Tumores Benignos de Mama

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Facul tad d e Medi ci na


O ncol ogí a
C orral es D i arte Lesl i e Jazmi n
Marco A ntoni o Martí nez Torres
V II - 7

Tumores Benignos de la glándula


mamaria
Dentro de las enfermedades benignas de la mama están agrupados todos los procesos
no malignos mamarios, incluyendo tumores benignos, mastalgia, mastitis, lesiones
reactivas e inflamatorias y la secreción espontánea por el pezón. Los tumores benignos
incluyen cambios patológicos que no aumentan el riesgo de desarrollar cáncer, lesiones
que confieren un ligero incremento, y lesiones que están asociadas de forma evidente al
desarrollo de cáncer de mama.
La glándula mamaria presenta 3 fases de desarrollo diferenciadas, influenciadas por los
niveles circulantes de las hormonas y sus efectos en los ductos, lobulillos y estroma. La
fase de desarrollo se produciría hasta los 20 años, entre los 20 y los 40 años existiría una
fase de actividad cíclica lobulillar. Después de los 40 años comenzaría la involución de la
mama.
La mayoría de las lesiones mamarias benignas se desarrollan a partir de alteraciones del
proceso fisiológico evolutivo normal de la mama, considerándose aberraciones normales
del desarrollo e involución de la mama (aberrations of normal breast development and
involution ANDI).
Las lesiones benignas de la mama pueden ser divididas en anormalidades congénitas,
aberraciones del normal desarrollo e involución de la mama (ANDI) y procesos
patológicos secundarios a factores precipitantes externos (NON-ANDI).
Las tumoraciones benignas de la mama constituyen alrededor del 20% de las consultas
que se presentan en una unidad especializada de patología mamaria. Actualmente debido
a la extensa información sanitaria sobre el cáncer de mama, la mayoría de las pacientes
acuden rápidamente a su médico de familia y/o ginecólogo de zona por la aparición de un
“bulto” en la mama. Si la paciente es joven (< 40 años), la inmensa mayoría de las veces
se tratará de una lesión benigna de la mama.
Las lesiones benignas de la mama se dividen en 3 categorías según la clasificación de
Page y Dupont (1985) dependiendo del riesgo en desarrollar carcinoma de mama en su
evolución. Se clasifican en lesiones no proliferativas (RR 1), lesiones proliferativas sin
atipias (RR 2), lesiones proliferativas con atipias (RR 5). No se ha encontrado un riesgo
de cáncer de mama significativo en las lesiones no proliferativas en mujeres sin historia
familiar, pero este riesgo si está aumentado si la mujer presenta antecedentes familiares
de primer grado con cáncer de mama.
También pueden considerarse como tumores benignos de la mama las siguientes
entidades:
• Lesiones condromatosas: condroma, coristoma
• Fibroma (Fibrosis localizada).
• Dermatofibroma (Histiocitoma fibroso).
• Tumoraciones cutáneas de mama.
• Galactocele.
Características clínicas.
Como principio general, se suele argumentar que toda lesión nodular en la mama que
aparece de Novo, que persiste más de 2 - 3 semanas, y no desaparece tras la
menstruación debe ser consultada.
Las tumoraciones benignas predominan en mujeres jóvenes de 18 a 40 años. Con mucha
menor frecuencia aparecen tumoraciones benignas tras la menopausia.
Se caracterizan por ser nódulos firmes, bien delimitados, móviles, tras un crecimiento
inicial suelen detenerse con un tamaño de 2-3 cm. de media. No suelen ser dolorosos,
desplazan, sin retraer, el complejo areola-pezón en su crecimiento, abombando en la piel,
no adhiriéndose a ella ni a planos profundos. Frecuentemente pueden ser múltiples y
bilaterales.
Características radiológicas.
El American College of Radiology (ACR) identificó las imágenes mamográficas de las
lesiones de mama en función de la probabilidad de ser malignas. Estableció la
clasificación BIRADS (Breast Imaging Record And Data System, 1992) para
homogeneizar los informes de los radiólogos, condicionando un criterio y actitud común
para cada imagen mamográfica. Aquellas clasificadas como BIRADS II, son catalogadas
como benignas, al presentar hallazgos inequívocamente benignos, no precisando más
actuaciones diagnósticas ni especial seguimiento.
Ecografía.
La utilidad principal de la ecografía mamaria es diferenciar las lesiones quísticas de las
sólidas, pues la mamografía carece de esa capacidad (figura 4).
Debido a la falta de sensibilidad de la mamografía en mujeres jóvenes (<40 años) y /o en
mamas glandulares mamográficamente muy densas, la ecografía es una técnica esencial
para el diagnóstico y seguimiento de tumores benignos.
Es especialmente útil para realizar biopsias dirigidas en lesiones no palpables o
difícilmente accesibles. Los tumores benignos se caracterizan por la presencia de nódulo
sólido, regular, de bordes bien delimitados, homogéneo e hipoecoico, a veces
polilobulado, normalmente de 1 a 2 cm. de diámetro mayor
Bibliografía:

• Aznar, F., Cortadellas, T., & Xercavins, J. (2005). Patología benigna de la mama II:
Tumores benignos de mama. Fundamentos de Ginecología. Sociedad Española
de Ginecología y Obstetricia SEGO, 483-92.
• Medina Angulo, D., & Fúster Alfaro, F. (1997). Tumores benignos de mama. Rev.
méd. Costa Rica Centroam, 157-61.

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