TP Nº3 Derecho Economico
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º REGISTRO: 896845
Fecha de entrega 16 de junio
1. Concepto de contrato
EL CCyC comenta al respecto que un contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes
manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales.
Dentro del CCyC se pueden encontrar los siguientes elementos que constituyen los contratos:
Los elementos naturales son aquellos que están previstos para cada tipo de contrato, y que formarán parte
de este, salvo si las partes deciden eliminarlos. Un ejemplo sería que el contrato de préstamo es gratuito,
aunque las partes pueden pactar intereses.
Los elementos accidentales son aquellos que las partes introducen en el contrato en base al principio de
autonomía de la voluntad, un ejemplo sería el tiempo de ejecución del contrato.
Los elementos esenciales son aquellos sin la concurrencia de los cuales no puede existir el contrato; son los
señalados por el CCyC: consentimiento de los contratantes, objeto cierto que sea materia del contrato y
causa de la obligación que se establezca.
El consentimiento. Para entender que el consentimiento ha sido válidamente prestado deberá manifestarse
de manera libre, voluntaria y consciente. La ausencia de cualquiera de estos requisitos determina la
aparición de los llamados “vicios del consentimiento”, estos vicios pueden afectar tanto a la declaración de
voluntad como al proceso de formación de esta. Cuando el vicio afecta a la propia declaración de la voluntad
se debe a la existencia de una divergencia entre la voluntad interna de la persona y la que declara, las
consecuencias serán diferentes según qué tal divergencia sea consciente o inconsciente. Por su parte, los
vicios que afectan al proceso de formación de la voluntad afectan a los elementos estructurales de la misma,
por lo que implican bien la falta de libertad (tal es el supuesto de la intimidación o la violencia utilizada para
conseguir la manifestación de voluntad) o bien a la falta de conocimiento (como sucede en el error en el
conocimiento de la persona o de sus cualidades esenciales para la prestación del consentimiento, como
sucede con la “impotencia coeundi” en el caso del matrimonio).
El objeto. El objeto del contrato lo conforman las cosas o servicios que son materia de las obligaciones de
dar o hacer. La validez del objeto del contrato depende del cumplimiento por parte de este de tres
condiciones, ya que debe ser lícito, posible y determinado o determinable. En relación con el primero de los
requisitos, que sea lícito, parece poco necesario extenderse por cuanto no podrá considerarse válido un
contrato cuyo objeto tenga por finalidad una actividad delictiva. En cuanto a que sea posible, el propio CCyC
excluye las cosas o servicios imposibles como objeto de contrato, del mismo modo que también se excluyen
del objeto del contrato las cosas que están fuera del comercio de los hombres. Además, el objeto del
contrato debe quedar perfectamente determinado desde que se otorga el contrato, o bien debe ser
determinable a través de criterios preestablecidos, sin que intervenga de nuevo la voluntad de las partes.
La causa. La causa del contrato es definida como la función económico-social pretendida por las partes, así
en el intercambio de cosa por un precio cierto la causa será la compraventa. Es importante resaltar que la
causa del contrato es independiente de los motivos que las partes tengan para su otorgamiento.
Estos elementos del contrato, citados como elementos esenciales, necesariamente han de concurrir en todo
contrato, es lo cierto que en determinados contratos otros elementos como la forma devienen en elementos
esenciales del contrato, por ejemplo la donación de bienes inmuebles requiere para su validez la
formalización de la misma en escritura pública, cuando por ministerio de la ley o por la voluntad de las
partes se incluyen elementos de estas características la validez del contrato dependerá, también, del
cumplimiento de los requisitos que le son propios.
Desde el Art. 966 al 970 del CCyC se pueden enumerar los diferentes tipos de contratos, y esos son:
Contratos unilaterales y bilaterales:
Los contratos son unilaterales cuando generan obligaciones para una sola de las partes. Ejemplo contrato
unilateral: El más clásico es el contrato de donación, en el que una persona se obliga a entregar a otra la
propiedad de un bien o derecho sin recibir nada en contraprestación.
Los contratos son bilaterales cuando generan obligaciones para ambas partes. Ejemplo contrato bilateral: El
más clásico es el del contrato de compraventa en que: una parte (el vendedor) se obliga a la entrega de un
bien, y la otra (el comprador) al pago de su precio.
Contratos a título oneroso y a título gratuito:
Son contratos a título oneroso porque implica una contraprestación. Este tipo de contratos supone la
existencia de beneficios y gravámenes recíprocos, con un sacrificio equivalente de ambas partes. Por
ejemplo: un contrato de compraventa, de trabajo, etc.
Son a título gratuito cuando aseguran a uno de los contratantes alguna ventaja, independiente de toda
prestación a su cargo (donación). Por ejemplo: Un contrato de depósito, mediante el cual el depositante
cede la tenencia de una cosa al depositario para que se encargue de custodiarla, debiendo restituirla cuando
el depositante lo reclame.
Contratos conmutativos y aleatorios:
Los contratos conmutativos son aquellos que generan obligaciones y cargas contractuales equivalentes y
recíprocas entre las partes. Se considera que sólo los contratos bilaterales y onerosos pueden ser contratos
conmutativos (contratos onerosos conmutativos), siempre y cuando las obligaciones mutuas sean
equivalentes. Son conmutativos cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas. Estos contratos
resultan más justos para los contratantes. Dicha justicia se fundaría en un contrato
de intercambio (conmutación) directo de algo sobre la base de la igualdad de aquello intercambiado en
razón de este tipo de acuerdos
Los contratos son aleatorios cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para todos, dependen de
un acontecimiento incierto. Por ejemplo: el contrato de seguro, el de alimentos, el de juego o apuesta y el
de renta vitalicia.
Contratos formales:
Los contratos para los cuales la ley exige una forma para su validez son nulos si la solemnidad no ha sido
satisfecha. Cuando la forma requerida para los contratos, lo es sólo para que éstos produzcan sus efectos
propios, sin sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras no se ha otorgado el instrumento
previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron a cumplir con la expresada
formalidad. Cuando la ley o las partes no imponen una forma determinada, ésta debe constituir sólo un
medio de prueba de la celebración del contrato. Por ejemplo, la donación de bienes inmuebles.
Contratos nominados e innominados:
Un contrato nominado es aquel que tiene una denominación establecida en la legislación. Por ejemplo, en
las legislaciones modernas, el contrato de compraventa es un contrato nominado, pues la legislación se
refiere a dicho tipo contractual por un nombre ("compraventa").
Un contrato innominado es aquel que no cuenta con una denominación prevista en la ley. Por ejemplo, el
contrato de franquicia, el contrato de agencia comercial. Estos están regidos por:
● La voluntad de las partes
● Las normas generales sobre contratos y obligaciones
● Los usos y prácticas del lugar de celebración
● Las disposiciones correspondientes a los contratos nominados afines que son compatibles y se adecuan
a su finalidad.
El Art. 1170 del CCyC que habla sobre el Boleto de compraventa de inmuebles, comunica que el derecho del
comprador de buena fe tiene prioridad sobre el de terceros que hayan trabado cautelares sobre el inmueble
vendido si:
a) el comprador contrató con el titular registral, o puede subrogarse en la posición jurídica de quien lo
hizo mediante un perfecto eslabonamiento con los adquirentes sucesivos;
b) el comprador pagó como mínimo el veinticinco por ciento del precio con anterioridad a la traba de la
cautelar;
c) el boleto tiene fecha cierta;
d) la adquisición tiene publicidad suficiente, sea registral, sea posesoria.
Mientras que el Art. 1171 da a conocer la oponibilidad del boleto en el concurso o quiebra.
Los boletos de compraventa de inmuebles de fecha cierta otorgados a favor de adquirentes de buena fe son
oponibles al concurso o quiebra del vendedor si se hubiera abonado como mínimo el veinticinco por ciento
del precio. El juez debe disponer que se otorgue la respectiva escritura pública. El comprador puede cumplir
sus obligaciones en el plazo convenido. En caso de que la prestación a cargo del comprador sea a plazo, debe
constituirse hipoteca en primer grado sobre el bien, en garantía del saldo de precio.
La definición de locación se puede encontrar en el Art. 1187 del CCyC. Hay contrato de locación si una parte
se obliga a otorgar a otra el uso y goce temporario de una cosa, a cambio del pago de un precio en dinero. Al
contrato de locación se aplica en subsidio lo dispuesto con respecto al consentimiento, precio y objeto del
contrato de compraventa.