4 Jesús y El Juicio
4 Jesús y El Juicio
4 Jesús y El Juicio
JESÚS Y EL JUICIO:
POR QUÉ EL JUICIO ES UNA BUENA NOTICIA, NO
UNA MALA NOTICIA
Pero lo que quiero estudiar con ustedes ahora es un panorama más amplio
y una comprensión más amplia del juicio que impacta poderosamente
nuestras vidas.
Muchos cristianos temen el juicio. Temen que sus vidas sean revisadas
ante un Dios justo. Pero al estudiar el juicio en esta presentación, recuerde
tres poderosos principios del juicio del cielo:
Todo esto fue con un propósito: salvarnos. En el análisis final, cada ser en
el universo verá que el Calvario es suficiente, la cruz es suficiente. Jesús no
pudo hacer nada más. Él ha hecho todo lo que ha podido. El universo entero
estallará en una canción arrebatadora:
"¡Grandes y maravillosas son Tus obras, Señor Dios Todopoderoso! ¡Justo
y verdadero son tus caminos, oh Rey de los santos!" (Apocalipsis 15:3).
El juicio de Apocalipsis revela el amor insondable de Dios, así como su
justicia al tratar con la controversia entre el bien y el mal. Revela de una vez
por todas, ahora y para siempre, en el presente y por toda la eternidad, que
el cielo no podría haber hecho una cosa más para salvarnos.
LA INTERSECCIÓN DE LA JUSTICIA Y LA
MISERICORDIA
Tanto la cruz como el juicio revelan que Dios es justo y misericordioso. La
ley quebrantada exige la muerte del pecador. La justicia declara: "Porque la
paga del pecado es muerte", pero la misericordia responde: "mas la dádiva
de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23). Si la
ley de Dios pudiera ser cambiada o abolida, habría sido totalmente
innecesario que Jesús muriera. La muerte de Cristo establece la naturaleza
eterna de la ley, y la ley es la base para el juicio. Apocalipsis 20:12 aclara esta
verdad eterna:
"Y los muertos eran juzgados según sus obras, por las cosas que estaban
escritas en los libros".
Las obras revelan nuestras elecciones. Nuestras obras revelan nuestra
lealtad.
Según Efesios 2:8–10: "Porque por gracia habéis sido salvos por medio de
la fe, y no por nosotros mismos; es don de Dios" (versículo 8). Pero cuando
Cristo nos salva, nos cambia, "no por obras, para que nadie se gloríe"
(versículo 9). "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras" (versículo 10).
Nuestras buenas obras, fortalecidas por el Espíritu Santo, no nos salvan,
pero sí testifican que nuestra fe es genuina. El juicio final de Dios elimina
toda pretensión, toda hipocresía, toda falsedad, y penetra en lo más
profundo de nuestro ser. Cristo revela que Él ha hecho todo lo posible para
salvarnos, y el juicio revela cómo hemos respondido a la gracia salvadora de
Cristo.
Hay una segunda verdad eterna sobre el anuncio de los tres ángeles sobre
el juicio que no podemos perdernos:
2. La sentencia ha llegado. Es un juicio en tiempo presente. La hora del
juicio de Dios es aquí.
Juan declara en términos inequívocos en Apocalipsis 14:7 que "ha llegado
la hora de su juicio". Aquí hay un mensaje urgente de verdad presente para
el mundo entero. Note que nuestro texto no dice que "la hora del juicio de
Dios será ven." En cambio, anuncia enfáticamente que "la hora de su juicio".
tiene ven", en tiempo presente.
Esto es lógico. Cuando Jesús venga, según Mateo 16:27, "el Hijo del
Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces
recompensará a cada uno según sus obras".
Exiliado en la isla de Patmos, el apóstol Juan, escribiendo en el último
capítulo del último libro de la Biblia, Apocalipsis, declara: "Y he aquí, vengo
pronto, y mi recompensa está conmigo, para dar a cada uno según su obra"
(Apocalipsis 22:12).
Sígueme de cerca ahora. Si Cristo viene a dar las recompensas, debe haber,
necesariamente, un juicio antes de que Él venga a determinar quién recibe
qué recompensa. Esto nos lleva a estas preguntas lógicas: ¿Podríamos estar
viviendo en la hora del juicio ahora? ¿Se está acabando el tiempo? ¿Estamos
en el filo de la eternidad? Si ha llegado la hora del juicio de Dios, ¿cuándo
comenzó este juicio?
Podemos encontrar la respuesta en los libros proféticos de Daniel y
Apocalipsis, que son volúmenes complementarios que nos señalan los
eventos que se desarrollan en los últimos días de la historia de la tierra. El
libro de Apocalipsis anuncia que ha llegado la hora del juicio de Dios. El libro
de Daniel revela cuándo comenzó el juicio. En este estudio, presentamos la
conexión entre las profecías de Daniel y Apocalipsis sobre el juicio. En el
próximo capítulo sobre los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14,
estudiaremos más profundamente el momento exacto del comienzo del
juicio.