4) Fayol Henri (1982)
4) Fayol Henri (1982)
4) Fayol Henri (1982)
El n ú m e r o , la variedad y la importancia de las operaciones Nada se realiza sin su intervención. Se necesitan capitales
técnicas, el hecho de que los productos de toda naturaleza para el personal, para los inmuebles, para las herramien-
(materiales, intelectuales y morales) salen generalmente de tas, para las materias primas, para el dividendo, para las me-
manos de técnicos; la enseñanza casi exclusivamente técnica joras, para las reservas, etc. Se necesita una hábil gestión
de nuestras escuelas profesionales; las colocaciones que se ofre- financiera para procurarse capitales, para sacar el mejor par-
cen a los técnicos. . . ; todo concurre a dar a la función técnica, tido posible de las disponibilidades y para evitar los compro-
y, por consiguiente, a la capacidad técnica, un relieve que deja misos temerarios.
en la sombra otras capacidades igualmente necesarias y a Muchas empresas que hubieran podido ser p r ó s p e r a s , mue-
veces m á s útiles a la marcha y a la prosperidad de las ren de la enfermedad de la falta de dinero.
empresas. Ninguna reforma, ninguna mejora es posible sin disponi-
Sin embargo, la función técnica no es siempre la m á s i m - bilidades o sin créditos.
portante de todas. Incluso en las empresas industriales, hay Una condición esencial del éxito es tener constantemente
circunstancias en que una cualquiera de las otras funciones ante la vista la situación financiera de la empresa.
puede ejercer en la marcha de la empresa una influencia mu-
cho mayor que la función técnica.
4^ Función de seguridad
No hay que perder de vista que las seis funciones esencia-
les se encuentran en una estrecha dependencia unas de otras. Su misión es proteger los bienes y las personas contra el
La función técnica, no puede subsistir sin materias primas y robo, el incendio y la inundación; evitar las huelgas, los aten-
sin mercados para sus productos, sin capitales, sin seguridad tados, y, en general, todos los obstáculos de orden social que
y sin previsión. pueden comprometer la marcha y hasta la vida de la empresa.
Es el ojo del amo, es el perro guardián de la empresa rudi-
Función comercial mentaria, es la policía, es el ejército en el Estado. Es, de una
manera general, toda medida que da a la empresa, la seguri-
La prosperidad de una empresa industrial depende con dad; al personal, la tranquilidad de á n i m o que necesita.
frecuencia tanto de la función comercial como de la función I
des escuelas industriales, prueba que no se tiene una idea de Prever, es decir escrutar el futuro y articular el programa
los servicios que presta. de acción;
Organizar, es decir constituir el doble organismo, material
6' Función administrativa y social, de la empresa;
Dirigir, es decir hacer funcionar el personal;
Ninguna de las cinco funciones precedentes está encargada
de articular el programa general de acción de la empresa, de Coordinar, es decir relacionar, unir, armonizar todos los
constituir el cuerpo social, de coordinar los esfuerzos, de armo- actos y todos los esfuerzos;
nizar los actos. Estas operaciones no forman parte de las atri- Controlar, es decir procurar que todo se desarrolle de
buciones de la función técnica, como tampoco de las que con- acuerdo con las reglas establecidas y las órdenes dadas.
ciernen a las funciones comercial, financiera, de seguridad
o de contabilidad. Constituyen otra función distinta que se de- Comprendida así la administración no es n i un privilegio
signa habitualmente con el nombre de administración y cuyas exclusivo, n i una misión personal del jefe o de los directivos
atribuciones y límites están bastante mal definidos. de la empresa; es una funcfón que se reparte, como las demás
La previsión, la organización, la coordinación y el control funciones esenciales, entre la cabeza y los miembros del cuer-
forman indiscutiblemente parte de la administración como se po social.
entiende corrientemente. La función administrativa se distingue claramente de las
¿Habrá que hacer entrar también en ella la dirección? No otras cinco funciones esenciales.
es obligatorio; se p o d r í a estudiar la dirección aparte. Sin Importa no confundirla con la gerencia.
embargo me he decidido a incorporarla a la administración
por las razones siguientes: Ejercer la gerencia es conducir la empresa hacia su objeto,
tratando de sacar el mejor partido de todos los recursos de
la. E l reclutamiento, la formación del personal y la cons- que dispone; es asegurar la marcha de las seis funciones
titución del cuerpo social, que incumben a la administración
esenciales.
interesan en el m á s alto grado a la dirección;
La administración no es m á s que una de las seis funciones
2a. La mayoría de los principios de dirección son principios cuya marcha debe asegurar la gerencia. Pero ocupa en el pa-
de administración. Administración y dirección se encuentran pel de los grandes jefes-un lugar tan grande que a veces puede
relacionados muy estrechamente. Desde el solo punto de vista parecer que ese papel es exclusivamente administrativo.
de la facilidad del estudio, había interés en agrupar estas dos
especies de actuaciones;
. 3a. Este agrupamiento tiene, además, la ventaja de consti-
tuir una función muy importante, digna de atraer y retener
la atención del público, al menos en igual medida que la fun-
ción técnica.
Por todo lo cual, he adoptado la definición siguiente:
ADMINISTRAR, es prever, organizar, dirigir, coordinar y
controlar;
ADMINISTRACIÓN INWRRIAL Y GENERAL 141
Este pf;rsonal constituye la serie jerárquica siguiente: ohfv- 2a. A medida que se asciende en la jerarquía, la importan-
ros, contramaestre, jefes de taller, jefes de división, jefes de cia relativa de la capacidad administrativa aumenta, en tanto
servicio, director. que la de la capacidad técnica disminuye, ha equivalencia
Si la empresa comprende varios grandes estatlecnnientos' entre estas dos capacidades se establece hacia el 3o. o el 4o.
distintos, la serie j e r á r q u i c a se continúa por un director ge- grados.
neral. 3a. La capacidad principal del director es la capacidad ad-
Y si la empresa es una industria del Estado, la j e r a r q u í a ministrativa. Cuanto m á s elevado es el nivel jerárquico, m á s
técnica sigue a ú n hasta el jefe del Estado, pasando por un domina esta capacidad.
ministro.
El cuadro N» 1 indica la parte relativa de cada una de las 4a. Las capacidades comercial, financiera, de seguridad y
capacidades esenciales en el valor total de un agente cual- de contabilidad alcanzan su máximo de importancia relativa
quiera. en los agentes del 5o. o 6o. grados jerárquicos.
Este valor total está, en todos los casos, representado por A medida que se asciende, la importancia relativa de esas
el número 100, para un agente perfecto, ya se trate de un capacidades, en el valor de cada categoría de agentes, dismi-
obrero, de un jefe de servicio o de un jefe de Estado. nuye y tiende a nivelarse.
Conviene notar que no se trata aquí de comparar el valor 5a. A partir del 4o. o 5o. grados jerárquicos el coeficiente
de un obrero con el de un contramaestre, o con el de un direc- administrativo aumenta sólo a expensas de los demás, que
tor o un jefe del Estado. No hay medida común entre estos disminuyen aproximándose al décimo del valor total.
diversos valores. Las unidades a, h, c, d..., m, n, o, p.... no Las conclusiones que preceden se han obtenido únicamente
son n i de la misma naturaleza, n i de la misma importancia; del examen de capacidades del personal de la función técnica,
los elementos de que se componen se transforman al pasar de
personal que va del obrero al jefe de la empresa.
un nivel jerárquico a otro, de tal suerte que acaba por no ha-
Ninguno de los miembros de ese personal está consagrado
ber ya nada de común entre la capacidad (técnica, adminis-
exclusivamente a la función técnica; todos prestan un con-
trativa o cualquiera otra) de un agente inferior y la capacidad
curso m á s o menos amplio a las otras funciones, y acabamos
del mismo nombre de un alto jefe.
de ver que los altos jefes son m á s administradores que téc-
No he tratado de expresar en los cuadros No. 1 a No. 5, m á s nicos.
que la importancia relativa de las diversas capacidades que E l examen de las capacidades . ^ J Í oersonal de las otras
constituyen el valor total de un agente.
funciones de una gran empresa industrml —comercial, finan-
Los coeficientes atribuidos a las diversas capacidades que ciera, de seguridad o de contabilidad—- da lugar a observa-
constituyen el valor total de un agente, cualquiera que sea la ciones semejantes y a conclusiones idénticas, bastando sim-
categoría a que pertenece, expresan m i opinión personal; son, plemente reemplazar las palabras de capacidad técnica por las
por lo tanto, discutibles y estoy bien seguro de que serán discu- de capacidad característica de la función.
tidos. Creo, no obstante, que, cualesquiera que sean las diver- Cualquiera que sea la función de que se trate, la capacidad
gencias de apreciación que puedan producirse, las conclusiones
principal de los agentes inferiores es la capacidad caracterís-
que he deducido del cuadro N ' 1 subsistirán enteras.
tica de la función (técnica en la función industrial, comercial
144 UENRI FAYOL 145
ADMINISTRACld^NDUSTRIAL Y GENERAL
CUADRO N» 1
CUADRO N ' 2
Importancia relativa de las diversas capacidades necesarias Importancia relativa de las diversas capacidades necesarias
al personal de las empresas industriales al personal de las empresas industriales
G R A N E M P R E S A
EMPRESAS INDUSTRIALES D E CUALQUIER M A G N I T U D
PERSONAL D E L A F U N C I O N TECNICA
JEFES D E EMPRESAS
CAPACIDADES:
! CAPACI 3AÜES:
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GRAN E S T A B L E C I M I E N T O
Ministro 50 10 10 10 10 10 100 ( A )
Empresas diversas
A D M I N I S T R l l l ^ l i INDUSTRIAL Y GENERAL
interés general, de unidad de dirección, de coordinación de los La enseñanza de la administración debe, por lo tanto, ser
esfuerzos, de previsión, etc.? general: rudimentaria en las escuelas primarias, u n poco m á s
Hay que creer que la proclamación no basta. Y es que la amplia en las escuelas secundarias, y muy extensa en las es-
luz de los principios, como la de los faros, no guía m á s que cuelas superiores.
a aquellos que conocen el camino del puerto. Un principio, Esta enseñanza no h a r á de todos sus discípulos buenos
sin el medio de realizarlo, no tiene eficacia. administradores, del mismo modo que la enseñanza técnica no
Tampoco faltan estos medios; son innumerables. Pero bue- hace de todos los suyos técnicos excelentes. No se le pedirían
nos y malos se muestran alternativa y simultáneamente en la m á s que servicios análogos a los que presta la enseñanza téc-
familia, en el taller y en el Estado, con una persistencia que nica. ¿Y por q u é no los prestaría? Se trata sobre todo de ponqr
no se explica m á s que por la ausencia de doctrina. E l pú- a la juventud" en situación de comprender y de utilizar las lec-
blico no está capacitado para juzgar los actos administrativos. ciones de la experiencia. Actualmente el principiante no tiene
Importa, pues, establecer lo m á s pronto posible una doc- n i doctrina administrativa n i método, y muchos siguen sienajj}
trina administrativa. a este respecto principiantes toda su vida.
Esto no sería n i muy largo n i muy difícil si algunos altos Es preciso, pues, esforzarse en difundir las nociones admif
jefes se decidieran a exponer sus ideas personales sobre los nistrativas en todas las capas de la población. La escuela
principios que consideran como los m á s idóneos para facilitar tiene evidentemente un papel considerable que desempeñar éú'
la marcha de los negocios y sobre los medios m á s favorables esta enseñanza.
a la realización de los principios. Pronto saldría la luz de la En las escuelas superiores, los profesores s a b r á n organl-i
comparación y de la discusión. Pero la mayoría de los altos zar bien sus programas el día en que la administración foiTOC
jefes no tienen n i tiempo n i ganas de escribir, y desaparecen parte de su enseñanza.
con la mayor frecuencia sin dejar n i doctrina n i discípulos. No Es m á s difícil imaginar lo que debe ser la enseñanza pri-
hay, pues, que contar demasiado con este recurso. maria de la administración. He hecho con este objeto u n en-
Afortunadamente, no es necesario manejar una gran em- sayo que expondré sin presunción, convencido de que un buen
presa n i presentar un estudio magistral para aportar un con- maestro sabrá mejor que yo extraer de la doctrina y poner ai
curso útil a la constitución de una doctrina. ulcance de sus discípulos lo que conviene enseñarles.
La menor observación bien hecha tiene su valor; y, como el
n ú m e r o de los observadores posibles es ilimitado, puede espe-
rarse que, una vez establecida la corriente, ya no se detendrá;
se trata de determinar esa corriente, de abrir la discusión
pública; tal es lo que trato de hacer al publicar estos estudios.
Tengo la esperanza de que de ellos salga una doctrina.
Hecho esto, h a b r á que resolver el problema de la ense-
ñanza.
Todo el mundo tiene una necesidad mayor o menor de
nociones administrativas.
En la familia, en los negocios del Estado, la necesidad de
capacidad administrativa está en relación con la importancia
de la empresa, y, para los individuos, esa necesidad es tanto
mayor cuanto m á s elevada es la posición que ocupan.