Empresa y Sustentabilidad
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Empresa y Sustentabilidad
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cual fuera el medio, electrónico o mecánico, sin el consentimiento del Consejo de Publicaciones UAT.
Libro digital
Esta obra y sus capítulos fue sometida a una revisión de pares a doble ciego, la cual
fue realizada por especialistas pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadoras
e Investigadores. Así mismo, fue aprobada para su publicación por el Consejo de
Publicaciones de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y el Comité Interno de la
editorial Fontamara.
Empresa
y sustentabilidad
Coordinadores:
Magda Lizet Ochoa Hernández
José Ignacio Azuela Flores
Ricardo Alberto Sánchez Jaime
M.C. Dámaso Leonardo Anaya Alvarado
Presidente
Capítulo I
Innovación Social Corporativa: un análisis de co-citación y
co-palabras 9
Abril Ayala Hernández, José Ignacio Azuela Flores y Nuria Viejo Fernández
Capítulo II
El rol crítico de los SIV en las estrategias ambientales del
sector manufacturero mexicano 33
Enrique Ismael Meléndez-Ruiz, Demian Ábrego Almazán y José Melchor Medina Quinte
Capítulo III
Capital social organizacional y resiliencia organizacional:
una revisión sistemática de literatura 49
Griselda Meraz Acevedo, Magda Lizet Ochoa Hernández y Jessica Ivonne Hinojosa López
Capítulo IV
Capital intangible y sustentabilidad en la competitividad del
sector agropecuario regional 75
Ana Xóchitl Barrios del Ángel, Daniel Bucio Gutiérrez y Miguel Ángel Reyna-Castillo
Capítulo V
Comercio electrónico y su impacto en los factores de
sustentabilidad de las pymes, un análisis bibliométrico 95
Josefina Moreno Galdeano, Magda Lizet Ochoa Hernández y Mónica Lorena Sánchez Limón
Capítulo VI
Responsabilidad social empresarial y desempeño financiero:
una clasificación de las empresas que cotizan en la
Bolsa Mexicana de Valores 109
Ma. de Lourdes Cuellar Hernández, Dionicio Morales Ramírez, Elías Alvarado Lagunas
Capítulo VII
La norma ISO 14001 y el desempeño financiero. Una
aproximación teórica 129
Noé Almazán Carrizalez, Jorge Alberto Pérez Cruz y Elizabeth Lizeth Mayer Granados
Capítulo VIII
Revisión sistemática de las finanzas sustentables en el
contexto latinoamericano 149
Madelyn Ávila Vera, Laura Esther Jiménez Ferretiz y Ricardo Cristhian Pelagio Morales
Capítulo IX
Estrategias de marketing de sustentabilidad: revisión
de literatura 169
María G. Morales González, Jannett Ayup González y Yesenia Sánchez Tovar
Capítulo X
El consumo socialmente responsable: un análisis con
variables demográficas en el periodo COVID-19 191
Saúl Emmanuel Alonso Olivares, Lucirene Rangel Lyne y Karla Paola Jiménez Almaguer
Capítulo XI
Adopción de sistemas de planificación de recursos
empresariales como estrategia para alcanzar la
sustentabilidad en pymes: un estudio bibliométrico 207
Silvia Leticia López Rivas y Jannett Ayup González
Capítulo XII
Índice de Condiciones Laborales en el empleo formal en
periodo de pandemia por COVID-19 en México 225
Ileana Martínez Olvera, Dionicio Morales Ramírez y Jorge Alberto Pérez Cruz
Capítulo I
Innovación Social Corporativa: un análisis
de co-citación y co-palabras
Abril Ayala Hernández1
José Ignacio Azuela Flores1
Nuria Viejo Fernández2
1
Universidad de Oviedo.
2
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
9
Resumen
El presente estudio analiza el estado actual de la investigación académica enfocada
en la Innovación Social Corporativa (ISC), por medio de una revisión sistemática
de la literatura utilizando la base de datos Web of Science. Se identificaron 1767
artículos, de los cuales 311 se emplearon para el análisis de co-citación y co-palabras.
Los resultados sugieren que el futuro de la investigación de la ISC se centrará en
seis líneas: 1) la relación con el desempeño y el conocimiento, 2) emprendedurismo
e innovación social, 3) ventaja competitiva, 4) tecnologías y redes sociales, 5)
responsabilidad social corporativa con impacto y 6) sustentabilidad estratégica.
Palabras clave: Innovación Social Corporativa (ISC), bibliométrico, co-citación,
co-palabras.
Introducción
La innovación social, entendida como “aquellas innovaciones desarrolladas por
gobiernos, empresas o personas que contribuyen de forma novedosa a mejorar la
calidad de vida de la sociedad y que al mismo tiempo generan beneficios económicos
o al menos sostenibles” (Alonso-Martínez et al., 2015, p. 54) no se limita a un sector
(público o privado), ni a la tecnología, los procesos o el crecimiento económico.
Sino que, tal y como indican Alonso-Martínez et al. (2015), se centra en promover
soluciones innovadoras a los problemas sociales con independencia del sector o la
industria de que se trate.
La innovación social es una herramienta clave para la solución de problemas
como la pobreza y el hambre (Nicholls et al., 2015), sustituyendo así al enfoque de la
responsabilidad social empresarial (Dionisio y de Vargas, 2020; Mirvis et al., 2016;
Tykkyläinen y Ritala, 2020). Se espera que la ISC sea la respuesta a la necesidad
de las empresas de balancear su finalidad lucrativa, reputación y estrategias con las
necesidades sociales de su comunidad, para alcanzar los objetivos corporativos y
aliviar problemas sociales (Husted y Allen, 2006; Saka-Helmhout et al., 2021).
La revisión de la literatura refleja que la ISC se ha analizado fundamentalmente
en las empresas sociales (Alcaide Lozano et al., 2019; Cavazos-Arroyo, 2020;
Pasricha y Rao, 2018; Svensson et al., 2020). Esta apuesta tiene su justificación
en la naturaleza y propia definición de las organizaciones sociales. Sin embargo,
según Díaz-Perdomo et al. (2021), el entorno actual y, en especial, los individuos,
muestran una orientación a que las empresas, con independencia de su naturaleza,
tamaño o sector en el que ejerzan su actividad sean socialmente responsables.
De hecho, ya existen agencias de calificación que al conceder un crédito
analizan si las compañías disponen de una dimensión social o realizan algún tipo
de actividad o iniciativa en esa área.
11
Cualquier tipo de empresa puede tener una tendencia a la innovación social
(TIS). Los estudios más recientes reflejan que la ISC es una inversión estratégica
que realizan las empresas con el objetivo de co-crear algo novedoso que ofrezca
soluciones sustentables a la problemática social (Saka-Helmhout et al., 2021).
Para ello, todas las áreas funcionales están implicadas, tomando la alta dirección
el papel de liderazgo para también, establecer contacto con otros agentes sociales
relevantes que pueden ayudar en este objetivo como, por ejemplo, el gobierno u
otras instituciones sociales o sin ánimo de lucro.
No obstante, a pesar de la relevancia de la innovación social, a la fecha no
hay un acuerdo sobre la definición de este concepto (Alonso-Martínez et al., 2015).
En la literatura se pueden encontrar múltiples definiciones de la innovación social y
otros conceptos relacionados que, en ocasiones, son empleados como sinónimos de
la innovación social. Este es el caso, por ejemplo, del emprendimiento social (Bevolo,
2017; Mair y Martí, 2006; Phillips et al., 2015; Talmage et al., 2019; Tan Luc et al.,
2020), creación de valor social (Pantea Foroudi et al., 2020; Nandan et al., 2019;
Ozdemir y Gupta, 2021), cambio social (Deiglmeier et al., 2008; Domanski et al.,
2020; Pantea Foroudi et al., 2020; Mair y Martí, 2006; Moulaert et al., 2013), impacto
social (Leite, 2022; Mollinger-Sahba et al., 2021; Ronzani et al., 2021) y tendencia a
la innovación social (Cunha et al., 2022; Pasricha y Rao, 2018; Sonmez et al., 2019).
Reconociendo la existencia de estudios bibliométricos que abordan el
emprendimiento social (Dionisio, 2019; Hota et al., 2020) y la innovación social
(Blanco-Ariza et al., 2019; Domanski et al., 2020; Pantea Foroudi et al., 2020), es
necesario realizar un estudio bibliométrico de la innovación social que considere sus
distintas acepciones, así como los conceptos relacionados.
Por tanto, la presente investigación propone como objetivo un análisis
bibliométrico de la literatura relativa a la ISC dentro de la base de datos Web of Science
(WOS). El trabajo se estructura en cuatro partes. En la primera parte se describe la
metodología. Enseguida, se muestran los resultados obtenidos. A continuación, en
la tercera parte se muestra la discusión y finalmente, en la cuarta parte se presentan
las conclusiones, así como sugerencias para futuras investigaciones.
12
La revisión sistemática es en la actualidad un proceso recurrente dentro de la
investigación académica y, en especial, en la investigación sobre gestión empresarial
(Dionisio y de Vargas, 2020). El mundo de los negocios es altamente cambiante,
en el que las corrientes y fenómenos se suceden de manera constante y continua.
Existe un amplio abanico de posibilidades a estudiar y se necesita una metodología
que ofrezca una “fotografía fija” de la literatura en un momento puntual para
desarrollar investigación rigurosa y robusta, que brinde credibilidad a la comunidad
científica y al ámbito empresarial para tomar las decisiones adecuadas (João-Roland
y Granados, 2020).
La principal ventaja que aporta la revisión sistemática es que reduce la
incertidumbre al gestionar grandes cantidades de información y datos (Haustein
y Larivière, 2015). Al combinar el cruce de referencias entre revistas y autores, las
macro búsquedas en diferentes bases de datos científicas y aplicar diferentes criterios
de filtros (Tregua et al., 2021), la información y datos se clasifican y ponderan
con base en su relevancia. No obstante, como cualquier otro procedimiento,
tiene limitaciones. Entre las dificultades de la revisión sistemática se encuentra la
complejidad de elegir entre gran cantidad de información. De igual forma, resulta
complicado fechar el momento hasta cuándo realizar la revisión. Por este motivo, la
revisión sistemática necesita de una planificación (Tranfield et al., 2003).
Figura 1
Enfoque metodológico de la literatura
13
criterios de inclusión de las publicaciones que conformaron la muestra. Finalmente,
la cuarta etapa corresponde al análisis. En ella se presenta una descripción general
de los resultados de manera descriptiva, temática y con un análisis de las palabras
clave para determinar las variables relacionadas.
Planificación
Para alcanzar el objetivo de esta investigación, el primer paso fue definir las palabras
clave para extraer la literatura de mayor relevancia para este estudio. Definidas las
palabras clave, se planifican los criterios de búsqueda. El primero supone incluir en
el resumen (abstract) la siguiente ecuación de búsqueda avanzada: ABS ((«corporate
social innovation» OR «social innovation enterprise» OR «business social innovation» AND
«“social value”1»)).
El segundo de los criterios establecidos para la revisión sistemática es tener
en cuenta: (1) que el enfoque en la innovación sea exclusivamente para promover
valor social, y/o (2) que exista participación de las empresas en actividades sociales.2
Como resultado, se obtuvieron un total de 1767 artículos.
Selección
En esta etapa se seleccionan las bases de datos de mayor relevancia para la búsqueda
de publicaciones. Inicialmente se eligieron dos repositorios, WOS y Scopus. El
análisis de ambas bases de datos supuso el descarte de Scopus. La razón reside en que
Scopus ofreció 268 artículos que en su mayoría eran los mismos que los aportados
por WOS. WOS es una de las bases de datos de referencias bibliográficas y citas de
publicaciones periódicas de mayor antigüedad. WOS registra información desde
el año 1900 hasta la fecha, agrupando a más de 34 000 revistas a nivel mundial y
de distintas disciplinas (Clarivate, 2022). Además proporciona más de un millón
de artículos de las áreas económico y empresarial y destaca por la cantidad de sus
publicaciones (Clarivate, 2021b).
1
La especificación de social value se realizó para excluir otras definiciones, ya que, dentro de la literatura,
los términos social y valor se utilizan con diferentes acepciones como, por ejemplo, valorar la
salud en el caso de valor o para referirse a las redes sociales en el caso de social (Dionisio y de
Vargas, 2020).
2
Otros filtros de búsqueda aplicados fueron: idioma (con el objetivo de obtener únicamente aquellos
artículos en idioma inglés), tipo de documento (solo se consideraron artículos en revistas
académicas, conferencias, capítulos o libros completos. No se incluyen en esta búsqueda
contribuciones como actas de congresos, documentos de trabajo o working papers, o Tesis
Doctorales).
14
Cribado
Elegida la base de datos, se excluyeron los artículos que no tienen la suficiente
relevancia. El criterio seguido para el cribado fue el número de citas. Así se
consideraron únicamente los documentos que tuvieran un promedio de 20. El
resultado provocó una gran reducción en el número de artículos a considerar,
pasando de 1767 artículos a 311.
Análisis
Primero, se hizo un análisis descriptivo del tema en cuanto a revistas clave, tipos
de artículos y campo de estudio. A continuación, se realizó un análisis temático
mediante la co-citación y las co-palabras utilizando el software VOSviewer (Van Eck
y Waltman, 2010). El objetivo fue evaluar los conceptos que se relacionan con la
ISC para identificar posibles variables de estudio relacionadas con el tema principal
de esta investigación.
Resultados
• Estadísticas descriptivas
La Figura 2 muestra las tendencias anuales de las publicaciones en ISC con
enfoque en la creación de valor social respecto al año de publicación. El análisis
de los últimos diez periodos refleja que desde el 2017, esta temática ha ascendido
considerablemente. Entre 2018 y 2019, incrementó en un 45.4 %. El promedio
anual de publicaciones es de 39.93, por lo que la ISC encaminada a crear valor
social recibe más atención por parte de la comunidad académica.
Figura 2
Tendencias anuales en la cantidad de publicaciones en ISC desde 2012 hasta 2022
15
Las estadísticas relativas al área geográfica muestran que China es el país
predominante en número de publicaciones, 429. Estos resultados son casi el doble
del de los EE.UU. que ocupa el segundo lugar en el ranking con 246 (ver Tabla
1). Dentro de la Tabla 1 también se observa que los tres primeros países de la
clasificación acumulan más del 50 % de publicaciones. Si el análisis se realiza por
continentes, considerando los diez países con mayor producción, el primer lugar lo
ocupa Europa con un 36.0 %, en segundo lugar, se encuentra Asia con un 35.1 %,
en tercer lugar se ubica América con 21.8 % y Oceanía ocupa el cuarto lugar
con un 7.1 % de publicaciones, siendo destacable que este continente solo está
representado por Australia, que también ocupa la misma posición en el ranking de
países.
Tabla 1
Ranking de países con publicaciones de ISC con enfoque en creación de valor social
• Revista
Dentro del análisis sistemático de la revisión de la literatura, el tipo de revista de
estudio toma gran relevancia (Rey-Martí et al., 2016). En la Tabla 2 se desglosan
las revistas que más publicaciones tienen sobre ISC con enfoque en la creación de
valor social. La revista Sustainability es la que ocupa el primer puesto en el ranking
con 136 publicaciones en el ramo. Esto supone, el triple de publicaciones respecto
a la segunda posición ocupada por Journal of Cleaner Production (40 publicaciones).
16
Esta última revista se ubica en el cuartil 1 (Q13) en 3 categorías,4 y tiene un
factor de impacto de 11.07 dentro del Journal Citation Reports (JCR) 2021. La revista
Sustainability tiene un índice de impacto de 3.88, y se encuentra en las categorías Q2,
Q3 y Q4 dentro de 4 categorías del JCR.
A considerable distancia se sitúan las revistas Technological Forecasting and Social
Change y Journal of Business Research que ocupan el tercer y cuarto lugar con 23 y 22
publicaciones respectivamente. El resto de las revistas del top diez publicaron entre
11 y 17 artículos relacionados con la ISC.
• Área de investigación
La ISC es un tema interconectado con áreas como la economía, las ciencias
ambientales, las ciencias tecnológicas, la ingeniería, las ciencias computacionales,
las ciencias sociales, la administración pública, o la educación, entre otros.
La Tabla 3 representa las áreas de investigación relacionadas con la ISC con
enfoque en creación de valor social. Se puede comprobar que el área de economía
y negocios concentra el mayor número de publicaciones a pesar de ser un término
multidisciplinar. Así, concentra un 40 % del total de artículos. Estos resultados
afianzan la importancia de ISC dentro del ámbito empresarial y su contribución en
el camino para la sustentabilidad tan necesario en el entorno actual.
Tabla 2
Distribución de publicaciones por revista
3
Las revistas con el índice de impacto más alto están en el primer cuartil. Los cuartiles medios en el
segundo y el tercero y el cuartil más bajo es el cuarto (Clarivate, 2021a).
4
Una misma revista puede estar indexada en más de una categoría. Y, por tanto, tendrá un percentil y
cuartil diferente en cada una de las categorías en las que haya sido indexada (Clarivate, 2021a).
17
Clasificación Journal Cantidad de publicaciones
8 European Journal of Innovation 13
Management
Management Decision 13
9 Journal of Social Entrepreneurship 12
Kybernetes 12
Science Technology and Society 12
10 Industrial Marketing Management 11
Journal of Business Ethics 11
Journal of Entrepreneurship in Emerging 11
Economies
Plos One 11
Otros 1376
Fuente: elaboración propia.
Tabla 3
Áreas de investigación sobre ISC con enfoque en creación de valor social
18
En la Tabla 4 se observan los artículos más relevantes en orden del número
de citas que recibieron en WOS.
Tabla 4
Top-15 de los artículos más citados en WOS entre 2004 y 2022
La Tabla 4 refleja el top-15 de los artículos más citados en WOS. Dentro de este
ranking se identifican como primer artículo Explicating dynamic capabilities: The nature
and microfoundations of (sustainable) enterprise performance elaborado por Teece (2007)
en Strategic Management Journal con 4863 citaciones, seguido por Strategy and society
de Porter y Kramer (2006) en Harvard Business Review con 3910 citaciones. En
la tercera posición se encuentra Sustainability-oriented innovation of SMEs: a systematic
review elaborado por Klewitz y Hansen (2014) en Journal of Cleaner Production.
Al comparar la importancia de las revistas incluidas en el top-15 de los
artículos más citados, únicamente Journal of Cleaner Production aparece entre las diez
fuentes de mayor relevancia, con un total de 40 publicaciones.
La ISC (como pilar principal en la esfera de la sustentabilidad) está teniendo
cada vez más auge en la comunidad científica y está siendo parte de los “genes” de
las empresas, para alinearse a los nuevos desafíos en el entorno VUCA (volatilidad,
incertidumbre, complejidad y ambigüedad) en el que compiten. Las organizaciones
están reconfigurando la forma en que hacen negocios, con mayor consciencia sobre
el capitalismo. Así, dan prioridad a los ejes sociales y ambientales para nivelarlos
con el eje económico (Mackey y Sisodia, 2014). De tal manera que la innovación
social en las empresas es una tendencia en crecimiento que los líderes adoptan para
crear empresas más conscientes de su realidad y actúan al respecto.
20
• Co-citación: La red de citas conjuntas
Respecto a la frecuencia con la que dos artículos son citados juntos por un tercero,
en las redes bibliométricas se genera una red de co-citación de las referencias y/o
fuentes, así como los autores citados (Stopar y Bartol, 2018). Este trabajo analiza
la co-citación mediante VOSviewer que desde una perspectiva funcional, permite
el análisis de co-citación mediante tres tipos: (1) la co-citación de referencias
bibliográficas, (2) la co-citación de fuentes (es decir, por revistas en las que se
publicaron las referencias bibliográficas), y (3) la co-citación de autores, con la
finalidad de identificar conceptos relacionados semánticamente.
En este análisis de co-citación la atención se centró en las revistas y en los
autores. Al ser un tema en crecimiento, se eligió como umbral de análisis de co-
citación el valor de 10 citas por fuente/revista (y no el valor predeterminado de
VOSviewer que es de 20). Este resultado refleja que el umbral de 10 co-citaciones
fue excedido por 296 de las 8286 fuentes únicas identificadas para la base de datos
WOS. La co-citación por revistas que excedieron el umbral de 10 co-citaciones se
visualiza en la Figura 3.
Figura 3
Análisis de co-citación visualizada por revista entre 2004 y 2022
21
El tamaño del círculo muestra la cantidad de citas estandarizadas que reciben los
documentos. El grueso de las líneas indica la fuerza de las relaciones de citación.
El vínculo y la distancia entre dos artículos especifican la relación de co-citación.
Cada grupo está visualizado por un color con el que está relacionada
la publicación. En cada burbuja se muestra el nombre de la revista (Van Eck y
Waltman, 2022).
El análisis de co-citación, de acuerdo con el criterio de la revista, enfatiza que
los principales lugares de la red de co-citación bibliométrica en WOS fueron Journal
of Cleaner Production con 539 citaciones, seguido por Strategic Management Journal con
520 citaciones. La tercera posición se comparte por Academy of Management Review
con 404, así como Academy of Management Journal con 403.
Respecto al análisis de co-citación por autores, siguiendo el umbral establecido
de mínimo 10 citaciones por cada autor, se obtuvo como resultado que, de 14
039 referencias bibliográficas de autores, 182 se encontraron en el requerimiento
mínimo de 10 citaciones. Bajo esta perspectiva de análisis por autor, en la Figura
4 se refleja que el lugar central en la red bibliométrica de WOS está dominado
por Porter, M. (81), Teece, D. (68) Hair, J. (67), Eisenhardt, K. (58), Zahra, S. (49),
European Comission (49), Fornell, C. (43), Podsakoff, P. (43), Oecd (39), Nonaka, I.
(38), y Mair, J. (38).
Figura 4
Red de co-citación por autores entre 2004 y 2022
22
Comparando estos resultados de co-citación por autores con la lista de los 15
artículos más citados, mencionados previamente en la Tabla 4 se encontró que
Teece, D. ocupa la primera posición con 4863 citaciones a manera individual.
Porter ha sido citado más veces en conjunto con otros documentos. También figura
en esta lista Mair, J. con 196 citaciones. El resto de los autores no se encontró en
esta lista.
5
Con la finalidad de acotar el resultado, se unieron 15 palabras clave con el mismo significado
que se encontraron en plural o abreviadas, las palabras reemplazadas se indican dentro
del paréntesis: firms (firm), corporate social responsability (csr,corporate social-responsability, social-
responsability), organizations (organization) entrepreneuship (entrepreneurial orientaton), smes (medium-sized
enterprises, sme), competitive advantage (competitiveness), social enterprise (social enterprises), sustainability
(sustainable development), model (models), policy (politics), strategy (strategies), technology (technologies),
capabilities (capability).
6
En el análisis de clustering que realiza VOSviewer, las asociaciones de palabras obtenidas son
asimilables a las líneas temáticas de los campos científicos (Galvez, 2018).
23
Discusión
A pesar de que la ISC aún se considera un tema nuevo y poco explorado, existe
un afán para su fortalecimiento como campo de investigación independiente
(Baltazar Herrera y Herrera, 2015; Clouet et al., 2021; Dionisio y de Vargas, 2020;
Foroudi et al., 2021; Mirvis et al., 2016; Tabares, 2020; Varadarajan Kaul, 2018).
Muchos estudios conceptuales y escasez de estudios empíricos indican que la ISC
sigue necesitando fortalecer su propia estructura. No obstante, el incremento en el
número de publicaciones en la última década muestra que el tema está ganando
interés en la investigación científica.
Figura 5
Red de palabras clave en ISC con enfoque en creación de valor social
24
primer grupo como temas relacionados a la ISC con mayor relevancia, desempeño,
conocimiento y redes. En el segundo grupo, emprendedurismo, modelo e
innovación social figuran en los 3 primeros lugares. En el tercer grupo se identifica
la ventaja competitiva, desempeño de la firma y desempeño financiero. En el cuarto
grupo, tecnologías, redes sociales y adopción. En el quinto grupo, innovación,
responsabilidad social corporativa e impacto. Finalmente, en el sexto grupo figuran
la sustentabilidad, estrategia y estructura como principales conceptos relacionados.
Conclusiones
Este análisis exploró y mapeó el campo de la ISC con enfoque en la creación
de valor social, bajo dos técnicas de filtrado de búsqueda para explorar el tema
emergente de la TIS empresarial. El artículo muestra estadísticas descriptivas con
el crecimiento anual en publicaciones por países y las revistas de mayor relevancia
para la revisión de la literatura en este tema.
El documento contribuye a la literatura sobre ISC con enfoque en creación
de valor social identificando las tendencias conceptuales relacionadas al mismo e
indicando la ruta de la dirección de futuras investigaciones a través de co-citación
y análisis de co-palabras.
Se extrajeron 1767 publicaciones sobre ISC con énfasis en valor social de la
base de datos de WOS. Los resultados muestran que la temática ha ascendido de
manera considerable desde el año 2017. China y EE.UU. son los países con mayor
número de publicaciones. Por su parte, la revista con mayor número de publicaciones
es Sustainability, siendo necesario matizar que Journal of Cleaner Production, que ocupa
el segundo lugar en publicaciones, es la revista más influyente sobre la investigación
en ISC. Asimismo, el resultado de los primeros lugares en las áreas de investigación
Business Economics y Environmental Sciences Ecology muestra la relevancia de la ISC en
las empresas y, específicamente, en una de las áreas con mayor proyección en la
actualidad, la sustentabilidad.
El estudio utilizó dos técnicas de métodos bibliométricos, a través de un
proceso de planificación para mostrar estadísticas descriptivas y derivado de esto, la
co-citación y el análisis de co-palabras. Se utilizó un criterio de exclusión tomando
como referencia un promedio de 20 citas como mínimo, y se acotó la muestra
inicial de 1767 artículos a 311, de los cuales se seleccionó una lista con el top-15 de
los artículos más citados en WOS. Bajo esta perspectiva se comparó con el top-10
de las fuentes de mayor relevancia y se extrajo como conclusión que solamente
Journal of Cleaner Production figura en ella con 40 publicaciones. En el caso de la
co-citación por autores, se encontró que Teece, D. ocupa la primera posición con
4863 citaciones de manera individual. Porter se ha citado más veces junto con otros
25
documentos. También figura en esta lista Mair, J. con 196 citaciones. Considerando
la subjetividad con que se denominaron los temas, futuras investigaciones podrían
contemplar otros métodos para ampliar la descripción teórica de la ISC con énfasis
en el valor social, teniendo en cuenta el auge y relevancia tomado durante los
últimos años en el área de los negocios, así como en la sociedad en general.
Anexo
Tabla A1
Análisis de palabras clave en Innovación Social Corporativa con énfasis en valor social
26
Tema Palabras clave (frecuencia)
4. Adopción de tecnologías, compromiso (4), diversidad (4), participación (4), manejo (4), web 2.0
redes sociales, internet. (4).
Impulsores y conocimiento
compartido.
5. Enfoque en Innovación Innovación (70), SMEs (45), responsabilidad social corporativa
y responsabilidad social (39), impacto (32), sistemas (20), determinantes (11), gestión del
corporativa con impacto conocimiento (11), gestión ambiental (8), desempeño del negocio
y sistemas de gestión del (6), sector (6), estados unidos (6), ciudades (5), economía circular
conocimiento. (4), creatividad (4), administración ambiental (4), crecimiento (4),
negocios pequeños (4), visión (4).
6. Sustentabilidad y Sustentabilidad (37), estrategia (30), estructura (24) gobernanza,
gobernanza estratégica (13), big data (8), medio ambiente (8), futuro (8), verde (8), cambio
mediante big data con climático (7), orientación (7), energía (6), orientación al mercado
orientación al mercado. (6), ciencia (6), emprendedurismo corporativo (4), servicios de
ecosistema (4), éticas (4).
Fuente: elaboración propia.
Referencias
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31
Capítulo II
El rol crítico de los SIV en las estrategias
ambientales del sector manufacturero
mexicano
Enrique Ismael Meléndez-Ruiz1
Demian Ábrego Almazán2
José Melchor Medina Quinte2
1
Universidad La Salle Victoria.
2
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
33
Resumen
Para atender la inquietud ambiental que ha crecido con el paso del tiempo y a causa
de la industria manufacturera, la alta dirección se ha apoyado en el uso de sistemas
de información verdes (SIV) y estrategias para minimizar el impacto ambiental.
Este estudio analiza la influencia de los SIV en las estrategias ambientales en
empresas manufactureras medianas y grandes. Se recolectaron y analizaron
154 cuestionarios mediante regresiones lineales simples. Resultando que los SIV
soportan considerablemente el desarrollo y culminación de estrategias ambientales.
Los hallazgos proporcionan implicaciones sobre el potencial lucrativo de optar por
estrategias ambientalistas en las empresas.
Palabras clave: Sistemas de información verdes, estrategias ambientales, empresas
manufactureras, NRBV.
Introducción
Con el paso del tiempo, el estado del medioambiente se ha deteriorado de una
manera inquietante, hasta provocar que la sustentabilidad ambiental se convirtiera
en un tema de interés para las empresas (MacLean y Wilson, 2011). Esto ha
provocado la incorporación de consideraciones sociales y medioambientales en sus
actividades de negocio, para responder a las inquietudes económicas que las rigen
(Gholami et al., 2018). Las malas prácticas medioambientales dan lugar a muchas
variaciones de despilfarro de recursos, entre ellas el desperdicio de materiales,
ineficiencia energética, uso de recursos naturales y las emisiones contaminantes
(Watson et al., 2010), por lo que las empresas buscan herramientas para conllevar
sus operaciones de negocio y desarrollar estrategias que les permitan generar una
ventaja competitiva sin comprometer a las generaciones futuras (Brundtland, 1987;
Molla et al., 2011; Sarkar y Young, 2009).
Lo anterior implica múltiples niveles de actividades intra e interorganizacio-
nales en forma de sistemas de información (SI) que complementen a las estrategias
de cuidado ambiental para lograr así la sustentabilidad, mientras que mejoran su
productividad, reducen costos y aumentan, en general, su rentabilidad (Darnall et
al., 2008; Green et al., 2012; Watson et al., 2010).
Estos aspectos de transformación empresarial dependen del uso de tecnologías
de información (TI) para satisfacer sus objetivos y obtener el éxito esperado
(Melville, 2010; Yang et al., 2018). En este sentido, los sistemas de información
verdes (SIV) y las estrategias ambientales son dos elementos soportados a través del
uso de las TI que favorecen al desarrollo sustentable de las organizaciones (Gholami
et al., 2018; Yang et al., 2018), siendo que la sustentabilidad se ha convertido en
una parte fundamental para el desarrollo económico de las empresas, al caer en la
35
necesidad de reconsiderar sus operaciones de manufactura y envío de productos
(Sarkis et al., 2013). Lo anterior toma relevancia en la industria manufacturera,
puesto que las empresas de este sector son las que más utilizan materiales y recursos
naturales, además de que sus plantas de fabricación son consideradas como uno de
los escalones más altos en cuanto a la generación de la huella ambiental (ASCE,
2011; Coronado et al., 2018; Muscatello et al., 2018).
Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo es analizar la influencia de los
SIV en las estrategias ambientales en empresas medianas y grandes del sector
manufacturero mexicano, para de esta forma contribuir con datos que determinen
cómo dichas tecnologías apoyan con éxito a las estrategias verdes, pero a su vez
contribuir al entendimiento actual de los SIV y cómo pueden repercutir en las
empresas de este giro. Para ello, el estudio comienza con una revisión de la literatura
de la cual surgen los constructos de estudio y el sustento teórico que respalda su
relación. Posteriormente, se presenta la metodología utilizada, para continuar con
los resultados del análisis inferencial de los datos recolectados mediante un análisis
de regresión lineal simple. Finalmente se presenta la interpretación de los resultados
y las principales conclusiones obtenidas.
36
2011b). Por último, en la tercera etapa corresponde al desarrollo interno limpio,
refiriéndose al desarrollo de las empresas en relación con la implementación de
tecnologías limpias como decisiones estratégicas a largo plazo, para reducir los
problemas ecológicos e impulsar su desarrollo (Khor et al., 2015).
De esta manera, se denota la relevancia de la utilización de tecnologías
verdes en las empresas, al ser de las primeras líneas de apoyo relacionadas con
lograr la sustentabilidad y la eficiencia de las operaciones de negocio (Baggia et
al., 2019). Ahora bien, mientras que el papel que juegan las TI en la economía
actual ha sido considerado como su columna vertebral para su desarrollo (Löser,
2015), la sustentabilidad ambiental ha pasado a ser una de las presiones sociales
más abordadas de la década (Maclean y Wilson, 2011), debido a que las empresas
contribuyen significativamente a la creación de problemas medioambientales, pero
con su conocimiento, capacidades y recursos también pueden jugar un papel clave
en cambiar el curso de acción hacia un desarrollo sustentable (Elliot, 2013).
De esto parte el interés de las empresas por formular estrategias que
involucran el desarrollo e implementación de prácticas ambientales, comúnmente
a través de las TI (Loeser et al., 2017). El desarrollo de este tipo de mecanismos es
fundamental, puesto que cualquier tipo de iniciativa que involucre la transformación
de procesos será ineficiente si ésta es descoordinada y carente de coherencia
(Orsato, 2006), ya que dependen de la interpretación, la estrategia y la definición
de políticas administrativas (Bansal y Roth, 2000). Por ello, la formulación de
estrategias ambientales es importante para llevar un cambio armonioso hacia la
sustentabilidad ambiental.
Ahora bien, la naturaleza y el tipo de beneficios que estas iniciativas ofrecen
son poco conocidos, por lo que la alta gerencia regularmente lucha por integrar
elementos que liguen las TI y las estrategias de cuidado ambiental (Loeser et al.,
2017; Wu y Wu, 2017). En este contexto, es esencial resaltar la importancia de
la legislación ambiental mexicana, específicamente la Ley General del Equilibrio
Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), que proporciona las bases para
regular y proteger el medio ambiente en México. Esta ley no solo establece requisitos
y estándares ambientales para las organizaciones, sino que también promueve la
adopción activa de Sistemas de Gestión Ambiental (SGA), como la norma ISO
14001, como una herramienta fundamental para garantizar el cumplimiento de las
regulaciones y fomentar la sostenibilidad. Los SGA permiten a las organizaciones
administrar eficazmente su impacto ambiental, lo que puede resultar en beneficios
tanto en términos de cumplimiento legal como de ventajas competitivas (Saavedra
et al., 2023).
37
Bajo esta premisa, parten estudios que analizan la sinergia entre las tecnologías
diseñadas o utilizadas para minimizar el impacto medioambiental, y las estrategias
organizacionales que buscan una sinergia entre el cuidado al medioambiente y el
aprovechamiento de oportunidades que generen una ventaja competitiva (Danso et
al., 2019; Li et al., 2016).
Entre dichas investigaciones destaca la de Anthony (2020), en la que
desarrolla un modelo para identificar los factores que influencian el uso de SIV en
actividades ecológicas, resultando en un aporte sustancial en la relación de estas
prácticas con el uso de TI para reducir la huella ambiental emitida. Coinciden los
estudios de Li et al. (2016) y Danso et al. (2019), en los que se argumenta que las
empresas que emplean estrategias medioambientales pasivas, sin ningún tipo de
apoyo tecnológico no son suficientes para lograr una ventaja competitiva a largo
plazo, y esta situación es remediada gracias a la inclusión de TI para la gestión de
la cadena de suministro verde y SIV, dejando en claro la relevancia que tienen estas
tecnologías para la culminación de metas ecológicas.
Un enfoque similar se manifiesta en el estudio de Green et al. (2012), al analizar
el impacto de la cadena de suministro verde en el rendimiento ambiental de empresas
de manufactura, detectando que el implementar estrategias de colaboración y
monitoreo ambiental entre clientes y proveedores, soportadas por SIV, impulsan el
desarrollo de las empresas. Los estudios mencionados destacan una fuerte relación
entre las prácticas medioambientales y las estrategias de cuidado ambiental pero
solo cuando están fuertemente soportadas por sistemas de información capaces de
proveer la información necesaria, vislumbrando la sinergia que tienen los SIV y las
estrategias ambientales, por lo que, al contar con la infraestructura tecnológica que
soporte las actividades que demandan, la alta gerencia tendrá la seguridad de que
éstas logren culminar en tiempo y forma. Por lo descrito, y con base en la evidencia
referida en la literatura, se proponen las siguientes hipótesis basadas en la sinergia
de las tres etapas de la NRBV que componen a los SIV:
H1: La capacidad de reducir la contaminación a través de SIV influye
significativamente y de forma positiva en las estrategias ambientales de las empresas
manufactureras.
H2: La capacidad de administrar productos ecológicos a través de SIV
influye significativamente y de forma positiva en las estrategias ambientales de las
empresas manufactureras.
H3: La capacidad de implementar tecnologías limpias a través de SIV
influye significativamente y de forma positiva en las estrategias ambientales de las
empresas manufactureras.
38
Metodología
Con la finalidad de cumplir con el objetivo de esta investigación, la metodología
aplicada se caracteriza por ser del corte cuantitativo y con un alcance descriptivo y
correlacional (Hernández y Torres, 2018), puesto que se recurre a la aplicación de
un cuestionario a fin de determinar el impacto de los SIV en la culminación de las
estrategias ambientales de empresas del sector manufacturero mexicano, para ello,
el cuestionario fue conformado por dos secciones principales: i) datos generales del
estudio y ii) uso de sistemas de información verdes como herramientas para el éxito
de las estrategias ambientales.
Para el diseño del cuestionario se efectuó, en primera instancia, la revisión
documental de la literatura que han abordado los constructos utilizados en el presente
estudio, identificando la descripción conceptual y operacional de cada uno. Para el caso
de los SIV, fueron los estudios de Anthony (2019), Baggia et al. (2019), Khan y Qianli
(2017) y Yang et al. (2018) los que se tomaron como referentes teóricos, mientras que,
para las estrategias ambientales, se consideraron los reactivos en la escala propuesta
por Loeser et al. (2017), complementados por el estudio de Chen et al. (2018).
La validación del contenido del cuestionario consistió en solicitar a
investigadores, profesionales en TI y ambientalistas externar sus juicios sobre la
conformación de la escala, atendiendo todas las observaciones realizadas. Como
resultado se obtuvo un cuestionario conformado por 8 preguntas generales y 23
ítems en una escala tipo Likert de 7 puntos donde 1 corresponde a totalmente en
desacuerdo y 7 a totalmente de acuerdo.
El proceso de recolección fue no probabilístico por conveniencia, durante
el tercer trimestre del 2021, limitándose a empresas medianas y grandes del
sector manufacturero mexicano a las que se tuvo acceso debido a las restricciones
sanitarias derivadas de la pandemia del virus COVID-19. El tamaño de la muestra
requerida era de 289 gerentes con un nivel de confianza del 95 %, no obstante, la
muestra final obtenida fue de 154 (53 %), pero a través del software GPower 3.1 (f2
de 0.15, error al 0.5, poder estadístico al 95 % y 6 como número de predictores),
se comprobó que lo recolectado es suficiente para mostrar un poder estadístico
adecuado para comprobar las relaciones propuestas (Faul et al., 2009) y determinar
su influencia y significancia estadística. Para responder al objetivo e hipótesis de
investigación, se realizó un análisis de regresión lineal.
Resultados y discusiones
Para analizar las relaciones propuestas en este estudio, se realizaron regresiones
lineales entre el constructo dependiente y los independientes. Primero se analizó el
modelo de medida de los constructos que comprende la validación y evaluación de
39
la fiabilidad del instrumento. Para ello en primera instancia se realizó la prueba de
fiabilidad individual de los indicadores utilizados, para ello han de oscilar en una carga
factorial (λ) igual o mayor a 0.5 (Hair et al., 2016). Considerando esto, se excluyeron
los indicadores PP7, PS5 y SD4 al no contar con el valor mínimo requerido. Una
vez verificada la fiabilidad individual de los ítems, se procede a analizarla a nivel
constructo, esto mediante el análisis del Alfa de Cronbach (α), el cual requiere un valor
mínimo de 0.7 (Hair et al., 2016). La Tabla 1 muestra los ítems que se mantuvieron.
Tabla 1
Fiabilidad individual
40
Constructo Descripción Ítems λ α
La gerencia enfatiza el papel de las estrategias EVORG2 0.909
ambientales para impulsar el desarrollo de la
empresa.
La gerencia se involucra en el desarrollo de iniciativas EVORG3 0.847
ambientales.
La gerencia considera a los SI como herramientas EVORG4 0.787
esenciales para el cumplimiento de iniciativas verdes.
Respuesta oportuna de la gerencia ante áreas de EVORG5 0.798
oportunidad respecto al cuidado ambiental.
Integración de aspectos de protección de EVFUN1 0.791
medioambiente a los procesos de TI.
Se da alta preferencia a proyectos tecnológicos EVFUN2 0.825
favorables hacia el medioambiente.
Se establecen indicadores de rendimiento para EVFUN3 0.832
evaluar iniciativas ambientales.
Se destinan recursos financieros y de otros tipos hacia EVFUN4 0.758
iniciativas ambientales.
Fuente: elaboración propia.
Tabla 2
Análisis de correlación
Estrategias ambientales
SD Correlación de Pearson 0.711**
Sig. (bilateral) 0
N 154
PS Correlación de Pearson 0.673**
Sig. (bilateral) 0
N 154
Correlación de Pearson 0.664**
PP Sig. (bilateral) 0
N 154
Fuente: elaboración propia.
41
Ahora bien, con la finalidad de robustecer los resultados obtenidos del análisis de
inferencia, enseguida se muestran los modelos de regresión lineal generados para
predecir la influencia que cada uno de los constructos independientes tiene sobre las
estrategias ambientales. Como primer modelo de regresión se analizó la relación entre
la capacidad de prevenir la contaminación de los SIV y las estrategias ambientales:
y = β0+β1 Χ1+ε
Estrategias ambientales = β0+β1 (prevención de contaminación)+ε
Los resultados demuestran que la capacidad que tienen los SIV por administrar
el ciclo de vida de los productos para reducir su impacto ecológico tiene una
influencia positiva y significativa en la culminación de estrategias ambientales; se
logró obtener una R2 de 0.530, que se traduce a un 53 % de la varianza explicada
por esta etapa de los SIV, con un p valor de 0.000 y una β1 de 0.414 (ver Tabla 3),
estos parámetros permiten aceptar la H2 planteada.
Por último, el modelo de regresión entre la capacidad que tienen los SIV para
implementar tecnologías limpias y las estrategias ambientales se representa con:
y = β0+β1 Χ3+ε
Estrategias ambientales = β0+β1 (desarrollo sustentable interno)+ε
Este modelo resalta puesto que, similar a los resultados observados en los modelos
anteriores y en el análisis de correlación, el constructo desarrollo sustentable interno
es el que mayor grado de incidencia manifiesta sobre las estrategias ambientales,
puesto que, de acuerdo con el valor obtenido en R2, este explica un 59.5 % (0.595),
además se puede mostrar un valor de 0.406 en su β1, es decir, se acepta la afirmación
planteada en la H3 de este estudio, estos resultados se pueden observar en la Tabla 3.
42
Tabla 3
Análisis de regresión lineal
Conclusiones
El objetivo de este estudio fue analizar cómo los SIV impactan en la culminación
de las estrategias ambientales de empresas del sector manufacturero mexicano. Los
hallazgos acentúan la relevancia que brindan estas tecnologías para su desarrollo,
pues la funcionalidad coadyuva a alcanzar los objetivos y metas ambientales de las
empresas, actuando como herramientas fundamentales cuando son implementadas
con el objetivo de lograr la sustentabilidad empresarial, permitiendo explotar todo
su potencial.
Desde una perspectiva empresarial convencional, las inversiones asociadas
con la implantación de SIV en las empresas suelen justificarse por la expectativa
43
de mejoras en los resultados, ya sea directa o indirectamente en el área financiera
o desde otros aspectos intangibles como la imagen corporativa. Los resultados
empíricos podrían proporcionar las pautas para futuros estudios que logren
determinar si la implementación de SIV contribuye a una mejora sustancial en
la rentabilidad y el éxito financiera de las empresas, a través de la medición de
diferentes factores como la innovación, imagen corporativa, calidad de productos y
participación de mercado.
Se destaca que un alto nivel de involucramiento por parte de la alta
dirección y la gerencia permite a las empresas reconocer el potencial lucrativo de
las estrategias ambientales, al poder atender áreas de oportunidad en relación con
el cuidado ambiental, considerando el uso de tecnologías de información. Esto
sugiere que las empresas que incluyen tanto las estrategias ambientales como la
adopción de SIV pueden estar mejor posicionadas para aprovechar no solo los
beneficios ambientales, sino también las ventajas competitivas y financieras que
pueden derivar de estas iniciativas.
Los diversos elementos analizados en esta investigación brindan una
perspectiva empírica del impacto de los sistemas de información con enfoque
sustentable en el desarrollo de las empresas manufactureras mexicanas. De forma tal,
que permiten contribuir a la discusión dentro de la literatura de gestión ambiental,
gestión empresarial y sistemas de información, por consiguiente, identificar aquellas
pautas que logren influir en mayor medida tanto en la protección dell medio
ambiente como en el desarrollo económico de las empresas.
Este trabajo presenta ciertas limitaciones; una de ellas se relaciona con el
periodo de tiempo analizado, ya que se trata de una imagen captada en un momento
específico. Además, la pandemia del COVID-19 afectó la recopilación de datos y
el tamaño de la muestra y esto puede influir en la generalización de los resultados.
Por lo tanto, se alienta a futuros investigadores a realizar estudios en periodos más
extensos y con muestras más amplias que incluyan empresas de diversos sectores,
tamaños y ubicaciones geográficas. Esto permitirá una mejor comprensión y
generalización de los hallazgos a nivel nacional.
Se sugiere explorar los sistemas de información desde perspectivas adicionales
que puedan estar relacionadas con las tecnologías verdes y su integración en la
cadena de suministro. Esto podría incluir aspectos como la compatibilidad con
tareas, procesos, calidad de servicio, información y sistemas, entre otros.
Estos enfoques alternativos podrían arrojar resultados diferentes, ya que en
este estudio solo se evaluaron por su capacidad para prevenir la contaminación,
gestionar productos y promover la integración de tecnologías limpias.
44
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48
Capítulo III
Capital social organizacional y resiliencia
organizacional: una revisión sistemática de
literatura
Griselda Meraz Acevedo1
Magda Lizet Ochoa Hernández2
Jessica Ivonne Hinojosa López1
1
Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
2
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Resumen
Uno de los principales objetivos que toda empresa persigue es desarrollar ventajas
competitivas sostenibles que faciliten su permanencia a pesar del tiempo y las
vicisitudes a las que se enfrenta, mitigando así los efectos que pudieran colocarla en
una situación de vulnerabilidad; ante esta situación se vuelve prioritario identificar
aquellos recursos y/o capacidades empresariales internas que permitan alcanzar
un estado de resiliencia organizacional. Así que el documento estudia, mediante un
análisis sistematizado de literatura, los constructos de capital social organizacional
y resiliencia organizacional que, mediante investigaciones del tema, se identificaron
relevantes para la gestión estratégica de negocios; las reflexiones obtenidas de este
ejercicio servirán de insumo para diseñar un marco teórico que permita sentar las
bases para futuras investigaciones empíricas que aborden conjuntamente el estudio
de los conceptos propuestos.
Palabras clave: Capital social organizacional; resiliencia organizacional; gestión
estratégica; ventaja competitiva.
Introducción
Lograr la permanencia empresarial es una meta cada vez más difícil de alcanzar
debido a la inestabilidad que impera a nivel económico, político, social y ambiental;
como prueba se puede mencionar la presencia, cada vez más recurrente, de
incertidumbre en los mercados económicos o las amenazas recibidas del entorno
físico a través de fenómenos medioambientales, situaciones que forman parte de lo
que algunos autores han llamado black swans1 o megacrisis que han surgido como
consecuencia de la globalización, el cambio climático o la acción humana entre
otras (Ansell Boin, 2019) y que día a día configuran un escenario mundial y nacional
complejo (Ahmed et al., 2021; Do et al., 2022; Duchek, 2020).
En México, por ejemplo, la contingencia por la COVID-19 repercutió en las
ramas de la manufactura, comercio y servicios privados no financieros; motivando
el cierre de 1 010 857 empresas y una importante disminución en la dinámica
de nacimientos de negocios, captación de ingresos entre otros aspectos; siendo las
pequeñas y medianas empresas las más afectadas con una proporción de 2.81% de
nacimientos frente a 21.17 % de muertes registrados (INEGI, 2020b), problemática
que de acuerdo con Mithani et al. (2021) fue resultado de la falta de recursos
empresariales, tanto físicos como cognitivos, que les permitieran a las empresas
desarrollar nuevos conocimientos y modelos mentales para sortear la incertidumbre.
1
Término acuñado por Nassim Taleb en el año 2007, para referirse a desastres y eventos disruptivos
con afectaciones mayores o menores, dependiendo de la gravedad con la que se presenten.
51
Estos nuevos modelos mentales constituyen el insumo para la innovación
empresarial estratégica a la cual todas las organizaciones tienen acceso de acuerdo
con Duchek (2020), ya que, sin importar el tamaño o giro de las mismas, cuentan
con una serie de capacidades, mediante las cuales pueden transformar los recursos
internos y externos en acciones de ajuste al entorno, a través de la innovación no
sólo de productos2 sino también de procesos de negocios, siendo este último un
mecanismo para la mejora interna relevante para la optimización de sus actividades,
tanto principales como auxiliares, necesarias en la producción de bienes y/o servicios.
La idea de incluir a las micro, pequeñas y medianas empresas a dinámicas de
innovación sostenible que permitan su supervivencia, haciendo uso de sus recursos
ya existentes, brinda las bases para el presente documento en el que se plantea
como objetivo estudiar los constructos de capital social organizacional (OSC)3 y
resiliencia organizacional (OR),4 dos tópicos relevantes para la gestión estratégica
de negocios, pero poco estudiados tanto a nivel mundial como nacional, situación
que plantea un reto para su investigación, pero a la vez una oportunidad para la
generación de nuevo conocimiento. Es así como, a través de la revisión sistematizada
de literatura, se dará respuesta a la pregunta de investigación, ¿cómo ha sido el
desarrollo del estudio de los constructos de resiliencia organizacional y capital social
organizacional dentro del área de la gestión y negocios?, con la intención de llegar a
conclusiones que sirvan de insumo para futuros estudios sobre el tema.
2
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) en el Manual de Oslo
(2018) reconoce la innovación en los procesos de negocios como un tipo de innovación,
además de la de productos.
3
OSC = Organizational Social Capital
4
OR = Organizational Resilience.
52
Muchos autores han tratado de definir a la resiliencia desde el punto de vista
de la empresa, por ejemplo Prayag et al. (2018); Meneghel et al. (2013); Hughes et
al. (2020); Jiang et al. (2019); Gonçalves et al., (2019); Hillmann, (2020); Hillmann
Guenther (2020); Hobfoll et al. (2018); Rapaccini et al. (2020); Salvato et al. (2020)
y Zafari et al. (2020) por mencionar algunos, la mayoría partiendo de la misma idea
general propuesta por Holling, pero operacionalizándola de acuerdo con el objeto
de estudio. Entre estas propuestas es conveniente mencionar la de Sanchis (2017, p.
VII) quien definió a la resiliencia como “la capacidad que tienen las empresas para
anticiparse y responder ante eventos disruptivos” identificando tres capacidades -o
dimensiones- de ésta: capacidad de prevención (antes del evento), la capacidad de
recuperación (posterior al evento) y una tercera, la capacidad de adaptación.
En cuanto al capital social, si bien se ha identificado como un recurso valioso
para la empresa, debido a su capacidad para generar ventaja competitiva (Fandiño
et al., 2019; Ortiz et al., 2018; Raja et al., 2018; Daewook, 2018; Pastoriza et al.,
2008; Nonino, 2013) es un concepto que no ha logrado trascender dentro de los
estudios académicos. Bourdieu es el precursor del concepto, pues en el año de
1980, realizó una primera reflexión sobre el tema donde sentó las bases para un
constructo que, sin lugar a duda, ha permitido explicar parte del comportamiento
del hombre como ser social.
Bourdieu (1980, p. 4) propuso que el capital social es “el conjunto de recursos
reales o potenciales que están ligados a la posesión de una red duradera de relaciones
más o menos institucionalizadas de reconocimiento e inter-reconocimiento”,
ahí mismo Bourdieu trató de ser más puntual aclarando que esto se refiere a la
“pertenencia a un grupo”; con esta idea el autor en realidad introdujo la noción de
la “influencia” que entre individuos se puede generar derivado de la pertenencia a
un grupo. Ahora bien, la relevancia del capital social no sólo radica en el número
de relaciones que se cuentan como parte de éste, sino también en las características
de estas interacciones, es decir, el capital social de cada una de ellas. Como dato
general (Ramírez, 2005), del lado americano se suele considerar como estudiosos
del tema tanto a James Coleman como a Robert Putnam.
Desde el punto de vista organizacional, el trabajo de Nahapiet y Ghoshal
(1998) ha sido de relevancia ya que aportó al surgimiento de la idea del “capital
social organizacional” y permitió vislumbrar las posibilidades para la generación de
ventaja competitiva a través de éste; para estos autores el capital social es la suma
de los recursos reales y potenciales integrados en la red de relaciones que posee un
individuo o una unidad social, disponibles a través de ella y derivados de la misma.
En este mismo documento, además de la definición del concepto del capital social,
los autores propusieron tres facetas o dimensiones del capital social: estructural,
53
relacional y cognitivo, siendo al día de hoy las más aceptadas para su estudio,
como lo evidencian los trabajos de Jia et al. (2020); Allameh (2018); McGuinness y
Johnson (2014) y Ozanne et al. (2022).
Desarrollo
Metodología
Para responder a la pregunta de investigación propuesta: ¿cómo ha sido el
desarrollo del estudio de los constructos de resiliencia organizacional y capital social
dentro del área de la gestión y negocios?, se ha realizado una revisión sistemática
de literatura que, de acuerdo con García (2022), permite desarrollar trabajos que
académicamente son bien aceptados ya que permiten al autor o revisor recoger
datos -a través de diferentes unidades de estudio- sobre algún tema o concepto
en particular, para estudiarlo de manera sistemática, permitiéndole así llegar a
conclusiones valiosas.
Con el interés de garantizar la transparencia, objetividad y precisión se han
considerado algunos de los elementos del proceso PRISMA (The Preferred Reporting
Items for Systematic reviews and Meta-Analyses) utilizado por Ahmed et al. (2021) y, en
una versión adaptada, en el trabajo de Hillmann y Guenther (2021), quedando
la siguiente secuencia lógica para el presente estudio: definición de preguntas a
contestar; definición de criterios de inclusión/exclusión; búsqueda bibliográfica;
filtrado de documentos y extracción de datos que serán tratados a través de un
análisis cuantitativo descriptivo así como cualitativo.
La búsqueda de la literatura, objeto de estudio de este trabajo, se realizó a
partir de la colección básica (Core Collection) de la base de datos Web of Science
(WoS) misma que Ahmed et al. (2021), Hillmann y Guenther (2021) y Barrón
y Sánchez (2022) consideraron para el desarrollo de sus revisiones de literatura
y además es reconocida como una de las más reputadas a nivel mundial. La
exploración inicial general se realizó mediante la búsqueda básica a través de 3
criterios: título (title), palabras clave del autor (author keywords) y resumen (abstract).
Derivado de la revisión previa sobre el tema, se observó que los términos en
inglés más comunes con los que se estudia el concepto de resiliencia organizacional
son organizational resilience (Ahmed et al., 2021; Hillmann y Guenther, 2021) (Trijp
et al., 2018) y, en menor medida, enterprise resilience (Sanchis, 2017; Sanchis y Poler,
2019b, 2019a) mientras que para capital social se buscó como organizational social
capital (Kim, 2018; Martínez Fandiño et al., 2019; Ortiz et al., 2018). Además de esto
los resultados se refinaron tomando como criterio que todos los documentos fueran
artículos y que estuvieran dentro del área de negocios o administración (business/
management). Sobre el periodo de tiempo para la búsqueda, al ser este trabajo un
54
análisis retrospectivo no se estableció restricción alguna. Una vez definidos los
criterios de búsqueda finales se obtuvieron 85 documentos para OR y 15 artículos
para OSC, considerando para su análisis sólo aquellos que tuvieran, tanto en su
título, resumen y palabras clave, los términos solicitados (OR y OSC). Superado
este tercer requisito se analizaron los resúmenes y, en su caso, de los documentos
completos. Se llevó a cabo otro filtrado de trabajos tomando como criterio de
idoneidad que tuvieran al concepto de resiliencia organizacional o capital social
organizacional (según sea el caso) como principal (Hillmann Guenther, 2021),
dejando de lado trabajos donde se utilizaron como variables moderadoras o
mediadoras o como consecuencia de éstas últimas.
Finalmente, la extracción de los datos de la muestra final se realizó a partir de
una ficha técnica elaborada en Excel en la que se incluyó, además de la información
bibliométrica de los artículos seleccionados, nueve apartados más: objetivo del
artículo, tipo de investigación, muestra, lugar donde se desarrolló el estudio,
instrumentos para la recolección de datos, técnica de análisis de datos, enfoque del
estudio y variables/conceptos relevantes.
Resultados
Resiliencia organizacional
La búsqueda del término resilience como tema (topic) en WoS da como resultado un
total de 112 753 elementos que lo contienen. De estos resultados se tiene como año
de partida 1913 con el documento titulado Variations of the resilience of industrial alloys
of copper according to temperatura de Guillet, L. y Bernard, V. documento clasificado
dentro del área de la ciencia y la tecnología y, como más reciente Rural livelihood
vulnerabilities, contributing factors and coping strategies in Takusa Woreda, North Western
Ethiopia desarrollado por Mengistu (2022).
Los resultados para la muestra final (24 artículos) respecto al término
resiliencia organizacional, se presentan de manera descriptiva y se analizan en las
discusiones. Se observa que el año con mayor producción fue 2021, de acuerdo
con lo observado en la Gráfica 1 en la que además se pueden ver picos moderados
para los años 2012 y 2018 y marcados para el 2019 y 2021. Resulta interesante ver
que durante el año 2020 la producción baja significativamente, lo que podría estar
explicado por las restricciones en temas laborales que se impusieron a nivel mundial,
con lo que los procesos administrativos y, en este caso de publicación, sufrieron una
parálisis importante lo que implicó desfase en tiempos, situación que pudo haber
hecho que para el 2021 el incremento de publicaciones fuera significativo.
55
Figura 1
Producción de artículos científicos por años para OR
La Gráfica 2 presenta los países con mayor producción científica en el tema, siendo
9 en total. Se aprecia que la producción es encabezada por investigadores con
sede en Inglaterra. Para el caso de México la muestra incluye un solo documento
desarrollado por Noriega et al. (2019) bajo el título Predictors of organizational resilience
by factorial analysis; el criterio país se obtiene de la información generada por WoS
a partir de la dirección de reimpresión del artículo, misma que se encuentra en los
datos que exporta el programa lo cual, si bien da una idea del comportamiento de
la producción científica, no permite trazar un patrón en cuanto al contexto en el
que fueron realizados los estudios puesto que en algunos casos se realizan en países
diferentes. Con el interés de brindar más información, la Tabla 1 muestra datos
cualitativos relevantes para entender mejor el concepto estudiado.
Figura 2
Distribución de la muestra final por país
56
La información generada del análisis de los diferentes artículos de investigación se
recuperó con la ficha técnica diseñada para ello; ante la imposibilidad de reproducir
este instrumento, se extrajo la información que da respuesta a la pregunta de
investigación. La Tabla 1 detalla la muestra final para el término de resiliencia
organizacional, describiendo aspectos como el tipo de investigación, y el lugar en el
que se desarrolló (para trabajos empíricos).
Tabla 1
Descripción general de la muestra para el constructo de OR
Tipo de
Autores Título del artículo Lugar
investigación
Ahmed et al. Progressive Convergent Definition and Cualitativa República de
(2021) Conceptualization of Organizational Resilience: A (Análisis sistemático Kenia
Model Development de literatura)
57
Tipo de
Autores Título del artículo Lugar
investigación
Darkow (2019) Beyond bouncing back: Towards an integral, Cualitativa No se
capability-based understanding of organizational (revisión especifica
resilience bibliográfica)
de Moura y Strategic Management of Organizational Resilience Cualitativa Brasil
Tomei (2021) (SMOR): a Framework Proposition (revisión
bibliográfica, análisis
bibliométrico,
investigación
cualitativa a través
de entrevistas)
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58
Tipo de
Autores Título del artículo Lugar
investigación
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Se observa (Tabla 1) que prevalecen los estudios cualitativos con 13 trabajos (54 %)
en comparación con los 10 documentos (42 %) realizados bajo la perspectiva
cuantitativa, mientras que se identificó un solo estudio mixto (4 %). Por otro lado,
tal como se había anticipado en la Gráfica 1 de la producción por país, se observa
que difieren los países donde se han llevado a cabo los estudios respecto a donde
se han hecho las reimpresiones de los artículos. Al enfocarse en aquellos estudios
empíricos, se observa como lugar de estudio a España, Australia y Nueva Zelanda,
México, Bangladesh, Polonia, Reino Unido, China, Italia, Túnez y Nigeria.
La Tabla 2 resume la muestra para el constructo de OR, el tipo de investigación
y los instrumentos utilizados, encontrando que en la mayoría de los casos se recurre
a la aplicación de encuestas, respecto a las técnicas más utilizadas para el análisis
de datos cuantitativos resaltó la aplicación de las ecuaciones estructurales (PLS,
SEM) mientras que para los cualitativos se detectó el uso del análisis cualitativo
del discurso, revisión bibliográfica, validación a través de revisión cruzada,
interpretación, revisión sistemática de literatura.
59
Tabla 2
Análisis estadístico descriptivo de la metodología desarrollada en la muestra para el constructo de RO
Frecuencia %
Tipo de investigación
Cualitativa 13 54
Cuantitativa 10 42
Mixta 1 4
Instrumento de recolección de datos
Resiliencia Entrevista 5 21
organizacional Encuesta 10 42
Búsqueda de información 3 13
No especificado 6 25
Técnica análisis de datos
Cualitativa 6 25
Cuantitativa 10 42
No especificado 8 33
Fuente: elaboración propia.
Figura 3
Producción de artículos científicos por años para OSC
60
En cuanto a los resultados para OSC (muestra final de 9 artículos) se observa en
la Gráfica 3 la distribución de la producción categorizada por años. Se aprecia
una concentración importante en el año 2013 y aún más relevante para el año
2018, con una disminución para el 2019; por otra parte, es de notar la ausencia de
registros para los años 2021 y 2022.
Es relevante recordar que el concepto aquí analizado es capital social
organizacional por lo que los resultados presentados se enfocan a esta especificación,
vale la pena la aclaración ya que, si bien sobre el término “capital social” existe un
amplio repertorio de estudios que lo abordan, sobre todo desde la visión sociológica,
en el presente estudio se ha hecho la acotación para trabajar con el capital social
desde la organización.
La Gráfica 4 muestra la distribución por país. China, España y Taiwán
cuentan con mayor producción en el tema al registrar 2 trabajos, mientras que el
resto de las naciones cuenta con un solo documento. Un dato de relevancia respecto
a la participación de los países latinoamericanos es que solo figura Brasil con un
documento.
Figura 4
Distribución de la muestra final por país
61
Tabla 3
Descripción general de la muestra para el constructo OSC
Tipo de
Autores Título del artículo Lugar
investigación
Nonino (2013) The network dimensions of intra-organizational Mixta No se
social capital especifica
Andrews Organizational social capital, structure and Cuantitativa Inglaterra
(2010) performance
Cheng y Luo The downside of organizational social capital in Cuantitativa Taiwán y
( 2011) group knowledge creation: A study of Chinese high- China
tech organizations
Daewook Examining effects of internal public relations Cuantitativa Corea del
(2018) practices on organizational social capital in the Sur
Korean context: Mediating roles of employee-
organization relationships
Pastoriza et al. Ethical managerial behavior as an antecedent of Cuantitativa No se
(2008) organizational social capital especifica
Chuang et al. Human resource management practices and Cuantitativa China
(2013) organizational social capital: The role of industrial
characteristics
Raja et al. Interplay between P-O fit, transformational Cuantitativa Pakistán
(2018) leadership and organizational social capital
Fandiño et al. Organizational social capital, resilience and Cuantitativa Portugal
(2019) innovation validation of a theoretical model for
specialized workers
Ortiz et al. Inter-organizational social capital as an antecedent Cuantitativa España
(2018) of a firm’s knowledge identification capability and
external knowledge acquisition
Fuente: elaboración propia.
62
Tabla 4
Análisis estadístico descriptivo de la metodología desarrollada en la muestra
63
que la resiliencia comunitaria provenía de los apoyos recibidos en las redes sociales
(capital social) entre las comunidades afectadas, privilegiando esto sobre los apoyos
gubernamentales y la infraestructura física.
McGuinness y Johnson (2014) indagaron sobre cómo el capital social y los
recursos dependientes de la trayectoria empresarial pueden lograr la resiliencia
organizacional, para lo que realizaron entrevistas semiestructuradas a 22
organizaciones (manufactura y servicios) ubicadas en una zona afectada por una
grave inundación en 2007. Los principales hallazgos mostraron que, del total de la
muestra aquellas que pudieron explotar su capital social a favor para la gestión de
recursos para enfrentar la crisis, lograron una recuperación menos dolorosa y en un
menor tiempo.
Polyviou et al. (2019) se enfoca en el capital social interno y el papel que
desempeña para el logro de la resiliencia organizacional de la cadena de suministro.
Para este trabajo los autores utilizaron la entrevista semiestructurada aplicada a una
muestra de 4 medianas empresas con sede en los Estados Unidos de Norteamérica y
con cadenas de suministro globales; del análisis de los datos recabados concluyeron
que todas las dimensiones del capital social interno (estructural, relacional y
cognitiva) mejoraron la capacidad de la empresa para evitar perturbaciones así
como para recuperarse de ellas, considerando a este recurso como valioso para la
empresa.
Desde la parte empírica, Jia et al. (2020) estudiaron una muestra de 216
empresas ubicadas en la provincia de Sichuan (China) una zona afectada por
un fuerte terremoto durante 2008, con el objetivo de identificar el rol del capital
social en la construcción de resiliencia organizacional, encontrando que, aun
cuando el capital social de procedencia externa es importante para la empresa,
no todas sus dimensiones tienen un efecto positivo en la resiliencia organizacional
siendo el capital estructural el que mayor influencia presentó sobre la resiliencia
organizacional proactiva, mientras que el capital relacional sólo mejoró la resiliencia
organizacional reactiva.
Ozanne et al. (2022) indagaron sobre la influencia del capital social y las
capacidades dinámicas en la resiliencia organizacional, para lo cual aplicaron
encuestas a 419 empresas de diferentes sectores económicos de Australia y Nueva
Zelanda, encontrando que el capital social interno tiene un efecto directo sobre la
resiliencia organizacional, mientras que las capacidades dinámicas median parcial
y totalmente la relación entre el capital social interno así como el capital social
externo y la resiliencia organizacional, respectivamente.
Gölgeci Kuivalainen (2020) investigó el papel de la capacidad de absorción
y la alineación de la gestión de la cadena de suministro y marketing como
64
materializadores de los efectos del capital social organizacional en la resistencia de
la cadena de suministro, eligiendo a empresas turcas debido a la alta exposición que
tienen a la incertidumbre, motivada principalmente por su inestabilidad política.
Se aplicaron 265 encuestas duales por empresa y se encontró que la capacidad de
absorción media en la relación entre el capital social, la resistencia de la cadena de
suministro; y los vínculos entre el capital social, la capacidad de absorción, el capital
social y la resistencia de la cadena de suministro son más fuertes cuando es alta la
alineación entre la gestión de la cadena de suministro y la de marketing.
65
los diferentes ámbitos en los que es operado este concepto) la escasez de estudios
empíricos destinados a comprobar esta teoría demostraba la urgencia por trabajar
en este tipo de investigación.
En la parte teórica se hace evidente la necesidad de hacer que el término
“madure” y logre establecer un marco común a partir del cual se desarrollen
los futuros trabajos académicos ya que de lo contrario se sigue incurriendo en la
operacionalización del constructo, pero sin que se llegue a ningún consenso. Al
respecto, coincidiendo con la crítica de Hillmann y Guenther (2021), el presente
trabajo considera que el constructo resiliencia organizacional se encuentra en un
“nuevo momento”, sin embargo es necesario mitigar la vaguedad del concepto y
la falta de una definición constante. Más que una definición constante, a través del
análisis cualitativo de esta investigación se evidencia que la problemática radica en
la definición de las dimensiones que lo conforman así como la perspectiva bajo la
cual es desarrollado su estudio y el nivel de análisis.
Los hallazgos llevan a asumir que las dimensiones y perspectiva varían
dependiendo del objetivo del estudio. Así, se retoma la propuesta empírica de
Bouaziz y Smaoui (2018) en donde la resiliencia organizacional es un constructo
multidimensional, no existe un consenso sobre cómo está conformado, de hecho
para efectos de su estudio, cuyo objetivo es analizar la relación entre las prácticas
de gestión estratégica de los recursos humanos (GESH) y la resiliencia organizativa,
proponen los términos de solidez, agilidad e integridad; por el contrario Akpan et
al. (2022) en su estudio sobre las capacidades dinámicas y la resiliencia hablan de
la adaptabilidad y la agilidad, mientras que Ingram y Bratnicka-Myśliwiec (2019)
identifican la solidez comunitaria y la agilidad creativa.
En cuanto a la perspectiva del estudio, Casprini et al. (2022) derivado del
análisis de diferentes autores llegan a la conclusión de que la resiliencia puede
verse como un resultado -fruto de elecciones específicas-, un proceso que abarca
múltiples etapas, o una capacidad. Como ejemplo de artículos discutidos desde la
perspectiva de los resultados se encuentra el de Ilseven y Puranam (2021) quienes
proponen un enfoque para medir la resiliencia como un resultado de desempeño
de la organización, en cambio ejemplificando la visión de proceso se tiene la
referencia de Noriega et al. (2019) en el cual los autores analizan diferentes factores
que conducen a la resiliencia organizacional. Agregando un mayor grado de
complejidad, Casprini et al. (2022) afirma que este constructo puede abordarse
desde diferentes niveles, desde el individuo hasta la industria.
Si en algo existe un consenso respecto al constructo de resiliencia
organizacional, es en la técnica de análisis de datos para estudios empíricos
observándose que el modelo de ecuaciones estructurales es el más recurrido (Akpan
66
et al., 2022; Bouaziz Smaoui Hachicha, 2018; Ingram Bratnicka-Myśliwiec, 2019
Muhammad et al., 2019; Ozanne et al., 2022; Noriega et al., 2019; Rodríguez-
Sánchez et al., 2021); mientras que para el caso de estudios cualitativos las técnicas
de análisis del discurso, paradigma interpretativo y análisis bibliométrico son las
más mencionadas.
En cuanto al segundo constructo analizado en esta investigación, llama la
atención que el estudio del capital social organizacional (según la muestra definida
para efectos de este estudio), pese a ser sociológico, tiene un importante respaldo
de trabajos empíricos. Respecto del desarrollo de este tema a través de los años,
se observa que contrario al caso de la resiliencia organizacional, el interés por su
estudio ha ido diluyéndose, observándose una disminución importante para el año
2019 y la ausencia total de publicaciones para los años 2021 y 2022. Esta situación
resalta sobre todo considerando que la mayoría de los autores analizados en este
proceso bibliométrico lo identifican como un recurso de relevancia para el logro de
ventajas competitivas, como es el caso de Fandiño et al. (2019), Ortiz et al. (2018),
Pastoriza et al. (2008) y Raja et al. (2018).
Entre los países con mayor producción en el tema se encuentra China, ahí se
desarrolla un estudio, el único dentro de la muestra analizada, en el que se plantea
la premisa de que el capital social puede generar desventajas en grupos de creación
de conocimiento, esto según Cheng y Luo (2011) como consecuencia del efecto de
fragmentación de la estructura generada por el capital social a través del ganging-
up o formación de pandillas dentro de la empresa. Este trabajo en particular se
considera relevante puesto que presenta similitudes con la dinámica social que
existe dentro de las empresas mexicanas, por lo que podría considerarse como base
para desarrollar un estudio contextualizado a la realidad nacional.
A diferencia de la resiliencia organizacional, el capital social organizacional
no presenta tanta heterogeneidad en su concepto y dimensiones ya que se parte de
lo propuesto desde la perspectiva sociológica por Bourdieu (1986), Coleman (1990)
y Putnam (1995). Sobre el concepto de capital social organizacional se identifica
a Nahapiet y Ghoshal (1998) como precursores del tema en el área de las ciencias
administrativas, sin embargo, en diferentes trabajos se menciona también a Leana
y Van Buren como los autores que acuñaron el término (Nonino, 2013; Raja et
al., 2018; Cheng Luo, 2011). Es quizás esta aparente homogeneidad (aun cuando
dependiendo el enfoque de estudio se adaptan las dimensiones) lo que ha permitido
que el constructo de capital social pueda ser abordado de manera más adecuada
desde el punto de vista empírico con diferentes técnicas estadísticas prevaleciendo el
modelo de regresión en sus diferentes versiones (MRAQP, OLS, múltiple jerárquica).
67
Conclusiones
El estudio permite asegurar que el estudio del capital social y la resiliencia
organizacional en conjunto es una propuesta viable (Ozanne et al., 2022; Duarte
et al., 2020; Muhammad et al., 2019; Fandiño et al., 2019) y que su desarrollo
aportaría al conocimiento de las organizaciones desde la visión de los recursos y
capacidades y las capacidades dinámicas, además de que permitiría el desarrollo de
estrategias accesibles para micro, pequeñas y medianas empresas, permitiéndoles
participar en el desarrollo de resiliencia organizacional.
Sobre la prospectiva de los términos analizados, la evolución en cuanto al
estudio de la resiliencia -y en específico de la organizacional- da indicios suficientes
para asegurar que continuará desarrollándose, derivado de la dinámica empresarial
actual en la que se presta mayor atención a los eventos disruptivos y las opciones
para mitigar sus efectos. Sin embargo, el desarrollo teórico y empírico en este campo
no se dará si no se establecen consensos en las dimensiones del constructo o de los
niveles de análisis, que permitan generar los modelos y marcos teóricos necesarios.
A pesar de que el capital social organizacional no es actualmente un tema de
interés, llegará un punto en el que la innovación de productos dejará de ser la única
opción para generar ventaja competitiva y los esfuerzos migrarán a otras fuentes
de recursos y capacidades, siendo entonces cuando este concepto tome fuerza y
continúe desarrollándose.
En cuanto a las características de los trabajos analizados, para el caso de la
variable OR la tendencia metodológica se orienta a lo cualitativo (54 % del total
de la producción) priorizando el uso de encuestas, aunque también se refieren
entrevistas, trabajos bibliométricos, y teniendo como principales técnicas para el
tratamiento de datos al modelo de ecuaciones estructurales así como el análisis del
discurso, paradigma interpretativo y análisis bibliométrico, estos últimos desde la
postura cualitativa. Respecto a la variable de OSC se utiliza más la metodología
cuantitativa (89 % de documentos analizados) con una amplia tendencia al uso de
la encuesta y prevaleciendo técnicas estadísticas como el modelo de regresión en sus
diferentes versiones.
El trabajo cumple con el objetivo fijado, aunque ha presentado limitaciones
derivadas del tamaño de la muestra. Se propone para futuras investigaciones extender
la búsqueda incluso en bases de datos donde puedan encontrarse documentos en
español y contextualizados a la realidad nacional o latinoamericana, esto con el
interés de que se puedan captar los elementos necesarios que permitan configurar
un marco teórico adecuado a la realidad del país.
68
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73
Capítulo IV
Capital intangible y sustentabilidad en la
competitividad del sector agropecuario
regional
Ana Xóchitl Barrios del Ángel
Daniel Bucio Gutiérrez
Miguel Ángel Reyna-Castillo1
1
Todos los autores adscritos a la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Correos electrónicos de contacto:
[email protected], [email protected] (corresponsal), [email protected].
Resumen
Los intangibles han generado una trascendental importancia en la era del
conocimiento. El capital intelectual juega un importante rol en las empresas como
generador de desarrollo económico. El objetivo de esta investigación es analizar
de manera cuantitativa la relación del capital intangible y la sustentabilidad en
la competitividad del sector agropecuario regional, caso representativo de la zona
sur de Tamaulipas, en donde se recogieron 100 encuestas útiles en empresas
familiares rurales. Se analizaron mediante un Modelo de Ecuaciones Estructurales
(SEM) basado en Mínimos Cuadrados Parciales (PLS) donde se comprobaron las
hipótesis. Los resultados evidencian que los activos intangibles y la sustentabilidad
en los negocios rurales, están asociados positivamente con la competitividad.
Este documento contribuye al eje temático de innovación empresarial, social y
sustentable.
Palabras clave: Capital intangible; sustentabilidad; competitividad; sector
agropecuario.
Introducción
La era actual se basa en el conocimiento (Sánchez, 2021), éste se ha convertido
en un recurso estratégico clave para el éxito empresarial, lo que ha generado,
que las empresas se enfoquen en la gestión de los activos de capital intelectual
(Tejedo-Romero y Araujo, 2016), ya que son detonadores de la innovación en
las empresas (Nejjari y Aamoun, 2020). Esto ha desarrollado fuerzas relevantes
para la competitividad global (Muñoz, Lombeida y Mosqueda, 2021), Lo que sin
lugar a duda, genera nuevos retos mundiales, que las empresas en general, y las
organizaciones familiares en lo particular, especialmente en el ámbito rural, deben
desarrollar con el compromiso de toda la organización para realizar estrategias
competitivas que les sean favorables (Yáñez, 2021), y redunde en un beneficio a la
sociedad.
Las negociaciones están enfocadas en capitalizar sus activos de capital
humano de todo el ecosistema empresarial; consideran experiencia, aptitudes,
conocimiento, habilidades, y talentos que permiten desarrollar y gestionar la
propiedad intelectual, mediante rasgos diferenciadores que abonan a su pertinencia
y continuidad, al ser flexibles, previsores y ajustarse a los cambios de la dinámica
comercial (Organización Mundial del Comercio [OMC], 2020).
La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) consideró en
el 2019 que la eficacia en el sistema de protección de los intangibles alentará las
inversiones en el desarrollo de la propiedad intelectual, en especial a las patentes y
variedades vegetales de las empresas rurales. Esto es crucial para enfrentar los retos
77
mundiales de las organizaciones, pues la propiedad intelectual constituye el motor
fundamental del bienestar económico.
Esta investigación centra la atención en el capital humano, pero sobre todo en
el social, que constituye uno de los activos intangibles más importantes, pues mide
los efectos que generan las relaciones con los diferentes individuos (Chen- Huang et
al., 2017). Bontis (1998) y Maditinos et al. (2010) a ese capital le denominan capital
estructural, fuertemente desarrollado en las empresas familiares rurales.
Las negociaciones familiares son la forma estructural más recurrente, ya que,
más del 90 % de las organizaciones comerciales opera bajo esta forma de empresa
(García, Cerdeño y del Cerro, 2021; San Martin y Duran, 2017). Y en el ámbito
rural no es la excepción, pues nacen en la familia, y valoran el lugar que los vio crecer
y desarrollarse, lo que genera vínculos fuertes entre todas las partes interesadas en,
desarrollando capitales intelectuales únicos, destacando el capital humano, sobre
todo el conocimiento, la experiencia y el capital social como las redes (Zepeda et
al., 2021). Esto permite un aprendizaje que genera innovación (Stieg et al., 2017)
y una rápida adaptación a los cambios, porque se desarrollan valores de altruismo,
cooperación y colaboración, lo que genera una riqueza socioemocional entre los
socios que generalmente está integrada por miembros de la familia relacionados
con los stakeholders (Cesinger et al., 2016; Romero y Ferraz, 2016). Este documento
pretende contribuir al eje temático de Innovación empresarial, social y sustentable al
analizar la relación del capital intangible y la sustentabilidad en la competitividad
del sector agropecuario regional, caso representativo de la zona sur de Tamaulipas.
Capital intangible
El capital intangible, se define como el activo no perceptible por los sentidos,
que genera riqueza económica y socioemocional, que forma parte integrante
del patrimonio y que por ende es cuantificable al generar valor en las empresas
(NIF, 2020), se construye a través del tiempo y es un poderoso creador de ventaja
competitiva (Daou, Karuranga y Su, 2014; Joo, 2020). El capital intangible toma
especial importancia, ya que numerosos estudios coinciden en que aquel es un
generador de ingresos para las empresas, sobre todo cuando es capitalizado,
reconocido e inscrito ante las autoridades de propiedad intelectual y por tanto, se
convierte en ventaja competitiva al integrarse con activos únicos y diferenciales
para constituir la propiedad intelectual (Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual [OMPI], 2017).
La Cámara Internacional de Comercio [ICC] (2019) afirma, que solo
cuando el capital intelectual se ha convertido en propiedad intelectual, otorga
competitividad, y rendimientos a las organizaciones, porque les permite hacer una
78
explotación de sus activos directamente o mediante el otorgamiento a terceros de
la facultad de explotación de esos bienes intangibles denominados derechos de
autor, propiedad industrial, propiedad comercial o variedades vegetales que en su
conjunto constituyen la propiedad intelectual.
Los capitales que se protegen mediante su inscripción como propiedad
intelectual adquieren un valor concreto para la empresa, al ser base de elementos
de competitividad (Funes, 2010) traducido en una forma de asegurar a las empresas
familiares rurales, no solo su permanencia, sino sobre todo su continuidad en el
mercado, uno de los objetivos que persigue este tipo de organizaciones (García,
Cerdeño, y del Cerro, 2021; Ortiz et al., 2021).
En las empresas de este estudio, el capital intelectual se integra de los siguientes
activos: familiar, humano, social, organizativo. El capital familiar, se conforma con
las características propias de las empresas familiares, cuya finalidad es sostenerse en
el tiempo ponderándose los valores que se trasmiten de generación a generación;
se enfatiza la confianza entre sus miembros lo que genera facilidad en la toma de
decisiones y adaptación a los cambios.
En relación con el activo intangible denominado humano, se constituye
por la aportación de todas las partes interesadas internas (socios y empleados),
que construyen la cultura de la entidad, y la forma de gestión empresarial, y es
la suma de todas las aportaciones en habilidades, talento, conocimiento, valores,
capacidades, experiencia, que genera creatividad inventiva, y una fácil adecuación
a los cambios (Romero, 2013; Serrano et al., 2016, Stieg et al., 2017).
En relación con el capital social, diversos autores establecen que tiene varias
dimensiones como la relacional, la estructural, y la organizacional (Nahapiet y
Ghoshal, 1998). Refiriéndose la relacional a los vínculos generados por la red de
partes interesadas y que constituye el entretejido empresarial unidos por una red
que armoniza y coordina los intereses y objetivos comunes (Romero, 2016).
El estructural corresponde a la materialización de la actividad creativa e
innovadora de sus partes interesadas internas: como la base de datos que incluye a
los clientes, proveedores, derechos, así como los manuales, sistemas, contratos, entre
otros. El organizacional es todo lo que implica la gestión estratégica de los mismos
actores internos, como: las políticas, estructura de la organización, la visión, misión.
Considerando el análisis del concepto de capital social desde las perspectivas
sociológica y económica, Benavides y Cortés (2018, p. 140), lo definen como “el
conjunto de recursos disponibles para el individuo, derivados de su participación
en las redes sociales, estableciendo por lo tanto una estrecha relación entre el
comportamiento económico, la estructura social y, por ende, las relaciones sociales”.
79
El capital social propicia beneficios para las partes interesadas de la empresa
y los propietarios, por lo que se da confianza, reciprocidad y cooperación (Carrillo
et al., 2018), en donde las emociones juegan un papel importante que afecta las
relaciones interpersonales, de los socios, recurso humano, clientes, proveedores,
sociedad, universidad, organizaciones gubernamentales con la empresa (Bammens
y Hünermund, 2020), entretejiendo una red que considera a la sociedad del
conocimiento desde una perspectiva social.
En consecuencia, este tipo de capital es un detonador de la Responsabilidad
Social Corporativa, más aún en las empresas familiares rurales, que tienen especial
vínculo con la comunidad que las vio nacer y crecer, en donde, sus actividades
económicas deben concatenarse con acciones que favorezcan a las partes interesadas,
lo que abona a la reputación corporativa que incide en la imagen y prestigio que
tiene la empresa en su entorno (Inda, del Real y Gutiérrez, 2021; Tejedo -Romero
y Araujo, 2016, 2018).
El éxito y supervivencia de las empresas se encuentra sometida a esa red
de relaciones que constituye también un significativo activo intangible, en las que
se desarrolla una capacidad para crear, compartir y gestionar los conocimientos
que fundamentan la generación de ventajas sostenibles, y que son trasmitidas entre
quienes interactúan en relación con su forma de hacer negocios (Aguilera-Caracuel
et al., 2014; Tejedo, 2013).
Así, cuando en esta investigación se haga referencia al capital intelectual,
se referirá únicamente a los capitales humano y social, pues la literatura previa ha
aportado que estos, facilitan la generación de la propiedad intelectual en las empresas
familiares rurales, por las características propias de este tipo de organizaciones
(Chang y Chuang, 2011).
Competitividad y crecimiento
Una de las características más emblemáticas de las empresas familiares rurales, es
que trasmitir la empresa a las siguientes generaciones, y que sigan desarrollándose
en el entorno de su comunidad, pues se distinguen por un apego a la tierra, con lo
que se busca garantizar a las futuras generaciones trabajo y estabilidad económica
(San Martin y Duran, 2017). Esto provoca que se centren en mantener la calidad
de sus productos y servicios, priorizando un comportamiento social aceptable que
no afecte la reputación del negocio, por lo que generan activos que les dan ventaja
competitiva (Berrone et al., 2010, Coleman, 1988).
Como resultado de estudios previos, en especial uno realizado entre empresas
tanto familiares como no familiares, después de estudiarlas transversalmente por
10 años (Miroshchenko et al., 2021), se llegó a la conclusión que dado su objetivo
80
preponderante que busca la continuidad para la transferencia de la empresa a las
siguientes generaciones y el fuerte vínculo que existe entre sus miembros y de estos
con los stakeholders existe más crecimiento que las empresas no familiares, generándose
una relación positiva entre capital social y crecimiento (Luque y Rodríguez, 2021).
Se ha confirmado en diversos estudios científicos, que los activos intangibles
generan crecimiento en las empresas, pero específicamente en un estudio realizado
por Sallah y Caesar (2020) donde realiza un análisis de los activos intangibles de
capital humano, social y reputacional, mediante una metodología mixta, en donde
se confirma que estos recursos inciden en el crecimiento de las empresas familiares.
Desarrollo sustentable
La globalización cambió la forma en que funcionan las empresas y los mercados
por la velocidad en la que se desarrollan, generando que los consumidores, al haber
diversificado sus gustos, busquen una rápida sustitución de sus satisfactores, lo que
genera una necesidad de constante innovación en los productos y servicios. Por ello,
ante este ambiente empresarial, los recursos intangibles y, sobre todo, los de capital
intelectual, son activos de largo plazo que dan valor a las organizaciones. Pero
justamente estos cambios han generado un mayor desempleo, una deuda pública
en aumento, una afectación importante al medio ambiente (OCDE, 2010), lo que
ha generado en las empresas, los gobiernos y la sociedad, la preocupación por tener
un desarrollo sostenible, con vistas a la generación de un comportamiento ético,
responsable y transparente con todas las partes interesadas (Bikefe et al., 2020;
FAO, 2018; Machorro et al., 2016; Tejedo y de Araújo, 2016).
La Organización de las Naciones Unidas, ha generado diversos documentos
con la finalidad de regular a los Estados miembros y las empresas dentro de estos,
para que en vista de un desarrollo sostenible se respeten los derechos humanos y se
fortalezca la toma de decisiones desde el establecimiento de políticas públicas hasta
la gestión estratégica en las empresas en miras de conducirse con responsabilidad
social, generando un ecosistema que prioriza a los activos intangibles tanto de
capital humano como social porque en el entretejido empresarial deben velar por el
respeto entre las personas y su entorno, propiciando el bienestar social, económico
y medioambiental, con sus actividades productivas, lo que es concordante con el fin
que persiguen las empresas familiares rurales (FAO, 2018).
Por ello, esa actitud es asumida por las empresas rurales, cuyo desarrollo
parte del beneficio comunitario, fomentando los valores derivados de la familia, y la
cercanía, en donde se promueve la solidaridad, la cooperación, la ayuda mutua, con
lo que se logra un desarrollo sostenible y generando resultados económicos favorables
(CEPAL, FAO, E ICCA, 2021); lo que incide positivamente en la capacidad de
81
generar bienestar social y mejorando con ello la reputación corporativa (Benavides
y Cortés, 2018).
82
H1: Se asocia directa y positivamente la variable de activos intangibles con la
variable de desarrollo sustentable en el sector agropecuario regional.
83
para la generación de ventajas competitivas. Señala que, en la era actual basada
en el conocimiento, el capital intelectual es un recurso estratégico clave para el
éxito empresarial, generando fuerzas relevantes para la competitividad global.
Chen-Huang et al. (2017) y Bontis (1998) respaldan la idea de que el capital social,
medido por las relaciones con diferentes individuos, es un activo intangible crucial
en las empresas. Dado que las empresas familiares rurales desarrollan valores de
altruismo, cooperación y colaboración, generan una red que impulsa la innovación
y la adaptación que les permiten sostenerse competitivas (García, Cerdeño y del
Cerro, 2021). Y los organismos comerciales (ICC, 2019) presentan evidencia de
que solo cuando el capital intelectual se convierte en propiedad intelectual, las
empresas obtienen competitividad y rendimientos, al tener la facultad exclusiva
sobre activos únicos y diferenciales. En conjunto, la evidencia empírica y teórica
respaldan la hipótesis de que la presencia y gestión efectiva de activos intangibles
de capital humano y social están directamente asociados con niveles más altos de
competitividad en el sector agropecuario regional.
Figura 1
Modelo teórico de hipótesis
84
Método
La metodología fue empírico-estadística y adoptó un enfoque transversal,
recolectando datos en un momento específico para analizar las relaciones
propuestas en el modelo teórico. La muestra consistió en 100 encuestas dirigidas a
empresas familiares rurales multi-ramo de la zona sur de Tamaulipas. Esta elección
se justificó considerando la relevancia de las empresas familiares en el medio rural y
su importante contribución a la economía regional. Los cuestionarios tipo Likert (0
a 4) se recogieron de forma presencial, garantizando así la respuesta del interesado.
La construcción del instrumento se llevó a cabo mediante la revisión de documentos
empíricos relacionados y un enfoque metodológico Delphi en el que participaron
representantes de las empresas familiares rurales. Se elaboró un instrumento de
medición con 38 ítems divididos en tres dimensiones: capital intangible (Sánchez,
2021; Chen- Huang et al., 2017; García et al., 2021), desarrollo sostenible (Sallah
y César, 2020; Joo, 2020; Benavides y Cortés, 2018) y competitividad (Bikefe et
al., 2020; Baldazo-Molotla et al.,2020; San Martín y Durán, 2017). Se realizaron
pruebas iniciales de fiabilidad y validez individual y de constructo para asegurar la
robustez del instrumento, utilizando análisis estadísticos como el alfa de Cronbach,
rho_A, fiabilidad compuesta y validez convergente y discriminante. Del Ángel et al.
(2022) validaron estas medidas en el contexto latino, cuyas medidas de constructo
tuvieron un alfa de Cronbach satisfactorio entre .822 y .892.
La técnica estadística se basó en el Modelado de Ecuaciones Estructurales
(SEM) utilizando Mínimos Cuadrados Parciales (PLS), que es útil para el modelado
de las ciencias sociales que tiene como objetivo explorar múltiples relaciones con
un enfoque predictivo no paramétrico (Hair et al., 2019). El análisis estadístico se
realizó con el programa SmartPLS 3 (Ringle et al., 2015), utilizando valores de
cargas externas, fiabilidad de constructo y validez convergente y discriminante.
La validación del modelo estructural se basó en la significación positiva de los
coeficientes de relación (Hair et al., 2017; 2019).
Resultados
5.1. Validación del modelo de medida
Haciendo uso del programa estadístico SmartPLS 3 (Ringle et al., 2015), se procedió
a obtener los valores de cargas externas en donde, de acuerdo con, Hair et al.
(2014, 2019) los valores esperados pueden ser λ ≥ 0.40 en el caso de las ciencias
sociales. Como se observa en la Figura 2, todas las cargas externas de los ítems son
favorables.
85
Figura 2
Nomograma con cargas externas de indicadores
Fuente: elaboración a partir de los resultados en el SmartPLS 3.3.3 (Ringle et al., 2015).
Enseguida se valoró la fiabilidad compuesta de los constructos, que debe ser >0.70
(Hair et al., 2019). En los resultados se observa un valor de consistencia de los
constructos que oscila entre un alfa 0.0843 y 0.880. Para la validez convergente se
usa el criterio de varianza extraída media (AVE) donde los parámetros deben ser ≥
0.5. Como se observa, todas las medidas están por encima del umbral requerido. De
acuerdo con Henseler et al. (2015), la validez de medida también exige comprobar
que cada constructo mide algo diferente a los demás. Los resultados de la prueba
heterotrait-monotrait (HTMT) de la Tabla 1 presenta valores ≤ 0.90, por lo cual, se
afirma la validez discriminante entre constructos.
Tabla 1
Fiabilidad individual y validez de constructos
86
Figura 3
Nomograma coeficientes paht y P del modelo estructural
Fuente: elaboración a partir de los resultados en el SmartPLS 3.3.3 (Ringle et al., 2015).
Discusión y conclusiones
En lo resultados analizados se confirmó la H1 que relaciona a los activos intangibles
al desarrollo sustentable ya que se encontró una relación positiva directa con
valores f+0.731, path 0.650***, t 11.434 y una significancia con valor p=0.000.
Los resultados implican que la mayor asociación encontrada en la muestra fue el
efecto entre los rasgos de capital intangible la orientación hacia la procuración de
la sustentabilidad social y del ambiente. Lo anterior se alinea con los resultados de
Machorro et al. (2016) y Romero (2016). Así mismo, no se rechaza la hipótesis en
la H2 que asocia al desarrollo sustentable con la competitividad con una relación
positiva directa (f+0.260, path 0.419***, t 4.449, p 0.000). Los resultados implicaron
en el contexto rural una asociación cada vez más común en las investigaciones,
en este caso, con un efecto medio entre la sustentabilidad y la ventaja ante la
competencia, como también resultó en los trabajos de Baldazo-Molotla et al. (2020)
y de Bikefe et al. (2020). La H3 que asocia al capital intangible y a la competitividad
en el sector agropecuario regional, no fue rechazada (f+0.289, path 0. 441***, t
4.742, p 0.000). Los resultados son consistentes con otros estudios recientes, por
ejemplo, Joo (2020) y Rondi et al. (2021).
La cuestión central de esta investigación fue sobre si existe asociación
entre el capital intangible y la sustentabilidad en la competitividad del sector
agropecuario regional, caso representativo de la zona sur de Tamaulipas. Luego
del análisis y discusión de los resultados, se concluye que, bajo la muestra analizada,
los negocios rurales agropecuarios al tomar en cuenta y formalizar sus rasgos de
capital intangible tienen un mayor desempeño en sus características como empresa
87
sustentable, así como en su competitividad (Inda, del Real y Gutiérrez, 2021). Los
aspectos con mayor relevancia estadística dentro de la variable de capital intangible
muestran que las empresas familiares agropecuarias buscan constantemente los
valores intangibles en su actividad, reconocen los valores intangibles como factor
de competitividad donde privilegian la experiencia.
En cuanto a los rasgos de desarrollo sustentable, los aspectos más relevantes
en la muestra fueron, en primer lugar, la procuración del bienestar comunitario
de su sociedad y, en segundo, el mejoramiento y no perjuicio del medio ambiente.
Los ítems con mayor representación estadística en cuanto a la competitividad del
sector agropecuario regional, caso representativo de la zona sur de Tamaulipas,
fueron primordialmente dos, la autopercepción de una marcada ventaja ante la
competencia y los recursos intangibles con que cuenta para su diferenciación.
Este manuscrito contribuye a la literatura del capital intangible dentro de
un segmento empresarial poco estudiado, como la competitividad de las empresas
familiares rurales. Las implicaciones gerenciales contribuyen a que el empresario
familiar del sector agrícola conozca la importancia de los activos intangibles.
También existen explicaciones para la toma de decisiones gubernamentales pues estos
resultados pueden ayudar al diseño de políticas públicas para fomentar la conciencia y
el registro de la propiedad intelectual de las empresas familiares rurales con el objetivo
de potenciar los beneficios para el crecimiento y desarrollo económico regional.
Anexo 1
Instrumento
Código Dimensión/ítem
1. Capital intangible
ACT_INTAN1. Poseemos un alto grado de la capacidad creativa
ACT_INTAN2. Tenemos una alta capacidad inventiva e innovadora
ACT_INTAN9. Identificamos activos intangibles (conocimiento, experiencia, redes, etc.)
ACT_INTAN16. Creemos firmemente que los activos intangibles influyen en la competitividad
de la empresa
ACT_INTAN17. Los activos intangibles son fundamentales para el desarrollo sostenido de la
empresa
ACT_INTAN18. Buscamos detectar los activos intangibles de la empresa
ACT_INTAN19. Conocemos el beneficio de los activos intangibles en la empresa
ACT_INTAN20. Consideramos a la experiencia como un activo fundamental
ACT_INTAN22. Consideramos a las redes de contacto un activo fundamental
ACT_INTAN38. Sabemos los beneficios de contar con propiedad intelectual
88
Código Dimensión/ítem
2. Desarrollo sustentable
DES_SUT6. Afectamos positivamente el bienestar social de la comunidad local
DES_SUT11. El desarrollo sustentable es de gran importancia para el negocio familiar
DES_SUT17. Consideramos en nuestros objetivos un desarrollo económico interno y
comunitario.
DES_SUT18. Consideramos en nuestros objetivos el cuidado del bienestar social interno y
comunitario (beneficio comunitario mutuo)
DES_SUT19. Consideramos en nuestros objetivos un cuidado medio ambiental (mejoramiento
y no perjuicio del medio ambiente)
3. Competitividad
COMP4. Nos adaptamos a los cambios del entorno empresarial
COMP5. Contamos con activos intangibles para superar a la competencia
COMP7. Tenemos un muy buen rendimiento económico de nuestra actividad
COMP9. Tenemos una creciente contribución a la generación de empleos en la zona
COMP10. Sostenemos una ventaja continua ante nuestros competidores
COMP11. Sostenemos un crecimiento sostenido de la empresa
Fuente: elaboración propia.
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93
Capítulo V
Comercio electrónico y su impacto en los
factores de sustentabilidad de las pymes,
un análisis bibliométrico
Josefina Moreno Galdeano
Magda Lizet Ochoa Hernández
Mónica Lorena Sánchez Limón1
1
Todos los autores adscritos a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Resumen
El comercio electrónico ha incrementado la rentabilidad de las empresas que lo
adoptaron, esto les ha permitido mantenerse activas en tiempos de pandemia y
fortalecerse. Este trabajo explora el impacto del comercio electrónico en los factores
de la sustentabilidad. El análisis bibliométrico permitirá identificar y documentar
estos factores y sentar las bases teóricas para un estudio empírico posterior. Los
resultados serán de utilidad en el mejoramiento económico de las pymes mediante
la adopción del comercio electrónico coadyuvando en el desarrollo sustentable.
Palabras clave: sustentabilidad, comercio electrónico, análisis bibliométrico.
Introducción
El desarrollo sustentable es la combinación de factores tanto medioambientales,
como sociales y económicos, que satisfacen las necesidades de las personas
mejorando la calidad de vida sin deterioros adyacentes negativos al ambiente y
sociedad en el futuro (Vera et al., 2018). Otra definición del desarrollo sustentable
o sustentabilidad es “satisfacer las necesidades de la generación presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades”. La sustentabilidad se da en un conjunto de tres áreas principales
relacionadas entre sí y que representan los aspectos ambientales, económicos y
sociales; analizar y describir estas relaciones proporciona una base consistente para
tomar decisiones importantes (Oláh et al., 2018).
El comercio electrónico se precisa como el intercambio mercantil de bienes y
servicios a través de Internet (Laudon y Laudon, 2012; Malca, 2001; Martín, 2018);
para Malca (2001) el comercio electrónico tiene beneficios que han revolucionado
la forma en que las empresas realizan sus negocios. Chen y Zhang (2015) afirman
que el comercio electrónico reporta beneficios en pequeñas y medianas empresas
de China, según su investigación teórica y empírica. Otros estudios recientes
mencionan que el uso del comercio electrónico es recomendado. Las empresas
que lo utilizaron incrementaron su rentabilidad durante la pandemia COVID-19 y
fueron resilientes (Nevárez y Chavarria, 2020; Olguín et al., 2020).
Kitukutha et al. (2021), indican que las empresas y la sociedad sobrevivieron
al bloqueo total de la cadena de suministros gracias a la sustentabilidad del comercio
electrónico, por la capacidad de este modelo de negocio de satisfacer las necesidades
presentes y las de las generaciones futuras; por medio del comercio electrónico se
compraban provisiones de comida y medicina principalmente, pero además sirvió
también para evitar el contacto directo entre las personas y disminuir los contagios;
de tal forma que hubo un incremento del comercio electrónico durante la pandemia
y recomendaron promover la adopción de las TIC y comercio electrónico en las
97
empresas implementando las políticas adecuadas. Cheba et al. (2021) mencionan
que el comercio electrónico fue una solución factible para las empresas y la sociedad
afectadas por la pandemia, pero también tuvo un impacto negativo al generar
grandes emisiones de CO2, envases y plásticos por lo que proponen un plan de
acción de un enfoque circular que se ajuste a las características de las empresas y que
se aprovechen las TIC en comercio electrónico con enfoque sustentable (Escursell
et al., 2021).
Sun et al. (2021), están de acuerdo en que se debe fomentar el comercio
electrónico con enfoque sustentable y proponen metodologías, para evaluar sus tres
dimensiones de sustentabilidad: medioambiental, social y económico. Mencionan
que al incrementar el “vector” de sustentabilidad se predispone a la empresa a
mejorar el desempeño empresarial. También se observa que la integración de
los factores de las tres dimensiones es fundamental, tanto para tener el enfoque
sustentable del comercio electrónico, como para obtener los máximos beneficios de
éste, al procurarse de forma conjunta (Oláh et al., 2018).
El presente análisis bibliométrico tiene la finalidad de crear un marco teórico
para una investigación empírica posterior sobre el impacto del comercio electrónico
en los factores de la sustentabilidad de las empresas. La pregunta por responder es:
¿cuáles son los factores de sustentabilidad de las empresas que operan con comercio
electrónico?
Material y métodos
De inicio se practicó una búsqueda bibliográfica de documentos científicos en
las principales bases de datos internacionales como Scopus (https://www.scopus.
com), ScienceDirect (https://www.sciencedirect.com) propiedad de Elsevier
y Web of Science (https://www.webofscience.com) propiedad de la empresa
Clarivate Analytics, en lengua inglesa y con los siguientes conceptos y algoritmos de
búsqueda: [sustainable e-commerce OR sustainability factors AND e-commerce] de acuerdo
con las palabras claves y el objetivo de la investigación. Esta búsqueda se efectuó el
9 de julio del 2022.
Se crearon tablas en Excel de Microsoft Office, con los datos de años de
publicación, país y cantidad de publicaciones, de los documentos encontrados
en las tres bases de datos, tras eliminar los documentos duplicados y crear un
concentrado en filas y en columnas, clasificados por país, para realizar el análisis de
la información, obteniendo resultados estadísticos de la productividad total por año,
de los países que más publicaron sobre el tema y las palabras clave, observando el
indicador de citación y el análisis de contenido de los documentos, para encontrar
los factores de sustentabilidad: medioambientales, sociales y económicos, en los que
98
se pretende evaluar el impacto del comercio electrónico. El concentrado con las
palabras claves de sustentabilidad se muestra en la Tabla 1.
Posteriormente se buscó en la base de datos ScienceDirect (https://www.
sciencedirect.com) el término e-commerce, porque es el más conocido para el comercio
electrónico y se comparó cómo cambia la cantidad de documentos publicados de
acuerdo con el enfoque sustentable al incluir los términos sustainable o sustainability,
o el enfoque no sustentable sin agregar estos términos en el algoritmo de búsqueda.
Los resultados se observan en la Tabla 2.
Tabla 1
Países que publicaron 2 o más documentos con enfoque sustentable del 2001 al 2022
Scopus y Web
País ScienceDirect Total
of Science
China 6 9 15
EE.UU. 9 9
India 5 2 7
Alemania 5 5
Polonia 3 2 5
Reino Unido 4 4
Italia 2 2 4
Bélgica 2 2 4
Irán 3 3
Hungría 3 0 3
Turquía 2 2
Francia 2 0 2
99
Scopus y Web
País ScienceDirect Total
of Science
Brasil 2 2
Malasia 2 2
Canadá 2 0 2
Egipto 2 2
Fuente: elaboración propia.
Figura 1
Países con enfoque sustentable con 2 o más publicaciones del 2001 al 2022
100
Tabla 2
Países que publicaron más documentos en los años del 2001 al 2022 con enfoque no sustentable
País ScienceDirect
China 24 985
EE.UU. 22 019
Alemania 15 789
Francia 15 557
Reino Unido 14 702
India 11 478
Italia 10 189
Bélgica 4251
Polonia 2811
Tabla 3.
Cantidad total de publicaciones en Scopus, Web of Science y ScienceDirect, del 2014 al 2022
Scopus y Web of
Año ScienceDirect Total
Science
2022 5 6 11
2021 8 16 24
2020 2 5 7
2019 2 5 7
2018 1 4 5
101
Scopus y Web of
Año ScienceDirect Total
Science
2017 1 1 2
2016 3 3
2015 2 2
2014 1 2 3
Fuente: elaboración propia.
Figura 2
Publicaciones en Scopus, Web of Science y ScienceDirect, del año 2001 al 2022
Documentos publicados
30
25
20
15
10
0
1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025
En la fecha que se realizó este análisis bibliométrico se estaba a medio año del
2022. Los autores que publicaron en Scopus, Web of Science y ScienceDirect con
citas indexadas se presentan en las Tabla 4, Tabla 5 y Tabla 6 respectivamente.
ScienceDirect fue la base de datos que más documentos publicados tuvo sobre los
factores de sustentabilidad y el comercio electrónico, sin embargo, fue necesario
realizar una depuración porque aparte de duplicados, también incluía documentos
de otros temas no relacionados. Los documentos en ScienceDirect son más citados
que en las otras bases de datos utilizadas en este estudio, como se puede observar
en las Tabla 4, Tabla 5 y Tabla 6, donde se muestran las citas por autores y por
documentos, y aunque hay más autores con citas indexadas, sólo se listan los 5
documentos más relevantes con más citas indexadas.
102
Tabla 4
Autores con más citas indexadas con en Scopus
Oláh et al. (2018), Cheba et al. (2021), y Ji y Sun (2017) tienen los mismos documentos
publicados tanto en Scopus como en Web of Science. El número de citas en estos
documentos es similar, por lo que podemos inferir que son tomadas de las mismas
fuentes y no se deben sumar. La mayoría de los documentos publicados en Scopus
y Web of Science son documentos clasificados como JCR y que estas bases de datos
tienen un acceso al público restringido, además de que un buen porcentaje de los
documentos no son de acceso abierto.
Tabla 5
Autores con más citas indexadas en Web of Science
103
Autores Documento Citas
Oreku, G. S.; Li, State of Tanzania E-Readiness and E-Commerce: Overview 11
Jianzhong; Kimeli, K.;
Mtenzi, F. J.
Cheba, K.; Kiba-Janiak, Impact of external factors on e-commerce market in cities and its 8
Maja; Baraniecka, A.; implications on environment
Kolakowski, Tomasz
Rai, H. B.; Broekaert,
Sharing is caring: How non-financial incentives drive sustainable
Celine; Verlinde, S.; 5
e-commerce delivery
Macharis, C.
Fuente: elaboración propia.
Tabla 6
Autores con más citas indexadas en ScienceDirect
104
Sun et al. (2021), hicieron un estudio de análisis de correlación, clúster y
regresión de las tres áreas de sustentabilidad de 23 empresas rusas líderes, con
características similares y ventas mayores a los 75 millones de dólares anuales, por lo
que aluden que las empresas con comercio electrónico durante el COVID-19 en su
mayoría aún generan ganancias; como lo comprueban en su estudio, utilizando como
indicadores el volumen de ventas, el número de órdenes y el promedio en depósitos.
Cheba et al. (2021) describen el crecimiento del comercio electrónico como acelerado
y mencionan que los cambios causados por el COVID-19 afectarán el desarrollo de
este mercado en los próximos años de forma permanente, pues el impacto positivo
en los factores económicos fue comprobado con sus investigaciones plasmadas tras un
análisis efectuado con el método MCDM y el uso de la técnica PROMETHEE, para
comparar los datos de 28 países impulsores del comercio electrónico.
Otros autores que analizan los factores positivos y negativos del comercio
electrónico que impactan a la sociedad y el medio ambiente son Borghetti et al.
(2022), autor de un estudio basado en un modelo Logit multinomial; Buldeo et al.,
(2021) autores de un experimento en línea entre consumidores belgas; y Oláh et
al., (2018) que con un estudio de caso en empresas de Jordania y Kenia. Coinciden
en que el crecimiento acelerado del comercio electrónico ostenta retos importantes
para la entrega final y que es esencial para el óptimo funcionamiento de las cadenas
de suministro; pero que se tienen que analizar y prevenir los efectos negativos
secundarios. La rapidez y el costo de la entrega son hasta ahora, los factores más
sustanciales para la logística de la entrega final, pero los factores de sustentabilidad
ambiental y social están siendo cada vez más importantes (Borghetti et al., 2022).
También se publican sobre la huella ecológica en la entrega final del
comercio electrónico, mencionando que el comercio electrónico surge como una
solución viable para que los empresarios recuperen el curso de sus negocios con
ganancias. Sin embargo, el comercio electrónico tiene efectos adversos para el
medio ambiente, por generar grandes emisiones de CO2, gran cantidad de envases
y plásticos. Sugieren la mayor participación de minoristas, proveedores y sobre
todo de los consumidores para analizar la situación y proponer soluciones (Buldeo
et al., 2021).
Diversas publicaciones exponen su preocupación por la huella ecológica y
hacen propuestas para la entrega “de última milla”, es decir la entrega final del
comercio electrónico, sobre el uso de vehículos autónomos para las entregas, uso
de drones, reutilización de materiales y logística inversa, materiales ecológicos para
embalaje, información a consumidores por redes sociales, creación de normas y
políticas sociales, proceso de reciclaje, recuperación y re fabricación entre otras;
además los autores proponen también que los gobiernos realicen capacitación
105
a empresas, a transportistas y se realicen campañas educativas dirigidas a los
consumidores, para que todos estén involucrados en el consumo consciente de
productos y servicios a través del comercio electrónico. Resaltando que es una
necesidad la de promover una educación ambiental para crear conciencia a nivel
mundial (Cheba et al., 2021; Borghetti et al., 2022; Yeen et al., 2022; Nogueira et
al., 2021; Beckers et al., 2021; Dutta et al., 2020).
Conclusiones
La respuesta a la pregunta: ¿cuáles son los factores de sustentabilidad de las empresas
que operan con comercio electrónico?, está más en concordancia con los factores
económico y social que con el medio ambiente como se detalla a continuación.
China es el principal país con más investigación sobre comercio electrónico
relacionado con la sustentabilidad, seguido por Estados Unidos, y después India.
Pero cada vez más países se interesan en el comercio electrónico como una solución
viable a la permanencia y rentabilidad de sus empresas por el impacto positivo en
los factores económicos, así mismo reconocen que fue de gran ayuda para mantener
el distanciamiento de la gente cuando más se requirió, por lo que lo recomiendan
como prevención y para fomentar el desarrollo económico y social; sin embargo,
el comercio electrónico puede tener efectos adversos que hay que prevenir como el
impacto en los factores medio ambientales.
Llama la atención que Kitukutha et al. (2021) mencionen que el comercio
electrónico es sustentable por una serie de beneficios que se observaron sobre todo
en la época de crisis del COVID-19: el evitar la interrupción de las cadenas de
suministros y mantener la sanidad social, física y mental, al prevenir el contagio
y la estigmatización, permitieron el distanciamiento de las personas, se generaron
oportunidades de trabajo para jóvenes, hubo permanencia y rentabilidad de los
negocios. Impactos positivos en los factores sociales y económicos.
Otros impactos positivos del comercio electrónico anteriores a la pandemia,
son la comodidad y los ahorros de los consumidores por poder comparar precios
fácilmente, precios bajos, no tener que salir para desplazarse a la tienda, ni hacer
largas filas para pagar; poder comprar a cualquier hora y recibir en la puerta de la
casa lo comprado; el ingreso económico para el país y las empresas fue bueno dada
la gran participación en el PIB; además existe mejor comunicación entre las partes
interesadas, principalmente con el consumidor, a quien se le pueden personalizar
las ofertas, entre otros beneficios que pueden ser ordenados en la clasificación de las
dimensiones de sustentabilidad (Kitukutha et al., 2021; Oláh et al., 2018).
Hasta ahora destacan las dimensiones económica y social, aunque también
se observa la falta de la dimensión medio ambiental, porque aun cuando los
106
consumidores no se desplazan a las tiendas y hay un ahorro de gasolina, se encuentran
estudios que aseguran que el comercio electrónico deja una huella ecológica por las
emisiones de CO2, basura de empaques y envases plásticos. Por lo que se requiere
la creación de normas y políticas tanto para la educación medioambiental, como
para el manejo de empaques reutilizables y el uso de transportes ecológicos, según
algunos autores entre otros (Yeen et al., 2022; Cheba et al., 2021; Buldeo et al.,
2021; Manerba et al., 2018).
Se concluye que los factores de sustentabilidad son impactados por el
comercio electrónico, tanto de forma positiva en el área social y económica, como
de forma negativa en el área medio ambiental, y es necesario definir la forma de
cuantificarlos específicamente, para responder con datos sólidos para fomentar su
uso, creando políticas para definir el uso adecuado o limitarlo y no generar daños al
medio ambiente, ni a la sociedad.
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108
Capítulo VI
Responsabilidad social empresarial y
desempeño financiero: una clasificación
de las empresas que cotizan en la Bolsa
Mexicana de Valores
1
Universidad Tecnológica de Altamira.
2
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
3
Universidad Autónoma de Nuevo León.
Resumen
Este trabajo identifica los perfiles de comportamiento financiero y de Responsabilidad
Social Empresarial (RSE) que presentan las empresas no financieras que cotizan en
la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Para ello, se lleva a cabo un análisis clúster
jerárquico a una muestra de 101 empresas con datos financieros del 2019 y se
construye un índice para medir las prácticas, adhesiones y certificados asociados al
tema de la RSE con las que una empresa cuenta. Los resultados del análisis clúster
permiten identificar cuatro tipos de agrupación:
Clúster 1 integrado por empresas con gran sentido de responsabilidad
pues presentan la mayor cantidad de prácticas de RSE, aunque son las que
en promedio más se endeudan y sus rendimientos financieros no son los
mejores.
Clúster 2 integrado por empresas con escaso sentido de responsabilidad ya
que invierten poco en implementar prácticas de RSE y son las que menos
rentabilidad exhiben.
Clúster 3 integrado por empresas que se preocupan por implementar
prácticas de RSE, pero que también se preocupan por mantener
rendimientos altos.
Clúster 4 integrado por empresas que se preocupan más por producir
rendimientos financieros altos y solo implementar las prácticas de RSE
necesarias para cumplir con los requerimientos.
Lo anterior permite identificar que las empresas con mayor responsabilidad social
no necesariamente son las que generan mejores resultados económicos en promedio.
Palabras clave: Responsabilidad Social Empresarial, ISO, Pacto Mundial, GRI,
análisis clúster.
Introducción
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es una tendencia emergente en
México, a pesar de haberse abordado desde hace tiempo en otros países como
consecuencia de las desigualdades sociales y la creciente preocupación por el
deterioro de la naturaleza y el cuidado del medio ambiente. Las empresas han
adoptado una serie de acciones, procesos y actividades para contribuir a mejorar
las condiciones sociales, ambientales y económicas de las comunidades en las que
se encuentran. A esto se le conoce como RSE y ha propiciado indagar sobre los
beneficios obtenidos por las empresas al “ayudar mientras se ayudan” o como
menciona Ahmad y Ramayah (2012), doing well by doing good, esto implica una
estrategia inteligente para los negocios, pues se benefician la sociedad y las empresas.
111
Esta visión amplia, respecto a las responsabilidades que tienen las empresas
hacia la comunidad o los grupos de interés, es lo que sostiene la teoría del stakeholder.
Si las empresas desean lograr la maximización de utilidades y la creación de valor
para los accionistas, deben considerar en sus prácticas de negocios las necesidades
de los distintos grupos de interés también llamadas “partes interesadas” (Freeman,
1984). Esto ha conducido a que académicos e investigadores analicen los efectos
que la RSE tiene sobre el desempeño financiero, y aunque los resultados han sido
mixtos, la evidencia apunta a una relación positiva entre la RSE y el desempeño
financiero como indican Cho, Chung y Young (2019) y Hou (2018).
El objetivo de este trabajo consiste en la identificación de los perfiles de
comportamiento financiero y de Responsabilidad Social Empresarial (RSE)
que presentan las empresas no financieras que cotizan en la Bolsa Mexicana de
Valores (BMV). Para ello, el capítulo se divide en cuatro secciones. En la primera
se presentan los conceptos de RSE, su importancia y su relación con el desempeño
de las empresas. En la segunda, se describe la metodología empleada para la
construcción del índice de RSE y el análisis clúster. En la tercera, se presentan los
resultados y las conclusiones.
112
puntualizar que la RSE es la integración de preocupaciones sociales y ambientales
en las operaciones empresariales y en las interacciones de las empresas con los grupos
de interés (stakeholders) de forma voluntaria. Es decir, implica tomar decisiones que
vayan más allá de los requerimientos mínimos legales con el propósito de atender
necesidades sociales.
Una década después Porter y Kramer (2011) fueron más allá del
concepto de RSE al mencionar que debe redefinirse como la Creación de Valor
Compartido (CVC), mediante el cual las políticas y las prácticas operacionales
mejoran la competitividad de una empresa y las condiciones económicas y sociales
en las comunidades donde esta opera. Asimismo, la Comisión de Comunidades
Europeas, una década después, actualizó el concepto de RSE y lo definió como la
responsabilidad de las empresas por sus impactos en la sociedad.1
La norma ISO 26000 define la RSE como responsabilidad de una
organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la
sociedad y el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente
que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la
sociedad, que tome en consideración las expectativas de sus partes interesadas, que
cumpla con la legislación aplicable, y sea coherente con la norma internacional de
comportamiento, que esté integrada en toda la organización y se lleve a la práctica
en sus relaciones.2
El concepto que propone el Centro Mexicano para la Filantropía (2020) es
que la RSE es el compromiso consciente y congruente de cumplir integralmente
con la finalidad de la empresa, tanto en lo interno como en lo externo, considerando
las expectativas económicas, sociales y ambientales de todos sus participantes,
demostrando respeto por la gente, los valores éticos, la comunidad y el medio
ambiente, contribuyendo así a la construcción del bien común. En el contexto
internacional, la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico
(2022), define la RSE como la contribución de los negocios al desarrollo sustentable.3
De manera adicional a las definiciones anteriormente expuestas y con la intención
de mostrar las diferencias conceptuales y corroborar lo expuesto por Carini et al.
(2017), se muestran algunos conceptos de RSE en la Tabla 1.
1
Comisión de Comunidades Europeas (2011) recuperado el 26 de febrero 2022 de https://eur-lex.
europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52011DC0681yfrom=EN
2
Norma ISO 26000, recuperado el 28 de febrero de 2022 de https://www.iso.org/obp/
ui/#iso:std:iso:26000:ed-1:v1:es:term:2.11
3
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico recuperado el 26 de febrero de 2022
de www.oecd.org/cfe/leed/corporatesocialresponsibilitypartnersforprogress.htm#getbook
113
Tabla 1
Otros conceptos de Responsabilidad Social Empresarial
Autores Concepto
Friedman (1970) La responsabilidad social de una compañía es incrementar las utilidades
Comisión de las Un concepto mediante el cual las empresas integran las preocupaciones
Comunidades Europeas sociales y ambientales en sus operaciones comerciales y en su interacción
(2001) con sus partes interesadas de forma voluntaria
McWilliams et al. Definen la RSE como situaciones en las que la empresa va más allá del
(2006) cumplimiento y se involucra en acciones que parecen promover algo
bueno, más allá de los intereses de la empresa y de lo que exige la ley
Importancia de la RSE
El tema de la RSE se encuentra aún en etapas iniciales comparado con lo que
sucede en países desarrollados (Amezcua et al., 2018), por ello es relevante
proponer estrategias para que las empresas mexicanas lleven a cabo acciones de
responsabilidad social, que pueden ser actividades a favor del medio ambiente,
atender a los empleados yendo más allá de lo que marca la ley, participar en
114
actividades beneficiosas para la comunidad, pagar los impuestos o generando
productos y servicios que cumplan con las expectativas de los consumidores.
La RSE cobra aún mayor relevancia a finales del siglo XX, cuando en el
año 2000, se publica el Pacto Mundial de las Naciones Unidas donde se establecen
diez principios divididos en cuatro áreas: derechos humanos, trabajo, medio
ambiente y acciones anti-corrupción. Asimismo, en 2015, las Naciones Unidas
hacen un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta
y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad
y publican los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde reconocen
que la acción en un área afectará los resultados en otras áreas y que el desarrollo
debe equilibrar la sostenibilidad social, económica y ambiental. Lo anterior
sienta las bases para fomentar y propiciar que tanto los gobiernos, organizaciones
ambientalistas, sociales y empresariales hagan conciencia de la importancia del
desarrollo sustentable y realicen acciones para contribuir al logro de los ODS
propuestos por las Naciones Unidas.
En línea con lo anterior y de acuerdo con Cho et al. (2019) la sociedad ahora
espera no solo que las empresas produzcan bienes y servicios, sino también que tengan
un rol más deseable en la comunidad en la que se encuentran y de la que obtienen
beneficios, en lugar de estar limitados a su rol tradicional. Estudios recientes, indican
que las actividades de RSE son cada vez más reconocidas como una obligación
natural de las empresas, esto ha provocado que los inversionistas consideren invertir
en empresas involucradas en actividades de responsabilidad social.
115
Ruíz et al., 2015; Sapién et al., 2016; Hernández-Perlines y Sánchez-Infantes, 2016;
Valdez-Juárez, Gallardo-Vázquez y Ramos-Escobar, 2018; Urbina-Núñez et al.,
2017; Méndez-Sáenz et al., 2018). Se le ha dado poca atención a la descripción
de las características o los perfiles que presentan las empresas que se denominan
como socialmente responsables. Así, por ejemplo, Gaytán et al. (2019), identifican
las características de las empresas socialmente responsables empleando el listado
de 500 empresas que emitió la revista Expansión en el 2017 y mediante una revisión
en sus websites señalan que solo 134 de ellas emiten un reporte de sustentabilidad y
dentro de este reporte, el 58.96 % es de capital extranjero en tanto que el 41.04 % es
nacional. El 67.16 % pertenece al sector manufacturero, el 17.16 % al de servicios y
el 15.67 % al financiero. Aunque poco se ha dicho del perfil financiero de este tipo
de empresas. En este trabajo se construye un índice de RSE y se aplica un análisis
clúster para identificar patrones de comportamiento afín de describir los perfiles de
este tipo de empresas.
Metodología
Muestra: Las unidades analizadas son empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana
de Valores (BMV). El trabajo empírico presta interés a aquellas empresas que
participaron en el mercado de capitales de la BMV, excepto las empresas financieras,
y que cuentan con reportes de sustentabilidad con datos de 2019. Durante el
periodo de tiempo de estudio, se tenían registradas a 145 empresas que cotizaron
en el mercado de capitales de la BMV; dichas organizaciones pertenecen a sectores
como energía, industrial, salud, materiales, servicios, productos de consumo,
tecnologías de información entre otros. Sin embargo, se decidió excluir a los bancos
e instituciones financieras debido a que su sistema contable difiere del utilizado por
la mayoría de las empresas no financieras; de incluirlas se habría provocado una
falta de homogeneidad en el cálculo de los indicadores financieros como el ROA
y el ROE. Otros autores que han realizado estudios previos sobre el vínculo entre
RSE y desempeño financiero también lo han hecho (Cho et al., 2019; Rodríguez-
Fernández, 2016).
La población inicial de estudio consistió en las 145 empresas listadas en la
BMV, sin embargo, fueron excluidas 27 compañías pertenecientes al sector financiero
y se eliminaron 17 de distintos sectores debido a que se encuentran restringidas o
suspendidas de la BMV y por lo tanto no contaban con información disponible al
público, por lo cual la muestra final quedó compuesta por 101 empresas clasificadas
de la siguiente forma.
116
Tabla 2
Muestra final de empresas
‧ Rentabilidad sobre activos: Conocido como ROA (Return on Assets). Describe “lo que
la empresa puede hacer con lo que tiene”, es decir, es una ratio o razón que indica
la rentabilidad sobre los activos. Se define como el ingreso neto dividido por el
valor en libros de los activos totales, ha sido utilizado por autores como: Rodríguez-
Fernández (2016), Kim y Oh (2019) y Yang et al. (2019).
Es calculada mediante la fórmula:
ROA = Beneficio obtenido por la empresa antes de intereses e impuestos
/ Activos Totales.
117
trabajo, responsabilidad y compromiso hacia la sociedad, considerando al mismo
tiempo, los indicadores GRI sobre divulgación de RSE en diferentes países, como
han hecho autores como Kabir y Thai (2017) y Gaol y Harjanto (2019) (véase Tabla
3). De los 12 indicadores empleados, cinco son de nivel internacional: si la empresa
cuenta con un reporte GRI, si cuenta con la certificación ISO 9000, si cuenta
con la certificación ambiental ISO 14001, si está adherida al Pacto Mundial de la
Organización de las Naciones Unidas y si cuenta con un certificado otorgado por
Great Place To Work México, que es organización mundial que certifica a empresas
que cumplen con criterios relacionados al ambiente laboral de alto rendimiento,
mientras que el resto son indicadores o iniciativas específicas de México.
Tabla 3
Indicadores, iniciativas y adhesiones para operacionalizar la RSE
Global Reporting Initiative (GRI) Cuenta con reporte anual en el sitio web del GRI
Great Place to Work Cuenta con la certificación Great Place to Work México
118
Esta forma de normalizar hace que los valores oscilen entre 0 y 1, en donde 0 significa
la ausencia de prácticas de RSE y 1 la presencia de éstas. La información con relación
a estas iniciativas se obtuvo mediante un análisis de contenido de los reportes anuales
de sustentabilidad de las empresas de la BMV en el periodo de 2019.
Análisis estadístico: El análisis de clústeres o análisis de conglomerados es
una técnica cuya principal utilidad es reducir un conjunto de observaciones en un
número más pequeños de grupos (Lin y Chen, 2016). Dicho de otra forma, consiste
en encontrar agrupaciones o segmentaciones a partir de información estadística
sobre determinado fenómeno de estudio. De acuerdo con De la Garza et al. (2013),
el análisis clúster (AC) pertenece al grupo de las denominadas técnicas estructurales
y en donde todas las variables son consideradas como independientes. Este tipo de
análisis es de carácter exploratorio, el cual busca formar agrupaciones mediante un
criterio de proximidad (similaridad o disimilaridad) entre las variables empleadas.
El empleo de la medida de proximidad para crear las agrupaciones o
segmentaciones dependerá de la naturaleza de las variables. Por ejemplo, si las
variables a analizar son dicotómicas, las medidas de similaridad que se podrían
emplear son: Anderberg´s D, Coeficiente de correlación phi, Czekanowski y
Sorenson, índice, de dispersión, Hamman, Jaccard, Lambda, Parejas simples, Yule’s
Q y Yule’s Y, entre otras. Si se emplearan medidas de disimilaridad se podrían
emplear: Distancia euclidiana, Distancia euclidiana al cuadrado, Diferencia de
tamaño, Diferencia de patrón, Lance y Williams, Shape y Varianza.
Si, por el contrario, tenemos variables de conteo o frecuencia, la medida de
proximidad a emplear sería una de disimilaridad como: Ji cuadrada y Phi cuadrado.
Si la escala es métrica, ya sea de intervalo o de razón, se podría emplear medida
de similaridad como: Coeficiente de Pearson y Coseno. En tanto que para medida
de disimilaridad o desemejanzas: Chebychev, Distancia euclidiana, Distancia
euclidiana al cuadrado, Mahalanobis, Manhatan o cityblock, Minkowski, Poder
métrico absoluto y Custumizado (De la Garza et al., 2013).
Existen dos tipos de AC: el jerárquico y el no jerárquico. En el jerárquico,
en cada paso del algoritmo sólo un objeto cambia de grupo y los grupos están
anidados en los pasos anteriores. Si un objeto ha sido asignado a un grupo ya no
cambia más de grupo. La clasificación resultante tiene un número creciente de clases
anidadas. Este método se subdivide en aglomerativo y divisivo. En los métodos no
jerárquicos o de repartición, se comienza con una solución inicial, con un número
de grupos fijado a priori, sobre los cuales se agrupan los objetos para obtener dichas
119
agrupaciones. La diferencia entre el método jerárquico y el no jerárquico radica en
que el primero construye de manera ordenada al agrupar de lo más parecido a lo
menos parecido, en tanto que, en el segundo, el agrupamiento se realiza de forma
arbitraria.
En nuestro caso empleamos un AC jerárquico aglomerativo, debido a que
nuestro análisis es exploratorio y no tenemos un antecedente sobre la estructura
a priori de los posibles grupos a segmentar. Además, los métodos de agrupación
o conglomeración que se emplean para unir grupos de individuos pueden ser de
enlace (linkage), aunque existen diversas formas de medir la distancia entre clústeres
y que producen diferentes agrupaciones y dendogramas. No hay una forma exacta
de seleccionar los métodos de agrupación por lo que su decisión queda a criterio
del investigador. Algunos métodos de agrupación son los siguientes: vinculación
inter-grupos, intra-gupos, vecino más próximo, vecino más lejano, agrupación de
centroides, de medianas y el método de Ward. Se reconoce que el método de Ward
es uno de los menos sensibles a datos a típicos por lo cual su uso suele ser el más
común en los estudios aplicados.
Procedimiento de tres pasos:
1. Se revisaron los reportes de sustentabilidad de las empresas que cotizan
en la BMV para identificar los distintivos y buenas prácticas sobre
responsabilidad que estas empresas dicen tener, además se revisó la
página de Infosel Financiero para obtener las variables de desempeño
financiero.
2. Con esta información se elaboró una base de datos de cada empresa.
3. Se llevó a cabo un análisis clúster para identificar agrupaciones en el
conjunto de datos analizados y con ello elaborar una caracterización de
los grupos encontrados.
Resultados
El análisis estadístico se llevó a cabo en SPSS versión 20. La rentabilidad sobre
el capital (ROE) y la rentabilidad sobre el activo (ROA) calculadas para toda la
muestra de análisis fue de .068 y .033 respectivamente. En tanto que el nivel de
endeudamiento promedio de la muestra fue de .589. En la Tabla 4 se presentan
estas medidas por sector.
120
Tabla 4
Ratios financieras por sector
Tabla 5
Índice de RSE por sector
Sectores Media
Materiales .625
Productos de consumo frecuente .522
Servicios y bienes de consumo .394
Industrial .535
Otros .464
Las empresas que se encuentran dentro del sector de materiales son las que
presentan una mayor cantidad de prácticas de RSE implementadas dentro de sus
operaciones.
‧ Análisis clúster. En esta sección, se presenta el resultado para la creación de los
clústeres, para lo cual, se emplearon las variables financieras (ROE, ROA y END).
121
Se llevó a cabo la estimación de un clúster jerárquico empleando el método de
aglomeración de Ward, con la medida binaria de distancia euclídea al cuadrado.
La estimación arroja el siguiente dendograma.
Gráfica 1
Dendograma
122
Tabla 6
Perfiles por clúster
3 .0538 .0966 .5400 .625 Segundo mayor nivel de prácticas de RSE, nivel de
endeudamiento inferior al promedio, ROE mayor a la
media el segundo más alto, ROA superior a la media es
el más alto
4 .0411 .1148 .6178 .532 Tercer mayor nivel de prácticas de RSE, segundo nivel
de endeudamiento superior al promedio, ROE mayor a
la media el primero más alto, ROA superior a la media
es el segundo más alto
Conclusiones
En este capítulo se desarrolló un índice de RSE y se aplicó un análisis de clúster
para identificar el comportamiento financiero a través de tres ratios financieros
(ROE, ROA y endeudamiento) así como el comportamiento de responsabilidad
social que las empresas dicen practicar a través de los sellos, adhesiones, certificados
y normas registradas en sus reportes de sustentabilidad.
Los resultados del índice sobre RSE señalan que los sectores con más alto
promedio son el de materiales y el sector industrial con valores de 0.625 y 0.535
respectivamente, considerando que dichos valores oscilan entre 0 y 1. Las empresas
que realizan actividades de minería, petróleo, producción de productos químicos,
productos de plástico, empresas dedicadas a la construcción, entre otras actividades
similares, son más propensas a dañar el medio ambiente, en comparación con el
resto de los sectores y es por ello, que se infiere se ocupan en mayor medida de
cumplir con la legislación ambiental y con certificaciones ambientales voluntarias
que les ayuden a dar una mejor imagen ante sus stakeholders y a conseguir acuerdos
123
comerciales con sus proveedores o consumidores. Por ello al revisar las iniciativas
de responsabilidad social con las que cuentan, considerando las tres dimensiones
(económico, social y ambiental), se observa que son las que cuentan con un mayor
número de certificaciones, adhesiones o iniciativas de RSE en México.
Los resultados del análisis clúster estimado empleando los 12 distintivos de
la Tabla 3 arrojaron cuatro grandes agrupaciones:
‧ Clúster 1. Integrados por empresas que presentan la mayor implementación
de prácticas ambientales, así como el mayor nivel de endeudamiento superior al
promedio, un valor del ROE mayor a la media, pero su valor promedio está por
debajo del clúster 4 y 3, el ROA es semejante a la media total. Se podría decir
que son las empresas con mayor responsabilidad pues presentan la mayor cantidad
de prácticas de RSE, aunque son las que en promedio más se endeudan y sus
rendimientos financieros no son los mejores.
‧ Clúster 2. Integrados por empresas que presentan el nivel más bajo de
implementación de prácticas de RSE, su nivel de endeudamiento es semejante al
promedio, su ROE y ROA son menores a la media y sus valores son los más bajos
de todos los grupos estimados. Se podía decir que estas empresas que invierten poco
en implementar prácticas de RSE también son las que menos rentabilidad exhiben.
‧ Clúster 3. Integrados por empresas que ocupan el segundo mayor nivel de
prácticas de RSE, su nivel de endeudamiento es inferior al promedio, su ROE es
mayor a la media y su valor es el segundo más alto, su ROA es superior a la media
es el más alto. Se podría decir que estas empresas suelen implementar prácticas
de RSE, tener rendimientos positivos superiores a la media y no endeudarse tanto
como los del clúster 1.
‧ Clúster 4. Integrados por empresas que implementan prácticas de RSE igual al
promedio. Ocupan el segundo nivel de endeudamiento y superior al valor promedio,
su ROE es mayor a la media y es el más alto, su ROA es superior a la media es el
segundo más alto. Se podría decir que son empresas que se preocupan más por
producir rendimientos financieros altos y solo implementar las prácticas de RSE
necesarias para cumplir con los requerimientos.
124
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128
Capítulo VII
La norma ISO 14001 y el desempeño
financiero. Una aproximación teórica
Noé Almazán Carrizales1
Jorge Alberto Pérez Cruz
Elizabeth Lizeth Mayer Granados
1
Los autores de este capítulo se encuentran adscritos a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Resumen
La importancia del sistema de gestión ambiental a mediados de los noventa ha
llevado a las empresas a adoptar la norma ISO 14001 creada por la Organización
Internacional de Estandarización publicada en 1996 con actualizaciones períodicas
y hasta el año 2018 ha sido aplicada en 178 países con 307 059 compañías
certificadas mundialmente. Aunque existen algunas investigaciones que indican
que la norma brinda beneficios ambientales, sociales y financieros otras dudan
en cuanto a su adopción debido a los costos de la certificación. Este estudio tiene
como objetivo analizar teóricamente la relación de la norma con el rendimiento
financiero para conocer los aspectos que favorecen o afectan la obtención de
dichos beneficios. Algunos estudios muestran resultados positivos en la adopción
de la norma y el desempeño financiero y otros presentan una relación negativa o
mixta y estos últimos son los que ha permitido identificar las causas que no influyen
favorablemente en este vínculo.
Palabras clave: ISO 14001, desempeño financiero, sistema de gestión ambiental.
Introducción
A mediados de la década de los noventa la gestión ambiental fue considerada por
muchas empresas como una de sus prioridades, ya que la preocupación pública
respecto al medio ambiente estaba creciendo (Nishitani, 2009). Actualmente, esa
situación ha conducido a las organizaciones a buscar formas de minimizar su
exposición al riesgo ambiental y adoptar un enfoque proactivo en la gestión ambiental
(Phan y Baird, 2015).
Los sistemas de gestión ambiental, tienen como antecedente desde 1990
el desarrollado por grupos ambientales en Reino Unido, denominado Green Dragon
Environmental Standard (Lo et al., 2012) y dos estándares que marcan los requerimientos
para la certificación de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) que son la norma
internacional ISO 14001 creada por la Organización Internacional de Estandarización
(ISO) y el Sistema de Eco-Gestión y Auditoría (EMAS) regulado por el Reglamento
Europeo EC 1221/2009. Una vez implementado el SGA, las empresas decidirán
la norma por la cual obtendrán la certificación (Paulraj y De Jong, 2011;Testa et
al., 2014). En esta revisión de literatura se utilizará en forma indistinta los términos
norma y estándar al referirse al SGA ISO 14001.
Algunas empresas han implementado prácticas de gestión ambiental,
reconociendo el potencial de un SGA. La norma ISO 14001 ha sido ampliamente
adoptada por las compañías de todo el mundo que otorga instrucciones generales
para un SGA (Heras-Saizarbitoria y Landín, 2011; Lee et al., 2017). Esta norma ha
131
sido aplicada en 178 países hasta el año 2018, en donde 307 059 empresas han sido
certificadas mundialmente (ISO, 2020).
Da Fonseca (2015) considera a ISO 14001 como una norma internacional
aceptada, cuyo concepto se basa en que se puede obtener un mayor desempeño am-
biental cuando a través de un sistema y gestionado, dando una contribución impor-
tante a la sustentabilidad por medio de la prevención de la contaminación, la identi-
ficación de aspectos ambientales y el cumplimiento de las leyes correspondientes.
Kadasah (2013) expresa que ISO 14001 dirige el sistema de gestión
ambiental de la organización, con el objeto de fortalecer el bienestar y la seguridad
de los trabajadores, los clientes y el entorno ecológico. Las empresas que hayan
adoptado esta norma, sus procesos de producción no deben contaminar el medio
ambiente. Estos requerimientos son verificados por los auditores de la agencia que
tienen a su cargo el proceso de la certificación.
De acuerdo con diversas investigaciones la norma ISO 14001, proporciona
beneficios internos relacionados con la productividad y el rendimiento financiero
y externos relativos a la competitividad ambiental y la relación con las partes
interesadas pertenecientes a la sociedad (Gavronski et al., 2008); aumenta el
rendimiento económico por medio de mejoras en la productividad e incremento
en la demanda (Nishitani, 2011); también incrementa las ventas y permite el acceso
a mercados globales (Fura, 2013). Los efectos de la adopción de la norma ISO
14001, la escala y rango de beneficios puede variar entre las diferentes industrias
dependiendo tanto de las características de la empresa y la implementación del
sistema (Fura y Wang, 2017; Nishitani, 2011). A continuación, se enlistan algunas
de las ventajas y desventajas de la norma ISO 14001 (ver Tabla 1).
Tabla 1
Principales ventajas y desventaja del SGA ISO 14001
Ventajas Desventajas
Permite el acceso a los mercados globales Adquisición de nueva tecnología
Reduce las inspecciones ambientales del Inversión en herramientas y recursos de
gobierno producción
Incrementa las ventas y la productividad Capacitación en gestión ambiental al personal
Aumenta el desempeño financiero Honorarios de los servicios de auditoría
Mejora la imagen con la sociedad Pago de cuotas de certificación
Otorga una ventaja competitiva Costos de mantenimiento del sistema
Fuente: elaboración propia con base en Alberti et al. (2000), Fura (2013), Gavronski et al. (2008), He
et al. (2015) y Nishitani (2009).
132
Es primordial que la empresa cuente con los recursos para adoptar el SGA, sobre
la visión basada en los recursos (RBV), cuyo argumento es que los SGA son activos
estratégicos de una empresa que le proporcionan una ventaja competitiva y que
pueden dar como resultado una reducción de desechos, una mayor colaboración
de las funciones internas y un progreso de las competencias sustentadas en el
conocimiento (Darnall et al., 2008; Russo y Fouts, 1997). La visión basada en los
recursos naturales (NRBV) considera que uno de los motivadores de la evolución de
nuevos recursos y habilidades de las compañías serán los retos y las restricciones del
medio ambiente (Hart, 1995), por lo tanto, estima que en el futuro, la planificación
y la ventaja competitiva estén fundamentadas en capacidades que favorezcan la
actividad económica ambientalmente sustentable.
Por esta razón, Hart (1995) y Hart y Dowel (2011) manifiestan que
el vínculo entre el compromiso con el entorno natural y el desempeño de las
organizaciones se basan en tres capacidades estratégicas: (i) La prevención de la
contaminación por medio del desarrollo de nuevos procesos, que optimicen el uso
de los materiales utilizados en la producción que contribuyan a la dismuninución de
emisiones y desechos, (ii) administración de productos que extiende el efecto de la
capacidad anterior al incorporar la cadena de valor en los sistemas de producción
de la empresa al considerar la intervención de las partes interesadas y (iii) desarrollo
sustentable que no solo considera los problemas ambientales, sino el efecto de la
firma en el desarrollo social y económico; por tal motivo los recursos y capacidades
ambientales pueden representar un papel importante en las estrategias ambientales
y superar la actuación de la empresa. Por otra parte, debido a que las empresas
actúan en entornos exteriores y se relacionan con sus actores externos, es necesario
considerar la perspectiva institucional para obtener información sobre cómo la
adopción del SGA aumenta la rentabilidad financiera. Esto se debe a que la teoría
institucional manifiesta que la dimensión en que las empresas pueden lograr tanto
sus objetivos estratégicos y de desempeño está sujeta al cumplimiento de presiones
de organizaciones externas y partes interesadas (Chan et al., 2012; DiMaggio y
Powell, 1983).
Se considera como parte interesada a organización o persona que puede
afectar, percibirse como afectada o verse afectada por una actividad o decisión,
como clientes, proveedores, inversionistas, comunidades, entes reguladores,
organizaciones no gubernamentales, empleados e inversionistas (ISO, 2015).
A pesar de las ventajas de la implementación de la norma ISO 14001,
existen dudas respecto a un incremento en la rentabilidad. Esto ha sido estudiado por
diversos investigadores, encontrando en algunos casos una relación negativa entre la
gestión ambiental y la rentabilidad financiera debido a los costos de la adopción de
133
esta norma los cuales son: la inversión en equipos que reduzcan el daño ambiental;
costos de prevención y control de la contaminación; los gastos de capacitación en
materia ambiental al personal; pagos de los servicios de auditoría; las cuotas de
certificación y los costos de mantenimiento de la misma (He et al., 2015; Song et
al., 2017). Esta adopción sugiere la disminución de la eficiencia de la producción
a causa de un incremento en el costo de la producción vendida (Zaro et al., 2015).
Con base en la perspectiva NRBV, Martín-de Castro et al. (2016) consideran que la
implementación de la norma en la organización requiere de recursos y capacidades
complementarios para llevar a cabo estrategias ecológicas proactivas.
La medición del desempeño de las empresas ha sido uno de los principales
temas de interés en la administración (Neely, 1999). Lönnqvist (2004) puntualizó
el desempeño como la capacidad de medición para alcanzar los resultados de la
organización con relación a los objetivos. De esta manera, el desempeño es la última
medida del resultado de una empresa (Kafetzopoulos et al., 2020), integrada por
indicadores que le corresponden. Este estudio contempla el desempeño financiero
que es descrito por Hogan y Coote (2014) como el grado en que una compañía
obtiene resultados económicos. También se le conoce como rentabilidad que de
acuerdo con Daza Izquierdo (2016), puede considerarse como la capacidad de la
firma para generar un excedente a partir de un conjunto de inversiones realizadas.
El indicador más utilizado para medir el desempeño financiero es el rendimiento
de activos (ROA) (De Jong et al., 2014; Riaz et al., 2019). Este indicador financiero
es conocido por la capacidad de todos los activos que son utilizados por la empresa
en actividades operativas para lograr futuros beneficios económicos (Jaba, 2017), y
se calcula como una razón entre utilidad neta y total de activos (Wu et al., 2020),
el ROA es empleado como un mediador del desempeño financiero en la literatura
de la gestión ambiental (Russo y Fouts, 1997) y las organizaciones que adoptaron
ISO 14001 tienen una mayor rentabilidad con base en ROA en comparación con
las que no adoptaron la norma (Heras-Saizarbitoria et al., 2011; Ross et al., 2019).
Este indicador fue el más utilizado por los estudios consultados.
La revisión de la literatura se efectuó del año 2010 a marzo del 2020 para
analizar teóricamente la relación de la norma ISO 14001 y el desempeño financiero
y las aportaciones de los mismos, para ser considerados en futuras investigaciones.
Este documento en primer lugar menciona brevemente los antecedentes
del estándar ISO 14001 y el desempeño financiero, en segundo lugar se describe
el desarrollo de la investigación para el análisis teórico de la relación de la norma
ISO 14001 y el rendimiento financiero por medio de una revisión de los estudios
más relevantes, en tercer lugar se hace la discusión de los aspectos más notables, en
cuarto lugar se presentan las conclusiones.
134
Desarrollo
Esta investigación es un estudio teórico a través de una revisión bibliográfica de
los artículos obtenidos de una base de datos científica con la finalidad de examinar
teóricamente la norma ISO 14001 y su relación con el desempeño financiero para
conocer los aspectos más notables en este vínculo. Se rastreó la literatura a través
de la página Web Of Science, una gran base de datos de artículos publicados,
provenientes de las principales revistas académicas del mundo (Cortés, 2015). Se
buscó mediante el título del tema ISO 14001 and financial performance. Y solo se
eligieron 128 artículos . Al revisarlos, se seleccionaron los publicados del 2010 a
marzo del 2020, quedando sólo 35. En la siguiente revisión solo se consideraron los
datos de los análisis de estudio comprendidos en el período o que hubiesen iniciado
antes del 2010 y que concluyan con datos posteriores a este año. Así quedaron 16
documentos. Los artículos de investigación se tabularon y clasificaron según año de
publicación, revista y país.
Por lo que respecta a las publicaciones el año con mayor número es el 2019
con 7; el 2020 (hasta marzo de ese año), 2017 y 2015 con 2 cada uno; 2016, 2014 y
2013 con 1 cada año.
En cuanto al número de publicaciones por revista del año 2010 hasta marzo
del 2020, Journal of Cleaner Production y Sustainability 3 cada una de ellas; Corporate
Social Responsability and Environmental Management 2; Acreditation and Quality Assurance,
Asia-Pacific Management Accounting Journal, Boletín de la Sociedad Española de Cerámica y
Vidrio, Business Strategic and Environment, International Journal of Operations & Production
Management, Journal of Business Ethics, Journal of Risk and Financial Management y Procedia
Economics and Finance 1 por cada una.
Por país se obtuvieron estas cantidades de trabajos de investigación del 2010
hasta marzo del 2020: Italia y Malasia 3 cada uno; Australia, China y Pakistán, 2
por cada uno; España, Estados Unidos, Korea y Rumania 1 por cada país.
De los 16 estudios revisados 7 concluyeron que hay una relación positiva
entre ISO-14001 y el desempeño financiero; 5 artículos mostraron una relación
negativa y los 4 restantes, tuvieron resultados mixtos, como a continuación se detalla.
135
contexto de una economía emergente, el análisis mostró una mayor tendencia a
lograr acreditación en las empresas que tienen un rendimiento mayor al promedio.
Expresa la preferencia por parte de los inversionistas en invertir en empresas con
una adecuada gestión ambiental.
Ante la pregunta, ¿cuáles son los beneficios y dificultades en la adopción
de un SGA? en la opinión de las organizaciones italianas, hecha por Mazzi et al.
(2016), quien diseñó una investigación a nivel nacional a través de cuatro encuestas
realizadas desde el 2008 hasta el 2015 a empresas de Italia certificadas con ISO
14001 con el objetivo de explorar las ventajas y dificultades de cumplir con sus
requisitos. Los resultados indican que la madurez adquirida por estas empresas les
ha permitido orientar sus esfuerzos para cumplir con los requerimientos tales como:
los requisitos legales, competencia y conciencia, control operativo y evaluación del
cumplimiento para lograr los beneficios esperados.
Herghiligiu et al. (2019) investigaron 31 pymes rumanas que cotizan
en la Bolsa de Valores AeRO Bucarest y que aplican de manera voluntaria ISO
14001. Por medio de un cuestionario, conocieron los efectos que la integración del
SGA tiene en la probabilidad de desempeño de negocio. Los resultados indican
que la integración tiene efectos diferentes considerando la experiencia de gestión
ambiental, ya que las empresas con menos de 5 años tienen rendimientos sobre
activos superiores al 10 % y al 30 % para las mayores.
Ong et al. (2019) estudiaron a través de un cuestionario a 124 empresas
malasias certificadas con ISO 14001, para investigar la relación entre el desempeño
ambiental, la innovación ambiental y el desempeño financiero de las empresas. El
resultado indica que la innovación ambiental es el facilitador clave para generar
beneficios económicos a partir de la gestión ambiental y que además actúa como
mediador que convierte los beneficios del desempeño ambiental en el rendimiento
financiero.
Ross et al. (2019) estudiaron el caso del Royal College of Pathologist
of Australasia Quality Assurance Programs, una organización sin fines de lucro
ubicada en Sidney, Australia. La empresa desarrolló un análisis de los costos de las
actividades ecológicas implementadas, donde determinó el ahorro que motivó la
implementación de ISO 14001. Esta integración le generó beneficios tangibles y
reales en materia ambiental, mejora cultural y rendimiento financiero.
En el análisis efectuado a 770 empresas chinas que cotizan en la Bolsa
de Valores de Shangai y Shenzhen, del período 2005 al 2014 realizado por He y
Shen (2019), para conocer como la certificación del SGA ISO 14001 configura
la innovación tecnológica corporativa, los hallazgos indican que la certificación
facilita dicha innovación, mediante la canalización de recursos a I+D, por lo
136
tanto el desarrollo interno y la acumulación de recursos mejoran los mecanismos
de aislamiento a las empresas que poseen recursos heterógeneos que ayudan a
mantener la ventaja competitiva.
La investigación realizada a 86 empresas chinas que cotizan en la industria
metalúrgica por Wu et al. (2020), tuvo como objetivo aumentar la comprensión de los
efectos financieros de la certificación del SGA en el desempeño de las empresas. Este
estudio establece una relación entre la Certificación ISO 14001 y el financiamiento
de la deuda, ya que alienta a este tipo de compañías con alto consumo de energía
a la adopción de la norma. Esto indica una producción más limpia y un ahorro
de energía hace que los inversores externos tengan la disponibilidad de otorgarles
préstamos.
137
En el estudio realizado a 140 empresas italianas de la construcción
certificadas con la norma ISO 14001 por Chiarini (2019), a través de un cuestionario
en línea, con el objetivo de encontrar los factores para una implementación exitosa
de este SGA (intervención de los empleados, compromiso de la administración,
identificación de aspectos e impactos, retornos financieros y económicos,
habilidades en técnicas ambientales e intervención de las partes interesadas), los
encuestados distinguieron que los resultados financieros tuvieron un efecto nulo
y el análisis indicó que los factores que afectaron la adopción de la norma fueron:
la participación de los empleados, compromiso de la alta dirección y desarrollo de
habilidades. Destaca la necesidad del esfuerzo de los gerentes por sensibilizar al
personal y de esta forma incrementar el rendimiento económico y satisfacer a las
partes interesadas.
Por lo que respecta al pensamiento de que el impacto de la norma
voluntaria ISO 14001 en el desempeño de mercado aún no está claro, Riaz et
al. (2019) estudiaron 62 empresas nacionales indias certificadas durante el período
2010-2017, para investigar cómo los inversores en el país emergente valoran esta
certificación voluntaria. El estudio comparó empresas certificadas con no certificadas
en función del rendimientos de los activos, tamaño e industria. Este indicó que los
inversionistas valoraron negativamente ISO 14001 tanto a corto como largo plazo.
El estudio menciona que esto se debe a los diferentes contextos culturales en los
países emergentes. El documento recomendó implicaciones políticas para gerentes,
organismos no gubernamentales y formuladores de políticas.
Ante la falta de respuesta a la pregunta, ¿ISO 14001 paga financieramente?,
Riaz et al. (2020) investigaron 117 empresas chinas certificadas en el año 2012,
haciendo un comparativo con su contraparte: 135 no certificadas y como grupo
de control 125 empresas internacionales no certificadas, en función del tamaño,
rendimientos de activos y el tipo de industria. Este estudio indica que la norma es
evaluada de manera negativa por los inversionistas ya sea en el corto o el largo plazo.
138
prevención de la contaminación), mientras que comportamientos más informales
se presentaban en empresas no certificadas. Las prácticas reconocidas y reguladas
son confiables pues buscan beneficios operativos internos.
La investigación de Hazudin et al. (2015) a 17 empresas que cotizan en la
Bolsa de Valores de Malasia para estudiar los efectos sobre los resultados financieros
de estas empresas por medio del análisis de razones financieras, arroja que la
certificación ISO 14001 no estimula significativamente una mayor rentabilidad
financiera con base en los activos de la empresa, la manifestación de los impactos
positivos de la adopción, podrían tardar más tiempo.
Lee et al. (2017) estudiaron a 174 empresas certificadas que cotizan en la
Bolsa de Valores de Nueva York en los Estados Unidos, durante el período 1996-
2010, con la finalidad de conocer el rendimiento financiero utilizando el efecto
de la certificación ISO 14001 en el largo plazo. En el resultado inmediato no
presentó efectos significativos en la mejora interna del proceso, los beneficios de
la certificación para las compañías se pudieron apreciar en el largo plazo desde la
expectativa de beneficios de mercado y rentabilidad.
Noh (2019) investigó a 174 empresas certificadas con la norma ISO 14001
durante el período de 1996 a 2010 que cotizaban en la Bolsa de Valores de Nueva York
para conocer los efectos en el largo plazo de los esfuerzos ecológicos corporativos en
el rendimiento financiero y el resultado indicó que estas tareas le otorgan beneficios
a la organización mejorando las ventas y la rentabilidad con la observación que el
mercado de capitales no responde a estos esfuerzos en el largo plazo.
Discusión
La cantidad de estudios positivos por país fueron: Australia 1, China 2, Italia
1, Malasia 2 y Rumania 1; los negativos: España 1, Italia 2 y Pakistán 2; los
mixtos: Australia 1, Estados Unidos 1, Korea 1 y Malasia 1. La mayor parte de
las investigaciones han sido realizadas en Asia, Europa y el Norte de América, lo
que concuerda con el número de certificados emitidos por ISO reportados en el
2018, donde China ocupa el primer lugar con 136 715, en segundo lugar Japón
con 19 131, en tercer lugar Italia con 15 118, en cuarto lugar España con 12 198 y
quinto lugar Reino Unido con 11 201 (ISO, 2020).
En los cinco estudios con relación negativa los resultados pueden tener
explicación como los temas de las empresas del sector cerámico español y las
compañías italianas de la construcción en los cuales la administración juega un
papel muy importante en factores como: fuerte motivación interna, compromiso de
la alta dirección, comunicación con grupos de interés, participación de las partes
interesadas, responsabilidades bien definidas para la gestión ambiental y programas
139
de formación y educación (De Vries et al., 2012); en el caso de las compañías indias
y chinas que los inversionistas valuaron de manera negativa la adopción de la norma
se debe a la diferencias en los entornos culturales de los países en vías de desarrollo
(Riaz et al., 2019) y por útlimo las firmas que cotizan en Bolsa de 58 países en donde
no se pueden generalizar resultados por las desigualdades regulatorias entre países
y las diferencias de los impactos ambientales (Arimura et al., 2016).
Las cuatro investigaciones que reportaron una relación mixta, han sido
observadas a través de otros estudios, como el caso de las manufactureras que
realizan prácticas de información, donde a este tipo de acciones se le conoce como
la adopción simbólica en la que se obtiene la certificación y no se llevan a cabo
las prácticas ambientales (Martín-de Castro et al., 2016; Ferrón, 2017), y en las
empresas de Malasia y Estados Unidos que cotizan en la Bolsa de Valores es donde
la administración puede influir de manera positiva para cambiar estos efectos (De
Vries et al., 2012) y el estudio de Noh (2019) tiene el antecedente de que el anuncio
de las certificaciones causaron un efecto negativo en el rendimiento de las acciones
(Paulraj y De Jong, 2011).
Además en esta literatura se puede observar una diversidad de empresas,
porque la mayoría de los estudios se enfocaban en forma general a la industria
manufacturera, en estas investigaciones se están abordando otro tipo de empresas
como la industria metalúrgica en China (Wu et al., 2020), el del laboratorio en
Australia (Ross et al., 2019), de las pymes en Rumania (Herghiligiu et al., 2019),
el relativo a empresas de la construción en Italia (Chiarini, 2019) y el referente al
sector cerámico español (Peiró-Signes et al., 2013).
Esta revisión encontró que los estudios realizados por Lee et al. (2017)
y Noh (2019), son del mismo período, empresas y método, el primero analizó el
efecto de la política ambiental y el segundo los efectos de los esfuerzos ecológicos
corporativos, ambos relacionados con el desempeño financiero en el largo plazo
de la certificación ISO 14001. Sus resultados fueron similares, al concluir que los
beneficios de la adopción se darían en el largo plazo. Además, Noh (2019) aparece
como colaborador en el trabajo de Lee et al. (2017).
Las técnicas utlizadas en esta literatura fueron las siguientes: Estudio de eventos
(Lee et al., 2017; Noh, 2019; Peiró-Signes et al., 2013; Riaz y Saeed, 2020; Riaz
et al., 2019); Análisis de Regresión (Chiarini, 2019; He y Shen, 2019; Herghiligiu et
al., 2019; Miroshnychenko et al., 2017; Wu et al. 2020); Mínimos Cuadrados Parciales
(Ong et al., 2019; Simpson y Sroufe, 2014); Análisis de Correlación, Anova, Prueba de
Normalidad y Regresión Lineal (Ong et al., 2015); Razones Financieras analizadas por la
prueba t para muestras emparejadas (Hazudin et al., 2015); Análisis de Encuestas (Mazzi et
al., 2016) y Estudio de Caso (Ross et al., 2019).
140
Las instituciones de diversos países que han participado en estas
publicaciones son: Malasia con Universiti Putra Malaysia (Ong et al., 2019; 2015) y
Universiti Teknologi MARA Malaysia (Hazudin et al., 2015); Italia con University
of Padova, Italy (Mazzi et al., 2016), Sant’Anna School of Advanced Studies, Piazza
Pisa, Italy (Miroshnychenko et al., 2017) y University of Verona, Italy (Chiarini,
2019); Australia con Monash University, Melbourne, Australia (Simpson y Sroufe,
2014), RCPA Quality Assurance Programs, St Leonards, Sydney, Australia (Ross
et al., 2019); China con Tianjin University, China (Wu et al., 2020) y University
of International Business and Economics, Beijing, China (He y Shen, 2019);
Pakistán con Comsats University, Islamabad, Pakistan (Riaz y Saeed, 2020; Riaz
et al., 2019); Estados Unidos con University of Nebraska, Lincoln, NE USA (Lee
et al., 2017); Korea con Myongji University, Seoul, Korea (Noh, 2019); Rumania
con Technical University of Iasi, Romania (Herghiligiu et al., 2019) y España con
la Universitat Politécnica de Valéncia (Peiró-Signes et al., 2013). Aquí es posible
apreciar que la mayor parte de la literatura proviene de Asia y Europa.
También se pueden observar diferencias en los resultados de investigaciones
al mismo tipo de empresas en diferente país como el caso de Malasia, donde el
estudio de Ong et al. (2015) indica que la acreditación ISO 14001 beneficia a las
empresas y le otorga la confianza de los invesionistas, lo cual asegura que los inversores
malayos prefieren invertir en empresas que cuenten con una buena gestión ambiental.
El aspecto contrario es el caso de China, en la investigación realizada por Riaz y
Saeed (2020) que expresa la mencionada adopción es evaluada negativamente por los
inversionistas ya sea a corto o largo plazo y el caso de India en el estudio de Riaz et al.
(2019) en el cual la certificación se evaluó de la misma manera.
Las aportaciones de los investigadores son interesantes y pueden ayudar
a mejorar a las empresas como en el caso de Wu et al. (2020), que expresa que se
puede sugerir a ISO ajustar algunos de los elementos de las normas considerando
las características de las empresas; estos las ayudaría en la adaptación a su desarrollo
ambiental acorde a sus propias condiciones.
Además, las recomendaciones dirigidas a los gerentes en cuanto a la
concientización de los inversionistas incluyen la importancia de que la empresa
cuente con un SGA (Riaz y Saeed, 2020; Riaz et al., 2019). Otro aspecto es la
sensibilización de los recursos humanos, esta observación está reflejada en las
investigaciones italianas, como Chiarini, (2019), que considera primordial generar
conciencia en los trabajadores y el compromiso de la alta dirección y reforzada por
las 4 encuestas nacionales realizadas a las empresas italianas en la investigación de
Mazzi et al,. (2016) en donde se reconoce que uno de los requisitos más útiles de un
SGA es la gestión de los recursos humanos.
141
Otro detalle fundamental que consideran estos estudios es la innovación
desde dos puntos de vista, en el caso de He y Shen (2019), que indican que la
certificación ISO 14001 facilita la innovación tecnológica a través de la acumulación
de recursos en I + D, que le proporcionan instrumentos heterogéneos a las empresas
para mantener sus ventajas; por otra parte también se contempla la investigación de
Ong et al. (2019), cuya aportación indica que la innovación ambiental es el facilitador
clave para la obtención de recursos económicos a través de la gestión ambiental.
Con respecto al enfoque regulatorio y el enfoque normativo contemplado,
el estudio de Simpson y Sroufe (2014), observa a las empresas que obtienen
la certificación ISO 14001 solo para cumplir los requerimientos de las partes
interesadas. Esta práctica ha sido identificada en otra investigación que considera
la adopción simbólica, cuando las compañías obtienen la acreditación del estándar
como resultado de la actuación de la firma que coadyuva al deterioro de la confianza
en la norma (Ferrón, 2017).
Existen algunas recomendaciones en la literatura revisada como
Miroshnychenko et al. (2017), que sugieren aplicar el mismo tipo de estudio en la
pyme. Por otra parte, Lee et al. (2017) recomiendan que si los estudios pudieran
centrarse en un solo tipo de industria los resultados podrían ser más consistentes.
Peiró-Signes et al. (2013), indican la conveniencia de realizar técnicas cualitativas
en empresas del sector cerámico para analizar la adopción de ISO 14001 con
resultados de éxito y fracaso para conocer los factores claves de la diferencia, ya que
el estudio fue cuantitativo. Finalmente Ong et al. (2019) proponen para el futuro
el uso de datos secundarios para verificar los hallazgos de este estudio que se había
realizado a través de un cuestionario ya que encuentran deficiente el uso de la
escala de Likert para evaluar los elementos de la construcción del mismo.
El aspecto más primordial en la adopción de la norma ISO 14001 son
los recursos con que debe contar la organización por lo que Hazudin et al. (2015)
argumentan que este proceso será muy dificil para las compañías que tengan
limitación de fondos. Ong et al. (2015) manifiestan que las grandes empresas con
mayor disponibilidad de recursos financieros tienen más facilidad para lograr la
adopción. Aunque existen países donde las empresas persiguen la certificación, como
China, donde la obtención del sistema no mejora significativamente el rendimiento
financiero, donde las preguntas son, ¿qué motiva la adopción del estándar por este
gran número de compañías?, ¿existen otros beneficios implícitos? (He et al., 2015).
Debido a las cuestiones mencionadas existen estudios con opiniones favorables
como la de Heras-Saizarbitoria et al. (2011) que sugiere que los beneficios de los
costos derivados de la certificación son razonables para compensar la inversión, y la
opinión de De Vries et al. (2012) que consideran que el sistema conduce a beneficios
142
empresariales que sobrepasan el costo de implementación de la norma. Por tanto,
sería conveniente conocer las motivaciones que dirigen a las empresas a obtener la
certificación y los beneficios esperados de las mismas.
Conclusiones
En la revisión de la literatura cuyo objetivo es conocer el tipo de relación existente
entre la adopción de la norma ISO 14001 y el desempeño financiero, se encontraron
siete con efecto positivo, cinco negativos y cuatro mixtos donde no se logró un
consenso de resultados, lo cual coincide con lo expresado por De Jong et al. (2014)
al manifestar que el vínculo entre ISO 14001 y el rendimiento financiero sigue sin
respuesta. Ante los resultados negativos, existen detalles que podrían explicar la
causas de estos, en los que los investigadores hacen observaciones y sugerencias
que permitirían conocer los motivos por los que no se logró obtener resultados
favorables, considerando realizar nuevas investigaciones.
Conviene observar las discrepancias en todos estos estudios como en el
caso de Arimura et al. (2016), que manifiestan que las investigaciones que evalúen
estas herramientas de gestión ambiental deberían considerar las diferencias
institucionales entre países y particularidades con el tipo de impacto ecológico que
se valora. Es necesario observar la actuación de la administración en las empresas,
los contextos culturales y económicos, y la legitimidad con la que las compañías
implementan la norma. Por ejemplo, las empresas chinas conocen los beneficios
implícitos derivados de la adopción que consisten en apoyos gubernamentales (He
et al., 2015). En lo concerniente a las sugerencias hechas por los investigadores a
ISO, se debe recurrir a través de los mecanismos adecuados a su comité técnico
para presentar las propuestas correspondientes.
Como una contribución importante a la reducción del deterioro ambiental,
la norma ISO 14001 tiene áreas de oportunidad que son identificadas por las
empresas de acuerdo con la actividad que desarrollen. La certificación como una
garantía para los inversionistas; cumplir con las leyes ambientales, competencia y
conciencia ecológica, control de las operaciones y evaluación del cumplimiento;
adquisición de experiencia en el SGA; la innovación ambiental; la innovación
tecnológica; implementación de actividades de gestión ambiental que disminuyan
los costos; la producción limpia y ahorro de energía.
La literatura revisada tiene una variedad de aportaciones para futuras
investigaciones, considerando aspectos importantes en la gestión ambiental
y contempla temas relevantes para empresas en los que respecta a la ventaja
competitiva, la innovación, la toma de decisiones, la administración de recursos
humanos, la gestión de recursos y aspectos éticos.
143
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148
Capítulo VIII
Revisión sistemática de las finanzas
sustentables en el contexto
latinoamericano
1
Universidad Autónoma de Tamaulipas.
2
Universidad Nacional Autónoma de México.
Resumen
Esta investigación tiene como objetivo realizar una revisión sistemática de las
finanzas sustentables para otorgar una aproximación epistemológica en el contexto
latinoamericano. A través de un estudio bibliométrico se identifican los temas
encadenados al análisis de las finanzas con enfoque sustentable. Se analizan los
registros de Web of Science de Clarivate Analytics considerando artículos publicados
en diez países de América Latina en los últimos 16 años. Como resultado, los temas
ligados al estudio de las finanzas sustentables son: la gestión de riesgo, asignación
de activos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), mercado de bonos, bonos
verdes, emprendimiento social y estabilidad financiera; de esta manera se conciben
como líneas de investigación que otorgan reconocimiento a la interdisciplinariedad
de las finanzas y su relación con la sustentabilidad.
Palabras clave: finanzas sustentables; revisión sistemática; desarrollo sustentable.
Introducción
El vínculo entre las finanzas y la sustentabilidad es un campo de estudio atractivo
y de rápido crecimiento en la literatura económica-financiera (Bui, et al., 2020;
Soppe, 2004), por lo que cada vez es más habitual encontrar conceptos como
“finanzas sustentables”, “finanzas climáticas” o “finanzas verdes” para denotar
las acciones de financiamiento sustentable en diferentes contextos de aplicación,
sin embargo, como sugieren Migliorelli y Dessertine (2019), han sido utilizados
de forma indistinta ocasionando confusión en su abordaje tanto teórico como
conceptual que imposibilita distinguir los alcances e implicaciones de cada una de
estas áreas de estudio.
El interés por examinar el papel de las finanzas en el desarrollo sustentable
se acrecentó en los últimos años, ya que las agendas políticas se han preocupado
por conocer qué canales de financiamiento son necesarios para la sustentabilidad.
A la par, se ha generado una cantidad significativa de investigaciones científicas que
analizan la relevancia de las finanzas en la sustentabilidad (Brühl, 2021; Jayaram
y Singh, 2020; Kumar et al., 2022; Ahbabi y Nobanee, 2019; Lagoarde-Segot y
Paranque, 2017; Lehner, 2017; Soppe, 2004).
No obstante, como sugiere Kumar et al. (2022), la literatura actual sigue siendo
limitada debido a que ofrece conocimientos parciales a través de un subconjunto, en
lugar de todo el corpus de finanzas sustentables, por lo que no existe una definición
per se, pues cada institución financiera, gobierno u organismo internacional tiende a
crear definiciones de acuerdo con sus motivaciones subyacentes.
La multiplicidad de enfoques conceptuales sobre las finanzas sustentables
es un precedente relevante para su estudio en el contexto regional. De esta manera,
151
se realiza una revisión sistemática de las finanzas sustentables para aproximarse a su
epistemología en Latinoamérica. A través de un estudio bibliométrico se identifican
los temas encadenados al análisis de las finanzas con enfoque sustentable. Se
analizan los registros de Web of Science de Clarivate Analytics considerando artículos
publicados en diez países de América Latina en los últimos 16 años, entre ellos
Brasil, Chile, Colombia y México.
La investigación se desarrolla en tres etapas. Primero, se discute el origen de
las finanzas sustentables como paradigma reconocido en el campo de las finanzas
académicas. Segundo, se presentan las diferentes conceptualizaciones de las finanzas
con enfoque sustentable para delimitar el perímetro de estudio de las finanzas verdes,
finanzas climáticas, finanzas sociales y finanzas sustentables. Tercero, se presentan
los resultados del análisis bibliométrico para destacar oportunidades y/o lagunas en
la literatura que permiten ser futuras líneas de investigación en el contexto regional.
152
i. Se desacreditó el modelo de racionalidad sustantiva homo economicus,
que se caracteriza por la racionalidad estructural del comportamiento
humano egoísta, en la búsqueda constante de la maximización de sus
propios beneficios;
ii. La inserción de nuevas posturas teóricas y paradigmas promovida por
autores como Coase, Alchian y Demsetz que generaron un cambio en la
percepción de la empresa vista como una “caja negra”;
iii. Inserción de la teoría positiva de la agencia al estudio de los vínculos
contractuales en las finanzas corporativas y sus implicaciones para la
estructura de propiedad y gobierno de la empresa como parte de un
sistema conjugado;
iv. Utilización de nuevas técnicas y métodos de investigaciones debido a
las limitaciones que ofrece la formalización cuantitativa de las teorías
y sobre la falta de evidencia cualitativa e institucional de los problemas
financieros y organizacionales.
La teoría financiera clásica que parte del método de análisis empírico de datos
utiliza habitualmente modelos cuantitativos apoyados de técnicas econométricas,
no obstante, este abordaje no logra hacer frente a los profundos cambios cualitativos
de la práctica de las finanzas, que, en esencia, son disconformes con el realismo
positivista. Esto permitió abrir paso a nuevos marcos metodológicos en el campo de
la economía financiera para afrontar nuevos fenómenos desde la óptica cualitativa.
Por consiguiente, el modelo financiero tradicional es leído desde una visión
estándar de la empresa, es decir, los accionistas principales ejercen la primacía
en la toma de decisiones, tienen derecho a controlar en exclusiva el consejo de
administración y supervisan las acciones de los directivos (agentes) para lograr
que la compañía no se desvíe del objetivo general de la corporación, crear valor
económico (Fernández, 2008).
Esta postura ha sido severamente criticada, inclusive las presiones por
avanzar hacia el desarrollo sustentable ocasionan un cambio notable en el enfoque
de las empresas, hoy en día reconocen la sustentabilidad corporativa como una práctica
que excede, a la vez que incluye la visión cortoplacista y economicista, concibe el
aspecto social y ambiental igual de importante que el financiero.
Continuando con lo anterior, Caro y Solange (2021) reconoce que el
cambio en el abordaje metodológico se derivó del trabajo de Aloy Soppe Sustainable
Corporate Finance publicado en 2004, el cual expone la noción cualitativa del objetivo
de las empresas velando por la maximización del valor por sí mismo y no sólo de
la rentabilidad de los accionistas. En otras palabras, se planteó la ampliación del
153
objeto empresarial hacia un enfoque integrado e interrelacionado por factores de
la Triple Línea de Resultado que posteriormente formaliza Elkington (2006) en el
proceso de creación de valor económico, social y ambiental.
En cuanto al dilema epistemológico de las finanzas sustentables,
investigadores académicos de finanzas han hecho hincapié en dos posturas
intelectuales muy claras a adoptar. La primera postura consiste, de acuerdo con
Lagoarde-Segot (2018), en que la sustentabilidad es superflua e incompatible a la
visión central de la teoría de la agencia, el supuesto de racionalidad económica
exige una tasa de inversión que garantice retorno, costos de producción óptimos y
rentabilidad financiera, por lo que los criterios “extra financieros” que implica la
sustentabilidad en la organización contrarrestan esta postura. Los comportamientos
sustentables llegan a ser señalados como un mal funcionamiento del gobierno
corporativo. La inversión de impacto tendería, por tanto, a desaparecer porque
deja entrever una forma de irracionalidad.
Esta noción sugiere que la creación de un mundo más sustentable exigirá
que las empresas sacrifiquen beneficios en favor del bien público, sin embargo,
Shrivastava y Hart (1995), y Hart y Milstein (2003) explican que la velocidad en
la que están cambiando los mercados obliga a las empresas a enfrentar severas
presiones por garantizar su supervivencia, lo que representa un desafío para la
sustentabilidad de las empresas.
La segunda postura que plantea Lagoarde-Segot (2018) es que las finanzas
sustentables obedecen principios que las sitúan fuera del alcance de la investigación
de la teoría financiera. Inclusive se ha señalado que las finanzas sustentables deben
ser afrontadas desde la sociología o antropología.
Esto se debe, en cierta medida, a la barrera que impone la primacía de los
métodos cuantitativos basados en la “objetividad” respecto a los cualitativos en el
área financiera. Los discursos peyorativos sobre la “subjetividad” que acompaña
los métodos cualitativos han llegado a obstaculizar que las finanzas con enfoque
sustentable se solidifiquen no solo en lo académico, sino también en lo práctico.
En respuesta a los desafíos del desarrollo sustentable, Lagoarde-Segot y Paranque
(2017) reafirman la necesidad de una “reincrustación” de la actividad financiera en
la economía social.
154
Diferentes conceptualizaciones de las finanzas con un enfoque
sustentable
El término de las “finanzas sustentables”, o también denominadas “finanzas
corporativas sustentables”, aparecen a medida que los tópicos sobre desarrollo
sustentable toman mayor notoriedad en la comunidad científica, donde la empresa
toma un rol incipiente que involucra a todas sus áreas: producción, mercadotecnia,
finanzas, entre otras (Vargas y Díaz, 2017).
De esta manera, para Bansal y Desjardine (2014) la sustentabilidad de las
empresas se logra cuando estas tienen capacidad para responder a sus necesidades
financieras a corto plazo sin comprometer su capacidad (o la de otros) para satisfacer
sus necesidades futuras.
Las finanzas sustentables son definidas como un enfoque de múltiples
indicadores para financiar una corporación de tal manera que todos los factores
sociales, ambientales y financieros están interconectados e integrados en un sistema
explícito desarrollado entre las generaciones actuales y futuras (Bui et al., 2020;
Soppe, 2004).
La definición de finanzas sustentables es muy amplia y abarca innumerables
dimensiones de formas sustentables de alcanzar objetivos financieros y de inversión.
Por lo tanto, el marco proporcionado por los Objetivos del Desarrollo Sustentable
(ODS) permite ser una referencia en el intento de delimitar el foco de análisis
de este concepto (Kumar et al., 2022)., que en esencia involucra temas como la
financiación verde, climática y social.
Para Migliorelli y Dessertine (2019), la financiación verde y financiación
climática pueden considerarse como partes específicas del panorama financiero
sustentable. El primer término puede referirse a las reservas y los flujos financieros
destinados a apoyar la consecución de los ODS relacionados con el medio ambiente,
mientras que el segundo puede asociarse al componente de la financiación verde
que se centra en la mitigación del cambio climático y adaptación al mismo (ver
Figura 1).
Las finanzas climáticas hacen alusión al financiamiento local, nacional o
transnacional, que puede provenir de fuentes de financiamiento públicas, privadas
y alternativas con la finalidad de dar seguimiento al Acuerdo de París y lograr que
instituciones financieras incluidos bancos, aseguradoras e inversionistas aprovechen
las oportunidades comerciales de las acciones para mitigar el cambio climático
(United Nations Enviroment Programme, 2022).
155
Figura 1
Alcances de las finanzas sustentables
Las finanzas verdes integran la protección ambiental con las ganancias económicas
(Wang et al., 2019) de la misma manera que lo consideran las finanzas climáticas.
En este sentido, intentan lograr los ODS, puntualmente el objetivo 6 Agua limpia y
saneamiento y objetivo 13 Acción por el clima en relación con el cambio climático y los
relacionados con el cuidado de la biosfera en general, el objetivo 14 Vida submarina
y objetivo 15 Vida de ecosistemas terrestres.
Las finanzas sustentables abrazan todas las representaciones de
financiamiento para el desarrollo sustentable considerando los 17 ODS y sus tres
dimensiones. Las características anteriores ofrecen un perímetro muy claro sobre
lo que implican las finanzas sustentables respecto a las otras ramas y vale la pena
mencionar su significado (ver Tabla 1).
Para Kumar et al. (2021) las finanzas sustentables son un proceso evolutivo
de consideración de factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus
siglas en inglés) en las decisiones financieras y de inversión. Por lo que el Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha llegado a reconocer
que estos factores son idóneos para valorar la conducta de las corporaciones y
determinar sus futuros resultados.
156
Tabla 1
Definiciones de las finanzas con enfoque sustentable
Finanzas verdes La financiación verde es la que permite lograr Inderst, G., Kaminker,
el crecimiento económico reduciendo al mismo Ch., Stewart, F. (2012)
tiempo la contaminación y las emisiones de gases
de efecto invernadero, minimizando los residuos
y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos
naturales
Al respecto, los fondos ESG que se han popularizado en lo que va del siglo logran ser
parte importante en el cambio de paradigma de las compañías. Desde la cuestión
ambiental los activos ESG se enfocan en reflejar los esfuerzos en materia de economía
circular y economía climática a nivel organizacional. Respecto al espacio social se
hace hincapié en los nexos de las compañías con las partes interesadas o stakeholders
(comunidad, proveedores, trabajadores, etcétera). Por su parte, la gobernanza tiene
en cuenta la relación existente entre el management de las empresas y sus accionistas
e inversores en general, el equilibrio en el esquema de las remuneraciones de los
directivos, entre otros conceptos (Galante et al., 2020).
Se puede constatar que la oferta de activos ESG representa ser un llamado
de las grandes empresas y público inversionista por la apreciación hacia las finanzas
corporativas sustentables, sin embargo, los beneficios a largo plazo continúan siendo
inconsistentes.
Para Zeidan (2020), los pocos fondos especializados en el mercado, la
prevalencia del lavado verde (como parte de marketing engañoso) y las dificultades
para desvincular las puntuaciones ESG de las características de otras empresas
157
(donde las grandes compañías tienden a producir información más detallada
sobre sus iniciativas medioambientales y sociales) han polarizado los resultados,
que obstaculizan las financiación sustentable, sobre todo en los mercados menos
desarrollados donde la información es asimétrica.
En suma, como proponen Kumar et al. (2021) las finanzas sustentables
abarcan todas las actividades y factores que harían que las finanzas fueran
sustentables y contribuyeran al desarrollo sustentable desde la cuestión ambiental
como social y económica, connotación que considera las partes interesadas, como
los ESG (impulsados por la Unión Europea) y los ODS (de la Organización de las
Naciones Unidas).
Metodología
Después de examinar la postura epistemológica-conceptual de las “finanzas
sustentables” en los apartados anteriores, se realiza un estudio bibliométrico
utilizando la base de revistas científicas Web of Science (WoS) de Clarivate Analytics.
La selección de este repositorio se debe a su importancia internacional en la
comunidad científica, por contener altos estándares en relación con sus datos de
referencia bibliográfica. Precisamente, este acotamiento ofrece un panorama de las
tendencias científicas producidas en la región Latinoamericana desde un ámbito
internacional, lo que constituye el interés en esta investigación.
La revisión bibliométrica se efectuó durante el mes de noviembre del
2022 utilizando la palabras sustainable finance, sustainable corporate finance y finance and
sustainability en los motores de búsqueda de WoS considerando su presencia en
título, resumen y palabras clave. Dicha búsqueda arrojó un resultado de 21 473
documentos.
Se excluyeron los capítulos de libro, actas, artículos de datos, etcétera,
conservando únicamente los artículos científicos ya publicados hasta el momento.
Adicionalmente se aplicaron dos refinamientos: temporal y espacial. Se limitó la
búsqueda a un periodo de 16 años, es decir, se retomaron los artículos publicados
entre 2006 a 2022. Para el refinamiento espacial, se seleccionaron los artículos
localizados en países de América Latina, tomando como referencia los publicados
por autores de diez países de la región: Brasil, Colombia, Costa Rica, Uruguay,
Perú, Cuba, Chile, México, Argentina y Ecuador.
158
Figura 2
Proceso de selección de artículos en la revisión exploratoria
159
Análisis de los resultados
Acorde con Piedra Salomón (2010):
[…] la información emanada de los estudios bibliométricos, avalada por la
utilización de técnicas de visualización contribuye entre otras cuestiones a una
idónea toma de decisiones en pro de lograr una mejor distribución de recursos
para la investigación en las instituciones, al fomento de nuevas políticas científicas
y en alguna medida a determinar el estatus teórico-epistemológico de un campo
de conocimiento (p. 49).
De esta manera, para ilustrar las tendencias y desarrollos en el tema de las finanzas
sustentables el análisis bibliométrico se evalúa la producción literaria por año, la
descripción de las principales revistas en las que se ha publicado dicha producción,
la red de cocitación y red de co-ocurrencia.
En relación con la producción literaria en WoS, el Gráfico 1 muestra
el número de artículos publicados desde 2006, mostrando en primera instancia
una producción muy baja entre 2006 y 2011, ya que oscilaba entre una y dos
publicaciones anuales en la región.
Gráfico 1
Número de publicaciones por año
14
12 12
10 10 10
Número de artículos
8
7 7
6
4 4 4 5
4
2 2 3
2
1 1
0
2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2020
Años
160
En segunda instancia, entre 2012 y 2018 creció el número de investigaciones, para
el 2018 se publicaron 12 artículos en la región latinoamericana sobre finanzas
sustentables. Finalmente, entre 2018 y 2020 la producción de artículos sobre el
tema decreció, derivado de varios factores, entre ellos, la pandemia mundial SARS-
CoV-2 y el confinamiento social obligatorio que provocó el cierre de centros de
investigación académica.
En términos generales, la tendencia de investigaciones publicadas que
aborden el tema de las finanzas sustentables en América Latina no ha sido constante,
pero existe una marcada propensión positiva debido al interés que enmarca los
temas de la sustentabilidad, donde el área financiera tiene inferencia.
Además, se encontró que los países más citados en la región de estudio
son Brasil, Colombia y Costa Rica, reflejando un promedio de citas de artículos
de 4.45, 3.45 y 9 al año respectivamente. Para el caso mexicano, se registra un
promedio de citas de 0.40, muy por debajo de otros países como Cuba (4 citaciones
en promedio al año), Chile (1.5) y Argentina (1). Esto refleja un área de oportunidad
investigativa para México.
Es relevante comprender cuáles son las principales revistas que publican
las investigaciones que examinan las finanzas sustentables. Como se muestra en la
Tabla 2, la revista suiza Sustainability y de Journal of Business Ethics de los Países Bajos
tienen un mayor número de citación respecto a las demás revistas pertenecientes a
WoS.
Dichas revistas académicas tienen en común la interdisciplinariedad y
acceso a publicaciones vinculadas con la sostenibilidad ambiental, que involucra
a las ciencias sociales y económico-financieras. Por su parte, la revista de Reino
Unido Journal of Cleaner Production es internacional y se centra en la investigación y
la práctica de producción más limpia, medio ambiente y sostenibilidad, por lo cual
se posiciona como la tercer revista como mayor citación.
En la Tabla 2 se detallan los aspectos antes mencionados, tomando como
referencia el caso de las diez principales revistas que ofrecen publicaciones de las
finanzas sustentables redactadas por autores de la región e incorpora información
detallada del cuartil de la revista, el H-index, G-index y M-index (que mide el
impacto de la producción científica), así como el número de publicaciones y total
de citaciones.
161
Tabla 2
Diez revistas principales
Núm. de Total de
Revista Cuartil H-Index G-Index M-Index
pub. citaciones
Sustainability Q2 3 5 0.60 5 41
Journal of Business Ethics Q1 1 1 0.125 1 41
Journal of Cleaner Production Q1 1 1 0.333 1 18
Ecosystem Services Q1 1 1 0.111 1 14
Journal of Public Affairs Q2 1 1 0.333 1 11
Forests Q1 1 1 0.20 1 10
Social Responsibility Journal Q1 1 1 0.25 1 7
Structural Change and Q1 1 1 0.25 1 7
Economic Dynamics
Avances Q1 1 1 0.167 1 4
Management Decision Q1 1 1 0.111 1 4
162
Figura 3
Red de cocitaciones
163
Figura 4
Red de co-ocurrencia de palabras clave de artículos publicados en Latinoamérica a partir de 2006
164
Conclusiones
Existe una transdisciplinariedad en el área de estudio de las finanzas, las perspectivas
heterodoxas han logrado posicionarse como corrientes de pensamiento apremiantes.
Las finanzas convencionales han dejado en evidencia su miopía cuando se abordan
temas de riesgo e incertidumbre de los mercados financieros. Se requerirán nuevos
lentes para hacer frente a cambios en la utilización de métodos cualitativos a raíz de
problemáticas viejas y nuevas sobre el desarrollo sustentable. Caro y Solange (2021)
confieren, que hoy en días las finanzas sustentables no son una moda, son un deber
y una necesidad.
Los artículos encontrados en la revisión bibliográfica detallan que los
principales factores estudiados en el marco de las finanzas sustentables de autores
de la región que tienen que ver con inversiones socialmente responsable como son
los activos ESG, bonos verdes, la cuestión del riesgo y banca para el financiamiento
sustentable. De esta manera, existe una marcada tendencia que evalúa productos de
reciente popularización en los mercados menos desarrollados y las oportunidades
que ofrece para inversionistas.
Por esta razón, los bonos verdes y fondos ESG son un claro ejemplo de
productos financieros sustentables que son divulgados por instituciones como el
Banco Mundial y el Banco Europeo de Inversiones desde hace más de una década,
permitiendo abrir camino a inversiones billonarias en proyectos vinculados con
el clima, eficiencia energética, energía renovable y restauración de ecosistemas
(Beschloss y Mashayekhi, 2019).
En efecto, como Beltrán y Gorostigaza (2020) indican, cada vez que las
empresas inician la responsabilidad social empresarial deben considerar el entorno
financiero y económico actual que está caracterizado por grandes volúmenes de
flujos de recursos que recorren grandes distancias y entre diversas instituciones,
generando una intrincada red de agentes interdependientes.
Estos agentes se ven vulnerados a cambios en el entorno, y no precisamente
figuran como elementos económicos, sino también sociales y ambientales. Los
distintos componentes de las finanzas sustentables han experimentado un notable
crecimiento en los últimos años, y en particular en lo que respecta a las finanzas
verdes y climáticas, por lo que, el vínculo entre las finanzas corporativas y la
sustentabilidad se sustenta en la necesidad de contar con suficiente capital para
atender las problemáticas del desarrollo sustentable, donde las finanzas toman un
papel incipiente para lograrlo.
Finalmente, la literatura que emana de la producción científica de autores
de la región en los últimos años ha generado un notable aporte a la divulgación de
conocimiento científico sobre la relevancia de abordar los temas de sustentabilidad
165
desde la interdisciplinariedad, donde las finanzas son sumamente relevantes. En
suma, el capital científico brinda elementos para que instituciones educativas,
financieras, gobiernos, empresas, inversionistas, entre otros actores involucrados
reconozcan la necesidad de abordar los temas de la sustentabilidad a escala
planetaria, incluidos los países latinoamericanos.
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167
Capítulo IX
Estrategias de marketing de
sustentabilidad: revisión de literatura
1
Los autores de este capítulo se encuentran adscritos a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Resumen
Las estrategias de marketing de sustentabilidad (EMS) es un tema que cobra fuerza
por la demanda de la sociedad, sin embargo, aún con grandes cuestiones por
explorar en el ámbito de las empresas con huella ecológica. Por lo tanto, el presente
estudio bibliométrico consiste en el estado del arte de las EMS en un periodo
comprendido entre el 2010 al 2022.
Esta investigación es cualitativa y exploratoria. Se realizó mediante una
búsqueda rigurosa en la base de datos Web of Science acerca de las publicaciones
científicas en el campo del EMS. Se presenta las estrategias de marketing de
sustentabilidad, mostrándose la importancia de estudios teóricos sobre los
empíricos. Además, se concluye con los huecos encontrados para orientar futuras
investigaciones.
Palabras clave: Estrategias del marketing de sustentabilidad, marketing verde,
marketing ambiental.
Área temática: Marketing estratégico
Introducción
Las estrategias de marketing implementadas por las empresas se han visto influenciadas
no solo por el aumento de la competencia o el desarrollo de nuevas tecnologías,
sino también aquellos temas relacionados con la sustentabilidad y el poder de
negociación de sus partes interesadas de la compañía (Rudawska, 2019). El interés
de las organizaciones por integrar la sustentabilidad dentro de las estrategias de
marketing empezó desde 1987, cuando el ser humano comenzó a tener presente que
los recursos del planeta son finitos, en consecuencia, surgió uno de los informes
más trascendentales llamado Brundtland propuesto a la Comisión Mundial para
el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU (Organización de las Naciones
Unidas). En él se menciona por primera vez el concepto de desarrollo sustentable
en su apartado número 27 que es “satisfacer las necesidades presentes sin afectar
los intereses de las generaciones futuras” (World Commission on Environment and
Development (WCED), 1987).
Además, en este informe se muestra la preocupación de las acciones del
ser humano, y cómo han afectado al estado del planeta, la calidad de vida de las
personas, la escasez de biodiversidad y extinción de algunos animales, por supuesto
la contaminación, incluso, cómo esta tiene efectos inmediatos sobre el cambio
climático. Se hace un llamado de urgencia a la sociedad para que realicen cambios
y mejoramientos sustanciales en el consumo del medio ambiente y el desarrollo; no
sólo a las personas responsables del medio ambiente, sino también todas las personas
y aquellos que toman decisiones importantes que influyen sobre el proceso económico
171
y social, desde los gobiernos y sus instituciones hasta las pequeñas y las grandes
empresas (WCED, 1987).
Dado lo anterior, los problemas de sustentabilidad se han convertido en un
elemento importante a considerar dentro de las áreas de las empresas y el marketing
no es la excepción (Rudawska, 2019). Entonces, desde 1995, Shrivastava exponía
que las empresas comenzaron a integrar la sustentabilidad dentro de sus estrategias
de marketing, por ejemplo, por medio de inversión en tecnologías amigables con
el medio ambiente, el uso de materiales reciclados o reciclables en los productos,
la identificación de portavoces confiables y el etiquetado claro del producto y la
divulgación de ingredientes.
Estas estrategias de marketing de sustentabilidad tienen como finalidad
construir y mantener relaciones sostenibles con el cliente, el entorno social y el
entorno natural (Kumar et al., 2013). Este tipo de estrategias de marketing basadas en
la sustentabilidad, tratan de ofrecer un valor superior al cliente, a través del análisis
de las necesidades y deseos de los clientes integrando el valor social y ambiental,
desarrollando soluciones sostenibles que se ven reflejados en el producto (Belz et
al., 2010). Las estrategias de marketing de sustentabilidad crean valor económico a
la empresa al ofrecer productos que satisfacen las necesidades de los clientes y al
mismo tiempo brindar un beneficio al entorno social y natural.
Además de este beneficio mutuo entre las compañías y su entorno al
implementar las estrategias de marketing de sustentabilidad (EMS) se encontró
otros factores que motivan a las firmas a su implementación, como pueden ser
debido a presiones por parte de los interesados como el gobierno, los consumidores,
inversionistas y competidores (Kumar et al., 2016 y Tsetsé et al., 2022). También,
podría ser para obtener una ventaja competitiva ya sea al incorporarse a un nuevo
nicho de mercado, crear productos diferenciados, o bien, ahorrar costos en el
proceso del producto (Belz et al., 2010).
En el campo de la investigación de la estrategia de marketing de sustentabilidad
se han realizado estudios de revisión de literatura integrando cuestiones ambientales
y sociales (Kumar et al., 2013).
Sin embargo, esta integración fue gradual debido a que primero se estudió
el marketing abordando cuestiones sociales, por ejemplo, Kotler y Zaltman (1971)
fueron pioneros en el marketing social.
Posteriormente además de las cuestiones sociales, las ambientales llegaron
a ser preocupaciones del consumidor encontrando estudios del marketing ecológico
(Fisk, 1973). Después, Polonsky en 1994 postula que el marketing ecológico se queda
insuficiente por el cual propone el marketing verde como aquel que toma en cuenta
las cuestiones del medio ambiente no solo en el producto y la promoción, sino que
172
en todas las actividades del marketing. Entonces, algunas investigaciones recientes
de la revisión de literatura del marketing verde son de Cronin et al. (2011) y Ara et
al. (2019) cuya investigación consistió en el comprender mejor el papel de “verde”
como estrategia de marketing.
El marketing social, marketing ecológico y marketing verde siguen siendo objeto
de investigación, aunque integrar las cuestiones ambientales y sociales dando paso
al tema de marketing de sustentabilidad. Entonces, Kumar et al. (2012), Kumar et
al. (2013) y Taherdangkoo et al. (2017) realizaron revisión de literatura de 1964
al 2011, brindando grandes aportaciones tales como la definición del marketing
de sustentabilidad, el conocimiento de su evolución y su desenvolvimiento en las
empresas como estrategia.
Estos autores antes mencionados concluyen que, aunque el interés acerca
de las estrategias de marketing de sustentabilidad ha ido creciendo tanto en la
investigación como en las empresas, aún queda mucho por explorar acerca de
este tema dado la reciente incorporación de los temas de sustentabilidad en las
estrategias de marketing en las empresas.
Por lo tanto, este trabajo analiza estudios sobre estrategias de marketing
de sustentabilidad (EMS) desde el 2010 hasta 2022 que brindan información
actualizada de este tema debido a que la última revisión literatura fue del 2011
(Kumar et al., 2012). Además, este trabajo clasifica de las estrategias de marketing
de sustentabilidad, así como el análisis de las publicaciones científicas acerca del
EMS. La investigación es cualitativa, exploratoria, mediante la revisión y análisis
de publicaciones académicas sobre las estrategias encontradas en las bases de datos
de Web of Science entre 2010 al 2022.
Esta investigación permitirá ampliar conocimientos para académicos e
investigadores que deseen conocer la evolución de los estudios sobre estrategias de
marketing de sustentabilidad (EMS), así como individuos y organizaciones pudieran
beneficiarse y replantear sus estrategias empresariales.
Además, este trabajo contribuye a la innovación sustentable, porque al
implementar estrategias de marketing de sustentabilidad para la obtención de una
ventaja competitiva es importante involucrar la innovación sustentable en sus
procesos (adopción de métodos que presenten menor impacto en el medioambiente),
en el producto (introducción de un producto con criterios de sustentabilidad), la
comercialización (suministro, producción y empaquetado sustentable) (Bumberova
y Kanovska, 2020).
Por lo tanto, este documento, en primer lugar, menciona las estrategias
de marketing de sustentabilidad encontradas en esta revisión de artículos. Segundo,
se presenta la metodología de investigación relacionada con la identificación
173
y la selección final de investigaciones relevantes. Tercero, las investigaciones
seleccionadas se analizan utilizando diferentes esquemas de clasificación como
año de publicación, número de autores, revista, país, tipo de estudio, métodos
de investigación y técnicas de análisis de estadísticas. Finalmente, se muestran las
conclusiones de la revisión de literatura.
174
su nivel de preocupación por las cuestiones sociales y ambientales, es decir, en tres
tipos de consumidores, el primer grupo tiene un nivel muy alto de conciencia por
los problemas sociales y ecológicas y busca productos sustentables sin importarles
el precio. El segundo grupo tiene un alto nivel de conciencia social y ambiental
dispuestos a pagar un precio más alto por el valor agregado percibido, pero son
reacios a comprometerse en lo que respecta a la calidad del producto. El tercer
grupo no es consciente de los problemas sociales y ambientales valorando más un
producto a bajo precio sobre uno con valor agregado.
En el EMS se abordaron temas que motivan a las empresas a implementar
la sustentabilidad en las estrategias y procesos del marketing, así como el nivel de
compromiso con los aspectos sociales y ambientales reflejados en el marketing.
Por ejemplo, Miles y Snow (1978) establecen una tipología orientada al entorno
empresarial y clasifican las estrategias de las empresas en cuatro grupos: reactor,
defensor, analizador y prospector.
Belz y Schmidt-Riediger (2010) propusieron una tipología del EMS en función
de los esfuerzos de las empresas por implementar prácticas de sustentabilidad en sus
estrategias. Clasificaron a las empresas en ejecutantes, seguidores, indecisos y pasivos.
Donde los ejecutantes adoptaban los niveles más altos de prácticas de sustentabilidad
en su EMS, los seguidores imitan a los ejecutantes, mientras que los indecisos no
deciden si adoptar el EMS y los pasivos no están interesados en adoptar el EMS.
Además Cronin et al. (2011) determinaron que, para satisfacer los deseos y
necesidades de las partes interesadas, las empresas adoptaban estrategias de marketing
con criterios sociales y ambientales a través de la innovación sustentable, el cambio
organizacional, alianzas estratégicas, así como el desarrollo de productos ecológicos
nuevos o innovadores -una estrategia comúnmente utilizada por las empresas que
intentan volverse sustentables-.
Kumar et al. (2016), para determinar qué tipo de estrategias de marketing de
sustentabilidad siguen las empresas estudiaron las presiones que ejercen las partes
interesadas afectadas por las acciones de la organización. Así, identificaron a los
proveedores, los distribuidores, los empleados, los medios de comunicación, la alta
gerencia, los sindicatos, las comunidades científicas, los accionistas, el gobierno y los
reguladores influyen en el EMS.
Tsetsé et al. (2022) estudiaron a las partes interesadas, y demostraron que
una gestión eficiente de estas permitirá un mejor desempeño en el EMS. Por lo
tanto, establecen que cada empresa tiene múltiples partes interesadas con las que
debe interactuar y establecer contactos, y cuando se trata de la estrategia de marketing
de sustentabilidad sus partes interesadas que se deben atender son: 1) competidores,
2) aliados de la industria 3) clientes 4) comunidad.
175
Taherdangkoo et al. (2017) señalan que las empresas utilizan las estrategias
de diferenciación de productos y liderazgo en costos para desarrollar estrategias de
marketing de sustentabilidad. Por ejemplo, Leonidou et al. (2017) encontraron que
las empresas que implementan la estrategia de marketing de sustentabilidad basada
en la estrategia de diferenciación de productos obtienen un impacto positivo más
rápido en el rendimiento que cuando enfocan el EMS desde el liderazgo en costos.
Esto se debe a que los clientes identifican más rápidamente el valor agregado de un
producto sustentable, a diferencia de las inversiones sustentables en los procesos de
producción, los cuales necesitan más tiempo para verse reflejado los beneficios en el
desempeño.
Ahora bien, Rudawska (2019) estudió el EMS desde el producto sustentable,
precio sustentable, distribución sustentable, comunicación y persona sustentables.
También Melovic et al. (2019) a través de cuatro elementos principales del marketing
de sustentabilidad: (1) producto sustentable, (2) precio sustentable, (3) producción
sustentable y (4) canales de marketing sustentables. No obstante, se encontró que la
mezcla es mayormente utilizada en la estrategia verde que en la de sustentabilidad,
por ejemplo, con los estudios de Fraj et al. (2011), Kaur et al. (2022), Mukonza et al.
(2020), Tabavar et al. (2020) y Wu et al. (2016).
Habría que decir también que el marketing ya sea con criterios ambientales
o de sustentabilidad se ha convertido como parte fundamental para que las
empresas no solo aumenten su credibilidad sino también su rentabilidad a largo
plazo priorizando cuatro áreas en este tipo de marketing: 1) cuestiones sociales y
ambientales, 2) análisis holístico del comportamiento del consumidor, 3) rediseño
de mezcla de marketing y 4) el uso de actividades de marketing para construir relaciones
comerciales (Park et al., 2022)
Se puede concluir de acuerdo con Cheben et al. (2015) y Rudawska (2019)
que el éxito de cada empresa se basa la reconfiguración de sus estrategias que les
permita adoptar la sustentabilidad en las prácticas de marketing estratégico y la mezcla
transmitiendo un mensaje a sus partes interesadas donde reconocen los riesgos
comerciales y la importancia de los desafíos sociales y ambientales demostrando su
atención.
En resumen, de acuerdo con los estudios de las EMS mencionados
anteriormente se presenta su clasificación de manera cronológica en la Tabla 1:
176
Tabla 1
Clasificación de las estrategias de marketing de sustentabilidad
Autores y año
Nueva mezcla de marketing, para incluir criterios de sustentabilidad en la Peattie y Belz (2010)
estrategia de marketing, las “4P” se convierten en las “4C” con una mayor
orientación al cliente al considerar las soluciones del cliente, el costo del
cliente, la conveniencia y la comunicación.
Desarrollaron e implementaron una tipología del EMS en función a los Belz y Schmidt-Riediger
esfuerzos de las empresas por implementar prácticas de sustentabilidad en (2010)
sus estrategias, el cual clasificaron a las empresas en ejecutantes, seguidores,
indecisos y pasivos.
Las estrategias de marketing de sustentabilidad fueron basadas en las actividades Calu et al. (2015)
de la cadena de valor las cuales son: 1) producción, 2) suministro, 3)
distribución y 4) comunicación incluyendo las dimensiones de sustentabilidad
económica, social y ambiental.
Para determinar qué tipo de estrategias de marketing de sustentabilidad siguen Kumar et al. (2016)
las empresas estudiaron las presiones que ejercen las partes interesadas
afectadas por las acciones de la organización, las cuales identificaron a los
proveedores, los distribuidores, los empleados, los medios de comunicación,
la alta gerencia, los sindicatos, las comunidades científicas, los accionistas, el
gobierno y los reguladores influyen en el EMS.
Señalan que las empresas utilizan las estrategias de diferenciación de Taherdangkoo et al. (2017);
productos y liderazgo en costos para desarrollar estrategias de marketing de Leonidou et al. (2017)
sustentabilidad.
Clasificaron al EMS como 1) el producto sustentable, 2) precio sustentable, 3) Melovic et al. (2019);
distribución sustentable, 4) comunicación y 5) personas sustentables. Rudawska (2019)
Tomando solo los criterios ambientales propusieron la clasificación en 1) Mukonza et al. (2020)
productos verdes, 2) precio verde, 3) distribución verde, 4) promoción verde, 5) Tabavar et al. (2020)
gente verde y 6) proceso verde.
En la estrategia de marketing verde el consumidor continúa siendo el foco de Park et al. (2021)
atención mediante el la percepción y la intención de compra de un producto Jiménez et al. (2021)
verde.
Con base en la mezcla de marketing analizan la estrategia de marketing verde de Kaur et al. (2022)
acuerdo con: a) producto verde, b) precio verde, c) lugar verde y d) promoción
verde.
177
Autores y año
Establecen que cada empresa tiene múltiples partes interesadas con las que Tsetsé et al. (2022)
debe interactuar y acordar contactos, y cuando se trata de la estrategia de
marketing de sustentabilidad sus partes interesadas que se deben atender son: 1)
competidores, 2) aliados de la industria, 3) clientes, 4) comunidad.
La estrategia de marketing de sustentabilidad debe priorizar cuatro áreas: 1) Park et al. (2022)
cuestiones sociales y ambientales, 2) análisis holístico del comportamiento del
consumidor, 3) rediseño de mezcla de marketing y 4) el uso de actividades de
marketing para construir relaciones comerciales.
178
Discusión
Para tener una visión general de la literatura referente, después de la selección de
artículos, éstos fueron analizados de la siguiente forma: a) año de publicación, b)
número de autores, c) revista, d) país, e) tipo de estudio, f) método de investigación
y g) técnicas de análisis estadístico
Figura 1
Publicaciones entre el año 2010 y el 2022
179
En la Figura 3, el número de autores se ha clasificado por año y número de
publicaciones, para observar cómo se han integrado investigadores a la participación
conjunta en publicaciones por año. Se puede ver que en el transcurso de los años los
trabajos de tres y dos autores se mantienen presentes en las revistas científicas.
Figura 2
Publicaciones del 2010 al 2022 de acuerdo con el número de autores
Figura 3
Publicaciones por año del 2010 al 2022 de acuerdo con el número de autores
180
Análisis de acuerdo con la revista
Conocer en qué revistas se publican los trabajos da una idea de las áreas del ESM
que son más investigadas, así como el impacto de la revista, la calidad del trabajo
y la relevancia del tema en la investigación científica (Tabla 4.1). Además, dentro
de las principales revistas se encuentran: Amfiteatru Economic, Business Strategy and
the Environment, Sage Publications, Quality Access to success, Sustainability y Total Quality
Management and Business Excellence las cuales están entre las de mayor impacto
posicionadas en los mejores cuartiles de Scimago Journal and Country Rank (JCR). En
la Tabla 2 se percibe que un gran número de revistas pertenecen a los JCR con un
alto impacto.
Acorde con lo anterior, el campo de investigación es relevante y se mantiene
vigente en varias revistas.
Tabla 2
Número de publicaciones por revista del año 2010 al 2022
181
Nombre de la revista JCR/Cuartil Número de
artículos
Procedia - Social and Behavioral Sciences NE 1
Quality Access to success Q3 2
Sage Publications Q2 3
San Gregorio NE 1
Sustainability Q2 2
Sustainability In the Global-Knowledge Economy NE 1
The Service Industries Journal NE 1
Total Quality Management Q1 1
Total Quality Management and Business Excellence Q1 2
Tourism management Q1 1
Total 36
*Q=Numero de cuartil, NE=No Encontrado JCR= Scimago Journal & Country Rank
Fuente: elaboración propia basada en la revisión de literatura.
Tabla 3
Número de publicaciones de acuerdo con el país del año 2010 al 2022
182
País Número de artículos
Eslovaquia 1
Estados Unidos 1
Ghana 1
Italia 1
Jordania 1
Total 36
Figura 4
Publicaciones del 2010 al 2022 de acuerdo con el tipo de estudio
Estos estudios empíricos han identificado que las empresas más propensas a
implementar el EMS son las que pertenecen a industrias comprometidas con la
calidad en el producto o su segmento de consumidores es exclusivo (Belz y Schmidt,
2010; Kumar et al., 2012; Taoketao et al., 2018). Adicionalmente, la mayoría de
183
las investigaciones provienen de industrias que tienen mayor impacto ambiental
o consideran la sustentabilidad dentro de sus estrategias, brindando información
sustancial para el EMS. Entonces, las empresas más propensas a adoptar las
estrategias de marketing de sustentabilidad son aquellas que ofrecen un producto o
servicio que se distinga por su exclusividad o su valor agregado único.
Además, se observó que el tamaño de la empresa es considerado un
elemento clave para el éxito de la implementación de las estrategias de marketing
de sustentabilidad por ello, las grandes empresas grandes y mejor posicionadas
tienen mayor probabilidad de obtener resultados positivos debido a su capacidad
de adaptación y el requerimiento de grandes inversiones, al contrario de las micro
y pequeñas empresas (Cheben et al., 2015; Leonidou et al., 2017; Rudawska, 2019;
Siminica et al., 2015).
Asimismo, dentro de la revisión de estudios acerca de las EMS se encontró
que uno de los factores principales que contribuye a la implementación de las
estrategias de marketing de sustentabilidad es cuando las empresas buscan obtener
una ventaja competitiva para poder mantenerse en el mercado (Cheben et al., 2015;
Kumar et al., 2012; Leonidou, et al., 2017; Siminica et al., 2015; Taherdangkoo et
al., 2017; Taoketao et al., 2018; Wang et al., 2019; Yang et al., 2013), lo que orienta
los estudios hacia el enfoque de gestión organizativa.
Estudios como los de Jianu et al. (2015) y Taoketao et al. (2018) muestran
que un factor determinante para implementar las estrategias de marketing de
sustentabilidad es obtener un mejor desempeño financiero, a la vez que se destacan
la diferenciación del producto (Setiadi et al., 2017; Taherdangkoo et al., 2017),
mejoramiento de la imagen (Wu et al., 2016), reducción de costos al implementar
tecnología sustentable (Calu et al., 2015; Fraj et al., 2011), y en segundo motivo la
mejora del desempeño ambiental (Fraj et al., 2013).
Por último, las empresas implementan las estrategias del marketing de
sustentabilidad debido a la presión de las partes interesadas -stakeholders-. Por ejemplo,
los clientes que cada vez están más conscientes de las problemáticas ambientales y
sociales, los socios comerciales e inversionistas, proveedores y empleados como los
gerentes y directivos que consideran que las estrategias de marketing de sustentabilidad
brindan una ventaja competitiva (Ara et al., 2019; Belz et al., 2010; Eneizan et al.,
2019; Fraj et al., 2013; Fraj et al., 2011; Kumar et al., 2016; Siminica et al., 2015;
Taoketao et al., 2018).
184
Análisis de acuerdo con el método de investigación
El método de investigación empleado en determinado tema nos brinda los métodos
óptimos para adquirir la información, así como aquellos métodos poco utilizados
como un área de oportunidad. Entonces, en la tabla 4.3 se muestra la clasificación
por método de investigación de las 36 publicaciones el 37 % utilizó como método
de recopilación de datos la encuesta por correo y el 11 % la encuesta personal,
mientras que otros utilizaron el análisis de contenido con un 29 % y revisión de
literatura con un 20 %.
Al observar los resultados de la Tabla 4 es notable que la obtención de
información de este tema sea a través de cuestionario presentado, ya sea de manera
presencial o por algún medio de comunicación, por consiguiente, los estudios
basados en análisis de contenido ofrecen una oportunidad de estudio.
Tabla 4
Clasificación por método de investigación de acuerdo con el país del año 2010 al 2022
185
Tabla 5
Clasificación técnica de análisis estadístico
Número de
Técnicas de análisis estadísticos
publicaciones
Modelo de Ecuaciones Estructurales (SEM) 10
Análisis de regresión 6
Análisis de correlación 3
Análisis descriptivo 2
Análisis Factorial Exploratorio 2
Análisis de clústeres 2
Modelo de Ecuación Estructural de Mínimos Cuadrados 1
Parciales (SEM-PLS)
Prueba de la U de Mann-Whitney 1
Análisis de varianza (ANOVA) 1
Conclusiones
Este trabajo consistió en la revisión de literatura sobre las estrategias de marketing
de sustentabilidad y proporciona un análisis de los 36 artículos de investigación
publicados en los últimos doce años a partir del 2010 al 2022. Por lo tanto, el
proceso de revisión implicó la identificación y selección de trabajos de investigación.
Finalmente, los trabajos de investigación seleccionados se han clasificado utilizando
varios criterios y resultados analizados mediante análisis descriptivos estadísticos.
Entonces, esta investigación reveló que la sustentabilidad dentro de las
estrategias de marketing se está convirtiendo en el foco de atención para investigadores,
sin embargo, es un tema que aún queda mucho por explorar, ya que estos últimos
doce años se encontró que a pesar del tiempo transcurrido desde su surgimiento
aún continúa en desarrollo.
Dado que en las estrategias del marketing de sustentabilidad se debe
contemplar las tres dimensiones del desarrollo sustentable, la mayoría de los
investigadores continúan limitando sus estudios en lo ambiental, y son pocos autores
que se están sumando en la aportación sustancial al campo del EMS realizando
estudios donde integran las tres dimensiones de la sustentabilidad en el marketing
además de la dimensión ambiental incluyen la social y económica manifestando
una investigación completa de las EMS (Belz et al., 2010; Calu et al., 2015; Cheben
et al., 2015; Jiménez et al., 2021; Kumar et al., 2013; Kumar et al., 2016; Kumar
186
et al., 2012; Park et al., 2022; Rudawska, 2019; Taoketao et al., 2018). Por ello,
estos anteriores autores están brindando un punto de partida para que futuros
investigadores puedan referenciarse de sus estudios y cuyos próximos trabajos sean
más cercanos a las estrategias del MS.
Los estudios del marketing verde o ambiental, aún continúan brindando
hallazgos debido a que el comportamiento del consumidor cambia constantemente
y aunque no analizan las EMS en sus tres dimensiones de sustentabilidad, el
marketing con aspectos ambientales continúa relacionados y permiten visualizar qué
técnicas de investigación, de análisis y variables ayudarían el mejor entendimiento
de las EMS (Ara et al., 2019; D’Souza et al., 2015; Horng et al., 2017; Horng et al.,
2018; Kaur et al., 2022; Leonidou et al., 2017; Park et al., 2021; Setiadi et al., 2017;
Siminica et al., 2015; Wu y Lin, 2016).
Se encontró que en su mayoría las investigaciones del EMS se llevaron a
cabo en los países desarrollados. Por lo tanto, realizar investigaciones en los países
en vías desarrollo constituye un área de oportunidad de estudio.
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190
Capítulo X
El consumo socialmente responsable: un
análisis con variables demográficas en el
periodo COVID-19
1
Los autores de este capítulo se encuentran adscritos a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
191
Resumen
El consumo socialmente responsable cuenta con distintas variables que influyen en
los consumidores; destacan las de índole demográfico, como la edad o el sexo, como
lo demuestran estudios previos en condiciones de normalidad y de crisis, en este caso
sanitaria. Existe también una consolidada tendencia en emplear el nivel educativo
para predecir esta clase de consumos en contextos anteriores y recientes. Por tanto,
este estudio analiza la influencia del sexo, la edad y el nivel educativo en el consumo
socialmente responsable bajo el contexto de la pandemia por COVID-19. Mediante
una regresión logística se determina dicha influencia en el consumo socialmente
responsable de 149 consumidores de tiendas de autoservicios en el sur de Tamaulipas,
México. Los resultados obtenidos sugieren que ninguna de las variables resultó
significativa. El estudio contribuye con ideas para futuras líneas de investigación,
además de discutir algunas implicaciones y limitaciones del trabajo realizado.
Palabras clave: consumo socialmente responsable, características sociodemográ-
ficas, COVID-19.
Introducción
Derivado de la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 causante de la
enfermedad COVID-19, se propiciaron comportamientos atípicos en torno a los
motivos y decisiones de compra de las sociedades (Contreras, 2021). Este hecho se
tradujo en efectos económicos negativos de alto impacto para los países, generando
tipologías de consumo contrastantes (e.g. Cázares-de León et al., 2021); por una
parte, el enfoque en productos más económicos en complemento de una mayor
sensibilidad a las ofertas y promociones y, por otra, la reflexión crítica respecto de
la relación calidad y precio, en concordancia de una mayor exigencia de lo que
prometen las marcas (Yáñez y Ramírez, 2015).
Aunque el consumidor tenga condiciones determinantes para ejercer sus
consumos, tales como el precio en relación con el poder adquisitivo, adicionalmente
existen factores alternos que apoyan a que la distribución de sus ingresos se
modifique (Cone, 2017). Algunos de estos factores son el riesgo sanitario (Manuel
y Herron, 2020), el miedo al desabasto o a la escasez (Torres-Muñoz et al., 2020),
el temor de contraer la enfermedad (Ordiano-Hernández y Alba-Leonel, 2022),
así como también la empatía y responsabilidad social (Cone, 2017); pero entonces,
¿qué nivel de consumo responsable puede tener una persona en el contexto de crisis
económica a causa de una pandemia? y ¿cómo se relacionan las características
demográficas con tal comportamiento responsable?
Los consumidores socialmente responsables o conscientes son aquellos
que eligen los productos y servicios no solo basados en la calidad y el precio, sino
193
también por su impacto ambiental, social y por la conducta de las empresas que los
elaboran teniendo así el compromiso de consumir menos, elegir lo necesario y estar
atentos a cómo la publicidad motiva a crear falsas necesidades (ECODES, 2016;
Maldonado et al., 2018). Cuando la crisis no es tan solo financiera sino que conlleva
problemáticas de salud pública a nivel global, el fenómeno del consumo adquiere
un mayor interés desde todos los puntos de vista en los que pueda ser explicado
(López y Gómez, 2021).
Las características demográficas tales como el sexo, la escolaridad y la edad,
son algunas de las variables que se vinculan a este tipo de comportamientos (Acedo,
2019; Muñoz, 2017). No obstante, dentro de la literatura se encuentran pocos
intentos de analizar los efectos de los grupos demográficos en el comportamiento
de consumo socialmente responsable entre los consumidores (Syed y Shanmugam,
2021). El analizar el fenómeno del consumo en este tipo de contextos de crisis
sanitaria es de importancia para comprender al mercado de consumo y potenciar
la generación de estrategias empresariales adecuadas a las necesidades imperantes
en los consumidores (Gleicy et al., 2022; Torres y González, 2021).
Syed y Shanmugam (2021) no encontraron diferencias significativas entre
género, edad y educación entre trabajadores de una universidad (profesores,
instructores, administrativos y personal de apoyo) respecto del consumo socialmente
responsable en la India. Por el contrario, Ríos-Rodríguez et al. (2021) sí encontraron
diferencias significativas entre estas mismas variables en una muestra de
consumidores españoles; mientras que Luan y Chen (2020) encontraron diferencias
en la edad, al igual que Shobeiri et al. (2016) con encuestados norteamericanos,
donde esta variable está negativamente correlacionada con el consumo socialmente
responsable, por la parte de género, no encontraron diferencias significativas.
Es necesario analizar a los consumidores responsables en distintos contextos,
debido a que, si bien no son homogéneos, cuentan con ciertas características
compartidas, que los lleva a tener una conducta similar (Yáñez y Ramírez, 2015).
Por lo cual, Ríos-Rodríguez et al. (2021) comparten que es difícil la generalización
de resultados de otros países y culturas con diferentes entornos sociales, legales,
económicos, políticos y tecnológicos.
Distintos autores comparten una clasificación de consumidores en relación
con su consumo responsable. Por ejemplo, Rebollo (2001) clasifica al consumidor
en tradicional, cómodo y comprometido. Cador (2010) los divide en seis diferentes
tipos: “analista, líder, optimista, miedoso, luchador y colaborador”. Cada una de
estas clasificaciones se da en distintos niveles.
Estudiar el consumo responsable en un contexto distinto a las investigaciones
realizadas se convierte en un reto, ya que los estudios de ética del consumidor en
194
múltiples disciplinas (antropología, marketing, historia, psicología, política, educación,
geografía, filosofía, entre otras) han limitado la generación del conocimiento; la
falta de un campo de interdisciplinariedad existente conduce a un menor progreso
(Ríos-Rodríguez et al., 2021).
Con el objetivo de analizar la influencia de las características demográficas
de los consumidores, respecto del consumo socialmente responsable en el periodo
COVID-19, la presente investigación aporta al campo de la Responsabilidad Social
Empresarial, con un análisis practicado en un periodo de incertidumbre del actuar
del consumidor, con una perspectiva alineada con investigaciones previas. Se realiza
una revisión de antecedentes, seguida del método propuesto, los resultados y las
conclusiones.
195
demográficas siguen aportando argumentos con relación a su incidencia en el
consumo responsable, aumentando el interés de estudio en periodos de crisis, por lo
tanto, es posible realizar los siguientes supuestos:
H1: La edad se asocia con el consumo socialmente responsable bajo el
contexto de la pandemia por COVID-19.
H2: El sexo se asocia con el consumo socialmente responsable bajo el
contexto de la pandemia por COVID-19.
H3: La educación se asocia con el consumo socialmente responsable bajo
el contexto de la pandemia por COVID-19.
196
Algunas veces, el modelo logit ordenado también se denomina modelo de
probabilidades proporcionales porque, si se cumplen los supuestos del modelo, la
razón de probabilidades permanecerá igual independientemente de cuál de las
regresiones logísticas colapsadas se estime -por lo tanto, el término suposición de
probabilidades proporcionales también se suele utilizar- (Williams, 2016). Una
prueba ideada por Brant (1990) (Long y Freese, 2014) se usa comúnmente para
evaluar si las desviaciones observadas de lo que predice el modelo de probabilidades
proporcionales son mayores de lo que podría atribuirse solo al azar (Williams,
2016). Una prueba de Brant proporciona una prueba global de si alguna variable
es significativa en el modelo, así como pruebas de significancia específicas para cada
variable explicativa por separado (Agga y Scott, 2015; Williams, 2006).
Este tipo de modelo se emplea para el análisis actual, porque el consumo
socialmente responsable está asociado con una descripción cualitativa y no se le
puede dar un valor numérico preciso. Este modelo mide el efecto de cada factor
explicativo sobre la probabilidad de una determinada elección de comportamiento.
Además, puede especificar la sensibilidad de la variable dependiente (consumo
socialmente responsable) a cambios en los factores explicativos (Vicente-Molina et
al., 2018). Este tipo de modelo discreto se ha utilizado en aplicaciones económicas y
de marketing, incluidas la marca del consumidor y las preferencias de reciclaje (Nixon
et al., 2008).
Medidas
Después de solicitar al encuestado una serie de preguntas demográficas, se incluyó
la evaluación de la variable de consumo socialmente responsable en el periodo
COVID-19. Esta fue adaptada desde el trabajo de Yáñez y Ramírez (2015),
siendo ponderada con base en una escala Likert de 5 puntos en donde (1) significó
totamente en desacuerdo y (5) totalmente de acuerdo. Se solicitó a los consumidores
ponderar sus respuestas en dicha escala, con base en la siguiente premisa: “En este
periodo de aislamiento por la crisis sanitaria yo:” (Tabla 1). El cuestionario contenía
preguntas que fueron previamente probadas y revisadas para aclarar el significado
y eliminar toda ambigüedad.
197
pandemia. De los encuestados, el 70 % fueron mujeres y solo el 30 % hombres.
En cuanto a la edad, el 64 % tenían entre 18 y 35 años. En relación con el nivel
educativo, la mayoría de los participantes (59 %) tenía estudios de licenciatura y el
resto (36 %) habían estudiado algún posgrado.
Tabla 1
Escala de consumo socialmente responsable
Adaptado para el
Variable Indicador periodo COVID-19,
desde trabajos de:
Consumo CSR1: Realizo compras inteligentes, más que compras de Yáñez y Ramírez
socialmente pánico (2015).
responsable
CSR2: Busco información acerca de la responsabilidad
social de las empresas antes de comprarles
CSR3: Me limito en la compra de productos y servicios
que representan un daño al medio ambiente o a la
sociedad
CSR4: Me he interesado por apoyar al comercio justo
CSR5: Busco productos y servicios de compañías
comprometidas con el medio ambiente y la sociedad
CSR6: Cuando hago uso de productos y servicios, pienso
en el impacto que representan en la salud
CSR7: Cuando realizo mis consumos, pienso en el impacto
que género en la sociedad
CSR8: Compro solamente los productos básicos que
necesito, porque, en estos tiempos, debe alcanzar para
todos
CSR9: Procuro ayudar a alguien o donar a las buenas
causas
Resultados
La variable dependiente, consumo socialmente responsable, constó de nueve ítems.
Se eliminaron cuatro de estos, al no aglomerarse en el factor correspondiente (CSR1;
CSR2; CSR3 y CSR9). Con la finalidad de exponer las tendencias de respuesta, se
incluye un resumen porcentual basado en la escala del 1 al 5 (muy en desacuerdo
= 1 y muy de acuerdo = 5), respecto de la variable dependiente / Tabla 2). El 74 %
198
de los participantes señalaron mantener un consumo socialmente responsable (con
base en los ítems que integraron la variable: CSR4; CSR5; CSR6; CSR7 y CSR8);
tomando en cuenta que, el porcentaje mayoritario de respuestas positivas de la
muestra corresponde a las mujeres (54 %).
Tabla 2
Distribución y composición de la variable dependiente
Consumo
% Muestra
socialmente Hombre ( %) Mujer ( %)
total
responsable
1 0 1 1%
2 1 1 2%
3 8 15 23 %
4 14 41 54 %
5 7 13 20 %
Tabla 3
Modelo logit ordenado
199
Obs 149 Model Likelihood Discrimination Rank Discrim.
y≥3 3.2078 1.2087 2.65 0.0080
y≥4 0.9109 1.1362 0.80 0.4227
y≥5 -1.5938 1.1428 -1.39 0.1631
GÉNERO 0.1143 0.3495 0.33 0.7436
EDAD 0.0105 0.0117 -0.90 0.3701
EDUC -0.1179 0.2938 -0.40 0.6883
Tabla 4
Prueba de Brant
Discusión
Aunque la muestra evidencia una tendencia al consumo socialmente responsable,
cuya composición incluye a las mujeres como el segmento mayoritario, este consumo
responsable solo puede comprenderse desde los indicadores que construyeron
efectivamente dicha escala. Estos corresponden a los siguientes ítems, CSR4: Me
he interesado por apoyar al comercio justo; CSR5: Busco productos y servicios de
compañías comprometidas con el medio ambiente y la sociedad; CSR6: Cuando
hago uso de productos y servicios, pienso en el impacto que representan en la
salud; CSR7: Cuando realizo mis consumos, pienso en el impacto que generó en la
sociedad y CSR8: Compro solamente los productos básicos que necesito, porque,
en estos tiempos, debe alcanzar para todos.
Es posible discutir coincidencias y contrastes en los resultados expuestos en
la presente investigación. De las tres hipótesis propuestas (H1: La edad no se asocia
con el consumo socialmente responsable; H2: El sexo no se asocia con el consumo
socialmente responsable y H3: La educación se asocia con el consumo socialmente
responsable), es posible realizar las siguientes observaciones: ninguna de las
200
variables demográficas (sexo, edad, escolaridad) presentó significancia para explicar
al consumo socialmente responsable. Esto representa un aporte a la tendencia de
estudios previos (Luan y Chen, 2020; Shobeiri et al., 2016; Syed y Shanmugam,
2021), que sostienen la no incidencia de este tipo de variables demográficas en el
consumo socialmente responsable y las actitudes positivas respecto de productos
amigables con el medio ambiente (Thiyagarajan y Shanthi, 2013).
Se aporta evidencia que apoya la literatura que indica que las características
demográficas no influyen en el comportamiento de consumo responsable (Palacios-
González y Chamorro-Mera, 2020; Syed y Shanmugam, 2021). En cuanto a la edad,
se concuerda con los resultados de Witek y Kuźniar (2021) quienes encontraron que
los consumidores jóvenes muestran cierto escepticismo ante productos amigables
con el medio ambiente. El contexto actual en el que se mantienen las investigaciones
que apoyan esta tendencia no explicativa, por ejemplo, la de Syed y Shanmugam
(2021), sugieren un parteaguas para profundizar este fenómeno en un sentido
cualitativo, dado que la teoría no es concluyente respecto de los factores situacionales
y contextuales que podrían influir para que tales variables demográficas incidieran
positivamente o no en el consumo socialmente responsable.
En ciertos contextos (Luan y Chen, 2020), las personas son renuentes a
consumir productos socialmente responsables porque todavía están acostumbradas
al consumo convencional que satisface el interés propio; por lo tanto, es importante
considerar las motivaciones correctas de las personas como el ayudar a los demás o
al medio ambiente, las cuales podrían ser una forma efectiva de cambiar sus hábitos
de consumo.
En relación con lo descrito, el contexto de pandemia a raíz de la enfermedad
COVID-19 pudo modificar el comportamiento de consumo de aquellos que
cuentan con niveles de escolaridad altos. Especulando al respecto, esto pudo ser
causa de variables como, por ejemplo, la ansiedad a causa de una incertidumbre
creciente. No obstante, esto abre paso a futuros estudios que profundicen en las
posibles razones.
Como consecuencia, los investigadores deben ser cautelosos al seleccionar
un instrumento de medición y las dimensiones que abarque, así como al generalizar
los resultados (Ríos-Rodríguez et al., 2021). Debido a que existen distintos tipos de
consumidores responsables (Cador, 2010; Luan y Chen, 2020; Rebollo, 2001).
201
Conclusiones
Esta investigación analiza si las características demográficas de los consumidores
influyen en su consumo socialmente responsable. El contexto se sitúa en el sur
de Tamaulipas (México) a finales del año 2020 durante la pandemia provocada
por el SARS-CoV-2. Mediante una regresión logística ordenada y el programa R
Statistics, para interpretar el modelo propuesto se proporcionaron resultados que
concuerdan en su mayoría con los estudios previos; la edad y el género no se asocian
significativamente con el consumo responsable. Solamente no se concuerda con
que el nivel educativo tiene un efecto en la variable dependiente. Estos hallazgos
pudieran deberse al entorno socioeconómico y a la incertidumbre ocasionada por
la pandemia, variables que no se consideraron en el modelo.
En esta investigación se plantearon las preguntas: ¿qué nivel de consumo
responsable puede tener una persona en el contexto de crisis económica a causa
de una pandemia? ¿Cómo se relacionan las características demográficas con tal
comportamiento responsable? Los resultados indican que más de la mitad de los
participantes poseen una actitud de acuerdo con el consumo socialmente responsable,
siendo la mayoría mujeres. A su vez, no hay relación entre el comportamiento
socialmente responsable y las variables demográficas.
Ahora bien, los hallazgos de este estudio contribuyen a la literatura al ayudar
a comprender más al consumidor socialmente responsable en el ambiente analizado.
Al examinar consumidores -principalmente mujeres-, entre 18 y 35 años y con un
nivel educativo medio y alto se proporciona información útil para mercadólogos
y responsables de políticas públicas para desarrollar estrategias más efectivas para
fomentar el consumo socialmente responsable. Aunque a los consumidores les
parece importante consumir productos socialmente responsables, las características
demográficas tienen poca relación; por lo que los empresarios pudieran generar
mensajes para el público en general para incentivar su comportamiento. Igualmente,
es necesario que dichas prácticas de mercadeo logren un mayor impacto en los
individuos para elevar el consumo de este tipo de bienes.
Es importante resaltar las contribuciones de este tipo de consumo a través
de diferentes medios de comunicación. Los mercadólogos pueden extender este
tipo de compra proveyendo ejemplos específicos de cómo estos productos pueden
hacer la diferencia de manera positiva. Asimismo, el nivel educativo no afecta el
consumo socialmente responsable, por lo que es importante ahondar más en las
razones que conllevan a esta contrariedad con los entornos ya analizados.
Como toda investigación, esta posee limitaciones que se requiere mencionar.
En primer lugar, la muestra es relativamente pequeña. Del mismo modo, se limita a
participantes con un nivel educativo alto y muy alto, lo que puede haber generado
202
sesgos en los resultados. Igualmente, la mayoría de los encuestados son mujeres,
lo que conlleva que los hallazgos no sean extrapolados a la población en general
incluso a otros contextos geográficos.
En segundo lugar, este estudio examinó el consumo socialmente responsable
de forma global y no se especificó algún tipo de producto o comportamiento. Una
tercera limitación es que solo se consideró al género, la edad y el nivel educativo;
aunque hay otros antecedentes demográficos más en estudios previos (por ejemplo,
nivel de ingresos).
El modelo propuesto representa una amplia variedad de opciones para
estudios futuros. Por un lado, se puede optar por una muestra más amplia y por
cuotas para poder externalizar los resultados. De igual modo, se pudieran determinar
diferentes segmentos de consumidores socialmente responsables mediante métodos
cualitativos y cuantitativos.
Análisis anteriores sugieren que los estilos de toma de decisiones, los valores
y los patrones de consumo de los individuos cambian a lo largo de la vida (Chaplin
y John, 2007; Hellevik, 2002; Wells y Gubar, 2018). Por esta razón, las próximas
investigaciones podrían realizar un modelo longitudinal con este factor en específico.
De igual manera, las prácticas de consumo son a menudo decisiones del hogar y
no individuales, lo que revela que el consumo sostenible se produce en múltiples
niveles de toma de decisiones y dentro de un contexto más amplio que puede ser
tanto limitante como facilitador (Ríos-Rodríguez et al., 2021). Por tanto, valdría la
pena analizarlo a nivel grupal.
Por último, sería interesante considerar otras escalas para medir este tipo
de consumo para poder determinar si existen diferencias entre estas en un contexto
como el analizado aquí.
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206
Capítulo XI
Adopción de sistemas de planificación de
recursos empresariales como estrategia
para alcanzar la sustentabilidad en pymes:
un estudio bibliométrico
1
Las autoras se encuentran adscritas a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
207
Resumen
Las pymes invierten en tecnologías de información con el afán de sobrevivir en
un entorno cambiante, dinámico y globalizado; sin embargo, existen evidencias
en investigaciones realizadas en diferentes partes del mundo sobre cómo la
sustentabilidad de la empresa, puede verse afectada al tomar malas decisiones en
las estrategias de adopción de tecnologías. Este estudio identifica las investigaciones
más importantes y productivas sobre la adopción de los sistemas empresariales que
impactan la sustentabilidad y algunas de las últimas tendencias innovadoras. La
investigación exploratoria utiliza un estudio bibliométrico de publicaciones en la
Web of Science de 2010 a 2022 en pymes que utilicen sistemas de planificación
empresarial. Los hallazgos permitirán mejorar la comprensión de la relación
de la adopción de los sistemas de planificación de recursos empresariales y la
sustentabilidad, además fundamentar una mayor investigación en esta área,
detectando vacíos en la investigación científica sobre dicho tema.
Palabras clave: estudio bibliométrico, planificación de recursos empresariales,
sustentabilidad.
Introducción
Derivado del acelerado y constante aumento en la contaminación y degradación de
los recursos, se ha exigido a las empresas y gobiernos, la atención en la protección
del medio ambiente (Feroz et al., 2021), surgiendo fuertes presiones por parte del
mercado y la sociedad para incluir prácticas ambientales sostenibles más estrictas
(Aron y Molina, 2019). Cada vez son más las empresas que gestionan los negocios
con responsabilidad medioambiental, social y económica. Pese a ello, gran parte de
las empresas desconoce que la sustentabilidad ambiental, no solo radica en ajustarse
a los requisitos ambientales actuales, sino que es un compromiso en conjunto de
toda la organización (Bhattacharya y Polman, 2017).
Así pues, todavía existe un vacío en la literatura de la inclusión de la
sustentabilidad ambiental en la toma de decisiones a nivel estratégico (Feroz et
al., 2021). Se dice que hay sustentabilidad ambiental, cuando en el momento de
satisfacer las necesidades, se establece un límite en el cual se respeta la calidad del
medio ambiente o ecosistema y permanezca sustentable a través de las generaciones
futuras (Kaswan et al., 2018).
La sustentabilidad involucra la creación de valor para las personas y el
planeta, de tal manera que el resultado de esa creación de valor sean las ganancias,
requiriendo que la empresa realice sus actividades de forma más transparente y
beneficiosa para todas las partes interesadas (Bhattacharya y Polman, 2017).
La sustentabilidad puede ser definida como: “La puesta en común de todas las
209
aspiraciones dentro de las limitaciones de los recursos actualmente disponibles de la
mejor manera posible” (Kaswan et al., 2018, p. 1).
La Industria 4.0 perteneciente a la cuarta revolución industrial, ha permitido
beneficios muy significativos en la productividad y eficiencia de las empresas a
través de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT) y la computación en la
nube (Bag et al., 2018), de esta manera, las diferentes y numerosas aplicaciones
referidas a las tecnologías de información (TI), nos muestran el crecimiento del rol
de la innovación en las empresas en el transcurso de las décadas; sin embargo, a
pesar del poder de la tecnología para acelerar los procesos de la innovación de las
empresas, surgen riesgos que pueden reducirse a través de la planificación y gestión
adecuada, posicionando a la empresa por encima de los competidores mediante la
adopción adecuada de la tecnología (Abulrub et al., 2012).
En las estrategias corporativas, la cultura y los procesos comerciales de la
empresa, debe estar inmersa la sustentabilidad, sin embargo, mientras las empresas
dirigen sus esfuerzos hacia el logro de la sustentabilidad, comúnmente se enfrentan
a problemas relacionados con la falta de integración de los datos, derivado de
actividades sin coordinación (George et al., 2016), ocasionando además un informe
de rendimiento de sustentabilidad ineficaz y una toma de decisiones inadecuada
(Chofreh et al., 2019).
Cerca de la década de 1990, muchas empresas a nivel mundial,
implementaron sistemas empresariales (SE), también denominados planificación de
recursos empresariales (ERP por sus siglas en inglés) (Davenport et al., 2004). Estos
sistemas utilizan una base de datos unificada que integra diversos componentes de
software y hardware informático, con el objetivo de que fluya la información en toda
la empresa (Chofreh et al., 2014).
A pesar de conocer los múltiples usos del ERP, las empresas se enfrentan
a muchos retos en la etapa de asimilación de ERP (Peng y Nunes, 2017), como la
falta de atención en el enfoque presente en la asimilación, sobre la sostenibilidad del
ERP y la satisfacción del usuario (Glowalla et al., 2014). El ERP es utilizado no solo
por empresas grandes sino también por las pymes (pequeñas y medianas empresas),
para mejorar y aumentar su ventaja competitiva sostenida (Ghazleh et al., 2018).
Es importante considerar que hay pocas probabilidades de que los sistemas
ERP, cumplan completamente las necesidades de las organizaciones (Strong y
Volkoff, 2010), incluso el ajuste inadecuado es más notorio en el sector servicios
(Glowalla y Sunyaev, 2012). Si bien los sistemas ERP convencionales, se enfocan
en la mejora de los recursos financieros y los activos, actualmente es mandatorio
expandir la perspectiva ante los retos de sustentabilidad (Hack y Berg, 2014).
Cuando las organizaciones no pueden acceder a la información para gestionar
210
los datos y procesos sostenibles, se origina un problema de desalineación entre la
sustentabilidad y los sistemas de información (Goni et al., 2012), por lo que a través
de los sistemas ERP sostenibles (S-ERP) se puede dar solución a los problemas de la
disociación en las prácticas de sustentabilidad (Chofreh et al., 2014), a pesar de que
su implementación puede resultar una tarea titánica (Chofreh et al., 2018).
Uno de los beneficios relevantes de los sistemas S-ERP es que están
enfocados a la resolución de los problemas de sustentabilidad empresarial, al
proporcionar datos completos para el informe de sustentabilidad, integrando toda
la información, junto con los procesos de manera integral (Chofreh et al., 2014).
En la literatura sobre los sistemas ERP, la tendencia de la investigación
empírica versa sobre los factores críticos para la adopción, implementación y
beneficios de dichos sistemas en comparación a estudios referentes a la utilización
de teorías para la propensión de la sustentabilidad. Los investigadores aplican
diversas teorías a diferentes aspectos de los sistemas ERP, por ejemplo, de acuerdo
a Barki et al. (2008), en el contexto organizacional de la Teoría TOE (tecnología-
organización-ambiente), la literatura de las capacidades del ERP acepta la idea
de que los recursos de la TI son elementos cruciales de ventaja competitiva para
sostener un negocio.
En otras líneas, la teoría RBV (visión basada en los recursos), expresa que
las empresas que agrupan los recursos para el desarrollo de las capacidades pueden
lograr una ventaja competitiva (Barney, 1991). Por su parte, la teoría DCV (visión
de las capacidades dinámicas) es una extensión de la teoría RBV y explica cómo las
empresas, bajo un contexto empresarial dinámico, utilizan capacidades dinámicas
para integrar y crear recurso para la sostenibilidad. No obstante, la falta de estrategias
para gestionar la sostenibilidad, es un reto crucial al que las empresas se enfrentan,
ya que una inadecuada gestión reduce la eficiencia provocando cuantiosas pérdidas
financieras tanto directas como indirectas (Bag et al., 2018).
El objetivo principal de este capítulo es contribuir al eje estratégico de la
Innovación Empresarial, Social y Sustentable a través del estudio bibliométrico,
al identificar las investigaciones más importantes y productivas de la adopción de
los sistemas empresariales que impactan la sustentabilidad mediante los vértices
económico, social y ambiental; además, presentar algunas de las últimas tendencias
de acuerdo con la información reportada en la base de datos Web of Science para
mejorar la comprensión de la relación de los sistemas de planificación de recursos
empresariales y la sustentabilidad, así también, detectar vacíos en la investigación
científica sobre dicho tema.
211
Desarrollo
El estudio bibliométrico es el análisis cuantitativo del material bibliográfico
mostrado de una forma general y clasificándolo por documentos, autores y revistas
(Merigó y Yang, 2017). La metodología empleada en este estudio es la bibliometría.
La bibliometría dio inicios en la década de 1950 en los Estados Unidos, con la
finalidad de averiguar el progreso de la ciencia y el impacto de las publicaciones
científicas, los cuales se miden comúnmente por el número de citas. Las citas
son los reconocimientos que hacen los autores a los trabajos de investigación de
otros autores, donde la importancia de la citación radica en que se utiliza para la
evaluación de las personas, medir la productividad y la influencia ejercida por las
universidades o sistemas académicos (Szymanski et al., 2012).
Hay dos técnicas bibliométricas esenciales: 1) El análisis del rendimiento, el
cual valora el desempeño de investigación y publicación de individuos e instituciones
y 2) El mapeo científico, que muestra como finalidad, la estructura y dinámica de
los campos científicos (Cobo et al., 2011; Klavans y Boyack, 2006).
Para efectos del presente estudio bibliométrico, se seleccionó Web of
Science, una de las bases de datos más completas de revistas especializadas. Después
se introdujo la primer palabra clave seleccionando en el primer campo Title y se
escribió enterprise resource planning entre comillas por contener tres palabras, seguido
del operador OR y posteriormente se escribió la palabra ERP, por último, se añadió
una fila seleccionando en este campo la palabra Topic y se escribió sustainability OR
sustainable (Topic para que la base de datos busque estas dos palabras en el título, el
resumen, las palabras claves del autor y los keywords plus). La búsqueda arrojó un
total de 40 resultados, los cuales se revisaron para verificar que todos y cada uno
de ellos perteneciera a la búsqueda elegida del tema. Se eliminaron tres artículos
ya que pertenecen a otras áreas de investigación. No hubo necesidad de filtrar el
período, ya que los resultados de búsqueda arrojados por la base de datos fueron
desde 2011 a 2022. Para fines del mapeo científico se hizo uso de VOSviewer, la cual
es una herramienta gratuita desarrollada por el Centre for Science and Technology
Studies (CWTS).
En los siguientes párrafos, se presentan los resultados generales, donde se
incluye un breve resumen de los resultados cuantitativos, tendencia o el número de
publicaciones por año, los artículos que más citan otros autores, los autores más
sobresalientes, las instituciones con mayor citación por documento y los países con
mayor productividad. En algunos casos se muestran referencias de co-citación y sus
clústers.
212
Resultados generales
El estudio bibliométrico identificó 35 artículos y dos revisiones, siendo un total de
37 documentos, 96 autores, 58 afiliaciones, 20 títulos de publicaciones, 13 áreas de
investigación, 25 países y 2567 referencias citadas.
Figura 1
Evolución de la producción científica
Este estudio muestra la clasificación más alta de los documentos con respecto al
mayor número de citas que han recibido en Web of Science. La tasa de citación
promedio es de 69 citas. De acuerdo a la Tabla 1, el artículo Sustainable Enterprise
resource planning: imperatives and research directions (Chofreh et al., 2014), es el artículo
más citado de la clasificación con 65 citas. Esta investigación aborda la importancia
213
de la sustentabilidad, desde una perspectiva de integración de las funciones
empresariales sostenidas, para la toma de decisiones, a través del uso del sistema
S-ERP, considerando dicho sistema una solución holística al problema de la
sustentabilidad. Saade y Nijher (2016), son los autores del segundo artículo más
citado Critical sucess factors in Enterprise resource planning implementation A review of case
con 31 citas.
Saade y Nijher (2016), establecieron una lista de los factores críticos de
éxito en la implementación de ERP en empresas de varios tamaños, utilizando
37 casos de estudio. El tercer documento más citado es Sustainable enterprise resource
planning systems implementation: a framework development (Chofreh et al., 2018). Estos
autores desarrollaron un marco de trabajo utilizando un plan maestro que ofrece
todos los aspectos que deben considerarse en la implementación del sistema
S-ERP, con el objetivo de centralizar todas las actividades comerciales sostenibles
de la organización y de esta forma, se pueda monitorear el desempeño de la
sustentabilidad.
La cuarta posición con 27 citas, es del artículo A master plan for the implementation
of sustainable Enterprise resource planning sistema (part I): concept and methodology de
(Chofreh et al., 2016), en el que los autores diseñan un plan maestro basado en la
gestión de proyectos, constituido por tres componentes: 1) hoja de ruta, 2) marco
y 3) lineamientos, para la implementación exitosa del sistema de planificación
de recursos empresariales sostenible (S-ERP), para apoyar a las organizaciones a
alcanzar los objetivos de sustentabilidad. Los documentos en quinto sitio con 21
citas en la colección son Implementation and Unification of the ERP System in a Global
Company as a Strategic Decision for Sustainable Entrepeneurship (Pohludka et al., 2018) y el
artículo Examining the impacto of Cloud ERP on sustainable performance: A dynamic capability
view (Gupta et al., 2020).
Poludka et al. (2018) utilizaron en un estudio de caso de una empresa global,
métodos de control sistemático, métodos de encuesta de expertos sociológicos, un
método de revisión cualitativa por pares y un método para un modelo cognitivo;
se evaluó el impacto de la unificación e implementación del sistema ERP, con la
finalidad de hacer sostenible el desarrollo de las organizaciones. Gupta et al. (2020),
estudiaron datos transversales de 209 organizaciones apoyadas por la tecnología
y analizaron la relación entre la industria 4.0, en específico, el ERP en la nube,
mostrando una fuerte evidencia de la relación del éxito del ERP, el tamaño de la
empresa, el tipo y la oferta de los servicios en la nube, sugiriendo a las empresas
como adquirir recursos estratégicamente y aprovechar sus beneficios, mientras
desarrollan una capacidad dinámica a nivel organizacional.
214
Tabla 1
Diez documentos más citados
215
Tabla 2
Autores más citados
216
Tabla 3
Instituciones más citadas
Citas promedio
Institución País Documentos Citas
por documento
Universidad de Tecnología BRNO República Checa 5 100 20.0
Universidad Nacional de Malasia Malasia 4 136 34.0
Universidad Islámica Azad Irán 3 64 21.3
Universidad Tecnológica de Malasia Malasia 3 92 30.6
217
Tabla 4
Países más influyentes
Promedio de citas
País Documentos Citaciones
por documento
República Checa 6 121 20.1
Malasia 7 138 19.7
Irán 4 64 16
España 2 33 16.5
Francia 3 28 9.3
Taiwán 3 29 9.6
218
Nah y Delgado (2006), categorizaron los factores críticos de éxito en la
implementación de ERP, utilizando un enfoque de estudio de casos múltiple, donde
muestra que de las siete categorías de factores críticos de éxito, los más importantes
son: la composición del equipo ERP, la habilidad y la compensación de los usuarios.
Shen et al. (2016), reconoció la importancia de medir el rendimiento del sistema
ERP en función de su impacto en el desempeño crítico de la organización; utiliza
un modelo de cuadro de mando integral jerárquico, en la etapa posterior a la
implementación, ya que en su momento, era escasa la investigación en dicha etapa.
En cuanto al clúster dos, Ngai et al. (2008) hicieron una extensa revisión de
literatura en revistas, actas de congreso, tesis doctorales y libros de texto, de los factores
críticos de éxito en la implementación de ERP, en 10 países diferentes identificando
18 factores y más de 80 subfactores, de los cuales, el apoyo de la alta dirección, la
formación y educación, fueron los más citados en los documentos. Mientras que la
aportación de Melville (2010), fue notable, ya que empieza a introducir la temática
de la sustentabilidad y la perspectiva de los sistemas de información, desarrollando
una investigación en la que demuestra el papel clave que los sistemas de información
desempeñan en el entorno del medio ambiente y como se pueden transformar los
procesos y las prácticas en dirección al desempeño ambiental y económico.
Figura 2
Red de co-citación de referencias
219
En este segundo clúster, Albar y Hoque (2019), introducen el tema del sistema ERP
en la nube y los factores que impactan su adopción, siendo estos: la complejidad, la
infraestructura TIC (tecnologías de la información y comunicación) y el soporte de
alta dirección, sin embargo no orienta la investigación a la sustentabilidad a pesar
de ser un artículo más reciente, solo menciona una investigación de Clohessy y
Acton (2013), que proponen al sistema ERP en la nube como un equipo sostenible
para reemplazar el convencional ERP.
Figura 3
Red de co-ocurrencia de palabras clave
220
Discusión
Las contribuciones relativas a la innovación empresarial, social y sustentable,
mediante la estrategia de la utilización de sistemas empresariales, han sido
aisladas, ya que países desarrollados y en continuo crecimiento como Malasia y
República Checa, han sido unos de los pocos países que le han prestado atención
a dicho tema. Las investigaciones realizadas por Chofreh y sus colaboradores
en los años 2014-2020, en Malasia, han dado seguimiento a la importancia de
dirigir los esfuerzos organizacionales hacia la sustentabilidad, pero tuvo que pasar
casi una década, ya que Melville (2010) ya había introducido la temática de la
sustentabilidad y el enfoque de los sistemas de información años atrás. De acuerdo
con los resultados, hay escasa investigación en empresas como las pymes, ya que
las investigaciones están más enfocadas en las empresas grandes debido a la mayor
propensión hacia la adopción que tienen estas organizaciones hacia los sistemas
empresariales.
Conclusiones
A través del estudio bibliométrico se analizó el desarrollo de la adopción de los
sistemas empresariales que impactan la sustentabilidad, de 2010 a 2022 en las
pymes. Asimismo, se ha mostrado la publicación de autores, instituciones y países
más productivos. Con la idea de comprender la construcción del conocimiento
sobre la temática, se desarrollaron redes de co-citación, con primeros autores. Los
resultados sugieren una correlación entre los artículos más citados y los autores más
sobresalientes. Los autores con más documentos publicados son Chofreh AG, Goni
FA y Klemes JJ, mientras que los más influyentes son Ismail S y Shaharoon AM.
Las instituciones más influyentes se encuentran en República Checa y Malasia, y
coinciden con los países con mayor promedio de citas por documento.
La co-ocurrencia de palabras clave amplió el panorama de los artículos y
enfoques que se han publicado y muestran ese vacío existente en la investigación
científica sobre la adopción de sistemas de recursos empresariales, que apoyan y
permiten alinear los objetivos de la organización con la tan anhelada sustentabilidad,
que ya no es una decisión, sino un compromiso evidente, necesario y urgente. Dentro
de las aportaciones, se sugiere que las organizaciones dirijan sus esfuerzos hacia la
sustentabilidad, mediante la adopción de sistemas ERP, independientemente del
giro o tamaño de la empresa, con el objetivo de resolver los problemas asociados
con la sustentabilidad empresarial.
Además, se recomienda actualizar los estudios bibliométricos y la obtención
de otros indicadores de impacto, no considerados en esta investigación, para difundir
el conocimiento y aumentar el nivel de compromiso en las prácticas de gestión de la
221
empresa, con la finalidad de crear sinergia entre el uso de los sistemas empresariales
y la sustentabilidad.
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224
Capítulo XII
Índice de Condiciones Laborales en el
empleo formal en periodo de pandemia
por COVID-19 en México
Ileana Martínez-Olvera1
Dionicio Morales-Ramírez
Jorge Alberto Pérez Cruz
1
Los autores de este capítulo se encuentran adscritos a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
225
Resumen
La constante transformación del entorno globalizado, la continentalización de los
mercados de dinero, crisis migratorias entre otros factores han producido cambios
en el mercado laboral, el efecto de la pandemia por el COVID-19 propició retos
sobre todo en la sostenibilidad del empleo; el presente trabajo elabora un índice de
condiciones laborales, por género, sector económico y tamaño de empresa, de la
población económicamente activa, remunerada, del sector formal, en México, con
base en los microdatos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo nueva
generación (ENOEN), efectuada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) al primer trimestre del 2021. Los resultados revelan que en promedio las
mujeres son las que tienen un mayor acceso a las prestaciones laborales, el sector de
actividad económica con mayor acceso a prestaciones laborales es en la industria y
las empresas de mayor tamaño que son las que ofrecen más prestaciones.
Palabras clave: mercado laboral, prestaciones laborales, sostenibilidad, empleo
formal.
Introducción
La crisis económica, laboral, sanitaria y social ha agudizado la problemática
del empleo. La reducción de la actividad económica durante la pandemia por
el COVID-19, repercutió en el mercado laboral, deteriorando el sistema de
producción y provocando el cierre de empresas, situación que a su vez propició
desigualdad en las condiciones de empleo ya que se ha observado un crecimiento
en las tasas de empleo en la informalidad, lo que visibiliza que las personas que
laboran de forma independiente, no cuentan con seguridad social, ni contrato de
trabajo, prestaciones básicas de ley, vacaciones, aguinaldo.
De acuerdo con Mendoza et al. (2020), el estudio de las condiciones laborales
de los trabajadores en México, ha cobrado relevancia debido a la precarización del
empleo; situación que se confirma con el incremento en la tasa de informalidad
laboral. La vulnerabilidad laboral no sólo se refiere a la falta de empleo, sino
también a los puestos de trabajo con un bajo nivel de protección. La Organización
de las Naciones Unidas (ONU), desde la Segunda Guerra Mundial, considera que
el empleo es esencial para el desarrollo humano y de las naciones, ya que permite
generar ingresos, bienestar social, prosperidad y crecimiento económico, lo que
contribuye a combatir la desigualdad y conlleva a la sostenibilidad. Por ello, el
mejoramiento de las condiciones de trabajo es prioritario para los objetivos de la
Organización Internacional del Trabajo (2021), conforme a la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible. Una mejor redistribución de la riqueza generada y el respeto
de los derechos humanos laborales son esenciales para el desarrollo sostenible.
227
Por lo anterior, surge el interés de analizar el estado actual de las condiciones
laborales de la población económicamente activa, remunerada, en edad productiva,
del sector formal en México durante el primer trimestre del 2021, ya que, al conocer
el acceso a las prestaciones laborales de la población trabajadora, se contribuye a
alcanzar la sostenibilidad del empleo, por ello la presente investigación tiene el objetivo
de elaborar un indicador que mida el nivel de condiciones laborales en el sector
formal, identificando por género, sector de actividad económica de la organización
en la que laboran y su tamaño medido en cantidad de trabajadores que la conforman.
Se toman como base los microdatos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo
nueva generación (ENOEN), efectuada por el Instituto Nacional de Estadística y
Geografía (INEGI) al primer trimestre del 2021; la elección de este periodo obedece
al repunte de generación de puestos de trabajo en el país, sin embargo los resultados
de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) emitida por el INEGI,
refleja el contexto del mercado laboral mexicano en lo que respecta al crecimiento
del empleo, la variación de la tasa de informalidad, la duración de la jornada de
trabajo y remuneración y develan que el incremento del empleo en este periodo fue
en la informalidad, o empleos con salarios bajos y jornadas más largas.
Además, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social (Coneval) ha señalado que la incidencia de pobreza laboral aumentó en 26
de las 32 entidades de México durante el primer trimestre de 2021, alcanzando el
39.4 %. No obstante, se observa una disminución al 38.5 % para el cuarto trimestre
de 2022, esta reducción sigue siendo superior al registrado en 2020 antes del impacto
de la pandemia. Este escenario plantea desafíos para la garantía de los derechos
humanos, en especial en el ámbito laboral, razón por la que surge el interés en
conocer el comportamiento de las condiciones laborales en el sector formal.
Ante la implementación de estrategias para contener la propagación
del COVID-19 en México, las condiciones del mercado laboral han presentado
cambios en características y procesos, reflejándose en la situación que experimenta
la población trabajadora. Además, para contribuir a la sostenibilidad y reducir
la desigualdad y pobreza, es necesario conocer las condiciones laborales de los
individuos para impulsar políticas públicas que promuevan su regulación y lograr
la sostenibilidad del empleo.
El presente trabajo se encuadra en la línea de innovación empresarial, social
y sustentable, y sus resultados muestran el panorama actual que experimenta la
población y es un marco referencial para la toma de decisiones tanto gerenciales,
ayudando a rediseñar su organización interna y mejorar las condiciones laborales
actuales, como políticas y económicas para los responsables de generar las políticas
económicas y sociales.
228
Además, con los resultados encontrados se pretende fomentar el implemento
de estrategias para la sostenibilidad social y económicas a fin de dar cumplimiento a
las exigencias de los pactos internacionales, particularmente los de carácter laboral
y medioambiental.
Revisión de la literatura
El empleo es fundamental para el desarrollo del ser humano, como para el desarrollo
de una nación, ya que genera ingresos, y bienestar social e impulsa la prosperidad y el
crecimiento económico, lo que contribuye a combatir la desigualdad y conduce a la
sostenibilidad social, de acuerdo con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU).
Analizar las condiciones laborales es factor clave para los trabajadores y
las empresas, ya que de acuerdo Rodríguez (2009) las condiciones laborales inciden
en el bienestar del trabajador y genera productividad; además, obtener una mejor
calidad de empleo no se reduce a tener un salario alto, sino a las condiciones de
trabajos bajo las cuales se desempeñan.
El concepto de condiciones laborales forma parte del marco institucional
propuesto por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que abarca las
horas de trabajo, la remuneración y las condiciones físicas y psicológicas dentro del
centro de trabajo. Las condiciones de trabajo según Dávalos (2017) son la jornada
laboral, el salario, vacaciones y todas las prestaciones económicas o en especie que
recibe el trabajador y se establecen en el contrato de prestación de servicios ya sea
individual o colectivo.
El estudio de las condiciones laborales, de acuerdo con Salaiza et al. (2020),
es una cultura de cambio organizacional fundada en la ética y en la sustentabilidad
ya que proporcionan bienestar y mejoran de la calidad de vida de la población que
trabaja y generan ingresos que impactan en el entorno social en que se encuentren.
El empleo es núcleo del desarrollo de las empresas productivas. Como lo
sostiene Hernández et al. (2021), en México se presenta un escenario complejo;
del 2012 al 2016 se realizaron reformas a la legislación laboral, con la finalidad
de flexibilizar el mercado de trabajo, una estrategia aplicada en la mayoría de los
países de Latinoamérica, para incrementar los indicadores de empleo y mejorar
las condiciones de competir ante el resto de las economías. Los resultados hasta el
momento han sido controversiales (Ibarra y González, 2010; Gómez y Barboza,
2010; Xiao et al., 2020), y se observa el deterioro de las condiciones de trabajo. Peña
et al. (2020) señala que ha cambiado la calidad de las condiciones laborales, como
lo refieren Grande et al. (2020) y Lara y Sánchez (2021), situación que perjudica
a la población productiva ante la necesidad obtener un empleo o de preservarlo,
se aceptan condiciones precarias, como la ha referido la OIT en el informe de
229
Calidad de Empleo 2019, en el que señala que en la búsqueda de competitividad
la economía mexicana ha modificado la estructura laboral, afectando el mercado
laboral, en lo que respecta a la calidad del trabajo.
Las empresas se encuentran frente a desafíos relacionados con su crecimiento
y su supervivencia, como lo sostienen Hernández et al. (2021) y Villamarin y
Arteaga (2021), ya que han tenido que reaccionar con rapidez para adaptarse a
la nueva realidad, planteando reconstruir sus operaciones sin dejar de priorizar a
su capital humano, no solo para hacer frente al momento presente, sino también
al futuro. Según Torres et al. (2021) existe una inestabilidad económica y social,
sobre todo en el ámbito laboral que afecta a las organizaciones y a su trabajadores,
quienes deben ser resilientes, sin embargo, esta postura, hace necesario analizar las
condiciones que se ofrecen. Salamanca et al. (2021), afirmaron que las condiciones
de trabajo son determinantes para la productividad, así mismo Henao et al. (2020)
sostuvieron que las condiciones de trabajo son un indicador clave en la operación
de las empresas que permanecen en el mercado y, considerando la complejidad del
entorno, las organizaciones deben evaluar su resiliencia.
Las empresas intentan adaptar la gestión de sus operaciones; sin embargo,
hay diferencias en cuanto a la capacidad adaptativa, principalmente en las micro,
peñas y medianas empresas, que experimentan con mayor impacto las crisis, lo que
deduce que, no todas las organizaciones responden de la misma manera a situaciones
críticas (García et al., 2021). Arango et al. (2019) aluden que el otorgamiento de las
condiciones laborales hasta llegar al trabajo decente son parte de la sostenibilidad y
de cadenas de valor, por lo que propone un análisis del criterio de sostenibilidad de
las condiciones laborales.
El crecimiento del empleo con salarios bajos, extensas jornadas de trabajo,
contrataciones por tiempo determinado, ha transformado los mercados laborales
desde 2008 (Heath, 2021; Aloisi y Stefano, 2020). El desequilibrio en los mercados
laborales se agudizó por el COVID-19, debido a la transformación del empleo y del
otorgamiento de las condiciones y relaciones de trabajo. Machado (2020) sostuvo
que la pandemia por COVID-19 afectó las relaciones laborales, señalando que
las tasas de desigualdad social incrementaron las dificultades para garantizar los
derechos humanos en el entorno laboral. Lima (2021), refiere que poco a poco se
verán reflejados las consecuencias económicas y sociales impactando en indicadores
de bienestar, rendimiento, productividad y competitividad. Ante lo planteado,
es necesario generar estrategias que disminuyan la desigualdad y equilibren las
políticas de empleo.
La Organización Internacional del Trabajo (2021), en el reporte Panorama
laboral 2020, para América Latina y el Caribe, sostiene que la crisis sanitaria
230
impactó en el ámbito laboral, con déficits de trabajo decente e incremento de la
informalidad. De acuerdo con Maurizio (2021) la crisis por la pandemia ha elevado
la desigualdad ya existente en Latinoamérica, a través de reducciones en la actividad
económica y en el empleo donde se han disminuido los ingresos, en consecuencia
se incrementa la pobreza, y se han aumentado las ocupaciones informales. El
mercado laboral enfrentó un nuevo modelo acelerado ante las tecnologías de la
información, que estimulan la economía, pero fomentan la informalidad laboral y
la precarización del trabajo, como lo sostienen Ibarra (2019) y Dávila (2020).
Torres et al. (2021) plantea que, las condiciones laborales se han
transformado conforme a la capacidad adaptativa de las organizaciones. La
situación se hizo crítica, confirma la OIT (2021); las microempresas y las pequeñas
y medianas empresas son las creadoras de nuevos empleos y quienes abarcan más
de la mitad del empleo a nivel mundial, no obstante, afrontan mayores retos en lo
que respecta a las condiciones de trabajo, la productividad y la informalidad en
sus actividades, lo que hace relevante analizar su contexto. Mendoza et al. (2020)
señalan que en México, el análisis de las condiciones, bajo las cuales labora la
población, ha cobrado relevancia, debido al crecimiento de empleos precarios y
la informalidad laboral. La vulnerabilidad laboral no sólo se refiere a la falta de
empleo, sino también a los puestos de trabajo con un bajo nivel de protección.
Al respecto Rojas y Bustios (2020), afirman que las pymes, han sido afectadas por
el aumento en la informalidad y procesos estandarizados, como de materiales
e insumos, lo que propició un cierre masivo de estas, lo que vislumbra cambios
entorno a la modalidad de trabajo y su regulación a considerar.
231
La problemática planteada cobra relevancia al dimensionar el porcentaje
de la fuerza laboral, a nivel mundial, y en México, afecta a la población ocupada,
registrada en la economía nacional, al primer trimestre del 2021, es de 96.1 por
ciento, según los datos revelados en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo
nueva edición (ENOEN) del IINEGI) en abril del 2021. Con lo anterior se visibiliza
la proporción de la población que experimenta la problemática planteada y hace
evidente que se requiere que la población económicamente activa en México
mejore sus condiciones laborales, a fin de estimular relaciones laborales favorables
generando con ello productividad y competitividad en las organizaciones, pero
sobre todo sostenibilidad.
La situación se agudiza ya que, al deteriorarse las condiciones de trabajo,
toda vez que los resultados emitidos por la ENOEN, señalan que el 25 por ciento de
la población trabajadora labora en circunstancias adversas, ya sea por la duración
de su jornada o por el sueldo que percibe. Con respecto a las horas de trabajo, las
personas que laboran en empleos de 35 y 48 horas por semana se han incrementado
en un 8 por ciento, y ha aumentado el número de ocupaciones que demandan
más de 48 horas. Así, una mayor proporción de la población labora por su propia
cuenta, hay un mayor porcentaje de la población que percibe el salario mínimo,
más personas que laboran jornadas extensas, así como mayor población que trabaja
en pymes, lo que refleja medidas resilientes con la finalidad de preservar el empleo.
En el entorno empresarial, el escenario también es complejo, a medida que
las empresas se estabilizan, recuperan y renuevan, las empresas deben aprovechar la
oportunidad para remodelar el futuro del trabajo y reconfigurar sus estrategias para
mejorar su organización interna, mediante estrategias de sostenibilidad y lograr un
mejor desempeño.
Material y métodos
Considerando que a mayor sostenibilidad del empleo, mejores condiciones
laborales, el objetivo de nuestro estudio empírico fue elaborar un índice de
condiciones laborales identificadas por género, sector de actividad económica y
tamaño de empresa en la PEA remunerada, del sector formal en edad productiva,
de enero a marzo de 2021, que definimos como el periodo crítico por la pandemia
por el COVID-19.
El diseño de investigación es de alcance explicativo y descriptivo que constó
de dos fases, primeramente, se realizó un indicador de condiciones laborales,
mediante la suma de las variables de la Tabla 2 y posteriormente se hace un análisis
estadístico descriptivo de dicho índice con respecto al género, tamaño de la empresa
y sector económico de la empresa donde laboran. La fuente de información del
232
estudio es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2021 -Nueva Edición-,
elaborada por el INEGI) en el primer trimestre del año 2021.
La ENOEN, es la principal fuente de información referente a la ocupación
de la población mexicana, porque genera datos mensualmente y emite reportes
estadísticos nacionales y estatales por trimestre. Su metodología es robusta y
continua para la obtención de datos estadísticos, lo que permite profundizar en
el análisis de los aspectos laborales; a partir de febrero de 2021, ha presentado
una actualización en sus indicadores estratégicos con los cuales se hacen mayores
precisiones estadísticas.
La recolección de datos se obtuvo a partir de las bases de datos de ENOEN,
compuesta de 4 cuestionarios: Vivienda, Hogar, Sociodemográfico, cuestionario de
Ocupación y Empleo parte I, cuestionario de Ocupación y Empleo parte II. Para
este estudio, se utilizó la base de datos del Cuestionario Sociodemográfico y el Cuestionario
de Ocupación y Empleo parte I. La herramienta estadística empleada fue el software
STATA, versión 15, se extrajeron los datos de la población objeto de estudio, que
corresponden con las variables que se analizan. Toda vez que los indicadores se
encuentran en diferentes tablas o bases de datos diferentes, fue necesario unirlos en
Stata, a partir de índices en común y de carácter único de ambas bases de datos.
Una vez relacionadas y transformadas en un único repositorio, se da tratamiento a
los datos para utilizar los datos acordes a los criterios de selección de la muestra.
A continuación, se indican las variables observadas para identificar a la
población económicamente activa, ocupada, remunerada, en el sector formal, con un
tipo de contrato basificado, en edad productiva de 15 a 65 años, siendo los siguientes:
Tabla 1
Criterios de selección de la muestra
Campo Nombre
Descripción Criterio selección
(Mnemónico) del campo
Población Clase1 Clasificación de la población en Solo población
económicamente PEA y PNEA económicamente activa
activa
Empresa formal emp_ppal Clasificación de empleos formales Solo empresas formales
e informales de la primera
actividad
Población ocupada clase2 Clasificación de la población Solo población ocupada
ocupada y desocupada; disponible
y no disponible
233
Campo Nombre
Descripción Criterio selección
(Mnemónico) del campo
Edad edad Edad Mayores de 15 y menores de
65 años
Ingreso mensual ingocup Ingreso mensual Aquellos cuyo ingreso sea
diferente de cero
Horas de trabajo a hrsocup Horas trabajadas en la semana Aquellos cuya suma de horas
la semana a la semana sea diferente de
cero
Tipo de contrato tip_con Clasificación de la población Solo aquellos que cuenten con
subordinada y remunerada por un contrato de base, planta o
disponibilidad de contrato escrito por tiempo indefinido
Definición de variables
Para la medición de las condiciones laborales, se construyó un índice calculado
mediante la sumatoria de las variables que se identificaron de acuerdo con la
literatura y se extrajeron los datos de los indicadores.
Tabla 2
Variables que conforman a las condiciones laborales
234
Variable Indicador Ítems (ENOE) Descripción del ítem
Reparto de p3l3 Bienes y servicios complementario al sueldo
utilidades obtenidos como resultado de disposiciones legales
y contratos de trabajo. La ENOEN cuenta con
información sobre reparto de utilidad, y participa
como variable dicotómica
Crédito para p3m1 Crédito para construcción, hipotecas, remodelación
vivienda o adquisición de una casa. La ENOEN cuenta
con información sobre si el trabajador cuenta con
crédito Infonavit o Fovisste, y participa como variable
dicotómica
Servicio de p3m2 Servicio complementario al sueldo obtenido como
guardería resultado de disposiciones legales y contratos de
trabajo. La ENOEN cuenta con información sobre
el servicio de guardería, y participa como variable
dicotómica
Cuidados p3m3 Licencia de Paternidad, con goce de sueldo.
maternos o La ENOEN cuenta con información sobre si el
paternos trabajador cuenta con cuidados maternos o paternos,
y participa como variable dicotómica
Fondo de retiro p3m4 SAR o Afore, SAR es un sistema de ahorro que
estuvo vigente entre mayo de 1992 y junio de 1997,
el Afore es una institución financiera privada que
se encarga de administrar los fondos para el retiro
de los trabajadores afiliados al IMSS y al ISSSTE
(Gobierno de México, 2021). La ENOEN cuenta con
información sobre la prestación de fondo de retiro, y
participa como variable dicotómica
Seguro de vida p3m5 Es el instrumento a través del cual se protegen los
medios de subsistencia del trabajador y su familia
ante las contingencias derivadas de un accidente,
enfermedad o muerte fuera del entorno laboral,
mediante prestaciones en dinero y en especie (IMSS,
2017). La ENOEN cuenta con información sobre
la prestación de seguro de vida, y participa como
variable dicotómica
Seguro privado p3m6 Servicio complementario al sueldo obtenido como
para gastos resultado de disposiciones legales y contratos de
médicos trabajo. La ENOEN cuenta con información sobre
seguro privado para gastos médicos, y participa como
variable dicotómica
235
Variable Indicador Ítems (ENOE) Descripción del ítem
Préstamos p3m7 Servicio complementario al sueldo obtenido como
personales y/o resultado de disposiciones legales y contratos de
caja de ahorro trabajo. La ENOEN cuenta con información sobre el
servicio de préstamos personales y/o caja de ahorro,
y participa como variable dicotómica
Resultados
El Índice de Condiciones Laborales en su reporte estadístico básico señala que
existen 45 248 observaciones, presenta un promedio de 52.45, una desviación
estándar de 26.22 y un valor mínimo de 0 y máximo de 100, por lo que se genera
un reporte estadístico básico, con los indicadores de número de 100.
236
Tabla 3
Estadísticas básicas del Índice de Condiciones Laborales
Gráfica 1
Condiciones laborales y género Condiciones Laborales por
Género
55.249137
50.516687
Hombre Muje r
Sexo
En el Gráfico 1 se puede ver que los hombres presentan una ponderación del 50.52
por ciento en tanto las mujeres que tienen una ligera ventaja de 5 puntos es decir
55.25 por ciento, por lo que se puede interpretar que las condiciones laborales para
el género femenino son más favorecidas que el género masculino.
237
Grafica 2
Condiciones laborales y el tamaño de empresa
Condiciones laborales y tamaño de la empresa
63.0406389
55.0836897
53.062713
48.839482
25.263952
1.0528001
1 persona De 2 a 5 De 6 a 10 De 11 a 15 De 16 a 50 De 51 y más
238
Grafica 3
Condiciones laborales yCondiciones laborales
sector de actividad por sector de actividad económica
económica
61.164995 60.023767
51.571084
47.331571
41.04586 43.488944
28.055214
Discusión
Considerando que la mayor parte de la población la componen trabajadores, lograr
que estos accedan a mejores niveles de bienestar social tiene un impacto positivo
en la sociedad, el crecimiento económico y el medio ambiente. Los resultados
comprueban que las grandes empresas proporcionan mayormente prestaciones a
sus trabajadores, sin embargo, no se quiere decir que el acceso a las prestaciones
signifique que el empleo es de calidad. Otro aspecto que se prueba es que, durante
la pandemia, las empresas recurrieron a estrategias de reducción de prestaciones
para hacer frente a los efectos de la crisis del COVID-19 contribuyeron a la
supervivencia de estas. Los resultados también sugieren que en el sector formal se
accede en mayor proporción a las prestaciones laborales establecidas en la ley.
Conclusiones
Las condiciones laborales con las que cuenta la población económicamente activa,
remunerada, en el sector formal, en edad productiva son las vacaciones pagadas, el
servicio médico, el aguinaldo, el crédito a la vivienda y el fondo de retiro, servicio
de guardería, cuidados maternos o paternos, seguro de vida, seguro privado para
gastos médicos y préstamos personales y/o caja de ahorro.
239
Los resultados permiten deducir que una persona cuenta con mayor acceso
a las prestaciones de ley en tanto labora en una empresa de mayor tamaño y si la
empresa pertenece al sector industrial. Se coincide con la revisión de la literatura en
donde diversos autores sostienen que la problemática en las empresas, no es la falta
de condiciones laborales, sino la calidad de ellas, pues no significa que los ingresos
sean buenos. Se comprueba que laborar en el sector formal incide significativamente
en el acceso a las prestaciones de ley y mejores condiciones laborales. Las mujeres
son más favorecidas en el acceso a prestaciones, quizás porque en mayor medida
tienen acceso a guarderías y cuidados maternos.
El trabajo realizado revela las disparidades del acceso a prestaciones
laborales, lo que hace necesario fomentar la generación de políticas pú blicas
orientadas al desarrollo sostenible del empleo, así como legislar las relaciones entre
los agentes económicos, sociales y el medio ambiente, ya que impulsar al desarrollo
sostenible mediante el trabajo decente, encamina a la reducción de desigualdades
sociales y contribuye al equilibrio sostenido pues al asegurar el acceso a prestaciones,
se garantiza un mejor bienestar social.
Una de las limitaciones del estudio es que únicamente mide características
observables de las condiciones laborales, ya que la ENOEN, centra sus datos
en relación con las personas y proporciona estimaciones sobre la ocupación
de la población, por lo que deja fuera otros conceptos para medir la calidad de
las condiciones laborales o el bienestar en el trabajo, lo cual sería relevante
para complementar el indicador, sin embargo este sería otro tema de estudio;
adicionalmente se considera como limitante la depuración realizada en la
variable tamaño de empresa con valor no especificado, a pesar de que contaba
con las prestaciones laborales seleccionadas, lo anterior puede generar sesgos en
los resultados, sin embargo, fue considerado debido a la subjetividad de los datos
proporcionados por la encuesta.
En futuras líneas de investigación, sería interesante analizar la calidad de las
condiciones laborales de la misma población objetivo, o bien comparar el presente
estudio respecto al sector informal, analizando interacciones con las variables de
género y grupos etarios, o bien incorporar el efecto de las condiciones laborales en
la sostenibilidad en México.
240
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Empresa y sustentabilidad de Magda Lizet Ochoa Hernández,
José Ignacio Azuela Flores y Ricardo Alberto Sánchez Jaime coordinadores fue
publicado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas y
Editorial Fontamara en marzo de 2024. La revisión y diseño editorial
correspondieron al Consejo de Publicaciones UAT.
El libro reúne doce trabajos de investigación desde la teoría y la
práctica que no constituyen temas acabados en el campo científico
en materia de sustentabilidad en las empresas, pero son retos para
continuar las investigaciones en el futuro por todo el aporte que se
puede seguir brindando a la comunidad científica
universitaria y al desarrollo de la universidad con la
sinergia que esta genera.
ISBN:978-607-736-862-5