Francoise Davoine La Transferencia Como Interferencia

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Francoise davoine la transferencia como interferencia

La transferencia como interferencia es (…) Terreno donde no hay Otro del otro.
No hay fe ni confianza.
Lacan en “De una cuestión preliminar” tampoco quiere ir más allá de Freud.
NI LACAN NI FREUD HACEN REFERENCIA A LA TRANSFERENCIA EN
LA PSICOSIS. Porque ella siempre fracasa, repetitivamente, y allí surge la
posibilidad de que aparezca otro, ese es el momento que yo llamo “la
transferencia como interferencia”, esa instancia sin fe ni ley. Allí un otro puede
ser creado con la condición de que el analista busque sus propias áreas
traumáticas.

Freud en su carta a Fliess de feb de 1897 escribe: “mi padre es un perverso


sexual”, “ya no le creo a mis neuróticas”. No quiere incriminar al padre, ni
siquiera al suyo.
Freud renuncia en ese momento a la transferencia en la psicosis.

En la locura el tiempo no pasa, por una razón muy simple: los niños abusados
han sido traicionados por sus padres por lo que todo el edificio simbólico se
desmorona, la palabra no se sostiene.
El tiempo no funciona, es el fracaso del psicoanálisis y de pronto se vuelve a la
primer casilla. Los pacientes identifican muy rápido cuando uno quiere evitar
entrar en esas zonas catastróficas del analista. Esas zonas sin ley ni fe.
NO HAY DISCURSO DE LA LOCURA, HASTA QUE HAY OTRO. LA
PERVERSIÓN SÍ LO ES Y TRANSFROMA A LA GENTE EN COSAS. Es de
lo que habla Hanna Arendt cuando habla de la “banalidad del mal”.

Que el tiempo no pueda inscribirse sintomáticamente es la causa de que el


psicoanálisis fracase, no hay causalidad. Hay que abandonar esta categoría lógica
ordinaria. Se dirigen a una zona en el analista, donde resuena lo que el loco dice,
y allí pasan otras cosas.
La banalidad el mal hace un análisis de esa transferencia atípica. Arendt intenta
comprender un fenómeno sin precedentes. La acusan de colaboracionista, y ella
escribe volviendo a confiar en su propio juicio personal.
En esos momentos de fracaso no podemos valernos más que de nuestras propias
impresiones. Es inevitable que la instancia perversa se instale en el lugar del
analista. Sólo desde ese lugar se puede surgir como otro.

De la “banalidad del mal” a la “banalización del mal” (Arendt), son esos


momentos en los que los pacientes nos piden “juzgue”, nos traen pequeñas
escenas, ejemplos de esta banalización del mal.
El analista como testigo de acontecimientos

El analista es un testigo, pero debe ser un testigo apasionado, impulsado por una
necesidad que venga de su propia historia, no permitir ser erradicado por la
negación y sobre todo , responder a las preguntas que hacen los pacientes.
¿QUIÉN ES UD. PARA QUE YO LE HABLE? La locura hace explotar el
concepto de individuo. Y nosotros allí TENEMOS LA RESPONSABILIDAD
DE NO TRAICIONAR A NUESTROS PACIENTES.

Arendt dice: “Somos todos potenciales Eichmann”. Salir de nuestra zona de


confort familiar para hacer lazo, eso puede desembocar en un espejo y el
derrumbe de lo simbólico quiebra ese espejo.

“Lo real es eso que no cesa de no inscribirse” Lacan no dijo esto nunca. Él se
detuvo allí. El problema de la estructura fue dejado de lado por la escuela donde
yo trabajaba , porque no hace referencia a la psicosis. Desde la antigüedad se
sabe que la psicosis no es una estructura. La palabra terapia proviene del griego
“segundo en el combate”, therapon. Es Sancho Panza para el Quijote. Es aquel
que cuidaba del psiquismo y del cuerpo de su compañero. Es lo que debe ser el
analista en el combate contra la perversión de su paciente.

¿CÓMO INVENTÓ SÓCRATES LA TRANSFERENCIA EN LA PSICOSIS?

La definición de Sócrates de transferencia es la de transferencia en el trauma.


La definición de Diotima: Eros tiene una madre y un padre. Poros es el padre, es
el pasaje, la porosidad. Eros sería el hijo de la porosidad y su madre sería Peña, la
pobreza. Es la “transferencia de la interferencia”: las zonas catastróficas del
paciente a las zonas catastróficas que nos hacen analistas. Sócrates da esta
definición en el último episodio del banquete.
Entonces, ¿cómo lograr este pasaje con gente que está en el temor y en el
pánico?. La definición que me parece justa es la de la porosidad, que elimina las
barreras, hay solo pasaje, porosidad. No hay contra ni barrera, solo porosidad. Es
un puente, un pasaje de donde vuelven los fantasmas para danzar, la muerte que
fue mal contada, y esa danza restituye la verdad. Se trata cada vez de hacer ese
pasaje.

Hay que matar a la muerte, al fantasma, para que al fin encuentre reposo. Estos
seres sin enterrar andan errando. Encontrar el símbolo (ritual de sacrificio en la
India donde el área de sacrificio se toma con la altura de quien pide el sacrificio).
Lograr el sacrificio en otro lugar, ese es el trabajo del analista.
Hace falta que el analista de, para recomenzar la vida, lo simbólico. No se trata
de dar cualquier cosa, sino que hay que poner el pensamiento allí, dar pedazos
rotos de la vida de cada analista.

“Bion Quijote”
Cuando Lacan dice “lo real es eso que no cesa de no inscribirse”, yo le digo se
escribe desde que la guerra existe , las epopeyas, las canciones infantiles, que
vienen de la guerra por supuesto. Están hechas de algo que parece banal, pero no
lo es.
Siguiendo a Freud en la Gradiva: “hay muchos más psicoanalistas entre los
poetas, porque ellos saben mucho más de las cosas entre el cielo y la tierra”.

Después de haber renunciado a su clínica del trauma en 1897, él vuelve sobre


este icc recortado en tres ocasiones:
1- En la Gradiva
2- Lo siniestro
3- Moisés y el monoteísmo: “Todos los icc no están reprimidos y hay un icc
que no proviene de lo reprimido y toma lo que pasa de manera recortada
porque no tiene otra manera.”

Sobre la transferencia particular en el caso de la locura del joven de la Gradiva:


esta muchacha entra en su delirio, entra en esta puesta en escena. Hay allí análisis
en la locura, hay análisis en la locura en Freud.

Sobre el fort-da y cómo es su nieto quien cuida de él, que en ese momento tiene 2
hijos en el frente. Entre dos muertes. Es el tiempo de guerra en un tiempo que no
pasa, donde algo de lo real se inscribe.

Bion toma una definición de tiempo : “Memoria de futuro”, de un libro (Sobre la


temporalidad, de Kurt …). Las reviviscencias traumáticas son así, un olor, un
color, y eso hace que se precipite al tiempo de la catástrofe, y es allí que se
enloquece. Se ingresa al aire de catástrofe de la locura. Esos delirios se fijan en el
tiempo, se ponen fuera de tiempo.

Bion y Cervantes inventan la clínica con la guerra y la locura. Ambos partieron


pronto a la guerra. Cervantes con el Quijote y Bion después de los años 70´.
Eso que cesa de no inscribirse, pues allí termina por escribirse finalmente. Es la
salida de estos escritos lo que no interesa a nadie. A mi me interesan. Los
soldados traen cuadernitos negros que nadie lee. Esta historia continúa
escribiéndose, incluso si hay algún intento de decir.
Bion siempre esta atento a sus impresiones ante los pacientes, los detalles, la
expresión en su rostro. Y como Don Quijote, se lanza hacia los molinos de viento
que los pacientes le traen. El los llama, “los elementos beta”, que no pertenecen
al discurso, son impresiones, cosas, elementos erráticos. Es el analista quien liga
estos elementos en una “función alfa” , a partir de ensoñaciones, capacidad de
soñar despiertos, imaginar. Ya que sus pacientes no tienen ninguna capacidad de
imaginar o soñar, ya que siempre se ven con cuestiones que rompen el
pensamiento. Esta zona sin fe ni ley, Bion la llama “mortal” a esta zona y su
objetivo es el ataque a todo lazo.
Estas cuestiones se redescubren en cada guerra. Sócrates hablaba de elementos
beta, erráticos, no unidos por ningún lazo, registros, sensaciones. Los llama
elementos a-logo (sin logo). Platon escribe que es el entrelazamiento entre estos
elementos que permite que nazca la razón. Cuando hablo de interferencia
hablo de estos elementos y también la palabra “texto”, que viene de tejer.

(Bion?)Llamaba a los elementos beta “imágenes sobrevivientes” , imágenes


después de vida. Voces, alucinaciones de los pacientes entran en esa categoría.
También la obsesión del joven de la Gradiva. Elementos sin “ton ni son” que
traen siempre nuestros pacientes. No entran en lo simbólico ni en lo imaginario
del espejo, pero buscan una dirección, buscan a alguien. Para entrelazar lo
imaginario con una forma, para así lograr una representación.

Para el Quijote los molinos de viento son las “imágenes sobrevivientes”, todas
sus alucinaciones son un campo abierto a una guerra internacional. Esto se da en
el momento en el que El Quijote se vuelve psicoanalista.
Bion también va a volverse psicoanalista después de la guerra. También
encuentran el concepto de therapon aquí.
Bion fue el primeor en hablar de transferencia psicótica y elementos
“quijotescos”.
1- Caballo therapon , Sancho Panza su segundo en el combate.
2- Motor de la transferencia , el caballo Rocinante. Y para Sancho, es el
asno.
3- Los libros de caballería, de teoría, que son nuestro seguro.
4- Dulcinea es un lugar vacío, ella no existe. Es la dirección del pensamiento
cuando no se puede más pensar , ni imaginar. Cuando la ley del padre se
ha perdido siempre hay una instancia femenina que surge: una carta a la
novia, a la madrina de guerra para los soldados. Es creada en el siglo XII
por poetas guerreros, trovadores, creadores de la dama, cuando no se
puede más pensar, se dirigen los pensamientos hacia esta instancia vacía.

Los perversos en el Quijote son aquellos “encantadores” que traicionan a los


suyos.

Hay en ambos casos, Bion y Cervantes, “pérdida del manuscrito original”. El


azar juega un papel muy importante en la salida de la locura. Volver a encontrar
partes “recortadas” de esos manuscritos permite relanzar la escritura. Eso se
escribe con la precisión de la memoria traumática que no olvida nada. No se
puede llegar a olvidar, es reprimida , es como el sueño traumático, siempre
vuelve, idéntica. Esta pérdida es lo que llamamos el recorte. Bion: “sólo se puede
recortar aquello que se puede olvidar”.
La locura se dirige a un analista singular. En su nacimiento la teoría solo tiene
uso particular. El analista que ud. devienen son uds solos, es importante respetas
la unicidad, la personalidad. Solo importa el analista inventado en el aquí y ahora
de la sesión. LA TRANSFERENCIA ES INTERSECIIÓN, UN TRÁNSITO.
El analista encarna a otro, pero no imaginario porque no está en el espejo. Poco a
poco comienza a existir cuando se encarna la instancia mortal. Es cuando puede
reconocer sus propias fallas, (lo que no se hace nunca en la perversión). En ese
momento el analista encarna otro que no es totalitario, después de haber creado
pedazos de espejos. Es allí que el paciente puede volver sobre ese hecho, esa
zona cuando el analista puede ser otro falible. Poco a poco el lugar del simbólico
puede advenir, cuando el analista no lo va a traicionar. Esta escena debe
repetirse.
Este simbólico se construye y se destruye, se construye y se destruye. Es como el
fort-da que en la alteridad poco a poco se puede sostener. Es un combate en el
que el analista cae y se levanta, como Don Quijote. Hace falta tiempo.

La salida de la locura

Don Quijote abandona a Dulcinea antes de morir, se cura de su locura. El delirio


es vital, salir de la locura se parece a su entrada. Es el mismo sentimiento de
estar perdido, pero para entrar en un cambio.
El Quijote va dejando poco a poco a Dulcinea, y es ahí que entra en lo social,
después de un pasaje vacío crea nuevos lazos y lleva una nueva vida.
Hobby horse: pequeña locura en todos. En francés se dice “da da”.
Hay una inteligencia clandestina de los pacientes, y si se las muestran corren
riesgo de ser asesinados. Ellos entonces buscan averiguar cuál es el hobby horse
de cada uno, de cada analista, y allí intentan hacerlos caer. Ese es el momento
complicado del que les hablé antes. Ellos buscarán la música que uds se cantan
cuando no saben más que decir.

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