Private Equity en México
Private Equity en México
Private Equity en México
René Lankenau
La primer escuela que compraron fue el Colegio Reina Isabel, en Tijuana. Después
adquirieron Baden Powell y Ann Sullivan — otras dos escuelas privadas, pero
ahora en el Estado de México. La cuarta adquisición fue en Veracruz; el Instituto
México Americano.
Estas primeras cuatro escuelas están ahora dentro de una holding, Merited, que
se especializa en comprar, operar y crecer centros educativos privados, K-12, con
colegiaturas que rondan entre $7 y hasta $10 mil pesos mensuales. Por lo pronto
tienen ya cerca de 3 mil 500 alumnos.
Este es uno de los playbooks que aplican en México los fondos de private equity.
Se ha utilizado para crear empresas de transporte, en temas de salud y en
negocios de logística. Se intentó incluso con el objetivo de crear una gran cadena
de taquerías.
No siempre funciona.
El private equity en México ha tenido que ajustarse a la realidad del país. Mientras
que en EUA este asset class se vuelve más y más relevante — en 2021, por
ejemplo, las transacciones de private equity sumaron algo así como
$1.2 trillones de dólares — sus alternativas en nuestro país son mucho más
limitadas. ¿Por qué? Más importante: ¿qué sí funciona para el private equity en
México?
Las firmas de private equity por lo general consisten en un pequeño equipo de
especialistas que administran fondos en los que los inversionistas depositaron
sus recursos.
Luis añadió que en América Latina han comprado alrededor de $5 mil 200
millones de dólares en participaciones de diversas empresas; también que han
vendido ya más de $5 mil millones.
Banco del Bajío siguió creciendo a lo largo de los siguientes años, y en 2017
finalmente hizo su IPO. De acuerdo con estimaciones de analistas, en ese
momento Temasek habría logrado una ganancia de más de 150% en su
inversión.
El ciclo ‘natural’ del private equity implica que el fondo pueda salir de la inversión.
Esto es, que pueda vender su participación después de unos años y entonces sí
materializar sus ganancia.
“En donde la industria ‘ha quedado a deber’ ha sido en las salidas. Las salidas han
sido complicadas para el private equity mexicano”, dice Alfredo.
“Por lo general son industrias que se pueden profesionalizar más, que pueden tener
un atraso tecnológico y no mucha sofisticación comercial, y ahí es donde funciona
muy bien el dinero de un fondo, que trae otra perspectiva, que está dispuesto a
traer talento nuevo, a invertir en tecnología, a tener una ambición más allá del
país”.
“Lo que yo creo es que ahora con esta nueva ola de compañías altamente
innovadoras, que aparte tienen inversionistas institucionales americanos, la historia
va a cambiar porque estas son compañías que van a poder acceder a los mercados
públicos americanos y que aparte van a ser más atractivas para que compañías
extranjeras las compren”, añadió. En este sentido, su fondo recientemente
anunció una inversión de $11 millones de dólares en GG Tech, una empresa
de e-sports y videojuegos.
Y es que a pesar de todas las limitaciones que encuentra esta figura en México,
el private equity juega un rol esencial dentro del ecosistema empresarial.
Las firmas que ya desarrollaron una fórmula para crear valor ven en México un
mercado muy fértil. Thomas, de Discovery, insiste que tienen a su favor el hecho
de que existen un buen número de empresas que funcionan bien, pero que
pudieran ser mucho más grandes si se gestionaran más profesionalmente.
En EUA, la figura del private equity encuentra muchos detractores. A las firmas
más famosas les acusan de sobre endeudar a las empresas que controlan y de
imponerles medidas que les perjudican en el largo plazo. En el ‘panteón’ de las
empresas que quebraron bajo el control de firmas de private equity están
desde Toys R’ Us, Gymboree y Payless Shoes, hasta Sears y Serta Simmons.
Por otro lado, a este tipo de firmas también se les atribuye el impulsar prácticas
que contribuyen a la competitividad de las empresas. Un ejemplo son los
sistemas de compensación basados en desempeño, el énfasis en la eficiencia, el
uso de nuevas tecnologías y la expansión a otros mercados.