Buscad A Jehova y Vivid
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• “En los terribles castigos que cayeron sobre las diez tribus, el Señor tenía
un propósito sabio y misericordioso. Lo que ya no podía lograr por medio de
ellas en la tierra de sus padres, procuraría hacerlo esparciéndolas entre los
paganos. Su plan para salvar a todos los que quisieran obtener perdón
mediante el Salvador de la familia humana, debía cumplirse todavía... No
todos los que fueron llevados cautivos eran impenitentes. Había entre ellos
algunos que habían permanecido fieles a Dios, y otros que se habían
humillado delante de él. Mediante éstos, los “hijos del Dios viviente” (Oseas
1:10), iba a comunicar a multitudes del reino asirio un conocimiento de los
atributos de su carácter y de la beneficencia de su ley.”
(Elena G. de White, Profetas y reyes, p. 217)
2. DIOS MÁS VALORA EL TRATO INTERPERSONAL QUE LAS FORMAS RELIGIOSAS (AMÓS 5:10-12,
21-27)
• “La casa de Jacob aparentaba ser un pueblo muy celoso, que buscaba
diariamente a Dios y se deleitaba en conocer sus caminos; pero en realidad
estaba lleno de presuntuosa confianza propia... No se practicaban la
bondad, la misericordia y el amor… acariciaban el orgullo y la avaricia. Al
mismo tiempo que hacían ostentación de humildad, exigían un duro trabajo
de aquellos a quienes so juzgaban o empleaban. Daban valor excesivo a
todo lo bueno que habían hecho, pero menospreciaban en gran manera los
servicios de otros. Despreciaban y oprimían al pobre. Y su ayuno sólo les
daba una opinión más elevada de su propia bondad. Hoy día hay entre
nosotros pecados de esta misma naturaleza, los cuales traen el reproche de
Dios sobre su iglesia.” (Elena G. de White, Review and Herald, 13de
octubre, 1891)
4. QUIEN EN LA PALABRA DE DIOS NO CONFÍA AL FINAL DEL TIEMPO LA ANSÍA (AMÓS 8:11, 12)
• “En el tiempo cuando los juicios de Dios estén cayendo sin misericordia, ¡oh,
cuán envidiable resultará para los pecadores la posición de los que habitan
“al abrigo del Altísimo”!… el miedo y el horror invadieron a los malvados.
Con terrible claridad oyeron estas palabras: “¡Demasiado tarde! ¡Demasiado
tarde!”… Quienes habían menospreciado la Palabra de Dios corrían
azorados de un lado a otro, errantes de mar a mar y de norte a oriente en
busca de la Palabra del Señor. Dijo el ángel: “No la hallarán. Hay hambre en
la Tierra; no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír las palabras del
Señor. ¡Qué no darían por oír una palabra de aprobación de parte de
Dios!”.Elena G. de White, ¡Maranata, el Señor viene!, p. 280
5. NO HAY REAVIVAMIENTO SIN LA RESTAURACIÓN DEL PACTO CON DIOS (AMÓS 9:11, 12)
• “las profecías de juicio que dieran Amós y Oseas iban acompañadas de
predicciones referentes a una gloria futura. A las diez tribus, durante mucho
tiempo, rebeldes e impenitentes, no se les prometió una restauración
completa de su poder anterior en Palestina. Hasta el fin del tiempo, habrían
de andar "errantes entre las gentes." Pero mediante Oseas fue dada una
profecía que les ofreció el privilegio de tener parte en la restauración final
que ha de experimentar el pueblo de Dios al fin de la historia de esta tierra,
cuando Cristo aparezca como Rey de reyes y Señor de señores.”
• Elena G. de White, Profetas y reyes, pp. 223, 224