Resumen (Viktor Frankl)
Resumen (Viktor Frankl)
Resumen (Viktor Frankl)
Prisionero, durante mucho tiempo, en los bestiales campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser
lo que significaba una existencia desnuda. Sus padres, su hermano, incluso su esposa, murieron en los campos
de concentración o fueron enviados a las cámaras de gas, de tal suerte que, salvo una hermana, todos
perecieron. ¿Cómo pudo él —que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que
padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio—, cómo pudo
aceptar que la vida fuera digna de vivirla ?
En los campos de concentración habían dos tipos de prisioneros diferentes, a saber: el prisionero corriente,
que sufría los trabajos más duros y recibía la crueldad de los soldados y los denominados "capos", prisioneros
que actuaban como especie de administradores y tenían privilegios especiales, los cuales menudo trataban a
los otros prisioneros peor que los mismos soldados¸ para este trabajo se elegía únicamente a los más brutales.
Los "capos" se elegían de entre aquellos prisioneros cuyo carácter hacía suponer que serían los indicados para
tales procedimientos, y si no cumplían con lo que se esperaba de ellos, inmediatamente se les degradaba.
Pronto se fueron pareciendo tanto a los miembros de las SS y a los guardianes de los campos que se les podría
juzgar desde una perspectiva psicológica similar.
Selección Activa y Pasiva
Nada más llegar al campo de concentración, que en este caso era el de Auschwitz, a los prisioneros se le
despojaban de toda identidad y objetos personales, resumiendo su vida a no más que a un simple número de
lista. Un solo pensamiento animaba a los prisioneros: mantenerse con vida para volver con la familia que los
esperaba en casa y salvar a sus amigos.
El proceso de selección era la señal para una abierta lucha entre los compañeros o entre un grupo contra otro.
Los prisioneros eran divididos de acuerdo a las capacidades que tuvieran para trabajar; se hacía una selección
que para algunos tendría un destino fatal: agrupaban a los enfermos, deformes, débiles o que tenían algún
defecto para trabajar y los enviaban a algunos de los campos centrales, donde se encontraban los crematorios
y cámaras de gas.
A los prisioneros que realizaban trabajo forzoso, en algunas ocasiones les otorgaban una recompensa en
forma de cupón, equivalente a una docena de cigarrillos, los cuales podían intercambiar por una ración de
sopa. Normalmente los cupones se guardaban para la sopa, pero, gracias a ellos se podía distinguir cuando un
prisionero perdía las ganas de vivir, ya que se fumaba sus cigarros para "disfrutar" de sus últimos días de
existencia "De modo que cuando veíamos a un camarada fumar sus propios cigarrillos en vez de cambiarlos
por alimentos, ya sabíamos que había renunciado a confiar en su fuerza para seguir adelante y que, una vez
perdida la voluntad de vivir, rara vez se recobraba".
El informe del prisionero n.° 119.104: ensayo psicológico
Este relato trata sobre las experiencias del autor como prisionero común, pues es importante que diga, no sin
orgullo, que yo no estuvo trabajando en el campo como psiquiatra, ni siquiera como médico, excepto en las
últimas semanas. era un prisionero más, el número 119.104 y la mayor parte del tiempo estuve cavando y
tendiendo traviesas para el ferrocarril.
Únicamente el que ha estado dentro sabe lo que pasó, aunque sus juicios tal vez no sean del todo objetivos y
sus estimaciones sean quizá desproporcionadas al faltarle ese distanciamiento. Es preciso hacer lo imposible
para no caer en la parcialidad personal, y ésta es la gran dificultad que encierra este tipo de obras: a veces se
hará necesario tener valor para contar experiencias muy íntimas… Decidí expresar mis convicciones con
franqueza, y por esta razón me abstuve de suprimir algunos de los pasajes, venciendo incluso mi desagrado
hacia el exhibicionismo.
El autor divide la vida en el campo en tres fases, con las que intenta describir las reacciones
psicológicas de los prisioneros, durante su estadía, en los campos de concentración: la fase que sigue a su
internamiento, la fase de la auténtica vida en el campo y la fase siguiente a su liberación.