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13 pag.
CAPÍTULO 135
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL ESÓFAGO
Ortiz Gil EM*, Granado Corzo SC*, Mesa Marrero M.
El esófago es un órgano tubular, de dirección longitudinal, que se extiende desde la faringe hasta el
estómago, por lo que es el único órgano digestivo situado en la cavidad torácica. Comienza y
termina en dos estructuras esfinterianas, el esfínter esofágico superior y el esfínter esofágico
inferior, que lo independizan de la faringe y del estómago1.
Desde el punto de vista topográfico pueden distinguirse en él cuatro porciones (figura 1):
1. una porción superior o cervical, que se extiende desde el cartílago cricoides hasta un
plano horizontal formado por la horquilla esternal,
2. una porción media o torácica, que desde este mismo plano se prolonga hasta el
diafragma,
3. una porción diafragmática, que corresponde al anillo esofágico del diafragma,
4. una porción inferior o abdominal, comprendida entre el diafragma y el estómago.
La longitud media en el adulto es de unos 22-25cm: 5-6 cm para el esófago cervical, 16-18 cm
para la porción torácica y 3 cm para el segmento abdominal.
o La túnica muscular tiene la peculiaridad de estar constituida por 2 capas, una circular interna
y una longitudinal externa y por musculatura tanto estriada como lisa. Entre ambas capas,
interna y externa, se sitúa el plexo mientérico de Auerbach. En general, los 2-6 cm primeros del
esófago son exclusivamente de musculatura estriada. A medida que se avanza en sentido
caudal hay una transición gradual a musculatura lisa. En los 2/3 distales del esófago la túnica
muscular está constituida exclusivamente por músculo liso.
Vascularización
El drenaje venoso se realiza en dos redes venosas, una red intramucosa y otra submucosa que
tienen amplias interconexiones entre sí. Ramas perforantes atraviesan la túnica muscular y
desembocan en una amplia red periesofágica en tres porciones:
El drenaje linfático del esófago está muy interrelacionado entre sí, formando una amplia red
periesofágica. Tenemos dos redes linfáticas de gran riqueza, una mucosa y otra muscular. Los
vasos linfáticos que crecen de ambas zonas van a la superficie libre del esófago y de ahí siguen
caminos distintos según la zona esofágica:
a. El tercio superior del esófago drena en los ganglios cervicales, tanto a las cadenas
recurrentes como a las que se encuentran subesternocleidomastoideo.
b. La porción intratorácica en los ganglios periesofágicos que forman parte de los ganglios
mediastínicos posteriores y se encuentran es su mayoría colocados en la parte anterior del
esófago y sólo algunos son posteriores o laterales. Esta rica red periesofágica explica por
qué los tumores esofágicos en el momento del diagnóstico se encuentran normalmente
diseminados.
c. La porción intraabdominal desemboca en los ganglios gástricos posteriores, próximos al
cardias.
Inervación
El esófago es un órgano con una compleja y rica inervación. Actualmente se acepta la presencia de
mecanorreceptores, osmorreceptores y terminaciones nerviosas libres a nivel de EES, cuerpo
esofágico y EEI. Los mecanorreceptores vagales se encuentran probablemente en la mucosa y
responden a volúmenes de distensión fisiológicos. Los mecanorreceptores espinales se localizan
probablemente en la capa muscular y transmiten la mayor parte de la información nociceptiva.
También existen quimiorreceptores mucosos sensibles al ácido y responsables junto a los
mecanorreceptores mucosos del reflejo esófago-salivar: la estimulación ácida del esófago,
potenciada por la distensión con el aumento de volumen en la luz que estimula mecanorreceptores,
produce un aumento reflejo de saliva, de su viscosidad y de su pH.
La aferencias esofágicas llegan al sistema nervioso central vehiculadas por el sistema nervioso
autónomo, tanto por el simpático (cadena ganglionar torácica) como por el parasimpático (nervio
vago), siendo este último cuantitativamente más importante. Las aferencias simpáticas, van a la
cadena ganglionar torácica y desde aquí alcanzan la médula. Las vagales, tienen el núcleo neuronal
en el ganglio vagal inferior (ganglio nodoso) y de ahí parten al núcleo del tracto solitario. El
sistema nervioso autónomo a nivel esofágico tiene amplias interconexiones a distintos niveles,
desde el esófago cervical al intraabdominal permitiendo la integración de la deglución.
Las eferencias motoras esofágicas son conducidas por el nervio vago. Tanto las destinadas a la
musculatura lisa como a la estriada son terminaciones nerviosas colinérgicas.
La inervación intrínseca del esófago está constituida por dos plexos nerviosos: plexo de Auerbach
y plexo de Meissner. Estos plexos están constituidos por dos redes neuronales una excitatoria de
tipo colinérgico, responsable de la contracción del músculo; y otra inhibitoria, de tipo nitrinérgico,
mediada por óxido nítrico, responsable de la relajación del músculo.
Motilidad esofágica
El esófago es la parte inicial del tubo digestivo y su función es el transporte del bolo alimenticio de
la faringe al estómago, a través del tórax y evitar el reflujo del mismo. La deglución es un acto
complejo, en el cual podemos distinguir tres fases:
Las tres actúan coordinadamente en el transporte del bolo alimenticio. En esta parte del capítulo
nos centraremos en lo que respeta a la tercera fase o fase esofágica de la deglución y a la
contribución de la motilidad del esófago en la misma. Existen dos compuertas importantes en esta
fase y un paso obligado intermedio:
Se encuentra inmediatamente después de los senos piriformes, es una zona de alta presión entre la
faringe y el esófago que impide el paso del aire hacia el tubo digestivo durante la inspiración y el
reflujo del material gástrico a la faringe. Se caracteriza por tener una longitud de unos 2 a 4 cm.
Está constituido por músculo estriado, formado por el constrictor inferior de la faringe, a través de
su fascículo tirofaríngeo, y muy especialmente por su fascículo más inferior llamado cricofaríngeo
(figura 3 y 4).
El estudio del EES se basa en métodos electromiográficos, que permiten estudiar los fenómenos
rápidos de contracción, la coordinación faringoesofágica y cuantificar la contracción.
La manometría faringoesofágica puede estudiar sus variaciones de presión.
El estudio de la deglución mediante videofluoroscopia no permite el estudio de las presiones pero
sí los asincronismos faringoesofágicos.
El esfínter esofágico superior puede presentar alteraciones, tanto por falta de relajación cuando se
produce la deglución como por falta de contracción en la fase de reposo. Entre la patología más
común de esta zona están los espasmos del músculo cricofaríngeo que pueden desencadenar la
formación del divertículo hipofaringoesofágico o divertículo de Zenker. Se trata de un divertículo
por pulsión o pseusodivertículo, que suele producirse en el área de Killian, zona débil que queda
entre el músculo constrictor inferior faríngeo y el cricofaríngeo (Figura 5). El incremento de esta
presión en la zona, desencadenada por los espasmos del cricofaríngeo se ha relacionado con el
reflujo gastroesofágico. La clínica del divertículo de Zenker es, en primer lugar una sensación de
gorgoteo cuando el paciente bebe agua. En fases más avanzadas aparece disfagia por la obstrucción
parcial del esófago cervical y regurgitación de la comida deglutida.
Un divertículo pequeño puede ser manejado con observación. La cirugía se realiza en divertículos
grandes o sintomáticos 6. Existen diferentes posibilidades quirúrgicas, 1960 Dohlman y Mattson 7
establecieron el papel central del músculo cricofaríngeo en su patogenia y propuesieron la
cricofaringomiotomía mediante cirugía abierta en su tratamiento, varios años después cuando se
asoció a la diverticulectomía 8 y a la diverticulopexia 9 . Años después se comenzó a realizar la
cricofaringotomía mediante cirugía endoscópica, dejando el divertículo in situ con resultados
funcionales superponibles a los de la cirugía abierta y con menor morbimortalidad 10 En los
últimos años se ha extendido el uso de la cricofaringomiotomía por medio de endoscopios
flexibles, bajo sedación del paciente y se han obtenido unos resultados funcionales excelentes con
mínima morbilidad y mortalidad 11. En cuanto al divertículo, la diverticulostomía endoscópica con
sutura mecánica ofrece resultados similares a la cirugía convencional abierta en divertículos de
tamaño medio, pero en caso de divertículos menores de 3 o mayores de 6 cm sus resultados son
peores 12. Es posible que exista una neoplasia en el saco diverticular 13, este hecho, debe descartarse
en el estudio endoscópico inicial. El riesgo de que aparezca con posterioridad no debe ser superior
ya se realice una diverticulopexia o una diverticulostomía 12, 13 una vez resuelta la retención
alimentaria en el divertículo mediante la cricofaringomiotomía 14.
El cuerpo esofágico se encuentra a nivel del mediastino posterior. Se caracteriza por tener una
importante capa muscular formada en su parte externa por fibras que se disponen de manera
longitudinal y una capa interna circular. Además se compone de musculatura estriada en el tercio
proximal y lisa en los dos tercios distales. La capa muscular longitudinal responde a los estímulos
deglutorios contrayéndose, lo que conlleva un acortamiento del esófago. Mientras que la capa
circular tiene dos tipos de respuesta; una denominada respuesta en on (que es una estimulación de
baja frecuencia mediada por la acetilcolina) y otra conocida como respuesta en off (más rápida y
mediada por la despolarización muscular) 16, 17.
En reposo el cuerpo del esófago no muestra ningún tipo de actividad y las presiones son
transmitidas pasivamente en relación con los movimientos respiratorios (entre -5 y
-15 mm Hg durante la inspiración, y entre -2 y +5 mm Hg durante la espiración).
PERISTALSIS PRIMARIA: Tras la deglución, la contracción post-relajación del EES
desencadena una onda peristáltica que recorre el esófago en 5-6 segundos. Las fibras musculares
circulares situadas por encima del bolo alimenticio se contraen, mientras que las situadas por
debajo de él se relajan. Simultáneamente la capa muscular longitudinal se contrae, acortando así el
trayecto esofágico. Este proceso es el responsable del transporte del bolo alimenticio. Es
característico de esta fase que la duración, amplitud y velocidad de las ondas sean crecientes
conforme avanza hacia el EEI. Una propiedad de la amplitud es que se modifica según la
consistencia del bolo alimenticio, siendo mayor en alimentos sólidos que en líquidos 18, 19.
PERISTALSIS SECUNDARIA: es desencadenada por la distensión esofágica, se diferencia de la
primaria porque no se producen eventos motores a nivel del EES. Las ondas peristálticas
secundarias son importantes en el transporte del alimento retenido o residual. Por otra parte,
también cumplen un papel importante en la eliminación del material refluido desde el estómago al
esófago20.
ONDAS TERCIARIAS: ondas no peristálticas. La presión se eleva simultáneamente en todos los
transductores del cuerpo esofágico. Son ondas no propulsivas, anómalas, que aumentan en
frecuencia con la edad. A veces causan dolor. No son necesariamente patológicas; una proporción
inferior al 10% respecto al total de ondas peristálticas, no es patológico.
En general, todas las degluciones desencadenan una onda peristáltica, pero si se realizan varias
degluciones seguidas no se genera hasta la última de las mismas, ya que cada una inhibe la
actividad de la anterior. Este fenómeno es conocido como INHIBICIÓN DEGLUTORIA.
La manometría es el examen de elección para estudiar la función motriz del cuerpo del esófago.
Zona de alta presión que se comporta funcionalmente como un esfínter. Tiene dos funciones:
relajarse durante la deglución e impedir el reflujo del contenido gástrico al esófago en periodo
postdeglutorio.
Debido a que posee una porción inferior intraabdominal y una superior torácica, su
comportamiento con los movimientos respiratorios es dispar, produciéndose incrementos pasivos
de presión con la inspiración en la porción abdominal y disminuyendo la presión en la porción
intratorácica. El punto donde ocurre este cambio de comportamiento es denominado punto de
inversión respiratoria y se puede identificar manométricamente.
Tras la deglución, se produce una relajación del EEI cayendo la presión hasta niveles similares a
los del fundus gástrico lo que permite el paso del bolo alimenticio al estómago. Dicha relajación
dura entre 5 y 10 segundos y se sigue de una fuerte contracción que impide el reflujo del bolo
alimenticio21.
La actividad funcional del EEI se encuentra regulada por diversos factores (cuadro I):
a. Miogénicos (intervienen en el mantenimiento del tono basal del esfínter, son calcio-
dependientes),
b. Neurogénicos
c. Hormonales (son muy variados, unos actúan incrementando el tono, como la gastrina,
mientras que muchos otros lo disminuyen)1.
La manometría esofágica es el mejor examen para estudiar el EEI. El estudio radiológico mediante
tránsito esófago-gástrico-duodenal con bario nos puede servir para valorar posibles
desplazamientos de su posición original del EEI (hernias), así como visualizar la existencia de
reflujo gastroesofágico (RGE).
Las complicaciones en la zona distal del esófago por el mal funcionamiento del EEI, que permiten
el paso de ácido, por encima de los límites fisiológicos al esófago son múltiples. La enfermedad por
o PHmetría esofágica:
Por otra parte, la monitorización del pH durante 24 h con doble sensor, proximal y distal,
nos permite así mismo el diagnóstico de la enfermedad por reflujo laringofaríngeo (ERFL).
Se ha considerado también como prueba "gold standard" para el diagnóstico de ERFL. Sin
embargo, el RFL es intermitente, y la sensibilidad de esta prueba se estima en un 80%. A
demás, tiene la limitación de que el reflujo en hipofaringe ocurre también de manera
fisiológica, por lo que la agudeza diagnóstica de las determinaciones es controvertido y está
aún por determinar su verdadero valor. Además, sólo el 50% de pacientes con hallazgos
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