Tema 3 - Elementos Abióticos

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Tema 3: Elementos abióticos.

1.- Características físicas o químicas que afectan a


los organismos.

Las características físicas o químicas que afectan a los


organismos y que son propias de un determinado ambiente se
denominan Factores Abióticos. Dentro de estos factores, los
más influyentes en los organismos, llegando a provocar en
ellos la aparición de adaptaciones, son los siguientes:

● Temperatura.
● Luz.
● Humedad.
● Viento.
● Altitud.
● Latitud.
● Propiedades físicas del agua.

Estas adaptaciones biológicas se producen mediante cambios en


las estructuras anatómicas, procesos fisiológicos o en los
rasgos del comportamiento de un organismo a lo largo de un
período de tiempo mediante un proceso denominado selección
natural, de tal manera que sus expectativas de reproducirse
con éxito se ven incrementadas. Por ello decimos que la
adaptación al medio de un organismo en un ambiente nuevo es un
proceso lento, largo y que requiere de un cambio en
estructuras del cuerpo, en el funcionamiento y en el
comportamiento. La falta de adaptación lleva a los organismos
a la muerte o en muchos casos a la extinción.

Charles Robert Darwin (1809-1882) conocido por muchos como el


más famoso de los naturalistas ingleses, es el padre de la
evolución. En 1959 postuló, a través de su publicación 'El
Origen de las Especies', que todas las especies de seres vivos
han evolucionado con el tiempo, a partir de un antepasado
común, mediante un proceso denominado selección natural.
Aunque esta teoría no fue considerada como la explicación
primaria del proceso evolutivo hasta la década de los 30 del
siglo XX, actualmente constituye la base de la síntesis
evolutiva moderna. Esta oposición inicial a la teoría de
Darwin provino de los sectores más religiosos, ya que la idea
de que los seres vivos habían evolucionado por procesos

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naturales negaba la creación divina del hombre. A pesar de
ello, aún con sus modificaciones, los descubrimientos
científicos de Darwin siguen siendo el acta fundacional de la
biología como ciencia, puesto que constituyen una explicación
lógica que unifica las observaciones sobre la diversidad de la
vida.

1.1.- La luz y su influencia en los ecosistemas.

¿Podríamos vivir sin luz? Por descontado que sin la luz, la


vida no existiría sobre la Tierra. La luz es un factor
abiótico esencial del ecosistema, dado que constituye el
suministro principal de energía para todos los organismos.

Provee de energía a las plantas, que son la entrada de energía


a toda la cadena alimenticia. Además de aportar energía al
ecosistema, también regula algunos factores, como por ejemplo
la formación de los vientos. La luz también regula los ritmos
biológicos de la mayor parte de la especies. Estos ritmos
consisten en la variación de un parámetro biológico
dependiente de un reloj endógeno y de sincronizadores
ambientales. Al investigar en las causas de estos «relojes
biológicos» se demuestra que gran parte de ellas tienen un
origen externo, como puede ser la fotoperiodicidad.

En algunos ecosistemas la luz solar no es un factor limitante


de la existencia de vida. Pueden mencionarse como ejemplos las
praderas, las planicies u otras grandes áreas en donde las
plantas tienen el mismo acceso a la luz solar. En la selva
tropical, en cambio, la luz solar sí puede ser un factor
limitante, pues los árboles del estrato superior (los más
altos) filtran el acceso de la luz a plantas más pequeñas que
se ubican por debajo del dosel. Otro ejemplo en donde la luz
solar es un factor limitante de la vida es en las grandes
profundidades de los océanos, pues la luz solar es absorbida
en los primeros metros y un poco más abajo, ya no hay luz.

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Se observan los niveles en los que está
dividido el océano según su profundidad:
zona abisal, a partir de los 4000 metros de
profundidad, zona batial entre los 1000 y
4000 metros, zona mesopelágica entre los 200
y los 1000 metros y zona pelágica que
comprende la superficie y los primeros 200
metros de profundidad. A partir de la zona
abisal hay ausencia de luz y la existencia
de organismos es limitada.

El Fototropismo se corresponde con una respuesta vegetal


frente al estímulo luminoso. Implica un crecimiento de la
planta, orientado por este estímulo. Cada parte de ella
responde de distinta forma a este estímulo. En el caso del
tallo, se observa un fototropismo positivo, porque éste crece
hacia la fuente luminosa. La raíz, en cambio, no necesita de
la luz, por lo tanto presenta un fototropismo negativo. En las
hojas, se aprecia una reacción muy interesante. Estas adoptan
diferentes posiciones, que le permiten captar mejor la luz del
Sol. Además, los granos de clorofila que poseen también se
desplazan en dirección a los rayos solares y esto permite
hacer más eficiente el proceso de fotosíntesis. El ejemplo más
claro lo encontramos en los girasoles, pero también las
enredaderas de las selvas tropicales crecen hacia las copas de
los árboles en búsqueda de la luz solar.

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1.2.- La temperatura: su influencia en la
distribución de las diferentes especies de seres
vivos.

Como te imaginas, la temperatura constituye a veces un factor


decisivo en el desarrollo y la distribución de los animales y
plantas. Esto se demuestra por la escasa densidad de población
en las zonas desérticas o heladas. Pueden considerarse algunos
requisitos térmicos como indispensables para el desarrollo de
los seres vivos y su permanencia dentro de un área
determinada. Por ejemplo, la temperatura debe permanecer, en
todo momento, dentro de unos límites tolerables para el
organismo y debe ser lo suficientemente elevada o baja, dentro
de un período de tiempo más o menos largo, para permitir la
reproducción y el desarrollo de las especies.

Las temperaturas mínimas que limitan la supervivencia se


presentan generalmente durante el invierno y las máximas que
no impiden la reproducción y el desarrollo de organismos,
durante el verano. Una u otra de estas influencias, o ambas,
determinan la existencia de límites en la distribución hacia
las regiones polares y las grandes altitudes. Las máximas
temperaturas que limitan la supervivencia se presentan en
verano y el enfriamiento mínimo necesario para la reproducción
y el crecimiento, en invierno. Estas influencias imponen
límites de distribución hacia el Ecuador.

Por estas razones la temperatura influye en la distribución


geográfica de los seres vivos. Existen un gran número de
vegetales y animales capaces de soportar variaciones térmicas
muy amplias, mientras otros no poseen mecanismos reguladores
que les permitan hacer frente a condiciones extremas.

Las especies de animales se pueden clasificar según su


capacidad para regular la temperatura corporal:

● Animales Homeotermos son aquellos que mantienen su


temperatura corporal más o menos de forma constante
dentro de unos límites, independientemente de la
temperatura ambiental, consumiendo energía química
procedente de los alimentos gracias a que tienen
mecanismos para producir calor en ambientes fríos o para
ceder calor en ambientes cálidos. Por ejemplo: los
mamíferos y las aves.

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● Animales Ectotermos, cuya temperatura corporal depende
exclusivamente de la temperatura del ambiente en el que
se hallan. Por ejemplo: los reptiles, anfibios, peces e
insectos.

1.3.- La humedad y su influencia en la distribución


de las diferentes especies de seres vivos: climas
húmedos.

¿Sabes qué es la humedad? La humedad se define como la


cantidad de vapor de agua que se encuentra en el aire. Es un
factor principal en la creación de los distintos climas
terrestres y por tanto influye en la distribución de los seres
vivos. Según varíe la humedad nos encontramos climas húmedos o
semihúmedos, semiáridos y áridos.

Los climas húmedos y semihúmedos son característicos de las


zonas templadas del planeta, donde se encuentran los climas
oceánico, continental y mediterráneo (clasificados según la
latitud):

El clima continental húmedo está marcado por una gran


variación estacional de temperaturas. Los veranos son a menudo
templados y húmedos, con frecuentes tormentas, e inviernos que
pueden ser muy fríos, con frecuentes nevadas y persistente
cobertura de nieve. En las zonas más al norte existen bosques
de coníferas (taiga) integrados por abetos, pinos o abedules.
Sus raíces son largas y poco profundas. De esto modo
aprovechan mejor los nutrientes de las hojas y los restos
vegetales que caen al suelo, ya que los suelos de la taiga son
pobres. Las zonas más al sur poseen temperaturas altas y
precipitaciones bajas en verano, y están llenas de estepas y
praderas. Con respecto a la fauna de los bosques de coníferas,
está compuesta principalmente por ciervos, ardillas, liebres.

El clima oceánico húmedo posee precipitaciones suaves y


persistentes con temperaturas suaves todo el año. Lo típico
son los bosques de hoja caduca formados por robles, hayas,
castaño, aunque la formación más característica es el prado
que tiene condiciones óptimas para su crecimiento (mucha
humedad y temperaturas suaves) y proporciona una alimentación
natural al ganado.

El clima mediterráneo húmedo se caracteriza por veranos


cálidos, húmedos e inviernos fríos. Los bosques están formados

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por árboles de hoja perenne (pinos y encinas), que poseen
tronco leñoso y hojas pequeñas y duras recubiertas con pelos
que las protege del calor y evita una evaporación excesiva. La
fauna está formada por ratones de campo, conejos, liebres,
algunos reptiles, serpientes y numerosos insectos.

Este mapa indica la distribución mundial de los principales tipos climáticos: tropical, seco, moderado, continental y polar.

1.4.- La humedad y su influencia en la distribución


de las diferentes especies de seres vivos: clima
árido y semiárido.

Como sabes, las regiones del planeta donde las lluvias anuales
están entre los 200 y los 400 mm se consideran comúnmente como
zonas de clima semiárido. Una cantidad de lluvia inferior a
los 200 mm anuales caracteriza a los desiertos. La vegetación
de estas regiones está compuesta principalmente de arbustos
que pierden las hojas en los meses más secos, así como de
pastos que también se secan en los períodos de estiaje.

El clima árido se caracteriza por unas precipitaciones anuales


inferiores a los 200 mm, por debajo de la evapotranspiración.
La temperatura media anual está por encima de los 18 °C, y las
temperaturas diarias varían fuertemente entre el día y la
noche (entre 20 °C o más de oscilación). La escasa humedad de

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la atmósfera provoca un enorme calentamiento del suelo durante
el día y un fuerte enfriamiento durante la noche generando
estas oscilaciones de temperatura. La vegetación del clima
desértico es escasa, dejando extensas superficies sin cubrir,
ocupadas principalmente por arena, piedras o rocas. Las zonas
de estepa presentan predominantemente hierbas bajas con
algunos arbustos aislados y, en los desiertos, plantas
espinosas, como los cactus y matorrales dan color al paisaje.
Como únicos espacios de abundancia, las zonas desérticas
cuentan con los denominados oasis, que son zonas de reserva de
agua en los que destaca la presencia de palmeras. En cuanto a
su fauna los desiertos cuentan con reptiles, como las
serpientes y los lagartos; insectos, como escarabajos;
arácnidos, como los escorpiones; aves rapaces, y mamíferos,
como ratones, zorros, chacales, camellos y dromedarios.

1.5.- El viento: Su influencia en la distribución de


las diferentes especies de seres vivos.

El viento es un elemento constituyente del clima junto con la


temperatura, presión, humedad y precipitaciones. Todos ellos
nos sirven para poder definir cómo es el clima de un lugar y
consecuentemente afectan a la distribución de los seres vivos
en los distintos lugares del planeta.

En función de la dimensión de su recorrido los vientos se


clasifican en: vientos planetarios, vientos regionales y
vientos locales. Los vientos planetarios, son los que se
generan como consecuencia del movimiento de rotación
terrestre. Es movimiento de rotación es el causante de un
desigual calentamiento de la atmósfera por la insolación y
genera vientos planetarios dispuestos en franjas latitudinales
de altas y bajas presiones, es decir, en zonas de anticiclón y
en zonas de depresión. Estas franjas o también denominadas
cinturones se disponen aproximadamente en las latitudes
ecuatoriales, subtropicales y polares (círculos polares),
transportando una gran cantidad de energía. Estos vientos son
conocidos como alisios en las latitudes intertropicales y
vientos del oeste en las zonas templadas.

La distribución de las tierras y los mares determinan los


vientos regionales. Un tipo de viento considerado como
regional son los monzones, aunque su duración en el tiempo y
su alternabilidad estacional los hace ser considerados muchas
veces como vientos planetarios.

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Los vientos locales se generan al producirse un desplazamiento
de aire desde zonas de alta presión a zonas de baja presión.
Se denomina a los vientos locales como los vientos dominantes
o reinantes en un área más o menos amplia, por ejemplo, las
brisas marina y terrestre, los vientos de valle o el viento de
montaña.

El viento también juega un papel fundamental en la


distribución de la vegetación ya que actúa como agente de
transporte de las semillas. Esto se conoce como polinización
anemófila. En las latitudes frías y de montaña ayuda a la
dispersión de las semillas de bosques de coníferas, y en las
latitudes templadas de robles y hayas, sin embargo en las
regiones tropicales no se da este tipo de polinización. La
anemofilia es también característica de las gramíneas y
ciperáceas que constituyen formaciones herbáceas abiertas,
donde no encuentran obstáculos al viento.

En la imagen se observa un dibujo de la Tierra en el que se puede apreciar la dirección de los vientos en el hemisferio norte y
en el hemisferio sur. Los principales vientos del hemisferio norte soplan en el sentido de las agujas del reloj, mientras que en el
hemisferio sur soplan en el sentido opuesto.

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En la imagen se observa un mapa de la superficie terrestre en el que aparece reflejada la velocidad de los vientos en la
superficie. Las franjas blancas, entre los 40° - 50° de latitud, presentan las máximas velocidades constantes del viento. Las
zonas más azules en torno al Ecuador se corresponden con las mínimas velocidades constantes.

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1.6.- La altitud y su influencia en la adaptación de
los seres vivos.

La altitud es uno de los principales factores que afectan en


el clima y, por tanto, provocan que las distintas especies de
organismos que habitan el planeta tengan que sufrir
adaptaciones para poder vivir en las diferentes zonas
climáticas del mundo.

La altitud la definimos como la distancia vertical de un punto


cualquiera de la Tierra respecto al nivel del mar. Determina
los tipos de clima premontano, montano, alpino, de tal modo
que son las regiones de montaña donde mejor se observa la
influencia de la altura. En general, el aumento de la altitud
causa una distribución de los tipos de hábitats similar al del
aumento de la latitud.

Definido por la altitud encontramos el clima de la región de


montaña, que se caracteriza por ser más frío y húmedo que las
zonas llanas que lo rodean. La temperatura desciende a un
ritmo aproximado de 5 ºC por cada kilómetro de altitud. En
cuanto a las precipitaciones se refiere, éstas aumentan con la
altura debido al llamado "efecto pantalla". Por otro lado es
frecuente encontrar vertientes más húmedas ya que son las que
están expuestas a los vientos que llegan cargados de humedad.
Una vez que estos vientos descienden por la vertiente contigua
van perdiendo su humedad llegando incluso a absorber la
existente en el suelo, generando vertientes mucho más secas.
Este fenómeno es conocido como "efecto Foehn". En los Pirineos
puede observarse este fenómeno pues su vertiente norte o
francesa es más húmeda que la española o sur.

La vegetación en montaña se encuentra dividida en diferentes


niveles o pisos. En los pisos inferiores encontramos
vegetación similar a las zonas adyacentes a la base de la
montaña, a medida que ascendemos de nivel aparecen más
especies higrófilas y más especies resistentes al frío
(robles, hayas); las siguientes especies arbóreas suelen ser
coníferas (abetos) y tras ellas aparece la pradera alpina
(1800-2500 metros) seguida del roquedo (2500 metros) y
finalmente dependiendo de la altitud zonas de nieve perpetua
sin vegetación. Las especies presentes en cada uno de estos
pisos y la altitud a la que podemos encontrarlas varían según
los continentes y también con la latitud, pues no es lo mismo

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una zona montañosa en zonas subpolares que en zonas
tropicales.

En la imagen se observa un mapa de España con sus principales climas: al norte y costa oeste predomina el clima oceánico,
en el interior predomina el clima continental, en el sur y en la costa este predomina el clima mediterráneo y el clima de
montaña se corresponde con las zonas más altas de la península.

1.7.- La latitud y su influencia en la adaptación de


los seres vivos: climas ártico, boreal y templado.

La latitud es otro de los principales factores que afectan en


el clima. En función de la latitud, se definen los climas
ártico, boreal, templado, subtropical y tropical:

En los climas árticos las temperaturas oscilan entre los – 80


ºC de invierno y los -10 ºC de verano. Allí la fauna
vertebrada antártica requiere de adaptaciones fisiológicas y
morfológicas especiales para sobrevivir en las gélidas aguas e
hielos. Por ejemplo, la piel de focas y ballenas es gruesa e
impermeable y suficientemente vascularizada para evitar
calentamiento excesivo en momentos de mucha actividad.

En los climas boreales las temperaturas oscilan entre -40 ºC y


30 ºC. La vegetación dominante es el bosque de coníferas. En
las zonas de clima más duro el bosque es muy uniforme y puede
estar formado exclusivamente por una sola clase de árbol. Las

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hojas en forma de aguja de las coníferas les permiten soportar
bien las heladas y perder poca agua. Además, el ser de hoja
perenne les facilita el que cuando llega el buen tiempo pueden
empezar inmediatamente a hacer fotosíntesis, sin tener que
esperar a formar la hoja. Con respecto a la fauna típica de
estas zonas, un ejemplo claro es el oso pardo que, como
adaptación a las bajas temperaturas, hiberna en invierno.

El clima templado que se caracteriza por temperaturas medias


anuales de alrededor de 15 ºC y precipitaciones medias entre
500 mm y 1000 mm anuales, con una media por encima de 10 ºC en
los meses más cálidos, y entre -3 y 18 ºC, en los meses fríos.
Poseen cuatro estaciones bien definidas: un verano
relativamente caliente, un otoño con temperaturas gradualmente
más bajas con el paso de los días, un invierno frío, y una
primavera, con temperaturas gradualmente más altas con el paso
de los días. La mayor parte de los árboles de los bosques de
las zonas templadas dejan caer sus hojas durante el otoño y el
frío invierno (hoja caduca) para no gastar mucha energía
intentando superar las heladas.

1.8.- La Latitud y su influencia en la adaptación de


los seres vivos: climas tropical y subtropical.

El clima tropical es un tipo de clima típico de los trópicos,


que en los doce meses del año tienen temperaturas superiores a
los 18 ºC y lluvias no muy regulares que no superan los 2000
mm anuales. Los árboles suelen ser de hoja caduca y se
despojan de las mismas durante la prolongada estación seca, al
contrario que en el clima templado. Los animales son activos
durante todo el año y existe una diversidad muy alta; esto
conduce a que sean intensas las interacciones entre especies.
Debido a la alta diversidad de depredadores, las adaptaciones
antidepredador se desarrollan al máximo aquí. El camuflaje es
virtualmente perfecto en la mayoría de los animales más
pequeños. No solamente predominan los colores marrón y verde
sino que también, en algunas especies, el color cambia con el
color de fondo. Además de ese mimetismo de color existe un
mimetismo de forma, y muchos insectos, lagartos, culebras y
ranas se asemejan a hojas, ramitas o lianas, hasta en los más
mínimos detalles.

El clima subtropical posee una temperatura media anual que no


baja de 18 °C, y la temperatura media del mes más frío del año
se encuentra entre esta marca y los 6 °C. Es típico de este

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clima el clima mediterráneo con veranos muy secos que
determinan las características específicas de su vegetación y
fauna. La vegetación típica es xerófila, ya que tiene que
soportar la aridez estival y para eso tienen adaptadas sus
raíces siendo muy largas, ya que aprovechan las lluvias
esporádicas o profundizan en la tierra hasta alcanzar niveles
freáticos o simplemente húmedos (ejemplos: encinas, madroños y
alcornoques).

La zona tropical (zona comprendida entre los dos trópicos) es


la más rica en recursos renovables de todo el mundo: la
absorción de dióxido de carbono y el suministro de oxígeno a
la atmósfera a través de la fotosíntesis hallan en la zona
tropical su expresión más acentuada en lo que se refiere a la
producción de biomasa: más de 500 toneladas anuales por
hectárea. Además su clima permite una adaptación de casi todos
los cultivos agrícolas de las demás zonas del mundo.

De todos los biomas, éste es el que tiene mayor diversidad de


plantas. Hay miles de especies de árboles y es posible
encontrar algunos centenares de ellas en superficies
relativamente pequeñas. También es mayor la diversidad animal
en esta zona, con una variedad casi inimaginable de insectos.
Como en las plantas, muchas especies son escasas (pocas por
área unitaria) y especializadas. No hay mucha diversidad de
mamíferos grandes. Las aves alcanzan su mayor diversidad en
esta zona, siendo posible observar, en algunas localidades
relativamente pequeñas, hasta más de 500 especies.

2.- Características físicas del agua.

El agua es un compuesto químico cuyas moléculas están formadas


por dos átomos de Hidrógeno (H) y uno de Oxígeno (O). Es la
molécula esencial para la vida ya que de ella depende la
supervivencia de todas las formas de vida conocidas. Sus
propiedades físicas se atribuyen principalmente a los enlaces
por puente de hidrógeno, los cuales se presentan en mayor
número en el agua sólida: en la red cristalina cada átomo de
oxígeno de una molécula de agua está rodeado tetraédricamente
por los dos átomos de hidrógeno de su molécula y otros dos
átomos de hidrógeno de otras tantas moléculas de agua unidos a
él, y así sucesivamente es como se conforma su estructura.

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Las propiedades físicas del agua son las siguientes:

● Estado físico: sólida, liquida y gaseosa.


● Color: incolora.
● Sabor: insípida.
● Olor: inodora.
● Densidad: 1 g/cm3 a 4 °C.
● Punto de congelación: 0 °C.
● Punto de ebullición: 100 °C.
● Presión crítica: 217,5 atm.
● Temperatura crítica: 374 °C.

Gracias a sus propiedades el agua se convierte en un activo


agente, indispensable en muchos de los procesos metabólicos
que los seres vivos realizan. Además es un compuesto esencial
para la fotosíntesis y la respiración celular y también es el
eje de las funciones enzimáticas. De un modo u otro, todas las
formas de vida conocidas dependen del agua.

3.- Meteorología y climatología.

La ciencia que se ocupa de los fenómenos que ocurren a corto


plazo en las capas bajas de la atmósfera, es decir, en las
zonas de la tierra donde se desarrolla la vida de animal y
vegetal denomina meteorología.

La meteorología se ocupa de estudiar los cambios atmosféricos


producidos en cada momento. Para ello se utilizan parámetros
como la temperatura del aire, su humedad, la presión
atmosférica, el viento o las precipitaciones. La meteorología
tiene como objetivo general predecir el tiempo climatológico
que va a tener lugar en en un periodo de entre 24 y 48 horas.
En menor medida, también se intenta elaborar un pronóstico del
tiempo a medio plazo.

A lo largo de esta unidad hemos visto diferentes tipos


climáticos y hemos estudiado los parámetros que afectan al
clima. Definimos clima como el conjunto de fenómenos
meteorológicos que caracterizan las condiciones habituales o
más probables de un punto determinado de la superficie
terrestre. Es, por tanto, una serie de valores estadísticos.
Por ello denominamos climatología a la ciencia que estudia el
clima y sus variaciones a lo largo del tiempo. Los parámetros
utilizados para ello son los mismos que los utilizados en en
la meteorología pero su objetivo es distinto, ya que no

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pretende hacer previsiones a corto, si no estudiar y definir
las características climáticas a largo plazo de las diferentes
zonas de la tierra. Por ejemplo, aunque en un desierto se
pueda producir, eventualmente, una tormenta con precipitación
abundante, su clima sigue siendo desértico, ya que la
probabilidad de que esto ocurra es muy baja.

La meteorología y la climatología estudian la atmósfera desde


varios puntos. En primer lugar, describen las condiciones
generales del tiempo atmosférico en una zona y época
concretas. En segundo lugar, se ocupan de investigan cómo se
comportan las grandes masas de aire con el fin de establecer
leyes generales respecto a su influencia sobre otros factores.
Finalmente, analizan cada uno de los factores (temperatura,
presión, humedad...) independientemente y en conjunto con el
fin de descubrir las leyes que los gobiernan y poder hacer una
previsión del tiempo acertada.

La meteorología es una herramienta de gran utilidad con


múltiples aplicaciones prácticas además de las más conocidas
de la predicción del tiempo. Por ejemplo, la meteorología
aeronáutica se especializa en todo lo que afecta al tráfico
aéreo; la meteorología agraria pretende predecir las
condiciones adecuadas para las distintas labores agrícolas; la
meteorología médica estudia la influencia de los factores
atmosféricos sobre la salud humana.

3.1.- Parámetros bioclimáticos.

Los parámetros bioclimáticos son aquellos que actuando en


conjunto definen las condiciones generales de una zona
terrestre de extensión relativamente amplia.

Los parámetros bioclimáticos son los relacionados con las


características climáticas de cada zona. Según el tipo de
clima, actúan con más intensidad unos agentes externos que
otros. Por ejemplo, el viento actúa con más intensidad en
climas secos, mientras que la erosión fluvial es
insignificante. En las zonas templadas y húmedas, en cambio,
la erosión fluvial es decisiva. Estas diferencias hacen que
cada zona tenga unas formas del relieve características, las
propias de los procesos externos dominantes.

Los parámetros bioclimáticos son por tanto todos los elementos


abióticos estudiados a lo largo de esta unidad didáctica como
la temperatura, luz, vientos, humedad, latitud, altitud más la

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presión atmosférica y las precipitaciones. Tener un registro
durante muchos años de los valores correspondientes a dichos
elementos con respecto a un lugar determinado, nos sirve para
poder definir cómo es el clima de ese lugar.

La formación de las nubes.

Las nubes se forman al elevarse el aire calentado por la


irradiación terrestre. Cuando se calienta, el aire sube y se
eleva hasta su punto de rocío, momento en el cual el vapor de
agua del aire se condensa en pequeñas gotitas de agua o
cristales de hielo. La forma de las nubes varía al igual que
su textura, dependiendo del calor que las impulse, la
composición atmosférica y el viento que las empuje
determinando su altura.

Las gotas de agua que forman las nubes son esféricas y muy
pequeñas (entre 0,004 y 0,1 mm). Estas gotas se encuentran
suspendidas en el aire y sometidas a corrientes ascendentes y
otras fuerzas, de tal forma que se encuentran en constante
movimiento dentro de la nube, chocando unas con otras y
agrupándose entre ellas. Según las condiciones atmosféricas
existentes, se puede producir un aumento de su espesor hasta
el punto de que su peso supere las fuerzas ascendentes y
caigan hacia la tierra en forma de lluvia o precipitación.

3.2.- Clasificaciones climáticas.

Ahora que sabes en qué consiste el estudio del clima, vamos a


ver cuál es la clasificación climática que más se utiliza
actualmente y, a partir de ella, estudiar las posibles
variaciones que se están produciendo o que se van a producir.

La Clasificación climática más seguida, como adelantamos en el


apartado 1.3, es la de de Köppen, que clasifica los climas en
función de la temperatura y las precipitaciones. La obra
principal de Köppen con respecto a la Climatología se titula
Die Klimate der Erde (El Clima de la Tierra) publicada en
1923. Constituye la primera obra sistemática sobre
Climatología y marcó la pauta para introducir distintas
mejoras que la convirtieron en la clasificación climática más
conocida. Emplea un sistema de letras mayúsculas y minúsculas
cuyo valor está establecido en torno a ciertos umbrales en
cuanto a las temperaturas medias anuales para separar los
climas cálidos (letra A) de los templados (letra C) y a éstos

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de los fríos (letra D) y polares (letra E). La letra B la
destina a los climas secos con dos tipos: BS, clima
semidesértico o estepario y BW, o clima desértico propiamente
dicho. Por último, la letra H la emplea para los climas
indiferenciados de alta montaña, aspecto en el que, con el
diseño de una clasificación de pisos térmicos, es decir, con
la división de las fajas altitudinales empleando curvas de
nivel de una altitud determinada, se introdujo una mejora
sustancial y que ha venido a sustituir a esos climas
indiferenciados de montaña.

En la clasificación climática de Köppen se pueden señalar los


siguientes tipos de clima:

● A - Climas Macrotérmicos (cálidos, de la zona


intertropical).
● B - Climas secos (localizados en las zonas subtropicales
y en el interior de los continentes de la zona
intertropical o de las zonas templadas). Se divide en dos
tipos: Desértico (BW) y semidesértico o estepario (BS).
● C - Climas Mesotérmicos o templados (caracterizados por
la presencia de las cuatro estaciones térmicas:
primavera, verano, otoño e invierno.
● D - Climas fríos (localizados en latitudes altas,
próximas a los círculos polares y donde la influencia del
mar es muy escasa).
● E - Climas polares. Se localizan en las zonas polares,
limitadas hacia el ecuador por los Círculos polares.
● H - Climas indiferenciados de alta montaña.

Para determinar los subgrupos o subtipos se añaden otras


letras minúsculas:

● f = Lluvias todo el año (en la zona intertropical), así


Af = clima de selva.
● w= Lluvias en la época de sol alto (verano térmico),
también en la zona intertropical, luego Aw = Clima de
sabana.
● m= Lluvias de monzón. Similar al Aw, pero con lluvias más
intensas originadas por la diferencia acentuada de las
presiones atmosféricas entre el océano y los continentes.
Sólo se presenta en el sur y sureste del continente
asiático. Las lluvias suelen ser muy intensas y
prolongadas durante la época de calor, cuando las bajas

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presiones continentales atraen a los vientos procedentes
del Océano Índico cargados de humedad, que se descargan
en las vertientes meridionales del Himalaya y otras
cordilleras provocando desbordamientos de los grandes
ríos de la zona, como el Indo, el Ganges, el Bhramaputra,
el Irawaddy, el Saluen y el Mekong, así como otros ríos
del sur de China.
● s= Estación seca en verano. Corresponde al clima templado
o clima mediterráneo (clasificado como C según Köppen),
localizado en la zona de transición entre los climas
húmedos y secos.

3.3.- Métodos de identificación de elementos


abióticos. Estaciones meteorológicas.

En la atmósfera, hay muchos factores y variables que pueden


ser medidas. Un caso muy simple es la lluvia, por ejemplo, que
ha sido observada desde hace mucho tiempo y en casi cualquier
lugar del planeta, siendo uno de los primeros fenómenos en ser
medidos históricamente por su importancia para la agricultura.

La meteorología cuenta con una amplia variedad de equipos de


observación en campo. Su colocación se hace de forma
estratégica para mejorar su rendimiento. La localización de
estos equipos se hace en lo que se llaman estaciones
meteorológicas.

Una estación meteorológica es una instalación de diferentes


equipos donde se miden y registran regularmente diversas
variables meteorológicas. Estos datos son los que
posteriormente se utilizan tanto para la elaboración de la
predicción meteorológicas como para estudios climáticos.
Generalmente está equipada con los principales instrumentos de
medición, entre los que se encuentran los siguientes: un
anemómetro, que mide la velocidad del viento; una veleta, que
mide la dirección del viento; un barómetro, que mide la
presión atmosférica; un heliógrafo, que mide la insolación del
suelo; un higrómetro, que mide la humedad; un piranómetro, que
mide la radiación solar; un pluviómetro, que mide el agua
caída y un termómetro, que mide la temperatura.

Estos instrumentos, para su conservación y una mejor medida se


suelen proteger en una caseta ventilada, denominada abrigo
meteorológico o pantalla de Stevenson. Esta protección
mantiene la luz solar directa lejos del termómetro y al viento

18
lejos del higrómetro, de forma que no se alteren las
mediciones de éstos.

Estas estaciones meteorológicas son colocadas a lo largo de un


territorio por lo que cuanto más numerosas sean, más detallada
y exacta sera la información obtenida. Hoy en día muchas de
estas estaciones cuentan con técnicos especializado, aunque la
mayoría de ellas son automáticas y se ubican en lugares
inaccesibles o remotos, como regiones polares, islotes
deshabitados o cordilleras. También existen barcos o fragatas
meteorológicas, que contienen a bordo una estación
meteorológica completa para tomar mediciones en posiciones
determinadas en los diferentes océanos.

El clima del pasado.

Para hacerse una idea del clima terrestre en tiempos pasados y


de las temperaturas medias, los científicos acuden a
diferentes indicadores indirectos. Alguno de estos indicadores
son:

1. Los llamados testigos de hielo extraídos de los casquetes


que cubren la Antártida y Groenlandia. En el hielo han
quedado atrapadas burbujas de aire con la composición en
gases y otros elementos característica de la época en la
que se formaron. Con las distintas proporciones de varios
isótopos radiactivos se puede deducir la temperatura.
Este sistema nos da información de hasta hace casi
200.000 años.
2. Los anillos de los troncos de los árboles. Según su
grosor y otras características dan indicios de la
climatología. Hay árboles de hasta 3.000 años de
antigüedad y restos fósiles de troncos que también pueden
dar información.
3. A través de las estalagmitas, ya que también sus anillos
de crecimiento contienen indicios de las condiciones
climáticas.
4. El polen y otros sedimentos ya que ayudan a identificar
la flora y fauna que había en ese lugar cuando se
formaron y cada tipo de vida y de formación sedimentaria
es propio de unas condiciones climáticas determinadas.

19
3.3.1.- Métodos de identificación de elementos
abióticos. Satélites meteorológicos.

La tecnología espacial también se aplica al estudio de los


elementos abióticos a través de los satélites meteorológicos.
Estos son un tipo de satélites artificiales que se utilizan
principalmente para obtener información sobre el tiempo
atmosférico y el clima en la tierra. Mucha de la información
que recogen incluye la nubosidad, las luces de la ciudad,
fuegos, contaminación, auroras boreales, tormentas de arena y
polvo, corrientes del océano, etc. Las imágenes obtenidas por
los satélites meteorológicos han ayudado por ejemplo a
observar numerosos fenómenos ambientales como la nube de
cenizas del Monte Saint Helens (Estados Unidos) tras su
catastrófica erupción en 1980 y la actividad de otros volcanes
como el Monte Etna (Sicilia, Italia). El humo de los incendios
como los producidos cada verano en el oeste de Estados Unidos,
en Colorado y Utah, también son monitorizados.

Existen también otros satélites que pueden detectar cambios en


la vegetación de la Tierra, en el estado de los océanos o de
los glaciares. Diferenciando los cambios en las tonalidades a
través de complejos sistemas que miden el reflejo de la luz.
Un ejemplo reciente lo tenemos en el derrame de petróleo
producido por el barco Prestige en Galicia en el año 2002. La
mancha de petróleo fue observada por el satélite europeo
ENVISAT que, aunque no es un satélite meteorológico, dispone
de un equipo de sensores que puede ver los cambios en la
superficie del mar.

Uno de los fenómenos atmosféricos que es registrado


diariamente en imágenes de satélite es El Niño. También el
agujero de la capa de ozono situado en la Antártida es
dibujado a partir de los datos obtenidos por los satélites
meteorológicos. De forma agrupada, los satélites
meteorológicos de China, Estados Unidos, Europa, India, Japón
y Rusia proporcionan una observación casi continua del estado
global de la atmósfera.

20
3.4.- Métodos de predicción meteorológicos.

De la predicción del tiempo dependen muchas decisiones


cotidianas, como elegir la ropa del día o cargar con el
paraguas. Pero la predicción meteorológica también es la base
para la preparación de espectáculos multitudinarios al aire
libre o para emitir avisos de situaciones de alerta por parte
de los servicios de protección civil.

Como hemos visto, la predicción meteorológica consiste en la


determinación anticipada de los del comportamiento de los
valores correspondientes a variables meteorológicas como la
temperatura, la presión, la humedad, la nubosidad, la
precipitación, etc., que afectarán a una determinada región.
La predicción meteorológica puede realizarse mediante técnicas
estadísticas, pero la forma más habitual, y la que normalmente
ofrece mejores resultados, está basada en la resolución de las
ecuaciones matemáticas correspondientes a las leyes físicas
que describen el comportamiento de la atmósfera. Para ello se
parte del conocimiento del estado inicial de la atmósfera
mediante los datos de observación comentados anteriormente.
Una vez resueltas estas ecuaciones, con las condiciones
iniciales dadas, se obtiene una descripción del estado futuro
de la atmósfera y, de este modo, se puede llegar a saber qué
tiempo va a hacer después de unas horas o días, es decir,
puede elaborarse una predicción meteorológica, como las que
habitualmente obtenemos de los medios de comunicación
(televisión, radio o periódicos). Sin embargo, estas
ecuaciones son de resolución ciertamente complicada, puesto
que se trata de ecuaciones para las que no siempre existe una
solución exacta que permita conocer los valores futuros de las
variables.

Los pasos en los que se desarrolla una predicción de este tipo


son los siguientes:

Recogida de observaciones.

● Control de calidad de las observaciones.


● Determinación de las condiciones iniciales en una serie
de puntos geográficos (que en su conjunto conforman la
denominada rejilla del modelo).
● Resolución de las ecuaciones correspondientes a cada
punto de la rejilla para un intervalo de tiempo.

21
● Repetición del proceso de resolución de las ecuaciones
hasta llegar a la solución correspondiente al tiempo
final de predicción (24 h, 48 h, 10 días...).
● Representación gráfica de los resultados en forma de
mapas de isolíneas.

Además de interpretar mapas, y dependiendo de qué tipo de


predicción quiera realizarse, un meteorólogo tiene que
consultar otras fuentes de información a su alcance. Una ayuda
importante para la predicción en el corto plazo son las
imágenes que desde el espacio envían lo satélites de
observación meteorológica (como por ejemplo el Meteosat).
Aproximadamente cada quince minutos el Meteosat recoge una
imagen de la zona del planeta donde nos encontramos y,
poniendo una tras otra esas imágenes, pueden identificarse las
masas de nubes, ver por su color de qué tipo son, qué ha
ocurrido con ellas, a qué regiones afectan, desde dónde
llegan, o si tienden a desaparecer o disiparse.

A pesar de lo mucho que las técnicas de predicción


meteorológica han avanzado, es de todos conocido que a veces
se cometen errores. Éstos pueden producirse porque los modelos
fallan, o porque el meteorólogo no interpreta bien los
resultados (mapas meteorológicos) del modelo. La asociación de
fenómenos meteorológicos a los distintos campos de presión,
temperatura o geopotencial predichos no es siempre sencilla.
Para ello, el meteorólogo necesita conocer bien las
repercusiones de las distintas variables en la meteorología
local, muy condicionada por las condiciones geográficas de
cada lugar.

22
En la imagen del FECYT puede observarse un esquema general del sistema de observación meteorológica que funciona a
nivel mundial. Desde la obtención de datos a través de los satélites, su procesado por parte de los sistemas de
telecomunicación, hasta su aplicación por medio de los servicios meteorológicos.

23
3.5.- Interpretación de mapas meteorológicos. Mapas
de isobaras.

Los mapas del tiempo se pueden definir como representaciones


gráficas de los valores de las variables meteorológicas sobre
una zona geográfica determinada. Su uso está generalizado
entre los meteorólogos, ya que aportan una interesante imagen
de conjunto de las situaciones atmosféricas. Una de las
variables que mayor información nos proporciona a la hora de
conocer una situación meteorológica es la presión atmosférica
(generalmente medida en milibares), cuyos valores sobre la
superficie terrestre quedan representados en los denominados
mapas de isobaras, como los que aparecen diariamente en los
medios de comunicación. Las isobaras, o líneas que unen puntos
de igual presión, nos dan idea de la intensidad del viento (a
mayor proximidad entre isobaras, mayor intensidad), así como
de su procedencia. De este modo puede saberse si va a llegar
aire frío del Polo o si, por el contrario, va a ser cálido del
desierto, húmedo del océano, o seco del continente.

Cuando en un mapa de isobaras existe una zona en la que la


presión es más alta que a su alrededor (por encima de 1013
milibares), entonces aparece una "A" y decimos que hay un
anticiclón. En esta zona la estabilidad atmosférica será alta,
puesto que el movimiento del aire es descendente evitando la
formación de nubosidad, y difícilmente lloverá. Si por el
contrario la presión empieza a decrecer, en el punto en el que
alcanzan su valor mínimo aparece una "B" y decimos que hay una
zona de baja presión o depresión. En este caso habrá mayor
inestabilidad y si se dan otra serie de condiciones podría
llover fácilmente. Cuando una zona de bajas presiones va
acompañada de tiempo muy lluvioso y con viento intenso podemos
llamarla borrasca.

En la imagen del FECYT puede observarse cómo es


el movimiento de viento (en el hemisferio norte) para
un centro de altas presiones, a la izquierda indicado
con la letra A, y un centro de bajas presiones, a la
derecha indicado con la letra B.

La imagen del FECYT muestra un mapa simple de isobaras, en el que


pueden observarse dos anticiclones indicados
con las letra A y una borrasca indicada con la letra B.

24
En el Hemisferio Norte, en un anticiclón, el viento gira
aproximadamente siguiendo las isobaras en sentido horario, con
tendencia a alejarse de su centro. En una depresión, el giro
del viento se produce en el sentido contrario a las agujas del
reloj, con tendencia a dirigirse hacia su centro. Ambos tipos
de movimiento se indican en la
siguiente imagen.

En la imagen se observan dos figuras que representan el movimiento del


viento en el hemisferio norte, a la izquierda en una situación de baja
presión llamada ciclón y a la derecha en una situación de anticiclón.

3.5.1.- Interpretación de mapas meteorológicos. Mapas


de isobaras. Frentes.

Otra información que suele aparecer en los mapas de isobaras


es la representación de los frentes, cuyo trazado suele
coincidir con zonas de cambio brusco en la curvatura de las
isolíneas. En los mapas, los frentes se representan mediante
pequeños triángulos (frente frío) o semicírculos (frente
cálido) unidos por una línea que se prolonga a lo largo de
toda su extensión geográfica. Un frente es una zona de gran
inestabilidad atmosférica, coincidente con la separación entre
dos masas de aire que se encuentran a distintas temperaturas.
Si una masa fría llega a una zona en la que la temperatura es
mayor, decimos que se forma un frente frío. Además de
descender las temperaturas, en estos casos suelen producirse
precipitaciones de lluvia o nieve. Si, por el contrario, la
masa que llega a una zona está a mayor temperatura que la zona
que invade, se formará un frente cálido. También se producirá
nubosidad, pero las temperaturas serán más suaves y, como
mucho, habrá precipitaciones débiles.

Símbolos en un mapa del tiempo:


1. frente frío, 2. frente cálido,
3. frente ocluido, 4. frente estacionario.

25
Esquema de un corte transversal en la formación de un frente frío. El aire caliente asciende y choca con el aire frío de la
atmósfera y se produce una condensación en forma de nubes cargadas de agua.

3.5.2.- Interpretación de mapas meteorológicos. Mapas


de símbolos o significativo.
Para entender todo mejor, en este apartado vamos a analizar el
mapa de isobaras que aparece a continuación. Esto nos
permitirá determinar el tiempo que tendríamos en la Península
Ibérica el día al que corresponde este mapa, que
representaremos en un mapa de símbolos denominado mapa
significativo.

En la imagen de FECYT puede observarse en la parte izquierda un mapa de isobaras, con frentes, de España, parte de
Europa y norte de África. A la derecha se ve su correspondiente mapa de predicción del tiempo.

26
En el mapa de isobaras de arriba podemos ver como al norte de
la Península Ibérica, situado sobre la Bretaña francesa,
aparece un centro de bajas presiones, que hará que el tiempo
sea más inestable en las regiones cantábricas y pirenaicas.
Asociado a esta depresión, vemos un sistema frontal, con una
parte cálida situada en Centro-Europa, y una parte fría, que
inestabilizará el tiempo en el interior peninsular. En su
movimiento de oeste a este, el frente procedente del Atlántico
se trasladará hacia el Mediterráneo, barriendo la mitad
oriental de la Península en un futuro próximo. Sin embargo, su
actividad irá disminuyendo según nos traslademos hacia el sur,
donde por influencia del anticiclón atlántico, las presiones
serán más altas y el tiempo más estable.

La disposición de las isobaras (en torno al anticiclón y a la


baja) indica que los flujos de viento que alcanzarán la
Península serán predominantemente del noroeste, por lo que el
aire llegará fresco y cargado de humedad. Este hecho, unido a
que el viento no será muy intenso en el interior (las isobaras
no están muy juntas), hace prever también la formación de
algunas nieblas. Aparte de la nubosidad que el frente llevará
al norte de la Península, la barrera orográfica que para el
viento noroeste supone la Cordillera Cantábrica, hace pensar
que allí se formará nubosidad de tipo orográfico: Al chocar
contra las montañas, el aire se verá obligado a ascender, y su
humedad se condensará, favoreciendo la formación de nubes en
esta zona.

En cuanto a la intensidad de los vientos, hay que destacar la


mayor proximidad de las isobaras en el extremo norte de la
Península Ibérica, y en especial en la costa atlántica, donde
los vientos serán algo más fuertes.

3.5.3.- Interpretación de mapas meteorológicos. Mapas


de isohipsas o geopotenciales.
Para llegar a conocer bien el tiempo que afecta a una zona,
los meteorólogos se apoyan en la representación de muchas
otras variables atmosféricas, aparte de la presión del aire en
superficie. Otro tipo de mapas muy utilizados son los mapas
del tiempo en altura, los llamados mapas de isohipsas o de
geopotencial. Las isohipsas son líneas que unen puntos
situados a la misma altura para un cierto nivel de presión
(normalmente 500 hPa) y están muy relacionadas con la

27
temperatura del aire en las capas altas de la atmósfera (a
unos 5 000 m de altitud en el caso del mapa de 500 hPa).

Como sabemos, el aire cálido tiende a ascender, por ello, si


en las capas altas de la atmósfera hay aire muy frío, se
producirán movimientos verticales de las masas de aire y ésta
será una situación de inestabilidad, en la que podrían darse
precipitaciones. En un mapa de isohipsas en 500 hPa, esta
situación se correspondería con la presencia de una vaguada, o
valores bajos de geopotencial. Por el contrario, si en un mapa
de isohipsas aparece una zona de altos valores de geopotencial
(dorsal), se trataría de una zona en la que el aire en altura
se encuentra a temperaturas elevadas, lo cual es indicativo de
una situación meteorológica estable, en la que sería
improbable la presencia de precipitaciones.

Imagen elaborada por FECYT en la que se observa un


mapa de geopotencial en 500 hPa en la que se puede
observar una vaguada y una dorsal climática.

3.5.4.- Interpretación de mapas meteorológicos. Mapas


climáticos: Temperatura.
Los mapas climáticos actuales son interpolaciones realizadas a
partir de los registros de las estaciones meteorológicas. En
el caso de España los datos provienen de la Agencia Estatal de
Meteorología. Las principales variables que se estudian son la
temperatura y las precipitaciones.

La temperatura atmosférica se refiere al grado de calor


específico del aire en un lugar y momento determinados así
como la evolución temporal y espacial de dicho elemento en las
distintas zonas climáticas. Los mapas generados a partir de la
medida de las temperaturas se denominan mapas de isotermas. La
isoterma es una curva que une los puntos, en un plano
cartográfico, que presentan las mismas temperaturas en la
unidad de tiempo considerada. Así, para una misma área, se

28
pueden diseñar un gran número de planos con isotermas, por
ejemplo: Isotermas de la temperatura media de largo periodo
del mes de enero, de febrero, etc., o las isotermas de las
temperaturas medias anuales.

En los informes mensuales de la Agencia Estatal de


Meteorología los mapas que se presentan se corresponden con
las temperaturas medias del mes y se comparan con los valores
medios del mismo mes para un periodo de referencia que va de
1971 al año 2000. Al tener la referencia, las temperaturas de
una zona determinada se pueden clasificar según su porcentaje
de variación con respecto a este periodo de referencia:

EC = Extremadamente Cálido: Las temperaturas sobrepasan el


valor máximo registrado en el periodo de referencia 1971 –
2000.

MC = Muy cálido: f < 20 %. Las temperaturas registradas se


encuentran en el intervalo correspondiente al 20 % de los años
más cálidos.

C = Cálido: 20 % ≤ f < 40 %.

N = Normal: 40 % ≤ 60 %. Las temperaturas registradas se


sitúan alrededor de la media.

F = Frío: 60 % ≤ f < 80 %.

MF = Muy Frío: f ≥ 80 %.

EF = Extremadamente frío: Las temperaturas no alcanzan el


valor mínimo registrado en el periodo de referencia 1971 –
2000.

A continuación tienes como ejemplos dos mapas elaborados por


la Agencia Estatal de Meteorología:

Imagen de un mapa de isotermas de España.


Las temperaturas medias del mes de de abril de
2007 se comparan con el valor medio del mismo
mes para el periodo de referencia 1971-2000. Las
temperaturas más cálidas se corresponden con la
zona norte siendo las más altas en la zona este y en
la costa mediterránea.

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Imagen de un mapa de isotermas de España. Las
temperaturas medias del mes de septiembre de 2006 se
comparan con el valor medio del mismo mes para el
periodo de referencia 1971-2000. El resultado son
temperaturas más cálidas para el norte y centro.

3.5.5.- Interpretación de mapas meteorológicos. Mapas


climáticos: Precipitaciones.
La precipitación es una parte importante del ciclo
hidrológico, responsable del depósito de agua dulce en el
planeta y, por ende, de la vida en nuestro planeta, tanto de
animales como vegetales, que requieren del agua para vivir. La
precipitación es generada por las nubes, cuando alcanzan un
punto de saturación; en este punto las gotas de agua aumentan
de tamaño hasta alcanzar el punto en que se precipitan por la
fuerza de gravedad.

Conocer las condiciones hidrológicas de una región es


indispensable para el ordenamiento y manejo de los recursos
hídricos, agropecuarios y forestales, entre otros. Esta
información es fundamental para calcular los rendimientos
hídricos, preparar pronósticos de crecidas, conocer las
condiciones favorables para el desarrollo de la navegación,
diseñar proyectos hidroeléctricos y de riego y drenaje;
estudiar el abastecimiento de agua potable e industrial y
preparar controles de inundaciones.

Los mapas generados a partir de la medida de las


precipitaciones se denominan mapas de isoyetas. La isoyeta es
una curva que une los puntos, en un plano cartográfico, que
presentan la misma precipitación en la unidad de tiempo
considerada. Así, para una misma área, se pueden diseñar un
gran número de planos con isoyetas, por ejemplo: isoyetas de

30
la precipitación media de largo periodo del mes de enero, de
febrero, etc., o las isoyetas de las precipitaciones anuales.

En los informes mensuales de la Agencia Estatal de


Meteorología los mapas que se presentan se corresponden con
las precipitaciones medias del mes y se comparan con los
valores medios del mismo mes para un periodo de referencia que
va de 1971 al año 2000. Al tener la referencia, las
precipitaciones de una zona determinada se pueden clasificar
según su porcentaje de variación con respecto a este periodo
de referencia:

EH = Extremadamente húmedo: Las precipitaciones sobrepasan el


valor máximo registrado en el periodo de referencia 1971 –
2000.

MH = Muy húmedo: f < 20 %. Las precipitaciones se encuentran


en el intervalo correspondiente al 20 % de los años más
húmedos.

H = Húmedo: 20 % ≤ f < 40 %.

N = Normal: 40 % ≤ 60 %. Las precipitaciones registradas se


sitúan alrededor de la media.

S = Seco: 60 % ≤ f < 80 %.

MS = Muy seco: f ≥ 80 %.

ES = Extremadamente seco: Las precipitaciones no alcanzan el


valor mínimo registrado en el periodo de referencia 1971 –
2000.

A continuación tienes como ejemplo dos mapas elaborados por la


Agencia Estatal de Meteorología:

Imagen de un mapa de isoyetas de España. Las


precipitaciones medias del mes enero de 2008 se comparan
con el valor medio del mismo mes para el periodo de referencia
1971-2000. Las zonas de más humedad se reparten por todo
el territorio

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Imagen de un mapa de isoyetas de España. Las
precipitaciones medias del mes de noviembre de 2007 se
comparan con el valor medio del mismo mes para el
periodo de referencia 1971-2000. Las zonas más secas se
sitúan en el norte y este, siendo el sudoeste la zona más
húmeda.

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