bramido en torrente de los
bajos, el raudo tintineo del triángulo y los restallantes golpes de címbalo
de una danza de la muerte ávida de goce. Lo que importa es, por el con-
trario, a partir de las estrepitosas disonancias, de las armonías melódicas,
del pujante avance de los acordes, de los más quebrados semitonos y
cuartos de tono, oír los motivos y temas de la época más salvaje y más
yerma de la historia universal. Estos motivos impulsores (¿los engendró
un íntimo acaecer a partir de nosotros, o tan sólo un devenir indiferente
los hizo resonar de modo atroz en nuestro interior?) varían según el
temperamento y voluntad de los poetas, murmuran ascendiendo al for-
tissimo explosivo o se desvanecen en el dolce deleitoso. El andante de la
duda y de la desesperación se acrecienta, transformándose en el fortissi-
mo liberador de la sublevación, y el moderato del corazón que despierta
y es despertado, se redime, convirtiéndose en el maestoso triunfal de la
humanidad amante del hombre.
Si en este libro ni resuenan desordenadas y sin orden y concierto las
voces de los que poetizan en nuestra época, ni se recogen los poemas
de un grupo o escuela literaria conscientemente mancomunada, algo
común, no obstante, ha de unir a los poetas de esta sinfonía. Esta ca-
racterística en común es la intensidad y el radicalismo del sentimiento,
de las convicciones, de la expresión, de la forma; y esta intensidad, este
radicalismo obliga a su vez a los poetas a la lucha contra la humanidad
del período que finaliza, y a la ansiosa preparación y exigencia de una
humanidad nueva y mejor.
kurt pinthus 331

No se espere, por lo tanto, ni una imagen de conjunto de la poesía


lírica de nuestra época, ni una selección de los mejores poemas contem-
poráneos confeccionada según (falaces) escalas absolutas de la valora-
ción cualitativa. Sino poemas característicos de esa juventud, que ha de
considerarse, en verdad, la joven generación de la última década, porque
sufrió la época del modo más doloroso, se quejó del modo más salvaje
y, con fervor apasionado, clamó por el hombre más noble, más humano.
Por consiguiente, no sólo debieron no tenerse en cuenta todos los
poetas epígonos y eclécticos, no sólo los incontables que se ocupan de
poner en rimas convencionales un sentimiento que no surge de las pro-
fundidades, sino de lo convencional; también fue necesario excluir a
aquellos poetas muy dotados que, ubicándose con toda intención más
allá de o por sobre la época, dan forma a bellos y grandes sentimien-
tos, transformándolos en figuras estéticamente perfectas o en estrofas
clásicas. Excluidos debieron ser asimismo todos aquéllos cuya poesía
es arte decorativa de la palabra, ornamento de la contemplación, his-
toria rimada; aquéllos, además, que, regocijados, sólo cantan o acom-
pañan acontecimientos de actualidad, pequeños talentos especiales, y
todos aquéllos que están entre las generaciones o no tienen el coraje para
una modelación independiente. Mas tal como los epígonos de la poesía
anterior, tampoco pudieron admitirse los seguidores de la poesía más
reciente, que creen ser nuevos y jóvenes, si imitan programáticamente
modelos problemáticos.
La decisión acerca de qué poetas deben contarse respecto de las va-
riadas características comunes de la joven generación de nuestra época,
no puede ser una diligencia de determinación de la edad de poetas en
particular, ni una cuestión de análisis crítico objetivo, sino que, en últi-
ma instancia, debe tomarse mediante el sentimiento intuitivo y el juicio
personal. Precisamente porque esta decisión personal era necesaria, el
editor está autorizado a salir de su anonimato y decir algo personal con
miras a la clarificación ulterior, para poder luego, tanto más pronto, con-
ducir a lo general.
De 10 años a esta parte leí casi todos los libros líricos editados y
muchos inéditos. No parecía fácil, a partir de este sinnúmero de poe-
tas, determinar cuáles constituyen esa genuina generación de nuestro
período. Pero al volver a examinar, en medio de la urbe atravesada por
el humano alboroto, los cientos de tomos de poesía, pude finalmente,
casi con automática seguridad, reunir a los poetas esenciales para esta
generación (aun cuando ellos mismos no fueran conscientes de estas ca-
racterísticas comunes). Después de lograda esta delimitación, había dos
posibilidades para la colección: o bien podía yo admitir tantos poetas de
esta generación como fuera posible, de modo que cada uno aparecie-
ra sólo con muy pocos poemas; o bien podía escoger tan pocos poetas
332 kurt pinthus

como fuera posible, y hacer entrar en escena a cada uno en particular


con el máximo número posible de poemas. Me decidí por el segundo
principio, dado que brindaba no sólo una imagen completa del movi-
miento epocal, sino también un perfil acabado en lo posible del talento,
la peculiaridad, la envergadura de los poetas en particular (de modo que,
con ayuda del registro alfabético, a pesar de que los poemas de cada uno
están dispersos por todo el libro, puede proporcionarse a su vez de cada
poeta una silueta acabada, apta para un juicio). Por tal motivo, después
de una larga ponderación a partir de la gran multitud de esta generación,
que a menudo se proclamaba a sí misma falange mancomunada, fueron
escogidos para el libro los más independientes y característicos, para
que pudiera surgir esa diversidad de los motivos y las formas, de la que
irradia conjuntamente la sinfonía espiritual de la desgarrada totalidad
de nuestra época.
Respecto de dos poetas podría objetarse que están más allá de esta
generación. Pero Else Lasker-Schüler es la primera en hacer que el
hombre sea todo corazón,… y extiende, no obstante, este corazón hasta
las estrellas y toda la policromía del Oriente. Y Theodor Däubler no
pertenece a aquéllos que cantan a secas el cosmos, sino que entreteje el
mundo en tal medida con espíritu e idea, que recrea naturaleza y huma-
nidad, convirtiéndolas en pletórica vida inmaterial; encuentra posibili-
dades profundas del lenguaje, que no sólo son nuevas, sino que iluminan
con sorprendente hondura la esencia y el contexto de los sucesos.
Los poemas escogidos de estas aproximadamente dos docenas de
poetas se ensamblaron pronto, casi por sí mismos, según unos pocos
grandes motivos, en esa sinfonía que fue llamada «crepúsculo de la
humanidad». Todos los poemas de este libro brotan de la queja por la
humanidad, del ansia de humanidad. El hombre sin más, no sus senti-
mientos y asuntos privados, sino la humanidad, es el verdadero, inago-
table tema. Estos poetas sintieron con anticipación, cómo el hombre se
hundía en el crepúsculo…, se hundía adentrándose en la noche de la
ruina…, para volver a emerger en el clareante crepúsculo de un nuevo
día. En este libro, el hombre se vuelve, conscientemente, del crepúsculo
del pasado y presente que le fueran impuestos, que lo envuelven y de-
voran, hacia el crepúsculo redentor de un futuro que él mismo se crea.
Los poetas de este libro saben como yo: alberga a nuestra juven-
tud; vida que comienza gozosa, tempranamente derramada, destruida.
Aquello de lo que en los últimos años la humanidad no era consciente
en absoluto o lo era tan sólo vagamente, lo que no se ofrecía a la lectura
en diarios ni tratados: eso se hizo en esta generación, con seguridad
inconsciente, palabra y forma. Lo científicamente no determinable en el
hombre: aquí, con claridad y verdad profética, salió a luz.
kurt pinthus 333

Por eso no es este libro una lectura cómoda y grata, y puede objetar-
se con facilidad, que en la última década han surgido algunos poemas
más maduros, más perfectos, cualitativamente mejores. Mas puede una
poesía que hace tomar forma al dolor y la pasión, a la voluntad y el ansia
de estos años, y que despuntó partiendo de una humanidad carente de
ideas e ideales, de la indiferencia, la degradación, el asalto y el crimen:
¿puede esta poesía tener un rostro claro y puro? ¿No tiene que ser caóti-
ca como la época, de cuyo suelo desgarrado y sangriento creció?
Un filólogo virtuoso podría compilar en mosaico una completa ca-
racterización de esta poesía, sólo a partir de citas de este libro. Pero no
ha de decirse de antemano lo que sabrá cada uno cuando lo haya leído.
Tampoco han de caracterizarse por orden los poetas en particular; pues
la mayoría de ellos son demasiado ricos y multiformes, para que ha-
gan su entrada gravados para siempre con algunos tópicos constrictivos.
Quiero, no obstante, intentar un corte transversal de estos poemas, de
modo tal que de la atroz herida del corte mane lo esencial, lo que los
unifica convirtiéndolos en la poesía de este período.
Los jóvenes de esta generación se encontraron en una época de la
que había desaparecido todo principio ético. Era preciso mantener la fir-
meza en cada situación; lo más abarcador y variado posible tenía que ser
el conjunto de lo recibido con deleite; el arte se medía por entero según
patrones estéticos; la vida, por entero según patrones estadísticamente
materiales; y el hombre y su actividad espiritual parecían existir tan sólo
para ser considerados psicológica, analíticamente, y ser definidos según
máximas históricas. Cuando uno de los jóvenes poetas intentaba pene-
trar más hondamente en sí desde la superficie, se quebraba bajo la carga
del entorno (Walter Gale). Por cierto se sentía la necesidad de alejarse
de la descripción realista del entorno, de la captación de las impresiones
que pasaban raudas… y, sin embargo, sólo se llegaba a la diferenciación
y sublimación más extremas de los deleites disgregados, merced a lo cual
el deleite se aniquilaba a su vez (Hardekopf, Lautensack).
Pero se sentía cada vez más claramente lo imposible de una huma-
nidad que se había hecho por entero dependiente de su propia creación,
de su ciencia, de la técnica, la estadística, el comercio y la industria, de
un orden comunitario entumecido, de usos burgueses y convencionales.
Este reconocimiento significa a la vez el comienzo de la lucha contra la
época y contra su realidad. Se empieza a disolver la realidad circundante
[Um-wirklichkeit] en irrealidad [Un-wirklichkeit], a avanzar, a través de los
fenómenos, hacia la esencia, a abrazar y aniquilar al enemigo en el asalto
del espíritu. Y se intentó primero, con irónica superioridad, preservarse
del entorno, arrojar sus fenómenos, revolviéndolos grotescamente como
dados, flotar con levedad a través del viscoso laberinto (Lichtenstein,
Blaß)… o elevarse a lo visionario con cinismo de varieté (van Hoddis).
334 kurt pinthus

Mas los excitados e hipersensibles nervios y almas de estos poetas ya


sentían con claridad, por una parte, la sorda aproximación de las masas
proletarias, despojadas de amor y de alegría; por la otra, el rodar cercano
del colapso de una humanidad, que era tan arrogante como indiferente.
De la pletórica florescencia de la civilización, los acometía el hedor del
hálito de la decadencia, y sus ojos intuitivos veían ya como ruinas una
cultura insustancial y abotagada y un orden de la humanidad amonto-
nado sobre lo mecánico y convencional. Un inmenso dolor se hinchió
ascendiendo… con la mayor antelación y claridad en aquéllos que mu-
rieron en esta época, de esta época: Heym martilleó (según el estricto
modelo de Rimbaud y Baudelaire) visiones de la muerte, del horror, de
la descomposición en estrofas aplastantes; Trakl se deslizó, sin atender al
mundo real, hölderlinianamente, hacia una fluencia infinitamente azul
de un desvanecimiento mortal, que un pardo otoñal intentaba encua-
drar en vano; Stadler habló y luchó con Dios y el mundo, martirizado
por el ansia, fervoroso como Jacobo con el ángel; Lichtenstein batió, en
dolorosa serenidad, las siluetas y estados de ánimo de la ciudad, con-
virtiéndolos en brebajes amargos y divertidos, ya en la embriagadora
certeza de «magno por sobre todo anda mi rostro de hombre»; y Lotz
debajo de nubes, desde el aprieto de la existencia burguesa, clamó por
brillo y resurgimiento. Siempre más fanática y apasionadamente trona-
ba la dilacerante queja y acusación. Las desesperaciones de Ehrenstein
y de Becher partieron por el medio, en dos el mundo sombrío; Benn
se mofó del desgaste en putrefacción del hombre carroña y alabó los
inquebrantados instintos primarios; Stramm desprendió su pasión de la
imagen engañosa de los fenómenos y asociaciones, y aglomeró puro sen-
timiento, transformándolo en tonantes uni-términos, tormentosos im-
pactos***. La lucha real contra la realidad había comenzado con aquellas
terribles erupciones, que a la vez habrían de aniquilar el mundo y crear
un mundo nuevo a partir del hombre.
Se intentaba reconocer, salvar y despertar lo humano en el hombre.
Se elogiaron los más simples sentimientos del corazón, las alegrías, que
para el hombre crea el bien. Y se hizo fluir el sentimiento por la faz de
la tierra a toda criatura terrenal; el espíritu se arrancó del soterramiento
y atravesó cerniéndose todos los sucesos del cosmos,… o se sumergió
profundamente en los fenómenos, para hallar en ellos su esencia divi-
na. (Así se vincula la juventud de Hasenclever, de Stadler, de Werfel, de
Schickele, de Klemm, de Goll, de Heynicke con el arte de los mayores
Whitman, Rilke, Mombert, Hille.) Cada vez con mayor claridad, se

*** »zu donnernden Ein-Worten, gewitternden Ein-schlägen«: juego de palabras irreproducible,


con doble alusión; ein significa tanto ‹uno› (así en einsilbig, ‹monosílabo›) como (= hinein)
‹hacia adentro› (como en einschlagen, ‹[en]clavar, introducir, etc.›); se refiere claramente a los
experimentos de Stramm con el lenguaje (neologismos, sintaxis quebrada, etc.).
kurt pinthus 335

sabía: el hombre sólo puede ser salvado por el hombre, no por el entor-
no. ¡No las instituciones, los inventos, las leyes derivadas son lo esencial
y determinante, sino el hombre! Y dado que la salvación no puede venir
de afuera –de allí vino el presentimiento, mucho antes de la guerra mun-
dial, de guerra y aniquilación–, sino tan sólo de las fuerzas interiores del
hombre, aconteció el gran giro hacia lo ético.
Cuando en la guerra mundial el consabido colapso ocurría en la rea-
lidad, la poesía ya había a su vez acometido, adelantándose al tiempo: de
las erupciones de la maldición rompieron los gritos y exhortaciones a la
sublevación, a la decisión, a la rendición de cuentas, a la renovación (Be-
cher, Rubiner, Hasenclever, Zech, Leonhard, Heynicke, Otten, Werfel,
Goll, Wolfenstein), no por placer de la revuelta, sino para, mediante la
sublevación, aniquilar por entero lo aniquilante y aniquilado, de modo
que pudiera desplegarse lo curativo. Resonaban proclamas para la agru-
pación de la juventud, para el resurgimiento de una falange espiritual;
no se alababa ya lo individual, sino lo común a todos los hombres, no lo
que separa, sino lo que une, no la realidad, sino el espíritu, no la lucha
de todos contra todos, sino la fraternidad. Se exigía la nueva comunidad.
Y tan mancomunada y salvajemente como de estos poetas se emperifo-
llaba la queja, la desesperación, la revuelta, tan unida y penetrantemente
pregonaban ellos en sus cantos humanidad, bondad, justicia, camarade-
ría, filantropía de todos para todos. El mundo entero y Dios adquieren
rostro humano: el mundo empieza en el hombre, y a Dios se lo encuen-
tra como hermano…, aun la estatua de piedra desciende humanamente,
la ciudad de los tormentos se transforma en el deleitoso templo de la
comunidad, y asciende, triunfante, la palabra redentora: ¡Somos!
Cualquiera reconoce cuán tremendamente amplio es el arco que
va desde la desesperación de Calé «Y no hay puente de hombre a
hombre»…, de «Extraños somos en la tierra todos» de Werfel…, has-
ta: «Ninguno extraño a ti, | cada uno cerca de ti y hermano» de Be-
cher…; «Intimamos tanto, como tan sólo los ángeles pueden intimar»
de Klemm…; «Siento, | sin fin, | que no estoy solo… estás tan cerca,
| hermano hombre»… «Mas la sonrisa tiende un arco de mí a ti | nos
brindamos mutuamente el Yo y el Tú – | eternamente nos une la pala-
bra: | HOMBRE.» de Heynicke.
Parece que una exposición retrospectiva sobrevalorara siempre la in-
fluencia directa de la poesía sobre los reales acontecimientos populares y
de actualidad. El arte de una época no es el causante de los sucesos (tal
como se supuso en excesivo grado, por ej., de la lírica revolucionaria de
todas las épocas), sino que es síntoma anticipatorio, floración espiritual
procedente del mismo humus que los sucesos reales posteriores,… es ya,
él mismo, acontecimiento-de-actualidad. Derrumbe, revolución, reedi-
ficación no fueron causados por la poesía de esta generación; pero ella
336 kurt pinthus

presintió, supo, exigió estos sucesos. Lo caótico de la época, el quiebre de


las viejas formas comunitarias, la desesperación y el ansia, la búsqueda
ávidamente fanática de nuevas posibilidades de vida de la humanidad,
se manifiestan en la poesía de esta generación con igual estrépito e igual
ímpetu que en la realidad…, pero –tómese debida nota–: no como con-
secuencia de la guerra mundial, sino ya antes de su comienzo, y cada vez
con más fuerza durante su transcurso.
Así es por cierto esta poesía, tal como lo exigieron varios de sus
mentores (¡y cómo fue malentendida esta reputación!): poesía políti-
ca, pues su tema es el estado de la humanidad coetánea, al que acusa,
maldice, escarnece, aniquila, mientras busca, a la vez, en tremenda erup-
ción, las posibilidades de cambio futuro. Mas –y tan sólo así puede la
poesía política ser a la vez arte– los mejores y más apasionados de estos
poetas no lucharon contra los estados exteriores de la humanidad, sino
contra el del deformado, martirizado, descaminado hombre mismo. El
arte político de nuestra época no puede ser un editorial versificado; lo
que quiere es ayudar a la humanidad a llevar la idea de sí misma a la
completud, a la realización. Que simultáneamente la poesía colaborara
en arremeter contra el desvarío de la política realista y un orden social
desnaturalizado, fue tan sólo un mérito pequeño y comprensible de suyo.
Su importancia mayor, más que política, estriba en que, con dedo ar-
diente, con voz despertadora, señaló una y otra vez al hombre mismo, en
que volvió a crear en la esfera del espíritu –incitando a la realización–, el
vínculo perdido de los hombres entre sí, unos con los otros, el enlace del
individuo con lo infinito.
Por consiguiente, es natural que sean éstas las palabras que se en-
cuentran en ella con mayor frecuencia: hombre, mundo, hermano, Dios.
Porque el hombre es tan por entero punto de partida, punto medio,
punto final de esta poesía, tiene el paisaje poco lugar en ella. El paisaje
jamás es allí pintado, descripto, cantado; sino que está totalmente huma-
nizado: es horror, melancolía, confusión del caos, es el centelleante labe-
rinto del que, ansioso, Ahasver quiere sustraerse; y bosque y árbol son,
o bien lugares de los muertos, o bien manos que buscan llegar a Dios, a
la infinitud. Con vertiginosa rapidez se mueve esta poesía, del fanático
grito de guerra a lo sentimental, del alboroto anárquico a la didáctica de
lo ético. Sólo poco hay de gozo y dicha en ella; amor es dolor y culpa,…
el trabajo se convierte en tormento que aniquila el sentimiento; aun la
canción báquica es sorda confesión de culpa; y tonos más diáfanos, más
gozosos resuenan tan sólo desde el ansia del paraíso, que está perdido y,
no obstante, se halla ante nosotros.
Jamás lo estético y el principio de L’art pour l’art fueron tan me-
nospreciados como en esta poesía, que se denomina la «más reciente» o
«expresionista», porque es por entero estallido, explosión, intensidad…
kurt pinthus 337

porque debe serlo, para hacer saltar esa corteza hostil. Por eso evita la
descripción naturalista de la realidad como medio de representación,
por palpable que fuera esta realidad degradada; por el contrario, engen-
dra con majestuosa y violenta energía sus medios expresivos, a partir de
la fuerza cinética del espíritu (y en modo alguno se esfuerza por evitar su
abuso). Lanza su mundo… en paroxismo extático, en torturante tristeza,
en dulcísimo canto musical, en la simultaneidad de sentimientos que
se precipitan confundiéndose, en caótico estrellarse del lenguaje, en el
escarnio más aterrador de la falsificada vida humana, en arrobadas ansias
que gritan como flagelantes, de Dios y del bien, de amor y fraternidad.
Así, tampoco lo social se representa al modo del detalle realista, objeti-
vamente, por ejemplo, en tanto pintura de la miseria (tal como lo hizo el
arte de alrededor de 1890), sino que se lo lleva siempre por entero a lo
general, a las grandes ideas de humanidad. Y aun la guerra, que destrozó
a muchos de estos poetas, no se relata de modo sobrio y realista: está
siempre presente como visión (incluso mucho antes de su comienzo);
vivo rescoldo de horror universal, se extiende como el más inhumano de
los males, que sólo puede expulsarse del mundo mediante el triunfo de
la idea del hombre fraternal.
Las artes plásticas de estos años muestran los mismos motivos y sín-
tomas, muestran la misma voladura de las antiguas formas y el recorrido
por todas las posibilidades formales, hasta la consecuencia de la comple-
ta disolución de la realidad, muestran la misma irrupción y erupción de
lo humano y la misma fe en el poder disolvente, vinculante del espíritu
humano, de la idea. Ya aconteció, que varios intentos y desnaturalizacio-
nes se convirtieron, para ineptos imitadores, en forma vacua, en fórmula,
en rutinario cliché. Y el pathos, el éxtasis, el gran gesto, no despuntan
avanzando y elevándose, sino que a menudo se precipitan confluyendo
en el espasmo, por no poder esencializarse y convertirse en forma. Mas
una y otra vez sopla en el tremendo estallido del sentimiento, clarifi-
cando y purificando, el espíritu; desde lo que se desintegra, resuena el
clamor por la comunidad de lo humano; sobre el caos sin rumbo, se
cierne el canto del amor.
Y una y otra vez hay que decir que la calidad de esta poesía se basa
en su intensidad. Jamás en la poesía universal resonaron tan alto, des-
garrando y sacudiendo, el grito, la caída y el ansia de una época, como
desde el salvaje cortejo de estos precursores y mártires, cuyos corazo-
nes fueron atravesados, no por las románticas flechas de Amor o de
Eros, sino por las mortificaciones de una juventud condenada, de una
sociedad aborrecida, de años de crimen impuestos. Desde el tormento
terrenal, sus manos se extendían al cielo, cuyo azul no alcanzaban; se
arrojaban, abriendo ansiosos los brazos, a tierra, que estallaba disolvién-
dose debajo de ellos; convocaban a estrechar vínculos en comunidad, y
338 kurt pinthus

no encontraban aún el camino hacia el otro; pregonaban en las tubas del


amor de modo tal, que estos sonidos hacían temblar el cielo, mas a través
del estrépito de las batallas, de las fábricas y los discursos no se abrían
paso hasta los corazones de los hombres.
Por cierto, la música de esta poesía no será eterna como la música de
Dios en el caos. Pero qué sería la música de Dios, si no le respondiera la
música del hombre, que eternamente ansía el paraíso del cosmos… De
los muchos, muchos poemas de esta generación, casi todos se eclipsarán
al irse desvaneciendo las borrascas de su tiempo. En lugar de algunos
grandes astros luminosos y cálidos, a las generaciones posteriores se les
aparecerá su multitud como la vía láctea, rutilante de innúmeras pe-
queñas estrellas, que vierte la clarificante palidez de su esplendor en la
noche undosa.
Ninguno de estos poetas coquetea con la inmortalidad, ninguno se
echa el manto triunfal con gesto distantemente heroico, ninguno pre-
tende alzar el vuelo como olímpico, en noble postura; y si estos poetas
salmodian, gimen, se quejan, gritan, maldicen, claman, cantan himnos,
en desbordante ampulosidad, en desmesurado fortissimo,… jamás lo
hacen por arrogancia, sino por humildad y padecimiento. Pues no el
arrastrarse del esclavo, no la espera inactiva es humildad; humildad es,
por el contrario, que alguien se presente ante Dios y el hombre, y públi-
camente declare, se defina y exija, siendo sus armas tan sólo su corazón,
su espíritu y su voz.
En tanto uno que estuvo en medio de ellos, unido a muchos por
amistad y a todos por amor a sus obras, me adelanto y exclamo: ¡Daos
por satisfechos, vosotros, que no os satisficisteis a vosotros mismos, a
los que el hombre viejo ya no satisfizo; daos por satisfechos, porque esta
poesía hendida, eruptiva, revulsiva no puede satisfaceros! ¡No os deis
por satisfechos! Sino ayudad, todos, adelantándoos a la voluntad de la
humanidad, a crear un ser más simple, más claro, más puro. Pues llega-
rá, tiene que llegar, ese instante en el que, de la sinfonía de Beethoven,
que dio el ritmo a nuestra juventud, en el más salvaje caos de la música
furiosa, se eleve de repente la vox humana: ¡Amigos, no estos tonos!
¡Entonemos otros, y más gozosos!
Mas vosotros, jóvenes, que creceréis en una humanidad más libre,
¡no sigáis las huellas de éstos, cuyo destino fue, en la terrible conciencia
de la caída, vivir en medio de una humanidad desprevenida y sin espe-
ranzas, y tener a la vez la misión de custodiar la fe en el bien, en lo futuro
y divino, que mana de las profundidades del hombre! Tan ciertamente
como la poesía de nuestra época tuvo que andar este camino de mártires,
tan ciertamente la poesía del futuro se manifestará de distinto modo:
tendrá que ser simple, pura y clara. La poesía de nuestra época es fin y
kurt pinthus 339

a la vez principio. Ha pasado raudamente por todas las posibilidades de


la forma…; puede ahora volver a tener el coraje necesario para la sim-
plicidad. El arte, que fuera volado por la pasión y el tormento de la más
desdichada de las edades terrenales,… tiene el derecho de hallar formas
más puras para una humanidad más feliz.
Que esta humanidad futura, cuando lea en el libro «Crepúsculo de la
humanidad» («Tú, de épocas de caos terriblemente noble monumento»),
no condene el cortejo de estos ansiosos condenados, a los que no les
quedó más que la esperanza del hombre y la fe en la utopía.

Berlín, otoño de 1919. K. P.


De la ‹Nueva objetividad›
a una estética marxista
Bertolt Brecht 1

Jamás te amé así, ma sœur


como al irme de ti en aquel atardecer.
El bosque me tragó, el bosque azul, ma sœur
sobre el que desde siempre estaban al poniente los astros pálidos.
Ni un poquito reí, nada, ma sœur
yo, el que jugando iba hacia un destino oscuro…
mientras que ya los rostros por detrás de mí
palidecían lentos al ocaso en el bosque azul.
Todo era bello en este ocaso único, ma sœur
después jamás de nuevo y jamás antes…
Claro está: me quedaron tan sólo las grande aves
que al ocaso, en el cielo oscuro, tienen hambre.

General, tu tanque es un vehículo fuerte.


Derriba un bosque y aplasta a cien hombres.
Pero tiene un defecto:
necesita un conductor.
General, tu bombardero es fuerte.
Vuela más veloz que una borrasca y carga más que un elefante.
Pero tiene un defecto:
necesita un mecánico.
General, el hombre es muy útil.
Puede volar y puede matar.
Pero tiene un defecto:
puede pensar.

Ich habe dich nie je so geliebt, ma sœur | Als wie ich fortging von dir in jenem Abendrot. |
Der Wald schluckte mich, der blaue Wald, ma sœur | Über dem immer schon die bleichen
Gestirne im Westen standen. || Ich lachte kein klein wenig, gar nicht, ma sœur | Der ich
spielend dunklem Schicksal entgegenging – | Während schon die Gesichter hinter mir |
Langsam im Abend des blauen Walds verblaßten. || Alles war schön an diesem einzigen
Abend, ma sœur | Nachher nie wieder und nie zuvor – | Freilich: mir blieben nur mehr
die großen Vögel | Die abends im dunklen Himmel Hunger haben.
General, dein Tank ist ein starker Wagen. | Er bricht einen Wald nieder und zermalmt
hundert Menschen. | Aber er hat einen Fehler: | Er braucht einen Fahrer. || General,
dein Bomberflugzeug ist stark. | Es fliegt schneller als ein Sturm und trägt mehr als ein
Elefant. | Aber es hat einen Fehler: | Es braucht einen Monteur. || General, der Mensch
ist sehr brauchbar. | Er kann fliegen und er kann töten. | Aber er hat einen Fehler: | Er
kann denken.
344 bertolt brecht

La máscara del mal

En mi pared cuelga una máscara japonesa de madera


máscara de un mal demonio, pintada con barniz de oro.
Compasivo contemplo
las hinchadas venas de la frente, indicando
cuán fatigoso es, ser malvado.

Himno infantil

No ahorréis gracia ni pena


entendimiento ni pasión
para que florezca una Alemania buena
como otra buena nación.
Para que no palidezcan los pueblos
como ante un ladrón
sino que sus manos extiendan
como a otros pueblos, a nos.
Ni encima ni debajo
de otros pueblos queremos ir
desde el mar hasta los Alpes
desde el Oder hasta el Rin.
Y porque mejoramos el país
lo hemos de amar y proteger
y como a otros pueblos el suyo
el más precioso nos puede parecer.

Die Maske des Bösen ||| An meiner Wand hängt eine japanische Holzmaske | Maske
eines bösen Dämons, bemalt mit Goldlack. | Mitfühlend sehe ich | Die geschwollenen
Stirnadern, andeutend | Wie anstrengend es ist, böse zu sein.
Kinderhymne ||| Anmut sparet nicht noch Mühe | Leidenschaft nicht noch Verstand |
Daß ein gutes Deutschland blühe | Wie ein andres gutes Land. || Daß die Völker nicht
erbleichen | Wie vor einer Räuberin | Sondern ihre Hände reichen | Uns wie andern
Völkern hin. || Und nicht über und nicht unter | Andern Völkern wolln wir sein | Von
der See bis zu den Alpen | Von der Oder bis zum Rhein. || Und weil wir dies Land
verbessern | Lieben und beschirmen wir’s | Und das Liebste mag’s uns scheinen | So wie
andern Völkern ihr’s.
Lírica contemporánea
de la naturaleza
Wil helm Lehmann 1

A mi hijo mayor

El tilo invernal, el tilo estival*


florecen separados…
entretanto, hijo querido,
el canto se ha terminado.
La asclepia saca la cal de la colina,
blancos los dedos del pie,
en la oscuridad, bajo la tierra,
lo puedo ver.
Mancha una lluvia las pïedras grises…
el último sonido
al macho de escribano cerillo le falta
para la cancïón. Cántalo tú, hijo mío.

Cuclillo en la luna otoñal

Sobre la blanca luna, que en azul se desploma,


en seria travesía ondulan las bandadas.
No ven ya el camino de abajo,
que el olor del hendido nabicol aroma
y recorren vapores de hojas de patata.
Con frescor de sirena se posa el aire cano
en rastrojos cual flautas, huecos, que no vulneran

* Winterlinde: literalmente ‹tilo invernal›; tilia cordata, tilo norteño, tilo silvestre
o tilo de hoja pequeña. Sommerlinde: literalmente ‹tilo estival›; tilia platyphyllos,
tilo de hoja ancha, tilo común o tilo de hoja grande.
An meinen ältesten Sohn ||| Die Winterlinde, die Sommerlinde | Blühen getrennt – | In
der Zwischenzeit, mein lieber Sohn, | Geht der Gesang zu End. || Die Schwalbenwurz
zieht den Kalk aus dem Hügel | Mit weißen Zehn, | Ich kann es unter der Erde | Im
Dunkeln sehn. || Ein Regen fleckt die grauen Steine – | Der letzte Ton | Fehlt dem
Goldammermännchen zum Liede. | Sing du ihn, Sohn.
Kuckuck im Herbstmond ||| Über den weißen Mond, der ins Blaue stürzt, | Kräuseln
reiseernst Vogelscharen. | Sie sehen den unteren Weg nicht mehr, | Den Geruch der
geschlitzten Steckrübe würzt | Und Kartoffelkrautdämpfe befahren. || Wasserweibkühl
setzt sich ergraute Luft | Auf flötenhohle Stoppeln, die ihre Sohle nicht verwunden. |
348 wilhelm lehmann

su planta. Con su ayuda la luna redondea


el disco luminoso, para que yo inscriba
en él, del cuclillo las huellas áureas, amarillas,
donde él lo sobrevoló,
cuando hacia Siria pasó…
y sepa cómo es su reclamo.

Luna en enero

Digo luna. Y ella se cïerne,


brilla sobre el nido de cornejas.
Un charco solitario se estremece
y no la deja.
El ranúnculo acuático se entumece,
el estanque se hiela.
Se desliza el zapato
sobre vitrina gélida.
Reluce del cercado huella de un caracol.
Todo mortal ya en el sueño entró…
Diana abre su seno
a Endimión.

La signatura

De la nieve el fulgor adamascado,


la huella en él se lee
de la liebre, pinzón o del venado,
la signatura de los seres.
A su especie avenida
vive toda criatura.

Sie hilft dem Mond sich runden, | Damit ich auf seine helle Scheibe | Die goldgelben Füße
des Kuckucks schreibe, | Wo er sie überflog, | Als er nach Syrien zog – | Und weiß, wie er ruft.
Mond im Januar ||| Ich spreche Mond. Da schwebt er, | Glänzt über dem Krähennest.
| Einsame Pfütze schaudert | Und hält ihn fest. || Der Wasserhahnenfuß erstarrt, | Der
Teich friert zu. | Auf eisiger Vitrine | Gleitet mein Schuh. || Von Bretterwand blitzt
Schneckenspur. | Die Sterblichen schlafen schon - | Diana öffnet ihren Schoß | Endymion.
Die Signatur ||| Damastner Glanz des Schnees, | Darauf liest sich die Spur | Des Hasen,
Finken, Rehs, | Der Wesen Signatur. || In ihre Art geschickt, | Lebt alle Kreatur. | Bin ich nur
ihr entrückt | Und ohne Signatur? || Es huscht und fließt und girrt… | Taut Papagenos Spiel |
wilhelm lehmann 349

¿Sólo estoy yo de ella en la lejanía


y aun sin signatura?
Hay un arrullo, hay fluencias y un desliz…
¿Deshiela el son de Papageno
al enero aterido?
Silba por la testa del fresno,
del fresno Yggdrasil,
bandada de luganos y pardillos.
Relucen las áureas esferas
que luz del mediodía hechizó,
hasta ponerse en hilera,
vueltas hacia el sol,
como espíritus de transfigurados,
por quienes dioses fueran adorados.
Ondean voces con suavidad
desde extasiadas elevacïones
de cémbalo los sones.
A la alada criatura
puedo ver y escuchar,
no tengo que rogar
ya por mi signatura.

Hombre viejo con flores

Desgránase la miga, arena perla,


sacan los jóvenes mïembros
de Una-y-otra-vez, el seno,
pulmonaria y primavera.
De tus dedos harás el calor leve
en torno a los tallos frescos,
que el ritmo de su pulso no los queme,
porque no se asemeja al de ellos.
Durchs Haupt der Esche schwirrt, | Der Esche Yggdrasil, | Die Hänflings-, Zeisigschar.
|| Die goldnen Bälle blitzen, | Vom Mittagslicht gebannt, | Bis sie in Reihen sitzen,
| Der Sonne zugewandt, | Wie Geister von Verklärten, | Die noch die Götter ehrten.
|| Die leisen Stimmen wehn | Aus den verzückten Höhn | Ein Cembalogetön. | Die
Vogelkreatur, | Kann ich sie hören, sehn, | Brauch ich nicht mehr zu flehn | Um meine
Signatur.
Alter Mann mit Blumen ||| Perlt der Sand und rieselt Krume, | Ziehen sie die jungen
Glieder | Aus dem Schoße Immerwieder, | Lungenkraut und Schlüsselblume. || Tu die
Wärme deiner Finger | Um die kühlen Stengel leicht, | Daß ihr Pulsschlag sie nicht
brenne, | Da er nicht dem ihren gleicht. ||
350 wilhelm lehmann

Vosotras, de un grano de tierra huidas,


yo, surgido de ardiente voluntad:
vuestra llegada y mi partida
se encuentran en lo fresco, en la paz.

Principio y fin

Con calma ambulante,


con ánimo de paz,
el celestial vïento
me trata con bondad.
Me esparce en los bosques,
aun en los prados,
prados y bosques son
lo que a ser he llegado.
Vellocino de oro
se hace la piel de vacas,
y la edad del mundo
muy temprana alborada.
Ese joven muchacho
las vacas apacienta,
así recuerda la última
la fatiga primera.
Salve, duracïón fugaz,
fin, que el principio ha de endulzar.
Fin en tanto principio
como carne en la nuez:
¡profundo encuentro,
espontáneo fenecer!

Ihr, dem Erdenkorn Entschwebte, | Ich, entsprungen heißem Willen: | Euer Anfang,
mein Zuende | Treffen sich im Kühlen, Stillen.
Anfang und Ende ||| Mit wandernder Ruh’, | Mit friedlichem Mut, | Der himmlische
Wind | Behandelt micht gut. || Er struet mich den Feldern, | Den Wäldern hin, | Die
Felder, die Wälder | Sind, was ich bin. || Zu Jasons Vlies | Wird das Fell der Kühe, | Das
Alter der Welt | Zu frühester Frühe. || Ein junger Knabe | Hütet die Kühe, | So entsinnt
sich letzte | Der ersten Mühe. || Flüchtige Dauer sei gegrüßt, | Ende, das der Anfang
süßt. | Ende als Anfang | Wie Kern in der Nuß: | Tiefe Begegnung, | Williger Schluß!
Oskar Loerke

Canción solsticial de los pájaros2

Gira allá arriba una rueda dorada,


que, despertándonos, nos ordenara,
salir a nuestra puerta.
Y canta, mágica, con nuestra boca,
cual si indagáramos dónde todo reposa,
visionarios y profetas.
Gira allá arriba una rueda dorada,
gira en torno a sí misma, toda senda, ignorada:
sabemos sin saber.
Está en su tumba extensa
y se queda allí y espera
en la azul lobreguez.
Gira allá arriba una rueda dorada,
que sobre su senda nos arrojara,
gira y anda en nuestra alma:
estamos en nüestra tumba y nido,
y con nosotros en la espera ha persistido
son en nuestra garganta.
Gira allá arriba una rueda dorada,
luce al atardecer, muriendo, galas
como de roja seda.
Y la paja se vuelve así de nuestros nidos,
y se vuelven así nüestros picos,
tan rojos cual la pena.
Gira allá arriba una rueda dorada,
que en cada vado se baña
y de todo pesebre abreva.
Sonnwendlied der Vögel ||| Da oben geht ein goldnes Rad, | Das uns geweckt und
befohlen hat, | Vor unsre Tür zu treten. | Und magisch singts mit unsrem Mund, | Als
forschten wir nach allem Grund, | Urseher und Propheten. || Da oben geht ein goldnes
Rad, | Geht um sich selbst, weiß keinen Pfad, | Wir wissens ohne Wissen. | Es steht in
seinem großen Grab | Und bleibt darin und wartet ab | In blauen Finsternissen. || Da
oben geht ein goldnes Rad, | Das warf uns hin auf seinem Pfad, | Geht um in unsren
Seelen: | Wir sind in unsrem Nest und Grab, | Und mit uns ist und wartet ab | Das Lied
in unsren Kehlen. || Da oben geht ein goldnes Rad, | Am Abend prunkts im Sterbestaat,
| Der ist wie rote Seide. | Und so wird unsrer Neste Stroh, | Und unsre Schnäbel werden
so, | So rot als wie von Leide. || Da oben geht ein goldnes Rad, | Das hat in jeder Furt
sein Bad | Und trinkt aus allen Krippen. |
352 oskar loerke

La rueda está sobre nuestra boca,


nos lastima aún, cuando nuestra canción la toca,
como a las madres y estirpes nuestras.
Gira allá arriba una rueda dorada,
que por apóstol la tïerra manda
y todo sobre la tïerra.
Una muela llevamos todos de molino,
la rama es muy fina, nosotros muy chicos,
el cansancïo nos espera.

Paisaje de la Marca

El crepúsculo ciñe pinos fríos y fuertes.


En los prados las nieblas de la Marca ya crecen.
Sobre el hielo hay aún vida,
el patín círculos perfila.
El ocaso al bosque en parque espectral convierte,
hasta arriba escarcha y nieblas de la Marca ascienden.
Sobre el hielo nada gravita,
círculos del patín se paralizan.
Las nieblas de la Marca gotean, se agrisan profusamente.
Lejos atrás crece madera de pino, que ataúd se vuelve…
Sobre el hielo, a hurtadillas,
círculos del destino se perfilan.

Música de Pan

Desde el borde del cielo, lejos, flota una balsa,


sutil, pálido el son

Das Rad, das liegt auf unsrem Mund, | Wir singen uns an ihm noch wund | Wie unsre
Mütter und Sippen. || Da oben geht ein goldnes Rad, | Das Erden zu Aposteln hat | Und
alles auf den Erden. | Wir tragen all einen Mühlenstein, | Der Ast ist zu dünn, wir sind
zu klein, | Wir werden müde werden.
Märkische Landschaft ||| Umdämmerte Kiefern stehn kalt und stark. | Schon wachsen auf
Wiesen die Nebel der Mark. | Noch lebt es auf dem Eise, | Der Schlittschuh schneidet
Kreise. || Der Wald verschummert zum Geisterpark, | Bis oben stieg Rauhreif und Nebel
der Mark. | Nichts schwebt mehr auf dem Eise, | Es starren die Schlittschuhkreise. || Sehr
triefen und grauen die Nebel der Mark. | Weit hinten wächst Kiefernholz zum Sarg... | Es
schleicht auf grauem Eise | Und schneidet Schicksalskreise.
Pansmusik ||| Ein Floß schwimmt aus dem fernen Himmelsrande, | Drauf tönt es dünn
und blaß |
oskar loerke 353

como una antigua, dulce zarabanda.


Mi ojo lagrimeó.
Como cuando a horizontes dilatados
se desborda el alma,
el cielo, en la solana de los prados,
cual profeta, oído para.
Y dijo un pobre huérfano al oído
de celeste altitud:
vacila el son, en sones no perdido,
vacila luz por luz.
En balsa el dios del mundo abre hoy camino,
sobre cañas y juncos,
y toca el suave, magno, vespertino…:
toca para sí, el mundo.
Toca gran luz del mundo que declina,
de sí el río, en profundidad,
con larga escala, por prados, de melancolía
y olor de eternidad.
Prados y sus ciudades edifica
de blanda boca el son,
toda génesis, hasta la tardía
pérdida y consunción:
Mas todo cual para sedante gozo,
a ojo y oído, desnudo.
Él va por el gran río, así, dichoso:
toca para sí el mundo.
Va así su luz, llega a los grandes presto,
Cisne, Osa, Orión ya ha sido:
todos parecen balsas con balseros
del mundo al mar vacío.

Wie eine alte süße Sarabande. | Das Auge wird mir naß. || Es ist, wie wenn den weiten
Horizonten | Die Seele übergeht, | Der Himmel auf den Ebnen, den besonnten, | Aufhorcht
wie ein Prophet || Und eine arme Weise in die Ohren | Der höhern Himmel spricht: | Das
Spielen wankt, im Spielen unverloren, | Das Licht wankt durch das Licht. || Heut fährt
der Gott der Welt auf einem Floße, | Er sitzt auf Schilf und Rohr, | Und spielt die sanfte,
abendliche, große, | Und spielt die Welt sich vor. || Er spielt das große Licht der Welt zur
Neige, | Tief aus sich her den Strom | Durch Ebnen mit der Schwermut langer Steige | Und
Ewigkeitsarom. || Er baut die Ebenen und ihre Städte | Mit weichen Mundes Ton | Und
alles Werden bis in dieses späte | Verspieltsein und Verlohn: || Doch alles wie zu stillendem
Genusse | Den Augen bloß, dem Ohr. | So fährt er selig auf dem großen Flusse | Und spielt
die Welt sich vor. || So fährt sein Licht und ist bald bei den größern, | Orion, Schwan und
Bär: | Sie alle scheinen Flöße schon mit Flößern | Der Welt ins leere Meer. ||
354 oskar loerke

La armónica de fondo expirará con premura,


se va mi alma a adormilar,
pronto caerá el viento de su altura,
la hondura no será.

Cilindros de escritura cuneiforme

En pardos cilindros de arcilla, las líneas de sabia escritura


se intrincan, que el fuego ha probado y que el horno ha cocido;
en espirales, multitud de cuñas
que, como picos de aves, punzan, buscando del mundo el sentido.
Intrincándose siguen por fin hacia el vacío
en invisibles escaleras de caracol.
En celestial escala sesgada, en cada giro,
es una rima la que acaece, del superior e inferior.
El cuerno montañés se inscribe desde cejas de niebla,
el vuelo de ocas chasquea con abanicos abïertos,
y derrítense en últimas hileras gigantescas
las cuñas diamantinas, de tejados del cielo…
Olvidada la bendición, que abajo los signos rogaron,…
trazó la sombra de los árboles, en el césped, círculos varios.
Olvidado el encantamiento, que cilindros adivinaron,
de hierba medicinal, polvo, en vasijas de boticario.
Caduco el horno, sus ladrillos quebrantados,
ha mucho disüelto de su hoguera el humo.
De escribas, la carne, corrupta, huesos en polvo transformados…
por sí mismo se sigue poetizando el mundo.

Bald wird die Grundharmonika verhallen, | Die Seele schläft mir ein, | Bald wird der
Wind aus seiner Höhe fallen, | Die Tiefe nicht mehr sein.
Keilschriftzylinder ||| Auf braunen Tonzylindern winden sich die Zeilen | Weiser
Schrift, im Feuer erprobt, im Ofen gebacken; | In Spiralen ein Gedränge von Keilen, |
Die wie Schnäbel nach dem Weltsinn hacken. || Am Ende winden sie sich in das Leere
| Auf unsichtbaren Wendeltreppen weiter. | Aus Tiefer und Höher trifft an jeder Kehre
| Ein Reim sich auf der schiefen Himmelsleiter. || Das Berghorn schreibt sich ein aus
Nebelbrauen, | Der Wildgansflug klatscht an mit offnen Fächern, | Und in die letzten
Riesenreihen tauen | Die Demantkeile von den Himmelsdächern. – || Vergessen der
Segen, den unten die Zeichen erbaten, – | Der Schatten der Bäume zog viele Zirkel
im Rasen. | Vergessen der Zauber, den die Zylinder geraten, | Das Heilkraut-Pulver in
Apothekervasen. || Verfallen der Ofen, seine Ziegel zerbrochen, | Längst verzogen der
Qualm seiner Scheiter. | Verwest die Schreiber, zerstaubt ihre Knochen – | Von selbst
dichtet die Welt sich weiter.
oskar loerke 355

Sin falsos testigos

A lo cotidïano luz de luna desplaza.


Y cruje la madera:
Un bosque antiguo atraviesa la casa.
El que en su soledad se extasía,
¿soy yo ése aún,
el que a la mesa su silla aproxima?
Enramada müestra el roble su cornamenta,
el vaso mío con rosas
por debajo de ella lo muerto suyo entierra.
Acrecida en la caída de hojas ésta,
resplandece la luz
de la lumbre, que ninguna mirada vulnera.
No atestiguado por oído de ningún testigo,
se cierne desde el bosque
e inclina mi cabeza, un sonido.
¿Nos reconoces? Bella vive y perdura,
nosotros oímos bien,
ningún falso fiador tu palabra ofusca.

La nube de fronda

Duradero es lo fácilmente vulnerable.


Largo tiempo pendió la verde nube sobre la tierra,
¿adónde fue?
En la nueva primavera vuelve a cernerse acercándose
y colma su lugar
Ohne falsche Zeugen ||| Das Mondlicht räumt den Alltag aus. | Es knackt im Holz: |
Ein alter Wald geht durch das Haus. || In seine Einsamkeit entzückt, | Bin ich es noch, |
Der seinen Stuhl zum Tische rückt? || Die Eiche zeigt ihr Astgeweih, | Mein Rosenglas
| Setzt unter ihm sein Totes bei. || Um diesen Blätterfall vermehrt, | Erglänzt das Licht
| Des Leuchtens, das kein Blick versehrt. || Von keines Zeugen Ohr bezeugt, | Schwebt
aus dem Wald | Ein Klingen,das den Kopf mir beugt. || Erkennst du uns? Schön lebt es
fort, | Wir hören gut, | Kein falscher Bürge trübt dein Wort.
Die Laubwolke ||| Beständig ist das leicht Verletzliche. || Lange hing die grüne Wolke
über der Erde, | Wohin ging sie? || Im neuen Frühling schwebt sie wieder an | Und erfüllt
ihren Ort |
356 oskar loerke

entre suelo y altura.


Conducida por el viento,
apremiada por la lluvia,
alzada por la luz,
siempre retorna
y permanece así muchos años.
Cada vez, en las luces otoñales,
se oyen quejas salir de ella: me hundo, ¿por qué yo?
Y, más alto, con el sentido de los poetas:
Me vuelcan, sí, ¿por qué no a mí?
Cuando llega luego el invierno…
se arrastra en el cielo un varillaje encorvado,
no cambiando la distancia antaño crecida,
no apercibido quizás uno del otro,
mas juntos en idéntico despliegue.
Entre suelo y altura,
no desgarrada por la sierra del jardinero,
no alcanzada por el hacha del leñador,
la ley permanece:
Duradero es lo fácilmente vulnerable.

Zwischen Grund und Höhe. | Vom Winde gesteuert, | Vom Regen gedrängt, | Vom
Licht gehoben, | Kehrt sie immer zurück | Und bleibt so viele Jahre. || Jedesmal in den
herbstlichen Lichtern | Klagt’s aus ihr: ich sinke, warum ich? | Und lauter mit dem Sinn
von Dichtern: | Es stürzt mich, ja, warum nicht mich? || Wird es dann Winter – | Im
Himmel kriecht gekrümmtes Gestäbe, | Den einmal gewachsenen Abstand nicht ändernd,
| Eins des andern vielleicht nicht gewahr, | Doch beisammen in gleicher Spreizung. ||
Zwischen Grund und Höhe, | Von der Säge des Gärtners unzerrissen, | Von der Axt des
Fällers nicht getroffen, | Bleibt das Gesetz: | Beständig ist das leicht Verletzliche.
Gottfried Benn 3

Amelos

Amelos – lento ardor de días,


viejo conjuro, encantamiento,
los dioses equilibran
la vacilación de un momento.
Otra vez los áurêos rebaños,
la luz, la florescencia, el firmamento,
¿qué incuba desde antaño
bajo alas moribundas el advenimïento?
Otra vez lo ansiado,
de las rosas el tú, la embriaguez –
se detuvo el verano y, asomado,
observador de golondrinas fue,
otra vez una sospecha,
donde certeza vela hace tïempo:
las golondrinas rozan la marea
y beben noche y trayecto.

Amor
(1927/28)

Amor – sobre los besos hacen


las estrellas güarda –:
Eros de lejanía, mares
braman, la noche brama,
asciende por lecho y ladera,
antes de que perdido se hubiere

Astern ||| Astern – schwälende Tage, | alte Beschwörung, Bann, | die Götter halten die Waage
| eine zögernde Stunde an. || Noch einmal die goldenen Herden, | der Himmel, das Licht,
der Flor, | was brütet das alte Werden | unter den sterbenden Flügeln vor? || Noch einmal
das Ersehnte, | den Rausch, der Rosen Du – | der Sommer stand und lehnte | und sah den
Schwalben zu, || noch einmal ein Vermuten, | wo längst Gewissheit wacht: | die Schwalben
streifen die Fluten | und trinken Fahrt und Nacht.
Liebe | (1927/28) ||| Liebe – halten die Sterne | über den Küssen Wacht –: | Meere, Eros der
Ferne, | rauschen, es rauscht die Nacht, | steigt um Lager, um Lehne, | eh sich das Wort verlor |
358 gottfried benn

la palabra, Anadiómena,
de veneras por siempre.
Amor – las horas sollozantes,
de la eternidad apremïos
apagan sin heridas abundantes
un par de lunas del tïempo,
tocan tierra – fe soñadora,
Ararat y el arca
son para el agua que las roba,
a la que ningún límite demarca.
Amor – transmites las palabras
que te han sido dichas,
corros – como están las comarcas
por lo disipado transidas,
y las horas migran, trüeque –
las llamas giran sobre sí,
por otro soy el que müere
y tú por mí.

Noche en la onda

Noche en la onda – delfines y carneros marinos


con de Jacinto el peso móvil y livïano
ondean los laureles-rosa y los travertinos
en torno del vacío palacio istrïano,
noche en la onda – más dos veneras escogidas,
fluyen ellas mareas, peñascos hacia acá,
más dïadema luego y púrpura perdidas,
la blanca perla vuelve rodando al mar.

Anadyomene | ewig aus Muscheln vor. || Liebe – schluchzende Stunden, | Dränge der
Ewigkeit | löschen ohne viel Wunden | ein paar Monde der Zeit, | landen – schwärmender
Glaube, | Arche und Ararat | sind dem Wasser zu Raube, | das keine Grenzen hat. ||
Liebe – du gibst die Worte | weiter, die dir gesagt, | Reigen – wie sind die Orte | von
Verwehtem durchjagt, | Tausch – und die Stunden wandern, | die Flammen wenden sich,
| ich sterbe für einen andern | und du für mich.
Welle der Nacht ||| Welle der Nacht – Meerwidder und Delphine | mit Hyacinthos
leichtbewegter Last, | die Lorbeerrosen und die Travertine | weh’n um den leeren istrischen
Palast, || Welle der Nacht – zwei Muscheln miterkoren, | die Fluten strömen sie, die Felsen
her, | dann Diadem und Purpur mitverloren, | die weiße Perle rollt zurück ins Meer.
Gertrud Kolmar 4

Cetonia aurata

Es un mísero ser, es una cosa de las cosas,


la esquirla, del anillo de sello de Dios, quitada por la broza.
Lo llamáis estrella de junio, que da a días azules su fulgor,
yo lo llamo animal mágico, engendrado en un espíritu de flor,
que no nos vende curandero ni herborista,
al que sólo conoce y transmuta la suprema alquimia;
pues esto de lo que se nutre, luz y sangre de la rosa,
es, lo que para él en oro verde y pardo se transforma.

Rosa de luto
Étoile de Hollande

Lleva en tercïopelo precioso la doliente,


en el púrpura, un negro velo de crespón,
en la oreja, la vieja plateada luna en hoz,
que de granadas sangra, sombría y ardiente.
Busca en talladas cajas, frágiles, agrietadas,
y saca una imagen pequeña, marchita,
y al caer la tarde el gris portal su paso transita;
va embozada y medrosa y sola, cual condenada.
Mas cüando camina en ya oscura languidez,
como aroma tan sólo se escurre cada vez,
como sombra, tras ella, el recuerdo de una dicha;

Der Rosenkäfer ||| Es ist ein elend Sein, es ist ein Ding der Dinge, | Der Splitter, abgefeilt
von gottes Siegelringe. || Ihr nennt es Junistern, der blauen Tagen gleißt, | Ich nenn es
Zaubertier, gezeugt im Blumengeist, || Den uns kein Kräutermann noch Wunderarzt
verhandelt, | Den höchste Alchimie allein erkennt und wandelt; || Denn dies, der Rose
Licht und Blut, davon es zehrt, | Ist, was sich ihm zu grün und braunem Golde kehrt.
Rose in Trauer ||| Étoile de Hollande || Die Trauernde. Auf wundervollem Samt, | Dem
Purpur, trägt sie schwarzen Schleierflor, | Den silbern alten Sichelmond im Ohr, | Der von
Granaten blutig düster flammt. || Sie sucht in Schnitzwerkkästen, mürb, zerschrammt,
| Und zieht ein kleines welkes Bild hervor | Und schreitet abends durch das graue Tor,
| Verhüllt und scheu und einsam, wie verdammt. || Doch wenn sie geht in dunkelndem
Ermatten, | Dann gleitet immer, nur als Duft, als Schatten, | Ihr das Erinnern einer
Freude nach, ||
360 gertrud kolmar

de su silencio crece el susurro de una voz,


más antes que en las ramas la atrape algún oidor,
ha desaparecido la boca en que nacía.

Jardín en el verano

Absolutamente nada era distinto; no volaba un pájaro, ni mariposa


alguna.
Tan sólo una hoja amarillenta se estremecía hacia el estanque
recubierto, yo la vi.
Ven.
Ah, esta hierba exhalando rocío, ¡cuán tiernamente refresca los
afiebrados dedos de mis pies!
Agáchate un poco:
Avellanas, que el gran pico picapinos saqueador ha de haber
esparcido hasta aquí.
Pero aún no están maduras.
No, ni soy golosa ni tengo hambre.
Más tarde nos internaremos bajo los frutales y buscaremos en
el césped hermosas manzanas de rojo flamígero
o sacudiremos las redondas ciruelas jugosas verde-doradas. Sí, ¿quieres?
¿Recuerdas: todos los pavones, tantos, que revoloteaban y libaban
de los frutos caídos, descompuestos?
Y también una antíope aleteaba, sombrío terciopelo orlado de oro,
perlado de azul…
¡Oh, la rosa! Tiene aroma… Ayer nomás quería seguir siendo pimpollo;
ahora la noche la abre, para que florezca, la tímida, ruborosa, y
parece feliz…
Amado, en el sueño de las abejas y abejorros debe abrasarse un vaso
semejante, alabastrino, suspendido e intacto.
Dann wächst ein Flüsterwort aus ihrem Schweigen, | Doch eh es Lauscher pflückten von
den Zweigen, | Ist schon der Mund verschollen, der es sprach.
Garten im Sommer ||| Gar nichts anderes wars; kein Vogel, kein Falter flog. | Nur ein
gilbendes Blatt zitterte in den umsponnenen Weiher, ich sah es. | Komm. | Ach, dies tauig
hauchende Gras, wie es zärtlich meine fiebrigen Zehen kühlt! | Bück dich ein wenig: |
Haselnüsse, die wohl der große plündernde Buntspecht hierher verstreut hat. | Aber noch
sind sie nicht reif. | Nein, ich bin nicht genäschig noch hungrig. | Später werden wir unter
die Obstbäume gehn und auf dem Rasen schöne rotflammige Äpfel suchen | Oder die
runden, saftigen goldgrünen Pflaumen schütteln. Ja, willst du? | Weißt du noch: all die
Pfauenaugen, so viele, die an den abgefallnen, verrotteten Früchten sogen und taumelten?
| Und auch ein Trauermantel wehte, finsterer Sammet, gülden umsäumt, blau beperlt…
| O die Rose! Sie duftet… Gestern noch wollte sie Knospe bleiben; | Nun schloß Nacht
sie auf, daß sie blühe, die scheue, errötende, und sie scheint glücklich… | Du Geliebter,
im Traum der Hummeln und Bienen muß solch unberührt schwebender alabasterner
Becher glühn. |
gertrud kolmar 361

¿Me preguntas si las abejas y abejorros sueñan?


Seguro que sueñan, cuando dormitan en ese gladiolo blanco como
la nata, infantilmente, con dulce y espumosa leche de abejas.
Pero los abejorros lapidarios son los más bellos, zumbando en negras
y cálidas pieles de zorro…
¿Por qué me miras de pronto extrañamente y sonríes?
¿Fui para ti, resplandeciendo pálida en medianoches, cáliz embriagador?
¿Leche para ti, para ti vino, málaga pardo dorado, aguardiente de
cerezas color de rubí?
Calla. Pongo la mano y su aliento sobre tus labios…
Viento matutino. Tallos estremeciéndose suaves. Humedad.
Y una rana diminuta, acurrucada e inmóvil, modelada en verde bronce.
Y una libélula, azul acero con alas vítreas, sisea al pasar. Siento frío…
Sauces como mujeres bañándose inclinan las frentes, rubios cabellos
pálidos deslizándose al estanque.
Di, ¿trae un cuerno de caracol algo bueno a quien lo levanta?
Si dudas, lo daré a las aguas.
Cómo se encrespa, se abolsa… sedosa… y, sin embargo, destella frío.
Aquí, en el único lugarcito abierto, soleado del juncal, querido,
sentémonos un poco
y miremos hacia las ventanas, nuestras ventanas, que cerca
arrastrándose la clemátide blanca y la hiedra, más insensible.
¡Cómo me gusta este pequeño palacio, rodeado de sombra y abismado
del mundo!
También el arabesco del muro, también el dorado ennegrecido, los
angelotes desmoronándose, las fatigadas guirnaldas,
también el musgo, que pende de los rajados jarrones griegos.
También junto al portal el imponente tilo y su paloma torcaz, que
Du fragst mich, ob Bienen und Hummeln träumen? | Sicher träumen sie, wenn sie in jener
rahmweißen Schwertel schlummern, kindlich von süßer, schaumiger Bienenmilch. | Aber
Steinhummeln sind die schönsten, summend in warmen schwarz und fuchsigen Pelzen…
| Was blickst du auf einmal seltsam mich an und lächelst? | War ich bleich schimmernd
in Mitternächten dir berauschender Kelch? | Dir Milch, dir Wein, goldbrauner Malaga,
rubinenes Kirschenwasser? | Schweig. Ich lege die atmende Hand auf deine Lippen… ||
Morgenwind. Leise schauernde Halme. Feuchte. | Und ein winziger reglos hockender
Frosch, der aus grüner Bronze geformt ist. | Und eine Seejungfer, stahlblau mit gläsernen
Flügeln, sirrt dahin. Mich fröstelt… | Weiden wie badende Fraun neigen die Stirnen,
fahlblond rieselndes Haar dem Teich. || Sprich, bedeutet ein Schneckenhorn Gutes
dem, der es aufhebt? | Wenn du zweifelst, schenk ichs der Flut. | Wie sie sich kräuselt,
sich bauscht… seiden… und blinkt doch Kälte. | Hier auf dem einzig offnen, besonnten
Fleckchen im Röhricht, Lieber, laß noch ein wenig uns sitzen | Und hinüberschaun nach
den Fenstern, unseren Fenstern, die Waldrebe und dumpferer Efeu umkriechen. || Wie
mir dies kleine umschattete, weltversunkene Schloß gefällt! | Auch das Mauergeschnörkel,
auch die geschwärzte Vergoldung, die bröckelnden Putten, die müden Blumengewinde, |
Auch das Moos, das an den zersprungenen griechischen Vasen hängt. | Auch am Tor die
mächtige Linde und ihre Ringeltaube, die
362 gertrud kolmar

vuelve a zurear con oscureciente arrullo.


Y la reja forjada con arte…
¿Ahora te vas… te sigo ya? Guíame; tengo frío… temo…
Hasta los nenúfares, el gualdo resplandor, quisiera nadar.
Mira, el flojel de tu pecho prolifera como las algas, y yo sé: el genio
acuático eres tú.
Y yo sé: tesoros innúmeros, plata marina, oro sedimentario, acumulas
en profundas cámaras ocultas, debajo del agua, de la tierra.
¿Tomarás ahora mi mano, te sumergirás conmigo hasta el fondo, hasta
la puerta que vigila un siluro pesado y bigotudo?
¿No he de ver ya jamás a mi hermana, a mi hermano, ni a mi anciano
padre, al que amo?
Oye, tiemblo…
Si yo concibiera: mi niño tendría membranas natatorias entre los dedos
de las manos y los pies, tendría, extrañamente, valvas y lentejas
de agua en siempre empapados cabellos.
¡Vuelve a la costa… burlón!
¿Susurras bromeando, que yo tendría que darte a luz gemelos, Cástor
y Pólux, porque me engalana el nombre de su madre regia?
¿Es que creemos que en el cisne algo divino puede acercarse a mujer
terrenal? ¿La deliciosa fábula?…
Enmudezco… mentí…
Mis manos acariciantes rebajan plumaje, palpan más suave vello, y
alas blancas, temblorosamente extendidas, baten por sobre mí…

wieder mit dunkelndem Rucksen ruft. | Und das kunstvoll geschmiedete Gitter… ||
Gehst du jetzt… soll ich schon folgen? Führ mich; ich friere… ich fürchte… | Bis zu
den Mummeln, dem gelben Leuchten, möchte ich schwimmen. | Sieh, der Flausch
deiner Brust wuchert algenhaft, und ich weiß: der Wassermann bist du. | Und ich weiß:
unzählige Schätze, Seesilber, Schlämmgold, häufst du tief in verborgenen Kammern unter
dem Wasser, der Erde. | Wirst du jetzt meine Hände nehmen, mit mir zum Grunde
tauchen, zur Pforte, die ein schwerer, schnauzbärtiger Wels bewacht? | Soll ich nie
Schwester noch Bruder mehr sehn, nicht den alten Vater mehr, den ich liebe? | Du, ich
bebe… || Wenn ich empfinge : mein Kind trüge Schwimmhäute zwischen Fingern und
Zehn, trüge Muscheln und Wasserlinsen seltsam in immer triefenden Haaren. | Kehr
ans Ufer… Spötter! | Flüsterst du scherzend, ich müßte dir Zwillingsknaben, Kastor und
Polydeukes, gebären, weil ihrer königlichen Mutter Name mich schmückt? | Glauben
denn wir, daß im Schwan ein Göttliches irdischem Weibe zu nahn vermag? Die liebliche
Fabel? – | Ich verstumme… ich log… | Meine kosenden Hände ducken Gefieder, tasten
weicheren Flaum, und weiße, zitternd gebreitete Fittiche schlagen über mich hin…
gertrud kolmar 363

El espíritu del mar

La piel vítrea de mis párpados


repudia la luz, repudia la noche;
de la gaviota el plumaje huracanado
no tiene pluma alguna, que ella tronche.
Pues su comba cubierta
no surgïó del ojo, de su fruto radial:
él vïo danzar las ballenas
y no sintió jamás algas ni sal.
Eternamente abierto está el ojo éste;
el dulce sueño le fue denegado.
Tiene esperanza de un cierre,
en el que creer no ha osado.
La lengua ha sido ligada,
y si de rogar tengo, amando, el don,
sólo con ardïentes bocas habla
a oído extraño el latido de mi corazón.
Se me oye desde brazos luminosos clamar,
en los escollos los vórtices giran,
cuando dichosa pïedad
del batel que zozobra se agita,
y el hijo del rey bebe ya
esta rubia cabellera en gélido placer:
mi seno se encarnó en panal,
que jamás concibió ni dio a luz alguna vez.
La agrisada aleta pulida
me hace tintinear una onda fuerte,
de albatros la gritería
vuela como una cinta en torno de mi frente;

Der Seegeist ||| Die Glashaut meiner Lider | Verwirft die Nacht, verwirft das Licht; |
Der Möwe Sturmgefieder | Hat keine Feder, die sie bricht. | Weil ihre wölbge Schale |
Nicht von des Auges Sternfrucht sprang: | Es sah den Tanz der Wale | Und fühlte niemals
Salz noch Tang. || Dies Aug, steht ewig offen; | Ihm ist der milde Schlaf versagt. | Ein
Schließen will es hoffen, | An das es nicht zu glauben wagt. | Die Zunge ward gebunden,|
Und wenn ich liebend bitten mag, | Spricht nur mit heißen Munden | Zu fremdem Ohr
mein Herzensschlag. || Ich ruf aus hellen Armen, | Die Klippenstrudel wirbelnd drehn, |
Als seliges Erbarmen | Der aufgeborstnen Barke wehn, | Und trinkt der Königsknabe | In
kühlster Lust dies gelbe Haar: | Mein Schoß verwuchs zur Wabe, | Die nie empfing und
nie gebar. || Die graugeschliffne Flosse | Läßt starke Woge mir erklirrn, | Das Schrein der
Albatrosse || Fliegt wie ein Band um meine Stirn; |
364 gertrud kolmar

así debo a la muerte cortejar,


que la espuma me trae y la espuma me expulsa:
no puede morir, tan sólo, jamás
lo que ahora y por siempre estéril perdura.

La ciudad

Caminaban
por la fría mañana invernal, leve de niebla, amantes,
de la mano.
La tierra se desmenuzaba endurecida, un charco congelado se rajaba,
vítreo, bajo las suelas.
Allá abajo, junto al camino ribereño,
alguien, con chaqueta parda de terciopelo, estaba sentado ante su
caballete
y pintaba el pensil sauce sin hojas.
Los niños se acercaban curiosos a hurtadillas,
y los mayores detenían un instante la marcha, criticaban, alababan.
Junto a la pasarela resbaladiza, verde-alga,
flotaba una barca derruida, haciendo agua.
Tres cisnes sobre las ondas
curvaban los cuellos gráciles como tallos, en silencio, se desplegaban,
florecían.
La mujer trajo pan y lo arrojó lejos a la corriente.
Bajo robles tiesos,
que estiraban las ramas negras, dislocadas, como miembros martirizados,
su paso bordeaba el césped helado, pilares profusamente
rodeados de hierba de recónditos jardines.
Cuando llegaron al largo puente de piedra,
el sol rasgó de sí la niebla como un vestido,

So muß ich Tod umwerben, | Den Schaum mir bringt und Schaum vertreibt: | Nur dies
darf nimmer sterben, | Was nun und ewig fruchtlos bleibt.
Die Stadt ||| Sie gingen | Durch den nebelleicht kühlen Wintermorgen, Liebende, |
Hand in Hand. | Erde bröckelte hart, gefrorene Pfütze sprang gläsern unter den Sohlen.
| Drunten am Uferwege | Saß einer in brauner Sammetjoppe vor seiner Staffelei | Und
malte die blattlos hängende Weide. | Kinder pirschten neugierig näher, | Und die Großen
hielten für Augenblicke mit ihrem Gange ein, tadelten, lobten. | An dem algengrünen,
glitschigen Stege | Schwamm ein lecker, verrotteter Kahn. | Drei Schwäne über den
Wellen | Bogen die stengelschlanken Hälse, schweigend, entfalteten sich, blühten. | Die
Frau brach Brot und warf es weit in die Flut. || Unter starrenden Eichen, | Die Äste,
schwarz, verrenkt, wie gemarterte Glieder streckten, | Schritten sie an den fröstelnden
Rasen, efeuumwucherten | Pfeilern verschlossener Gärten dahin. | Als sie die lange
steinerne Brücke betraten, | Riß Sonne den Nebel von sich wie ein Gewand, |
gertrud kolmar 365

y la ciudad ascendió, oblicua, tras la ancha cuenca del río.


Unos en otros y unos sobre otros se imbricaban los tejados, reluciendo
en gris oscuro como plumaje de grajilla, algunos, más elevados,
verde-pátina;
doradas fulguraban cúpulas de torres.
El chillido de las gaviotas –mendigos hambrientos revoloteando–
rodeaba la baranda del puente.
Estaban maravillados
y contemplaban, ante la casa hosca y cotidiana, a los muchachos
que vendaban a su perro amarillo la pata herida y sangrante.
Mujeres con redecilla de compras, cesta de asas, miraban al pasar,
apresurándose, a los ociosos extraños, con parquedad y desconfianza,
desaparecían tras las puertas de tiendas pequeñas, insignificantes y
sombrías.
Más sonoras e intensas, voluminosas y opulentas se hicieron las calles.
Hostales espléndidos seducían con atractivos letreros;
Muros de ladrillo rojizo se erguían poderosos e imponentes,
como concejales de otros tiempos, con jubón abombado y
birrete y suntuosa esclavina.
Tranvías alborotaban alegres, repicaban ágiles, como un
pilluelo en el portal del parque, se escabullían.
Hombres con gruesos y cálidos abrigos, fumando
y con pasos enérgicos, discutían asuntos de comercio,
y pronto empezó la pequeña fonda a ponderar su puesto
con suculentos aromas de asado.
A una tienda seguía otra tienda,
ofrecía carne tierna, sabrosa, y venado, pescados, anguila ahumada y
anchoas,
ofrecía pan alargado, moreno y crocante, dulce, relleno de
pasas de Corinto, y otro áspero, recubierto de harina o

Und die Stadt stieg auf, schräg hinter dem breiten Becken des Flusses. | Ineinander,
übereinander schoben sich Dächer, schwarzgrau | glänzend wie Dohlengefieder, einzelne,
höhere patinagrün; goldene | Turmhauben blitzten. | Möwen umkreischten, hungrig
flatternde Bettler, das Brückengeländer. | Sie waren, hinüber | Und schauten vor mürrisch
alltäglichem Hause den Knaben | zu, die ihrem gelben Hund die wunde, blutende Pfote
verbanden. | Frauen mit Marktnetzen, Henkelkörben blickten vorüber- | eilend die
müßigen Fremden knapp und mißtrauisch an, | Verschwanden hinter den Türen düsterer
kleiner murkliger Läden. || Lauter und stärker, wohlhäbiger, fülliger wurden die Straßen. |
Stattliche Gasthöfe luden mit kräftigen Lettern ein; | Rötliche Backsteinmauern standen
machtvoll-gewichtig da | gleich Ratsherren alter Zeit mit Puffenwams und | Barett und
prunkender Schaube. | Bahnen lärmten fröhlich, bimmelten flink, wie ein Gassen- | junge
am Parktor, entwischten. | Männer in dicken, warmen Mänteln beredeten rauchend | und
lebhaft schreitend Handel und Wandel, | Und bald fing die Garküche an, ihren Stand mit
nahrhaften | Bratgerüchen zu rühmen. | Laden reihte an Laden sich, | Bot zartes, saftiges
Fleisch und Wildbret, Fische, geräucherten Aal und | Sprotten, | Bot knusprig braunes
längliches Brot, süß, mit Korinthen | gefüllt, und herbes, das mehlüberstäubt oder mit Salz |
366 gertrud kolmar

espolvoreado de sal y comino.


Entre dos tazas de cobre escondía una minúscula
casa de té china de madera pintada de rojo cereza su
curvo techo dorado.
Mas la nube, siendo mezcladas y suministradas, por buen dinero,
bebidas y polvos y unturas,
mostró por la ventana al anciano, como vivo, inclinado en el sillón,
en hábito de lana, con nívea barba ondulante;
cerró los párpados.
Detrás de él, sonreía sarcástico un esqueleto horrible y largo con
las cuencas y los dientes de la calavera llenos de escarnio,
la guadaña reluciente en una mano y, con la otra,
aprisionando el hombro del que se desplomaba.
Un reloj marcaba la medianoche.
Se asustó entonces la mujer y buscó al hombre con la mano…
Pero él asintió con la cabeza y sonrió;
porque no veía nada más que el cabello sombrío de ella y su pálido
rostro de ojos oscuros.

Canción de deseo

Debiste venir a mí en la noche larga.


Ella te hubiera hecho una cama de sedosa plata.
Por eso debiste dormir conmigo entera la noche larga;
en pozos hondos, hondos, mis ojos oscuros se achicaban.
Mis ojos eran fuentes, luz espectral en el fondo:
bajo la realidad viste allí de toda dicha el rostro.

und Kümmel bestreut war. | Zwischen zwei Kupferbechern duckte ein winziges chine- |
sisches Teehaus von kirschrot gelacktem Holze sein | geschweiftes vergoldetes Dach. |
Doch das Gewölk, da um teures Geld Tränke und Salben | und Pulver gemengt und
verabreicht werden, | Wies durchs Fenster den Greis, wie lebend, gebückt im Sessel, |
In wollener Kutte, mit schlohweiß wallendem Bart; | Er schloß die Lider. | Hinter ihm
grinste ein langes scheußliches Beingeripp mit | Totenschädels höhnischen Augenhöhlen
und Zähnen, | Die glitzernde Sense in einer Hand und mit der andern des | Sinkenden
Schulter krallend. | Eine Uhr zeigte Mitternacht. | Da erschrak die Frau und griff nach
dem Manne - | Er nickte und lächelte aber; | Denn er sah nichts als ihr finsteres Haar
und ihr blasses | dunkeläugiges Antlitz.
Wunschlied ||| Du solltest zu mir kommen in der langen Nacht. | Sie hätt aus Silberseide
dir ein Bett gemacht. || Drum solltest du bei mir schlafen die ganze lange Nacht; | Mein
kleines dunkles Auge war ein tiefer, tiefer Schacht. || Mein Auge war ein Brunnen, im
Grunde Geisterlicht, | Da schautest du unter der Wirklichkeit allen Glückes Gesicht. ||
gertrud kolmar 367

En horas pararon los sueños y te miraron: es cierto.


Lanzaría el ansia el sombrero alado de su cabello ardiendo.
Sólo rozará, suave, tus párpados, todo lo que es dulce y cálido,
si en rojo fruto hendido hubiera la noche madurado para tus labios.
Mis bucles serían grácil, parda hierba y grama,
de los tallos saldrían flores, como no viste jamás.
Flores de aroma tan extraño, flores de tan raro matiz,
te verterían por entero con incesante y lento desliz.
Pero se arrastrarían mis brazos, como sagaces serpientes,
por el florido bosque hacia ti, flexibles, coloridos, bellos y turgentes.
Por irisados lazos cautivo, cubierto por nieve de flores caída…
¿Podrías despertar aún, de pura alegría?

Alles was süß ist und warm ist, leis deine Lider nur streift, | Hätt Nacht in roter gespaltener
Frucht für deine Lippen gereift. || Meine Locken wären feines braunes Gras und Kraut,
| Aus den Halmen sprängen Blüten, wie du sie nie geschaut. || Blüten von so fremdem
Duft, Blüten von so seltnem Schein | Schütteten mit unaufhörlich sachtem Rieseln
ganz dich ein. || Aber meine Arme kröchen, listigen Schlangen gleich, | Durch den
Blumenwald zu dir, schön und schwellend, bunt und weich. || In schillernde Schlingen
verstrickt, in Blütenwehe verschneit – | Könntest du noch erwachen vor lauter Seligkeit?
Marie Luise Kaschnitz 5

Muevo yo la rueda

El blanco del invierno aún agarrado a la cumbrera


perce-neige
tú, tierna diana.
En un santiamén
me corre en torrente el agua de deshielo
derribo al negro muñeco de nieve.
Muevo yo la rueda de mi año
hacia las rosas
y más allá del verano
hacia dentro de la hojarasca de la papa
y por sobre el otoño
de prisa
de prisa
adónde.

Elogio de los sentidos

Pensar, que para ti algún día el sabor frutal,


del vino el seco aroma como hoy se saborea,
que voluptuosa tu mano en sensación igual
se curva en torno a forma pura de la esfera,
que aprecian tus ojos en musgo entretejido,
en el juego de ondas, igual felicidad,
oh, la eternidad de los sentidos,
para los que rosa es rosa por siempre jamás,

Treib ich das Rad ||| Das Winterweiß noch angekrallt am First | Perce-neige | Du
zarter Weckruf. | Im Handumdrehen | Strömt mir das Schmelzwasser | Stürz ich den
schwarzen Schneemann. | Treib ich das Rad meines Jahres | Den Rosen zu | Und über
den Sommer hinaus | Ins Kartoffelkraut | Und über den Herbst | Eilig | Eilig | Wohin.
Lob der Sinne ||| Zu denken, daß dir einst der Früchte Kühle, | Der herbe Duft des
Weins wie heute mundet, | Daß deine Hand im selben Lustgefühle | Sich um die reine
Form der Kugel rundet, || Daß deine Augen im Geflecht der Moose, | Im Wellenspiel
dasselbe Glück ermessen, | O Ewigkeit der Sinne, denen Rose | Für immer Rose bleibt,
ob auch indessen || Die Gärten schwinden und der Tag gewaltsam | Das freudige Haupt
dir tief und tiefer zwinge. | Es wachsen neue Kräfte unaufhaltsam || Zum Herzen Dir
aus dem Bereich der Dinge. | Und schauend, lauschend ahnst du in der Zeit, | Der
wandelbaren, die Beständigkeit.
369

aunque el jardín se esfume y violenta la hora


te baje más y más la alborozada cabeza.
Crecen, incontenibles, nuevas fuerzas
hacia tu corazón, del ámbito de las cosas.
E intuyes en el tiempo al ver, al escuchar,
de las que son mudables, la continüidad.

Otoño en Brisgovia (I)

A tres pasos de mi casa paterna


salté sobre mi sombra.
Pendían allí los tejados cumbrera abajo en el azul
los tilos arraigaban en el lecho de nubes
los muertos levantaban vuelo desde la viña
extrañas aves.
Vestido con la lana gris de la clemátide
desciende el otoño de la altura.
Está sentado al lado de los niños junto al fuego en el prado.
Ellos asan las ranas
ellos quebrantan los muslos
ellos sacan cuando anochece
de la negra silvestre hojarasca de la papa
chispas como estrellas.
El vórtice de las golondrinas es más fuerte que todo lo otro
del prado centelleante alza extendiendo el atemporal
y las nieblas que vienen y huyen.
Porque los estorninos gritaron tan alto en el cielo
abandonan las abejas la hiedra
y las vacas la huerta de manzanas
las hojas del tilo se dejan caer
y las hojas de las rosas.
Un tren saliendo de la aldea

Herbst im Breisgau (I) ||| Drei Schritte von meinem Vaterhaus | Bin ich über meinen
Schatten gesprungen. | Da hingen die Dächer firstab im Blau | Die Linden wurzelten
im Wolkenbett | Die Toten flogen vom Weinberg auf | Seltene Vögel. || Gekleidet in
die graue Wolle der Waldrebe | Steigt der Herbst von der Höhe. | Sitzt bei den Kindern
am Wiesenfeuer. | Die braten die Frösche | Die knacken die Schenkel | Die schlagen
wenn der Abend graut | Aus dem wilden schwarzen Kartoffelkraut | Funken wie Sterne.
| Der Sog der Schwalben ist stärker als alles andre | Er zieht aus der glitzernden Wiese
die Zeitlose auf | Und die Nebel die kommen und fliehen. | Weil die Stare so hoch im
Himmel schrieen | Verlassen die Bienen den Efeu | Und die Kühe den Apfelgarten |
Die Blätter der Linde lassen sich fallen | Und die Blätter der Rosen. | Ein Zug dorfaus |
370 marie luise kaschnitz

los gigantescos girasoles por delante


las negras silvestres medusas.
Hacia el peñasco en el bosque asciende la niebla.
Entierra en la ladera las hayas y la vid.
Donde por lo común se entrelazan las raíces hirsutas
penden jarcias grises de las arandelas de hierro.
Valvas petrificadas se tiñen de tonos opalinos
por sobre el mar llegan los veleros perdidos
y niños van a dormir en la gruta.
Tenues esqueletos se tienden a descansar.
En la hondonada avanza la pequeña procesión
Jesús tallado en madera
sobre el asno tallado en madera.
Jesús con mejillas rosadas
las rueditas chirrían y cantan
una corona para mí una corona para ti
del rojo agracejo.
En el surtidor cae la noche
como una piedra del cielo.
Golpea al angelote en el ancho rostro,
le desprende hacia abajo los rizos.
Sobre la rosa la vacilante sonrisa
flotan los peces muertos.
En el este verde está parado el príncipe del mundo
la flor en la mano.
En el oeste rojo asciende con manos de lirio
la carne hacia el cielo.
Mi lecho la madera leve
flota en la corriente cubierta de arena.
Los relojes repican. No hay lapso válido.

Die riesigen Sonnenblumen voraus | Die wilden schwarzen Medusen. || Dem Fels im
Walde steigt der Nebel zu. | Begräbt am Hang die Buchen und den Wein. | Wo sonst
die rauhen Wurzeln sich verschlingen | Hängt graues Tauwerk aus den Eisenringen. |
Versteinte Muscheln färben sich opal | Meerüber kommen die verlornen Segelschiffe
| Und Kinder gehen schlafen in der Grotte. | Feine Skelette legen sich zur Ruh. || Im
Hohlweg zieht die kleine Prozession | Jesus aus Holz geschnitzt | Auf dem Esel aus Holz
geschnitzt. | Jesus mit rosenroten Wangen | Die kleinen Räder knarren und singen | Eine
Krone für mich eine Krone für Dich | Aus der roten Berberitze. || In den Springbrunnen
fällt die Nacht | Wie ein Stein vom Himmel. | Schlägt dem Putto ins breite Gesicht, |
Reißt ihm die Locken herunter. | Auf der Rose dem schwankenden Lächeln | Treiben
die Fische tot. || Im grünen Osten steht der Fürst der Welt | Die Blüte in der Hand. | Im
roten Westen steigt mit Lilienhänden | Das Fleisch gen Himmel. | Mein Bett das leichte
Holz | Treibt auf dem versandenden Strome. | Die Uhren schlagen. Keine Stunde gilt.
marie luise kaschnitz 371

Yo y Yo

Mi Yo y Yo
uno está en pie
tiene aún en cuenta
toma aún el puñado
siente aún el sudor de perros
el mordisco del invierno.
Uno hace ya tiempo
vuelto a la pared
lee en la argamasa
el volante de los sueños
ve uno transparente
ambulante una luz.
Yo dice a Yo
persevera.
Yo pregunta a Yo
¿por amor a quién?
Yo dice a Yo
Lleva hasta el fin.
Yo pregunta a Yo
¿por qué?
Yo el pez
Yo la nasa
Yo la manzana
Yo el cuchillo
Yo el grano de maíz
Yo la gallina
Yo el hilo
Yo la aguja.
Yo la aguja atrapa el hilo
hace el rojo
punto de cadeneta.

Ich und Ich ||| Mein Ich und Ich | Eines steht aufrecht | Faßt noch ins Auge | Greift
noch die Handvoll | Spürt noch den Hundsschweiß | Den Winterbiß. || Eines schon
lange | Zur Wand gekehrt | Liest auf dem Mörtel | Die Flugschrift der Träume | Sieht
ein durchscheinendes | Wandernd ein Licht. || Ich sagt zu Ich | Harre aus. | Ich fragt
Ich | Wem zuliebe? | Ich sagt zu Ich | Bring zu Ende. | Ich fragt Ich | Warum? || Ich
der Fisch | Ich die Reuse | Ich der Apfel | Ich das Messer | Ich das Maiskorn | Ich die
Henne | Ich der Faden | Ich die Nadel. | Ich die Nadel fängt den Faden | Zieht den roten
| Kettenstich.
Pe ter Huchel

Otoño de los mendigos6

En el seto de zarzamoras, la madera


quebradiza, dïo muchos frutos hacia afuera,
tostados por el sol, muy térreos,
y frescos de lluvia por dentro.
Los que descansan por la noche al raso
peinaron el follaje,
antes de que, en zapatos con remiendos de alambre,
los alejara bajo el polvo el paso.
Arbustos de octubre, húmedos y deshojados,
hendidura de nueces descompuestas,
en hierba que la escarcha ha congelado,
la fría dentellada de la niebla.
Vaciado, como un panal,
absorto, el girasol mira.
El viento, que entre espinas se desliza,
como un cuchillo es duro al tintinear.

Sibila del verano

Septiembre arroja lejos el panal


de la luz, más allá de los jardines rocosos.
Aún no quiere morir la sibila del verano.
Con el pie en la niebla y rígida la faz,
vigila el fuego en el hogar frondoso;
cáscaras de almendras, como urnas en pedazos,
yacen allí dispersas, en dura, herbosa senda.

Herbst der Bettler ||| Das spröde Holz am Brombeerzaun | trug auswärts Früchte viel, |
ganz erdige, von Sonne braun | und Regen innen kühl. || Die nachts auf blachem Felde
ruhn, | sie kämmten aus das Laub, | eh sie auf drahtgeflickten Schuhn | fortzogen unterm
Staub. || Oktoberbüsche, kahl und naß, | verfaulter Nüsse Riß, | im rauhreifübereisten
Gras | des Nebels kalter Biß. || Wie eine Wabe, ausgeleert, | die Sonnenblume starrt. |
Der Wind, der durch die Dornen fährt, | klirrt wie ein Messer hart.
Sibylle des Sommers ||| September schleudert die Wabe des Lichts | Weit über die felsigen
Gärten aus. | Noch will die Sibylle des Sommers nicht sterben. | Den Fuß im Nebel und
starren Gesichts | Bewacht sie das Feuer im laubigen Haus, | Wo Mandelschalen als
Urnenscherben | Zersplittert im harten Weggras liegen. |
373

La inclinada hoja de la caña el agua ha grabado.


La arañas vïajan, hilos vuelan.
Aún no quiere morir la sibila del verano.
Anuda a los árboles su pelo.
En podredumbre abierta el higo alumbra.
Y blanca y redonda cual huevo de lechuza
brilla de noche la luna en ramaje cenceño.

Sin respuesta

Sobre la flotante cabeza de niebla


del roble
se posa la corneja.
El tirante está vacío.
Sombras de secos
pámpanos
en el cielo raso.
Signos,
escritos
por la mano de un mandarín.
El alfabeto
que posees,
no alcanza,
para dar respuesta
a la escritura indefensa.

Das Schilfblatt neigt sich, das Wasser zu kerben. | Die Spinnen reisen, die Fäden fliegen.
| Noch will die Sibylle des Sommers nicht sterben. | Sie knotet ihr Haar in den Bäumen
fest. | Die Feige leuchtet in klaffender Fäule. | Und weiß und rund wie das Ei der Eule |
Glänzt abends der Mond im dünnen Geäst.
Keine Antwort ||| Aufs schwimmende Nebelhaupt | der Eiche | setzt sich die Krähe. |
Der Katzenbalken ist leer. || Schatten von dürrem | Weingerank | an der Zimmerdecke.
| Zeichen, | von eines Mandarinen Hand | geschrieben. || Das Alphabet, | das du besitzt,
| reicht nicht aus, | Antwort zu geben | der wehrlosen Schrift.
Horst Lange 7

Río vespertino

La corriente guedeja el verde pelo


de Ofelia entre la caña y el juncal,
donde había intuición, la hondura hace silencio,
las lentejas de agua parecen, al brillar,
cardenillo, el reflejo ilusivo
se evanesce tan áureo y benigno.

Abendlicher Fluß ||| Die Strömung strähnt das grüne Haar | Opheliens zwischen Schilf
und Binsen, | Die Tiefe schweigt, wo Ahnung war, | Wie Grünspan glänzen Wasserlinsen,
| Das trügerische Spiegelbild | Zerrinnt so golden und so mild.
Günter Eich 8

Fragmento

Nubes trepan como animales a la montaña del cielo,


los atardeceres oscurecen demasiado temprano, y de todas
las lámparas gotea el otoño.
Conoces esto, es noviembre,
vastos son los prados y los olores del bosque.
Cuando eras muy pequeño, cazabas mariposas.
Todo se disipó como un hálito pleno de viento.
Entre los días se interponen eternidades.
Oyes, cómo bajo la lluvia un niño sopla una armónica.
Los árboles se herrumbran y
como un vuelo de patos silvestres aparecen en el cañaveral
las escuadras de estrellas.

Tumba, cerca del río

En verano una nube a veces


por pleamar de un cielo azul llega arrojada,
de mi túmulo en la rompiente se desvanece
y sabe amarga, y sabe a mar y muy extraña.
Sólo es el río a veces el que crece,
cuya voz se hace oscura, intensa y vasta;
más sonoro es que el arce que sobre mí desciende
y que es rugoso y tiene el rostro de las montañas.

Fragment ||| Wolken klettern wie Tiere auf den Berg des Himmels, | die Abende dunkeln
zu früh und aus allen | Lampen tropft der Herbst. || Dies kennst du, es ist November,
| weit sind Wiesen und die Gerüche des Waldes. | Als du sehr klein warst, fingst du
Schmetterlinge. || Alles verging wie ein Atemzug voll Wind. | Zwischen die Tage
schieben sich Ewigkeiten. | Du hörst, wie unterm Regen ein Kind eine Mundharmonika
bläst. | Die Bäume rosten und | wie ein Flug Wildenten erscheinen im Schilf die
Geschwader der Sterne.
Grab, nahe dem Fluß ||| Manchmal wird im Sommer aus der Flut | blauen Himmels
eine Wolke angeschwemmt, | sie verebbt dann in der Brandung meines Hügels | und
schmeckt bitter und nach Meer und gänzlich fremd. || Manchmal ist es nur der Fluß, der
steigt, | dessen Stimme dunkler wird und breit und satt, | er ist lauter als der Ahorn, der
sich auf mich neigt | und der faltig ist und das Gesicht der Berge hat.
376 günter eich

En octubre por la Holledau

De lúpulo espalderas
peladas tras las praderas,
con los declives boscosos
que me alabó el otoño.
Los abetos siguen verdes,
las chimeneas vacías.
Que un humo me apareciere,
desde dónde no sabría.
Alambre de la espaldera,
la porción de tierra estuosa,…
¿ha andado una persona
aquí, que yo conociera?
Los abetos siguen verdes,
la luz sigue despejada,
pero los bosques silentes
no se acuerdan de nada.

Cortijos apartados

Las gallinas y patos pisotean,


convirtiendo en verdosa inmundicia, el corral.
Los campesinos en la casa rezan.
Se desmorona el revoque del tapïal.
En el fondo del valle hay trazados meandros
hasta el interior de sus praderas.
El sauce alberga a Alejandro,
a César, de ortigas la pïedra.

Oktobers durch die Holledau ||| Das Hopfengestänge | kahl hinter den Wiesen, | die
waldigen Hänge, | vom Herbst mir gepriesen. || Grün bleiben die Tannen | und leer
die Kamine. | Ich weiß nicht, von wannen | ein Rauch mir erschiene. || Die Drähte der
Stangen, | das feurige Land, – | ist einer gegangen | hier, den ich gekannt? || Grün bleiben
die Tannen | und heiter das Licht, | die schweigenden Wälder | erinnern sich nicht.
Abgelegene Gehöfte ||| Die Hühner und Enten treten | den Hof zu grünlichem
Schmutz. | Die Bauern im Hause beten. | Von den Mauern bröckelt der Putz. || Der
Talgrund zeichnet Mäander | in seine Wiesen hinein. | Die Weide birgt Alexander, |
Cäsarn der Brennesselstein. ||
günter eich 377

Incluso donde las arañas tejen,


del lulú el ladrido delata a los mendigos,
en el campo de nabos, siguïeron vivos
de este mundo los nombres eminentes.
En el sótano se oye de ratas el silbido,
se cierne un verso en luz de mariposas,
las savïas del mundo avanzan más presurosas,
el humo se eleva como un poema encendido.

Al atardecer, junto al cerco

Al atardecer huele la manzanilla más


dulce, desde la linde del campo. El guardia insufla
una canción a su ocarina. La voluntad
de Dios en el brillo de véspero se consuma.
¡Cuántos están ahora para siempre en paz,
que de estrella y canción gozaron la fortuna!
Ahora están ellos mismos dentro y la voluntad
de Dios, en brillo, aroma y de la hora tal paz,
se efectúa.

La pluma del arrendajo

Estoy donde el arrendajo


pasa por entre las ramas,
a un misterio más cercano,
que a la conciencia no alcanza.
Pulmón, corazón me oprime,
brusco el aliento me quita,

Auch wo die Spinnen weben, | der Spitz die Bettler verbellt, | im Rübenland blieben am
Leben | die großen Namen der Welt. || Die Ratten pfeifen im Keller, | ein Vers schwebt
im Schmetterlingslicht, | die Säfte der Welt treiben schneller, |Rauch steigt wie ein feurig
Gedicht.
Abends am Zaun ||| Am Abend duftet holder die Kamille | vom Feldrain her. Der
Posten bläst ein Lied | auf seiner Okarina. Gottes Wille | im Glanz des Abendsternes
sich vollzieht. | Wie viele doch sind nun für immer stille, | die gerne sich erfreut an Stern
und Lied! | Nun sind sie selbst darin und Gottes Wille | in Glanz und Duft und solcher
Abendstille | geschieht.
Die Häherfeder ||| Ich bin, wo der Eichelhäher | zwischen den Zweigen streicht, | einem
Geheimnis näher, | das nicht ins Bewusstsein reicht. || Es presst mir Herz und Lunge, |
nimmt jäh mir den Atem fort, |
378 günter eich

y aunque mi lengua lo siente,


no hay palabra que lo diga.
Yo no sé cuál de las cosas,
o si el viento lo contiene.
El rumor de ala que roza,
¿del mundo el sentido entiende?
Azul tiró el arrendajo
su pluma en la arena.
Como una astuta respuesta
ella está ahora en mi mano.

es liegt mir auf der Zunge, | doch gibt es dafür kein Wort. || Ich weiß nicht, welches der
Dinge | oder ob es der Wind enthält. | Das Rauschen der Vogelschwinge, | begrift es den
Sinn der Welt? || Der Häher warf seine blaue | Feder in den Sand. | Sie liegt wie eine
schlaue | Antwort in meiner Hand.
Christine Busta 9

Alabanza de un viejo sauce

No del mundo, en el gris prado hendido colgar quiero,


grávido de abejas, mi corazón estival,
por que áureos, de la muerta vena cicatricial,
urjan pulsos de miel de cada pleno panal
mío; y el caminante alabará mi viejo árbol.
Bello es y abrigado, en hueco tronco del sauce,
oír el viento en la margen, recia andar la corriente:
cual rumor de marinas valvas, suenan rugientes.
Donde aún agua y raíz de sapiencia hacen un trueque,
su estival corazón joven mi árbol quedo alaba.

El girasol

Ya baja el ojo oscuro hacia la tierra,


ceñido de flamígeras, áureas pestañas,
mientras despeja el año las campiñas cansadas.
¡Oh maduro orgullo, oh humildad que el gesto encierra!
Las aves vuelan ávidas al rostro
del tolerante y del fondo le sueltan
estrellas seminales. Mas la vacía esfera
sueña, aun ciega, luz de uno y otro sol.

Lob eines alten Weidenbaumes ||| Nicht an die Welt, in die geborstne graue Weide
| will ich mein Sommerherz, das bienenschwere, hängen, | daß golden aus den toten
Narbengängen | die Honigpulse meiner vollen Waben drängen, | dann lobt der Wanderer
meinen alten Baum. || Geborgen ist’s und schön, im hohlen Stamm der Weide |
dem Uferwind, dem starken Gang des Stroms zu lauschen: | das braust und tönt wie
Meeresmuschelrauschen. | Wo noch die Wurzeln mit den Wassern Weisheit tauschen, |
lobt still mein Baum sein junges Sommerherz.
Die Sonnenblume ||| Schon senkt das dunkle Auge sir zur Erde | von goldnen
Flammenwimpern schön umsäumt, | indes das Jahr die müden Felder räumt. | O reifer
Stolz, o Demut der Gebärde! || Die Vögel fliegen gierig ins Gesicht | der Dulderin und
lösen ihr vom Grund | die Samensterne. Doch das leere Rund | träumt noch erblindet
neuer Sonnen Licht.
380 christine busta

Mirada al cielo de agosto

Una carta azul es la tarde sobre los jardines,


cruzada en nubes por lucientes marcas de agua del otoño.
Inquietos caracteres de vuelo de ave, borrados por el viento.
¿Para quién es el mensaje? ¿Para los girasoles? ¿Quizás para la
propia alma? Tú, severa tolerancia del negro
iris, entre el oro de pestañas que van soltándose.

Escarcha

Todo se ha convertido en flor,


flor de helada,
poema de niebla.
Con ramas hialinas
tañe el camino, llamando
al blanco exilio de los cuervos.

Blick in den Augusthimmel ||| Ein blauer Brief ist der Nachmittag über den Gärten,
| durchwölkt von schimmernden Wasserzeichen des Herbstes. | Unruhige Lettern
aus Vogelflug, verlöscht vom Winde. || Wem gilt die Botschaft? Den Sonnenblumen?
Vielleicht der | eignen Seele? Du strenge Geduld der schwarzen | Iris zwischen dem
Gold sich mählich lösender Wimpern.
Rauhreif ||| Alles ist Blüte geworden, | Frostblüte, | Nebelgedicht. || Mit gläsernen
Zweigen | läutet der Weg | ins weiße Exil der Raben.
Johannes Bobrowski 10

Planicie

Lago.
El lago.
Abismadas
las costas. Bajo la nube
la grulla. Blancos, centelleantes
los milenios
de los pueblos de pastores. Con el viento
subí a la montaña.
Aquí viviré. Fui
un cazador, pero me encerró
la hierba.
Enséñame a hablar, hierba,
enséñame a estar muerto y a oír,
largo tiempo, y a hablar, piedra,
enséñame tú a permanecer, agua,
no preguntes por mí, ni por el viento.

Lenguaje

El árbol
mayor que la noche
con el aliento de los lagos del valle
con el murmullo sobre
el silencio
Las piedras
bajo el pie
las venas luminosas

Ebene ||| See. | Der See. | Versunken | die Ufer. Unter der Wolke | der Kranich. Weiß,
aufleuchtend | der Hirtenvölker | Jahrtausende. Mit dem Wind || kam ich herauf den
Berg. | Hier werd ich leben. Ein Jäger | war ich, einfing mich | aber das Gras. || Lehr
mich reden, Gras, | lehr mich tot sein und hören, | lange, und reden, Stein, | lehr du mich
bleiben, Wasser, | frag mir, und Wind, nicht nach.
Sprache ||| Der Baum | größer als die Nacht | mit dem Atem der Talseen | mit dem
Geflüster über | der Stille || Die Steine | unter dem Fuß | die leuchtenden Adern |
382 johanne s bobrowski

largo tiempo en el polvo


eternamente
Lenguaje
ajetreado
con la boca fatigada
en el camino interminable
a la casa del vecino

Gertrud Kolmar

Haya, sangrienta en el follaje,


en humeante hondura, amargas
las sombras, arriba el portal
de gritos de urraca.
Una ha andado allí,
muchacha de cabello lacio,
la planicie bajo los párpados
asomaba hacia arriba, en los pantanos
goteaba el paso.
No muerto empero
el tiempo lúgubre, de un lado a otro
deambula mi lenguaje y está
herrumbroso de sangre.
Si me acordara de ti:
caminé hacia adelante del haya,
he ordenado a la urraca:
Calla, vienen, los que aquí
estuvieron… si me acordara:
No moriremos, estaremos
ceñidos de torres?

lange im Staub | für ewig || Sprache | abgehetzt | mit dem müdem Mund | auf dem
endlosen Weg | zum Hause des Nachbarn
Gertrud Kolmar ||| Buche, blutig im Laub, | in rauchender Tiefe, bitter | die Schatten,
droben das Tor | aus Elstergeschrei. || Dort ist eine gegangen, | Mädchen mit glattem
Haar, | die Ebene unter den Lidern | lugte herauf, in den Mooren | vertropfte der Schritt.
|| Ungestorben aber | die finstere Zeit, umher | geht meine Sprache und ist | rostig von
Blut. || Wenn ich deiner gedächte: | Vor die Buche trat ich, | ich hab befohlen der Elster:
| Schweig, es kommen, die hier | waren – wenn ich gedächte: | Wir werden nicht sterben,
wir werden | mit Türmen gegürtet sein?
Heinz Piontek 11

Viaje en bote

Golpe de remo, libélulas, vaho,


el estanque es de luz líquida.
Saltan peces cegados
del manto de fulgor hacia arriba.
Todos los viajes desaparecidos
tengo hoy en mi mente.
Nenúfar viene a entregarme sus finos
pétalos níveos como un presente.
Sobre la espesura, esbelto, el pino…
lo que no soñamos, será.
¿Chirrían los toletes? El oído
me abisma del silencio en la profundidad.

Cornejas

Rozan ellas con alas ávidas


crepúsculo y paranieves.
En mis süeños invernales
en fuga su silueta se cïerne.
Pienso, atravesando sus gritos,
la congoja del mundo desolado,
cuando desde la bóveda de la helada
me acomete su desamparo.
Ay, el ala empolvada,
me llega al tintineante corazón.

Bootsfahrt ||| Ruderschlag, Dunst und Libellen, | der Teich ist aus flüssigem Licht.
| Geblendete Fische schnellen | hoch aus der Flimmerschicht. || Aller verschollenen
Fahrten | bin ich heut eingedenk. | Teichrose bringt ihre zarten | Schneeblätter mir zum
Geschenk. || Schmal überm Dickicht die Föhre – | was wir nicht träumen, wird sein. |
Knarren die Dollen? Ich höre | mich tief in das Lautlose ein.
Krähen ||| Sie streifen mit gierigen Flügeln | Schneezaun und Dämmernis. | In meinen
Winterträumen | verschwebt ihr Schattenriß. || Ich denke durch ihre Schreie | den Gram
der verödeten Welt, | wenn aus dem Frostgewölbe | mich ihre Not befällt. || Ach die
bestäubte Schwinge, | sie rührt an mein klirrendes Herz. |
384 heinz piontek

Sin aliento y angustiado,


hacia el cielo aguzo el oído yo.
Aunque la nube de aves se abata
de las colinas en la hendidura,
su negro acoso me invade
en distinta figura.

La comida de los camineros

Del tonel de alquitrán a la sombra, muy tranquilos,


tocino magro y pan con comino mastican,
y escupen, cuando agarran los cuchillos,
y al rojo pestañean de las limusinas.
La cafetera borbotea, se hïenden
cortezas, yema cuélgale al viejo de la barba,
queso de cabra al hablar los entorpece,
como aroma de manteca el mediodía pasa.
Sombreros con sudor por la cuneta giran
en la hierba, hombres limpiéndose grasa de la boca,
en hierro de las palas y flor de manzanilla,
el fundamento extaño de la existencia tocan.
De tabaco picado llenan pipas mordidas,
con un vaso de kirsch impulsan el curso espeso
de la sangre. Lo futuro está en la cercanía
de la pila de grava. ¡Eh…, el mundo es bueno!

Atemlos und beklommen | horche ich himmelwärts. || Stürzt sich die Vogelwolke | auch
in den Hügelspalt, | sucht mich ihr schwarzes Bedrängen | heim in andrer Gestalt.
Das Mahl der Straßenwärter ||| Im Teerfaßschatten kauen sie gelassen | durchwachsnen
Speck und weißes Kümmelbrot | und spucken aus, wenn sie die Messer fassen, | und
blinzeln nach dem Limousinenrot. || Die Kaffeflasche gluckst, die Krusten brechen, |
dem Alten hängt im Bart das gelbe Ei, | der Ziegenkäse hindert sie beim Sprechen, | der
Mittag zieht als Butterduft vorbei. || Durchs Grabengras rolln die verschwitzten Hüte,
| die Männer wischen sich das Fett vom Mund, | bei Schaufeleisen und Kamillenblüte |
spürn sie des Daseins wunderlichen Grund. || Sie stopfen Krüll in die zerbißnen Pfeifen,
| ein Becher Kirschschnaps treibt ihr zähes Blut. | Das Künftige, schon ist’s für sie zu
greifen | im Schotterhügel. He – die Welt ist gut!
Tres incursiones
líricas de filósofos
Rudol f S teiner 1

La Puerta de la Iniciación – Un misterio rosacruciano


[Fragmento]

Imagen segunda

Paraje al aire libre, peñas, fuentes; todo el entorno ha de pensarse en el


alma de Juan Tomás; lo siguiente, como contenido de su meditación;
luego María.

(De las fuentes y las peñas, se oye resonar: ¡Oh, hombre, reconócete!)
juan: Es así que ya desde hace años
las escucho, palabras sustanciales.
Desde el aire y el agua resuenan para mí,
su sonido asciende del fondo de la tierra,
y así como en secreto, del roble colosal
la complexión se aprieta en la pequeña semilla,
así se encierra al fin
en la virtud de estas palabras,
lo que de la esencia de los elementos,
de las almas y los espíritus,
del curso del tïempo y de la eternidad
para mi pensamiento resulta inteligible.
El mundo y mi singularidad
viven en la frase:
¡Oh, hombre, reconócete!
(De fuentes y peñas resuena: ¡Oh, hombre, reconócete!)
¡Y ahora!… un vivo pavor
nace en mi interior.
La oscuridad teje en torno a mí,
se abisman en mí las tinïeblas;

Die Pforte der Einweihung – Ein Rosenkreuzermysterium | [ein Fragment] | Zweites


Bild ||| Gegend im Freien, Felsen, Quellen; die ganze Umgebung ist in der Seele des
Johannes Thomasius zu denken; das Folgende als Inhalt seiner Meditation; später Maria.
|| (Es tönt aus Quellen und Felsen: O Mensch, erkenne dich!) || johannes: | So hör’ ich
sie seit Jahren schon, | Die inhaltschweren Worte. | Sie tönen mir aus Luft und Wasser, |
Sie klingen aus dem Erdengrund herauf, | Und wie ins kleine Samenkorn geheimnisvoll
| Der Rieseneiche Bau sich drängt, | So schließt zuletzt sich ein | In dieser Worte Kraft,
| Was von der Elemente Wesen, | Von Seelen und von Geistern, | Von Zeitenlauf und
Ewigkeit | Begreiflich meinem Denken ist. | Die Welt und meine Eigenheit, | Sie leben
in dem Worte: | O Mensch, erkenne dich! | (Aus Quellen und Felsen tönt es: O Mensch,
erkenne dich!) | Und jetzt! – es wird | Im Innern mir lebendig fürchterlich. | Es webt um
mich das Dunkel, | Es gähnt in mir die Finsternis; |
388 rudolf steiner

desde la oscuridad de los mundos resuena,


desde las tinieblas del alma se oye:
¡Oh, hombre, reconócete!
(Resuena de las peñas y fuentes: ¡Oh, hombre, reconócete!)
Despojado me veo ahora de mí mismo.
Con el curso dïurno cambio de las horas
y me convierto en noche.
Sigo a la tïerra en su órbita universal,
retumbo en el trueno,
cruzo el estremecido cielo en los relámpagos.
Soy… ¡Oh, de mi propia esencia
ya me siento retirado.
La envoltura veo de mi cuerpo;
es un extraño ser fuera de mí,
muy lejana está de mí.
Allí se acerca otro cuerpo suspendido.
No puedo menos de hablar con su boca:
«Miseria amarga me ha él deparado;
yo le he brindado toda mi confianza.
Sumido en la aflicción me dejó y solo,
me despojó del calor de la vida,
empujándome a la tierra fría.»
La pobre, la que abandoné,
si yo mismo era ella…
Debo sufrir su tormento.
El conocimïento me procuró las fuerzas,
para llevar mi Yo a otro Yo.
¡Oh, palabra horrenda!
Por su propia füerza se extingue tu luz.
¡Oh, hombre, reconócete!
(Resuena de las peñas y fuentes: ¡Oh, hombre, reconócete!)
[..........................................................]

Es tönt aus Weltendunkel, | Es klingt aus Seelenfinsternis: | O Mensch, erkenne dich! |


(Es tönt aus Quellen und Felsen: O Mensch, erkenne dich!) | Es raubt mich jetzt mir selbst. |
Ich wechsle mit des Tages Stundenlauf | Und wandle mich in Nacht. | Der Erde folge ich
in ihrer Weltenbahn. | Ich rolle in dem Donner, | Ich zucke in den Blitzen. | Ich bin. – O
schon entschwunden | Dem eignen Wesen fühl’ ich mich. | Ich sehe meine Leibeshülle;
| Sie ist ein fremdes Wesen außer mir, | Sie ist ganz fern von mir. | Da schwebt heran ein
andrer Leib. | Ich muß mit seinem Munde sprechen. | »Er hat mir bittre Not gebracht;
| Ich habe ihm so ganz vertraut. | Er ließ im Kummer mich allein, | Er raubte mir die
Lebenswärme | Und stieß in kalte Erde mich.« | Die ich verließ, die Arme, |
Ich war sie eben selbst. | Ich muß erleiden ihre OuaL | Erkenntnis hat mir Kraft verliehn,
| Mein Selbst in andres Selbst zu tragen. | O grausam Wort! | Dein Licht verlöscht durch
eigne Kraft. | O Mensch, erkenne dich! | (Es tönt aus Quellen und Felsen: O Mensch,
erkenne dich!) | [..........................................................] ||
rudolf steiner 389

juan: (como si volviera en sí, distingue a María.


La meditación se transforma en realidad interior):
¡Oh, amiga, estás aquí!
maría: Te buscaba, amigo mío,
aunque no desconozco
cuánto la soledad te place,
después de haber anegado tu alma
el recïal de tantas opiniones humanas.
Y aunque sé
que no puedo con mi presencia ahora
ayudar al amigo,
un oscuro afán me impulsa en este instante
a acercarme a ti,
al procurarte las palabras de Benedicto
–de la profundidad de tu espíritu atrayéndola–
tan gravosa pena,
en lugar de luz.

El despertar de las almas – Procesos anímicos


y esprituales en imágenes escénicas
[Fragmento]

Imagen decimoquinta

[..........................................................]
arimán: Tan sólo aspiráis a la autocognición;
el ser espiritual ajeno, que se os quiera
mostrar servicïal, tendría entonces
que entregarse primero cual parte a vuestro Yo,
si tan sólo pudiera, cognoscible, asistiros.
benedicto: Seas quien fueres, sirves solamente al Bien,

johannes (wie wenn er zu sich käme, erblickt Maria. |Die Meditation geht in innere Realität
über) | O Freundin, du bist hier! || MARIA: Ich suchte dich, mein Freund; | Obwohl
bekannt mir ist, | Wie lieb dir Einsamkeit, | Nachdem so vieler Menschen Meinungen
| Die Seele dir durchflutet. | Und weiß ich auch, | Daß ich durch meine Gegenwart dem
Freund | In dieser Zeit nicht helfen kann, | So drängt ein dunkles Streben | In diesem
Augenblick mich doch zu dir, | Da Benedictus’ Worte dir statt Licht | So schweres Leid |
Aus deines Geistes Tiefen lockten.
Der Seelen Erwachen – Seelische und geistige Vorgänge in szenischen Bildern [ein
Fragment] | Fünfzehntes Bild ||| [..........................................................] | ahriman : Ihr
strebt doch nur die Selbsterkenntnis an; | dann müßte fremdes Geistessein, das euch | sich
dienstbar will erweisen, eurem Selbst | als Teil sich erst ergeben, sollt’ es nur | erkennbar euch
zur Seite stehen dürfen, || benedictus : Wer du auch seist, dem Guten dienst du nur,
390 rudolf steiner

si no quieres en ti mismo poner tu afán,


si en el pensamiento humano te pïerdes
y resurges así en el devenir del cosmos.
arimán: Es ahora el momento, de que con toda prisa
cambie mi rumbo, dejando su círculo;
ya que tan pronto su visïón pueda también
pensarme en mi verdad, se creará para mí
en su pensamïento, una parte de la fuerza
que lentamente me aniquila.
(Arimán desaparece.)
benedicto: Sólo ahora reconozco a Arimán, que huye
de aquí en persona, mas creando mentalmente
en mi Yo el saber de su esencia.
Se afana en confundir el pensamiento humano,
porque busca en él las füentes de sus males,
por un error antaño dado en heredad.
Aún no sabe, que sólo puede haber redención
para él en el futuro, si reencuentra su esencia
en el espejo de este pensamiento.
[..........................................................]

wenn du in dir nicht selber streben willst, | wenn du im Menschendenken dich verlierst
| und so im Weltenwerden neu erstehst. || AHRIMAN: Es ist jetzt Zeit, daß ich aus
seinem Kreise | mich schnellstens wende; denn sobald sein Schauen | mich auch in
meiner Wahrheit denken kann, | erschafft sich mir in seinem Denken bald | ein Teil der
Kraft, die langsam mich vernichtet. | (Ahriman verschwindet.) || BENEDICTUS: Jetzt
erst erkenn’ ich Ahriman, der selbst | von hier entflieht, doch seines Wesens Kunde |
gedankenhaft in meinem Selbst erschafft. | Er strebt das Menschendenken zu verwirren,
| weil er in ihm die Quellen seiner Leiden | durch einen altvererbten Irrtum sucht. | Er
weiß noch nicht, daß ihm Erlösung nur | in Zukunft werden kann, wenn er sein Wesen |
im Spiegel dieses Denkens wiederfindet. | [..........................................................]
Martin Heideg ger 2

Agonizante esplendor

Temprano otoño risueño,


¡abre el portal del jardín!
guíame, áureo, en carrera
alocada y juvenil.
A saludar otra vez
tu agonizante esplendor
y otra vez a vagar
tarde y noche, entre las dos.
Tu susurrante follaje,
estremecido en la muerte,
siente aún en la caída
la inminencia de su suerte.
Tu sueño ansioso en el día
de más sol necesitado,
es que busca él las cansadas
rosas sobre el cercado?

Horas del Monte Oliveto

Horas en mi vida, del Monte Oliveto:


en el lúgubre esplendor
de la vacilación pusilánime,
muchas veces me habéis contemplado.
Llorando exclamé: jamás en vano.
Mi joven ser,
de su queja, exánime,
sólo en el ángel «Merced» ha confiado.

Sterbende Pracht ||| Lachender Frühherbst, | Das Gartentor auf ! | Führ mich, du goldner,
| Im jung tollen Lauf. || Noch einmal zu grüßen | Die sterbende Pracht, | Noch einmal zu
wandern | Zwischen Abend und Nacht. || Dein raschelndes Laub | Erschauernd im Tod
| Spürt noch im Fall | Die nahende Not. || Dein sehnendes Träumen | Im sonnarmen Tag
| Sucht es die müden | Rosen im Hag?
Ölbergstunden ||| Ölbergstunden meines Lebens: | im düstern Schein | mutlosen
Zagens | habt ihr mich oft geschaut. || Weinend rief ich: nie vergebens. | Mein junges
Sein | hat müd des Klagens | dem Engel »Gnade« nur vertraut.
392 martin heidegger

Vamos a esperar

Ante el portal del jardín primaveral,


vamos, atentos, a esperar,
hasta que asciendan las alondras,
hasta que los violines y las rondas,
el murmullo de las fuentes,
los argénteos y lucientes
cencerros de las majadas
sean la alegría en coral universal transfigurada.

Senda vespertina en Reichenau

Hacia el lago fluye un argénteo fulgor


rumbo a oscuras costas de los confines,
y en el relente y el fatigoso estío de los jardines,
cual contenida palabra de amor,
cae la noche.
Y con la albura lunar de los hastiales
se involucra el reclamo último de un ave
desde el campanario añoso –
y lo que me creó el día estival y luminoso
reposa, de frutos grave –
embelesado envío
desde la eternidad –
para mí en el yermo gris
de una gran ingenuidad.

Wir wollen warten ||| Vorm Tor zum Frühlingsgarten | wollen wir horchend warten,
| bis die Lerchen steigen, | bis Lieder und Geigen, | das Murmeln der Quellen, | die
silberhellen | Glocken der Herden | zum Weltchoral der Freude werden.
Abendgang auf der Reichenau ||| Seewärts fließt ein silbern Leuchten | zu fernen
dunkeln Ufern fort, | und in den sommermüden, abendfeuchten | Gärten sinkt wie ein
verhalten Liebeswort | die Nacht. | Und zwischen mondenweißen Giebeln | verfängt sich
noch ein letzter Vogelruf | vom alten Turmdach her – | und was der lichte Sommertag mir
schuf | ruht früchteschwer – | aus Ewigkeiten | eine sinnentrückte Fracht – | mir in der
grauen Wüste | einer großen Einfalt.
Walter Benjamin 3

Libérame del tiempo del que te retiraste


y de dentro despréndeme tu proximidad
como a las rosas rojas a hora crepuscular
desprende de las cosas el tibio maridaje
benevolencia auténtica y una amarga voz
y el rubor de los labios extraño yo en calma
que vencían las ascuas prïetas en ardor
del pelo umbría púrpura en frente acongojada
y püede negárseme la imagen también
de ira y alabanza cual fueron en tu entrega
del modo de andar ducal en que has llevado
la enseña de la cual el emblema tú sondeas
si tan sólo en mí el nombre tuyo sagrado
sin imagen eriges cual infinito amén.

II

De haber vaticinado al mundo tu estar muerto


en la muerte te hubiera natura precedido
tornaría con inexorable mandamiento el
el ser a un eterno olvido

habría en el cielo auroras calmas


a la hora del desliz del vestido de tu cuerpo
cuando tiñó los bosques todos un pesar negro
y la noche cubrió el mar en süave barca

I ||| Enthebe mich der Zeit der du entschwunden | Und löse mir von innen deine Nähe |
Wie rote Rosen in den Dämmerstunden | Sich lösen aus der Dinge lauer Ehe || Wahrhaftge
Huldigkeit und bittre Stimme | Entbehr ich heiter und der Lippen Röte | Die überbrannt
war von der schwarzen Glimme | Des Haares purpurn schattend Stirn der Nöte || Und
auch das Abbild mag sich mir versagen | Von Zorn und Loben wie du sie mir botest | Des
Gangs in dem du herzoglich getragen || Die Fahne deren Sinnbild du erlotest | Wenn nur
in mir du deinen heilgen Namen | Bildlos errichtest wie unendlich Amen.
II ||| Hättst du der Welt dein Sterben prophezeit | Natur wär dir vorangeeilt im Tode
| Kehrte mit unerbittlichem Gebote | Das Sein in ewige Vergessenheit || Am Himmel
ständen sanfte Morgenrote | Zur Stunde da hinglitt dein Körperkleid | Die Wälder färbte
alle schwarzes Leid | Nacht überzog das Meer auf leisem Boote ||
394 walter benjamin

de estrellas forma sin nombre el duelo


en la celeste bóveda a tu mirada
el monumento impiden con un muro espeso
tinieblas primavera nueva en luz alzada
la estación mira en quieta altura de las estrellas
desde la cisterna de tu muerte que espejea.

III

Tú alumbrada dicha con qué honda reserva


surgí de él y fui destinado al instante
a ser como la noche en sus ojos fulgurante
el más suave en escalas él del cielo extensas
el rayo a ser que en su visión advierte
junto al que felices los no nacidos yacen
a la mejilla más intimamente a estrecharme
que flota en el azur cual nube ardiente
que no se dïera alas jamás estaba escrito
mi boca si en su canto él no se alzaba
sólo era mi cabeza la última en el anillo
que orando la cuna orlaba en llamas
cómo pudo ocurrir que él se me haya ocultado
mi joven muerte encima llevando de su mano.

Aus Sternen bildet namenlose Trauer | Das Denkmal deines Blicks am Himmelsbogen |
Und Finsternis verwehrt mit dichter Mauer || Des neuen Frühlings Licht heraufgezogen
| Die Jahrzeit sieht im stillen Stand der Sterne | Aus deines Todes spiegelnder Zisterne.
III ||| Du selige Geburt wie tief verschwiegen | Entstieg ich ihm und war zur Stund
bestimmt | Zu sein wie Nacht die ihm im Auge glimmt | Dem Leisesten auf weiten
Himmelsstiegen || Der Strahl zu sein den er im Blick vernimmt | An welchem glücklich
Ungeborne liegen | Mich inniger der Wange anzuschmiegen | Die im Azur als glühe
Wolke schwimmt || Geschrieben stand daß nimmer sich beschwinge | Mein Mund wenn
nicht in seinem Lied er stiege | Mein Haupt war nur ein letztes in dem Ringe || Der
lodernd säumte mit Gebet die Wiege | Wie ist geschehen daß er mir entschwand | Führt
meinen jungen Tod auf seiner Hand.
walter benjamin 395

IV

En el despertar eran sus miradas


mi única claridad en los rastros incïertos
y en sus ojos luceros dispensaban
el único fulgor en mi aposento
se han ido ya los camaradas
rotos de todo espíritu los mudos espejos
en la húmeda risa que estos cielos
transfiguraban más dichosos cada mañana
aun durante el llanto como charcos estaban
que en el caer se nutrieran de pesadas gotas
con un más que las lluvias persistente aroma
desde la plenitud de sus lágrimas hablaban
las cosas a que un nombre aún hacía falta
de modo igual que en los jardines hojas.

IV ||| Es waren seine Blicke im Erwachen | Mein einzig Leuchten auf den irren Fährten |
Und seiner Augen Sterne sie gewährten | Den einzgen Schein in meinen Schlafgemachen
|| Nun sind dahingegangen die Gefährten | Die stummen Spiegel allen Geistes brachen
| In diesen Himmeln die ihr feuchtes Lachen | Mit jedem Morgen seliger verklärten ||
Noch wenn sie weinten standen sie wie Lachen | Die sich im Fall der schweren Tropfen
nährten | Und länger duften als die Regen währten || Und aus der Fülle ihrer Tränen
sprachen | Die Dinge denen Namen noch gebrachen | Auf solche Art wie Blätter in den
Gärten.
La lengua como nuevo
ámbito experimental
Paul Cel an 1

Y has llegado a ser


quien jamás conocí:
palpita en un país
de fuentes, por doquier
tu corazón; ni boca
bebe allí ni forma orla
la sombra: agua rezuma
el brillo, brillo espuma
cual agua, y subes fuentes,
te ciernes por los brillos,
creó un juego tu mente,
que demanda el olvido.

Sobre tres piedras mamarias


cifradas con sangre
de algas pardas
en el sueño
ebrio de mar
cala tu cielo,
que se suelta
del último
cordel de lluvia.
Y deja
a tu venera de agua dulce,
que ha cabalgado contigo hasta aquí,
sorber a fondo
todo esto,

So bist du denn geworden | wie ich dich nie gekannt: | dein Herz schlägt allerorten | in
einem Brunnenland, || wo kein Mund trinkt und keine | Gestalt die Schatten säumt, |
wo Wasser quillt zum Scheine | und Schein wie Wasser schäumt. || Du steigst in alle
Brunnen, | du schwebst durch jeden Schein. | Du hast ein Spiel ersonnen, | das will
vergessen sein.
Über drei im meer- | trunkenen Schlaf | mit Braunalgenblut | bezifferte Brust-
| warzensteine || stülp deinen sich | von der letzten | Regenschnur los- | reißenden
Himmel. || Und laß | deine mit dir hierher- | gerittene Süßwassermuschel || all das
hinunter- | schlürfen, bevor |
400 paul celan

antes de llevarla al oído


de una sombra de reloj,
al anochecer.

El lema hecho sílice en el puño,


olvidas, que olvidas
en la muñeca cristalizan fulgurantes
los signos de puntuación,
a través de la tierra
en peine escindida
llegan las pausas cabalgando,
allí, junto
al arbusto del sacrificio,
donde la memoria se enciende,
os captura el
hálito Único.

SOLVE

Árbol tumbal, des


orientado, escindido
en haces de leña ardiente:
llevado entre las plantas
venenosas, las catedrales,
río arriba, río
abajo, en jangada
por el libre
signo de
puntuación en llamas ínfimas,

du sie ans Ohr | eines Uhrschattens hältst, | abends.


Den verkieselten Spruch in der Faust, | vergißt du, daß du vergißt, || am Handgelenk
schießen | blinkend die Satzzeichen an, || durch die zum Kamm | gespaltene Erde |
kommen die Pausen geritten, || dort, bei | der Opferstaude, | wo das Gedächtnis
entbrennt, | greift euch der Eine | Hauch auf.
SOLVE ||| Entosteter, zu | Brandscheiten zer- | spaltener Grabbaum: || an den Gift- |
pflanzen vorbei, an den Domen, | stromaufwärts, strom- | abwärts geflößt || vom winzig-
lodernden, vom | freien | Satzzeichen der | zu den unzähligen zu |
paul celan 401

de la en los inefables,
incontables
nombres a nombrar,
en dis
persión refugiada, res
catada
escritura.

Un estruendo: la verdad*
misma ha comparecido
avanzando entre los
hombres,
hacia el centro
del torbellino de metáforas.

* Traducción conjunta en el curso Alemán III-92, DIM – UNR.

nennenden un- | aussprechlichen | Namen aus- | einandergeflohenen, ge- | borgenen |


Schrift.
Ein Dröhnen: es ist | die Wahrheit selbst | unter die Menschen | getreten, | mitten ins
| Metapherngestöber.
Andres Ehin 2

hay una luna construida de chucrut


cuando mira a los durmientes
hincha su viento ventral
hay un cielo hecho a mano de arandelas celestes
y tuercas de color azul oscuro
más no entra allí
bajo el cielo hay
del todo cubierta por gorras con visera
una montaña de huevos
a la más baja y profundamente azul
de las tuercas del cielo se aferra
una mujer con dos vientres que sólo tiene
un abdomen color rosa de frailecillo
el viento es fuerte
la mujer está obligada
a soltar la tuerca
vuela contra el cielo con pezones rechinantes
sonríe a la agria luna
que se ablanda y casi
hubiera devuelto la sonrisa
la mujer en vuelo acaricia amorosa la montaña de huevos
ante lo cual ésta empieza de pura alegría
a arrojar las gorras al aire
y aplastar el acordeón
la tierra al pie de la montaña se ha vuelto tan escasa
que ya no puede cubrir
los esqueletos galvanizantes
del héroe de tiempos remotos

ist aus sauerkraut ein mond gebaut | wenn er auf die schläfer schaut | bläht er ihren
bauchwind auf | ist ein himmel gebastelt aus hellblauen scheiben | und dunkelblauen
muttern | mehr geht nicht drauf || unter dem himmel ist | anz mit proletarischen
schirmmützen bedeckt | ein eierberg || an die allerunterste und allerdunkelblauste |
himmelmutter klammert sich | eine frau mit zwei bäuchen die nur einen | dompfaffenrosa
unterleib hat || der wind ist stark | die frau ist gezwungen | die mutter loszulassen | sie
fliegt mit quiekenden brustwarzen am himmel | sie lächelt dem sauren mond zu | der
weich wird und fast | zurückgelächelt hätte || die flugfrau streichelt liebevoll den eierberg
| worauf dieser vor lauter freude anfängt | die mützen in die luft zu werfen | und die
harmonika zu quetschen || die erde am fuss des bergs ist so spärlich geworden | dass sie
nicht mehr die galvanisierenden skelette | des helden uralter zeiten | zu bedecken vermag
Christian Loidl 3

Uno conoce todo por el


nombre.
Donde ése está, todo está
en silencio.
Un mundo de antigua
madera de trineo.
Dormir una noche,
y
la casa ya
no está.
El cielo y las
estrellas
son un pelaje de animal,
y sobre el pelaje
yaces tú, nacido
para el lenguaje.

En este fango hay líneas de serpientes,


líneas de serpientes que tú conoces y
líneas de serpientes que tú no conoces.
La serpiente misma
desaparece en su guarda.
La guarda desaparece en el fango.

(N. d. T.) Ambos poemas de Loidl, traducidos durante una pausa en el Festival de
Poesía 2001, en el Centro Cultural B. Rivadavia.

Einer kennt alles beim | Namen. | Wo der ist, ist alles | still.| Eine Welt aus altem |
Schlittenholz. || Eine Nacht Schlafen, | und | das Haus steht | nicht mehr. || Der Himmel
und die | Sterne | sind ein Tierfell, | und auf dem Fell | liegst du, geboren | zur Sprache.
In diesem Lehm sind Schlangenlinien, | Schlangenlinien die du kennst und | Schlangenlinien
die du nicht kennst. | Die Schlange selbst | verschwindet in ihr Muster. | Das Muster
verschwindet im Lehm.
Tobias B urghar dt 4

INSCRIPCIÓN EN UN VASO

Miradas de hombre búho,


donde
se reconoce un astro
que de súbito
baja al abrevadero,
fresco y pesaroso
el labio en la bujía de sebo.

Una línea
turgente
se desgaja.
Reptiliforme,
más fluida aún
entre dos noches.
Una presencia única de algas y piedra estelar,
honda, en la verdinegra
nada.

Hacia atrás susurra la roca,


resplandece
navegable-ictiobarbada
hacia aquí,
para florecer por orden

VASENINSCHRIFT ||| Eulenmensch Blicke, | worin | ein Gestirn sich erkennt, | das
jählings | herabsteigt zur Tränke, | gramkühl | die Lippe im Talglicht.
1 ||| Eine schwellende | Linie | zweigt ab. || Echsengestaltig, | fließender noch |
zwischen zwei Nächten. || Eine einzige Anwesenheit aus Sternstein und Algen, | tief im
schwarzgrünen | Nichts.
2 ||| Rückwarts flüstert der Fels, | glänzt | fischbärtig schiffbar | daher, | um alphabetisch
405

alfabético:
estrellamar,
amelo otoñal:
flores epocales.

Límpido como el mar serpentea el sentido


hacia dentro del ojo
con dedos de búho,
im-
pers-
picazmente
ceñido de sol: cegado de canchal.
La ausente escritura coralina de la radiación estelar,
inadvertida,
nunca jamás.

Una mano marchita es el desierto,


reverente ante la imprecación, hojea
en el libro
inmortal
éneo el viento
siguiendo susurrantes surcos,
arraigando
junto al arte pétreo
en el crepuscular ibis rojo
dorso de la tierra.

| zu blühn: | Sternwegerich, | Herbstaster: | Blumen der Zeit.


3 ||| Seehell mäandert der Sinn | ins eulenfingrige | Aug, | un | ein | sichtig | umsonnt:
steinwüstenblind. || Die abwesende Korallenschrift der Sternstrahlung, | ungesehen, |
nimmer.
4 ||| Eine welke Hand ist die Wüste, | fluchfürchtig blättert | im todlosen | Buch | ehern
der Wind | an raunenden Furchen entlang, | wurzelnschlagend | neben der Steinkunst |
am ibisrotdämmrigen | Rücken der Erde.
406 tobias burghardt

…somnoliento,
a-
clim-
atado
al en vano
de la noticia que ganara
el silencio, cual sol nocturno
cifrado, broncíneo,
vertical.

Un canchal estrelloso es el zorro gris,


con rastros venatorios de correría,
la presa: sedimento singularmente fugaz;
leo en tus cicatrices.
Un pelícano es el mar,
se devora allí hacia tierra ceñido por las ondas,
la cría tropical de los delfines,
un ónfalo de blanco, de saludo distante.
Un mar es el espacio nocturnal, hacia la vía láctea
va un último adiós de los soles de medianoche
a tus tablas en zozobra; raramente
intemporal – por doquier.
Tú eres el zorro gris, el mar, el espacio nocturnal
y el canchal estrelloso, eres el sol de la muerte.

5 ||| …schläfrig | ein | ge | wöhnt | im Umsonst | der erschwiegenen | Kunde,


nachtsonnengleich | beziffert, bronzen, | vertikal.
6 ||| Eine sternige Steinwüste ist der Graufuchs, | wildfährtig auf Raubzug, | die Beute:
selten flüchtiges Schwemmgut; | ich lese in deinen Narben. || Ein Pelikan ist das Meer,
| da frißt es sich landhin umwogt, | die tropische Brut der Delphine, | ein grüßfüßiger
Nabel in Weiß. || Ein Meer ist der nächtige Raum, milchstraßenhin | geht ein Nachruf
der Mittnachtsonnen | auf deine gekenterten Planken; seltsam | alterslos – allerorten. ||
Du bist der Graufuchs, das Meer, der nächtige Raum | und die sternige Wüste, bist die
Sonne des Tods.
tobias burghardt 407

«Colibrí»
dice el hálito primero.
El oasis de algodón en el borde de la meseta
sobre fondo áureo, grano* de siempreviva.
La estrella temprana se llama
narciso.
El árbol nubado y el mono,
otro gandul.
La constelación de la araña, tipo por tipo,
malla de gritos en la colina de ojos aquilinos.

El ígneo Leguán
lame
herrumbrosos signos
de la hace tiempo desaparecida
biografía de los astros,
la lengua migratoria del pétreo erial,
seña y ceniza
del arca
Mano noctilívida.

* grano (›Grän‹): Cuarta parte del quilate; designa la cantidad de fino de una liga de oro.

7 ||| Kolibri | lautet der erste Hauch. || Die Baumwolloase am hochebenen Rande | auf
Goldgrund, Immergrüngrän. || Der frühe Stern heißt | Narzisse. || Der Wolkenbaum
und der Affe, | ein anderer Tagdieb. || Die Konstellation der Spinne, Letter für Letter, |
Netzwerk aus Schreien am adleräugigen Hügel.
8 ||| Der feurige Leguan | leckt | rostige Zeichen | der längst verschollenen | Biographie
der Gestirne, | die Wanderzunge der steinernen Wüste, | Wink und Asche | der Arche
| Nachtfahle Hand.
408 tobias burghardt

Dos líneas
errabundas
en el desgaje de una voz,
in-
in-
terrumpidas,
en espiral.

10

Imatak hutiki? *

11

De repente rearados
por la huella del casco y el derecho vial.

12

Atoq** de la legua,
tan sólo aquí
puedes murmurar
en el follaje
inaudible,
aún más radiante
que nunca.

* ‹¿Cómo te llamas?›
**Atoq: Zorro o zorro gris (quechua).

9 ||| Zwei streunende | Linien | am Abzweig einer Stimme, | un | un | terbrochen, | spiral.


10 ||| Imatak hutiki?
11 ||| Urplötzlich durchpflügt | von Hufspur und Wegrecht.
12 ||| Atoq de la legua, | nur hier | kannst du rauschen | im unhörbaren | Laub, | sonniger
noch | als je.
tobias burghardt 409

Penhap
Ile-aux-Moines

Lo que algún día te tienda,


te salve en lo pétreo,
piénsalo, memoria, a caballo:
dolménico
se silenció hacia ti: la frente
en fuga del recuerdo
bajo los olmos:
de la resonancia
los signos overos:
la queja de la vid.
Piénsalo, oh vela, con viento
rizado sobre retama y pradera.

Penhap | Ile aux Moines ||| Was dich einst bette, | rette ins steinerne, | denk es, Gedenken,
zu Pferd: || es schwieg sich dir | dolmenhaft zu: die fliehende | Stirn der Erinnerung |
unter den Ulmen: | die falben | Zeichen des Nachklangs: | die Klage des Weins. || Denk
es, o Segel, mit lockigem | Wind über Ginster und Heide.
[poesía concreta ]
Eugen Gomringer 1

silencio silencio silencio


silencio silencio silencio
silencio silencio
silencio silencio silencio
silencio silencio silencio

schweigen schweigen schweigen | schweigen schweigen schweigen | schweigen schweigen


| schweigen schweigen schweigen | schweigen schweigen schweigen
Ernst Jandl 2

Marcación
de un cambio

1944 1945
guerra guerra
guerra guerra
guerra guerra
guerra guerra
guerra mayo
guerra
guerra
guerra
guerra
guerra
guerra
guerra

ser quinto
puerta abierta
uno afuera
uno adentro
ser cuarto
puerta abierta
uno afuera
uno adentro
ser tercero
puerta abierta
uno afuera
uno adentro
ser segundo

Markierung | einer Wende ||| 1944 1945 | krieg krieg | krieg krieg | krieg krieg |
krieg krieg | krieg mai | krieg | krieg | krieg | krieg | krieg | krieg | krieg
fünfter sein || tür auf | einer raus | einer rein | vierter sein || tür auf | einer raus | einer rein
| dritter sein || tür auf | einer raus | einer rein | zweiter sein ||
415

puerta abierta
uno afuera
uno adentro
ser el próximo
puerta abierta
uno afuera
uno adentro
ndíadoctor

tür auf | einer raus | einer rein | nächster sein || tür auf | einer raus | selber rein |
tagherrdoktor
Timm Ul richs 3

cogito lúdico*
(según descartes)

pienso, entonces soy.


soy, entonces pienso.
soy entonces, pienso.
pienso entonces: ¿soy?

* Nos decidimos por una traducción ‹libre›, tanto del título como del primer verso de este
poema: Spiel significa tanto ‹juego› como ‹interpretación› (musical), ‹representación›
(teatral; Trauerspiel: ‹tragedia›), etc. La traducción clásica del cogito ‹pienso, luego
(= por lo tanto) existo› fue reemplazada por la más coloquial (y literal) «pienso, entonces
soy», para poder mantener, en lo posible, el juego con las variaciones de uso de also en
alemán (‹luego› en el sentido de ‹por lo tanto, por consiguiente›–, pero también como
pleonástico ‹pues bien›, etc.).

[fragmento final del poema e b b e - trad. completa en 417]

ebbeebbeebbeebbeebbe
ebbeebbeebbeebbe flut
ebbeebbeebbe flutflut
ebbeebbe flutflutflut
ebbe flutflutflutflut
flutflutflutflutflut
ebbe flutflutflutflut
ebbeebbe flutflutflut
ebbeebbeebbe flutflut
ebbeebbeebbeebbe flut
ebbeebbeebbeebbeebbe
ebbeebbeebbeebbe flut
ebbeebbeebbe flutflut
ebbeebbe flutflutflut
ebbe flutflutflutflut
flutflutflutflutflut

denk-spiel | (nach descartes) ||| ich denke, also bin ich. | ich bin, also denke ich. | ich bin
also, denke ich. | ich denke also: bin ich?
417

bajamarbajamarbajamarbajamarbajamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
pleamarpleamarpleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamarbajamarbajamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
pleamarpleamarpleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamarbajamarbajamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
pleamarpleamarpleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamarbajamarbajamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
pleamarpleamarpleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamarbajamarbajamar
bajamarbajamarbajamarbajamar pleamar
bajamarbajamarbajamar pleamarpleamar
bajamarbajamar pleamarpleamarpleamar
bajamar pleamarpleamarpleamarpleamar
pleamarpleamarpleamarpleamarpleamar
Apéndice
eugen g omringer

del verso a la constelación

objetivo y forma de una nueva poesía


rien n´aura lieu
exepté
peut-être
une constellation (mallarmé)
nuestra época habla, como toda época, su propio lenguaje. sobre todo
habla, aunque escriba, y escribe mucho. el hombre de hoy quiere
comprender con rapidez y ser comprendido con rapidez, y muchos
hombres –el número de hombres se incrementará considerablemen-
te– quieren además ser comprendidos con rapidez por otros muchos
hombres. el medio es el lenguaje directo y la escritura, escribir y leer es
fastidioso, si exige mucho esfuerzo. en otras palabras: para la comuni-
cación veloz es más apropiada la llamada telefónica que la carta, más
apropiada la radio que la prensa.
nuestros lenguajes se encuentran en el camino de la simplificación
formal. se configuran formas reducidas, concisas. con frecuencia el con-
tenido de una frase se convierte en un concepto acuñado en un vocablo
singular, con frecuencia explicaciones extensas se representan en forma
de pequeños grupos de letras. se manifiesta también la tendencia a sus-
tituir la pluralidad de lenguajes por algunos pocos, de validez universal.
no obstante, merced a su moderno carácter de signo, la escritura se ha
adaptado a la necesidad de la comunicación más rápida. se hace tan ne-
cesaria junto a la lengua hablada, como lo son las impresiones ópticas
junto a las acústicas. a la vez, entra en el ámbito de la valoración estéti-
co-práctica. los titulares y las consignas no sólo impactan por conteni-
do y combinación sonora, impactan también por la imagen tipográfica.
algo semejante vale asimismo respecto de textos más extensos, que
son tratados visualmente o compuestos según puntos de vista gráficos.
aquí no es necesario que impacte la letra en particular, sino que el texto
gane como totalidad. la imagen tipográfica más uniforme, más agra-
dable y más racional, la logra la minúscula consecuente. por otra parte,
puede pensarse que en el futuro otros medios de expresión visuales se
pondrán al servicio de la comunicación, o que los acreditados –como la
escritura– encontrarán aplicación de un nuevo modo.
¿significa esta elección de lo conciso y esta simplificación del lenguaje
y de la escritura el fin de la poesía? por cierto que no. concisión en el
422 eugen gomringer

sentido positivo –concentración y simplicidad– son la esencia de la


poesía. de ello podría concluirse, que poesía y lenguaje actual deberían
tener algo en común, que tanto en lo formal como en lo sustancial se
nutren mutuamente. esta afinidad existe y no existe a la vez. existe a
veces, desapercibida, en la cotidianeidad, donde a partir de titulares,
consignas, grupos de sonidos y de letras, surgen configuraciones que
pueden ser modelos de una nueva poesía y necesitan tan sólo ser des-
cubiertas o que se les asigne una aplicación interpretativa.
no existe empero afinidad formal ni sustancial, si se escriben versos, el
poema en forma de verso es, o bien una dimensión histórica o, cuando
es de hoy, una reminiscencia artesanal. el verso ya no es un principio
vivo de ordenamiento de la lengua. su peculiar lenguaje está separado
del lenguaje de la vida vivida. entre el poema en verso y la sociedad no
existe relación alguna (fuera de la estimación del pasado insigne), por
lo cual muchos poetas hacen reproches a la sociedad. no obstante, el
error radica en estos poetas.
aunque el poema escrito en una de las formas de versificación tradicio-
nales (el más refinado verso libre ha también de incluirse aquí, si no se
lo quiere adjudicar a la prosa) las más de las veces aparece hoy en día
sin pretensiones de representar el lenguaje y el sentimiento contempo-
ráneos, este lugar es reclamado tanto más por la poesía irracionalista,
en la que se enrola una gran parte de los jóvenes poetas alemanes, es-
pañoles y sudamericanos. en esta
poesía se cultiva la expresión individualista, y el rasgo común consiste
en lo formal únicamente en una llamativa acumulación de metáforas
genitivas. sin embargo, la poesía de nuestra época y la poesía del futu-
ro, una época quizás aún más conscientemente organizada, no puede
basarse –si quiere servir a la sociedad– en expresar sentimientos y
pensamientos individualistas, en un lenguaje que interesa sobre todo
a algunos aplicados intérpretes. con algunas funciones catárticas de
tipo surrealista la poesía podría no tener ya nada que ver. antes bien, se
plantea hoy la tarea de determinar a la poesía de nuestra época en su
ubicación histórico-evolutiva, en su instrumento, su dependencia y su
objetivo, para con ello conquistarnos su forma.
la nueva poesía tiene un fundamento histórico-evolutivo. sus comien-
zos pueden verse en los experimentos de un arno holz (poemas de
phantasus) como en los del tardío mallarmé y en los «caligramas» de
apollinaire. se anuncia en estos poetas mediante una nueva estructura-
ción de los poemas. en el caso de arno holz, se basa en que palabras que
rítmicamente se corresponden fueron reunidas en una línea, merced
a lo cual nace la conocida imagen de las líneas breves y largas de los
poemas de phantasus. mallarmé y apollinaire tenían como objetivo, con
eugen gomringer 423

intención diversa, desasir la palabra individual de la sintaxis niveladora


mediante complicados ordenamientos tipográficos, otorgándole –a ella
o al tipo en particular– su propio peso y su individualidad. que esta
poesía se convirtiera con ello en un paralelo del conocido desarrollo
que tuvo lugar en las artes plásticas (kandinsky, klee, mondrian), de-
muestra su participación en un proceso más general: el gran proceso de
depuración, que tanto aquí como allí, permitió redescubrir los elemen-
tos constructivos. la poesía futurista del círculo en torno a marinetti,
en parte también la expresionista, muy especialmente empero la poesía
dadaísta, reconocieron y captaron la palabra desasida del contexto,
entre otras, con la significativa justificación –de hugo ball–, de que las
peculiares circunstancias de aquella época no dejaban reposar y madu-
rar a un talento de rango, sino que lo remitían a la comprobación de
los medios. la justificación cosmovisiva y la voluntad expresiva que se
yerguen detrás de esta poesía, ya no nos pertenecen y no se correspon-
den ya con nuestra época. no obstante, si han hoy de hacerse reparos a
la poesía de estos movimientos, típicos de un período de ruptura –era
con mucha frecuencia poesía de estado de ánimo, y en gottfried benn,
desgraciadamente, lo es aún hoy–, no puede desconocerse su contribu-
ción al proceso de la nueva poesía, sus experimentos con las soluciones
que para mallarmé, apollinaire y holz fueron descubrimientos.
en estados unidos, la poesía que crea a partir de la palabra y la imagen
verbal, encontró en e. e. cummings y william carlos williams dos re-
presentantes que, de manera fundamentalmente distinta, condujeron
la nueva poesía al presente. el aporte de cummings es particularmente
importante allí donde subyace en su poesía un interés semiótico. no
obstante, merced a que cummings puso sus poemas bajo el lema «for
you and for me», se enrola en ese arrobamiento humano y artificial, en
el que jamás puede ser vista la meta de la nueva poesía. más importante
es un número de poemas de carlos williams. él objetivó el enunciado
hasta tal punto, que con su económico y concentrado medio «palabra»,
puede representar un universo de hechos cotidianos de los estados uni-
dos, al cual todos tienen acceso. en general, la desventaja de su poesía
puede verse en que, como descendiente del imaginismo, proporciona
descripciones abstractas –con una nota impresionista– y por lo tanto,
no es poesía consecuente a partir de la palabra, aunque su forma lo
haga suponer a primera vista.
la forma de la nueva poesía depende tanto del medio –la palabra–
como del objetivo que puede adjudicarse a la poesía en la sociedad
actual.
objetivo de la nueva poesía es otorgar otra vez a la poesía una función
orgánica en la sociedad, y con ello volver a determinar el lugar del
poeta, en su beneficio y en beneficio de ésta. dado que al hacerlo debe
424 eugen gomringer

pensarse en la simplificación formal de nuestros lenguajes y en el ca-


rácter de signo de la escritura, tan sólo puede hablarse de una función
orgánica de la poesía, si interviene ella en estos procesos lingüísticos. el
nuevo poema es, por lo tanto, como totalidad y en sus partes, simple y
abarcable. se convierte en objeto visual y de uso: objeto de pensamien-
to, juego de pensamiento. ocupa merced a su brevedad y su concisión.
es memorizable y, en tanto imagen, fácil de retener. sirve al hombre de
hoy por su carácter objetivo y lúdico, y el poeta le sirve por su particu-
lar talento para esta actividad lúdica. él es el conocedor de las reglas del
lenguaje y de juego, el inventor de nuevas fórmulas. mediante el carác-
ter ejemplar de sus reglas de juego puede el nuevo poema influir en la
lengua cotidiana.
el objetivo de la nueva poesía es mucho más directo que el de la poesía
individualista. la diferencia entre la así llamada literatura utilitaria y la
poesía designada no tiene ya relevancia. entre ambas existe una cercana
afinidad, y no es desacertado pensar, que la diferencia alguna vez desa-
parecerá, que en el futuro habrá básicamente sólo un tipo de literatura
utilitaria real. el aporte de la poesía será la concentración, la economía
y el silencio: el silencio caracteriza la nueva poesía frente a la poesía
individualista. para eso, se apoya en la palabra.
la palabra: es una dimensión. lo es, caiga donde caiga y sea como sea
escrita. no es buena ni mala, ni verdadera ni falsa. se compone de soni-
dos, de letras, de los cuales, algunos en particular poseen una expresión
destacada, individual. son propias de la palabra la belleza del material y
la extravagancia del signo. en ciertas combinaciones con otras palabras,
pierde ella su carácter absoluto. queremos evitar esto en la poesía. pero
tampoco queremos concederle la pseudoautonomía que le otorgaron
los estilos revolucionarios. no queremos subordinarla a ningún estilo, ni
aun al estilo staccato. queremos buscarla, hallarla y aceptarla. no obs-
tante, queremos preservarle su individualidad aun en combinación con
otras palabras, y por lo tanto, la disponemos con ellas en el modo de la
constelación.
la constelación es la posibilidad de estructuración más simple de la
poesía basada en la palabra. abarca un grupo de palabras, como abarca
un grupo de estrellas y se convierte en imagen estelar. en ella se adju-
dica a dos, tres o más palabras –no serán demasiadas–, colocadas una al
lado o debajo de otra, una relación material-conceptual. ¡y eso es todo!
la constelación es un orden y a la vez un espacio de juego con dimen-
siones fijas. permite el juego. permite la formación en serie de los con-
ceptos verbales a, b, c, y sus variaciones posibles. así, aun la inversión,
por ejemplo, tan sólo en la constelación se convierte en una dimensión
móvil, en un problema. la constelación permite incluso la combinación
eugen gomringer 425

frástica elemental: por consiguiente, sobre todo la pequeña y gran pala-


bra «y». en la constelación, también ella se convierte en una dimensión,
y está en lugar del vacío.
la constelación es instaurada por el poeta. él determina el espacio de
juego, el campo de fuerzas y señala sus posibilidades. el lector, el nuevo
lector, admite el sentido lúdico y se lo lleva consigo: pues saber acerca
de las posibilidades del juego, es hoy equivalente al saber acerca de un
precepto definitivo de los clásicos. el poeta puede también organizar la
constelación de manera tal, que el lector la siga punto por punto: con
lo cual no es violado, puesto que la constelación es el último poema
absoluto posible. la constelación es inter- y supranacional. una palabra
inglesa puede disponerse con una española. ¡cuánto se ajusta la cons-
telación a un aeropuerto! la constelación es intraducible. lo que quiere
decir es literal, único.
la constelación es para anotar y memorizar. es lenguaje por señas tanto
como herramienta de pensamiento abstracto. el error de intentos ante-
riores de una pura poesía de la palabra es que, o bien estaban unilate-
ralmente ligados al papel –en tanto puros constructos tipográficos– o
bien eran eficaces sólo por el sonido, sustrayéndose entonces al ámbito
de la poesía. la constelación no conoce negación alguna. ¡pues cada
palabra que el poeta coloca, es! en la constelación, una palabra como
«nada» se torna absurda, no puede emplearse: es abolida por sí misma.
con la constelación, algo se instaura en el mundo. es una realidad en sí,
y no un poema sobre…
un ejemplo de constelación: dadas las seis palabras españolas: avenidas,
flores, mujeres, admirador, y, un*. la constelación que propongo se ve
así:
avenidas
avenidas y flores
flores
flores y mujeres
avenidas
avenidas y mujeres
avenidas y flores y mujeres y
un admirador

se reconoce que la combinatoria es un medio auxiliar de la constela-


ción: una influencia más directa sobre la poesía jamás fue posible para
la matemática. y se reconoce además, que en la constelación pueden
combinarse el principio mecánico y el intuitivo en la forma más pura.
* en español en el original
426 eugen gomringer

otras constelaciones muestran que con su imagen escrituraria pueden


quitar el tiempo del poema, un experimento emprendido en la literatu-
ra de este siglo, sobre todo por james joyce (ulysses). ¿se ve en la cons-
telación la cuestión psíquica?
la constelación no es una receta, ni en lo formal ni en lo temático, no
nombra los problemas «demasiado humanos», eróticos y sociales. si a
estos problemas no puede dárseles una solución profunda en la vida, su
lugar está quizás en la literatura especializada.
la constelación es un requerimiento.

1954
Lírica de la segunda
mitad del siglo XX
Silja Walter 1

Bailarina

La danza terminó. Dulce está mi corazón


cual nueces; de mi piel, lo que pïenso apunta.
Si suave en los nudillos ya me mordiera yo,
más dulces olerían aún que la cocción
de melisa, sonora y roja sobre la estufa.
No hables de danza, de árbol ni de luna,
y menos aún del alma hables ahora.
En mi vestido anchísima orla, una costura
que mis pïes y mi cara arropa,
y todo lo que en esta noche se acuclilla,
de cada corredor repta hacia mí y me mide
con una gris mirada, me acecha y se inclina;
con su ataque estridente el rostro besos recibe.
No hables de danza, sueño o de estrella alguna,
y menos aún del alma; no abramos la boca.
En mi vestido anchísima orla, una costura
que alberga en paz el corro y sentido de las cosas.
Quisiera ser nïeve en pleno agosto,
y lentamente, desde los bordes, disiparme,
lentamente olvidarme de mí misma; mi gozo
sería, al hacerlo, a mí misma, cantando, mirarme.

Tänzerin ||| Der Tanz ist aus. Mein Herz ist süß wie Nüsse, | Und was ich denke, blüht
mir aus der Haut. | Wenn ich jetzt sacht mir in die Knöchel bisse, | Sie röchen süßer als
der Sud Melisse, | Der rot und klingend in der Kachel braut. || Sprich nicht von Tanz und
nicht von Mond und Baum | Und ja nicht von der Seele, sprich jetzt nicht. | Mein Kleid
hat einen riesenbreiten Saum, | Damit bedeck ich Füße und Gesicht | Und alles, was in
diesem Abend kauert, | Aus jedem Flur herankriecht und mich mißt | Mit grauem Blick,
sich duckt und mich belauert, | Mich gellend anfällt und mein Antlitz küßt. || Sprich
nicht von Tanz und nicht von Stern und Traum | Und ja nicht von der Seele, laß uns
schweigen. | Mein Kleid hat einen riesenbreiten Saum, | Drin ruht verwahrt der Dinge
Sinn und Reigen. || Ich wollte Schnee sein, mitten im August, | Und langsam von den
Rändern her vergehn, | Langsam mich selbst vergessen, ich hätt Lust, | Dabei mir selber
singend zuzusehn.
Friederike Mayröcker 2

Misterio

La imagen sacra tiene


una espina azul.
Jesús es bautizado
en naranja. Casi más allá
una y otra vez el Juicio Final.
Bienaventurados que sonríen y
forman coros. Verde clara
la tierra se hunde, pero
los cielos pronto se apaciguan.
Más claros, ondean como argénteas
banderas en lento movimiento,
y el cirio más alto se afana
y da olor.
Estoy ante ti en el polvo frío
estoy ante ti desde algún sitio
desde una aterida oscuridad
estoy ante ti y canto loas:
miradas de alabanza me elevaron
de los cansados estribos de mi
sentimiento, sin un
murmullo.

Tilo cintilante
hacia el clarísimo limón
oh arce tañendo tanto
el arpa; derraman
guirnaldas su rojo sanguíneo
como cabello de mujer en llamas:
Mysterium ||| Das Heiligenbild hat | einen blauen Dorn. Jesus wird orangefarben |
getauft. Beinah jenseits | immer wieder das Jüngste Gericht. | Selige die lächeln und
| Chöre bilden. Lichtgrün | geht die Erde unter, aber | die Himmel stillen sich bald. |
Lichter wehn wie silberne | Fahnen die sich langsam bewegen, | und die höchste Kerze
duftet | und strebt. | Ich bin vor Dir im kalten Staub | ich bin vor Dir irgendwoher | aus
einer erstarrten Dunkelheit | ich bin vor Dir und lobsinge: | preisende Blicke haben mich
aus | den müden Steigbügeln meiner | Empfindung gehoben geräuschlos.
Flitternde Linde| ins hellste Zitron | o sehr harfender | Ahorn; ausgieszen | Girlanden ihr
Blutrot wie | brennendes Fraunhaar: |
431

rastro playo de la
luz vagando
en el lácteo mediodía

¡Mi querido ojiplúmeo!


¡mi engrillado candadito del mirador!
mi anémona encantadora
cuánto me has abandonado
y ahora he de llorar por ti
anémona blanca
pequeño abril
lejana agua surgente de mi corazón
décimoquinta llavecita de mi pesar
¡adiós, te vas al verde primaveral!

Jeroglíficos del amor


desaparecida Natalia
picapedrero en la obra primigenia
gran-metodista el tiempo
una manada asalta con voces ondeantes
volviendo al rostro de él
a su brazo de algodón
suave imberbe silla de brazos
en posesión del negro y leve:
«En el terruño es hermoso..»

seichte Fährte des | Lichts schweifend | im milchigen Mittag


Mein federäugiger Liebling! | mein schellenfüsziges Erkerschlöszchen! | meine
wunderschöne Osterblume | wie sehr du mich verlassen hast | und jetzt musz ich um dich
weinen || weisze Osterblume | kleiner Ostermond | fernes Springwasser meines Herzens
| fünfzehntes Schlüsselchen meiner Not | lebwohl ins Frühlingsgrün!
Hieroglyphen der Liebe | verschollene Natalie | Steinmetz im Ur-werk | grosz-
methodistisch die Zeit | ein Rudel stürmt mit flatternden Stimmen | zurück zu seinem
Gesicht | zu seinem Watte-arm | bartloser sanfter Armstuhl | besitzend schwarz und
leicht: | »In der Heimat ist es schön..« |
432 friederike mayröcker

cómo te nombro
cuando pienso en ti
y tú no estás:
mi fresa silvestre
mi lagartija confitada
mi cucurucho consuelo
mi hilador de seda
cuco de mis cuidados
mi Aurelia
mi flor de grava
mi criatura en sueño
mi mano matutina
mi muyolvidadizo
crucero de mi ventana
mi ocultador lunar
mi cayado argénteo
mi crepúsculo vespertino
mi hebra solar
mi liebre hocicuda
mi cabeza cervuna
mi pata de liebre
mi rana de escalera
mi guirnalda de luces
mi ladrón de primavera
mi jamelgo temblón
mi caracol de plata
mi tintero
mi zorro escobillero
mi talador
mi fugitivo tempestuoso
mi guardaosos
mi muestradientes
mi oreja de caballo

wie ich dich nenne | wenn ich an dich denke | und du nicht da bist: || meine Walderdbeere
| meine Zuckerechse | meine Trosttüte | mein Seidenspinner | mein Sorgenschreck |
meine Aurelia | meine Schotterblume | mein Schlummerkind | meine Morgenhand
| mein Vielvergesser | mein Fensterkreuz | mein Mondverstecker | mein Silberstab |
mein Abendschein | mein Sonnenfaden | mein Rüsselhase | mein Hirschenkopf |
meine Hasenpfote | mein Treppenfrosch | mein Lichterkranz | mein Frühlingsdieb |
mein Zittergaul | meine Silberschnecke | mein Tintenfasz | mein Besenfuchs | mein
Bäumefäller | mein Sturmausreiszer | mein Bärenheger | mein Zähnezeiger | mein
Pferdeohr |
friederike mayröcker 433

mi árbol en el Prater
mi cuerno espiralado
mi portamonos
mi fin de invierno
mi alcaucil
mi medianoche
mi contador regresivo

(¡da capo!)

Vaticinio desde las horas matutinas de un día despejado

hollado y azul olvido de genciana


dintel de un pequeño monóculo inmerso en el juncal
oh triste anémona abedulito en el Atlántico
batir de alas del sol gigante mar sobre olas meridianas
sólo en el entorno abandonados sitios casas de música foliada
I like the sunrise fa sostenido mayor las sombras del saúco en este instante
dispersa en flores palidecerte palomas acuáticas luna tenue
estancamiento de la sangre en la ruta principal de las palomas
suave y puro por el día de setiembre verde y cerval hacia la vastedad
sobre las pendientes por fin el pámpano: siempre-cepa

A caballito

A caballito dijo mi primo mientras


barbierizado barbierizado barbierizado
andaba por nuestra calle
tenía una maletita bajo el brazo
mein Praterbaum | mein Ringelhorn | meine Affentasche | meine Winterwende | meine
Artischocke | meine Mitternacht | mein Rückwärtszähler || (da capo!)
Wahrsagen aus den Morgen-Stunden eines hellen Tages ||| beschritten und blau
Enzianvergessenheit | Fenstersturz eines kleinen schilfbadenden Monokels | o traurige
Osterblume Birkenbäumchen im Atlantik | Flügelschlag der Riesensonne Meer
über Mittagswellen | nur im Umkreis verlassene Stätten Häuser aus Blättermusik | I
like the sunrise fis-dur die Fliederschatten zur Stunde | blütenverstreut bleichen dich
Wassertauben sanfter Mond | Stagnation des Blutes in den Haupt-Straszen der Tauben
| rein-leise durch den Septembertag hirsch-grün ins Weite | über die Hänge schlieszlich
die Rebe: Immer-Stock
Huckepack ||| Huckepack sagte mein Vetter als | er stachelbärtig stachelbärtig
stachelbärtig | durch unsere Gasse lief | er hatte ein Köfferchen unter dem Arm |
434 friederike mayröcker

y seguía sintiéndose viudo


de la compañera de su vida
también los otros visitantes del funeral habían venido
el doble reparto de las lloronas
con el crespón de lencería sobre los labios de rosa
pero él pasó con un rostro en disolución
junto a mí y me saludó como alguien
que exactamente como tantas otras veces
vuelve a tomar sobre sí
la marejada del mundo
en su barquillo de soledad.
Ahora bien queridas hormigas ¿cómo os va?
¿gustáis de estar aquí en la florida tierra?
jamás descansáis pues lo que mejor os sienta es
pulular según el plan que os han soplado
rostros malva cabezas redondas ojos de muñeca
corte a la romana sobre bello tipo craneano rubio
yace con Lieder de Schubert escuchando sobre la rampa de felpa
mejillas color fresa
vuélvete por entero de modo tal
que pueda verse toda tu figura
volvéos vivid no basta una sonrisa
una mirada saliendo de atrás de las vidrieras
o el muelle contacto de dos ojos muy separados entre sí
sino que debéis dirigiros
a la danza a la tentación al entrelazamiento
iréis luego paso a paso
u os detendréis y permaneceréis inmóviles:
siempre llegará alguien que os ayude a salir
del paso
pero se necesita un tiempo largo para darse cuenta

und er fühlte sich immer noch Witwer | nach seiner Lebensgefährtin | auch die anderen
Trauergäste waren gekommen | die doppelte Ausgabe der Klageweiber | mit dem
Wäscheflor über den Rosenlippen | er aber ging mit auseinanderflieszendem Gesicht
| an mir vorbei und grüszte mich wie einer | der eben wieder wie so viele Male | den
Wellengang der Welt | in seinem Schiffchen Einsamkeit | auf sich nimmt. || Nun ihr
lieben Ameisen wie geht es euch? | gefällt es euch hier auf der blütenreichen Erde? | rastet
niemals denn euch steht es am besten an | zu wimmeln nach eurem eingesagten Plan
| Malvengesichter Rundköpfe Puppenaugen | Pagenschnitt über schöner Schädelform
blond | liegt bei Schubertliedern lauschend auf der Plüschrampe | Wangen erdbeerfarben
| dreh dich einmal rundherum so dasz man | deine ganze Gestalt sehen kann | dreht euch
lebt es genügt nicht ein Lächeln | ein Blick hinter Auslagenfenstern hervor | oder die
mollige Berührung zweier weit auseinander liegenden Augen | sondern ihr müszt euch
begeben | in den Tanz in die Versuchung in die Verschlingung | dann setzt Schritt vor
Schritt | oder steht und bleibt starr: | immer wieder kommt einer der hilft euch heraus |
und vom Fleck | aber es braucht eine lange Zeit ehe man einsieht |
friederike mayröcker 435

de lo que hubiera debido acontecer y en verdad aconteció


entonces vuelve uno a pararse y contiene la respiración
o tararea una canción o
comienza a amar el jazz.

Los secretos oceánicos (Pamir)

Friedrichshafen es un atracadero para ratones


también Cuxhaven fue a dar al alcázar de las nubes
la búsqueda comenzó allí donde se ocultaron dos muchachas nubadas
los barqueros incansables y los rocines marinados quebrantaron el
rumbo público
volaban henchiendo y los vientos del poniente y los alisios azotaban
y hacia el cielo era el camino al moverse las velas
sobre la gélida ruta celeste pasan los pájaros
agradeciendo con las rizadas plumitas y los ojos de frambuesa
picotean a los últimos tiburones
inmóviles cruzaron los mástiles jubilosos de banderas y los crujientes
círculos polares remolinearon dos veces
de lejos llegaron los vientos y partieron a mordiscos la corteza
de azul de vendaval los cangrejos de la travesía hendieron la quilla en
las cuerdas sonantes
de las radiantes aguas fluyeron tales relojes de sol en
un fulgor:
laboriosa mala estrella sobre el corredor central del capitán
atónito se escurrió el canalón del vacío
suavidad marítima brotó de la flor del cielo
las aniquilaciones se dieron a conocer a la popa
sobre el estrecho de Gibraltar marchan las espuelas de los

was geschehen hätte müssen und was eigentlich geschah | dann steht man wieder und
hält den Atem an | oder trällert ein Liedchen oder | fängt an Jazz zu lieben.
Die ozeanischen Geheimnisse (Pamir) ||| Friedrichshafen ist ein Anlegeplatz für
Mäuse | auch Cuxhaven geriet in die Wolkenburg | die Suche begann dort wo sich zwei
Wolkenmädchen verbargen | die rastlosen Schiffer und die marinierten Gäule zerbrachen
den | öffentlichen Kurs | blähend flogen sie und es fegten die Westwinde und die Passate
| und himmelwärts ging es wie die Segel sich bewegten | über die eisige Himmelstrasze
ziehen die Vögel | mit den gekrausten Federchen und den Himbeeraugen dankend |
picken sie die letzten Haie auf | stehend kreuzten sich die fahnenfrohen Masten und die
knarrenden | Polarkreise wirbelten zweimal | von fern kamen die Winde und zerbissen
die Borke | windsbraut-blau schnitten die Krebse der Fahrt dem Kiel in die | spielenden
Saiten | es flössen aus den strahlenden Gewässern solche Sonnenuhren in | einem
Glanz: | fleisziger Unstern über dem Mittelgang des Kapitäns | betroffen versickerte
die Regenrinne des Vakuums | maritime Zartheit sprosz aus der Blume des Himmels |
die Vernichtungen gaben sich dem Heck zu erkennen | über die Strasze von Gibraltar
marschieren die Sporen der |
436

jinetes celestiales como un coro de ángeles en vuelo


por en medio va un gigantesco mariscal de campo con las miradas sobre
una inquieta costa maravillosa
la tierra alba como la cal está cerca
huyendo estalla la comunidad lunar y un cirio de color perlado
fluye
a la altura del viento se elevan los radiogramas de la cubierta holandesa oriental
jugando en la red del mástil penden las palomas del gris cielo de Indias
astros precoces sobre la tierra virgen de los galeones
lejano y coronado de niebla terriblemente excitado chorreante recomienza el
aliento de los grumetes
hacia el azul de la mañana marina hacia el gualdo del sol marino saludan los
cantos de la tripulación perdida
a su madre muerta saluda el muerto marinero
en la cuna del velero ella espera fuera del grito jubiloso
del resplandeciente sol matinal un marchitar oscilante
las chillonas son aves de mal agüero
recobrado está un clamor a la servidumbre de las nubes
a la tierra de la habitual rosa de los vientos
al exfoliante rostro del sol
desvaneciéndose en la espira de una noche soñada se abisman
descuidados los jóvenes
hasta el tuétano hiere el mástil
rostros fugazmente sumergidos en el baño naranja del nunca-más-mañana
vuelo a través de ramificadas nubes
de coágulos azules
tierra virgen de pensamientos solitarios
túnel ácueo para manos remanentes
picos y dentaduras de tiburones
negro de mar para un puñado de corazones

himmlischen Reiter wie eine fliegende Engelschar | mitten hindurch geht ein riesiger
Feldmarschall mit den Blicken auf | eine wunderbare unruhige Küste | das kalkweisze
Land ist nahe | fliehend birst die Mondgemeinschaft und eine perlenfarbene Kerze
| flieszt | windhoch erheben sich die Funksprüche des ostholländischen Verdecks
| spielend im Mastnetz hängen die Tauben des grauen Indienhimmels | verfrühte
Gestirne über dem Neuland der Galeone | weit und nebelbekränzt furchtbar erregt
triefend setzt das Atmen der | Schiffsjungen wieder ein | ins blaue des Meermorgens
ins gelbe der Meersonne grüszen die | Gesänge der verlorenen Mannschaft | seine tote
Mutter grüszt der tote Matrose | in der Wiege des Segelschiffs erwartet sie auszer dem
Jubelschreien | der gleiszenden Morgensonne ein schwingendes Verwelken | Schreihälse
sind Totenvögel | wiedergewonnen ist ein Ruf in die Wolkendienerschaft | ins Land der
gewohnten Windrose | ins blätternde Gesicht der Sonne | schwindend ins Gewinde einer
geträumten Nacht versinken die | Knaben achtlos | ins Mark trifft der Mast | flüchtig ins
Orange-Bad des nie-mehr-Morgen getauchte Gesichter | Flug durch verästelte Wolken
durch blaue Gerinnsel | Neuland einsamer Gedanken | Wassertunnel für übriggebliebene
Hände | Schnäbel und Gebisse von Haien | Meerschwarz für eine Handvoll Herzen
437

Tenemos ahora dientes de cabos de vela

Afuera el pino el abeto gris el pluvial pino de Flandes


y la charla en la glorieta de la hostería
con ese aroma a cerveza
de mañana hacia las alturas grises de nubes
se abre allí una ventana tan temprano
de par en par como el aire que fluye separándose
se extienden los brazos abriendo las ventanas
del otro lado del día la caída
de la gris congoja
estos crepúsculos grises como el polvo
desapareciendo con los trenes y las nieblas y volviendo a irrumpir:
debajo de sí Vineta ciudad de campanas.
Y luego la noche
negra y como con la mano hasta la muñeca en el agua
vamos tropezando hasta la puerta:
oh las muchas estrellas
y un negro mechón en el rostro
descalzos sobre la escalera crujiente.
Las falenas revoloteando:
espantadas golondrinas caseras como murciélagos y fuegos fatuos
y la horrible lengua de miel de las moscas muertas.
Ahora
en medio de la primavera en inmersión
después de muchos meses:
un bolso abierto
un viejo cigarrillo de la Rue des dames
un saquito de sosa

Wir haben jetzt Zähne aus Kerzenstummel ||| Drauszen die Fichte die graue Tanne
die Regenföhre | und das Gespräch in der Gasthauslaube | so nach Bier duftend ||
morgens in die wolkengrauen Höhen | dort öffnet sich ein Fenster so früh | weit wie die
auseinanderströmende Luft | breiten sich die fensteröffnenden Arme || auf der anderen
Seite des Tages der Fall | der grauen Betrübnis diese staubgrauen Dämmerungen | mit den
Zügen und den Nebeln schwindend und wieder einfallend: | unter sich die Glockenstadt
Vineta. || Und dann Nacht | schwarz und wie mit der Hand bis zum Gelenk im Wasser
| wir stolpern vors Tor: | o die vielen Sterne | und eine schwarze Strähne im Gesicht |
barfusz über die knarrende Treppe. | Die flatternden Nachtschwärmer: | aufgeschreckte
Hausschwalben wie Fledermäuse und Irrlichter | und die schreckliche Honigzunge der
toten Fliegen. || Jetzt | mitten im untertauchenden Frühling | nach vielen Monaten: | eine
offene Handtasche | eine alte Zigarette aus der Rue des dames | ein Säckchen Natron |
438

un trozo de pan endurecido


en la cama el molde de tu cuerpo.

Retorno a ti mi niño muerto

Tengo un niño yace enterrado


con dos ojos-ojos azules
dos ojos del color del pomito de olor
y las aves trizadoras de Etiopía acuden en bandadas
en torno a sus dos ojos azules para arrancarlos con sus picos
y los pequeños cisnes de Seckau
que querían venir al bautismo
se han vuelto volando
mi bello niño muerto yace sobre mí
y encima de mí ha respirado
yo oía sus largos alientos dormidos
parecía el murmullo de las hojas en los árboles estivales
cuando bajo la techumbre de esos árboles él y yo nos acuclillábamos
y las hojas verde esmeralda murmuraban
y él me miraba desde sus ojos azules
y los árboles seguían murmurando luego y murmuraban:
pronto estará muerto…
pusimos luego en la iglesia su ataúd
tenía tan sólo una pequeña ventanita
por la que él miraba hacia afuera
es mi niño
y se llamaba como el cielo azul y el arrebol
y el viento matinal en primavera y las hojas en la copa murmurante
y el narciso y el más bello de los días
y aunque le había cerrado los ojos
ein Stück hartgewordenes Brot | die Mulde im Bett von deinem Körper.
Retour an dich mein totes Kind ||| ich habe ein Kind das liegt begraben | mit zwei blauen
Augen-Augen | zwei Augen von der Farbe des Riechfläschchens | und die Reiszvögel
aus Äthiopien scharen sich | um seine zwei blauen Augen um sie auszupicken | und die
kleinen Schwäne aus Seckau | die zur Taufe kommen wollten | sind zurückgeflogen | mein
schönes totes Kind ist auf mir gelegen | und hat über mir geatmet | und ich hörte seine
langen schlafenden Züge | und es ähnelte dem Blätterrauschen in den Sommerbäumen |
als es und ich unter den Dächern jener Sommerbäume hockten | und die edelsteingrünen
Blätter rauschten | und es schaute mich an aus seinen blauen Augen | und dann rauschten
die Bäume noch immer und rauschten: | es wird bald gestorben sein .. | und dann bahrten
wir es in der Kirche auf | und es hatte nur ein kleines Fensterchen | aus dem schaute es
heraus | es ist mein Kind | und es hiesz wie der blaue Himmel und die Rosenwolke | und
der Morgenwind im Frühling und die Blätter im rauschender Wipfel | und die Narzisse
und der schönste Tag | und obwohl ich ihm die Augen zugedrückt hatte |
439

los párpados volvían y volvían a elevarse


tenía ojos azules y una redonda naricita
y una boca entreabierta con dos hermosos dientes
era un varoncito
era un regalo como jamás lo había antes recibido
lo amo por sobre todo
está muerto
ya no volverá jamás
a mi brazo izquierdo a mi brazo derecho a mis dos brazos
a mis pechos yaciendo sobre mí yo inclinada sobre él
las aves todas los arroyos todos las piedras todas las nubes todas y el humo
vienen a la ventanita y contemplan a mi niño muerto
yo le tejo una guirnalda de diente de león silvestre
le entrelazo un suave cestillo para el rostro
plantaré sus ojos azules en la tierra
como un par de flores de azafrán
derramaré sus cabellos rubios
esparciré su boca su nariz su piel
sus rodillas y muslitos
sus uñas sus lugares rubicundos en los pliegues del codo
jugaba con pequeños caballitos y borriquillos de crin rizada
con espiralados caracoles a la vera del camino
y soplaba en sus cuernos
y se posaba gozoso las antenas de las mariposas
y compartía con las lilas
las nubes de lluvia y a las bellísimas nubes saturadas de la siesta
a los balcones los conocía por su nombre
y como Miró escribía en ellos: »s 5«, »s 5«, »s 5«, y sin cesar
salteaba muchas cosas
y arriesgaba los saltos más osados de hocico a hocico de oveja

hoben sich die Lider immer wieder | es hatte blaue Augen und eine kleine runde Nase |
und einen halb offenen Mund mit zwei schönen Zähnen | es war ein Knabe | und es war
ein Geschenk wie ich nie vorher eines bekommen hatte | ich liebe es über alles | es ist tot
| es kommt nie mehr zurück | in meinen linken Arm in meinen rechten Arm in meine
beiden Arme | an meine Brüste auf mir liegend ich über es gebeugt | alle Vögel alle Bäche
alle Steine alle Wolken und der Rauch | kommen ans Fensterchen und schauen mein
totes Kind an | ich winde ihm einen Kranz aus wildem Löwenzahn | ich flechte ihm ein
weiches Körbchen für sein Gesicht | ich werde seine blauen Augen einpflanzen in die
Erde | wie ein Paar Krokusblumen | seine blonden Haare vergieszen | seine Nase seinen
Mund seine Haut verstreuen | seine Knie und Schenkelchen | seine Nägel seine rötlich
blonden Stellen in der Armbeuge | er spielte mit kleinen lockenmähnigen Pferdchen
und Eselchen | mit geringelten Schnecken am Weg | und blies ins Schneckenhorn |
und setzte sich die Schmetterlingsfühler lustig auf | und teilte mit den Fliederbüschen
| die Regenwolken und die schönsten satten Siesta-Wolken und Balkone | kannte er
mit Namen | und schrieb wie Miró auf sie: »s 5«, »s 5«, »s 5«, und immerfort | vieles
überschlug er | und er wagte die tollsten Sprünge von einer Schafschnauze zur ändern |
440 friederike mayröcker

hasta que la lana se desgreñaba más y más


le gustaba encrespar el agua con la mano
y yo arreglaba cosiendo su peinado
él sacaba hacia adelante la bandera negra
y a su horquilla le ponía un asta
la mandaba a buscar el cordero pascual de mansa errancia
e iba por la punteada curvatura de un arbusto maduro de viburno
se iba a menudo con mi sombrilla azul
yo gritaba detrás de él y lloraba por su dulzura
(él está muerto él es mi todo)

A través de muchas máscaras


contemplamos
el bello mundo:
pendula
calma la luna
vuelve a girar el sol
oh Sirio oh almendro y estrella:
aún viven todos los que amamos.

Cinco poemas penitenciales franciscanos


en el comienzo de la primavera:

cinco cuartos de hora un toque de flauta


oliva-oliva
y en la iglesia de San Esteban un perfil
tan semejante al tuyo

bis die Wolle immer zerraufter wurde | er kräuselte gern das Wasser mit der Hand | und
ich nähte seine Frisur zurecht | er zog die schwarze Flagge hervor | und versetzte seiner
Gabel einen Schaft | schickte sie nach dem sanftschweifenden Osterlamm | und ging
durch die punktierte Rundung eines reifen | Schneeballstrauchs | oft ging er fort mit
meinem blauen Schirm | ich rief ihm nach und weinte über seine Süsze || (er ist tot er
ist mein alles)
Durch viele masken | schauen wir | die schöne Welt: | es pendelt | still der Mond | es
kreist die Sonne wieder | o Sirius o Mandelbaum und Stern: | noch leben alle die wir
lieben.
Fünf Barfüszler-Buszgedichte zu Frühlingsbeginn: ||| fünf Viertelstunden ein
Flötenspiel | Olive-Olive | und in der Stefanskirche ein Profil | das dir so ähnlich war ||
friederike mayröcker 441

welcome dijo la catedral de Augsburgo


cuando quise disculparme
por haber recogido melones en su jardín
cinco días sin ti y sin tus besos
casi es como no poder
abrazar a cinco colosos de las gárgolas
nube en flojel de edad avanzada
a tu azul hilo de seda siguen todos
los ojos primaverales
flores relucientes vagan allí en la hierba
hoy como un día de primavera dónde está
mi puerta?

welcome sagte der Augsburger Dom | als ich mich entschuldigen wollte | dasz ich in
seinem Garten Melonen gepflückt hatte || fünf Tage ohne dich und ohne deine Küsse |
ist beinah so als dürfte man | fünf wasserspeiende Kolosse nicht umarmen || hochaltrige
Flaumwolke | deinem blauen Seidenfaden folgen alle | Frühlingsaugen || schimmernde
Blüten wandern dort im Gras | wie ein Frühlingstag heute wo ist | meine Tür?
Günter Grass 3

Bandera polaca

Muchas cerezas que desde esta sangre


se perfilan en la rebelión, persuaden
al lecho a convertirse, rojo, en edredón.
La primera escarcha cuenta nabos, lagos ciegos,
fuego de patatas sobre el horizonte
también hombres, a medias enredados en el humo.
Los días se encogen, manzanas sobre el armario,
la libertad se heló, arde ahora en los hornos,
cuece puré a los niños y pinta de rojo los nudillos.
En la nieve de las tocas, en la fiesta,
el corazón de Pilsudski, el quinto casco del caballo,
daba contra el granero, hasta el arribo del estarosta.
La bandera sangra sin parangón,
así llegó el invierno, el paso
tras los lobos hallará a Varsovia.

Canción infanil

¿Quién ríe aquí, rió?


Aquí la risa rió hasta que murió.
De quien ríe aquí, sospecho
que se ríe con derecho.
¿Quién llora aquí, lloró?
Aquí ya no se llora.
Polnische Fahne ||| Viel Kirschen die aus diesem Blut | im Aufbegehren deutlich
werden, | das Bett zum roten Inlett überreden. || Der erste Frost zählt Rüben, blinde
Teiche, | Kartoffelfeuer überm Horizont, | auch Männer halb im Rauch verwickelt. ||
Die Tage schrumpfen, Äpfel auf dem Schrank, | die Freiheit fror, jetzt brennt sie in den
Öfen, | kocht Kindern Brei und malt die Knöchel rot. || Im Schnee der Kopftücher beim
Fest, | Pilsudskis Herz, des Pferdes fünfter Huf, | schlug an die Scheune bis der Starost
kam. || Die Fahne blutet musterlos, | so kam der Winter, wird der Schritt | hinter den
Wölfen Warschau finden.
Kinderlied ||| Wer lacht hier, hat gelacht? | Hier hat sich’s ausgelacht. | Wer hier lacht,
macht Verdacht, | daß er aus Gründen lacht. || Wer weint hier, hat geweint? | Hier wird
nicht mehr geweint. |
443

Quien llora aquí, no ignora


que con derecho llora.
¿Quién habla aquí, habla y está callado?
Quien calla, es denunciado.
Quien aquí habla, ha silenciado,
dónde su derecho está alojado.
¿Quién juega aquí, juega en la arena?
Quien juega, a la pared se condena,
perdió la mano en el juego,
jugándolo todo, se la quemó en el fuego.
¿Quién muere aquí, murió?
Quien muere, atraído se alejó.
Quien muere aquí, no corrompido,
sin derecho ha fallecido.

Cerezas

Cuando el amor en zancos


atiza sobre las sendas de grava
y alcanza los árboles,
quisiera yo también reconocer cerezas
en las cerezas, en tanto que cerezas,
ya no demasiado corto de brazos,
con escaleras, a las que siempre
les falta un peldaño,
vivir de la fruta caída, compota.
Dulce y más dulce, casi negro;
el sueño de los mirlos es tan rojo –
quién besa aquí a quién,
cuando el amor
alcanza los árboles en zancos.
Wer hier weint, der auch meint, | daß er aus Gründen weint. || Wer spricht hier, spricht und
schweigt? | Wer schweigt, wird angezeigt. | Wer hier spricht, hat verschwiegen, | wo seine
Gründe liegen. || Wer spielt hier, spielt im Sand? | Wer spielt muß an die Wand, | hat sich
beim Spiel die Hand | gründlich verspielt, verbrannt. || Wer stirbt hier, ist gestorben? | Wer
stirbt, ist abgeworben. | Wer hier stirbt, unverdorben | ist ohne Grund verstorben.
Kirschen ||| Wenn die Liebe auf Stelzen | über die Kieswege stochert | und in die Bäume
reicht, | möchte auch ich gerne Kirschen | in Kirschen als Kirschen erkennen, || nicht
mehr mit Armen zu kurz, | mit Leitern, denen es immer | an einer Sprosse mangelt, | von
Fallobst leben, Kompott. || Süß und süßer, fast schwarz; | Amseln träumen so rot – | wer
küßt hier wen, | wenn die Liebe | auf Stelzen in Bäume reicht. ||
444 günter grass

Pan Kiehot

Lo digo siempre, los polacos son talentosos.


Son demasiado talentosos, para qué talentosos,
talentosos con las manos, besan con la boca,
talentosos también en: la melancolía, la caballería;
vino don Quijote, un polaco muy talentoso,
estuvo junto a Kutvo sobre la colina,
mantuvo tras de sí el arrebol vespertino
y hundió la talentosa lanza rojiblanca
y cabalgó hacia las no talentosas bestias,
dependientes de motores,
directamente al gris distintivo, al flanco…
Rompió entonces con talento, besaron entonces sin talento
–no sé si eran ovejas, molinos, blindados–
besaron a Pan Kiehot las manos,
y él se avergonzó, se sonrojó con talento;
no se me ocurre palabra alguna – los polacos son talentosos.

Mi amigo Walter Henn está muerto

Nunca quería ir a dormir.


Su cansancio permanecía sentado y desaparecía hablando.
El sabía hacer
que las gruesas palabras
aparecieran esbeltas.
Ante él la simetría perdía consistencia;
la destruía sonriendo.
Su levedad dejaba a las columnas sin trabajo.

Pan Kiehot ||| Ich sag es immer, Polen sind begabt. | Sind zu begabt, wozu begabt, | begabt
mit Händen, küssen mit dem Mund, | begabt auch darin: Schwermut, Kavallerie; | kam Don
Quichotte, ein hochbegabter Pole, | der stand bei Kutno auf dem Hügel, | hielt hinter sich
das Abendrot | und senkte die weißrotbegabte Lanze | und ritt den unbegabten Tieren, | die
auf Motore angewiesen, | direkt ins Feldgrau, in die Flanke… || Da brach begabt, da küßten
unbegabt | –ich weiß nicht, war’n es Schafe Mühlen Panzer– | die küßten Pan Kiehot die
Hände, | der schämte sich, errötete begabt; | mir fällt kein Wort ein – Polen sind begabt.
Mein Freund Walter Henn ist tot ||| Nie wollte er schlafen gehen. | Seine Müdigkeit
blieb sitzen und sprach sich weg. | Er verstand es, | dicke Worte | schlank dahergehen zu
lassen. | Vor ihm hatte Symmetrie keinen Bestand; | er zerlächelte sie. | Seine Leichtigkeit
machte Säulen Säulen arbeitslos. |
günter grass 445

Con paso de paloma


entraba en escena
su ingenio.
La técnica, en general le obedecía.
Para cada prodigio inventaba máquinas suspensas.
Hablábamos de espantapájaros;
debían tornarse móviles.
Pesaba más que Bayreuth y menos
que una libra de cerezas.
Y no quería ir a dormir.
No poseía nada largo tiempo.
Todos lo amaban implacablemente.
Él jugaba por,
contra
y con minutos y dinero.
Aun el agua bebía con adicción.
Del pie de cerdo
que comía con gusto
dejaba cinco cuartos.
Y temía al dentista
y eludía sus problemas:
alamedas de hojas perennes a izquierda y a derecha.
Y hacía creer a mujeres rollizas,
que eran ahiladas muchachas.
Y torcía su cabello de treinta y un años.
Y no quería ir a dormir,
porque quería seguir hablando,
porque su sed seguía desvelada,
porque su teatro no cesaba jamás,
porque por cada mutis se le ocurrían tres escenas,
porque no hallaba y jamás buscaba el fin:
disculpas sagaces,
cometas de papel,
bastidores corridos de aquí para allá…
Mit Taubenschritten | trat auf | sein Witz. | Die Technik gehorchtte ihm meistens. | Für
jedes Wunder erfand er sich neue Schwebemaschinen. | Wir sprachen über Vogelscheuchen;
| die sollten mobil werden. | Er wog mehr als Bayreuth und weniger | als ein Pfund Kirschen.
| Und wollte nicht schlafen gehen. | Nichts besaß er lange. | Alle liebten ihn unerbittlich. |
Er spielte um, | gegen | und mit Minuten und Geld. | Selbst Wasser trank er süchtig. | Vom
Eisbein, | das er gerne aß, | ließ er fünf Viertel übrig. | Und fürchtete sich vor dem Zahnarzt
| Und umging seine Probleme: | links und rechts stehende immergrüne Alleebäume. | Und
machte runde Frauen glauben, | sie seien fadenscheinige Mädchen. | Und zwirbelte seine
einunddreißig Jahre alten Haare. | Und wollte nicht schlafen gehen, | weil er noch sprechen
wollte, | weil sein Durst noch hellwach war, | weil sein Theater nie aufhörte, | weil ihm zu
jedem Abgang drei Auftritte einfielen, | weil er das Ende nicht fand und nie suchte: | listige
Entschuldigungen, | Papierdrachen, | Kulissen hin und her geschoben… |
446 günter grass

Pero ahora mi amigo,


que nunca quería ir a dormir,
está muerto.
No. No digáis «se fue tempranamente».
No habléis de dioses,
que lo amaban,
tal como dice el rumor,
hablad de engaño, de la tonta
y cuadrada injusticia,
de la hora de cierre,
que dice: ¡señoras y señores, se terminó!
hablad de nosotros, de las sanguijuelas
y del agujero que queda:
no puede colmarse – fijar la vista en él – insomnes.

El oprobio de Europa

Cerca del caos, por no hacer justicia al mercado,


estás lejos del país que te prestó la cuna.
Lo que se buscó con el alma y se halló para ti,
se despacha ahora con desdén, se tasa como chatarra.
Por deudor puesto desnudo en la picota, sufre un país,
al que decías deberle gratitud, en frases hechas.
País condenado a la pobreza, cuya riqueza,
bien cuidada, engalana museos: botín guardado por ti.
Los que con el poder de las armas asolaron el país bendecido de islas,
llevaban, con el uniforme, a Hölderlin en la mochila.
País hoy apenas tolerado, cuyos coroneles fueron
una vez tolerados por ti como aliados.
Doch jetzt ist mein Freund, | der nie schlafen gehen wollte, | tot. | Nein. Sagt nicht
frühvollendet. | Sprecht nicht von Göttern, | die ihn liebten, | wie das Gerücht weiß,
| sprecht vom Betrug, von der dummen | und viereckigen Ungerechtigkeit, | von der
Polizeistunde, | die da sagt: Schluß machen, Herrschaften! | von uns, den Blutegeln
sprecht | und vom Loch, das zurückbleibt: | nicht aufzufüllen – hineinstarren – schlaflos.
Europas Schande ||| Dem Chaos nah, weil dem Markt nicht gerecht, | bist fern Du dem
Land, das die Wiege Dir lieh. || Was mit der Seele gesucht, gefunden Dir galt, | wird abgetan
nun, unter Schrottwert taxiert. || Als Schuldner nackt an den Pranger gestellt, leidet ein Land,
| dem Dank zu schulden Dir Redensart war. || Zur Armut verurteiltes Land, dessen Reichtum
| gepflegt Museen schmückt: von Dir gehütete Beute. || Die mit der Waffen Gewalt das
inselgesegnete Land | heimgesucht, trugen zur Uniform Hölderlin im Tornister. || Kaum
noch geduldetes Land, dessen Obristen von Dir | einst als Bündnispartner geduldet wurden. ||
günter grass 447

País sin derecho, al que el poder de los que siempre


tienen razón, ajusta más y más el cinturón.
Porfiando contigo Antígona está de negro, y en todo
el país de luto el pueblo, cuyo huésped has sido.
Fuera del país, no obstante, el séquito afín a Creso atesoró
todo lo que brilla áureo, en tus cajas de caudales.
¡Bebe por fin, bebe!, grita la claque de los interventores,
mas, iracundo, te devuelve Sócrates la copa colmada hasta el borde.
Maldecirán a coro, lo que es propio de ti, los dioses,
cuyo olimpo exige expropiar tu voluntad.
Desespiritualizada te marchitarás, sin el país
cuyo espíritu te ideó, Europa.

Lo que debe decirse

Por qué callo, silencio tanto tiempo,


lo que es evidente y en simulacros
se ejercitó, en cuyo término, como sobrevivientes
somos, a lo sumo, notas al pie.
Es el afirmado derecho al primer golpe,
que podría borrar al pueblo iraní,
sojuzgado por un bravucón
y dirigido al júbilo organizado,
porque en su dominio se sospecha
la construcción de una bomba atómica.
Pero, ¿por qué me inhibo
de nombrar a ese otro país por su nombre,
Rechtloses Land, dem der Rechthaber Macht | den Gürtel enger und enger schnallt. ||
Dir trotzend trägt Antigone Schwarz und landesweit | kleidet Trauer das Volk, dessen
Gast Du gewesen. || Außer Landes jedoch hat dem Krösus verwandtes Gefolge | alles,
was gülden glänzt gehortet in Deinen Tresoren. || Sauf endlich, sauf ! schreien der
Kommissare Claqueure, doch zornig gibt Sokrates Dir den Becher randvoll zurück. ||
Verfluchen im Chor, was eigen Dir ist, werden die Götter, | deren Olymp zu enteignen
Dein Wille verlangt. || Geistlos verkümmern wirst Du ohne das Land, | dessen Geist
Dich, Europa, erdachte.
Was gesagt werden muß ||| Warum schweige ich, verschweige zu lange, | was
offensichtlich ist und in Planspielen | geübt wurde, an deren Ende als Überlebende | wir
allenfalls Fußnoten sind. || Es ist das behauptete Recht auf den Erstschlag, | der das von
einem Maulhelden unterjochte | und zum organisierten Jubel gelenkte | iranische Volk
auslöschen könnte, | weil in dessen Machtbereich der Bau | einer Atombombe vermutet
wird. || Doch warum untersage ich mir, | jenes andere Land beim Namen zu nennen, |
448 günter grass

en el que desde hace años –aunque en secreto–


se dispone de un potencial nuclear creciente
mas fuera de control, puesto que no es accesible
a inspección alguna?
El silencio público sobre este estado de cosas,
al que al callar mi boca se ha subordinado,
lo siento como mentira agravante
y coacción, que promete castigo
tan pronto se desatienda;
el veredicto ‹antisemitismo› es habitual.
Ahora, no obstante, porque desde mi país,
al que una y otra vez buscan y piden cuentas
delitos superlativamente propios
que no tienen paralelo,
otra vez y en el orden puramente comercial, aunque
con labio listo declarado «resarcimiento»,
ha de entregarse otro submarino a Israel,
cuya especialidad consiste en poder dirigir
aniquiladoras ojivas hacia donde
la existencia de una única bomba atómica
no está comprobada, mas, en tanto recelo,
pretende tener fuerza probatoria,
yo digo, lo que debe ser dicho.
¿Por qué, empero, callé hasta ahora?
Porque creí que mi procedencia,
afectada de una mácula que jamás ha de borrarse,
prohibía creer capaz al país Israel,
al que estoy apegado, y lo seguiré estando,
de este hecho como verdad manifiesta.
¿Por qué digo sólo ahora,
envejecido y con tinta postrera:
in dem seit Jahren – wenn auch geheimgehalten – | ein wachsend nukleares Potential
verfügbar | aber außer Kontrolle, weil keiner Prüfung | zugänglich ist? || Das allgemeine
Verschweigen dieses Tatbestandes, | dem sich mein Schweigen untergeordnet hat, | empfinde
ich als belastende Lüge | und Zwang, der Strafe in Aussicht stellt, | sobald er missachtet
wird; | das Verdikt ›Antisemitismus‹ ist geläufig. || Jetzt aber, weil aus meinem Land, | das
von ureigenen Verbrechen, | die ohne Vergleich sind, | Mal um Mal eingeholt und zur
Rede gestellt wird, | wiederum und rein geschäftsmäßig, wenn auch | mit flinker Lippe als
Wiedergutmachung deklariert, | ein weiteres U-Boot nach Israel | geliefert werden soll,
dessen Spezialität | darin besteht, allesvernichtende Sprengköpfe | dorthin lenken zu können,
wo die Existenz | einer einzigen Atombombe unbewiesen ist, | doch als Befürchtung von
Beweiskraft sein will, | sage ich, was gesagt werden muss. | Warum aber schwieg ich bislang?
| Weil ich meinte, meine Herkunft, | die von nie zu tilgendem Makel behaftet ist, | verbiete,
diese Tatsache als ausgesprochene Wahrheit | dem Land Israel, dem ich verbunden bin |
und bleiben will, zuzumuten. || Warum sage ich jetzt erst, | gealtert und mit letzter Tinte: |
günter grass 449

la potencia nuclear Israel pone en peligro


la de por sí frágil paz mundial?
Porque debe ser dicho,
lo que ya mañana podría ser demasiado tarde;
también porque nosotros –como alemanes, afectados lo suficiente–
podríamos convertirnos en proveedores de un delito,
que es previsible, por lo que nuestra complicidad
no podría borrarse con ninguno
de los pretextos usuales.
Y, lo admito: ya no callo,
porque estoy harto de la hipocresía
de Occidente; además, es de esperar,
que muchos se liberen del silencio,
exhorten al causante del peligro reconocible
a renunciar a la violencia y
asimismo insistan
en que los gobiernos de ambos países
permitan un control irrestricto y permante
del potencial nuclear israelí
y de las instalaciones nucleares iraníes
por una instancia internacional.
Tan sólo así para todos, israelíes y palestinos,
más aún, para todos los hombres que viven
uno junto al otro enemistados
en esta región ocupada por el delirio,
y finalmente aun para nosotros, habrá remedio.

Die Atommacht Israel gefährdet | den ohnehin brüchigen Weltfrieden? | Weil gesagt
werden muss, | was schon morgen zu spät sein könnte; | auch weil wir - als Deutsche
belastet genug - | Zulieferer eines Verbrechens werden könnten, | das voraussehbar ist,
weshalb unsere Mitschuld | durch keine der üblichen Ausreden | zu tilgen wäre. | Und
zugegeben: ich schweige nicht mehr, | weil ich der Heuchelei des Westens | überdrüssig
bin; zudem ist zu hoffen, | es mögen sich viele vom Schweigen befreien, | den Verursacher
der erkennbaren Gefahr | zum Verzicht auf Gewalt auffordern und | gleichfalls darauf
bestehen, | dass eine unbehinderte und permanente Kontrolle | des israelischen atomaren
Potentials | und der iranischen Atomanlagen | durch eine internationale Instanz | von
den Regierungen beider Länder zugelassen wird. || Nur so ist allen, den Israelis und
Palästinensern, | mehr noch, allen Menschen, die in dieser | vom Wahn okkupierten
Region | dicht bei dicht verfeindet leben | und letztlich auch uns zu helfen.
Hans Magn us Enz ensberg er 4

oda a nadie

tu humoso corazón es testigo,


único rey, en el viento
tu ojo de aflicción.
eres el compañero del hechizo,
esclarecido por muchos desiertos,
coronado por la insubordinación.
no estás modelado por tiempo,
ni jaspeada de ceniza
está tu frente leal.
eres un espíritu sin cicatriz,
tu mar tendida es solemne,
eras antes más perfecto
que la gran raya flotante,
más ungido, en tu esplendor,
libre de muerte, rey.
pero no estás distante y temprano
o tarde, estás aquí.
tu mirada justa cae
como una nieve de aire
y habita en los astilleros,
se marcha por sobre observatorios
a polvorientas oficinas
de objetos perdidos, reposa
en húmedos sótanos de cemento,
donde los asesinos estercolan, cae
sobre trombosis y mechas,
chasqueando la lengua sobre mataderos
y confusas refinerías,
donde el gas hilarante

ode an niemand ||| dein rauchiges herz ist zeuge, | einziger könig, im wind | dein
auge aus trauer. | du bist der gesell des Zaubers, | erleuchtet von vielen wüsten, | vom
ungehorsam gekrönt, | du bist nicht gemodelt von zeit, | noch gesprenkelt von asche | ist
deine getreue stirn. | du bist ein geist ohne narbe, | deine dünung ist feierlich, | du warst
vordem, vollkommner | als der große schwebende rochen, | gesalbter, in deinem glanz,
| todes quitt, könig. || aber du bist nicht fern und früh | oder spät, du bist hier, | dein
gerechter blick fällt hin | wie ein schnee aus luft | und wohnt auf den werften, | geht über
Sternwarten weg | in staubige fundbüros, ruht | in nassen zementkellern, | wo die mörder
jauchen, fällt | auf thrombosen und lunten, | auf schlachthöfe schmatzend | und wirre
raffinerien, | wo das lachgas schwelt, ruht |
451

arde sin llama, reposa


sobre las intrigas de las compañías navieras
y roza los cometas,
los carcinomas de las altas finanzas,
reposa sobre los muros del poder,
detrás de ellos, sustancias hacen tic-
tac a muerte, y las asedia,
hasta que, víctima de tu mirada tonante,
el cielo, enmohecido
de paracaídas, cae.
no reconocido caminas,
bella ráfaga, de noche,
por la plaza española.
tu reino retorna a ti,
oculto, hialino cazador.
en tu magnanimidad,
así como al espárrago inocente
capturarás, olvidarás
tu vivo retrato, el delineado.
¡tuya es la fama y la venganza,
peñasco jamás importunado, compañero
del hechizo, testigo secreto
y único! tu cabello de viento,
tu mirada desnuda ondea
sobre tu antiguo reino futuro
y conserva en el humo,
lo que es verdad, en el viento.

menú para la semana

en una tarde ociosa, hoy


veo en mi casa
auf den ränken der reedereien | und streift die kometen, | die karzinome der hohen finanz,
| ruht auf den mauern der macht, | dahinter Substanzen ticken | zum tod, und belagert
sie, | bis deinem dröhnenden blick | anheim der himmel, verschimmelt | von fallschirmen,
fällt. || unerkannt schreitest du, | schöne bö, nächtlich, | über den spanischen platz. || dein
reich kehrt zu dir zurück, | verborgner, gläserner jäger. | in deiner großmut wirst du, | so
wie den unschuldigen Spargel, | dein ebenbild, das gezeichnete, | erbeuten, vergessen. ||
dein ist der rühm und die rache, | nie behelligter fels, gesell | des zaubers, zeuge geheim |
und einzig! dein windhaar, | dein barer blick weht hin | über dein altes künftiges reich, |
und bewahrt im rauch, | was wahr ist, im wind auf.
küchenzettel ||| an einem müßigen Nachmittag, heute | seh ich in meinem haus |
452 hans magnus enzensberger

por la puerta abierta de la cocina


una jarra de leche una tabla de cebollas
un plato para el gato.
sobre la mesa hay un telegrama.
no lo he leído.
en un museo de amsterdam
vi en un cuadro antiguo
por la puerta abierta de la cocina
una jarra de leche una cesta de pan
un plato para el gato.
sobre la mesa había una carta.
no la he leído.
en una casa veraniega junto al moscova
vi hace pocas semanas
por la puerta abierta de la cocina
una cesta de pan una tabla de cebollas
un plato para el gato.
sobre la mesa estaba el diario.
no lo he leído.
por la puerta abierta de la cocina
veo leche derramada
guerras de treinta años
lágrimas sobre tablas de cebollas
misiles anti-misiles
cestas de pan
luchas de clase.
abajo a la izquierda bien en el rincón
veo un plato para el gato.

durch die offene küchentür | eine milchkanne ein zwiebelbrett | einen katzenteller. |
ich habe es nicht gelesen. || in einem museum zu amsterdam | sah ich auf einem alten
bild | durch die offene küchentür | eine milchkanne einen brotkorb | einen katzenteller.
| auf dem tisch lag ein brief | ich habe ihn nicht gelesen. || in einem sommerhaus an
der moswa | sah ich vor wenigen wochen | durch die offene küchentür | einen brotkorb
ein zwiebelbrett | einen katzenteller. | auf dem tisch lag die zeitung | ich habe sie nicht
gelesen. || durch die offene küchentür | seh ich vergossene milch | Dreißigjährige kriege |
Tränen auf zwiebelbrettern | anti-raketen-raketen | bortkörbe | Klassenkämpfe. || Links
unten ganz in der ecke | seh ich einen katzenteller.
De la escena de los
cantautores (1964-)
Anónimo 1

Gozo, gozo, hermanos queridos,


por recaudo suspendido,
bebed un vino en truequê!
Gozo, gozo, hermanos queridos,
que el trabajo sea suspendido
bebed un vaso de champán.
Estribillo:
Pues nuestro gremio está arruinado,
los bebedores ya son finados,
ninguno vive más que yo y tú,]
¡Salud para los hermanos,
que no dejan nada sano!
¡Nuestra dicha ésta ha de ser!
Dad gozosos los billetes,
que ahora estamos de banquete!…
¡Sin laboral opresión!
Dinero hay a troche y moche,
tomemos todo en el derroche,
¡quién nos lo va a impedir!
Fuera frailes y maestros,
rey y kaiser se alzan presto,
¡fuera, quien quiera mandar!
Gente libre y sin rodeos,
el mundo es nuestro trofeo…
así es como está bien.
¡Del tonel mane sin fondo!
¡El codo alcemos en lo hondo…
el paraíso está aquí!
Lustig, lustig, ihr lieben Brüder, | leget eure Sorgen nieder, | trinkt dafür ein gut’s Glas
Wein! || [Lustig, lustig ihr lieben Brüder | leget alle die Arbeit nieder | und trinkt ein Glas
Champagnerwein. || Refrain: | Denn unser Handwerk, das ist verdorben, | die besten Saufbrüder
sind gestorben, | es lebet keiner mehr als ich und Du.] || Auf die G’sundheit aller Brüder, | die
da reißen alles nieder! | Das soll unsre Freude sein! || Lustig lebt in Saus und Brause, | weil
wir jetzo sind am Schmause! – | Arbeit drücket uns nicht viel! || Geld gibt’s ja die Hüll und
Fülle, | alles zu nehmen ist unser Wille, | mag’s verwehren, wer da kann! || Weg mit Meister
und mit Pfaffen, | Kaiser, König soll sich raffen, | weg, wer kommandieren will! || Wir sind
alle freie Leute, | alle Welt gehört uns als Beute – | also ist es gut und recht. || Schlagt die
Fässer ein, laßt’s laufen! | Jetzo heißt es tapfer saufen – | solches Himmelsreich ist nah!
456 anónimo

Cuando hace poco fuimos en cana,


verde agosto nos dio vuelta a la manzana.
Albañiles, carpinteros y un holgazán,
todos de paseo en el verde agosto van.
Albañiles…
Y una chica de dieciocho o -nueve
hace que el verde agosto se la lleve.
Porque se paseó como busca carne un can,
hace compañía a los que en verde agosto van.
Porque se paseó…
Y un cliente venía con la risa a flote,
detrás de él, el sabueso al trote.
Cuando dobló la esquina, ahí lo agarró,
adentro, al agosto, y la puerta cerró.
Cuando dobló…
Y un ambulante sin comprobante,
regatea y merca puerta por delante:
¡Barata la escoba, la sartén, la cacerola!
A las fauces del sabueso, da de carambola.
¡Barata la escoba,…
«Señor vigilante, no he delinquido,
no he robado ni tampoco he reñido.
Tan sólo un poquito de trabajo busqué,
con peine, peineta, jabón, jaboneta merqué.
Tan sólo un poquito…»
«¡Chito la boca y el alegato,
adentro, al agosto, calentáte un rato!»
Cierra el agosto, arranca y va, ay qué emoción,
lleno de vagabundos en toda ocasión.
Cierra el agosto,…
Als wir jüngst verschütt jegangen waren, | sind wir in dem jrünen Aujust rumjefahren. |
Maurerleute, Zimmerleute und ein Vagabund, | alle mußten fahren in dem jrünen Aujust rund.
| Maurerleute… || Und ein Mädchen von 18, 19 Jahren | mußte mit im jrünen Aujust fahren,
| weil se sich hat rumjetrieben wie ein Fleischerhund. | Darum muß se fahren in dem jrünen
Aujust rund. | Weil se… || Und ein Kunde kam lustig angeschritten, | hinter ihm kam der Teckel
geritten. | Als er um die Ecke kam, da hat er ihn geschnappt, | rin in den Aujust, die Türe
zujeklappt. | Als er… || Und ein Hausierer ohne Papiere, | handelt und schachert von Türe zu
Türe: | Kaufens Töpfe, Pfannen, Besen, alles billje Sachen! | Läuft er um die Ecke dem Teckel in
den Rachen. | Kaufens… || »Ach, Herr Schutzmann, ick hab doch nischt verbrochen, | habe nicht
jestohlen und hab auch nicht jefochten. | Habe nur ein wenig nach der Arbeet ausgeschaut, | die
Ritz, die Ratz, die Mausefall, die habe ich verkauft. | Habe nur…« || »Halt det Maul und laß det
Räsonnieren, | rin in den Aujust, da wird dir schon nicht frieren!« | Zujeklappt und losgefahren
ist doch wirklich doll, | jeden Tag mit Tippelbrüdern ist der Aujust voll. | Zujeklappt…
Johann Esser – Wol fgang Lang hoff 2

Los soldados del pantano

Hacia donde el ojo mire


pantano y páramo en tornô.
No alivia que el ave trine,
robles, calvos y corvôs.
Estribillo:
Soldados del pantano,
con la pala en la mano
vamos.
En páramo sin cobijo,
el campo de concentración,
donde sin un regocijo
tras las púas en montón:
La columna marcha al alba
trabaja en el pantanô
bajo el sol ardiente cava
su alma en casa se quedó.
Guardias en ida y venida
ni uno, uno puede pasar
fugarse cuesta la vida
cercado en cuatro el alcázâr.
Pero aquí no hay lamento,
invierno eterno no ha de ser
un día alegres diremos:
patria, te vuelvo a tener.
Soldados del pantano
con la pala en la mano
no habrá.

Die Moorsoldaten ||| Wohin auch das Auge blicket | Moor und Heide ringsherum | Vogelsang
uns nicht erquicket | Eichen stehen kahl und krumm. || Refrain: | Wir sind die Moorsoldaten |
und ziehen mit dem Spaten | ins Moor. || Hier in dieser öden Heide |ist das Lager aufgebaut | wo
wir fern von jeder Freude | hinter Stacheldraht verstaut. | Wir sind… || Morgens ziehen die
Kolonnen | in das Moor zur Arbeit hin | graben bei dem Brand der Sonnen | doch zur Heimat
steht ihr Sinn. | Wir sind… || Auf und nieder gehn die Posten | keiner, keiner kann hindurch |
Flucht wird nur das Leben kosten | vierfach ist umsäumt die Burg. | Wir sind… || Doch für uns
gibt es keine Klagen | ewig kanns nicht Winter sein | einmal werden froh wir sagen | Heimat, du
bist wieder mein. | Dann ziehn die Moorsoldaten | nicht mehr mit dem Spaten | ins Moor.
Franz Josef Degenhardt 3

Éste es el interrogatorio de un recusador del servicio


armado por un presidente de cámara obsequioso y liberal

así que apela aquí sin cesar a la constitución


diga usted
¿es en verdad comunista?
sí, puede estar sentado
somos bastante liberales aquí
melena, barba, anillos, cadenas
ya todo hemos usado
pero cagar no nos gusta aquí en las actas
ud. ha leído a marx y engels, díganos,
diga, es que entiende eso,
ud. hizo sólo la primaria
bueno, no se ponga nervioso,
no tiene ud.la culpa
leer, puede leer lo que quiera – en suma
cada uno puede hacer lo que quiere
en el marco del orden básico demoliberal, se entiende
sí, soldado hoy no quiere ser nadie ya
eso lo entiendo
y yo mismo ganas no tendría, pero
motivos tenemos que tener
bueno, no empiece de nuevo
con el imperialismo y las dos guerras
y que la vieja clase sigue en el poder
y que ud. no le quiere
sacar las castañas del fuego
lo entendemos
Dies ist die Befragung eines Kriegsdienstverweigerers durch den liberalen und
zuvorkommenden Kammervorsitzenden ||| also sie berufen sich hier pausenlos aufs
grundgesetz | sagen sie mal | sind sie eigentlich kommunist | ja sie dürfen sitzen bleiben
| überhaupt wir sind hier ziemlich liberal | lange haare bärte ketten ringe | ham wir
alles schon gehabt | aber in die akten scheißen mögen wir hier nicht | marx und engels
haben sie gelesen sagen sie uns | sagen sie verstehen sie das denn | sie ham doch bloß die
volksschule besucht | na nun regen sie sich nicht gleich auf | dafür können sie ja nichts
| lesen dürfen sie ja was sie wollen – überhaupt | hier darf jeder machen was er will | im
rahmen der freiheitlich-demokratischen grundordnung versteht sich || ja soldat sein das
will heute keiner mehr | kann ich auch verstehen | und ich selber hätte keine lust aber |
gründe haben müssen wir dafür | na nun fangen sie nicht wieder an | mit imperialismus
den zwei kriegen | und die alte klasse ist noch immer an der macht | und sie wollen nicht
für die | kastanien aus dem feuer holen | das verstehn wir ja |
459

todo puede aun estar bien


pero no nos interesa
y es que eso es política
aquí interesan motivos de conciencia
qué es esto
si bien suena muy crüel
da no obstante en el clavo, esto es,
si es o no capaz de matar
cada uno puede hacer lo que quiere
en el marco del orden básico demoliberal, se entiende
empecemos, entonces
en iglesia ud. no está
tampoco en secta reconocida
vea, ya es difícil para motivos de conciencia
una vez tuvimos uno aquí
que se hacía el budista
un tipo con pelada, pero
aprobar, aprobó, el zorrito
bueno, preste atención,
probaré ahora su conciencia
supongamos que va ud. de paseo
con su amiga de noche al parque
de pronto
viene una horda de rusos
en total curda y armados, no,
mejor, pelotón de americanos
muy ebrios y armados de noche en el parque
van a agarrar a su amiga
UD. tiene una PA
y… qué hace ud.
qué nos dice entonces
que no admite este ejemplo
pero, ¡sea!, por favor,

mag auch alles richtig sein | interessiert uns aber nicht | das ist nämlich politik | hier
interessieren nur gewissensgründe | was das ist | hört sich zwar sehr grausam an | trifft
den nagel aber auf den kopf nämlich | ob sie töten können oder nicht | ja hier darf
jeder machen was er will | im rahmen der freiheitlich-demokratischen grundordnung
versteht sich | also fangen wir mal an | in ’ner kirche sind sie nicht | auch nicht in ’ner
anerkannten sekte | sehen sie da wirds schon schwierig mit gewissensgründen | einen
haben wir mal hier gehabt | und der machte auf buddhist | war son typ mit glatze aber
| durchgekommen ist er schlaues kerlchen | also passen sie mal auf | ich werd jetzt ihr
gewissen prüfen | nehmen wir mal an sie gehn spazieren | mit ihrer freundin nachts im
park | plötzlich | kommt ’ne horde russen | stockbesoffen und bewaffnet halt | sagen wir
’n trupp amerikaner | schwer betrunken und bewaffnet nachts im park | machen sich an
ihre freundin ran | SIE haben ’ne MP dabei | na was machen sie | was sagen sie uns da |
sie verbitten sich dies beispiel | meinetwegen bitte schön |
460 franz josef degenhardt

cada uno puede hacer lo que quiere


en el marco del orden básico demoliberal, se entiende
bien, rusos y americanos no entran luego en cuestión
los chinos menos aún
y de negros no tengo siquiera que hablar
dejémoslo allí,
tomemos un par de criminales bien normales
que de noche en el parque, ebrios
y armados
van a agarrar a su amiga
UD. tiene de nuevo la PA
y… qué hace ud.
no nos vaya ahora a decir
que se arrodilla a rezar
porque así no aprueba nadie aquí
que lea a engels y marx
qué nos dice entonces
¿no más que de política hablo yo?
pero eso sí que es cómico
pinto un caso
tan bien ajustado a ud.
encima le tiendo puentes de plata
pero ud. pero
cada uno puede hacer lo que quiere
en el marco del orden básico demoliberal, se entiende
bien, pero queremos en verdad saber qué hace
a ver, otra vez,
un par de pesados
muy ebrios y armados, noche en el parque,
van a agarrar a su amiga
UD. tiene de nuevo la PA
y… qué hace ud.

hier darf jeder machen was er will | im rahmen der freiheitlich-demokratischen


grundordnung versteht sich || schön die russen und amerikaner fallen also weg | die
chinesen sicher auch | und mit negern brauch ich gar nicht erst zu kommen | lassen wir
das eben | nehm’ wir einfach ein paar ganz normale kriminelle | schwer betrunken und
bewaffnet | nachts im park | machen sich an ihre freundin ran | SIE haben wieder die MP
dabei | na was machen sie | sagen sie uns bloß jetzt nicht | sie fallen auf die knie und beten
| denn mit so was kommt hier keiner durch | der marx und engels liest | was sagen sie uns
da | ich red die ganze zeit von politik | das ist aber wirklich komisch | bilde einen fall | so
richtig auf sie zugeschnitten | baue ihnen auch noch goldene brücken | aber sie aber | hier
darf jeder machen was er will | im rahmen der freiheitlich-demokratischen grundordnung
versteht sich || so nun wolln wir aber wirklich wissen was sie tun | also noch mal | ein paar
schwere jungs | schwer bewaffnet und betrunken nachts im park | machen sich an ihre
freundin ran | SIE haben wieder die MP dabei | na was machen sie |
franz josef degenhardt 461

qué nos dice entonces


se defiende
porque es defensa propia
uuuyyy
eso está mal
no debió decirlo
ésta es la respuesta que está bien:
yo arrojo mi arma lejos
y ruego a los señores
tengan a bien interrumpir la vïolación
qué nos dice entonces
que como soldado jamás se hallaría en tal situación
ya empieza otra vez
con que es política
y nada que ver con conciencia
constitución sí constitución sí constí…
apela aquí sin cesar a la constitución
diga usted
es en verdad comunista, bueno
cada uno puede hacer lo que quiere
en el marco del orden básico demoliberal, se entiende.

was sagen sie uns da | sie wehren sich | weil sie ja in notwehr sind | ätsch | das ist aber
falsch | durften sie nicht sagen | richtig ist die antwort nämlich die | ich werfe meine
waffe fort | und dann bitte ich die herrn | mit der vergewaltigung doch bitte aufzuhörn |
was sagen sie uns da | sie kämen als soldat doch nie in eine solche situation | fangen sie
schon wieder an | ist doch politik | hat doch mit gewissen nichts zu tun | ja grundgesetz
ja grundgesetz ja grundgesetz | sie berufen sich hier pausenlos aufs grundgesetz | sagen sie
mal | sind sie eigentlich kommunist na ja | hier darf jeder machen was er will | im rahmen
der freiheitlich-demokratischen grundordnung versteht sich.
Walter Mossmann 4

As de espadas

Te ruego no ir de bombón ya casi desenvuelto,


que se engulle, hincado el diente en él.
Mejor de verde colombina es por cierto:
–la paloma es ninfómana, ¿quién no va a saber?–
Despierta miedos a Virginia Woolf,
adopta aire de histeria
y a un crítico, cébalo para el comedor.
Drapea al cerdito, astuto y como en feria,
en tu escobero, de Circe nido de amor.
Con una carta en la manga olvidada,
modesto me disfrazo de As de espadas.
Todos llegan del camuflaje no seguros,
yo hablo sabio, como un presidentê.
Cosecho risas, estoy tartamudo,
porque al ‹Sauerländer Tröpfchen›, ¡si lo conoce usted!
Circe, ahora, que no se tranquilicen,
que bailen un poquito, afloja el tapón,
los devotos están donde el chillido;
no le pesa, a quien se confiesa
antes de la oración.
Cuando algunos se empujan tras las balaustradas,
lee la Odisea, As de espadas.
Lo acogedor, ya hemos de vivirlo,
mezcla de alcohol y de humo en flor,
si murciélagos blancos ya se ciernen,
se abre amable el cierre relámpagô…

Pik Sieben ||| Geh’ bitte nicht als fast schon ausgewickelte Praline, | die wird vernascht,
kaum knabbert einer dran. | Geh’ besser als giftgrüne Kolombine, | denn alle Tauben sind
bekanntlich nymphoman. | Erwecke Schrecken vor Virginia Woolf, | gebärde Dich hysterisch
| und einen Rezensenten mäste dir zum Fest. | Als Schweinchen schlau drapier’ ihn dann
malerisch | vor Deiner Besenkammer, Circes Liebesnest. | Mit einer Karte, die im Ärmel mir
geblieben, | maskier’ ich mich bescheiden als Pik 7. || Die Gäste kommen, ihrer Tarnung noch
nicht sicher, | ich rede weise, wie ein Präsident. | Mein Stottern erntet albernes Gekicher, |
weil jenes ›Sauerländer Tröpfchen‹ halt ein jeder kennt. | Nun Circe lass’ sie nicht zur Ruhe
kommen, | verhäng’ ein Tänzchen, dreh’ mal an der Sicherung, | dann weißt Du dort, wo’s
kreischt, da sind die Frommen, | die haben’s leicht, die geh’n zur Beicht, | noch vor der
Dämmerung. | Wenn sich dann manche hinter Bücherwände schieben, | studiert die Odyssee,
Pik 7. || Gemütlichkeit, wir werden’s ja erleben, | erblüht im Rauch, gemischt mit Spiritus,
| wenn dann die weißen Fledermäuse schweben, | zeigt sich gefällig jeder Reißverschluß. |
463

Mezcla en las ensaladas rusas de la medianoche,


de paso una libra de afrodisíacô.
Un tronquito de apio no es causa de reproche,
nadie dirá: «al huésped natura lo mató».
Con las visitas todas abrazadas,
mira la luna, As de espadas.
Deja al huésped maduro el delirio de aceros,
es por los Rolling Stones y un menor de clarín,
se regodea en ocaso su garguero,
dale un par en la cara, le hace bien al fin.
Camillo agita a Venus, se santiguó,
bobo y mudo un martillo Pepponê.
Circe estornuda, y se sonó…,
hizo a la mersa entera perder pie.
Con el público en posición recuperada,
es equilibrista, As de espadas.
Pasan los triunfos últimos no de las cinco,
ya ninguno junta fuerzas para un bock,
barrial de marihuana, un rey en el recinto,
las damas y los chicos yacen en montón,
bulle el resaltador de moscas adheridas,
el ronquido crece, se hace sobrio huracán.
Miro en derredor, veo sotas ya servidas,
un cisne ronco y postrero chilla en el desván.
Te lamentas: «¿dónde ha hecho parada?»,
lasciva, entre escobas, buscas a As de espadas.
Color del arco iris, sobre una girlanda
que está sujeta entre una lámpara y Chagall,
allí me mezco en una zarabanda,

Misch’ in die mitternächtlichen, die russischen Salate, | so nebenbei ein Pfund


Aphrodisiakum. | Ein Knöllchen Sellerie ist niemals nicht zu schade | und Deine Gäste
bringt Natur gewiß nicht um. | Wenn sich dann alle erdverbunden lieben, | guckt in den
Mond, Pik 7. || Lass’ den betagten Gast von Stahlgewittern schwärmen, | das machen
Rolling Stones und ein Fanfarenmoll, | dem wühlt halt Lust am Untergang in Därmen,
| beiß’ ihm zwei Schmisse ins Gesicht, das tut ihm wohl. | Don Camillo schwenkt den
Morgenstern, bekreuzt sich, | Peppone schwingt den Hammer dumm und stumm. | Jetzt
nieset Circe, Circe schneuzt sich, | Du bläst die ganze Blase doch glatt um. | Wenn alle
Standort fassen hüben oder drüben, | zeigt einen Drahtseilakt, Pik 7. || Nach 5 Uhr
morgens fallen dann die letzten Trümpfe, | zu einer Bockrunde rafft keiner sich mehr
auf, | die Könige regieren Marihuana-Sümpfe, | die Damen, wie die Buben, fielen Iängst
zuhauf, | da zappeln Fliegen, festgeklebt auf Wimperntuschen, | das Schnarchen sammelt
sich zu mäßigem Orkan. | Ich schau’ mich um, seh’ ausgespielte Luschen, | nur in der
Küche grölt ein letzter heiserer Schwan. | Du lamentierst, wo ist er abgeblieben, | suchst
in der Besenkammer lüstern nach Pik 7. || Auf einer regenbogenfarbenen Girlande, | die
zwischen Lampe und Chagall ist festgemacht, | da schaukele ich, spiel’ eine Sarabande |
464 walter mossmann

el cadáver de la noche me da igual;


te miro, manos nunca satisfechas,
con ternura pienso en Penélopê,
busco Ítaca, mis cuatro paredes hechas,
bebe, oh Circe, sola el temprano té,
porque me queda esta última baza,
un ave se voló,
era As de espadas.

und pfeife auf die Leichen dieser Nacht | und schau’ Dich an, die nimmersatten Hände
| und denke zärtlich an Penelope | und suche Ithaka, die eigenen vier Wände, | oh Circe,
trink’ allein den Morgentee, | denn dieser letzte Stich ist mir geblieben, | ein Waldspecht
fliegt davon, | das war Pik 7.
Hannes Wader 5

Viajando otra vez

Viniendo del norte desde hace horas en la ruta


viajo sin apuro, ya me adormecí.
En algún sitio cerca de Hannover hago una pausa,
con tanque vacío y el estómago así.
Sigo luego vïaje, en la salida hay dos muchachos;
me detengo y los hago subir.
Me cuentan esto y lo otro, que ambos tienen dieciocho,
van a Frankfurt a las doce han de estar allí.
Algo quieren estudiar, ninguno de los dos tiene trabajo,
están hartos de los años de holgazán.
Se reunirán con gente de no distinta suertê;
ni hacer cola quieren ya ni mendigar.
Pasa así el tiempo en la charla; en la salida a Sauerland
doblo y ahí a los dos hago bajar.
Estos jóvenes no se dejan ya más hacer cualquier cosa,
quizás el futuro no pinte tan mal.
Viajando otra vez,
yo mismo lo busqué, si bien tanto insulté.
Y no obstante,
se anda y ve cada cariz de qué pasa en el país,
algo a veces sin entender, ni al derecho ni al revés,
y aunque se aprende más y más de lo que es:
todo, jamás.
Como un ascua el sol se pone, espléndidô,

Wieder unterwegs ||| Von Norden kommend bin ich schon seit Stunden auf der Straße |
fahre ohne Eile, döse vor mich hin. | Bei Hannover irgendwo mache ich eine kleine Pause,
| weil ich tanken muß, und weil ich hungrig bin. || Und dann rolle ich wieder weiter, an
der Ausfahrt stehen zwei Jungs; | ich halte an; sie steigen zu mir ein. | Sie erzählen dies
und jenes daß sie beide achtzehn sind, | wollen noch vor Mitternacht in Frankfurt sein.
|| Beide können keine Arbeit kriegen, möchten gern was lernen, | sind das jahrelange
Gammeln endlich leid. | Wollen sich mit Leuten treffen denen es nicht anders geht; | sind
zum Betteln, Schlangestehen, nicht mehr bereit. || So vergeht die Zeit mit Reden; bei
der Abfahrt Sauerland | biege ich ab und laß die beiden wieder ’raus. | Diese junge Leute
lassen nicht mehr alles mit sich machen, | vielleicht sieht die Zukunft so schlecht gar
nicht aus. || Wieder unterwegs, | habs mir selbst so ausgesucht und doch Tausendmal verflucht. |
Andererseits, | man kommt viel ’rum und man sieht was im Lande so geschieht | selbst wenn man
manches nicht versteht wie mans auch wendet und dreht, | aber eins kommt doch meist dabei raus
und das ist: | »Man lernt nie aus«. || Glührot geht die Sonne unter, wunderbar, |
466 hannes wader

cuando algo siento que me agobia y hace deprimir.


El motivo es evidente, porque en la radio sigue
presente un disco de puerco beat.
Cambio, al punto me mejoro, empiezo a cantar yo mismo,
y ahí de golpe escupe y ratea el motor.
Giro hacia la derecha, a lo largo de un terraplén,
que recto como un cirio cruza un pantanô.
El indicador se enciende, hago un par de kilómetros
y quedo atascado, no sé dónde estoy.
Se hace oscuro y presto oídos, oigo tiros y ladridos,
«Cazadores, pienso, hacia ellos voy.»
Con el bidón en la mano llego a una fogata,
miro en torno, oigo «¿Quién anda ahí?» toser.
Negras togas, dados, dagas y muchos fusiles veo.
Ovejeros, –cazadores, no han de ser.
Una mano por la espalda me arrastra brutal al fuego,
y uno que como jefe revistâ,
«¡Ese perro sé quién es!» –grita–, «¡canciones no alemanas
canta, es un espía y un comunistâ!»
¡«Para espías no hay clemencia»!
Aparece un comando, busca el auto
y ahí nomás lo hace volar.
Nuestros jóvenes demuestran que son hombres de verdad,
llevando al traidor de inmediato a fusilar.
Ya llego con los tres chicos al cercano robledal;
ellos pálidos, yo tiemblo también.
Pero aprovecho el instante en que el auto explotó

doch irgendwas ist da was mich deprimiert und runterzieht | Und der Grund ist bald
gefunden denn im Autoradio läuft | seit Stunden so ein Disko Schweinebeat. || Ich drehe
ab gleich gehts mir besser, fange selber an zu singen, | aber plötzlich spuckt und stottert
der Motor. | Kurz entschlossen fahre ich rechts auf einem Knüppeldamm entlang | der
führt kerzengerade mitten durch ein Moor. || Die Benzinuhr leuchtet auf; ich schaffe
noch fünf Kilometer | und dann sitze ich fest weiß nicht mal wo ich bin. | Es wird dunkel
und ich lausche, höre Schüsse, Hunde bellen, | »Das sind Jäger« denke ich, »vielleicht
finde ich hin«. || Und ich nehme den Kanister, komme an ein Lagerfeuer, | sehe mich
um und höre jemand »Wer da?« schreien. | Schwarze Kutten, Knobelbecher, Messer und
Gewehre sehe ich. | Schäferhunde, »Jäger können das nicht sein!« || Hände packen mich
von hinten, zerren mich brutal zum Feuer. | Einer der wahrscheinlich Chef der Gruppe ist
| schreit: »Den kenne ich, den Lumpenhund, der singt undeutsche Lieder; | ein Spitzel ist
der, und ein Kommunist!«. || »Fur Spione keine Gnade!« | Sprengkommando angetreten
sucht das Auto | und dann jagt es in die Luft. | »Unsere Jüngsten sollen beweisen daß
sie echte Männer sind; | sofort! abführen und erschießen diesen Schuft.« || Und schon
führen mich drei Knaben in den nahgelegenen Wald; | sind bleich vor Angst, auch mir
zittern die Knie. | Doch ich nutze die Sekunde als mein Wagen explodiert, |
hannes wader 467

¡Es mi última chance, tengo una entre cien!


Y yo corro, corro, corro, como nunca hice en mi vida,
oigo el griterío y los tiros detrás.
De golpe entonces se desata una tormenta;
ya no pienso, huyo como un animal.
Viajando otra vez,
yo mismo lo busqué, si bien tanto insulté.
Y no obstante,
se anda y ve cada cariz de qué pasa en el país,
algo a veces sin entender, ni al derecho ni al revés,
y aunque se aprende más y más de lo que es:
todo, jamás.
Y me ahogo en el lodo, caigo sobre cada raíz;
del rostro espinas me laceran la piel.
Perdí las botas hace rato,
ya no puedo dar un paso;
igual que éste me pierda o me halle aquél.
Me duermo sin más, sólo en horas vuelvo a despertar
con suaves flautas a la luz del sol.
Ante mí en la alta hierba una muchacha toca la zampoña,
y sonríe en un vestido hecho a manô.
Con la punta de los dedos me desprende el bidón
puesto que lo llevo en la mano aún.
Se lo pasa a otras personas que justo ahí nomás están,
y hondo en la arena lo ocultan en común.
Mi miedo vuelve a crecer, grito «¡auxilio, me asesinan!»
y ella dice «entiéndeme» con suavidad,

»Das ist meine letzte Chance, jetzt oder nie!«. || Und ich renne, renne, renne, wie
noch nie in meinem Leben, | höre das Geschrei, die Schüsse, hinter mir. | Dazu platzt
mit einem Mal ein Gewitterregen nieder; | denken kann ich nicht, nur fliehen wie ein
Tier. || Wieder unterwegs, | habs mir selbst so ausgesucht und doch Tausendmal verflucht. |
Andererseits, | man kommt viel ’rum und man sieht was im Lande so geschieht | selbst wenn
man manches nicht versteht wie mans auch wendet und dreht, | aber eins kommt doch meist
dabei raus und das ist: | »Man lernt nie aus«. || Und mal stürze ich über Wurzeln, und
ersticke fast im Schlamm; | Dornen reißen mir das Fleisch aus dem Gesicht. | Die
Stiefel habe ich längst verloren, | ich kann keinen Schritt mehr gehen; | mir gleich ob
sie mich finden oder nicht. || Und ich schlafe einfach ein, wache erst nach Stunden
auf | vom zarten Flötenspiel im Sommerschein. | Vor mir sitzt im höhen Gras ein
Mädchen bläst die Weidenflöte, | trägt ein selbstgewebtes Kleid und lächelt fein. ||
Nimmt mir dann mit spitzen Fingern den Benzinkanister ab | denn den trage ich
noch immer in der Hand. | Übergibt den ein paar Leuten die gerade in der Nähe
sind | die verbuddeln ihn fünf Meter tief im Sand. || Meine Angst kommt wieder
hoch, und als ich schrei’: ‚Hilfe! Mörder!‘ | sagt das Mädchen sanft: »Ich will daß du
verstehst, |
468 hannes wader

«eres un hermano nuestro y no queremos saber nada,


quién eres, de dónde vienes, dónde vas.»
Y me lleva a su casa, me unge los pies lacerados
me cubre con hierbas, me da vino y pan.
Me prepara un lecho, se arrodilla a mis pies, con la flauta
toca hasta que me duermo con dulce afán.
Me siento bien al otro día, me da ropas nuevas,
un par de sandalias, de lino un jubón;
cuando ve que aún cojeo, me sienta sobre un burro,
pan me da y de cabra me da requesón.
Me quedaría con ganas, pero he de seguir trotando,
si mi pulso tiene el ritmo, pues
él con la vida tranquila, esta paz tejida a mano
a la larga, vuelve al mundo otra vez.
Desde de lejos del mundo cabalgué apenas cien pasos,
y alambre de púas me fuerza a parar.
Desde anoche y en secreto, nadie ha visto aquí nada,
construyen una gran usina nuclear.
Viajando otra vez,
yo mismo lo busqué, si bien tanto insulté.
Y no obstante,
se anda y ve cada cariz de qué pasa en el país,
algo a veces sin entender, ni al derecho ni al revés,
y aunque se aprende más y más de lo que es:
todo, jamás.
De nuevo oigo ladrar perros, veo hombres con fusiles,
doy una gran curva del bosque a través,

für uns bist du unser Bruder und wir wollen gar nicht wissen | wer du bist, woher du
kommst, wohin du gehst.« || Und sie führt mich in ihr Haus salbt mir meine wunden
Füße | kühlt mit Kräutern mein Gesicht, bringt Brot und Wein. | Sie bereitet mir ein
Lager, hockt sich hin zu meinen Füßen, | nimmt die Flöte, spielt, bald schlafe ich wie
ein Stein. || Fühl’ mich gut am nächsten morgen und sie bringt mir frische Kleider, |
Holzsandalen und ein leinenes Gewand; | als sie sieht daß ich noch hinke setzt sie mich
auf einen Esel, | drückt mir Brot und Ziegenkäse in die Hand. || Wär so gerne noch
geblieben, aber ich muß weiterreiten | weil mein Puls in einem Rhytmus schlägt | der
sich mit dem stillen Leben, diesem handgewebten Frieden | fern der Welt, auf die Dauer
nicht verträgt. || Doch, von wegen fern der Welt ich bin kaum hundert Schritt geritten, |
stehe ich schon vor einem Stacheldrahtverhau | Seit heut’ Nacht ist hier klammheimlich,
niemand hat etwas bemerkt, | ein gewaltiges Atomkraftwerk im Bau. || Wieder unterwegs,
| habs mir selbst so ausgesucht und doch Tausendmal verflucht. | Andererseits, | man kommt viel
’rum und man sieht was im Lande so geschieht | selbst wenn man manches nicht versteht wie
mans auch wendet und dreht, | aber eins kommt doch meist dabei raus und das ist: | »Man lernt
nie aus«. || Wieder höre ich Hunde bellen, sehe Männer mit Gewehren, | schlage einen
großen Bogen durch den Wald. |
hannes wader 469

cabalgo horas y días, por debajo de autopistâs,


hasta que un río me para otra vez.
De golpe en torno mucha gente, suspira, reza, canta,
se mesa los cabellos, «Hallelujah!
¡Miren el que va en el burro, el vestido y las sandalias;
Hosianna!, es Jesús el que ahí está!»
Y me escapo a la corriente, salto de una piedra a otra,
en tierra la multitud se prosternó,
ve cómo caigo, aparecido apenas, lastimoso
se hunde su falso Señor y Salvador.
La corriente me arrastra millas, el río se ensancha,
nado, lucho, a tierra no puedo llegar;
petroquímica a los lados, el agua, espuma y hedor,
medio ahogado, floto hasta la orillâ.
En la costa juegan chicos, grito «auxilio» a borbotones,
pero es como gritar contra la pared.
Uno hunde los dedos en la tóxica aguâ,
la espuma, algodón de azúcar, que va a lamer.
La arcada, el laleo, la risita de otros, que repto
no ven, ni que estoy por reventar.
También yo he tragado espuma y veneno a más no poder,
crudo horror me va a asaltar.
Veo máscaras y niños tricéfalos, horribles monstruos
me acometen, se agigantan de golpê.
Y veloz le arranco a un chico, mientras chillo de pavor,
el Skateboard y me hago humo con él.

Reite weiter Stunden, Tage, unter Autobahnen durch | mache am Ufer eines Flusses
endlich halt. || Plötzlich ringsum viele Menschen die laut beten, seufzen, singen, | sich
die Haare raufen, Hallelujah! schreien: | »Seht den Mann dort auf dem Esel, das Gewand
und die Sandalen; | Hosianna! Freunde, das muß Jesus sein!« || Und ich flüchte in den
Strom, spring’ von einem Stein zum anderen | und am Ufer knien die Pilger im Gebet.
| Mussen zusehen wie ich stürze, wie ihr falscher Herr und Heiland | kaum erschienen
wieder kläglich untergeht. || Gleich reißt mich die Strömung fort, meilenweit der Fluß
wird breiter | und ich schwimme, kämpfe, komme nicht ans Land; | links und rechts
Chemiefabriken und das Wasser schäumt und stinkt, | halb ertrunken treibe ich zum
Uferrand. || Und am Ufer spielen Kinder gurgelnd schreie ich um Hilfe, | doch, es ist als
brüllte ich gegen eine Wand. | Einer taucht die Finger in den giftverseuchten Fluß, | leckt
sich den Schaum wie Zuckerwatte von der Hand. || Die anderen lallen, kichern, kotzen
und daß ich ans Ufer krieche, | fast verrecke, merken sie nicht mehr. | Auch ich habe von
dem Schaum gefressen, literweise Gift geschluckt | nackter Horror fällt über mich her. |
Sehe Kinder mit drei Kopfen, Fratzen, grauenhafte Monster | dringen auf mich ein, sind
plötzlich riesengroß | Und ich kreische voll Entsetzen reiße einem kleinen Junge schnell
| sein Skateboard aus der Hand und rase los. ||
470 hannes wader

Pero pronto vuelvo en mí y sigo aún sobre mi skateboard


batiendo alas como un gallô
sobre gallina que no quiere, y esto a ciento treinta
en la autopista a contramanô.
Viajando otra vez,
yo mismo lo busqué, si bien tanto insulté.
Y no obstante,
se anda y ve cada cariz de qué pasa en el país,
algo a veces sin entender, ni al derecho ni al revés,
y aunque se aprende más y más de lo que es:
todo, jamás.
Bocinas y chirridos, autos que frenan y derrapan,
veo una salida, y no lejos de allí
abandono la autopista y miro en derredor,
se alza un monte de chatarra tras de mí,
el ruido no se aguanta, aúllan las sirenas, lalû
lalû, la policía ya también llegó.
Mas no me prenderán, he de ocultarme y camuflarme,
y a mano tengo ya la salvación.
En la calle por doquier veo cientos de carteles:
un partido cristiano en tren electoral.
Leo en letra grande «El socialismo lleva a la miseria»,
me detengo y me apropio de un par.
Me los cuelgo del cuello y ruedo bajo este camuflaje
de incógnito por Frankfurt: un Sandwichman.
La consigna en los carteles, las pilchas destrozadas,
trajeado así tengo buena llegadâ.
Al doblar la esquina detrás de la torre de Eschenheim,

Doch, bald komme ich wieder zu mir immer noch auf meinem Skateboard | flügelschlagend,
hocke ich wie ein Hahn | Auf ’ner Henne die nicht will und das bei Tempo hundertdreißig
| als Geisterfahrer auf der Autobahn. || Wieder unterwegs, | habs mir selbst so ausgesucht und
doch Tausendmal verflucht. | Andererseits, | man kommt viel ’rum und man sieht was im Lande so
geschieht | selbst wenn man manches nicht versteht wie mans auch wendet und dreht, | aber eins
kommt doch meist dabei raus und das ist: | »Man lernt nie aus«. || Höre Hupen, Reifen quietschen,
sehe Autos bremsen schleudern, | finde eine Ausfahrt als ich kurz darauf; | die Autobahn
verlasse und ich schaue mich kurz um, | türmt sich hinter mir ein Schrottgebirge auf, | der
Lärm wird unerträglich auch Sirenen jaulen auf | lalu, lalu, die Polizei ist auch schon da. |
Doch die sollen mich nicht kriegen, ich muß mich verstecken und tarnen | und dann sehe ich
auch die Rettung schon ganz nah. || Überall am Straßenrand stehen hunderte von Schildern,
| Wahlplakate, einer christlichen Partei. | Darauf steht im großen Lettern »Sozialismus führt
ins Elend« | und ich halte an und greife mir gleich zwei. || Die hänge ich mir um den Hals,
rolle unter dieser Tarnung | unerkannt durch Frankfurt als ein Sandwichmann. | Die Parolen
auf den Schildern die zerrissenen Klamotten, | dies Kostum kommt bei den Leuten richtig
an. || Als ich um die Ecke biege hinterm Eschenheimer Turm |
hannes wader 471

me aprisiona una gran manifestación.


Son todos de izquierda y clavan la mirada en mis carteles,
rajo, o salgo con más de un moretón.
Pero sé que los de izquierda suelen hacer una junta
y discuten antes de golpear.
Y se da así también esta vez, me acosan con preguntas:
lo que cuento, ¿qué mono lo va a tragar?
En pocas palabras, tuvo un buen fin esta historia:
de los muchachos me reconocen dos,
precisamente aquéllos que he llevado al principio
cuando este viaje de locos comenzó.
Y elllos me dan de comer, me traen una guitarra,
y hago entonces lo que sé hacer mejor.
Afino al punto el instrumento, eso me lleva una hora,
y empiezo ya a cantar una canción.
Éstâ:
Viajando otra vez,
yo mismo lo busqué, si bien tanto insulté.
Y no obstante,
se anda y ve cada cariz de qué pasa en el país,
algo a veces sin entender, ni al derecho ni al revés,
y aunque se aprende más y más de lo que es:
todo, jamás.

bin ich zwischen Menschenmassen eingekeilt. | Alles linke Demostranten, und die starren
auf meine Schilder, | nichts wie weg, hier werden Prügel ausgeteilt. || Doch ich weiß, die
linken lassen sich bevor sie jemand schlagen, | meistens erst auf Diskussionen ein. | Das
bestätigt sich auch diesmal, sie bestürmen mich mit Fragen, | doch, was ich erzähle glaubt
mir hier kein Schwein. || Kurz und gut diese Geschichte nimmt doch noch ein gutes
Ende, | denn ich werde plötzlich von zwei Jungs erkannt. | Ausgerechnet von den beiden
die ich mitgenommen habe | zu Beginn der Fahrt durch dies verrückte Land. || Und sie
geben mir zu essen, bringen mir eine Guitarre, | und dann tue ich das was ich am besten
kann. | Stimme kurz das Instrument; dazu brauche ich eine Stunde, | und schon fange ich
ein Lied zu singen an. || Und zwar: | Wieder unterwegs, | habs mir selbst so ausgesucht und
doch Tausendmal verflucht. | Andererseits, | man kommt viel ’rum und man sieht was im Lande
so geschieht | selbst wenn man manches nicht versteht wie mans auch wendet und dreht, | aber
eins kommt doch meist dabei raus und das ist: | »Man lernt nie aus«.
472 hannes wader

Memoria

Mi memoria llega atrás


hasta cuando tenía tres
mandó entonces mi padre
cuando en Noruega él
fue soldado, en Navidad
hecho en madera, un tren
yo jugaba, orgulloso
pues del tren me enamoré
con la máquina, que echaba
grueso y blanco algodón
le cargaba siempre arena
otras cosas y carbón
si a la noche, en brazos el tren
dormía en mi almohadón
en sueños más de una vez
llamó a papá mi voz
que él no viniera jamás
no podía ya entender
y fue así que me hice el plan
de a Noruega irlo a ver
Sí, quizá hayamos los humanos
nacido
tan sólo para buscar hasta el fin
también yo alguna vez algo
he perdido
que me falta y he de volver
a descubrir
Una mañana en la oscuridad
era en enerô

Erinnerung ||| Ich erinnere mich zurück | bis in mein drittes Lebensjahr | da schickte
mir mein Vater | der in Norwegen war | als Soldat, um die Weihnachtszeit | ’ne Eisenbahn
aus Holz | die wurde meine Liebe | und ich spielte voller Stolz | mit der Lok, aus deren
Schornstein | dicke, weiße Watte quoll | lud sie jeden Tag mit Kohle, Sand | und andern
Gütern voll | wenn ich des Nachts, die Lok im Arm | auf meinem Kissen schlief | geschah
es oft, daß ich im Traum | nach meinem Vater rief | daß er trotzdem niemals kam |
konnte ich noch nicht verstehn | und so faßte ich den Plan | zu ihm nach Norwegen
zu gehn || Ja, vielleicht sind wir Menschen | nur dazu geboren | um ruhelos zu suchen bis
zum Schluß | auch ich hab irgendwann einmal | etwas verloren | was mir fehlt und was ich |
wiederfinden muß || Eines Morgens in der Dunkelheit | es war im Januar |
hannes wader 473

a duras penas me vestí


claro el aire y fríô
enganché los vagones
en el primer albor
en uno una manzana
en el otro un pancitôr
podía avanzar apenas
había nieve por doquier
ya era de tarde
y el trecho a Noruega aún por hacer
se me heló el moco en la manga
y chiquito quedé allí
me puse a llorar, y en la cuneta
me dormí
el cartero, que por azar
por allí pasó
fue quien, medio congelado,
a casa me devolvió
Sí, quizá hayamos los humanos
nacido
tan sólo para buscar hasta el fin
también yo alguna vez algo
he perdido
que me falta y he de volver
a descubrir
En el cuarenta y cinco
por fin la guerra acabó
pero en lugar de papá
tío Eduard a casa volvió
hermano de papá
recuerdo con precisión
cómo llegó, el capote
gris y hecho un jirón
zog ich mich mühsam selber an | die Luft war kalt und klar | ich koppelte die Wagen an
| im ersten Morgenrot | in einem lag ein Apfel | und im andern ein Stück Brot | doch
ich kam nur langsam vorwärts | denn die Straße war verschneit | schon fast Nachmittag
| und der Weg nach Norwegen noch weit | mir gefror der Rotz am Ärmel | und da
stand ich winzig klein | fing an zu weinen, schlief dann bald | im Straßengraben ein |
der Briefträger, der durch Zufall | dort vorüberkam | war es, der mich fand, mich halb
| erfroren mit nach Hause nahm || Ja, vielleicht sind wir Menschen | nur dazu geboren
| um ruhelos zu suchen bis zum Schluß | auch ich hab irgendwann einmal | etwas verloren |
was mir fehlt und was ich | wiederfinden muß || Frühjahr fünfundvierzig | war der Krieg
dann endlich aus | doch statt Vater kam mein | Onkel Eduard nach Haus | das war
Vaters Bruder | und ich weiß es noch genau | wie er ankam, im Soldatenmantel |
abgerissen, grau |
474 hannes wader

pero yo, contó mamá más tarde


me lancé sobre él
gritando «tío pâpá,
tío pâpá» sin parar
al otro día en la cocina
de la abue con él
no se dirigió a mí
si no que insultaba al comer
y con odio a su madre
no sé por qué le tiró
el plato lleno a la cara
de hirviente coliflor
Sí, quizá hayamos los humanos
nacido
tan sólo para buscar hasta el fin
también yo alguna vez algo
he perdido
que me falta y he de volver
a descubrir
A menudo mendigué
como un perro por amor,
pero en vez de él me daba
mi tío un golpe, y sin razón
tomando la trompeta
se arreglaba para salir
en tibias noches de luna
se podía siempre decir
que el pueblo abría ventanas
y prestaba atención
para oírlo en la montaña
con su triste y bella canción
después iba a la cantina
y se embriagaba en furor
aber ich, so sagte Mutter später | stürzte mich auf ihn | »Onkel Papa, Onkel Papa« hab
| ich immer nur geschrien | am nächsten Tag, als ich mit ihm | in Omas Küche saß |
sprach er nicht ein Wort mit mir | sondern schimpfte auf den Fraß | und voll Haß auf
seine Mutter | warf er, warum weiß ich nicht | ihr den vollen Teller mit dem | heißen
Grünkohl ins Gesicht || Ja, vielleicht sind wir Menschen | nur dazu geboren | um ruhelos zu
suchen bis zum Schluß | auch ich hab irgendwann einmal | etwas verloren | was mir fehlt und
was ich | wiederfinden muß || Oft hab ich gebettelt um ein | bißchen Liebe wie ein Hund |
doch statt dessen schlug mein | Onkel mich und meistens ohne Grund | machmal nahm
er die Trompete | machte sich zum Ausgehn fein | meist in lauen Vollmondnächten | und
man konnte sicher sein | daß im Dorfe jeder lauschte | und die Fenster offen ließ | wenn
er dann vom Berg herunter | traurig-schöne Lieder blies | nachher ging er in die Kneipe
| und dort soff er sich in Wut |
hannes wader 475

golpeaba a los huéspedes


y si luego ante el portón
yacía en su sangre
le sobraba aún vigor
para con la sangrienta trompeta
darme un empellón
Sí, quizá hayamos los humanos
nacido
tan sólo para buscar hasta el fin
también yo alguna vez algo
he perdido
que me falta y he de volver
a descubrir
Mi tren de madera tiempo hacía
que estaba en ruinâs
y aun Noruega parecía un país
como los demás
y también volvió a casa
un año después papá
qué dijo, con qué aspecto,
de eso no me acuerdo más
ni aun más tarde, siendo grande
volví a hallar el tonô
ya saben qué quiero decir,
la relación padre-hijô
ya otro había consumido
mi afecto para con él
como a un fuego al que alguien meó
que humea sin desaparecer
mas una chispa de fe
existe aún y alguna vez
un viento, quiero creer
vendrá y lo volverá a encender
verprügelte die Gäste | wenn er dann im eignen Blut | morgens vor der Haustür lag |
hatte er noch Kraft genug | daß er mit der blutbesudelten | Trompete nach mir schlug
|| Ja, vielleicht sind wir Menschen | nur dazu geboren | um ruhelos zu suchen bis zum Schluß |
auch ich hab irgendwann einmal | etwas verloren | was mir fehlt und was ich | wiederfinden
muß || Meine Eisenbahn aus Holz war | längst zertrümmert und verbrannt | und auch
Norwegen erschien mir | so wie jedes andere Land | und auch Vater kam nach Hause
| ein Jahr später irgendwann | was er sagte, wie er aussah | ich erinnre mich nicht dran
| fand auch später, als ich größer | wurde, nie mehr diesen Ton | nun, ihr wißt schon,
was ich meine | dies Verhältnis Vater-Sohn | mein Gefühl für ihn, das hatte | schon ein
anderer verbraucht | wie ein Feuer, ausgepißt | das dennoch ewig weiterraucht | doch ein
Funke von Vertraun | ist noch da und irgendwann | will ich glauben, kommt ein Wind |
und bläst das Feuer wieder an ||
476 hannes wader

Sí, quizá hayamos los humanos


nacido
tan sólo para buscar hasta el fin
también yo alguna vez algo
he perdido
que me falta y he de volver
a descubrir

Hay que hacerlo ya

Allá en la Champagna, en el verde estival,


donde entre amapolas ves cruces blanquear,
susurra la hierba y se mece en vaivén
al viento, entre tumbas, suave hoy como ayer.
No veo, soldado, sobre tu cruz yo
más que uno nueve, uno seis, que alguien pintó,
estas cifras sólo, mas el nombre no
de quien ni a diecinueve siquiera llegó.
Estribillo:
Sí, es que a ti también te han mentido, y nos mienten
exactamente igual a nosotros aún hoy,
y entregaste todo a esa mentira,
tu juventud, tu fuerza, tu vida.
¿De una chica, soldado, conociste amor?
–Si allí no había paz, seguro que no;
sin paz la ternura no puede crecer,
para morir hay soldados, no para ser.
Pensaste quizás: «muy pronto caeré,
aprovecho el momento, así, tal como es;»

Ja, vielleicht sind wir Menschen | nur dazu geboren | um ruhelos zu suchen bis zum Schluß | auch
ich hab irgendwann einmal | etwas verloren | was mir fehlt und was ich | wiederfinden muß
Es ist an der Zeit ||| Weit in der Champagne im Mittsommergrün | dort, wo zwischen
Grabkreuzen Mohnblumen blühn | da flüstern die Gräser und wiegen sich leicht | im
Wind, der sanft über das Gräberfeld streicht | auf deinem Kreuz finde ich, toter Soldat |
deinen Namen nicht, nur Ziffern und jemand hat | die Zahl neunzehnhundertundsechzehn
gemalt | und du warst nicht einmal neunzehn Jahre alt || Refrain: | Ja, auch dich haben sie
schon genauso belogen | so wie sie es mit uns heute immer noch tun | und du hast ihnen alles gegeben
| deine Kraft, deine Jugend, dein Leben || Hast du, toter Soldat, mal ein Mädchen geliebt?
| sicher nicht denn nur dort, wo es Frieden gibt | können Zärtlichkeit und Vertrauen
gedeihn | warst Soldat, um zu sterben, nicht um jung zu sein | vielleicht dachtest du dir,
ich falle schon bald | nehme mir mein Vergnügen, wie es kommt, mit Gewalt |
hannes wader 477

estabas decidido, y tú mismo después


de ti te avergonzaste, y dejaste de hacer.
Estribillo
¿Marchaste, soldado con fe a morir?
¿O a tu real enemigo no viste hasta el fin,
brutal, desesperado, ahogado en tu hiel?
¡Que limpio haya sido el disparo y fiel!
¿O tu cuerpo jirones ha hecho un cañón,
y seguiste corriendo sobre un muñón,
llamando a tu madre, hasta que la luz se fue,
y tu tumba no guarda más que un brazo, un pie?
Estribillo
Como única huella nos queda la cruz
de ésa, tu vida, mas por esa luz
yo, soldado, te juro velar por la paz.
Si se dejan los hombres de nuevo engañar,
que nadie más viva bien puede ocurrir,
nadie ha a tantos millones de sobrevivir.
Pero estamos dispuestos, y hoy somos ya más,
a impedir esta guerra, hay que hacerlo ya.

dazu warst du entschlossen, hast dich aber dann | vor dir selber geschämt und es doch
nie getan || Refrain || Soldat, gingst du gläubig und gern in den Tod? | oder hast du
verzweifelt, verbittert, verroht | deinen wirklichen Feind nicht erkannt bis zum Schluß? |
ich hoffe, es traf dich ein sauberer Schuß | oder hat ein Geschoß dir die Glieder zerfetzt
| hast du nach deiner Mutter geschrien bis zuletzt | bist du auf deinen Beinstümpfen
weitergerannt | und dein Grab, birgt es mehr als ein Bein, eine Hand? || Refrain || Es
blieb nur das Kreuz als einzige Spur | von deinem Leben, doch hör meinen Schwur | für
den Frieden zu kämpfen und wachsam zu sein | fällt die Menschheit noch einmal auf
Lügen herein | dann kann es geschehn, daß bald niemand mehr Iebt, | niemand, der die
Milliarden von Toten begräbt. | doch Iängst finden sich mehr und mehr Menschen bereit,
| diesen Krieg zu verhindern, es ist an der Zeit.
Konstantin Wecker 6

¡Di que no!

Cuando sin embozo casi


vuelve a aullar el canto nazi,
chistes de judío escuchamos
y de derechos humanos;
cuando luego en alto tono
chupa el tonto y sube al trono
–que a alemán tras mostrador
no basta un mundo sanador–,
levántate, alza la voz:
¡Di que no!
Cuando no un sabelotodo
vuelve la historia a su modo,
y aunque sepamos que delira,
dice que Auschwitz fue mentira –
toma fuerza, trae el recuerdo,
muéstraselo a ese cerdo:
¡Di que no!
Si linyera o si cantor,
si banquero o profesor,
ama de casa, ocioso, cura,
recolector de basura,
si tienes seis o cien años,
no tengas miedo, no es extraño,
enójate, enfurécete, alza la voz:
¡Di que no!
Y si señores presumidos
se te cruzan con cumplidos,
tartamudos, su mirada

Sage nein! ||| Wenn sie jetzt ganz unverhohlen | wieder Nazi-Lieder johlen, | über Juden
Witze machen, | über Menschenrechte lachen, | wenn sie dann in lauten Tönen | saufend
ihrer Dummheit frönen, | denn am Deutschen hinterm Tresen | muß nun mal die Welt
genesen, | dann steh auf und misch dich ein: | Sage nein! || Meistens rückt dann ein
Herr Wichtig | die Geschichte wieder richtig, | faselt von der Auschwitzlüge, | leider
kennt man’s zur Genüge – | mach dich stark und bring dich ein, | zeig es diesem dummen
Schwein: | Sage nein! || Ob als Penner oder Sänger, | Bänker oder Müßiggänger, | ob als
Priester oder Lehrer, | Hausfrau oder Straßenkehrer, | ob du sechs bist oder hundert, | sei
nicht nur erschreckt, verwundert, | tobe, zürne, bring dich ein: | Sage nein! || Und wenn
aufgeblasne Herren | dir galant den Weg versperren, | ihre Blicke unter Lallen |
479

en tu escote está clavada,


y alardean de la vieja,
que cada uno en casa deja,
pues la mujer tiene lugar
como antes, sólo – en el hogar,
no entres en el club, déjalos:
¡Di que no!
Si en tu escuela alguien se dedica
a avergonzar a un marica,
y hace que los de color
sientan su racismo y rencor;
si no se extingue el maestro
que en Alemania pardea presto,
no temas alzar la voz:
¡Di que no!
Si linyera o si cantor,
si banquero o profesor,
ama de casa, ocioso, cura,
recolector de basura;
si tienes seis o cien años,
no tengas miedo, no es extraño,
enójate, enfurécete, alza la voz:
¡Di que no!

nur in deinen Ausschnitt fallen, | wenn sie prahlen von der Alten, | die sie sich zu Hause
halten, | denn das Weib ist nur was wert | wie dereinst – an Heim und Herd, | tritt nicht
ein in den Verein: | Sage nein! || Und wenn sie in deiner Schule | plötzlich lästern über
Schwule, | schwarze Kinder spüren lassen, | wie sie andre Rassen hassen, | Lehrer, anstatt
auszusterben, | Deutschland wieder braun verfärben, | hab dann keine Angst zu schrein:
| Sage nein! || Ob als Penner oder Sänger, | Bänker oder Müßiggänger, | ob als Schüler
oder Lehrer, | Hausfrau oder Straßenkehrer, | ob du sechs bist oder hundert, | sei nicht
nur erschreckt, verwundert, | tobe, zürne, bring dich ein: | Sage nein!
Reinhard Me y 7

Visita de un viajante de comercio

Doce y media, al mediodía, sonó el timbre ayer,


voy y abro la puerta, cuando un hombre se hace ver,
«Buenos días, y disculpe», dijo el tal,
«Vengo de Lehmanns Geográfica, la Casa Editorial.
Vea y elija, he aquí nuestro catálogo en color.
‹Cada casa, un globo Lehmanns›, es nuestro slogan mejor.
Permítame recomendarle el modelo tres.
Está hecho en plexiglas, luz interior, se ve a través.
Escala uno a cien mil, los colores, cuatro por país:
Ciudad, límite actual, colonia, hasta el último confín.
Aun otorgamos sin cargo leyenda y explicación.
Entrega en una semana, ¿cuotas de cancelación?»
Ahí ya le faltó el aire, y yo a toda velocidad,
digo: «De un globo no tengo la menor necesidad.
Si bien de 1780, como he de confesar,
¡lo tuvo el Doctor Serenísimo a bien de firmar!
¡Continentes cinco hay, mares siete, y sé como quién soy,
que en eso no ha cambiado nada hasta el día de hoy!
¡Para qué quiero colonias, para qué quiero un confín,
si lo corren cuando quieren, repartiéndose el botín!
¡Como nadie garantiza, que en un acto demencial,
no vaya uno a borrar ciudades, es con éstas igual!

Vertreterbesuch ||| Gestern mittag um halb eins klingelt es an meiner Tür, | Ich
geh’ hin und mach’ auf, und da steht ein Mann vor mir, | Der sagt: »’Tschuld’gen
Sie die Störung, Guten Tag, | Komme von der Firma Lehmanns Geographischer
Verlag. | Hier ist unser Vierfarbkatalog, wähl’n Sie in Ruhe aus. | Unser Slogan:
›Lehmanns Globus gehört in jedes Haus!‹ || Wenn Sie mir gestatten, rat’ ich Ihnen
Modell acht. | Wird von innen her beleuchtet und aus Plexiglas gemacht. | Maßstab
eins zu hunderttausend, Vierfarbdruck für jedes Land: | Grenzen, Städte, Kolonien
alles auf dem neuesten Stand. | Erläuterung und Legende liefern wir kostenlos mit.
| Lieferfrist ist vierzehn Tage, woll’n Sie Teilzahlungskredit?« || Danach muß er
Luft holen, und das nutz’ ich blitzschnell aus. | Ich sag: »Ich brauch’ keinen Globus,
ich hab’ schon einen zu Haus. | Zwar von 1780, wie ich eingestehen muß, | Doch
dafür ist er signiert von Doctor Serenissimus! | Er zeigt die fünf Kontinente, sieben
Meere«, und ich sag: | »Daran hat sich nichts geändert, bis auf den heutigen Tag! ||
Wozu brauch ich die Grenzen und wozu die Kolonien, | Wenn die Mächtigen der
Welt die Grenzen wöchentlich neu zieh’n! | Ebenso ist’s mit den Städten, weil mir
niemand garantiert, | Daß nicht morgen ein Verrückter ganze Städte ausradiert! |
481

¡Volarán el mundo entero, si el ensayo sale bien!


¡Admita que el gasto en un globo, es un gasto sin sostén!
¿Lo ve usted?, para hacer negocio falta la ocasión.
Mas no soy un pesimista, negro como el carbón.
Habrá un día de paz, un día en que venza la razón…
aunque los años que faltan, no sepamos cuántos son.
Para el año dos mil tres, agende Ud., que tiempo hay:
¡No olvidar ir por el globo, a lo de el señor Mey!»

Hombre de Germania

Cuando fui un año atrás


las pirámides a ojear,
en shorts en el desiertô
con el grupo estaba yo,
del calor en el copete
guardaba un verde birrete,
admiré, como otros cientos
yo también el monumento,
cámaras como un corsé
y en camello me monté.
Paciente y mudo éste dio
vueltas a la esfinge dos.
Un cuarto de hora absuelta,
quería ya una tercer vuelta,
de andar sintiendo el mareo
pero Oriente es regateo:
si un simple lo ignoró,
foráneo se reveló.

Und wenn die Versuche glücken, sprengen die die ganze Welt! | Geb’n Sie zu, dann
ist ein Globus doch nur rausgeschmiss’nes Geld! || Seh’n Sie ein, daß mit mir heut’
kein Geschäft zu machen ist? | Andrerseits bin ich kein rabenschwarzer Pessimist. |
Eines Tages kommt der Frieden, eines Tag’s siegt der Verstand – | Doch bis an den
Tag geh’n sicher viele Jahr’ noch durchs Land. | Schreiben Sie in Ihr Notizbuch für
das Jahr zweitausenddrei: | Nicht vergessen zu besuchen: Wegen Globus zu Herrn
Mey!«
Mann aus Alemania ||| Als ich im vergang’nen Jahr | Bei den Pyramiden war,
| Kurz behost im Wüstensand | In der Reisegruppe stand, | Auf dem Kopf zum
Schutz vor Hitze | Eine grünbeschirmte Mütze, | Hab’ ich, wie die andern hundert,
| Auch den großen Bau bewundert | Und mich, kamerabehängt, | Auch auf ein
Kamel gezwängt. | Dies trug mich geduldig stumm | Zweimal um die Sphinx
herum. | Doch nach einer Viertelstunde | Wollt’ ich eine dritte Runde, | Völlig
seekrank schon vom Wandeln, | Doch im Orient mußt du handeln, | Oder du wirst
unbedarft | Gleich als Ausländer entlarvt. |
482 reinhard mey

Así que rebajas pedí,


hasta que al camellero oí:
–Ay no, mira, allí está:
hombre de Germaniâ.
Algo me traicionabâ,
era obvio, a distanciâ.
Pensé entonces para mí:
aquí hay que ser sutil.
Para no diferenciarse
mucho ayuda disfrazarse,
con un albornoz vestido
está ya uno sumergido,
y ataviado con un fez
se lo acepta de una vez.
Compré luego sin dudar
tocado y prenda talar.
Para estar más en las sombras,
llevaba un fardo de alfombras,
porque mi aire se perfile
una daga y un narguile.
Sin atraer la atención,
fui al bazar sin dilación.
Dudando allí aún paradô,
el mercado a coro bramó:
–Ay no, mira, allí está:
hombre de Germaniâ.
Este fiasco me amargó
tanto que me decidió
al fenómeno infeliz
conocerle la raíz.
En deformación total,
vestí piel de oso polar,
kimono con polillas,
Also feilschte ich massiv, | Bis der Kameltreiber rief: | Guck mal, ach nee sieh’ mal da: |
Mann aus Alemania. || Irgendwas verriet mich ganz | Offensichtlich auf Distanz. | Also
hab’ ich eingeseh’n: | Hier muß man subtil vorgeh’n. | Um sich nicht zu unterscheiden |
Hilft oft schon, sich zu verkleiden, | Einen Burnus zu gebrauchen | Und schon kann man
untertauchen, | Gar mit einem Fez geziert | Wird man sofort akzeptiert. | Also kauft’ ich
kurzer Hand | Kopfbedeckung und Gewand. | Um noch wen’ger aufzufallen, | Trug ich
einen Teppichballen | Und ich ließ mir dazu noch eben | Dolch und Wasserpfeife geben.
| Unauffällig wie ich war, | Ging ich schnurstracks zum Basar. | Zögernd stand ich noch
davor, | Da grölte schon der Händler Chor: | Guck mal, ach nee sieh’ mal da: | Mann aus
Alemania. || Dieser Fehlschlag nun verdroß | Mich doch sehr, und ich beschloß, | Dem
Erkennungsphänomen | Ganz bis auf den Grund zu geh’n. | Um mich völlig zu entstellen,
| Behäng’ ich mich mit Eisbärfellen, | Einem Kimono voller Motten |
reinhard mey 483

de un escocés la faldilla,
un gabán gris inusual,
oliendo como esquimal.
Y de incógnito eché a andar
del centro hasta el litoral,
esperé instantes mejores,
mirando los pescadores.
La red, el calafateo,
tengo que instruirlos, veo,
sobre cómo hacerlos bien
y les enseñé también,
qué es un anzuelo racional.
Se oyó allí un clamor general:
–Ay no, mira, allí está:
hombre de Germaniâ.
Y lo intenté otra vez:
tour «Desierto» reservé.
Alquien por efectivô
un dromedario me prestó.
Trepé al barco del desierto
y tomé un camino incierto.
Yankees no vi haciendo turismo,
tan sólo vi un espejismo.
Y anduve, pues me perdí,
horas de allá para aquí.
Encontré entonces a un ser
«Del desierto hijo», –grité–,
cómo llego a la cantina,
dime criatura beduina,
llévame presto al oasis,
he perdido mi homeostasis.
Nativo eres del país:
¿dónde hay aquí ginebra y Pils?

Und dem Rock von einem Schotten, | Einen grauen Paletot | Und roch wie ein Eskimo. |
So gelangt’ ich unerkannt | Durch die Altstadt bis zum Strand, | Blieb dort eine Zeit lang
stehen, | Um den Fischern zuzusehen. | Netze knüpfen, Boote teeren, | Die mußt’ ich erst
mal belehren, | Wie man so was richtig macht | Und hab’ ihnen beigebracht, | Wie man
rationell Angeln baut. | Da jubelten die Fischer laut: | Guck mal, ach nee sieh’ mal da: | Mann
aus Alemania. || Dann hab’ ich’s nochmal versucht | Und die Wüstentour gebucht. | Für
zweihundert Mark in bar | Lieh man mir ein Dromedar. | Hab’ das Wüstenschiff erklommen
| Und bin vom Weg abgekommen, | Traf nicht mal mehr Amerikaner, | Nur noch eine Fata
Morgana. | Stundenlang bin ich verwirrt | In der Wüste rumgeirrt, | Dann traf ich eine
Person. | »Hallo«, rief ich, »Wüstensohn! | Wo geht’s denn hier zur Kantine, | Hör mal alter
Beduine, | Bring mich mal rasch zur Oase, | Ich hab’ meine Bierdurstphase. | Du bist doch
hier eingebor’n: | Wo gibt’s hier ’nen Pils und ’nen Korn? |
484 reinhard mey

¡Rápido, un poquito más!»


Y él, tieso de miedo al gritar:
–Ay no, mira, allí está:
hombre de Germaniâ.
Con esa desilusión
a casa volví en avión.
Y la experiencia cerré:
enigmático orientê.
Saber del país, la gente,
fue un vano esfuerzo ingente.
Aun con disfraz, falsas pistas,
yo saltaba a la vista,
pues siempre al punto me dan
por hombre de suelo alemán,
sin que pueda comprender,
cómo es que lo pueden ver.
Sólo en Frankfurt, ya llegado,
vino el cambio inusitado.
Al sacar el equipaje
e inquerir qué objetos traje,
al punto no respondí,
y el guardia me dijo ahí,
con un tono paternal,
compasivo por igual:
«Tú ser turco, no bla-bla,
nuevo en la Germania?!»

Bißchen dalli, ist das klar«, | Da schrie der Mann vor Schrecken starr: | Guck mal, ach nee
sieh’ mal da: | Mann aus Alemania. || Tags darauf trat ich alsdann | Schwer enttäuscht den
Heimflug an. | So schloß mein Experiment: | Rätselhafter Orient. | Die Versuche, Land
und Leute | Zu studier’n, war’n eine Pleite. | Trotz Verkleidung und trotz aller | Listen
bin ich aufgefallen, | Überall sofort erkannt | Als ein Mann aus deutschem Land, | Ohne
jemals zu versteh’n, | Wo dran die denn das bloß seh’n. | Erst in Frankfurt nach der
Landung | Kam die wundersame Wandlung. | Als ich mein Gepäck abholte | Und der
Zöllner wissen wollte, | Was ich anzumelden hab’ | Und ich nicht gleich Antwort gab, |
Sagte mir der Mann vom Zoll | Väterlich und mitleidsvoll: | »Du wohl Türke, nix Bla-Bla,
| Neu in Alemania?!«.
Kl aus Hoffmann 8

Salambo

Soy mozo en esta barraca disoluta,


hay un show ardiente, cuando la luz se fue.
Del mundo entero traemos prostitutas,
si bïen las menos son una mujer.
De Moral vienen cada noche señores,
a ver si es que un huésped se quejó,
para que el Notable no se incomode.
Más de un ministro por aquí pasó.
Bienvenidos todos en cualquier momento,
puede organizarse un viaje grupal.
Si de los señores uno está indispuesto,
va a un cuarto contiguo con suavidad.
Se exhibe esta noche a la gente educada
la moral desnuda y sin maquillar,
en el mundo cachondo de esta tablas,
los rostros que sólo en casa ha de mostrar.
La escena para Sodoma y Gomorra,
Conde Porno listo para la acción,
Bella Durmiente cae de asco en Sexstasia,
y aplauden todos como idiotas que son.
Y yo mozo aquí, me conocen ya,
mas a las 12 soy la atracción central,
me llamo entonces Claudia y bailo el fandango,
en Salambo.

Salambo ||| Ich bin Kellner hier in diesem tollen Schuppen, | wenn das Licht ausgeht,
beginnt ’ne heiße Schau | Aus der ganzen Welt beziehen wir die Nutten, | doch die
wenigsten davon sind eine Frau. || Von der Sitte kommen jeden Abend Herren, | falls
sich einer von den Gästen mal beschwert, | doch die Prominenz läßt sich davon nicht
stören, | auch Minister haben hier schon mal verkehrt. || Alle sind bei uns zu jeder
Zeit willkommen, | sogar Gruppenreisen werden arrangiert, | fühlt sich einer von den
Herren leicht benommen, | wird er sanft in einen Nebenraum geführt. || Heute Nacht
zeigt sich vor all den feinen Leuten | die Moral ganz ungeschminkt, doch völlig nackt
| auf den Brettern die die geile Welt bedeuten, | zieht sie Gesichter, die man nur zu
Hause macht. || Die Bühne frei für Sodom und Gomorrha, | Graf Porno ist bereit für
jeden Ritt, | Dornröschen fällt vor Abscheu in Sexstasia, | aber alle klatschen wie die
Blöden mit. || Und ich kellner hier, sie kennen mich ja schon, | doch um 12 bin ich die
Spitzenattraktion, | dann heiß ich Claudia und tanze die Fandango, | im Salambo. ||
486 klaus hoffmann

Si el amor sorprende, nos marca su ruta,


pues no es su música la de un coral,
entre hermosos maricas y entre putas,
el burgués y el estudiante es normal.
Hay enanos y adiestrados pequineses,
al tálamo sube un grácil danzarín,
hombres de cuero, damas de goma, seres
de ficción: en la platea está el más ruin.
Legionarios llegan de costas perdidas,
para nuestra fiesta espectacular,
muchos lo hacen incluso con policías,
por que se los deje, hasta suelen pagar.
Casi siempre en la rampa, tras la cortina,
cuido yo que giman, soben, griten ‹ay›,
mas si se porta uno cual vieja cochina,
le doy en privado una de las que no hay.
Nuestra reina se llama Josefina,
es como la Nochebuena, o algo así,
y quién no mira absorto a la tarima,
si el ángel con su vela ya está allí.
Y yo mozo aquí, me conocen ya,
mas a las 12 soy la atracción central,
me llamo entonces Claudia y bailo el fandango,
en Salambo.

Wo die Liebe auffällt, hinterläßt sie Spuren, | denn sie musiziert bestimmt keinen Choral,
| unter all den schönen Strichern und den Huren, | fühlen Spießer und Studenten sich
normal. || Hier gibt’s Zwerge und dressierte Pekinesen, | schlanke Tänzer steigen in das
Lotterbett, | Ledermänner, Gummidamen, Fabelwesen, | doch die schlimmsten davon
sind aus dem Parkett. || Legionäre kommen von den fernsten Küsten, | um dabei zu sein
bei unserm tollen Fest, | manche treiben es sogar mit Polizisten, | und bezahlen noch
dafür, daß man sie läßt. || Ich steh’meistens hinterm Vorhang an der Rampe | und pass
auf, daß alle ächzen, knutschen, schrein | nur benimmt sich einer wie ’ne echte Schlampe,
| dann werd’ ich auch privat und hau ihm eine rein. || Die Königin bei uns ist Josefine
| sie ist so etwas wie die Heilige Nacht, | und jeder starrt ergriffen auf die Bühne, |
wenn der Engel seine Kerzennummer macht. || Und ich kellner hier, sie kennen mich ja
schon, | doch um 12 bin ich die Spitzenattraktion, | dann heiß ich Claudia und tanze die
Fandango, | im Salambo.
Pe ter Blaikner 9

Balada de Antonella y de la costumbre de hablar en sueños

Ésta es la vera historia


de Antonella y de mí.
Ella dormía hasta tarde,
me despertaba yo ahí,
con el bostezo, consciente,
me iba a hurtadillas yo,
y aquí en verdad media historia ya terminó.
Mas Antonella dormía,
soñando espuma del mar,
cabalgaba en las olas,
y en viento de aquí para allá.
Aturdida en el oleaje,
no oía al marido bien,
que del turno de sereno llegaba recién.
Él no aguantaba el agua,
de noche tenía temor,
hasta su alma marchita
llevó un desierto mayor.
Que por su puesto este hombre
sintiera un odio abisal,
claro es, siendo él sereno de Aguas de la Ciudad.
Y Antonella dormía,
siete océanos vació,
rodeó el Cabo de los Cuernos,
de brújula prescindió.
Y a su sereno de Aguas

Ballade von Antonella und der Gewohnheit, im Schlaf zu sprechen ||| Das ist die wahre
Geschichte | Von Antonella und mir. | Sie schlief so tief in den Morgen, | Ich wachte
auf neben ihr, | Gähnte und kam zu Bewusstsein, | Schlich mich gezielt aus dem Haus,
| Eigentlich ist hier die halbe Geschichte schon aus. || Doch Antonella schlief weiter, |
Träumte vom schäumenden Meer, | Ritt auf den wogenden Wellen, | Kreuzte im Wind
hin und her. | Ohrenbetäubt von der Brandung | Hörte sie nicht ihren Mann, | Der
grade von seiner Arbeit als Nachtwächter kam. || Er konnte Wasser nicht leiden, | Er
hatte Angst vor der Nacht, | In seine trockene Seele | Hat er die Wüste gebracht. |
Daß dieser Mensch seine Arbeit | Abgründig hasste, ist klar, | Weil er im städtischen
Wasserwerk Nachtwächter war. || Und Antonella schlief weiter, | Trank sieben Weltmeere
leer, | Segelte ums Kap der Hörner, | Brauchte den Kompass nicht mehr. | Auch ihren
Wasserwerkswächter |
488 peter blaikner

también lo venció la sed:


junto a la heladera, abriendo cervezas se ve.
Que hablara Antonella en sueños
ya fue mucho para él,
ella cruzaba nadando
el Nilo y el Yangtsé,
del Golden Gate se arrojaba
cayendo en un pontón,
porque con cerveza el tonto su mar le regó.
Al despertar tuvo en vista
un hombre muerto de sed,
que, aunque sin quererlo,
lloraba una y otra vez.
De lágrimas el diluvio
partió el dique en dos,
en cuarenta días y noches todo acabó.
Y Antonella, prudente,
luego un arca construyó,
y a sí misma y al viejo
curda a la alta mar confió.
Cuenta ahora los meridianos
con nocturno capitán,
donde al norte vigila a ambos la estrella polar.
En mi diluida amada
no dejé ya de pensar,
porque desde aquella historia
cuido Aguas de la Ciudad.
A veces miro hacia el cielo,
y oigo en la luna un rumor,
de una pareja que vive en las olas su amor.

Hatte der Durst übermannt, | Er stand am Kühlschrank, ein offenes Bier in der Hand. ||
Da wurden ihm Antonellas | Sprechende Träume zu viel, | Schließlich durchschwamm
sie gerade | Den Yangtse-Kiang und den Nil, | Sprang von der Golden Gate Brücke, |
Landete auf einem Floß, | Weil ihr der Holzkopf sein Bier auf den Ozean goß. || Sie
wachte auf und erblickte | Einen verdurstenden Mann, | Der, ohne daß er es wollte,
| Einfach zu weinen begann. | Und eine Sintflut aus Tränen | Riss diesen Staudamm
entzwei, | Nach vierzig Tagen und Nächten war alles vorbei. || Und Antonella, die Kluge,
| Hat eine Arche gebaut, | Sich und den staubigen Alten | Der hohen See anvertraut. |
Zählt nun die Meridiane | Mit ihrem Käptn der Nacht, | Wo der Polarstern im Norden
die beiden bewacht. || Meine verflossne Geliebte | Geht mir nicht mehr aus dem Sinn,
| Weil ich seit jener Geschichte | Wasserwerksnachtwächter bin. | Manchmal schau ich
in den Himmel, | Und dann erzählt mir der Mond, | Daß irgendwo auf den Wellen ein
Liebespaar wohnt.
Algunas consideraciones sobre la presente edición

En lugar de la barra habitual para la separación de título, versos y estrofas,


hemos empleado la pleca [ | ], ya que en la época del Barroco [ / ] era em-
pleada como signo de puntuación, así como también hacen uso de la barra
algunos autores de otros momentos históricos. Asimismo, seguimos el uso
ortotipográfico de la época barroca, donde en lugar de ä ö ü –diéresis
hoy de empleo estándar en lengua alemana– se escribía aͤ oͤ uͤ . Por otro
lado, en los distintos períodos, hemos seguido también la ortografía hasta
donde las fuentes que tuvimos a disposición nos lo permitieron. Valga la
aclaración del caso, en algunos pocos poemas barrocos no dimos con una
edición que no tuviera la ortografía normalizada –proceso que se consuma
sólo a fines del siglo XIX–, por lo que los textos aparecen actualizados,
aunque con el uso de diéresis antes mencionado.
Dado el carácter vario y extendido del presente corpus –una labor tra-
ductora y lectora de unas cuatro décadas–, nos fue difícil –si no imposi-
ble– renunir cada fuente utilizada a lo largo de los años. Por este mismo
hecho desistimos de elaborar una bibliografía detallada con la proce-
dencia de cada texto; respetamos así la dinámica inicial de este trabajo
que, ya sea en sus comentarios en el prólogo o con expresa indicación
en el índice, señala tan sólo de dónde provienen algunos conjuntos de
textos, generalmente, pertenecientes a una serie o libro. Por motivos de
espacio, decidimos no incluir los originales en alemán para el caso de los
textos en prosa. Si bien hemos procurado mantener criterios uniformes
para cada cuestión a lo largo de todo el libro, puede que en algunos pa-
sajes se encuentre el lector con criterios mixtos, con los que intentamos
siempre obtener la mejor solución visual para el acto de lectura.
En el índice –separando algunos poemas de un mismo autor– se lee a
veces: [Otros:]. Esto remite al hecho de que son poemas que no respon-
den a la estética de la constelación en la que se encuentra el autor, pero que
el traductor decidió incluir también en el corpus; por ejemplo, los poe-
mas «La ciudad» [»Die Stadt«] y «Canción de deseo» [»Wunschlied«]
de Gertrud Kolmar.
En cuanto al uso de los signos diacríticos ¨ y ^ en castellano, en esta
edición: en el caso de la diéresis, se trata de su aplicación consecuente para
la marcación del hiato, convención ésta de antigua data, caída en des-
uso en la poesía moderna y –en general– no usada de modo coherente
en la tradición editorial; en el caso del acento circunflejo, se trata de un
uso acuñado por Piccoli y el colega Claudio Sguro, quienes lo utilizan
en su obra conjunta Transgrama (2011) –aprovechando que no tiene
491

ya empleo alguno en la lengua castellana–, para indicar el fenómeno


métrico contrario al anterior, la sinéresis (en las dos variantes por ellos
distinguidas: fuerte y débil).
Quiero aprovechar esta instancia para agradecer a los colegas y ami-
gos Tomás Sufotinsky y Lucas Collosa, por su apoyo lector y técnico,
respectivamente, con los que uno se ha sentido complemente a gusto y
resguardado, transitando estas páginas.

Pablo Ascierto
Índice

Prólogo del traductor................................................................... 7

Minnesang (1150-ca. 1250)

Der von Kürenberg


(mediados o 2da. mitad del siglo xii)
El halcón [Der Falke]............................................................... 53
Friedrich von Hausen
(* entre 1150 y 1160, † [batalla de] Filomelium, Asia Menor 1190)
Mi corazón del cuerpo [Mîn herze und mîn lîp]........................... 54
Heinrich von Morungen
(† Leipzig ca. 1220)
¡Ay dolor! [Owê, –]..................................................................... 55
Dulce, suave matadora [Vil süeziu senftiu tôterinne].................... 56
Walther von der Vogelweide
(* ca. 1170, † Wurzburgo [?] ca. 1230)
Bajo el tilo [Under der linden]..................................................... 57
Oí las aguas murmurar [Ich hôrte ein wazzer diezen]................... 58
Por cierto, Reinmar, que tú... [Dêswâr, Reinmâr, dû riuwes...]..... 59
Ay, han desaparecido [Owê war sint verswunden] ....................... 59

Humanismo y Reforma (1470|80-1600)

Mathias Holtzwart
(* Horburg [Alta Alsacia] ca. 1540, † desp. de 1589)
[de Emblematum Tyrocinia]
No depende sólo del aspecto exterior [Es ligt nit allein...]........ 65

Barroco (1600-1700)

Anónimo
Epitafio de Wallenstein [Wallensteins Epitaphium]................ 69
Isaac Habrecht
(* Estrasburgo 1589, † Estrasburgo 1633)
Versos dedicados a la musa alemana [Uberreime / an die...]..... 70
494

Martin Opitz von Boberfeld


(* Bunzlau [Baja Silesia] 1597, † Danzig 1639)
Ay, démonos prisa, amada [Ach liebste / laß uns eilen]................... 71
Me estremece casi el horror [Ich empfinde fast ein Grawen]............ 71
Sextina [Sechstine]................................................................... 73
Al gato de Petrarca [Auff des Petrarchen Katze] ..................... 74
Soneto sobre los ojos de Astrea [Sonnet uͤ ber die Augen...]...... 75
Robert Roberthin
(* Saalfeld [Prusia Oriental] 1600, † Könisberg 1648)
Canción primaveral [Fruͤ hlingslied].......................................... 76
Friedrich von Logau
(* Brockuth cerca de Nimptsch [Baja Silesia]1604, † Liegnitz 1655)
Estado matrimonial del corazón y la lengua
[Ehstand deß Hertzens und der Zunge]................................... 78
Simon Dach
(* Memel 1605, † Könisberg 1659)
La danza nupcial [Der Brauttanz]............................................ 79
Daniel Czepko von Reigersfeld
(* Koischwitz cerca de Liegnitz 1605, † Wohlau 1660)
Bueno: consultar sabiduría de Natura [Gut: der Weisheit...].......... 81
En el comienzo [Im Ausbruch]................................................ 81
El amor no puede más que amar [Liebe kann nichts als lieben].... 81
Tres en uno, uno en tres [Drei in einem, Ein in dreien]............ 81
Ich (Yo)..................................................................................... 81
Anónimo
La Rosa [Die Rose].................................................................. 82
Paul Fleming
(* Hartenstein [Erzgebirge] 1609, † Hamburgo 1640)
Cómo él quisiera recibir el beso [Wie er wolle gekuͤ sset sein]... 83
Pensamientos sobre el tiempo [Gedancken uͤ ber der Zeit]....... 84
A la muerte de un niño [Auf den Tod eines Kindes]................ 84
Epitafio [Grabschrift] .............................................................. 85
Andreas Gryphius
(* Glogau 1616, † ibíd. 1664)
Mediodía [Mittag].................................................................... 86
A las estrellas [An die Sternen]................................................. 86
Memoria de una peligrosa tempestad sufrida en el mar [Andenken
eines auf der See ausgestandenen gefaͤ hrlichen Sturms.].......... 87
Lágrimas de la patria [Thraͤ nen des Vaterlandes]...................... 88
495

Consideración del tiempo [Betrachtung der Zeit].................... 88


Sobre la noche de mi nacimiento [Uber die nacht m.Geburt].... 89
Es todo vanidad [Es ist alles Eitel]........................................... 89
Pensamientos / sobre el camposanto y morada de los difuntos
[Gedancken / Vber den Kirchhoff und Ruhestaͤ dte...].............. 90
Christian Hofmann von Hofmannswaldau
(* Breslau 1616, † ibíd. 1679)
Descripción de la belleza perfecta
[Beschreibung vollkommener Schoͤ nheit]................................. 95
Caducidad de la belleza [Vergaͤ nglichkeit der Schoͤ nheit]......... 95
Elogio de la más amable de las mujeres
[Lob-rede an das liebwertheste frauen-zimmer]....................... 96
Angelus Silesius [ Johannes Scheffler]
(* Breslau 1624 [?], † ibíd. 1677)
[del Peregrino querubínico (Cherubinischer Wandersmann)]
Dedicatoria [Zuschrift]............................................................. 101
del Prólogo de advertencia al lector [Erinnerungs Vorrede...]......... 104
[Epigramas del]
Libro primero [Erstes Buch].......................................... 106
Libro segundo [Andertes Buch]..................................... 108
Libro tercero [Drittes Buch].......................................... 112
Libro cuarto [Vierdtes Buch]........................................ 115
Libro quinto [Fuͤ nfftes Buch]......................................... 119
del Apéndice de diez sonetos [Zugabe von zehn Klingreimen...]..... 126
[Epigramas del]
Libro sexto [Sechstes Buch]........................................... 128
Daniel Casper von Lohenstein
(* Nimptsch [Baja Silesia] 1635, † Breslau 1683)
Canto de Tetis [Gesang der Thetis].......................................... 131

Pietismo, Rococó y Sentimentalismo (1670-1780)

Barthold Heinrich Brockes


(* Hamburgo 1680, † ibíd. 1747)
[de El otoño (aus Der Herbst)]
La pompa de hojas secas aumenta... [Der welken Blaͤ tter...]........... 135
La landa [Die Heide]................................................................ 135
Johann Christian Günther
(* Striegau 1695; † Jena 1723)
Elogio del invierno [Lob des Winters]..................................... 137
496

Gottlob Friedrich Wilhelm Juncker


(* Altenburg [Sachsen] 1705, † St. Petersburg 1746)
Al mostrarle ella su retrato [Als sie ihm ihr bildniß zeigte]...... 140
Friedrich Gottlieb Klopstock
(* Quedlinburg 1724, † Hamburgo 1803)
El transfigurado [Der Verwandelte].......................................... 141

Ilustración (1720-1785)

Albrecht von Haller


(* Berna 1708, † ibíd. 1777)
Poema incompleto sobre la eternidad
[Unvollkommenes Gedicht über die Ewigkeit]........................... 145
Christoph Martin Wieland
(* Oberholzheim 1733, † Weimar 1813)
La naturaleza de las cosas o el más perfecto de los mundos [Frag.]
[Die Natur der Dinge oder Die vollkommenste Welt – Fr.] ..... 150

Sturm und Drang (1767-1785|90)

Johann Wolfgang von Goethe


(* Frankfurt am Main 1749, † Weimar 1832)
Prometeo [Prometheus]............................................................ 155
Ganimedes [Ganymed]............................................................ 157
Rey de los alisos [Erlkönig]...................................................... 158
Canción nocturna del caminante [Wandrers Nachtlied].......... 159
Friedrich von Schiller
(* Marbach am Neckar 1759, † Weimar 1805)
El esplendor de la creación [Die Herrlichkeit der Schöpfung]...... 160

Clasicismo (1786-1805) y Postclasicismo

Johann Wolfgang von Goethe


Escena del «Fausto I» [Fausto conjura al espíritu de la tierra]........... 165
Gingo Biloba............................................................................ 166
Uno y todo [Eins uns Alles]..................................................... 167
Friedrich von Schiller
La Antigüedad al caminante nórdico
[Die Antike an den nordischen Wanderer]............................... 168
El sembrador [Der Sämann]..................................................... 168
497

Marianne von Willemer


(* Linz [?] 1784, † Frankfurt am Main 1860)
El castillo de Heidelberg [Das Heidelberger Schloß]............... 169
Ottilie von Goethe (de soltera Freiin von Pogwisch)
(* Danzig 1796, † Weimar 1872)
Junio. Canción popular [ Juni. Volkslied].................................. 171

Entre Clasicismo y Romanticismo (1793-1811)

Friedrich Hölderlin
(* Lauffen am Neckar 1770, † Tübingen 1843)
A la naturaleza [An die Natur]................................................. 175
El Rin [Der Rhein]................................................................... 177
Mnemósine [Fragm. 2ª ver.] [Mnemosyne (2. Fassung – Fr.)]....... 184
Mnemósine [3ª versión] [Mnemosyne (3. Fassung)].................... 185
Fragmento Nr. 50 [Fragment Nr. 50]........................................ 187
Fragmento Nr. 67 [Fragment Nr. 67]........................................ 187
¿Qué es la vida de los hombres? [Was ist der Menschen Leben?]..... 188
¿Qué es Dios? [Was ist Gott?]..................................................... 188
A Zimmer [An Zimmern]........................................................ 188
El camposanto [Der Kirchhof ]................................................. 189
La primavera [Der Frühling] [I]............................................... 190
El otoño [Der Herbst].............................................................. 190
La primavera [Der Frühling] [II]............................................. 191
La primavera [Der Frühling] [III]............................................ 191
Amistad [Freundschaft]............................................................ 192

Romanticismo (1798-1830)

Novalis [Friedrich von Hardenberg]


(* Castillo de Oberwiederstedt 1772, † Weißenfels 1801)
A Tieck [An Tieck].................................................................. 195
No quiero ya quejarme [diario 27.07.1800] [Ich will nicht klagen...].... 197
Cuando no ya más cifras y figuras [Wenn nicht mehr Zahlen u. ...]... 198
Karoline von Günderrode
(* Karlsruhe 1780, † Winkel [Rheingau] 1806)
Dedicatoria [Zueignung].......................................................... 199
Ludwig Rellstab
(* Berlín 1799, † ibíd. 1860)
Serenata [Ständchen]................................................................ 200
498

Biedermeier (1815-1850)

Annette von Droste-Hülshoff


(* Castillo de Hülshoff [cerca de Münster] 1797, † Castillo de Meersburg 1848)
[de Estampas de la landa (Heidebilder)]
I. La alondra [Die Lerche]............................................. 203
II. La cacería [Die Jagd]................................................ 206
IV. El estanque [Der Weiher]........................................ 209
IV-a. El cañaveral [Das Schilf ]...................................... 210
XII. El chico en el pantano [Der Knabe im Moor]....... 210
Eduard Mörike
(* Ludwigsburg 1804, † Stuttgart 1875)
¡Adelante! [Nur zu!].................................................................. 213
A una lámpara [Auf eine Lampe]............................................. 213

Joven Alemania (1830-1850)

Heinrich Heine
(* Düsseldorf [Ducado de Berg] 1797, † París 1856)
Los tejedores de Silesia [Die schlesischen Weber].................... 217
Heinrich August Hoffmann von Fallersleben
(* Fallersleben [Electorado Braunschweig-Lüneburg] 1798, † Corvey 1874)
Patrimonio nacional alemán [Deutscher Nationalreichtum].... 218

Realismo poético (1850-1890)

Christian Friedrich Hebbel


(* Wesselburen [Dithmarschen] 1813, † Viena 1863)
Canción nocturna [Nachtlied].................................................. 223
Naturaleza, no me puedes aniquilar
[Natur, du kannst mich nicht vernichten]..................................... 223
Theodor Storm
(* Husum 1817, † Hanerau-Hademarschen 1888)
Cual si la vida no fuera otra cosa [Wie wenn das Leben wär...]..... 225
Conrad Ferdinand Meyer
(* Zúrich 1825, † Kilchberg cerca de Zúrich 1898)
La fuente romana [Der römische Brunnen].............................. 226
499

Naturalismo (1880-1900)

Arno Holz
(* Rastenburg [Prusia oriental] 1863, † Berlín 1929)
[de Phantasus]
Siete billones de años antes... [Sieben Billionen Jahre...]................ 229
La lámpara arde [Die Lampe brennt].......................................... 229
Hasta el cielo... [Um eine rote, glühende...]................................... 229
La luna [Der Mond].................................................................. 230
Lees, que el duque... [Du liest, dass der Herzog...]......................... 230
Siete septillones de años [Sieben Septillionen Jahre]....................... 230
Hacia rojos bosques... [In rote Fixsternwälder...]........................... 230

Período intersecular (1890-1920)

Max Dauthendey
(* Wurzburgo 1867,† Malang [ Java] 1918)
A Véspero [A Vespero]............................................................. 232
Stefan George
(* Büdesheim [hoy parte de Bingen] 1868, † Minusio cerca de Locarno 1933)
Ven al parque que fue declarado... [Komm in den totgesagten...]........ 235
Cómo en la cripta encandece [Wie in der gruft die alte]................. 235
Con pálido celo buscaba yo el tesoro [Ich forschte bleichen eifers...]... 236
Tormenta [Gewitter]................................................................ 236
Olas [Wellen]........................................................................... 237
Primaveras de jardín [Gartenfrühlinge].................................... 238
En rico oropel de hayas... [Wir schreiten auf und ab...] ................. 238
Epifanía I [Kunfttag I]............................................................. 239
Epifanía III [Kunfttag III]....................................................... 239
A la vida y la muerte de Maximin... [Auf das Leben...]............ 239
El ahorcado [Der Gehenkte].................................................... 241
La palabra [Das Wort].............................................................. 242
[de Días y hechos (aus Tage und Taten)]
Sobre el suelo apenas humedecido [Auf dem kaum…]......... 243
Después de la tormenta [Nach dem Wetter] ................ 243
Conversación con el viento [Reden mit dem Wind] .... 243
Christian Morgenstern
(* Múnich 1871, † in Untermais [Tirol] 1914)
La oveja lunar [Das Mondschaf ].............................................. 244
500

Hugo von Hofmannsthal


(* Viena 1874, † Rodaun cerca de Viena 1929)
Tercetos sobre la fugacidad I-IV [Terzinen ü. Vergänglichkeit]... 247
Rainer Maria Rilke
(* Praga 1875, † Valmont cerca de Montreux 1926)
¿Es que se ama a un padre? [Liebt man denn einen Vater?]........... 250
La pantera [Der Panther]......................................................... 251
Eranna a Safo [Eranna an Sappho].......................................... 251
Safo a Eranna [Sappho an Eranna].......................................... 252
Improvisaciones desde el invierno en Capri <I>
[Improvisationen aus dem Capreser Winter <I>]..................... 252
El interior de las rosas [Das Roseninnere]................................ 254
El laúd [Die Laute].................................................................. 255
A Hölderlin [An Hölderlin]..................................................... 256
Llama algo en casi todas las cosas... [Es winkt zu Fühlung...]........ 257
La octava elegía [Die achte Elegie]........................................... 258
¡Respirar, invisible poema! ... [Atmen, du unsichtbares Gedicht! ...] .... 261
Quiere la mutación. ... [Wolle die Wandlung. ...]........................... 261
Bailarina: oh, traslado… [Tänzerin: o du Verlegung...]................. 262
Siente, amigo silente de muchas... [Stiller Freund der vielen...] ..... 263
Rosa, oh pura contradicción... [Rose, oh reiner Widerspruch...]....... 263
Ven tú, tú, el postrero de los... [Komm du, du letzter, den ich...]...... 264
Hermann Hesse
(* Calw 1887, † Montagnola [Suiza] 1962)
Sueño [Traum].......................................................................... 265
Etapas [Stufen]......................................................................... 266
Escrito en la arena [In Sand geschrieben]................................. 267
Kurt Schwitters
(* Hannover 1887, † Kendal [Cumbria, Inglaterra] 1948)
A Ana Flor [An Anna Blume] ................................................ 269

Apéndice

Stefan George
Proemio a Maximino [Vorrede zu Maximin]........................... 273
Sobre la poesía [Über Dichtung].............................................. 277
Hugo von Hofmannsthal
Una carta [Fragmento] [Ein Brief (Ein Fragment)]...................... 279
Rainer Maria Rilke
Carta a Lou Andreas-Salomé [8.8.1903]................................... 282
Carta a Witold von Hulewicz [13.11.1925]............................... 286
501

Expresionismo (1910-1925)

Else Lasker-Schüler
(* Elberfeld [hoy parte de Wuppertal] 1869, † Jerusalén 1945)
Un viejo tapiz del Tibet [Ein alter Tibetteppich]..................... 293
Alfred Mombert
(*Karlsruhe 1872; † Winterthur [Suiza] 1942)
Dios cayó del trono de creador [Gott ist vom Schöpferstuhl...]......... 294
«Será posible, abrir aquí un camino.» [»Ob’s möglich ist, hier...«].... 294
August Stramm
(* Münster 1874, † Horodec [al este de Kobriny, hoy Bielorrusia] 1915)
Casa de citas [Freudenhaus]..................................................... 296
Sueño [Traum].......................................................................... 296
Campo de batalla [Schlachtfeld]............................................... 297
Victor Hadwiger
(* Praga 1878, † Berlín 1911)
El caminante [Der Wandrer].................................................... 298
Pequeñas tumbas [Kleine Gräber]............................................ 299
Paul Zech
(* Briesen [Prusia occidental] 1881, † Buenos Aires 1946)
Plaza mayor nocturna [Nächtlicher Marktplatz]...................... 300
Estación de bombeo [Pumpwerk]............................................. 300
El caballo de la mina [Das Grubenpferd]................................. 301
Paisaje fluvial en Flandes [Flußlandschaft in Flandern]........... 302
[Otros:]
yo soy una vez Yo y una vez Tú [Einmal bin ich...]........ 303
Ben Goebbeles............................................................... 304
El jacarandá [Die Jacarandá]......................................... 306
Epitafio [Grabinschrift]................................................. 306
Ernst Stadler
(* Colmar 1883, † Zandvoorde cerca de Ypern [Bélgica] 1914)
Forma es deleite [Form ist Wollust]......................................... 307
Georg Heym
(* Hirschberg [Silesia] 1887, † Berlín 1912)
El suburbio [Die Vorstadt]....................................................... 308
El día [Der Tag]........................................................................ 310
Georg Trakl
(* Salzburgo 1887, † Cracovia [Polonia] 1914)
Los cuervos [Die Raben].......................................................... 312
502

Al joven Elis [An den Knaben Elis]......................................... 312


Decadencia [Verfall]................................................................. 313
A Novalis – 1ª versión [An Novalis – 1. Fassung]......................... 314
<A Novalis> – 2ª versión (a) [<An Novalis> – 2. Fassung (a)]....... 314
A Novalis – 2ª versión (b) [An Novalis – 2. Fassung (b)]............... 314
Grodek...................................................................................... 315
Jakob van Hoddis [Hans Davidsohn]
(* Berlín 1887, † Sobibór [Polonia] 1942)
Fin del mundo [Weltende]....................................................... 316
Alfred Lichtenstein
(*Wilmersdorf cerca de Berlín 1889, † Vermandovillers [Francia] 1914)
El crepúsculo [Die Dämmerung].............................................. 317
El cabaret del suburbio [Das Vorstadtkabarett]........................ 317
Despedida [Abschied].............................................................. 318
Klabund [Alfred Henschke]
(* Crossen an der Oder 1890, † Davos 1928)
La balada del olvido [Die Ballade des Vergessens]................... 319
Johannes R. Becher
(* Múnich 1891; † Berlín del este 1958)
La nueva sintaxis [Die neue Syntax]......................................... 323

Apéndice

Georg Trakl
A Erhard Buschbeck (en Salzburgo) [II. VI. 09]........................ 327
A Erhard Buschbeck (en Salzburgo) [julio de 1910]................ 327
Dos aforismos [Zwei Aphorismen].......................................... 328
Kurt Pinthus
(* Erfurt 1886, † Marbach am Neckar 1975)
Crepúsculo de la humanidad (Prólogo)
[Menschheitsdämmerung (Vorwort)]....................................... 329

De la ‹Nueva objetividad› a una estética marxista

Bertolt Brecht
(* Augsburg 1898, † Berlín del este 1956)
Jamás te amé así, ma sœur [Ich habe dich nie je so geliebt, ma sœur]... 343
General, tu tanque es un vehículo fuerte [General, dein Tank...]..... 343
La máscara del mal [Die Maske des Bösen]............................. 346
Himno infantil [Kinderhymne]................................................ 346
503

Lírica contemporánea de la naturaleza

Wilhelm Lehmann
(* Puerto Cabello [Venezuela] 1882, † Eckernförde 1968)
A mi hijo mayor [An meinen ältesten Sohn]............................ 347
Cuclillo en la luna otoñal [Kuckuck im Herbstmond].............. 347
Luna en enero [Mond im Januar]............................................. 348
La signatura [Die Signatur]...................................................... 348
Hombre viejo con flores [Alter Mann mit Blumen]................. 349
Principio y fin [Anfang und Ende]........................................... 350
Oskar Loerke
(* Jungen cerca de Schwetz [Prusia occidental] 1884, † Berlín 1941)
Canción solsticial de los pájaros [Sonnwendlied der Vögel]..... 351
Paisaje de la Marca [Märkische Landschaft]............................ 352
Música de Pan [Pansmusik]...................................................... 352
Cilindros de escritura cuneiforme [Keilschriftzylinder]............ 354
Sin falsos testigos [Ohne falsche Zeugen]................................ 355
La nube de fronda [Die Laubwolke]......................................... 355
Gottfried Benn
(Mansfeld [hoy Putlitz, Brandeburgo] 1886, † Berlín 1956)
Amelos [Astern]....................................................................... 357
Amor [Liebe (1927/28)]............................................................. 357
Noche en la onda [Welle der Nacht]........................................ 358
Gertrud Kolmar [Gertrud Käthe Chodziesner]
(* Berlín 1894, † Ausschwitz 1943)
Cetonia aurata [Der Rosenkäfer].............................................. 359
Rosa de luto [Rose in Trauer]................................................... 359
Jardín en el verano [Garten im Sommer].................................. 360
El espíritu del mar [Der Seegeist]............................................. 363
[Otros:]
La ciudad [Die Stadt].................................................... 364
Canción de deseo [Wunschlied].................................... 366
Marie Luise Kaschnitz
(* Karlsruhe 1901, † Rom 1974)
Muevo yo la rueda [Treib ich das Rad]..................................... 368
Elogio de los sentidos [Lob der Sinne]..................................... 368
Otoño en Brisgovia (I) [Herbst im Breisgau (I)]...................... 369
Yo y Yo [Ich und Ich]................................................................ 371
Peter [Helmut] Huchel
(* Berlín-Lichterfelde 1903, † Staufen [Breisgau] 1981)
504

Otoño de los mendigos [Herbst der Bettler]............................ 372


Sibila del verano [Sibylle des Sommers]................................... 372
Sin respuesta [Keine Antwort]................................................. 373
Horst Lange
(* Liegnitz 1904, † Múnich 1971)
Río vespertino [Abendlicher Fluß]........................................... 374
Günter Eich
(* Lebus 1907, † Salzburgo 1972)
Fragmento [Fragment]............................................................. 375
Tumba, cerca del río [Grab, nahe dem Fluß]............................ 375
En octubre por la Holledau [Oktobers durch die Holledau].... 376
Cortijos apartados [Abgelegene Gehöfte]................................ 376
Al atardecer, junto al cerco [Abends am Zaun]......................... 377
La pluma del arrendajo [Die Häherfeder]................................ 377
Christine Busta
(* Viena 1915, † ibíd. 1987)
Alabanza de un viejo sauce [Lob eines alten Weidenbaumes].. 379
El girasol [Die Sonnenblume].................................................. 379
Mirada al cielo de agosto [Blick in den Augusthimmel]........... 380
Escarcha [Rauhreif ].................................................................. 380
Johannes Bobrowski
(* Tilsit 1917, † Berlín 1965)
Planicie [Ebene]....................................................................... 381
Lenguaje [Sprache]................................................................... 381
Gertrud Kolmar........................................................................ 382
Heinz Piontek
(* Kreuzberg [Alta Silesia] 1925, † Rotthalmünster cerca de Passau 2003)
Viaje en bote [Bootsfahrt]........................................................ 383
Cornejas [Krähen].................................................................... 383
[Otros:]
La comida de los camineros [Das Mahl der...].............. 384

Tres incursiones líricas de filósofos

Rudolf Steiner
(* Kraljevec [Imperio austrohúngaro; hoy Croacia] 1861, † Dornach [Suiza] 1925)
La Puerta de la Iniciación – Un misterio rosacruciano [Fragmento]
[Die Pforte der Einweihung – Ein Rosenkreuzermyst. (Fr.)]...... 387
El despertar de las almas – Procesos anímicos y... [Fragmento]
[Der Seelen Erwachen - Seelische und geistige Vorgänge... (Fr.)]... 389
505

Martin Heidegger
(* Meßkirch 1889, † Freiburg im Breisgau 1976)
[de Poemas tempranos (Frühe Gedichte)]
Agonizante esplendor [Sterbende Pracht]..................... 391
Horas del Monte Oliveto [Ölbergstunden]................... 391
Vamos a esperar [Wir wollen warten]........................... 392
Senda vespertina en Reichenau [Abendgang auf...]....... 392
Walter Benjamin
(* Charlottenburg 1892, † Portbou [España] 1940)
[Sonetos (Sonette)]
I. Libérame del tiempo del que te retiraste
[Enthebe mich der Zeit der du entschwunden].................... 393
II. De haber vaticinado al mundo tu estar muerto
[Hättst du der Welt dein Sterben prophezeit]..................... 393
III. Tú alumbrada dicha con qué honda reserva
[Du selige Geburt wie tief verschwiegen].......................... 394
IV. En el despertar eran sus miradas
[Es waren seine Blicke im Erwachen]................................ 395

La lengua como nuevo ámbito experimental

Paul Celan [Paul Antschel, rumanizado: Ancel]


(* Czernowitz [Rumania; hoy Ucrania] 1920, † París 1970)
Y has llegado a ser [So bist du denn geworden].............................. 399
Sobre tres [Über drei]............................................................... 399
El lema hecho sílice [Den verkieselten Spruch]........................ 400
Solve......................................................................................... 400
Un estruendo [Ein Dröhnen]................................................... 401
Andres Ehin
(* Tallinn [Estonia] 1940, † ibíd. 2011)
hay una luna construida de chucrut [ist aus sauerkraut...].............. 402
Christian Loidl
(* Linz 1957, † Viena 2001)
Uno conoce todo por el [Einer kennt alles beim]............................. 403
En este fango hay líneas de serpientes [In diesem lehm sind...]........ 403
Tobias Burghardt
(* Essen-Werden 1961)
[Nazca]
Inscripción en un vaso (Vaseninschrift)......................... 404
1. Una línea [Eine schwellende]....................................... 404
506

2. Hacia atrás susurra la roca [Rückwärts flüstert...].......... 404


3. Límpido como el mar serpentea el… [Seehell...].............. 405
4. Una mano marchita es el desierto [Eine welke Hand...].... 405
5. …somnoliento […schläfrig].......................................... 406
6. Un canchal estrelloso es el zorro gris [Eine sternige...]..... 406
7. «Colibrí» [Kolibri]....................................................... 407
8. El ígneo Leguán [Der feurige Leguan].......................... 407
9. Dos líneas [Zwei streunende]....................................... 408
10. Imatak hutiki?........................................................... 408
11. De repente rearados [Urplötzlich durchpflügt].............. 408
12. Atoq de la legua.......................................................... 408
Penhap. Ile-aux-Moines............................................................ 409

[poesía concreta]

Eugen Gomringer
(* Cachuela Esperanza [Bolivia] 1925)
silencio [schweigen]..................................................................... 413
Ernst Jandl
(* Viena 1925, † ibíd. 2000)
Marcación de un cambio [Markierung einer Wende]............... 414
ser quinto [fünfter sein]............................................................... 414
Timm Ulrichs
(* Berlín 1940)
cogito lúdico [denk-spiel]......................................................... 416
bajamar [ebbe]........................................................................... 417

Apéndice

Eugen Gomringer
del verso a la constelación [vom vers zur konstellation]............ 421

Lírica de la segunda mitad del siglo XX

Silja Walter
(* Rickenbach cerca de Olten [Suiza] 1919, † Convento de Fahr [Zúrich] 2011)
Bailarina [Tänzerin].................................................................. 429
Friederike Mayröcker
(* Viena 1924)
Misterio [Mysterium]............................................................... 430
Tilo cintilante [Flitternde Linde]................................................ 430
¡Mi querido ojiplúmeo! [Mein federäugiger Liebling!].................. 431
507

Jeroglíficos del amor [Hieroglyphen der Liebe]............................... 431


cómo te nombro [wie ich dich nenne]............................................ 432
Vaticinio desde las horas matutinas de un día despejado
[Wahrsagen aus den Morgen-Stunden eines hellen Tages]...... 433
A caballito [Huckepack]........................................................... 433
Los secretos oceánicos (Pamir) [Die ozeanischen Geheimnisse...].. 435
Tenemos ahora dientes de cabos de vela [Wir haben jetzt...]... 437
Retorno a ti mi niño muerto [Retour an dich mein totes Kind].... 438
A través de muchas máscaras [Durch viele masken]....................... 440
Cinco poemas penitenciales franciscanos en el comienzo de la
primavera [Fünf Barfüszler-Buszgedichte...]............................. 440
Günter Grass
(* Danzig-Langfuhr, Ciudad Libre de Danzig, 1927, † Lübeck 2015)
Bandera polaca [Polnische Fahne]............................................ 442
Canción infanil [Kinderlied]..................................................... 442
Cerezas [Kirschen].................................................................... 443
Pan Kiehot................................................................................ 444
Mi amigo Walter Henn está muerto [Mein Freund W. H...]..... 444
El oprobio de Europa [Europas Schande]................................ 446
Lo que debe decirse [Was gesagt werden muß]........................ 447
Hans Magnus Enzensberger
(* Kaufbeuren 1929)
oda a nadie [ode an niemand]................................................... 450
menú para la semana [küchenzettel]......................................... 451

De la escena de los cantautores (1964-)

Anónimo
Gozo, gozo, hermanos queridos [Lustig, lustig, ihr lieben Brüder]..... 455
Cuando hace poco fuimos en cana [Als wir jüngst verschütt...]....... 456
Johann Esser – Wolfgang Langhoff
(* Wickrath 1896, † Moers 1971) – (* Berlín 1901, † Berlín del este 1966)
Los soldados del pantano [Die Moorsoldaten]......................... 457
Franz Josef Degenhardt
(* Schwelm [Westfalia] 1931, † Quickborn [Schleswig-Holstein] 2011)
Interrogatorio de un recusador del servicio armado
[Befragung eines Kriegsdienstverweigerers].............................. 458
Walter Mossmann
(* Karlsruhe 1941)
As de espadas [Pik Sieben]....................................................... 462
508

Hannes Wader
(* Bielefeld-Gadderbaum 1942)
Viajando otra vez [Wieder unterwegs]..................................... 465
Memoria [Erinnerung] ............................................................ 472
Hay que hacerlo ya [Es ist an der Zeit].................................... 476
Konstantin Wecker
(*Múnich 1947)
¡Di que no! [Sage nein!]............................................................ 478
Reinhard Mey
(* Berlín 1942)
Visita de un viajante de comercio [Vertreterbesuch]................. 480
Hombre de Germania [Mann aus Alemania]........................... 481
Klaus Hoffmann
(* Berlín 1951)
Salambo.................................................................................... 485
Peter Blaikner
(* Zell am See [Austria] 1954)
Balada de Antonella y de la costumbre de hablar en sueños
[Ballade von Antonella und der Gewohnheit, im Schlaf...]...... 487

Algunas consideraciones sobre la presente edición........................... 490

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