Selvas Tropicales

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INTRODUCCIÓN

Todos los organismos tienen la habilidad de crecer y reproducirse. Para crecer y reproducirse, los
organismos deben obtener materiales y energía del medio ambiente. Las plantas obtienen su energía
del sol mediante la fotosíntesis , mientras que los animales obtienen su energía de otros organismos.
De cualquier manera, estas plantas y estos animales, al igual que las bacterias y los hongos, están
interactuando constantemente con otras especies y con las partes inertes de sus ecosistemas.
El medio ambiente de un organismo incluye dos tipos de factores:

1. Los factores abióticos son las partes inertes de un medio ambiente, como la luz solar, el clima, el
suelo, el agua y el aire.
2. Los factores bióticos son las partes vivas de un medio ambiente, o que estuvieron vivas y
murieron, como las plantas, los animales y sus restos. Los factores bióticos también incluyen a las
bacterias, los hongos y los protistas.

La ecología estudia las interacciones entre los factores bióticos y los abióticos. Por ejemplo, todos los
animales (factores bióticos) respiran oxígeno (factor abiótico). Todas las plantas (factores bióticos)
absorben dióxido de carbono (factor abiótico) y necesitan agua (factor abiótico) para sobrevivir.

Las selvas, también conocidas como selvas tropicales o chaparrales, son biomas muy importantes
porque proporcionan gran parte del oxígeno que necesitamos para sobrevivir. La flora y fauna de la
selva, ubicadas verticalmente en diferentes pisos o niveles, son diversas y abundantes y responden
fuertemente a las condiciones climáticas con precipitaciones abundantes y temperaturas generalmente
cálidas.
Las selvas tropicales se sitúan Cáncer y Capricornio se han convertido en un ambiente ideal para el
desarrollo de la vida; por lo tanto, se consideran hotspots o puntos calientes de biodiversidad. De esta
forma, los factores biológicos del bosque son muy diversos.

FACTORES BIÓTICOS

Flora de la selva:
Existen muchos tipos de selva, cada una con unas condiciones climáticas específicas que propician el
crecimiento de un tipo de vegetación u otro. Sin embargo, todos comparten una gran cantidad de
especies vegetales, la mayoría de las cuales son leñosas. Gracias a la estratificación vertical, esta planta
selvática se divide en diferentes pisos o niveles, lo que contribuye a la diversidad de hábitats, donde
cabe destacar:
La zona emergente, donde predominan fundamentalmente los árboles altos, con densas hojas y
ramas, como ceibas, cauchos o caobas.
El dosel o zona conopial donde, al igual que en la zona emergente, destacan las lianas (plantas que
enraízan en el suelo y se aprovechan de otras para crecer) y las epífitas (plantas que viven sobre
otras sin enraizar en el suelo) de bromeas, lirios u orquídeas, aunque los árboles son más pequeños
y más tupidos (especies del género Ficus), impidiendo así el paso de luz a estratos inferiores.
Además, cabe destacar que algunos de ellos presentan hojas con punta alargada para facilitar los
fenómenos de escorrentía durante las abundantes precipitaciones.
El sotobosque configura un piso de arbustos y matorrales de hasta 5 m (como palmeras y
filodendros), que crecen en los espacios que quedan disponibles entre los grandes árboles de
niveles superiores.
El estrato interior al sotobosque, en el que predominan musgos y plantas adaptadas a la ausencia
de luz (p.ej.: esclerófilas).

Fauna de la selva:
La diversidad, abundancia y distribución de las especies de animales de la selva están muy
influenciadas por las características de la vegetación. Tanto es así que cada piso cuenta con un tipo de
fauna diferente, cuya peculiaridad es que la mayoría de los animales de la selva viven en los árboles, ya
que son el tipo de vegetación más común. En este sentido, es posible encontrar loros o águilas arpías
en nuevas zonas; ardillas voladoras, camaleones, tucanes, monos o ranas arbóreas en las copas de los
árboles; pangolines arbóreos, sapos, pecaríes o tortugas entre los arbustos; ratas, gusanos, hormigas u
osos hormigueros.

FACTORES ABIÓTICOS

Los factores abióticos o condiciones ambientales que más afectan el desarrollo y metabolismo de los
organismos selváticos son:

Radiación solar:
La radiación solar es la única fuente de energía para la fotosíntesis de las plantas. En la selva, la
vegetación superior está expuesta a la radiación solar durante todo el año, lo que es favorable para su
crecimiento.
En respuesta a esta exposición, muchas plantas realizan adaptaciones para evitar el estrés hídrico.
Por ejemplo: las plantas más grandes tienen hojas más pequeñas para evitar la pérdida de agua por
exposición directa a la luz. Sin embargo, las plantas del sotobosque, que no reciben tanta luz directa,
presentan hojas más grandes para aprovechar toda la luz. Además, cabe destacar que, puesto que la
mayor parte de luz queda absorbida en las capas más superiores, en este ecosistema encontramos
muchas epífitas que crecen sobre plantas de mayor tamaño para tener una mayor exposición a la luz
solar.

Humedad atmosférica:
La humedad atmosférica es un factor que condiciona más el desarrollo de los animales que el de las
plantas, siendo para estas últimas un recurso importante. En estos ecosistemas, la humedad relativa
(H.R) es elevada, superior normalmente al 80% de vapor.

Temperatura:
La temperatura es el factor ecológico más importante porque la tasa de procesos metabólicos
generalmente aumenta con el aumento de la temperatura. En la selva, la temperatura promedio anual
es de 25°C, alta humedad y rápida reproducción de organismos. En el caso de los animales, al no
necesitar utilizar la energía corporal para mantener una temperatura cálida, la utilizan para reproducirse
con mayor frecuencia, lo que explica la gran biodiversidad que podemos encontrar en las selvas.

Suelo:
Las plantas obtienen su agua y nutrientes minerales del suelo, y aunque deben absorber la mayoría de
los mismos elementos esenciales, sus proporciones y destinos son diferentes, por lo que la
composición mineral de los tejidos vegetales varía de una especie a otra.
En la selva, el suelo no es muy fértil porque es susceptible a la meteorización química. De esta forma,
las altas temperaturas favorecen el proceso de descomposición de la materia orgánica, mientras que
en muchos casos los nutrientes son arrastrados por las fuertes lluvias. Este último provoca la
acidificación del suelo, creando una alta concentración de óxidos de aluminio y hierro, dándoles un
color rojizo.
CONCLUSIÓN

Las selvas tropicales están gobernados principalmente por eventos estocásticos (azar), las reacciones
que estos eventos ocasionan en los materiales inertes y las respuestas de los organismos a las
condiciones que los rodean. Así, un ecosistema es el resultado de la suma de las respuestas
individuales de los organismos a estímulos recibidos de los elementos en el ambiente. La presencia o
ausencia de poblaciones simplemente depende del éxito reproductivo y de dispersión; los niveles de
las poblaciones fluctúan en respuesta a eventos estocásticos. Si el número de especies de un
ecosistema es más alto el número de estímulos también es más alto. Desde el principio de la vida los
organismos han sobrevivido continuos cambios por medio de selección natural. Gracias a la selección
natural las especies del planeta se han ido adaptando continuamente a los cambios por medio de
variaciones en su composición biológica y distribución.

Se llama selva, jungla o bosque lluvioso tropical a los bosques densos con gran diversidad biológica,
vegetación de hoja ancha (tipo frondosa) y, por lo general, con dosel cerrado, sotobosque biodiverso y
varios "pisos", "estratos" o "niveles" de vegetación: desde árboles que pueden superar los 30 metros en
los pisos altos hasta los musgos y helechos al ras del suelo, al cual difícilmente llega la luz solar (por
este motivo también abundan los hongos), con abundancia de lianas y epifitas.

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