Celibato
Celibato
Celibato
VOCACIÓN Y CELIBATO
Mihály Szentmártoni, SI 1
INTRODUCCIÓN2
1
Se trata de la intervención del P. Szentmártoni en el Simposio Internacional: “Pastores dabo
vobis: el Sacerdote hoy” del 26 al 28 de mayo de 1993, patrocinado por la Sagrada
Congregación para el Clero en la Pontificia Universidad Gregoriana. Confrontar el original
italiano en: SZENTMÁRTONI M., Vocazione e celibato, in PITTAU G., SEPE C., EDD., Identità
e missione del sacerdote, Roma 1994, pp.206-214.
2
La traducción es mía.
3
Cf. A.M. HOENKAMP-BISSCHOPS, Psychologische Voraussetzungen für einen gesunden
religiösen Zölibat, in “Archiv für Religionspsychologie” n.20/1992, pp.245-255.
4
Cf. J. ENGELMEIER, The Celibate Struggle and Challenge, in “Review for Religious”
n.47/1988, pp.574-582.
2
8
Cf. M. SZENTMÁRTONI, Identità personale. Un concetto ambiguo, in “Orientamenti
Pedagogici”, n.35/1988, pp.440-450.
9
Cf. M. IVENS, Celibacy in Contemporary Writing, in “The Way Supplement”, n.10/1970, pp.98-
116.
10
Cf. PDV 29; PO 2.
4
Esta distinción, sin embargo, no puede ser válida al menos por dos
motivos. Primero, porque no se trata de dos caminos o elecciones, sino de un
único acto mental al inicio de la opción vocacional. Uno no opta por el
sacerdocio y después por el celibato, antes bien, el sacerdocio en el celibato.
Ya Pablo VI ha subrayado en la Encíclica Sacerdotalis caelibatus (1967): «El
sacerdocio es un ministerio instituido por Cristo al servicio de su Cuerpo místico
que es la Iglesia, a la cual pertenece la autoridad de admitir a quienes ella
juzga idóneos, esto es aquellos a los cuales Dios ha concedido, con otros
signos de la vocación eclesiástica, también el carisma del sagrado celibato»
(n.62). Si después se verifica una escisión mental entre las dos realidades, esta
no es la causa, más bien la consecuencia de una crisis de identidad.
11
Cf. J. TETLOW, The Human Person and Sexuality, in “The Way Supplement”, n.71/1991,
pp.41-53.
12
Cf. M. McCARTHY, Celibacy as Possibility, in “Review for Religious”, n.51/1992, pp.770-781.
5
El mito del celibato imposible va a la par con aquel otro opuesto: el mito
del celibato fácil. Dado que hablamos de mito, se necesita denunciar también el
mito del matrimonio-remedio. Esto no es frecuentemente una ilusión de pocos
sacerdotes: piensan que el matrimonio podría aplanar los obstáculos y rellenar
todos sus vacíos, mientras que los verdaderos problemas están en otro lado.
Las investigaciones confirman que el celibato no es, por si solo, el mayor
factor causal de abandono de la vocación. La crisis generalmente viene entre
los 5 y 10 años después de la ordenación, cuando el sacerdote tiene la
impresión que en realidad ninguno se interesa personalmente de su ministerio.
Se convierte entonces en una persona siempre insatisfecha de si misma, de su
rol en la Iglesia y de las exigencias del celibato. El sacerdote se torna infeliz por
la vida que lleva y se convierte en un pesimista respecto a su futuro. Este es el
momento en el cual acontece la explosión emocional13.
La calidad del celibato varia mucho según los sujetos y no siempre una
vida en el celibato que parece más fácil, es mejor que otra. No todas la formas
«institucionales» de celibato, ligadas a la vida eclesiástica o religiosa son
cualitativamente iguales. No se puede atribuir algún valor al celibato que
depende de la falta de atracción, o de la repulsión, por la mujer. Estos son los
tipos de celibato negativo. Aquello que cuenta en el celibato eclesiástico son
las propias motivaciones más que el hecho mismo del celibato como tal15.
No pocas veces los medios de comunicación ofrecen una imagen
distorcionada de las personas célibes, como si fueran infantiles, excéntricas,
etc.16.
La culpa, al menos parcialmente, es también de las personas célibes,
que no saben explicar la complejidad de su opción y la riqueza de su vida.
13
Cf. B. GILSENAN, The Religious and the Psychiatrist, in “The Way Supplement”, n. 15/1972,
pp.62-75.
14
Cf. P. CHAUCHARD, “Celibato ed equilibrio psicologico”, in J. COPPENS (ed.), Sacerdozio e
celibato, Roma e Milano 1975, pp. 835-867.
15
Cf.. M. ECK, L’uomo prete, Torino 1974, p.34.
16
Cf. K. CODD, Celibacy’s Holy Lonelinees, in “Human Development”, n.4/1983, pp.42-44.
6
17
Cf. P. CHAUCHARD, “Celibato de equilibrio psicologico”, in J. COPPENS, (de.), Sacerdozio e
celibato, Roma e Milano 1975, pp.835-867.
7
CONCLUSIÓN