Jimenez Beltran Elvis 2016

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 19

LA CLÁUSULA DE EXCLUSIÓN EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO

COLOMBIANO

ELVIS JIMENEZ BELTRAN

Código: 7001012

UNIVERSIDAD MILITAR NUEVA GRANADA

FACULTAD DE DERECHO

ESPECIALIZACION EN PROCESAL PENAL

Bogotá 2016

1
LA CLÁUSULA DE EXCLUSIÓN EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO
COLOMBIANO

Elvis Ismeyer Jimenez Beltran1

Resumen

La constitución política de 1991, es el marco mediante el cual se traza la


validez del derecho sustancial penal y procedimental, a partir de allí, los
operadores jurídicos no pueden, bajo ninguna circunstancia, excederse en sus
decisiones frente al marco constitucional, de manera que sobrepasar este límite
generaría, actuaciones nulas e inaplicables a cada caso en concreto, lo anterior
atendiendo a lo contemplado en el artículo 4 de la norma constitucional, razón
por la cual, esta virtud constitucional se realza en el presente trabajo, en la
posibilidad de revisar violaciones de las leyes que contienen supuestos de
prohibiciones de prueba, concretamente acerca de la práctica de las mismas,
depende de si la violación afecta esencialmente el entorno jurídico de la parte
que la recurre, o si esa violación sólo ha sido para él, algo secundario o sin
importancia, en consecuencia, la importancia de articular el artículo 23 del de la
Ley 906 de 2004,”toda prueba obtenida con violación de las garantías
fundamentales será nula de pleno derecho, por lo que deberá excluirse de la
actuación procesal” interpretación que se debe hacer de forma armónica con
artículo 29 superior, disposición constitucional mediante la cual se estructura el
modelo procesal penal de tendencia acusatoria; conlleva a que la regla de
exclusión sea aplicable durante todas las etapas del proceso.

Palabras clave: Constitución política, debido proceso, cláusula de exclusión,


prueba ilícita.

1
Abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, estudiante de la Especialización en Procedimiento
Penal, Constitucional y Justicia Militar de la misma Universidad, Litigante.
[email protected]

2
Abstrack
The constitution of 1991 is the framework through which the validity of the
criminal and procedural substantial right, from there, the legal operators can,
under any circumstances, exceed its decisions against the constitutional
framework is drawn, so that exceed this limit would generate, void and
unenforceable each case performances specifically, the above serving as
referred to in Article 4 of the constitutional norm, why, this constitutional virtue is
emphasized in this paper, the possibility of review violations of the laws
containing cases of prohibitions test, specifically about the practice thereof,
depends on whether the violation essentially affects the legal environment of
the party to the appellant, or whether that violation has only been for him a
secondary or unimportant, therefore, the importance of articulation of Article 23
of Law 906 of 2004, "any evidence obtained in violation of the fundamental
guarantees will be null and void, so that should be excluded from the
proceedings" interpretation you must make greater harmony with article 29,
constitutional provision whereby the accusatory criminal procedural model is
structured trend; It entails that the exclusionary rule applies during all stages of
the process.

Keywords
Constitution, due process clause of exclusion, illegal evidence.

Introducción

En el desarrollo del proceso de reforma al sistema procesal penal colombiano


se hizo tránsito de un sistema de tipo escrito e inquisitivo hacia un sistema oral
de carácter acusatorio. De tal manera en el perfeccionamiento del sistema se
han observado fragilidades conceptuales en torno al manejo de la prueba en el
proceso penal y más específicamente en lo concerniente a la cláusula de
exclusión consagrada en la norma constitucional en su artículo 29. En efecto, la
Ley otorga diferentes efectos a las pruebas obtenidas con violación al debido
proceso, lo cual no es posible porque ninguna prueba recaudada en forma
irregular puede producir efectos jurídicos.

3
Por lo tanto es de suma importancia analizar entonces si se trata de una
irregularidad mínima que no afecta el debido proceso, en consecuencia, la
prueba no tiene que ser forzosamente excluida, así mismo se muestra
necesario considerar el alcance del concepto de debido proceso al cual alude
la norma constitucional, esto es, si se refiere exclusivamente a las reglas
procesales o si también incluye las que regulan la limitación de cualquier
derecho fundamental,(Corte Constitucional, Sentencia; 210/07).

Por esta razón, es necesario tener en cuenta que el derecho penal en un


Estado social y democrático de derecho, busca un adecuado funcionamiento
de la justicia y, comprensiblemente, no funcionaría en debida forma si la justicia
conduce a la impunidad o a un fallo arbitrario, es decir, que carezca de la virtud
de garantizar efectivamente los derechos, principios y fines constitucionales
desarrollados por la legislación penal. De manera que, la decisión de excluir
una prueba incide no sólo en el respeto a las garantías de imparcialidad,
debido proceso y derecho de defensa, sino, además, en el goce efectivo de
otros derechos constitucionales.

Con ocasión de esto, aparece la discusión ya que una prueba obtenida


irregularmente nadie discute hoy en día, que no deba ser excluida del proceso
y que es nula, sin embargo esas pruebas así obtenidas pueden directa o
indirectamente permitir a los funcionarios investigadores la obtención de otras
pruebas que son la consecuencia directa de las mismas y se plantea así la
discusión de si esas pruebas obtenidas de manera regular también están
cobijadas por la nulidad absoluta que predica el actual artículo 29 de la
Constitución Nacional.

La doctrina introducida por la jurisprudencia americana, a partir del caso Walter


v. US (1954) y Harris, la cual pone de presente que se puede admitir la
utilización de prueba ilícita a fin de atacar la credibilidad de la declaración del
imputado en juicio, y así probar que miente. Esta doctrina admite la validez de
una prueba ilícita sólo para descalificar la veracidad de la declaración del
imputado, pero nunca para acreditar su culpabilidad.

4
No obstante se debe recurrir a la doctrina de los frutos del árbol envenenado, la
cual se argumenta, que así como un árbol envenenado solo puede dar frutos
envenenado, sucede lo mismo con las pruebas, sustentando que toda prueba
derivada de prueba ilícita se encuentra igualmente viciada de ilicitud por ser
procedente de una misma fuente nociva.

Por lo tanto se pretende resolver los siguientes interrogantes en torno a la


problemática planteada. ¿Es forzosa la exclusión de la prueba derivada, de la
obtenida de la misma con violación al debido proceso? De tal manera que es
necesario respondernos los siguientes interrogantes ¿Es procedente en todos
los casos la exclusión de la prueba derivada de la obtención de la prueba
ilícita? ¿En el sistema penal acusatorio el juez puede sopesar en cada caso
determinado si la prueba, consecuencia de otra lograda ilícitamente, debe ser
estimada o no? o por el contrario ¿el juez debe aplicar la cláusula de exclusión
de forma rigurosa sin introducir un análisis de ponderación en cada caso
concreto?

De tal manera se abordara el estudio de la temática planteada, mediante un


tipo de investigación hermenéutica de tipo dogmático jurídica y argumentativa.
Se describe un fenómeno social que permita revisar los avances en materia de
elaboración de la cláusula de exclusión (fruto del árbol envenenado), frente al
sistema procesal penal en un Estado social y democrático de derecho como
instituto de establecer la verdad sobre unos hechos que revisten connotación
delictiva y sobre las responsabilidades de los sujetos implicados y sus
consecuencia frente a la fragilidad de los medios de prueba derivado de la
violación de la constitución y la Ley, lo anterior frente al marco jurídico de la ley
906 de 2004 a la fecha.

Marco constitucional de la prueba

El marco constitucional de la licitud y legalidad de la prueba se contempla en su


artículo 29, su último inciso contiene la regla de exclusión de las pruebas
ilícitas, a las que el constituyente, de conformidad con el artículo, le dio el

5
tratamiento de pruebas violatorias del debido proceso así: “Es nula, de pleno
derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso”. (C OLOMBIA,
Constitución Política de 1991)

El derecho al debido proceso es de aplicación inmediata, lo que significa


que, para alegarlo, hacerlo valer, aplicarlo, reivindicarlo y exigir las
sanciones pertinentes por su violación no se necesita ley alguna que lo
establezca o permita. En otros términos, la certidumbre y eficacia de la
garantía constitucional no está supeditada a normas de orden legal que
conduzcan a hacerla material y actualmente exigible (COLOMBIA,
Sentencia C-217 de 1997)

Lo anterior conforme al artículo 85 constitucional, “Son de aplicación inmediata


los derechos consagrados en los artículos 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20,
21, 23, 24, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 33, 34, 37 y 40), subrayado fuera de texto,
lo anterior engloba lo pertinente a la efectividad de la garantía constitucional, es
decir que no depende de la ley en cuanto no proviene de ésta, y otra muy
distinta, la verificación acerca del contenido del debido proceso en relación con
cada caso vervi gracia artículo 23 del código de procedimiento penal (Ley 906
de 2004), donde se desarrolla o plasma la orientación constitucional del debido
proceso frente a la obtención del material probatorio.

Consecuencia de lo anterior la definición de prueba se puede concretar


conforme lo consagra el maestro Devis Echandia, en su libro Teoría general de
la prueba judicial, cuando indica que se entiende por prueba “como el conjunto
de motivos o razones que nos suministran el conocimiento de los hechos, para
los fines del proceso, que de los medios aportados se deducen” Devis (2002;
pág. 25)

Por lo anterior es ineludible, reflexionar, si es lo mismo, referenciar la prueba,


como el medio probatorio, para tal efecto se debe entender como prueba
judicial "las razones o motivos que sirven para llevar al juez la certeza sobre los
hechos; y por medio de prueba los elementos o instrumentos (testimonios,

6
documentos, etc.), utilizados por las partes y el juez, que suministran esas
razones o esos motivos” Devis (2002, pág. 28).

Ahora bien frente al caso en discusión, se debe de tener de presente que frente
a la Ley 906 de 2004, el termino prueba solo es utilizable en el la audiencia de
juicio oral, de tal manera, que la referencia a la misma se le otorga la
denominación como; elemento material probatorio, evidencia física e
información legalmente obtenida razón por la cual, en gracia de discusión se
puede precisar lo siguiente:

Vale la pena hacer la siguiente precisión terminológica: el material de


convicción, la evidencia o material probatorio que tanto la Fiscalía como
la defensa recaudan en el proceso de investigación, no se convierte en
prueba sino a partir del momento en que son decretadas por el juez de
conocimiento. En el sistema penal modificado por el Acto Legislativo de
2002, la Fiscalía, en su investigación, ejercía la función principal de
recaudar y practicar las pruebas que haría valer ante el juez de la causa,
lo que implicaba que la resolución de acusación que la misma
presentaba ante el funcionario jurisdiccional era recibida por éste junto
con el acervo probatorio oportunamente recaudado por el fiscal, acervo
que constituía el fundamento probatorio de la sentencia ( COLOMBIA,
Sentencia C 1194/05)

Consecuencia de lo anterior la prueba ha de entenderse como los argumentos


o motivos que se desprenden de las fuentes o medios de conocimiento de los
que hacen uso las partes (Fiscal y defensa), para conformar la convicción del
juez sobre los hechos que son los presupuestos de sus intereses materiales
perseguidos(Ruiz;2007)

Al mismo tiempo la aceptación del concepto de prueba como convicción se


erige en el contenido esencial del derecho a probar, consagrado en el artículo
29 constitucional. El referido artículo enlista los derechos a probar: a asegurar

7
las fuentes de prueba, a solicitar pruebas, a la admisión de las mismas junto
con su práctica y valoración,; asimismo, incluye el proponer al juez argumentos
de prueba y a contradecir los que este aduzca como fundamento de su
convicción (Ruiz;2007).

De manera tal, la acertada motivación de la cuestión jurídica, perdería


trascendencia si recae sobre un componente fáctico alejado de la realidad o
con vicios de legalidad en su entrada al proceso, por consiguiente el adecuado
conocimiento de los hechos es requisito indispensable para decidir en forma
justa. Lo que es más importante, el fiscal debe velar porque el juez tenga un
conocimiento adecuado de los hechos, ya sea para que sean impuestas las
sanciones pertinentes o para evitar una pena injusta o desproporcionada, y
dicho
propósito sólo podrá lograrlo mediante las pruebas allegadas en debida forma
al proceso( BEDOYA; 2008)

La visión del proceso penal en la Constitución no se agota en la


búsqueda de la verdad, pues el concepto de justicia en la averiguación o
aproximación a la misma, está condicionada al respeto de las garantías
mínimas que deben ser protegidas por el juez y se exigen de todas las
autoridades y en todas las situaciones, pues ni siquiera en estados de
excepción pueden suspenderse (artículo 214, numeral 2º, de la Carta).
De esta forma puede concluirse que la búsqueda de la verdad en el
proceso penal está subordinada al respeto por la dignidad humana, a la
eficacia de los derechos fundamentales y al cumplimiento de un conjunto
de principios rectores y reglas probatorias que racionalizan su
consecución en el proceso( Colombia, Sentencia C-396/07)

Así las cosas y con fundamento en el artículo 250 de la constitución política de


1991, el modelo procesal contemplado en la norma constitucional, lleva a inferir
que se está frente a un modelo de enjuiciamiento criminal, en el cual se está en
un sistema de construcción colectiva de un conceso sobre la verdad.” Es decir,

8
un modelo donde la verdad lo ocurrido fácticamente y su valoración, no está
inferida de una actuación lineal, dirigida por el Estado, sino un modelo
argumentativo donde las diversas tesis compiten”. BERNAL Y
MONTEALEGRE; 2013, Pp. 227)

(…) en la antítesis significativa entre la verdad material y la verdad


formal o jurídica; el resultado de la búsqueda jurídicamente limitada o
regulada no es, pues, la verdad material o, como diríamos mediante una
eficaz redundancia, la verdad verdadera, sino una verdad convencional,
que se denomina verdad formal (…) CARNELUTTI; 1995

Conforme a lo anterior la jurisprudencia de la corte constitucional a manifestado


que la obtención de los hechos de manera irregular vulnerando con estos
derechos fundamentales es considerado como prueba ilícita y la misma debe
excluirse del proceso de forma que debe evitarse, entonces, la contaminación
del proceso penal y del proceso volitivo del juez, por lo que no resulta admisible
que la prueba ilícita sea evaluada por el juez.

(…) Definitivamente la Sala no comparte ese argumento, pues no podría


admitirse en el proceso penal democrático que las pruebas ilícitas e
ilegales constituyan la fuente de atribución de responsabilidad penal ni
que el Estado se beneficie de un hecho contrario a las reglas mínimas
de convivencia que salvaguarda la Constitución. Por ello, el Estado no
puede administrar justicia con base en la violación del debido proceso
del indiciado o imputado. Entonces, ninguna evidencia, elemento
probatorio o prueba ilícita tiene vocación para ser valorada en ninguna
etapa del proceso penal. (Corte Constitucional, Sentencia; 210/07).

De forma general, están prohibida en principio las pruebas obtenidas con


violación al debido proceso, conforme el artículo 29 constitucional y 23 de la
Ley 906 de 2004.

9
Marco legal de la prueba

Conforme al artículo 381 de la ley 906 de 2004 “Conocimiento para condenar.


Para condenar se requiere el conocimiento más allá de toda duda, acerca del
delito y de la responsabilidad penal del acusado, fundado en las pruebas
debatidas en el juicio”. Conforme lo anterior, si los jueces gozan de libertad
para valorar las pruebas dentro del marco de la sana crítica, no pueden
desconocer la justicia material por un exceso ritual probatorio que se oponga a
la prevalencia del derecho sustancial.

Principio de la libre apreciación. La convicción del juez debe haberse


formado libremente, teniendo en cuenta los hechos aportados al proceso
por los medios probatorios y de acuerdo con las reglas de la sana critica
(PARRA; 2007. Pp.5).

Ahora bien se ha considerado por el ordenamiento jurídico Colombiano que la


justicia es un valor superior consagrado en la Constitución Política de 199, la
cual está llamada a garantizar la efectividad de los derechos fundamentales,
dentro del marco del Estado Social y Democrático de Derecho, por lo que los
operadores jurídicos deben ser garantes en cumplir con tal mandato por lo que
se plantea o surge el cuestionamiento de si es procedente siempre la exclusión
probatoria frente a la responsabilidad de quienes están encargados de
ejercerla.

(…) La certeza es de carácter aproximativo en la verdad procesal, pues


se debe contar con consideraciones o criterios de verdad cierta, o
subjetiva, o abstracta, representa siempre la expresión de un ideal
inalcanzable. La idea contraria que se puede conseguir y aseverar una

10
verdad objetiva es en realidad una ingenuidad epistemológica (Ferrajoli;
2004)

De manera que, frente a la importancia que el sistema penal acusatorio le da a


la víctima surge por decisiones jurisprudenciales y por Ley, por lo menos, tres
derechos claros: el derecho a la verdad, el derecho a la justicia y el derecho a
la reparación (COLOMBIA, Sentencia C-228 de 2002),

La Corte ha establecido que los derechos de las víctimas del delito a la verdad,
a la justicia y a la reparación se violan cuando en el proceso penal se adoptan
decisiones que conducen a la impunidad, de forma que en casos particulares
en los cuales se deba excluir una prueba o elemento material probatorio por
ilicitud o ilegalidad lo cual genere graves consecuencia al proceso y para las
victimas tales como que sin esa prueba no se cuente con otro medio probatorio
para llegar a la verdad “verdadera” o por lo menos formal, de tal manera que si
se cumple con el deber de investigar tan sólo de manera puramente formal, o
sin la seriedad y rigor requeridos para la fiscalía y defensa de los derechos de
las partes procesales pues se estaría vulnerando un valor de rango
constitucional y un derecho a la víctima como lo es la verdad.

(…) la admisión y práctica de pruebas en el proceso penal está librada a


la apreciación racional que haga el funcionario responsable de la
investigación penal sobre su potencialidad para aclarar lo ocurrido y la
responsabilidad de los implicados. Sin embargo, ese ejercicio
discrecional debe enmarcarse tanto dentro de los principios
constitucionales del debido proceso, de la presunción de inocencia y de
la imparcialidad y del derecho de defensa, como del respeto de la
dignidad, la integridad y la intimidad de las víctimas. La verdad no se ha
de investigar a cualquier precio, sino protegiendo a todos los sujetos
procesales en sus derechos fundamentales. De ahí, la estrecha relación
entre el derecho procesal y el derecho constitucional (COLOMBIA,
Sentencia C -453/05)

11
Para atenuar los inflexibilidades de la no admisibilidad de la prueba ilícita,
(ART.29 Constitución Política) se ha expuesto el criterio de la
proporcionalidad, el cual se debe sopesar, en cada caso concreto, los derechos
fundamentales en conflicto y excepcionalmente permitir la aducción de
pruebas, que en otras circunstancias serían consideradas ilícitas(PARRA;2009)

“La proporcionalidad, es la confrontación de los valores que protegen


las normas para la resolución de los diversos asuntos de que trata el
derecho penal, con los valores individuales que han de afectarse,
mediante el equilibrio de dichos intereses, convirtiéndose en un principio
valorativo, ponderativo de contenido material y no meramente formal”
(Bernal; 2003)

Por ende, el derecho fundamental al acceso a la administración de justicia, y de


la obligación de dar prevalencia al derecho sustancial (artículo 228 de la
Constitución), "exceso ritual manifiesto" desconoce el debido proceso, junto
con el derecho de defensa, el acceso a la administración de justicia y el
principio de prevalencia del derecho sustancial (COLOMBIA, Sentencia T-
892/11)

De tal manera que conforme a lo preceptuado en la Ley 270 de 1996 se debe


orientar la labor del operador judicial en impartir justicia, buscar que sus
decisiones se basen en una verdad judicial que se acerque lo más posible a la
verdad real, garantizar la efectividad de los derechos constitucionales y evitar
pronunciamientos inhibitorios que trunquen la eficacia de las actuaciones de la
Administración de Justicia y de los derechos materiales, pues los
procedimientos judiciales son medios para alcanzar la efectividad del derecho y
no fines en sí mismos( COLOMBIA, sentencia T- 264/09)

Cláusula de exclusión en materia penal

12
Para iniciar es pertinente hacer referencia a la teoría del fruto del árbol
envenenado, la cual tiene como fundamento conceptual el Artículo 23, del
código de procedimiento penal (Ley 906 de 2004), “Cláusula de exclusión.
Toda prueba obtenida con violación de las garantías fundamentales será nula
de pleno derecho, por lo que deberá excluirse de la actuación procesal. Igual
tratamiento recibirán las pruebas que sean consecuencia de las pruebas
excluidas, o las que solo puedan explicarse en razón de su existencia”.
Negrillas propias

De forma tal que la refería teoría se centra en la regla de exclusión de la


prueba ilícitamente obtenida deriva la teoría del fruto del árbol envenenado,
según la cual es nulo también todo lo que derive de una prueba obtenida
ilícitamente, siempre que entre la violación inicial y las pruebas adicionales
haya una conexión lógica de su ilicitud es decir de su primera violación de
derechos y lo que de ella se pueda derivar.

No obstante a lo anterior el Artículo 455. “Nulidad derivada de la prueba ilícita.


Para los efectos del artículo 23 se deben considerar, al respecto, los siguientes
criterios: el vínculo atenuado, la fuente independiente, el descubrimiento
inevitable y los demás que establezca la ley” Ahora bien, en concordancia con
lo anterior el inciso final del artículo 29 de la Constitución Política. El artículo en
cita señala que “es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del
debido proceso”. La Corte Constitucional ha delimitado el alcance de la
disposición citada, a la que ha dado el nombre “la regla de exclusión
probatoria”, es decir que no es categórica la norma en su aplicación pues la
misma normatividad exceptua la exclusión de la misma (COLOMBIA, Sentencia
SU-159/02).

En primer lugar, no toda irregularidad procesal que comprenda la obtención,


recaudo y valoración de una prueba implica la violación del debido proceso. Por
consiguiente los defectos procesales relativos a la prueba pueden ser de
diversa índole y distinta intensidad y es claro que no todos tienen la
potencialidad de dañar el debido proceso del afectado.

13
(…) Las irregularidades menores o los errores inofensivos que no tienen
el potencial de sacrificar estos principios y derechos constitucionales no
han de provocar la exclusión de las pruebas. El mandato constitucional
de exclusión cobija a las pruebas obtenidas de manera inconstitucional o
con violación de reglas legales que por su importancia tornan a una
prueba en ilícita”. (COLOMBIA, Sentencia SU-159 de 2002)

De tal manera, no cualquier vulneración o desconocimiento de las formalidades


establecidas por la Ley para el decreto y práctica de pruebas impone excluir la
prueba, las irregularidades menores que no afectan la estructura del proceso ni
el derecho de defensa, no imponen la exclusión de la prueba (COLOMBIA,
Sentencia T-233/07)

En segundo lugar, las irregularidades probatorias de contenido netamente


procesal, que sólo afecten el aspecto formal del procedimiento, de ahí que se
debe diferenciar, prueba ilegal, es decir, aquella que afecta el debido proceso
en su concepción procesal formal y la prueba ilícita, esto es, aquella que afecta
el debido proceso por vulneración de derechos fundamentales de contenido
sustancial.

En tercer lugar, es necesario tener en cuenta que el derecho penal en un


Estado social de derecho, también busca un adecuado funcionamiento de la
justicia, conforme lo contempla la Ley 270 de 1996 y, obviamente, no funciona
bien la justicia que conduce a la impunidad, de manera tal, que la articulación
de los preceptos constitucionales art. 4, 85, 29 y 93 en su orden, deben
orientarse a que el funcionario judicial no llegue a emitir un fallo arbitrario, es
decir, que carezca de garantizar efectivamente los derechos, principios y fines
constitucionales desarrollados por la legislación penal.

Por ello, la decisión de excluir una prueba incide no sólo en el respeto a las
garantías de imparcialidad, debido proceso y derecho de defensa, sino,
además, en el goce efectivo de otros derechos constitucionales tales como la
vida, la integridad y la libertad, protegidos por el legislador mediante la sanción

14
de quienes violen el Código Penal lo anterior en relación con lo preceptuado en
el art. 2 del código penal y 3 del código de procedimiento penal.

Artículo 2°. Integración. Las normas y postulados q ue sobre derechos


humanos se encuentren consignados en la Constitución Política, en los
tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia, harán
parte integral de este código (Ley 599/00)

Artículo 3º. Prelación de los tratados internacionales. En la actuación


prevalecerá lo establecido en los tratados y convenios internacionales
ratificados por Colombia que traten sobre derechos humanos y que
prohíban su limitación durante los estados de excepción, por formar
bloque de constitucionalidad (Ley 906/04)

El funcionario judicial deben ponderar en las distintas etapas procesales el


ejercicio de la acción estatal en la verificación de la búsqueda de la verdad en
acopio del material probatorio, en procura de respetar los derechos y garantías
constitucionales para las partes en el proceso adversarial, de tal manera que el
juez debe valorar la legalidad y legitimidad de la intromisión estatal en los
derechos fundamentales, frente a las necesidades de la persecución penal
(Arias;2003)

En cuarto lugar, la exclusión de las pruebas obtenidas con violación del debido
proceso, exige que el funcionario judicial, de manera expresa determine que la
prueba viciada no puede continuar formando parte del expediente.

Los límites a los derechos humanos y la ponderación como mecanismo de


interpretación se debe central en discusiones en torno a la vigencia absoluta
de la prohibición de la exclusión y la aplicación estricta de la regla de exclusión
han hecho depender de la necesidad de balancear las exigencias de propiciar
la implementación de una técnica de interpretación que, entre principios o
valores en conflicto, permitiría seleccionar aquel o aquellos que cabe privilegiar,

15
no de modo absoluto para todos los casos posibles sino en concreto y para
circunstancias específicas con la necesidad de reprimir las conductas delictivas
que anteceden a ambas decisiones( Juárez; 2012)

Sin embargo debe observar el grado de vulneración de la norma constitucional


frente a una ponderación de derechos entre el victimario y la víctima en el
proceso en la cual la actuación del juez, frente a su decisión se oriente a
salvaguardar la institucionalidad de la justicia y el derecho a la defensa de las
personas en contienda.

En conclusión

La regla de exclusión de la prueba ilícita o ilegal, va más allá que la simple


concepción de vulneración del debido proceso, puesto que las consecuencias a
la no incorporación en casos ya previamente consagrados por la ley y la
jurisprudencia tales como la evidencia o material probatorio que no derive de la
prueba ilícita es decir aquella que proviene de una fuente separada de la ilícita
o aquella cuyo vínculo con la primaria es tenue.

Las reglas por las cuales no operan la exclusión y deja con valides las demás
se centra en la regla que establece, un criterio privilegiado que busca la
eficacia de la justicia en relación con el artículo 455 del CPP, que regula la
nulidad derivada de la prueba ilícita la cual señala que solo se podrá excluir
siempre y cuando se verifique la excepcionalidad de los siguientes criterios “el
vínculo atenuado, la fuente independiente y el descubrimiento inevitable.

No cualquier irregularidad conlleva a la declaratoria de nulidad del acto


procesal, toda vez que para que se considere como tal la irregularidad, esta
debe menoscabar profundamente, el acto procesal en atención a las garantías
de los sujetos involucrados en el proceso penal.

16
Referencias bibliográficas

ARIAS DUQUE, Juan (2003). El control de garantías en la ley 906 de 2004.


Bogotá. Ediciones jurídicas Andrés Morales.

BEDOYA SIERRA, Luis (2008). LA PRUEBA EN EL PROCESO PENAL


COLOMBIANO. Fiscalía General de la Nación.

BERNAL, Jaime y MONTEALEGRE,(2013). Eduardo. Fundamentos


Constitucionales y Teoría General. El proceso penal.6 edición. Universidad
Externado de Colombia.

BERNAL PULIDO, Carlos (2003). El principio de proporcionalidad y los


derechos fundamentales. Madrid. Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales.

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia C 1194/05 M.P Marco Gerardo

Monroy Cabra

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia C- 892/11 M.P Nilson Pinilla


Pinilla

17
COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia C-217/1997 M.P José Gregorio
Hernández Galindo

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia SU-159 de 2002 M.P Manuel José


Cepeda Espinosa

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia T- 233/07 M.P Marco Gerardo


Monroy Cabra.

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia T -264/09 M.P Luis Ernesto


Vargas Silva.

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia T -453/05 M.P Manuel José


Cepeda Espinosa

COLOMBIA, Corte Constitucional, Sentencia; 210/07 M.P Marco Gerardo


Monroy Cabra

Congreso de la República de Colombia. (2000). Ley 599 de 2000. Por la cual


se expide el Código Penal.

Congreso de la República de Colombia. (2004). Ley 906 de 2004. Por la cual


se expide el Código de Procedimiento Penal.

18
Devis Echandía. (2002). Teoría General de la Prueba Judicial. Tomo I Bogotá.
Recuperado en:Temis.http://es.slideshare.net/rubenradaescobar/teoria-general-
de-la-prueba-judicial-tomo-i-hernando-devis-echandia

Ferrajoli, L. (2004). Derecho y razón: teoría del garantismo penal. Colección


Estructuras y procesos: Serie Derecho. Edición 6.

JUAREZ, Mariano. (2012). La regla de exclusión de la prueba prohibida en la


jurisprudencia internacional sobre derechos humanos: el caso de la tortura y el
juicio de ponderación. Anuario de derecho constitucional latinoamericano año
XVIII,Bogotá.

PARRA QUIJANO, Jairo (2007) Manual de derecho probatorio. Bogotá D.C.


Librería Ediciones del Profesional Ltda.

PARRA QUIJANO, Jairo (2009) Manual de derecho probatorio. Bogotá D.C.


Librería Ediciones del Profesional Ltda.

Ruiz Jaramillo, Luis Bernardo (2007) EL DERECHO A LA PRUEBA COMO UN


DERECHO FUNDAMENTAL. Disponible en:
http://tesis.udea.edu.co/dspace/bitstream/10495/2259/1/El%20derecho%20a%2
0la%20prueba%20como%20un%20derecho%20fundamental.pdf

19

También podría gustarte