Ensayo

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En este ensayo les voy a hablar del libro “El hombre en busca de Sentido” de Víctor Frankl, en este libro

Victor nos dice que el mayor deseo del hombre es encontrar el sentido de la vida, ya sea por medio de
alguna fe o creencia, de alguna persona o algo que nos inspire.

Se me hizo un tema muy interesante y novedoso ya que muchos desconocemos cuál es el sentido de
vivir y yo creo que muchos nos lo preguntamos y en el fondo todos pensamos en eso, en el libro nos
enseñó su propio sentido en cualquier momento o situación.

Bajo las propias experiencias de Frankl yo creo que todos deberíamos leer el libro para encontrarle un
poco se sentido a la vida y valorar la vida propia.

Para empezar yo creo que cuando todo se remota al encierro, ha de ser un momento muy difícil. Estos
personajes que Frankl mencionó estaban separados de sus seres queridos, de sus actividades,
comodidades y no llevaban su ritmo de vida al cual están acostumbrados, y todo por estar encerrados en
un Campo de Concentración en donde prestaban servicio a los alemanes, se me hace algo muy injusto,
los trataban peor que si hubiesen sido esclavos y para rematar los quemaban, a las personas que no
servían o ya estaban viejas o a los niños.

No le encuentro lógica a Adolfo Hitler, qué sentido tiene para él haber matado a tantas personas,
haberlas humillado tanto, haberlas hecho trabajar así, no importa tu religión, debes respetar las creencias
de los demás, el físico de los demás, nadie es perfecto en esta vida y no porque tú te creas perfecto vas
a matar a los que crees que no lo son. Todas las personas sentimos, pensamos, tenemos una razón
para estar aquí y nadie te puede quitar esa libertad de estar aquí, nadie te puede privar de que vivas en
el mismo territorio que él o que respires el mismo aire, yo creo que si alguien no te agrada debes
ignorarlo y seguir con tu camino no tratar de hacerle daño.

Cuando Frankl vivió en el Campo de Concentración se le comenzó a desarrollar ese sentimiento de


nostalgia de no poder saber cuál era el significado de vivir. Además empezó a perder la voluntad, el
deseo, las ganas de vivir y se preguntaba ¿para qué vivir si tenía que sufrir tanto?, pensaba que era
mejor estar muerto. Muchas personas prefirieron matarse a seguir sufriendo así como lo hacían en ese
Campo, al suicidarse pensaron que así terminarían con ese sentimiento de infelicidad que se apoderó de
ellos solo así se pudieron liberar de esta agonía.

En el campo separaban a las mujeres de los hombres y de los niños y los viejitos para quemar a los
niños y a los viejitos porque según los alemanes, ellos eran débiles y no podían trabajar, no podían
servirles, no les podían sacar ningún provecho, mejor los mataban. A los hombres que veían más fuertes
los hacían trabajar hasta agotarse completamente y morir de hambre, de cansancio y si no trabajaban
así, igual les esperaba la muerte.

En este lugar tenías que aparentar ser un esclavo que obedece las órdenes sin renegar, aguantar el
hambre, para poder luchar por tu vida. Los alemanes eran personas crueles, que no les importaba el
sufrimiento de los demás, eran duros como piedra, además mataban por placer, les encantaba ver
humillados a los judíos.
Hubo un sentimiento que se presentó en los prisioneros que se conoce como la apatía, porque ya no les
importaba nada, se imaginan saber que en cualquier momento puedes morir, qué más puedes esperar
de la vida. Este sentimiento en cierta forma era bueno porque así ya no les dolían muchas cosas de las
que vivían en ese lugar.
Además, no tenían que comer lo cual era una desesperación total, no tener con qué satisfacer tu
estómago, el estómago te pide comida, cuando nos traspasamos hasta comenzamos a temblar, ellos no
comían por semanas a veces, o si les daban algo de comer se tenían que repartir una pieza de pan entre
veinte o más personas para poder sobrevivir y por supuesto, muchos morían de hambre.

También hubo tiempo de nieve y eso no les movía el corazón a los alemanes ya que también así los
hacían trabajar y también así morían.Los cuerpos de los muertos no los recogían, y los muertos sueltan
un gas que causa muchas enfermedades, también eso fue la causa de muchas muertes.
Yo creo que muchas de las personas que seguían teniendo fe, eso las movía para sobrevivir y muchas
se agarraron de esa fe y gracias a esa fe o ese sentido por el cual vivir sobrevivieron.

Algunos pensaban que todo tenía una razón, un sentido por el cuál ellos estaban ahí y pronto todo
pasaría y ellos estarían bien.Otros creían que algún día los iban a liberar, pero muchos perdieron la
capacidad de ser felices. Yo creo que las personas que sobrevivieron a esto, su vida nunca más volvió a
ser igual, quedan con un trauma de por vida, recordando todo aquello que vivieron. Debió haber sido
muy duro para las personas que quedaron libres, salir con la esperanza de ver a sus seres queridos de
nuevo y darse cuenta de que ya nunca más los iban a ver. Pero al final de haber estado en el Campo les
dio una gran fortaleza, pues ya no le tenían miedo a lo que les pudiera pasar en el mundo, tantas cosas
que vivieron, pues ya no le temían a la voluntad de Dios.

Al llegar al campo de Auschwitz los dividían en dos grupos, a unos los mandaban a la derecha y a otros
a la izquierda. Esto significaba que unos eran asignados a trabajos pesados y otros ejecutados en ese
instante.
Durante esta primera fase los prisioneros que aún no se habían acostumbrado a los horrores del
campamento, terminaban aterrados. Los que no podían manejar la fuerte situación emocional de ver a
otros prisioneros siendo castigados de la manera más brutal por mínimas ofensas, terminaban perdiendo
la fe y veían la muerte como una forma de alivio. Muchas veces veían el suicidio como una forma de ser
libres
cuando muchos de los prisioneros murieron por un brote de tifus, ya no sentían asco ni desagrado al ver
los cadáveres, al contrario, ellos veían una oportunidad para tomar las sobras de su comida, zapatos y
ropa.

Estos prisioneros no sabían cuánto tiempo les faltaba para salir de este campamento. Esto hacía más
difícil imaginar que la vida tuviera algún sentido.
El privilegio de fumar, con una cuota asegurada, estaba reservado a los
kapos; a veces, también algún prisionero que trabajaba de capataz en un almacén o taller
recibía cigarrillos como compensación por alguna tarea peligrosa. Pero si un recluso
fumaba se juzgaba un mal presagio. Significaba una evidente pérdida de su voluntad de
vivir, la intención fatal de «disfrutar» de sus últimos días. Declaraba su renuncia a
sobrevivir, y, perdida la voluntad, raramente se recuperaba.
Viktor Frankl también comenta sobre el buen humor, el cual es un arte, pues borra, aunque sea por un
momento todo lo malo, y sobre todo, se convierte en un arma para la supervivencia.

Aun si la causa de la risa o la gracia tuviera un origen algo inusual y a veces macabro.Con todo esto, se
puede afirmar varias cosas: Lo que antes era normal, ahora lo envidiaban de presos; personas que el
mundo “normal” no desearía estar en esa posición.

Ellos deseaban el más mínimo alivio, la cosa más insignificante que les diera un poco de placer.
La soledad se volvió parte del anhelo de los prisioneros.Tan solo cinco minutos de soledad para pasar
consigo mismo, era lo que este psicólogo deseaba, y fue a la par de un pozo del campo donde los
obtuvo.

En cuanto a los planes de fuga, Frankl menciona que por momentos lo pensaban, y los breves minutos
que contemplaban la situación podía ser casi que agonizante.

Él tuvo una vez la oportunidad de poder fugarse, sin embargo, algo en su interior se movió a que debía
quedarse con los enfermos.

Parte de las emociones que se podían dar, de las pocas, era la irritabilidad, causada por el hambre y el
mal dormir, además de la falta de higiene, y la falta de cafeína o nicotina.

Lo interesante de todo es analizar lo que realmente sintieron al caminar y observar que eran libres:
NADA.

Lo que normalmente las personas piensan es que brincaron de la alegría y salieron corriendo a recuperar
su vida.

En realidad, caminaron lentamente a la salida, aun sin creer lo que realmente estaba pasando, y
atónitos, pues durante su estadía en el lager sus emociones fueron reducidas a meros impulsos.

Otra de las cosas comunes que ocurrieron, relacionado con lo anterior, fue el recuperar las emociones
perdidas.

Muchos, desarrollaron un desprecio contra el mundo que los rodeaba, incluso con seres vivos que no
tuvieron la culpa de su tragedia.

Pasaron de ser oprimidos y ser opresores.

Además, se presentaron dos experiencias debido a la tensión psicológica: la amargura, al no poder oír
palabras de verdadera empatía, ni tampoco reintegrarse a la vida anterior.

Y el desencanto, en donde se daban cuenta que el sufrimiento que tuvo el campo no fue el máximo, sino
que se puede sufrir más, al ver que todo ha cambiado.

Y que nunca nada será igual….

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