Colosenses 1
Colosenses 1
Colosenses 1
Estudio Inductivo
COLOSENSES 1
Autor Alberto Prokopchuk
Colosenses 1:1-2
“Pablo, apóstol de Jesucristo I Preguntas inductivas
por la voluntad de Dios, y el
hermano Timoteo, a los 1.1 Buscar en un mapa bíblico la ubicación de Colosas. (Casi todas las
santos y fieles hermanos en Biblias, después del libro de Apocalipsis, tienen una serie de mapas
Cristo que están en Colosas:
Gracia y paz sean a vosotros
bíblicos)
de Dios nuestro Padre y del 1.2 ¿Qué se sabe de esta ciudad?
Señor Jesucristo.”
Respuesta:
1.1 Solamente en un mapa bíblico se podría encontrar esta ciudad, llamada
también “Colosos” o Kolossai, en una región que era considerada en el
tiempo del apóstol Pablo como “provincia romana de Asia Menor”, en el
valle del Lico, una rica zona textil y ganadera. En la actualidad Colosas
estaría en Turquía, pero en realidad no existe y nadie podría indicar
exactamente dónde estaba ubicada, porque no quedan ruinas ni otras
referencias, pero se calcula que estaba asentada a unos 200 km al este de
Éfeso y formaba parte de un triángulo comercial entre Laodicea, Hierápolis.
La ciudad de Laodicea distaba a 20 km, e Hierápolis a 16 km de Colosas. Hoy
día, si queremos visitar la zona debemos dirigirnos a una ciudad llamada
Denizli
1.2 Sabemos que en un tiempo Colosas fue una ciudad importante, rica y muy
poblada, pero fue desplazada por Laodicea en el año 250 antes de Cristo
Colosenses 1:3-6 que fue nombrada capital del distrito por Antíoco Theos. A partir de ese
“Siempre orando por
vosotros, damos gracias a
momento, al perder importancia fue poco a poco despoblándose, a tal
Dios, Padre de nuestro punto que, cuando Pablo escribió esta epístola entre los años 61 a 63 DC.,
Señor Jesucristo, habiendo Colosas tenía una población reducida y en consecuencia la iglesia cristiana
oído de vuestra fe en Cristo establecida allí también habría sido poco numerosa. En el año 61 de la era
Jesús, y del amor que tenéis cristiana, Colosas, Laodicea e Hierápolis fueron sacudidas por un gran
a todos los santos, a causa
de la esperanza que os está terremoto, pero se recuperaron rápidamente con sus propios recursos.
guardada en los cielos, de
la cual ya habéis oído por la
palabra verdadera del
evangelio, que ha llegado 2.1 Pablo oyó dos cosas de los colosenses que provocaron su continua
hasta vosotros, así como a gratitud a Dios en sus oraciones ¿Cuáles?
todo el mundo, y lleva fruto 2.2 ¿Qué motivó la fe y el amor de los colosenses?
y crece también en
vosotros, desde el día que
oísteis y conocisteis la
Respuesta
gracia de Dios en verdad.”
2.1 El apóstol Pablo oyó primeramente de la fe que los cristianos de Colosas
tenían diciendo: “Siempre orando por vosotros, damos gracias a
2
2.2 La fe y el amor de éstos cristianos fue motivada por “la palabra verdadera
del evangelio”, la cual les dio un nuevo sentido a la vida y un depósito para
la eternidad, “a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos”, o,
“por vuestra esperanza depositada en los cielos” (N, Colunga) La palabra
verdadera del evangelio se enfoca en la eternidad y produce aquí en la
tierra una vida productiva, es decir, produce fruto y crece, como dice el
texto “produce fruto y crece también en vosotros”, y crece “desde el día en
que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad”. (NC) Toda persona
que recibe la palabra verdadera del evangelio entra en un proceso de
cambio y de transformación por medio de la gracia de Dios. Si este cambio
no ocurre es porque no es la palabra verdadera o si es verdadera, no se la
ha recibido, no se ha creído en ella, no se conectó con “la gracia de Dios en
verdad”. La gracia verdadera de Dios comienza a actuar desde el momento
que uno oye y conoce: “desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de
Dios en verdad”. La gracia es la esencia misma del evangelio que no
solamente debemos anunciar sino también hacer comprender. Porque si
alguien oye el evangelio pero no lo comprende, se queda a mitad de camino
y el fruto se pierde. El oír y conocer produce fruto y crecimiento.
II Actividad práctica
1. Siempre que oremos por un creyente en Cristo debemos dar gracias a Dios por la fe y el amor de sus vidas,
aunque personalmente no los conozcamos, tal como lo hacía el apóstol Pablo con los colosenses. El solo había
escuchado acerca de su fe y a partir de ese momento siempre estuvo orando por ellos.
2. Esta semana podríamos llevar a cabo una o más de las tareas que hizo Epafras:
(1) Discipular o enseñar a un recién convertido los primeros pasos de la vida cristiana.
(2) Ayudar al pastor, o ministro, a otro líder o facilitador en alguna tarea como un “consiervo” o “compañero de
servicio”.
(3) Servir como diácono con fidelidad. Cualquier servicio, por más pequeño que sea, cuando se lleva a cabo por
amor al Señor, se vuelve sagrado.
(4) Decir a alguien que la iglesia lo ama. Así como Epafras le dijo a Pablo que la iglesia de Colosas lo amaba en el
Espíritu, podemos hacer lo mismo con todos los que sirven al Señor, e incluso con los que nunca han estado en
nuestra iglesia.
2. Procura descubrir alguna virtud, o un don, o recordar algo bueno de cada uno y mencionarlo delante de todos.
Porque subrayar las cosas positivas tendrá un mayor impacto de transformación en sus vidas que cualquier
crítica o llamado de atención.
3. Ora específicamente que cada uno sea lleno “del conocimiento de la voluntad de Dios en toda sabiduría e
inteligencia espiritual”
“Por lo cual, también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis
llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual.”