2do Trabajo de Derecho - BIENES
2do Trabajo de Derecho - BIENES
2do Trabajo de Derecho - BIENES
Grupo: TG1
Asignatura: DERECHO
TAREA: Bienes
-Costa, Jonatan
-Martínez, Christian
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Por último, Aubry y Rau sostienen que el patrimonio es inalienable, es decir, inseparable de
la persona. La persona no puede perder la capacidad de ser titular de derechos y
obligaciones, y el patrimonio solo se extingue cuando la persona desaparece. Además, la
persona tiene derecho de propiedad sobre su patrimonio.
En resumen, la doctrina clásica de Aubry y Rau establece una conexión estrecha entre el
patrimonio y la personalidad de las personas, considerando al patrimonio como una
proyección de la personalidad en relación con los derechos sobre los objetos del mundo
exterior.
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existencia independiente del sujeto y se define como el conjunto de derechos y obligaciones
afectados a un fin al que sirven. En otras palabras, sostiene que puede existir un patrimonio
sin necesidad de que haya un sujeto.
Beker desarrolla su teoría basándose en el concepto de derecho subjetivo y argumenta que
este incluye dos facultades: el goce y la disposición. La facultad de goce se refiere a la
capacidad de disfrutar o beneficiarse de un derecho sin necesidad de una voluntad
específica, mientras que la facultad de disposición implica la capacidad de ejercer la
voluntad sobre el derecho. Según Beker, siempre que exista la facultad de goce, habrá
patrimonio, incluso en el caso de personas incapaces como los dementes o los impúberes
que pueden tener la capacidad de goce pero no la capacidad de ejercicio o voluntad
jurídicamente trascendente.
Una crítica que se le hace a esta teoría es que la equiparación entre los incapaces y los
animales o las cosas es inexacta. Se argumenta que los incapaces tienen la capacidad de
goce y, en algún momento, pueden desarrollar la capacidad de ejercicio, es decir, una
voluntad jurídicamente trascendente. En cambio, los animales y las cosas carecen de esta
capacidad de ejercicio y nunca podrán poseerla.
En resumen, la doctrina de los patrimonios sin sujeto plantea que el patrimonio puede existir
independientemente de la personalidad y sostiene que cualquier entidad, incluso animales o
cosas, puede tener un patrimonio si se le asigna una universalidad de bienes como fin. Sin
embargo, se critica la equiparación entre los incapaces y los animales o las cosas,
argumentando que los incapaces tienen una capacidad de ejercicio potencial, a diferencia
de los animales y las cosas.
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fideicomitidos se consideran un patrimonio de afectación y quedan exentos de la acción de
los acreedores del fiduciario.
En resumen, la doctrina de los patrimonios de afectación sostiene que la existencia del
patrimonio se determina por la afectación de una masa de bienes a un fin determinado. Esta
teoría reconoce la pluralidad patrimonial y busca proteger los bienes afectados a través de
figuras como el fideicomiso.
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i. Características de los derechos patrimoniales
Las características de los derechos patrimoniales son las siguientes:
a. Transmisibilidad inter vivos mediante enajenación: Los derechos patrimoniales pueden
ser transferidos de una persona a otra durante la vida de los titulares a través de actos de
enajenación, como la compraventa, la donación o el intercambio. Sin embargo, existen
ciertos bienes que no pueden ser objeto de enajenación, como aquellos afectados al
régimen de "Bien de Familia" que están protegidos por disposiciones legales especiales.
b. Transmisibilidad mortis causa: Los derechos patrimoniales también pueden transmitirse
después del fallecimiento de una persona a través de sucesiones, ya sea por testamento o
por la ley de sucesión intestada. Sin embargo, existen ciertos derechos que son
intrasmisibles mortis causa, como el usufructo, el uso o la habitación, los cuales pueden
extinguirse o pasar a otros titulares según lo dispuesto por la ley.
c. Garantía de los acreedores: Los derechos patrimoniales constituyen una garantía para los
acreedores, lo que significa que pueden ser ejecutados o embargados por los acreedores
en caso de incumplimiento de las obligaciones. Sin embargo, existen bienes que están
protegidos y no pueden ser ejecutados por los acreedores, según lo establecido en el
Código General del Proceso en los artículos 381 y 382, que establecen los bienes
inembargables.
Es importante tener en cuenta que aunque estas características son comunes en los
derechos patrimoniales, existen excepciones y limitaciones específicas que pueden afectar
su transmisibilidad, enajenación o ejecución por parte de los acreedores, como los ejemplos
mencionados anteriormente.
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entrante. La relevancia práctica de la subrogación real se nota especialmente en casos de
matrimonio bajo un régimen legal patrimonial, donde se puede subrogar un bien propio para
mantener su naturaleza jurídica y evitar que se vuelva ganancial. En resumen, la
subrogación real se utiliza cuando se desea preservar un valor específico vinculado a un
propósito especial.
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2. Inherencia: También conocido como derecho de persecución, este carácter permite
al titular de un derecho real perseguirlo en manos de cualquier poseedor. Esto
implica que el derecho real puede hacerse valer no solo contra la persona que lo
perturbó, sino contra cualquier persona que tenga posesión del bien.
3. Inmediatez: Los derechos reales son inmediatos, lo que implica una conexión directa
entre el titular y la cosa. Esto significa que el titular obtiene beneficios directamente
de la cosa sin necesidad de intermediarios. Por otro lado, los derechos personales
son mediatos, ya que el acreedor no puede ejercer directamente su derecho sobre el
objeto de la obligación.
4. Preferencia: En caso de conflicto entre dos titulares de derechos reales
incompatibles, se aplica el principio de prioridad en el tiempo, lo que significa que se
protege al titular que adquirió el derecho primero. Además, en los concursos de
acreedores, existen distintas clases de créditos con distintos niveles de preferencia
para su satisfacción.
Estos caracteres distinguen a los derechos reales de los derechos personales y establecen
las particularidades de su naturaleza y protección.
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● Los bienes considerados en sí mismos
a. Concepto doctrinario
Según Biondo Biondi, en la antigüedad, la noción de cosa se refería solo a entidades
perceptibles por los sentidos, denominadas "corpora". Con el desarrollo de la economía y
las relaciones jurídicas, se adoptó el término "res" para distinguir entre cosas corporales y
cosas incorporales, que son aquellas que no pueden ser percibidas por los sentidos, sino
por la inteligencia, incluyendo los derechos. Biondi considera arbitraria la opinión de limitar
la noción de cosa solo a cosas materiales y concluye que los derechos que no son reales no
tienen a las cosas como objeto. Desde el punto de vista jurídico, Biondi sostiene que
cualquier entidad, material o inmaterial, que sea jurídicamente relevante y considerada por
la ley como objeto de relaciones jurídicas, puede ser considerada una cosa y es la
referencia objetiva del derecho subjetivo.
i. Cosas y bienes
La cosa es una entidad objetiva e independiente del sujeto, jurídicamente relevante. Por
otro lado, el término "bien" implica un interés, una ventaja o utilidad para un sujeto en
particular. Mientras la cosa tiene una referencia objetiva, el bien tiene una referencia
subjetiva. Puede haber una diversidad de bienes frente a una sola cosa, como en casos de
propiedad y usufructo, copropiedad o servidumbres. Aunque teóricamente se pueden
diferenciar los conceptos de bien y cosa, es común que en las normas legales ambos
términos se utilicen indistintamente.
c. Caracteres de la cosa
Los caracteres de la cosa son los siguientes:
a. Extrañeza al sujeto: Las cosas son externas al sujeto y se contraponen a las personas.
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b. Relevancia jurídica: Las cosas deben ser susceptibles de ser objeto de relaciones
jurídicas, excluyendo elementos como el aire, la luz solar o el viento cuando no han sido
manufacturados.
c. Posibilidad de individualización y aislamiento: Las cosas deben poder ser identificadas y
separadas del entorno.
d. Medida de valor e interés social: Las cosas deben tener una medida de valor y generar
un interés en la sociedad.
e. No requiere actualidad ni pertenencia actual: Las cosas incluyen no solo entidades
existentes en el presente, sino también entidades futuras esperadas, como cosechas
futuras. Además, no es necesario que las cosas estén bajo una titularidad actual, ya que
pueden incluir minerales no explorados, tesoros no descubiertos y cosas sin dueño (res
nullius).
d. Clasificación
i. Bienes muebles e inmuebles
La clasificación de bienes en muebles e inmuebles se basa en la posibilidad de
movilización. Un bien mueble es aquel que puede trasladarse de un lugar a otro, mientras
que un bien inmueble es aquel que no puede ser trasladado. Esta clasificación también se
aplica a los derechos. Por ejemplo, un derecho real sobre un automóvil sería un derecho
real mueble, mientras que un derecho de propiedad sobre una casa sería un derecho real
inmueble. De manera similar, las obligaciones de dar una cosa mueble o una cosa inmueble
se clasifican como derechos personales muebles o inmuebles, respectivamente.
La importancia de esta clasificación radica en que la ley regula de manera diferente los
bienes muebles e inmuebles debido a su distinta naturaleza. Los inmuebles permiten una
identificación documental más fácil, tienen requisitos de posesión distintos para prescribir,
ofrecen acciones posesorias para su defensa, tienen diferentes regímenes de
administración y disposición, y presentan limitaciones en la disposición de los habilitados
por matrimonio.
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requiere que sea colocado de forma permanente y que su separación para darle un destino
diferente resulte en la pérdida de su carácter de inmueble.
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● Los bienes en relación con sus titulares.
a. Clasificación
El artículo 476 establece una clasificación de los bienes en propiedad nacional y propiedad
particular, mientras que el artículo 477 distingue los bienes de propiedad nacional en dos
categorías:
a. Bienes nacionales de uso público o bienes públicos, que son aquellos cuyo uso
pertenece a todos los habitantes y están enumerados de manera no exhaustiva en el
artículo 478.
b. Bienes privados del Estado o bienes fiscales, que son aquellos cuyo uso no pertenece
generalmente a todos los individuos, sino que tienen un uso restringido, regulado por los
artículos 481, 482 y 483 del Código Civil.
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todos, como las fortalezas, serían considerados bienes fiscales en lugar de bienes
públicos.
3. Afectación a un servicio público: Los bienes públicos también incluyen aquellos que
están destinados a prestar un servicio público, como fortalezas o facultades. Sin
embargo, este criterio es demasiado amplio, ya que prácticamente todos los bienes
del Estado podrían considerarse bienes públicos según esta definición.
En resumen, los criterios de distinción para determinar si un bien es del dominio público o
fiscal se basan en la naturaleza de los bienes, su afectación al uso de todos los habitantes y
su afectación a un servicio público. Sin embargo, existe cierta controversia y críticas en
torno a estos criterios.
c. Bienes fiscales
Los bienes fiscales son aquellos que son propiedad del Estado y no son considerados
bienes públicos. La palabra "fisco" proviene del latín "fiscus", que era una cesta de mimbre
en la que los romanos solían guardar dinero. Existe un debate entre las categorías de
bienes de dominio público y bienes fiscales. Un caso práctico ilustrativo se presentó en el
departamento de Maldonado, donde un particular intentó prescribir un predio en la playa Las
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Delicias. En primera instancia, el fallo consideró que el espacio había dejado de pertenecer
al dominio público. Sin embargo, en segunda instancia, el Tribunal de Apelaciones revocó la
decisión, argumentando que el predio se encontraba dentro de la faja de 150 metros desde
la orilla del Río de la Plata, por lo que seguía siendo un bien de dominio público y no podía
ser objeto de prescripción.
i. Caracteres
Los bienes fiscales tienen los siguientes caracteres:
a. El uso de estos bienes no pertenece a todos los habitantes del Estado.
b. Se determinan por ser propiedad del Estado y estar excluidos de los bienes públicos. El
Código Civil enumera algunos ejemplos, como tierras sin dueño y herencias yacentes.
c. Son bienes alienables, es decir, pueden ser objeto de compraventa u otras formas de
transferencia de propiedad.
d. Son prescriptibles, pero es importante hacer una distinción:
-Las tierras fiscales son aquellas que han pertenecido al Estado en algún momento y
han vuelto a su dominio a través de compraventa, donación, etc. Para estas tierras
se aplica el régimen común de prescripción del Código Civil.
-Las tierras públicas son aquellas que siempre han pertenecido al Estado y nunca
salieron de su dominio. Antes de 1960, no había regulación específica para su prescripción,
pero la ley 12.802 (30/11/1960), en su artículo 121, estableció la posibilidad de prescripción
para estas tierras.
e. Son inembargables, lo que significa que no pueden ser objeto de embargo.
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nieguen, mientras que afirmar que no tiene carácter individualista significa que el poder del
propietario está limitado por las exigencias sociales.
i. Poderes
Los poderes del propietario incluyen el goce y la disposición plena del bien, tanto en
términos jurídicos como materiales. El goce implica utilizar el bien y obtener sus frutos,
mientras que la disposición abarca la transmisión del derecho y la realización de actos
materiales sobre el bien. Sin embargo, el contenido del derecho de propiedad no se agota
en estos poderes, ya que existen facultades adicionales que no se clasifican estrictamente
como goce o disposición. La propiedad también puede verse limitada voluntaria o
involuntariamente, pero esto no implica su desaparición. En consecuencia, el verdadero
sentido del instituto de la propiedad se encuentra en su naturaleza como un poder complejo
e indeterminado, que representa el máximo poder jurídico patrimonial. En lugar de
enfocarse en una enumeración exhaustiva de lo que el propietario puede hacer, es más
relevante establecer lo que no puede hacer.
ii. Límites
Los límites al derecho de propiedad se dividen en concretos y genéricos. Los límites
concretos son establecidos por la ley o por acuerdo de voluntades. Los límites normales son
obligaciones establecidas por la ley, como la prohibición de realizar ciertas acciones o la
obligación de soportar acciones del vecino. Los límites excepcionales son autolimitaciones
voluntarias impuestas por el propietario. Los límites genéricos se basan en la teoría del
abuso de derecho. Ejemplos de límites legales incluyen la expropiación por utilidad pública y
las limitaciones en materia sucesoria. También existen limitaciones administrativas
impuestas por disposiciones municipales, como servidumbres de alineamiento, restricciones
de altura en zonas específicas y regulaciones en barrios jardines.
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ámbito contractual, el abuso ocurre cuando una parte termina la relación de manera
arbitraria e ilícita. En el caso de contratos de distribución comercial, se debate si es
necesario demostrar causas justificadas para rescindir el contrato o si se debe priorizar lo
estipulado por las partes. En situaciones sin relación contractual, como en el ámbito
periodístico, se busca encontrar un equilibrio entre la libertad de prensa y la protección de
derechos como la intimidad, imagen y honor de las personas. Se sugiere evaluar la utilidad
de la información, la veracidad y presentación civilizada de la noticia para evitar
difamaciones gratuitas.
f. Condominio
i. Requisitos
El condominio se caracteriza por la presencia de varios sujetos y la existencia de un objeto
común sobre el cual todos los copropietarios ejercen derechos de la misma naturaleza.
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● El uso del bien está limitado para cada condómino, respetando los derechos de los
demás.
● Cualquier condómino puede ejercer el derecho de prohibición sobre los actos
materiales de los demás.
● Para realizar actos jurídicos que afecten la propiedad, se requiere el consentimiento
unánime de todos los condóminos.
● El condominio se considera transitorio y voluntario, ya que cualquier condómino
puede solicitar en cualquier momento la división de la propiedad.
2. Condominio germánico (gesammte hand) (propiedad en mano común):
● Existe un fuerte vínculo personal entre los miembros del condominio, generalmente
basado en relaciones familiares.
● No hay cuotas establecidas hasta el momento de la disolución.
● La gesammte hand constituye una unidad patrimonial separada de los patrimonios
individuales de los comuneros.
● Los derechos y obligaciones se adquieren mediante el consenso unánime de todos
los comuneros.
● Los actos realizados por un comunero, incluso en relación con su parte, no tienen
efecto.
● En caso de fallecimiento de un comunero, su parte generalmente se añade a los
demás comuneros.
v. Régimen nacional
a. En el Derecho Positivo no existe una regulación orgánica del condominio debido a dos
razones: a) se considera como una situación transitoria y accidental según la voluntad
legislativa; b) se considera antieconómico, ya que puede llevar a la inacción del titular.
b. Solo existen disposiciones dispersas que se refieren al condominio en diferentes
aspectos legales, como servidumbres, reivindicación, partición forzosa, efecto retroactivo de
la partición, prescripción, compraventa, sociedad civil, sociedad conyugal y hipoteca.
c. En principio, nuestro Derecho adopta el condominio de tipo romano, con la excepción de
los casos de sociedad conyugal, donde la doctrina mayoritaria adopta el enfoque de la
gesammte hand.
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● En nuestro Derecho, no existe la división física de las cuotas en zonas específicas
del bien, sino que es un condominio indiviso.
● Se pueden realizar convenios sobre la utilización del bien, pero estos solo crean
derechos personales.
g. Propiedad especial
i. Propiedad literaria y artística
● El marco normativo de la propiedad literaria y artística se encuentra en la
Constitución de la República (artículo 33), el Código Civil uruguayo (artículo 491), la
Ley de derechos de autor (número 9.739) y su ley modificativa (número 17.616).
● Esta forma de propiedad busca proteger obras o creaciones originales perceptibles
por los sentidos, como composiciones musicales, libros, obras plásticas,
seudónimos, programas de ordenador, fotografías, entre otros.
● A diferencia de la propiedad tradicional, esta propiedad es limitada en el tiempo y no
requiere de un objeto material para representarla.
● Además de la dimensión patrimonial, la propiedad literaria y artística incorpora
aspectos morales, como el respeto a la voluntad del autor y la preservación de la
integridad de la obra.
● En casos de violación de los derechos de autor, se pueden tomar medidas legales
para proteger los derechos del autor y resarcir su trabajo, como se ilustra en un caso
reciente de utilización no autorizada de una fotografía en un libro, basado en el
artículo 24 de la ley 9.739.
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sujeto a un límite de valor (no incluye propiedades lujosas o grandes extensiones de
tierra).
● Una característica especial es que el Bien de Familia no está sujeto al régimen de
garantía común de los acreedores, lo que significa que las deudas contraídas
después de que el bien obtenga la protección no pueden afectarlo. Sin embargo,
esta legislación no cubre deudas anteriores.
● La interpretación de los requisitos legales para obtener el estatuto de Bien de
Familia ha sido objeto de diferentes interpretaciones jurisprudenciales.
v. Propiedad funeraria
El marco legal de la Propiedad Funeraria se compone de 19 reglamentaciones distintas en
cada departamento, siendo competencia de estos regular el tema. Algunos departamentos
permiten los cementerios privados parquizados, mientras que otros no. Esta materia se
enmarca principalmente dentro del derecho administrativo, aunque ocasionalmente también
involucra al derecho civil.
La naturaleza jurídica de los cementerios adjudicados al municipio ha generado diversas
posiciones en la doctrina. Algunos sostienen que forman parte del dominio público municipal
debido a su afectación como servicio público, y por lo tanto están sujetos al régimen jurídico
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del derecho administrativo. Otros argumentan que, al otorgarse concesiones y no estar
destinados al uso colectivo de todos los habitantes, forman parte del dominio privado
municipal. También se plantea la posibilidad de que pertenezcan a un sistema mixto, donde
los accesos serían de dominio público municipal y las parcelas formarían parte del dominio
privado de la comuna.
b. Usufructo
i. Concepto y caracteres
El usufructo se refiere tanto al usufructo propiamente dicho como al cuasiusufructo, según el
artículo 493/1°. Tiene los siguientes caracteres:
a. Es un derecho real que posee todos los caracteres de este tipo de derechos. Además,
depende de la existencia del usufructuario, ya que se extingue por su muerte (artículo 537
n.° 1). Es un derecho limitado y limitante de la propiedad.
b. Se ejerce sobre una cosa ajena, aunque en casos excepcionales puede ser sobre una
cosa parcialmente propia o propia, como en el caso de bienes en los beneficios de
inventario o de separación (artículos 493/1° y 537 n.° 3°).
c. Debe ejercerse sin alterar la sustancia de la cosa, es decir, sin modificar sus
características fundamentales y su destino económico conferido por el propietario. Este
principio se aplica según los artículos 493/1° y 520.
d. Es un derecho temporal, su duración está establecida en los artículos 493/3, 500/2, 537
n.° 1 y 501. Esta temporalidad se fundamenta en la protección de la propiedad.
e. No se transmite a los herederos del usufructuario, lo cual reafirma su carácter anterior
(artículo 537 n.° 1). Sin embargo, la muerte del nudo propietario no afecta el derecho del
usufructuario.
En cuanto al cuasiusufructo, el usufructuario se convierte en dueño de las especies que
recibe y debe restituir otro tanto de la misma especie y calidad o su valor al final del
usufructo. Se aplica tanto a bienes fungibles como consumibles. Presenta diferencias con el
usufructo, como la no aplicación del principio salva rerum substantia y la inversión de la
carga de los riesgos por el perecimiento. También se diferencia del mutuo, ya que el
cuasiusufructo se extingue por la muerte del usufructuario, mientras que el mutuo no se
extingue por la muerte del mutuario.
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ii. Constitución de usufructo
La constitución del usufructo se realiza de acuerdo con los artículos 495 y siguientes:
a. Por ley: se refiere al usufructo legal establecido en el artículo 266 del Código Civil, el cual
se aplica siempre a una universalidad, como el patrimonio del menor.
b. Por acto entre vivos: los mismos negocios que pueden transmitir el dominio son hábiles
para constituir el usufructo. Se requiere el modo de tradición y, en el caso de bienes
inmuebles, se necesita una escritura pública y su inscripción en el Registro de la Propiedad
Inmueble, sección Traslaciones de Dominio.
c. Por disposición de última voluntad: la constitución del usufructo puede ser a través de un
legado o una herencia. Si se establece sobre un bien determinado, se realiza como legado.
Si se establece sobre toda la herencia o una parte de ella, se realiza como herencia. Sin
embargo, el inciso 2 del artículo 496/2° contradice los artículos 1037 y 1039.
d. Por prescripción adquisitiva o usucapión: se admite en casos excepcionales según el
artículo 497. Aunque generalmente no hay razón para adquirir el usufructo en lugar del
dominio, existen dos situaciones relevantes: cuando se cuenta con justo título para adquirir
el usufructo y se logra por prescripción de 10 o 20 años, y según el artículo 1196.
2. Usufructo conjunto
El usufructo conjunto (art. 499) permite el derecho de acrecer entre los co-usufructuarios,
salvo pacto en contrario (art. 513). Esto significa que al fallecimiento de uno de los co-
usufructuarios, su cuota parte se suma o beneficia a los demás. También es posible
plantear esta solución a través de disposiciones testamentarias (arts. 1049 y 1050).
En el Código Civil argentino, no existe el derecho de acrecer a menos que se establezca
mediante un acuerdo entre las partes. Esta solución parece más adecuada debido a que el
usufructo es un derecho personalísimo en el que la persona del titular es de gran
importancia.
En ausencia de una norma expresa que establezca la solidaridad, cada usufructuario es
responsable por su parte. No obstante, la solidaridad puede ser pactada entre ellos.
4. Usufructo reversivo
El usufructo reversivo se refiere a los casos en los que el propietario vende la propiedad
conservando el usufructo. Los artículos 515/2° y 767/2° del Código Civil hacen mención a
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esta situación. Se establece que el usufructuario en este caso está exento de la obligación
de proporcionar una garantía o fianza.
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nulidad absoluta. Además, se sostenía que la falta de inventario podría incentivar
conductas delictivas por parte del usufructuario. Sin embargo, Yglesias critica esta
postura, argumentando que la ley no establece expresamente su carácter facultativo
y que la voluntad de las partes debería ser determinante. Según Yglesias, el nudo
propietario puede renunciar o dispensar al usufructuario de hacer inventario, ya que
esta obligación se establece en su propio beneficio. En caso de que el usufructo se
constituya por testamento, la facultad de dispensa también la tiene el nudo
propietario, y cualquier dispensa hecha por el testador se considerará inválida. Sin
embargo, si el nudo propietario es incapaz, sus representantes legales no pueden
dispensar la realización de inventario, ya que no se pueden remitir voluntariamente
los derechos de los incapaces (arts. 271 n.° 5 y 412 n.° 6).
2. Obligación de afianzar (Artículo 514, n.° 2): Resulta del artículo 514, n.° 2 y consiste
en la garantía de cumplimiento de la obligación del usufructuario. Mediante la fianza,
un tercero se compromete a asegurar que el usufructuario cuidará diligentemente el
bien y lo restituirá sin empeorarlo ni deteriorarlo por negligencia. Los deterioros
normales por el uso corren a cargo del propietario. En el caso del cuasi-usufructo, el
artículo 514 establece el contenido de la fianza. Esta fianza legal puede ser
sustituida por prenda o hipoteca según el artículo 2111, ya sea al constituirse el
usufructo o posteriormente, incluso contra la voluntad del nudo propietario. Sin
embargo, la obligación de afianzar no existe en los siguientes casos: a) cuando se
trata de usufructo legal, b) cuando el donante se reserva el usufructo de la cosa
donada, y c) cuando el que constituye el usufructo (testador o donante) o el nudo
propietario exoneran al usufructuario de la fianza.
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usufructuario. Las perturbaciones pueden ser tanto de hecho (como actos
posesorios de terceros) como de derecho (como ocupantes precarios). El
usufructuario debe informar dentro de un plazo en el que el nudo propietario pueda
ejercer una defensa útil de su derecho, de lo contrario será responsable de los
perjuicios causados.
3. Mejoras
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Las mejoras realizadas por el usufructuario están reguladas por el artículo 512. Según esta
norma, el usufructuario no tiene derecho a ser reembolsado por las mejoras realizadas. Sin
embargo, se le ofrecen dos opciones:
a. Compensar las mejoras con los deterioros que se le imputen.
b. Retirar los materiales de las mejoras si no causan daño a la cosa (definición de
"detrimento" en el artículo 702).
El inciso 2 del artículo 512 reafirma la disposición establecida en el artículo 494 del Código
Civil.
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iv. Extinción del usufructo
La extinción del usufructo puede producirse por diversas causales establecidas en el
artículo 537 del código civil:
a. Muerte del usufructuario (artículo 537 n.° 1). Esta causal se aplica incluso si se ha
pactado un plazo superior debido a la inherencia personal del usufructuario. También se
equiparan a esta situación la declaración de ausencia y la disolución de personas jurídicas.
b. Cumplimiento del plazo o de la condición resolutoria (artículo 537 n.° 2).
c. Consolidación con la propiedad (artículo 537 n.° 3). Esta causal se refiere a cuando el
usufructuario adquiere la propiedad, no al caso en que el propietario adquiere el usufructo.
d. No uso (artículo 537 n.° 4). La extinción por falta de uso ocurre después de 30 años, sin
distinguir entre bienes muebles e inmuebles.
e. Renuncia del usufructuario (artículo 537 n.° 5). La renuncia es un acto unilateral del
usufructuario que puede ser gratuita u onerosa. Sin embargo, la renuncia del usufructuario
puede ser impugnada mediante una acción pauliana.
f. Destrucción del objeto (artículo 537 n.° 6). El usufructo se extingue solo cuando hay una
destrucción total del objeto. Si la destrucción es parcial, el usufructo subsiste en relación a
lo que queda de la cosa.
Además, existen otras causas de extinción del usufructo no previstas en el código civil,
como la resolución del derecho del constituyente, la anulación del negocio constitutivo por
nulidad absoluta, la expropiación del bien usufructuado por parte del Estado y la exclusión
de la cosa del comercio.
c. Uso y habitación
i. Concepto de uso y habitación
El uso y la habitación son conceptos distintos según lo establecido en los artículos
mencionados:
El uso, definido por el artículo 541/1°, puede adoptar dos formas:
a. Utilizar la cosa (uso propio).
b. Reclamar una parte de los frutos que produce la cosa (uso impropio).
En el primer caso, el usuario tiene un uso directo de la cosa, mientras que en el segundo
caso no, ya que su derecho carece de inmediatez. En este último caso, no se altera el
principio de "servitus in faciendo consistere nequit" ya que se trata de una obligación de dar.
Por otro lado, la habitación se define en el artículo 542/2° como "habitar gratuitamente la
casa de otro". La referencia a "casa" comprende tanto inmuebles urbanos como rurales,
sujetos al régimen común o de propiedad horizontal, siempre y cuando sean aptos para ser
habitados, lo que implica la existencia de una construcción.
Si la habitación se constituye de forma onerosa, según la mayoría de la doctrina, se estaría
ingresando al derecho real de uso.
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iii. Inherencia personal
El derecho de uso y habitación tiene una inherencia personal más fuerte que el usufructo, lo
que conlleva las siguientes consecuencias:
a. Se limita únicamente a las necesidades personales de su titular.
b. No puede ser cedido (art. 549).
c. Es inembargable (art. 2368 n.° 8). Esto se debe a que la extensión del derecho está
determinada por las necesidades del titular y no las del cesionario.
d. No puede beneficiar a una persona jurídica debido a una "incapacidad específica de
goce".
v. Derechos y obligaciones
Los derechos y obligaciones del usuario y el habitador no están regulados directamente por
las normas del usufructo, aunque pueden aplicarse por analogía en casos específicos. Las
disposiciones establecen lo siguiente:
a. No se requiere fianza (art. 543/1°).
b. Existe la obligación de realizar un inventario en caso de habitación o cuasi-uso (art.
543/2°).
c. Se debe contribuir a los gastos ordinarios de mantenimiento y conservación en proporción
al beneficio que se obtenga del inmueble (art. 548).
d. El usuario solo tiene derecho a los frutos comunes y no a los de mejor calidad, a menos
que se acuerde lo contrario entre las partes (art. 547).
● Servidumbre.
a. Concepto
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Las servidumbres se consideran un gravamen para el predio sirviente, limitando sus
facultades, mientras que para el predio dominante representan un derecho que aumenta
sus facultades sobre un terreno ajeno (Art. 550 CC).
Los elementos de una servidumbre son los siguientes:
a. Coexistencia de dos predios de diferentes propietarios, excepto cuando una persona es
dueña de dos fracciones y crea una senda de paso entre ellas, lo cual no constituye una
servidumbre.
b. Por lo general, los predios son vecinos, aunque este elemento no es esencial en casos
como las servidumbres de cortar leña o sacar agua.
c. El gravamen impuesto al predio consiste en una restricción (servidumbre negativa, como
la de vista) o en una acción que el predio debe soportar (servidumbre activa, como la de
paso) en beneficio de otro predio.
d. La causa de la servidumbre es el beneficio que se obtiene en el predio dominante.
e. Se requiere un acto constitutivo, que puede ser una escritura pública o una sentencia,
que establezca el derecho y determine su alcance y contenido.
b. Clasificaciones
i. Primera clasificación. Servidumbres legales (o forzosas) y
voluntarias
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ii. Segunda clasificación. Servidumbres continuas y
discontinuas
La clasificación de las servidumbres en continuas y discontinuas se basa en dos requisitos
establecidos en el artículo 551:
a. Si es necesario o no un hecho actual del hombre.
b. Si se ejerce a intervalos más o menos largos.
Estos requisitos no concuerdan entre sí, por lo tanto, la doctrina utiliza el criterio de la
necesidad de un hecho actual del hombre para determinar la continuidad de una
servidumbre.
En consecuencia:
a. Las servidumbres de luces se consideran continuas, ya que no se requiere un hecho
actual del hombre para su ejercicio. Una vez abierta la abertura, la luz ingresa sin necesidad
de una acción del titular.
b. Las servidumbres negativas son todas continuas.
c. La servidumbre de paso se considera discontinua.
d. La servidumbre de acueducto puede ser continua o discontinua, dependiendo de si se
requiere o no un hecho actual del hombre para su ejercicio. Es decir, será discontinua si es
necesario abrir una llave, encender una bomba, etc.
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En cuanto a su contenido, se aplica el principio de autonomía de la voluntad, que es
fundamental en el Derecho Privado. Sin embargo, no se permite violar el orden público ni
las leyes, que son pilares básicos de los derechos reales y de la convivencia social. Se
aplica el concepto de tipicidad abierta.
i. Formas de constitución
Las servidumbres se pueden constituir de las siguientes formas:
a. Por título válido para establecer derechos reales y entrega del predio (artículo 632). Se
aplica el principio "prior in tempore, potior in iure" (primero en el tiempo, más fuerte en el
derecho).
b. Por disposición testamentaria (artículo 632).
c. Por prescripción, cuando son continuas y aparentes al mismo tiempo (artículo 633).
d. Por reconocimiento expreso del propietario del predio sirviente (artículo 634). Esto se
aplica solo a las servidumbres que no pueden adquirirse por prescripción, es decir, las que
no son continuas y aparentes al mismo tiempo.
e. Por la voluntad implícita del padre de familia (artículo 635). Esta es una forma de
constitución tácita de servidumbres que solo se aplica a las servidumbres aparentes. La
jurisprudencia ha establecido que se requiere lo siguiente:
● Origen común de los predios.
● Relación de dependencia impuesta por el dueño común del predio respecto al otro
en forma de servicio.
● Ausencia de cualquier acuerdo explícito sobre la finalización del servicio en el
contrato de venta de cualquiera de los dos predios.
● Posesión.
a. Concepto
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La posesión se define como el ejercicio del derecho de propiedad, mientras que la cuasi-
posesión se refiere al ejercicio de otros derechos que están directamente relacionados con
la cosa, excluyendo los derechos reales de garantía. Esta distinción sigue la teoría subjetiva
de Savigny y está establecida en el artículo 646 del Código Civil.
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La causa detentionis implica la existencia de un obstáculo legal que impide que un sujeto
sea considerado poseedor de un bien, a pesar de tener el corpus. Esta causa se da en la
mera tenencia relativa, como en el caso de arrendatarios, mandatarios, depositarios, entre
otros. Quien niegue la calidad de poseedor debe probar la existencia de este obstáculo
legal.
g. Efectos de la posesión
El artículo 649 del Código Civil establece los beneficios que la ley otorga a aquel que se
encuentra en posesión de un bien.
i. Presunción de propiedad
El poseedor se presume propietario hasta que se demuestre lo contrario. Esta presunción
se basa en el hecho de que normalmente quien posee es el propietario. Si el propietario no
está en posesión, generalmente debe iniciar un juicio de reivindicación y demostrar su
propiedad para poder vencer al poseedor. No es suficiente demostrar que el poseedor no es
el dueño, sino que se debe probar la propiedad por parte del reivindicante.
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Para adquirir el derecho de posesión y prescribir un bien, se deben cumplir los requisitos de
posesión según el artículo 649 n.° 3, en concordancia con el artículo 1196. Estos requisitos
incluyen que la posesión sea continua, no interrumpida, pacífica, pública, no equívoca y en
concepto de propietario.
El derecho de posesión otorga ciertas ventajas, como que el poseedor no tiene que justificar
la posesión y puede prevalecer sobre cualquier intento de desalojo mediante un juicio
posesorio. Además, el poseedor tiene acciones posesorias especiales. Según el artículo
663/3, todo poseedor tiene estas acciones, pero es necesario tener el derecho de posesión
en los casos de los incisos 1° y 2° del artículo 663, es decir, cuando la acción se dirige
contra el poseedor inmediato anterior.
iv. Frutos
El poseedor de buena fe se queda con los frutos percibidos hasta el día de la contestación
de la demanda, de acuerdo con el artículo 733, y se aplica la accesión discreta. Sin
embargo, si el poseedor es de mala fe, debe devolver todos los frutos obtenidos durante la
posesión ilegítima y aquellos que dejó de percibir debido a su culpa, según establece el
artículo 695. El concepto de buena fe se encuentra en el artículo 693/1°, mientras que el
concepto de mala fe se encuentra en el inciso 2° del mismo artículo.
v. Prescripción
La posesión durante el tiempo establecido por la ley permite adquirir la propiedad y otros
derechos reales relacionados directamente con la cosa a través de la prescripción.
ii. La clandestinidad
La posesión clandestina, que se opone a la posesión pública, no confiere derechos ya que
el poseedor debe actuar como propietario y los propietarios no poseen clandestinamente.
Es un vicio relativo que no requiere que todas las personas estén informadas, basta con que
la persona perjudicada tenga conocimiento de ello. Si el acto puede ser conocido por todas
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las personas, pero no por la persona perjudicada, como en el caso de un sótano que invade
terreno ajeno, no existe el vicio de la clandestinidad. Tanto la violencia como la
clandestinidad son vicios relativos en dos sentidos: 1) solo se aplican a la posesión útil para
adquirir la posesión anual y solo se alegan contra el poseedor anterior, no contra un tercero
perturbador o despojante, y 2) solo pueden ser alegados por quienes los sufren.
j. Derecho de poseer
El derecho de poseer está previsto en el artículo 490 del Código Civil. Este derecho permite
al titular del dominio o de un derecho real menor iniciar una acción reivindicatoria. Se
manifiesta en la posibilidad de presentarse ante los tribunales y exigir la restitución de la
cosa a cualquier tercero.
k. Derecho de posesión
El derecho de posesión se adquiere cuando un poseedor cumple con el requisito de
vinculación a la cosa durante un año, de acuerdo con el artículo 649 inc. 3° y las
características establecidas por la ley. Se refiere a aquel que tiene la cosa sin ser dueño o
titular de un derecho real menor, y que la ha poseído de forma continua, pacífica y pública
durante un año. Este poseedor no pierde en un juicio posesorio contra nadie.
l. Posesión simple
La posesión simple no requiere poseer durante un año completo para obtener respaldo
legal. El poseedor está protegido a través de las acciones posesorias. Es importante
diferenciarla del concepto anterior, ya que al no cumplir con el requisito temporal de un año
de posesión, el poseedor no prevalecerá en un juicio posesorio, especialmente contra el
poseedor anterior.
m. Mera tenencia
La mera tenencia, respaldada por el artículo 653 del Código Civil, se refiere a cuando una
persona tiene la posesión de un bien pero reconoce a otra como su legítimo propietario.
Ejemplos de ello son el arrendatario, comodatario, secuestrador y acreedor prendario. Cabe
mencionar que esta clasificación no es exhaustiva.
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n. Acciones posesorias
El capítulo II del Título "De la posesión" aborda cuatro acciones posesorias, tres de las
cuales son exclusivamente posesorias y una que no lo es de forma exclusiva. Las acciones
posesorias son la acción conservatoria o de amparo, la acción recuperatoria y la acción de
denuncia de obra nueva. La acción de violento despojo no es exclusivamente posesoria.
Estas acciones son juicios extraordinarios que buscan decidir sobre la posesión de bienes
inmuebles o derechos reales. No existen acciones posesorias para la defensa de bienes
muebles, derechos personales, derechos reales de garantía que no implican posesión y
objetos que no pueden adquirirse por prescripción. Según el artículo 663, inciso 3, el
demandante solo tiene que probar que era poseedor en el momento de la perturbación o
despojo. Sin embargo, en ciertos casos, también se requiere probar que ha poseído de
manera tranquila y pública por al menos un año completo. Estos casos incluyen la acción
conservatoria contra el anterior poseedor y la acción recuperatoria contra el despojante o
sucesor de este, que también fue despojado anteriormente. En el análisis de estas
acciones, se establece que el anterior poseedor se refiere a aquel que ha poseído sin
transmitir la posesión al perturbado y de manera inmediata antes de este último. En el caso
de la acción recuperatoria, el demandante debe probar que estaba en posesión del bien en
el momento del despojo, que fue despojado por el demandado y que ha poseído tranquila y
públicamente por al menos un año completo. Sin embargo, si la acción se dirige contra
cualquier otra persona, no es necesario probar la posesión anual.
o. Prueba de la posesión
El Código Civil establece que la prueba de la posesión debe basarse en hechos materiales
realizados directamente sobre la cosa, que demuestren que el autor es dueño o actúa como
tal. Según Guillot, actos como el pago del Impuesto de Contribución Inmobiliaria o un
arrendamiento realizado por el poseedor a un tercero no constituyen por sí solos prueba de
posesión, ya que no son similares a los actos mencionados en el artículo 666. Estos actos
materiales deben haber sido realizados sin el consentimiento del que disputa la posesión,
ya que si existe dicho consentimiento, el autor sería considerado mero tenedor, actuando en
nombre de otro. Se pueden utilizar diversos medios de prueba para demostrar la posesión,
como testimonios de testigos o documentos como una sentencia de un juicio posesorio
anterior.
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reales menores son vinculantes para el propietario, pero no lo son si se refieren al dominio o
derechos anexos a él, a menos que el propietario haya intervenido en el proceso. El
propietario también puede intervenir en la defensa de los derechos reales menores, ya que
los actos perturbadores pueden afectar su derecho (sin perjuicio del art 530), especialmente
cuando existen condiciones similares para prescribir el dominio y un derecho real menor, o
cuando alguien con una expectativa de vida más larga puede prescribir un derecho real
menor en lugar del titular actual.
● Reivindicación.
a. Principio general
El principio general de la acción reivindicatoria (art 676 del CC) establece que cada
propietario tiene el derecho de perseguir en juicio la restitución de su cosa, poniendo fin a la
posesión de otra persona sobre el bien. Esta acción se puede ejercer contra cualquier
persona que tenga la posesión del bien. Los requisitos para presentar la acción
reivindicatoria son que el demandante sea propietario del bien, no esté en posesión del
mismo y pretenda retenerlo. La acción reivindicatoria protege al propietario contra la
privación de la posesión, que es una parte importante de su derecho de propiedad.
b. Objeto de la reivindicación
Está regulado por los artículos 677 y 678 del CC. La reivindicación puede abarcar el
dominio y otros derechos reales sobre bienes muebles o inmuebles (naturaleza del objeto,
art 474). Puede referirse a cosas físicas o derechos incorporales, y su clasificación como
mueble o inmueble depende de la naturaleza del objeto en cuestión. La reivindicación
también puede aplicarse a cosas compradas en ferias o mercados (art 1213), aunque en
esos casos se debe compensar al poseedor por el precio pagado. Es importante que las
cosas objeto de reivindicación sean específicas y determinadas. También se puede
reivindicar una cuota proindiviso de un bien, incluso si no se puede dividir físicamente. Sin
embargo, no es posible reivindicar derechos personales ni derechos hereditarios.
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El sujeto pasivo de la acción de reivindicación está determinado por los artículos 680 y 681
del Código Civil. La acción se dirige contra el actual poseedor del bien. El mero tenedor que
simplemente detenta la cosa solo está obligado a revelar el nombre y residencia de la
persona a cuyo nombre la tiene, pero no representa al poseedor. Un juicio contra alguien
que no es el verdadero poseedor no lo afecta, pero si una persona se hace pasar
dolosamente como poseedora, se le otorga al demandante la acción para reclamar
indemnización por los daños causados. La acción de reivindicación no procede contra los
meros tenedores, por lo que no es válida contra un inquilino, quien es considerado mero
tenedor. En un caso jurisprudencial, se decidió que la acción de reivindicación no procedía
porque el demandado no era poseedor, sino depositario, es decir, mero tenedor.
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preparatoria antes de iniciar el juicio o una vez que este haya sido iniciado; y segundo, que
el actor demuestre el motivo en el que se fundamenta, es decir, el peligro que existe al dejar
la cosa en posesión del deudor (por ejemplo, si ha intentado enajenarla). Por otro lado, el
artículo 309.2 del Código General del Proceso establece la posibilidad de exhibir la cosa
mueble que se pretende reivindicar o solicitar su secuestro como una diligencia preparatoria
del juicio.
g. Restitución de la cosa
Si la cosa fue secuestrada, el actor deberá pagar los gastos de custodia y conservación
quedando a salvo el derecho de reembolso por el poseedor de mala fe. El secuestre tiene
derecho de retención hasta la satisfacción de esos gastos (arts. 2286 y 2271). Si la
posesión era de buena fe, el reivindicante deberá soportar los gastos del secuestro.
h. Frutos
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Con respecto a los frutos de la cosa reivindicada, se deben hacer las siguientes distinciones
según los artículos citados:
a. El poseedor de buena fe debe restituir los frutos percibidos después de la contestación de
la demanda.
b. El poseedor de mala fe debe restituir todos los frutos percibidos durante su posesión
injusta, así como aquellos que el propietario dejó de percibir debido a su culpa. Se toma en
cuenta lo que un buen padre de familia habría percibido (artículos 694, 695 y 733).
El poseedor de buena fe no está obligado a restituir los frutos naturales e industriales que
haya percibido antes de la contestación de la demanda, pero que aún no haya consumido.
El artículo 694 considera el momento de la percepción para diferenciar los frutos que deben
ser devueltos.
En cuanto a los frutos civiles, estos se generan día a día y pertenecen al poseedor de
buena fe en proporción a su posesión.
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Lagarmilla concluye que no es necesario exigir la existencia real del título, sino la causa
eficaz que pudo haber dado origen a la buena fe. Por lo tanto, la buena fe puede surgir de
un título putativo, pero se debe demostrar un error justificable en la convicción del poseedor.
Debe tratarse de un error excusable y una causa seria, que en última instancia será
valorada por el juez.
b) Poseedor de mala fe
En el caso del poseedor de mala fe, según el artículo 695, debe restituir todos los frutos
percibidos desde el momento de la detentación injusta, así como los que el verdadero
dueño dejó de percibir debido a su culpa, considerando lo que un buen padre de familia
habría obtenido.
La ley se refiere específicamente a los frutos de la cosa misma, no a los frutos generados
por el trabajo del poseedor, incluso si están relacionados con la cosa detentada. La
jurisprudencia francesa ha establecido que, al reivindicar un establecimiento industrial, el
poseedor está obligado a restituir los frutos ordinarios, no los beneficios extraordinarios que
resulten de la inteligencia del industrial. Sostener lo contrario implicaría un enriquecimiento
injusto del propietario a expensas del poseedor.
Es importante tener en cuenta que, para reclamar los frutos, es necesario que la cosa sea
capaz de producirlos. Según el artículo 697, si se reivindica únicamente la nuda propiedad,
no se puede exigir la restitución de los frutos.
En cuanto a la prescripción, Lagarmilla sostiene que el poseedor de mala fe no puede
oponerla como argumento para evitar la restitución de los frutos.
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i. Gastos invertidos (art. 696)
En relación a los gastos invertidos, tanto para el poseedor de buena fe como para el de
mala fe, el demandante en una acción reivindicatoria debe compensar al demandado por los
gastos ordinarios realizados en la producción de los frutos. Esto está establecido en el
artículo 696 del Código Civil.
La norma es clara al indicar que en cualquier caso de restitución se deben abonar estos
gastos ordinarios, sin hacer distinción entre buena y mala fe. Esta disposición coincide con
lo establecido en el artículo 734, que establece la obligación del propietario de pagar los
gastos necesarios para la producción, recolección y conservación de los frutos, así como
con el artículo 1308.
Los gastos que deben ser pagados son aquellos considerados ordinarios, es decir, los que
cualquier persona en la misma situación habría realizado para obtener dichos frutos. No se
deben restituir los gastos excesivos e innecesarios realizados por el poseedor.
Es importante destacar que el artículo 696 se aplica únicamente a la producción de los
frutos, no a los gastos realizados para la conservación y mejora general de la cosa, los
cuales se rigen por otros artículos (artículo 698 y siguientes).
En cuanto a las cargas y contribuciones periódicas, se considera que son gravámenes de
los frutos y deben ser abonadas al poseedor de mala fe, ya que corresponde a quien
percibe los frutos. En el caso del poseedor de buena fe, al ser él quien efectivamente
percibe los frutos, es su responsabilidad pagar estas cargas y contribuciones.
j. Mejoras
Según los principios de equidad y la noción de que nadie debe enriquecerse a expensas de
otro, en caso de una acción reivindicatoria, el demandado que resulte vencido tiene la
obligación de indemnizar al propietario por cualquier daño sufrido en la cosa reivindicada.
Sin embargo, como contrapartida, se le otorga el derecho de cobrar las expensas realizadas
para la conservación o mejora de la misma. Esta compensación se basa en el principio
romano y busca equilibrar los intereses de ambas partes involucradas en el litigio.
a) Obligaciones
Según el artículo 704, el poseedor de mala fe es responsable de los deterioros causados a
la cosa debido a su acción u omisión negligente, mientras que el poseedor de buena fe solo
es responsable en la medida en que se haya beneficiado de dichos deterioros. La ley se
refiere específicamente a los deterioros causados por la conducta del poseedor. En caso de
que los deterioros sean producto de un caso fortuito, es decir, una circunstancia imprevisible
e inevitable, tanto el poseedor de buena fe como el de mala fe no son responsables por
ellos, de acuerdo con el artículo 1549. El poseedor de buena fe no es responsable por los
deterioros o la pérdida total de la cosa ocurridos antes de la contestación de la demanda, ya
que en ese momento todavía se considera propietario y actúa creyendo que está dañando
su propia propiedad, según la interpretación de Lagarmilla.
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casos límites, la determinación de si una mejora es útil o voluptuaria queda a discreción del
juez. Por último, las mejoras voluptuarias son aquellas obras de lujo y ornato que buscan el
placer y recreo, pero no aumentan el valor de la cosa. Ejemplos de estas mejoras son
jardines y miradores. Dependiendo de la categoría de mejora, se establecerán las
obligaciones correspondientes respecto al pago de las mismas.
c) Pago de mejoras
Según los artículos mencionados, las expensas necesarias realizadas en la cosa son
abonables tanto al poseedor de buena fe como al de mala fe. Estas mejoras son aquellas
que el propietario también tendría la obligación de hacer, por lo que debe pagarlas sin
importar la fe del poseedor.
En cuanto a las expensas útiles, hechas antes de la contestación de la demanda, el
poseedor de buena fe tiene derecho a elegir entre que el propietario pague el importe de las
mejoras o el aumento de valor que haya tenido la cosa. Sin embargo, el poseedor no puede
optar por llevarse los materiales, ya que estos pasan a ser propiedad del propietario por
accesión.
En el caso del poseedor de mala fe, la ley no le otorga el derecho de cobrar las mejoras
útiles. Solo puede retirar los materiales si puede separarlos sin dañar la cosa y el propietario
se niega a pagarles su precio separado. Si la separación causa daño a la cosa, el poseedor
de mala fe no puede llevarse los materiales y no tiene derecho a indemnización.
En cuanto a las mejoras voluptuarias, no son indemnizables ni para el poseedor de buena fe
ni para el de mala fe. Solo puede llevarse los materiales que puedan separarse sin dañar la
cosa, siempre y cuando el propietario no quiera pagarles su precio separado.
La buena o mala fe del poseedor debe evaluarse en el momento en que se realizaron las
mejoras, no importa si el poseedor tenía buena fe al adquirir la posesión si la perdió al
momento de hacer las mejoras.
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