Taller de Apo Yo

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UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO FACULTAD DE CIENCIAS

SOCIALES EDUCACIÓN. COMERCIAL Y DERECHO

CARRERA

LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

NIVEL

7MO SEMESTRE

ASIGNATURA

APOYO PSICOSOCIAL EN EMERGENCIAS

DOCENTE

PSC. KERLY ALVAREZ

AUTORES

EVELYN VERA CHAVEZ

MARIA RODRIGUEZ CADENA

JENNIFER AUSHAY GUAMAN

TELMO GONZALEZ NARANJO

ROMINA THEOFILOU MASCOTE

MADELEY VILLEGAS DELGADO

FECHA

22/02/22
Los primeros auxilios psicológicos

Los primeros auxilios psicológicos designan una intervención psicológica en un

momento de crisis, entendida como una ayuda breve e inmediata para apoyar y rescatar a la

persona con el fin de restablecer la estabilidad emocional y devolverla a la vida en equilibrio.

Es importante aplicarlos después del impacto de lo sucedido y estar pendiente de la persona

unas 72 horas después del evento traumático.

El objetivo principal de los primeros auxilios psicológicos es reducir el nivel de estrés

generado por el impacto de noticias o eventos traumáticos. Además de prevenir las secuelas

de un evento traumático, promover la autonomía de los afectados para que puedan volver a

tomar decisiones. La aplicación de los primeros auxilios psicológicos implica apaciguar y dar

respuestas saludables para que la persona se sienta cómoda y confiada. Anímela a hablar

sobre el evento sin presión.

La primera asistencia de debriefing

Reaccionar ante un incidente traumático es normal y no indica debilidad de carácter;

por lo tanto, las víctimas, aunque tengan fuertes reacciones emocionales, no deben ser

consideradas un "caso" psiquiátrico. Se deben intervenir lo antes posible después de un

evento traumático. es necesario hablar de la víctima y sus allegados. Es necesario

proporcionar la mayor cantidad de información posible sobre la situación y el estado

traumáticos, para permitir una evaluación completa de los eventos y una idea de lo que está

sucediendo. El debriefing es una intervención para reducir las reacciones a un evento

traumático. Por esta razón, no es una terapia para el trastorno de estrés postraumático (TEPT)

y asume que la mayoría de los pacientes tienen la capacidad de responder adecuadamente

dentro de sí mismos.
Intervención en situaciones de crisis suicidas

Una forma de manejar una crisis suicida es conocer cómo se sienten esas personas

aquí-ahora, en esos momentos críticos. Lo común en ellas es sentirse terriblemente solas, sin

nadie interesado en entenderlas. En muchas oportunidades, el aislamiento en que se sumergen

facilita estos sentimientos. Con frecuencia consideran a la vida carente de sentido alguno,

suponen que las demás personas se sentirían mejor si ellas no existieran y que es preferible

estar muertas. Se sienten pesimistas, creen que nada les ha salido, les sale ni les saldrá bien en

sus vidas, que son una calamidad y que sus dificultades no tienen solución.

No son pocos los desesperados cuyas fantasías suicidas en sus mentes, se hacen más

firmes y convincentes cada minuto que pasa, pero unido a ello sienten también muchos

deseos de seguir viviendo si determinados cambios ocurrieran, si se les brindara un poco de

ayuda. Es conveniente eliminar el criterio equivocado de no poder ayudarlos con el simple

sentido común, pues ellos solo necesitan que se les escuche y se les asista.

➢ Ante una persona que le confía sus deseos de suicidarse, le sugiero lo siguiente:

➢ No se alarme al recibir esta información, pero siempre tómela en serio.

➢ Estimúlela a que le confíe sus problemas y cómo ellos le hacen sentir.

➢ Hable usted lo menos posible para que predomine siempre la voz de la persona que sufre.

➢ Toque a la persona, pues el contacto piel con piel facilita la comunicación (ejemplo:
ligera presión manual del antebrazo mientras le invita a que se desahogue).

➢ No se ponga de ejemplo, ni le hable de usted y sus experiencias personales.

➢ No le dé las soluciones que fueron buenas para usted, pues puede ser que para ella no
sirvan en lo absoluto.
➢ Si no se siente seguro en lo que está haciendo, pida ayuda. No es aconsejable el manejo
en solitario de personas con riesgo de suicidio cuando haya inseguridad.

➢ Acompáñela hasta que el peligro haya pasado, lo que puede manifestarse al ser capaz de
expresar verbalmente su crítica hacia los pensamientos suicidas, cuando mejora su estado
de ánimo y se muestra más relajada, tranquila, cooperadora e interesada por las
actividades cotidiana

Intervención en situaciones en accidentes múltiples victimas


Cuando un evento les ocurre a varias víctimas, se deben atender muchos aspectos del

evento: rescatar a la víctima, asistir y trasladar a los heridos, información y asistencia a los

seres queridos, etc. Tal gestión de la tragedia sólo puede abordarse desde una perspectiva

multidisciplinar, si se presta la debida atención a todos los aspectos de la tragedia.

En consecuencia, cuando ocurre un evento de esta naturaleza, muchas organizaciones son

llamadas a intervenir, cada una con su propia metodología y objetivos, de ahí la necesidad de

coordinarse y actuar para que los intereses y métodos de algunas organizaciones no

interfieran ni interfieran con el trabajo de otros.

Intervención psicológica en menores víctimas de abuso sexual.

Se define el abuso sexual a menores como la actividad encaminada a proporcionar

placer sexual, estimulación o gratificación sexual a un adulto, que utiliza para ello a un

niño/a, aprovechando su situación de superioridad. Consideramos además que existe abuso

sexual cuando se dan las circunstancias de asimetría de edad entre víctima y agresor, lo que

supone una diferencia de aproximadamente cinco años; cuando existe asimetría de poder,

pues el abusador es el que controla o tiene algún tipo de autoridad con respecto a la víctima;

cuando aparece asimetría de conocimientos pues se supone que el que abusa utiliza su

astucia, y cuando existe asimetría de gratificación (Portillo Cárdenas, 2018).


Las formas más comunes de abusos sexuales a menores son: el incesto, la violación,

la vejación y la explotación sexual. Algunos de estos comportamientos por parte de los

agresores pueden consistir en exhibir sus órganos sexuales, tocar, besar, o manosear a los

menores, conversar con ellos de forma obscena, exhibir películas pornográficas o fotos, hacer

fotos de los menores desnudos, inducirlos a realizar actividades sexuales o eróticas, etc., todo

ello con el objetivo de obtener una gratificación sexual (Portillo Cárdenas, 2018).

Tipo de intervención según su grado de urgencia, no es igual una intervención en el

momento de la crisis que una intervención a medio o largo plazo. El tipo de intervención

depende también de las necesidades específicas del menor y de la severidad de sus

problemas. Deben tenerse en cuenta, además, las características del niño: edad, capacidad

verbal, madurez emocional, etc. En cuanto a la duración del tratamiento, se distinguen los que

pueden ser desarrollados a corto, medio y largo plazo (Portillo Cárdenas, 2018).

Intervención psicosocial en casos de maltrato al adulto mayor

Si bien es cierto nuestra sociedad se enfrenta a un fenómeno único en la historia de la

humanidad, el envejecimiento de la población que nos aporta nuevas situaciones que

debemos afrontar con celeridad y creatividad. Una de ellas es el abordaje de la violencia y

maltrato a las personas de edad avanzada. El maltrato a adultos mayores es un problema

urgente que merece atención y preocupación para que pueda ser prevenido y solucionado de

la mejor manera. Los propios adultos mayores deben comprender cabalmente qué es el

maltrato, cómo enfrentarlo, autoinformarlo y denunciarlo porque todas las personas mayores

tienen derecho a vivir con dignidad y seguridad, insertas en una sociedad respetuosa y digna.

El maltrato a personas mayores se refiere a cualquier acto u omisión que dañe y

menoscabe el respeto a su dignidad y el ejercicio de sus derechos como ser humano. Se puede

hacer intencionalmente, o también puede suceder sin querer debido a la ignorancia. El abuso

puede ocurrir en el hogar, la comunidad o el entorno laboral. El abuso de ancianos puede


tomar muchas formas y ocurre en todos los dominios sociales, económicos, étnicos y

geográficos, por lo que está mucho más cerca y más presente de lo que es. La existencia de

maltrato y negligencia en torno a las personas mayores es generalizada entre los

profesionales, así como la gran dificultad que ofrece la detección de evidencias a través de

pruebas empíricas sistemáticas.

Caso Clínico

• La mamá del paciente de 32 años refiere que sus hábitos alimenticios son muy malos, le

preocupa su reducción de peso, además se presenta en el mutismo selectivo, el paciente se

observa ansioso y según sus familiares tiene problemas para conciliar el sueño y se ha

vuelto más reservado de lo usual, el paciente refiere que lo invade un sentimiento de

angustia, asfixia, confusión y miedo el paciente presenta además retraso mental leve,

educable con leves rasgos de espectro autista entre estos se encuentra el querer evitar el

contacto visual y querer estar solos además, prefiere que no lo abracen, constantemente

repite o imita palabras lugar del lenguaje normal.

• El paciente presenta una depresión severa. La mayoría de los padres que cuidan a sus

hijos se sienten seguros cuando estos se encuentran en compañía de una persona a la que

califican de la siguiente manera: parientes impecables, religiosos, bondadosos, cariñosos

sin embargo las estadísticas muestran que en la mayoría de los casos del abuso sexual en

la infancia el agresor tenía una o más de estas etiquetas, muchas veces la mayoría de los

agresores suelen ser un familiar cercano a ellos pues no son vistos de esta manera porque

son personas confiables, pero en los casos que se dan del abuso sexual comúnmente se

ven familiares de los niños.

• Cuando se comete el abuso sexual la victima tiende a callar esto porque no sabe cómo

actuar o reaccionar después del acto, teniendo temor a contar lo sucedido, como en este
caso el abusador manipuló al niño en ese entonces, haciéndole creer que él era el culpable

del acto cometido a la integridad del niño.


Bibliografía
Bernales, S. (2013). Negligencia familiar y negligencia institucional. Consideraciones

desde la intervención psicosocial. De Familias y Terapias, 34, 23-47.

García, F. G., & Ortiz, M. Á. C. (2016). Evaluación del perfil psicosocial en menores

víctimas de abuso sexual: diferencias por sexo y edad. Revista de Psicología Clínica con

niños y adolescentes, 3(2), 87-98.

Maldonado, J. M. (2010). Primeros auxilios psicológicos e intervención en crisis.

Documentos de trabajo social: Revista de trabajo y acción social, (47), 121-133.

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