El Príncipe Maquiavelo Oral

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El Príncipe Maquiavelo

INTRDUCCCIÓN

Nicolás Maquiavelo nació en Florencia el 3 de mayo de 1469. Fue

un diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, considerado padre de

la Ciencia Política moderna. Fue así mismo una figura relevante del Renacimiento

italiano. En 1513 escribió su tratado de doctrina política titulado El príncipe,

póstumamente publicado en Roma en 1531.

Dice Carlos miranda: Maquiavelo partió de ciertas intuiciones empíricas que


enuncio como reglas generales y que luego trato de corroborar con hechos, para así
otorgar fundamento y validez a tales reglas. Las demostraciones las llevo a cabo de tres
maneras diferentes: con antecedentes históricos, con acontecimientos propios de su
época y recurriendo a su dilatada experiencia personal en los asuntos de Estado.1
El propósito de Maquiavelo, fue hacer de Italia un Estado moderno a la manera

de Francia o de España. “Para lograr este objetivo era menester superar los resabios

medievales que en Italia se oponían a la empresa. El imperio en primer lugar y la iglesia

como organización temporal y política.” 2 La iglesia romana ha sido para él la causa de

la ruina de Italia.

El príncipe, de Nicolás Maquiavelo, constituye un importante aporte a la

concepción moderna de la política. En este sentido, es una obra que contradice la

tradición filosófica del pensamiento político antiguo en la cual la práctica política se

encuentra al servicio de la religión.

En El príncipe, Maquiavelo establece que el ejercicio real de la política implica


situaciones reales con hombres y pueblos reales, cuyas conductas, decisiones y

1
Miranda, Carlos E., Para leer el Príncipe de Maquiavelo, RIL editores, Chile, 2001, pág. 13.
2
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978, pág.
106.

1
acciones, generalmente no responden necesariamente a la moral sino a las leyes del
poder.

La Intención del presente trabajo es hacer notar que Maquiavelo intuyo algunas

de las nociones básicas de la politología moderna que fueron desarrolladas en los siglos

posteriores. La más importante de estas nociones es la de Razón de Estado, lo cual es

que todo es válido en tanto sirva para acrecentar o mantener el poder. También se

abordaran los temas de la fortuna y la virtud, y el pesimismo antropocéntrico de

Maquiavelo.

DESARROLLO

Contexto histórico

Se ha repetido muchas veces que el maquiavelismo nació muchos siglos antes de

Maquiavelo. Sin embargo, no se puede imaginar que “El Príncipe”, haya podido ser

escrito en otro lugar que no sea Florencia. “Italia pago la independencia papal con la

pérdida de su unidad política. Florencia percibió con amargura las humanas

dimensiones de la política papal y sintió con dolor los sacrificios impuestos a la unidad

italiana”. 3

La vida y obra de Maquiavelo está ligada estrechamente a la acción política que

ejerció la familia Médicis en Florencia. Omnipresentes en la historia de esta ciudad, los

Médicis la gobernaron por casi tres siglos, desde 1434 hasta 1737, periodo durante el

cual su dominio solo se vio interrumpido por dos breves interludios republicanos, el

primero entre 1494 y 1512, y el segundo entre 1527 y 1530.

La primera de esas interrupciones resultó la más significativa para Maquiavelo,

ya que fue durante ella cuando sirvió al gobierno republicano: se incorporó como

3
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978, pág.
91.

2
secretario de la segunda cancillería en 1498 y salió de ella en 1512, debido directamente

a la restauración de los Médicis. Luego de esa fecha, y muy a su pesar, Maquiavelo no

pudo nunca volver a ocupar cargo alguno en el gobierno de la ciudad, aun cuando trató

de hacerse grato a los Médicis por medio de los más diversos recursos, uno de los cuales

fue precisamente la escritura de El príncipe.

Aunque fue escrita en 1513, durante el confinamiento de Maquiavelo en San


Casiano, a causa de las acusaciones que sobre él pesaban por estar señalado de conspirar
contra los Médici, no sería sino hasta 1531 cuando vería luz en Roma. El libro, así,
funciona como una respuesta a dicha acusación. 4

Intenciones del autor al escribir el Príncipe

Podemos vislumbrar en la obra del Príncipe, tres intenciones principales que

tuvo el autor al momento de escribirla.

La primera y más evidentes de las intenciones de Maquiavelo, fue la de otorgar

al príncipe ciertas normas y principios que este debe seguir para poder acceder al poder

y mantenerse en él. Justamente el tema del libro es caracterizar al nuevo gobernante. A

lo largo del libro de aprecian distintos consejos, explicaciones, alusiones históricas, que

el príncipe debe seguir y tener en cuenta a la hora de gobernar.

La segunda intención, la cual se puede ver hacia el final del libro, es una

exhortación para librar a Italia de los bárbaros. Dice Maquiavelo:

Contémplese esta desdichada Italia rogando a Dios que le envié alguno capaz de
redimirla de la cruel insolencia de los barbaros (…) de nadie más que de vuestra ilustre
casa, tan favorecida por Dios y por la Iglesia, cuya dirección tiene ahora en sus manos,
y que posee la sabiduría y virtudes indispensables para la grandes empresas, puede
4
Extraído de versión digital Cultura General, Coelho, Fabián, https://www.culturagenial.com/es/libro-el-
principe-de-nicolas-maquiavelo/.

3
esperar Italia su redención (…) no debe perdonarse esta ocasión de Italia, al cabo de
tanto tiempo, vea aparecer a su redentor. 5

La tercera y verdadera intención de Maquiavelo al escribir El Príncipe no

podemos encontrarla escrita en el libro, pero si podemos leerla en su autor, en su

ambición: fue la de ganarse la confianza de Lorenzo de Medici para que este lo redima

de su desmejorada e indigna situación. Esta es una intención más personal, que

podemos deducir, fue el verdadero motivo del autor al momento de escribir la obra,

debido al lenguaje un tanto adulador hacia el príncipe, que se encuentre en el libro.

De hecho al inicio del libro Maquiavelo comienza diciendo:

Los que desean alcanzar el favor de un príncipe suelen casi siempre empezar
regalándole cosas de mérito o que sean de su gusto…Queriendo yo ofrecer a Vuestra
Magnificencia algún testimonio de mi adhesión, no he encontrado entre cuanto poseo
cosa de mayor valer ni más preciada que mis conocimiento…. y finaliza de la siguiente
manera: y si Vuestra Magnificencia, desde la altura en que esta, se digna alguna vez
dirigir una mirada a mi humilde posición, sabrá cuan míseramente sufro el grande y
continuo rigor de mala suerte.6

El príncipe y los tipos de principados

Según Maquiavelo, los príncipes que no han cumplido su palabra son aquellos

que han realizado empresas más grandes.

Dice el autor, que un príncipe prudente no debe observar la fe jurada cuando esta

vaya en contra de sus intereses y cuando hayan desaparecido las razones que lo hicieron

prometer. Para esto el príncipe debe ser hábil en fingir y disimular, así como no es

preciso que el príncipe posea todas las virtudes pero sí debe procurar aparentarlas todas.

5
Maquiavelo, Nicolás, El Príncipe, LuaRna ediciones (sin responsabilidad editorial), pág. 3.
6
Maquiavelo, Nicolás, El Príncipe, LuaRna ediciones (sin responsabilidad editorial), pág. 178.

4
Lo que más odioso vuelve al príncipe es apropiarse de los bienes ajenos, y de

las mujeres de los súbditos. Mientras los súbditos no se vean privados de sus bienes van

a ser felices. Dice Maquiavelo: “Hace despreciable el ser considerado voluble, frívolo,

afeminado, pusilánime e irresoluto (...). Debe procurar que sus fallos sean irrevocables”.

Para Maquiavelo, lo ideal sería que el Príncipe fuera temido y amado a la

vez, pero ya que es difícil reunirlos a ambos, es mejor ser temido que amado, ya que

el amor es voluble y el miedo al castigo no se pierde nunca. Sin embargo el temor

debe ser controlado, no se debe generar el odio en el pueblo porque podría ser

asesinado. El príncipe no debe apropiarse de los bienes ajenos, para no ser odiado.

No debe preocuparse porque lo acusen de cruel, siempre y cuando su crueldad sea

para mantener unido al pueblo. El amor depende de la voluntad de los hombres y el

temor de la voluntad del príncipe.

El príncipe siente su propia situación como una amenaza permanente y uno de

sus primeros deberes es dar solución adecuada a este problema, antes que la pasión

desbordada de sus súbditos lo haga imposible. Esto explica el consejo de hacerse temer

sin despertar el odio de los ciudadanos, pero teniendo siempre despierta la necesidad de

no dejarse llevar por el impulso de la misericordia irrazonable. La crueldad en los

príncipes suele evitar males que la piedad desata y anima.

Según Maquiavelo existen cuatro tipos de principados:7

● Principados Hereditarios: el principado hereditario es cuando una familia

ha reinado en ellos durante largo tiempo. Según el autor son los más fáciles de

conservar ya que está acostumbrado a una dinastía, el príncipe no debe cambiar las

tradiciones del lugar.

7
Maquiavelo, Nicolás, El Príncipe, LuaRna ediciones (sin responsabilidad editorial).

5
● Principados Nuevos: son los que un príncipe conquista; son más difíciles

de conservar. Son fáciles de conservar cuando la lengua y las tradiciones del Estado que

se agrega son las mismas. Pero cuando el idioma y las costumbres son distintas surgen

las dificultades y es necesaria la suerte y la habilidad del príncipe para conservarlos.

Ante esta situación el príncipe puede destruir el Estado, radicarse en él o dejarlo regir

por sus propias leyes.

● Principados Civiles: el principado civil es cuando un hombre gracias al

favor de sus compatriotas se convierte en príncipe, dependen de una ocasión favorable y

necesita el apoyo del pueblo o de los nobles. El que llega al principado con ayuda de los

nobles se mantiene con más dificultad, que el que llega ayudado por el pueblo, porque a

los nobles es más difícil manejarlos. Lo peor que puede esperar un príncipe de un

pueblo es que no lo amen, mientras que de los nobles puede esperar que no lo amen y

que se revelen contra él. El príncipe debe hallar la manera por la cual sus ciudadanos

tengan necesidad del Estado, y así serán siempre felices.

● Principados Eclesiásticos: se pueden adquirir por fortuna o por virtud.

Por ejemplo, el papado puede adquirirse por fortuna cuando un hombre es elegido

Papa; por virtud cuando un hombre gracias a sus habilidades hace que lo voten. Son los

únicos principados que tienen Estado y súbditos y no los gobiernan y son los únicos

principados seguros y felices

El poder y la Razón de Estado

Apartado de la acción pública a raíz del retorno de los Medicis, Maquiavelo se

dedicó a reflexionar sobre los medio para lograr y retener el poder.

6
Dice jean ousset: El maquiavelismo es el sistema de la famosa Razón de Estado
(es decir, de la sola voluntad del Príncipe) sin sujeción a regla moral, sin obligación
fundamental de virtud. Es el sistema en que el Príncipe (es decir, el Estado) es
absolutamente dueño de sí mismo, dueño de hacer lo que le plazca.
En consecuencia, según esta concepción, la política está concebida para la gloria

del Príncipe, del Estado. Y esa gloria se justifica en cuanto se conquista, por el éxito de

sus proezas, por su habilidad, por su libertad.

Según el maquiavelismo, la política, obra maestra del artista que es el Príncipe,

llega a ser un fin en sí misma.

“Para él, el Estado es resultado de una técnica policial, y es el primero en

inscribirse en la línea de los pensadores que han hecho de la organización del gobierno,

un aparato represivo al servicio de aquellos q detentan al poder”. 8

Una nota del burguesismo esencial de Maquiavelo aparece en su intención de

construir una ciencia política al servicio del poder. Maquiavelo apunto al sistema del

orden tradicional y el modo encubierto conque llevo sus ataques, no engaña sobre el

alcance de sus verdaderos objetivos.

Descubrió principios y enuncio reglas para guiar la acción del príncipe, a partir
de la realidad factual, vale decir a través de la observación y estudios de los
acontecimientos del presente y del análisis de los hechos del pasado. Se puede afirmar,
por tal motivo, que uno de los principales aportes de Maquiavelo al estudio de la
política radica en la inauguración de una nueva vía de acceso a la realidad para
desentrañar la lógica que rige el quehacer político, esto es, la Razón de Estado. 9
Si bien es cierto que enuncia reglas generales que tienen por propósito guiar la

conducta del príncipe, no se debe olvidar que tales reglas se van ajustando caso a caso,

es decir, según las circunstancias y peculiaridades de la necesitá. La prudencia del

príncipe es la que determina de qué manera y en qué momento se aplican.

8
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978, pág.
106.
9
Miranda, Carlos E., Para leer el Príncipe de Maquiavelo, RIL editores, Chile, 2001, pág. 12.

7
Maquiavelo habla de razones políticas para decir básicamente que el reto

fundamental para la política es lograr sus objetivos; así el fin justifica los medios.

Por lo tanto, es posible utilizar todas las técnicas para lograr el objetivo. En El

Príncipe, Maquiavelo aconseja utilizar la estrategia y el engaño.

Puesto que el príncipe debe alcanzar sus objetivos, puede utilizar medios que no

son necesariamente democráticos, pero esto no es importante, porque con este

comportamiento puede alcanzar sus objetivos.

Entonces, la Razón de Estado en Maquiavelo, en términos bien generales, será el


manejo correcto de lo político y de la política, no el uso de la razón para discernir o
elegir exclusivamente, sino la constante apuesta de la resistencia de la fuerza del
Estado. 10

De la fortuna y la virtud

Según Maquiavelo, la virtud es la fuerza de voluntad para dominar la realidad,

para convencer. La fortuna son las circunstancias que puedan favorecer o perjudicar a

las personas. Un hombre virtuoso que sepa aprovechar las circunstancias va a triunfar.

La fortuna que se manifiesta allí donde no hay virtud preparada para resistirle lleva al

hombre por caminos dificultosos. Si la ocasión que plantea la fortuna no es reconocida

por el individuo, esa oportunidad se pierde. La virtud es la que reconoce la ocasión que

aquella le plantea y una vez que ello ha ocurrido, la virtud despliega su potencia en el

espacio que le brindo la fortuna. El hombre que confía ciegamente en la fortuna perece

en cuanto esta cambia. A la fortuna se la puede limitar, pero hay muchas cosas que

escapan a la suerte del hombre, a su voluntad.

10
Extraído de versión digital Universidad Nacional Autónoma de México revista filosofía UIS, Rubén
Mendoza

8
Existen cuatro formas para adquirir el poder:11

● Los que se adquieren con armas y fortuna de otros: son aquellos

hombres que gracias a la suerte se convirtieron en príncipes, que no necesitaron

mucho esfuerzo para llegar al poder, pero sí para mantenerlo. Se sostienen por la

voluntad y la fortuna de quienes lo elevaron al poder. Deben ponerse a la altura

de lo que la fortuna ha depositado en sus manos. Su permanencia en el poder

depende de sus benefactores y protectores. Una dificultad de quienes acceden al

poder de esta forma, es que carecen de armas propias para defender y conservar

el Estado, y esto vuelve al príncipe vulnerable ya que no tiene como defenderse

de sus enemigos.

● Los que se adquieren con las armas propias y el talento personal: el

príncipe sin sus méritos y talentos no podría conservar el Estado. Sus méritos hicieron

que las ocasiones que se le presentaron tuvieran provecho. Necesitan de valor para

vencer las dificultades, pero una vez superados los obstáculos son muy poderosos

gracias a su virtud. Si bien son más difíciles de adquirir, son más fáciles de mantener.

● Perfidia: es cuando se asciende al principado por un camino de crímenes

y delitos. Va a ser un Estado próspero dependiendo del buen o mal uso que el príncipe

le dé a la crueldad. Hay delitos que son excusables, si sirven para el bien público. Es

bueno si uno lo comete al principio de su gobierno y por seguridad, así la imagen del

príncipe va a ir sanando. Esta mal usada cuando el príncipe comete crímenes

constantemente, porque lo vuelve despreciable y así su imagen no va a cambiar.

● Por el favor de los ciudadanos: exige un poco de fortuna y un poco de

virtud. Es cuando el pueblo (o nobles) hace gobernante a un hombre para que los

defienda.

11
Maquiavelo, Nicolás, El Príncipe, LuaRna ediciones (sin responsabilidad editorial).

9
Pesimismo antropocéntrico

A Maquiavelo le llama poderosamente la atención la falta de fuerza en los


hombres para lograr sus objetivos. Lo único que puede salvar al hombre de su insanable
y mediocre malicia es la “virtú”.12

La concepción antropológica de Maquiavelo es pesimista. Según él, todos los

hombres son malos y no cumplen su palabra. Todo hecho social se basa en un

cálculo para obtener poder y por eso no se debe confiar en nadie. La moral no

interviene.

Su estudio del hombre se realiza en un campo específicamente político, es

decir el hombre en relación con la lucha por el poder. Dice Scheoni que Maquiavelo

distingue entre dos subtipos antropológicos: los príncipes (ocupan los puestos

importantes de la sociedad) y los súbditos (aquellos que no gobiernan ni son capaces

de gobernar).

En cuanto al “tipo gobernante”, ya no importan las consideraciones éticas,

sino que su naturaleza es superior por ser más poderoso. La elección de los fines

hechos por el príncipe son infalibles, nunca va a fallar en la elección del fin.

En cuanto al “tipo gobernado”, son la mayoría de la sociedad y se diferencian

del tipo gobernante por su pasividad política, no les interesa el poder sino la seguridad y

la libertad. El concepto de tipo gobernado es más bien negativo, ya que el engaño mutuo

y el egoísmo son sus políticas. 13

12
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978, pág.
112.
13
Schenoni, Luis Leandro, El concepto de lo político en Nicolás Maquiavelo (versión digital), México,
2007.

10
Y así la antropología que su obra trasluce es la de un hombre en la que sólo cabe

la lucha por el poder y por el propio beneficio.

Dice Bouchet: “Para Maquiavelo, el hombre es una animal concupiscente,

interesado, mezquino y temeroso”.

El mundo después de Maquiavelo

A Maquiavelo lo tenemos instalado en el corazón mismo de nuestra época. La

política es cada día menos “politeia”, en el sentido griego del término, y se hace más

policial como lo entendió Maquiavelo.

El príncipe es un manual de táctica política en perfecto acuerdo con las más

modernas disposiciones de los totalitarismos, excepto el uso de algunas técnicas de

persuasión que el florentino no podía conocer.

Los modernos han visto en el despego de Maquiavelo, el nacimiento de una


ciencia política positiva. La fundación del Estado, la conservación, la grandeza y la
continuidad de ese Estado en los vaivenes provocados por las violencias del gobernante
y los súbditos, ese y no otro es el propósito de la ciencia política.14
La reflexión de Maquiavelo “y el fin justifica los medios” es nada menos que

la ética de los fines que ha acompañado la historia de la política. Todas las

revoluciones, pasando por la francesa y la rusa, como toda la política de los grandes

mega relatos ideológicos estuvo inspirada en la ética maquiavélica. Si el fin era

virtuoso, los medios eran secundarios.

A lo largo de la historia, distintos personajes han hecho uso de la razón de

estado como política central:

14
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978, pág.
112

11
El cardenal Richelieu, durante la guerra de los treinta años por la hegemonía

de Europa, hizo uso de esta política dejando de lado la moral cristiana, para poder

situar a Francia como potencia central y más poderosa de Europa.

Años después, el canciller Otto Von Bismark utilizo esta política, calculando

minuciosamente sus movimientos, haciendo y deshaciendo alianzas, y adelantándose

al pensamiento de todos sus adversarios con sus movimientos, para poder unificar

Alemania y establecerla como potencia.

Su fama de calculada objetividad frente al fenómeno político y esa

despreocupación total por cualquier solicitud moral o religión, ha creado en nuestro

tiempo la idea de un Maquiavelo precursor de politólogos y un científico observador de

la dialéctica implícita al poder político.

CONCLUSIÓN

Maquiavelo es lugar de encuentro de muchísimas ideas y si podemos adscribirlo

con seguridad al tiempo que le toco vivir, es precisamente por carácter terriblemente

confuso de la época que en su mente se dieron citadas opiniones y actitudes diversas

que transitaban el mudo cultural del renacimiento.

“Para Maquiavelo el Estado o la Patria es el último objetivo que puede alcanzar

un hombre si quiere alzarse sobre el rebaño común de la humanidad y pasar a la

posteridad y tener gloria”. 15

Es común afirmar que la frase “el fin justifica los medios”, resume a la

perfección el pensamiento de Maquiavelo, pero ¿es así? Por lo pronto es preciso señalar

15
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978.

12
que tal frase nunca fue escrita por Maquiavelo. Es preciso señalar que para el florentino,

el fin justifica los medios cuando el fin es necesario para la preservación del Estado, es

decir cuando el fin sea políticamente bueno. Por tanto el florentino no autoriza al

príncipe a transgredir la moral corriente, si la necesidad del Estado no lo obliga a ello.

Los objetivos deben estar subordinados a intereses del Estado y no a interese personales.

En tiempos de crisis, el príncipe debe obrar de espaldas a la moral y regir su acción por

los imperativos de la razón de estado. En tales circunstancias debe guiarse por una ética

exclusivamente política.16

Así mismo Maquiavelo justifica la crueldad del príncipe, siempre y cuando esta

sea para preservar el orden y mantener unidos a los fieles. La violencia no debe ser

injustificada. La búsqueda de la seguridad excusa la crueldad, puesto que si no se aplica

la crueldad las consecuencias podrían ser peores.

En el príncipe existe una ética de las circunstancias, puesto que lo político debe

tener el ánimo dispuesto para cambiar según lo indiquen los vientos de la fortuna y los

cambios de las cosas.

En cuanto a la concepción antropológica de Maquiavelo, podemos compararla

con la concepción del hombre de Tomas Hobbes. Hobbes al igual que Maquiavelo, tiene

una concepción pesimista del hombre y también materialista. Para el, el hombre es un

ser egoísta que busca sobrevivir a costa del resto. El hombre es por lo tanto malvado,

miedoso y desconfiado, y va a formar parte del pacto para beneficio propio. El interés

del filósofo, a diferencia de Maquiavelo es la experiencia social individual del hombre.

La causa final de los hombres es cuidar de su propia preservación y conseguir una vida

más dichosa. Maquiavelo, que es inexorablemente un hijo de su tiempo, no concibe

ninguna libertad individual, pues la única libertad que reconoce es la política: aquella
16
Cfr, Miranda, Carlos E., Para leer el Príncipe de Maquiavelo, RIL editores, Chile, 2001, pág 171.

13
que puede hacerle frente a un gobierno arbitrario despótico o la de un Estado sobre el

dominio de otros estados. “No es el bien individual sino el bien común el que hace

grandes a las ciudades”, piensa Maquiavelo.

Así mismo podemos comparar la idea de poder de ambos filósofos como así también las
formas de adquirirlo. Como ya se dijo, según la concepción de Maquiavelo, la política
está concebida para la gloria del Príncipe, del Estado. Y esa gloria se justifica en cuanto
se conquista, por el éxito de sus proezas, por su habilidad, por su libertad. Y el príncipe
accede al poder principalmente a través de la fortuna y las armas ajenas o por la virtud y
las armas propias. En cambio, según Hobbes, El poder de un hombre viene determinado
por sus medios actuales para obtener un bien futuro aparente. Y es original o
instrumental. El mayor de los poderes al que puede aspirar un hombre es aquel que se
obtiene a partir de la unión con sus semejantes. Existen dos maneras de adquirir el poder:
natural, representado por las características del cuerpo y de la inteligencia (como la
honestidad, la sinceridad, la afabilidad, etc.); y el instrumental, adquirido por las
anteriores virtudes, y mediante el azar y la suerte.

El saber político de Maquiavelo tiene una finalidad práctica: guiar la acción del

príncipe. El objetivo que se propone no es en absoluto novedoso, porque en la

actualidad clásica la ciencia política ya era concebida como un saber practico.

Entonces, ¿Dónde radica la innovación maquiaveliana? Lo nuevo de Maquiavelo está en

la forma de alcanzar el poder, es decir, en la manera de lograr el conocimiento de la

política. Por cierto, el provoca una abrupta ruptura respecto a la tradición clásica en lo

concerniente al estudio y comprensión de la política.

Lo nuevo en Maquiavelo son sus criterios morales y esto porque para él la causa

eficiente del ordenamiento político es la ambición, el temor a la ambición de los otros,

la codicia, el aburrimiento y a veces esa otra forma de la ambición, que es el amor de la

grandeza colectiva. 17

17
Calderón Bouchet, Rubén, La ruptura del sistema religioso en el siglo XVI, UNC, Mendoza, 1978, 116.

14
15

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