La Oración en La Cartuja
La Oración en La Cartuja
La Oración en La Cartuja
1. Un ambiente de oración
Los “Estatutos”, que regulan la vida del cartujo, sólo persiguen un fin:
ordenar todo de tal manera que el monje logre la unión con Dios a
través de la dedicación asidua a la oración.
2. Inmersión en la oración
1
"Paz a esta casa", y, tomando al novicio de la mano, lo introduce y lo
lleva al oratorio, donde éste ora arrodillado. Terminado el rezo de los
salmos por la Comunidad, siguen las preces indicadas en el Ritual.
3. La lectio Divina
2
con mucha prudencia debe educar en la contemplación, consciente
de que ésta es la meta de la oración.
5. Oración y trabajo
3
Realizar el trabajo manual “en su presencia” es una buena receta
para que el recogimiento y el ambiente de oración no quede ahogado
por los trabajos que se realizan y que normalmente requieren
atención. Sería difícil, incluso peligroso, empeñarse en una oración
continua en el trabajo, a modo del peregrino ruso, repitiendo
incesantemente “la oración de Jesús”: “Jesús, Hijo de Dios, ten
misericordia de mí, pecador”, que ha caracterizado cierta
espiritualidad del monacato oriental. Hay que buscar otros medios
más normales y equilibrados de mantener una suave presencia de
Dios en medio de los trabajos y ocupaciones de la jornada:
4
En este sentido nuestros Estatutos son claros y no dejan ningún
resquicio a situaciones particulares ni se prevén excepciones:
5
Una curiosidad de la Orden es que siempre se antepone la Hora del
Oficio de la Virgen María a su correspondiente Hora del Oficio del día,
excepto en la Hora de completas, que cierra la jornada; aquí se
rezan primero las Completas del día y a continuación Completas de la
Virgen, para terminar el día con María, como se comenzó.
6
un modo peculiar la índole de la Iglesia, en la cual lo humano está
ordenado y subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción
a la contemplación.” (Estatutos, 41,2).
7
Ciertamente no es propio del cartujo andar pendiente de los asuntos
de las familias, ni tratar de solucionar problemas con su palabra, por
teléfono o por escrito, pero en la oración presenta a Dios todas esas
necesidades que vive y siente de manera muy real: “Si realmente
estamos unidos a Dios, no nos encerramos en nosotros mismos, sino
que, por el contrario, nuestra mente se abre y nuestro corazón se
dilata, de tal forma que puede abarcar al universo entero y el
misterio salvador de Cristo.” (Estatutos,34,2).
De hecho, todos los rezos de las Horas del Oficio Divino terminan con
las “preces” o súplicas por todas las necesidades del mundo y de la
Iglesia. A modo de ejemplo en los tres formularios de “preces” más
corrientes, con las que terminan las Horas del tiempo ferial, se puede
ver qué tipo de súplicas presenta el cartujo diariamente al Señor .
En Laudes:
A ti, Dios Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo.
Todo honor y gloria.
Tú, que de las tinieblas nos has llamado a tu luz admirable.
Concédenos vivir como hijos de la luz, en Cristo.
El Espíritu Santo venga en ayuda de nuestra debilidad,
Para que sepamos orar por los hijos de Dios como conviene.
Aliméntanos con el manjar espiritual,
Para que tu amor llegue en nosotros a su plenitud.
Todo lo que hoy se haga en la tierra.
Cúmplase en nombre de nuestro Señor Jesucrı sto.
Envía, Señor, trabajadores a tu campo.
Pues la mies es mucha y los obreros pocos.
Haz que permanezcamos en tu presencia.
Como víctimas santas, agradables a Dios.
Enséñanos a amarnos de corazón unos a otros.
Como Cristo nos ha amado.
En Vísperas:
Por la sangre del Hijo y con la fuerza del Espíritu.
Padre, congrega en torno a ti la creación entera.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia.
Y haz que crezca en tu amor.
Pastor bueno, atrae a todas las ovejas.
Para que haya un solo rebaño y un solo Pastor.
Oremos por los que lloran y sufren.
Consuélalos, Señor.
Por los que tienen hambre y sed de justı cia.
Sácialos, Señor.
Por los perseguidos por causa de tu Nombre.
Concédeles, Señor, tu reı no.
Que todos los pueblos te reconozcan como el único Dios verdadero.
Y a tu enviado, Jesucrısto.
8
Acoge en tu gloria a todos los difuntos.
Cuyo corazón tú solo conocı ste.
Para que concordes y a una voz alabemos a Dios,
Ven, Señor Jesús.
Horas menores:
Concédenos, Padre, el espíritu de fe y de revelación.
Para comprender cuál es nuestra esperanza.
Haz que reine entre los hombres.
La paz y la concordia.
A los que ejercen servicio de autoridad entre sus hermanos.
Infúndeles el espíritu de sabiduría y humildad.
Todos los consagrados a ti.
Perseveren en la oración con un mismo espíritu.
Otórganos, Señor, completar en nuestra carne.
Lo que falta a los padecimientos de Cristo por su Iglesia.
A nuestros parientes y bienhechores.
Concédeles tu bendición para la vida eterna.
Ensalza a los humildes, sacia a los hambrientos.
Pues eres un Dios misericordioso.
En la vida y en la muerte.
Siempre tuyos, Señor.
Libera a la creación de la servidumbre de la corrupción.
Para que alcance la libertad y la gloria de los hijos de Dios.
9
acercando cada vez más a Él en una oración cada vez más pura y
contemplativa.
Oh, Dios, que penetras los corazones y colmas sus más callados
deseos, concédenos dar testimonio de tu Majestad hasta con nuestro
mismo silencio.
10
Padre de inmensa bondad, cuya divinidad infinita está por entero
presente en todas las criaturas, enséñanos a descubrir tu imagen en
todos los hombres, y a servirte en cada uno de ellos.
Seño, sin mérito por parte nuestra, nos has concedido el sosiego de
la soledad; haz que viviendo sólo para ti en el silencio, ofrezcamos
frutos de salvación a la iglesia y al mundo.
Los caminos de tus preceptos nos deleiten, Señor, más que todas las
riquezas y no temeros carecer de nada, al saberte junto a nosotros.
11
Fortalécenos, Señor, con tu Espíritu para que formado nuestro
hombre exterior por la observancia monástica, te busquemos con
mayor fervor en nuestro hombre interior.
12
POEMAS ORANTES
13
Hasta el día en que me apague sin ruido
cuando el labio divino me haya dado
su enamorado Soplo prometido.
_________________
ERMITA CONSUMADA
________
Y lento
sumo en la plegaria
gota a gota
lo eterno.
14
en mi silencio.
CAMPANAS
____________
MAITINES
15
tu voz ahora es de muchos
y universal es tu salmo.
Bébete hoy esa lágrima
apenas haya brotado,
no dejes, no, que se lleve
las esperanzas de tantos.
¡Canta! que hoy, monjecillo
tú mismo eres el salmo.
_____________
_____________
EL JARDÍN DE MI CELDA
de otros lo he recibido,
de prestado ¡tan pequeño!.
Dos dalias grandotas, un estrecho
16
ciprés, ¡y mil sueños!.
Nada mío, nada de nadie
¡todo nuestro!.
Más y más
pura,
soledad a solas,
soledad sin
mí mismo.
_________
17
________________
_______________
18
ORANTE LITÚRGICO NOCTURNO
(MAITINES-LAUDES)
19
Silenciar el silencio es trabajoso,
es paciente labor de jardinero
que un día, en una flor, halla reposo.
_____________________
Un cartujo
20