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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTÍN DE

AREQUIPA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA, RELACIONES INDUSTRIALES Y CIENCIAS
DE LA COMUNICACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ASIGNATURA

Metodología del Trabajo Intelectual Universitario

DOCENTE:

Sumilko Sully Peralta Palma

ALUMNOS:

Chirinos Corahua, Luisa Natalia


Suni Vizcardo, Franco Carlos
Velásquez Sánchez, Alex Gustavo
Pachao Medina, Betzy Nayeli
Guzmán Taco, Ana Paula

AREQUIPA - 2023
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA VIDA UNIVERSITARIA A TRAVÉS
DE LA SOLIDARIDAD

Dentro de la vida universitaria, la inteligencia emocional es una habilidad crucial


que no solo influye en el éxito académico, sino que también tiene un impacto
significativo en la forma en que los estudiantes interactúan entre sí y con su
entorno, lo que a su vez se incluye dentro de uno de los pilares universitarios
fundamentales, es decir, la responsabilidad social. Entre los aspectos más
destacados de la inteligencia emocional en este contexto, se encuentra su
manifestación a través de la solidaridad, ya que, dentro del ambiente
universitario, esta habilidad se pone a prueba constantemente, pues los
estudiantes enfrentan diversos desafíos a nivel personal, social y sobre todo
académico. A continuación, se presentan algunas definiciones de la inteligencia
emocional y la solidaridad, la importancia que tienen, algunos ejemplos y
ciertas limitaciones de este último concepto, que permitirán comprender de
mejor manera como ambos se ven reflejados dentro de la vida universitaria.

En primer lugar, Mayer, citado de un estudio de Martínez define a la Inteligencia


Emocional como “una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las
propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional
e intelectual. De esta manera se puede usar esta información para guiar
nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento”. Según el libro de
Goleman titulado Inteligencia Emocional, que clasifica la inteligencia emocional
desde distintos puntos, la capacidad de motivarse a uno mismo sería un muy
buen ejemplo para lograr una estabilidad emocional plena. (Goleman, 1995)

No obstante, para llegar a la aprobación de dicho concepto, existió mucho


antes toda una trayectoria de diferentes perspectivas y personajes, entre los
que destaca Thorndike, quien utilizó el término Inteligencia Emocional para
describir la habilidad de comprender y motivar a otras personas; seguido de
David Wechsler quien propuso que para comprender la inteligencia, y a partir
de ello permutar a la Inteligencia Emocional, es necesario comprender algunos
factores biológicos que se encuentran en nuestro cerebro y que debemos
entenderlos para así poder comprender por completo el campo de la cognición
y ambas denominaciones. Finalmente, Howard Gardner aborda de manera
superficial este tema con la publicación de su libro “Inteligencias Múltiples” en
donde trata acerca del coeficiente intelectual y de la manera en que la medición
de dicho factor era un indicador importante para el ser humano, ignorando otros
tipos de inteligencia como la interpersonal, que se refiere a la capacidad de
comprender los pensamientos, sentimientos y emociones de las demás
personas, y de la inteligencia intrapersonal, que es la capacidad de comprender
los pensamientos, sentimientos, miedos y fortalezas de uno mismo. Es así, que
finalmente gracias a todos estos aportes se llega en consenso a la aprobación
del concepto de Inteligencia emocional de Goleman que a día de hoy sigue
siendo catalogada como la principal, sobre todo en el campo de la psicología.

En segundo lugar, en cuanto al significado de solidaridad, se encuentra que


etimológicamente, proviene del latín soliditas, que hace referencia a un todo
compuesto de elementos relativamente semejantes (Moënne, 2010). Sin
embargo, a medida en que ha transcurrido el tiempo, esta palabra ha ido
recibiendo ciertas modificaciones, y el concepto actual “Enmarca desde
prácticas movidas por la conmiseración —de ayuda momentánea al necesitado
—, hasta esfuerzos constantes y profundos hacia la disminución del sufrimiento
humano y la realización de la justicia” (Giraldo y Ruiz, 2019). A pesar de ello,
como una síntesis de lo revisado, se puede definir a la solidaridad como un
valor que constituye el interés de una persona o un grupo de personas en
realizar el bien al prójimo, ayudando y mostrando esa disposición presta a la
empatía y comprensión del otro, debido a que este concepto es bastante
amplio, a continuación, se presenta una clasificación que establece los diversos
tipos de solidaridad que encontramos en nuestro día a día:

1. Solidaridad mecánica: Parte de la identificación con los demás y se


suele dar en medio de comunidades pequeñas que comparten
características cercanas, como la etnia, religión, clase social, o cultura.
En la actualidad, se encuentra presente dentro del contexto de las
comunidades modernas, siendo la base para la solidaridad dentro de la
familia o de entornos compartidos por varias personas. Un ejemplo
común de ello, se visualiza en las comunidades de agricultores, donde
no existen mayores diferencias entre las personas y se configura un
mismo tejido social a partir de la afinidad. En este tipo de sociedades no
existiría la posibilidad para la marginación, y en caso de que existiera
sería mínima.
2. Solidaridad orgánica: Este tipo de solidaridad es visible en la
cooperación, pues se relaciona con la disposición de diversos órganos
que actúan para el funcionamiento global de un sistema. La integración
social y la cooperación entre diferentes personas en medio de las
diferencias son superadas gracias a un ideal moral. No comparten
características comunes entre sí, pero pertenecen a la misma sociedad.
Un ejemplo de este tipo de solidaridad se puede encontrar en medio de
las sociedades en las que las personas se han especializado de manera
particular en labores concretas que se realizan y que aportan entre sí al
bienestar de las demás personas y al balance económico.
3. Solidaridad social: Podría ser considerada como derivada de la noción
de solidaridad desarrollada por Kropotkin en relación con la tendencia
natural del ser humano hacia ayudar a las demás personas de forma
instintiva y sin la persecución de otro tipo de interés, aún cuando no se
comparten características comunes entre los involucrados.

Como hemos podido ver hasta el momento, la inteligencia emocional y la


solidaridad son dos aspectos fundamentales en la vida universitaria, y su
intersección puede tener un impacto significativo en el bienestar personal, el
éxito académico y el desarrollo de habilidades sociales, por ende, se encuentra
la importancia de la inteligencia emocional en la vida universitaria a través de la
solidaridad mediante factores como:

- Gestión de emociones: Pues los estudiantes enfrentan una variedad de


desafíos académicos, sociales y personales. La capacidad de manejar el
estrés, la ansiedad y otras emociones negativas es esencial para
mantener un buen rendimiento académico y una salud mental óptima. La
solidaridad puede proporcionar apoyo emocional a través de la conexión
con otros estudiantes y la creación de una red de apoyo.
- Relaciones interpersonales: La inteligencia emocional también implica la
habilidad para comprender las emociones de los demás y relacionarse
efectivamente con ellos. La solidaridad en la vida universitaria implica
trabajar juntos para superar desafíos comunes, lo que fomenta la
empatía y la cooperación. Estas habilidades son fundamentales en la
colaboración en proyectos académicos, en la resolución de conflictos y
en la construcción de relaciones positivas con compañeros y profesores.
- Resiliencia: La inteligencia emocional contribuye a la resiliencia, la
capacidad de recuperarse de las adversidades y los fracasos. La vida
universitaria puede ser estresante y desafiante, pero la solidaridad
proporciona un sistema de apoyo que puede ayudar a los estudiantes a
superar obstáculos y mantener su motivación. La solidaridad promueve
la sensación de pertenencia a una comunidad que está dispuesta a
ayudar y respaldar en momentos difíciles.
- Liderazgo y trabajo en equipo: La inteligencia emocional es esencial
para el liderazgo efectivo y el trabajo en equipo. En la vida universitaria,
los estudiantes a menudo se involucran en actividades extracurriculares,
proyectos de grupo y actividades de liderazgo estudiantil. La solidaridad
les permite liderar y colaborar de manera más efectiva al comprender las
necesidades y emociones de sus compañeros.
- Desarrollo personal y crecimiento: La universidad es un período crucial
para el crecimiento personal y la formación de la identidad. La
inteligencia emocional y la solidaridad pueden ayudar a los estudiantes a
desarrollar una mayor conciencia de sí mismos, a comprender sus
valores y a contribuir a la sociedad de manera significativa. Al participar
en actividades solidarias, los estudiantes pueden encontrar un propósito
más profundo en su educación y vida universitaria.

En resumen, la inteligencia emocional y la solidaridad son componentes


esenciales para una experiencia universitaria enriquecedora y exitosa. Estas
habilidades no solo ayudan a los estudiantes a sobrellevar el estrés y las
dificultades, sino que también promueven el crecimiento personal y el
desarrollo de relaciones positivas que pueden perdurar a lo largo de la vida,
esto a su vez contribuye y se relaciona de manera directa con el enfoque de la
responsabilidad social universitaria, pues constituye un pilar de vital
importancia debido a que contribuye al desarrollo sostenible y bienestar de la
sociedad de acuerdo con las necesidades del país y los avances del
conocimiento dentro de la Formación Profesional y Ciudadana y la Gestión
Social del Conocimiento e Investigación y Participación Social.

Ahora, para tener de manera clara ambos conceptos, hemos planteado dos
casos que permiten comprender mucho más acerca de la relación entre la
inteligencia emocional y la solidaridad:

Primer Caso:

En el distrito de Hunter se encuentra una familia conformada por una joven


adolescente de 15 años, Margarita, acompañada de su madre y su pequeño
hermano. La familia vivía en plena armonía en una casa alquilada, sin
embargo, varios problemas económicos y sociales atentaron en contra de la
estabilidad de la familia, provocando que la madre tome la decisión de migrar a
otro distrito. Esto provocó que Margarita discrepe con la decisión de su madre y
se rehúsa a dejar el lugar en donde había nacido y crecido durante toda su
infancia.

Es así que Margarita se llena de ira y termina encerrándose en su cuarto


poniéndose a llorar. Margarita, estando encerrada, reconoce que se encontraba
enojada y triste por la decisión tomada por su madre; sin embargo, ella decide
respirar para regular su ira y de esa manera poder apoyar a su madre con los
equipajes y el cuidado de su hermano. Lo que sucede es que Margarita, luego
de deliberar en su cuarto, comprendió que la mejor opción para poder
restablecer el bienestar de su familia era cumpliendo con lo que su madre
había planeado.

Segundo caso: (Solidaridad)

Ricardo Pun Chong: quién es el médico héroe de los niños con cáncer que se
aferra a la vida en una cama UCI.

En el año 2018, la cadena internacional CNN premió al fundador del albergue


Inspira como “Héroe del Año” por su desinteresada labor, dando alojamiento
gratuito, alimentos y apoyo emocional a menores enfermos de bajos recursos y
sus familias.

Desde joven entendió que su labor iba más allá de solo velar por la salud de
sus pacientes. Por ese tiempo, muchos colegas ya realizados se enfocaban en
salvar vidas, lo que para él era admirable, pero les pasaba desapercibido todas
las vicisitudes que atravesaban las familias para llegar a la cita en el hospital.
Algo que aparentemente podría sonar simple, tenía un trasfondo muchísimo
más complejo para justamente salvar, por ejemplo, la vida de un niño con
cáncer. Durante su formación médica en Lima, Pun Chong atendió a decenas
de menores de provincia gravemente enfermos, que viajaban largas horas para
cumplir con su tratamiento en algún nosocomio de la capital.

Cuando llegaban a su consultorio, los padres de estos niños con cáncer le


contaban la travesía que pasaban para poder llegar. Muchos vivían en las
zonas rurales más recónditas del Perú, por lo que tenían que cruzar ríos en
improvisadas balsas y peligrosos senderos en las montañas a bordo de buses.
Para ellos, no era opción alojarse en Lima, porque el dinero apenas y les
alcanzaba para comer.

De esta manera, podemos ver claramente que la inteligencia emocional no sólo


se puede ver plasmada dentro de la vida universitaria, sino que también la
encontramos en la cotidianidad y que, así como es importante para el primer
ámbito, para nosotros es fundamental practicarla en nuestra realidad y así
contribuir al desarrollo del bienestar común. Pese a ello, como en todo
concepto, también se encuentran limitaciones en la aplicación de estos
principios, sobre todo en el caso de la solidaridad y es importante reconocerlas
para abordarlas y trabajar en superar los obstáculos que puedan surgir en su
práctica. Algunas de las limitaciones de la solidaridad incluyen:

- Selectividad: A veces, la solidaridad puede ser selectiva, es decir, las


personas pueden ser solidarias solo con ciertos grupos o individuos que
les resultan cercanos o similares. Esto puede llevar a la exclusión de
otros que también necesitan ayuda.
- Agotamiento emocional: Mostrar solidaridad de manera constante y
sostenible puede ser emocionalmente agotador para algunas personas,
especialmente si están expuestas a situaciones de crisis o necesidad
constantemente.
- Falta de recursos: En ocasiones, las limitaciones financieras, de tiempo
o de recursos pueden dificultar la capacidad de las personas para
brindar apoyo solidario de la manera que desearían.
- Desigualdades estructurales: Las desigualdades estructurales en la
sociedad pueden obstaculizar los esfuerzos de solidaridad.
- Manipulación: En algunos casos, la solidaridad puede ser explotada o
utilizada con fines políticos o económicos. Las personas pueden ser
manipuladas para actuar solidariamente en beneficio de otros.
- Indiferencia: Aunque se espera que las personas muestren solidaridad,
también existe la posibilidad de que algunos individuos sean indiferentes
a las necesidades de los demás, lo que puede obstaculizar los esfuerzos
solidarios.
- Desconfianza: La falta de confianza en las organizaciones que gestionan
la solidaridad, o incluso la desconfianza entre las personas, puede
dificultar la cooperación y el apoyo mutuo.
- Crisis de agotamiento: En situaciones de crisis prolongadas, como
pandemias o conflictos prolongados, la solidaridad puede debilitarse con
el tiempo debido al agotamiento y la fatiga de ayuda.
- Conflictos de intereses: Los intereses personales o grupales a veces
pueden entrar en conflicto con la solidaridad.

La reflexión y la conciencia de estas limitaciones pueden ayudar a promover


una solidaridad más efectiva y equitativa y nos llevan a plantear la siguiente
conclusión, la inteligencia emocional y su abordaje mediante la solidaridad, es
esencial en la actualidad, pues al ponerse en práctica, permite a las personas
desarrollar empatía hacia las necesidades y dificultades de los demás,
fortaleciendo las relaciones interpersonales.

A nivel personal puede mejorar la autoestima y satisfacción al ayudar a otros,


especialmente en el contexto universitario, construye un ambiente de apoyo y
colaboración que puede ser de ayuda a los estudiantes para afrontar desafíos,
tanto académicos como personales, además, contribuye a que en dicho
entorno en el cual se comparten valores y se busca el bienestar común, se
preparen y formen a los estudiantes para ser ciudadanos comprometidos y
responsables en la sociedad.
Referencias Bibliográficas:

Consejo Universitario de la Universidad Nacional de San Agustín. (2022).


Reglamento de la Responsabilidad Social Universitaria.
https://fde.unsa.edu.pe/wp-content/uploads/2022/12/REGLAMENTO-
RSU-APROBADO-POR-CONSEJO-UNIVERSITARIO.pdf
Giraldo, Y. & Ruiz, A. (2019). La solidaridad. Otra forma de ser joven en las
comunas de Medellín. http://hdl.handle.net/20.500.12209/11545
Karla Moënne B. (2010). El CONCEPTO DE LA SOLIDARIDAD. Revista
Chilena de Radiología, 16(2). https://doi.org/10.4067/s0717-
93082010000200001
Ospina, S. B. (2021, septiembre 2). Los 3 tipos de solidaridad (explicados y con
ejemplos). Psicologiaymente.com.
https://psicologiaymente.com/social/tipos-solidaridad
Arce, J. (2023). Ricardo Pun Chong: quién es el médico héroe de los niños con
cáncer que se aferra a la vida en una cama UCI.
https://www.infobae.com/peru/

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