Manual Programa Provincial de Prevención Del Suicidio

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HABLAR SALVA

VIDAS
PROGRAMA PROVINCIAL DE
PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
DESDE EL PROGRAMA PROVINCIAL DE
PREVENCIÓN DEL SUICIDIO COMPARTIMOS
ESTE MANUAL, QUE ESPERAMOS SEA DE
UTILIDAD.

EL CONTENIDO PRESENTADO BUSCA


FAVORECER LA CLARIDAD PARA EL ÁMBITO
COMUNITARIO.

A SU VEZ, DEBEMOS SEÑALAR QUE TODO EL


MATERIAL GRÁFICO PERTENECE A LA
PLATAFORMA CANVA Y PARA SU REALIZACIÓN
SE UTILIZARON AQUELLAS ILUSTRACIONES DE
LICENCIA LIBRE.
Hablar de suicidio,
salva vidas

El suicidio constituye un problema


de la salud publica en cualquier
etapa del ciclo vital en que la
persona decida llevarlo a cabo. Tal
es así que las tasas de suicidio se
considera como uno de los
indicadores de estado de salud de
una comunidad (Boves Garcia,
1997).
¿De qué estamos hablando, cuando
hablamos de Suicidio?

El suicidio es definido por la Organización Mundial de


la Salud (OMS) como el acto deliberado de quitarse la
vida. Su prevalencia y los métodos utilizados varían de
acuerdo a los diferentes países.

Desde el punto de vista de la salud mental, los y las


adolescentes poseen vulnerabilidades particulares,
por su etapa del desarrollo.

El Suicidio produce un impacto social, porque deja


una impronta que llamamos identificación. La
Organización Mundial de la Salud, señala que por
cada persona que se suicida se espera entre 6 a 8
manifestaciones dentro de la familia, entorno,
sociedad.
.

En la mayoría de los casos el suicidio


es la respuesta inespecífica a una situación
de crisis, que la persona no puede sortear
con los mecanismos conocidos de reacción
ante eventos de características
excepcionales.

Cuando la persona está en crisis no piensa


de la manera habitual, y no ve con claridad la
situación, sino que hace foco en el problema
que está condicionado con su malestar.

Le cuesta distraerse de su sufrimiento, y


empiezan a tener sentido muy malas ideas,
como por ejemplo quitarse la vida.
El Suicidio es MULTICAUSAL, es decir, las personas
no se suicidan por un único motivo.

Por ejemplo: la persona no decide quitarse la vida


porque la pareja lo/la haya dejado o porque ha
conseguido una mala nota en la escuela o porque no
tiene un trabajo formal, etc. La persona lo decide en
base a varias situaciones, y se puede decir que, esa
última, fue la que colmó el vaso.
- ENTENDIENDO LA CONDUCTA SUICIDA -

Las manifestaciones suicidas pasan por etapas, no se


da de un momento al otro, lleva un tiempo. Estas
etapas no son fijas, no son lineales, ni tampoco se
tienen que dar todas. La conducta suicida implica un
proceso clínico que se desarrolla en tres etapas, según
Boves Garcia (1997):

1 - Etapa de Consideración

La persona empieza a pensar en la posibilidad de


quitarse la vida como solución a lo que le está
ocurriendo que le produce angustia, dolor, malestar
(problemas reales o aparentes).
La idea surge por el ámbito familiar, por la prensa, la
literatura, etc. Lo que facilita la inhibición de la
agresividad y el aislamiento social.
2 - Etapa de Ambivalencia

La persona se muestra indecisa, ambivalente y


aparece la sensación de confusión. En esta
etapa se hacen evidentes los comportamientos
extraños y hay señales o avisos de la intención
de suicidarse.

Es una etapa clave. Aqui es cuando la persona


pide ayuda, o cuando se puede ver las señales
de alerta, como se mencionó.
3 - Etapa de Decisión:

La decisión ya está tomada. Hay indicios


indirectos y actos preparatorios.
Hay un súbito cambio de actitud: pasa de la angustia y
depresión a la serenidad.

La persona ya decidió que se quitara la vida, ya tiene el


plan: el día, el lugar, la hora y el método.

Es una etapa que confunde a su entorno, y sorprende


cuando se concreta el suicidio. Se la observa a la
persona de manera tranquila, en paz, alegre, calmada.
Quiere dejar una buena imagen al resto.

Es un momento donde arregla asuntos pendientes,


prepara testamentos, se pone al día con las deudas,
regala sus pertenencias, entre otras acciones.
- DESMITIFICANDO LA CONDUCTA SUICIDA -

Desmitificar la conducta suicida es erradicar ideas y


conceptos erróneos que hay en torno al suicidio. Es el
primer paso para trabajar con la prevención del suicidio.

La estigmatización de la conducta suicida es una de las


barreras que impide la prevención del mismo. Se han
creado una serie de mitos que se reproducen y sostienen
como verdades absolutas, por lo que se vuelve necesario
desarmar ideas que son falsas.

- MITOS -

Mito: la persona que se quiere matar no lo dice/ la


persona que lo dice no lo hace.

Realidad: las personas manifiestan claramente, sea de


manera verbal o no, sus propósitos. Dejan entrever sus
intenciones de acabar con su vida.
En algunos momentos se minimizan las amenazas suicidas,
que pueden considerarse erróneamente como chantajes,
manipulaciones. Las personas expresan lo que les ocurre con
palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta.
Hacen un pedido de ayuda.
Mito: “La mejoría después del intento significa que el
riesgo suicida se ha superado”

Realidad: ocurre qué, cuando la persona mejora, sus


movimientos se hacen más ágiles, está en condiciones de
llevar a vías de hecho las ideas suicidas que aún persisten, y
antes, debido a la inactividad e incapacidad de movimientos
ágiles, no podía hacerlo.
No es que supero la idea, sino que tomó la decisión, por eso
se la observa calmada, tranquila; vuelve a ser la de antes.

Mito: “Hablar sobre el suicidio con una persona en


crisis, se le puede incitar a que lo realice”

Realidad: está demostrado que hablar del suicidio con una


persona reduce el peligro de cometerlo, y puede ser una
posibilidad que ofrezca la persona para análizar, reflexionar,
buscar ayuda, alternativas, opciones a sus propósitos
autodestructivos. Si la persona tiene la idea, la ha sacado de
cualquier lado, por ejemplo: de una película, revista, etc.

Mito: “la persona que intenta suicidarse es valiente o


cobarde”

Realidad: es un criterio equivocado ponerle una cualidad


positiva o negativa a la conducta suicida. La persona que
intenta hacerlo es alguien que esta sufriendo
emocionalmente, más de lo que puede tolerar.
Mito: “la persona suicida desea morir"

Realidad: la persona no desea morir, si desea terminar de


sufrir. Desea terminar con lo que siente, en tanto las cosas que
atraviesa, no cambien.

Mito: “El suicidio se hereda”

Realidad: genéticamente, no está comprobado que se


herede. Es más probable un efecto de imitación o identificación
con alguien de esa familia o de su entorno.

Mito: “Las personas que se suicidan siempre tienen un


trastorno mental”

Realidad: no todas las personas que se suicidan, tienen


algún trastorno mental. Y no todas las personas que tienen un
trastorno mental se suicidan. Se tiende a hacer sinónimo entre
suicidio y depresión. Y no siempre las personas con depresión
se suicidan. Son personas que están atravesando una crisis y no
están pudiendo resolverlas con los recursos que tienen. Piensan
que la solución es quitarse la vida.
Mito “Los desengaños amorosos en la adolescencia
conllevan suicidio” y “Los/as adolescentes se matan
cuando le ponen límites”

Realidad: los suicidios son multicausal, no se quitan la vida


por una desengaño amoroso o límites de su familia.
Las rupturas amorosas son dolorosas y hay que acompañar a
transitar ese duelo sin juzgar ni minimizar las emociones que
sienten.
Los límites forman parte del amor y educación, siempre y
cuando sean razonables.

Mito: Los medios de comunicación no pueden


contribuir a la prevención del suicidio

Realidad: los medios de comunicación pueden convertirse


en un valioso aliado en la prevención del suicidio si enfocan
correctamente la noticia sobre el tema. Con respeto, sin brindar
información de más, por ejemplo: métodos, o motivos.
- FACTORES DE RIESGO -

¿ Qué son? Son condiciones, situaciones, características


personales que aumentan la posibilidad de que ocurra una
conducta suicida. No deben confundirse con causas, ya que
ninguno es necesario o suficiente por sí solo para producir una
muerte por suicidio.

Factores Sociodemográficos

Sexo: las mujeres presentan tasas superiores de ideación


suicida y de intentos de suicidio que los hombres; sin embargo, son
los hombres quienes realizan mayor número de suicidios
consumados, porque el método que emplean es más violento (armas
de fuego, ahorcamiento, precipitación al vacío o envenenamiento por
gas). Las mujeres suelen realizar sobre ingesta de psicofármacos,
ingesta de veneno o se hacen incisiones con elementos
punzocortantes.

Desempleo: son mas frecuentes los intentos de suicidio como


los suicidios consumados en la población desempleada y con menor
nivel económico y cultural.

Edad: el riesgo de suicidio aumenta con la edad, aunque


actualmente las tasas de suicidio consumado en jóvenes se vienen
incrementando, principalmente entre 15 y 24 años y en las personas
adultas mayores.
Estado Civil: hay mayor incidencia de suicidios en personas
solteras, divorciadas y viudas por la soledad experimentada. Tener
una pareja, con buen vínculo, sería un factor protector porque se
comparten las emociones, dialogan, proyectan, etc.

Factores Familiares

Un factor muy importante a conocer es, si en la familia hubo


algún intento de suicidio o suicidio consumado.

También es necesario indagar:

- Cómo son las relaciones familiares: si son conflictivas, si hay


violencia, si hay peleas recurrentes o carencias afectivas, sobre todo
en la adolescencia.

- Si tuvo pérdidas parentales a temprana edad y como ha sido la


separación de su padre/madre, sí fue conflictiva o no.

En relación a los factores genéticos de transmisión de las


conductas suicidas: aún, no hay ningún estudio que muestre la
transmisión genética de la conducta suicida. Pero si se ha visto, que
hay factores de riesgo que tienen que ver con algunos Trastornos
Psicológicos, por ejemplo: bipolaridad, trastorno límite de la
personalidad, etc.
Factores Psicológicos

A nivel individual el principal predictor de riesgo suicida es


tener antecedentes de intentos de suicidio. Asimismo es
necesario atender a otros comportamientos de autolesivos (cortes,
sobreingestas de pastillas, etc.) o de riesgo (manejar a altas
velocidades, caminar por cornisas, entre otros)

Dificultades Interpersonales: la persona tiene dificultad


para establecer y mantener una relación (de pareja, de amistad,
etc.)

Baja Autoestima: tener en cuenta si, la persona, aparte de


baja autoestima, tiene la percepción de carga, o sea sentirse que es
una carga o molestia para su entorno.
Poca capacidad para confiar en las personas: la persona tiene
dificultad para confiar y contar lo que siente, piensa a alguien.
Alto grado de desesperanza: la persona tiene mirada
negativa hacia el futuro, por ejemplo: "nunca mas voy a
conseguir un trabajo" "de ningún trabajo me va a llamar
porque no se hacer nada"

Intolerancia al fracaso: la persona no tolerar que le vaya


mal alguna vez, no se permite fracasar.

Comportamiento impulsivo: la persona actúa su


conducta sin pensarla, sin planificarla, sin tener en cuenta las
consecuencia negativas de ese accionar.

Tendencia al aislamiento social: la persona se aleja


de su contexto (familia, amistades), no responde los
mensajes, ni llamadas, no quiere hablar con nadie.
Factores de poblaciones especificas
de alto riesgo

Se ha observado que, en las poblaciones carcelarias y en la


comunidad LGBTIQ+, la conducta suicida es más prevalente. Los
motivos de esta mayor frecuencia de comportamientos suicidas en
estos grupos aún es materia de investigación, pero se ha
observado que existen diferentes vulnerabilidades tales como el
rechazo de la familia, la marginalidad social, la discriminación,
entre otros razones.

Factores de riesgo en adolescentes


a tener en cuenta...

- Ruptura familiar o conflicto.

- Padre o madre visto como hostiles o indiferentes.

- Padre o madre con expectativas muy altas hacia el/la hijo/a.

- Padre o madre muy controladores.

- Pocas habilidades comunicativas, o para relacionarse con iguales.

- Conducta antisocial.

- Suicidio reciente de un/a amigo/a o familiar.


- FACTORES DE PROTECCIÓN -

Son aquellos que pueden ayudar a personas a reducir el


riesgo. Entre ellos se pueden mencionar:

Presencia de habilidades en la comunicación.

Capacidad de poder pedir ayuda, y comunicar lo que le


pasa.

Presencia de habilidades para resolver problemas de


la vida cotidiana de manera adaptativa: aprender de la
experiencias previas y no resolver los problemas de
manera impulsiva o tratar de postergarlos.
Capacidad de búsqueda de consejo y ayuda cuando
surgen dificultades la receptividad si él es experiencias y
soluciones de las otras personas

Confianza en uno mismo (autoeficacia) sentirse capaz de


poder resolver los problemas que se presentan.

Poseer actitudes y valores positivos, indagar cuales son


los valores importantes para la persona.

Tener creencias religiosas, ya que las comunidades


religiosas poseen gran poder de unidad.

Contar con apoyo familiar con una cohesión social alta.


Notar que la familia lo apoye y lo ayuda permite
mantenerse unidos.

Apoyo del grupo de pares.


- Identificando señales de alarma frente a la
ideación suicida -

SEÑALES DE ALERTA:

1- VERBALES

Comentarios o verbalizaciones negativos dirigidos hacia


uno mismo.

Comentarios o verbalizaciones negativos dirigidos hacia


el futuro.

Comentarios o verbalizaciones negativos relacionados


con el acto suicida o la muerte.
.
2- NO VERBALES

Hay una serie de señales “no verbales” que


pueden observarse, e implican un cambio
repentino en la conducta de la persona.

Aumento significativo de la irritabilidad, es decir, tener


una mayor propensión a pasar a estados de enojo.

Aumento de la ingesta de bebidas alcohólicas y los


alimentos, tomar mucha cantidad de alcohol, comer
demasiado y producir atracones.

Descuido inusual de la apariencia personal.

Aparición de autolesiones en alguna parte del cuerpo.

Desinterés y la motivación.
Período de calma y tranquilidad repentino cuando
previamente ha presentado una gran agitación. Hay
que tener en cuenta que una persona cuando está en
una crisis no puede resolverla de un día para el otro, y
si la persona se muestra como si nada hubiera
pasado también es un indicador de riesgo.

Percepción de una baja capacidad para resolver los


problemas.

Arreglar asuntos pendientes, regalar pertenencias,


despedirse de personas queridas, etc.

Percepción de carga (sentirse una carga para los


demas), la desesperanza (haga lo que haga, las cosas
no va a cambiar).

Aislamiento y el retraimiento de lo social.

Señales de alucinación, pensamientos extravagantes.


Es importante buscar ayuda, porque puede llegar a
escalar a un comportamiento autolesivo.
- Herramientas Comunitarias -

El suicidio como fenómeno complejo implica un abordaje


multisectorial e interdisciplinario. De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el
45% de las personas que se quitan la vida en el mundo (es
decir, menos de la mitad) tienen contacto con profesionales
de la salud en el año previo a su fallecimiento.
Este hecho nos alerta que, si bien las acciones sanitarias
son importantes, son necesarias, además
acciones comunitarias por fuera de los consultorios.
Por tal motivo es importante que se involucren toda la
sociedad e instituciones.

A continuación encontrarán algunas herramientas y


recomendaciones que consideramos de ayuda para
intervenir ante una situación de conducta suicida. Entre
ellas aparecen la Validación (Linehan, 1993), el plan
Preguntar, Persuadir y Referir (Quinnett, 2007) y el Plan de
Seguridad (Stanley y Brown, 2012).
VALIDACIÓN
¿Qué es tener una actitud validante?

Validar es comunicarle al paciente que sus respuestas


emocionales tienen sentido y son entendibles dentro de su
historia y/o contexto actual (Linehan, 1993).

Validar implica, en términos generales, comprender por qué


la persona reacciona del modo en que lo hace y
comunicarle que es comprensible.

Algo que debemos aclarar en este punto es que, validar no


implica estar de acuerdo o aprobar lo que la otra persona
hace, lo que se valida son las emociones, pero no se
justifican acciones.
¿Qué podemos hacer para validar?

1.Escuchar y observar con completa atención: mostrar


a la persona que estamos presentes, sin distracción y sin
juzgar.

2.Reflejar con precisión: usar paráfrasis para hacer saber


a la persona que comprendemos lo que nos está diciendo y
estamos prestando atención.

3.Articular lo no dicho: traer a la conversación


pensamientos y emociones no dichos explícitamente por la
persona.

4.Validar por la historia: comprender que la conducta de


la persona tiene sentido a partir de los hechos que ha
vivido.

5.Validar por el contexto presente: buscar en el


contexto actual cuáles son las razones para la conducta de
la persona.

6.Creer en la persona.

Ahora si, vamos al protocolo comunitario.


PREGUNTAR

PERSUADIR

REFERIR
1- PREGUNTAR

- SOBRE IDEAS Y CONDUCTAS SUICIDAS -

¿Cómo Preguntar?

► De manera abierta sobre el suicidio.


► Con una escucha activa y manteniendo la calma.
►Sin hacer juicios y sin regañar.

►Hacer preguntas concretas y claras (sin titubeos).


►Recuerden: preguntar no induce la conducta, no le da la idea.

¿Qué Preguntar?

►¿Has pensado que estarías mejor muerto?


► ¿Has querido estar muerto?
► ¿Has pensado en suicidarte?
► ¿Has intentado suicidarte?
2 - PERSUADIR
PERSUADIR DE SUSPENDER LAS CONDUCTAS SUICIDAS Y
BUSCAR AYUDA

No es...
► Convencer.
► Regañar.
► Diagnosticar.
► Hacer psicoterapia.

Dato importante: persuadir no es lo mismo que convencer.


Convencer es dar los motivos que para uno/a es importante;
en cambio persuadir es saber los motivos que son importantes
para la persona.

¿Cómo persuadir?

Aumentando la motivación de buscar


ayuda

Disminuyendo la deseabilidad de la muerte


Se tiene que disminuir la deseabilidad de morir, y la
persona se debe ir con la idea de buscar ayuda.

- Hacer que la persona se sienta escuchada y hacerle saber


que no se le juzga.
- Plantearle alternativas de apoyo profesional.
- Ofrecer acompañarle a buscar atención especializada.

¿Cómo motivar?

Entrevista Motivacional

¿Crees que el hecho de que estés pensando en suicidarte es


un problema para vos?
¿Te preocupa estar pensando en el suicidio?
¿Qué pasaría si no te atiendes?
¿Qué pasaría si las cosas continúan como están?
¿Qué pasaría si logramos encontrar una solución distinta?
¿Qué pasaría si lograras volver a ser el mismo de antes?
¿Qué pasaría si estás pasando por un momento de depresión y
encontraras un tratamiento adecuado?
¿Qué pasa si las cosas cambian?

3- REFERIR

Implica:

► Ser responsable y dar seguimiento.


► Dar información concreta de ayuda profesional.
► Acercarlo a una institución de salud, en caso de que sea
necesario.
► Buscar la ayuda mejor capacitada que sea posible.
Plan de Seguridad:

Es una guía que se utiliza para el manejo de las crisis. La


evidencia muestra que las personas que reciben un plan de
seguridad poseen menos comportamientos suicidas en el
mes siguiente de la intervención.

Tiene 6 pasos a seguir

El primer paso consiste identificar una lista de señales


de alerta personales que habitualmente preceden a la
crisis suicida. La idea es que estas señales sirvan como
una pista para reconocer que es momento de
implementar el plan de seguridad antes de que la crisis
escale. Aquí pueden incluirse estados emocionales,
situaciones externas (como conflictos interpersonales),
pensamientos asociados a la desesperanza o a la
muerte entre otros indicios.
El segundo paso consiste en desarrollar
una lista de estrategias de afrontamiento
que las personas pueden emplear para distraerse de
pensamientos o crisis suicida, por ejemplo: ver
televisión, películas, hacer alguna tarea, escuchar
música, etc. Es importante asegurarse que estas
actividades sean conocidas por la persona y ayuden a
mejorar el estado de ánimo. La idea es que esten
disponible las 24 hs; si la actividad es tocar la batería y
se tiene una crisis a la madrugada, esa actividad no es la
mas indicada por ser molesta para el resto de la gente
que se tiene alrededor.

El tercer punto consiste en recurrir a


personas del entorno que puedan ayudar a la persona
a distraerse. En caso de adolescentes, pueden incluir a
sus pares, con quienes tengan un vínculo positivos y
estables.
El cuarto paso implica generar una lista de personas a las
cuales pedir ayuda en caso de crisis suicida. Deben ser
personas adultas de confianza. Es posible que los/as
adolescentes tomen como referente a alguno de sus
padres, o los vean como una fuente de conflicto y, por
ende, resulte conveniente involucrar a otros/as
familiares: tíos/as, abuelos/as, o vecinos/as, docentes,
etc.

El quinto paso consiste en realizar una lista de recursos


sanitarios (de la Cuidad o Localidad en la que vive la
persona) a los cuales recurrir en caso de una crisis
suicida, por ejemplo: una línea de ayuda telefónica,
centros de salud, hospital. Se considera útil incluir aquí
un contacto de su psicóloga/o, psiquiatra, acompañante
terapéutico, etc. que está atendiendo a la persona.
En caso de que la persona asistida sea adolescente, es
importante incluir a los padres o cuidadores luego de
acordar los pasos con el paciente.
El último paso es la planificación de un ambiente
seguro y la limitación del acceso a medios letales.
En este momento se incluye a otras personas adultas.

Es importante realizar una psicoeducación sobre


porqué es necesario retirar los medios letales: armas
de fuego, veneno, medicamentos, cuchillos u objetos
cortopunzantes y cintos.

En este momento es útil la información sobre la


ideación y planificación: si conocemos el método, es
importante darle prioridad en el momento de retirar
los medios letales.

Es necesario realizar un monitoreo que implique


contacto, reglas de mantener las puertas abiertas y
chequeos ocasionales. Estas medidas más restrictivas
se aplican en casos en los cuales el riesgo es mayor.
BIBLOGRAFÍA

Boves García, J y cols: (1997). “Prevención de las


conductas suicidas y parasuicidas”. España. Masson.
Britton, P.; Patrick, H.; Williams, G. (2011) Integrating
Motivational Interviewing and Self Determination
Theory with Cognitive Behavioral Therapy to Prevent
Suicide. Cognitive Behavioral Practice, 2011
Feb;18(1):16-27.
Casullo, M.; Bonaldi, P. Y Fernández Liporace, M.
(2000) “Comportamientos suicidas en la
adolescencia. Morir antes de la muerte”. Buenos
Aires. Lugar.
De la Torre Martí, M. (2013). Protocolo para la
detección y manejo inicial de la ideación suicida.
Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.
http://www.uam.es/UAM/documento/144676202862
8/protocolo_ideacion_suicida.pdf?
blobheader=application/pdf
Gagliesi (2010) Un protocolo para asistir a personas
con ideas suicidas en la práctica clínica. VERTEX Rev.
Arg. de Psiquiat. 2010, Vol. XXI: 42 – 48.
Linehan, M. M. (1993). Cognitive-bemeral treatment
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Guilford Press.
Linehan, M.; Comtois, K.; Ward-Ciesielski, E. (2012)
Assessing and Managing Risk With Suicidal
Individuals, Cognitive and Behavioral Practice,
Linehan, M. M. (1997). Validation and psychotherapy.
In A. C. Bohart & L. S. Greenberg (Eds.), Empathy
reconsidered: New directions in psychotherapy (p.
353–392). American Psychological Association.
Ríus Armendáriz y Menéndez Miranda (2015) Guía
para el desarrollo de un protocolo uniforme para la
prevención del suicidio.
https://www.sprc.org/sites/default/files/Puerto%20Ri
co_PROTOCOLO.pdf
ttps://www.psyciencia.com/niveles-de-validacion-en-
la-terapia-dialectica-conductual
https://www.psyciencia.com/validacion-emocional-
que-es-y-como-practicarla/
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