La Linguistica 2024

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Instituto de Educación Superior Pedagógico Público

“Horacio Zeballos Gámez”

SEPARATA DE APOYO
AREA ACADEMICA: COMUNICACIÓN
CARRERA: EDUCACION INICIAL - CYT - CICLO ACADEMICO: I -2024
ASIGNATURA: LECTURA Y ESCRITURA EN EDUCACION SUPERIOR
UNIDAD DE FORMACIÓN: I UNIDAD
DOCENTE RESPONSABLE: MANUEL REATEGUI RENGIFO (COMPILADOR

I. LA LINGÜÍSTICA

La Lingüística es la disciplina científica que investiga el origen, la evolución y la


estructura del lenguaje, a fin de deducir las leyes que rigen las lenguas (antiguas
y modernas). Así, la Lingüística estudia las estructuras fundamentales del
lenguaje humano, sus variaciones a través de todas las familias de lenguas (las
cuales también identifica y clasifica) y las condiciones que hacen posible la
comprensión y la comunicación por medio de la lengua natural. Como toda
ciencia, la Lingüística cuenta con propuestas teóricas, métodos de análisis y
dominios de estudio que le son propios. No obstante, la Lingüística es una
ciencia pluridisciplinaria, caracterizada por una gran riqueza epistemológica a la
hora de abordar el fenómeno del lenguaje.

HISTORIA.

LINGÜÍSTICA PRECIENTÍFICA

La ciencia que se ha constituido en torno de los hechos del lenguaje ha pasado


por tres fases sucesivas antes de adoptar el enfoque moderno actual. Se comenzó
por organizar lo que se llamaba la gramática. Este estudio, inaugurado por los
griegos y continuado especialmente por los franceses, estaba fundado en la lógica
y desprovisto de toda visión científica y desinteresada de la lengua misma; lo que
la gramática se proponía era únicamente dar reglas para distinguir las formas
correctas de las formas incorrectas; se trataba de una disciplina normativa, muy
alejada de la pura observación y su punto de vista era, por lo tanto,
necesariamente reducido.

Después apareció la filología. Ya en Alejandría existía una escuela filológica, pero


este término se asocia sobre todo con el movimiento científico creado por Friedrich
August Wolf a partir de 1777, que continúa hasta nuestros días. La lengua no es el
único objeto de la filología, que quiere sobre todo fijar, interpretar, comentar los
textos. Este primer estudio lleva también a la historia literaria, de las costumbres,
de las instituciones, etc.; en todas partes usa el método que le es propio, que es la
crítica. Si aborda cuestiones lingüísticas, es sobre todo para comparar textos de
diferentes épocas, para determinar la lengua particular de cada autor, para
descifrar y explicar inscripciones redactadas en una lengua arcaica u oscura. Sin
duda estas investigaciones son las que se prepararon para lingüística histórica: los
trabajos de Ritschl sobre Plauto pueden ya llamarse lingüísticos, pero, en ese
terreno, la crítica filológica falla en un punto: en que se atiene demasiado
servilmente a la lengua escrita, y olvida la lengua viva. Por lo demás, la
antigüedad grecolatina es la que la absorbe casi por entero.

El tercer período comenzó cuando se descubrió que las lenguas podían


compararse entre sí. Este fue el origen de la filología comparada o gramática
comparativa. En 1816, en una obra titulada Sistema de la conjugación del
sánscrito, Franz Bopp estudió las relaciones que unen el sánscrito con el
germánico, el griego, el latín, etc. y comprendió que las relaciones entre lenguas
parientes podían convertirse en una ciencia autónoma. Pero esta escuela, con
haber tenido el mérito indisputable de abrir un campo nuevo y fecundo, no llegó a
constituir la verdadera ciencia lingüística. Nunca se preocupó por determinar la
naturaleza de su objeto de estudio. Y sin tal operación elemental, una ciencia es
incapaz de procurarse un método. (Fragmento del capítulo I "Ojeada a la historia
de la lingüística" de la Introducción del Curso de lingüística general. Ferdinand de
Saussure
LINGÜÍSTICA MODERNA

Ferdinand de Saussure, lingüista suizo del siglo XIX, inspiró un enfoque científico
de la lingüística. La lingüística moderna tiene su comienzo en el siglo XIX con las
actividades de los conocidos como neogramáticos que, gracias al descubrimiento
del sánscrito, pudieron comparar las lenguas y reconstruir una supuesta lengua
original, el idioma proto-indoeuropeo. Esto animó a los lingüistas a tratar de crear
una ciencia positiva como la lingüística, en la que incluso se llegó a hablar de
leyes fonéticas para el cambio lingüístico.

No será, sin embargo, hasta la publicación del libro titulado “Curso de lingüística
general” (1916), compuesto por apuntes que alumnos tomaron en el curso dictado
por el suizo Ferdinand de Saussure, que se convierte la lingüística en una ciencia
integrada a una disciplina más amplia, la semiología, que a su vez forma parte de
la psicología social, y defina su objeto de estudio. La distinción entre lengua (el
sistema) y habla (el uso) y la definición de signo lingüístico (significado y
significante) han sido fundamentales para el desarrollo posterior de la nueva
ciencia. Sin embargo, su perspectiva conocida como estructuralista y que
podemos calificar, por oposición a corrientes posteriores, como de corte
empirista será puesta en cuestión en el momento en que ya había dado la
mayor parte de sus frutos y, por lo tanto, sus limitaciones quedaban más de
relieve.

En el siglo XX el lingüista estadounidense Noam Chomsky creó la corriente


conocida como generativismo. Con la idea de solventar las limitaciones
explicativas de la perspectiva estructuralista, se produjo un desplazamiento del
centro de atención que pasó de ser la lengua como sistema (la langue
saussuriana) a la lengua como proceso de la mente del hablante, la capacidad
innata (genética) para adquirir y usar una lengua, la competencia. Toda propuesta
de modelo lingüístico debe, pues según la escuela generativista, adecuarse al
problema global del estudio de la mente humana, lo que lleva a buscar siempre el
realismo mental de lo que se propone; por eso al generativismo se le ha descrito
como una escuela mentalista o racionalista. En esta perspectiva la lingüística es
considerada como una parte de la psicología o más exactamente la ciencia
cognitiva.

ESCUELAS LINGUISTICAS

EL ESTRUCTURALISMO DE FERDINAND DE SAUSSURE.

El movimiento del estructuralismo lingüístico se sitúa a comienzos del siglo XX y


supone ya el arranque de la lingüística moderna. Su iniciador fue Ferdinand de
Saussure con su Curso de lingüística general (1916), que fue una obra publicada
póstumamente por dos de sus discípulos, quienes se basaron en apuntes de clase
de estudiantes que habían escuchado a Saussure durante sus tres últimos años
en la Universidad de Ginebra. El estructuralismo surge como una reacción frente a
las investigaciones lingüísticas comparativistas de la gramática comparada, frente
a las investigaciones diacrónicas de la gramática histórica y frente a las
investigaciones positivistas de los neogramáticos.

Este nuevo movimiento propuso, en cambio, una nueva concepción de los hechos
del lenguaje, considerándolos como un sistema en el cual los diversos elementos
que lo integran ofrecen entre sí una relación de solidaridad y dependencia tal que
forman una estructura. De todos modos la noción de lengua como «sistema» era
admitida antes de la aparición de Saussure; pero Saussure, además de reforzar
esa idea, agregó la idea de que la lengua es «forma» y no «sustancia», y de que
las unidades de la lengua solo pueden definirse mediante sus relaciones. El
estructuralismo fundado por Saussure, que habla de «la estructura de un
sistema», continuó desarrollándose en Europa por lingüistas posteriores,
surgiendo más tarde diversas escuelas estructuralistas, como la Escuela de
Ginebra, el Círculo Lingüístico de Praga y la Escuela de Copenhague.

El estructuralismo saussureano influyó sobremanera en el desarrollo de la


lingüística posterior al punto de que se habla de una lingüística anterior y posterior
a Saussure. Debido a que el hecho lingüístico es muy complejo, pues intervienen
múltiples factores de naturaleza fónica, acústica, fisiológica y de alcance tanto
individual como social, la lingüística no se ocupa del lenguaje, que es un
fenómeno amplio, sino que su objeto es el estudio de las relaciones entre los
elementos que forman parte únicamente del sistema lingüístico, es decir, define su
objeto de estudio, la lengua y el habla en sí mismos.

La teoría iniciada por la labor de Saussure que sienta las bases del
estructuralismo supone una ruptura con la tradición historicista de la lingüística
conocida hasta entonces, que se centraba en el estudio evolutivo de las lenguas.
El estructuralismo afirma que se deben estudiar las lenguas atendiendo a su
realidad, y no solo a su evolución. Por lo tanto, atendiendo al principio
de inmanencia lingüística, se separa el estudio del aspecto social concerniente a
las lenguas, pero sin obviarlo ya que Saussure es consciente de este hecho al
dividir la lingüística en dos grandes campos: la lingüística interna que se encarga
del estudio de la lengua en sí y supondría la verdadera lingüística y la lingüística
externa que se encarga del aspecto sociolingüístico. Según esta nueva orientación
de los estudios lingüísticos que representa el estructuralismo, la lengua se concibe
como un sistema de signos, y su metodología de estudio se basa en la
consideración de una serie de dualidades o dicotomías:

POSTULADOS

Significante / significado: el significado es el concepto y el significante, la


imagen acústica.

Lengua / habla: la lengua es el código constituido por signos lingüísticos y reglas


de combinación, es decir, el sistema (abstracto) mientras que el habla es un acto
particular (concreto) materializado por el emisor que cifra un mensaje utilizando el
código lingüístico, esto es, el sistema.

Sincronía / diacronía: el estudio lingüístico, desde un punto de vista sincrónico,


estudia la lengua en su estado actual mientras que el estudio lingüístico desde un
punto de vista diacrónico se centra en la lengua desde una perspectiva histórica y
evolutiva.
Relación sintagmática / relación paradigmática: las relaciones sintagmáticas se
dan en el discurso, las palabras se ordenan en forma lineal ya que no existe la
posibilidad de pronunciar dos elementos a la vez. Estas combinaciones se
denominan sintagmas. Las relaciones paradigmáticas son las que se establecen
entre unidades alternantes, es decir, entre los signos que podrían aparecer en un
mismo lugar de un enunciado. Para que dos o más signos puedan alternar, esto
es, ocupar el mismo puesto del mensaje, deben pertenecer a la misma categoría.

Lingüística interna / lingüística externa: la lingüística interna estudia las lenguas


en sí mismas mientras que la lingüística externa se encarga de estudiar el
componente social de las lenguas.

EL CIRCULO LINGUISTICO DE PRAGA:

El Círculo Lingüístico de Praga fue fundado en 1926 y reunió un número de


lingüistas eslavos reconocidos, como los checos Josef Vachek y Bohumil Trnka,
además de los ya mencionados, y los rusos Nikolai Sergeievich Trubetzkoi y
Roman Osipovich Jakobson para mencionar algunos de los representantes. En
1929, estos lingüistas, tuvieron una actuación destacada en el primer Congreso
Internacional de Eslavistas celebrado en Praga donde presentaron un programa
que describe las tareas de la lingüística, sobre todo de la eslavista, la teoría y
metodología a emplear en el estudio de las lenguas y literaturas en general y de
las eslavas en particular. Dicho programa, conocido como las Tesis de 1929,
refleja los principios de la ‘lingüística funcional’ o ‘funcionalismo’, base de todos los
trabajos del Círculo de Praga y comienza afirmando lo siguiente, uno de sus
fundamentos es que la lengua, producto de la actividad humana, comparte
con tal actividad su carácter teleológico o de finalidad. Cuando se analiza el
lenguaje como expresión o como comunicación, la intención del sujeto
hablante es la explicación que se presenta con mayor naturalidad. Por esto
mismo, en el análisis lingüístico, debe uno situarse en el punto de vista de la
función. Desde este punto de vista, la lengua es un sistema de medios apropiados
para un fin. No puede llegarse a comprender ningún hecho de lengua sin tener en
cuenta el sistema al cual pertenece.

La Escuela de Praga es la más destacada inicialmente, con miembros


como Roman Jakobson o Nikolái Trubetskói. Su mayor legado dentro del
estructuralismo hace referencia a la fonética. En vez de hacer una lista de los
sonidos que aparecen en el lenguaje, la Escuela de Praga estudió cómo estos
estaban relacionados. En este sentido, determinaron que el inventario de sonidos
de un idioma puede ser analizado en términos de contraste. Por ejemplo, en inglés
los sonidos de /p/ y /b/ representan distintos fonemas porque existen casos donde
el contraste entre los dos es la única diferencia entre palabras distintas.

Analizar los sonidos en términos de contraste también permite hacer estudios


comparativos. Por ejemplo, se puede explicar que la dificultad que tienen los
japoneses para diferenciar la /r/ y la /l/ en inglés es debido a que dichos sonidos
no se contrastan en japonés. Aunque este tipo de aproximación es hoy muy
aceptada en lingüística fue revolucionaria en su tiempo. Desde entonces, la
Fonología se convertiría en la base paradigmática para distintos campos de
estudio.

LA ESCUELA DE COPENHAGUE
Escuela de Copenhague. También conocida como Círculo lingüístico de
Copenhague, es una de las escuelas ligüísticas europeas del siglo XX, que
con Louis Hjelmslev a la vanguardia llevó al extremo los planteamientos
de Ferdinand de Saussure y la Escuela de Ginebra. Introducen la lógica y
la matemática para el estudio de invariantes en el lenguaje, con un enfoque
deductivo y formal.
El grupo se formó a fines de la década de 1920 en Copenhague, en el Instituto
de Física Teórica, dirigido por Bohr. A varios físicos de dicha escuela, ante todo a
Bohr y a Heisenberg, les corresponden grandes méritos en la formación y
desarrollo de la mecánica cuántica, en la interpretación de sus elementos
matemáticos y de los datos experimentales. Hjelmslev planteó en su trabajo un
análisis estructural del lenguaje, las cinco premisas básicas que subyacen en la
estructura de cualquier lengua:
1.-Un lenguaje consta de expresión y de contenido.
2.-Un lenguaje ofrece una sucesión o texto y un sistema.
3.-La conmutación es el elemento que une los dos planos de la lengua: la
expresión y el contenido. Dentro de la sucesión y el sistema, es fácil apreciar un
conjunto de relaciones. No se observa ninguna correspondencia uno-a-uno en-tre
los planos del contenido y de la expresión. Los signos, en consecuencia, se
analizan en componentes de menor categoría.

Hjelmslev se consideraba como único y legítimo sucesor de Sassure. En efecto:


dos de los principios Sassureanos se advierten en la teoría glosemática: la lengua
es forma y no substancia y toda lengua es simultáneamente expresión y
contenido. La glosematica pretende estudiar la lengua únicamente desde el punto
de vista formal y, a partir de allí, conseguir prácticamente lo que puede
considerarse como un álgebra lenguaje. Hjelmslev distingue en este punto tres
niveles donde Saussure veía solamente dos: La substancia de Saussure (realidad
semántica o fónica), es denominada materia; la forma de Saussure, es substancia
para Hjelmslev. El término forma, finalmente, Hjelmslev lo deja solo para el
conjunto de relaciones que define cada unidad. Los tres niveles son relacionados
por la manifestación, que para la glosemática es la sustancia de la forma en la
materia.

El análisis de la forma con la lengua fue llevado por Hjelmslev hasta sus últimas
consecuencias e inclusive propuso una clasificación psicológica basada
integralmente en el carácter formal. Hjelmslev distinguió entre lenguas conformes
y no conformes. Lenguas conformes: están formadas por dos planos
(expresión/contenido) con una misma organización formal y con diferencias sólo
en la substancia. La lengua no conforme: pueden ser denotativas, cuando el plano
de la expresión configura ya un lenguaje. Sin ninguno de los dos planos constituye
en sí un lenguaje (la lengua natural); o metalingüística. Si el plano del contenido
constituye un lenguaje por sí mismo (lenguaje empleado para descubrir una
lengua en particular), se tiene una lengua connotativa. El principio de Isomorfismo,
se encarga de buscar un principio general para realizar el análisis estructural de
los planos (expresión y contenido). Éste busca la semejanza entre el plano fónico
de la lengua y el semántico. También pretende equilibrar el plano de la expresión y
el plano del contenido.

GRAMATICA GENERATIVA TRASFORMACIONAL.

Entre las distintas teorías científicas que explican el funcionamiento del lenguaje
humano se encuentra la gramática generativa de Noam Chomsky, también
conocida en la actualidad como biolingüística. Esta teoría postula la existencia de
una estructura mental innata que permite la producción y comprensión de
cualquier enunciado en cualquier idioma natural, posibilitando además que
el proceso de adquisición y dominio del lenguaje hablado requiera muy poco
input lingüístico para su correcto funcionamiento y se desarrolle de manera
prácticamente automática. La gramática generativa es, además, el fundamento
académico más notable para apoyar una aproximación racionalista a la explicación
del proceso de adquisición conceptual y del funcionamiento general de la actividad
lingüística.
Se llama gramática generativa transformacional a la fundada por el investigador
estadounidense Noam Chomsky. Se trata de un enfoque muy diferente, casi toda
una teoría del lenguaje. Los generativistas entienden por lenguaje "el
conocimiento que poseen los seres humanos que les permite adquirir cualquier
lengua". Es una especie de gramática universal, un estudio analítico de los
principios que subyacen en todas las gramáticas humanas. A mediados del siglo
XX el lingüista estadounidense Noam Chomsky afirmó que la Lingüística tiene
que describir la estructura de las lenguas, lo que supone explicar cómo se
entienden e interpretan las oraciones de cualquier idioma. Cree que el proceso es
posible porque lo explica la gramática universal (que es una teoría o un modelo del
conocimiento lingüístico o competencia).
La competencia lingüística supone el conocimiento innato, e incluso
inconsciente, que posee cualquier persona y que le permite producir y
comprender las oraciones de su lengua, aun en el caso de que alguna no la
haya escuchado jamás. Gracias a esto es posible elaborar una gramática para
cualquier lengua, que genere todas las oraciones gramaticalmente aceptables y
elimine las agramaticales. Chomsky, que había recibido una formación
estructuralista en la escuela de Bloomfield, buscaba la forma de analizar la sintaxis
del inglés dentro de los principios estructurales. Su esfuerzo le condujo a concebir
la gramática como la teoría de la estructura y no como la descripción de unas
oraciones concretas; La entiende como un mecanismo que produce una
determinada estructura, que no es sólo de una lengua determinada, sino que
pertenece a la competencia, es decir la capacidad que tienen las personas para
emitir y entender las oraciones que forman parte de su lengua o de cualquier otra.
Su teoría de carácter universal, está relacionada con las de los estudiosos de los
siglos XVIII y XIX, quienes estaban buscando la raíz lógica de la gramática, para
que fuera la clave que analizara el pensamiento. A esa escuela perteneció el
filósofo británico John Stuart Mill, que ya en 1867 creía que las reglas gramaticales
de una lengua eran la forma que correspondía al modo en que estaba organizado
el pensamiento humano universal.
Según Chomsky hay unas cuantas reglas gramaticales universales y otras muchas
específicas de cada lengua. Tales reglas son las que permiten que los elementos
que forman una oración se puedan ordenar de varias maneras (por ejemplo,
'Almudena ha escrito esta novela' y 'Esta novela ha sido escrita por Almudena'). La
gramática que disponga de las unidades semánticas subyacentes y las transforme
mediante reglas en los elementos de una oración, que se pueden reconocer e
interpretar, es una gramática transformacional. Se llama gramática generativa
porque genera o produce todas las oraciones aceptables, y transformacional
porque emplea las reglas, que se han llamado transformaciones, para transformar
o cambiar las unidades subyacentes en lo que cualquier hablante entiende.

POSTULADOS:
Lo primero que debe aclararse es la distinción entre competencia lingüística y
actuación lingüística. La competencia corresponde a la capacidad que tiene un
hablante oyente idealizado para asociar sonidos y significados conforme a reglas
inconscientes y automáticas. La actuación, o ejecución lingüística, corresponde a
la interpretación y comprensión de oraciones de acuerdo con la competencia, pero
regulándose además a partir de principios extralingüísticos, como las restricciones
de la memoria, e incluso las creencias (Chomsky, 1970, 1992).
Al respecto es importante aclarar que la aceptabilidad de una oración no es
equivalente a su gramaticalidad puesto que la aceptabilidad de una frase consiste
en que pueda ser usada con naturalidad en un grupo social, y su gramaticalidad
en la adecuación que presente a reglas inconscientes que relacionan sonidos con
significados (Chomsky, 1978). Un aspecto que resulta interesante de la gramática
generativa, aunque también algo inquietante, es que está referida totalmente a
hablantes oyentes idealizados, los cuales serían una especie de hablante oyente
que conoce el lenguaje a la perfección y que nunca comete errores, debido a que
no se ve afectado por limitaciones o distracciones del contexto.

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