CAMACHO Antecedentes de La Tradición Semántica en Leibniz

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Luis Camacho

Antecedentes de la tradición semántica


en Leibniz

Resumen: Examinamos la teoría sobre con- sea constitutiva de la realidad mediante catego-
ceptos, ideas y significados en Leibniz, con el rías de la intuición pura. Hume es el representante
propósito de establecer relaciones con una visión mejor conocido del primer enfoque ; el segundo
del conocimiento a priori que constituya una es obviamente propio de Kant.
alternativa frente a Kant y Hume, tal como la Según Coffa, fue en las discusiones del
concibe A.Coffa en su obra The Semantic Tradi- Círculo de Viena entre 1925 y 1935 cuando se
tion, From Kant to Carnap. empezó a tomar en cuenta en serio, aunque en
forma confusa, otra manera de ver el problema,
Palabras clave: A priori. Analítico. Lógica. que en esta obra recibe el nombre de “tradición
Semántica. Significado. semántica” y que se remonta a autores del siglo
XIX. Surge de la imposibilidad de entender el
Abstract: We examine Leibniz’s theory on conocimiento necesario y a priori que encontra-
concepts, ideas and meaning with the purpose mos sobre todo en las matemáticas pero también
of establishing connections with a vision of the en algunas ciencias, de la manera como lo hizo
a priori knowledge conceived as an alterna- Kant, debido a los retos planteados por las geo-
tive to Kant’s and Hume’s positions. We follow metrías no-euclidianas y las nuevas teorías que
A.Coffa’s work The Semantic Tradition, From aparecen en la física en la segunda mitad del siglo
Kant to Carnap. XIX y principios del XX. Los autores en algún
grado involucrados en la aparición de esta otra
Key Words: A priori. Analytical. Logic. manera de ver el conocimiento a priori son muy
Semantics. Meaning. numerosos y las distinciones a las que se remiten
son antiguas, pero el primero en darse cuenta de
la posibilidad de formular una posición no kan-
1. Orígenes de la tradición semántica. En tiana del conocimiento sintético a priori fue Bol-
su obra de 1991 titulada The Semantic Tradition, zano en sus estudios sobre las matemáticas, cuyos
from Kant to Carnap J.Alberto Coffa distingue análisis preceden a los de Frege y a su distinción
tres maneras de ver el conocimiento a priori: la entre concepciones subjetivas y conceptos obje-
empirista, la idealista y la semántica. La primera tivos. Bolzano rechaza el uso de las categorías
identifica el conocimiento a priori con lo analí- de espacio y tiempo hecho por Kant al explicar
tico entendido como verdadero por razones del la noción de número y vuelve a la manera de ver
lenguaje y, por tanto, niega la existencia de cono- este tema propia de Leibniz, por ejemplo en el
cimiento a priori de la realidad: toda proposición ensayo de 1715 titulado “Fundamentos metafísi-
a priori es analítica, toda proposición sintética es cos de las matemáticas” [Leibniz 1951, 201-215]
a posteriori. La segunda distingue dos tipos de donde se afirma en las primera líneas “(...) hay
proposiciones sintéticas, a priori y a posteriori. un Análisis más inclusivo que las Matemáticas”.
En este enfoque, para que proposiciones sintéti- Espacio y tiempo no son para Leibniz categorías
cas puedan ser a priori es necesario que la mente primitivas, pues se derivan de las nociones más

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básicas de contemporaneidad y sucesión. Cuan- distinción, hay que cuestionar la identificación


do más tarde Frege explica el número como la kantiana entre juicios ampliativos y proposiciones
respuesta a la pregunta “¿cuántos?” y lo define sintéticas por un lado, y juicios clarificatorios y
como la propiedad de un concepto, las categorías proposiciones analíticas por el otro. Según él, los
kantianas de espacio y tiempo no son útiles pero autores involucrados dentro del Círculo de Viena
la idea leibniciana de que hay un análisis previo a –sobre todo Hans Reichenbach– y otros muchos
las matemáticas retoma fuerza, aunque la manera en este periodo poco a poco llegaron a percibir
de explicarlo no sea la misma. una diferencia entre “a priori” como “apodíctica-
Así pues, el problema a resolver por Bolzano mente válido” y “a priori” como “constitutivo de
y los siguientes autores dentro de esta corriente un concepto”. Puesto que la extensión de ambas
es el conocimiento a priori, cuya existencia no nociones no coincide, la identificación es una
niegan pero desean explicar de otra manera; el confusión con amplias repercusiones. La tradi-
propósito de sus investigaciones es obtener una ción semántica se interesa menos por el primer
solución sin la intuición pura y la estrategia segui- significado y desarrolla más el segundo. De ahí
da es el desarrollo de la semántica, es decir, de la que encuentre sentido en la famosa frase de Karl
teoría del significado como algo independiente Popper [1979: 32; citado por Coffa 1991: 332] :
del sujeto, intersubjetivo, que no se multiplica con “sin duda hay juicios sintéticos a priori, aunque
el uso de numerosos sujetos y que se mantiene con frecuencia son falsos a posteriori” .
idéntico mientras se evite la ambigüedad. En sen- Fundamental para la argumentación de
tido amplio “semántica” equivale a “semiótica” Coffa, aunque no lo diga en términos tan claros,
como estudio de signos y símbolos. Pero en sen- es la convicción de que los ítemes en cada una de
tido estricto –el que nos interesa aquí – la semán- las columnas izquierda y derecha de las siguien-
tica es el estudio de la relación entre signos y sus tes distinciones no tienen la misma extensión:
referentes y significados, en cuanto diferente a las
relaciones entre signos y signos (sintaxis) y entre - analítico-- sintético
signos y usos (pragmática). La explicación de la - a priori -- a posteriori
diferencia entre un texto sin significado conocido - necesario--contingente
(v.g. el manuscrito Voynich) y otro con significa-
- aclaratorio --ampliativo (Kant)
do es el primer problema y el más interesante que
- verdades de razón- verdades de hecho
se presenta. Dado un texto con significado, varios
(Leibniz)
son los problemas semánticos que se plantean:
- relaciones de ideas- cuestiones de hecho
(Hume)
1) Cómo conectar palabras con cosas (referen-
cia, denotación , extensión).
2) Cómo identificar cosas mediante el uso de
2. Objetividad del contenido
palabras (sentido, significado, connotación ,
intensión). de los conceptos.
3) Cómo comunicar un mismo concepto o idea
a otras personas (lenguajes). No es de extrañar que Leibniz sea uno de los
autores más mencionados en esta investigación
No siempre está claro cómo se diferencian de Coffa. Citadas con diferentes propósitos por
estos tres aspectos en las teorías sobre el cono- autores analizados por él (sobre todo Kant, Bol-
cimiento a priori, pero nos parece obvio que las zano y Frege), las ideas del filósofo de Hannover
dos primeras son más relevantes. Cómo entender llegan hasta el grupo de pensadores vieneses de
el a priori es un tema que surge de la tradición los años mencionados, de los cuales el más cono-
filosófica general, pues se trata de una expresión cido es Rudolf Carnap. En los textos que cita
usada mucho antes de Leibniz y Kant. Para Coffa Coffa, Leibniz aparece como un precursor de
es muy importante distinguir entre dos maneras algunas de las distinciones retomadas por la tra-
de entenderlo en Kant y, a consecuencia de la dición semántica, aunque obviamente no se pueda

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colocar dentro de un enfoque que ni siquiera se que las nociones que tiene Leibniz de “analí-
puede entender si no es por referencia a un autor tico” y “sintético” difieren mucho de las que
muy posterior, Kant. tenemos hoy. Para citar un ejemplo [Ishiguro
Muy importante en esta relación de antecesor 1990:15,173], cuando se dice que para Leib-
es la insistencia de Leibniz en la objetividad del niz todas las proposiciones verdaderas son
contenido de los conceptos. Esto lo podemos ver analíticas porque el predicado está contenido
ya en el temprano empeño en construir un sistema en el sujeto, se suele olvidar que Leibniz
para organizar y ampliar el conocimiento a partir entiende los términos “analítico” y “sintéti-
de nociones simples, en un claro antecedente co” en Nuevos Ensayos (Libro IV, Capítulo
de lo que luego se llamó atomismo lógico. A 21, §5) más bien en conexión con la organiza-
diferencia del proyecto de Carnap en La cons- ción del conocimiento: “analítico” equivale a
trucción lógica del mundo, dichas nociones no “práctico” y “sintético” quiere decir sistemá-
son sensaciones ni percepciones sino contenidos tico. Además, si entendemos por analiticidad
objetivos de los conceptos. Esta objetividad , la inclusión del predicado en el sujeto, habría
basada en la facticidad del significado según una aún una diferencia notable con Kant, pues en
de las visiones dentro de la semántica actual, es lo Leibniz el carácter analítico de una propo-
que garantiza la intersubjetividad y se puede ver sición verdadera no implica nuestro conoci-
claramente al final del Diálogo sobre la conexión miento de que el predicado está incluido en
entre cosas y palabras (1677) [Leibniz 1951: 11]. el sujeto, a diferencia de Kant. Justamente
Allí nos dice Leibniz que los resultados del uso cuando se destaca la diferencia entre Leibniz
de caracteres para referirnos a las cosas siempre
y Kant resulta más fácil ver la influencia del
coinciden cuando seguimos las reglas que los
primero en Bolzano y Frege.
conectan, no importa cuán arbitrarios sean dichos
caracteres, de manera que la verdad de nuestros
Huelga decir que aquí seguimos el segundo
juicios no se basa en lo que es arbitrario en los
enfoque. Por eso los textos que nos interesa ana-
caracteres sino en aquello que es permanente en
lizar son aquellos que permiten hacer las distin-
ellos: la relación que tienen los signos (“marcas”)
ciones entre aspectos que luego se perfilaron con
con las cosas. Si los resultados siempre coinciden,
mucho mayor claridad en la década analizada
algo hay de a priori en ellos. Y si la permanencia
en medio de la arbitrariedad se basa en la relación en la obra de Coffa. Así pues, la distinción entre
de marcas con cosas, algún tipo de isomorfismo ideas claras y distintas, así como los ejemplos
debe existir entre ambos. dados por Leibniz para ilustrar la diferencia
En cuanto a la diferencia entre Leibniz y y las distinciones sobre tipos de necesidad se
Kant en lo relativo al conocimiento a priori, hay pueden ver de distinta manera una vez que tenga-
dos visiones opuestas: mos tres elementos (objeto, concepto subjetivo y
concepto objetivo) y no dos (objeto y concepto).
a) Asumir como acertada la posición kantia- Leibniz dedicó mucho de lo que escribió a hablar
na sobre el conocimiento a priori y ver las de conceptos e ideas, temas que le interesan a
ideas de Leibniz como un intento limitado Coffa, pero también dedicó buena parte de sus
y fallido de obtener la versión correcta. Esto reflexiones a tratar de explicar la manera como
es lo que hacen Wolfgang Schwarz y Robert la contingencia y la necesidad se relacionan,
S. Hartman en la larga introducción a la tra- reflexiones que no aparecen recogidas en From
ducción inglesa de la Lógica de Kant de 1800 Kant to Carnap y son igualmente relevantes para
[1974:lxvii-lxxvii]. el proyecto semántico.
b) Situarse en el punto de vista y contexto de Veamos primero los textos de Leibniz cita-
Leibniz, evitando verlo a la luz de desarro- dos por Coffa , que en general tienen que ver
llos posteriores. Tal es la actitud de Hidé con conceptos, ideas, términos, palabras, actos y
Ishiguro en su obra Leibniz’s Philosophy of estados mentales. La traducción es del autor de
Logic and Language [1990]. Ishiguro señala este articulo.

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- Correspondencia con Clarke, Fifth Paper, to mono contiene el concepto de hombre,


§30, [1956:83]. Las almas humanas “perciben ni a la inversa... Si, por tanto, se pre-
lo que ocurre fuera de ellas por lo que ocurre gunta si el concepto de hombre sabio
dentro de ellas”. Aquí podemos ver la nece- se contiene en el de hombre justo... solo
sidad de algún tipo de isomorfismo entre el tenemos que examinar si el número sim-
concepto y el objeto. bólico del hombre sabio puede dividirse
exactamente por el número simbólico de
- Monadología: “la naturaleza de la mónada hombre justo.
es representar” (aunque Coffa atribuye esta
cita a la Monadología, no la hemos podido -Opúsculos y fragmentos inéditos de Leibniz,
encontrar en esa obra; lo más aproximado es [1903,1961: 77-78]
lo que dice en el párrafo 60: “al ser la móna- Toda proposición categórica tiene un
da por naturaleza representativa...” ). Esta sujeto, un predicado, una cópula, una
cita se conecta con lo dicho antes sobre el calidad y una cantidad. Sujeto y predi-
conocimiento de lo que ocurre fuera gracias cado se llaman “términos”. Por ejemplo,
a lo que ocurre dentro. en ‘el hombre piadoso es feliz’ , ‘el
hombre piadoso’ y ‘feliz’ son términos,
- Nuevos Ensayos (Libro II, capítulo 2, sec- de los cuales ‘el hombre piadoso’ es el
ción 1): sujeto, ‘feliz’ es el predicado y ‘es’ es la
Azul y amarillo se combinan en el verde, cópula. La ‘calidad’ de la proposición es
pero no estamos siempre conscientes de afirmación o negación... la ‘cantidad’ de
la presencia de estas partes en el verde. una proposición es su universalidad o
particularidad.
Esta observación, repetida por Kant en Crí-
tica de la Razón Pura, sirve de ilustración Para Coffa este texto es un ejemplo muy
para la distinción entre ideas claras y distin- claro del enfoque habitual durante siglos antes
tas. Nuestra idea del color verde es clara pero de que Frege publicara su Begriffsschrift y redu-
no distinta. De ahí la importancia y necesi- jera las categorías fundamentales a dos: objeto y
dad del análisis: mediante éste, se llega a la función.
idea clara y distinta de un concepto. El texto siguiente es de gran importancia por
el énfasis en la objetividad del significado:
- Nuevos Ensayos (Libro IV, capítulo 6, sec-
ción 7): - Nuevos Ensayos, libro III, capítulo 2, sec. 24:
El verde surge de la combinación de azul La palabra ‘oro’ no significa solo lo
y amarillo. Por tanto uno está justificado que la persona que la pronuncia sabe de
al pensar que la idea del verde se com- ella —por ejemplo, algo amarillo y muy
pone de esas otras ideas... de ahí que pesado— sino también todo lo que no
hay percepciones de las que no somos conoce pero otro podría conocer, como
conscientes. por ejemplo un cuerpo dotado de una
constitución interna de la que procede
La consecuencia que saca Leibniz en este el color y el peso y de la cual incluso
texto a partir del mismo ejemplo es diferen- surgen otras propiedades además de las
te: percibimos muchas cosas de las que no que son conocidas por los expertos.
somos conscientes.
En los textos siguientes Coffa no cita a Leib-
- Logical Papers, [1966 : 22] : niz sino que lo parafrasea:
Si asumimos que el número simbólico
de ‘hombre’ es 6 y que el de ‘mono’ es - Tener una idea es tener una habilidad o facul-
10, es evidente que ni el concepto de tad (Coffa 1991,100):

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Leibniz had explained that to have an continuación responde a una objeción: tenemos
idea of an object it is not necessary to el poder de pensar acerca de cosas remotas de las
be actually thinking about it but only que no tenemos ninguna idea en la medida en que
to have the ability or “faculty” to do so. tenemos el poder de recordar cosas. Esto lo lleva
Since we can be affected by objects of a una nueva precisión: una idea requiere cierto
which we have no idea, this faculty must poder o facultad de pensar cosas cercanas. A
be something more than mere receptivi- la luz de otros textos, aquí parece referirse a la
ty, and, Leibniz thought, it must involve distinción entre la idea como intuición del objeto
our possession of a method to generate conocido y el conocimiento ciego o simbólico, el
the represented object in a way “which único que tenemos en el caso de abstracciones.
not merely leads me to the thing but Pero aún esto no es suficiente, pues no basta
also expresses it” (“What Is an Idea?” tener un método para entender alguna cosa para
(1678) , Philosophical Papers and Let- de hecho entenderla. Por tanto, debe haber algo
ters, p.207) en mí que no solo me conduce a la cosa sino que
también la expresa. Y a continuación vuelve al
- Necesidad del isomorfismo (Coffa 1991, 194): isomorfismo: el modo de expresión debe incluir
According to Leibniz one fact expresses condiciones que corresponden a las condiciones
another when there is an isomorphic de las cosas expresadas. Los modos de expresión
relation between what can be said of the varían: modelos de máquinas, perspectiva en un
one and what can be said of the other. plano para expresar un sólido, un discurso para
expresar opiniones y verdades; letras para expre-
- Dos maneras de tener una representación
sar números, una ecuación algebraica que expresa
(Coffa 1991, 386):
un círculo o alguna otra figura. En todos estos
In order for a representation truly to
casos tenemos un isomorfismo común: estos
represent an object it must consist either
medios de expresión tienen algo en común con
in the actual giving of the object (intui-
las condiciones de la cosa expresada y estudiada,
tion) or else in a method that leads us to
de manera que podemos llegar a conocer las pro-
the object — in other words, we must be
piedades de la cosa expresada. En conclusión: los
able to look for what we are concerned
with; otherwise, we cannot be said to medios de expresión no necesitan ser similares a
have a semantic link with the object in lo expresado, en la medida en que una cierta ana-
question. Moreover, the kind of looking logía existe en las condiciones de ambos.
cannot be one that leads us to the object, Es evidente, además, que algunos medios
as it were, accidentally. de expresión tienen una base natural y otros son
por lo menos parcialmente arbitrarios. Luego da
De particular importancia para los temas de varios ejemplos de la similitud natural: entre un
los textos anteriores es el ensayo de 1676 “¿Qué círculo grande y otro pequeño, entre una región y
es una idea?” [Leibniz 1951: 281-283 ] citado su mapa, entre un círculo y una elipse que la repre-
arriba por Coffa y que empieza con la caracteri- senta en perspectiva. De manera semejante, todo
zación de algo que está en nuestra mente, con la efecto completo representa una causa completa,
doble aclaración de que no entiende por ideas las puesto que del conocimiento del efecto puedo
trazas de impresiones cerebrales y que la mente siempre inferir su causa . Cada acción de cada
y el cerebro no son lo mismo. A continuación persona representa su mente. También es posible
aclara esta primera afirmación, pues en la mente que alguna cosa se exprese a sí misma en efectos
encontramos muchas cosas (opiniones, percep- alternativos, por ejemplo mediante el habla o
ciones, emociones, etc.) que no son simplemente mediante gestos. Al final del artículo, Leibniz
ideas aunque no se producirían sin ideas. Por recurre una vez más al isomorfismo: podemos
tanto, vuelve a definir idea como un poder o inferir de las operaciones internas de la mente las
facultad, no como un cierto acto de pensar. A verdades que corresponden perfectamente a las

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cosas exteriores únicamente porque Dios ha dado conocimiento perfecto es, pues, distinto e intuiti-
este poder a la mente. vo. Nos podemos equivocar al creer que tenemos
El siguiente ensayo que aparece en Wiener es ideas cuando no es así (Wiener 286).
de 1684 y se titula “Reflexiones sobre el conoci- De lo anterior se desprende que para Leibniz
miento, la verdad y las ideas”. Aquí introduce las hay que distinguir entre el objeto inmediato inter-
distinciones básicas. El conocimiento puede ser no (idea), el objeto inmediato externo (Dios) y el
oscuro o claro. Las ideas claras pueden ser indis- objeto mediato externo (las cosas). Entre las ideas
tintas o distintas, las ideas distintas son o bien y las cosas tiene que haber cierto isomorfismo
adecuadas o inadecuadas, simbólicas o intuitivas. que nos permita deducir las propiedades de las
El conocimiento perfecto es a la vez adecuado e cosas a partir de las propiedades de las ideas en
intuitivo. Todas aquellas nociones de las que no la mente. Este isomorfismo funciona porque Dios
tenemos definiciones son oscuras y Leibniz cita así lo ha dispuesto. La mente no es lo mismo que
como ejemplos las entelequias y las cuatro causas el cerebro. Idea y pensamiento tampoco son lo
juntas. Puesto que obviamente los escolásticos mismo; los pensamientos son pasajeros mientras
dieron definiciones de estos términos, habría que las ideas permanecen aunque no estemos pensan-
suponer que Leibniz habla aquí de definiciones do en ellas.
nominales, no reales, en el sentido en que entien- También es importante recalcar el signifi-
de él esta distinción. cado de intuición y conocimiento intuitivo en
Un conocimiento es indistinto cuando no Leibniz. Al final de las “Reflexiones” citadas
podemos distinguir la cosa conocida de otras . queda claro que el único conocimiento adecuado
Nótese que a veces habla de ideas, otras de cono- de cosas complejas es el intuitivo, y que éste es
cimiento. Podemos reconocer claramente objetos el resultado de un proceso que culmina en las
sensoriales particulares debido al testimonio sim- ideas primitivas contenidas en la idea del obje-
ple de los sentidos, pero no podemos formular las to complejo. Igualmente está claro que solo el
diferencias en el lenguaje, por lo que no podemos conocimiento intuitivo nos da a conocer ideas
explicarlas a quienes no tengan impresiones primitivas. Leibniz no lo dice aquí, pero podemos
sensoriales semejantes. Sin embargo, las ideas suponer que habla únicamente de conocedores
de estas cualidades deben ser compuestas y, por imperfectos. Cuando dice que de ideas comple-
tanto, pueden analizarse más. Una idea distinta jas solo podemos tener conocimiento simbólico
es , por ejemplo, la que tiene del oro el joyero que o “ciego”, una manera sencilla de entenderlo es
es capaz de distinguir entre un objeto de oro y que en el momento en que llegamos a las ideas
otro que no lo es aunque parezca serlo. Aquí nos primitivas y al conocimiento intuitivo, superado
encontramos con caracteres que se aprecian por el conocimiento simbólico, ya no tenemos ideas
sentidos diferentes: número, tamaño, forma. Si complejas sino simples. También parece evidente
cada elemento incluido en un concepto distinto se que en estos textos, como en otros muchos, Lei-
conoce de manera distinta , y si el análisis se lleva bniz no distingue con precisión entre uso y men-
hasta el final, entonces tenemos conocimiento ción. ¿Cuánto de lo dicho se aplica a las ideas y
adecuado. El conocimiento de los números se no a los objetos de los cuales esas ideas son repre-
acerca a este ideal. Cuando no tenemos agotado sentaciones? Puesto que las ideas son primitivas
el análisis y usamos expresiones para referirnos a o simples y complejas en relación con los objetos
un objeto sin darnos cuenta de que a su vez otras de los que son representación, ¿qué quiere decir
expresiones se refieren al mismo objeto tenemos que hemos llegado a las ideas primitivas que sub-
conocimiento simbólico, como ocurre en álgebra, yacen detrás de una idea compleja?
aritmética y en general por todas partes. Así, Está claro que en la lista anterior de textos
podemos hablar de un polígono regular de mil leibnicianos que interesan a Coffa (ideas, nocio-
lados sin necesidad de saber que mil es igual a nes, conceptos y definiciones) hay aspectos subje-
diez al cubo. Cuando podemos pensar en todos tivos y objetivos y que Leibniz es muy cuidadoso
los elementos constitutivos de una idea muy en distinguirlos. Esta es la razón por la cual los
compleja tenemos un conocimiento intuitivo. El conceptos no son actos o estados mentales:

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mientras estos últimos son particulares y subjeti- animal y racional. Al ver el signo para el término
vos, de modo que no podrían ser los mismos en “oro” veríamos inmediatamente que se trata del
diferentes personas, en cambio varias personas metal más pesado.
pueden tener el mismo concepto. De hecho, si A los textos anteriores tenemos que añadir
no fuera así no nos entenderíamos al utilizar un aquellos que se refieren más bien a las relaciones
lenguaje común y, en consecuencia, cuando no entre significados o contenidos de los términos.
hay conceptos comunes a dos lenguajes no hay Nos parece que uno de los más relevantes es el
traducción posible; cuando un simbolismo parece que aparece como primera selección en la compi-
ser un lenguaje pero no tiene ningún significado, lación hecha por Philip P. Wiener [1951, 1-2]. Está
entonces no podemos entender qué es lo que dice. tomado de Elementos de la ley y la equidad, obra
Un término con significado es el signo de un con- de Leibniz escrita entre 1669 y 1670. Empieza
cepto; un término sin significado es un signo sin con la distinción entre ciencias de hechos y de
concepto [Couturat, 1903,1961: 512] definiciones, para colocar al derecho dentro de
Leibniz utiliza “término” con diferentes sen- estas últimas. Al proceder de acuerdo con con-
tidos. Algo semejante ocurre con “idea”, pero ceptos, el derecho se parece a las matemáticas:
parece ser más frecuente su uso como sinónimo aquello a lo que se refiere existe de alguna mane-
de “concepto”. Así como distingue entre trazos ra aunque nadie lo considere, como ocurre con
en el cerebro y conceptos, también considera resultados de operaciones matemáticas, que exis-
necesario distinguir entre imágenes e ideas. La ten objetiva y eternamente aunque quizá nadie
distinción aparece en Nuevos Ensayos, (Libro en ningún momento lleve a cabo las operaciones
II, cap. IX, §8 ) como crítica a la confusión entre para obtenerlos. Así, las conexiones necesarias de
las dos cosas que según Leibniz hace Locke. Las las cosas y sus implicaciones se demuestran sin
imágenes son pasajeras; las ideas llegan a ser mayores aditamentos porque se derivan de una
claras y distintas mediante definiciones. La única idea clara y distinta que , cuando se expresa en
manera de obtener ideas precisas es el análisis palabras, se deriva de una definición por medio
lógico o la definición. Quizá se pueda entender la de una serie concatenada de definiciones, es
distinción viendo a las imágenes como una ayuda decir, mediante una prueba. Puesto que la teoría
al proceso mediante el cual llegamos a tener ideas de la ley es una ciencia, la base de la ciencia es la
claras y distintas. prueba, y la base de la prueba es la definición, se
También son objetivos los contenidos de sigue que la definición de las palabras “ley”, “más
los conceptos que Leibniz trató de organizar en equitativa”, “justicia” debe establecerse primero.
su famosa característica universal. Aunque los Es decir, debemos explicitar claramente las ideas
textos del autor no siempre coinciden en lo que con las que habitualmente juzgamos la verdad de
quería construir, y a veces parece tener en mente nuestras aseveraciones y la corrección en el uso
un sistema formal como el de la lógica, hay bases de las palabras.
para pensar en que buscaba un lenguaje pictó- Fundamental nos parece el texto de la página
rico de comprensión inmediata para cualquier 1 en Leibniz Selections, editado por Wiener:
ser humano, independientemente de su lenguaje
materno. El isomorfismo entre lenguaje y reali- Puesto que la justicia consiste en una cierta
dad sería tan fuerte que se impondría al lector sin armonía y proporción, su significado per-
necesidad de aprendizaje ni traducción. En este manece con independencia de si alguien de
lenguaje los caracteres representarían los concep- hecho hace justicia a otros, o, al revés, de
si es tratado justamente. Lo mismo ocurre
tos de manera tan perfecta que veríamos en ellos
a las relaciones numéricas, que permane-
la reducción de los conceptos compuestos a los
cen verdaderas independientemente de si
simples, como si pudiéramos escribir los números alguien cuenta algo o de si algo es contado.
de tal manera que al ver un número compuesto En el mismo sentido juzgamos una casa, una
pudiésemos captar los primos de los que consta. máquina o una sociedad cuando decimos que
En un lenguaje así el carácter o signo para “ser si existieran serían bella, eficiente o feliz res-
humano” indicaría sin más los conceptos de pectivamente, aunque nunca existirán. Por

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tanto no es de extrañar que las proposiciones innatas, que aprobamos naturalmente como por
de estas ciencias posean verdad eterna. Son, instinto. Con frecuencia la consideración de la
a saber, proposiciones hipotéticas, y versan, naturaleza de las cosas no es más que el conoci-
no sobre lo que existe sino sobre lo que se miento de la naturaleza de nuestra mente.
sigue bajo la hipótesis de una existencia
definida. No se inician con los sentidos, sino
con una intuición clara y distinta, o, con una
idea, como la llamó Platón, palabra que en si
3. La necesidad en la contingencia
misma significa discernimiento o definición.
Igualmente relevante para la historia de la
La clave para la comprensión del texto tradición semántica es el esfuerzo hecho por Lei-
anterior es la noción de significado objetivo inde- bniz para explicar la presencia de lo necesario en
pendiente de los hechos contingentes, aunque se lo contingente. Dado que en la semántica contem-
base en ellos. Lo que permite la formulación de poránea la contingencia y la necesidad aparecen
las proposiciones hipotéticas de las que habla mezcladas como dos aspectos simultáneos en
Leibniz es el significado de los términos que en muchos tipos de enunciados, las afirmaciones lei-
ellas se conectan. bnicianas sobre la necesidad hipotética y de otros
Nótese que Leibniz identifica aquí intuición tipos resulta particularmente interesante. Como la
con idea. No es la intuición pura de la que habla semántica actual, pero a diferencia de Kant y sus
Kant, que no es una idea sino una capacidad. seguidores, necesidad y contingencia se mezclan
Aunque el parecido con la teoría kantiana del en Leibniz , quien habría entendido sin problemas
conocimiento a priori es notable, los textos en los que , aunque sea contingente que estamos aquí en
que habla de las ideas son numerosos y no siem- esta sala en este momento, sin embargo, al decir
pre coincidentes. En el libro II, capítulo I, párrafo cada uno “ yo estoy aquí ahora” expresamos una
1 de Nuevos Ensayos (1704) [Leibniz 1951, 408] verdad necesaria en el sentido de que no podría
está de acuerdo con la afirmación de que las ideas existir un emisor de la proposición que la emitiera
son objeto del pensamiento, siempre y cuando se y expresara con ella una falsedad. La explicación
añada que se trata de un objeto interno inmediato de Leibniz es ciertamente otra: en la contingencia
y que este objeto es una expresión de la naturale- hay necesidad hipotética que depende de desig-
za o las cualidades de las cosas. Si fuera la forma nios divinos, pero la idea de combinar ambas
del pensamiento, existiría solo mientras pensa- nociones a primera vista contradictorias entre sí es
mos, mientras que por ser el objeto existe antes y lo que nos interesa señalar . Además, recordemos
después del pensamiento actual. El objeto inme- que Leibniz introduce en la discusión otros tipos
diato externo de las ideas es únicamente Dios. de necesidad: metafísica, moral. Por supuesto que
La tabla rasa de que habla Locke al iniciar todo la forma como lo hace no coincide con el enfoque
conocimiento con los sentidos es, para Leibniz, tan semántico de nuestros días, pero la posibilidad de
ficticia como el vacío, los átomos o la materia combinación de nociones incompatibles de pri-
prima sin forma de la que hablan los escolásticos, mera entrada es lo que nos interesa señalar aqui.
todas ellas “cosas que la naturaleza no tolera”. Ante todo señalemos que para Leibniz estas
Las cosas uniformes y aquellas que no contienen nociones tienen pluralidad de signicados:
variedad son solo abstracciones, como el espacio,
el tiempo y las entidades de las matemáticas puras. “(...) nadie ignora cuanta variedad de acep-
ciones tienen los términos de posibilidad y
Antes de este texto, hay otro del mismo
necesidad” . (Carta de Leibniz a Des Bosses
libro que aparece en Wiener p.405, donde dice
del 1 de febrero 1707, en Leibniz 2007, 205.)
“la naturaleza de las cosas y la naturaleza de la
mente están de acuerdo”. Este es el isomorfismo “Los nombres de posibilidad y necesidad
entre ideas y realidad, entre mente y naturaleza , ciertamente se toman en sentidos variados
que aparece con frecuencia en Leibniz. A conti- (...)” (Carta a Des Bosses el 25 de julio de
nuación Leibniz defiende la existencia de ideas 1707, Leibniz 2007, 210.)

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ANTECEDENTES DE LA TRADICIÓN SEMÁNTICA EN LEIBNIZ 97

Si nos fijamos en los conceptos y nociones, se identifican con las analíticas en la medida en
entonces distinciones como la que Leibniz uti- que son verdaderas en virtud del lenguaje. De ahí
liza y explica entre ideas claras y distintas es surgen las disciplinas formales, a saber, la lógica
relevante para la tradición semántica. Pero más y las matemáticas. Todas las demás ciencias son
importante aún es la clasificación y modalidad de empíricas y tienen que ver con cuestiones de
las proposiciones, es decir, las distinciones entre hecho. Ante una proposición a priori pero trivial
proposiciones analíticas y sintéticas, necesarias como “si esto es verde, entonces no es rojo” la
y contingentes, a priori y a posteriori, clarifi- solución habitual dentro de la tradición de Hume
catorias y ampliativas. Mientras en Kant y sus consiste en afirmar que es verdadera en virtud del
seguidores hay una manera simple y automática lenguaje, es decir, a partir de lo que entendemos
de entender y relacionar estas distinciones, entre por “verde” y “rojo” en un sentido meramente
semánticos hoy cada distinción se entiende con convencional : podría ser de otra manera si el
mayor amplitud y se aplica en versiones que no lenguaje fuera diferente. Hume y sus seguidores
encajan con el uso habitual hasta ahora. De ahí sitúan el a priori en relaciones entre términos del
que pueda resultar útil volver a Leibniz para ver lenguaje, mientras los semánticos lo explican en
de qué manera las entendía, habida cuenta de que relaciones entre significados, independientes del
algunas de estas distinciones se originan con él lenguaje en que se expresen y cuya facticidad es
pero no coinciden con el uso postkantiano. anterior a cualquier lenguaje, así como condición
para que un conjunto de trazos se constituya en
un sistema de signos.
4. Debilidad de la tradición semántica Así pues, aunque la tradición semántica pare-
ce también otra variante del enfoque lingüístico
al problema del a priori, hay diferencias generales
Sin embargo –a diferencia del empirismo y
en relación con el empirismo. En primer lugar, la
del idealismo– la tradición semántica no ha lle-
tradición semántica no reduce las proposiciones a
gado a constituirse en una alternativa conocida
priori a las analíticas, pues admite proposiciones
y aceptada en lógica y epistemología. Muchas sintéticas a priori , aunque las explica de manera
de las ideas en que se basa siguen siendo tan diferente a la kantiana. En consecuencia, tampo-
desconocidas en nuestros días como cuando se co confina estas proposiciones a los límites bien
formularon. Para poner un ejemplo, la definición resguardados de la lógica y las matemáticas. Para
que da Bolzano de las proposiciones analíticas los semánticos proposiciones a priori verdaderas
(son aquellas donde la sustitución de los términos tenemos por todas partes: en el lenguaje cotidia-
en la posición de sujeto y predicado por otros del no, en acertijos con una sola solución necesaria,
mismo tipo no cambia el valor veritativo de la en las ciencias, en cualquier lenguaje artificial, en
proposición) no es la que uno encuentra en libros la combinación de indéxicos fuertes que aparecen
de lógica. En vez de eso, la lógica modal continúa en el enunciado “yo estoy aquí ahora”, que no
usando implementaciones técnicas de la noción puede ser emitido por nadie sin que sea verda-
de mundos posibles. Destacar esta diferencia es dero. El mundo cotidiano no es el reino de gene-
tema que nos interesa aquí; tratar de explicar la ralizaciones inductivas aceptadas por costumbre
poca acogida que ha tenido lo que Coffa llama la pero sin fundamento como pensaba Hume, sino
tradición semántica también resulta interesante más bien el ámbito de deducciones necesarias a
pero excede los propósitos de este trabajo. partir de datos, aunque sean tan triviales como
En todo caso, es verdad que cuesta distinguir las que hacemos para recordar adónde dejamos
entre lo que Coffa llama solución semántica al olvidadas las llaves o como cuando llenamos las
problema del a priori y la posición bien conocida casillas de un crucigrama. Aunque la tradición
de Hume y sus seguidores según los cuales solo semántica no rechaza la noción que tiene Hume
tenemos dos tipos de conocimiento: relaciones de de relaciones entre ideas, la explica de una mane-
ideas y cuestiones de hecho. Como es bien sabido, ra mucho más compleja. Su antecedente no es la
dentro de esta visión las proposiciones a priori afirmación de que nuestra mente cuando nacemos

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es una tabla rasa en la que luego la experiencia acostumbrados hoy. Por otra parte, muchas de las
escribe sus resultados, sino más bien la distinción explicaciones de Leibniz sobre la naturaleza de
cartesiana entre ideas claras y distintas, retomada ideas, conceptos y nociones, así como las distin-
y ampliada por Leibniz, así como la distinción ciones que hace de clases de necesidad, resultan
entre conocimiento a priori y a posteriori sin sin duda un anticipo de muchas de las posiciones
recurrir a la intuición pura. de la semántica actual. Como en muchos otros
En la correspondencia con Arnauld y Des temas, Leibniz mostró un talento especial para
Bosses Leibniz insiste en la distinción entre adelantarse a su tiempo.
necesidad absoluta e hipotética y aplica dicha
distinción repetidas veces. Al comienzo de la
correspondencia con Arnauld esta distinción es Bibliografía
fundamental en la discusión porque Leibniz con-
sidera que el rechazo que hace Arnauld de su idea 1) Obras de Leibniz :
de que la noción individual de alguien contiene
todo lo que ocurrirá se debe a una confusión entre -(1951) Leibniz Selections, editada por Philip P. Wie-
necesidad absoluta o fatal y necesidad hipotética. ner. Nueva York: Charles Scribner’s Sons.
En la Metafísica y en su extensa correspondencia -(1956) The Leibniz-Clarke Correspondence, togeth-
esta distinción se aplica en discusiones donde el er with extracts from Newton’s Principia and
tema con frecuencia es la libertad humana. Pero Opticks, ed. H.G. Alexander. Manchester and
también Leibniz tiene la famosa frase en la que New York. Manchester University Press,
habla de proposiciones en su carta a Arnauld del -(1961) Opuscules et fragments inédits de Leibniz, edi-
14 de julio de 1686 [Leibniz 2007, 61]: tada por L. Couturat. Hildesheim: Olms.
-(1966) Logical Papers, editada y traducida por G.H.R.
(...) en toda proposición afirmativa verdade- Parkinson. Oxford: Clarendon Press.
ra, necesaria o contingente, universal o sin- -(1966) Nouveaux essais sur l’entendement humain.
gular, la noción del predicado está siempre París: Garnier-Flammarion.
contenida de algún modo en la del sujeto, el -(2007) G.W. Leibniz Obras filosóficas y científicas,
predicado inhiere en el sujeto, o bien yo no vol.14 Correspondencia I. Editores Juan Anto-
se qué es la verdad. nio Nicolás y Maria Ramon Cubells. Granada:
Comares.
Habituados como estamos a la terminología
kantiana, decimos entonces que para Leibniz toda 2) Otras obras:
proposición verdadera es analítica. Arnauld, libre
de dicha influencia, objetó a Leibniz que según lo -Coffa, J. A. (1991) The Semantic Tradition from Kant
anterior toda proposición verdadera es necesaria. to Carnap, to the Vienna Station, edited by Linda
Como sabemos, Leibniz le contestó con la dis- Wessels. Cambridge, New York: Cambridge Uni-
tinción entre necesidad absoluta e hipotética. Al versity Press.
combinar contingencia con necesidad, anticipó -Kant, I. (1957) Logic, translated with an introduction
algunos resultados de la semántica actual. by Robert S.Hartman and Wolfgang Schwarz.
New York: Dover Publications.
-Frápolli Sanz, M.J., coordinadora (2007) Filosofía de
la lógica. Madrid: Tecnos.
Conclusión
-Ishiguro, H (1972,1990) Leibniz’s Philosophy of Logic
and Language. Cambridge,New York: Cambridge
Sería exagerado atribuir a Leibniz algo así University Press.
como una primera versión de las ideas de Bolza- -Jolley, N ed. (1995) The Cambridge Companion to
no y Frege en respuesta a Hume y Kant. También Leibniz. Cambridge , New York, Melbourne:
habría que evitar aplicar sin más a sus escritos Cambridge University-Press.
las distinciones hechas por Kant y otros auto- -Popper, K (1979) Die beiden Grundprobleme der
res posteriores, distinciones a las que estamos Erkenntnistheorie, Tübingen: Mohr.

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ANTECEDENTES DE LA TRADICIÓN SEMÁNTICA EN LEIBNIZ 99

-Resnik, M. D. (1980) Frege and the Philosophy of -Sánchez Rodríguez, M - Rodero Cilleros, S eds.
Mathematics. Ithaca and London: Cornell Uni- (2010) Leibniz en la filosofía y la ciencia moder-
versity Press. nas. Granada: Comares.
-Rovira, R (2006) Léxico fundamental de la Metafísi-
ca de Leibniz . Madrid: Trotta.

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