Seminario Dieta Vegana Vs
Seminario Dieta Vegana Vs
Seminario Dieta Vegana Vs
Introducción
Estamos acostumbrados a escuchar sobre la última dieta de moda, y parece que cada año
sale a la luz una nueva, pero ¿desde cuándo surge está necesidad de controlar lo que
comemos?; Cuando hablamos de dietas, por lo general hablamos de una restricción de
calorías con la finalidad de bajar de peso. Sin embargo, debemos de recordar que este
concepto no ha sido el mismo a lo largo de la historia, ni en todas las culturas.
Los griegos fueron los que inventaron la palabra dieta, diaitia en griego. Para ellos una
dieta era un estilo de vida, no solo perder peso. Estaba basada en el concepto de “mente
sana, cuerpo sano”. Ellos recomendaban comer regularmente porciones pequeñas y
simples.
Aunque los griegos y los cristianos empezaron con la moda de la restricción en la comida,
los gurús de las dietas aparecieron mucho tiempo después. El primer libro de dietas
apareció en Venecia en el siglo XV, titulado “El arte de vivir mucho tiempo”, escrito por el
comerciante italiano Luigi Cornaro. Lo novedoso de este personaje fue la experiencia
propia por lo cual el decía que no se debía de comer más de 340 gramos de comida al día,
y de preferencia sólo pan, sopas, yemas de huevo frescas y carne. Claro, acompañadas de
400 ml de vino. Lo cual es muy similar a lo que ocurre en la actualidad en donde las
personas están altamente influenciadas por su entorno social en especial por las redes
sociales.
La definición real:
dieta se refiere al hábito alimenticio de una persona. Razón por la cual Existen una
gran variedad de dietas, algunas de ellas hacen referencia simplemente a un
determinado estilo de vida y forma de pensar.
4. CÁNCER: Las dietas vegetarianas se han asociado con un menor riesgo de padecer
cáncer en general y con un menor riesgo para algunos tipos de cáncer (colorrectal,
de mama y de próstata). MAS SIN EMBARGO los autores de un metaanálisis
constataron que el riesgo de mortalidad general por cáncer en personas que siguen
dietas vegetarianas fue similar al de las personas no vegetarianas (12).
Se ha señalado que las dietas vegetarianas y las veganas bien planificadas son apropiadas
para todas las etapas del ciclo vital ( 1). A este respecto, la Sociedad Alemana de Medicina
señala que las necesidades nutricionales de niños y adolescentes generalmente pueden
satisfacerse a través de una dieta equilibrada basada en vegetales; sin embargo, debido a
que las necesidades de energía y de la mayoría de los nutrientes son más elevadas, los niños
vegetarianos (principalmente los bebés después del destete y los niños pequeños) y
adolescentes tienen mayor riesgo de desarrollar deficiencias nutricionales que los adultos
vegetarianos (24).
Se ha descrito que las mujeres embarazadas vegetarianas tienen mayor riesgo de presentar
ingestas insuficientes de EPA/DHA, hierro, zinc, vitamina B 12 y vitamina D. Además, se ha
señalado que los hijos de madres vegetarianas tienen concentraciones menores de DHA
debido a que la leche materna de mujeres vegetarianas tiene una concentración menor. Un
aspecto de gran preocupación es el hecho de que los lactantes de madres veganas tienen
mayor riesgo de desarrollar deficiencia severa de vitamina B 12 y, en consecuencia, daño
neurológico irreversible, principalmente aquellos niños no suplementados con la vitamina
(25,26).
la OMS ha sido muy clara y contundente al respecto, seguir una dieta sana y equilibrada a
lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así
como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos de salud. Sin embargo, el
aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en
el estilo de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. No es ningún
secreto decir que hoy en día, las personas consumen más alimentos hipercalóricos,
grasas, azúcares refinados y sal/sodio; por otra parte, esto se complementa más
negativamente con un bajo consumo de frutas, verduras y fibra dietética.
Además se cuenta con grandes estudios al respecto, tal es el caso de recientes estudios en
Inglaterra y Alemania en los que mostraron que los vegetarianos tenían un 40% menos de
probabilidades de desarrollar cáncer, en comparación con los consumidores de distintos
tipos de carne. Al cuerpo de evidencia se suman las referencias científicas que se han dado
en Estados Unidos, tal es el caso de los descubrimientos de los investigadores de la
Universidad de Harvard quienes se enfocaron en separar los efectos de comer carne, de
otros factores y a modo general los estudios mostraron reducciones significativas en el
riesgo de cáncer entre quienes evitaban la carne. En contraste, los estudios de Harvard
mostraron que las personas que comen carne todos los días, tienen aproximadamente tres
veces el riesgo de cáncer de colon, en comparación con los que rara vez comen carne.
– Menos del 30% de la ingesta calórica diaria procedente de grasas. Como lo hemos
mencionado anteriormente no todas las grasas son iguales y existen algunas fuentes que son
la mejor alternativa, ya que no contienen grasas saturadas: pescados grasos, aguacates,
frutos secos, semillas y en los aceites de girasol, soja, canola y oliva. Es importante evitar
aquellas grasas saturadas presentes en la carne grasa, embutidos, mantequilla, aceite de
palma y coco, la nata, el queso, la mantequilla clarificada y la manteca de cerdo. Al igual
que las grasas trans, presentes en los alimentos producidos industrialmente, presentes en
pizzas congeladas, tartas, galletas, pasteles, aceites de cocina y comidas rápidas. La
sugerencia de la OMS, es reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10% de la
ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1%. En particular, las grasas
trans producidas industrialmente no forman parte de una dieta saludable y
simplemente se deberían de evitar, lo cual es congruente con los beneficios de seguir una
alimentación basada en plantas.
– El consumo de sodio es otra de las medidas más fundamentales, es bien sabido que el
exceso de sal en la dieta es causa directa de hipertensión, afecciones cardiovasculares y
retención de líquidos. La medida sugiere el consumo de menos de 5
gramos (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal deberá ser yodada.
CONCLUSIONES
Las dietas vegetarianas podrían tener algunos beneficios relacionados con la salud, pero
debido a que los estudios son escasos, y en la mayoría de los casos muestran resultados
inconsistentes, es necesario desarrollar más investigación al respecto. De forma contraria,
las dietas vegetarianas mal planificadas pueden aumentar el riesgo de presentar deficiencias
nutricionales, especialmente en embarazadas, lactantes, niños, adolescentes y ancianos