Novela

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LA NOVELA DESDE 1975 HASTA NUESTROS DÍAS:

TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS


El ambiente de libertad en el que comenzó a desarrollarse la cultura española tras la
muerte del general Franco (20 de noviembre de 1975), permitió un mejor
conocimiento de la literatura española en Europa y de la literatura occidental en
España. A ello contribuyó significativamente la desaparición de la censura lo que
supuso:
 la publicación en España de novelas españolas prohibidas en nuestro país hasta
ese momento, que ya estaban publicadas en el extranjero.
 la recuperación de la obra de los escritores exiliados
 y un mayor conocimiento de la narrativa de otros países.
Tras la elaboración de la nueva Constitución aprobada por referéndum el 6 de
diciembre de 1978, España se definió como una monarquía constitucional con una
estructura territorial basada en un sistema de comunidades autónomas.
Desde 1977, España se ha ido convirtiendo en un país moderno y equiparable a los
países de su entorno.
El fin del franquismo y de la dictadura no produjo un cambio total en la narrativa. Se
tardó en encontrar una vía de salida del experimentalismo imperante a finales de los
60.
El comienzo del cambio de esta situación fue la publicación en 1975 de La verdad
sobre el caso Savolta, escrita por el escritor catalán Eduardo Mendoza
(perteneciente a la llamada generación del 68). Esta novela a pesar de tener elementos
cercanos al experimentalismo, manifestaba abiertamente un interés por la trama, por
contar historias, y ese placer por contar y leer esas historias, será el nexo de unión de
todos estos nuevos escritores. Con esta novela, Mendoza inicia una brillante
trayectoria como novelista. Consigue aunar magistralmente la intriga tradicional con
diversas técnicas experimentales: parodias del estilo periodístico, de documentos
judiciales, de discursos políticos... La obra avanza desde un principio experimental
(recortes breves, inconexos aparentemente, sin orden cronológico) hasta un final lineal
propio de la novela policiaca.
En esta misma línea situamos La ciudad de los prodigios o El año del diluvio. También
es autor de dos novelas por entregas Sin noticias de Gurb y El último trayecto de
Horacio Dos.
En Una comedia ligera, y mediante la técnica del discurso directo narrativizado
caracterizado por la supresión de las marcas formales del diálogo, cuenta el verano
conflictivo de Carlos Prullás, maduro autor dramático de obras intrascendentes y
pasadas de moda. En esta obra se retrata la alta burguesía catalana y el ambiente
teatral barcelonés.
Mendoza maneja los más diversos registros y es un maestro en la descripción de los
ambientes más sórdidos. Destaca también como ingenioso escritor de novelas
divertidísimas como El misterio de la cripta embrujada y El laberinto de las aceitunas.
En La aventura del tocador de señoras, el protagonista debe resolver un asesinato y el
final se convierte en una parodia de las novelas de Agatha Christie. En 2010 gana el
Premio Planeta con Riña de gatos, una intriga ambientada en los días previos al inicio
de la Guerra Civil.

Eduardo Mendoza, junto a Juan José Millás, Julio Llamazares, Javier Marías e incluso
Manuel Vázquez Montalbán forman la generación del 68.

Todos los narradores en activo se incorporaron a este cambio que estuvo


protagonizado por los escritores del 68, escritores que tuvieron una educación similar
y que dieron sus primeros pasos creativos dentro de la novela experimental de los
años 60. A estos escritores se les ha designado también como generación del 66 (Ley
de Prensa, en la que se establece la libertad de prensa y de imprenta) o del 75 (porque
es el año en el que finaliza la Dictadura). A esta generación se le fueron uniendo otros
escritores más jóvenes.
En suma, dos son los aspectos más significativos de la novela española en los últimos
treinta años:
1) El carácter aglutinador. Acoge prácticamente todas las tendencias y
modalidades.
2) La individualidad. Cada novelista intentará buscar un estilo propio.
De modo que puede decirse que en las últimas décadas conviven:
a) Novelistas importantes de toda la posguerra: Delibes, Cela y Torrente Ballester
sobre todo.
b) Algunos novelistas de la Generación del 50: Juan Goytisolo, Juan Marsé, Carmen
Martín Gaite, etc.
c) Los novelistas de la generación del 68 (también llamada generación del 75 o del 66,
como hemos explicado arriba).
Aunque, como ya hemos mencionado, en esta generación hay un mayor gusto por la
trama, por contar historias, pero también hay autores que siguen cultivando la novela
experimental e intelectual que tiene su origen principal en Tiempo de silencio de Luis
Martín Santos. Suelen prestar más atención a la forma que al contenido, ya que el
argumento llega a casi desaparecer. Abundan las historias fragmentadas y los
monólogos interiores. Este tipo de novela está dirigido a un lector inteligente y culto,
con formación suficiente para comprender las dificultades sintácticas que los autores
plantean.
Escritores significativos de esta generación (la del 68), además de Mendoza, son:
Juan José Millás, escritor valenciano que se caracteriza porque sus
protagonistas son individuos de mediana edad, enfrentados a la soledad, el desamor,
la incertidumbre o el pasado. Entre sus obras destacan El desorden de tu nombre o No
mires debajo de la cama.
Javier Marías, que se sirve de complejas intrigas para explorar el mundo interior
de los personajes. Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí y Tu rostro
mañana figuran entre sus novelas más importantes.
d) Nuevos escritores dados a conocer ya después del franquismo, entre los que
destacan: Manuel Vicent, Julio Llamazares, Javier Marías, Luis Mateo Díez,
Francisco Umbral, escritor polifacético que dedicó su vida a la literatura y al
periodismo. Autor polémico que ha sido considerado como uno de los grandes
cronistas de la España de finales del siglo XX. Ha escrito en gran parte de las revistas y
periódicos de nuestro país. En muchos de ellos, con sección fija y entre otros premios
ha obtenido el Príncipe de Asturias y el Cervantes. Entre su amplia producción literaria
destacan títulos como Balada de gamberros, Memorias de un niño de derechas o
Mortal y rosa, esta última considerada por la crítica como su mejor novela. En ella nos
transmite una sobrecogedora y tierna elegía de la infancia, basada en la evocación de
su hijo muerto. El escritor construye un largo monólogo en que el recuerdo del hijo
actúa como mecanismo que convierte su dolor en una fuerza vital y liberadora. Publicó
también biografías sobre Lorca, Valle-Inclán… y ensayos. Ha desarrollado un lenguaje
inimitable, abundante de elementos propios del habla popular pero estilizados.
Almudena Grandes, escritora que se dio a conocer a finales de los años 80
con el premio Sonrisa Vertical de novela erótica con Las edades de Lulú, novela que
tuvo un gran éxito internacional y que fue llevada al cine por Bigas Luna. Ha
colaborado en la prensa radiofónica y escrita. Obras destacadas son Malena es
nombre de tango, Modelos de mujer, Atlas de la geografía humana, etc.
En definitiva, la narrativa a partir del 75 se caracteriza, además de la vuelta al interés
por la historia contada, por la proliferación de títulos, el incremento del número de
escritoras, la vinculación entre la labor literaria y la periodística en numerosos autores
y el gusto creciente por el relato corto.
Esta proliferación de títulos impide una clasificación exhaustiva, sin embargo, las
tendencias más sobresalientes de la novela desde los años 70
son:

 Novela poemática o lírica. Este tipo de novela intenta difuminar las fronteras con
el género lírico. Prevalece el tono subjetivo y manifiesta una tendencia a la
concentración máxima. En este tipo de obras no existe imitación de la realidad y los
personajes suelen ser impenetrables. Abundan los relacionados con los sueños y
son constantes las referencias a mitos y la utilización de símbolos. El lenguaje que
se utiliza es más sugerente que expositivo. Estas novelas están protagonizadas por
personas de mediana edad habitualmente desconcertadas o angustiadas, que
viven en un espacio urbano actual y cuyos problemas íntimos son: la soledad, el
amor, la incomunicación… En ocasiones se difuminan las fronteras entre la vida
real y la fantasía para desconcertar e implicar al lector, por esto, podemos decir
que se trata de textos poemáticos. Y destacan títulos como: La isla de los jacintos
cortados de Gonzalo Torrente Ballester, Mazurca para dos muertos y Madera de
boj de Camilo José Cela, Los santos inocentes de Miguel Delibes o La lluvia
amarilla de Julio Llamazares que narra el abandono de los pueblos a
través de un largo y emocionado monólogo. Su trabajo como novelista es conocido
a partir de la obra que le daría renombre, Luna de lobos (1985), donde aportó
soluciones poéticas al campo narrativo con una historia que versa sobre la sufrida
existencia de los maquis surgidos de la Guerra Civil Española; una epopeya
anónima contada mediante un lenguaje de hondo calado poético. De hecho, en
toda su producción ha hecho gala de un acentuado tratamiento lírico del lenguaje,
unido a una proximidad personal a la naturaleza y al mundo rural, de carácter casi
romántico.

 Novela policíaca y de intriga. El éxito de esta corriente radica en la adaptación


de un producto puramente americano a la cultura española, así como las obras
creadas por uno de los escritores más importantes de la época: Manuel
Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado
Pepe Carvalho. A esta tendencia pertenecen también algunas novelas de
Antonio Muñoz Molina: El invierno en Lisboa, Beltenebros, o
Plenilunio, pero fue El jinete polaco el que lo confirmó como uno de los
grandes narradores actuales. Su novela Sefarad ha sido definida por el autor
como <<novela de novelas>> y supone la recuperación de historias de
destierros y desarraigos acontecidos durante el siglo XX. Aparecen asimismo
novelas que no pertenecen en rigor a esta categoría pero que incorporan
recursos del relato policíaco como Queda la noche de Soledad Puértolas.
Tampoco falta en esta tendencia relatos que unen intriga y parodia del género
policíaco como El misterio de la cripta embrujada de Eduardo Mendoza.

 Novela histórica. La novela histórica plantea la recuperación de hechos históricos


pasados desde distintos puntos de vista:
- Fabulación imaginaria del pasado.
- Proyección del pasado sobre el presente.
- Aprovechamiento de la historia para hacer indagaciones intelectuales o
ejercicios de estilo.
Normalmente la novela histórica se sitúa en un pasado remoto, pero también las
hay que se ambientan en el s. XX. Son numerosas las novelas dedicadas a la
Guerra Civil y a la inmediata posguerra. Son obras que suponen un claro
referente a lo que supuso este conflicto.
Es uno de los géneros de mayor éxito editorial desde los años 80 en el que se
engloban novelas que sitúan la acción en marcos temporales pasados, enfocados
de manera más o menos realista. Se pueden citar como ejemplos El hereje de
Miguel Delibes, así como la saga protagonizada por el capitán Alatriste de
Arturo Pérez-Reverte, ambientada en el Siglo de Oro, este escritor
murciano destaca por su capacidad para mantener la intriga. Ha alcanzado gran
popularidad con títulos como El maestro de esgrima, El club Dumas, La reina del
Sur y Hombres buenos. En los últimos años son frecuentes las novelas históricas
contextualizadas en épocas cercanas, especialmente en la Guerra Civil, como
Soldados de Salamina (2001), de Javier Cercas; La voz dormida (2002), de Dulce
Chacón, o los relatos breves que componen Los girasoles ciegos de Alberto
Méndez.
 Novela culturalista, recientemente han aparecido una serie de autores jóvenes
que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la
cultura occidental desde unas posturas bastante eruditas. Eso es lo que hace Juan
Manuel de Prada con Las máscaras del héroe o La tempestad.
 Novela testimonio es un género literario híbrido que mezcla la novela tradicional y el
discurso testimonio (proveniente de los estudios de historiografía). Al igual que otros
géneros literarios de la posmodernidad, la novela testimonio presenta características
de ambos géneros. En definitiva, es un relato literario, pero con características del
periodismo. Destacan obras como: La gallina ciega, de Max Aub o Un millón de
muertos de José María Gironella.
 Otras tendencias en la novela de los autores más jóvenes es la de hacer una novela
que trata los problemas de la juventud urbana con una estética muy cercana a la
contracultura (Historias del Kronen, de José Ángel Mañas o Lucía Etxebarría en
Amor, curiosidad, prozac y dudas).
LA NOVELA DESDE 1939 HASTA LOS AÑOS 70: TENDENCIAS
AUTORES OBRAS REPRESENTATIVAS
A.- INTRODUCCIÓN

La Guerra Civil fue terrible y cruel. Los campos de batalla de Brunete, Teruel o los ríos Ebro o
Jarama se convirtieron en escenarios de muerte. También las ciudades fueron bombardeadas
indiscriminadamente. Las cunetas y las tapias de los cementerios fueron utilizados como
paredones de fusilamiento. El fin de la contienda no significó el fin de la violencia porque los
vencedores desarrollaron una intensa política de represalias.

Decenas de miles de españoles tuvieron que exiliarse. Algunos no regresaron jamás y otros,
prolongaron su calvario en los campos de concentración nazis.

El mundo de la cultura se vio profundamente afectado. Si bien hubo algunos intelectuales


afines a Franco, la mayoría se mantuvo leal a la República.

Algunos casos ejemplifican esta situación, como el asesinato de Federico García Lorca, el exilio
de Antonio Machado o el encarcelamiento y muerte de Miguel Hernández en la cárcel, víctima
de tuberculosis.

B.- LA NARRATIVA DE LA DÉCADA DE 1930 Y LA NOVELA DE EXILIO

La novela de los años 30 (como la poesía) había tendido hacia la rehumanización y el


compromiso social. En esta línea se encuentra la literatura de Ramón J. Sender, Max
Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel, quienes al acabar la guerra marchan al exilio por su
apoyo a la República. Su obra se realiza al margen de la literatura que se hace en
España (por el tema de la censura) y, en general, tratan con insistencia sobre el tema
de la Guerra.
Francisco Ayala, nació en Granada y fue catedrático de Sociología y Políticas en
Madrid. Colaboró en Revista de Occidente y en La Gaceta literaria. Después de la
Guerra Civil y de haber participado de forma activa en el bando republicano, se exilió y
regresó a España dos años después de la muerte de Franco.
Ha sido miembro de la Real Academia Española y ha sido propuesto en diversas
ocasiones para el Premio Nobel.
En su etapa inicial, su obra está influida por el vanguardismo y su estilo se caracteriza
por la crítica social y la preocupación moral patente en la actitud de sus personajes.
Destacan obras como: El boxeador y un ángel o Cazador en el alba. Entre las
recopilaciones de cuentos más importantes cabe señalar: Los usurpadores.
En ocasiones se ha tildado su prosa de fría, sin embargo, en ella encontramos una
profunda reflexión sobre el ser humano.
Max Aub, nació en París (1903) y murió en Ciudad de México (1972). Hijo de
madre francesa, de padre alemán y afincado en España, apoyó durante la Guerra al
bando republicano.
Sus inicios literarios coinciden con el vanguardismo y destaca Luis Álvarez Petreña, en
el que se narra el suicidio por hastío vital de un escritor mediocre.
En el exilio su producción literaria se incrementó y destaca El laberinto mágico que
incluye una serie de obras sobre la Guerra Civil.
Posteriormente, retomará el gusto por lo experimental en Juego de cartas.
Rosa Chacel, nació en Valladolid y murió en Madrid. Colaboró en La Revista de
Occidente. Se posicionó a favor de la República y se exilió a distintos países europeos.
Entre sus novelas destacan Teresa, sobre el gran amor de José Espronceda: Teresa
Mancha o La sinrazón, sobre la situación tras la Guerra. También escribió obras de
carácter biográfico Desde el amanecer y ensayos La confesión.
Su obra está marcada por un carácter intelectual e intimista y por el dominio en el
tratamiento del tiempo.

C.- LA NOVELA DE LOS PRIMEROS AÑOS DE POSGUERRA. NOVELA


EXISTENCIAL-TREMENDISTA
En 1939 el panorama cultural es desolador; muchos autores se han exiliado y la
literatura se encuentra determinada por la presión de la censura, que impide que se
pueda expresar una crítica explícita.
En la década de 1940 solo hay casos excepcionales y aislados, como Torrente Ballester,
Camilo José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes. Estos autores encarnan dos
tendencias narrativas: la novela existencial y el tremendismo.

1.-NOVELA EXISTENCIAL: lo existencial se convierte en uno de los temas


fundamentales de la narrativa. Paralelamente a lo que ocurre en la poesía
desarraigada, la desorientación, la dificultad de la vida y la angustia marcan los
motivos de parte de la novela de estos años. Así aparecen obras muy significativas
como:
 1944: Nada de Carmen Laforet (Premio Nadal): la trama recoge hechos
cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto. Es una
novela narrada en primera persona en la que se aborda la llegada de Andrea a
Barcelona donde reside en casa de su abuela junto con otros familiares. El
entusiasmo inicial de la protagonista, se convierte en desilusión cuando
descubre la mezquindad moral que envuelve a su familia. Frente a esto, a la
protagonista solo le quedan sus frágiles amistades de la universidad. La novela
deja al final un poso de tristeza en el lector.
En su segunda novela, La isla y los demonios, la escritora insiste en esa
atmósfera opresora, pero con menos éxito. La mujer nueva es un relato
autobiográfico en el que nos habla de su conversión al catolicismo.
 1947, aparece La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes:
novela impregnada de preocupaciones existencialistas, como la obsesión por la
muerte y por la infelicidad, esta obra pertenece a la primera etapa del escritor.
Miguel Delibes está considerado como el máximo representante del realismo
intimista y, en su segunda etapa escribe El camino, Las ratas y Mi idolatrado
hijo Sisí, entre otras. Todas ellas representativas del realismo social.
La obra cumbre del autor es Cinco horas con Mario, en la que la protagonista
vela a su marido recién fallecido y dos sentimientos se debaten en su interior:
la culpabilidad por su adulterio (deseado, pero no cometido) y la frustración.
Años más tarde, aparece Los santos inocentes, que narra la degradación que
sufre una familia rural explotada por los señores, amos de un cortijo de
Extremadura.

2.- EL TREMENDISMO: algunas novelas reflejan los aspectos más desagradables y


brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición
humana.
 1942, La familia de Pascual Duarte, Camilo José Cela: la novela narra
un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de
protagonista y por el ambiente. Como un nuevo pícaro, Pascual Duarte cuenta
su biografía para que entendamos cómo ha llegado a ser un condenado a
muerte.

D.- DÉCADA DE LOS 50. NOVELA SOCIAL


Con la Guerra Fría (se produce tras la II Guerra Mundial), en los años 50, España
empieza a salir del aislamiento. El incipiente desarrollo del turismo y la industria trae
cierta recuperación económica y cambios en los estilos de vida, como las migraciones
de los campesinos hacia las ciudades, así como la difícil inserción de estas personas en
los suburbios urbanos. Al mismo tiempo, los jóvenes que han vivido la guerra como
niños o adolescentes empiezan a manifestar actitudes críticas respecto al poder y a la
división social entre vencedores y vencidos.
Para muchos, La colmena de Cela, publicada en 1951, es un precedente de la novela
social. En ella, con más o menos realismo, aparece reflejada la sociedad del momento
(la de la inmediata posguerra).
Camilo José Cela, nació en Iria Flavia (A Coruña) y falleció en Madrid.
Partidario del bando franquista durante la Guerra Civil, ejerció como funcionario,
aunque tras el éxito de La familia de Pascual Duarte se dedicó por completo a la
literatura. Fue miembro de la Real Academia Española y recibió el Premio Cervantes y
el Nobel.
Cultivó diversos géneros literarios: ensayo, memorias, libros de viaje como Viaje a la
Alcarria, pero, sobre todo, la novela.
Experimentó con diferentes técnicas narrativas, defendía una concepción abierta de la
novela.
Años más tarde de publicar la novela que lo catapultó a la fama (La familia de Pascual
Duarte), publica La colmena, considerada su obra maestra. En ella relata la vida de
diferentes personajes, relacionados directa o indirectamente con el Madrid de los años
40. El protagonista es la colectividad. No hay argumento como tal, el eje temático es la
vida colectiva marcada por la miseria económica y moral.
Después de esta novela siguió experimentando con títulos como Mazurca para dos
muertos, que refleja una singular visión de la Galicia de posguerra, Mrs Cadwell habla
con su hijo, que recoge las cartas de una mujer enajenada (loca) que habla con su hijo
muerto.
En esta década de los 50, se observan dos grandes tendencias:
a) El neorrealismo. Que se centra en los problemas del hombre como ser
individual (la soledad, la frustración...):
Carmen Martín Gaite con obras como: Entre visillos, Ritmo
lento, Retahílas. Martín Gaite destaca por haber sido la primera mujer a la
que se le concede el Premio Nacional de Literatura con El cuarto de atrás
en 1978 novela en la que aúna la novela de memorias, la fantástica y el
ensayo sobre el trabajo del escritor, y por haber ganado en 1994 el Premio
Nacional de las Letras por el conjunto de su obra. Fue una de las personas
más, y mejor, premiadas del mundo de la literatura; obtuvo el Príncipe de
Asturias en 1988 compartido con el poeta gallego José Ángel Valente. Gaite
pretende iluminar el camino para que el ser humano encuentre y entienda
su sitio en él; además, la autora se ocupa de la problemática de la búsqueda
de identidad femenina, a través del contexto social que forma gran parte de
su producción literaria.
Ignacio Aldecoa, (El fulgor y la sangre. El autor ha publicado otras
novelas como Con el viento solano. Esta novela y la anterior forman parte
de una trilogía La España inmóvil que no llegó a completarse. Estas obras
son un fiel reflejo de la España tópica y asfixiante de la posguerra. Para su
novela-reportaje Gran sol, que trata de la difícil vida de los marineros, llegó
incluso a enrolarse como tripulante en una embarcación.
Rafael Sánchez Ferlosio El Jarama, 1956; que es una crónica de
un día de domingo de un grupo de jóvenes junto al río Jarama con la que
consigue el premio Nadal. La novela está tratada desde una perspectiva
realista y llena de fatalismo. Es una historia contada desde el punto de vista
de una cámara de cine. El autor ha publicado otras novelas como El
testimonio de Yarfoz.
Ana María Matute se aprecia en ella una tendencia a presentar la
realidad transformada por su propio punto de vista. Su obra está marcada
por el pesimismo y dominan los tonos trágicos. En sus páginas apreciamos
los problemas sociales y la situación del hombre en la realidad cotidiana. En
sus novelas de tono realista aparece la sociedad de posguerra, si bien con
un tono personal, ya que, a veces manipula la realidad en beneficio de la
narración. Destacan títulos como Los hijos muertos o Primera memoria.
Pero, también escribió obras de contenido fantástico, la mayoría destinadas
a un público infantil y juvenil como Olvidado rey Gudú. Se ha valorado
siempre en su obra la riqueza de la adjetivación y su capacidad para crear
imágenes sugerentes.

b) Novela social (realismo social): se centra en los problemas de los grupos


sociales. Destacan:
Jesús Fernández Santos, nació y murió en Madrid y se dedicó
también al cine y al teatro, por lo que tiene una clara influencia del
movimiento cinematográfico conocido como neorrealismo italiano. Su
primera obra Los bravos, aborda desde la perspectiva del realismo
objetivista, el tema del caciquismo, la ignorancia y la violencia en el
ambiente rural de la España franquista. Esta obra constituye una fuerte
crítica a la situación por la que estaba atravesando el país. Fernández
Santos experimentó también esta técnica en obras como En la hoguera o
en el volumen de cuentos Cabeza rapada, aunque posteriormente el autor
experimentó en otras direcciones.
Destacan también otros autores como: Jesús López Pacheco (Central
eléctrica), Juan García Hortelano (Nuevas amistades); Armando López
Salinas (La mina).

El tema de estas novelas es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las
dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la
explotación del proletariado y la frivolidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es
sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende llegar a un amplio
público. Los contenidos testimoniales o críticos son más importantes.

E.- LA NOVELA DE LOS AÑOS SESENTA. NOVELA EXPERIMENTAL


Durante la década de los sesenta, se detecta un cierto agotamiento del realismo social
y una clara evolución hacia la experimentación y la renovación.
Autores como Luis Goytisolo o Juan Goytisolo constituyen la avanzadilla de las nuevas
tendencias.
Características de esta nueva narrativa:
1. Influencia del boom de la narrativa hispanoamericana: La ciudad y los perros de
Mario Vargas Llosa, Rayuela de Julio Cortázar o Cien años de soledad de Gabriel García
Márquez. Al igual que la lectura de grandes novelistas extranjeros del siglo XX: Proust,
J. Joyce, Kafka, William Faulkner, entre otros, de quienes extrajeron recursos y
procedimientos técnicos.
2. Las novelas pasan a ser más complejas y experimentales, quizás dirigidas a un lector
con mejor preparación intelectual que en los años cincuenta.
3. Las novedades no afectan solo al argumento o la estructura, también a la
ortografía, ya que algunos autores suprimen los signos de puntuación o los párrafos y
es frecuente que se mezclen los géneros.
4. Ya no se pretende solo denunciar la situación social, sino que también se persigue la
experimentación de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental,
el monólogo interior, el estilo indirecto libre o los continuos saltos hacia atrás o hacia
delante en el argumento. Pierde importancia el diálogo a favor de estas técnicas que
permiten al lector sumergirse en la mente del personaje.
5. En los temas recurren frecuentemente a la infancia, la adolescencia, la guerra, el
paso del tiempo y la reconstrucción de la propia memoria. No se abandonan del todo
los problemas sociales, ni la intención crítica, pero se da cabida en la novela a lo
irracional, la ironía y el humor.
6. Aparece el protagonista individual, pero en conflicto con lo que lo rodea y consigo
mismo.
7. El narrador interviene frecuentemente con sus comentarios sobre los hechos.
8. El lector es activo, participa en la recreación interpretativa de la novela ya que es él
el que debe componer todas las piezas que el autor le propone.
Dos novelas son consideradas los modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de
silencio (1962) de Luis Martín Santos y Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo.

Luis Martín Santos, nació en Marruecos y su obra Tiempo de silencio,


representa a la perfección los rasgos de la novela experimental de los años 60. Murió
en Vitoria dos años más tarde de publicar esta novela mientras escribía Tiempo de
destrucción.
El argumento de la primera se centra en la figura de un joven médico e investigador
llamado Pedro que se provee de ratones en la chabola de Muecas. Pedro se verá
implicado en la muerte de la hija de este personaje, por lo que será detenido. Cuando
sale de prisión, su novia es asesinada por Cartucho, amante de la hija del Muecas. La
novela supone un profundo recorrido por diversos aspectos de la realidad española del
momento, en un ambiente de miseria moral.

Juan Goytisolo, nació en Barcelona y empezó su carrera en los años 50, dentro
del realismo social y el compromiso político con obras como Juego de manos o Duelo
en el paraíso.
Sin embargo, a partir de Señas de identidad da entrada a formas narrativas
experimentales como el uso de puntos de vista diferentes, la narración en segunda
persona o la ruptura de la temporalidad lineal. En esta obra trata de recuperar sus
propias raíces en un país con el que ya no se siente identificado a través de un exiliado
que vuelve a España. Este desarraigo se puede ver también en Juan sin Tierra. Otras
obras suyas revelan su interés por la cultura árabe como En los reinos de taifa.
LA NOVELA DESDE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX HASTA
1939:TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS REPRESENTATIVAS

1.- LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98


A finales del siglo XIX, España vive una grave crisis general debido al sistema político,
basado en el turnismo, por el que conservadores y progresistas amañaban las elecciones
para alternarse en el poder.

Esto no funciona y hace que se acrecienten las desigualdades sociales: proletarios y


campesinos frente a la burguesía, comienzan a surgir los primeros conflictos sociales
violentos.

Un grupo de intelectuales propugnó un grupo de medidas concretas para solucionar los


problemas del país, se trata de los regeneracionistas, entre los que destacan:

 Joaquín Costa, famoso por su lema <<Despensa y escuela>>, que cifra el


retraso de nuestro país en la falta de un buen sistema educativo y en la pobreza.

 Francisco Giner de los Ríos, impulsor de la Institución Libre de Enseñanza.

 El escritor granadino Ángel Ganivet, que afirmó que la crisis de fin de siglo de
España habría sido causada por un problema colectivo fundamental: la abulia.

Esta situación se agudiza en 1898, cuando España perdió sus últimas colonias, se desató
un auténtico colapso en el que la derrota ante Estados Unidos se interpretó como
síntoma definitivo de los males que aquejaban al país.

La situación que presentaba España fue considerada como enfermedad crónica y


presentaba los siguientes síntomas: atraso económico, atraso educativo y agotamiento
político.

La denominación de generación del 98 ha sido muy cuestionada por la crítica desde el


momento de su aparición, ya que incluso sus integrantes negaron su pertenencia, pero
no deja de ser cierto que encontramos muchos puntos en común en su vida y obra.

-Fechas de nacimiento no muy distantes.

-Relación entre sus componentes.

-Hecho histórico que da nombre a la generación, el desastre del 98.

-Preocupación por el problema de España.

-Inquietudes literarias comunes.

-Estilo basado en el lenguaje natural y sobrio.


Los autores del 98 cultivaron la novela y el ensayo fundamentalmente, aunque también
están presentes el teatro y la lírica. Los temas giran en torno a España, sus paisajes y
sus gentes.

En 1902 publican en España autores significativos como Azorín, Unamuno, Baroja y


Valle-Inclán, los cuales inician un camino marcado por los siguientes rasgos:

1.- Denuncia de los males de España: el caciquismo, el hambre, la ignorancia…


2.-Pesimismo ante la situación histórica (el desastre colonial de 1898) y ante el
desmoronamiento de los valores sociales y espirituales.
3.- Influencia de la filosofía: los planteamientos existencialistas de Kierkegaard y
Schopenhauer (el escepticismo, la vida como algo absurdo y carente de sentido).
4.- El dolor de España y Castilla como profundo símbolo de patriotismo.
5.- Renovación estética o del estilo mediante: A) El subjetivismo o antirrealismo: no
se persigue, como en la estética realista, la reproducción exacta de la realidad, sino la
expresión de la realidad interior. B) Concepción totalizadora: la novela es un género
multiforme, en el que tienen cabida también la reflexión filosófica, el ensayo, el
lirismo... (Azorín habla de novela permeable).

PRINCIPALES AUTORES DE LA GENERACIÓN DEL 98

A.-UNAMUNO (Bilbao 1864/ Salamanca 1936)


Unamuno tuvo una fuerte y polémica personalidad que manifiesta claramente la
dificultad de conciliación entre la fe y la razón. Su obra gira en torno a los grandes
temas generacionales: el problema de España, el tiempo y la vida. Su interés siempre
estuvo relacionado con el sentido de la vida. Concebía la vida como una lucha, como
una agonía en busca de una paz que nunca se encuentra y lo plasmaba en sus novelas.

Características.

 Sus personajes se denominan agonistas ya que sufren una búsqueda incansable


de Dios que es siempre amenazada por la muerte como fin de todo. Esa lucha
por encontrar lo eterno y la amenaza de que no exista nada después de la muerte,
esa angustia vital es lo que Unamuno denomina <<Sentimiento trágico de la
vida>>.

 En sus obras hay un escaso interés por el marco espacial y temporal, aparecen
muy pocas descripciones, se convierten en obras abstractas.

 Los diálogos son más importantes que la propia narración.

 Unamuno acuñó el término nívolas, que significa novela en esqueleto, sin


ropajes. Unamuno se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad
agónica, para la reflexión sobre sus ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la
muerte y la propia conciencia. Para ello interviene en el relato, dialoga con sus
personajes, los convierte en símbolos, interpela al lector...
NOVELAS MÁS IMPORTANTES: En 1914 publica Unamuno la que, sin duda, es su
mejor novela: Niebla. Lo que más sorprende al lector de esta obra es la utilización del
conocido juego vida-literatura: Augusto Pérez, el protagonista de la novela, se enfrenta
con su creador en un ambiente de confusión entre lo que es verdad y lo que es ficción.
Augusto es abandonado en el altar y decide suicidarse no sin antes pedir opinión al
propio autor de la novela.

Unamuno también se sintió atraído por el tema de la lucha entre hermanos, por la
historia bíblica de Caín y Abel. Este motivo fratricida sirve de base a su novela Abel
Sánchez (1917).

Tras La tía Tula (1921), Unamuno publica San Manuel Bueno, mártir (1930). En esta
obra aparecen todos los motivos que, recurrente e insistentemente, habían ido
apareciendo en sus novelas anteriores: la lucha agónica del individuo en este mundo, el
creer y el aparentar creer, la soledad, los problemas de la fe, la vida como sueño...
Cuenta la historia de un cura de pueblo que ha perdido la fe, pero que aparenta tenerla
para que sus feligreses mantengan intactas sus creencias religiosas y, por tanto, la
esperanza en una vida mejor.

En cuanto a los ensayos, en ellos muestra su preocupación por España y lo que él llama
intrahistoria, que es la vida cotidiana de personajes que nunca aparecerán en los libros
de historia: medita sobre el tiempo pasado y el incierto futuro debido a la crisis
existencial del momento. Entre sus reflexiones aparece constantemente la idea de Dios y
de la muerte.
Escribe ensayos como En torno al casticismo, Por tierras de España y Portugal o Vida
de Don Quijote y Sancho.
Otros ensayos son Del sentimiento trágico de la vida o La agonía del cristianismo….

B.- VALLE INCLÁN (1866/1936)


Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Fue bohemio, excéntrico y asiduo de
tertulias, tras una breve etapa en Méjico, se asentó en Madrid y murió en Santiago de
Compostela.

Los temas de su obra cambian y evolucionan ya que su obra se va adaptando a la nueva


realidad que le ha tocado vivir.

Podemos destacar como temas más importantes: el amor, en sus comienzos, un amor
refinado, afrancesado; la muerte, la religión, la España rural, Galicia, con sus leyendas y
tradiciones que conviven con la brutalidad y el abuso del poder, hechos históricos como
La guerra carlista…

Dos estilos definen la obra de Valle: modernismo y esperpento.


Los años iniciales están marcados por la tendencia modernista y representados por las
cuatro Sonatas, subtituladas <<Memorias del Marqués de Bradomín>>: Sonata de
otoño (1902), Sonata de Estío (1905), Sonata de Primavera (1904) y Sonata de
invierno(1905); supuestas memorias del Marqués de Bradomín, una especie de donjuán,
feo, católico y sentimental. Valle finge no ser el autor de esta tetralogía para crear
distancia con el narrador. Es el personaje principal, el marqués de Bradomín el que
escribe estas memorias en las que narra sus aventuras amorosas.
De esta primera época también es la trilogía de La guerra carlista (1908/1909), que
narran episodios de la última guerra carlista de España (pertenece a la etapa entre el
modernismo y el esperpento. Aquí llena su obra de ambientes rurales y de personajes
violentos que utilizan un lenguaje duro). En ellas, Valle expone una visión tradicional
de España, representada por los carlistas y enfrentada a la liberal.
 Entre las obras marcadas por el esperpento destaca la que sin duda, es una de
las mejores novelas de la primera mitad del siglo XX, Tirano Banderas (1926).
Con esta novela experimentó en la novela histórica y narra la caída del dictador
Santos Banderas. Por último, las tres novelas del Ruedo ibérico (1927-1932)
reflejan la historia y vida de nuestro país desde el reinado de Isabel II hasta el
desastre del 98.

C.- AZORÍN (1873-1967)

José Martínez Ruiz, nació en Monóvar (Alicante). Durante la Guerra Civil, se trasladó a
París y murió en Madrid. Su obra se caracteriza por el carácter autobiográfico.

Su producción literaria engloba diversos géneros, incluso lo que él llamó novelas tienen
muchas características propias de los ensayos y de los artículos, pero aún así se pueden
extraer una serie de características comunes:

 Trama ligera, sencilla.

 Carácter autobiográfico. De hecho, tomará su seudónimo, Azorín de uno de sus


personajes (Antonio Azorín).

 Pasó de criticar todo la que tenía relación con la iglesia a ser un católico, firme,
limpio y tranquilo en su vejez, según sus propias palabras.

 Obsesión por la muerte como fin ineludible del hombre. Obsesión por el tiempo
y la fugacidad de la vida.

 Los temas más frecuentes de su obra son: el paisaje, especialmente el de Castilla


y la nostalgia que le produce el pasado de España, además de las preocupaciones
sociales y espirituales.

 El lenguaje de Azorín se caracteriza por la claridad y la precisión. Utiliza una


técnica descriptiva basada en el detalle y en la evocación.

En las novelas de Azorín (José Martínez Ruiz) la narración se fragmenta en instantáneas


que congelan el tiempo y captan la impresión del instante. Ejemplos de novelas
impresionistas son La voluntad, Antonio Azorín y Confesiones de un pequeño
filósofo. Más tarde, escribe Don Juan (1922) y Doña Inés (1925), en las que se describe
minuciosamente el ambiente y la sensibilidad de los personajes.
C.- PÍO BAROJA (1872/1956)
Nació en San Sebastián y murió en Madrid. Desde muy pronto, frecuenta ambientes
literarios que lo orientan hacia su verdadera vocación, escribir. Este autor se caracteriza
por su profundo pesimismo.

Sus novelas presentan los siguientes rasgos:


1.- Novelas centradas en un personaje -activo y dominador o pasivo y sin voluntad.
2- Acción y diálogos abundantes.
3- Marcada presencia del narrador a través de comentarios y reflexiones.
4-Descripciones impresionistas a base de pinceladas o unos pocos detalles físicos y
psicológicos
5- Cierto desaliño expresivo (exagerado por los críticos).

Su producción narrativa, se suele organizar en grupos de tres novelas (trilogías) que


siguen un tema común. En estos relatos el autor parte de una observación de la realidad
en muy variadas manifestaciones:

Primera etapa (1900-1912) Trilogías:1.- La lucha por la vida (La busca. Mala Hierba.
Aurora roja); 2.- La tierra vasca (- La casa de Aizgorri. - El mayorazgo de Labraz. -
Zalacaín el aventurero). 3.- La raza: (- La dama errante. - La ciudad de la niebla. - El
árbol de la ciencia); 4.- El mar: (Las inquietudes de Shanti Andía-El laberinto de las
sirenas- Los pilotos de altura).

Segunda etapa (1913-1936): (Memorias de un hombre de acción) serie de novelas sobre


un personaje llamado Avinareta.

-Tercera etapa (1939-1956): Desde la última vuelta del camino (memorias).

2.- NOVELA NOVECENTISTA (GENERACIÓN DEL 14)


Los escritores de esta generación comparten una serie de rasgos comunes.

 Apoyan las reformas sociales y políticas con amplitud de miras y apertura a las
influencias externas.

 Sentimiento de España como parte de Europa.

 Se alejan del sentimentalismo propio de los noventayochistas y buscan una


mayor objetividad.

 Lenguaje pulcro y lleno de recursos expresivos.

NOVELISTAS NOVECENTISTAS

Destacaremos a los escritores que introducen novedades importantes en el tratamiento


de las novelas. Y entre ellos los principales serán Ramón Pérez de Ayala y Gabriel
Miró. Gran influencia tendrá la figura de Ramón Gómez de la Serna, pero más en el
terreno de la poesía. Todos estos autores suponen una superación de los patrones o
esquemas narrativos anteriores.
 GABRIEL MIRÓ. Escritor alicantino, nacido en 1879. Se formó en los jesuitas,
hecho que marcó parte de su producción literaria. Estuvo alejado de la política y de
los círculos literarios.
Sus novelas se caracterizan por:
- El predominio de las sensaciones frente al argumento o acciones de los personajes que
pierden importancia.
- Gran cuidado en el lenguaje.
- Descripción exhaustiva de los personajes.
Destacan sus obras Nuestro Padre San Daniel (1921), y El obispo leproso (1926).
Transcurren en Oleza (representación fiel de Orihuela), representación de un mundo
nebuloso, casi desaparecido, que el autor pretende rescatar. Las cerezas del cementerio
(1910) y El abuelo del rey (1915) son otras obras importantes.

 RAMÓN PÉREZ DE AYALA (1888-1962), Ayala nació en Oviedo. Sus primeras


cuatro novelas, Tinieblas en las cumbres (1907), A.M.D.G (1910), La pata de la
raposa (1912) y Troteras y danzaderas (1913) tienen un marcado carácter
autobiográfico. Relatan la crisis de conciencia individual, próxima a los tipos
pasivos y existencialmente desorientados de las novelas de principios de siglo.
En los años veinte escribe novelas intelectuales como Belarmino y Apolonio
(1921), Tigre Juan y El curandero de su honra (1926). Lo importante de estas dos
novelas no es la trama sino las reflexiones diversas (filosóficas, literarias,
estéticas...) que las acercan al ensayo. Predomina el tono reflexivo, la ironía y en
cuanto a la técnica, el perspectivismo (historia interpretada desde varios puntos de
vista).
 RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA. La base de su producción literaria es la
greguería, frase o apunte breve que encierra una pirueta verbal o una metáfora
insólita. Diríamos que la greguería es, humorismo + metáfora.
Como novelista, Ramón rompe los moldes del género. En sus obras cabe de todo. La
más famosa es El torero Caracho (1927). No podemos olvidar El Novelista (1924),
historia de un autor en busca de motivos para sus novelas. El doctor inverosímil
(1921) narra la historia de un médico que cura por medio de extraños métodos.

C.- LA NOVELA HACIA 1927


En los mismos años en los que llega a su auge la generación poética del 27 con Jorge
Guillén, Lorca... están escribiendo en líneas distintas al menos otros dos grupos de
autores:
- El primero está formado por novelistas republicanos que padecieron el exilio:
Benjamín Jarnés, Juan Chabás, Rosa Chacel, Juan José Domenchina, Max Aub o
Francisco Ayala con Muertes de perro; estos autores, en sus primeras obras,
practican una novela en línea con el arte deshumanizado que planteaba Ortega y
Gasset.
- El segundo grupo (llamado nuevo romanticismo) plantea una novela social
muy comprometida con la ideología revolucionaria con autores como: José Díaz
Fernández, Ramón J. Sender con Crónica del alba y César Mª Arconada.

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