Hodson Geoffrey - El Milagro Del Nacimiento
Hodson Geoffrey - El Milagro Del Nacimiento
Hodson Geoffrey - El Milagro Del Nacimiento
NDICE
Introduccin, pgina 4. Prefacio del Autor, pgina 5.
Elevad a las mujeres de vuestra raza hasta verlas a todas convertidas en reinas; que para esas reinas todo hombre sea un rey, honrndose mutuamente, mirando la realeza del otro. Cada hogar, por menor que sea, vulvase una corte, todo hijo caballero, todo nio un paje. Cada cual trate a todos con civilidad, honre en cada uno su noble alcurnia, su regio nacimiento, pues sangre real en todos los hombres la hay: hijos del Rey todos lo son.
Del libro del Sr. Geoffrey Hodson LA FRATERNIDAD ENTRE LOS ANGELES Y EL HOMBRE.
INTRODUCCIN
En estos momentos en que la imperiosa necesidad de reducir la mortalidad materna e infantil comienza, al fin, a recibir alguna atencin, la publicacin de este libro es de lo ms oportuno. Scrates nos ense que el comenzar es la parte ms importante de cualquier trabajo, especialmente si se refiere a algo nuevo y tierno. En nuestros das, Sir Frederik Truby King hace notar que si se ha de mejorar la salud de la raza, los primeros diez y ocho meses (nueve prenatales y nueve post-natales) son los ms importantes. Ms y ms se ha llegado a comprender que la base de la salud fsica se establece antes del nacimiento, y este libro arroja interesante luz acerca del establecimiento de esa base. Estudios como este facilitan la mejor comprensin del milagro del nacimiento, y de este modo fomenta el respeto a la maternidad, lo cual es en verdad el distintivo de comunidades verdaderamente civilizadas. Tales estudios estimulan de manera especial a cuantos estamos al servicio de madres y sus parvulitos. Debe notarse que el libro contiene solamente observaciones de un caso, y la dificultad de la tcnica es tal, que nuevas investigaciones han de mostrar inevitablemente errores en el detalle. Esto, sin embargo, en manera alguna resta mrito al trabajo. Cuando un clarividente toma su puesto al lado de investigadores cientficos, como lo hace el Sr. Hodson, es importante recordar que hasta hace poco tiempo la clarividencia era popularmente conocida como magia negra. Parece probable que el avance en la prctica del arte curativo debe hacerse ahora siguiendo medios que toman en consideracin la vida antes que la forma en que ella habita. Si esto es as, el clarividente puede prestar servicios valiosos en el futuro inmediato, proveyndonos con conocimientos del intrincado trabajo de la Naturaleza, capacitndonos as para que la comprendamos ms y trabajemos mejor con ella. Espero que no est lejano el da en que el Sr. Hodson publique los resultados de nuevas investigaciones. Londres, 1929. C. V. Pink, L.R.C.P., M.R.C.S. 4
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento deberan ser producto de uniones inspiradas en el ms profundo e inegosta amor y en los ms elevados ideales posibles; pues as, y solamente as, podr cumplirse en el futuro inmediato la promesa de una humanidad ms noble, y solamente as podrn nacer los hijos de la nueva raza.
CAPTULO I EL HOMBRE
Para que el concepto teosfico del propsito y el proceso de la encarnacin pueda ser claramente comprendido, es necesario un breve examen de las enseanzas de la Sabidura Antigua sobre este asunto. Vivimos en una era en la cual ha sido costumbre en Occidente considerar al hombre, ser el cuerpo. El alma, probablemente se la considera como globo que flota sobre la cabeza del cuerpo. El concepto general de aquellos que en alguna forma aceptan el alma es la de que el hombre es un cuerpo que tiene un alma. La Teosofa invierte el aserto y dice que el hombre es un alma que tiene un cuerpo. Conforme lo expres San Pablo: Si hay un cuerpo natural, hay tambin un cuerpo espiritual. La definicin teosfica es que el hombre es aquel ser, cualquiera sea la parte del universo en que se halle, en quien, lo ms elevado del espritu y la materia ms baja estn unidos por el intelecto. La Sabidura Antigua, modernamente representada por la Teosofa, ensea que el verdadero ser del hombre yace profundamente oculto tras velos y velos de materia de varios grados de densidad. El proceso del nacimiento es en extremo complejo, pues adems de encarnar en el cuerpo fsico, el hombre encarna en otros vehculos tambin. Aquel por medio del cual expresa sus emociones puede llamarse cuerpo emocional, y cuerpo mental aquel a travs del cual expresa sus pensamientos. El mismo, el real ego, mora en regiones an ms elevadas y sutiles, en un vehculo que se denomina cuerpo causal. La verdadera alma del hombre, por lo tanto, reside en los mundos supermentales; y en ese nivel los divinos atributos de Voluntad, Sabidura e Inteligencia se manifiestan en l mucho ms libremente de lo que es posible en los mundos ms bajos, donde la densidad de la materia los oculta a nuestra vista. El propsito de la evolucin del hombre - como tambin la del universo - es que esos tres atributos de la Trinidad lleguen a brillar con esplendor y poder crecientes. El mtodo de la evolucin es el de series sucesivas de nacimientos y muertes en los mundos mental, emocional y 8
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento fsico. (Para informaciones detalladas sobre la materia, el lector debe ocurrir a la bibliografa teosfica). El hombre es el hijo prdigo de la parbola. Todo hombre sale de su morada espiritual hacia el exterior y hacia abajo en las profundidades del universo material, vistindose y revistindose con cuerpos hasta llegar al ms denso. Y resignado satisfacase con las cscaras que coman los cerdos. Finalmente, despus de muchos centenares de tales encarnaciones, comienza l a, aprender la leccin de la irrealidad e impermanencia de todos los placeres fsicos. Un anhelo de paz y gozo ms permanente y duradero brota en lo ms ntimo de su ser. Luego, se dice l a s mismo: Me levantar e ir a mi Padre y le dir; Padre, he pecado contra Ti y contra el cielo y a Tu vista; no soy digno de llamarme Tu hijo. Aprende l que el paraso puede ganarlo otra vez solamente libertndose por s mismo de los grilletes del deseo con los cuales l mismo se encaden a la tierra. Uno a uno deber echarlos de sus miembros; deber dominar toda flaqueza de la carne, conquistar y purificar todos sus deseos, controlar y purificar todo pensamiento. Entonces la luz del verdadero hombre, el inmortal ego comienza a brillar a travs de sus vehculos. Algo del poder, de la paz y la bienaventuranza caractersticas de su verdadero hogar en los mundos superiores comienza a serle perceptible y experimentado en los mundos superiores. En efecto, l comienza a hollar el sendero del regreso el cual lo llevar, de la completa emancipacin de las tristezas terrenales y las limitaciones fsicas, a la felicidad y la paz eternas. Finalmente, recibir la bienvenida al trmino de su viaje, pues habr cumplido su tarea y aprendido todas las lecciones humanas. Permanecer al lado de su Padre, perfecto como su Padre es perfecto en el cielo. Y l no tendr ms necesidad de vivir lo que llamis vida; Aquello que en l comenz al principiar, terminado est; Realiz el propsito de aquello que lo ha hecho Hombre. Nunca ms han de torturarlo anhelos, ni pecados han de mancharlo, Ni el sufrimiento de terrenas alegras e infortunios Invadir su eterna segura paz, ni vidas ni muertes le ocurrirn. Entra en el Nirvana. Es uno con la Vida, ms no vive. Bienaventurado es cesando de ser. OM, MANI, PADME, OM! Duerme la gota de roco En el seno de la mar deslumbradora. 9
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento alcanza la unin ideal, las dos partes de principios humanos se ponen mutuamente a tono, vibran sincrnicamente, y se funden en uno. Cuando rganos de polaridad opuesta se unen ocurre un descenso de fuerza. La medida y cualidad de esa fuerza dependen del nivel de conciencia en que se haya realizado la unin. El descenso de fuerza produce en el hombre expansin de conciencia, la cual se efecta en la misma medida de la unin, segn sta haya sido espiritual en su naturaleza y motivo y no meramente fsica. Para que pueda obtenerse la mayor ventaja posible de este hecho, la conciencia debe alejarse del plano fsico y dirigirse al espiritual. As se alcanzar el ms alto nivel de fuerza, se llegar a la expansin de conciencia ms grande y se aportarn las mejores condiciones para la formacin de cuerpos para el ego que est en va de encarnar. No se puede negar que en el presente estado de conocimiento y desenvolvimiento del hombre, el mtodo bisexual de reproduccin es fuente de grandes dificultades para toda la raza humana. Si a pesar de esto aceptamos la idea de que la funcin mental y espiritual debera acompaar a la unin fsica, hemos de ver que ella puede haber sido instituida para ayudar a la humanidad a ganar expansin de conciencia y realizacin de unidad por medio de la actual experiencia de ella en el acto procreativo frecuentemente repetido. El abuso del sexo era casi inevitable, y debi haber sido previsto. A despecho de la generalizada miseria que tal abuso ha producido, el abuso ha desempeado gran papel en el desenvolvimiento de la raza, y sin duda alguna desempear papel ms grande an cuando sus ms altas posibilidades lleguen a realizarse. Las investigaciones clarividentes sugieren que el principio por medio de la cual la sincronizacin perfecta de un par cualquiera opuestamente polarizado, libera energa de planos ms elevados, opera a travs de toda la naturaleza. La vida que anima al vegetal, por ejemplo, recibe una vibracin especial de las fuerzas de la vida planetaria, la cual desciende a ella cada vez que ocurre la fertilizacin. Siempre que esa respuesta ocurre, se acelera su evolucin. Las flores ms desarrolladas y sensitivas de nuestros das han comenzado a responder en manera creciente al estimulo de aquel descenso de fuerza. En futuras razas races, como en rondas ulteriores (Vase Fundamentos de Teosofa por C. Jinarajadasa), el orden de responder en el vegetal y en los otros reinos de la naturaleza, tender naturalmente a volverse mayor y ms autoconsciente.
11
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento La aceptacin de esta teora del sexo coloca al hombre en grave posicin de responsabilidad por lo que hace al uso y al mal uso de la fuerza creadora. En todos los reinos de la naturaleza, solamente el hombre es autoconsciente y auto dirigente en el ejercicio de la funcin reproductiva. El mal uso de ella, por ignorancia de su significado espiritual subyacente y de las grandes fuerzas inherentes al acto procreativo, produce resultados serios en verdad, tanto para el individuo como para la raza: menoscaba la salud fsica, mental y espiritual; resulta en la deterioracin de la capacidad espiritual, mental y fsica; embota el agudo filo de todas las facultades humanas. La agudeza, la exactitud, la penetracin y el genio que debieran caracterizar el poder mental del dios en evolucin - o sea el hombre - cede lugar a la mediocridad y a la pereza mental. Los nuevos cuerpos que producen quienes mal emplean su poder creador, fracasan miserablemente en la obra de proveer templos adecuados para el dios interno que debe encarnar en ellos. La atmsfera psquica del hogar y del rea donde tales prcticas ocurren, afecta no solamente a las criaturas en crecimiento, las que son en extremo sensitivas a tales influencias invisibles, sino tambin a todos cuantos se hallan al alcance de sus impuras emanaciones. Estas condiciones aumentan en intensidad debido a la presencia de ciertos elementos (Inteligencias evolucionantes que habitan los mundos superfsicos, que forman parte del quinto reino de la naturaleza - el reino elemental -. Vase Fundamentos de Teosofa por C. Jinarajadasa) que se baan en esa atmsfera, la cual les es sumamente agradable y estimuladora. Por su parte, esos elementales aumentan el alcance, la densidad y la fuerza de afectar los pensamientos y sentimientos y la vida de otras personas. El significado de este hecho se comprender ms fcilmente cuando en prximo artculo consideremos los procesos por medio de los cuales se forman los vehculos sutiles y el cuerpo fsico del nio. Serios son los efectos del mal uso del poder creador causados por la ignorancia, pero casi infinitamente ms graves son los que resultan debido a la continuacin del mal uso despus de haber adquirido el conocimiento. Es, por lo tanto, de la mayor importancia para la evolucin del individuo, el progreso de la raza y la formacin de la nueva civilizacin que el ideal de la pureza sexual sea aceptado y aplicado por todos aquellos que tienen el inters de la raza en su corazn. La unin, que es la expresin del ms puro amor, puede ennoblecer y exaltar la vida y la conciencia de aquellos que alcanzan el gobierno de s mismos y la ms pura expresin de su afecto 12
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento mutuo. La unin que es mera gratificacin de la pasin animal, sirve solamente para degradar el cuerpo y la mente; ella mancha el ideal de un bello sexo puro y noble, el cual debera alcanzar su ms elevada expresin fsica en la maternidad. Toda mujer es expresin y representacin del aspecto femenino de la deidad. Al tiempo del parto la madre pone en accin su parte en el eterno drama de la creacin. El hijo que ella da a luz es su universo microcsmico. La paternidad y la maternidad son el realidad un sacramento que no debe profanarse ni levemente. Segn crezca el conocimiento, se practique el gobierno de s mismo y segn aumente el amor en grandeza, en altruismo y belleza, ese ideal regir una vez ms la vida del hombre y la mujer. Nacer entonces una raza bella que eclipsar en mucho an la inmortal belleza de los griegos de la antigedad. El conocimiento y el poder de las futuras razas ser aadido a la belleza helnica, y con ella se formar la Trinidad esencial, nicamente de la cual podr evolucionar una humanidad perfecta, una civilizacin perfecta.
13
La informacin que contienen los captulos siguientes fue adquirida usando la clarividencia como medio de investigacin. (Vase Clarividencia, por C. W. Leadbeater). Fue un examen clarividente de varios cuerpos en diferentes etapas del proceso de la gestacin, comenzando el cuarto mes.
14
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento de la forma humana, y la corriente que descenda pasaba por la coronilla de ella. El cuerpo causal, vehculo en el cual el ego o conciencia encarnante reside permanentemente, era mucho ms grande y pareca incluirlo parcialmente dentro de s, como si la parte superior del mental coincidiese con la parte inferior del causal. Vease la influencia egoica descender y penetrar en la extremidad superior del cuerpo mental como se ha descrito ya. Todo este fenmeno estaba rodeado de deslumbradora luz incandescente que creca en intensidad hacia el centro del cuerpo causal. La fuerza descendente mantena los tomos del cuerpo mental en constante movimiento, y al entrar en contacto con la materia de que estaba compuesto ese cuerpo, formaba un vrtice hacia adentro a travs del cual atraase continuamente el resto de la materia. Este movimiento, sin embargo, no afectaba la forma general, la cual permaneca ovoide, segn se ha descrito previamente. A pesar de que la forma humana era visible dentro del ovoide, no debe pensarse que era hueca, antes bien, slida masa translcida de materia en rpido movimiento. Cada tomo del cuerpo pasaba a travs del vrtice y de la corriente que lo produca, era magnetizado por ella, brillaba ms intensamente y luego gradualmente volvase menos brillante al deslizarse a otras partes del cuerpo mental. Los colores de aquella corriente parecan variar, y ello sugera que el ego estaba construyendo concientemente facultades definitivas y que estaba magnetizando su cuerpo mental con vibraciones especficas. Haba una continua accin reciproca entre el creciente Cuerpo mental del feto y el de la madre. La conexin entre ambos produca el efecto de dar estabilidad y cohesin al nuevo cuerpo, al mismo tiempo que el brillo y la frescura del aura del nio impartan adicional brillantez a la de la madre. Era interesante comparar la condicin relativamente fija y rgida del cuerpo mental ms viejo con la suprema elasticidad y fluidez del nuevo cuerpo. Fuera del rea de esta actividad veanse ciertos ngeles (Vase mis libros El Reino de las Hadas, La Fraternidad de los ngeles y del Hombre, La Hueste Anglica). Uno de ellos trabajaba al nivel mental y pareca tener a su cargo la formacin de tres cuerpos, y otro, de carcter un tanto subordinado, trabajaba al nivel emocional. El deva mental pareca ejercer influencia protectora, permitiendo que solamente ciertos grados de vibracin procedentes del mundo exterior llegaran al nuevo cuerpo mental. 16
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento Tal pareca que l poseyera completo conocimiento de esas influencias que son resultado de encarnaciones anteriores y que estaban modificando el crecimiento y la formacin de los nuevos cuerpos mental, emocional y fsico. En el aura del ngel podan verse algunas de las anteriores personalidades del ego encarnante. Una de ellas pareca haber sido la de un hombre del perodo isabelino, daba la impresin de que la nueva vida iba a ser continuacin del trabajo y desarrollo de esa encarnacin. Agrupadas alrededor de esa imagen del cuerpo fsico en el aura del ngel, veanse muchas formas de hombres y mujeres del mismo perodo, que aparentemente representaban personas con quienes haba formado lazos krmicos. Algunas de ellas sonrean, otras tenan aspecto ceudo y no pocas mostrbanse indiferentes. Probablemente su disposicin de nimo y expresiones mostraban las relaciones krmicas entre ellos y el ego cuyo descenso a la reencarnacin se estudiaba. Al nivel del cuerpo causal haba otro gran ngel que asista en el proceso reencarnatorio, a quin le era conocida la totalidad de las vidas pasadas y el karma del ego. Y l pasaba a su hermano, del nivel mental inferior, la seccin particular de karma que deba ser agotado en la vida naciente. Bajo tales auspicios y custodia proceda la encarnacin mental. Los devas subordinados semjanse en mucho a un fogonero encargado de alimentar enorme hoguera con fresco combustible. Esta nueva materia entraba en la circulacin del cuerpo mental anteriormente descrito y, al pasar a travs del vrtice, volvase especializada por el ego. En esa fase incipiente del proceso de la encarnacin, no pareca que el ego hubiera entrado completamente en el cuerpo mental, aunque ya estaba activamente empeado en su construccin. Sin embargo, la forma difana dentro de l, hasta cierto punto, era expresin y vehculo de su conciencia, la cual gradualmente comenzaba l a usar como tal.
17
18
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento producanse condiciones de ms fcil reaccin a las vibraciones superiores y, por consiguiente, de menor reaccin a las inferiores. En un caso que se examinaba, el padre y la madre haban practicado por muchos aos un sistema regular de meditacin diaria. Se descubri que esto haba sido de valor inmensurable, y de ello el ngel derivaba gran nmero de ventajas. En las localidades densamente pobladas de las grandes ciudades, el trabajo del ngel consista en su mayor parte en la proteccin del embrin y su cuerpo astral contra las influencias adversas. En lugares donde la atmsfera psquica es muy deletrea el ngel puede llamar a uno o ms de sus hermanos para que le ayuden en el trabajo. El puede producir efectos indirectos sobre el cuerpo etrico y el fsico. Por lo tanto, podra atenuar los resultados de un accidente ocurrido a la madre o los de un medio ambiente adverso en ese nivel, dentro de los limites krmicos del ego. En el caso de un sobresalto ocurrido a la madre, por ejemplo, l podra aislar de ella al embrin por medio de proceso de envolvimiento previamente descrito, atenuando as los efectos de una interaccin muy ntima. El factor principal en todo el trabajo del ngel, sin embargo, es la actuacin y la palpitacin de sus propias fuerzas vitales alrededor y a travs de los vehculos que estn a su cuidado. El cuerpo astral de un feto parece estar incluido dentro del de la madre, y en el caso que dio origen a estas descripciones, en el quinto mes ocupaba la posicin correspondiente al espacio entre la tercera parte del fmur y el margen inferior de las costillas. Apareca yacer oblicuamente, con el eje inclinado a travs de la madre a un ngulo aproximado de 45 grados, en relacin a la posicin horizontal. El polo superior hallbase al lado izquierdo. Tena la apariencia de un ovoide pequeo, de unos treinta centmetros de largo, casi completamente blanco y lcido con cierta radiacin. Dentro de la radiacin poda verse la miniatura de una vaga forma humana que en esa etapa se defina apenas perceptiblemente. Poda verse la corriente de vida egoica entrar en el cuerpo astral por su parte superior y penetrar en el centro de la cabeza. No haba descendido todava ms abajo del punto correspondiente al medio de la cabeza, donde se ampliaba en forma de esfera, de la cual se proyectaba un pequeo proceso que era semejante a una raicita, la cual, a eso del quinto mes haba llegado hasta la garganta, donde a su vez, apareca abrirse, no en esfera sino en ramificaciones, de las cuales tres podan discernirse. Este proceso con 19
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento sus ramificaciones era dorado y radiante, y a medida que se extenda por el cuerpo formaba una red, la cual se extenda parcialmente y volvase compacta segn progresaba el desarrollo del cuerpo. La forma astral cntrica estaba en relacin espacial con los cuerpos fsico y etrico a los cuales interpenetraba y circundaba. Los tomos astral y etrico permanentes estaban situados ahora en el lugar en que ocurra la primera amplificacin de la corriente de vida egoica descendente antes mencionada, es decir, en el centro de la cabeza, en un punto que era tambin el centro de la cabeza fsica del embrin. El aura de la madre no pareca interpenetrar muy libremente la del nio. Aunque haba cierta comunicacin entre ambos, el cuerpo emocional de la madre movase alrededor del cuerpo del nio, y definitivamente creca en volumen debido a la presencia de la forma que dentro de l se desarrollaba.
20
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento la materia que venia, la cual era impulsada hacia el feto por medio de las corrientes de fuerzas. Luego pasaba ella por un proceso de asimilacin anlogo al de la digestin. Terminado este proceso, los espritus de la naturaleza volvan hacia el feto, se sumergan en l y depositaban el nuevo material. Haba centenares de estas minsculas criaturas en el trabajo, todas de la misma apariencia, todas usando el mismo mtodo. Sin embargo, no todo el material que vena pasaba por ellos; una parte entraba directamente en posicin segn queda descrito, mientras que otra entraba en el rea del vientre, y all permaneca, podra decirse en suspenso, hasta que los espritus de la naturaleza la asimilasen y la emplearan en la formacin del feto. En la vecindad del vientre, en los niveles astral y etrico, haba una distinta nota musical perceptible, semejante al delicado zumbido que se oye cerca de las colmenas de abejas - era emitido principalmente por el tomo permanente -; pero, como todo el doble etrico del embrin y los espritus de la naturaleza que trabajan en l vibran al mismo ritmo, el vientre estaba lleno de aquel sonido etrico. Esa vibracin ejecutaba una influencia formativa y protectora. Actuaba continuamente en la formacin del cuerpo en crecimiento y, al mismo tiempo, mantena dentro de su esfera de influencia una condicin dentro de la cual solamente vibraciones armoniosas y material a tono podan penetrar.
22
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento sobresaltos sufridos por ella, por ejemplo, el servir como almohada o muelle amortiguador. No obstante, las influencias que estn dentro del karma del ego pasan a travs de l, y lo modifican en virtud de ese pasaje y, asimismo, afectan el crecimiento del feto. El molde, en el caso que examinamos, estaba situado en la matriz y pareca ser el perfil de un beb, focalizado bajo blanca luz; estaba formado de materia etrica que en la superficie exterior se comprima a manera de cubierta o piel. El efecto general era de blanco y tremolcido beb baado por la luz de la luna, con luminosidad levemente inestable. Las facciones no estaban claramente definidas an pero esbozbanse levemente. Vease el procedimiento de la construccin del cuerpo fsico en la matriz. Muchas corrientes de fuerza convergan sobre l, y haba actividad intensa entre los espritus constructores de la naturaleza en los niveles fsico, etrico y astral. Tal pareca que el feto actuaba como magneto: hacia l eran atradas continuamente las partculas en su curso hacia el punto donde se agregaban y hallaban su posicin en el cuerpo. Corrientes de fuerzas accionadas por la emisin primaria de los sonidos vibratorios ya referidos, mostraban despus tener influencia sobre esa materia, conducindola a diferentes partes del cuerpo de acuerdo con su frecuencia o ritmo vibratorio. El ego tambin afectaba esa materia por medio del rayo de luz descrito. Vease fuerza egoica descender continuamente por el canal luminoso, estableciendo su propia vibracin especfica sobre las partculas que llegaban. Esa materia, atrada de todos lados, precipitbase hacia el cuerpo de la madre, era cogida inmediatamente por las corrientes de fuerza que rodeaban al feto y puesta por ellas en posicin en el cuerpo en crecimiento. Una de tales corrientes unise al doble etrico del observador, resultando de esto que toda materia que en el cuerpo de ste tena frecuencia o ritmo vibratorio correspondiente al de aquella corriente particular era llevada hacia el cuerpo del embrin. El extremo de la saeta o rayo luminoso desde el ego hasta la madre formaba un corazn astroetrico dentro del feto en un punto correspondiente ms o menos al plexo solar. Gran parte de la energa vital del cuerpo estaba tambin concentrada en este centro, de donde era distribuida para servir de estmulo al crecimiento de las clulas fsicas, para vitalizar el cuerpo y aumentar la fuerza original de atraccin que llevaba materia etrica a la matriz.
24
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento En el momento de la fertilizacin desciende un destello de luz desde el ms alto nivel espiritual del ego hacia el espermatozoide, le da su impulso creador y energa, y provee la fuerza para el proceso anteriormente descrito. Liberase entonces la fuerza de atraccin, y comienza a operar desde el momento en que se forma una entidad por medio de la combinacin de las fuerzas positivas y negativas del espermatozoide y el vulo. La combinacin de estas dos fuerzas en condiciones especiales, es decir, en posesin de energa biolgica e mpetu, induce el flujo de fuerzas desde el plano astral. Inmediatamente ocurre esta condicin en casos en que un ego debe encarnar: el tomo fsico permanente - depsito de las experiencias fsicas de vidas anteriores - es ligado al zigote. Desde ese momento la fuerza de atraccin comienza a operar. Ella pertenece al orden vibratorio del sonido, y llama a los espritus de la naturaleza de diferentes grados y diferentes tonalidades vibratorias. Esa fuerza provee tambin aislamiento etrico, dentro del cual puedan tener lugar las operaciones formativas que se han descrito anteriormente. Cuando ella tropieza con la materia circundante, imprime su propia frecuencia vibratoria sobre ella, y as la prepara para la asimilacin que incumbe a los espritus de la naturaleza. El flujo de fuerza desde el astral al etrico aumenta con el crecimiento del feto, de modo que la fuerza de atraccin se extiende gradualmente hasta alcanzar todo el tamao de la matriz. A medida que el crecimiento contina y la formacin de rganos especializados se aproxima, nuevas series de vibraciones se agregan a las existentes y nuevos tipos de espritus de la naturaleza y materia entran en accin.
25
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento su atmsfera toda era la de una maravillosa aurora primaveral. Grandes esperanzas acariciaba para ese nacimiento. Abiertos a la madurez estaban los planes concebidos en el largo silencio del reposo celestial. Resplandeca la conciencia con esquemas extensos de trabajo y admirables medios de autoexpresin, semejantes a los del artista al comenzar un nuevo cuadro que ha de expresar ampliamente la totalidad de sus aspiraciones estticas. Evidencibase con frecuencia, durante el curso de estas investigaciones, el fenmeno de la multiplicidad de poder de la conciencia en el nivel causal. El hecho de mi propio contacto con l, en manera alguna afectaba la concentracin de fuerza que se diriga hacia la formacin de los nuevos cuerpos. El rayo de luz, previamente referido, que pareca conectar al ego con el embrin se vea surgir desde un punto en el interior del cuerpo causal correspondiente al plexo solar de la forma humana. Luego, como saeta de luz en forma de embudo, pasaba hacia el cuerpo mental, al que entraba por la parte superior y, atravesndolo, de manera similar entraba en el cuerpo astral y, finalmente al embrin. A los seis meses y medio esa saeta luminosa tena unos quince centmetros de anchura en los niveles mental y astral, y diez en el etrico y el fsico denso. La vida y la fuerza egoica fulguraban arriba y debajo de aquella saeta, la que adems de formar una lnea de comunicacin entre el ego y el cuerpo fsico, serva tambin para mantener en perfecto alineamiento los cuatro vehculos personales unos con otros. Las limitaciones de la conciencia cerebral me impedan traducir la exacta y recproca relacin de los cuatro cuerpos y el curso de la saeta luminosa. Podran representarse los vehculos en un diagrama como tejindose en la saeta luminosa, la que podra concebirse como atravesando alternativamente de arriba a abajo cada uno de los vehculos hasta llegar al fsico. Esto podra ser verdadero en forma de diagrama, pero no es as en realidad, pues aunque los cuerpos aparecieran ocupando la posicin de uno sobre otro, haba tambin cierta superposicin del ms elevado, en relacin al que le segua ms abajo, como si la mitad superior de uno ocupase la mitad inferior del otro. Tal vez esta no sea una exposicin tridimensional enteramente verdadera, de los hechos; sin embargo es la ms apropiada que puedo alcanzar en la conciencia cerebral. Al observar este fenmeno con la visin y la conciencia de los planos superiores, la comprensin que de ellos formaba me pareca del todo completa.
27
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento El paso de esa saeta luminosa a travs del cuerpo mental, ahora casi completamente desarrollado, mantena dentro de ste el proceso de magnetizacin. El vehculo mental era ms grande y luminosamente ms brillante de lo que era durante el mes anterior. Por este tiempo haba alcanzado la altura de un metro y cuarenta centmetros. Minsculas e innumerables partculas, intensamente coloridas y en movimiento activo, dentro y en la superficie del cuerpo, producan trmula opalescencia. La apariencia del cuerpo mental no era diferente a la de la nieve, visto a la luz de fuertes rayos solares cuando los cristales producen efectos prismticos. Su formacin era definitivamente ms densa de lo que haba sido un mes antes. Las partculas coloridas estaban ms uniformemente distribuidas y el cuerpo era ms homogneo. Vease ya la forma humana interior bien definida, y el hombre mental comenzaba a mostrar, distintamente, cierto grado de autoconocimiento. La maravillosa atmsfera de frescor y prstina pureza observada en el nivel causal, era tambin marcada caracterstica en el mental. A medida que se acercaba el sptimo mes, la mayor parte de la actividad del ego concentrbase en el cuerpo astral. El mtodo que s empleaba era similar al ya descrito con respecto al mental, pero aqu la materia era menos responsiva. Haba la apariencia de una abertura circular en la parte superior del cuerpo astral, cuyo borde estaba claramente formado como la corola de una flor, lo cual sugera una composicin de ptalos inclinados alrededor de la periferia de dicho cuerpo, acondicionndose a la forma ovoide del mismo. La saeta de luz penetraba por la abertura circular que daba la idea de un chakra Bramahranda embrionario. El centro de la saeta pasaba a travs del corazn de la flor, el cual tena aproximadamente cinco centmetros de dimetro, en tanto que el de toda la flor era de quince centmetros por lo menos y tena la semejanza de un girasol de gran tamao. Los ptalos se doblaban para abajo y hacia adentro, con direccin al centro, y en forma de un pednculo alargado pasaban por encima de la cabeza del doble astral hacia el centro de ste, donde haba un punto que refulga con la gran luminosidad de un dorado anaranjado. A partir de este punto, la fuerza descendente lanzaba cuatro rayos cruciformes que seguan las lneas de las suturas del crneo fsico. La corriente principal de fuerza egoica iba an ms abajo a travs del chakra de la garganta, donde haba una concentracin de fuerza, hacia el corazn, y de all al plexo solar. Esos tres centros de fuerza eran visibles en el embrin.
28
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento Por entonces el ego actuaba todava sobre el cuerpo astral desde lo alto, y no en el interior de l, al paso que ya haba comenzado a vislumbrar en el nivel mental. A la sazn, el cuerpo astral ocupaba un espacio desde los hombros hasta las rodillas de la madre, en posicin casi erecta, ligeramente inclinado del hombro derecho a la rodilla izquierda. El aura materna extendase proporcionalmente y poda incluir la del nio. La distincin y separacin entre las dos auras eran an perceptibles. El nio astral hallbase en situacin de somnolencia plena de ensueos; los varios cambios de conciencia parecan en el cuerpo astral como tenues mudanzas de matices que lo circundaban y atravesaban. Ocasionalmente el nio era despertado de ese estado de conciencia por los impulsos del ego, y levemente movase como alguien que estuviera semidormido. El efecto general en el cuerpo astral de esas actividades soadoras de conciencia emotiva en su alborear, semejaban las pausadas mutaciones de los celajes cuando el sol se hunde en el ocaso. Culminaba este efecto con la aparicin del propio doble astral, que brillaba con la luminosidad trmula del sol al levantarse en el horizonte. El embrin fsico pareca servir de fulcro o ancla para el ego. El contacto directo entre ambos tena efecto estabilizador sobre los cuerpos sutiles para mantenerlos en lnea y bajo el gobierno del ego. El embrin fsico senta la accin de la fuerza proveniente de los planos ms altos como impulso continuo en busca de movimiento. Las conciencias fsicas, etrica y astral eran una unidad en este perodo del desarrollo; la percepcin interna de poseer esa identidad estaba situada especialmente en el nivel astral. En el nivel fsico la corriente de fuerza que representaba la conciencia del ego estaba concentrada sobre la cabeza del feto y dentro de ella, de donde descenda a la espina dorsal, mostrndose de color de luz amarillenta, casi clara. Era interesante observar la diferencia entre esta fuerza y la saeta o rayo luminoso de fuerza egoica que serva de unin y pasaba del cuerpo astral a la cabeza, descendiendo a lo largo de la garganta y el corazn y terminando, finalmente, en el plexo solar. Esta ltima corriente, que era claramente visible en el feto, flua con la corriente cerebro espinal hasta la vrtebra atlas del embrin, a travs de las cuales ambas descendan abajo de ese nivel, sin embargo, las dos corrientes seguan rumbos diferentes. Poda verse el pulsar de la sangre con los latidos del corazn del embrin fsico, el que tambin pareca poseer un leve sentido de calor y 29
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento somnolenta quietud. Ocurre una aceleracin cuando el impulso conciente del ego, despus de haber pasado a lo largo de los cuerpos mental y astral, toca al embrin fsico por la primera vez. Puede decirse que la encarnacin fsica comienza en ese momento, pues es entonces que el ego tiene su primer contacto consciente con su nuevo cuerpo fsico.
30
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento incluir toda la cabeza. El mismo cuerpo mental se haba alargado y media ms o menos un metro y medio de altura; la forma humana central haba crecido y meda alrededor de un metro. Aunque la formacin de este cuerpo pareca completa, l no perciba el ambiente exterior que le rodeaba ni poda ser usado como vehculo separado. Conforme a lo dicho anteriormente, el foco de conciencia estaba por ahora en el nivel astroetrico, solamente de paso por el cuerpo mental y vivificndolo. En el nivel astral se haba operado progreso proporcional donde el cuerpo haba crecido, extendindose desde los hombros de la madre hasta un punto medio entre las rodillas y los tobillos. El ngel astral asocibase estrechamente con el cuerpo mencionado. Al tiempo en que se hacia esta observacin, l apareca detrs de la madre, con la mitad del nuevo cuerpo astral incluido dentro de su aura, formando una protuberancia semejante a un huevo multicolor. La conciencia del ngel hallbase en estado de ininterrumpida concentracin en el ser a su cuidado; tena en ello el esmero ms grande y posible, cobijndolo y protegindolo de las influencias exteriores. Toda su actitud era la de quien estuviera en la produccin de una delicada obra de arte; algo tan raro, tan precioso y maravilloso que el ms grande esfuerzo, el mayor cuidado aun reverencia deban ponerse en accin para llevarlo a la perfeccin. En cierta manera, semejante era la asistencia que el ngel prestaba a la madre. Su bellsima aura anglica cubrala a manera de manto echado sobre ella desde atrs; era de un bello azul y cubra el ngel y a la madre como manto arico provisto de un capuz que pasaba sobre la cabeza del Deva, dndole notable semejanza a Nuestra Seora. Un luminoso brillo azulado daba excepcional belleza a la parte superior del aura del ngel, como si llevara un manto de luz viva.
32
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento Ahora, al acercarse la hora del parto, ella se aproxima tan cerca que sus ngeles servidores se parecen a Ella a medida que ms y ms Su fuerza vital y conciencia se manifiestan en ellos y a travs de ellos. Da tras da ms se acercaba Ella hasta que la presentacin tuvo lugar en Su Presencia actual. Adems de la ayuda que Su Presencia da a los egos de la madre y del nio en todos los niveles, y las influencias armonizantes y calmadoras que esa ayuda infunde, Ella vigila muy de cerca los cambios mentales y emocionales de la madre, sufriendo con ella todas sus experiencias, compartiendo an sus dolores. Al mismo tiempo Ella ayuda a aumentar esas expansiones de conciencia que en cierto grado ocurren a toda madre durante el periodo de ese su sacrificio. Esas expansiones significan crecimiento, tanto para el individuo como para la raza. Nuestra Seora vela por la raza del futuro, cuando el matrimonio y la paternidad han de ser exaltados entre los hombres y se les d su debido propio lugar en la vida humana como sacramentos espirituales, por medio de los cuales solamente podr nacer una raza pura - pura como Ella - capaz de revelar un tanto de Su divina perfeccin. Nacern entonces cuerpos dignos de ser habitados como templos por los Dioses en evolucin. Conforme meditaba yo en ello y me esforzaba en tocar la orla de su poderosa conciencia, percib que ella trabaja continuamente para imprimir estos grandes ideales en la humanidad. Ella es una con todas las mujeres de la raza humana de este planeta; voluntariamente absorbe en S los sufrimientos de ellas, comparte con ellas las aflicciones y dolores del parto, con ellas sufre la aspereza y la brutalidad que mortifican la vida de las infelices. Todo esto lo recibe Ella en S a fin de compartir ms ntimamente con Sus hermanas de la tierra Su propia divina compasin. Su fortaleza, Su perfecta pureza, Su presencia vivificadora, y les prodiga la bendicin de la Madre del mundo. V tambin que Ella participa en las alegras del primer amor; que toda la felicidad de afecto verdadero entre el hombre y la doncella halla eco en Su corazn y que Ella la aumenta desde el ilimitado ocano de Su propio perfecto amor y ardiente alegra. Nuestra Seora procura aumentar, bendecir, enriquecer y purificar toda esa maravillosa profundidad de amor que puede nacer en el corazn de la mujer. Toda la concupiscencia en que a menudo suele pervertirse el amor. Ella lo sabe y procura transformarla, recibiendo el veneno en Su propio corazn para convertirlo en una pocin de verdadero amor y esparcirla como fuerza poderosa que eleve a las
34
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento mujeres del mundo entero, que exalte el amor humano y purifique el sacramento de la paternidad. As cumple Ella Su interesante parte en el Plan y toma Su puesto en la Jerarqua de Aquellos que, no obstante haber aprendido a vivir en lo Eterno, se someten voluntariamente a la prisin del tiempo.
35
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento partculas estaban en condicin ms activa, y la mdula menos densa, como si la vida egoica la magnetizara y produjera una frecuencia vibratoria ms rpida. Las partculas en el interior hallbanse aisladas del resto del doble etrico por la pared etrica del pasaje. El tercer flujo corriente cerebroespinal no flua libremente todava al descender por la espina dorsal. Desde la base del bulbo central en la cabeza, innmeras raicillas o ramales se extendan en descenso hacia el doble etrico de la garganta. A travs de ellas flua la fuerza y descenda por la garganta hasta la altura del corazn, donde haba otro crecimiento en forma de bulbo, pero ms pequeo y similar al de la cabeza, que ocupaba un espacio aproximado de un cuarto del espacio cbico del corazn. Por este tiempo los chakras astrales eran visibles y estaban ya relativamente en yuxtaposicin con los cuatro centros fsicos arriba mencionados, pero solamente la glndula pineal y el chakra Bramahranda parecan estar completamente ajustados y conectados. Sin embargo, no haba an conexin orgnica alguna o flujo de fuerza. Los centros etricos estaban dentro del campo magntico de los chakras astrales, pero no funcionaban todava como acontece despus del nacimiento.
37
Geoffrey Hodson El Milagro del Nacimiento Al terminar el alumbramiento Nuestra Seora se retir. La imagen, sin embargo, se desintegraba lentamente; este proceso dur de ocho a diez horas. Despus de que los ngeles se retiraron y el proceso del parto haba comenzado, el contacto del ego con el cuerpo fsico disminua perceptiblemente, e inmediatamente despus del alumbramiento haba desaparecido por completo. Se puede asumir, por lo tanto, que el hecho de estar los vehculos sutiles del nio en el vientre de la madre y protegido por los ngeles, capacita al ego para obtener contacto ms estrecho con su nuevo cuerpo fsico que despus del nacimiento. Ese cambio lo senta muy distintamente el ego, pues l experimentaba una sensacin perdida y perciba su completa inhabilidad de funcionar completamente en su nuevo cuerpo o de poder afectarlo. La conexin entre ellos era todava visible momentos antes del parto, y la saeta luminosa poda verse atravesando la fontanela anterior. Esta saeta luminosa consista ahora, sin embargo, de mucho ms energas superfsicas que de conciencia egoica, la cual por este tiempo no descenda ms abajo del nivel astral. Los cuerpos fsicos y etricos eran incapaces, por entonces, de transmitir la fuerza de la conciencia egoica. Despus del nacimiento, el ego debe tomar a su cargo la tarea de aprender gradualmente a obtener por si mismo aquello que la presencia de los ngeles y la inmersin en el aura de la madre le haba hecho posible durante el perodo intrauterino. Con esta ltima observacin terminan mis investigaciones sobre este importante asunto. Reconozco la necesidad de ulteriores investigaciones antes de que los principios sugeridos en virtud de este estudio puedan quedar plenamente establecidos y comprendidos. Por lo tanto, este trabajo es limitado e incompleto. Lo ofrezco en su presente forma con la esperanza de que otros estudiantes tomen a su cargo la tarea de ulteriores bsquedas e investigaciones, y que yo mismo tenga otra vez el privilegio de observar otros casos de tan importantsimo periodo de la vida.
39