Medio Ambiente y Mayematicas

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Matemáticas y el Medio ambiente

Hay una realidad innegable, y es que las matemáticas nos gobiernan.


Todo lo que nos rodea —de alguna forma u otra— tiene una
representación matemática que explica su funcionamiento u origen. Ya
desde años pasados existía un tipo de filosofía que consideraba a los
números "Base de Armonía y Orden del Universo", porque cualquier
suceso era susceptible de ser demostrado con esta ciencia.

Y es que está relacionado con todo. Desde ramas más cercanas como
la contabilidad o ingeniería, a otras un poco más alejadas. El Medio
Ambiente y todo lo que eso involucra, es por sobre todo de las más
interesantes. Pero antes de entrar en detalles, hay que entender bien su
concepto:

El medio ambiente es un sistema formado por elementos naturales y


artificiales que están interrelacionados y que son modificados por la
acción humana.

Se trata del entorno que condiciona la forma de vida de la sociedad y


que incluye valores naturales, sociales y culturales que existen en un
lugar y momento determinado.

¿Pero qué tiene que ver con las matemáticas? Increíblemente, mucho.
No hablamos solo de temas exactos, también involucra el uso que le dió
el hombre a la naturaleza para formar la matemática, por ejemplo:

• "El Teorema de Tales",


desarrollado por el matemático Tales
de Mileto apoyándos del uso del sol
y la proyección de sombras. En su
momento Tales enunció que, si en
un triángulo se traza una línea
paralela a cualquiera de sus lados,
se obtiene un triángulo que es
semejante al triángulo dado. Con este Teorema y con la ayuda del Sol,
pudo calcular la altura de la pirámide de Keops siguiendo el
razonamiento de la figura adjunta.

Por otro lado podemos hablar de los paralelismos NATURALES entre la


matemática y el medio ambiente. Es decir, fórmulas y algoritmos
escondidos que dan vida a la biología que hoy conocemos. Un ejemplo
muy claro es la aparición de la Sucesión de Fibonacci
(1,1,2,3,5,8,13,21.. Es decir, cada cifra es la suma de las dos anteriores
en el crecimiento del girasol para optimizar la recogida de la luz solar.
Otros ejemplos serían los panales de abejas formados por huecos
hexagonales uno tras otro (para optimizar almacenaje); espirales en la
formación de conchas de moluscos; patrones de natalidad en los
animales según tasa de supervivencia y esperanza de vida; la forma
helicoidal del ADN o la aparición del legendario “número de oro” o
“razón áurea” como representación de la perfección y belleza en la
naturaleza, y demás.

Fractales:

En la atmósfera hay un gran


ejemplo fractal, las nubes.
Matemáticamente, un fractal es
un objeto geométrico de
estructura básica, fragmentada o
irregular que se repite a
diferentes escalas. La prueba
que delata la fractalidad de las

nubes es la imposibilidad de
estimar a qué distancia se
encuentra de nosotros y que
dimensiones tiene. De hecho, una
especie de nubes de género
Cúmulus (Cu) llamado "fractus"
deriva de fractal, en latín, y comparten términos.

La relación entre fractales y naturaleza no se detiene ahí. La propia


variabilidad climática puede catalogarse en términos de fractalidad, al
sucederse distintos patrones observados en distintas escalas
temporales. También, existe un tipo de planta llamado romanesco, cuya
estructura está formada de fractales.

Predicción Meteorológica
=

Es un modelo físico-matemático que se utiliza para predecir el estado


futuro de la atmósfera, a través de ecuaciones que describen el flujo
atmosférico. Se usan leyes de Newton, ecuaciones de termodinámica,
ecuación de continuidad, demás.

Estás ecuaciones no pueden resolverse mediante alguna función


determinada de la misma forma (por ejemplo, no existe ninguna forma
para resolver ecuaciones de grado cinco o superior). En estos casos se
hacen simulaciones numéricas que den una aproximación al número
exacto.

La mayoría de los modelos aproximan la atmósfera en volúmenes


tridimensionales calculando los valores promedios de las variables de
pronóstico en cubos, aunque también se consideran geometrías más
complejas como de icosaedros o mallas de espaciado variable con
mayor resolución en la zona de interés degradando la resolución cuando
nos alejamos.

— Pero ahora, ¿No hay manera de llegar a resultados exactos? ¿Por


qué la meteorología es tan inexacta?

La física del caos lo explica. La atmósfera, debido a su naturaleza


caótica, tiene un límite físico en su predecibilidad (dos o tres semanas).
Esto significa que por mucho que avancemos en medios técnicos o
científicos, en principio y siguiendo estas conclusiones, no podríamos
hacer predicciones “exactas” más allá de este límite de predecibilidad.
Esto genera una incertidumbre. Para tener en cuenta esto, se aplica la
estocástica (rama de la matemática ) en las predicciones mediante los
denominados "conjuntos" (ensambles en inglés), que tienen en cuenta
múltiples pronósticos creados a partir de diferentes modelos numéricos,
diferentes parámetros físicos o distintas variables iniciales.

Si queremos hablar de la predicción de fenómenos/desastres naturales,


cada rama tiene su propio sistema, aunque la mayoría son imprecisos.
Existe una herramienta llamada SEDD, que sirve como diagnóstico y
predicción de los desastres naturales.

El programa parte con información del tipo de acontecimientos


(terremoto, inundación, huracán, etc), unidades cuantificables (escala
Richter para terremotos, velocidad de viento para huracanes...) y una
medida de vulnerabilidad de la zona.

Para manejarse a la incertidumbre de los datos, los investigadores


trabajan con lógica difusa, una herramienta matemática que opera con
intervalos de números (ni cifras exactas) para tratar de cuantificar lo
mucho o poco de magnitudes.

La predicción de sismos también puede apoyarse en las matemáticas. A


través del cálculo matricial, se ha creado un programa en el
Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo llamado
GenLab, para prever zonas de tensión y reconocer fallas automáticas.

El uso de las matemáticas se ve muy presente en el momento de


recolectar datos. Al hablar de porcentajes (de lluvia, por ejemplo),
promedios, cantidades numéricas y demás. Los números sirven para
medir dentro de una escala, o para saber cuándo hay algo. Podríamos
preguntarnos cosas como... ¿Qué superficie ocupan los árboles
expresados en hectómetros, metros cuadrados, hectáreas y áreas?
¿Cuánto habría pasado en porcentaje? ¿O cuáles son las
probabilidades de lluvia ahora mismo? ¿Cuánta cantidad llovió?
Inclusive, el solo hecho de hablar de temperatura involucra
matemáticas.
Temperatura: La temperatura se mide a través de termómetros, un tipo
de instrumento de medición con escala numérica. Las escalas de
medición de la temperatura se dividen fundamentalmente en dos tipos,
las relativas y las absolutas. Los valores que puede adoptar la
temperatura en cualquier escala de medición, no tienen un nivel
máximo, sino un nivel mínimo: el cero absoluto.

Lluvia: Precipitación de partículas


líquidas del agua, con un diámetro
mayor a 0,5 mm, o de gotas menores
pero muy dispersas.
La precipitación se mide en milímetros
de agua, o litros caídos por unidad de
superficie (m²), es decir, la altura de la
lámina de agua recogida en una
superficie plana es medida en mm o
L/m² (1 milímetro de agua de lluvia
equivale a 1 L de agua por m²).

Las gotas pequeñas son casi esféricas,


las mayores están achatadas. Su
tamaño es de 0,5 a 6,35 mm, y su velocidad de caída varía entre 8 y 32
km/h.

Medio Ambiente

Cómo se ve, los números son necesarios para poder poner en escalas
todo lo que se entiende dentro del medio ambiente.

Pero yendo a otro aspecto. Está ciencia tiene un uso mucho más
importante. Y es que en un momento de la historia dónde la crisis global
es de los tópicos más hablados, se comenzaron a desarrollar modelos
—con ayuda de la matemática— para asegurar la prevención y el
cuidado del medio ambiente.
Ildefonso Díaz, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM),
señala lo siguiente: “Las matemáticas han adquirido la madurez
suficiente para responder a estos problemas de enorme complejidad”.
Prosigue: “Por un lado, está el desarrollo de los grandes ordenadores, y
por otro, el avance en las teorías de modelos no lineales, que son los
que describen los fenómenos naturales. Además, se ha trabajado
mucho en modelos estocásticos y también en el tratamiento de
imágenes, que abre un campo inimaginable de aplicaciones”.

Las transformaciones bruscas en la Tierra, como el cambio climático, se


pueden analizar desde los sistemas complejos. Bascompte demostró
—junto con su equipo de la CSIC-UAM Y de la UPM— que las
interacciones mutualistas en la naturaleza, son esenciales para
fortalecer la estabilidad natural. Sus resultados explican por qué los
insectos y flores son los organismos más diversos. Para esto utilizaron
un sistema de redes.

Para la degradación de la naturaleza, la ULPGC y la UPC utilizan


algoritmos a partir de imágenes por satélite para prever el estado de
mar o el desplazamiento de una mancha de petróleo. También —con el
apoyo de las matemáticas— existen modelos e investigaciones que
explican cómo y por qué se mueven los seres vivos (animales)

Existen sistemas basados en modelos matemáticos que analizan la


contaminación atmosférica y permite predecir posibles contingencias
ambientales, para poder tomar medidas en su momento. Cómo se
mencionó anteriormente, al tratar con datos inexactos, se realizan varias
simulaciones matemáticas para poder constatar —por ejemplo— la
degradación del mar Mediterráneo.

Las plantas solares de concentración (CSP) se basan en seguidores


para aprovechar al máximo la luz. Estos aparatos pueden utilizar
sensores, pero no funcionan bien cuando el Sol se oculta tras las nubes.
Por ello, se prefiere el
uso de sistemas
basados en algoritmos
matemáticos
que calculan el lugar exacto en el que se encuentra nuestra estrella.
Con el apoyo de estos sistemas, la productividad de una CSP puede
aumentar hasta en un 30%, según los expertos.

Las matemáticas también ayudan para realizar un aprovechamiento del


cultivo total, optimizando el uso de la tierra y la racionalización del agua.
Son un elemento clave para el desarrollo agrónomo a nivel mundial,
utilizándose tanto para el desarrollo de sistemas de riego que optimicen
el alcance y reparto equitativo a toda la superficie como para la
investigación de nuevas metodologías en el desarrollo de cultivos
hidropónicos.

Cómo se entiende, las matemáticas son esenciales para todo lo que


conocemos. Nos ayuda a comprenderlo, y a controlarlo cuánto se
pueda. Al ser el medio ambiente tan impredecible, hay que hacer uso de
la mayor parte de herramientas que se puedan para seguirle el paso.

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