El Sexo Es Una Literatura Muy Cruzada

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El sexo es una

escritura: muy cruzada


(la impoSibilidad de la defi~ición) . "

, ,

Lo obsceno es lo que está "fuera de escena" y nessee Williams, por ejemplo, es un escritor serio que
habitualmente oculto; Si aplicamos eS,ta idea a la, a veces cabría en la clasificación dos. El tipo ocho pa-
literatura podemos decir que IIn ,libro obsceno es , rece fuera de tono pero'libros así son leídos por per-
aquel que, en un tiempo dado,' ve constreñida su sonas que persiguen una estimulación inmediata.
capacidad de circular libremente ,por razones le su
material temático erótico o su manera de tratar la John Atkins
materia erótica.' El elemento tiempo es importante El sexo en la literatura
porque lo que es' obsceno piua una generación
puede no serlo para otra. , Te complaces en halagarle en sitios de baja estofa,
no en'la compañía de tus amigos sino de meretrices,
Havelock Ellis estás rodeado de innumerables alcahuetas y llevas
,Tlle dance.of life, 1923 bajo el, brazo escritos de Aristófanes, Apolodoro,
Amonio, Antiphanes y los de Gorgias el ateniense
Una clasificación de los tipos de literatura erótica: por ,todas partes, libros todos sobre las rameras de
Atenas. Mereces que se te llame pornógrafo tanto
1 Relatos de genuino placer sensual: alegre, ex" como Arístides, Pausanias y Nicófanes los pint~res.
hubera'nte y esencialmente sané5s (Henry Miller)
2 Estimulantes, pornográficos (Cleland) Cinulco A un sofista. (IV, A: C.)
3 Filosóficos (Sade)
4 Dramáticos, con énfasis sobre la situación ¿La tierra pornografía? Si tan sólo supieran qué t:lll
(Boccaccio) mala es la vida se dejarían de estupideces.
5 Impúdicos y escandalosos (Rabelais)
6 Surrealistas (Piombo) . Emile ZoJa (Según L. W. Taneock en su prólogo a la
7 De manual instructivo (Kama Sutra) edición inglesa 1918).
8 De encuesta científica (Kinsey)'
Si alguien' hubiera tan amante de la pureza como
No todos los escritores ni todos los textos caen para bu~car que ningún deseo inmoral surgiera en su
limpiamente en una clasificación particular. Ten- mente, y para que su imaginación estuviera siempre
libre de cualquier idea obscena, sería incapaz de
lograr sus fines sin cerrar sus ojos y sus oídos, y sin
deshacerse del recuerdo de muchas cosas vistas y
oídas. Tal perfección es inconseguible mientras
veamos humanos y bestias al rededor nuestro y
conozcamos el significado de ciertas palabras que
necesariamente forman parte de nuestro lenguaje. Es
algo fuera de' nuestro· control ten'er o carecer de
óertas ideas cuando ciertos objetos golpean nuestros
sentidos; se imprimen en nuestra imaginación nos
r guste o no. La castidad no peligra por ello, supo-

,I.
niendo, claro, que no nos en'treguemos a ellos ni les
otorguemos nuestra aprobación.

, , Pierrc Hay le
Dictionaire Historique.et Critique (1728)

Dar gracias debelllos a los que escdbén porqúe de


los vicios nos avisamos y' de los, acertamientos
. quedamos prudente's y enseñados.

El Marqués' de ,Santillana,
. Proverbios. 1443

(El elemento pornográfico aparece cuando hay ex·


citación sexual con deseo de humillar; maltratar o
degradar lo sexual.) Esta es la razón que explica cierto,·
elemento pornográfico en casi toda la literatura del si-
glo pasado y que mucha gente aparentemente pura
posea una fasceta pornográfica, y nu'nca fue el apetito
pornográfico más fuerte que hoy. Es signo de la con·
dición enfermiza del cuerpo político. La manera de

2 Sele~ción y, en algunos casoi', traducción 'de G. S.


-

gü enza an te la sociedad y risa. La pornografía, en


cambio, parece ser un fenómeno mucho más extraño.
Quizá porque sólo es posible en sociedades letradas;
lo que es obvio es que el placer de la obscenidad es
predominantemente social, el de la pornografía priva-
do.

Geoffrey Gorer
The pornography of Death, 1955

Creo que"la pornografía es la representación explícit:¡


en literatura (o las 'artes gráficas, e incluso la música,
, para el caso) de la conducta sexual de los ser~s huma·
nos~ (Supongo que pueden incluirse dioses antropo·
mórflcos, demonios, etc.) Me parece que esta repre·
se n t a ción es una empresa perfectamente aceptable.
Esperaría que, de ser realizada con cierta habilidad,
provocara pensamientos lujuriosos en el lector, lo que
nome parece de ninguna manera objetable. Como
tampoco me lo parece que el placer sexual se encuen-
tre entre los objetos deseables que la literatura nos
presenta: heroismo, virtud, paz, muerte, Dios, sabidu.,
rí¡], etc.

Lionc1 Trilling
The Last Lover, 1958

Un muchacho de 16 años encerrado en el baño con la


foto de una prostituta está ubicando la base ~ís!cade
su neurOsis -quizá 'luego lo pague con una lrntante
sensación de culpabilidad, malos reflejos y un n'ervio·
tratar la enfermedad es sacar de lo oculto lo sexual y
sO, orgasmo, pero, al menos, no está buscando un fe·
1a cuestión de los estímulos sexuales. El verdadero
tiche- eso no es malo, por el contrario, inicia la bús-
pornógrafo detesta a Boccaccio porque la fresca y sao
queda de 'una compañera. Si no lo hace, en la espera
na naturalidad de sus clientos lo obliga a darse cuenta
de que su satisfacción nazca de él mismo, también e~.
de qué clase de rata pornográfica es él. Hoy en día de·
tará ,pendiente, de su llegada: su sueño es qué tan ch·
bería darse a todo mundo, joven o viejo, si es que les
mático sería todo si encontrara una mujer así en la
interesa, un libro de Boccaccio. Sólo una franqueza
realidad. Otro tanto merece ser dicho de la pornogra-
natural y sencilla ante el sexo hará bien ahora que es-
fí~. Debe decirse también que la pornografía no pre-
tamos empantanados de pornografía clandestina o se·
para para' el sexo. En la fantasía pornográfica, todos
miclandestina. Y quizá los narradores del renacimien-
se vieilen al mismo tiempo, los torsos son delgados, el
to, Boccaccio, Lasca y los demás, sean el mejor antí-
olor es limpio, el placer,llega como el manná. Qué de-
doto que podemos encontrar ahora, del mismo modo
cepción para el adolescente sensible que reúne sufi-
que más emplastos de puritanismo serían el más nos-
ciente valentía para ir en pos de su primera experien-
civo remedio al que se podría recurrir.
cia real. -Para bien,.como a veces puede ser, se encuen·
, tra- con pequeños detalles para los que no está prepa-
D. H. Láwrcncc
Pornography and Obscenity, 1929
rado; con responsabilidades que nunca imaginó. Nada
eh su vida fantástica sexual lo preparó para la ternura,
La pornografía es el arte que atrae a las personas hu· para la guerra, para la trágica necesidad de convertir el
cia el sexo' la obscenidad es el nauseabundo sucedá· sexo en amor o' incluso para disminuirlo en algo aún
neo del se~o que las' hace repeler la experiencia real más pequeno.
del sexo. La pornografía te lleva hacia el sexo, la obs·,
cenidad te aleja de él. Norman Mail~r
Advertesim en ts for Myse//. 1958·59
Ronald Duncan
Lyrics of Jo/m of Rochester, 1948 Quizá valga la pc~a enfatizar que la pornografía if11pli.
ca cierta aeti.vidad gráfica. Así sea en literatura o en
En todos los lugares y én todos los tiempos existen artes plásticas, el efecto deseado se logra me.diante ~l
palabras y actos que pueden 'producir escándalo, ver· lJSO de imágenes., Suele haber un cuadro SUCIO, ya dI'

3 . -~.:
. ,~. .....

rec tame n te, ya evocado por las palabras. Hay una que se:i de forma disminuida, 'lúe sufriría de estar
enorme cantidad de arte y de Iit.eratura que es erótica realmente tomando parte en las actividades descri-
en el sentido en que estimula las emociones sexuales, tas.
pero que carece de intención pornográ'fica al dejarlo' Por lo· que a mi cabe, la. pornografía, en tanto
todo a la imaginación. El consumidor tiene que invcn-, literatura, es paralela a otras fbrmas literarias de la
tar sus propias imágenes, y siente, ignoro con qué jus- alucinación. En todas ellas las cualidades de estilo,
tificación, que no hay daño en ello. En cualquier ca- caracterización,' profundidad, trama, ingenio y lo
so, la libertad de la imaginación privada no puede ser . que se quiera, "virtudes" que adornan el cuerpo
restringida por medios públicos, aunque quizá Platón litcmrio,' son' uefinitivamcnte irrelevantes; el que
y Pavlov (y, en un plano satírico, George Orwell) Edgar tioe eso:riba historias de horror, Surtees de
jugaron con la posibilidad de hacerlo. cacerías y Cldand de cosas sexuales o Saintsbury de
En la pornografía, una imagen visual o verbal actúa vinos y viii as no .es más que un feliz accidente. La
como estímulo directo sobre los impulsos eróticos gran mayoría de libros aluCinantes carecen de más
que siempre se hallan en estado' latente y listos a ser cu'alidades que aquellas que necesitan para producir,
estimulados en las personas comunes. Hay imágenes .. rudimentariamente, sus efectos. Si fallan en eso,
pornográficas que son demasiado oscuras o crudas pa- carecen totalmente de .cualidades.
ra lograr el efecto buscado: simplemente 'son malas.
La "buena" pom'ografía implica una' habilidad artísti· Gcoffrey Gorer
ca adecuada, y esta habilidad puede ser tan grandiosa Does pornography rnaller?, 1961
como para provocar el .de todos conocido argumento
de la justificación artística. Yo mismo he emplealJ'o
este argumento en el pasado, pero ahora dudo que sea Escribir sobre asesinatos es, .aparentemente, algo
muy lógico. De hecho, hay fuertes razones pam creer "sano"; escribir sobre el pl:tcer sexual' no lo es.
que m ¡entras más artísticas sean las imágenes, más Nadie,: parece asumirse así, cometerá un asesinato
efectivas serán y, por lo tanto, más reprehensibles des- sólo por pasar sus ratos de ocio leyendo historias de
de el pun to de vista legal. Es '\.111 hecho,. también, asesinos; pero hay el grave peligro de que la gente
que son pocos los artistas de. prestigio que han cometa actos sexuales ilegales por haber leído por·
desarrollado una actividad pornógrafa delibúada.·· nografía (desde el punto de vista de la ley, por
Los incidentes pornográficos que pueden hallarse en . .supuesto). Es'ta crtencia en el efecto incitante de la
Chaucer o en Shakespeare son parte de su in.tegridad poniografía algo nos dice' de las mentes de lbs
realista. legisladores y de la' gente respetable que los apoya:
La pornografía es un asunt importante porque es para ellos, aparent~mente, .Ia ilícita indulgencia se·
una de las múltiples manifestáciones de la corrupción xual es una tentación tan inmediata que se traducirá
espiritual y de la alienación social del hombre; en acto si se le ofrece la posibilidad a la gente. No
pero tratarla como un fenómeno arslado, no es . parece haber mayor evidencia' para· sostener esta
solamente inútil, sino positivamente dañino al"espíri- hipótesis. <

tu humano, ya de por sí enajenado y medio sumer- .


gido en el tumulto de nuestros conflictos sociales. . Geoffrey Gorer
Lo que no es importante es si El amante de' Lady . Does pornograp'IYlllatter:, 196'1
Chatterley o Ulises son obras pornográficas en el
sentido legal. La cuestión es si esos libros emiten
aunque sea un parpadeo de luz desde la ahogada' Parece existir la creencia generalizada de que todos
lámpara del espíritu, y esto, creo, es algo fuera de queremos ser un poco' pornógrafos interiores y ·de
discusión. En el turbio caos de la Iiteratúni modero que todos queremos hacer lo que los personajes de
na, Joyce y Lawrence son de los pocos escri.tores la pornografía en nuestras n1entes, y de que si se le
que nos comunican la convicción de que el espíritu da una forma exterior a estas fantasías en forma de al· .
de Dios aún se manifiesta .en el espíritu creativo del gún trabajo pornográfico se· producirá en nosotros
- hombre, aún se posa sobre las aguas. . . el deseo de llevar a la práctica en lugar .de retenerlos
. en la esfera meiltal, consciente o inconsciente. Esto
Sir Hcrbcrt Read está lejos dé ser verdad, pero es alo que se suele
Does pornograp/!y Ir!arter?, 1961 recurrir para subrayar el efecto corruptor de la
pornografía. De hecho, en un esfuerzo por preservar
El objeto de la pornografía es la alucinación. Se de nosotros mismos una imagen hecha de sólo
supone que el lector debe identificarse con la voz nuestros' buenos im pulsos, salem os decir que estas
que dice "yo" o con la situación general, a tal ideas obscenas han sido vertidas a nuestras inocentes
ex trem~ que por lo menos produzca las consecuen· mentalidades desde el exterior. Entonces es cuando
cias físicas de la exitación sexual; si el trabajo es tenemos que hacemos esta pregunta: ¿cómo es que
exitoso, debe producir un orgasmo. El lector debe· somos capaces de reconocer estos pensamientos aje· ...
ría sufrir las sensaciones físicas y emocionales, aun- nos, y cómo es que nos ponemos en peligro de

4
'.

-
querer actuarios en la realidad, si nd es p()rq~le, de que. yo he' visto han sido tan feas que lo podrían
algún modo, ya estaban dentro de nosotros'? hacer llorar ~\ 11110. ¡El insulto al cuerpo humano, a
I:Js' vit~.J1es. rela.:iones humanas! Convierten a la
Dr. Robert Gosling, desnudez humana en algo feo y barato, degradan y
Does pornography malter? ¡ 961 afc:lIl al acto sexual, triviales, corrientes y moles-
tas... Es I:i catástrofe de nuestra civilización. Estoy
¿Qué es, después de todo, la pornografía? No es el segufode que ninguna otra civilización, ni siquiera
sex-appeal ni el estímulo sexual en el arte. Ni, la romana,. ha dado muestras de tan inmensa propor-
siquiera es una intención de"liberada por parte del . ción de desnudez degradada e ignominiosa, y de una
.~ artista en el sentido de excitar sentimientos sexua- .sexualidad tan sucia, fea'y escuálida. Y es que
les. Nada hay de incorrecto en la sensacion sexual . niil~una otra. civilización ha acarreado al sexo hacia
de la gente, en tanto no sea anormal; {) morbosa o .·Ia clanclestinidad' y a·1a desnudez hacia el excusado.
vergonzante. El hecho es que hasta yo censur:lrÍa .a
la pornografía, y rigurosamente. No sería rnuy,difí- . D. H. L:iwrcnce
cil. En primer lugar la auténtica 'pornografía 'suele Pornography imd Obscenity. 1930
ser clandestina. En segundo, se le puede reconOcer
por el insulto que .jJnplica, invariablemente, hacia: el Una obra pornográfica representa actos soCiales que
sexo y hacia el esplritu humano. . inv'olucrarillJ sexo, frecuentemente de naturaleza'
La pornografía' es el intento de· ihsuHar el sexo, peIYúsa o fantasiosa, generalmente escritas sin con-
de ensuciarlo. Esto es imperd.onable. Tornemos J:¡ sultar 'Ios' límites de la posi~ilidad física. Tales obras
más baja de sus instancias: la foto de postal que se estimulan I;'¡ .fantasía solitaria que, usualmente, des-
vende en las calles de casi todas las ciudades. Las pués se' resuelve., de. modo por demás inofensivo, en

5 ..~.
la masturbación. Un libro pornográfico es, entonces,' bIes' catarsis del arte, mucho más asesinos que
un instrumento para lograr una catarsis sexual, pero , víctimas. '
raramente promueve el deseo de lograrla, por 'medio
de una alianza social, de un' acto erótico en congre- .' Anthony Burgess
"What is pornography? .. Urgent Copy, 1968
gación: en una palabra, ese libro es elsubstitutc de
un compañero o compañera. La pornografía p\ ede ,
ser verbal o visual" aunque el estímulo visual s~,éle'" , El.· mejor argumento contra la censura proveniente
,de la iglesia.o el estado respecto a la pornografía es,
ser más intenso que el verbal. Si cualquier c~sa que" '
estimule la fantasía sexual y conduzca al onanismo todavía la frase de Juvenal:
"Quis custodiel ipsos custodes? " ....
es pornografía, entonces la pornografía está en
todas partes: anuncios de ropa interior, fotografías
provocativas en los diarios dominicales. Etimológica- Estoy en favor de la obscenidad y en contra de la
pornografía. Lo obsceno es lo directo y la pornogra·
mente (porne, en griego, significa "puta") cualquier
fotografía despersonalizada de un posible camarada .fía '.es lo sinuoso. Creo decir la verdad, con toda
sexual representa la más pura pornografía consegui- ffialdad, y, d.e ser. necesario, con intención ofensiva,
ble; qué tanto más estimulan!e es, sin embargo, una 'sin disfrazada. En otras palabras, la obscenidad es
muchacha real en minifalda. Las mujeres no pueden un" proceso de saneamiento, mientras que la pomo-
evitar moverse, y los hombres no pueden evitar el 'grafía sólo aumenta la tenebrosidad. Es posible que
ser movidos. Un ,libro pornográfico y uno didáctico yo haya usadd la obscenidad como una técnica de
tienen esto en común:, estimulan, y suponen que el , conmoción. Empleé la obscenidad tan naturalmente
resultado· del estímulo se llevará a cabo en actos como emplearía cual4uier otra forma de hablar. Es.
reales: la masturbación o actos de, importancia so- como respirar, como parte de todo mi ritmo. Hay
cial. Difieren de una obra literaria en el hecho de .momentos .en que uno es obsceno y hay momentos
que el objetivo de la obra literaria es suscitar en que· no... Yo he escrito tanto de metafísica
emocíones que se resolverán no ,en actos sirio en una dispanltada como·de sexo. Los críticos de mi obra
experiencia artística. Esto' es a lo que' se refería prefieren reparar en cl sexo. El sexo ha desempeña-
Aristóteles en su doctrina de la C"atarsis. Si leemos un, do un papel en mi vida. Mi vida sexual ha side mu/
libro o asistimos 'al teatro o ai cine y nos" sentim'os rica y no 'veo por qué haya ,debido dejarla fuera de
compelidos a descargar la emoción acumulada en mi obra.
algún acto social o solitario, entonces hemos llxperi-
mentado buena pornografía o buen didactismo\ pero Henry Miller
A'l oficio de, escritor (The Paris Rcview intcrview), ca. 1960'
muy mal arte. La pornografía es, pues, inofensiva'
mientras no corrompamos nuestro sentido del gusto'
¿No se necesita ser brutos para llamar al acto del
confundiéndola con la literatura. Hay quien sostiene
que somos producto, un acto brutal? ,.;
que la pornografía, por otra parte, puede inducir a
mentes inestables a llevar "los. elementos fantasiosos,
Montaigne
particularmente cuando implican e'lementos de cruel- SlIr Virgilius, 1643 ,.
d3d, a la vida real. Aquel asesino de hace unos años,
Brady, ap3ren temen te leyó al Marqués de Sade y su Es imposiblc cxplicar la obscenidad sin ser obscenos.
crimen resultó ser nauseabundamente sádico. Es
evidente que Sade ayudó a' estimular una naturaleza G. B. Shaw
ya de por sí perversa, pero )lay que recordar que Pretaces, 1923
una naturaleza tal puede ser estimulada por cual-
quier otra cosa. Cualquier libro puede utilizarse Si no se usa concorrecciéln el lenguaje, lo que se J
como instrumento pornográfico, incluso una gran dice no es lo que se quiere. decir. Si lo que se dice
obra literaria, si la mente lectora que como t31 lo no' es lo que sc quitlre decir, lo que dcberÍa de
utilice está fuera de balance. Una vez encontré 3 un hacerse deja de hacerse; si se queda sin hacer lo que
niño mastúrbándose frente a los grabados de una debe hacerse se corrompen la moral y el arte; si se
Biblia victoriana. Varios asesinos monstruosos han corrompen la moral y el arte desaparece la justicia y
admitido estimularse durante el sacrificio de la Misa. el pueblo qucda sumergido. en desvalida confusión.
Un multiasesino en los Estados Unidos confesó
sentirse hechizado por el episodio entre Isaac y Confucio
Abraham en el Antiguo Testamento. Prohíbase el Los Proverbios
Marqués de Sade y tendrá igualmente que prohibirse
l:l Bibli3. Nada de desnudos artísticos ni académicos, Si tu deseo cs scr comprendido por todo mundo
nada de anuncios de medias, nada de mujeres (a apartc dc los universitarios de Roma, habla con.
mcnos que se cubran islámicamente) por las cállcs
dc las ciudades. Nada de Hamlet ni de Macbeth.
Habría, entonccs, al prohibir el origen dc las razona-
. ,
claridad y di coger, verga, coño y culo. Ustedes y su
paja cn el ojo,· obelisco en cl Coliseo, puerta del
hucrto, llave en la cerradura, mirlo en cl nido,
-
1

6
I

y pudibundos, naturalmente, no faltaban, y sus


escritos fueron luego avalados' por el cristianismo.
, Pero no eran ellos la cultura; eran individuos.

Wayland Young
Eros denied, 1964

La música es otro asunto. Uno puede poner la


fornicación en la música como cualquier otra cosa,
y' quizá mejor aún. Algunos fragmentos de El matri-
. monio de Stravinsky, son tan abiertamente eróticos
como cualquier cosa impresa. Una buena cantidad
de J azz y de música latinoamericana -sobre' todo
del Caribe- se tambalea en la, frontera entre músic~
y fornicación. Jazz quiere decir coger; eso es lo que
la palabra significa. Viene del francés jaser, que
tiene, o tenía, dos significados: primero, chismo-

.....o..
rrear, que da origen a lí1 expresión norteamericana
lO jazz, que significa vagar, perder el tiempo, y,
'0. segundo, coger, de donde sale la expresión hacer el
E jazz, jazzear. Cuando la palabra surgió por primera
lO
CI)
o vez en New Orleans significaba música de coger
"C
c: porqu':l solía ejecutarse en fiestas y burdeles. En lá

....
~
....
música toleramos 10 erótico porque los pacatos,
simplemente, no lo distinguen. Una persona que
"C
sufriría un síncope ante El beso de Rodin o al leer
E~ amante de lAdy Chatterley puede oír música
f"O afrocubana o Stravinsky o Ray Charlcs con la más
u compl,aciente de las sonrisas. .

espada en la funda, y su estaca y su báculo, sus Hun! Lewinhson


lfistoire de la. musique. 1969
chirivías y sus pastinacas, sus gorriones, manzanas,
hojas de misal, sus su cosa y. su instrumento. sus
verbi gratin, sus asuntos, buenas nuevas, asas, ne- Atacar al sol expulsarlo 'dcl universo usarlo para'
chas, zanahorias, raíces... En fin ¿por qué no dicen encender al mundo en llamas. .. ¡esos sí que serían
.. sí cuando quieren decir sí y no .cuando quieren crímenes! .
decir no? Y si así no han de hacerlo ¿por qué
mejor, simplemente, rio se callan? Marqués de Sade
Cárta a M. de COII/mias inspector de/Imperio.
l'ictro ¡"retino 1808
11 Ragionalllcnti. ca. 1645

La idea de pornografía es totalmente ajena a la ...Y mc rctiré a mis habitaciones dondc leí L'Es-
cultura greco-romana. Para ellos, la idea de hacer de cholle des Filles, un libro lujurioso que ningún mal
10 erótico una cuestión especial en las artes era hace el leer en tanto se sujete uno a propósitos de
imposible. Ni qué decir de su posible clandestinaje o informución. Después de leerlo lo quemé para que '
rrohibición. Licht encontró la palabra {JomograpllOs no esté, para vergüenza mía, entre mis libros. Luego
. -el que escribe sobre las prostitutas- una sola vez en la nochc, a ccnar y a dormir.
en sus lecturas clásicas. Para ellos ,...más quizá para
los griegos que para los romanos-- fornicar, cómo Samuel Pepys
cualquier otra cosa, era un acto digno para ser Diario (9/I1/1668)
explicitado enIa religión, en la narrativa; la tragedia;
la comedia, la poesía y la sátira. Lo q'ue pasa es que· El padre de la pornografía occidental es Nicholas
·nb era un tema "cargado" socialmente. Podía estar Chorier. Su libro, Satyra Sotadica, fue el primero en 11
bien o mal,. ennoblecer o degradar, 10' mismo .que dcsarrollar la forma y las líncas generales que preva- 11/
cualquier otro asunto de la vida humana. No había Iccedn después en nuestra cultura. Casi nada se sabe
una zona especial o demarcada, no había mecanis- de él. Era un noble provinciano que se convirtió en
mos de exclusión operando. Esto se aplica a la historiador. Satyra Sotadica fuc publicado, por pri-
cultura como un todo; los temperamentos ascéticos mera vez, en 1660, O sea, cuando la novela en prosa .Y
a

7 :&;
/0

hacía su apancJOo en Europa. 'Pretendía ser la obra, Int.:nsa valuptul)sidad' ud amor de los se~os, obse-
de una dama española de alcurnia llamada, Aloysia sión de la juventud, tom1ento periódico de la edad
Sigea, traducido por un recientemente fallecido hu- ' ' madura, fiebre y plaga o desallogo y exaltación
rnanista llamado 'Meursius. Consiste de diálogos en- efímera, nada de eso es todavía amor. Usen y
tre muchachas con nombres latinos que, con dema-, agoten su voluptuosidad los atomlentados si creen
siada frecuencia recuerdan los tiempos clásicos como ,: "que así ap'resuran la final liberación; pero cuiden de
"la edad de oro, de la fornicación" de la que los 'que no se les, dañe también la fantasía ni se les
modernos han sido expulsados. Es bastan te aburri. ' pierda deshecho el destino. Pues, tanto embriaga el
do, y carece del alegre tono vernacular del Aretino. ; licor sensual que, 'a menudo embrutece y anula el
Lo importante es que es el primer libro que no clamor de lo permanente superior y total. .. Gocen
contiene, otra cosa más que sexo desde el principio, su droga de placer los afortunados, disfruten de su
hasta el final. Toda la pornografía posteriorcs una dicha apacible los esposos, pero todavía nada de eso
variante de este primer libro. es amar.
Wayla-nd Young' José Vasconcelos
Eros Dcnied, 1964 "Eros vencido", Pesimismo alegre, 1927
.~ .
Para que la vida de un hombre sea completa,
requiere seis clases de amor: 'el de su esposa, sus ...de arranque se me ocurre que la pornografía no
hijos, sus amigos, sus vecinos, su trabajo, y el de existe, ¿verdad?, sino que es una invención de las
Dios. En nuestra época, la secularización de la fe, la mentes puras.' Mientras más casta se llama una
mecanización del trabajo, la atomización. de la sacie-- persona, más pornografía ve en este mundo. Ve
dad, el control de la natalidad y lo dem~s tienden a fomlas genitales en todo, ¿no? Es la gent~ más
quitarle todos menos el primero. Si el hombre sucia del mundO,' porque es la más frustrada. Tú
"normal" de hoy está obsesionado por el sexo, es, muéstrame una 'persona que diga "Esto es pornogra-
en parte, porque le parece que la esfera de lo sexual fía" y yo te mostraré a una persona frustrada
es la única en la que él es.un agente libre, en la que sexualmente. La pornografía, pues, es pornografía
sus éxitos y sus fracasos 'son, de veras, suyos; por lo en la medida que el espectador se escandaliza de
tanto, si fracasa en ello, nada es lo que ha consegui- algo 'de lo que no tiene por qué escandalizarse.
do en su vida. . Dicho lo cual te añado que lo que pasa por
pornografía actualmente a mí no me escandaliza:
W. H, Audcn simplemente me aburre a morir. Ya hemos dicho
La IVrence, 1947
varias veces que el infiemo es la repetición. Lo
mismo pas'a ton la pornografía: unas tetas, un coño
Los libros sucios no siempre son malos, aunque
o una pinga no sO'n muy distintos de otros y acaban
debo admitir que algunos son pésimos. No obstante
por saciar. La pornografía acaba siendo indistingui-
acepto el título de porn ógra fa con orgullo y alegría. ble, de la ginecología., No es excitante... Luis
Disfruto el perturbar, a la gente, sobre todo a la
13uiíuel está mucho rmís cerca de Eros que Andy
gente que desprecio profundamente, o sea a la bur- Warhol; Warhol cree que el sexo está entre las
guesía que se ha apoderado casi de todo en piernas; l3uiíuel' sabe' que el erotismo' está en la
Francia, en Inglaterra y en América. Creo que es cabeza, Lo que se oculta es más excitante. Lo que
,IllUY sano perturbarlos, sacudirlos. No creo que los
se niuestra, ya no . loes tanto. '
libros sucios corrompan a la' juventud.' No c'reo que
los niños entiendan o les interese 'siquiera la porno- Carlos f-'uentcs
grafía. Es cosa pata adultos. Si mis libros sucios se !'erspcclfvas mexicanas desde !'arís, 1973
vendieran libremente en Inglaterra 1;1 palabra porno-
grafía dejaría de existir.
Los censores vuelven excitante lo inocuo. Sin censu-
Mauricc (;iroliias ra, la pornografía moriría rápidamente. La censura
Entrevista con Kencth AlIso'p. 1960 es su mejor vitamina.
(Cirodias es hijo de Jack Kahanc, fundador de Obelisk Press
y cditor de Finnegan's Wake y dc, Lawrence Durrcl1;
Girodias, a su vcz, fundó Olympia Press, y editó libros Carlos f-'uentcs
pornográficos como ¡.olita, de Nabokov, y TIre Naked Perspectivas mexicllnJ1s desde Padi;, 1973
Lunch, dc Burroughs.)

(Los hijos de Eva) Siguen atribulados por el pecado


Todos los sacerdotes deberían de leer I.a hisloria de O
(cuyo autor quizá sea Jean Paulh~n) para poder llegar original. aun desptiés de siglos de haber perdido ese
a tener una idea propiada de Jo que es el pecado. p.:cado toua originalidad.
1
,.J
Pau1 Claudcl Eva (Según Salvad(ir Novo)
.Carta a Fran¡:ois Mauriac, 192 7 Diálogós, 1956,

8 ,r
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..

Si los escritores del pasado hubieran. dependido de


Jos actuales reglamentos, o hábitos, de la impresión
'que rigen en Inglaterra, los siguientes autores no
hubieran podido alcanzarnos en su forma presente,
pues hubieran sufrido supresiones u otro tipo de
alteración: Safo, Anacreonte, Teócrito, Jenofonte,
Herodoto, Aristófanes, Catulo, Horacio, Juvenal,
Marcial, Villon, Rabelais, Voltaire; muy pocos hu·
bieran escapado. La' Divina Comedia misma no lo
"
hubiera logrado, Shakespeare y gran parte de los
isabclinos, Burlan, Pope, Fíelding, Sternc, Heine,
Smollett, Flaubert, Maupassant, Tolstoi, donde uno
busque el elemen'to duradero de la literatura, éncon·
'.trará ·libros que no podrán aparecer en las actuales
condiciones culturales. Y la mayoría de estos auto-
res 11'0 son de ninguna manera indecentes o salaces.
y cuando a un hombre se le niega el lenguaje de
esos autore¿, seIe niega demasiado.
...e
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O- Ezra POllnd
E , Carta a ¡,Ikin Mathews, Sobre Joyce, 1916
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U)
o
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.
'"c: El. sex'O es una escritura muy cruzada.
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el>
"U Ramón (;ómez dc la Serna
:'Recaldtrancias de la niliez y la juventud" Nuevas páginas
, de/hivida.1957
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u
Ya cuando estaba en la bastilla
El deseo sexual es' altamente adaptable al propósito. . ten íaescritas mis tesis.
del arte como div'ersión, entretenimiento. Cuando Las saqué despellejándome,'
esta clase de entretenimiento 'es brutal y cruda se le . J golpes' de mi azote,
llama pornografía y es de lo más común y popular. por odio de mí mismo
La representación de la desnudez en la pintura y las y del límite de 11li pensamiento.
novelas basadas en motivos sexuales son, cn esen- En la drceI surgíeron ante tn'í
cia, intentos de incitar las emo.:iones sexuales del .los Tcpr~ScntaiJtes monstruosos de una cl3se en
pú blico, no para llevarlas a un comercio ca rnal' real , ',' , decadencia
entre los sexos, sino para dotarlo de objetos ficti· 'cllyo'pod~¡' se presentaba sólo en aquel espectáculo
cios, aislados de su fin práctico en aras del entrete· de excesos corporales.
nimiento. ( ...) alguna vcz Bergson habló de nuestra Hasta el últírno detalle reconstru í
civilización diciendo que era Una civilización "afro· el mecanismo de sus v'iolencias
disiaca". No' creo que el epíteto sea muy. justo. y para hacerlo dejé que hablara .
Nosotros- no adoramos a Afrodita. De hacerlo teme· , todo lo malo y bruto que en mí había.
ríamos el sucedáneo de la pornografía como algo Fue menos un ataque contra los que se ahogaban
que incitaría sus iras. Se toma un afrodisiaco con arrastrando' consigo todo lo que aún teníJn,
vistas a la acción: la pornografía se toma como un que un ataque .a' mí mismo. .
substituto de la acción. La verdad" más hien, puede En una sociedad de crimÚlalcs
ser que' la' pornografía -revela una sociedad en la que saqué de mí lo criminal a luz
la pasión sexual ha decaído tanto que ya no es una p:lra estudiarlo y estudiar el tiempo
diosa, como para los griegos, ni un demonio, <.:amo en 'ql!e vivía.
para los primeros c.ristianos, sino un juguete: una
sociedad en ia que el deseo instintivo. de la propaga·
ción de la especie ha sido debilitado por una iJea O.A.F. de Sade en Persecución y asesinato de Jean·Paul
según la cual la vida es algo que .no vale la pena Maratdc, Pctcr \Vciss, 1964
vivirse, y en la que nuestro más íntimo deseo es no
perdurar. '
R. C;. Coliflgwood Es terrible desear y no poseer, y terrible poseer y
The .Principles of Art, 193M no desear. Por esto sentimos nostalgia de una época

9
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que, en palabras de Platón, era capaz de entristecer- ciertos poemas de su libro, démosle ,aviso a otros
se y alegrarse por las mismas cosas. para .g.ue no sigan sus pasos.

W. B. Yeats Pinard, riscal Imperial en


Carta a Olivia Shakespear. 1933 Francia vs. Baudelaire. 1857*

¿Me permitefeIicitado, mi querido Baudelaire? ' Una


Que una novela omita la experiencia sexual me irrita de Ji¡s. escasas preseas que el actual, régimen puede
tanto como que reduzca la vida exclusivamente a 1:1 otorgar, le ha sido conferida a usted. Lo que este
experiencia sexual... El tratamiento de lo sexual en régimen se complace en llamar su justicia lo ha
la narrativa es uno de los más delicados, tal vez el condenado a usted en nombre de lo que llama su
más arduo junto con lo político. Como en ambos moralidad. Eso no deja de agregarle una nueva
asuntos existe para el autor y para el. lector una corona.
carga tan fuerte de prevenciones y convicdones, es
dificilísimo fmgir la naturalidad, "inventar" esas ViciorHugo
materias, darles autonomía: jnvenciblemente. se tien- , Carta a Baudelaire, 1857"
de a tomar partido por' o .contra algo, a demostrar .. Enid Starkie: Baude/aire, pp. 359-382
en vez de mostrar. Así como según ciertos teólogos;
por la bragueta se suelen ir- más hombres al infierno, ¿El· lugar más erótico de un cuerpo no es acaso alll
gran número de novelas se precipitan a la irrealidad donde la vestimenta se abre? En la perversión (que
por el mismo sitio. es el régimen del placer textual) no hay "zonas
erógenas" (expresión' por 'otra parte bastante ino-
Mario Vargas Llosa portuna); es la intermitencia, como bien lo ha dicho
La org{a perpetl!a, 1975. el psicoanálisis, 'la que es erótica: .la de la pie! que
centellea entre dos piezas (el pantalón y e! suéter),
entre dos bordes (la camiseta entreabierta, el guante,
He comprobado que la excitación .(erótica)es~ más y la manga); es ese .centelleo el que seduce; o mejor:
profunda en la medida que lo sexual no es exclusivo la puesta en escena de una aparición·desaparición.
ni dominante, sino que se complementa con otras
materias, se halla integr·ado en un contexto vital Roland Harthes
complejo y diverso, como ocurre en la realidad: me El placer del texto, 1973
excita menos un libro de Sade, donde el monotema-
tismo desvitaliza el sexo y lo convierte en algo.
mental, que, por ejemplo, los episodios eróticos Los libros llamados "er6ticos" (es necesario agregar:
(muy escasos) de Splendeurs et miseres des cOl/rri- los comunes, para exceptuar a Sade y algún otro)
sanes de Balzac (recuerdo sobre todo los roces de representan no tanto la· escena erótica sino su
unas rodillas en un carruaje), o los que salpican Las expectación, su preparación, su progresión; es en
mil y una noches en la· versión del Dr. Mardrus. esto que rcsult<\n "excitantes", y por supuesto, cuan·
do la escena llega hay decepción, deflación. Dicho
Mario 'Vargas Llosa de otra maner<i;, son libros del Deseo, no del Placer.
La org{a perpetua, 1975. . O diGho con malicia, ponen en escena eL Placer tal
como lo ve el psicoanálisis. Un mismo sentido dice
tanto aq~í como allá 'que todo esto .es bien decep-
¡Pronto! ¡Pronto! Esconda, y esconda con muchos cionante.
cuidado, toda la edición· (de Las flores del mal).
Usted debe tener 9~O ejemplares en planas. Habla Roland Barthcs
cien más con 1. y les pareció. sorprendente que yo El placer del texto, 1973
deseara guardar 50 de ellos. Los he puesto en un
lugar seguro y he firmado un recibo por ellos. ¡Eso No has de ser criminal por hacer: la pintura·
deja cincuenta para los cerberos de la justicia! de la hermosa. afición que inspira la natura.

D.A.F. de Sadc
Scgún G. Apollinaire: El Marqués de Sade, 1934
Charles Ha udelaire
Carta a Poulet-Malassis. 1857* Le informo que mai'iana, 24 de enero, honraré con
mi presencia ese muelle de truhanes que es la,'
"Sexta cámara de policía correccional", a las diez
Sei'iores: seamos caritativos cdn Baudelaire en tanto
que ser humano, ya que es \ln hombre de tempera-
mento desequilibrado e inquieto, pero, prohibiendo
de la mañana. Se acepta la entiarla de Damas, ropa
elegante y buenos modales obligatorios. No cuento
con que se hará la mínima justicia. Seré condenado,
--
10
13

,
y, qUlza, a la pena. maXIma .. Dulce recompensa; problemas sociales o de las aventuras en Africa de
estímuio noble a la literatura... algún explorador; las prohibiciones y tabúes que
Gustave Flaubcrt
antes' se oponían a una libre exploración de la
: Carta al Dr. Cloquct, .1857· .sexualidad ya no existen, eso es todo, y pasar sobre
lasexüalidad en silencio y'a no es una cuestión
La moralidad estigmatiza a la literatura realista, no ,moral, sino una inadecuación de la expresión litera-
porque de-scriba las pasiones: odio, venganza, arnor; ria.Mi preocupación con el acto sexual, que es uno
el mundo vive. de estas cosas; y el arte debe de los motivos más primitivos e inalterables de
describirlas; pero cuando lo hace sin medida ni tasa nuestra relación con la realidad, se debe precisamen-
alguna, la moralidad debe. considerarla. EI.arte, sin . te a su urgencia; y lo mismo puede decirse de mis
reglas, ya no es arte; es, más bien, .como una mujer. preocupaciones con los asuntos económicos, no me-
que se quita la ropa. Prescribirle al arte la obligación nos primitivos e inalterables. El sexo y la alimenta-
de cuidar de la decencia pública como única ley, no ción son parte del instinto de conservación que el
es esclavizarlo sino .honrarlo con largueza. Estos, . 'hombre, como el animal, tiene más arraigados. El
señores, son· los princ'ipios que defendemos; ésta es sexo, .en el mundo moderno, es sinónimo de amor.
la doctrina que de[~ndemos, con nuestra cpnciencia. ¿Quién puede negar que el amor es uri' tema fre-
cuentemente usado en la literatura de todos los
Pinard, Fiscal del Emperador tiempos y todos los lugares? Alguien se preguntará
Juicio' contra Madome' Bovary, 1857"
si él amor no ha sido. transformado en sexo en la
• Enid Starkie: Flaubert, pp. 285-309
literatura moder'na, si no ha perdido el carácter
No es necesario hablar todo el tiempo del sexo indirecto, . metafórico, idealizado que antes tenía,
como tampoco es necesario hablar siempre de los llast2 identificarse con la cópula. Las razones de este

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a los veinte años se habrá pasado el periodo sexual-


men le más' v.igoroso de su' vida en tregad o a' la
masturbación. Naturalmente, con el objeto de hacer
significativo un· acto solitario, el teatro de su mente
se convierte en un festival dionisiaco, y de resultar
un dramaturgo con recursos, ese joven, como le
pasó a George Bernard Shaw, llegará al sexo "verda·
dero" ,y lo hallará altamente defraudante ...
Eil . casi toda la "pornografía, las descripciones
físh:as tienden al boceto. Los pornógrafos "fuertes"
.,' .
rara vez, particuhJrizan. De .manera inevitable, los.
geni tales son masivos, pero como jamás se nos da la
oportunidad .de darle una buena mirada a los cuero
pos a los que están sujetos, el efecto es tan imperso-
,nal q'ue uno pronto desea leer cosas sobre esos
modestos' si bien enteramente tangibles arquetipos
que son el muchacho y la muchacha que viven junto
,a nuestra casa, dos creaturas mucho más aptas para
figurar en el' 'caldeado teatro de la mente que las
grotescas voluptuosidades de la imaginación del por-
nógrafo. Sin embargo,: eri: tanto que realiza una
abstracción' del éarácter de sus personajes, además
de' conservarlos sin rostro y en la vaguedad, el
pornógrafo obliga al lector a recurrir a su e~perien­
cia personal para' llenar los detalles, logrando así
uno \.le los fines del 3rte literario: hacer del lector
un co!:J.borador.

Gorc Vidal
"Pornography", en ColleCfed Essays,
lIomage fa Daniel S/¡ays. 1966
hecho son m'uchas, pero la principal es la declina-
ción de los tabúes y pr'ohibiciones que co~ducí:lI1,
de modo totalmente artificial, a falsas idealizaciones, Debe hacerse un es.fuérzo 'para sacar a la luz lo que
dañinas y peligrosas,. de lo que es la fornicación y el pensamos sobre el sexo y lo que decimos sobre el
erotismo. sexo y lo que hacemos con el sexo y crear con ello
uIla relación realista. Esto es lo que, indirectamente,
hacen los pornógrafos. Reconocen que la única
Alberto Moravia
Literatura y erotismo, 1956 norma sexual es que no hay nOrma alguna. Por lo
tanto, en una sociedad, civilizada, las' leyes no deben
Dios hizo el alimento, el diablo la sazón. tener ingerencia de ningún' tipo en cuestiones de
sexo con la excepción de proteger a la gente en su
'Jamcs JOYCIl
derecho a no ser molestados contra su voluntad.
Carta a Ezra PO/ITrd. 1922
Core Vidal
"Pornography",'·cn·.Collecfed t:ssays, 1966 .
Los hombres tienen el corazón en el sexó, las·
mujeres tienen el sexo e~ el corazón. . .. .
(Aparte del proble'ma dé categorizar a la pornografía
'Malcolm dc Chazal como asunto sujeto al análisis del pedagogo, del
Aforismos, 1938 moralista, ders,ociólogo y del sicólogo). tenémos
todavía la cuestión de si ciertos textos pornográficos
Las clases medias y su sexo·en-la·cabeza, que tanto pueden considerarse literarios,: algo que nunca ha
despreciaba D. H. Lawrence, no son así por desear sido genuinamente' debatido. Nadie, por supuesto,
deliberadamente lo cerebral y lo antinatural; más niega que la pornografía constituye una forma de
bien son las inocentes víctimas de la necesidad y de literaturaen tanto qUe aparece en la forma de libros
las leyes tribales que las rigen: Por razones económi· impresos de ficción. Pero más allá de esa conexión
cas deben retardar el matrimonio lo más posible. trivial, nada, más puede ser considerado. La mayor'
Por razones tribales deben aceptar que el sexo fuera parte de las definiciones mutuament.e excluyentes de
del matrimonio es algo millo. Por consecuencia un la literatura ,y la por{1ografía suelen descansar sobre
hombre cuyo primer contacto con una mujer sucede cuatro argumentos bien delimitados. El primero es

12
IS-

que el· carácter un'i-intencional en el que los libros' para iniciahe; una vez empezada sigue y sigue y no
de pornografía se dirigen al lector -con la única termina en ninguna parte.
'intención de excitarlo sexualmente~- es antitético a Ot ro arguJliento: la escritura pornográfica no
la compleja función de la literatura. Puede argüirse, puede evidenciar cuidado alguno por sus medios de
por tanto, que el objetívo' de la pornografía. ind tar expresi6n en cuanto tales '(la preocupación de la .
sexualmente. al lector, .se. opone. al, compromi1\o literatura), ya que su objetivo es inspirar series de
distanciado y .tranquilo que provoca el·arte genuino. fantasíüs ,no verbales en las que. el lenguaje juega un
Mas este giro del argumento parece particularmente papel postergado, puramente instrumental.
inconvincente si se .considera que .la respetuos¡J", El último y más pesado argumento que sostiene
solicitud'a los sentimientos' morales del' lector que que el asunto de la literatura es la relación entre los
hace la escritura "realista", sin n'iencionar. algunas' ,'seres' humanos, sus complejos sentimientos y emo-
obras maestras certi f)cadas (desde, eha ucer hasta ciones; ,la porndgrafía, en contraste, dc&deña a las
Lawrence), contienen pasajes que excitan c()n ·t(¡(.Ia persunas formadas (cuadros ,sicológicos y sociales),
propiedad- sexualmente al lectt)r. Es JJ1~ís plansible se desihteres:r ,del problchla de sus motivos y ~e su
enfatizar, quizá, que la pornografía IJlisee sólo ·una -eredibilidady da cuenta, apenas, de las desmotiva-
"intención" mien(ras' qUe 'cualquier trab;ljo valioso das e infalig:ibles transacciones que establecen entre
en literatura tiene varias. sí :dgunos órganos despc'rsonalizados..
Otro argument<f, sostenido, ,entre . otros, por" (. '..) Sin embargo,' una reflexión sobre si la
Adorno, es que las obras pornográficas carecen.. del ,iiteralura y la pornografía son no«iones antitéticas,
característico d~sarrollo literario que implica un' . es decir, si fLiera necesario asegurar que la pornogrn- '
inicio, un desarrollo y un final. Una pieza de ficción ,fía puede 'pertenecer a lo literario, esa aseveración
pornográfica tiene apenas una cruda justificación, , debe implicar IIn repaso totalizador de lo que es el

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arte. Para decirlo con gran generalidad: el arte (y el imp'ortancia respecto a la comprensión de las situa·
hacer arte) es una forma de la conciencialidad; los dones emocionales de que forman parte. .
materiales del arte son la' diversa variedad de formas
de esa conciencialidad. Por ningún principio es.téti~o
Edmund Wilson
"Signos de Vida...", 1929
puede esta noción de los· materiales del arte ser
llevada a excluir inclusó las formas más extremas de , CARSON (Abogado del marqués de Queensberry):
conciencialidad que trascienden la personalidad so·' ¿y se atreve usted a recomendar estos aforismos a
cia! o la individualidad sicológica., (...) lf>s mat(;ria~ los jóvenes?
les de los libros pornográficos que cuentan como
literatura son, precisamente de las formás más exÚemas,
WILDE: Todo es bueno para los jóvenes si estimula
su pensamiento, no importa la edad.
,.
!
de conciencialidad humana. CARSON: ¿Sin importar si es moral o inmoral?
WILDE: No hay tal cosa como moralidad o inmora·
Susan Sontag lidad en el pensamiento. Lo que hay es emociones
The pornographic imaginatiQIl, 1966 inmorales..
CARSON (Leyendo): ."El placer es lo único por lo
¿Por qué es aburrida la porn()grafía? Porque no
que el hombre debe vivir" ¿?
puede nunca sorprendern'os:" Todos conocemos las
pocas cosas que un hombre puede hacer eo. tanto WILDE: Pienso que la realización de uno mismo es
mamífero. nuestro principal objetivo en lávida, y realizarse por
medio del placer es mejor que hacerlo por medio
. W. H. Auden
del dolor. Estoy, en ese sentido, totalmente de parte
Epistle to a godson, 1956 de los antiguos, de los griegos. Es una idea pagana.

La ciencia y el arte han sufrido, indudablemente, Oscar Wilde


por la intolerancia propia de los prejuicios vulgares "Testimonio contra el marqués de Queensberry", 1894.
en esta cuestión (el sexo). Son famosas las persecu-
ciones exigidas por la estupidez moral, las condena· Nadie, que' yo sepa (y mucho menos los burócratas
ciones que ha pronunciado: desde BlIudelaire, el encargados de suprimir y confiscar libros o recortar
poeta más grande del siglo pasado, hasta James películas) puede' definir con exactitud lo que signifi··
J oyce, el gran escritor inglés, autor del Ulises; y, en can las palabras obscenidad, por ejemplo,' o la
el terreno de la ciencia, allí está el sabio vienés ,palabra virtud o moral. En materia de arte y de
Sigmund Freud, no pocas veces vilipendiado yobs- pensamiento, el régimen ideal· en una sociedad real·
curecido por la gazmoñería universal. Sería poco mente civilizada debería de ser el de la libertad
todo lo que se dijera en favor de la libertad del absoluta. Sé que esto es imposible; pero nosotros,
espíritu; en favor.de la actitud oficial o privada que como escritores, lo que tenemos que hacer es luchar
hiciera imposibles en México las indignidades que por 1:1 libertad. Esto .es lo que· a mí me parece
sufre esa libertad; en favor de la educación que esencial. Expliqueinos al público que la pornografía
diera un poco de dignidad a las personas. no está en la obra de arte sino en la moral
pervertida de los censores. El Kama Sufra no es un
Jorge Cuesta libro obsceno, es un clásico y,más· aún, un tratado
"La educación sexual", 1933 de buenas maneras eróticas...
Octavio Paz
"En diálogo con Octavio Paz", por Carlos Monsiv~is: Revis-
La simple actividad sexual es dif.erente <l.el erotismo:
la primera se da en la vidá animal y sólo la vida
humana muestra una actividad que define tal vez
ta de la Univérsidad. 1967.
No quiero ser irreverente, pero creo ,que estarán de
.. -
un aspectu diabólico al cual conviene el. n~mbre d~ acuerdo en que' quienquiera que haya sido' el que
erotismo. creó el sexo ciertamente sabía lb que hacía. Aunque
todo el mundo está loco' por él,la palabra' en. sí,
Georges Ba taille pes~ su brevedad, parece asustar a muchísima gente.
Las lágrimas de Eros, 1943 Los autores de canciones siempre suprimen esa
adorable palabrita y la sustituyen ppr ·~amor". Nin·
Probablemente pueda decirse que las escenas eróti- gún cantante -(ni siquiera un 'tenor) se atrevería a
cas de El amante de Lady Chatterley contienen las cantar "El sexo. es una cosa esplendorosa". Con ese
mejor.es descripciones de experiencias sexuales que título la canción obtendría un éxito multitudinario,
hasta el presente se ,hayan escrito en inglés. No es pero el cantante sería puesto en la list:¡negra de algún
cierto, como se asegura a menudo, que no se pueda comité pro-moralidad. ¡;La acusación?' fncitar a la
o deba escribir sobre experiencias sexuales. D. H. gente a que haga una cosa perfectamente natural.
'o.
Lawrence ha demostrado en esta novela lo variadas Groucho Marx
e interesantes que resultan tales experiencias, y su Groucho y yo. 1959
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