Adolescentes Como Apoyar 34pg
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de nuestro amor, nuestro aprecio, nuestra cercana y nuestro inters. La actitud que tomemos hacia ellosya sea que la expresemos o notodava puede facilitarles su da o echrselos a perder. Ellos buscan nuestro respeto y quieren que les comprendamos por las decisiones que toman. Nuestra labor con ellos es an muy importante. Hay que recordar que los adolescentes acaban de pasar ms de diez aos aprendiendo cmo funciona el mundo desde la perspectiva de la niez y ahora que se encaminan hacia la vida adulta, su manera de ver las cosas entra en un enorme proceso de re-organizacin. Se ven obligados a considerar todo de nuevo. Se encuentran en una etapa en la que estn construyendo los cimientos de su vida adulta y para ellos es muy importante adquirir una perspectiva que incluya sus propias ideas y opiniones. Porque son inteligentes, los adolescentes saben que necesitan encontrar sus propias maneras de conducir sus vidas. Hay ocasiones en que por estar molestos rechazan nuestros consejos, pero hay veces en que lo hacen porque saben que tienen que formar su propia opinin del medio ambiente. Cuando nuestra oferta de ayuda no es aceptada, es fcil que nos sintamos rechazados y entonces tendemos a alejarnos por completo o a tratar de forzar a nuestros hijos a que sigan nuestro consejo. (Y a propsito, consejos no es lo que nuestros adolescentes necesitan de nosotros.) Lo que nuestros adolescentes quieren es que seamos sus aliados. Quieren que estemos concientes de los desafos a los que se enfrentan, que les escuchemos y que hagamos un esfuerzo por entenderlos. Desean que les prestemos nuestra confianza cuando no se sienten seguros de si mismos pero no quieren que pensemos por ellos. Las vidas de nuestros adolescentes les pertenecen a ellos. No es su trabajo hacernos sentir orgullososal contrario, es nuestro trabajo sentirnos orgullosos de ellos no importa cuantas dificultades tengan. No es su trabajo el complacernossino que es el nuestro estar complacidos con ellos sin importar que sus experimentos no 2
estn basados en sabidura. Su trabajo es el de desarrollar un juicio razonable, tomar la iniciativa para mejorar sus vidas y aprender habilidades para alcanzar una vida independiente. Nuestro trabajo es apoyar sus esfuerzos por alcanzar esas metas. Si podemos convertirnos en las personas a quienes ellos pueden recurrir cuando sus vidas estn llenas de emociones, de confusin o dificultades, nuestro papel parece ms apropiado. No podemos exigirles que hagan las cosas como las haramos nosotros, pero podemos estar a su lado cuando luchan por encontrar sus propias soluciones. No podemos inyectarles el buen juicio, pero podemos fijar lmites cuando la falta de ste los tiene atrapados. No podemos protegerlos de todas las dificultades, pero podemos escucharles cuando vienen a casa asustados y derrotados. Como aliados de nuestros adolescentes tenemos una variedad de oportunidades para hacer una diferencia en sus vidas. Nuestra tarea es la de animarlos a estar orgullosos de sus esfuerzos y la de insistir en correcciones de curso pero slo cuando sea absolutamente necesario. Un aliado mantiene buena comunicacin y se mantiene fiel y disponible para dar una mano. Un aliado se mantiene alerta para detectar situaciones que podran convertirse en dificultades. Pero un aliado slo entra en accin cuando se le pide o existe un peligro obvio. Como aliados de los jvenes, nos podemos interesar en las lecciones que vayan aprendiendo y felicitarlos cada vez que logren lo que quieren. Podemos fijar lmites sin humillarlos y mantenernos cerca cuando experimentan diferentes maneras de conducir sus vidas con integridad.
oportunidades de aprender a travs del juego, uno de los desafos para nuestros adolescentes es el de seguir haciendo las cosas que les interesan y divierten. A menudo resulta que las cosas que les interesan no tienen nada que ver con la escuela, con sus responsabilidades en la casa, ni con el inicio de una vida adulta seria. Pero estas son las cosas que les mantienen la esperanza en sus vidas. Estas son las actividades que les ayudan a creer en ellos mismos mientras que afinan sus capacidades y desarrollan otras nuevas. Los desafos que les hacen pasar malos ratos a nuestros nioscomo el miedo a la oscuridad, su inhabilidad para integrarse a un equipo deportivo, o la frustracin con la escuelano necesariamente desaparecen durante la adolescencia. El miedo a la oscuridad de la niez, en la adolescencia se puede convertir en un hbito de quedarse despierto hasta las 2 de la madrugadalo que causa otro tipo de malestares. El nio que no poda controlar sus sentimientos cuando participaba en deportes deja de interesarse en ellos y en otros tipos de participacin en grupo y amistades. La frustracin con la escuela en la niezque iba y vena en la adolescencia puede convertirse en una molestia permanente para todo el ao. Al entrar en la adolescencia, la reaccin de un joven a los desafos persistentes puede causar cambios en su personalidad. En pocas palabras, cada adolescente tiene sus propios talentos y entusiasmo y cada uno de ellos tambin carga una cantidad de asuntos sin resolver que a menudo tienen sus races en las experiencias de su niez. Adems de sus desafos muy personales, todo adolescente enfrenta desafos impuestos por fuerzas externas que operan en la sociedad. El racismo, el sexismo y otras discriminaciones basadas en el clasismo son algunas de las dificultades obvias que acechan y amenazan sus vidas. La presin para adaptarse rgidamente a ciertas normas es muy grande. Se necesita visin y mucho apoyo para que un adolescente pueda luchar por la vida que quiere en vez de conformarse a hacer lo que la sociedad le exige de acuerdo a su raza, gnero y situacin econmica. 4
Existen otros factores importantes que afectan a nuestros adolescentes diariamente y les roban su energa y confianza. Como el racismo y el sexismo, es una serie de actitudes dainas que por lo general actan libremente y sin ser notadas: son la falta de respeto y el maltratola opresinde la gente joven.
No se les respeta.
En general, nuestra sociedad todava no decide para qu son buenos los adolescentes. Se les trata como si estuvieran en el limbo, como si no fueran una cosa (nios) ni otra (adultos), y 5
como si no tuvieran juicio ni contribucin alguna qu hacer a la sociedad. Los adultos raras veces les hacemos a los adolescentes preguntas genuinas sobre sus experiencias y opiniones. No notamos que hay muchas cosas que podramos aprender de ellos. Queremos que acten con ms responsabilidad y participen en el trabajo pero no nos interesan sus ideas ni los incluimos en las decisiones importantes. Desafortunadamente, esto es una continuacin de la falta de respeto que los adolescentes vienen sufriendo desde la niez cuando el recibir rdenes y condiciones era la interaccin ms importante que tenan con los adultos. Nuestros aos en la vida adulta poco a poco nos han hecho creer que oprimir a la gente joven es algo normal. No notamos que no consultamos a los adolescentes para nada, no notamos que pasan horas en la escuela escuchando a adultos por razones que no son las que ellos escogieron. Los jvenes se sienten acorralados en un espacio muy pequeo reservado para su edad y saben que muy pocos adultos los consideran personas de verdad. Nosotros como adultos no notamos estos insultos, los jvenes s. Pero quizs el dao ms grande causado por esta falta de respeto es el hecho de que los jvenes llegan a internalizarlo. Empiezan a tratarse unos a otros con la misma actitud que han visto en los adultos. Se ha convertido en una tradicin que los jvenes se ofendan cruelmente entre ellos. El rechazo y humillacin de unos a otros est fuera de control en las escuelas. Un joven puede esperar ser rechazado por sus compaeros en base a su corte de pelo, color de su piel, su deporte favorito, el barrio en el que vive, lo que come, su condicin econmica y hasta lo que hace con su tiempo de recreo. Durante una etapa en la que todo adolescente est tratando de entenderse a si mismo, le espera tambin una avalancha de crticas irrazonables; muchas de estas provenientes de sus propios compaeros. Esto es muy doloroso y afecta la habilidad de un adolescente para experimentar y aprender libremente.
tan bien, en estos das las relaciones sexuales vienen envueltas en mucha confusin, peligros y desesperacin. Pagamos un alto precio por el hbito de negarle a nuestros adolescentes el cario, los besos, los abrazos y el juego que les dbamos cuando eran nios. De hecho, perdemos contacto con ellos y ellos pierden la evidencia concreta de que todava los amamos.
significa el ser aliado de un adolescente. No hay ninguna regla estricta ni difcil pero necesitar una mente abierta. Si usted sigue estos pasos como su brjula, crear relaciones ms amistosas y comprensivas sin importar que tan difcil sea el terreno.
consejos sino que deja que quien habla aprenda usando su propia inteligencia. Luego, le toca a la otra persona hablar durante el mismo tiempo mientras que la que habl escucha. Este intercambio de tiempo para escucharse es muy fcil de hacer y puede ser de mucha utilidad. La oportunidad de pensar y hablar deshace la tensin y permite la bsqueda de soluciones. Evita que los padres se aslen con sus problemas y frustraciones. Con el tiempo, una asociacin co-escucha se convierte en una oportunidad confiable dnde poder pensar, dnde echar fuera los malos sentimientos y dnde ser apreciado por el trabajo tan grande que como padres realizamos. El folleto Asociaciones Co-escucha para Padres (publicado tambin por Hand in Hand) est diseado para ayudar a los padres a formar este tipo de relacin con otros padres y describe con ms detalle cmo ser un buen escucha y cmo usar la atencin de otra persona para deshacerse de las tensiones y volver a pensar bien.
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Tendemos a confundir a nuestros adolescentes y a su comportamiento con otras personas y otros tiempos.
La mayora de nosotros a veces nos convencemos que cierta experiencia de nuestros jvenes es igualita a la de otras personas. Por ejemplo, si a nuestra adolescente se le dificulta el hacer amistades, estamos seguros que sabemos cmo se siente porque lo que le sucede es igual a lo que nos sucedi cuando nosotros tenamos 15 aos. O vemos a nuestro hijo arruinar su oportunidad de jugar en el equipo escolar por su actitud en la cancha como lo haca su padre cuando tena su edad, o porque es terco como su madre. Cada vez que estamos seguros de que nuestro hijo es igualito que otra persona (incluyendo a nosotros) nos estamos dejando desviar por sentimientos que tienen que ver ms con nuestra experiencia personal que con lo que est ocurriendo con l. Entonces es hora de encontrar a alguien que nos escuche para hablar sobre los recuerdos y los sentimientos que el comportamiento de nuestro hijo ha despertado. Llevamos con nosotros sentimientos que no han sido resueltos.Tal vez sea el dolor de haber sido uno mismo un adolescente solitario, o el coraje en contra de el ex-esposo que ahora se disfraza en preocupacin por el hijo. Esos recuerdos y emociones necesitan ser ventilados para que podamos separarlos de la situacin actual. No vamos a comprender bien a nuestros adolescentes si no nos deshacemos de ese velo de familiaridad que nos envuelve con cada situacin que nuestros hijos enfrentan. Ellos necesitan que separemos nuestro pasado de su presente. Necesitan que los veamos como personas con historias nicas y con futuros amplios.
Estamos cansados.
El ser padres no es un trabajo fcil y es tan poca la ayuda que recibimos, que para cuando nuestros hijos pueden por fin mirarnos directamente a los ojos nos encuentran desesperados por conseguir un descanso. Queremos que nuestros hijos sean independientes y que no cometan errores, que no tengan 12
problemas y que no nos necesiten para nada. Este cansancio no nos permite disfrutar a nuestros jvenes. No nos permite apreciar su desarrollo ni echarles porras cuando luchan por sus metas. Nos hace pesimistas y cuando nos sentimos tan cansados cualquier dificultad pequea causa un alud de sentimientos. Estas emociones por lo general tienen sus orgenes en nuestra niez, cuando realmente nos encontrbamos en una posicin de desventaja y sin ayuda. Pero ahora que somos adultos la iniciativa nos pertenece. Ya sea que nos sintamos capaces o no, tenemos la posibilidad de conseguir ayuda y la informacin necesaria, de acercarnos con cario y de defender lo nuestro y a los nuestros. Cuando estamos tan exhaustos que no podemos enfrentar ni un problema ms, es cuando necesitamos alguien que nos escuche. Alguien que nos ayude a echar fuera los viejos sentimientos que pesan tanto. Una asociacin co-escucha es el lugar apropiado para rer, llorar y rabiar sobre lo que es difcil en nuestras vidas. Este desahogo emocional nos va a ayudar a recobrar la energa para tomar la iniciativa y disfrutar de nuevo los desafos que la vida nos presenta.
Aprender a Escuchar
El escuchar bien es el cimiento de toda buena relacin. Es la habilidad clave que va a necesitar si ha de convertirse en un buen aliado de su adolescente. El escuchar conecta a las personas y las acerca. Cuando un padre sabe escuchar relajado e interesado, un adolescente puede (cuando l lo considere apropiado) hablar sobre sus sentimientos e ideas. Le dir qu es lo que ha observado, le dir sus opiniones y conclusiones y pondr mucha atencin a la manera que usted reaccione. En cierto modo, el viaje de un joven a la vida adulta le hace sentir como un extrao en tierra ajena. Pero no tendr que navegar solo si usted puede escucharle mientras que l trata de determinar qu hace sentido y qu no.
jvenes ayuda mucho. Esto significa pasar tiempo con ellos para los padres que no estn tan ocupados. Para aquellos que s lo estn, significa el compromiso de no estarlo durante un determinado tiempo tan a menudo como les sea posible. Este tiempo con su adolescente puede ser viendo el programa de televisin que a l le gusta, o el acostarse a leer en el cuarto de su hija mientras que ella hace su tarea. Puede significar el estar con su hija en el bao para ver cmo hace su peinado o cmo se pone maquillaje o el mostrar inters por el nuevo disco musical de su hijo. El estar hacindoles preguntas curiosas todo el tiempo por lo general no funciona. Es mejor dejarles que ellos decidan qu es lo que quieren conversar con nosotrossi es que quieren. Cuando estamos preocupadoslo que es muy a menudolas preguntas que les hacemos surgen directamente de nuestras preocupaciones. Les preguntamos cmo les est yendo con sus calificaciones o cundo piensan lavar su ropa. Nos convencemos de que estamos listos para escuchar pero en realidad lo que queremos es hablar. Estamos preocupados por muchas cosas y queremos que ellos lo sepan. Esto no es escuchar. Si usted se encuentra pasando tiempo con su adolescente y tiene una urgencia por hacerle preguntas, es hora de ir a que alguien ms le escuche hablar sobre sus preocupaciones.
actuando como que usted contina lo que hace para que el joven no se sienta cohibido con tanta atencin; pero su objetivo ahora no es terminar de hacer lo que hace, sino poner mucha atencin a lo que su hijo dice.
Note las veces en que su adolescente se siente seguro con usted y trate de promover estas ocasiones.
Otra manera de acercarse y promover confianza, es notar las ocasiones en que su hijo se siente seguro para hablar con usted. Entonces usted tratar de estar disponible en estos momentos. Para muchos adolescentes, la seguridad se forma en cualquier perodo de tiempo en que estamos juntos y a su disposicin pero sin la urgencia de resolver nada con ellos. Yo recuerdo que aunque mis adolescentes ya no me necesitaban en casa los fines de semana, estos parecan ir mejor cuando yo me quedaba y hacamos cosas juntos en vez de irme a trabajar. Esos perodos de tiempo juntos y relajados eran muy importantes para reconectarnos. 15
Este fue un gran cambio en comparacin con la manera en que las cosas eran cuando estaban pequeos. Antes, cualquier cantidad de tiempo durante el da serva para conectarnos bien. Yo poda jugar con ellos los sbados por la maana, dejar que fueran a jugar con sus amigos por la tarde y todava seguir bien conectados por la noche. Los ratos de juego cortos pero intensos eran nuestra tcnica para conectarnos. Podamos improvisarlo a cualquier hora y en cualquier lugar. Al llegar a la adolescencia, la tcnica tuvo que cambiar. Ahora lo que necesitaban eran ratos ms largos y menos intensos para conectarse. Nuestras conexiones se iban formando invisiblemente mientras que pasbamos la maana en la cocina haciendo diferentes tareas, bamos al mercado o trtabamos de limpiar juntos las manchas de la alfombra. Las tcnicas que cada familia usa para conectarse son nicas y variadas. Los siguientes casos son algunos ejemplos. En cada caso el padre o la madre ha estado lo suficientemente alerta para notar como se va formando la confianza y sigue buscando la manera de facilitar esas oportunidades. Una madre nota a su hijo que est en el silln viendo televisin. Ella se sienta junto a l y l se recarga en ella. Despus de un rato el hijo le pide que le sobe las sienes, luego el cuello y despus los hombros. Al rato apaga el televisor y le pide que le sobe la espalda. Al estar ambos notando la presencia del otro, el hijo por fin siente la confianza de hablar sobre su vida. Las frases salen despacio y con largos silencios entre una y otra. No le es fcil hablar. Parece que puede hablar mejor si la madre sigue ocupada sobndole la espalda. De esa manera, l sabe que ella no est asustada con lo que oye ni est urgida por darle sermones. A veces, parece sentirse seguro y se d la vuelta para verle a la cara; a veces no. As, esta madre aprendi que cuando su hijo est en el silln viendo televisin es la oportunidad para acercarse. Ella desconecta el telfono y se sienta junto a l lista para acompaarle durante una hora. Otra madre va al cuarto de su hijo ya tarde para pasar el rato. Lleva con ella algo para leer y se acuesta en su cama mientras 16
que l hace su tarea. En algn momento l le pide que escuche la msica que est de moda. Al escucharla juntos, el hijo se siente en confianza para platicarle algunas cosas. A veces le pide a su madre que se tire en el suelo junto a l con las bocinas puestas de manera que el sonido sea el ideal. Al estar all, el joven se siente inspirado por la msica y tiene confianza para platicar con su madre. Estos ratos son muy importantes; la madre trata de hacer esta visita por lo menos una vez por semana. Otra madre que conozco not que a veces cuando ella y su hija estaban juntas en el auto, la hija poda hablar y hasta llorar sobre lo difcil que eran las cosas en la escuela. Una vez que esto pas, a la madre se le haba ocurrido dirigirse hacia un parque en vez de ir directamente a la casa. Este desvo se convirti en un viaje de una hora, lo que di tiempo para que la hija siguiera hablando y llorando en un lugar en el que poda hacerlo: el auto. Estando all, la atencin de la madre no estaba tan fija que podra intimidarla. Tambin funcionaba bien para la madre porque al estar ocupada manejando no poda tratar de resolverle los problemas a su hija. Simplemente la escuchaba y le dejaba desahogar los sentimientos que la molestaban. Desde entonces, cada vez que la hija empezaba a platicar cuando iban en el auto, la madre se aseguraba de que el viaje durara ms de lo normal. Muchos padres que conozco han notado que muy tarde en las noches de los fines de semana (cuando la presin de la escuela no es tan grande), sus adolescentes pueden hablar con ms confianza. De manera que esperan hasta que sus hijos vienen a casa, les invitan a ver una pelcula o a comer algo juntos y muy a menudo eso es suficiente para darles la confianza que necesitan para hablar.
Recuerde que las conversaciones importantes empiezan con temas que parecen no serlo.
Cuando su adolescente empiece a hablar, probablemente el tema que elija no es algo que usted considere importante. Eso se debe a que primero escogen un tema con el cual ellos se sienten en confianza para platicar con usted. Usted estar esperando or 17
sobre algo crucial en su vida. Por ejemplo, por qu se sac una D en geometra o qu mal se sinti cuando tuvo que ponerse zapatos de segunda mano para ir a la fiesta de su escuela. Pero lo que su adolescente puede platicarle con confianza ahora es sobre el estilo de camisa que piensa comprar o si sera buena idea usar trenza. Tenga paciencia. Si usted escucha con atencin, poco a poco su hijo ir hablando sobre cosas que son ms importantes en su vida. Con la atencin que usted le d a los temas que l escoja, se ir ganando su confianza y entre ms tiempo le escuche con inters y aprobacin, ms confianza sentir. Mientras que usted est tratando de aprender a ser paciente, la asociacin co-escucha es el lugar a donde usted puede llevar sus frustraciones. El trabajar en sus propios sentimientos con otro adulto, acelera el proceso de construir confianza. Al ir usted liberndose de sus tensiones, su adolescente notar que usted est ms presente y ms relajada para escucharle y comprenderle. Con el paso de los das y las semanas, si usted sigue complacido con su hijo, la confianza ir creciendo. Ya que sienta que le puede confiar lo suficiente, una conversacin sobre los grupos musicales puede convertirse en una sobre los apodos de la escuela y cmo le han herido con ellos. Cuando haya aun ms confianza, el acompaar a su hija en el bao mientras que se hace un peinado puede llevar a un buen llanto por sentirse fea.
cabida durante estas ocasiones. Es una oportunidad para crear confianza, no pleitos. Este tiempo juntos es especialmente importante cuando existe una friccin permanente entre un adolescente y sus padres. El esfuerzo de sus padres por pasar un buen tiempo con su hijo ayuda a disolver la tensin que existe entre ellos. A menudo, este esfuerzo extra produce relajacin y diversin tanto para padres como para hijos. Pero le advierto que un adolescente puede aprovechar estas ocasiones especiales para mostrarle sentimientos ms profundos y dolorosos. Puede surgir una situacin en la que los padres hacen su mejor intento y el hijo parece estar ms molesto. Debemos aprender que este es uno de los productos de la atencin que damos al pasar tiempo de calidad con ellos. Nuestra atencin aumenta la sensacin en nuestro hijo (sentimientos que vienen del pasado) de que las cosas no estn completamente bien de alguna manera vital. Necesitamos estar preparados para escuchar y expresar cario cuando nuestro adolescente se molesta durante un tiempo que se supona sera especial. Esta es la manera en que se forja el contacto especial: nosotros nos esforzamos por ser comprensivos y nuestro hijo nos est diciendo que no le entendemos; nosotros escuchamos y ofrecemos cario aunque no parezca estar siendo bien recibido. Nuestra atencin hace que los sentimientos de nuestro hijo se conviertan en un llanto o coraje. Son los sentimientos que nos haban estado estorbando pero ahora se estn disolviendo para podernos acercar de nuevo.
trate de no mostrarlas. Si usted no puede seguir escuchando, dgalo pero no le culpe. A usted le hace falta que alguien le escuche y ser mejor que no sea su adolescente quien tenga que hacerlo. Conviene ms que su coraje o preocupacin no usen a su hijo como blanco.
ser razonables. No podemos eliminar las emociones y las decisiones que tomamos cuando no nos sentimos bien no parecen ser correctas. Cuando su adolescente se encuentra en este predicamento usted no lo puede arreglar. Usted no le puede ordenar que no se confunda ni inyectarle razones en el cerebro. El enojarse con l slo le hace defender con ms obstinacin sus argumentos. Qu puede hacer usted para ayudarle? Primero, necesita recordar que la gente (incluyendo a su hijo) no sabe cmo zafarse de los malos sentimientos. Una buena oportunidad para rer, llorar, rabiar, temblar o sudar permite desahogar los sentimientos y ayuda a restaurar el buen juicio de las personas. Para darle a un adolescente esta oportunidad, alguien necesita escucharle y permitirle mostrar estos sentimientos sin avergonzarlo, juzgarlo, culparlo ni interrumpirlo. Este proceso que la gente joven utiliza para volver a pensar bien ha sido mal entendido en casi todas las culturas y generaciones. Se le ha tomado como una falta de respeto, debilidad de carcter, estupidez, dramatizacin, falta de control, y hasta locura. En realidad, una persona que est llorando, rabiando o riendo est haciendo uso de una habilidad natural para deshacerse de malos sentimientos por medio del desahogo. Lo mejor que un buen aliado puede hacer es dar toda su atencin para que los sentimientos puedan seguir saliendo hasta que una buena cantidad de recuperacin emocional se haya logrado.
defienda ni defienda sus acciones. Qudese cerca y escchele. Un proceso natural ha entrado en accin. Su hijo est expulsando los malos sentimientos que le han destrudo la confianza y el buen juicio.
de culparle a usted. Hasta que esto ocurra, usted no discuta ni trate de aclarar nada. Mientras que los sentimientos salen lo importante es asegurarse de que lo hagan tanto como sea posible. Una perspectiva ms correcta de la realidad ser posible cuando una buena parte de las emociones hayan salido. Si su hijo puede llorar, rabiar y hacer que usted le escuche, el poder que los sentimientos tienen sobre l ir disminuyendo. Si usted puede escucharle sin reproches ni aclaraciones, l ver con claridad porqu se sinti as y porqu la culp a usted. Usted habr permanecido comprensiva cuando no era fcil hacerlo. Usted ayud a deshacer los sentimientos que les separaban y no le atac en el proceso. Su hijo notar esto y sabr que usted es un buen aliado.
la tormenta debemos recordar lo importante que es el permitirles esta clase de desahogo. Se estn liberando de la carga dolorosa que los asla y los separa de su inteligencia y buen juicio. Una vez que ha llorado y rabiado, su hijo sentir un descanso porque ya no tiene que cargar con tanto y estar en mejores condiciones de notar su amor, su ayuda y la nueva informacin. Tambin usted, una vez que haya hecho el gran trabajo de escuchar, necesitar a otro adulto que le escuche para que pueda echar fuera su propio dolor emocional y sanar los golpes que aguant tan bien en la tormenta.
En ocasiones como esta, el mtodo tradicional de nosotros los padres ha sido el de regaar, criticar y decirle a los hijos cmo hacer las cosas. Esto no funciona ni son las acciones de un buen aliado. Tampoco lo son el dejarlos a la deriva con sus sentimientos esperando que solos los vayan a superar. Necesitamos aprender a intervenir de una manera sensible cuando nuestro hijo se encuentra atrapado. l necesita saber que nosotros nos damos cuenta de sus dificultades. Necesita que nosotros fijemos lmites razonables a sus acciones cuando estas lo estn llevando a la trampa. Y debemos estar concientes de que estos lmites van a encender sus emociones y que necesitar que le escuchemos. Hay mucho que aprender sobre el fijar lmites a los adolescentes. Esta es una manera de empezar a hacerlo:
Planee una hora para hablar del problema y dgale a su hijo sobre qu quiere hablar con l.
La fijacin de lmites debe ser planeada en vez de tratar de implantarla en medio de una discusin. Acuerde una hora y usted preprese yendo a que alguien la escuche hablar sobre sus razones.
Cuando tenga que solucionar conflictos recurdele a su hijo que le ama y que usted sabe lo inteligente y capaz que es.
El fijar lmites puede ser un acto genuino de cario y darle a su hijo la oportunidad de que se deshaga de malos sentimientos. Para darle oportunidad a usted de mostrar su amor, debe incluir en su conversacin palabras de aprecio a las cualidades de su hijo. Empiece hablndole sobre las cosas de l que usted aprecia. Esto es algo que debe de practicar muy bien porque nosotros los padres tenemos la tendencia de empezar a criticar sin siquiera darnos cuenta. Las crticas y los ataques no tienen cabida en un proceso donde se trata de fijar lmites; porque siempre son 25
sea de que necesitamos que alguien nos escuche para poner en orden nuestras propias emociones. Por lo mismo, haga uso de su asociacin co-escucha para que est bien preparada. Desahogue sus malas emociones para que pueda mostrarle a su hijo cunto le quiere al mismo tiempo que le ayuda a corregir el curso de su vida.
Creo que las cosas seran ms fciles para los dos si t me puedes hablar para avisarme en dnde ests. Como tu madre que soy, necesito saber dnde ests y saber que ests bien. Gurdese lo molesto que es para cuando hable con alguien en su asociacin co-escucha.
Acuerde una hora en el futuro para que juntos evalen cmo van las cosas y reconsiderar los lmites que se fijaron.
Es conveniente si tanto padres como hijo pueden ver el lmite como un experimento necesario en vez de una manera de vigilarlo. Trate de apegarse al lmite de una manera rigurosa por un tiempo y luego juntos califiquen sus efectos. Vean qu va bien y qu no y vuelvan a analizar la situacin. Para entender qu tan bien funciona un lmite, el punto de vista de su hijo es esencial. Por ello, desde el principio acuerde una fecha en que juntos hablarn sobre el problema para ver si lo estn solucionando. Cuando hable con su hijo para evaluar los resultados acurdese de apreciarle por sus esfuerzos aun si las cosas no han ido a la perfeccin (raras veces lo hacen). Luego pdale su opinin sobre lo que va bien y sobre lo que necesita cambiarse para mejorar. Est preparada para escuchar tanto sus opiniones como sus sentimientos. Si su juicio no est funcionando bien, todava tendr alguna tensin emocional que resolver y esta puede ser la mejor oportunidad que tenga para hacerlo. 27
Cuando se trate de un problema que implique peligro inmediato para alguien, acte decisivamente para fijar un lmite.
Habr ocasiones excepcionales en que usted se ver forzado a actuar de inmediato porque existe riesgo de que alguien sea herido fsicamente. Por ejemplo, un joven que tiene un problema de adiccin a las drogas o no puede resistir la tentacin de tomar alcohol y manejar, es alguien que est clamando por la ayuda de un aliado. En estas ocasiones lo mejor es actuar para detener el comportamiento irracional en vez de dar rdenes. Cuando un adolescente se est sintiendo tan mal que pone en peligro su integridad o la de otros, no es probable que responda a lmites que se fijan verbalmente. Si se encuentra con una situacin as, decisivamente para fijar un lmite pero no ataque a su adolescente ni trate de discutir el problema. l estar lleno de emociones y la discusin no har nada para ayudarle a entender. Si usted acta 28
con efectividad (por ejemplo, quitndole las llaves del auto si acostumbra a manejar tomado), fuertes sentimientos van a surgir. Trate de aguantarlos por el tiempo que duren. Su determinacin para asegurarse de su bienestar y su atencin para escucharle sern una fuerza positiva en situacin tan difcil. Las maneras en que los jvenes o cualquier persona desahogan los sentimientos irracionales a travs de mostrarlos con intensidad y el error de juzgarlos por ello, se explican en una serie de folletos titulada Escuchando a los Nios, publicada por Hand in Hand. Aunque inicialmente fueron escritos para padres de nios pequeos, la informacin que contienen tambin es muy apropiada para padres de adolescentes. Esta serie le dar una mejor perspectiva sobre cmo los jvenes recuperan su confianza despus de haber sido heridos y cmo los adultos podemos ayudarles con este proceso.
Si no se le ocurre ninguna razn para elogiar a su hijo, es hora de encontrar a alguien que le escuche a usted hablar sobre lo que le molesta de su hijo. Ya que haya hablado lo suficiente podr recordar las cosas por las que lo ama. Nosotros los adultos no sabemos cmo mantener una perspectiva independiente sobre nuestros adolescentes. Nos dejamos llevar por las medidas de xito adoptadas por la sociedad para medir a nuestros hijos: que sea popular, que sea un atleta, que saque slo As, que tenga amigos interesantes, que no se ponga ropa rara, etc. Cuando resulta que nuestro hijo es un individuo original, con sus propios talentos y maneras nicas de enfrentar (o no enfrentar) las adversidades, nos sentimos avergonzados y decepcionados. Cualquier dificultad que usted tenga para estar complacida con las maneras en que su hijo es nico, le evitar el tener una buena relacin con l y necesita resolverla si es que ha de haber confianza entre los dos. Por lo mismo, consiga a alguien que le escuche; y en la seguridad de esta relacin co-escucha, adopte una actitud de orgullo por su hijo. Trate de recobrar su habilidad para estar complacida con l y de amarle abiertamente, con todo y sus dificultades. Tal vez tendr que recordar cosas de cuando era pequeoantes de que los problemas los endurecieran a los dospara poder ganar acceso a sentimientos ms positivos. Puede que ra al hacer esto, pero las lgrimas se irn acercando a la superficie. Estas son seas de que los sentimientos contra su hijo van sanando. El estar orgullosos de nuestros hijos a pesar de sus problemas es una buena actitud para cualquier padre o madre. Sin esta actitud, no podremos ser aliados efectivos cuando luchen para resolverlos.
convierta en un adulto, su ayuda para que haya risa y juego en su vida ser invaluable. Los adolescentes se relajan y nos tienen ms confianza si pueden jugar con nosotros. Esto es lo que me cont una madre que aprendi a jugar bien con su adolescente: Jaime tiene 15 aos y es mucho ms alto que yo. Antes me persegua y cuando me atrapaba, me haca cosquillas. Le gustaba mucho jugar as. Ahora lo que hace es agarrar un zapato o calcetn y perseguirme para que lo huela. O me ensea lo que se saca de las uas para que me d asco. Este tipo de juego es muy bueno porque nos divertimos muchsimo. l se re mucho, y yo tambin. Las guerras con almohadas, con agua y las luchas son las cosas que ayudan a recordarle a los adolescentes que la vida es buena y que nosotros estamos del lado suyo. Tenemos que cuidarnos de no ganarles, pero tambin de ofrecer suficiente resistencia. A los adolescentes les gusta medir su agilidad y fuerza, pero quieren sentirse protegidos y no ser humillados cuando juegan con nosotros. Los jvenes ya enfrentan suficientes amenazas fuera de casa. El juego con nosotros no debe incluir el riesgo de que ellos sean menos inteligentes o fuertes.
afecto entre los dos, como antes. No interprete estos comentarios como una seal para dejar de hacerlo, pero escuche con atencin. Tal vez su hijo le est diciendo que la vergenza lo hace a usted rgido y torpe. Una advertencia: por los menos al principio, deje que su adolescente determine qu tanto afecto muestra cuando sus amigos estn presentes. Su hijo o hija puede sufrir crueles burlas por errores que usted cometa en esta rea.
hijos. Seguimos pensando, escuchando y tomando la iniciativa. As formamos los cimientos de confianza y cario que le permiten a nuestros adolescentes crecer y ser felices.
Nuestra Misin
Hand in Hand intenta mejorar las vidas de padres e hijos a travs de fomentar la conexin entre ellos. Para conocer ms sobre el mtodo de Crianza con Conexin y las Herramientas para Escuchar para padres y profesionales, pngas en contacto con:
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Lista de Publicaciones
Las Herramientas para Escuchar que se utilizan en el mtodo de Crianza con Conexin se describen con detalle en las siguientes publicaciones de Hand in Hand: Los materiales marcados con un asterisco * estn en espaol
Folletos
*Crianza con Conexin *El Escuchar: Una Herramienta Valiosa *Escuchando a los Nios: Una serie de seis folletos que incluye
Tiempo Especial, Juguemos a Escuchar, El Llanto, Berrinches e Indignacin, Para Vencer los Temores de su Nio y Para Acercarse a su Nio Enojado (tambin disponibles en chino y japons) *Cmo fijar lmites a nuestros nios *Cmo apoyar a los adolescentes *Asociaciones Co-escucha para padres *Cmo guiar un grupo de apoyo
Discos CD
Videos
Setting Limits with Children, 61 minut0s (Cmo fijar lmites a nuestros nios) Playlistening, 39 minutos (Juguemos a Escuchar) La autora de todos estos materiales es Patty Wipfler y se pueden ordenar por internet en www.handinhandparenting.org o llamando a Hand in Hand al 650 322-5323. 34