Cap 31 Regulacion Ac 382019 Downloadable 879213
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15 pag.
Como la concentración de H+ influye en casi todos los sistemas enzimáticos del organismo, es
esencial que esté regulada de forma precisa. De este modo, los cambios en la concentración
del hidrógeno alteran casi todas las células y las funciones del organismo.
Bases: es un ion o una molécula que puede aceptar un H+. El ion bicarbonato, HCO3 –, es una
base ya que puede aceptar un H+ para formar H2 CO3. Además, HPO4 = es una base ya que
puede aceptar un ion hidrógeno para formar H2 PO4.
La mayoría de los ácidos y bases del líquido extracelular que intervienen en la regulación
acidobásica normal son débiles. Los más importantes son: H2 CO3 y HCO3-
Las variaciones normales son sólo de unos 3 a 5nEq/l, pero en condiciones extremas, la
concentración de H+ puede variar desde tan sólo 10nEq/l a cifras tan altas como 160nEq/l.
pH: concentración de H+
Como el pH normal de la sangre arterial es de 7,4, se considera que una persona tiene acidosis
cuando el pH es inferior a este valor y que tiene alcalosis cuando el pH es superior a 7,4. El
límite inferior del pH con el que la vida es posible unas cuantas horas es de alrededor de 6,8, y
el límite superior de alrededor de 8.
El pH intracelular suele ser algo inferior al del plasma porque el metabolismo de las células
produce ácidos, sobre todo H2 CO3.
El pH de la orina puede oscilar entre 4,5 y 8 dependiendo del estado acidobásico del líquido
extracelular.
Existen tres sistemas primarios que regulan la concentración de H+ en los líquidos orgánicos
para evitar tanto la acidosis como la alcalosis:
1) los sistemas de amortiguación acidobásicos químicos de los líquidos orgánicos, que se
combinan de forma inmediata con un ácido o con una base para evitar cambios excesivos en la
concentración de H+
2) el centro respiratorio, que regula la eliminación de CO2 (y, por tanto, de H2 CO3) del líquido
extracelular
3) los riñones, que pueden excretar una orina tanto ácida como alcalina, lo que permite
normalizar la concentración de H+ en el líquido extracelular en casos de acidosis o alcalosis.
Cuando se produce un cambio en la concentración de H+, los sistemas amortiguadores de los
líquidos orgánicos reaccionan en un lapso de unos segundos para contrarrestar las
desviaciones. Los sistemas amortiguadores no eliminan ni añaden iones H+ al organismo, sino
que se limitan a atraparlos hasta que puede restablecerse el equilibrio. La segunda línea de
defensa, el aparato respiratorio, actúa en pocos minutos, eliminando CO2 y, por tanto, el H2
CO3 del organismo. Estas dos primeras líneas de defensa impiden que la concentración de H+
cambie demasiado hasta tanto comienza a funcionar la tercera línea de defensa de respuesta
más lenta, es decir, los riñones, que pueden eliminar el exceso de ácido o de base. Aunque la
respuesta renal es relativamente lenta en comparación con las otras defensas, ya que requiere
un intervalo de horas a varios días.
En este ejemplo, un H+ libre se combina con el amortiguador para formar un ácido débil (H
amortiguador) que puede permanecer como una molécula no disociada o volver a disociarse
en amortiguador y H+. Cuando aumenta la concentración de H+, la reacción se desplaza hacia
la derecha, y se une más H+ al amortiguador, siempre que este último esté disponible. Por el
contrario, cuando la concentración de H+ disminuye, la reacción se desvía hacia la izquierda y
El sistema amortiguador del bicarbonato consiste en una solución acuosa con dos
componentes: 1) un ácido débil, H2 CO3, y 2) una sal bicarbonato, por ejemplo, NaHCO3. El H2
CO3 se forma en el organismo mediante la reacción del CO2 con el H2O:
En este caso, el OH– procedente del NaOH se combina con H2 CO3 para formar más HCO3 –.
Así, la base débil NaHCO3 sustituye a la base fuerte NaOH. Al mismo tiempo disminuye la
concentración de H2 CO3 (porque reacciona con NaOH), lo que favorece la combinación de
CO2 con H2 O para sustituir al H2 CO3.
Para cualquier ácido, la concentración de ácido en relación con sus iones disociados viene
definida por la consonante de disociación K':
Esta ecuación indica que en una solución de H2 CO3, la cantidad de iones hidrógeno libres es
igual a:
La cantidad de CO2 en la sangre es una función lineal de Pco2 multiplicado por el coeficiente de
solubilidad del CO2; en condiciones fisiológicas, el coeficiente de solubilidad del CO2 es de
0,03mmol/mmHg a la temperatura corporal.
La ecuación 8 es la ecuación de
Henderson-Hasselbalch, con la
que puede calcularse el pH de una
solución si se conocen la
concentración molar de HCO3 – y
la Pco.
Interviene activamente en la amortiguación del líquido de los túbulos renales y de los líquidos
intracelulares. Los elementos principales del sistema amortiguador del fosfato son H2 PO4 – y
HPO4 =.
Cuando se añade a una mezcla de estas sustancias un ácido fuerte como HCl, la base HPO4 = acepta
El amortiguador del fosfato es importante en los líquidos tubulares de los riñones por dos
razones: 1) el fosfato suele concentrarse mucho en los túbulos, donde incrementa la potencia
de amortiguación del sistema de fosfato, y 2) el pH del líquido tubular suele ser
considerablemente menor que el líquido extracelular, lo que aproxima más aún los márgenes
de operación del amortiguador a la pK (6,8) del sistema.
El sistema amortiguador del fosfato es también importante para la amortiguación de los
líquidos intracelulares, porque la concentración de fosfato en estos líquidos es muy superior a
la que existe en los líquidos extracelulares.
Siempre que la concentración de H+ supere su valor normal, se producirá una estimulación del
aparato respiratorio y aumentará la ventilación alveolar. Esto reduce la Pco2 de los líquidos
extracelulares y desciende la concentración de H+, que tenderá a volver a la normalidad. Por el
contrario, si la concentración de H+ se reduce por debajo de los límites normales, se deprimirá
el centro respiratorio y la ventilación alveolar disminuirá, con lo que la concentración de H+
volverá a elevarse y a alcanzar la normalidad.
La secreción de iones hidrógeno y la reabsorción de HCO3 – tienen lugar en casi todas las
porciones de los túbulos, salvo en las ramas finas ascendente y descendente de las asas de
Henle. Hay que tener en cuenta que por cada HCO3 – que se reabsorbe ha de secretarse un H+.
Alrededor del 80-90% de la reabsorción de bicarbonato (y de la secreción de H+) se produce en
los túbulos proximales, de forma que la cantidad de HCO3 – que fluye hacia los túbulos distales
y colectores es pequeña. En la porción gruesa ascendente del asa de Henle se reabsorbe otro
10% del HCO3 – filtrado y el resto en el túbulo distal y el conducto colector.
Los iones H+ se secretan mediante transporte activo secundario en los segmentos tubulares
proximales
Los iones HCO3 – filtrados son reabsorbidos gracias a la interacción con los iones hidrógeno
en los túbulos
Esta reabsorción de HCO3 – se inicia con una reacción que tiene lugar en los túbulos entre el
HCO3 – filtrado por el glomérulo y el H+ secretado por las células tubulares. El H2 CO3 formado
se disocia entonces en CO2 y H2 O. El CO2 atraviesa con facilidad la membrana tubular; luego
se hacia las células tubulares, donde se recombina con H2 O, gracias a la influencia de la
anhidrasa carbónica, lo que genera una nueva molécula de H2 CO3. Este H2 CO3 se disocia a su
vez para formar HCO3 – y H+; el HCO3 – se difunde a través de la membrana basolateral hacia
El aumento de la Pco2 eleva la Pco2 de las células tubulares, lo que hace que estas formen H+
y, esto a su vez, estimula la secreción de H+. El segundo factor que estimula la secreción de H+
es un aumento de la concentración de H+ en el líquido extracelular (reducción del pH).
La reducción del volumen del líquido extracelular estimula la reabsorción de sodio en los
túbulos renales y aumenta la secreción de H+ y la reabsorción de HCO3– a través de múltiples
mecanismos como 1) el aumento de la concentración de angiotensina II, que estimula la
actividad del intercambiador Na+-H+ en los túbulos renales, y 2) el aumento de las
concentraciones de aldosterona, que estimula la secreción de H+ por las células intercaladas de
los túbulos colectores corticales. Luego la pérdida de volumen de líquido extracelular tiende a
causar una alcalosis debido a una secreción excesiva de H+ y una reabsorción de HCO3 –.
Respuestas compensadoras:
1. Los amortiguadores de los líquidos corporales
2. Los riñones que necesitan varios días para compensar el trastorno.
Causas:
1. Por la administración de diuréticos (salvo los inhibidores de la anhidrasa carbónica
2. Exceso de aldosterona
3. Vómitos de contenido gástrico
4. Ingestión de fármacos alcalinos