Analisis de La Conducta Trabajo Final

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Institución:

Universidad Autónoma De Santo Domingo


Nombre:
Elizabeth
Apellido:
Jorán Francisco
Matricula:
100308224
Asignatura:
Análisis de la conducta
Maestra:
Dra. Josefina Lorenzo.
Trabajo:
Proyecto de modificación conducta
Sección:
02
Fecha:
19/07/2023
Introducción

En este trabajo estaremos desarrollando a continuación vamos a conocer la conducta problema y la


gran importancia del Tema de la conducta problema y discutir investigaciones previas en la actualidad
el campo de la psicología clínica estaremos identificando el problema explicar el enfoque adoptado
para resolverlo y por último desarrolla brevemente el presente documento y los más importante porque
se desea modificar esta conducta cuáles son las pauta a seguir para reforzar dicha conducta que
presenta este individuo .
Análisis de la conducta

2. Descripción de la conducta a modificar (realidad actual de la conducta, desde cuando


se da de esta forma, por qué se desea modificar).

Procrastinación

Es la acción o hábito de retrasar, de dejar para después actividades o situaciones que han de atenderse, siendo
sustituidas por otras menos importantes o más agradables.

Realidad actual de la conducta:

Este joven de 23 años de edad está presentando dificultad para realizar las actividades de la vida diaria
dejándola para luego en los momentos que se deben ejecutar. Esto le esta afectando las actividades
universitarias dígase las tareas dentro y fuera del aula causándole dificultad en el avance de las materias y
por consiguiente le produce una desilusión y miedo al fracaso debido a que no le gusta ser así porque se
considera muy buen estudiante.

Desde cuando se da de esta forma:

Se viene presentado hace 18 meses.

Por qué se desea modificar:

Porque afecta su rendimiento académico, su aprendizaje y las actividades de la casa. Una vez modificada
podrá continuar su objetivo que es terminar su carrera y no recibir más regaños por parte de su madre
debido a que este deja de realizar las actividades correspondientes en los momentos adecuados.

3. Revisión de literatura conceptualizando la conducta a modificar (4 páginas) para esto


es necesario hacer definiciones de las variables implicadas en la conducta a modificar,
clasificación y medición de la conducta, etcétera.

La procrastinación académica constituye una conducta de postergación deliberada e innecesaria prevista por el
estudiante, y que puede afectarlo tanto en su esfera emocional, como en su rendimiento académico. Su
importancia es tal que se han desarrollado abordajes múltiples para comprender mejor esta conducta dilatoria.
Así, para la neurociencia se trataría de un problema relacionado con la amígdala cerebral y su estrecha
conexión con la corteza del cíngulo anterior del cerebro, vinculadas a la emoción de asumir riesgos arbitrarios,
conducta observada sobre todo en jóvenes. La psicología comportamental, por su lado, la asocia a una falta de
control o manejo inadecuado de las emociones por parte del sujeto, lo que lo induciría a postergar actividades
importantes para el último momento. Este comportamiento se presenta con mayor frecuencia en universitarios,
lo que afecta a un 50 % de esta población, mientras que se ha reportado que a la
población adulta le afecta en un 20 %. El impacto de la procrastinación se torna grave en los estudiantes del
nivel superior, porque este aplazamiento de actividades académicas aumenta la probabilidad de fracaso y
deserción universitaria. Se han descrito dos tipos principales de
procrastinación académica: la esporádica, que se refiere a una conducta puntual relacionada con el
incumplimiento de actividades académicas concretas, debido a una mala gestión del tiempo; y la
procrastinación crónica, que constituye un hábito generalizado de postergar la dedicación al
estudio, sustituida con frecuencia por otra actividad distractora o de mayor interés. Otras clasificaciones
incluyen: el tipo Arousa o excitatorio, caracterizado por aplazar las tareas para
experimentar emociones bajo el supuesto de que es mejor trabajar bajo presión; y el tipo evitativo, descrito
como la demora de las tareas para no enfrentarse a las propias limitaciones y evitar el
fracaso, debido a la desconfianza en sí mismo.

Diversos estudios han relacionado la procrastinación académica con variables personales como la adicción al
uso de Smartphone, la utilización excesiva de redes sociales, el déficit en la
autoeficacia o la baja autoestima, todas ellas características potenciadoras de este hábito negativo. Sin embargo,
no se ha asociado a un hábito positivo como el de la lectura, puesto que para su desarrollo se requiere
motivación, esfuerzo, continuidad y atención. Para entender la relación entre hábitos de lectura y
procrastinación, es importante considerar que para desarrollar este hábito se requiere de un esfuerzo continuado
para generar una remodelación de la región occipito-temporal izquierda, especializada en el reconocimiento de
palabras escritas, denominada área visual de
formación de palabras o “caja de letras del cerebro”.

Los hábitos de lectura, a diferencia de la procrastinación, exigen disciplina, orden, constancia y práctica, por
esta razón es probable que sea mucho más frecuente encontrar universitarios procrastinadores que lectores,
debido a que la concentración implica un mayor gasto de energía, mientras que procrastinar no cuesta nada.
De hecho, según el Banco Mundial, en América Latina, la mitad de los estudiantes que se matriculan en
educación superior en más de 60 000 programas ofertados, no concluyen sus estudios y de los 20 millones
de estudiantes que asisten a clases, la mitad o menos se gradúan. Por esta razón, constituye un reto para las
universidades tomar medidas eficaces para optimizar el desempeño académico, reducir la procrastinación y
evitar el
fracaso.

La procrastinación académica es un comportamiento prevalente en la población universitaria. Se estima que


entre el 80% y el 95% de los estudiantes universitarios adopta conductas dilatorias en algún momento, el 75%
se considera a sí mismo procrastinador y el 50% aplaza frecuentemente la dedicación a los estudios (Steel,
2007). Son datos muy alarmantes, teniendo en cuenta que se
trata de una conducta desadaptativa con muchas consecuencias negativas para el estudiante, como un bajo
rendimiento académico, malestar emocional, ansiedad y sensación de fracaso, entre otros (Clariana, 2009).
En estas últimas dos décadas se han publicado muchos estudios
descriptivos sobre la relación de la procrastinación con otras variables. Estos han demostrado correlaciones con
variables como la autoeficacia (Ferrari, Parker, & Ware ,1992), el miedo al
fracaso (Haghbin, McCaffrey, & Pychyl, 2012), la aversión a la tarea (Blunt & Pychyl, 2000), la falta de
autorregulación (Balkis & Duru, 2015) o la conducta deshonesta en el aula (Roig & DeTommaso, 1995). En
este sentido, cabe destacar la influencia que tiene la procrastinación sobre el
rendimiento académico, sobre todo en el ámbito universitario, dado que los estudiantes dependerán de su
expediente a la hora de acceder a másteres, posgrados e incluso algunos
trabajos. Autores como Moon e Illingworth (2005) han demostrado una correlación negativa entre el
rendimiento académico y la procrastinación. También Wesley (1994) y Kim y Seo (2015) mostraron con sus
resultados que la procrastinación explica una parte importante de la varianza de los
resultados académicos en la universidad.

Razones para procrastinar

Una de las dificultades para investigar la posible relación entre la procrastinación y otras variables de forma
sistemática reside en los diferentes tipos de procrastinación considerados en la literatura.
Las razones para procrastinar parecen definir aspectos diferentes del constructo, que además
tendrían consecuencias psicológicas diferentes, por ejemplo, en cuanto a los niveles de estrés y ansiedad
derivados del aplazamiento o la demora intencionada. En términos generales, las razones para procrastinar
recogidas en la literatura pueden agruparse en cinco categorías: atracción por la tarea, amor al trabajo,
incertidumbres sobre la tarea, el miedo al fracaso/fallo en la tarea (Zarick y Stonebraker, 2009) y el
perfeccionismo (Sudler, 2013). Entendiendo por
perfeccionismo la generación de expectativas poco realistas y rígidas sobre la perfección de su
trabajo, la procrastinación probablemente contribuye al mantenimiento del perfeccionismo (Awuni, 2011).
Por último, señalar que algunos autores plantean la existencia de un tipo de procrastinador activo (Ferrari,
Barmes y Steel, 2009), que encontraría en la procrastinación una fuente de
estimulación para llegar a un nivel de alertamiento óptimo al realizar una tarea (Corkina, Yua y Lindtb, 2011;
Demeter y Davies, 2013). Sin embargo, otros autores no están de acuerdo con que la denominada
“procrastinación activa” sea realmente un tipo de procrastinación, siendo más apropiado considerarlo un
constructo totalmente diferente (Kim y Seo, 2015).

Procrastinación y rendimiento académico Las revisiones meta-analíticas de Steel (2007) o Rozental y


Carlbring (2014) confirman que la procrastinación afecta negativamente al rendimiento académico. Los
estudiantes con baja tendencia a procrastinar tienen más probabilidades de
finalizar a tiempo sus estudios universitarios de primer año, en comparación con los de alta
tendencia a procrastinar (Bruinsma y Jansen, 2009). La asociación inversa entre la procrastinación y el
rendimiento académico se presenta incluso por encima de variables tradicionalmente asociadas a la ejecución
académica. Por ejemplo, Wang y Englander (2010) encontraron que la procrastinación tuvo un impacto
significativo en el rendimiento académico, superior a la asistencia
a las clases. Son resultados coherentes con estudios que apuntan la relevancia de evitar la procrastinación por
estudiantes (Onwuegbuzie, 2004; Rodarte-Luna y Sherry, 2008). Instrumentos de medida para la
procrastinación Existen diversos instrumentos de autoinforme para la evaluación de la procrastinación
académica y no académica, tales como la Escala de Procrastinación (Tuckman, 1991), el Inventario de
Procrastinación para Adultos (McCown y Johnson, 1989), la Escala de Procrastinación Pura (Steel, 2010), la
Escala General de Procrastinación (Lay, 1986) o la Escala de Decisión de Procrastinación (Mann, 1982 citado
por Díaz-Morales, Ferrari, Díaz y Argumedo, 2006), entre otros. Las diferencias entre estas diversas medidas
de la procrastinación son, por un lado, que algunas hacen referencia a la evaluación de la procrastinación en la
vida cotidiana y otras a la procrastinación exclusivamente académica y, por otro lado, al énfasis que ponen
sobre cada una de las escalas, de acuerdo a la definición inicial del constructo adoptada.

A continuación, se comentarán dos de los instrumentos que se suelen usar en el ámbito académico. La Escala
de Procrastinación de Tuckman (1991) está compuesta por 35 preguntas que se registran en una escala Likert
de cuatro puntos con los siguientes valores: “Con seguridad ese soy yo”, “Esa es mi tendencia”, “Esa no es
mi tendencia” y “Con seguridad ese no soy yo”. La escala contiene ítems generales, no sólo académicos, del
tipo: “Pospongo el inicio de actividades que no me gusta hacer”, “Soy puntual para las citas” o “Soy un
perdedor de tiempo incurable”. Por lo tanto, ofrece una medida de procrastinación que se puede utilizar fuera
del ámbito académico. El PASS (Procrastination Assessment Scale-Students), creado por Solomon y
Rothblum (1984) va más allá de la evaluación de los hábitos de estudio, incorporando otras posibles variables
o razones para procrastinar, tales como ansiedad, dificultades para tomar decisiones, baja asertividad,
rebelión contra el control, miedo al éxito, aversión a la tarea o perfeccionismo. La conceptualización de la
procrastinación que subyace al PASS incluye más factores que un pobre manejo del tiempo o unas
inadecuadas habilidades de estudio, lo que genera una visión más completa y compleja de las diferentes
razones que pueden estar generando las demoras en las
tareas de los estudiantes. Por estas razones se hace recomendable su uso para la evaluación de la
procrastinación en entornos académicos.

Intervenciones sobre la procrastinación y el manejo del tiempo

Hay suficiente evidencia previa que demuestra que las habilidades de manejo del tiempo y disminución de la
procrastinación son alcanzables mediante un entrenamiento sistemático (Britton y Tesser 1991; Gortner y
Zulauf 2000; Pehlivan, 2013). Garzón Umerenkova, A. y Gil Flores, J. Rev. complut. educ. 28(1) 2017: 307-
324 317 Debido a las posibilidades de entrenamiento que ofrecen estas habilidades y su impacto en el éxito y
bienestar del alumnado universitario, autores como
Kitsantas, Winsler y Huie (2008) recomiendan a profesores y administrativos universitarios poner especial
atención a las habilidades de manejo del tiempo de sus estudiantes, señalando este
ámbito como objeto de intervención. Desde la intervención psicoeducativa se han probado técnicas
prometedoras en el manejo de la procrastinación, tales como las intervenciones conductuales o cognitivo
conductuales mediante: el establecimiento de rutinas y calendarios; la exposición paulatina a los eventos que
evita el alumno al procrastinar; el establecimiento de metas y objetivos diarios para generar aumento de la
motivación; el manejo de las creencias irracionales que alimentan la procrastinación tales como el
perfeccionismo o el miedo al fracaso; el aumento de la autoeficacia percibida de los estudiantes; la mejora
del automonitoreo que provoca discrepancia entre el tiempo y esfuerzo que se requiere para cumplir ciertas
metas, o incluso la terapia de grupo con estudiantes usando algunas de las técnicas anteriormente
mencionadas. Aunque queda mucho por investigar sobre las intervenciones para el manejo de la
procrastinación académica, es un área donde se registran grandes avances e innovaciones. Por ejemplo,
autores como Glick y Orsillo (2015) han usado técnicas no presenciales para el aumento de la flexibilidad
mental para la disminución de la procrastinación y la ansiedad; mientras Rozental, Forsström, Nilsson, Rizzo
y Carlbring (2014) implementaron un programa de intervención en línea con estudiantes para el manejo de la
procrastinación. Esto hace pensar que en un futuro cercano las intervenciones en
esta área aprovecharán las posibilidades que ofrecen los entornos virtuales de aprendizaje.

Milgram considera la procrastinación una dificultad de las habilidades de la persona para poder afrontar las
tareas difíciles, cuando se procrastina se pierde el tiempo y las oportunidades.

4 componentes de la procrastinación:

1.Un comportamiento secuencial que da como resultado un producto incompleto.

2.Involucra una tarea percibida como importante.

3. De pobre realización

4. Da como resultado un estado emocional negativo.

4. Datos de la persona determinada en la que se pretende modificar la conducta:

a) Nombre: Jesús Manuel piña

b) Fecha de nacimiento (si es menor de edad se requerirán datos de padres


y consentimiento informado): 30/07/1999

c) Ocupación: estudiante de medicina

d) Grado académico: Premédica.

Datos de la persona participante en la modificación que son relevantes describir atendiendo


a la conducta que se pretende modificar. Esto es que los datos pueden variar dependiendo
si la conducta que se pretende modificar es del ámbito escolar (Centro educativo, curso,
tiempo cursando en el centro, etc.) o industrial (datos de la empresa, departamento, puesto,
etc.) o desde luego hay datos que varían si la conducta que se desea modificar es del
ámbito clínico (orden de nacimiento, enfermedades físicas o mentales en la persona y/o
parientes, etc.)

a) Orden de nacimiento: 30/07/1999


b) enfermedades físicas o mentales en la persona y/o parientes: hasta el momento el sujeto
no presenta ninguna enfermedad mentar ni física, tampoco existe algún antecedente familiar de una
posible enfermedad mental.

5. Cuales estímulos va a utilizar?

Los estímulos que se pueden observar en dicha estudiante son

negativos ya que no hace sus tareas en tiempo real y hace otras cosas que no son importantes. Se distrae en

el teléfono.

Se pasa viendo películas y series en la tv.

Le gusta salir a divertirse sabiendo que tiene cosas pendientes. Sale

mucho con su novia.

Los estímulos que voy a utilizar serán:

Estímulos discriminativos el cual son aquellos que señalan a un sujeto que la realización de una determinada
conducta implicará una consecuencia que podrá ser positiva (un premio)

Buscar un compañero para que le explique las tareas que el no entiende. Comprarle jugos y

yogur cuando termine sus tareas.

Viajes con su novia.

6. ¿Cuál es el tipo de condicionamiento y técnicas a utilizar en la modificación?

Utilizare el condicionamiento operante y la técnica será la extinción, ya que queremos disminuir dicha
conducta para que no se siga repitiendo.

7. ¿Cuáles serán los materiales utilizados en la modificación?

Cada vez que realice sus tareas y obtenga buenas calificaciones podrá salir a divertirse ya que le gusta
bastante. Trabajar sobre todo las emociones relacionadas con el miedo al fracaso, la pereza y la ansiedad.
También hare una tabla donde marcare las variables que le pueden resultar
beneficiosas para lograr una mejoría en su conducta y las que no le pueden beneficial.
8. Describa la preparación del proceso de modificación.

a) Reforzadores a utilizar reforzadores positivos.

¿Cuál programa de reforzamiento va a utilizar?

Razón variable: El objetivo de este procedimiento es que la persona es que este motivado todo el tiempo
que dura la tarea y que tenga fluidez, así sus respuestas serán cada vez más continuas, porque no puede
saber cuándo llegará el reforzador.

b) ¿Se utilizará algún programa de castigo?

No porque de esta manera podemos causar una incomodidad en el sujeto lo mejor es optar por soluciones que
le favorezcan ya que lo que pretendemos es mejorar su conducta no frustrarla.

9. Elabore la tabla como serían los ensayos para conseguir la modificación.

Variables Si No
Trabajar el miedo al fracaso

Terapias Psicológicas

Motivación por las tareas

Felicitarla y premiarla por no


hacer sus asignaciones
No dejar salir al estudiante

Hacerle regalos por dejar de


estudiar

10. Escriba los resultados esperados.

Se espera que en dos meses el sujeto mejore su conducta pudiendo así realizan las tareas y otras asignaciones
en el momento esperado y adquiriendo los conocimientos necesarios para hacer sus tareas sin algún
inconveniente de esta manera podrá salir adelante dando lo mejor de sí misma ya que tomó la decisión de
cambiar dicha conducta para su desarrollo académico mostrando
resultados positivos.
2--- EXPLIQUE EL PROCEDIMIENTO PARA LA MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA

 Primero hice una pequeña definición de la conducta problemática en términos


comportamentales.
 Segundo identifique cuales antecedentes se presentan continuamente a la conducta problema.
 Identifique cuales consecuencias producen la conducta problemática.
 Verifique que no haya alguna enfermedad medica debido a la conducta problemática.
 Los acontecimientos que la provocan: atracción por la tarea, amor al trabajo, incertidumbres
sobre la tarea, el miedo al fracaso/fallo en la tarea y perfeccionismo.
 Regirte datos sobre la conducta.
 Propuse reforzadores positivos para mantener la conducta deseada.
 Disminuir o desaparecer la conducta problema.
 Esperar obtener con éxito los resultados.

Conclusión

En este trabajamos con la conducta problema procrastinación de un joven de 23 años de edad el cual
tenía 18 largo mese presentado estás conducta problema la cual pudo salir con la ayuda de terapia
psicología pudo regresar a realizar sus actividades en el orden que se conllevan y estas conductas
problema pudo ser reforzada.

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