El Pecado y La Conversión
El Pecado y La Conversión
El Pecado y La Conversión
Significado y Sentido:
El pecado es una ofensa a Dios, una desviación del bien y una ruptura de la
comunión. El pecado tiene un origen personal y social, y se ve influido por los
enemigos del hombre: el demonio, el mundo y la concupiscencia. El pecado se
manifiesta en diversas formas: pecado original, pecado actual, pecado mortal,
pecado venial, pecado de omisión, pecado de comisión, etc. El pecado tiene
consecuencias negativas para el hombre y para su entorno: alejamiento de Dios,
pérdida de la gracia, daño al prójimo, deterioro de la naturaleza, etc.
Las condiciones para el perdón de Dios son: la contrición o dolor de los pecados
cometidos, la confesión o acusación de los pecados ante un sacerdote, la absolución
o perdón sacramental otorgado por el sacerdote en nombre de Cristo y de la Iglesia,
y la satisfacción o cumplimiento de la penitencia impuesta por el sacerdote. Estas
condiciones constituyen el sacramento de la penitencia o reconciliación, que es el
medio ordinario para obtener el perdón de los pecados mortales cometidos después
del bautismo .
La ley moral natural es una ley racional, universal, inmutable y obligatoria, que
se funda en la naturaleza humana y en su fin último, que es Dios. La ley moral
natural se manifiesta en los primeros principios morales, como el de hacer el
bien y evitar el mal, y en los preceptos derivados de ellos, que se refieren a los
diversos aspectos de la vida humana.
La ley moral natural es una ley divina, porque procede de Dios como causa
primera y fin último de todo lo creado. Dios es el legislador supremo, que ha
inscrito su ley en el corazón de cada hombre, para que pueda conocerla y
seguirla con la ayuda de la gracia. La ley moral natural es también una expresión
de la sabiduría y la bondad de Dios, que quiere lo mejor para sus criaturas.
La ley moral natural es una ley natural, porque se basa en la naturaleza humana,
que es obra de Dios y participa de su orden. La naturaleza humana no es algo
estático o arbitrario, sino dinámico y orientado a su perfección. La ley moral
natural respeta y promueve la dignidad, la libertad y la responsabilidad del
hombre, así como su vocación al amor y a la comunión con Dios y con los
demás.
La ley moral natural es una ley positiva, porque no se reduce a un conjunto de
prohibiciones o limitaciones, sino que indica el camino para realizar el bien y
alcanzar la felicidad. La ley moral natural es también una fuente de derechos y
deberes para el hombre, que debe respetarla y cumplirla en conciencia. La ley
moral natural es también una norma de juicio para evaluar la bondad o malicia
de las acciones humanas.
La ley moral natural es una ley conocida por todos los hombres, porque está
escrita en su razón y en su conciencia. Sin embargo, el conocimiento de la ley
moral natural puede ser oscurecido o deformado por el pecado, la ignorancia, el
error, las pasiones o las ideologías. Por eso, el hombre necesita la luz de la
revelación divina y del magisterio de la Iglesia, que confirman, precisan y
desarrollan la ley moral natural.