LA - II - ESP - Módulo6 El Adjetivo

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El adjetivo

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Mariona Anfruns
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Índice

Introducción.................................................................................................... 5

Objetivos............................................................................................................ 6

1. El adjetivo.................................................................................................... 7
1.1. Características......................................................................................... 7
1.2. Género y número................................................................................... 7
1.3. Grados del adjetivo................................................................................ 8
1.3.1. Grado positivo............................................................................. 9
1.3.2. Grado comparativo...................................................................... 9
1.3.3. Grado superlativo........................................................................ 11
1.4. Posición del adjetivo.............................................................................. 13

Bibliografía...................................................................................................... 14
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Introducción

Los adjetivos son un conjunto de palabras que tienen en común los siguientes
rasgos:

a) Son palabras tónicas.

b) Algunos pueden admitir morfemas de género y número, y concuerdan con


el sustantivo al que modifican.

c) Pertenecen a una clase abierta, es decir, que en cualquier momento se pue-


de formar un nuevo adjetivo. Algunos ejemplos de adjetivos creados re-
cientemente son cibernético o interactivo.

d) No se combinan con determinativos. Por eso no podemos decir *mi impor-


Algunos adjetivos puede com-
tante o *este superficial. binarse con el artículo, pero
en este caso se trata de adje-
tivos sustantivados. Es el caso
El adjetivo puede realizar la función de complemento del nombre (una vegeta- de lo ridículo o los malos.
ción exuberante), atributo (la vegetación es exuberante) o complemento predica-
tivo (la encontré exuberante).
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Objetivos

1. Disponer de una perspectiva general del sistema adjetival en español.

2. Identificar los diferentes tipos de adjetivos.

3. Usar correctamente los adjetivos en grado comparativo y superlativo.

4. Reflexionar sobre algunas peculiaridades del sistema adjetival del español.

5. Aplicar correctamente la flexión de género y número en los adjetivos.


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1. El adjetivo

1.1. Características

Desde el punto de vista sintáctico y semántico, podemos clasificar los adjeti-


vos en varios grupos:

a) Adjetivos calificativos: expresan propiedades inherentes de los seres


designados por los nombres a los que acompañan. Ejemplos: bueno, malo,
valiente…

b) Adjetivos relacionales: denotan propiedades adquiridas en relación con


algo externo a los seres designados por los nombres a los que acompañan.
Ejemplos: laboral, social, petrolífero, lingüístico…

La mayoría de los adjetivos relacionales tienen las siguientes restricciones:


no admiten la función de atributo (*la explotación es petrolífera); tampoco
admiten adverbios de grado (*esta causa es muy social); no pueden formar
parte de una construcción comparativa (*este mercado es más laboral que
aquel); y no pueden anteponerse al nombre (*este lingüístico signo es muy
complejo).

c) Gentilicios: expresan relación con un lugar geográfico. Ejemplos: barcelo-


nés, madrileño, británico…

d) Cuasideterminativos: se asemejan a los determinativos. Ejemplos: si-


guiente, último, anterior, cercano...

1.2. Género y número

Los adjetivos no tienen género y número propios, sino que concuerdan con
el sustantivo al que modifican. En función de cómo expresan el género, hay
dos tipos de adjetivos:

a) Adjetivos de una terminación (o adjetivos invariables en género). Son


aquellos que tienen una misma forma para los dos géneros. Ejemplos: leve,
cursi, hortera, montés, cortés, dócil, común…

b) Adjetivos de dos terminaciones (o adjetivos variables en género). Son


aquellos que diferencian el género mediante terminaciones. Ejemplos:
sincero/a, holgazán/holgazana, montañés/montañesa, español/a…
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Los siguientes adjetivos tienen un comportamiento singular en cuanto al gé-


nero. Veamos qué dice el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE:

• Polígloto –ta
Aún sigue vigente su uso originario como adjetivo de dos terminaciones, una para
cada género: «Corrieron hacia el extraño polígloto»; «Acompañados [...] por nuestra
actriz más políglota». Pero hoy es más normal usar la forma en –a también para el
masculino: «Un escritor multifacético y políglota»; «Fue un reconocido políglota que
llegó a hablar hasta siete idiomas».
• Montés
En el uso culto general es adjetivo de una sola terminación, válida para ambos gé-
neros: «Dos machos de gato montés pelean por una hembra»; «El bucardo o cabra
montés pirenaica, extinguido a principios del año 2000». Es poco frecuente el uso del
femenino específico montesa.
• Autodidacta
Aún sigue vigente su uso originario como adjetivo de dos terminaciones, una para
cada género: «Murray era un erudito autodidacto»; «Habla con la seguridad que le da
ser una autodidacta». Pero hoy es más frecuente usar la forma autodidacta también
para el masculino: «Un emigrante listo y autodidacta»; «Este arquitecto indio
autodidacta estaba construyendo las magníficas iglesias de Potosí».
• Gualdo –da
Es un adjetivo de dos terminaciones, una para cada género, por lo que, en registros
esmerados, concuerda en género y número con el sustantivo al que acompaña: «Un
emblema de la muerte, mano de huesos que apaga la llama de un cirio, con lujos
renacentistas sobre fondo gualdo»; «Anchas cenefas de flores rojas y gualdas». No
obstante, es frecuente el empleo de la forma gualda para ambos géneros: «Los colores
rojo y gualda [...] componen la bandera de España». Es uso válido, pues la mayoría de
los adjetivos de color que derivan del nombre de una flor, como es el caso, suelen ser
invariables en género: rosa, malva, violeta, etc.

En cuanto al plural, los adjetivos forman el plural en –s o –es, siguiendo las


mismas reglas que los sustantivos. Ejemplos: listos, cursis, monteses, españoles,
capaces…

Igual que los sustantivos acabados en –í o –ú, se considera correcto tanto el


plural en –es como en –s. Ejemplo: carmesí/carmesíes, chimús/chimúes. Asimis-
mo, los adjetivos acabados en –s o –x permanecen invariables en plural. Ejem-
plos: gratis, guaperas, finolis, unisex…

El siguiente adjetivo tiene un comportamiento singular en cuanto al número.


Veamos qué dice el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE:

• Extra
Es invariable en plural cuando significa ‘superior’, tanto en calidad (Yo solo uso aceites
extra) como en tamaño (Los huevos extra son los más caros). Cuando significa ‘adicio-
nal’, aunque no faltan ejemplos de uso invariable, se prefiere hoy el plural en -s: «Esto
de hacer horas extras mata»; «Muchas personas luchan arduamente contra los kilos
extras que llevan encima».

1.3. Grados del adjetivo

La mayoría de los adjetivos calificativos admiten grados, para expresar distin-


tas intensidades en la cualidad que denotan. Hay tres tipos de grado:
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1.3.1. Grado positivo

Aparece cuando el adjetivo expresa una cualidad sin especificar el grado.


Ejemplo: el libro es caro, el niño es bueno.

1.3.2. Grado comparativo

Cuando se contraponen dos entidades que presentan la cualidad denotada


por el adjetivo en distinto grado (Mateo es más simpático que Juan) o bien cuan-
do se contraponen dos cualidades (Mateo es tan amable como astuto). Hay tres
tipos de grado comparativo:

• Comparativo de superioridad: el adjetivo se cuantifica con el adver-


bio más, y la conjunción que introduce el segundo término de la compara-
ción. Ejemplo: Ana es más organizada que José.

• Comparativo de igualdad: el adjetivo se cuantifica con el adverbio tan,


y la conjunción como introduce el segundo término de la comparación;
también es posible cuantificar el adjetivo con la locución igual de y la con-
junción que. Ejemplo: Ana es tan organizada como José; Ana es igual de orga- Muchas veces se utiliza erró-
neamente como o a para
nizada que José. introducir el segundo término
de la comparación. Ejemplos:
*Teresa es igual de lista como su
• Comparativo de inferioridad: el adjetivo se cuantifica con el adverbio madre / Teresa es igual de lista
menos, y la conjunción que introduce el segundo término de la compara- que su madre.

ción. Ejemplo: José es menos organizado que Ana.

Atención
Algunos adjetivos no aceptan el grado comparativo porque ya son en sí mis-
mos comparativos. Son los llamados comparativos sintéticos, que derivan di- Con los adjetivos anterior,
posterior, inferior y superior, el
rectamente del latín. Estos adjetivos son: mejor, peor, mayor, menor, inferior,
segundo término de la com-
superior, anterior y posterior. paración se introduce con la
preposición a. Ejemplos:
Las notas son superiores a las
Grado positivo Comparativo sintético del semestre pasado / *Las
notas son superiores que las del
bueno mejor semestre pasado

malo peor

grande mayor A pesar de lo que se indica en


algunas gramáticas, según la
pequeño menor RAE, anterior y posterior no son
propiamente adjetivos com-
bajo inferior parativos, ya que carecen de
forma positiva. Justamente por
alto superior este motivo, anterior y poste-
rior admiten combinarse con
“muy”, como corresponde a
los adjetivos no comparativos,
y no con “mucho”: Las acu-
saciones son muy anteriores a
Los comparativos sintéticos, al ser ya comparativos, no admiten construccio- su llegada a la presidencia (no:
*mucho anteriores); La torre de
nes comparativas. Por lo tanto, no podemos decir *menos mejor, *más menor, la iglesia fue una construcción
etc. Al igual que otros comparativos, los sintéticos no pueden ir precedidos de muy posterior (no: *mucho
posterior).
“muy”, sino de “mucho” (mucho mejor, mucho peor ), a excepción de inferior y
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superior, que solo admiten “muy” (muy inferior, muy superior, *mucho inferior,
*mucho superior). Ejemplo: El resultado es muy superior a lo esperado.

El comparativo mayor se comporta de una forma especial, ya que según su


significado puede aceptar el grado comparativo. Veamos qué dice sobre este
adjetivo el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE:

• Mayor
Cuando mayor se emplea con valor comparativo, esto es, con el significado de ‘que
excede a otra cosa en tamaño, cantidad, calidad o intensidad’ y, referido a persona,
‘que excede en edad a otra’, es incorrecta su combinación con otras marcas de grado
como más o tan: *Esta mesa es más mayor que la mía (correcto: más grande o mayor);
*Mi hermano Pedro es más mayor que tú (correcto: mayor); *Su bondad es tan mayor como
su inteligencia (correcto: tan grande). No obstante, mayor tiene, dentro del campo de
la edad, usos en que funciona, no como comparativo de grande, sino como un verda-
dero adjetivo en grado positivo. En estos casos sí puede admitir su combinación con
marcas de grado como más, muy o tan. Dentro del campo de la edad, mayor funciona
como adjetivo no comparativo con los valores siguientes:
a)  ‘De no poca edad’. Se opone a pequeño: «Los cambios [...] son más fáciles para
los niños mayores que para los pequeños». Así, un niño puede decir: Ya soy ma-
yor, queriendo expresar, simplemente, que ya no se considera pequeño. En
este sentido mayor sí admite su combinación con marcas de grado como más,
muy o tan: «Cuando fui un poco más mayor, entré a trabajar de aprendiz en una tien-
da»; «Ya eres muy mayor para jugar a esconderte»; «¡Mira que tan mayor y todavía con
chupete!».
b)  Puede usarse con el sentido más preciso de ‘adulto’: «Cuando sea mayor me casaré
con él y tendremos dos hijas». Obsérvese, a este respecto, la diferencia de senti-
do entre estas dos oraciones, ambas posibles y correctas: Cuando seas mayor [=
cuando seas adulta], podrás ponerte ese vestido y Cuando seas más mayor [= cuando
tengas más edad de la que tienes ahora], podrás ponerte ese vestido.

Cuando la conjunción que comparativa se encuentra al lado de la conjunción


que completiva, aunque no hay incorrección gramatical, se aconseja evitar la
cacofonía introduciendo el adverbio no entre las dos conjunciones. Ejemplo:
Es peor que vengas que no que te quedes en casa. Observa que en estos casos, sub-
yace la siguiente estructura gramatical:

A es mejor/peor que B

Si A significa “el rojo” y B significa “el azul”, obtenemos: El rojo es mejor que También conviene evitar el uso
el azul. del que comparativo seguido
del pronombre relativo que. En
estos casos se aconseja repetir
Si A significa “reír” y B significa “llorar”, obtenemos: Reír es mejor que llorar. el antecedente. Ejemplo: Hay
muchos más libros que guardar
Si A significa “que rías” y B significa “que llores”, y lo aplicamos a la fórmula que libros que tirar.

anterior obtenemos: Que rías es mejor que que llores. Desde un punto de
vista gramatical, la frase es correcta, pero suena mal porque casualmente han
coincidido el que de la fórmula comparativa (es mejor que) y el que completivo
de una oración que comienza así (que llores): es mejor que + que llores. Como
se apunta más arriba, para evitar la cacofonía podemos introducir el adverbio
no: Que rías es mejor que no que llores, o podemos optar por otra solución: Reír
es mejor que llorar. Lo que no podemos hacer en ningún caso es suprimir uno
de los que (*que rías es mejor que llores) o inventar una estructura comparativa
inexistente (*que rías es mejor a que llores).
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1.3.3. Grado superlativo

Aparece cuando el adjetivo expresa un grado elevado en la cualidad que deno-


ta. Hay dos clases de grado superlativo:

• Superlativo absoluto: expresa el grado más alto de una escala. El ad-


jetivo se cuantifica con el adverbio muy o con los sufijos -ísimo o -érrimo:
muy alto, novísimo, paupérrimo. También se puede también combinar con
otros adverbios como bien, enormemente, verdaderamente, horrorosamente…
Ejemplos: bien sabroso, verdaderamente triste…

• Superlativo relativo: compara la cualidad de alguien o algo con la de


un conjunto. El adjetivo se cuantifica anteponiéndole un artículo o un
posesivo seguidos de un adverbio de cantidad. Después del adjetivo puede
haber un complemento introducido por la preposición de. Ejemplos: el
más atrevido de la clase, los menos apropiados…

Al igual que teníamos adjetivos comparativos sintéticos, encontramos en la


lengua adjetivos superlativos sintéticos, que no aceptan el grado superlativo
porque ya son en sí mismos superlativos.

Grado positivo Superlativo sintético

bueno óptimo

malo pésimo

grande máximo

pequeño mínimo

bajo ínfimo

alto supremo

Otras consideraciones sobre el grado superlativo:

• Según la normativa académica, el grado superlativo se forma a partir del


adjetivo calificativo en grado positivo o adverbio + el sufijo -ísimo (y sus
variantes): feísimo, interesantísima, limpísimos, estudiosísimas, malísimo.

Recuerda que el sufijo se añade al adjetivo en grado positivo y no a una


forma derivada: *blancuchísimo (blanco > blancucho; blanco >blanquísimo);
*negruzquísimo (negro > negruzco; negro > negrísimo).

• Observa las siguientes reglas que señala la Academia para la formación de


superlativos:

a) 
Los adjetivos que terminan en las consonantes -l, -r y -z añaden el sufijo
directamente: de fácil, facilísimo; de cordial, cordialísimo; de feroz, ferocísimo; de sa-
gaz, sagacísimo; de popular, popularísimo; de vulgar, vulgarísimo. Son excepción los
terminados en -or, que incorporan, además, el interfijo -c-: mayorcísimo, trabaja-
dorcísimo.
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b) Los adjetivos que terminan en -n incorporan normalmente el interfijo -c-: de bri-


bón, briboncísimo; de fregón, fregoncísimo; de joven, jovencísimo. Es excepción co-
mún, que añade directamente el sufijo: comunísimo.
c) Los adjetivos terminados en una sola vocal suelen perder esta: de listo, listísi-
mo; de dulce, dulcísimo; de barroco, barroquísimo. Es excepción cursi, cuyo superla-
tivo es cursilísimo. No admiten el superlativo en -ísimo los adjetivos terminados
en vocal tónica: de carmesí, muy carmesí; de rococó, muy rococó.
d) Los adjetivos terminados en los grupos vocálicos átonos -ue, -uo/-ua pierden la
última vocal: de tenue, tenuísimo; de ingenuo, ingenuísimo; de exigua, exigüísima.
e) Los adjetivos terminados en los diptongos -io/-ia pierden las dos vocales: de am-
plia, amplísima; de sucio, sucísimo; de seria, serísima; de agrio, agrísimo.
f) Los adjetivos terminados en los hiatos -ío/-ía pierden la última vocal: de frío, frií-
simo; de impía, impiísima.

• Por regla general, los adjetivos que tienen el diptongo -ue- o -ie- no dipton-
gan cuando añadimos este sufijo. No obstante, en algunos casos tenemos
doble forma para superlativos como bonísimo/buenísimo, fortísimo/fuertísi-
mo, novísimo/nuevísimo, calentísimo/calientísimo, certísimo/ciertísimo…

• El adjetivo simple también presenta dos formas: simplísimo y simplicísimo.

• Algunos adjetivos forman el superlativo con el sufijo –érrimo unido a la


raíz latina. Ejemplos: libérrimo, celebérrimo, nigérrimo, paupérrimo, misérri-
mo, pulquérrimo, acérrimo…

• Los comparativos sintéticos no admiten el grado superlativo (*muy mejor).


Sin embargo, el adjetivo mayor admite el grado superlativo con muy y con
–ísimo cuando se refiere a la edad, ya que con este significado deja de ser
un adjetivo comparativo. Ejemplo: Para ellos ese señor es muy mayor.

• Algunos adjetivos calificativos con un significado superlativo no admiten


grados. Ejemplos: principal, absoluto, culminante, eterno, infinito…

• El uso de dos marcas de grado es una incorrección. Ejemplo: *Sonia es muy


listísima.

• Los adjetivos acabados en –ble, que mantienen el significado de “poder


ser”, no admiten la sufijación del superlativo: recomendable > *recomenda-
bilísimo (muy recomendable); cantable > *cantabilísimo (muy cantable); viable
> *viabilísimo (muy viable).

• Los adjetivos acabados en –ble que han perdido el significado modal de


“poder ser” sí admiten el superlativo en –ísimo. Hacen la derivación a par-
tir de la forma latina: amable > amabilísimo (*amablisimo); afable > afabilí-
simo (*afablísimo).

• El adjetivo posible no admite el grado superlativo: *Es muy posible que llueva
mañana; el adjetivo probable, sí: Es muy probable que llueva mañana.
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1.4. Posición del adjetivo

La posición del adjetivo en relación al nombre, antepuesto o pospuesto, de-


pende de la clase a la que pertenece el adjetivo, así como a la relación semán-
tica y sintáctica entre el adjetivo y el nombre.

Algunos adjetivos ocupan una posición fija. Los adjetivos relacionales siempre
aparecen pospuestos al nombre. Los adjetivos calificativos, en cambio, pue-
den ir delante o detrás en función de cómo el adjetivo modifica al nombre.
Funcionan como complementos especificativos cuando aparecen pospuestos
al nombre (La camisa verde). Sin embargo, cuando van antepuestos al nombre,
aportan información sobre el nombre pero no lo delimitan; funcionan como
adjetivos explicativos (Aquel verde prado).

En otros casos, la anteposición o posposición del adjetivo provoca un cambio


de significado. Ejemplos:

Un pobre hombre (desgraciado) un hombre pobre (sin dinero)


Un gran hombre (destacado) un hombre grande (de tamaño)
Una nueva casa (otra casa) una casa nueva (para estrenar)
Un verdadero problema (grande) un problema verdadero (no fingido)
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Bibliografía

Alarcos Llorach, Emilio (1994). Gramática de la lengua española, Real Academia Española,
Madrid, Espasa-Calpe.

Alcina Franch, José y Blecua, José Manuel (1994). Gramática española. Madrid: Ariel.

Gómez Torrego, Leonardo (2007). Gramática didáctica del español. Madrid: SM.

Gómez Torrego, Leonardo (2011). Hablar y escribir correctamente, II vol. Madrid: Arco
Libros.

Instituto Cervantes (2012). El libro del español correcto. Barcelona: Espasa.

Real Academia Española (2009). Nueva gramática de la lengua española, I vol. Madrid:
Espasa, pp. 905-1022.

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