Trabajo - Metodo 2019

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DEDICATORIA

El presente trabajo lo dedicamos a los


compañeros(as) investigadores y demás estudiantes
que tengan interés sobre la administración y
técnicas que se utilizan en estas unidades de
información.
A nuestras familias por su paciencia, comprensión y
apoyo, a todas las personas e instituciones que nos
abrieron las puertas en el ejercicio de esta
hermosa tarea de servir y enseñar con el ejemplo.
AGRADECIMIENTO

Al divino creador quien nos brindó la


oportunidad de contar con la fortaleza
para culminar con una meta más en
nuestras vidas.

A las autoridades, de la Universidad


Andina Néstor Cáceres Velásquez, y a
todos quienes posibilitaron la apertura
de la carrera de Administración y
Gestión Publica, permitiéndonos la
profesionalización que en nuestra área
de trabajo aún sigue siendo novedosa.

A nuestro docente y que con su


paciencia, carisma y sus vastos
conocimientos nos guio.
Contenido
DEDICATORIA................................................................................................. 1
AGRADECIMIENTO............................................................................................2
INTRODUCCIÓN.............................................................................................. 5
SERVICIO PÚBLICO........................................................................................... 6
1. Origen de la noción................................................................................6
2. Nociones tradicionales.............................................................................6
3. Servicios Públicos...................................................................................7
Análisis del Concepto..................................................................................7
Características de los Servicios Públicos...........................................................7
4. Clasificación de los Servicios Públicos...........................................................8
5. Elementos o principios fundamentales de los Servicios públicos............................9
6. Creación de los Servicios Públicos..............................................................11
7. Fundamentos de los Servicios Públicos........................................................11
8. El servicio público como organización.........................................................11
9. La finalidad del servicio público................................................................12
10. Caracteres del servicio público..............................................................12
11. El régimen jurídico del servicio público....................................................12
12. Elementos de la noción tradicional..........................................................13
13. La crisis del concepto de servicio público..................................................13
14. La persona que presta el servicio............................................................14
15. El objeto o finalidad del servicio............................................................15
16. Organización, Funcionamiento y Supresión de los Servicios Públicos..................15
17. Reestructuración del régimen jurídico de los servicios públicos........................16
Carácter autoritario del régimen jurídico tradicional..........................................16
Interés público e interés individual................................................................16
Conclusión................................................................................................... 17
BIBLIOGRAFIA............................................................................................... 18
INTRODUCCIÓN

León Diguit sustentaba el criterio de que cuando el Estado proporciona enseñanza, transporte,
sanidad, no ejerce un poder de mando; aún cuando esas actividades son regidas por un
sistema de Derecho Público, el fundamento del Estado no es la soberanía sino la noción de
servicio público.

El Estado moderno no es más que una comunidad o corporación de servicios públicos cuyos
agentes son los gobernantes. Por lo tanto, es de entender que las funciones del Estado son
todas aquellas actividades que los gobernantes ejercen para crear, organizar y asegurar el
funcionamiento ininterrumpido de los servicios públicos. En consecuencia, cabe concluir que
para esta doctrina administración y servicios públicos son la misma cosa.

En el preámbulo de la Constitución, entre los valores que debe consolidar el Estado se


consagra el bien común el cual se logra en parte, mediante una adecuada creación y
prestación ininterrumpida de los servicios públicos. A partir de allí, se desprende que los
“servicios públicos” son las actividades asumidas por órganos o entidades públicas o privadas,
creados por la Constitución o por Ley, para dar satisfacción en forma regular y continua a
cierta categoría de necesidades de interés general, bien sea en forma directa, mediante
concesionario o, a través de cualquier otro medio legal, con sujeción a un régimen de derecho
Público o Privado, según corresponda.

Es por ello, que cuando nos referimos a que toda tarea llevada a cabo por una entidad pública,
bien se trate de un órgano del Estado (Nacional, Estadal o Municipal) como persona jurídica de
derecho Público de carácter territorial, o, de un ente descentralizado (Instituto Autónomo,
Empresa del Estado), decimos que «son actividades asumidas por órganos o entidades públicas
o privadas». No obstante, la prestación de un servicio público no puede ser irregular ni
discontinua, ni debe atender a un fin particular.

Si bien existen características, que se desprenden de los servicios públicos, encontramos que el
mismo debe ser prestado para cubrir necesidades de interés general, y no particular. Por lo
tanto, la prestación de un servicio público no debe perseguir fines de lucro.

Generalmente, los servicios públicos son ejercidos por un organismo, pero también pueden
hacerlo los particulares, bajo la autorización, control, vigilancia y fiscalización del Estado, con
sujeción al ordenamiento jurídico permanente. En sentido general, están sometidos al régimen
legal de derecho público, pero, también pueden estar sometidos a un régimen de derecho
privado, siempre y cuando así lo disponga expresamente la Ley.
El tratamiento oficial de la materia de servicios públicos ha pasado por etapas divergentes de
transformación (del Estado prestador de servicios al Estado regulador), hacia una nueva
regulación jurídica e institucional donde se establece taxativamente la función ejercida por la
Administración Pública como ente rector de las políticas públicas, sujeta al servicio público o
interés general, estando en consecuencia al servicio de la ciudadanía sin ningún tipo de
distinciones, privilegios o discriminaciones.
SERVICIO PÚBLICO

1. Origen de la noción

La noción de servicio público floreció en Francia caracterizada como actividad de


determinado tipo realizada por la administración, y fue el concepto que sirvió para la
construcción del viejo derecho administrativo1 la relación con el servicio público era lo
que justificaba la competencia contencioso-administrativa, la naturaleza de contrato
administrativo que asumían ciertos convenios con la administración, el régimen
jurídico del dominio público, etc. Posteriormente la noción fue perdiendo importancia,
y hoy en día se supone que sirve para fundamentar un régimen jurídico especial para
regir la actividad que se resuelva denominar como tal. La doctrina francesa moderna
ha venido observando incongruencias y errores en el concepto, modificándolo
frecuentemente en sucesivos esfuerzos por adecuarlo a una realidad que a su vez se
empeña en contradecirlo; algunos autores consideran que debe ser eliminado. En la
Argentina, más que el concepto debe preocuparnos el régimen jurídico de nuestros
servicios públicos, por la indefensión del particular frente a servicios cumplidos
defectuosamente o inclusive no prestados.

Pero antes de considerar la así llamada “crisis de la noción de servicio público” o los
desaciertos de su régimen jurídico, debe analizarse el concepto tradicional y los
principios que lo rigen.

2. Nociones tradicionales

Dejando de lado las nociones más antiguas, podemos recordar aquí la de HaurIou “un
servicio técnico prestado al público de una manera regular y continua para la
satisfacción de una necesidad pública y por una organización pública,” la de BIelSa
“toda acción o prestación realizada por la administración pública activa, directa o
indirectamente, para la satisfacción concreta de necesidades colectivas, y asegurada
esa acción o prestación por el poder de policía”3 y la “ad hoc” creada por CoraIl para
resumir las ideas tradicionales sobre el punto “una empresa creada por las autoridades
públicas y dotada de medios exorbitantes al derecho común, en vista de dar
satisfacción a una necesidad de interés general.

El primer elemento que distingue a esta noción de las más antiguas es el criterio de
que ni la actividad legislativa ni la actividad jurisdiccional se considera “servicio
público” en sentido estricto; o sea, que sólo puede hablarse de “servicio público”
dentro de la actividad administrativa. El segundo elemento es que no toda la actividad
de la administración pública constituye servicio público, sino sólo una parte de ella.

Ahora bien, establecido que la actividad estatal sólo puede considerarse servicio
público en ciertos casos de la actividad de los órganos administrativos, se aclara que no
es necesario que la administración misma, mediante sus propios medios y personal,
asuma la prestación del servicio público: El servicio público puede ser prestado tanto
directamente por la propia administración, como indirectamente a través de un
concesionario. “Público es el servicio... cuya gestión es asumida, ya por la
administración directamente, ya por una persona o entidad por su encargo o con su
colaboración.”
3. Servicios Públicos.

Concepto. “Entendemos por Servicios Públicos, las actividades, entidades u órganos


públicos o privados con personalidad jurídica creados por Constitución o por ley, para
dar satisfacción en forma regular y continua a cierta categoría de necesidades de
interés general, bien en forma directa, mediante concesionario o a través de cualquier
otro medio legal con sujeción a un régimen de Derecho Público o Privado, según
corresponda”.

Análisis del Concepto.

Cuando dice que «son actividades, entidades u órganos públicos o privados» se refiere
esta expresión a los servicios públicos, en sentido material; vale decir, toda tarea
asumida por una entidad pública, bien se trate de la República, el Distrito Capital, los
Estados, los Municipios y los Distritos Metropolitanos -personas jurídicas de Derecho
Público de carácter territorial- o prestados a través de entes descentralizados
funcionalmente: institutos autónomos, empresas del Estado, fundaciones,
asociaciones y sociedades civiles del Estado (entes no territoriales). No obstante, cabe
decir que el servicio público también puede ser prestado por particulares conforme al
orden jurídico pertinente.

Así mismo, también se entiende por servicio público, en sentido orgánico, la creación
de una dependencia administrativa dentro de la estructura del Estado o de la
administración pública para satisfacer determinadas necesidades de interés colectivo o
público. A esta afirmación se contrae lo dispuesto en el artículo 236 CRBV. – Num. 20,
8 y 24 en concatenación con el artículo 196 CRBV – Num. 6: Atribuciones de la
Comisión Delegada «Autorizar al Ejecutivo Nacional por el voto favorable de las 2/3
partes de sus integrantes para crear, modificar o suspender servicios públicos en caso
de urgencia comprobada».

Características de los Servicios Públicos.

Según la doctrina y el ordenamiento jurídico que los rige, los rasgos más resaltantes de
los servicios públicos pueden compendiarse así:

A. Todo servicio público debe suministrarse con un criterio técnico gerencial y


con cuidadosa consideración a las funciones del proceso administrativo
científico: planificación, coordinación, dirección, control y evaluación,
tanto en su concepción orgánica como en el sentido material y operativo.
B. Debe funcionar de manera permanente, es decir, de manera regular y
continua para que pueda sastifacer necesidades de las comunidades por
sobre los intereses de quienes los prestan.
C. La prestación del servicio público no debe perseguir principalmente fines
de lucro; se antepone el interés de la comunidad a los fines del beneficio
económico de personas, organismos o entidades públicas o privadas que
los proporcionan.
D. Generalmente les sirve un organismo público, pero su prestación puede
ser hecho por particulares bajo la autorización, control, vigilancia, y
fiscalización del Estado, con estricto apego al ordenamiento jurídico
pertinente.
4. Clasificación de los Servicios Públicos.

En doctrina existen diferentes tipos de criterios para clasificar los servicios públicos:

1. Esenciales y no esenciales; los primeros son aquellos que de no prestarse


pondrían en peligro la existencia misma del Estado: policía, educación,
sanidad. Los no esenciales; a pesar de satisfacer necesidades de interés
general, su existencia o no prestación no pondrían en peligro la existencia del
Estado; se identifican por exclusión de los esenciales.
2. Permanentes y esporádicos; los primeros son los prestados de manera regular
y continua para la satisfacción de necesidades de interés general. Los
esporádicos; su funcionamiento o prestación es de carácter eventual o
circunstancial para satisfacer una necesidad colectiva transitoria.
3. Por el origen del órgano del Poder Público o ente de la administración que
los presta; Nacionales, Estadales, Distritales, Municipales y concurrentes si son
prestados por cada una de las personas jurídicas territoriales: nacionales por la
República u otros órganos del Poder Nacional; los Estadales son los prestados
por cada uno de los Estados que integran la Federación venezolana,
particularmente los señalados en la Constitución de la República o en la Ley
Orgánica de Descentralización, Delimitación y Transferencia de Competencias
del Poder Público citados precedentes y, los Municipales en conformidad con
la Constitución de la República y Ley Orgánica del Régimen Municipal. Hay
servicios públicos de competencia concurrente; son aquellos en cuya
prestación concurren distintos órganos de los niveles del Poder Público, bien
sean nacionales, distritales, estadales o municipales y los hay que son
prestados en forma exclusiva por órganos de la administración o por los
particulares.

4. Desde el punto de vista de la naturaleza de los servicios, se clasifican en


servicios administrativos y servicios públicos industriales y comerciales; éstos
últimos específicamente referidos a las actividades de comercio, bien sea de
servicios para atender necesidades de interés general o los destinados con
fines lucrativos y no a satisfacer necesidades colectivas.

5. Servicios públicos obligatorios y optativos. Los primeros los señalan como


tales la Constitución y las leyes; y son indispensables para la vida del Estado.
Los optativos, el orden jurídico los deja a la potestad discrecional de la
autoridad administrativa competente.

6. Por la forma de prestación de servicio: Directos y por concesionarios u otros


medios legales. En los primeros, su prestación es asumida directamente por el
Estado (nacionales, estadales, municipales, distritales, entes descentralizados).
Por concesionarios: no los asume directamente el Estado; prestan a través de
concesionarios.

Cuadro esquemático y demostrativo de la clasificación de los Servicios Públicos:


5. Elementos o principios fundamentales de los Servicios
públicos.

a) Iniciar y proseguir de oficio o a petición del (los) interesado (s), cualquier investigación
conducente al esclarecimiento de asuntos de su competencia.
b) Interponer, adherirse o de cualquier modo intervenir en las acciones de
inconstitucionalidad, interpretación, amparo, hábeas corpus, hábeas data, medidas
cautelares y demás acciones o recursos judiciales y, cuando lo estime justificado y
procedente, las acciones subsidiarias de resarcimiento, para la indemnización y
reparación por daños y perjuicios, así como para hacer efectiva las indemnizaciones
por daño material a las víctimas por violación de derechos humanos.
c) Actuar frente a cualquier jurisdicción, bien sea de oficio, a instancia de parte o por
solicitud del órgano jurisdiccional correspondiente.
d) Mediar, conciliar y servir de mediador en la resolución de conflictos materia de su
competencia, cuando las circunstancias permitan obtener un mayor y más rápido
beneficio a los fines tutelados.
e) Velar por los derechos y garantías de las personas que por cualquier causa hubieren
sido privadas de libertad, recluidas, internadas, detenidas o que de alguna manera
tengan limitada su libertad.
f) Visitar e inspeccionar libremente las dependencias y establecimientos de los órganos
del Estado, así como cualquiera otra institución o empresa en la que se realicen
actividades relacionadas con el ámbito de su competencia, a fin de garantizar la
protección de los derechos humanos.
g) Velar por los derechos de los pueblos indígenas y ejercer las acciones necesarias para
su garantía y efectiva protección.
h) Solicitar a las personas e instituciones indicadas en el artículo 7 de esta Ley, la
información o documentación relacionada al ejercicio de sus funciones, sin que pueda
oponérsele reserva alguna y, formular las recomendaciones y observaciones
necesarias para el cumplimiento de sus objetivos.
i) Denunciar ante las autoridades correspondientes al funcionario (a) o particular que
incumpliere con su deber de colaboración preferente y urgente, en el suministro de
información o documentación requerida en ejercicio de las competencias conferidas
en el numeral 8 de este artículo, o que de alguna manera obstaculizare el acceso a los
lugares contemplados en el numeral 6 de este artículo.
j) Velar por el correcto funcionamiento de los servicios públicos, amparar y proteger los
derechos e intereses legítimos, colectivos o difusos de las personas, contra las
arbitrariedades, desviaciones de poder y errores cometidos en la prestación de los
mismos, interponiendo cuando fuere procedente las acciones necesarias para exigir al
Estado el resarcimiento a las personas de los daños y perjuicios que le sean
ocasionados con motivo del mal funcionamiento de los servicios públicos.
k) Solicitar ante el órgano competente la aplicación de los correctivos y las sanciones a
que hubiere lugar por la violación de los derechos del consumidor y el usuario.
l) Promover la suscripción, ratificación y adhesión de tratados, pactos y convenciones
relativos a derechos humanos, así como promover su difusión y aplicación.
m) Realizar estudios e investigaciones con el objeto de presentar iniciativas de ley u
ordenanzas, o formular recomendaciones de conformidad con lo establecido en el
artículo 4 de esta Ley.
n) Promover, divulgar y ejecutar programas educativos y de investigación para la difusión
y efectiva protección de los derechos humanos.
o) Velar por la efectiva conservación y protección del medio ambiente, en resguardo del
interés colectivo.
p) Impulsar la participación ciudadana para vigilar los derechos y garantías
constitucionales y demás objetivos de la Defensoría del Pueblo.
q) Ejercer las acciones a que haya lugar frente a la amenaza o violación de los derechos
humanos de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
r) Las demás que establecen la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
las leyes.

6. Creación de los Servicios Públicos.

La creación de los servicios públicos procede por disposiciones de la Constitución de la


República o por previsiones de ley. Crear un servicio público significa que el Estado ha
decidido suministrar prestaciones directa o indirectamente a la colectividad, bien sea
que el Estado asuma la administración, la gerencia o el manejo de una actividad para
satisfacer de manera regular y continua cierta categoría de necesidades de interés
colectivo teniendo la iniciativa y el control sobre esta prestación a cargo de las
particulares.

Para Gastón Jéze la creación de un servicio público “consiste en disponer que una
determinada necesidad colectiva sea satisfecha con la prestación de un servicio
público”. Para la creación de los servicios públicos deben tomarse las previsiones
legales pertinentes a fin de prever en la Ley de Presupuesto, en leyes especiales y
ordenanzas municipales, las partidas necesarias para su organización y funcionamiento
ininterrumpidos.

También puede crearse un servicio público mediante un decreto-ley del Presidente de


la República en Consejo de Ministros.

7. Fundamentos de los Servicios Públicos.

a) Exposición de conceptos básicos asociados con la apertura de los servicios públicos


masivos distribuidos en red al sector privado.
b) Entender el enfoque sistémico requerido para entender con propiedad las
relaciones de derecho que se derivan de la gestión privada de los servicios públicos
distribuidos en red y, su fundamentos desde el punto de vista de la economía, la
economía industrial de los sectores de servicio públicos masivos distribuidos en
red, los objetivos de políticas públicas en un ambiente de apertura y la ingeniería
industrial de estos sectores.
c) Entender, tanto las fallas de mercado como regulatorias, que dan fundamento a
las legislaciones antimonopólicas y regulatorias de estos sectores.
d) Entender como se deriva la naturaleza y magnitud de los riesgos regulatorios tanto
para los consumidores y reguladores como para las empresas privadas que
gestionan estos servicios.
e) Estar en capacidad de entender con propiedad y, desde distintos ángulos y
dimensiones, la problemática de derecho, economía y políticas públicas que se
derivan de la apertura de estos servicios a la gestión privada.

8. El servicio público como organización

El servicio público presupone usualmente una organización de elementos y actividades


para un fin, una ordenación de medios materiales y personales, esto es, una empresa
en sentido económico. La idea de organización es inseparable de la noción de servicio
público, y por ello se observa a la segunda definición citada que el servicio público no
es cada acción o prestación considerada en sí misma, sino en todo caso la actividad
tomada como conjunto, consustanciada con la organización que efectúa tales acciones
o prestaciones. El servicio público de las fuerzas de seguridad, por ejemplo, no es el
hecho mismo de disolver una reunión turbulenta, sino la organización y actividad de
seguridad en general.

9. La finalidad del servicio público

El objeto o finalidad de esta actividad es siempre estando a la concepción tradicional


satisfacer una necesidad pública (colectiva, de interés público, etc.) Necesidad pública,
o necesidad de interés público, significa la suma de las necesidades individuales; no
presupone necesariamente que todos los individuos de la sociedad deban tenerla, sino
sólo que una mayoría de ellos la tiene.

10. Caracteres del servicio público

En razón de que trata de satisfacer una necesidad pública, el servicio público debe
estar dotado, se afirma entonces, de “medios exorbitantes al derecho común,” es
decir, de un régimen de derecho público que asegure la generalidad, uniformidad,
regularidad y continuidad del mismo.

El poder público se hace así presente a través de un régimen jurídico especial que
subordina los intereses privados al interés público, fundamentalmente en razón de
proteger la continuidad del servicio.

En efecto, de estos cuatro caracteres que hacen al funcionamiento del servicio público,
el más importante es el de la continuidad, el cual no significa que la actividad sea
ininterrumpida, sino tan sólo que satisfaga la necesidad pública toda vez que ella se
presente. La continuidad del servicio público reside, pues, en que se satisfaga
oportunamente sea en forma intermitente, sea en forma ininterrumpida, según el tipo
de necesidad de que se trate la necesidad pública. En los servicios públicos de defensa
nacional, electricidad, gas, aguas corrientes, etc., la continuidad se traduce en la
ininterrupción del servicio; en el servicio público de la enseñanza primaria, en cambio,
la continuidad consiste en que la actividad se realice durante el año lectivo y se
suspenda durante las vacaciones.

La generalidad significa que todos los habitantes tienen derecho a gozar del servicio, y
se comprende en una característica que a veces se menciona aisladamente: La
igualdad o uniformidad, por imperio de la cual todos tienen derecho a exigir el servicio
en igualdad de condiciones. Regularidad quiere decir conformidad a reglas y
condiciones preestablecidas.

11. El régimen jurídico del servicio público

La característica más específica del régimen jurídico especial de los servicios públicos
es que los hombres que trabajan en él carecen del derecho de huelga, pues la huelga
implica la suspensión del servicio y se considera precisamente que el Estado debe
asegurar su continuidad.
La necesidad de asegurar el funcionamiento y con ello la continuidad del servicio,
determina además que a) la fuerza pública preste un apoyo especial a su prestación, b)
que quien presta el servicio pueda pedir al Estado que expropie bienes útiles a su
gestión, c) que puedan establecerse servidumbres y restricciones al dominio privado
en razón de ese servicio indemnizando, en el primer caso, d) que los contratos que
asocien un particular al funcionamiento del servicio, sean contratos administrativos, e)
que se organice el poder de percibir tasas en contraprestación por el servicio, f) que el
monto de las tasas esté sujeto a la autorización o aprobación del poder público, g) que
en ciertos casos, la prestación sea obligatoria para los particulares, h) que,
eventualmente, el servicio sea monopólico esto es, que no se admita la libre
competencia de los particulares para realizar la actividad del servicio público, i) que
toda cuestión vinculada al mismo corresponda en doctrina al menos a la jurisdicción
contencioso administrativa.

12. Elementos de la noción tradicional

Los tres elementos esenciales de la noción tradicional de servicio público son, según se
aprecia, tres:

 el fin que el servicio cumple


 la persona que lo atiende,
 el régimen que lo regula.

El juego de estos tres elementos lo explican autores como García ovIedo de la


siguiente manera

1.1. No hay servicio público que no tenga por fin la satisfacción de una necesidad
colectiva; pero este criterio, aislado, sería insuficiente, por cuanto “múltiples son,
en cualquier sociedad bien constituida, las necesidades públicas que se satisfacen
mediante el procedimiento del servicio privado” pueden citarse las panaderías, y
comercios de expendio de carne, leche, verduras, etc. No es esencial que el
servicio sea ofrecido al uso del público, pues en el caso de las fuerzas armadas, de
las fortificaciones, etc., hay un servicio que no es utilizado directamente por los
particulares; lo esencial sería sólo la satisfacción de la necesidad pública.

1.2. También sería insuficiente decir que servicio público es el prestado por la
administración, pues ésta puede conceder el servicio; y además porque no todas
las actividades de la administración son servicios públicos “Cuando el Estado
explota un monte patrimonial o un teatro, o toma a su cargo y dirección una
empresa industrial (la fábrica de porcelana de Sèvres del Estado francés),
evidentemente no realiza servicio público.

1.3. El régimen jurídico especial, de derecho público, que tiende a asegurar la


continuidad, uniformidad, regularidad y generalidad del servicio, completa, con
los dos primeros datos, la noción tradicional ofrecida.

13. La crisis del concepto de servicio público

Dos elementos de esta noción el de la persona que atiende el servicio y el del régimen
que lo regula están actualmente, al parecer de la doctrina francesa moderna, en crisis.
Esa crisis lleva a tales autores a proponer concepciones “existenciales” del servicio
público o más francamente a abandonar totalmente el término y el concepto. La crisis
de la noción tradicional se hace presente en sus tres aspectos.

14. La persona que presta el servicio

En cuanto a la persona que presta el servicio, observa la doctrina actual que no es ya


sólo la administración por sí misma o a través de concesionarios, como se sostenía en
un principio, sino que también existen otras entidades encargadas de un servicio
público. Surgen a veces asociaciones profesionales o corporativas (Colegios de
Abogados, de Médicos, etc.; asociaciones gremiales; cámaras industriales y
comerciales), cuya actividad está frecuentemente sometida a un régimen “exorbitante
al derecho común,” es decir, que tienen asignadas por ley atribuciones de poder
público en ciertas cuestiones: Ingreso a la profesión, control de la matrícula, etc.;
fenómeno éste bastante común en la Europa de hoy, y que en nuestro país comienza
recién a aparecer. Se pensó y piensa en Francia que ello constituye una crisis de la
noción de servicio público, pues habría allí un servicio público, prestado directamente
por particulares, o al menos por órganos que no forman parte de la administración ni
tienen un contrato de concesión con ella para realizar tal actividad.11 Si un servicio
público podía ser prestado no sólo directa o indirectamente por la administración, sino
también por entes que nada tenían que ver con ella, era notorio que sólo se podía
definir al servicio público por su objeto... nace así la “noción funcional” o “existencial”
de servicio público.

Ese aspecto de la “crisis” es parcialmente obviable, sin embargo, pues estas


asociaciones profesionales, corporaciones de oficios, etc., no son personas
enteramente ajenas al proceso administrativo, como se advierte. Dado que la
administración no es sino un órgano del Estado, carente de personalidad jurídica
propia, no es sólo a través de ella y mediante su intervención que puede hacerse una
delegación de función administrativa. Dicho en otros términos, el contrato temporal
de concesión no es la única forma en que el Estado puede delegar poderes de
naturaleza pública en un ente determinado para que realice una parte de la función
administrativa; también puede la ley directamente crear un ente y conferirle tales
facultades sin limitación temporal prefijada. De esta manera, realizando una
ampliación conceptual a la frase “directa o indirectamente realizada por la
administración,” se solucionaría este aspecto de la crisis. En consecuencia, cabe
afirmar que cuando la ley crea un ente, o autoriza la constitución de un ente, y le
confiere el ejercicio de una parte de la función administrativa, tal función se ejerce
precisamente en forma indirecta, es decir, por órganos distintos de los directamente
encargados por la Constitución para realizarla.

La ley puede fijar fundamentalmente dos tipos de entes; unos, en los que los directivos
son nombrados por el Estado (entes autárquicos, empresas del Estado), y otros, en los
que los directivos son nombrados por los administrados (asociaciones profesionales y
gremiales, etc.) En esta interpretación, al decir entonces que el servicio público es una
actividad realizada directa o indirectamente por la administración no se excluye del
concepto a ninguno de los casos traídos a la luz por la doctrina francesa moderna. Sin
embargo, pareciera que no puede admitirse la noción virtual, funcional o existencial
del servicio público, con el alcance de que pueda haber actividades que sean un
servicio público por su propia naturaleza, independientemente de un acto expreso de
reconocimiento por parte del Estado, pues en esa hipótesis ya la noción ha perdido
límites concretos y su ámbito de aplicación prácticamente puede abarcar a cualquier
actividad humana, haya o no voluntad estatal de considerarla servicio público.

15. El objeto o finalidad del servicio

Se dice que el servicio público tiene por objeto la satisfacción de una necesidad
colectiva, pero se aclara que es el legislador y no el juez quien aprecia cuándo hay en la
sociedad una tal necesidad que deba ser atendida mediante el procedimiento del
servicio público. Con este punto de partida, el fin del servicio público es un elemento
contingente y que no sirve para caracterizarlo en un plano teórico estable. Este dato
carece por ello de rigor dogmático, además de constituir de cualquier manera un
elemento subjetivo y no un aspecto objetivamente apreciable.

Es evidente, por lo demás, que algunos servicios públicos no atienden una verdadera
necesidad pública, sino que simplemente realizan actividades de utilidad pública; que
otros servicios públicos persiguen específicamente una finalidad de contralor fiscal o
de otro tipo, pero no satisfacer una necesidad pública.

16. Organización, Funcionamiento y Supresión de los


Servicios Públicos.

A. Organización; dependientes del Poder público Nacional, se hace por vía de derecho.
En efecto, la Constitución o la ley crean el servicio público, complementadas por
disposiciones de orden reglamentario dictadas por el Presidente de la República en
Consejo de Ministros en uso de la atribución y obligación que le confiere el Art. 236 de
la CRBV.

B. Funcionamiento; el buen funcionamiento de los servicios públicos está


profundamente relacionado con el concepto de calidad de vida, el cual supone el
disfrute de condiciones básicas y esenciales de vida para que cada sujeto pueda vivir
de forma digna. El tratamiento oficial de la materia de servicios públicos ha pasado por
etapas diferentes de transformación, hacia una nueva regulación jurídica e
institucional donde se establece taxativamente la función ejercida por la
administración pública como ente rector de las políticas públicas, sujeta al servicio
público o interés general, estando en consecuencia- al servicio de la ciudadanía sin
ningún tipo de distinciones, privilegios o discriminaciones.

C. Supresión; salvo los creados por imperativo de la Constitución, los creados por ley se
suspenden también por ley; en virtud de lo dispuesto en el Art. 218 de la Constitución
de la República: las leyes sólo se derogan por otras leyes (materias de reserva legal).
No obstante, según el Art. 236 CRBV. Num. 8 y el 196 CRBV. Num. 6 mediante decreto
ley, el presidente de la República podrá disponer la modificación o suspensión de
servicios públicos, entendiendo como tales las reparticiones administrativas
pertinentes, siempre y cuando se den los supuestos previstos en las citadas normas
constitucionales.
También se pueden suspender por ordenanza cuando hayan sido creadas por ésta.
Procede en estos casos, la aplicación del principio general del derecho: los
instrumentos normativos se deshacen con la misma forma como fueron hechos.

17. Reestructuración del régimen jurídico de los servicios


públicos

Carácter autoritario del régimen jurídico tradicional


De un principio aplicado en Francia a fines del siglo pasado se ha creado en nuestro país en
el presente, todo un régimen jurídico de características que, más que “exorbitantes al
derecho común,” son directamente estatistas y autoritarias. Pensándose en la supremacía
del interés público sobre el interés privado, y en la necesidad de evitar que particulares
carentes de sentido social trabaran continuamente la acción estatal de satisfacer las
urgentes necesidades colectivas, se ha elaborado una serie de reglas que tienden a dar
prerrogativas de derecho público al que presta el servicio, prerrogativas destinadas, como
decimos, a permitirle la mejor satisfacción del interés público en cuestión.

Interés público e interés individual


A ello señalamos primero el error de concebir al interés público o a la necesidad pública
como entes abstractos, como una estela de bienestar que se esparce insensiblemente
entre el pueblo; como una noción mágica que implica todo lo bueno y mejor y a la cual
deben doblegarse las pretensiones jurídicas de los particulares.
Conclusión.

La supresión de la noción de servicio público. Ello demuestra que los elementos a) actividad
realizada directa o indirectamente por la administración, y b) con miras a satisfacer una
necesidad colectiva, no conllevan necesariamente el tercer elemento: Régimen exorbitante al
derecho privado; el régimen de derecho público se presenta en otros casos que los señalados
por esos dos requisitos, y además no siempre se presenta cuando ellos aparecen.

De allí surge que la “satisfacción de una necesidad colectiva” no fundamenta ni condiciona el


“régimen de derecho público.” La conclusión es entonces obvia: No cabe sino suprimir una
noción teórica que no tiene asidero en la realidad, que no sirve para explicar el derecho
positivo, y que introduce más confusiones que clarificaciones dentro del pensamiento jurídico
sistemático. Dicho en otras palabras, la determinación de aplicar un régimen de derecho
público a cierta actividad, estatal o no, es una decisión que no puede estipular libremente la
doctrina, a partir de la afirmación que resuelva hacer en el sentido de llamarla “servicio
público;” esa determinación viene dada por el orden jurídico, en la medida que efectivamente
someta o no, en mayor o menor grado, alguna actividad humana al derecho público. Que algún
escritor la llame “servicio público” antes de existir la regulación legal de derecho público, es
equívoco, pues expresa sólo su opinión personal de que convendría que esa actividad fuere
objeto de regulación por el derecho público.

A su vez, que él llame “servicio público” a una actividad cualquiera, después que el derecho
público la ha regulado, no sólo es ya intrascendente, sino que también es proclive a
confusiones, pues muchos podrán creer, siguiendo esta tradición conceptual, que se rige por el
derecho público porque “es” un servicio público, olvidando que se lo llama convencionalmente
servicio público porque está regido por el derecho público. Y si el jurista encuentra
determinada actividad regida por el derecho privado, no puede llamarla servicio público sin
inducir a equivocaciones, y no efectúa en tal caso una clasificación que sea jurídicamente
relevante para explicar el sistema positivo. En otras palabras, a lo sumo sería el régimen
jurídico positivo el que podría justificar la denominación, pero no ésta la que determinará el
derecho aplicable. Si, a su vez, el legislador ha aplicado el derecho público a actividades del
Estado o de los particulares, con naturaleza y fines de los más diversos, entonces no tiene
sentido lógico ni metodológico querer encontrar una institución allí donde no existe. Sería por
supuesto útil y conveniente si hubiera un grupo de actividades homogéneas que tuvieran un
mismo régimen y pudieran ser conceptuadas de igual manera: Pero no podemos forzar la
realidad para inventar lo que en ella no existe.

En el mejor de los casos, la expresión “servicio público” ha cumplido históricamente una


función axiológica, cuando en base a ella se sostuvo que tales o cuales actividades debían ser
objeto de regulación por el derecho público; pero cuando esa función valorativa está superada,
la expresión pierde toda connotación explicativa del derecho positivo de un país dado y pierde
también, por su vaguedad indefinible, utilidad valorativa racional sin perjuicio de que la tenga,
para algunos, emocional. Pero con ello salimos del campo de la ciencia jurídica, por más que
sea una ciencia “en formación.”
BIBLIOGRAFIA

 Internet/pag. teoría general del derecho administrativo


 Los servicios públicos en el Perú/Luis Miguel Reyna Alfaro
 CAICEDO C., Luís A. Derecho Administrativo. Tema 10 y 18.
 11ª Edición. Caracas, Venezuela.
 Instituto Venezolano de los Seguros Sociales - IVSS. http://www.ivss.gov.ve/

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