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Coordinación de la publicación:
Fridzia Izaguirre Díaz de León
Editor:
Sigfrido Bañuelos
Maqueta y diseño:
Pepe Ceniceros
: 978- 607-7834-46-5
9 Prólogo
Fridzia Izaguirre Díaz de León
Duván Emilio Ramírez Ospina
i. Sustentabilidad y sociedad
9
nuestra realidad, generando el abandono de la cultura y el conocimiento
latinoamericano.
Para la preparación de este documento, se parte de que en el cono-
cimiento sobre sustentabilidad se han logrado importantes avances en
América Latina, constituyéndose en uno de los campos de conocimien-
to en los que podrían reconocerse significativos aportes de los científi-
cos de esta parte del mundo al conocimiento universal.
Además, resulta interesante responder a las siguientes preguntas:
¿qué sentido tiene un programa de Doctorado en Sustentabilidad en la
Sede Guasave de la Universidad Autónoma de Occidente de Sinaloa, Mé-
xico, y cuáles son los aportes al conocimiento universal de la comunidad
científica? Responder estas preguntas requiere seguramente de un tra-
bajo mucho más profundo del que podría exponerse en este escrito,
pero aquí se plantean algunas ideas que pueden servir como soporte
para intentos futuros de encontrar respuestas, o que pueden constituir-
se en guías para la acción investigativa de la comunidad académica.
La mejor forma de responder estas preguntas parte de la ubicación
espacio temporal del Doctorado, de los sujetos involucrados y de quie-
nes se involucrarán. Para que adquiera sentido todo el esfuerzo que esta
apuesta ha significado, sus actores deberán avanzar en descubrir las in-
teracciones sociales, la forma en que las sociedades mexicanas y lati-
noamericanas se relacionan entre ellas y con la naturaleza, lo que San-
tos (2011) ha denominado las epistemologías emergentes, resultantes de
encontrar las epistemologías ausentes en el discurso sobre sustentabili-
dad de las comunidades científicas y las universidades mexicanas y lati-
noamericanas, que responden más a los marcos teóricos desarrollados
para otros contextos, no para los propios.
Esta obra, puesta a consideración de la comunidad científica inter-
nacional, contiene los primeros avances en el desarrollo de la primera
cohorte del Doctorado en Sustentabilidad de la Universidad Autónoma
de Occidente, los cuales se convierten en una semilla que deberá cuidar-
Referencias
17
La ubicación geográfica de México, sus condiciones climáticas, oro-
gráficas e hidrológicas, entre otros factores, contribuyen para que el
país sea una de las zonas más vulnerables del planeta al cambio climáti-
co (Greenpeace, 2010). En ese sentido, el gobierno mexicano ha colocado
como punto primordial de su agenda la creación e implementación de
respuestas a este fenómeno para mitigar sus emisiones de gei y reducir
las consecuencias de sus impactos, así como aprovechar las posibles
oportunidades que las transformaciones en el clima pudieran presen-
tar. Nuestro país se encuentra expuesto a fenómenos como huracanes,
sequías, temperaturas extremas y lluvias torrenciales. Estos eventos
tienen consecuencias sociales, económicas y ambientales: ponen en
riesgo la vida de miles de personas, su bienestar y patrimonio, compro-
meten la conservación de los ecosistemas, su biodiversidad y los servi-
cios que proveen, y limitan las oportunidades de desarrollo en el corto y
mediano plazo (encc, 2017). Las afectaciones de los eventos hidrome-
teorológicos y climáticos extremos muestran la importancia de reducir
la vulnerabilidad y fortalecer la adaptación al cambio climático en el
país (Enríquez, 2016).
La presente investigación documental desglosa tres aspectos rele-
vantes del cambio climático. La primera parte refiere el estado cambian-
te de la atmósfera y los factores que interactúan de manera compleja en
el clima. Asimismo, se menciona lo referente al cambio climático y su
reconocimiento como un problema global con graves dimensiones am-
bientales, sociales, económicas, distributivas y políticas. También se
aborda la forma en que los países se enfrentan el problema, en especial
los países en desarrollo. En el segundo apartado se analiza la vulnera-
bilidad ante el cambio climático, principalmente su conceptualización
y forma de estudiarla. Finalmente, en la tercera parte se aborda el
tema de la adaptación, necesaria para minimizar el impacto del cam-
bio climático.
Conclusiones
Referencias
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nales, 862.
39
Educación para el Desarrollo Sostenible (eds) en sus agendas de reformas
en educación, favoreciendo a la par el desarrollo sostenible y la calidad
educativa, mediante el trabajo en red, el establecimiento de vínculos, el
diálogo y la interacción entre las partes interesadas en la eds, así como
con la promoción de una mayor calidad de enseñanza, aprendizaje, inves-
tigación y capacitación en eds.
Con estas acciones, se pretende proporcionar apoyo a los países
para que cumplan con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (odm) consi-
derando a la eds como la base conceptual general para nuevas formas de
educación, como la educación sobre el cambio climático o la reducción
de los riesgos de desastre (unesco, 2012).
En los primeros años de implementación del Decenio, la unesco y
varios gobiernos focalizaron sus esfuerzos en desarrollar las eds y pun-
tualizar acciones estratégicas prioritarias. En su segunda mitad, el foco
de atención se centra en lograr resultados concretos presentados en el
informe de seguimiento y evaluación de deds, en el que se demuestra
que diversos individuos, instituciones educativas, organismos no guber-
namentales y autoridades, que van desde el ámbito local al federal, se han
sumado a este esfuerzo convocado por la onu y han incorporado acciones
para promover la eds, contribuyendo así al avance de la educación, hacia
la creación de un futuro más sostenible (unesco, 2012).
En ese contexto, se identifica la importancia de implementar enfo-
ques institucionales donde participen diversos interlocutores en la reor-
ganización de la totalidad del sistema para generar mayor impacto en el
desarrollo sostenible. Esto demanda un liderazgo con visión de futuro,
así como formar redes sociales, establecer nuevos caminos en la investi-
gación e incrementar los niveles de participación.
De igual manera, la unesco (2012) plantea que para la reorgani-
zación se requiere implementar diversas modalidades de aprendizajes
innovadoras que han surgido en el marco de la eds, como procesos de
aprendizaje y mecanismos de transformación adaptados al plano local,
Referencias
57
Sin embargo, con el avance y desarrollo que ha tenido Colombia, el
departamento ha dejado de ser sólo una porción de tierra. Al territorio
se le han sumado las variables económicas y también las pluricultura-
les. En la división política administrativa actual en Colombia, los depar-
tamentos son los entes territoriales de primer nivel, con un régimen de-
partamental consagrado en la constitución nacional, con funciones
administrativas, de vigilancia y control. De la misma manera, los munici-
pios, que son estamentos territoriales con funciones autonómicas, tam-
bién consagradas en la constitución nacional colombiana elaborada y pro-
mulgada a partir de 1991, en donde se otorgan poderes al colectivo, al
pueblo y a sus integrantes se les convierte en ciudadanos mucho más par-
ticipativos, pues la constitución nacional colombiana reconoce un estado
social de derecho, pluriétnico y participativo, capaz de ordenar su propio
territorio, de acuerdo con sus creencias y su cultura. Esta vez, se ordena el
territorio desde una visión mucho más holística, en donde juegan un pa-
pel preponderante las creencias, saberes y la cultura.
Uno de esos elementos de participación aparece en los planes de or-
denación de las cuencas, con lo cual se asume una nueva visión de espacio
territorial, al que convergen todas las dimensiones ambientales, sociales,
económicas, políticas y culturales, y la cuenca hidrográfica se presenta
como «una unidad de territorio donde las aguas fluyen naturalmente
conformando un sistema interconectado, en la cual interactúan aspec-
tos biofísicos, socioeconómicos y culturales» (Corporación Autónoma
del Valle del Cauca y Asociación de Usuarios de la Cuenca Hidrográfica
del Río Guabas, 2010); de igual manera, también se conceptualiza como
Para esta esta nueva resignificación del territorio, se hace necesario que
en su construcción se dé una adecuada participación de diversos actores
sociales que tienen algún nivel de involucramiento e intereses en el te-
rritorio, lo cual se hace por medio de convocatoria de organizaciones en
las que los actores sociales sean quienes tomen decisiones trascenden-
tales sobre el adecuado manejo de los recursos involucrados. Es así como
la Asociación de Usuarios del Río Guabas convoca a todos los actores
pertenecientes a la cuenca hidrográfica par que se hagan presentes y
participen con su acervo cultural e imaginario de territorio, en donde el
río juega un papel importante, no sólo por el recurso hídrico esencial
para la vida y para el quehacer económico de la región, sino también por
los aportes a la recreación y al paisajismo, convirtiendo al río en el eje
principal del territorio. El río es el objetivo común.
Lo anterior, entendiendo que pensar, defender, administrar y ges-
tionar un territorio, requiere del concurso, la unión de todos los pobla-
dores residentes y no residentes en la cuenca hidrográfica, para lo que es
necesario asociar, solidarizar e integrar a los actores en la construcción
del territorio deseado, en donde los deseos y los sueños en la defensa,
mantenimiento y usufructo del Río Guabas estén presentes todos los
ciudadanos y organizaciones que de alguna manera tengan relación con
el territorio; para lograr una adecuada acción colectiva en los procesos
territoriales alrededor del Río Guabas se vuelve necesario algún grado
de institucionalidad y acumulación de capital social que permita la ge-
neración de confianza entre los actores que tienen interés en la cuenca.
Para ello, resulta importante generar una serie de valores como la
confianza, no sólo en las personas, sino también en las instituciones
públicas o privadas que tienen su asentamiento en la zona; por tanto, el
Y para este caso, la necesidad social de los usuarios de la cuenca del Río
Guabas es solucionar el conflicto del agua y del territorio, logrando no
sólo diseñar el plan de manejo y ordenación de la cuenca, sino también
logrando la perdurabilidad de éste en el tiempo pactado, asegurando el
desarrollo sostenible de la región.
En el presente escrito se muestra cómo el capital social que se ha lo-
grado acumular mediante la constitución de la Asociación de Usuarios
del Río Guabas se convierte en un factor que contribuye a la construcción
del territorio, bajo el concepto de desarrollo sostenible, que se sustenta
en el capital social generado entre las personas integrantes de la Asocia-
ción de Usuarios del Río Guabas, con el reconocimiento de sus saberes,
creencias y principios culturales, estando presentes todos los actores con
su pluriculturalidad y plurietnicidad, como son los indígenas, los afro-
descendientes y mestizos residentes en la región de la cuenca del Río
Guabas.
En este territorio, la población se hace visible con un aproximado de
4200 personas, mayormente campesinos e indígenas de la etnia páez,
pendiente de reconocimiento como resguardo indígena denominado Lili
Conclusiones
Referencias
79
atendiendo los problemas que pueda causarse al medio ambiente y en la
mayor parte de los casos no trabajan de manera socialmente responsable.
Las empresas que en sus procesos incluyen la preocupación por el
medio ambiente son generalmente medianas o grandes, ya que se necesi-
ta destinar recursos para introducir estas prácticas. Algunas están certi-
ficadas como Empresa Socialmente Responsable, pero por desgracia las
pequeñas y micro empresas no cuentan con recursos económicos que
puedan destinar para obtener este tipo de certificaciones. Sin embargo,
pueden implementar prácticas de sustentabilidad en sus procesos pro-
ductivos y administrativos y generar beneficios ambientales que les pue-
den redituar en beneficio económico, así como en bienestar social.
Marco contextual
Medio ambiente y desarrollo
La sustentabilidad y el desarrollo
El desarrollo sustentable
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Industria y Ser-
Pequeña Desde 11 hasta 50 Desde 4.01 hasta 100
vicios
Comercio, Servi-
Grande Mayores de 250 Más de 250
cios e Industrial
La mayor parte de las pymes son empresas familiares. Por eso es que
nos imaginamos que no pueden ser grandes empresas, pero algunas
han llegado a desarrollarse de manera importante, como son los casos
de las conocidas Bimbo y Comex que hoy compiten en el mercado como
grandes empresas trasnacionales. Las empresas familiares son muy im-
portantes para el desarrollo de cualquier país debido a su gran número;
se calculan del 60 al 80% a escala mundial, representando el 50% del pib
mundial (Davian, 2011).
Para (Murillo (2007), en la revista Documentación Social (citando a
Enderle, 2004), las pequeñas empresas luchan por la sobrevivencia día a
día, y es esta lucha por el mercado lo que las hace fortalecer una red de
interdependencia y colaboraciones, traduciéndose en reputación, ima-
gen de profesionalidad e incremento en el factor confianza y lealtad.
En opinión de Molina, López y Contreras (2014), las pequeñas y me-
dianas empresas poseen características muy convenientes para enfrentar
la apertura económica internacional en términos de competitividad, tan-
to por su productividad, como por su potencial social. Esta clase de em-
presas conforma el eje económico en países como Japón, Italia y Brasil.
La situación de las pymes hacia la sustentabilidad social difiere de
las grandes corporaciones y dependen en gran medida de los valores del
propietario y su preocupación por el bienestar de sus trabajadores.
La microempresa
Gestión de la sustentabilidad
Conclusiones
Referencias
101
Según Giuffré, Viglizzo y Gudynas (2003), señalan que hoy día el
ámbito agropecuario ha pasado de una concepción utilitarista de la ac-
tividad hacia otra denominada naturalista. La primera, de línea antro-
pocéntrica, coloca al hombre por encima de la naturaleza y del resto de
las especies, representó un coto tecnológico importante para el desarro-
llo de la agricultura, ya que permitió resolver problemas de hambruna en
varios países subdesarrollados. No obstante, la presión antrópica en aras
de lograr mayor producción con una visión a corto plazo de la rentabili-
dad ocasiona el uso irracional y abusivo de las tecnologías, de insumos
surgidas en esta etapa (semillas híbridas, agroquímicos, maquinaria agrí-
cola, irrigación), acentuando externalidades no deseadas, como degrada-
ción de los agroecosistemas, pobreza y abandono rural.
De igual manera, y en atención a las consecuencias de la agricultura
moderna o industrial, la segunda concepción naturalista más reciente
aumenta el rol de todas las especies vivas y del ambiente como factores
de equilibrio natural. Exhorta a reconocer una visión que no sea sólo la
de producir, sino que sea más bien ética e integral del medio ambiente
para la satisfacción de las necesidades humanas. Este enfoque holístico
de la actividad agraria supone la integración de aspectos ambientales,
sociológicos, económicos y culturales (Giuffré, 2003; Viglizzo, 2003;
Gudynas, 2003).
Aunado a lo anterior, tenemos la problemática ambiental que ha ge-
nerado la agricultura en el mundo, en México particularmente, por el
uso de plaguicidas. En 1999 comenzaron las actividades de investigación
y validación en varias regiones agroecológicas del país para promover el
uso de biofertilizantes entre los agricultores, creando el gobierno el Pro-
grama Nacional de Biofertilizantes del gobierno federal, llevado a cabo
por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (sagar)
y apoyado por Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agríco-
las y Pecuarias (inifap). Asimismo, se establece que el uso de biofertili-
zantes en la agricultura mexicana tiene gran futuro. Sin embargo, se
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§
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Conclusión
Referencias
Páginas de internet
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Otros%20Estudios/Attachments/1/desarrollo.pdf>.
<https://chapingo.mx/revistas/phpscript/download.php?file=comple-
to&id>.
133
han comprometido a generar las condiciones para que esto se produz-
ca no sólo en lo político, sino que también se refleje en la economía y la
sociedad en general.
Una manera de contribuir al desarrollo sustentable es por medio de
la rse (Responsabilidad Social Empresarial), ya que, como lo mencio-
nan Amato et al. ( 2015), la rse es un estadio anterior a la sustentabili-
dad, que además de favorecer el desarrollo permite al mismo tiempo
responder a las exigencias de los grupos de interés, cada día están más
informados y exigen mayor responsabilidad por las organizaciones.
Todo esto favorece en gran medida a las empresas, pues incorporando
prácticas de rse contribuyen al desarrollo sustentable, responden a sus
grupos de interés y generan una ventaja competitiva que las diferencia
del resto de sus competidores, lo que al final se refleja en la rentabilidad
de la organización. Además, se reducirían costos, mejorarían su ima-
gen, atraerían nuevos clientes, lo que al final repercute en sus ingresos.
1. Pymes
1.1 Antecedentes
1.2 Problemática
2. rse
2.1 Antecedentes
3. Rentabilidad
3.1 Antecedentes
153
Todo esto no sólo hace que explotemos los recursos y no les demos
el tiempo suficiente para que se renueven, sino que, encima, hemos ido
modificando las características de los productos de tal manera que sean
reemplazados o desechados con rapidez y vernos influidos a adquirir
nuevos, generando con ello gran cantidad de residuos y contaminantes
que repercuten en el agua, tierra y aire, ocasionando desabasto, pérdida
de biodiversidad, erosiones, cambio climático, enfermedades y un des-
equilibrio tremendo en el planeta, derivado de una explotación de los
recursos y un consumo no sustentable.
Marketing verde
1 «Aquellos grupos que pueden afectar o ser afectados por el logro de los propósitos de
la organización» (Freeman, 1984:24, citado en Fernández y Bajo (2012:134 ).
Hacer cumplir la meta del marketing verde es una tarea difícil; coor-
dinar y sintonizar los objetivos comerciales, ambientales y sociales
requiere de llevar a cabo una planeación metódica de sus estrategias y
para ello se apoya en sus cuatro pilares fundamentales, las 4 Ps, que
abarcan dimensiones diferentes en el proceso de los bienes o productos,
desde su planeación hasta el punto de venta para el consumidor final.
Etiquetado ecológico
Si bien los atributos directos de un producto verde son los primeros que
toma en cuenta el consumidor, es de suma importancia que éste conti-
núe con los objetivos medioambientales al salir de la empresa; todo ese
recorrido que hace desde la línea de producción hasta el anaquel del
punto de venta debe estar regido por condiciones ecológicas. No sería
coherente un producto elaborado bajo normas ambientales si la distri-
bución no se lleva a cabo de manera responsable, aislada de esas nor-
mas.
Promoción verde
Comunicación ecológica
Publicidad ecológica
Greenwashing
La mayor parte de las cosas puede tener una dualidad, la parte positiva
y la negativa, y el marketing verde no es la excepción; si este no se rige
por su esencia y características particulares, será pretencioso y falso.
Para ello, es necesaria la ética en sus prácticas y al informar sobre sus
atributos en la publicidad, ya que, si por el contrario se cae en el
greenwashing, podría generar el rechazo del consumidor y una mala
imagen en el mercado, completamente el objetivo opuesto que busca
una marca o empresa.
Para Grant (2007), las empresas deben seguir una línea que sirva de guía
para evitar errores y greenwashing. Menciona cinco puntos clave que
permiten desarrollar prácticas de marketing verde de forma eficaz:
El consumo sustentable
Consumidor verde
Conclusiones
Referencias
175
El presente artículo de investigación empírica aborda los conceptos
que se mezclan en las estrategias de cuidado del medio ambiente y su
analogía en dos de sus vertientes: rentabilidad financiera y activos in-
tangibles.
Conceptos como sustentabilidad, desarrollo sustentable, Empresa
Socialmente Responsable (esr), Responsablidad Social Empresarial
(rse) y Sustentabilidad Corporativa, entre otros, son atendidos desde
diferentes perspectivas. Su conceptualización, antecedentes y líneas
de acción se interpelan de manera clara y sencilla. De igual manera, se
aborda la importancia de los activos intangibles enfatizando en la
marca e imagen corporativa y por añadidura su impacto en la creación
de valor empresarial.
Antecedentes
A partir de esta premisa, McGuire (1963) explica que si bien las corpora-
ciones tienen obligaciones económicas y jurídicas, éstas no son las úni-
cas, que además tienen responsabilidades sociales que cumplir. Para
1990, este concepto evoluciona y tanto Wood como Carroll hace grandes
aportaciones para consolidar aún más el concepto de rse. El primero
afirma que tanto la empresa como la sociedad tienen objetivos en co-
mún y, por tanto, no pueden trabajar de manera aislada; y Carroll mani-
fiesta que si bien la empresa busca lograr un beneficio, también debe
cumplir las normas legales, ser ética y ser un buen ciudadano corporati-
vo. Pero esta concepción logra su máximo conceptualización hasta los
albores del nuevo siglo, cuando aparece el concepto de desarrollo soste-
nible, el cual tiene como uno de sus ejes la parte social (Duque, Cardona
y Rendón, 2013).
En el ámbito institucional, la Organización Internacional del Traba-
jo (oit) comienza a implicarse con la rse a partir del año 2000, cuando
acepta participar en la iniciativa el Pacto Mundial de las Naciones Unidas,
cuyo objetivo es promover la buena ciudadanía corporativa. En 2006 pu-
blica la iniciativa InFocus, la cual promueve los elementos de la Declara-
ción de principios sobre las empresas multinacionales y la política social (De-
claración emn), fundamento de las políticas y prácticas adecuadas en rse
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Creación de valor
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1. Liquidez o solvencia: capacidad de pago que tiene una empresa a corto pla-
zo.
2. Estabilidad: capacidad para mantenerse en condiciones financieras sanas.
3. Productividad: eficiencia con la que se utilizan los resultados de la empre-
sa.
4. Rentabilidad: capacidad para generar utilidad.
5. Generación de valor: se crea cuando los recursos generados son superiores
al costo de los recursos obtenidos y utilizados.
Conclusiones
Referencias
201
cicio de gobierno que se convierta en motor del crecimiento económico
y el más sólido impulsor del bienestar social.
Los retos son colosales y ciertamente sólo pueden acometerse con
posibilidades de éxito mediante una visión de largo plazo y con modali-
dades distintas de hacer gobierno. Las actuales formas de ejercer el po-
der han demostrado hasta la saciedad sus limitaciones. El gobierno, en
vez de ser un motor, se asemeja más a un lastre, un costoso y amañado
aparato burocrático al servicio de élites económicas y políticas que usu-
fructúan los presupuestos en su beneficio.
En este marco, las políticas públicas son o tendrán que convertirse
en una alternativa para abordar y atender los rezagos económicos y so-
ciales del país con mayor certidumbre de éxito. No toda acción de gobier-
no es política pública. Una auténtica política pública intenta maximizar
los resultados con base en el uso racional de los recursos disponibles y lo
hace mediante un proceso que promueve la interacción de las instancias
de gobierno con los diversos grupos y sectores que pueden verse benefi-
ciados o perjudicados con las acciones gubernamentales que eventual-
mente pueden instrumentarse.
En este escrito se pretende dilucidar el concepto de política pública
a partir de las aportaciones de reputados autores extranjeros y naciona-
les que han abordado esta temática. Se exponen también ideas y con-
ceptos específicamente de política pública ambiental y de cómo se ha
entendido y aplicado en México el concepto de política pública.
Se examina también el papel que juega el municipio y su capacidad
para diseñar y llevar a la práctica políticas públicas dirigidas a preservar
el medio ambiente. Mucho se ha hablado de la importancia de fortalecer
esta instancia de gobierno, tomando en consideración que es la más cer-
cana a la gente… y a los problemas que sacuden a la sociedad. Y si bien es
cierto que en los últimos lustros se le ha dotado de más recursos y respon-
sabilidades, sigue siendo el eslabón más débil de la cadena de gobierno.
En específico, el municipio se observa impotente para afrontar la
cuantía y la gravedad de los fenómenos y las prácticas irracionales que
Conclusiones
Referencias
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223
(bfn; McNear, 2013), por lo que algunos microorganismos que habitan
la rizósfera pueden ser aislados y utilizados en beneficio de los sistemas
agrícolas, principalmente los microorganismos antagonistas a fitopató-
genos y los que promueven el crecimiento vegetal (Ortiz-Castro et al.,
2009). Un ejemplo de estos últimos son las bfn que se asocian a las raí-
ces de leguminosas. Estas bacterias presentes en la mayor parte de los
ambientes y que se encuentran ampliamente representadas en cuanto a
géneros, pueden aumentar la disponibilidad de nitrógeno (N) al trans-
formarlo a formas asimilables para la planta, por lo que son considera-
dos biofertilizantes (Rives et al., 2007).
Por otra parte, los desechos orgánicos procedentes del hogar, la
agricultura, mercado, entre otros, sirven de materia prima para la con-
versión de abonos orgánicos, una fuente importante para obtener canti-
dades importantes de nutrientes que puedan utilizarse en las prácticas
agrícolas actuales. El uso en la agricultura de abonos orgánicos ofrece
una alternativa al uso de fertilizantes químicos (Bhattacharyya & Jha,
2012). La industria alimentaria genera grandes cantidades de residuos
orgánicos, los cuales pueden aprovecharse como materia prima para la
elaboración de abonos.
El frijol común (Phaseolus vulgaris L.) es una de las leguminosas más
estudiadas en América Latina (Rosabal et al., 2013). Hay muchas varie-
dades de frijol que se caracterizan por su tamaño, color, forma y tipo de
crecimiento. En México se cultivan cerca de 70 variedades; de acuerdo
con la norma, son negros, pintos, bayos, amarillos y rosados (Sanger-
man et al., 2010). Las propiedades nutritivas que posee el frijol están
relacionadas con su alto contenido proteico y en menor medida a su
aportación de carbohidratos, vitaminas y minerales (Ramírez & Ran-
gel, 2011).
Sinaloa es el tercer productor a escala nacional de esta legumino-
sa (sagarpa, 2016). Sin embargo, la producción agrícola actual de este
y otros cultivos tiene problemas por el uso excesivo de fertilizantes
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fixation in Phaseolus vulgaris L.: a review. Field Crops Research, 4.
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la inestabilidad de los mismos, la cual se manifiesta, entre otros efectos
nocivos, en una mayor incidencia de plagas y enfermedades en los culti-
vos. Aunado a lo anterior, los problemas de seguridad y salud pública
inherentes a la fabricación y uso de agroquímicos han conducido a la
búsqueda y establecimiento de alternativas de manejo de plagas y en-
fermedades para propiciar una agricultura sustentable (Zavaleta, 1999).
Por esto, es necesario el uso y desarrollo de nuevas estrategias que
permitan mantener o incrementar la producción actual, y a su vez bajo
un esquema de producción amigable y con una reducción de los efectos
nocivos para el medio ambiente. Una estrategia bien documentada es el
uso de microorganismos endémicos de suelo (Cordero-Ramírez et al.,
2012), rizósfera (Figueroa-López et al., 2016), endófitos (Sturz et al.,
2000; Eljounaidi et al. (2016) y filósfera (Lindow & Brandl, 2003). Estu-
dios previos en la región norte de Sinaloa han demostrado, bajo condi-
ciones de laboratorio (Martínez-Álvarez et al., 2016), experimentos en
invernadero y ensayos de campo, donde se observó un aumento en la
producción (Lizárraga-Sánchez et al., 2015); el potencial que presenta el
uso de microorganismos endémicos para controlar enfermedades fún-
gicas (específicamente maíz) fue muy benéfico (Figueroa-López et al.,
2016), además de disminuir el uso de fertilizantes químicos e, incluso,
aumentar la vida de anaquel de los productos ya cosechados (Zhang et
al., 2017).
Aun cuando desde hace mucho tiempo se conoce la existencia de
microorganismos naturales antagonistas de otros microorganismos,
fue hasta en la década de los los noventa del siglo pasado cuando se em-
pezó a probar el uso de éstos para la protección de las plantas. Este fenó-
meno fue denominado «biocontrol» (Nagórska et al., 2007).
La principal actividad económica de Sinaloa es la agricultura. Cuenta
con un elevado potencial de producción agrícola, resultando en una gran
variedad de cultivos de interés comercial, como los granos y hortalizas. El
conocimiento sobre los microorganismos asociados a estos cultivos, ya
sea endófitos, de la filósfera o de la rizósfera, tiene un gran potencial
Referencias
Atzorn, R., Crozier, A., Wheeler, C.T. et al. (1988). Production of gibbere-
llins and indole-3-acetic acid by Rhizobium phaseoli in relation to nodu-
lation of Phaseolus vulgaris roots. Planta, 175.
Francisco Valdez-González
Breidy Cuevas-Rodríguez
Iram Zavala-Leal
Marcial Ruiz Velazco-Arce
Juan Pacheco-Vega
Iván Díaz-Vázquez
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consumo humano y sus hábitos alimenticios, su cultivo se ha extendido
por todo el mundo (Khalifa et al., 2016).
Por ejemplo, en Latinoamérica su cultivo se ha incrementado en los
últimos años (fao, 2014), siendo México uno de los países con gran po-
tencial acuícola, principalmente por sus condiciones ambientales y pre-
ferencias del consumidor por esta especie (Castillo-Campo, 2012). Sin
embargo, a medida que han aumentado las actividades acuícolas, tam-
bién han surgido necesidades importantes que limitan la rentabilidad
de dicha actividad. Entre éstas se encuentra todo lo relativo a la dieta
(Collins et al., 2012), que representa entre el 50 y el 70% total de los cos-
tos de producción en acuicultura intensiva y superintensiva (Val-
dez-González et al., 2017).
Los altos costos de la dieta están relacionados con la fuente de proteí-
na que se utiliza para su elaboración (El-Saidy y Gaber, 2011). La harina de
pescado es la materia prima más usada en la elaboración de alimentos
para organismos acuáticos. Sin embargo, en los últimos años su costo se
ha incrementado y su disponibilidad es limitada (Liu et al., 2011; Bowzer
et al., 2015). Por esas razones, y con el fin de reducir los costos de produc-
ción, se han hecho numerosas investigaciones donde se utilizan fuentes
de proteína de origen vegetal para reemplazar parcial o totalmente la ha-
rina de pescado (Oliveira et al., 2006; Valdez-González et al., 2017).
Generalidades de la tilapia
La tilapia del Nilo O. niloticus es una especie tropical originaria del sur
de África Central y a partir de 1939 comenzó su distribución en otros
países, de tal forma que hoy día se puede encontrar en diversas regiones
tropicales y subtropicales del mundo (Webster et al., 2016). En México
se introdujo en 1964 y a partir de esa fecha su cultivo está extendido en
la mayor parte de los estados (Castillo, 2001).
Crecimiento y desarrollo
Entre las especies piscícolas de mayor explotación las tilapias son consi-
deradas como las mejores para la acuicultura de agua dulce por las si-
guientes características (fao, 2010):
Digestibilidad de nutrimentos
Cereales
Extrusión
Bioprocesamiento
Conclusión
Referencias
Adamidou, S.; Nengas, I., Henry, M. et al. (2011). Effects of dietary inclu-
sion of peas, chickpeas and faba beans on growth, feed utilization and
health of gilthead seabream (Sparus aurata). Aquaculture Nutrition, 17.
Akiyama, D.; Coelho, S.R., Dominy, W.G. et al. (1989). Apparent digestibility
of feedstuffs by the Marine Shrimp Penaeus vannamei Boone. Nippon
Suisan Gakkaishi, 55.
Bowzer, J.; Trushenski, J., Rawles, S. et al. (2015). Apparent digestibility of
Asian carp-and common carp-derived fish meal in feeds for hybrid stri-
ped bass Morone saxatilis X M. chrysops and rainbow trout Oncorhynchus
mykiss. Aquaculture Nutrition, 21.
Bourdichon, F.; Casaregola, S., Farrokh, C. et al. (2012). Food fermenta-
tions: microorganisms with technological beneficial use. Int J Food Mi-
crobiol, 154.
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Cecilia de los Ángeles Romero Urías. Profesora de Tiempo Completo
adscrita al Departamento de Ciencias Naturales y Exactas, Universidad
Autónoma de Occidente, Unidad Regional Los Mochis.
[email protected]