Disputa Griegos y Romanos Adaptación
Disputa Griegos y Romanos Adaptación
Disputa Griegos y Romanos Adaptación
el hombre, entre las penas que tiene el corazón, un dedo, el que tenemos más cerca del pulgar,
debe mezclar placeres y alegrar su razón, y luego se sentó en el mismo lugar.
pues las muchas tristezas mucho pecado son. Levantóse el bigardo1[1], frunce el ceño al mirar.
Como de cosas serias nadie puede reír, Mostró luego tres dedos hacia el griego tendidos
algunos chistecillos tendré que introducir; el pulgar y otros dos con aquél recogidos
cada vez que los oigas no quieras discutir a manera de arpón, los otros encogidos.
a no ser en manera de trovar y decir. Sientáse luego el necio, mirando sus vestidos.
Entiende bien mis dichos y medita su esencia Levantándose el griego, tendió la palma llana
no me pase contigo lo que al doctor de Grecia y volvióse a sentar, tranquila su alma sana;
con el truhán romano de tan poca sapiencia, levántase el bellaco con fantasía vana,
cuando Roma pidió a los griegos su ciencia. mostró el puño cerrado, de pelea con gana.
Así ocurrió que Roma de leyes carecía, Ante todos los suyos opina el sabio griego:
pidióselas a Grecia, que buenas las tenía. "Merecen los romanos la ley, no se la niego."
Respondieron los griegos que no las merecía Levantáronse todos con paz y con sosiego,
ni había de entenderlas, ya que nada sabía. ¡gran honra tuvo Roma por un vil andariego!
Pero, si las quería para de ellas usar, Preguntaron al griego qué fue lo discutido
con los sabios de Grecia debería tratar, y lo que aquel romano le había respondido:
mostrar si las comprende y merece lograr; "Afirmé que hay un Dios y el romano entendido
esta respuesta hermosa daban por se excusar. tres en uno, me dijo, con su signo seguido.
Los romanos mostraron en seguida su agrado; "Yo: que en la mano tiene todo a su voluntad;
la disputa aceptaron en contrato firmado, él: que domina al mundo su poder, y es verdad.
mas, como no entendían idioma desusado, Si saben comprender la Santa Trinidad,
pidieron dialogar por señas de letrado. de las leyes merecen tener seguridad."
Estando en esta cuita, sugirió un ciudadano que yo le quebraría, delante de las gentes,
tomar para el certamen a un bellaco romano con dos dedos los ojos, con el pulgar los dientes.
que, como Dios quisiera, señales con la mano Dijo él que su yo no le paraba mientes,
hiciera en la disputa y fue consejo sano. a palmadas pondría mis orejas calientes.
A un gran bellaco astuto se apresuran a ir "Entonces hice seña de darle una puñada
y le dicen: -"Con Grecia hemos de discutir; que ni en toda su vida la vería vengada;
por disputar por señas, lo que quieras pedir cuando vio la pelea tan mal aparejada
te daremos, si sabes de este trance salir". no siguió amenazando a quien no teme nada".
Vistiéronle muy ricos paños de gran valía Por eso afirma el dicho de aquella vieja ardida
cual si fuese doctor en la filosofía. que no hay mala palabra si no es a mal tenida,
Dijo desde un sitial, con bravuconería: toda frase es bien dicha cuando es bien entendida.
"Ya pueden venir griegos con su sabiduría". entiende bien mi libro, tendrás buena guarida.
8. ¿Por qué Juan Ruiz introduce esta historia al principio de su libro? ¿Tiene algo que ver con la
interpretación de su obra?
9. Estructura externa:
- ¿Cómo se llaman las estrofas que emplea Juan Ruíz? Descríbelas brevemente.
- Este poema muestra cómo las rígidas normas métricas de la clerecía del XIII se han relajado
notablemente un siglo después. Ejemplifica esta afirmación con la primera estrofa de esta composición.
10. Señala la estructura interna del poema. ¿En cuántas partes dividirías el texto? ¿Qué trata cada una de
ellas?