Analisis de La Noticia PA 2

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UNIVERSIDAD CONTINENTAL

Ética, Ciudadanía y Globalización

Alumno: Christian Ortega Farfán

Correo: [email protected]

NOTICIA:

SOLUCIONES TEMPORALES PARA PROBLEMAS PERMANENTES

“Los requisitos que hoy se exigen para la naturalización implican que, si la mayoría
de peruanos fuesen extranjeros, no podrían acceder a la nacionalidad”.

“Volver a Venezuela no me gustaría porque la situación está muy dura…

Mucha gente se va. Es como si estuvieran abandonando Venezuela, como si

Venezuela ya no existiera”. Juan tenía apenas 11 años cuando dio estas

declaraciones para la BBC en el 2021. A su hermana Bárbara la habían

secuestrado y a su familia la amenazaron y le quitaron su casa, por lo que se

vieron forzados a dejar todo atrás y huir hacia Colombia.

La inmigración venezolana tiene muchas facetas. En el Perú hoy viven más de

1,5 millones de venezolanos. Es decir, personas que emigraron porque no

vieron otra solución para garantizar la supervivencia o el bienestar suyo o de

sus familiares. Algunos, como Juan y su familia, huyen de la violencia, otros por

motivos económicos y otros para reunirse con sus hijos o padres. El hecho de

que emigrar es duro lo reconocemos la mayoría de peruanos. Lo que muchas

veces no se dice es que el desplazamiento venezolano no es un fenómeno

temporal; más bien está llevando a transformaciones sociales permanentes.

Según la última Encuesta a la Población Venezolana residente en el Perú

(Enpove 2022), el 75% tiene intenciones de quedarse. La realidad es que la

migración venezolana no es temporal ni tampoco se va a detener en un futuro

cercano.
Sin embargo, el Estado Peruano ha tratado el éxodo venezolano como si fuera

un desplazamiento de corto plazo. La principal política de regularización

migratoria ha sido otorgar permisos temporales de permanencia. Además, el

Perú ha optado por reducir el tránsito migratorio regular con medidas como la

imposición de una visa supuestamente humanitaria, documento al que la gran

mayoría no tiene acceso por requisitos muy difíciles de cumplir en un país con

un Estado autoritario y parcialmente colapsado. El resultado ha sido una mayor

migración irregular y un alto porcentaje de inmigrantes

venezolanos indocumentados. La Enpove no miente: más de uno de cada

tres venezolanos en el Perú se encontraba en situación irregular el año pasado,

y más de un cuarto de los venezolanos que ingresaron en el 2022 lo hicieron

por vías irregulares.

La situación es más preocupante si tomamos en cuenta que casi un 20% de

los migrantes venezolanos en el Perú reside en el país con el carnet de

permiso temporal de permanencia (CPP). Este documento tiene una vigencia

de solo dos años y muchos se han vencido o están por vencer. Sin embargo, al

momento de escribir esta columna no existe alternativa para que

los venezolanos con CPP no caigan en la irregularidad. En otras palabras,

cientos de miles de personas están en riesgo de volverse indocumentados. A

esto debemos sumarle que, en su mensaje a la nación, la presidenta Dina

Boluarte dio a entender que luego del 28 de octubre los migrantes irregulares

serán expulsados del país. Esto último difícilmente se cumplirá, pues

los migrantes irregulares justamente no están identificados por el Estado, pero

ese tipo de discursos alimenta sentimientos y políticas xenófobos y de

exclusión.

La Superintendencia Nacional de Migraciones ha prometido otorgar la calidad

migratoria especial residente (CMER) a los venezolanos con CPP, pero esto

aún no sucede. Una medida similar ya fue tomada en el pasado, cuando a

los migrantes con el permiso temporal de permanencia (PTP) –un documento


previo al CPP que se otorgó entre el 2017 y el 2018– se les brindó la

posibilidad de obtener luego esta calidad migratoria. La ventaja de la CMER es

que, aunque dura solo un año, puede ser prorrogada innumerables veces. El

problema es que la prórroga es una facultad “discrecional” del Estado Peruano

e implica costos, tiempo de los migrantes y tiempo de los funcionarios que

realizarán este procedimiento anual e indefinidamente.

Por ende, habría que pensar en una regularización de más largo plazo,

siguiendo el ejemplo de Colombia que ha ofrecido a millones

de migrantes venezolanos la posibilidad de optar por una residencia de 10 años

e incluso ha facilitado la nacionalización. En el Perú, en teoría, la CMER

permite a los venezolanos naturalizarse como peruanos luego de dos años. Sin

embargo, los requisitos que hoy se exigen para la naturalización implican que,

si la mayoría de peruanos fuesen extranjeros, no podrían acceder a la

nacionalidad peruana. Según se ha establecido, una persona debe ganar más

de S/4.000 mensuales para nacionalizarse peruano. Esto es más del doble del

salario promedio de los ciudadanos del país, el que de por sí ya es más alto

que el salario promedio de los migrantes venezolanos.

Es necesario pensar en soluciones de largo plazo. Pero para ello tenemos que

tener empatía por el drama que vivieron millones de personas como Juan y su

familia y, sobre todo, hay que aceptar que nuestra sociedad se está

transformando. Hoy, cerca de un 20% de hogares venezolanos en el Perú son

binacionales, alrededor de 80.000 niños peruanos tienen padres o madres

venezolanas y existen millones de extranjeros con intención de trabajar y hacer

su vida en nuestro país. El Estado debe tomarse la tarea de la inclusión de sus

nuevos integrantes más en serio.


Resumen:

El texto expone la problemática de la migración venezolana en Perú, donde se han


otorgado permisos temporales de permanencia como principal política migratoria,
aunque el 75% de los venezolanos tiene la intención de quedarse. Esto ha llevado a un
aumento de la migración irregular y a la preocupación por la situación de quienes
tienen permisos temporales a punto de vencer.

La ausencia de alternativas para evitar la irregularidad ha generado incertidumbre y


riesgo de volverse indocumentados para cientos de miles de personas. Aunque se ha
prometido una solución con la calidad migratoria especial residente, aún no se ha
implementado. Se plantea la necesidad de una regularización a largo plazo, similar a la
ofrecida por Colombia, ya que los requisitos actuales para la naturalización en Perú
serían inaccesibles para la mayoría de los ciudadanos si fuesen extranjeros.

Se hace un llamado a considerar soluciones más inclusivas y a tomar en serio la


transformación social que implica la llegada masiva de migrantes.
ANÁLISIS:

El texto aborda la situación de migrantes venezolanos en Perú y plantea un


análisis ético de las políticas migratorias. Se resalta la necesidad de soluciones
a largo plazo debido a la transformación social provocada por la inmigración
masiva.

Se critica la política migratoria peruana que otorga permisos temporales de


permanencia, llevando a un alto porcentaje de migrantes en situación irregular,
poniendo en riesgo su documentación y generando incertidumbre.

Además, se cuestiona la falta de una alternativa para evitar la irregularidad y se


señala que los requisitos para la naturalización serían inaccesibles para la
mayoría de peruanos si fueran extranjeros.

Se propone seguir el ejemplo de Colombia, ofreciendo residencia a largo plazo


y facilitando la nacionalización. Se enfatiza la importancia de tener empatía por
los migrantes y se insta al Estado a tomar en serio la inclusión de los nuevos
integrantes en la sociedad.

Desde una perspectiva ética, se destaca la necesidad de políticas migratorias


más inclusivas y compasivas, reconociendo la realidad y las necesidades
humanas de los migrantes.

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