Análisis Jurídico de Los Motivos Determinantes para Que El Contrato de Servicios Domésticos Se Perfeccione de Forma Verbal

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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

ANÁLISIS JURÍDICO DE LOS MOTIVOS


DETERMINANTES PARA QUE EL CONTRATO
DE SERVICIOS DOMÉSTICOS SE PERFECCIONE
DE FORMA VERBAL

JORGE ALBERTO URRUTIA OSORIO

GUATEMALA, NOVIEMBRE DE 2007.


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

ANÁLISIS JURÍDICO DE LOS MOTIVOS DETERMINANTES PARA QUE EL CONTRATO


DE SERVICIOS DOMÉSTICOS SE PERFECCIONE DE FORMA VERBAL

TESIS

Presentada a la Honorable Junta Directiva


de la
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
de la
Universidad de San Carlos de Guatemala

Por

JORGE ALBERTO URRUTIA OSORIO

Previo a conferírsele el grado académico de

LICENCIADO
EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

Guatemala, noviembre de 2007.


HONORABLE JUNTA DIRECTIVA
DE LA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
DE LA
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

DECANO: Lic. Bonerge Amílcar Mejía Orellana


VOCAL I: Lic. César Landelino Franco López
VOCAL II: Lic. Gustavo Bonilla
VOCAL III: Lic. Erick Rolando Huitz Enríquez
VOCAL IV: Br. Hector Mauricio Ortega Pantoja
VOCAL V: Br. Marco Vinicio Villatoro López
SECRETARIO: Lic. Avidán Ortiz Orellana

RAZÓN: “Únicamente el autor es responsable de las doctrinas sustentadas y contenido de


la Tesis” (Artículo 43 del Normativo para la elaboración de la tesis de licenciatura
en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de
Guatemala).
DEDICATORIA

A DIOS: Toda mi gratitud por haberme proveído de


sabiduría para obtener este triunfo

A MIS PADRES Dorindo de Jesús Urrutia Nájera


Rosa Elvira Osorio Zeceña (Q.E.P.D.).
Con amor fraternal. Por haberme enseñado la
humildad, el respeto y la superación.

A MI ESPOSA: Mildred Yadira Pérez Suchite, por su


comprensión y apoyo incondicional.

A MIS HERMANOS: Deyvi, Glenda Ileana, Yessy y Manuel, con


mucho cariño y que la meta hoy alcanzada sea
un motivo de felicidad para ellos.

A MIS COMPAÑEROS Con quienes vivimos momentos agradables y


DE ESTUDIO Y juntos nos trazado metas.
TRABAJO:

A LA UNIVERSIDAD DE En especial a la Facultad de Ciencias


SAN CARLOS DE Jurídicas y Sociales.
GUATEMALA:

Y A TODOS MIS AMIGOS: Sinceramente, gracias.


ÍNDICE
Pág.

Introducción.................................................................................................................... i

CAPÍTULO I

1 El derecho laboral..............................………………………………………………… 1
1.1 Definición de derecho laboral.........................................................................…… 1
1.2 Nociones generales…….......................................................................................... 2
1.3 Principios………………......................................................................................... 4
1.4 Elementos del derecho individual de trabajo.......................................................... 5
1.5 Objeto del trabajo……………………….............…………..…………………… 10
1.6 Objetivos a que tienden las normas de trabajo….....................………………….. 11
1.7 Relación de trabajo……………………………………......................................... 13

CAPÍTULO II

2 Principios del derecho de trabajo........................................………………………….. 15


2.1 Razones históricas, políticas y sociales de la promulgación del derecho laboral.. 16
2.1.1 Sucesión de leyes trabajo en Guatemala…………………………….…… 19
2.1.2 Importancia y proyecciones del derecho de trabajo................................... 20
2.2 Principios que animan el derecho de trabajo........................……………………. 22
2.3 Carácter tutelar del derecho de trabajo….............................................................. 25

CAPÍTULO III

3 El contrato de trabajo…............................................................................................... 31
3.1 Concepto de contrato individual de trabajo........................................................... 31
3.2 Elementos del contrato de trabajo........................................................................ 32
3.2.1 Generales ………………………………………….……………….……… 33
3.2.2 Especiales …………………………………………………….………..…. 33
3.3 Naturaleza jurídica del contrato de trabajo........................................................... 35
Pág.

3.4 Relaciones que nacen con la prestación del servicio de trabajo …………..…...…. 38
3.4.1 Efectos derivados de la relación de trabajo ………………..………...…… 39
3.4.1.1 Obligaciones………………………………………………….….. 39
3.4.1.2 Derechos ……………..…………………….…………..…..…..… 49
3.4.2 Presunción de la existencia del contrato de trabajo …………….…..….… 54
3.4.3 Requisitos formales del contrato individual de trabajo……………....…. 54
3.4.4 A quien se le imputa la falta de contrato individual de trabajo …….....… 55
3.5 Tipos de contratos de trabajo ….…………….........................….……..…..……. 55

CAPÍTULO IV

4 El trabajo doméstico ……………………………………..……………………..……. 59


4.1 Antecedentes …………………..…………………..………………………….… 59
4.2 Definiciones ……………………………………………….................................. 66
4.3 El trabajo doméstico en Guatemala ...................................................................... 66
4.3.1 Genero y raza en Guatemala …………………….......................……...…. 66
4.3.2 Trabajadoras de casa particular……………………………….……..…….. 70
4.4 Regulación legal …………………............................................................……... 73

CAPÍTLO V

5. Evaluación de la situación actual en el contrato de trabajo doméstico……….….. 75


5.1 Las normas internacionales y las leyes guatemaltecas ………………….…..…… 75
5.2 Normas internacionales ………………………………………………….….…… 78
5.3 Legislación guatemalteca ……………………………………………….….……. 80
5.4 Análisis de los conflictos de trabajo entre patronos y trabajadores domésticos y
su relación con el contrato individual de trabajo..…………………….…………. 84
5.5 Motivos que llevaron al legislador a permitir que en el Código de Trabajo, el
contrato de trabajo individual de servicio doméstico pudiera ser verbal................ 86
Pág.

CONCLUSIONES………………….………………………………………....……..… 91
RECOMENDACIONES…………………..……………………………..…………..... 95
BIBLIOGRAFÍA…………………………….………………………………...…...…. 97
INTRODUCCIÓN

La legislación laboral guatemalteca establece los requisitos y formalidades de

los contratos individuales de trabajo, Decreto 1441 del Congreso de la República,

dentro de estos requisitos se encuentra que debe ser escrito, sin embargo el Código de

Trabajo establece en su artículo 27 que “El contrato individual de trabajo puede ser

verbal cuando se refiera a: a) A las labores agrícolas o ganaderas; b) Al servicio

doméstico; c)...” Como se puede observar, en el servicio doméstico, no es obligatorio

la existencia de un documento para probar la existencia del contrato individual de

trabajo, esto recobra mucha importancia porque le da validez al acuerdo verbal a que

puedan llegar las partes, pero también tiene consecuencias negativas, cuando resultan

conflictos laborales entre las partes de esta relación, pues no existe contrato escrito que

hagan plena prueba en el juicio. Surge entonces la intención de realizar la presente

investigación, ya que cuando aparecen los conflictos laborales entre las empleadas del

servicio doméstico y al llegar a un proceso laboral, pretendiendo el pago de sus

prestaciones laborales, al momento de diligenciar la prueba y solicitarle al patrono que

presente los documentos que prueben la relación laboral, algunos de estos, con el

argumento de que no tiene la obligación de tener un contrato de trabajo escrito, no lo

presenta y en sus declaraciones señalan condiciones inferiores a lo que realmente

habían pactado con sus empleadas, esta situación al final se encamina a que los

medios de pruebas se circunscriban a la declaración de parte y testigos, y siendo este

tipo de relación laboral muy particular, es difícil presentar testigos, especialmente la

parte trabajadora, por lo que deja como prueba, únicamente la declaración de parte,

(i)
tanto de la empleada despedida, como la del patrono, quedando la valoración de las

pruebas a conciencia y juicio del juzgador, quien en la mayoría de los casos y debido a

que regularmente los patronos, son personas profesionales, empresarios y

económicamente superiores a las empleadas, el juzgador se inclina a darle más valor

probatorio a la declaración de éstos, lo que deja desprotegida a las empleadas del

servicio doméstico.

Con base a lo señalado en el párrafo precedente y fundamentándome en el

principio tutelar del derecho laboral consagrado por la Constitución Política de la

República y por las leyes laborales, consideré necesario realizar una investigación

sobre los motivos que tuvo el legislador al permitir que el contrato laboral del servicio

doméstico sea verbal,

Quiero señalar que con base a la información recolectada y al análisis realizado

sobre las leyes laborales guatemaltecas y las distintas teorías de los juristas, he llegado

a la conclusión que los motivos que llevaron al legislador a permitir que el contrato

laboral del servicio doméstico sea verbal, fueron principalmente de carácter étnico y de

sexo, es decir existe una tendencia hacia la discriminación, por lo que violan los

derechos laborales de este grupo de trabajadores y especialmente el principio de

tutelaridad del trabajo.

Por lo apuntado anteriormente y siendo que el objetivo de la presente

investigación es determinar las causas que llevaron al legislador a permitir que los

(ii)
contratos laborales del servicio doméstico sean verbales, así como los distintos criterios

de los juristas al respecto, he desarrollado la presente investigación de la siguiente

manera: El primer capítulo se refiere al derecho laboral, su definición, principios y

elementos; el segundo capítulo se circunscribe sobre los principios del derecho laboral,

y especialmente el carácter tutelar del trabajo; el tercer capítulo trata sobre el contrato

de trabajo, sus características, elementos y sus efectos, el cuarto trata sobre el trabajo

doméstico, antecedentes, definiciones y su regulación y el quinto y último capítulo hace

referencia sobre una evaluación actual del contrato de trabajo doméstico, análisis sobre

el mismo y los motivos que llevaron al legislador para regular que sea de forma verbal..

Por todo lo expuesto anteriormente, se espera que el presente trabajo de

investigación se constituya en una herramienta útil de análisis sobre la relación laboral y

el contrato individual del servicio doméstico y que pueda servir de base para reformar

las leyes laborales y garantizar la protección a los trabajadores domésticos.

(iii)
CAPÍTULO I

1. El derecho de laboral

1.1 Definición de derecho laboral

En términos generales podremos decir que es el conjunto de normas jurídicas que

regulan la relación del patrono y trabajador con motivo de la prestación de servicios, y en

opinión de Cabañellas, derecho laboral es: "El que tiene por contenido principal la regulación

de las relaciones jurídicas entre empresarios y trabajadores, y de unos y otros con el Estado,

en lo referente al trabajo subordinado, y en cuanto atañe a las profesiones y a la forma de

prestación de los servicios, y también en lo relativo a las consecuencias jurídicas mediatas e

inmediatas de la actividad laboral dependiente."1

Podemos entonces indicar que el Derecho Laboral, es el conjunto de normas jurídicas

que regulan las relaciones entre patronos y trabajadores y comprende:

• Derecho al trabajo: Garantías contra el paro y determinación de las causas de

despido.

• Derecho en el trabajo: Reglamentación de las condiciones de trabajo, leyes

protectoras y jornadas.

• Derecho del trabajo: Salario y contrato individual de trabajo.

• Derecho después del trabajo: Previsión social, jubilaciones e indemnizaciones.

• Derecho colectivo del trabajo: Sindicatos, convenios y pactos colectivos, conflictos,

conciliación y arbitraje.

1
Cabañellas, Guillermo. Compendio de derecho laboral. pág. 926

1
Krotoschin da esta definición: "Conjunto de los principios y normas jurídicas

destinados a regir la conducta humana dentro de un sector determinado de la sociedad, el

que se limita al trabajo prestado por trabajadores dependientes, comprendiendo todas las

consecuencias que en la realidad surgen de ese presupuesto básico y cuyo sentido

intencional apunta a lo jurídico"2.

1.2 Nociones generales

Ha sido causa de polémicas la denominación de esta rama del derecho, entre diversos

autores que han tratado de denominarla adecuadamente, pero que les ha sido difícil para

darle el nombre correcto. Entre algunas de las denominaciones, tenemos las siguientes:

a) Legislación industrial: Es la primera denominación que se le dio y es de origen

francés y nacida después de la primera guerra mundial.

b) Derecho obrero: Se le llamo así porque se funda principalmente por ser el

protector de los trabajadores, pero también excluye a varios de los sujetos del

Derecho de trabajo, como son el patrono o los trabajadores del campo.

c) Derecho social: Esta si ha tenido muchos defensores, especialmente en América

del Sur y aún en Europa donde se ha aceptado como una denominación correcta.

En España, el autor García Oviedo dice que el trabajo asalariado es un derecho

social, por ser el trabajador de una clase social y este derecho es uno que protege

a esta clase social.

d) Otras denominaciones: Según Cabañellas: derecho nuevo, derecho económico,

derecho de economía organizada.3 Las más generalizadas en América Latina y en

2
Ibid.
3
Ibid. pág. 931

2
Europa son las de derecho de trabajo y derecho laboral. En Guatemala se le

conoce indistintamente como derecho del trabajo o derecho laboral.

Los autores también se han preguntado si es legislación o derecho, pero se ha dicho

que la materia que nos ocupa es un conjunto de principios teóricos y de normas positivas que

regulan las relaciones entre capital y trabajo, por lo que es indudable que se trata de un

derecho.

El trabajo desde el punto de vista económico, o mejor si se quiere como un factor de la

producción, es la actividad consciente, racional del hombre, encaminada a incorporar

utilidades en las cosas. El trabajo puede ser físico y puede ser intelectual, y en muchos

casos en la sociedad se da en forma independiente.

El derecho laboral, como creación del hombre y de la comunidad, fue formulado con

un fin específico, el cual es mantener la armonía en las relaciones entre trabajadores y

empleadores, entre quien da su trabajo y quien se beneficia de él. Para el logro de ese fin,

ese medio o instrumento, que es el derecho laboral, precisa nutrirse de principios, normas,

fuentes, que le deben de dar forma a su estructura intrínseca congruente con su razón de ser

y con los cuales debe identificarse plenamente en todas sus manifestaciones.

Desde sus inicios se pretendió proteger al trabajador y se le sigue protegiendo, sin

embargo, en la actualidad esa intervención protectora ha variado, debido a que la situación

en que se encontraban los trabajadores hace doscientos años no es la misma que la actual.

El desarrollo del derecho, el incremento de la cultura y de los medios de comunicación, la

misma organización laboral y popular, etc., obligan a considerar un cambio en las

3
circunstancias que se da hoy día y las que justificaron el aparecimiento de esta disciplina,

actualmente los trabajadores ya no se encuentran en una posición de tanta debilidad como

en la antigüedad.

1.3 Principios

Son muchos los principios que se enumeran del derecho del trabajo, pero nuestro

código se basta con enumerar los siguientes en su parte considerativa:

a) “El derecho de trabajo es un derecho tutelar de los trabajadores, puesto que

trata de compensar la desigualdad económica de estos, otorgándoles una

protección jurídica preferente.

b) El derecho del trabajo constituye un mínimo de garantías sociales protectoras

del trabajador, irrenunciables únicamente para este y llamadas a desarrollarse

posteriormente en forma dinámica, en estricta conformidad con las posibilidades

de cada empresa patronal mediante la contratación individual o colectiva y, de

manera especial por medio de los pactos colectivos de condiciones de trabajo"4.

Los derechos que confiere el Código de Trabajo o una ley de trabajo, no son el

límite máximo en la relación de capital y trabajo, de manera que al permitirlo las

circunstancias, pueden aumentarse en beneficio del trabajador. Lo que si no

puede hacerse es disminuir esos derechos, por esa razón se les denominan

garantías mínimas.

c) El derecho de trabajo es un derecho realista y objetivo. Lo primero porque

estudia al individuo en su realidad social y considera que para resolver un caso

determinado a base de una bien entendida equidad es indispensable enfocar

4
Congreso de la República, Código de Trabajo, Artículo 106

4
ante todo la posición económica de las partes; y segundo, porque su tendencia

es la de resolver diversos problemas que con motivo de su aplicación surjan con

criterio social y a base de hechos concretos y tangibles.

d) El derecho de trabajo es una rama del derecho público. Porque al ocurrir su

aplicación, el interés privado debe ceder ante el interés social o colectivo.

e) El derecho de trabajo es un derecho hondamente democrático, porque se

orienta a obtener la dignificación económica y moral de los trabajadores. que

constituyen la mayoría de la población, realizando así una mayor armonía social,

lo que no perjudica, sino que favorece los intereses justos de los patronos; y

porque e! derecho del trabajo es el antecedente necesario para que impere una

efectividad de la libertad de contratación.”5

1.4 Elementos del derecho individual de trabajo

A continuación enumeraré los elementos del derecho individual del trabajo y una breve

descripción legal y doctrinaria de cada uno de ellos:

El trabajador: Es toda persona individual que presta sus servicios en relación de

dependencia, en virtud y cumplimiento de un Contrato de Trabajo.

En el Código de Trabajo, Artículo 3 se establece: "Trabajador es toda persona

individual que presta a un patrono sus servicios materiales, intelectuales o de ambos

géneros, en virtud de un contrato o relación de trabajo". Se resalta persona individual, no se

acepta que el trabajador sea una persona jurídica.

5
Considerándos del Decreto 1441 del Congreso de la República

5
El Código de Trabajo guatemalteco no hace la distinción entre empleados y trabajador;

cuando se habla de uno u otro, se hace referencia a todo el que presta sus servicios, pero

hace la siguiente distinción por un tratamiento especial:

• Empleados no sujetos a la jornada de trabajo

• Trabajadores a quienes no les es lícito pertenecer a un sindicato

• Empleados de confianza

El patrono y la empresa: El patrono debe ser una persona, ya sea individual o

jurídica. En el primer caso debe ser civilmente capaz, es decir mayor de 18 años y en pleno

goce de sus facultades y derechos; en el caso de menores o incapaces podrá actuar

mediante representante legal. Si se trata de una persona jurídica, la personalidad tiene que

ser otorgada por la ley, ya sea mercantil o civil, nacional o extranjera. Según el Artículo 2

del Código de Trabajo "Patrono es toda persona individual o jurídica que utiliza los servicios

de uno o más trabajadores, en virtud de un contrato o relación de trabajo".

Patrono individual Es el propietario o dueño de un establecimiento que no tiene

personalidad jurídica. Para tener el carácter de patrono se requiere la utilización de los

servicios de una o varias personas, que se efectúa mediante un contrato de trabajo o una

relación de trabajo. El carácter lucrativo o no de la empresa es totalmente indiferente para el

caso.

La empresa no sólo es una unidad económica de producción o distribución de bienes

y servicios, es también el lugar en donde se lleva a cabo la conjunción armónica entre el

capital y el trabajo. Desde el punto de vista mercantil, la empresa se reputa como un bien

mueble (Artículo 655 del Código de Comercio, decreto 2-70) por lo que es una cosa y no una

persona. En virtud de lo anterior, una empresa no puede ser la empleadora, lo será el

6
comerciante individual en el caso de empresa individual o bien la persona jurídica (por

ejemplo una sociedad anónima). Sin embargo, en el Código de Trabajo se repite el término

empresa como equivalente de empleador (Artículos 14, 239, 240), en todos se refiere a la

figura del empleador.

Sustitución patronal: Se refiere a que no puede cambiarse la figura del empleador,

sin la anuencia del trabajador, salvo el caso de la sustitución patronal, en cuyo caso el

patrono antiguo y el nuevo son solidariamente responsables por las demandas laborales por

seis meses.

Esta institución se encuentra regulada en el Artículo 23 del Código de Trabajo. El

patrono sustituto en virtud de la enajenación, adquiere todos los derechos pero al mismo

tiempo adquiere todas las obligaciones; si se fijara una cláusula en contrario, esta sería nula

ya que no pueden derogarse las leyes de orden público ni restringirse los derechos de los

que no intervienen en la operación de traspaso. Esta institución persigue dos principios

fundamentales: (a) La continuidad de la relación de trabajo; y (b.) Es una medida de

protección del salario de los trabajadores.

La ley, en esta sustitución ha pensado, que el nuevo patrono debe responder ante los

trabajadores, pero no ha querido desligar en forma total al patrono sustituido, en primer lugar,

porque la solvencia del patrono sustituto puede no ser firme; y en segundo lugar, porque el

cambio de dirección en una empresa es siempre un peligro para el éxito de los trabajos.

Auxiliares del patrono: Auxiliares son las personas que auxilian o ayudan a otras en

el ejercicio de un trabajo, de una actividad o de una función.

Son aquellos trabajadores que no obstante tienen una relación laboral con el patrono,

tienen a su cargo atribuciones específicas, y no necesariamente en situación de

7
subordinación. Estos auxiliares del patrono se encuentran debidamente identificados en el

Código de Trabajo y son: el representante; el intermediario y el empleado de confianza.

La representación patronal: El representante del patrono puede ser un jefe de

departamento u otra persona cualquiera a quien corresponda, en todo o en parte, la dirección

de los trabajos o la administración total o parcial, de la negociación.

De conformidad con el Artículo 4 del Código de Trabajo, "Los representantes del

patrono son las personas individuales que ejercen a nombre de éste, funciones de dirección

o de administración tales como gerentes, directores, administradores, reclutadores y todas

los que estén legítimamente autorizadas por aquél".

Los representantes del patrono y su concepto tienen mucha importancia en el derecho

de trabajo, tanto para precisar el origen de la relación de trabajo, como de las obligaciones

de patronos y trabajadores. Es frecuente que un trabajador sea contratado por personas que

no tienen la calidad de mandatario del patrono, como es el caso frecuente de los jefes de

cuadrillas que tiene que contratar el personal necesario; en estos casos, el patrono tendrá

todas las obligaciones derivadas de esa contratación como si el mismo hubiere intervenido.

El trabajador de confianza: Es aquel que realiza los trabajos más importantes dentro

de la empresa, funciones tales como la de dirección, inspección, vigilancia y fiscalización.

También es aquel cuya actividad e intereses se vinculan e identifican con los propios de la

empresa; y también puede definirse como el que realiza los trabajos que son propios del

empleador, en caso de ser persona individual, o de sus representantes legales en el caso de

persona jurídica. El trabajador o empleado de confianza debe cumplir tres calidades, NO

tiene horario de trabajo; NO marca tarjeta y NO cobra horas extras y tiene facultades para

contratar y despedir empleados.

8
El empleado de confianza debe distinguirse del resto de los trabajadores por su íntima

vinculación con el empleador, y estando claramente marcada esta distinción debe

entenderse su preferencia por los intereses patronales, aún sobre los de los trabajadores,

sin que ello implique deslealtad alguna en contra de los trabajadores.

De conformidad con el Artículo 351 del Código de Trabajo, "Se consideran cargos de

confianza aquellos para cuyo ejercicio es básico que quien los desempeñe tenga idoneidad

moral reconocida, y corrección o discreción suficientes para no comprometer la seguridad de

la respectiva empresa".

El intermediario: Los servicios deben prestarse por el mismo trabajador, sin

embargo, si el servicio que una persona contrata lo va a realizar un tercero que pudo haber

contratado por su cuenta, entonces estamos frente a la figura del intermediario.

Así mismo el Código de Trabajo en su Artículo 5 establece que: "Intermediario es toda

persona que contrata en nombre propio los servicios de uno o más trabajadores para que

ejecuten algún trabajo en beneficio de un patrono. Este último queda obligado

solidariamente por la gestión de aquél para con él o los trabajadores, en cuanto se refiere a

los efectos legales que se deriven de la Constitución Política de la República, del presente

Código, de sus reglamentos y demás disposiciones aplicables".

1.5 Objeto del trabajo

El trabajo tiene como objeto crear satisfactores para atender necesidades, frente al

imperativo de buscar satisfactores en la búsqueda de crear necesidades para aprovechar los

aparentes satisfactores, el hombre requiere del trabajo, como único medio para sostener la

economía y los recursos necesarios que la civilización va generando.

9
El trabajo es objeto de protección jurídica. Esta protección se otorga de acuerdo con la

naturaleza del trabajo y atendiendo al carácter del trabajador.

Igualmente debe preservarse la dignidad del trabajador, considerada como necesidad

de respeto a su persona y proporcionarle los medios necesarios para la elevación del nivel

cultural, social y material, propios y de la familia.

El trabajo es pues una condición de existencia del hombre que tiene como objeto crear

satisfactores y resulta tutelado por el Estado, cuando existe relación jurídica de

subordinación. Siendo por lo tanto una actividad humana dirigida a la producción de cosas,

materiales o espirituales, o al cumplimiento de un servicio público o privado.

Para Guillermo Cabañellas; el derecho del trabajo tiene por contenido principal la

regulación de las relaciones jurídicas entre empresarios y trabajadores y de unos y otros con

el Estado, en lo referente a trabajo subordinado y también en lo relativo a las consecuencias

jurídicas mediatas e inmediatas, derivadas de la actividad laboral dependiente.6

Para Mario de la Cueva; el derecho del trabajo “es la norma que se propone realizar

la justicia social, en el equilibrio de las relaciones entre el trabajador y el capital”7 y para

Alberto Briseño; refiere que el derecho del trabajo “es el conjunto de normas jurídicas que

tienen por objeto el equilibrio entre los elementos de la producción patrono y trabajador,

mediante la garantía de los derechos básicos consagrados a favor de estos últimos”8.

6
Ibid. pág. 937
7
De la Cueva Mario. Derecho mexicano de trabajo. pág. 210
8
Ibid.

10
1.6 Objetivos a que tienden las normas del trabajo

La finalidad del derecho del trabajo esta comprendida en la idea de respeto a la

dignidad del trabajador. Su objeto primario es el equilibrio entre los factores de la producción,

patrono y trabajador.9

Algunas legislaciones de América Latina, establecen que las normas de trabajo

tienden a conseguir el equilibrio y la justicia social en las relaciones entre trabajadores y

patrones basados en los principios básicos de las normas laborales.

Para algunos juristas el trabajo es un derecho y un deber social. Este es un principio

que equivale al enterramiento del individualismo radical del sistema capitalista, para el cual,

el hombre no tiene derechos contra la sociedad, ni esta contra aquel, pues dado su

enunciado, la formula conduce al derecho de los hombres, a que la sociedad y

concretamente su economía, crearán las condiciones que garantizarán a la persona humana

la posibilidad de cumplir su deber de realizar un trabajo útil para bien de ella misma, de su

familia y de la sociedad a la que pertenece.

También se encuentra el principio de la idea de la libertad y el derecho del trabajo. La

norma posee una significación fundamental, porque la relación de trabajo no es, ni puede ser

una enajenación de la persona, y porque no podrá tener por efecto el menoscabo, la perdida

o el irrevocable sacrificio de la libertad del hombre, sino por lo contrario, en toda relación de

trabajo, la libertad debe continuar siendo el atributo esencial de la persona del trabajador.10

9
Villalobos, Gabriela. Derecho individual del trabajo. pág. 14
10
Ibid.

11
Por aparte se encuentra el principio de igualdad y el derecho del trabajo. Las ideas de

libertad e igualdad van de la mano, pues la igualdad sin la libertad no puede existir y esta no

florece donde falta aquella. La idea de igualdad posee significaciones particularmente fuertes

en el derecho del trabajo, al grado de que hay momentos en los que imaginamos que al lado

de los anhelos de los trabajadores hacia una existencia decorosa es la idea-fuerza, que

impulso a los hombres a la batalla por nuestro estatuto y que continua siendo uno de los

factores más poderosos para su integración. La única manera de garantizar el respeto al

principio de igualdad es a través de la aplicación del principio de tutelaridad.

La sociedad tiene derecho de esperar de cada persona un trabajo útil y honesto, pero

el hombre que entrega a la comunidad la totalidad de su patrimonio, que es su energía de

trabajo, posee a su vez el derecho de esperar que la sociedad y concretamente su estructura

económica, le asegure una existencia decorosa. De lo anterior se deduce que los riesgos de

la economía no pueden recaer sobre el trabajador, porque la reducción de su salario o la

prolongación de la jornada abaten su existencia decorosa.11

Este es el principio de responsabilidad, que se da en las relaciones obrero- patronales,

pues, los riesgos de la producción deben ser a cargo del patrono por lo que este tiene la

obligación de cubrir el salario siempre que de conformidad con la jornada del trabajo, el

trabajador ponga a su disposición su energía de trabajo, sin más excepciones que las

consignadas en la ley de la materia para la suspensión de los efectos de las relaciones de

trabajo.

11
Ibid. pág. 16

12
1.7 Relación de trabajo

Se entiende por relación de trabajo cualquiera que sea el acto que le de origen, la

prestación de un trabajo personal subordinado a una persona, mediante el pago de un

salario.

La inspiración tutelar del derecho laboral, nos impone aceptar que la mera relación de

trabajo crea amplios vínculos jurídicos entre las parte. La relación de trabajo es una relación

fáctica entre patrono y trabajador y tiene vigencia aun cuando no se haya concretado la

contraprestación (o sea el pago del salario), siendo independiente de la formalidad de un

contrato de trabajo. En resumen, puede haber un contrato de trabajo sin que haya relación

de trabajo, pero no puede pensarse en que exista relación de trabajo sin que exista previa o

simultáneamente un contrato de trabajo.

Mario de la Cueva define la relación del trabajo como una situación jurídica objetiva

que se crea entre un trabajador y un patrono por la prestación de un trabajo subordinado

cualquiera que sea el acto o la causa que le dio origen, en virtud de la cual se le aplica al

trabajador un estatuto objetivo, integrado por los principios, de los convenios internacionales

de los contratos colectivos y contratos-ley y de sus normas supletorias.

13
14
CAPÍTULO II

2. Principios del derecho de trabajo

Son muchos los principios que se enumeran del derecho del trabajo, pero nuestro

código se basta con enumerar los siguientes en su parte considerativa:

a) "El derecho de trabajo es un derecho tutelar de los trabajadores, puesto que

trata de compensar la desigualdad económica de estos, otorgándoles una

protección jurídica preferente".

b) "El derecho del trabajo constituye un mínimo de garantías sociales protectoras

del trabajador, irrenunciables únicamente para este y llamadas a desarrollarse

posteriormente en forma dinámica, en estricta conformidad con !as posibilidades

de cada empresa patronal mediante la contratación individual o colectiva y, de

manera especia!, por medio de los pactos colectivos de condiciones de trabajo".

Los derechos que confiere el Código de Trabajo o una ley de trabajo, no son el

límite máximo en la relación de capital y trabajo, de manera que al permitirlo las

circunstancias, pueden aumentarse en beneficio del trabajador. Lo que si no puede

hacerse es disminuir esos derechos, por esa razón se les denominan garantías

mínimas.

c) El derecho de trabajo es un derecho realista y objetivo. Lo primero porque

estudia al individuo en su realidad social y considera que para resolver un caso

determinado a base de una bien entendida equidad es indispensable enfocar ante

todo la posición económica de las partes; y segundo, porque su tendencia es la de

resolver diversos problemas que con motivo de su aplicación surjan con criterio

social y a base de hechos concretos y tangibles.

d) El derecho de trabajo es una rama del derecho público. Porque al ocurrir su

aplicación, el interés privado debe ceder ante el interés social o colectivo.

15
e) El derecho de trabajo es un derecho hondamente democrático, porque se

orienta a obtener la dignificación económica y moral de los trabajadores. que

constituyen la mayoría de la población, realizando así una mayor armonía social, lo

que no perjudica, sino que favorece los intereses justos de los patronos; y porque

el derecho del trabajo es el antecedente necesario para que impere una efectividad

de la libertad de contratación.

2.1 Razones históricas, políticas y sociales de la promulgación del derecho laboral

La regulación jurídica del trabajo ha existido en los derechos más antiguos que se

conocen. Es desde la Revolución Industrial que existe el derecho de trabajo como una

disciplina especial, la historia del mismo se remonta a los siglos XIX y XX.

En la ESCLAVITUD, la sujeción de los esclavos al dueño era tal, que estos (los

esclavos) no tenían ningún derecho ni una posición de preferencia en las faenas que

desempeñaban.

Su origen se debe principalmente a nuevas formas y métodos de trabajo en la

industria, el comercio y los servicios en general. En el Código de Hamurabí existieron

disposiciones dispersas de los que iba a ser posteriormente el derecho laboral.

En Grecia se dividía a las persona en esclavos y no esclavos, pero también se

conocía el trabajo dependiente de personas libres, ya que se vio que los esclavos no eran

suficientes para trabajar, esto indujo a que en Roma se mantuviera el concepto de Locación

de Servicios, aplica indistintamente al trabajo dependiente y al trabajo autónomo que

16
constituye un verdadero antecedente de los que va a constituir posteriormente el contrato

individual de trabajo.

En Latinoamérica no se conoce a ciencia cierta si en la época precolombina existían

normas que regularan las relaciones de trabajo. Fue en la COLONIA, cuando los

conquistadores sometieron a los indígenas a una esclavitud de tipo romano-griega, y que

tuvo como consecuencia que algunos frailes dispusieran dirigirse a la corona para; que

emitieran algunas Leyes de Indios y las Reales Cédulas, en las que existían ordenamientos

mínimos para proteger al indígena. Está situación continúo aun así en la época de la

Independencia y fue hasta con la revolución liberal que se creo por parte de los legisladores,

algunas normas de protección laboral, pero que estaban constituidas no independientemente

sino en el Código Civil y esta situación continuo hasta el anterior código civil. Las normas de

derecho de trabajo creadas, nunca fueron altamente protectoras del trabajador en esa época.

Dentro de la historia del derecho laboral es importante mencionar que en Australia, en

el Estado de Victoria, en 1848 por primera vez se establece una jornada de 10 horas.

En Alemania, se promulga la Ley Bismark, que constituyen las primeras leyes sobre

Seguridad Social. Es en Alemania, en 1988 donde surgen las primeras huelgas, las cuales

fueron consideradas como ilegales.

En México en 1917 fue el primer sistema jurídico que reguló constitucionalmente los

derechos de trabajo, lo cual se llevó a cabo en Querétaro. También en la Constitución de

Wimar de Alemania en 1919, se sigue el ejemplo de México.

17
Se forma la Liga de las Naciones y la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.).

Los Estados de Europa y Estados Unidos siguen el ejemplo de Alemania.

El Siglo XVIII tiene una gran importancia histórica para el desarrollo del derecho

laboral, pues durante él se promulgaron muchas leyes importantes dentro de la actividad

gremial. Inglaterra tenía un gran desarrollo industrial y su economía mercantilista le daba

grandes beneficios, además la Revolución Industrial se hallaba en pleno apogeo y la relación

legal que se había mantenido durante tanto tiempo cede ante el sistema industrial.

Sin embargo, el punto de referencia más preciso del nacimiento del derecho de trabajo

se encuentra en la REVOLUCION FRANCESA, en la que se creo una legislación que

defendía primordialmente la propiedad privada sobre los bienes de producción que tomó

como consecuencia la industrialización acelerada, que conlleva la explotación del hombre por

el hombre en vista de que el trabajador de las industrias, "un miserable" era explotado por

jornadas excesivas, salarios paupérrimos, medidas de seguridad e higiene inexistentes y

toda clase de desventajas en el trabajo para este sector. La Revolución Francesa había

proclamado la igualdad de todos los hombres de todo lo cual surgió la libertad de contratar y

la libertad de movimiento. Los trabajadores tenían el derecho de negociar individualmente

con el patrono y en algunos casos se firmaban contratos entre las partes, los cuales eran

considerados como válidos y obligatorios ante la ley.

A partir de la época MEDIEVAL en que la sociedad más o menos se encontraba

organizada, existen las clases agrícolas y se pueden considerar a los Señores Feudales

como los patronos, y a los siervos de la Gleba como los trabajadores actuales. A la par de

esta situación agrícola se crearon algunas agrupaciones o corporaciones a las que

18
pertenecían trabajadores de artesanía y esa corporación tenía alguna subordinación del

trabajo, por ejemplo: los aprendices ingresaban en el gremio con el fin de obtener alguna

enseñanza y aspiraban a escalar los peldaños necesarios para llegar a constituirse, si la

oportunidad le llegaba algún día, en maestros.

Fue con la REVOLUCION DE OCTUBRE DE 1944 que nació el DERECHO DE

TRABAJO; mas homogéneo, mas preciso con sus normas protectoras delineadas en la

Constitución de 1945 y la elaboración del primer código de trabajo el 1°. De Mayo de 1947,

correspondiéndole al congreso su emisión, decreto 330.

2.1.1 Sucesión de leyes de trabajo en Guatemala

a) Ley de Jornaleros: Decreto 177 del 3 de abril de 1877.

b) Ley de Trabajadores: Decreto 253 del año 1894, dicha ley era una especie de

reglamento aplicable a los dueños de fincas y sus jornaleros, por lo que tenía poca

aplicabilidad en cuanto al trabajo fuera de las fincas.

c) Ley Protectora de Obreros sobre accidentes de trabajo: Decreto 669, emitida el 21

de noviembre de 1906, su reglamento apareció un año después, y es una

interesante anticipación de la futura previsión social.

d) Ley del Trabajo: En 1926 se decretó esta ley que fue el Primer conjunto

sistematizado de contenido laboral y de aplicación general. Esta ley reguló

instituciones como la protección del salario, jornada de ocho horas diarias y

cuarenta y ocho a la semana, descanso semanal, protección al trabajo de mujeres

y menores, protección a la madre obrera, períodos prenatal, postnatal,

inamovilidad, lactancia, jornada extraordinaria. Además contiene un esbozo de la

19
organización administrativa de trabajo y un breve esquema del procedimiento

colectivo, incluyéndose a la huelga pero no la cita como un derecho.

e) Código de Trabajo (1947): La Revolución de Octubre de 1944 marcó el final del

régimen dictatorial de Jorge Ubico, y se produjo una apertura democrática, que

sirvió de plataforma para la implementación de instituciones ya vigentes en otras

latitudes y largamente añoradas en el país. Todas la expectativas populares se

centraron en el Código de Trabajo y en la implementación del Seguro Social. Este

primer Código de Trabajo, Decreto 330 del Congreso, está inspirado en otros

códigos de países latinoamericanos, siendo su modelo más cercano el Código de

Trabajo de Costa Rica.

2.1.2 Importancia y proyecciones del derecho de trabajo:

El derecho laboral es una rama que revista una gran importancia debido a que dentro

de sus principales finalidades está la protección al más débil, es decir es tutelar del

trabajador; concede garantías mínimas a favor del trabajador y es pacificador debido a que

sus normas son conciliatorias.

El derecho, en su conjunto, es una creación o descubrimiento del hombre, que se

pone a su servicio para regular las interrelaciones que se derivan de la actividad de los

mismos hombres. Por regla general, las nuevas disciplinas jurídicas van surgiendo de otras

con las cuales guardan mayor afinidad y que les han dado acogida hasta que la nueva rama

pueda identificarse como una disciplina propia.

El derecho laboral se deriva del derecho civil, ya que anteriormente las relaciones

laborales eran objeto de un contrato libre entre particulares, era pues, una típica rama

20
privada. En la medida que el derecho común de la antigüedad se consideró insuficiente o

inadecuado para resolver los emergentes fenómenos sociológicos, se fue perfilando una

nueva disciplina jurídica que tuvo que recorrer un largo y difícil camino desde sus inicios.

Actualmente es una disciplina con sus perfiles propios que definen su autonomía y por lo

mismo su razón de existir, como parte del ordenamiento jurídico a la par de las demás ramas

del derecho.

En el derecho constitucional se establecen los lineamientos básicos del derecho

laboral. La sección octava del capítulo segundo del título segundo de la Constitución Política

de la República de Guatemala, considera al trabajo como un derecho social, y en esa

sección se comprenden los principios, lineamientos y principales prestaciones laborales.

Destacan entre estos los de tutelaridad y el de irrenunciabilidad de derechos, así como la

proclamación de que esos derechos son mínimos, susceptibles únicamente de ser

mejorados. Precisamente en eso radica la importancia del derecho laboral, que es tutelar de

los trabajadores.

La importancia de su estudio y las proyecciones pueden definirse así:

• Sirve para determinar la función tutelar del Derecho de Trabajo, que le da un

trato preferente al obrero.

• Ayuda a conocer el mecanismo legal por medio del cual la clase proletaria

puede hacer valer sus reivindicaciones económicas y sociales.

• El conocimiento teórico y práctico del Derecho de Trabajo vincula al estudiante

y al profesional con la clase trabajadora.

21
2.2 Principios que animan el derecho de trabajo:

El derecho laboral es autónomo, porque no depende de otra ciencia jurídica, es oral,

impulsado de oficio, poco formalista y no produce costas porque vela por la economía.

Principio de tutelaridad: La protección del trabajador constituye la razón de ser del

derecho laboral, y éste se conceptúa como un instrumento compensatorio de la desigualdad

económica que se da entre las partes de la relación laboral.

Principio de irrenunciabilidad: La Constitución Politica de la República de

Guatemala en su Artículo 106 establece: “Son nulas todas las estipulaciones que impliquen

disminución o tergiversación de los derechos de los trabajadores, aunque se expresen en un

convenio o contrato de trabajo, o en cualquier otro documento". Este derecho se implementa

con el objeto de asegurar los derechos mismos que establece la ley y evitar a que el

trabajador renuncie a estos derechos, ya sea por presiones, engaños o por cualquier otro

motivo.

Principio evolutivo: El derecho laboral se encuentra en evolución constante, la razón

de ello es que debe adaptarse a las diferentes circunstancias del ser humano, las cuales

cambian con rapidez. Todo derecho evoluciona, pero el derecho laboral posee la

característica de ser tutelar del trabajador, lo cual puede entenderse en dos sentidos:

a) Como una tendencia a otorgar cada vez mayores beneficios a los trabajadores.

b) Como una tendencia a regular cada vez más relaciones.

El derecho laboral es un derecho progresista, que está llamado a modificarse a cada

momento en la medida que dichos cambios signifiquen mejoras para los trabajadores.

22
Existen cuerpos legales (Código de Trabajo, leyes laborales) que sirven de base o sustento a

esa estructura normativa y sobre los cuales se pueden y deben establecer beneficios que

superen esas bases. La Constitución Política de la República establece que las leyes

laborales están llamadas a superarse por medio de la negociación individual colectiva, mismo

principio que se repite en los considerandos del Código de Trabajo: "... un mínimo de

garantías sociales... llamadas a desarrollarse posteriormente en forma dinámica..." (literal b).

La función de dichas normas es servir de punto de apoyo de posteriores mejoras.

Este derecho siempre está cambiando, avanzando, pero en una misma dirección, la

del beneficio de los trabajadores, las normas laborales son un punto de partida y está en un

permanente proceso de evolución.

Principio de obligatoriedad: Para que el derecho de trabajo cumpla con su cometido,

debe ser aplicado en forma imperativa, es decir que debe intervenir en forma coercitiva

dentro de las relaciones de un empleador con un trabajador. Se establece un ámbito de la

voluntad de las partes, pero forzosamente se imponen unos límites, independientemente de

los acuerdos contractuales, de lo contrario este derecho vendría a ser una simple

enunciación de buenas intenciones. La imperatividad de las normas laborales se debe

entender aun frente o en contra del mismo trabajador, es decir, que aunque el trabajador

renuncia a algún derecho laboral, dicha renuncia deviene nula, independientemente de la

disponibilidad del trabajador al momento de tal renuncia.

Principio de realismo: Si el derecho laboral procura el bienestar de la clase trabajadora,

debe ponderar con objetividad las diferentes variables que se suceden en la actividad

cotidiana del trabajo subordinado, por ejemplo tomando en cuenta los factores económicos,

etc.

23
En el Artículo103 de la Constitución Política de la República de Guatemala se estipula

que las leyes laborales atenderán a todos los factores económicos y sociales pertinentes. Lo

que se pretende no es contemplar únicamente los intereses de los trabajadores sino

armonizar los intereses obrero-patronales con los de la colectividad dentro del marco de la

legalidad y de la aplicación de la justicia para beneficio de los asalariados.

En los considerandos del Código de Trabajo se define a nuestro derecho laboral como

realista y objetivo. Ese realismo puede entenderse como una adaptación a una realidad, a

un momento o entorno circunstancial; aunque en este sentido toda rama del derecho es

realista.

Principio de sencillez: El derecho de trabajo va dirigido a un sector abundante de la

población, que en términos generales, carece de altos niveles de preparación y educación en

general, por lo que debe formularse en términos sencillos, de fácil aplicación y asimilación.

Este principio cobra mayor importancia en el derecho procesal de trabajo en donde se afirma

que el derecho laboral carece de formalismos, tomando como base la tutelaridad.

Principio conciliatorio: En los considerandos del Código de Trabajo invocan "una mayor

armonía social" (considerando f); y a lo largo del Código encontramos este principio: en la

interpretación de las leyes laborales se debe tomar en cuenta fundamentalmente "el interés

de los trabajadores en armonía con la convivencia social"; también en el artículo 274 se hace

ver que una de las funciones principales del Ministerio de Trabajo es "armonizar las

relaciones entre patronos y trabajadores". Finalmente, en el Artículo 103 de la Constitución

Política de la República de Guatemala se indica que "las leyes que regulan las relaciones

entre empleadores y el trabajo son conciliatorias".

24
2.3 Carácter tutelar del derecho de trabajo:

El carácter proteccionista del derecho del trabajo es indispensable porque en la

concepción individualista la igualdad de las partes en el contrato de trabajo no puede ser sino

únicamente de apariencia.

Como en algunas legislaciones se hacen diferencias de trabajadores: Entre obreros y

empleados, por ejemplo, se estima que este principio de tutelaridad incorporado en el Código

de Trabajo de Guatemala no admite diferencias en cuanto al trabajador a quien tutela,

porque nuestro código toma como trabajador tanto al de industria como al del campo, al de

comercio y al intelectual, incluyendo en esta rama a los trabajadores domésticos.

La protección del trabajador constituye la razón de ser del derecho laboral. No

solamente es el germen en sus orígenes sino que también es su actual sustentación. Las

primeras normas de esta rama surgieron como una voz de protesta contra los excesos y

abusos que se cometían en contra de las personas en ocasión del trabajo, reclamos contra

las jornadas extenuantes, contra el trabajo insalubre de menores de edad, contra los

bajísimos salarios.

Nuestra legislación establece que la tutelaridad "trata de compensar la desigualdad

económica de éstos (los trabajadores), otorgándoles una protección jurídica preferente", y

más adelante señala que "el derecho de trabajo es el antecedente necesario para que impere

una efectiva libertad de contratación" (Considerandos del Código de Trabajo).

Lo anterior nos da a entender que el derecho lLaboral se conceptúa como un

instrumento compensatorio de la desigualdad económica que se da entre las partes de la

25
relación laboral, a contrario sentido no habría igualdad y por lo mismo se sucederían los

abusos de la parte considerada fuerte.

Evolución del concepto: Se pretendió en sus inicios proteger al trabajador y se le sigue

protegiendo. Sin embargo, se debe destacar que las motivaciones de esa intervención

protectora han variado. La situación en que los trabajadores se encontraban hace doscientos

años, no es la misma que la actual. El desarrollo del derecho, el incremento de la cultura y de

los medios de comunicación, la misma organización laboral y popular, etc., obligan a

considerar un cambio en las circunstancias que se dan hoy día y las que justificaron el

aparecimiento de esta disciplina.

Es aceptable que se considere una protección al débil, protección que debe ser mayor

en la medida de su debilidad; por ello, en sus fases primarias esta rama fue marcadamente

tutelar. Pero hoy día, los trabajadores, en términos generales, han superado la situación en

que se encontraban hace cien años.

Las prácticas e ideas del liberalismo económico trajeron a la vida social la libertad de

contratación del trabajo, y esto dio lugar al imperio de la diferencia económica ente la clase

capitalista y la clase trabajadora, desde luego a favor de la primera. Por ese motivo en un

régimen democrático es lógico que la desigualdad se compense con un trato jurídico

protector o preferente para la clase más débil. El principio tutelar para los trabajadores fue

incorporado al derecho laboral por las doctrinas dadas en diferentes países, tales como:

Alemania, Italia, en las legislaciones Anglosajona y Latinoamericanas.

26
Cabe señalar que en el campo colectivo, la tutelaridad está perdiendo preeminencia,

ya que las organizaciones de los trabajadores pueden llegar a ser tan poderosas, que

prescindan prácticamente de la protección estatal.

Aplicación del principio: La tutelaridad es un principio que sustentan todas las

ramas de esta disciplina. Sin embargo, cobra mayor preeminencia en algunas de sus

ramificaciones. En el derecho colectivo el desarrollo de las asociaciones profesionales, el

régimen de huelga y el de contratación colectiva, han fortalecido la posición de los

trabajadores, procurando un equilibrio que hace ver la intervención proteccionista como algo

subsidiario. Las mejoras laborales las obtienen los trabajadores vía la negociación colectiva,

en lugar de esperar reformas legales. En el campo colectivo hasta se llega a cuestionar la

aplicabilidad del principio de irrenunciabilidad de derechos, ya que en cierta medida limita la

libre negociación. Es en el derecho individual donde se pone de manifiesto el proteccionismo

que inspira a esta disciplina y ello se refleja al limitar la jornada a ocho horas diarias o

cuarenta y cuatro a la semana, se está protegiendo al trabajador; lo mismo que al regular un

mínimo de quince días de vacaciones o señalar los mínimos en los días del descanso

prenatal y postnatal.

También las normas procesales contienen este espíritu protector. Por ello, tanto

normas objetivas como adjetivas, son favorables al trabajador. Ahora bien, si las normas

objetivas le brindan al trabajador un derecho preferente, éste, al presentarse ante un tribunal,

goza de una doble protección o una duplicidad de tutela. Una, por el derecho de fondo y otra

por la forma en que se ventilará el proceso. En materia procesal cabe destacar: el impulso

de oficio regulada en el Artículo 321del Código de Trabajo; la llamada inversión de la carga

de la prueba en beneficio del trabajador, regulada en los Artículos 78 y 332, literal E del

27
mismo cuerpo legal; la declaración de confeso también regulada en el Artículo 358 del

Código de Trabajo.

En virtud del llamado impulso de oficio, el juez viene a ser una especie de asesor del

trabajador en cuanto a gestionar las acciones procesales que correspondieren, aunque el

actor no las hubiere pedido; por lo mismo, la caducidad no puede prosperar en los juicios

ordinarios laborales.

La inversión de la carga de la prueba es un beneficio que se otorga al trabajador, ya

que en cualquier otra acción procesal, quien afirma hechos ante un tribunal debe tener los

elementos de prueba que confirmen su acierto (la carga de la prueba); sin embargo, en el

proceso ordinario laboral por despido, el trabajador expone el caso ante el tribunal pero no

necesita proponer pruebas, ya que literalmente se invierte esta carga que corresponde al

empleador demandado. Supone el legislador la inferioridad técnica y económica del

trabajador para comparecer a juicio.

La declaración de confeso o confesión ficta, si bien es aplicable a casi todos los

procedimientos, en el ordinario laboral conlleva un beneficio adicional para el trabajador,

porque opera aunque el trabajador no haya propuesto la confesión judicial (declaración de

parte) como medio de prueba y además conlleva el final del proceso. Si un patrono no llega

a la hora exacta de la primera audiencia, se le debe declarar confeso en las siguientes

cuarenta y ocho horas y automáticamente pierde el juicio en cuestión. Si fuere el trabajador

quien inasistiere a una audiencia, se le puede declarar confeso respecto al pliego de

preguntas, pero no por ello pierde automáticamente el proceso.

28
Derecho positivo: En el contexto general de las normas laborales vigentes, empezando por

el Código de Trabajo, se manifiesta este proteccionismo laboral, en el Artículo 103 de la

Constitución Política de la República se establece que "las leyes que regulan las relaciones

entre empleadores y el trabajo son conciliatorias, tutelares para los trabajadores (. . .)".

Por su parte, el Artículo 15 del Código de Trabajo señala que "los casos no previstos

por este Código, por sus reglamentos o por las demás leyes relativas al trabajo, se deben

resolver, en primer término, de acuerdo con los principios del derecho de trabajo; en segundo

lugar, de acuerdo con la equidad, la costumbre o el uso locales, en armonía con dichos

principios; y por último, de acuerdo con los principios y leyes de derecho común". Sobra

aclarar que el principio que destaca en lo laboral es el de la tutelaridad del trabajador. Por

otra parte, los principios del derecho común, inconmovibles en cualquier otra disciplina

jurídica ocupan aquí un último lugar.

Por su parte, el Artículo 17 del Código de Trabajo sigue en la misma línea en cuanto a

que "para los efectos de interpretar el presente Código, sus reglamentos y demás leyes de

trabajo, se debe tomar en cuenta, fundamentalmente, el interés de los trabajadores en

armonía con la convivencia social"

29
30
CAPÍTULO III

3. El contrato de trabajo

3.1. Concepto de contrato individual de trabajo

Para iniciar a hablar sobre el tema, tomaré en cuenta lo que el tratadista guatemalteco

Mario López Larrave expone sobre la relación laboral, definiendo el contrato individual de

trabajo así: “El contrato individual de trabajo constituye indiscutiblemente la institución matriz

en torno a la cual se ha venido construyendo el edificio del derecho laboral”.12

Cabañellas indica que “Es el que tiene por objeto la prestación continuada de servicios

privados y con carácter económico, y por el cual una de las partes da una remuneración o

recompensa, a cambio de disfrutar o de servirse, bajo su dependencia o dirección, de la

actividad profesional de otra".13

El contrato individual de trabajo se caracteriza por las condiciones de subordinación

(del trabajador con respecto al patrono), de continuidad y de colaboración.

Según Ossorio: "Es el contrato en virtud del cual una persona se obliga a desarrollar

una actividad material o intelectual para ejecutar una obra o prestar un servicio en favor de

otra, mediante una remuneración".14

Es un poco difícil conceptuar lo que es el contrato de trabajo, para efectos prácticos,

hay una definición que considero satisface los presupuestos necesarios del mismo y que

señala: “Contrato individual de trabajo es el vínculo económico y jurídico por el que una

12
López Larrave, Mario. Contrato de trabajo por tiempo indefinido, a plazo fijo y para obra determinada. pág. 8
13
Cabañellas, Ob. Cit. pág. 968
14
Ossorio, Ob. Cit. pág.222.

31
persona individual, se obliga a prestar a otra individual o jurídica, sus servicios personales,

bajo la subordinación o dependencia inmediata o delegada del empleador, a cambio de una

remuneración, sin que el trabajador asuma los riesgos que corresponden al empleador”.15

En el Artículo 18 del Código de Trabajo se establece: "Contrato individual de trabajo,

sea cual fuere su denominación, es el vínculo económico-jurídico mediante el que una

persona (trabajador), queda obligada a prestar a otra (patrono), sus servicios personales o a

ejecutarle una obra, personalmente, bajo la dependencia continuada y dirección inmediata o

delegada de esta última, a cambio de una retribución de cualquier clase o forma".

Como requisitos del contrato individual de trabajo se indica que debe haber

capacidad, consentimiento, objeto y causa. Como características tenemos que es público,

consensual, de tracto sucesivo, sinalagmático (obligatorio para ambas partes), conmutativo

(las obligaciones están claramente determinadas), principal y oneroso.

3.2. Elementos del contrato de trabajo

Existen dos clases de elementos del contrato, los generales y los especiales, mismos

que definiremos a continuación:

3.2.1. Elementos Generales:

Como todo contrato es una especie de negocio jurídico, se debe tener en cuenta los

elementos del negocio civil, que son capacidad de goce y ejercicio; consentimiento, y

objeto.

15
Ministerio de Trabajo y Previsión Social. Revista del trabajo, pág. 39

32
3.2.2. Elementos Especiales:

De conformidad con Guillermo Cabañellas son 4 los elementos que sirven de base al

contrato de trabajo y son: 1) La subordinación; 2) La estabilidad en el empleo; 3) La

profesionalidad; y. 4) El salario.16 A continuación se detallan individualmente:

• La subordinación: entendida esta como el estado de limitación de la autonomía

del trabajador al que se encuentra sometido, en sus prestaciones, por razón de su

contrato, y que origina la potestad del empresario o patrono para dirigir la actividad

de la otra parte, en orden del mayor rendimiento de la producción y al mejor

beneficio de la empresa. Esta ha sido considerada como uno de los elementos

principales del contrato de trabajo. Es tan importante este elemento, que se ha

llegado hasta tratar de cambiar en termino de "contrato de trabajo" por el de

relación de trabajo, ya que la ley lo que siempre ha tratado es proteger es la

relación de trabajo, y este es un elemento que sirve para determinar la verdadera

naturaleza jurídica de la prestación del servicio. La subordinación empieza en el

momento en que el trabajador principia a ejecutar la actividad en beneficio del

patrono.

• La estabilidad en el empleo: se define la estabilidad en el empleo como "El

derecho que incorpora al patrimonio económico del trabajador y revela la

protección del Estado al mantenimiento del contrato de trabajo....." "Tiene como

base una protección jurídica en beneficio del trabajador". La estabilidad en el

empleo toma en cuenta dos aspectos muy importantes en favor del trabajador: En

primer lugar, garantizarle la subsistencia permanente para él y su familia por medio

de un salario seguro y continuado y, en segundo lugar, garantizarle que al final de

16
Cabañellas, Ob. Cit. pág. 970

33
su tiempo laborable, ya se deba al retiro, a la edad o por invalidez, tiene asegurada

una pensión vitalicia. Nuestra legislación tiende a garantizar la estabilidad en el

empleo, al decir: "Todo contrato individual de trabajo debe tenerse por celebrado

por tiempo indefinido, salvo prueba o estipulación licita y expresa en contrario"

(Artículo. 26 Código de Trabajo).

• La profesionalidad: cuando nos referimos a la profesionalidad estamos hablando

de un término técnico del vocablo "profesión", ya que no es el significado usual,

sino uno de carácter especial. El término se define así: "Género de trabajo a que

se dedica una persona en forma principal y habitual".17 También es necesario que

el trabajador tenga cierta especialidad o conocimientos técnicos suficientes que lo

califique para poder realizar la tarea ordinaria objeto del contrato. Es necesario que

esa actividad que realiza sea subordinada y remunerada, como medio de lograr su

subsistencia para el y su familia.

• El salario: el salario es la remuneración que el patrono paga al trabajador como

contra prestación por la actividad que este realiza en beneficio del empleador. El

salario tiene el carácter de ser sinalagmático, es decir que del contrato de trabajo

nacen obligaciones reciprocas e independientes. El trabajador esta obligado a

realizar la actividad laboral para la cual ha sido contratado, y el patrono a su vez,

esta obligado a pagar el salario convenido.

En nuestra legislación, según el Artículo 18 del Código de Trabajo, los elementos

determinantes del contrato de trabajo, son:

a. La existencia del vínculo económico-jurídico, sin importar la denominación del

contrato;

17
Ossorio, Ob. Cit. pág. 781

34
b. La prestación del servicio o actividad laboral en una forma personal;

c. La subordinación del trabajador a la dirección del patrono o su representante; y

d. La retribución económica o salario que el patrono paga al trabajador como

contraprestación en la relación laboral.

Por otro lado se indica también que los elementos especiales del contrato individual de

trabajo son la subordinación, ausencia de riesgo, estabilidad y profesionalismo.

3.3. Naturaleza jurídica del contrato de trabajo

Dentro del sector mayoritario de la doctrina laboral, de corte publicista, predomina la

tendencia a rechazar o aislar al contrato como una institución o elemento que pertenece a

otra disciplina jurídica. Las corrientes concluyen por dar preponderancia a la relación de

trabajo sobre el contrato de trabajo, sobre todo porque el contrato tiene raíces civiles

contractuales; en cambio la relación tiene marcado contenido publicista.

En esta discrepancia se repite nuevamente el problema de determinar si el derecho

laboral es una rama del derecho público y que por lo mismo debe intervenir con fuerza

coactiva limitando en medida la autonomía de la voluntad, oponiéndose a la corriente

privatista que pretende que el derecho laboral debe sólo intervenir en cuestiones periféricas,

dando mayor campo a la libertad contractual. Estos últimos son los contractualistas, que

dan mayor énfasis al contrato como tal, al acuerdo de voluntades en el que se deben pactar

las condiciones generales de la prestación del trabajo y para quienes el derecho laboral viene

a ser una intromisión en la esfera particular.

35
Los anticontractualistas, por el contrario, relegan a un segundo plano las formalidades

del contrato, dando prevalencia al hecho mismo de la prestación del trabajo, de la relación

laboral, ya que el aparato legal laboral interviene en forma automática y plena con el sólo

hecho de que una persona trabaje en relación de subordinación de un patrono, no pudiendo

las partes pactar libremente todas las condiciones de trabajo.

Sin embargo, todo contrato en mayor o menor grado, requiere condiciones o

regulaciones. El contrato de trabajo por ser no formalista, está reducido al mínimo de

formalismos (puede ser verbal, puede redactarse en forma incompleta, ya que en forma

automática se incorporan los derechos mínimos, además que pueden probarse sus alcances

con cualquier medio de prueba).

Una de las características especiales del vínculo laboral es que el hecho mismo de

iniciarse la prestación del servicio (de empezar a trabajar), orientado en un sentido laboral

(de subordinación) implica o presume una expresión de voluntad que se complementa con

las disposiciones legales.

La inspiración tutelar del derecho laboral, nos impone aceptar que la mera relación de

trabajo crea amplios vínculos jurídicos entre las partes. La relación de trabajo es una relación

fáctica entre patrono y trabajador y tiene vigencia aun cuando no se haya concretado la

contraprestación (o sea el pago del salario), siendo independiente de la formalidad de un

contrato de trabajo.

36
En resumen, puede haber un contrato de trabajo sin que haya relación de trabajo, pero

no puede pensarse en que exista relación de trabajo sin que exista previa o simultáneamente

un contrato de trabajo.

Al hablar del contrato individual del trabajo, es necesario que se considere

separadamente los conceptos doctrinarios relacionados con dos diferentes instituciones

como son: La relación de trabajo y el contrato de trabajo.

Desde hace varias décadas los tratadistas han discutido hasta formar una doctrina

diferenciadora entre la relación de trabajo y el contrato de trabajo. Unos dicen que hay una

marcada diferencia entre una y otra, mientras que otros piensan que, aun cuando hay

diferencias terminológicas, ambas pueden fusionarse de tal modo, que la relación de trabajo

viene a ser un elemento determinante del contrato de trabajo. A la par de esa corriente hay

otra que dice que basta con la relación de trabajo para que exista el contrato de trabajo.

Mario de la Cueva define la relación de trabajo así: "La relación de trabajo es una

situación jurídica objetiva que se crea entre un trabajador y un patrono por la prestación de

un trabajo subordinado cualquiera que sea el acto o la causa que le dio origen, en virtud de la

cual se le aplica al trabajador un estatuto objetivo, integrado por los principios, instituciones y

normas o declaración de derechos sociales, de la ley del trabajo, de los convenios

internacionales de los contratos colectivos y contratos-ley y de sus normas supletorias".18

Por su parte en nuestra legislación, el contrato de trabajo es considerado como un

contrato con sus propias características, dedicado a regular todo lo relacionado con el trabajo

18
De la Cueva, Ob. Cit. pag. 250

37
subordinado, por lo que se puede decir con toda propiedad que el contrato de trabajo goza

de plena autonomía.

3.4. Relaciones que nacen con la prestación del servicio de trabajo

Ossorio indica que representa una idea principalmente derivada de la doctrina italiana,

según la cual el mero hecho de que una persona trabaje para otra en condiciones de

subordinación, contiene para ambas partes una serie de derechos y obligaciones de índole

laboral, con independencia de que exista o no un contrato de trabajo.19

De acuerdo con el Código de Trabajo, en su Artículo 19 se indica que "para que el

contrato individual de trabajo exista y se perfeccione, basta con que se inicie la relación de

trabajo, que es el hecho mismo de la prestación de los servicios o de la ejecución de la obra

en las condiciones que determina el Artículo precedente".

3.4.1. Efectos derivados de la relación de trabajo

3.4.1.1 Obligaciones

a) Obligaciones del empleador

Las obligaciones del empleador son muchas y es parte importante de nuestro tema,

ya que al analizarlas, llegaremos a una conclusión sobre si en el contrato de trabajo, el

empleador cumple con las obligaciones que las leyes laborales estipulan, para su estudio

diremos que pueden dividirse de la siguiente manera:

19
Ossorio, Ob. Cit. pág. 832

38
a.1) Por su contenido

Respecto de la primera clasificación, algunos tratadistas distinguen entre deberes

éticos y deberes económicos o patrimoniales.

A los deberes éticos se les llama también deberes personales o no económicos, ya

que no son valuables en dinero, aunque sí tienen repercusiones económicas. Los deberes

económicos se centran en la figura del salario y de las demás prestaciones de tipo

económico.

i) Deberes no patrimoniales o éticos

Si bien no están claramente definidos en la doctrina, pueden comprenderse dentro de

ellos:

Deber de respeto a la dignidad del trabajador: El trabajador como persona que es,

tiene derecho a que se le respete como tal, pues el hecho de que preste sus servicios y se

someta a determinados lineamientos del patrono, no implica una disminución de sus

derechos intrínsecos como persona.

En su forma más primaria, este deber implica que el patrono debe abstenerse de mal

trato, de palabra o de obra. No sólo es un principio básico de las relaciones laborales, sino

que de las mismas relaciones interhumanas. Los insultos, la violencia, los actos humillantes,

son expresiones que atentan contra esas obligaciones que el empleador tiene.

La violación de este deber puede dar lugar a sanciones de diferente orden:

39
- De carácter contractual: El pago de la indemnización en caso de despido

injustificado.

- De carácter administrativo: Multas si el hecho es constitutivo de falta; y si fuera delito,

responsabilidad penal.

- Responsabilidad sindical: No se da en Guatemala. En otros países, la violación del

patrono de determinada norma sindical, produce una sanción al patrono por parte del

sindicato de su empresa.

El deber de higiene y seguridad en el trabajo: Se diversifica en dos direcciones:

Primero en el sentido de evitar causas que interrumpan súbitamente la capacidad de trabajar;

o sea, medidas para evitar accidentes de trabajo (seguridad en el trabajo). Y segundo, evitar

las causas que lentamente producen el mismo resultado, como enfermedades profesionales

(gases tóxicos, emanaciones, calores excesivos, etc.) y enfermedades comunes.

A este respecto, el Artículo 197 del Código de Trabajo, establece que todo patrono

está obligado a adoptar las precauciones necesarias para proteger eficazmente la vida,

salud y moralidad de los trabajadores. Por su parte, el Artículo 61 literal k, de dicho Código,

dice que en los establecimientos donde la naturaleza de los mismos lo permita, se debe tener

el número suficiente de sillas para el descanso de los trabajadores.

Deber de ocupación efectiva: El empleador tiene derecho a que el trabajador preste

sus servicios; a su vez, al trabajador le asiste un derecho a trabajar. El patrono tiene el deber

de ocuparlo efectivamente. Se paga un salario a cambio de un servicio, actividad u obra. No

puede desvirtuarse la esencia misma de esta contratación. La bilateralidad de las

prestaciones debe manifestarse a lo largo de toda su vigencia. El hecho de que el empleador

pague el salario, no es motivo suficiente para mantenerlo desocupado. El trabajador debe

perfeccionar su arte u oficio mediante la ejecución del mismo.

40
• Deberes administrativos: El empleador debe cumplir las formalidades que la ley

prescribe, por lo general, en beneficio del trabajador. Entre ellas, la suscripción y registro del

contrato de Trabajo. Enviar informes estadísticos dentro de los dos primeros meses de cada

año, a efecto de que las oficinas administrativas de trabajo tengan una panorámica más clara

de la situación laboral del entorno.

Otros deberes relacionados son: La extensión de constancia de vacaciones, conforme

lo establecido en el Artículo 137 del Código de Trabajo. Adicionalmente, corresponde al

empleador extender cartas de información acerca del desempeño laboral o carta de

recomendación en su caso.

Deberes adicionales: Formación, capacitación, preferencia. La motivación y

promoción de los empleados, son, en los últimos años, objeto de estudio por parte de los

especialistas en la administración de personal e ingeniería industrial. Estudios que se

implementan bajo la convicción de que un trabajador realizado en su puesto de trabajo,

desarrolla mejor sus actividades.

ii) Deberes patrimoniales

Los deberes patrimoniales comprenden el pago efectivo en moneda o en especie, de

las cantidades que, conforme al contrato laboral, corresponden al trabajador. Entre ellos

destaca el pago del salario en cualquiera de sus formas (comisión, bonificación), de las horas

extraordinarias, de los salarios diferidos (aguinaldo y Bonificación Anual), de las

indemnizaciones, en su caso, etc. Consideración especial merecen las vacaciones, que

comprenden una prestación no dineraria, pero que incluye el salario en esos días en que se

41
descansa, ya que es un derecho y obligación que la ley reconoce e impone a los

trabajadores por cuenta ajena, de no trabajar un número determinado de días cada año.20

a.2) Por su origen

i) Obligaciones legales

Se derivan directamente de la ley, estas contienen, por lo general, garantías mínimas,

tales como el salario mínimo, el período mínimo de vacaciones, el aguinaldo y bono 14, los

asuetos, el bono-incentivo, etc.; o máximas como en el caso de las jornadas diurnas o

semanales de trabajo.

Las ventajas contractuales (acuerdos colectivos, pactos o convenios) se convierten en

legales, debido al principio de los derechos adquiridos de los trabajadores, plasmado en la

Constitución Política de la República, (Artículo 106); adicionalmente, por la categoría que

tienen los Pactos Colectivos de ley profesional entre las partes (Artículo 49 del Código de

Trabajo), si bien se dan, es como consecuencia del contrato de trabajo.

De la ley deriva todo derecho que está consignado en su texto; estos derechos son

generales y aplicables a todos los contratos, aunque no se hayan detallado en el mismo

Artículo 22 del Código de Trabajo: En todo contrato de trabajo deben entenderse incluidos,

por lo menos, las garantías y derechos que otorgue a los trabajadores la Constitución Política

de la República, el presente Código, sus reglamentos y demás leyes de previsión social).

Estos derechos prescriben en el término de dos años. (Artículo 264 del Código de Trabajo).

20
Ibid. pág. 978

42
ii) Obligaciones contractuales

Las obligaciones contractuales tienen su origen en un acuerdo entre las partes, son

producto de una negociación particular patrono-trabajador y son el contenido del contrato de

trabajo. Por el principio evolutivo del derecho laboral, las condiciones del contrato, que

reflejan las obligaciones, cambian constantemente en beneficio del trabajador (mejor salario,

mayor período vacacional, bonificaciones, etc.); también pueden emanar de acuerdos

colectivos, pactos o convenios, en los que se obtienen mejoras.

Del contrato de trabajo se derivan las cláusulas contractuales que no están

consignadas en la ley y que por lógica deben superar a las normas legales. Estos derechos

que se derivan del contrato, deben prescribir en el término de cuatro meses, desde la fecha

de terminación de dichos contratos. Sin embargo, en la práctica se ha acostumbrado

establecer también en dos años este grupo de derechos, es decir, por costumbre

generalizada se aplica un criterio más favorable al trabajador, cuanto es fijarle en un plazo

mayor la posibilidad de su prescripción.

a.3) Por su beneficiario o acreedor

En algunos casos se entremezclan estas obligaciones, pero pueden establecerse las

categorías siguientes:

i) Directas frente a un trabajador

Frente a cada uno de sus trabajadores el patrono tiene los deberes patrimoniales y

éticos señalados. El acreedor de esos derechos, un trabajador individual, será el primero en

exigir el cumplimiento de esas obligaciones. En caso de incumplimiento, planteará las

43
exigencias o acciones legales pertinentes, a efecto de hacerlas efectivas. Reclamará sus

vacaciones, el pago de sus horas extras, el pago de su aguinaldo, etc.

ii) Directa frente a los trabajadores

Los trabajadores, como grupo, como colectividad, son también titulares de derechos,

los cuales se denominan derechos colectivos o aun derechos sociales (aunque esta última

definición tiene diferentes acepciones).

iii) Frente a las asociaciones laborales

En primer lugar, el empleador debe permitir que sus trabajadores gocen de plena

libertad para asociarse, ya sea en el ámbito informal en forma de grupos coaligados o en una

forma más formal, como los sindicatos. Ello responde al principio de la libertad sindical

plasmada en nuestra legislación (Artículo 209 del Código de Trabajo). Una vez organizado el

grupo de los trabajadores, supone una pronta o inmediata negociación colectiva, ya sea un

simple convenio o un pacto completo. En ambos casos, el empleador tiene la obligación de

negociar. El Artículo 51 del Código de Trabajo establece que el patrono está obligado a

negociar con el respectivo sindicato y por su parte, el Artículo 374 del mismo código, que el

patrono o sus representantes no pueden negarse a recibir a los representantes de los

trabajadores (comités ad-hoc) que se presentan a negociar.

Adicionalmente el empleador debe actuar como agente retenedor del sindicato,

cuando así se le solicite, en cuanto realice los pagos de salarios según lo estipulado en el

Artículo 61, literal i, del Código de Trabajo, que prescribe la obligación de "deducir del salario

del trabajador las cuotas ordinarias y extraordinarias que le corresponda pagar a su

respectivo sindicato o cooperativa".

44
iv) Frente a las autoridades administrativas

Como las contenidas en el Artículo 61, literales a, f, h, j. que, resumiéndolas son:

Enviar informes de egresos por salarios, nombres y apellidos de trabajadores, etc., dentro de

los dos primeros meses del año; permitir la inspección y vigilancia de la empresa por parte

de autoridades de trabajo.

• En la ley, podemos encontrar las obligaciones de los patronos en el Artículo 61 del

Código de Trabajo

b) Obligaciones del trabajador

Al igual que con las obligaciones del empleador, en las del trabajador podemos

distinguir también obligaciones patrimoniales y no patrimoniales o éticas las que

detallaremos a continuación:

b.1) Obligaciones patrimoniales

La principal obligación patrimonial del trabajador es la de prestar su servicio con

diligencia y conforme a lo convenido con su empleador. El empleador paga por ese servicio y

en esas condiciones, para el empleador significa una erogación de tipo económico.

a.2) Obligaciones no patrimoniales

Dentro de las obligaciones no patrimoniales, encontramos un deber de lealtad e

identificación que se debe al patrono.

En otras latitudes se percibe un marcado sentimiento de equipo con el empleador,

conocido como "espirit de empres" (espíritu de empresa). Se considera que el desarrollo

45
económico del Japón debe mucho de su éxito al sentimiento corporativo que priva entre los

empleados entre sí y con su empleador. Dicho sentimiento implica lealtad por las dos vías,

tanto del empleador para con sus trabajadores, como de éstos para con aquél. Esta

obligación va más allá de laborar con eficiencia, de cuidar los bienes del patrono, guardar los

secretos industriales, etc. Es una identificación entre dos personas (aunque una de ellas sea

persona jurídica) y una convergencia de intereses que en mucho (no en todo) son y deben

ser comunes.

El literal e del Artículo 63 del Código de Trabajo, establece una obligación del

trabajador, que apunta sin duda en la dirección de identificarse con el patrono, al indicar que

el trabajador está obligado a "prestar los auxilios necesarios en caso de siniestro o riesgo

inminente en que las personas o intereses del patrono o de algún compañero de trabajo

estén en peligro, sin derecho a remuneración adicional.

Sobre la responsabilidad directa del trabajador, son pocas las normas específicas,

entre ellas, el Artículo 121 del Código de Trabajo, establece que "no se consideran horas

extraordinarias las que el trabajador ocupe en subsanar los errores imputables sólo a él,

cometidos durante la jornada ordinaria, ni las que sean consecuencia de su falta de actividad

durante tal jornada, siempre que esto último le sea imputable".

A diferencia de otras legislaciones, la nuestra no establece una diferenciación o

beneficio al trabajador en cuanto al incumplimiento general de los contratos; al tenor del

Artículo 24 del Código de Trabajo, "La falta de cumplimiento del Contrato Individual de

Trabajo o de la relación de trabajo, sólo obliga a los que en ella incurran a la responsabilidad

económica respectiva, o sea a las prestaciones que determine este Código y sus

46
reglamentos y las demás leyes de trabajo o de previsión social, sin que en ningún caso

pueda hacerse coacción contra las personas". Es pues una disposición que en principio

aplica tanto a trabajadores como a empleadores.

Cuando el patrono pone unilateralmente fin a la relación laboral, aplica el principio de

daño causado y por lo mismo de pago de indemnización (Artículos 78 y 82 del Código de

Trabajo); pero cuando la decisión la toma el trabajador, su única obligación consiste en dar el

preaviso según lo establecido en el Artículo 83 (de una semana hasta un mes de anticipo,

según sea la antigüedad del contrato). Sin embargo, en caso de no dar este preaviso, "no

pueden ser compensados pagando el trabajador al patrono una cantidad igual al salario

actual (...) salvo que este último (el patrono) lo consienta". O sea que el trabajador

teóricamente está obligado a tener que laborar el tiempo del preaviso si el patrono no acepta

el pago compensatorio. El patrono puede ordenar al trabajador que cese en su trabajo una

vez recibe el aviso. Son prácticamente desconocidos los casos en que los empleadores

hagan uso de este derecho.

• En el ámbito legal encontramos las obligaciones de los trabajadores en el Artículo

63 del Código de Trabajo.

3.4.1.2 Derechos

Tal y como lo establecen las leyes, todas las personas tienen derechos y

obligaciones, en una relación laboral, así como existen obligaciones, las cuales son parte

fundamental para el desarrollo de una relación, también existen derechos que a continuación

analizaremos.

47
a) Derechos de los patronos

Dentro de los derechos de los patronos tenemos:

a.1) Derecho a la libre elección de los trabajadores

Este es un derecho previo a la celebración del contrato y se mantiene siempre, salvo

en aquellos casos especiales en que se limita esta libre elección, como por ejemplo que se

haya acordado en un Pacto Colectivo una mecánica específica de contratación, o que en

casos de emergencia nacional, el gobierno ordene una contratación forzosa.

a.2) Derecho de adquisición del producto de trabajo

Este derecho se deriva del mismo contrato de trabajo y en consecuencia, el patrono es

dueño del producto de trabajo. El diferencial en el precio de los bienes que se adquieren por

virtud del trabajo que se realiza, es el principal incentivo que motiva al empleador para crear

el puesto de trabajo.

a.3) Facultad de mando y sus manifestaciones

Se habla de un poder de dirección o IUS VARIANDI,21 que es el derecho a modificar

dentro de ciertos límites las condiciones de trabajo. También se comprende aquí la potestad

disciplinaria y la facultad o potestad premial (de precio). El poder de dirección se deriva de la

facultad de organizar la empresa y el trabajo y se manifiesta como la potestad de dirigir el

trabajo y el trabajador está obligado a seguir las instrucciones del patrono, hasta los límites

del abuso del derecho. Guatemala no tiene incorporado este principio, pues el Artículo 20

decreto 1441 establece que las condiciones que rigen un contrato o una relación de trabajo

no pueden alterarse fundamental o permanentemente salvo acuerdo expreso entre las partes

21
Ibid. pág. 519

48
o que así lo autorice el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, cuando lo justifique

plenamente la situación económica de la empresa.

a.4) Potestad disciplinaria

El poder de dirección conlleva una facultad disciplinaria por parte del director del

trabajo, para ello existe el Reglamento Interior de Trabajo, que es el conjunto de normas que

regulan la forma y condiciones de la prestación de servicios en determinada empresa.

a.4) Facultad premial

Es llamada también de recompensa, se premia por diferentes acciones o actitudes de

los trabajadores, tales como: espíritu de servicio, actos heroicos, antigüedad en la empresa,

fidelidad de la empresa, afán de superación. Los premios pueden ser becas, dinero,

reconocimiento público, etc.

b) Derechos de los trabajadores

Básicamente se establece que el trabajador tiene derecho a la remuneración por sus

servicios y su derecho a condiciones dignas de trabajo.

Los derechos de los trabajadores están íntimamente relacionados con los deberes del

empleador, por lo que es aplicable lo que se indicó sobre la preferencia, capacitación.

Nuestra legislación no contiene un detalle específico de estos derechos, por lo que

cualquier enumeración quedaría en breve superado en virtud del carácter evolutivo de esta

rama del derecho. Por ello los derechos se desprenden del contenido de las fuentes

formales, tales como la ley, los Pactos o Convenios Colectivos, la costumbre y los usos.

49
Además es importante tener en cuenta los derechos adquiridos, relacionado con la

irrenunciabilidad de derechos.

Por lo mismo, el listado de esos derechos nunca va a estar completo y dependerá de

cada legislación o lugar de trabajo la adquisición u otorgamiento de prerrogativas adicionales.

El principal derecho de los trabajadores es el de recibir puntualmente su salario,

comprendiéndose dentro de éste todas aquellas prestaciones que debe recibir a cambio de

su trabajo.22

Existen algunos derechos que se consideran inmersos en determinados contratos:

habitación, aprovechamiento de frutos y leña, educación básica, alfabetización, etc.

Desde el momento en que el trabajador inicia su relación de trabajo empiezan a surtir

los efectos del contrato de trabajo, con la excepción del período de prueba que es de dos

meses a partir del momento de iniciada la relación jurídica laboral. Hablamos de esto como

excepción porque durante ese período de dos meses puede dejarse sin efecto el contrato de

trabajo sin responsabilidad para ninguna de las dos partes, por falta de cumplimiento.

Artículo 81 del Código de Trabajo.

Además de los derechos señalados por las leyes podemos mencionar los siguientes:

a) Derecho a percibir un salario de acuerdo a la labor realizada y pactada con el

patrono o su representante;

22
De la cueva, Ob. Cit. pág. 280

50
b) Derecho a un día de descanso semanal remunerado, después de seis días de

trabajo continuos, lo mismo que a los días de asueto declarados oficialmente, todos

deben ser remunerados;

c) Derecho a laborar de acuerdo a las jornadas fijadas por la ley, jornadas máximas

semanales como mensuales, las que están determinadas según el horario y ciase de

labores realizadas;

d) Derecho a percibir pago adicional por laborar tiempo extraordinario.

e) Derecho a gozar de vacaciones remuneradas después de un año de trabajo

continuo;

f) Derecho a percibir un aguinaldo equivalente al cien por cien del sueldo mensual,

pagado al final de cada año calendario;

g) Derecho a ser indemnizado con el equivalente a un sueldo por cada año laborado,

si es despedido de su trabajo sin justa causa;

h) Derecho a recibir una pensión al ser retirado por vejez o enfermedad. Artículo 82,

literal e, del Código de Trabajo;

i) Derecho de los dependientes económicos del trabajador, si este falleciere estando al

servicio de un patrono. Artículo 85, literal a, del Código de Trabajo.

3.4.2. Presunción de la existencia del contrato de trabajo

Actualmente la legislación laboral establece que es el patrono quien está obligado a

presentar el contrato de trabajo, sin embargo y tal como lo señala Manuel Ossorio "Se

presume la existencia del contrato y de la relación de trabajo entre el que presta un trabajo

personal y el que los recibe".23

23
Ossorio. Ob. Cit. pág.222

51
3.4.3. Requisitos formales del contrato individual de trabajo

De conformidad con el Código de Trabajo, el escrito en que constan las condiciones

de trabajo (Contrato individual de trabajo), deberá contener lo siguiente:

Nombre, nacionalidad, edad, sexo, estado civil, domicilio del trabajador y del patrono; si la

relación es para obra o tiempo determinado o tiempo indeterminado; el servicio o los

servicios que deban prestarse, los que se determinarán con la mayor precisión posible. El

lugar o lugares donde deba prestarse el trabajo; la duración de la jornada; forma y monto

del salario; el día y el lugar de pago del salario; La indicación de que el trabajador será

capacitado o adiestrado en los términos de los planes y programas establecidos o que se

establezcan en la empresa, conforme a lo dispuesto en esta ley; otras condiciones de trabajo

tales como días de descanso, vacaciones y demás que convengan el trabajador y el

patrono.

3.4.4. A quien se le imputa la falta de contrato individual de trabajo

Estipula el Código de Trabajo que la prueba plena del contrato escrito solo puede

hacerse con el documento respectivo. La falta de este o la omisión de algunos de sus

requisitos se debe imputar siempre al patrono y si a requerimiento de las autoridades de

trabajo no lo exhibe, debe presumirse, salvo prueba en contrario ciertas las estipulaciones de

trabajo afirmadas por el trabajador.

3.5. Tipos de contratos de trabajo

Por muchos años, el patrón tradicional de la relación de trabajo o la relación de trabajo

típica ha sido el trabajo a tiempo completo, en virtud de un contrato de trabajo de duración

ilimitada, con un solo empleador y donde se goza de protección contra el despido

injustificado. Casi en todas partes es aún el patrón prevaleciente. No obstante, a partir de los

52
años 80 comenzaron a perfilarse nuevos patrones de trabajo quizás denominados

desacertadamente formas atípicas de empleo. Estas formas incluyen, pero no se limitan a

ellas, las modalidades siguientes: trabajo a tiempo parcial, contratos de trabajo de duración

determinada y la denominada relación triangular de trabajo, es decir, la modalidad en virtud

de la cual los trabajadores son contratados por un empleador para que desempeñen

funciones para un tercero, identificado como la empresa usuaria. Por otra parte, un número

cada vez mayor de contratos para la realización de trabajos o la prestación de servicios que

tradicionalmente se inscribían en el marco de un contrato de trabajo ahora sobrepasan ese

marco para engrosar la categoría denominada acuerdos contractuales o contrato de

prestación de servicios profesionales, aunque tal término no deja de plantear malos

entendidos. Desde un punto de vista jurídico, las personas que realizan tareas en virtud de

este tipo de acuerdos no se consideran trabajadores.

Las razones subyacentes a la expansión de las modalidades atípicas de empleo así

como los acuerdos contractuales para la realización de trabajos de carácter dependiente que

sobrepasan el ámbito de una relación de trabajo son diversas y se asocian tanto a retos

económicos, técnicos o de organización como a los cambios políticos y jurídicos que han

facilitado su aparición. También han contribuido a dicha expansión la emergencia de nuevas

actitudes frente al trabajo. Sea cual sea la razón, el hecho es que muchas personas con

empleos atípicos o que no tienen el estatuto de trabajador, no gozan de protección social

alguna o ésta es mínima en virtud de la legislación laboral o sobre seguridad social

vigentes.

Toda esta cuestión se presta a mucha controversia y las opiniones y posturas de

empleadores y trabajadores al respecto son muy divergentes. La cuestión reside sin embargo

53
en conseguir que se eviten los abusos y se proteja a los trabajadores y no tanto en poner en

tela de juicio el derecho a recurrir a tales modalidades de trabajo cuando las circunstancias lo

justifiquen.

Con tal paisaje como telón de fondo, la Oficina Internacional del Trabajo realiza

estudios, publica información y proporciona asesoramiento en materia de política y

legislación laboral para ayudar a los Estados miembros a abordar estas cuestiones. Es

fundamental que no se discrimine a los trabajadores exclusivamente en virtud de su estatuto

jurídico frente a la persona natural o jurídica para la que realizan trabajos o a quien prestan

servicios. Una adecuada definición operacional de lo que constituye una relación de trabajo,

una orientación adecuada en materia de política referente al cuándo y al cómo abordar la

relación atípica de trabajo son cruciales para la gobernanza y la equidad en el mercado de

trabajo.

Por su parte el Código de Trabajo guatemalteco establece que el contrato individual de

trabajo puede ser:

Contrato por tiempo indefinido: que es cuando no se especifica fecha para su

terminación.

Contrato a plazo fijo: cuando se especifica fecha para su terminación o cuando se ha

previsto el acaecimiento de algún hecho o circunstancia como la conclusión de una

obra, que forzosamente ha de poner término a la relación de trabajo.

Para obra determinada: cuando se ajusta globalmente o en forma alzada el precio de

los servicios del trabajador desde que se inician las labores hasta que éstas

concluyan.

54
Contrato escrito: de acuerdo al Código de Trabajo, todos los contratos deben ser

escritos, salvo algunas excepciones.

Contrato verbal: son los que de conformidad con la ley no es necesario que conste

por escrito.24

Las necesidades de la sociedad y de las empresas han hecho que se creen otras

modalidades de los contratos de trabajo, los cuales algunos de ellos son:

a. Contrato de trabajo temporal de obra y servicio determinados

b. Contrato de trabajo eventual por circunstancias de la producción

c. Contrato de trabajo en prácticas

d. Contrato de trabajo para la formación

e. Contrato de trabajo de relevo

f. Contrato de trabajo en sustitución por jubilación

g. Contrato de trabajo de naturaleza mixta

h. Contrato a tiempo parcial

i. Contrato de trabajo de aprendizaje

j. Contrato de trabajo a domicilio,

k. Contrato de trabajo doméstico, etc.

24
Ibid.

55
56
CAPÍTULO IV

4. El trabajo doméstico

4.1. Antecedentes

No todos los trabajos son considerados como actividades productivas. Productivas

serían sólo aquellas actividades que están orientadas a la producción de bienes o servicios

para el mercado. No es contemplada, por tanto, aquella producción que no está estructurada

a través de las relaciones mercantiles. Esta producción no mercantil tiene lugar en trabajos

que son realizados mayoritariamente por mujeres: casi todas las mujeres, en mayor o menor

medida, las realizan y casi todas las personas que las realizan son mujeres. Estamos

hablando de la ayuda familiar, del trabajo voluntario y, sobre todo, del trabajo doméstico.

Las tareas o labores que son realizadas dentro de un espacio de tu propiedad o cuyos

"beneficiarios" son tus familiares, parece que no son productivas. De esta manera, las

mujeres que se dedican de manera exclusiva a estas actividades no mercantiles son

consideradas por las encuestas oficiales como inactivas. A esta "desconsideración" oficial del

trabajo doméstico hay que unir la poca valoración social. El trabajo doméstico o bien no se

paga o se paga muy poco, cuando no hay una mujer que esté dispuesta a hacerlo sin cobrar.

En cualquiera de los casos, es un trabajo considerado fácil, si es que es considerado de

alguna manera, por las personas que se benefician de él.

El trabajo doméstico no requiere de una cualificación especial para su realización: es

un trabajo que se aprende con la práctica y sin requerir una inversión de tiempo y esfuerzo,

ni un nivel cultural alto. Un análisis menos cerrado nos muestra, sin embargo, que el nivel de

formación requerido para la realización del trabajo doméstico no es tan reducido ya que este

trabajo consiste en la realización y organización de multitud de tareas especializadas muy

57
distintas entre sí. Además, resulta curioso que la excusa más generalizada que pone el

hombre para no realizarlo sea el no saber hacerlo, estrategia que no sólo muestra una

tendencia clara a la comodidad, sino también una incapacidad técnica adquirida. Si no es

difícil y todo se reduce a ponerte a hacerlo, no se entiende la torpeza en su realización que

muestran los hombres que no están habituados a hacerlo.

Otro factor que produce esta poca valoración del trabajo doméstico es la

desinformación sobre los productos y sobre las tareas necesarias para su realización. Hay un

vacío de información sobre cuáles son los procesos, tareas y sub-tareas necesarias para

producir un objeto o servicio para el hogar y, por tanto, todo el trabajo doméstico es reducido

a las acciones genéricas principales. La mayor parte del trabajo doméstico es invisible para

quien no lo realiza. Además los resultados -los productos o servicios resultantes de esas

labores- no duran, sobre todo las tareas que podemos llamar de mantenimiento, relacionadas

con la casa como espacio físico habitable.

Esta escasa valoración y consideración social incide directamente en la forma como la

mujer percibe su propio trabajo. Aunque la mujer valora altamente la función que cumple, la

realización efectiva de las tareas es vivida como algo rutinario y poco gratificante. Además, la

importancia concedida al papel doméstico que desempeñan no se corresponde con la

valoración que le atribuyen los demás, por lo que es percibido como un trabajo

"desagradecido". De esta manera, se transfiere al trabajo una característica que le es

atribuida por quienes no lo realizan y se benefician de él, eludiendo de esta manera el

conflicto personal.

58
Las mayoría de las mujeres que realizan el trabajo doméstico de manera exclusiva

consideran esta actividad como una obligación: es su trabajo, si bien es un trabajo por el que

no reciben remuneración económica, es decir, falta el dinero como referente social de valor.

Además es un trabajo con frecuencia duro, y siempre rutinario, cuyos resultados no

permanecen sino que son consumidos por la unidad familiar, que es escasamente

reconocido tanto socialmente como por las personas que conviven con ella, que en la

mayoría de las ocasiones sólo tiene un reconocimiento negativo, cuando el trabajo no es

realizado o está realizado deficientemente según el criterio de los demás, y que implica un

componente de recluimiento en la esfera privada de la casa que las limita personalmente.

Bajo estas premisas cabría preguntarse qué es lo que lleva a las mujeres a asumir

esta obligación a dedicarse al trabajo doméstico. Esta motivación sólo la encontramos en la

identificación con el trabajo realizado: las mujeres que se dedican al trabajo doméstico,

proyectan al hacerlo su propia personalidad en la casa y en las personas que conviven con

ella; la casa se convierte mediante el trabajo en algo propio y, por lo tanto, gratificante. Se

produce una apropiación del espacio doméstico, a la par que una prolongación de sí misma

en la casa. El trabajo doméstico adquiere así un valor en sí mismo, como realización

personal. Esta es la razón por la que los reconocimientos y halagos del trabajo doméstico,

aún siendo escasos, tienen tanta importancia para la mujer que lo realiza.

La flexibilidad de horarios, la organización autónoma del trabajo y que la trabajadora

no está situada dentro de una relación laboral jerárquica o de poder formal que dirija u

ordene su actividad, son otras características del trabajo doméstico que lo hacen

gratificante y favorecen la identificación con él. Además, aunque no reciban una

59
compensación económica por su trabajo, lo consideran como una aportación a la economía

familiar al concebirlo como un ahorro.

Una definición objetiva del trabajo doméstico plantea varios problemas. El primero es

que ciertas actividades que entran dentro de ella y producen, por tanto, un valor doméstico,

no son consideradas como tal trabajo por las personas que lo realizan.

Entre estas actividades que no son consideradas como trabajo destacan, por el valor

producido y por el tiempo dedicado a ellas, la atención y cuidado de personas (hijos e hijas y

personas enfermas o incapacitadas) y las actividades de ocio productivo. Dentro de la

atención a los hijos e hijas, esta exclusión de lo que es considerado trabajo no sólo se da en

las actividades de compartir juegos, o acompañarlos en edades tempranas, sino también en

actividades tales como la información y el asesoramiento en edades más avanzadas. En

cuanto al ocio productivo, sólo es considerado como trabajo cuando el valor producido es

apreciable, por ejemplo la confección de prendas de vestir, y aún así no en todos los casos.

En cuanto a la atención y cuidado de personas, en su exclusión de lo que es considerado

trabajo doméstico, parece estar presente un factor de afectividad: no es trabajo lo que

satisface afectivamente. En el segundo caso, el ocio productivo, parece estar presente un

factor de demanda: no es trabajo lo que no es demandado-exigido por el núcleo familiar, vale

decir lo que es hecho por gusto.

Un segundo problema es que este proceso de valorización o producción de valor

doméstico, está impregnado por una serie de actividades de organización y gestión que

permanecen ocultas, y que son englobadas bajo ciertas formas tópicas de consideración con

60
el término "llevar una casa". Estos componentes añadidos a las tareas son los que definen el

papel de "ama de casa" independientemente de quien realice efectivamente las tareas.

El término genérico de tarea engloba todos los procesos concatenados y lineales, que

tienen como resultado un objeto o servicio concreto. Aunque el trabajo doméstico es descrito

de modo cronológico según su realización separando, tarea a tarea, la exposición de las

tareas domésticas por las mujeres, se presenta como un continuo, una larga enumeración, lo

que hace suponer un círculo sin principio ni fin.

El análisis posterior que realizan de él, no se centra en la tarea de modo individual,

sino en agrupaciones de tareas. Las tareas no se agrupan por la similitud que puede existir

entre ellas, sino en cuanto que formen parte de un proceso a través del cual se cumple una

función.

Una función doméstica es un conjunto de tareas inter-relacionadas que satisfacen una

"necesidad" doméstica, es decir generan un valor de uso consumible por la unidad

doméstica. Cada función incluiría tanto las tareas destinadas a cumplirla, como los procesos

o distintos modos de articularse dichas tareas tanto temporal, según una sucesión, como

orgánicamente, según sub-procesos. De esta manera, una misma función puede ser

cumplida de diferentes formas, es decir, siguiendo distintos procesos o modos de articularse

las tareas, e incluso realizando distintas tareas.

Esta forma de considerar el trabajo doméstico bajo el doble prisma de la tarea

concreta y de la función doméstica para la que es realizada, nos permite contemplar el valor

del trabajo "oculto" de organización y gestión doméstica. Así, cada función tendría el valor

61
resultante de la suma de los valores parciales de todas las tareas realizadas para su

consecución, más el valor añadido de su planificación, organización y gestión.

Las funciones domésticas conllevan un elemento de responsabilización en su

cumplimiento. Mientras las tareas son realizadas o no, las funciones están asignadas, lo que

supone una responsabilización en cuanto a la satisfacción de la necesidad doméstica que

sea, en un nivel predeterminado. El trabajo doméstico consiste en la realización de las tareas

destinadas a satisfacer las necesidades domésticas. Ahora bien, más allá de unos mínimos

absolutos de orden biológico, estas necesidades son siempre relativas en un doble sentido:

- En un sentido social, es decir, son necesidades comúnmente aceptadas por la sociedad en

su conjunto, o por el grupo de pertenencia de la unidad familiar. Son mínimos o estándares

"culturales".

- En un sentido privado, ya que es la propia mujer y las personas que conviven con ella,

quienes definen estas necesidades según niveles o estándares de exigencia particulares.

En la mayoría de las ocasiones, la mujer es la responsable del trabajo doméstico.

Podemos decir que lo "normal" es que el papel de ama de casa lo desempeñe una mujer, ya

realice el trabajo doméstico de manera exclusiva o junto a otras actividades mercantiles o no,

y ya reciba o no ayudas por parte de otros miembros de la unidad familiar o por terceras

personas. Hay tres tipos de "ayudas" prestadas a la persona responsable del trabajo

doméstico:

- La realización incidental o esporádica, con una mayor o menor frecuencia, de tareas

concretas;

- el reparto de tareas, o la realización habitual de tareas insertas en una actividad controlada

por la mujer;

62
- el reparto de responsabilidades, que implica la organización, gestión y realización de un

conjunto de tareas interrelacionadas, así como la responsabilización en la satisfacción de

una necesidad doméstica.

De estas tres formas de ayuda sólo la tercera, el reparto de responsabilidades, supone

una forma de trabajo compartido, siendo la forma de "ayuda" menos frecuente.

Para la mayoría las mujeres que realizan una actividad laboral, sea asalariada o por

cuenta propia, el trabajo doméstico supone un "doble trabajo". Trabajar fuera del hogar no

libera a las mujeres de sus obligaciones domésticas, salvo en casos excepcionales. La mujer

que trabaja fuera del hogar rebaja el nivel de exigencia en cuanto a su propio trabajo

doméstico y, en general, recibe más ayudas. Pero casi siempre ella es la responsable, con lo

que no sólo le supone una duplicidad de trabajo, sino que además incide directamente sobre

su carrera laboral, cuando tiene hijos o el trabajo doméstico incluye el cuidado de personas.

El abandono laboral tras el embarazo es sólo un caso extremo de las consecuencias que

para la mujer tiene la asunción de una obligación doméstica.

Compartir el trabajo doméstico es la única solución que tiene la mujer que quiere

trabajar, pero en general los hombres no están dispuestos a asumir responsabilidades y se

limitan en el mejor de los casos a "ayudar" a la mujer en casa.

4.2. Definiciones.

El trabajo doméstico es el conjunto de actividades obligatorias y gratuitas que se

realizan en todos los hogares como parte de las medidas para dignificar la calidad de vida,

que incluyen cuestiones de higiene y salud (lavar, planchar, cocinar, cuidar, arreglar y servir).

63
Lissete González, integrante del Colectivo Atabal, A.C. de Mexico, señala que el

trabajo doméstico “no es una simple suma de tareas caseras, es además el eje central para

mantener un equilibrio efectivo y afectivo, entre necesidades y deseos de todos los

integrantes de la familia.”25

Continúa señalando la activista que “Estas actividades asumidas por las mujeres

desempeñan un papel esencial para el buen funcionamiento de las sociedades y las

economías que la sustentan, las cuales requieren de aptitudes, experiencias y sentido de

responsabilidad que no son reconocidas a pesar de su importancia”26.

Además señala que: “El trabajo doméstico no es valorado principalmente por dos

razones: La primera es por la creencia de que todo lo relacionado con el ámbito doméstico es

por naturaleza femenino, y segundo, por la idea de que se trata de un trabajo improductivo al

no ser remunerado, o al menos no de la forma adecuada”.

Por ello el colectivo Atabal propone que como parte de la celebración se democratice

el trabajo al interior de los hogares de manera equitativa para todas y todos los integrantes

de la familia y de manera destacada, se promueva el respeto a los derechos laborales de las

trabajadoras del hogar, creando instancias legales que regulen las condiciones de empleo y

trabajo contra la situación de desventaja de la mujer en el mercado laboral.

4.3. El trabajo doméstico en Guatemala

En Guatemala existía una situación claramente discriminatoria que establecía

funciones sociales, económicas, políticas y culturales fuertemente estereotipadas que

subordinaban a las mujeres guatemaltecas en prácticamente todos los órdenes y planos

25
Coordinadora de Análisis y Selección Informativa de CIMAC http://www.cimac.org.mx/noticias/semanal01/cervantes.
26
Ibid

64
contemplados en todos los artículos de las convenciones laborales, firmadas y ratificadas por

Guatemala.

4.3.1. Género y raza en Guatemala

De conformidad con un estudio realizado por la organización internacional Human

Rights Watch Guatemala, intitulado “Del hogar a la fábrica- Discriminación en la fuerza

laboral guatemalteca”, Al menos la mitad de los 11 millones de habitantes de Guatemala son

de origen maya. Existen 21 comunidades etnolingüísticas mayas y dos pequeños grupos

minoritarios: los xincas y los garífunas (afrocaribeños de la costa atlántica). Los mayas han

sido discriminados, reprimidos y desposeídos violentamente desde la colonización27.

Mujeres en la fuerza laboral: La desigualdad de la mujer en la fuerza laboral es un

reflejo de su desigualdad en el hogar y en la sociedad en general. El Código de Trabajo de

Guatemala prohíbe sin ambigüedad que los empleadores especifiquen, en la mayoría de los

casos, el sexo, la raza, la etnia o el estado civil en los anuncios de empleo, y toda

diferenciación entre mujeres solteras y casadas y/o mujeres con responsabilidades

familiares. Sin embargo, hasta 1998, el Código Civil de Guatemala otorgaba al esposo la

autoridad de negarle a su esposa el derecho a desarrollar actividades fuera del hogar; hasta

1999, el código declaraba que las mujeres podían trabajar fuera del hogar "cuando ello no

perjudique el interés y el cuidado de los hijos ni las demás atenciones del hogar." Estas

disposiciones se revocaron después de que la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos determinara que estas normas, así como otras disposiciones, violaban los artículos

1.1, 2, 17 y 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La participación de la

mujer en la población económicamente activa (PEA) ha aumentado significativamente en la

27
Human Rights Watch Guatemala, Del hogar a la fábrica- Discriminación en la fuerza laboral guatemalteca, pag. 1

65
última década. En 1989-1990, las mujeres solo constituían el 25.5 por ciento de la PEA,

mientras que su participación en 1998-1999 se calculaba en el 35.2 por ciento. Hace una

década, las mujeres mayas representaban solo el 19 de la PEA, mientras que las mujeres

ladinas constituían el 27 por ciento. Las mujeres se concentran principalmente en el sector

servicios, donde constituyen el 74 por ciento de la fuerza laboral. Las mujeres solo

representan el 17 por ciento de la mano de obra industrial y solo el 8 por ciento de la fuerza

laboral agrícola, según las últimas estadísticas disponibles. El aumento de la participación de

la mujer se ha producido principalmente en los sectores menos garantizados y menos

protegidos de la economía. De hecho, los únicos sectores en los que predominan las mujeres

son el sector informal, donde las mujeres constituyen el 55 por ciento de la fuerza laboral, y

el trabajo doméstico remunerado, donde las mujeres representan el 98 por ciento de la

fuerza laboral. Al igual que está sucediendo con la participación de la mujer en la fuerza

laboral en toda América Latina, la participación de las mujeres guatemaltecas en el sector

formal ha aumentando en la manufactura y la industria debido a la expansión del sector de

las exportaciones no tradicionales, especialmente la confección con material fabricado en

otro país. Las mujeres guatemaltecas con escasa o ninguna educación o formación

profesional tienen pocas posibilidades de obtener trabajo remunerado. Una alternativa

tradicional ha sido el trabajo doméstico remunerado en casas particulares; una opción más

reciente has sido el empleo en las maquilas. En el primer caso, mujeres jóvenes y

muchachas han viajado largas distancias desde aldeas rurales para trabajar en casas de la

capital y en otras zonas urbanas. Históricamente, las mujeres mayas han engrosado las filas

de la mano de obra doméstica y, a pesar de las afirmaciones del gobierno de que solo

constituyen ahora la mitad de las trabajadoras de casa particular, continúan siendo asociadas

con el servicio doméstico. En el último caso, el advenimiento del sector de la maquila en los

ochenta implicó un auge de los empleos en las fábricas para mujeres, especialmente en la

66
capital y sus alrededores. Las mujeres integran la mayoría de los trabajadores de las

maquilas debido a una combinación de preferencia de los empleadores por una mano de

obra femenina y el atractivo que tiene para las mujeres jóvenes un empleo alternativo al

trabajo de casa particular o agrícola. Las maquilas y el trabajo de casa particular compiten

esencialmente por el mismo tipo de trabajadoras. Este hecho ha sido pregonado por los

promotores de la industria para demostrar los beneficios de la revolución de las maquilas. En

1991, un funcionario de la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID)

dijo a un investigador académico que "existía una progresión habitual de trabajadoras

manuales del campo o domésticas a empleadas de maquilas, por la que las muchachas

pueden empezar como empleadas de casas particulares pero verse atraídas por las plantas

de maquila debido a la mejora del salario y las condiciones, y la mayor libertad."171 Casi

diez años después, un líder empresarial guatemalteco explicó a Human Rights Watch que el

sector de la maquila ofrece a las mujeres la oportunidad "de pasar de hacer tortillas en su

casa al trabajo doméstico a la maquila a tener otras oportunidades, para tener un futuro

[mejor]."28

4.3.2. Trabajadoras de casa particular

El trabajo de casa particular es una profesión antigua en Guatemala. En este país,

como en el resto de América Latina, el servicio doméstico ha sido una categoría laboral

importante desde el período colonial. La actual demanda de trabajadores domésticos es

bastante alta y generalizada, aunque está sujeta a fluctuaciones en función del estado

general de la economía. Al menos el dos por ciento de la población económicamente activa

de Guatemala participa en el trabajo doméstico remunerado. En 1967, se registraron 61,548

trabajadores domésticos; la OIT estima que en la actualidad podría llegarse a los 300,000 en

28
Ibid, pag, 3

67
todo el país29. El servicio doméstico no solo corresponde a la clase alta, también la clase

media e incluso familias de clase trabajadora emplean algún tipo de ayuda doméstica

remunerada. El trabajo de casa particular remunerado en Guatemala comparte

características comunes a esta profesión en todo el mundo. Primero, este trabajo lo realizan

casi invariablemente las mujeres. Segundo, el trabajo está fuertemente asociado con un

grupo étnico particular. Tercero, las trabajadoras de casa particular suelen ser emigrantes, y

por lo tanto están aisladas en su nuevo entorno. Cuarto, el trabajo se sitúa dentro de la

esfera privada, no está regulado en la mayoría de los casos y está protegido del escrutinio

público. Finalmente, las trabajadoras de casa particular, como categoría de trabajadores,

disfrutan de menos protecciones legales que el resto de los trabajadores. En conjunto, estas

características fomentan un aumento de la vulnerabilidad frente a los abusos. El trabajo

doméstico se considera una extensión natural del papel de la mujer en la sociedad: el

mantenimiento del hogar y la familia. De hecho, casi el 98 por ciento de todos los

trabajadores domésticos de Guatemala son mujeres (el 2 por ciento restante de empleados

domésticos varones realizan tareas identificadas con lo masculino, tales como manejar

automóviles). Las trabajadoras de casa particular remuneradas realizan básicamente las

tareas que, según la sociedad, debería hacer la mujer de la casa gratuitamente. Debido a

que tiene lugar en el hogar, lo realizan mujeres y no suele estar remunerado, el trabajo

doméstico se considera no cualificado y de baja categoría. Esta situación devaluada se

traduce en salarios más bajos y menos garantías para las mujeres que realizan estas tareas

a cambio de una remuneración. En Guatemala, el trabajo doméstico se identifica también

con un grupo étnico particular. Las mujeres mayas siempre han constituido una parte

importante de la mano de obra doméstica. Según las estadísticas oficiales de 1999, los datos

más recientes disponibles señalan que “la mitad de los trabajadores domésticos de

29
Ibid.

68
Guatemala son indígenas”30. Las organizaciones que trabajan con trabajadoras de casa

particular insisten en que la cifra real es mucho más alta, y quizá llegue al 70 por ciento.177

En la imaginación colectiva, las mujeres mayas están tan identificadas con el servicio

doméstico que una intelectual guatemalteca explicó: "se asocia con frecuencia que toda

mujer maya es o ha sido `sirvienta' o tratada o vista como tal."178 La mayoría de las

trabajadoras de casa particular emigran de aldeas rurales para trabajar en casas particulares

urbanas. Su situación de emigrantes agrega otra dimensión a su dependencia del empleador

y su vulnerabilidad frente a los abusos. Las trabajadoras de casa particular, desligadas de

sus comunidades y con frecuencia jóvenes y sin una red de apoyo, saben muy poco sobre

como moverse en la vida urbana o negociar sus condiciones de empleo. El padre Julián

Oyeles, director del Proyecto Conrado de la Cruz, una organización que ofrece servicios

directos y educación a trabajadoras de casa particular, explicaba: “Cuando una muchacha

de catorce años llega a pedir un trabajo, con toda su ingenuidad, su propia visión del mundo

y su lengua, se encuentra con grandes obstáculos de comunicación, una situación de la que

se aprovechan para establecer la base y los principios del servilismo... El patrón de esta

muchacha definirá el salario que gana, el trabajo que hace, el horario de trabajo, los días que

puede salir, dónde puede ir e incluso que lengua debe hablar en la casa y como debe

vestirse”31. Las trabajadoras de casa particular no tienen un sindicato propio en Guatemala,

ni ningún sindicato existente realiza trabajo alguno de organización entre trabajadores

domésticos.180 En cambio, estas trabajadoras coinciden en un puñado de asociaciones no

gubernamentales y religiosas. El Centro de Apoyo para las Trabajadoras de Casa Particular

(CENTRACAP) fue fundado en 1991 para mejorar las condiciones lamentables de las

trabajadoras de casa particular. En los últimos años, el CENTRACAP ha concentrado sus

energías en presionar al Congreso de la República para que apruebe una ley especial a favor

30
Ibid, pag. 4
31
Ibid.

69
de los derechos de las trabajadores domésticas. Casa San Benito y el Proyecto Conrado de

la Cruz son dos organizaciones dirigidas por la iglesia católica que ofrece una variedad de

servicios directos a las trabajadoras de casa particular. Mientras que Casa San Benito se

concentra exclusivamente en las trabajadoras de casa particular de todas las edades, el

proyecto Conrado de la Cruz está especializado en las necesidades de las trabajadoras

jóvenes, e incluye en sus programas a trabajadoras de maquilas y vendedoras ambulantes.

Las tres organizaciones imparten cursos gratuitos que van de la alfabetización a las clases

de costura. Estas organizaciones han formado una coalición libre para promover la reforma

legislativa a favor de los derechos laborales de las trabajadoras de casa particular. Todos los

años, a pesar de los abusos bien conocidos, cientos, si no miles, de muchachas

guatemaltecas buscan empleo como trabajadoras de casa particular por primera vez. Sin

embargo, algunas que habrían buscado empleo de otro modo en casas particulares, están

ahora entrando a trabajar en fábricas.

Los motivos para elegir las maquilas en lugar del servicio doméstico o viceversa son

tan variados como las propias mujeres. Lamentablemente, independientemente de lo que

elijan, estas mujeres se enfrentan a la discriminación sexual.

4.4. Regulación legal

El trabajo doméstico se encuentra regulado en el Artículo 161 del Código de Trabajo y

establece que “Trabajadores domésticos son los que se dedican en forma habitual y continua

a labores de aseos, asistencia y demás propias de un hogar o de otro sitio de residencia o

habitación particular, que no importen lucro o negocio para el patrono y, algunas de sus

características de conformidad con dicha norma legal son las siguientes:

70
• La retribución de los trabajadores domésticos comprende, además del pago en

dinero, el suministro de habitación y manutención.

• El trabajador doméstico no está sujeto a horario ni a las limitaciones de la jornada

de trabajo.

• Gozan del derecho de un descanso absoluto mínimo y obligatorio de diez horas

diarias, de las cuales por lo menos ocho han de ser nocturnas y continuas y dos

deben destinarse a las comidas. Durante los días domingos y feriados deben

disfrutar de un descanso adicional de seis horas remuneradas.

• En el artículo 27 del Código de Trabajo se establece que el contrato puede ser

verbal cuando se refiera al servicio doméstico, en este caso el patrono está en la

obligación de proporcionar una tarjeta o constancia que debe contener la fecha de

iniciación de la relación de trabajo y el salario estipulado.

• Si como consecuencia de la enfermedad el trabajador doméstico fallece en casa

del patrono, este debe costear los gastos razonables de inhumación.

71
72
CAPÍTULO V

5. Evaluación de la situación actual en el contrato de trabajo doméstico.

5.1 . Las normas internacionales y las leyes guatemaltecas

En virtud de lo que establece la Constitución Política de la República de Guatemala,

el derecho internacional tiene preeminencia sobre las leyes nacionales con respecto a los

derechos humanos. Los acuerdos internacionales del trabajo establecen los derechos

mínimos de los que disfrutarán los trabajadores en Guatemala. El gobierno guatemalteco

tiene la obligación conforme al derecho internacional de derechos humanos de garantizar

que los que viven dentro de su jurisdicción puedan disfrutar y ejercer sus derechos humanos.

Como parte de tratados internacionales de derechos humanos, Guatemala se ha

comprometido a eliminar la discriminación de jure, prevenir las prácticas discriminatorias en

los sectores tanto público como privado y ofrecer remedios efectivos a aquéllos que padecen

los abusos. Para cumplir estos compromisos, Guatemala tiene el deber, entre otros, de

asegurar que sus leyes nacionales sean compatibles con el derecho internacional de

derechos humanos. La investigación realizada por Human Rigth Wach, descubrió que se

violan habitualmente, en la ley y en la práctica, los derechos de las mujeres que trabajan en

los sectores del servicio doméstico y la maquila. El derecho a la no discriminación. Todos los

instrumentos internacionales de derechos humanos destacan una disposición contra la

discriminación que declara que el disfrute de todos los derechos enumerados en el

documento corresponde a todas las personas sin distinción de ningún tipo. La Declaración

Universal de Derechos Humanos (DUDH), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y

Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales

(PIDESC) -denominados en conjunto los derechos fundamentales internacionales-comparten

la prohibición general de distinciones por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,

73
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,

nacimiento o cualquier otra condición. En el PIDCP también se establece el derecho a la

igualdad: el Artículo 26 afirma que “Todas las personas son iguales ante la ley y tienen

derecho sin discriminación a igual protección de la ley”. A este respecto, la ley prohibirá toda

discriminación y garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier

discriminación... Según el experto en el PIDCP Manfred Nowak, este artículo impone a los

Estados Partes la obligación de garantizar una igualdad substantiva por medio de la

legislación. La Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación

contra la Mujer (CEFDM) y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de

Discriminación Racial (CEDR), desarrollan, respectivamente, las prohibiciones específicas de

las distinciones por motivos de sexo o de raza, color u origen étnico. Ambos tratados

prohíben toda distinción, exclusión, restricción basada en motivos de sexo o raza,

respectivamente, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el

reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y

libertades fundamentales. El Comité de la CEDR, establecido para supervisar la

implementación de la convención, ha aclarado que sus disposiciones se aplican a los

pueblos indígenas tales como los Mayas de Guatemala. Al haber ratificado ambos tratados a

principios de los ochenta, Guatemala no solo tiene que abstenerse de practicar la

discriminación basada en el sexo o la raza, sino que también tiene que prevenir y castigar

esta conducta cometida por personas particulares dentro de su jurisdicción. En concreto,

Guatemala tiene que adoptar todas las medidas adecuadas... para modificar o derogar leyes,

reglamentos, usos y prácticas que constituyan discriminación contra la mujer, y revocar leyes

y reglamentos que tengan como consecuencia crear la discriminación racial o perpetuarla

donde ya exista. Aunque la CEDR no se ocupa directamente de la discriminación por motivos

de género y la CEFDM solo trata la discriminación racial en su preámbulo, existe un

74
consenso creciente en que estas dos convenciones se complementan. Así, en 1999, el

Comité de la CEDR modificó las directrices para la presentación de informes de Estados

Partes y pidió que en futuros informes se describan, en la medida de lo posible en términos

cuantitativos y cualitativos, los factores y las dificultades que se encuentran a la hora de

asegurar que las mujeres disfruten en pie de igualdad y libres de discriminación racial los

derechos protegidos por la Convención. En 2000, El Comité de la CEDR emitió una

recomendación general, o una interpretación autorizada, sobre las dimensiones de género de

la discriminación racial en la que reconocía que determinadas formas de discriminación racial

pueden dirigirse contra las mujeres en calidad de tales... [y] algunas formas de discriminación

racial repercuten únicamente sobre las mujeres. El comité se comprometió a examinar la

relación entre género y discriminación racial prestando especial atención a: a) la forma y

manifestación de la discriminación racial; b) las circunstancias en que se produce la

discriminación racial; c) las consecuencias de la discriminación racial; y d) la disponibilidad y

accesibilidad de remedios y mecanismos de denuncia en casos de discriminación racial. El

movimiento internacional de derechos humanos de la mujer lleva tiempo adelantando la

necesidad de examinar la intersección entre género y raza. Los documentos finales tanto de

la Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer en Beijing, China, en 1995, como de

la sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre Mujer 2000: Igualdad entre los

géneros, desarrollo y paz en el siglo XXI, conocida como Beijing y celebrada en Nueva York,

Estados Unidos, en 2000, reconocieron los obstáculos basados en la raza, la lengua, la etnia

y la cultura, entre otros, que impiden la obtención de poder y la plena igualdad de la mujer.

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la

Mujer, Convención de Belem do Pará, el único tratado regional de derechos humanos

dedicado a la violencia contra la mujer, señala que la situación de vulnerabilidad a la

75
violencia que pueda sufrir la mujer en razón, entre otras, de su raza o de su condición étnica,

de migrante, refugiada o desplazada.

5.2. Normas internacionales

El derecho internacional de derechos humanos reconoce que la discriminación no es

siempre intencional. Leyes, reglamentos, políticas y prácticas aparentemente neutrales

pueden tener un impacto discriminatorio. Como se explicó anteriormente, la CEFDM prohíbe

explícitamente la discriminación por motivos de sexo. El Comité de la CEFDM ha afirmado

claramente que la definición de la discriminación en el Artículo 1 de la Convención cubre la

discriminación tanto directa como indirecta por parte de actores públicos y privados. Sin

embargo, hasta la fecha no ha articulado su entendimiento del impacto discriminatorio. El

Comité de la CEDR, no obstante, ha argumentado que las distinciones que tienen

consecuencias injustificables distintas para un grupo que se distingue por su raza, color,

linaje, u origen nacional o étnico, y que tienen como consecuencia el impedir el disfrute de

derechos humanos y libertades fundamentales, son discriminatorios dentro del sentido

contemplado por la CEDR. Por analogía, se podría argumentar que una ley o política con

consecuencias injustificables distintas para un grupo que se distingue por su sexo, que tenga

además el efecto de limitar su disfrute de los derechos humanos, podría interpretarse como

una discriminación dentro del sentido de la CEFDM. Esta lectura sería compatible con la

interpretación del Comité de la CEFDM de la violencia por motivos de género como una

forma de discriminación. En su recomendación general XIX, el Comité de la CEFDM sostuvo

que la violencia basada en el género es la violencia dirigida contra la mujer porque es mujer

o que la afecta en forma desproporcionada. El Comité de la CEDR no ha desarrollado el

significado preciso de las consecuencias injustificables distintas. Sin embargo, el Tribunal de

Justicia Europeo (TJE), cuyos fallos no son vinculantes para Guatemala, ha expresado una

76
opinión instructiva. En su aplicación de la directiva del Consejo Europeo por la que el

principio de igualdad de trato implica que no haya ningún tipo de discriminación por motivos

de sexo ya sea de manera directa o indirecta, el TJE concluyó que la discriminación indirecta

se produce cuando una medida nacional, a pesar de haberse formulado en términos neutros,

funciona en desventaja de muchas más mujeres que hombres y esa medida no es atribuible

a factores que están objetivamente justificados.

Para estar objetivamente justificados, estos factores no pueden estar relacionados con

ningún tipo de discriminación basada en el sexo. Por su parte, la Organización Internacional

del Trabajo (OIT), en su Convenio No. 111 sobre la discriminación (empleo y ocupación),

prohíbe la conducta, las prácticas o las leyes que tengan por efecto anular o alterar la

igualdad de oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación. La Comisión de Expertos

(CDE) de la OIT, un panel creado para aportar interpretaciones autorizadas de los convenios

y las recomendaciones de la OIT, ha declarado que la discriminación indirecta dentro del

sentido del Convenio No. 111 incluye la que está basada en nociones arcaicas y estereotipos

respecto a los roles que deben desempeñar hombres y mujeres... que varían según los

países, las culturas y las costumbres, [y] dan lugar a discriminaciones fundadas en el sexo.

Guatemala ratificó el Convenio No. 111 el 11 de octubre de 1960. El Convenio No. 111 solo

permite las distinciones, exclusiones o preferencias basadas en las calificaciones exigidas

para un empleo determinado. La CDE ha instado además a que se interpreten estrictamente

las excepciones para evitar ... una limitación indebida de la protección que tiende a asegurar

el Convenio. Entre las protecciones que contempla el Convenio se encuentran la no

discriminación en el disfrute de los derechos sobre la jornada laboral, los períodos de

descanso, los días festivos pagados y las medidas de seguridad social relacionadas con el

empleo. 24 Utilizando los criterios generales antes citados, se podría considerar que las

77
leyes o políticas laborales aparentemente neutrales que tienen un impacto desproporcionado

sobre la mujer y que no están justificadas por los requisitos inherentes del empleo tendrían

consecuencias injustificables distintas. Las exclusiones dentro del Código de Trabajo de

Guatemala con respecto a los empleados domésticos tienen un impacto desproporcionado

sobre la mujer, que constituye el 98 por ciento de los trabajadores domésticos asalariados.

No hay razones legítimas que justifiquen la diferencia de las normas que regulan el trabajo

doméstico. En cambio, el trato distinto a los trabajadores domésticos parece estar basado en

nociones estereotipadas del papel y las funciones de la mujer en la sociedad guatemalteca.

5.3. Legislación guatemalteca

Las relaciones laborales en Guatemala están reguladas en la Constitución, el Código

de Trabajo, los acuerdos ministeriales y los reglamentos independientes. El Código de

Trabajo cuenta con una sección independiente en la que se regula el trabajo doméstico. Los

trabajadores domésticos son los que se dedican en forma habitual y continua a labores de

aseo, asistencia y demás, propias de un hogar o de otro sitio de residencia o habitación

particular, que no importen lucro o negocio para el patrono. Estos trabajadores están

efectivamente excluidos del disfrute de protecciones laborales clave de las que gozan la

mayoría de los trabajadores guatemaltecos. Los trabajadores domésticos no tienen: Derecho

a una jornada de ocho horas. Se les puede obligar legalmente a trabajar catorce horas al día;

el mismo derecho que el resto de los trabajadores a un día de descanso completo los

domingos y los días feriados; derecho al salario mínimo; ni derecho a un contrato de empleo

por escrito, ni sus empleados tienen la obligación de registrarlos en el Ministerio de Trabajo;

Además, el Código de Trabajo establece reglas desiguales para regir sus derechos y su

tratamiento en caso de enfermedad. El capítulo que regula el trabajo doméstico no se ha

modificado desde la adopción inicial del Código de Trabajo en 1947. El código fue redactado

78
y adoptado en su totalidad en dos semanas con un gran sentido de la urgencia. “Según el

autor del código, el costarricense Oscar Barahona Streber, los miembros del Congreso de

Guatemala confiaron en mí y lo aprobaron [el código] con muy poco debate y aprobaron el

capítulo específico sobre el trabajo doméstico sin más trámite”32. No existe un historial

legislativo sobre el código, un estudio de la OIT sobre la reglamentación del trabajo

doméstico en sesenta y ocho países reveló la frecuencia de tres justificaciones principales

para el trato diferente a los empleados domésticos dentro de la legislación laboral. Primero,

el trabajo doméstico se realiza en casas particulares. Segundo, el trabajo doméstico conlleva

una relación íntima entre el empleador y el empleado que no es comparable con otras

ocupaciones. Y finalmente, las obligaciones del hogar no tienen límites temporales. Aunque

pueden ser adecuadas algunas reglas diferentes para este tipo de trabajo remunerado, éstas

no deben menoscabar los derechos de los trabajadores domésticos. En Guatemala, los

trabajadores domésticos no disfrutan de derechos laborales fundamentales reconocidos

nacionalmente. La razón parece ser que el trabajo doméstico se considera la extensión

natural del papel de la mujer en la familia y la sociedad. Las trabajadoras de casa particular

asalariadas realizan esencialmente a cambio de un salario las tareas que, según la sociedad,

la señora de la casa debería cumplir gratuitamente.

El trabajo doméstico remunerado tiene lugar dentro de casas particulares, fuera del

alcance del escrutinio y el control públicos. En muchos aspectos, los habitantes de

residencies privadas disfrutan de fuertes derechos a la intimidad. “Amanda Pop Bol, una

psicóloga social que ha investigado el trabajo doméstico en Guatemala, alega que el Código

de Trabajo se escribió de tal modo porque estar dando derechos a las trabajadoras

32
Ibid, pág. 10

79
domésticas era atentar contra la misma familia”33. El hecho de que las trabajadoras realizan

sus tareas dentro de este medio protegido ha militado en contra de formas normales de

regulación. Un problema práctico fruto de la tensión entre los derechos a la intimidad de los

empleadores y los derechos de los trabajadores es la limitación de la capacidad de los

funcionarios de trabajo para acceder a casas particulares y controlar las condiciones

laborales de las empleadas domésticas. Es importante señalar que la naturaleza del hogar

cambia en lo fundamental al contratar a una trabajadora doméstica. El hogar se convierte

ahora en el lugar de trabajo de alguien. Puede que exista la necesidad de adoptar

procedimientos de inspección que reconozcan la intimidad familiar pero permitan también la

comprobación de que se están respetando los derechos de las trabajadoras. Al tener lugar

en casas particulares, se considera que el trabajo doméstico conlleva una relación especial

íntima entre el empleador y la empleada. Las trabajadoras internas, en particular,

desempeñan un papel único dentro de la casa: son trabajadoras externas asalariadas que no

obstante están al tanto de los detalles más íntimos de la casa particular. En las familias con

niños, especialmente niños pequeños, o con ancianos, las trabajadoras de casa particular se

dedican a un cuidado de estos miembros que puede producir emociones fuertes por parte de

todos. Dado que el trabajo está tan ligado al mantenimiento del hogar, y dado que se percibe

como una función natural de las componentes femeninas de la familia, la retórica que rodea

al trabajo doméstico es que la trabajadora se vuelve parte de la familia. Esto es

especialmente cierto para las trabajadoras más jóvenes. Se desarrollan a veces relaciones

de tipo familiar y en estos casos las propias trabajadoras buscan en ocasiones consuelo en

las mismas. El carácter personal de la relación entre empleador y trabajadora doméstica se

cita para justificar, por ejemplo, el derecho que tienen los empleadores en muchos países a

despedir a sus empleadas sin causa justificada. Esta discrecionalidad refleja la asunción de

33
Ibid. Pag. 12

80
que la relación está basada en la confianza y el afecto, cuya ruptura implica que la relación

puede y debe concluir inmediatamente. En Guatemala, las trabajadoras de casa particular

están claramente protegidas por las cláusulas sobre causas justificadas para el despido

recogidas en el Código de Trabajo; sin embargo, el capítulo específico sobre el trabajo

doméstico cuenta con una disposición general que permite a los empleadores despedir a

trabajadores domésticos por la falta de respeto. Los autores del estudio de la OIT

consideraron que esta disposición del Código de Trabajo de Guatemala tenía connotaciones

feudales. Este enfoque de la relación laboral también ayuda a explicar las disposiciones

paternalistas del Código de Trabajo con respecto con la atención a la salud de las

trabajadoras. Las trabajadoras de casa particular no son miembro de la familia. Existen una

relación contractual entre empleador y empleado. La relación emocional o la animosidad no

deben de ningún modo menoscabar los derechos y obligaciones de ninguna de las partes

contratantes. Finalmente, se considera que el trabajo doméstico está fuera del paradigma de

la jornada laboral limitada porque tiene lugar dentro de la unidad familiar. Los miembros del

hogar son responsables de ciertas obligaciones según las costumbres, las necesidades y los

deseos de la familia. En la mayoría de las sociedades, entre ellas la guatemalteca, las

miembro femeninas de la casa están encargadas de tareas relacionadas con la limpieza, el

cuidado de los niños y la preparación de alimentos, entre otras responsabilidades. Estas

obligaciones no se adaptan normalmente a un período de tiempo específico, ni pueden

interrumpirse durante un tiempo sin que se haya previsto anteriormente. Esta lógica se ha

transferido al trabajo doméstico remunerado. Los países que respondieron al estudio de la

OIT sobre la legislación del trabajo doméstico citaron con frecuencia la dificultad de

establecer un horario obligatorio para las personas que viven y trabajan dentro de una unidad

familiar. Una vez que se contrata a una empleada asalariada para encargarse de las tareas

del hogar y el cuidado de los niños, se tienen que acomodar tanto el horario de la familia

81
como las necesidades de la trabajadora dentro de una jornada laboral razonable. El tener

una empleada interna no puede implicar que ésta permanentemente a disposición de la

familia. Cuando se pide a las trabajadoras de casa particular que trabajen más de ocho horas

diarias, se las debe compensar debidamente por el valor de las horas extras de acuerdo con

las leyes nacionales.

5.4 Análisis de los conflictos de trabajo entre patronos y trabajadores domésticos y

su relación con el contrato individual de trabajo.

Como quedó señalado en líneas anteriores, debido a las condiciones de desventaja y

desigualdad en que quedan los trabajadores domésticos, por la falta de protección que les

brinda el Código de Trabajo, así como el carácter personal de la relación entre empleador y

trabajadora doméstica se cita para justificar, por ejemplo, el derecho que tienen los

empleadores a despedir a sus empleadas sin causa justificada. Esta discrecionalidad refleja

la asunción de que la relación está basada en la confianza y el afecto, cuya ruptura implica

que la relación puede y debe concluir inmediatamente. En Guatemala, las trabajadoras de

casa particular están claramente protegidas por las cláusulas sobre causas justificadas para

el despido recogidas en el Código de Trabajo; sin embargo, el capítulo específico sobre el

trabajo doméstico cuenta con una disposición general que permite a los empleadores

despedir a trabajadores domésticos por la falta de respeto, y el problema básico resulta

cuando la trabajadora doméstica acude a un órgano jurisdiccional a solicitar que mediante

juicio ordinario se le declare que le asiste un derecho y se le otorgue sus prestaciones

laborales y generalmente la indemnización por despido injustificado, sin embargo en virtud de

no existir contrato laboral escrito, y por la facultad que se le otorga a los patronos, esta no

puede probar las condiciones en que fue contratada y el Juzgado al solicitar el contrato al

patrono, este simplemente se escuda al tenor de lo estipulado en el Artículo 27 del Código de

82
Trabajo en la que establece que en el trabajo doméstico el contrato puede ser verbal, por lo

que los empleadores alegan en su defensa que no tienen obligación de presentar contrato

laboral y que las condiciones que pactaron en el contrato laboral por ser verbal son las que

dichos empleadores señalan, ante tal situación los jueces a falta de una prueba plena al

resolver, si bien es cierto resuelven a favor de los trabajadores domésticos al ordenar a los

empleadores a pagar las prestaciones laborales y la indemnización correspondiente en su

caso, favorecen a los empleadores porque sobre las condiciones que estos indiquen, se hace

efectivo el pago de las prestaciones laborales, los cuales en la mayoría de los casos son

condiciones inferiores a las realmente pactadas o a los derechos que las leyes laborales

otorgan.

De acuerdo a la opinión de abogados litigantes y jueces, en Guatemala el contrato

laboral es parte fundamental para llegar a una sentencia justa en los conflictos suscitados

entre empleadores y trabajadores, toda vez que es obligación del empleador presentar el

contrato laboral o de lo contrario se tendrán por cierto lo señalado por los demandantes, y

este contrato al presentarlo de manera escrita hace plena prueba dentro de un proceso; sin

embargo en el caso de los contratos laborales en las relaciones del trabajo doméstico, al

habérsele facultado a los patronos la realización de contratos verbales, al darle valor

probatorio a este contrato, y de conformidad con el artículo 30 del Código de trabajo, “El

contrato verbal se puede probar por los medios generales de prueba y, al efecto, pueden ser

testigos los trabajadores al servicio de un mismo patrono”, en este caso debe apreciarse a

conciencia, de conformidad con el Artículo 361 del mismo cuerpo legal y por regla general los

trabajadores al servicio de un mismo patrono, por temor a perder su trabajo, no quieren ser

testigos y menos testificarían en contra de su patrono, lo que deja en un estado de

indefensión a quien reclama o demanda un derecho laboral, por tal razón considero que el

83
contrato laboral realizado en forma verbal, no puede apreciarse ni valorarse adecuadamente,

pues existe el problema de que el trabajador al no tener los suficientes medios de prueba, no

puede probar las condiciones pactadas en el contrato laboral, toda vez que el patrono puede

señalar que pactaron condiciones distintas a las que alega el trabajador doméstico y que está

contemplado en un contrato verbal, mismo que no se puede presentar por escrito, pues no

tiene la obligación de elaborar dicho contrato.

Ante tal situación la mayoría de juristas coinciden que al no elaborar contratos

individuales de trabajo escritos en las relaciones laborales del régimen del trabajo doméstico,

no se está cumpliendo con el principio de tutelaridad, ya que no se protege a la parte más

débil de esta relación, y la desventaja existente en esta relación, inclina la balanza a la clase

empleadora, dejando completamente desprotegida a esta grupo de trabajadores.

5.5 Motivos que llevaron al legislador a permitir que en el Código de Trabajo, el

contrato de trabajo individual de servicio doméstico pudiera ser verbal

La conciencia de que el género y la raza o el origen étnico son motivos de

discriminación que suelen agravarse y reforzarse mutuamente es especialmente relevante en

el caso de las trabajadoras de casa particular de Guatemala. El origen étnico fue un factor

que se tuvo en cuenta al redactar las disposiciones del Código de Trabajo: el hecho de que el

trabajo doméstico remunerado ha estado tradicionalmente a cargo de mujeres indígenas en

Guatemala influyó directamente en los derechos que el Código de Trabajo otorgara a las

trabajadoras de casa particular. El impacto desigual de la discriminación.

84
Según el autor del código, el costarricense Oscar Barahona Streber, “los miembros

del Congreso de Guatemala confiaron en mí y lo aprobaron [el código] con muy poco debate

y aprobaron el capítulo específico sobre el trabajo doméstico sin más trámite”34.

“Amanda Pop Bol, una psicóloga social que ha investigado el trabajo doméstico en

Guatemala, alega que el Código de Trabajo se escribió de tal modo porque estar dando

derechos a las trabajadoras domésticas era atentar contra la misma familia. El hecho de que

las trabajadoras realizan sus tareas dentro de este medio protegido ha militado en contra de

formas normales de regulación”35.

En Guatemala, las trabajadoras de casa particular están claramente protegidas por

las cláusulas sobre causas justificadas para el despido recogidas en el Código de Trabajo;

sin embargo, el capítulo específico sobre el trabajo doméstico cuenta con una disposición

general que permite a los empleadores despedir a trabajadores domésticos por la falta de

respeto. Los autores del estudio de la OIT consideraron que esta disposición del Código de

Trabajo de Guatemala tenía connotaciones feudales.

El hecho de que las trabajadoras de casa particular no disfruten de protecciones clave

a sus derechos laborales en Guatemala se debe fundamentalmente a que el trabajo

doméstico se considera un trabajo de mujeres y no un trabajo de verdad. Alfonso Bauer Paiz,

el primer ministro de trabajo del país de 1948 a 1950, sostienen que el hecho de que la gran

mayoría de los trabajadores domésticos eran hembras influyó decisivamente en la

concepción del trabajo doméstico y su normación en el Código de Trabajo. En una

comunicación con Human Rights Watch, Barahona, el autor del Código de Trabajo, explicó:

34
Ibid, pág. 15
35
Ibid.

85
“Fue necesario incluir en el Código de Trabajo al servicio doméstico porque no hacerlo

hubiera sido injustificado, pero darle el mismo tratamiento que a los trabajadores industriales

o comerciales habría constituido un error mayor, que habría creado animosidad general de

millares de amas de casa contra el Código de Trabajo”36. Recuérdese que el servidor

doméstico llega a formar parte de la familia que lo emplea, lo que no ocurre con otro tipo de

trabajadores.

El hecho de que el trabajo doméstico remunerado en Guatemala se asocia

específicamente con la mujer indígena parece haber desempeñado también un papel

importante. Barahona sugirió que la discriminación racial limitó los derechos que pudo haber

reflejado para los trabajadores domésticos. Describió la Guatemala de 1947 como: Un país

con una mezcla indígena muy grande, y al trabajo doméstico y a las indígenas se las veía

muy de menos... los indios se vendían por 10 centavos la camioneta, los trataban como

animales. Eso era el ambiente de ese entonces... con un ancestro cultural, con una situación

política muy compleja, y con una polarización económica como había en Guatemala, uno

tiene que ser realista. Bauer Paiz, su contemporáneo, dijo que la división étnica era tan

grande en esa época que la mayor parte de los indígenas que vivían en la capital eran

mujeres que venían de los pueblos para trabajar en casa, bajo patrones culturales de

servidumbre. Pop cree que las trabajadoras de casa particular se vieron excluidas del disfrute

de derechos fundamentales dentro del Código de Trabajo en gran parte porque ese trabajo

está vinculado eminentemente con lo étnico.

En conclusión, puedo afirmar que los motivos que llevaron al legislador a permitir que

en el Código de Trabajo, el contrato de trabajo individual de servicio doméstico pudiera ser

36
Ibid. Pág. 8

86
verbal son básicamente discriminación de género y de raza, toda vez que consideraron que

al haber regulado que el contrato de trabajo individual de servicio doméstico hubiera sido

escrito, le hubieran dado mayor protección a la mujer, que hubiera desembocado en

reclamaciones sus de derechos con mayor certeza y con prueba documentada, sin embargo

y debido a que actualmente se lucha en contra de la discriminación de toda índole, es

necesario y urgente reformar el apartado en el Código de Trabajo que contiene el régimen

del trabajo doméstico y darles a las trabajadoras domésticos mayor protección y exigir a los

empleadores que los contratos individuales de trabajo del servicio doméstico sea por escrito,

con todos los requisitos que la misma ley establece.

87
88
CONCLUSIONES

1. Los derechos que confiere el Código de Trabajo o una ley de trabajo, no son el límite

máximo en la relación de capital y trabajo, de manera que al permitirlo las circunstancias,

pueden aumentarse en beneficio del trabajador. Lo que si no puede hacerse es disminuir

esos derechos, por esa razón se les denominan garantías mínimas.

2. El principio de tutelaridad incorporado en el Código de Trabajo de Guatemala no admite

diferencias en cuanto al trabajador a quien tutela, porque nuestro código toma como

trabajador tanto al de industria como al del campo, al de comercio y al intelectual, incluyendo

en esta rama a los trabajadores domésticos ya que la protección del trabajador constituye la

razón de ser del derecho laboral.

3. Desde un inicio se pretendió proteger al trabajador y se le sigue protegiendo, sin embargo,

se debe destacar que las motivaciones de esa intervención protectora han variado. La

situación en que los trabajadores se encontraban hace cincuenta años, no es la misma que

la actual, el desarrollo del derecho, el incremento de la cultura y de los medios de

comunicación, la misma organización laboral y popular, etc., obligan a considerar un cambio

en las circunstancias que se dan hoy día y las que justificaron el aparecimiento de esta

disciplina.

4. La inversión de la carga de la prueba es un beneficio que se otorga al trabajador, ya que

en cualquier otra acción procesal, quien afirma hechos ante un tribunal debe tener los

elementos de prueba que confirmen su acierto (la carga de la prueba); sin embargo, en el

proceso ordinario laboral por despido, el trabajador expone el caso ante el tribunal pero no

89
necesita proponer pruebas, ya que literalmente se invierte esta carga que corresponde al

empleador demandado. Supone el legislador la inferioridad técnica y económica del

trabajador para comparecer a juicio, sin embargo en la relación laboral del servicio doméstico

en virtud de que el contrato es verbal, no puede implementarse completamente este

principio.

5. Las ventajas contractuales (acuerdos colectivos, pactos o convenios) se convierten en

legales, debido al principio de los derechos adquiridos de los trabajadores, plasmado en la

Constitución Política de la República, (Artículo 106); adicionalmente, por la categoría que

tienen los Pactos Colectivos de ley profesional entre las partes (Artículo 49 del Código de

Trabajo), si bien se dan, es como consecuencia del contrato de trabajo, pero estas ventajas

no puede probarse en los contratos verbales, pues no existe nada escrito y queda

únicamente con lo que indican las partes.

6. De la ley deriva todo derecho que está consignado en su texto; estos derechos son

generales y aplicables a todos los contratos, aunque no se hayan detallado en el mismo, En

todo contrato de trabajo deben entenderse incluidos, por lo menos, las garantías y derechos

que otorgue a los trabajadores la Constitución Política de la República, el presente Código,

sus reglamentos y demás leyes de previsión social, asimismo del contrato de trabajo se

derivan las cláusulas contractuales que no están consignadas en la ley y que por lógica

deben superar a las normas legales.

7. El trabajo doméstico, también llamado de casa particular es una profesión antigua en

Guatemala, ya que en este país, como en el resto de América Latina, el servicio doméstico

ha sido una categoría laboral importante desde el período colonial, la actual demanda de

90
trabajadores domésticos es bastante alta y generalizada, aunque está sujeta a fluctuaciones

en función del estado general de la economía, actualmente el dos por ciento de la población

económicamente activa de Guatemala participa en el trabajo doméstico remunerado.

8. Los trabajadores domésticos son los que se dedican en forma habitual y continua a

labores de aseo, asistencia y demás, propias de un hogar o de otro sitio de residencia o

habitación particular, que no importen lucro o negocio para el patrono, estos trabajadores

están efectivamente excluidos del disfrute de protecciones laborales clave de las que gozan

la mayoría de los trabajadores guatemaltecos, ya que no tienen derecho a una jornada de

ocho horas, se les puede obligar legalmente a trabajar catorce horas al día; no tienen

derecho a un día de descanso completo los domingos y los días feriados; no tienen derecho

al salario mínimo; ni derecho a un contrato de empleo por escrito, ni sus empleados tienen la

obligación de registrarlos en el Ministerio de Trabajo.

9. El hecho de que las trabajadoras de casa particular no disfruten de protecciones clave a

sus derechos laborales en Guatemala, se debe fundamentalmente a que el trabajo doméstico

se considera un trabajo de mujeres y no un trabajo de verdad, pues se asocia

específicamente con la mujer y generalmente con la mujer indígena, estos motivos

discriminatorios fueron los que desempeñaron un papel importante al regular condiciones

inferiores a los trabajadores domésticos e influyeron a que el contrato individual de trabajo en

esta relación sea verbal.

91
92
RECOMENDACIONES

1. Organismo ejecutivo, debe revisar la legislación laboral para garantizar la igualdad de

derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, promulgar leyes para proteger los

derechos de las mujeres que trabajan como empleadas en casas particulares y crear

mecanismos para garantizar que éstas se implementan en la práctica, asimismo, tomar

medidas para garantizar la coordinación efectiva entre los organismos oficiales encargados

de supervisar las políticas oficiales sobre género y responder a las violaciones de los

derechos de la mujer, con las aportaciones y la supervisión de la Secretaría Presidencial de

la Mujer, y asegurar que se dé prioridad a la protección de los derechos de la mujer.

2. El Ministerio de Trabajo y Previsión Social debe revisar los procedimientos de la

Inspección General de Trabajo y del Instituto Guatemalteco de Seguridad social para

fortalecer su autoridad en la aplicación de la ley, mejorar la eficiencia y garantizar la

protección de la seguridad en el empleo y la confidencialidad de los trabajadores.

3. El Congreso de la República debe reformar el Código de Trabajo para que las normas

relativas a las trabajadoras de casas particulares sean compatibles con las normas

internacionales y garantizar a las mujeres trabajadoras, que gocen de los mismos derechos

que otros trabajadores guatemaltecos con respecto a la jornada laboral de ocho horas, el

salario mínimo y las horas extras, los períodos de descanso, las fiestas nacionales, las

vacaciones, los contratos por escrito y la seguridad social.

4 El Ministerio de Trabajo y Previsión Social debe investigar enérgicamente todas las

denuncias de prácticas discriminatorias por motivos étnicos y de sexo en el empleo y

93
sancionar a los responsables de las mismas, asimismo realizar visitas no anunciadas,

oportunas y periódicas a los lugares de trabajo para investigar las prácticas de contratación e

inspeccionar las condiciones laborales.

5 El Ministerio de Trabajo y Previsión Social debe garantizar que todos los inspectores y

otros funcionarios de ese Ministerio reciban formación oportuna y periódica sobre asuntos

relacionados con cuestiones étnicas y de género dentro de los derechos laborales, así como

técnicas de investigación y fortalecer el papel y la capacidad supervisora de la Sección de

Promoción y Capacitación de la Mujer Trabajadora del Ministerio de Trabajo y poner en

marcha una campaña pública para informar a las trabajadoras sobre servicios que ofrece.

94
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