El Hecho Religioso y Su Valoración
El Hecho Religioso y Su Valoración
El Hecho Religioso y Su Valoración
“Nadie está del todo seguro de cómo será la era postmoderna, pero una cosa parece estar clara:
más que de una era de secularización rampante y de decadencia religiosa, parece tratarse de una
era de resurrección religiosa y de retorno a lo sacro. Hoy día nadie se atreve a hablar demasiado
acerca de una larga noche de la religión o del grado cero de su influencia” (Cox, 1985).
Si bien lo que se entiende por religión, es una relación con un ser superior, dado que es un
fenómeno humano y este se encuentra desde que hay uso de razón. En el texto e dice que la
religión de la que se habla es un mundo interior sin ventanas que la comuniquen con una
realidad objetiva. De igual manera menciona que aunque para muchas personas la religión no
puede ser definida se tiene que tomar en cuenta aspectos nucleares de lo que la teología ha
entendido por religión, para así poder establecer una descripción valida como base de las
afirmaciones que se harán. Se dice que casi ningún concepto a nuestra disposición se puede
definir con una precisión perfecta. Aunque la idea de la religión pueda parecer que no es
comprendido, la religión es un hecho humano que esta frente a nosotros, es un hecho indudable
que expresa la contingencia del hombre. La religión es un grito de auxilio, es la conciencia de la
insuficiencia humana, y se la vive en la admisión de nuestra debilidad. Podemos afirmar que la
religión no es un conjunto de proposiciones, sino un ámbito de culto y de comportamiento en el
que conocimiento, sentimiento de haber comunicado con la realidad ultima, y compromiso
moral práctico constituyen un acto único de la persona.
La relación que hay entre la religión y la revelación, constituye una tarea teológica de gran
repercusión y alcance. La revelación supone siempre una intervención de Dios, que es libre,
histórica y elevante, y trasciende las posibilidades humanas de la religión, aunque las tenga muy
en cuenta. Entre la revelación y la religión existe en suma una relación de continuidad-
discontinuidad, tanto a nivel histórico como a nivel del espíritu creyente. Bajo la perspectiva
antropológica la conciencia moral del hombre nos autoriza a afirmar la estrecha relación
existente entre revelación y religión. Sin embrago se menciona que la revelación que refrenda lo
religioso en el hombre, es un juicio y una crítica de la religión a la que debe purificar y elevar.
Morales. J. (