El Ladron de Palabras

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Ediciones De la Torre

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Registrada en la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE)
© Antonio de la Fuente Arjona - [email protected] -
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ESCENA 1.

(El telón se abre, de fondo suena la famosa música televisiva del Telediario, en el
escenario vemos una pantalla gigante de televisión, en su interior, muy seria y como
las de verdad, la PRESENTADORA.)

PRESENTADORA: Suspendemos la programación habitual para informarles de un


importante suceso: desde hace varios días se viene observando en todo el barrio
extrañas desapariciones de palabras. Este hecho se caracteriza por ciertos síntomas:
las personas están hablando normalmente y de pronto pierden la memoria, les cuesta
encontrar una determinada palabra hasta que se dan cuenta que la han olvidado por
completo. Este ha sido el caso de la Señora de Gordillo que estando en el mercado,
justo cuando le tocó su turno en la cola de la verdulería de Don Paco, de pronto... pero
mejor véanlo ustedes mismos...

(La PRESENTADORA señala hacia un lateral, fuera de la gran pantalla de televisión,


allí vemos la siguiente escena:)

SEÑORA DE GORDILLO: ¡Hola Paco!

DON PACO: Buenos días, ¿qué desea?

SEÑORA DE GORDILLO: Ponme un kilo de...

(Algo le pasa a la SEÑORA DE GORDILLO, parece como si no encontrara la palabra


que quería usar.)

DON PACO: ¿Un kilo de qué?

SEÑORA DE GORDILLO: De... de esto redondo... ¿Cómo se dice...?

DON PACO: (Pensativo, intentando ayudar a la SEÑORA DE GORDILLO.) ¿De esto


redondo...? ¿Manzanas?

SEÑORA DE GORDILLO: No, esto que se usa para las ensaladas...

DON PACO: ¿Lechuga?

SEÑORA DE GORDILLO: No hombre, no. Esto rojo que...

DON PACO: ¡Ah ya sé! Usted quiere un kilo de remolachas.

SEÑORA DE GORDILLO: (Parece que la SEÑORA DE GORDILLO empieza a


enfadarse.) ¡No, no, no...!

PRESENTADORA: Pero el caso más grave de desaparición de palabras se ha


producido durante la inauguración de la fuente del barrio, y ha tenido como
protagonista a nuestro alcalde, que en pleno discurso...
(La PRESENTADORA señala hacia otro lado del escenario, fuera de la pantalla de
televisión, allí aparece el ALCALDE, acompañado de sus dos CONCEJALES, todos
trajeados para la ocasión.)

ALCALDE: Gracias al esfuerzo de todos ya tenemos esta bonita fuente en el barrio, por
fin veremos manar de ella ese precioso líquido: el... el... (Parece que también se le ha
olvidado lo que iba a decir, el ALCALDE se pone nervioso porque todo el barrio le está
mirando.)
El..., el... (Mira a sus CONCEJALES pidiéndoles ayuda.)

CONCEJAL 1: ¿El coche?

CONCEJAL 2: ¿El pan?

ALCALDE: No, eso que todos esperábamos...

CONCEJAL 1: ¿Que nos tocase el gordo?

CONCEJAL 2: ¿Que ganara el equipo del barrio?

(Los CONCEJALES, clarísimamente, se están burlando de su ALCALDE.)

ALCALDE: ¡No, no, no! (El ALCALDE se está poniendo furioso.) Eso que debe salir de
la fuente...

CONCEJAL 1: ¿Vino?

CONCEJAL 2: ¿Petróleo?

ALCALDE: (El pobre está a punto de llorar.) No, no...

PRESENTADORA: Se sospecha que pueda tratarse de un ladrón de palabras. La


última vez que actuó este ser malvado fue en el colegio del barrio donde la profesora
de música tuvo que acabar la clase silbando al haberle sido robadas la mayoría de
sus... sus... ¿cómo era esto?, si lo he dicho antes..., sus... eso que se dice y se
escribe... eso que está compuesto de letras..., si lo tenía en la punta de la lengua... (De
pronto la PRESENTADORA cambia de cara, mira a todas partes asustada y sale
corriendo gritando.) ¡Me han robado! ¡Me han robado!

(Mientras se cierra el telón, vuelve a sonar la música del Telediario.)


ESCENA 2.

(Estamos en la escuela del barrio, en una de las aulas están MARCOS, CHEMA y
ROBER estudiando, parece que hoy tienen un examen.)

MARCOS: (Cansado de estudiar. Parece que no le debe gustar mucho.) Esto del
Lenguaje es un rollo. Si ya sabemos hablar pa qué hay que estudiarlo.

ROBER: (Es el listo del grupo.) Se dice para qué, no "pa qué".

CHEMA: ¡Podrían enseñarnos a ser piratas!

ROBER: ¡Y astronautas!

MARCOS: ¡Eso! Y también a ser indios... (MARCOS empieza a hacer el indio.)

ROBER: Y que en vez de Lenguaje te enseñaran el idioma de los animales.

MARCOS: Ese ya me lo sé.

CHEMA: Pero si los animales no hablan.

MARCOS: Que no dice, claro que hablan.

CHEMA: ¿Y tú sabes cómo hablan?

MARCOS: Sí...

CHEMA: A ver listo, ¿cómo habla un mono?

MARCOS: ¡Buah! ¡Qué fácil!

(MARCOS imita a un mono. CHEMA y ROBER se mondan de risa. CHEMA le imita,


juegan, se buscan piojos...)

CHEMA: Ahora somos ranas. ¡Croa, croa!

(Los dos, MARCOS y CHEMA imitan a las ranas: saltan, cazan moscas, comen...)

ROBER: Claro, todos los animales necesitan comunicarse y por eso tienen su lenguaje.

MARCOS: Pero hay animales que no hablan: las abejas, o las hormigas...

ROBER: O hablan de otra forma. ¿Si tú no tuvieras voz cómo lo harías?

MARCOS: (Se lo piensa antes de contestar.) Con las manos...

CHEMA: O escribiendo en un papel lo que quiero decir.


ROBER: Pues para eso necesitas estudiar.

MARCOS: (Quejándose como siempre.) Jo, es que es muy difícil.

CHEMA: Yo prefiero que me enseñen a ser pirata.

MARCOS: ¡Yo te enseñaré!

CHEMA: ¿Tú? ¡Venga ya!

MARCOS: Yo soy el Pirata Tuerto.

CHEMA: Y Yo el Capitán Malapata.

ROBER: Pues yo soy el Malvado Barba Azul, el terror de los mares.

MARCOS: Pues a nosotros no nos das miedo. ¡Al ataque Malapata!

CHEMA: ¡Al abordaje!

(Juegan a los piratas, luchan con espadas imaginarias. Aparece otro chico, es OMAR.
Se queda un momento viendo el juego y después se lanza en apoyo de ROBER.)

OMAR: ¡Ah, cobardes, con que dos contra uno! Aguanta Rober que voy en tu ayuda.

(Se une al juego. Ahora aparecen dos chicas, son SARA y SILVIA.)

SILVIA: ¡Hola panda!

(Los chicos dejan de jugar.)

ROBER: ¡Hola Silvia! ¡Hola Sara!

(Se saludan.)

SARA: ¿Habéis oído lo que han dicho en la tele?

MARCOS: Los piratas no tienen tele.

(Los chicos se ríen.)

ROBER: ¿Qué han dicho?

SILVIA: Una cosa terrible.

SARA: Ha aparecido en el barrio un ladrón de palabras.

MARCOS y OMAR: ¿Un qué?

SILVIA: Un ladrón de palabras.


CHEMA: ¿Y eso qué es?

SARA: Una persona que roba las palabras de los demás.

SILVIA: Y entonces a la gente se le olvida cómo se dicen las cosas.

SARA: Y al final ya no pueden hablar porque han desaparecido todas las palabras de
su cabeza.

MARCOS: (Dando saltos de alegría y sorprendiendo a toda la panda.) ¡Bien! ¡Bien!

OMAR: ¿Y a éste qué le pasa?

CHEMA: Le habrá dado un ataque.

MARCOS: ¿No os dais cuenta? Si roban las palabras ya no tendremos que estudiar
Lenguaje.

ROBER: Pero entonces tampoco nosotros podremos hablar.

OMAR: ¿Y qué haremos entonces?

SILVIA: Nadie hablará con nadie, ¿os imagináis?

SARA: ¡Qué horror!

CHEMA: Tenemos que hacer algo.

SILVIA: ¿Nosotros?

MARCOS: Pues claro, nosotros encontraremos a ese ladrón de palabras.

OMAR: Eso, cuando le coja se va a enterar.

SARA: Seremos como los detectives de la tele.

SILVIA: ¡Qué diver!

MARCOS: Necesitamos un nombre.

CHEMA: Algo por lo que nos conozcan todos.

ROBER: (Burlándose.) Como no sea por ser los últimos de la clase.

CHEMA: ¡Qué gracioso!

OMAR: Oye, pues no está mal.


SILVIA: ¿Los últimos de la clase?... (Se lo piensa.) Es un nombre extraño para un
grupo de detectives, pero me gusta.

MARCOS: Es diferente, suena bien.

SARA: ¿Y por dónde empezaremos a investigar?

SILVIA: Según la tele, la última vez que hubo un robo fue aquí, en la escuela.

TODOS: (Algo asustados, mirando a todas partes.) ¿Aquí?

CHEMA: No creía que estuviera tan cerca.

ROBER: Qué miedo.

MARCOS: ¿Y cómo podremos encontrarle?

SILVIA: Dejará algún tipo de huellas, en las películas los malos siempre dejan huellas
para que los buenos puedan encontrarles.

OMAR: Supongo, que si roba palabras, por donde pase dejará a la gente sin palabras.

SARA: ¡Claro! Sólo tendremos que hablar con cada persona que encontremos y así lo
sabremos.

(Todos se emocionan con la buena idea.)

MARCOS: Seguiremos su rastro como los indios. ¡Vamos!

CHEMA: ¡Al ataque!

ROBER: (ROBER no lo ve tan claro, no se decide a entrar en la aventura.) ¿Pero, y el


examen de lengua?

CHEMA: No seas tonto, ¿cómo va a haber examen si roban las palabras?

ROBER: Bueno, vamos, pero no podemos tardar mucho que tengo que estar pronto en
casa.

(Salen.)
ESCENA 3.

(Ahora estamos en un pasillo de la escuela, por él pasean dos mujeres mayores. Son
dos maestras: DOÑA CLOTI, la profesora de Sociales, y DOÑA PURI, la de
Matemáticas. Por su forma colorista de vestir, sus movimientos, y sobre todo por su
curiosa forma de hablar, nos recuerdan a dos pájaros, como dos cotorras o loros que
no paran de hablar y cuchichear continuamente. La panda de "Los últimos de la clase"
aparecen en escena, escuchemos la extraña conversación que mantuvieron.)

SILVIA: (Observando desde lejos a las profesoras.) Mirad Doña Cloti y Doña Puri.

OMAR: Como nos vean por los pasillos en horas de clase nos van a echar la bronca.

(Las profesoras ven a la panda y rápido se acercan a ellos con malas caras.)

DOÑA PURI: (Gruñona) ¿Quí hicíis fiiri di clisi?

CHEMA: ¿Qué dice?

DOÑA PURI: (Repite más despacio.) ¿Quí hicíis fiiri di clisi?

SARA: Yo no entiendo nada, ¿y vosotros?

TODOS: No, nada de nada.

DOÑA CLOTI: (Hablando con DOÑA PURI.) Ni nis intiindin.

MARCOS: ¿Pero qué les ha pasado, por qué hablan así?

DOÑA CLOTI: ¡Quí tirribli! ¡Quí tirribli!

CHEMA: ¿Qué dicen?

SARA: ¿Qué les pasa?

DOÑA PURI: Is tirribli, nis ribirin lis viquilis.

MARCOS: ¿Cómo? No entiendo nada

SILVIA: Hablen más despacio, por favor.

DOÑA CLOTI: (Hablan más despacio, intentando que las entiendan.) ¡Quí tirribli! ¡Quí
tirribli!

ROBER: (Traduce lo que ellas dicen.) ¡Qué terrible! ¡Qué terrible!

DOÑA PURI: Is tirribli, nis ribirin lis viquilis.

ROBER: Es terrible, nos robaron las vocales.


MARCOS: ¿Cómo sabes lo que dicen?

ROBER: Es muy sencillo, hablan sólo con la i.

CHEMA: ¿Qué?

SILVIA: Claro, les han robado las demás vocales.

SARA: (Aguantándose a duras penas la risa.) Qué gracioso.

ROBER: (Preguntando a las profesoras.) ¿Quími fii il ribi?

OMAR: ¿Qué ha dicho?

SILVIA: Que cómo fue el robo.

DOÑA PURI: Illi y yi istibimis hiblindi...

ROBER: (Traduciéndoselo a los demás.) Ella y yo estábamos hablando...

DOÑA CLOTI: Y di printi...

ROBER: Y de pronto...

DOÑA PURI: Ilvidimis lis dimis viquilis, síli pidimis hiblir quin li i.

ROBER: Olvidamos las demás vocales, sólo pudimos hablar con la i.

MARCOS: ¡Jope, Rober, qué tío, sabes idiomas y todo!

SILVIA: (También se anima a hacer preguntas.) ¿Y ni viirin nidi?

CHEMA: ¿Tú también Silvia?

OMAR: ¿Qué les ha preguntado?

ROBER: Que si no vieron nada.

DOÑA PURI y DOÑA CLOTI: Ni, nidi.

SARA: (Traduce.) No, nada.

MARCOS: Eso ya lo había entendido yo.

DOÑA CLOTI: (Asustando a todos de pronto con un grito.) ¡Ispirid! ¡Sí, yi vi ilgi!

TODOS: ¿Quí?

DOÑA CLOTI: Ini simbri.


TODOS: (Hablan entre ellos, no han entendido muy bien.) ¿Una qué?

DOÑA CLOTI: Ini grin simbri.

ROBER: (También duda de lo que ha oído.) ¿Una gran sombra?

DOÑA CLOTI: Sí, miintris hiblíbimis pisí ini simbri mistiriisi...

ROBER: (Traduciendo de nuevo.) Sí, mientras hablábamos pasó una sombra


misteriosa.

DOÑA PURI: (Suspirando.) ¡Quí tirribli!

SILVIA: ¿Y pir díndi si fii?

DOÑA CLOTI: (Señalando a un lateral.) Pir illí.

DOÑA PURI: (Como acordándose de algo.) Yi timbiín li vi, piri si fii pir illí. (DOÑA PURI
señala al lado contrario.)

ROBER: (Aturdido.) Ahora Doña Puri dice que también la vió, pero que se fue por el
otro lado...

DOÑA CLOTI: (DOÑA CLOTI y DOÑA PURI discuten, no se ponen de acuerdo, hablan
entre ellas sin hacer caso de los chicos.) Ni, pir illí, si yi li vi...

DOÑA PURI: Qui ni, qui fii pir il itri lidi, qui yi mi iquiirdi...

(La panda se aparta de DOÑA CLOTI y DOÑA PURI, que enfrascadas en una
discusión sin fin se alejan hasta desaparecer.)

OMAR: ¿Por qué esta vez el ladrón de palabras sólo les habrá robado las vocales en
vez de palabras enteras?

SILVIA: Porque como ellas hablan siempre tan deprisa, sólo le daría tiempo a coger las
vocales...

(Toda la panda se ríe.)

OMAR: ¿Y ahora qué haremos, por dónde seguiremos buscando: por la derecha o por
la izquierda?

MARCOS: Tendremos que separarnos en dos grupos y que cada uno vaya por un lado.

ROBER: Oye esperad, ha dicho que vió una gran sombra misteriosa... (ROBER está
un poco asustado.) ¿Quién será el ladrón que estamos buscando?

SARA: ¿Será un monstruo?

ROBER: Quizá será mejor irnos a casa, ¿no creéis?


SILVIA: ¡No! Hay que seguir.

MARCOS: Ya tenemos una pista, debemos seguir.

CHEMA: Rober tranquilízate, iremos con cuidado.

SILVIA: Omar, Sara y yo iremos por la derecha, y Chema, Rober y Marcos por la
izquierda, ¿de acuerdo?

MARCOS: De acuerdo. Y dentro de un rato nos encontramos en el gimnasio del


colegio...

SILVIA: Vale, pues hasta luego. Buena suerte.

(El grupo formado por SILVIA, SARA y OMAR salen por la derecha.)

CHEMA: Ya sé dónde iremos nosotros a encontrar otra pista.

MARCOS: ¿Dónde?

CHEMA: (Se hace el interesante.) ¿Quién es el que sabe todo lo que sucede en la
escuela?

MARCOS: (Piensa.) No sé...

ROBER: ¿Quién? ¿El Director del colegio?

CHEMA: ¡Exacto!

MARCOS: Pues vamos a su despacho.

CHEMA: ¡Vamos!

(Van hacia la izquierda, ROBER les sigue, todavía quejándose.)

ROBER: Yo sigo pensando que sería mejor irnos a casa.


ESCENA 4.

(En su despacho está el DIRE, sentado a la mesa, parece muy triste. De pie, y dando
vueltas a su alrededor como un centinela, el SECRETARIO. También a ellos les ha
sucedido algo extraño. Por un lado aparecen CHEMA, MARCOS y ROBER.)

MARCOS: ¡Cuidado! (Todos se agachan, intentando esconderse.) El Secretario está de


vigilante.

CHEMA: ¿A ver quién es el valiente que se acerca a hablar con él?

MARCOS: Yo no.

CHEMA: Anda, ni yo.

(Los dos miran a ROBER.)

MARCOS: Te ha tocado Rober.

ROBER: ¿Por qué? No es justo...

CHEMA: Tú eres el listo de la clase y el Secretario no te regaña nunca.

(ROBER se acerca un poco a donde están el DIRE y el SECRETARIO. Les habla


desde lejos.)

ROBER: ¡Hola!

SECRETARIO: (Deja de dar vueltas alrededor del DIRE y se pone a la defensiva, muy
nervioso, intentando ocultar su miedo, parece que no reconoce a ROBER.) ¿Quién?
¿Quién es?

ROBER: Soy yo, Rober Flores, de quinto curso.

SECRETARIO: (El SECRETARIO no se lo cree.) ¡No!

ROBER: ¡Que sí...! Sólo queremos hablar con el Señor Director.

SECRETARIO: (Cada vez está más nervioso.) ¡No! ¡Contraseña! ¡Contraseña!

ROBER: (Pone cara de no comprender nada.) ¿Una contraseña? (Vuelve con CHEMA
y MARCOS.) Hace falta una contraseña para poder pasar.

MARCOS: ¿Y cuál será?

CHEMA: Tendrá que ser algo relacionado con la escuela.

MARCOS: (De pronto.) ¡Ya sé cuál es!


ROBER: (Dudando.) ¿Seguro?

MARCOS: Sí, el Secretario nos la ha repetido mil veces...

CHEMA: ¿Sí?

MARCOS: ¿No os acordáis? Cuando suena el timbre del recreo siempre hacemos
carreras para ver quién llega el primero al patio, y casi todos los días el Secretario nos
pilla en el pasillo y nos regaña diciéndonos eso...

CHEMA: ¡Ah, ya sé cuál es!

ROBER: Yo creo que también...

TODOS: (Gritan a la vez, imitando al SECRETARIO.) ¡En los pasillos no se corre!

SECRETARIO: ¡Han acertado! (Respirando feliz.) Son chicos del colegio.

DIRE: (Se comporta como una estatua, apenas se mueve, y parece que le costara
mucho esfuerzo intentar hablar.) Que...

SECRETARIO: (No entiende muy bien lo que le quiere decir el DIRE.) ¿Que se vayan?

DIRE: No.

SECRETARIO: ¿Que vuelvan mañana?

DIRE: ¡No! Que...

(Hace extrañas muecas con la cara para intentar explicarse.)

SECRETARIO: (Parece que por fin comprende.) ¿Que pasen?

DIRE: Sí, eso.

SECRETARIO: (Se dirige a los niños con no muy buenos modos.) ¡Pasad!

DIRE: ¿Qué...

SECRETARIO: (Ayudándole a completar la pregunta?) Queréis...

DIRE: Chicos?

(Los chicos se miran extrañados. Como a DOÑA CLOTI y DOÑA PURI, algo raro les
sucede también al DIRE y al SECRETARIO.)

CHEMA: Bueno, ya empezamos...

MARCOS: ¿Y a estos qué les pasa?


ROBER: Dejémosles hablar y así lo sabremos.

DIRE: Aquí...

SECRETARIO: Estoy...

DIRE: ¡No!... Aquí...

SECRETARIO: Están...

DIRE: Sí... Aquí, en el colegio...

SECRETARIO: Están pasando...

DIRE: Cosas muy raras. Yo no...

SECRETARIO: ¿Quiero...?

DIRE: ¡No! Yo no...

SECRETARIO: Puedo hablar...

DIRE: (Está como agotado.) ¡Eso!

SECRETARIO: El no puede hablar sin mi ayuda.

CHEMA: ¿Pero por qué?

SECRETARIO: Le han robado.

ROBER: (Dirigiéndose a MARCOS.) Otra vez el ladrón de palabras.

SECRETARIO: Le han robado los verbos.

DIRE: (Llorando como un niño.) Mis verbos, mis verbos... ¡buaaaa!

MARCOS: ¡Jo, con el ladrón de palabras!

SECRETARIO: Tendréis que quedaros aquí hasta que pase el peligro, no podéis andar
por los pasillos con ese ladrón suelto dentro de la escuela.

MARCOS: (Molesto porque les van a chafar su aventura.) ¡Oh no!

CHEMA: Pero... no piensan hacer nada para cogerlo.

SECRETARIO: ¿Coger? ¿A quién? ¿Al ladrón de palabras? Ni hablar, es muy


peligroso.

ROBER: Pero el Dire debería hacer algo.


DIRE: (Con miedo.) ¿Yo? ¡No, no...!

SECRETARIO: El Señor Director no puede hacer nada, sin sus verbos no puede ni
moverse.

TODOS: (No entienden muy bien.) ¿Por qué?

SECRETARIO: (Intenta explicárselo más claramente.) Vamos a ver, empecemos por el


principio. ¿Qué es un verbo?

MARCOS: (MARCOS no tiene ni idea.) Rober, te está preguntando que qué es un


verbo.

ROBER: ¿A mí?

CHEMA: Sí a ti, venga contesta.

SECRETARIO: Bueno, ¿es que ninguno va a saber qué es un verbo?

ROBER: (Como diciendo la lección.) El verbo expresa la acción que realiza el sujeto o
los hechos que suceden.

SECRETARIO: Muy bien Rober, muy bien. Y en este caso, ¿quién es el que realiza la
acción?, o mejor dicho, ¿quién es el que no puede realizar la acción?, es decir: ¿quién
es el sujeto?

MARCOS: Eso lo sé yo, el sujeto es el Dire.

SECRETARIO: (Continuando la explicación.) Entonces, si a nuestro Director le roban


los verbos, ¿qué sucede?

MARCOS: (Esquivando de nuevo la pregunta.) Sí, eso Rober, ¿qué sucede?

ROBER: Pues que el Dire no podrá realizar ninguna acción: ni andar, ni correr, ni
comer...

SECRETARIO: ¡Exacto! Sin verbos no hay acción.

CHEMA: Pero alguien debería hacer algo.

MARCOS: Nosotros podríamos intentarlo...

SECRETARIO: (Incrédulo.) ¿El qué?

CHEMA: Coger al ladrón y devolverle los verbos al Dire.

SECRETARIO: ¿Vosotros? No me hagáis reir, si apenas sabéis qué es un verbo. Mejor


será que os quedéis aquí donde yo os vea, y para que no os aburráis os pondré unos
deberes.
MARCOS: ¡Oh no!

SECRETARIO: (Está decidido a no dejarles marchar. Les entrega un cuaderno y un


lápiz.) Para empezar me vais a hacer tres frases: una con el verbo en tiempo pasado,
otra en futuro y la última en presente. Eso para empezar, después seguiremos con las
matemáticas.

CHEMA: (Hablan entre ellos.) Bueno, éste no nos va dejar salir de aquí en todo el día.

MARCOS: Hay que hacer algo.

ROBER: (Está pensativo.) Creo que ya sé lo que podemos hacer, escuchad.

(Los tres, CHEMA, MARCOS y ROBER, se sientan en el suelo formando un corro,


cuchichean, de vez en cuando se ríen, ROBER escribe en el cuaderno.)

SECRETARIO: Chicos, ya está bien, ¿tenéis los verbos?

MARCOS: (Aguantándose la risa.) Sí...

(ROBER le tiende al SECRETARIO el cuaderno.)

SECRETARIO: A ver... (Lee la primera frase.) Frase en tiempo pasado: "El Secretario
de nuestra escuela siempre nos enseñó a no mentir". (El SECRETARIO sonríe
encantado.) Una frase muy bonita. Muy bien, veamos ahora la segunda frase en tiempo
futuro: "Pero hoy el Secretario dirá una mentira". (El SECRETARIO está extrañado.) La
frase está bien, pero no la entiendo, ¿por qué voy a mentir hoy? Yo nunca miento.
(Sigue leyendo.) Frase en tiempo presente: "Ahora Chema, Roberto y Marcos se
pueden ir"... Esto no es cierto, no os podéis ir.

CHEMA: (A los demás.) Os lo dije, hoy el Secretario mentiría.

SECRETARIO: No, no, no, yo nunca miento...

MARCOS: Bueno, pues entonces nos vamos.

SECRETARIO: Oye no... esperad, digo sí, digo...

(Los chicos escapan antes de que el SECRETARIO reaccione: se ha quedado quieto,


asombrado del engaño.)

SECRETARIO: ¡Me han engañado...!


ESCENA 5.

(Cuando se haga la luz o el telón se abra de nuevo, veremos en escena a SARA,


OMAR y SILVIA, buscan pistas en otro de los pasillos del colegio. En uno de los
laterales del escenario hay amontonadas unas cuantas cajas de cartón.)

SILVIA: ¿Habéis visto algo?

OMAR: No, nada.

(De pronto, una de las cajas de cartón, una de gran tamaño, se mueve. Los chicos
están de espaldas y no ven nada. La caja se desplaza hasta el otro lateral.)

SARA: Por aquí tampoco se ve nada. (SARA, al volverse hacia el público, se topa con
la gran caja. La mira con curiosidad.) Yo juraría que esta caja no estaba antes aquí.

(Ni SILVIA, ni OMAR la hacen caso. La caja vuelve a moverse, esta vez ante la mirada
asustada de SARA.)

SARA: (Está aterrorizada, apenas puede hablar.) Si... Sil... Silvia, O... Oo... Ooomar...

OMAR: (Ni siquiera la mira.) ¿Qué quieres Sara?

SARA: (Señala la caja que ya se ha quedado quieta.) La... La... La ca... La ca...

(OMAR y SILVIA se vuelven extrañados.)

SILVIA: ¿La qué?

SARA: La caja...

OMAR: ¿Qué le pasa a la caja?

SARA: Que se ha movido.

OMAR: ¡Buah! (No la toma en serio y las da la espalda para seguir buscando huellas.)

SILVIA: ¿Cómo se va a mover una caja?

(La caja se mueve otra vez.)

SILVIA: (Se abraza a SARA.) ¡Es verdad! Se... Se ha movido.

OMAR: (OMAR se lo toma a broma.) ¿Queréis asustarme verdad? Esa caja no se ha...
(La caja se mueve ante sus propios ojos.) ¡Se ha movido! (OMAR se une a las chicas.)
¡Se ha movido!

SARA: Si ya os lo había dicho...


LA CAJA: (De la caja sale una voz.)
Quien sea que seas
no quiero peleas
No podrás conmigo
vete o sé mi amigo

SARA: ¡Y además habla!

SILVIA: ¿Cómo va hablar una caja? Habrá alguien dentro.

OMAR: (Con algo de miedo se acerca a la caja.) ¿Hay alguien dentro?

LA CAJA: (Le detiene con un grito.)


No te acerques más
Cogerme no podrás

OMAR: ¿Pero quién es?

LA CAJA: Si conmigo queréis hablar


las palabras deberéis rimar

OMAR: Bueno, con lo mal que se me dan las poesías.

LA CAJA: Es fácil aprender


presta atención
sólo hay que hacer
coincidir la terminación

SARA: A ver, dejadme probar. (Se acerca un poco a la caja. Antes de hablar, SARA se
lo piensa...)
No se lo tome a mal,
pero nos gustaría saber
si es hombre o animal.

LA CAJA: Me tenéis que creer


Aunque no os dé la mano
yo soy humano

SILVIA: ¿Y por qué no se asoma?


¿Quiere gastarnos una broma?

(Durante todo este diálogo LA CAJA se mueve de un lado al otro del escenario,
asustando a los chicos que todavía no se fían mucho.)

LA CAJA: De broma nada


yo no salgo
en esta caja cuadrada
estoy a salvo

OMAR: (Se lo dice a SARA.) Esa voz me suena.


SARA: A mí me da pena.

OMAR: Es el profesor de Lengua, seguro.

SARA: ¿Quién, Don Arturo?

OMAR: (Riendo al darse cuenta.) ¡Me has rimado!

SARA: Me habré despistado.

OMAR: ¡Otra vez lo has hecho!

SARA: ¿Qué he dicho?

OMAR: Dijiste despistado.

SARA: Pues me he equivocado.

OMAR: (OMAR se cre que le toma el pelo.) Deja de hacerlo lista.

SILVIA: Callad un momento,


creo que tengo una pista.

OMAR: No, si dirán que miento.

SILVIA: (Dirigiéndose a LA CAJA.)


¿Por qué estas en el cajón,
acaso huyes de un ladrón?

LA CAJA: De un ladrón me escondo


en este sitio tan hondo
quiso robarme el habla
más yo no le di palabra
El bobo no sabía rimar
yo le dije toma
esto te lo puedes llevar
y le di el punto y la coma

OMAR: ¡Los signos de puntuación!

LA CAJA: Y también los de interrogación y admiración

OMAR: ¿Ya no puede preguntar?

SARA: Ni tampoco admirar.

LA CAJA: Ahora cuando hablo


ya no sé si acabo o empiezo
y en cada vocablo
es como que tropiezo

SILVIA: Tenemos que irnos ya.

SARA: El tiempo vuela.

SILVIA: La panda nos estará esperando


en el gimnasio de la escuela.

LA CAJA: (Asustado.)
No vayáis allá
os estoy avisando
El ladrón se fue
hacia el gimnasio andando

OMAR: Nosotros seguimos al ladrón de palabras.

(Y sin esperar respuesta salen de escena.)

LA CAJA: Pues estáis como las cabras


Antes de que os marchéis
dos preguntas quiero haceros
quiénes sois y por qué esto hacéis
Sed sinceros

(Espera una respuesta que no llega.)

Sin decir adiós se fueron


qué falta de educación
Mi aviso no atendieron
qué falta de precaución
Pues yo de aquí no salgo
en este zulo de cartón
esperaré a salvo
que alguien cace al ladrón
ESCENA 6.

(En escena están ROBER, CHEMA y MARCOS de espaldas al público, parecen muy
concentrados en descifrar algo escrito en una gran pizarra. También hay alguien más:
es DON SONORO, el profesor de Gimnasia, que haciendo gestos extraños se mueve
de un lado a otro sin parar.)

MARCOS: (Rascándose la cabeza.) Esto si que es difícil.

ROBER: (Señalando la pizarra.) Pues en esta pizarra está la última pista.

DON SONORO: ¡Hum! ¡Hum! (DON SONORO no habla, sólo hace gestos y ruidos.)

(Por un lateral aparece el resto de la panda: SILVIA, SARA y OMAR.)

SILVIA: ¡Hola chicos! ¡Qué alegría!


¿Qué tal os ha ido?

SARA: Deja que me ría...


¡Lo que os habéis perdido!

OMAR: Jope, enfermo me estás poniendo


con tanta poesía.

SARA: No lo hago queriendo,


¡qué manía!

(CHEMA, ROBER y MARCOS escuchan la discusión algo desconcertados.)

OMAR: ¿Es que vas a estar todo el día


rimando lo que estemos diciendo?

SARA: Ahora tú lo estás haciendo.

OMAR: Eres tú, que me estás confundiendo.

CHEMA: ¿Pero qué os pasa?

SILVIA: No les hagas ni caso, llevan así desde hace un buen rato.

ROBER: Hemos encontrado una pista importante.

MARCOS: Sí, nos la ha dado Don Sonoro.

OMAR: (Como si le viera por primera vez.) ¡El profesor de Gimnasia!

(DON SONORO se acerca, les saluda. Hace extraños gestos y sonidos como
queriéndoles decir algo.)
SARA: ¿Qué le pasa?

CHEMA: (Dice con pena.) El ladrón de palabras.

MARCOS: Le ha robado todas las palabras.

SARA y OMAR: (Sorprendidos.) ¿Todas?

ROBER: Sí, todas, no veas lo difícil que es entenderle...

(DON SONORO, haciendo gestos y con todo tipo de sonidos, intenta explicarles cómo
el ladrón de palabras le atacó por sorpresa, pelearon fieramente hasta que de pronto
él, DON SONORO, sintió que se quedaba sin habla, cayó de rodillas llevándose las
manos a la garganta, desesperado, su voz desaparecía, las palabras huían de su
cabeza, las olvidaba, aquel extraño ladrón se las llevaba.)

MARCOS: Pero antes de que olvidara todas las palabras le dió tiempo a escribir en la
pizarra un mensaje.

ROBER: Lo que pasa es que todas las palabras del mensaje están revueltas.

SILVIA: ¿Y si adivinamos lo que quiere decir el mensaje, sabremos dónde está el


ladrón?

ROBER: Me parece que sí.

(DON SONORO les interrumpe para decirles, sólo hablando con sus manos, su
cuerpo, los gestos de su cara y con sonidos, que mientras estaba en el suelo él vió
hacia dónde se dirigía el ladrón, corrió entonces a la pizarra y escribió el misterioso
mensaje.)

SARA: ¿Y qué dice el mensaje?

CHEMA: Mirarlo vosotros mismos.

(Todos se vuelven hacia la gran pizarra.)

SILVIA: (Lee en voz alta.)

CABE MUNDO EL PAPEL

UN ENTERO DONDE EN:

LA TACEBILOBI

SARA: (Extrañada.) ¿LA TACEBILOBI? ¿Qué es eso?

CHEMA: Es que al final, a Don Sonoro se le liaron hasta las letras.


ROBER: Las primeras palabras forman una frase que nos ayudará a descifrar la última
palabra.

SILVIA: Yo creo que la primera palabra debe ser DONDE, porque se supone que el
mensaje nos va a decir dónde está el ladrón, ¿no?

OMAR: Sí, es verdad.

ROBER: Pues lo siguiente es buscar cuál es el sujeto de esta oración.

MARCOS: Pero pueden ser dos: PAPEL o MUNDO.

CHEMA: Y el verbo es CABE.

SARA: (Probando, diciendo pensativa.) DONDE UN PAPEL CABE EN EL MUNDO...

(DON SONORO, haciendo cabriolas como un mono, corre de uno a otro de los chicos,
esperando que alguno dé con la solución.)

SILVIA: Pero también puede ser ésta la frase: DONDE EL MUNDO CABE EN UN
PAPEL.

CHEMA: Falta la palabra ENTERO, ¿dónde la metemos?

ROBER: Es un adjetivo y tiene que acompañar a un nombre.

OMAR: Entonces puede acompañar a PAPEL y a MUNDO.

SILVIA: Eso quiere decir que hay varios mensajes posibles.

CHEMA: A ver que os parece éste, es el que más me gusta: DONDE EL MUNDO
ENTERO CABE EN UN PAPEL.

(DON SONORO se pone a dar saltos y gritos de alegría, dando a entender que sí, que
esa es la frase correcta.)

SARA: Parece que has acertado Chema.

SILVIA: (Repite la frase.) "DONDE EL MUNDO ENTERO CABE EN UN PAPEL."

MARCOS: Pues ahora hay que descifrarlo...

(Todos se quedan un rato en silencio y pensativos.)

ROBER: ¡Claro! Ya sé... ¿en qué papel puede caber el mundo entero?

OMAR: Ni idea chico, el mundo es muy grande.


SILVIA: (Parece que ella también lo sabe.) Sí hombre, ¡en un libro!... En un libro cabe
el mundo entero.

CHEMA: Es verdad... Y para el ladrón de palabras un libro será como un tesoro.

MARCOS: Entonces la última palabra del mensaje: LA TACEBILOBI esa, será un lugar
del colegio donde hay libros.

ROBER, SILVIA y OMAR: (Gritando a la vez.) ¡LA BIBLIOTECA!

(DON SONORO aplaude, dice ¡sí! ¡sí! con todo su cuerpo.)

SARA: A ver... (se acerca a la pizarra y escribe. DON SONORO se acerca también y
sigue con mucha atención lo que SARA hace con las letras.) Sí, ordenando las letras
de TACEBILOBI sale BIBLIOTECA.

(DON SONORO permanece pegado a la pizarra, asombrado de lo que allí está escrito
y él ya no entiende.)

OMAR: Muy bien Sara, la biblioteca es el sitio del colegio donde hay más palabras...

SILVIA: Y de todo el barrio... ¡Qué bobos! ¿Cómo no lo hemos pensado antes?

MARCOS: (Grita feliz.) ¡Ya le tenemos!

ROBER: No va ha ser tan fácil cogerle. Hasta ahora todo ha sido como un juego,
pero... ¿qué vamos a hacer cuando estemos delante del ladrón de palabras?

CHEMA: Decirle que devuelva todo lo que ha robado.

ROBER: ¡Qué listo! ¿Y lo va a devolver porque tú se lo digas?

OMAR: (Amenazante.) Si no lo hace le daremos una lección...

ROBER: ¡No os enteráis de nada! Si ha robado palabras a todos los profesores, con
nosotros también podrá hacerlo.

CHEMA y MARCOS: ¡Es verdad!

SILVIA: Rober tiene razón. Cuando entremos en la biblioteca iremos con mucho
cuidado para que no nos vea.

SARA: ¿Y si nos ve?

(Todos se miran con miedo.)

OMAR: No hablaremos, así no nos podrá robar nada.

ROBER: ¿Pero por qué tenemos que ir nosotros?


MARCOS: (Enfadado.) Pues si no quieres venir, quédate aquí.

SILVIA: Yo creo que debes venir Rober, somos un equipo y te vamos a necesitar.

CHEMA: ¡Venga Rober, anímate!

ROBER: (Dudando todavía.) Es que no sé...

MARCOS: (Reconciliándose con ROBER.) ¡Venga amigo, vente!

ROBER: (Decidiéndose por fin.) Bueno... Pero si me pasa algo vais a ver cómo se
pondrá mi padre.

(La panda de "Los últimos de la clase" sale, DON SONORO les despide con una mano,
sin mucho interés, pues sigue concentrado en la pizarra.)
ESCENA 7.

(El escenario está en penumbra, por el fondo vemos unas luces que se mueven: son
linternas. "Los últimos de la clase" entran en la biblioteca. De vez en cuando, oímos
como una especie de extraños gruñidos.)

CHEMA: ¡Qué oscuro está esto!

(Hablan en voz baja, con algo de miedo.)

SARA: ¡Ay, no empujéis!

OMAR: ¡Rober no te agarres tan fuerte que me vas a bajar los pantalones!

ROBER: Perdona, es que tropecé.

SILVIA: ¿Queréis callaros? Nos va a descubrir...

(De pronto se oye un rugido: ¡grrr...!)

ROBER: ¿Qué ha sido eso?

MARCOS: ¿El qué?

ROBER: ¿No habéis oído?

CHEMA: Yo no he oído nada...

(El rugido se oye de nuevo, esta vez más fuerte que antes, resonando por toda la
biblioteca: ¡GRRRR...!)

TODOS: ¡Ahhh...!

(Se abrazan asustados, a alguno se le cae la linterna.)

SARA: ¿Habéis oído...?

OMAR: Debe ser un monstruo...

ROBER: Yo quiero irme con mi mamá.

SILVIA: ¡No! Tenemos que descubrir quién es el ladrón y por qué roba las palabras.

ROBER: Jo, Silvia, qué pesadita te estás poniendo.

SARA: Te has tomado muy en serio eso de ser detectives...

(Al fondo, en la esquina contraria, hay algo que se mueve... Entre un montón de libros
tirados por el suelo vemos por fin a nuestro misterioso ladrón: EL COMEPALABRAS.
No ha visto a los chicos. Tiene varios libros en las manos y con grandes ruidos al
masticar, parece que come algo.)

EL COMEPALABRAS: ¡Perpendicular! ¡Ñam! ¡Gronf!

MARCOS: ¡Cuidado, al suelo!

(Todos se agachan y apagan sus linternas.)

SARA: (Hablando en voz baja.) Rober me estás pisando...

ROBER: Perdona chica.

OMAR: ¡Chisst! ¡Callaos!

EL COMEPALABRAS: ¡Omnipotente! ¡Ñam! ¡Gronf!... ¡Magistratura! ¡Ñam! ¡Gronf!...

ROBER: (Susurrando a los demás.) ¿Qué dice?

CHEMA: Yo creo que nos está insultando...

EL COMEPALABRAS: ¡Divisibilidad! ¡Ñam! ¡Gronf!...

SILVIA: No, está comiendo.

SARA y MARCOS: ¿Que está qué?

EL COMEPALABRAS: ¡Zafarrancho! ¡Ñam! ¡Gronf!...

(EL COMEPALABRAS devora palabras tras buscarlas en los libros que tiene en sus
manos, o a su alrededor en el suelo. Los rugidos que oíamos al principio de la escena
son los ruidos que produce al tragar.)

SILVIA: ¿No lo veis...? Está comiendo en voz alta...

EL COMEPALABRAS: ¡Heterogeneidad! ¡Ñam! ¡Gronf!... ¡Tos!, ¡tos!...

(Parece que esta palabra se le atraganta, tiene un ataque de tos y al final lanza un
eructo de alivio.)

ROBER: (Regañando al ladrón.) Es de mala educación comer con la boca abierta.

OMAR: ¡Calla Rober!

ROBER: Es lo que dice mi padre...

MARCOS: ¡Que te va a oír!

EL COMEPALABRAS: (Dirigiendo la mirada hacia donde está la panda.) ¿Quién anda


ahí?
CHEMA: ¡Nos ha descubierto!

MARCOS: ¡Huyamos!

ROBER: (Deteniéndoles, haciéndose el valiente.) ¡No! Le voy a poner las cosas claras
a éste..
.
SILVIA: (Intentando convencerle.) ¡Vámonos Rober!

ROBER: (Tozudo.) Ahora soy yo el que no quiere irse.

EL COMEPALABRAS: ¡Vaya vaya! Un niño tiernecito...

ROBER: (Se acerca hasta EL COMEPALABRAS.) No sabe que es de mala...

EL COMEPALABRAS: ¡Educación! ¡Ñam! ¡Gronf!...

ROBER: ¡Eso lo iba a decir yo! Me ha... me ha... ¿cómo era esto?

EL COMEPALABRAS: ¡Robado! ¡Ñam! ¡Gronf!...

ROBER: Eso, gracias...

CHEMA: ¡Cállate Rober o te quitará todas las... todas las...

EL COMEPALABRAS: ¡Palabras! ¡Ñam! ¡Gronf! ¡Je, je, je!

SILVIA: ¡Callaos! Acordaros de lo que dijimos que haríamos si nos encontrábamos con
él.

(SILVIA señala al ladrón de palabras.)

OMAR: ¡Sí, todos en...

EL COMEPALABRAS: ¡Silencio! ¡Ñam! ¡Gronf!

(Todos se callan, y se quedan quietos. EL COMEPALABRAS se queda extrañado, se


acerca un poco a ellos pero apenas puede moverse, está muy muy gordo de todo lo
que ha comido.)

EL COMEPALABRAS: ¡Hablar! ¡Hablar!... ¿No hablar?... Bueno, aquí tengo más


comida. (Vuelve a sus libros. De vez en cuando mira de reojo a los chicos de la panda.)
¡Topografía! ¡Ñam! ¡Gronf!...

MARCOS: (En voz baja y casi sin moverse.) ¡Hay que hacer algo! No podemos estar
así todo el...

EL COMEPALABRAS: ¡Día! ¡Ñam! ¡Gronf!


SARA: ¡Otra vez lo ha hecho!

(SILVIA les indica con gestos que se callen, y mientras EL COMEPALABRAS continúa
concentrado en sus libros, SILVIA, moviéndose muy despacio, se acerca a una de las
estanterías de la biblioteca, coge un libro, busca en sus páginas, de pronto se para,
sonríe y mirando a EL COMEPALABRAS le grita...)

SILVIA: ¡Turbulenta! (Y busca de nuevo otra palabra en el libro.)

EL COMEPALABRAS: (Extrañado, recibe la palabra y se la come.) ¿Turbulenta? ¡Ñam!


¡Gronf!

SILVIA: (Ahora le lanza las palabras de seguido.) ¡Divulgable!... ¡Subconsciente!...

EL COMEPALABRAS: ¡Divulgable!... ¡Ñam! ¡Gronf! ¡Subconsciente!... ¡Ñam! ¡Gronf!

SILVIA: (Cada vez más rápido.) ¡Reemprender! ¡Inhóspito! ¡Aislamiento!


¡Hipopótamo!...

OMAR: (El resto de la panda no entiende nada.) ¿Qué haces Silvia?

EL COMEPALABRAS: (Intenta comerse todas las palabras de un solo bocado.)


¡Reemprender! ¡Inhóspito! ¡Aislamiento! ¡Hipopótamo! ¡Ñam! ¡Gronf!... ¡Tos! ¡tos!

(Se atraganta de nuevo.)

SARA: ¡Mirad se está atragantando!

SILVIA: (Les explica su plan.) De eso se trata. ¿No os dais cuenta? Traga y traga
palabras sin apenas masticarlas... Si le damos el mayor número de palabras difíciles se
atragantará y ya no podrá robarnos...

MARCOS: (Lanzándose el primero a coger un libro.) ¡Al ataque! ¡Le va a dar una
indigestión!

CHEMA: (Cogiendo también un libro.) Me parece que no venimos mucho por la


biblioteca del colegio, los libros están llenos de polvo.

OMAR: ¡Mirad la palabra que he encontrado! ¡Otorrinolaringólogo!

MARCOS: ¡Hala!

EL COMEPALABRAS: (Parece que cada vez le cuesta más seguir comiendo palabras.)
¿Otorrinolaringólogo? ¡Ñam! ¡Gronf!... ¡Tos! ¡tos!...

SARA: ¿Y qué significa?

OMAR: Ni idea...
SILVIA: (Refiriéndose a EL COMEPALABRAS) A él le da igual el significado, devora las
palabras, se las traga sin saber lo que dice...

ROBER: Es verdad, lo único que le interesa es comer y comer.

MARCOS: Entonces me puedo inventar las palabras. A ver... (se lo piensa) ¡Ya sé! (Le
grita a EL COMEPALABRAS.) ¡Atragantalabra!

EL COMEPALABRAS: ¿Atragantalabra? ¡Ñam! ¡Gronf!

MARCOS: ¡Se la ha comido!

SARA: ¡Yo sé otra!

EL COMEPALABRAS: (Se queja, parece que le doliera el estómago.) ¡Ay, no puedo


comer más...!

SARA: ¡Minimanominimito!

EL COMEPALABRAS: ¿Minimanominimito? ¡Ñam! ¡Gronf! Basta, por favor, me rindo,


creo que voy a explotar...

SILVIA: Dinos por qué robas las palabras.

EL COMEPALABRAS: Yo sólo quería tener muchas palabras para ser el más listo del
barrio.

CHEMA: ¿Pero cómo? ¿De qué te sirve saber tantas palabras si no puedes usarlas?

OMAR: Hablarías mucho sin decir nada.

ROBER: ¡Jo, ahora que había inventado una superpalabreja!

EL COMEPALABRAS: (Con miedo.) ¡No, más no, por favor, más no...!

ROBER: (Rogándoselo.) ¡Venga, la última!

EL COMEPALABRAS: ¡No, no...! ¡Os prometo que devolveré todas las palabras a sus
dueños...! ¡O mejor, voy a hacerlo ahora mismo, pero más palabras no, más no...!

(Con mucho esfuerzo a causa de su gordura, sale corriendo.)

OMAR: ¡Que se escapa!

SARA: Déjale, pobrecito, seguro que cumple su promesa, cuanto antes devuelva las
palabras antes se curará su indigestión.

MARCOS: A partir de ahora será mejor que aprenda a masticar bien todo lo que coma.

CHEMA: Y sin robar nada.


(Suena un timbre.)

SILVIA: ¡El timbre de clase!

SARA: Entonces, todo vuelve a ser como antes.

ROBER: ¡Ahí va! El examen de lengua, se nos había olvidado.

CHEMA: ¡Y no hemos estudiado!

MARCOS: ¡Huy que no! Hoy sí que hemos aprendido cosas...

OMAR: ¡Venga, una carrera! El último es un otorrinolaringólogo.

SARA: Y el penúltimo un atragantalabra.

MARCOS: ¡Y el siguiente un mangaporhombro!

("La panda de los últimos de la clase" sale corriendo entre gritos y risas,
mientras cae el TELON.)

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