Los cristianos deben ser mayordomos responsables del tiempo que Dios les ha dado. Esto implica (1) distribuir bien el tiempo entre actividades como servir a Dios, el trabajo y la familia, (2) usar el tiempo de manera provechosa en lugar de malgastarlo, y (3) rescatar el tiempo cuando se usa mal y aprovechar toda oportunidad para glorificar a Dios.
Los cristianos deben ser mayordomos responsables del tiempo que Dios les ha dado. Esto implica (1) distribuir bien el tiempo entre actividades como servir a Dios, el trabajo y la familia, (2) usar el tiempo de manera provechosa en lugar de malgastarlo, y (3) rescatar el tiempo cuando se usa mal y aprovechar toda oportunidad para glorificar a Dios.
Los cristianos deben ser mayordomos responsables del tiempo que Dios les ha dado. Esto implica (1) distribuir bien el tiempo entre actividades como servir a Dios, el trabajo y la familia, (2) usar el tiempo de manera provechosa en lugar de malgastarlo, y (3) rescatar el tiempo cuando se usa mal y aprovechar toda oportunidad para glorificar a Dios.
Los cristianos deben ser mayordomos responsables del tiempo que Dios les ha dado. Esto implica (1) distribuir bien el tiempo entre actividades como servir a Dios, el trabajo y la familia, (2) usar el tiempo de manera provechosa en lugar de malgastarlo, y (3) rescatar el tiempo cuando se usa mal y aprovechar toda oportunidad para glorificar a Dios.
Introducción: Cuántos hemos dicho muchas veces “no tengo tiempo”, “me falta el tiempo”, o “no me alcanza el tiempo”. Es muy importante tener en cuenta que nuestra mayordomía cristiana nos hace responsables delante de Dios por la forma cómo y en qué usamos el tiempo que él nos da. La mayordomía de nuestro tiempo significa que no debemos usarlo en actividades que destruyen lo mejor de nosotros, o que perjudiquen a otros, o que den un mal testimonio sobre la causa de Cristo. La mayordomía del tiempo implica, entre otras cosas, usar nuestro tiempo en actividades sanas y edificantes. Los cristianos no debemos cometer el error de perder o mal gastar nuestro tiempo en cosas triviales. A veces, la gente dice que: “el tiempo es oro”, pero en la práctica, no lo cuidan ni lo valoran como sí se valora el oro. En realidad, el tiempo es la vida misma que se mide en términos de tiempo; por tanto, cuidar el tiempo es cuidar la vida. En este estudio vamos a ver tres deberes que tenemos los cristianos como mayordomos del tiempo. 1. DEBEMOS DISTRIBUIR BIEN EL TIEMPO. Los cristianos tenemos que aprender a ser disciplinados y muy sabios en la manera cómo distribuimos el tiempo que tenemos. Las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 12 meses del año, deben ser bien distribuidos, con el fin de obtener el mejor provecho del uso que le damos. La correcta distribución del tiempo evitará que el cristiano se esté quejando que “no tiene tiempo” o que “el tiempo no le alcanza”. La Biblia nos enseña que: “todo tiene su tiempo” (Eclesiastés 3:1). Esto significa que no debemos dejar que el tiempo nos controle, sino que nosotros debemos controlar el tiempo, y esto se puede lograr por medio de la planificación y distribución del tiempo. Debemos pedir sabiduría a Dios para hacer una buena distribución del tiempo. Si somos disciplinados y ordenados con nuestro tiempo, podremos cumplir nuestros deberes con mayor responsabilidad y eficacia. Una recomendación para logar esto, es desarrollar el hábito de usar una agenda personal, en la que se puede anotar las diferentes actividades que se llevarán a cabo diaria, semanal y anualmente. 2. DEBEMOS USAR BIEN EL TIEMPO El cristiano tiene que aprender a usar bien el tiempo; si el cristiano logra esto, entonces, su vida será fructífera y agradable. Más importante que la cantidad de tiempo que hemos asignado para alguna actividad o para pasar con alguna persona, es la calidad de tiempo que pasamos llevando a cabo dicha actividad o que pasamos con la persona. Puede ser poco tiempo, pero debe ser aprovechado de la mejor manera posible. Dios no quiere que sus hijos malgastemos el tiempo en actividades sin valor ni importancia. Cada uno de nosotros sabemos cómo y en qué estamos utilizando nuestro tiempo. Los cristianos debemos separar y usar nuestro tiempo para estar con Dios, para dedicarnos a su obra, para el trabajo, los estudios, la familia, el descanso, la recreación, hacer ejercicios físicos, etc. Debemos usar bien el tiempo, y esforzarnos por no usar mal y perder el tiempo en cosas sin valor. 3. DEBEMOS REDIMIR EL TIEMPO Pablo hace referencia esta responsabilidad del cristiano en dos pasajes bíblicos: Efesios 5:16 y Colosenses 4:5. En ambos pasajes bíblicos, Pablo usa el verbo griego “exagoradso”, que se traduce “compro”, “redimo”, “rescato”, “aprovecho”. Por un lado, Pablo nos enseña que los cristianos tenemos la responsabilidad de rescatar o redimir el tiempo del mal uso que normalmente estamos acostumbrados a darle. Cuando uno está usando mal el tiempo, entonces, hay que rescatarlo de ese mal uso. Por otro lado, Pablo nos enseña, con este verbo, que los cristianos debemos aprovechar bien toda oportunidad que tengamos para glorificar a Dios, servir a los demás, hacer buenas obras, evangelizar a los inconversos, etc.
Para memorizar: Colosenses 4:5
Preguntas para reflexionar y responder: 1. ¿Cuáles son nuestros deberes que tenemos los cristianos como mayordomos del tiempo? 2. ¿Qué evitará la correcta distribución del tiempo en la vida cristiano? 3. La Biblia nos enseña que “todo tiene su tiempo” (Eclesiastés 3:1). ¿Qué significa esto para ti? 4. ¿El cristiano que aprende usar bien su tiempo, qué logrará con respecto a su vida? 5. ¿Qué es más importante la cantidad o calidad de tiempo? 6. ¿En qué no quiere Dios que no malgastemos nuestro tiempo? 7. Complete la frase: Los cristianos debemos separar y usar nuestro tiempo para …………………. 8. Según Pablo en Colosenses 4:5 ¿Cuándo un cristiano está usando mal el tiempo que debe hacer? 9. Completa la frase, según Pablo los cristianos tenemos que aprovechar toda oportunidad que tengamos para ………………………………………………………………………………………
Textos Bíblicos referente a las riquezas:
Eclesiastés 3:1-8 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. Efesios 5:15-17 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Colosenses 4:5 Andad sabiamente para con de afuera, redimiendo el tiempo.