La Novela Española en Las Tres Décadas
La Novela Española en Las Tres Décadas
La Novela Española en Las Tres Décadas
La novela existencial se inicia con Nada de Carmen Laforet y La familia de Pascual Duarte de
Camilo José Cela inaugura el tremendismo, corriente que acentúa los aspectos más sórdidos
de la realidad. Las condiciones ambientales de la posguerra determinan la temática y las
técnicas narrativas de estas novelas. En ellas se refleja una realidad asfixiante en la que se
impone la sensación de fracaso, donde se revela un malestar social y los protagonistas
están angustiados, desorientados o desarraigados. Carecen de crítica directa y técnicamente
son sencillas.
También pertenece a esta tendencia La sombra del ciprés es alargada (1948), la primera
novela de Miguel Delibes.
AÑOS 50: realismo social. El propósito de estos escritores es el de ofrecer un testimonio del
estado de la sociedad española durante la dictadura , desde un punto de vista ético y cívico.
La Colmena de Camilo José Cela, es el precedente y modelo de esta etapa que quedará
consolidada con El Jarama de Sánchez Ferlosio. Otros autores significativos son Ignacio
Aldecoa , Juan Goytisolo, C. Martín Gaite, Ana María Matute...
En general, en esta década, pueden establecerse dos tendencias: un realismo objetivista
mediante el que el narrador pretende reflejar de forma objetiva y distanciada, sin ningún tipo
de crítica, el aspecto de la realidad que le interesa tratar. La novela característica de esta
corriente es El Jarama de Sánchez Ferlosio, . y un realismo crítico caracterizado por una crítica
social más directa y explícita.
Rasgos comunes a las dos tendencias son:
-La novela como instrumento de denuncia ante la injusticia social.
-Limitación de la voz del narrador con la intención de una narración objetiva.
Condensación espacio-temporal.
A partir de los años 60 se percibe el cansancio del enfoque social. Por ello, algunos escritores
que cuestionan la calidad literaria de la novela social muestran una mayor preocupación por el
lenguaje y la técnica narrativa. Las novelas, además, empiezan a reflejar las innovaciones de
los grandes novelistas europeos y americanos (Proust, Joyce, Faulkner, Kafka...) que coinciden
con el boom de la narrativa hispanoamericana (Vargas Llosa, Márquez...).
Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos marca el punto de referencia de la renovación
formal. Las características de la novela experimental son las siguientes:
CARMEN LAFORET
Con tan solo 23 años ganó la primera edición del premio Nadal con la novela Nada y se
convirtió en la revelación de la narrativa española de la posguerra.
La novela sigue el itinerario de la joven Andrea, que recién terminada la Guerra Civil
española se traslada a Barcelona, cargada de ilusiones y dispuesta a emprender sus estudios
universitarios. Sus ansias juveniles y sus expectativas chocan con el mundo gris, cargado
de violencia, que representan su abuela y sus tíos que la acogen en su casa. Sin embargo, en
la universidad conoce a Ena, que desempeñará un papel importante en su vida, pues con ella
aprenderá lo que el mundo exterior puede ofrecer.
Escritor prolífico que cultivó todos los géneros literarios, su obra evoluciona desde una
primera etapa existencialista a la novela experimental. Los rasgos más sobresalientes de su
narrativa son el ingenio, el estilo bronco, el costumbrismo, la atracción por la violencia y el
sexo y sus deseos de innovación.
Consigue reconocimiento público con La familia de Pascual Duarte , novela enmarcada dentro
del tremendismo en la que un campesino cuenta su sórdida vida llena de crímenes y excesos.
Con La colmena inaugura el realismo social. Es probablemente su mejor obra y en ella
experimenta Cela con nuevas fórmulas y moldes narrativos. Entre estos últimos destaca el
personaje colectivo , el fragmentarismo o técnica del contrapunto y la concentración espacio-
temporal. En relación al primero, la novela refleja las rutinas y miserias cotidianas de unos
trescientos personajes, la mayoría pertenecientes a las clases más humildes, que luchan por
sobrevivir en un entorno de soledad y frustración. En relación al fragmentarismo, la obra
consta de 215 fragmentos separados por espacios en blanco y estructurados en seis capítulos
donde se desarrolla un tejido de líneas argumentales simultáneas, de modo que se asiste a
hechos que suceden al mismo tiempo pero en lugares distintos (contrapunto). La unidad de la
novela viene dada por la concentración espacio-temporal. Toda ella transcurre en poco más
de dos días y los espacios, aunque variados, se reiteran y son siempre los centros típicos
de relaciones sociales de la época (cafés, casas, burdeles, calles...).
MIGUEL DELIBES
Su obra muestra un compromiso con la dignidad del ser humano, que combina con el
amor a la naturaleza y el rechazo a la deshumanización, al materialismo y al
consumismo. En ella abundan los seres indefensos y los ambientes humildes: los niños,
los viejos, la vida en el campo, la pobreza de los pueblos y del paisaje castellano. Pero
también se fija en la vida urbana y en la pequeña burguesía. Su estilo se mantiene siempre
dentro de la sencillez, lo que no ha impedido que, a lo largo de su extensa obra, haya
ido experimentando nuevas técnicas narrativas.
Comienza su etapa existencialista con La sombra del ciprés es alargada con la que ganó el
Premio Nadal en 1947.En El camino aparecen ya las dos constantes de su obra: la idealización
del mundo rural y el afecto por los más desfavorecidos. Una de las novelas más importantes
del realismo social es Las ratas.