Ejercicio de Pronunciación
Ejercicio de Pronunciación
Ejercicio de Pronunciación
Silabeo de palabras: Elige palabras de diferentes sílabas y pronúncialas separando claramente las
sílabas. Ejemplo: ‘man – za – na’. Practica con palabras de distintas dificultades para mejorar tu habilidad
de distinguir y pronunciar correctamente cada sílaba.
Lectura de frases con enfoque en las vocales: Selecciona frases que contengan palabras con diferentes
vocales y lee en voz alta, prestando atención a pronunciar correctamente cada vocal en su posición
correspondiente.
Repetición de sílabas: Pronuncia en voz alta diferentes combinaciones de sílabas, prestando atención a
la correcta pronunciación de cada una. Ejemplo: ‘ta – ma, pe – ri, lo – co’. Repite varias veces cada
combinación para mejorar tu precisión.
Lectura de palabras: Escoge palabras de distintas dificultades y léelas en voz alta, asegurándote de
pronunciar correctamente cada sílaba. Puedes utilizar un diccionario para encontrar palabras nuevas y
ampliar tu vocabulario a la vez que mejoras la pronunciación.
Dictado de palabras: Pide a un compañero o a un profesor que te dicten palabras en español y escríbelas
mientras las pronuncias en voz alta. Luego, compara tu pronunciación con la correcta y realiza las
correcciones necesarias.
Ejercicios de mordida: Morder objetos blandos o masticar chicle ayuda a fortalecer los músculos de la
mandíbula y los labios.
Ejercicios de soplo: Soplar velas, globos u otros objetos que requieran un esfuerzo de soplido fortalece
los músculos involucrados en la producción del habla.
Ejercicios de lengua: Realizar movimientos específicos con la lengua, como tocar el paladar o los dientes,
ayuda a fortalecer los músculos de la lengua.
Practicar la colocación correcta de la lengua: Dedicar tiempo a colocar la lengua en la posición adecuada
para cada consonante puede mejorar su pronunciación.
Repetir palabras y frases con consonantes problemáticas: Identificar las consonantes que presentan
dificultades y practicar su pronunciación en palabras y frases puede ayudar a mejorar su articulación.
Al aplicar estos ejercicios y técnicas, es importante tener en cuenta que cada persona puede tener
dificultades particulares y que los resultados pueden variar. Además, la supervisión de un especialista en
terapia del lenguaje puede ser de gran ayuda para adaptar los ejercicios a las necesidades individuales y
obtener mejores resultados en la mejora de la pronunciación.
Son habilidades fundamentales para mejorar la pronunciación en español. A través de diversos juegos y
actividades, es posible desarrollar estas capacidades y perfeccionar el oído para distinguir los diferentes
sonidos del idioma.
Ejemplos:
Sapo – Saco: ¿Escuchas la diferencia entre la «p» y la «b»? Una es más suave que la otra.
Casa – Caza: Aquí, la diferencia está en cómo pronunciamos la «s». Una es más fuerte que la otra.
Ejercicio de audición y reconocimiento de ponemos
La conciencia fonológica es “la comprensión que el niño o niña adquiere de que
las palabras habladas están compuestas de pequeños segmentos de sonidos o
fonemas”[1][2]. Es decir, se refiere a “la habilidad de escuchar, identificar y
manipular sonidos en el lenguaje oral”.
Muchas veces se confunde la conciencia fonológica con
la discriminación auditiva, pero son diferentes; la discriminación auditiva permite
reconocer si dos palabras habladas son iguales o diferentes, o si dos sonidos son
diferentes, por ejemplo, la bocina de un carro y el motor de una licuadora; la
conciencia fonológica se centra en el reconocimiento de los fonemas o sonidos y con ello, ser
capaz de cambiar o construir nuevas palabras utilizando estos sonidos. Se puede decir que un niño
ha desarrollado la conciencia fonológica si, por ejemplo, con la palabra casa:
Tomar en cuenta que la unidad de sonido puede ser una palabra, sílaba o fonema.
Identificar y dejar explícito: ¿qué se requiere hacer con la unidad de sonido?,
¿segmentarla?, ¿combinarla o manipularla?
Programar una enseñanza directa, explícita, sistemática y gradual,
en la cual las actividades que se organicen tengan una secuencia
de nivel de dificultad: de menor a mayor.
Tener claridad que el propósito fundamental es la ejercitación de
sonidos (identificar, combinar, cambiar, agregar).
Organizar a los estudiantes, de tal manera que se trabaje con
grupos pequeños de tres a cinco integrantes.
Borrero propone una secuencia de actividades para desarrollar la conciencia fonológica y sugiere:
Iniciar con actividades que permitan llevar al niño paulatinamente a poner atención a las
unidades mínimas de sonido (fonemas).
Tomar en cuenta que si un niño ha ejercitado la combinación y
segmentación de sílabas, se le facilitará la segmentación y manipulación
de fonemas.
Al realizar las actividades de conciencia fonémica, iniciar con actividades de
combinación de fonemas, seguir con segmentación de fonemas y, finalmente, de
manipulación.
Modelar y dar ejemplos para que al niño comprenda la actividad que realizará.
Practicar la segmentación de oraciones en palabras simples y, luego, dividir palabras
compuestas en las dos que la forman. Tener cuidado en realizar esta actividad antes de
segmentar fonemas.
Escuchar música
Escuchar música es una de las mejores actividades de estimulación auditiva para niños de 2 a 3 años,
incluso para más pequeños y también para los que todavía están en el vientre materno. Además les
ayuda a estar en un estado de tranquilidad y relajación automática muy beneficioso para ellos.
Empareja el sonido
Consiste en poner algunos alimentos en cajitas realizadas a mano (se pueden hacer con papel) e
introducir dentro de ellas: lentejas, garbanzos, monedas, arroz… Se deberán hacer cajitas dobles, es
decir: dos de lentejas, dos de arroz… Cada una de ellas sonará de diferente manera y el peque tendrá
que escuchar atentamente y emparejar las que suenan igual. Es una de las actividades auditivas para
niños ideal para los que tienen 3 años y no menos.
La lectura en voz alta se ha convertido en una actividad imprescindible para los niños
y no solo hasta los 3 años. Puedes leerle cuentos porque estimulará el oído y cerebro
de tu hijo. Es una de las más recomendadas para fomentar la estimulación auditiva.
Consiste en decirle al pequeño cosas para que las busque, es lo que llamamos sonidos que
acompañarán a la vista. Por ejemplo: pídele que busque objetos o frutas de un determinado color,
forma, etcétera.
Otro de los ejercicios para la estimulación auditiva en niños es el uso de instrumentos musicales.
Además, les ayuda a experimentar y… ¡quién sabe! Igual descubren alguna pasión por la música.
Es una de las mejores actividades para estimular el oído en niños de 1 a 2 años. Consiste en guardar un
reloj en una habitación con una alarma y cuando suene el pequeño debe encontrarlo.
El principal objetivo de este juego es trabajar su motricidad labio-lingual. Para ello le diremos que su
rostro es una casita, donde los ojos jugarán el papel de ventanas, la lengua el papel de la puerta y así
con todas las partes de la cara.