Oralidad y Escritura
Oralidad y Escritura
Oralidad y Escritura
Citamos a Cassany:
Hablar, escuchar, leer y escribir son las cuatro habilidades que el
usuario de una lengua debe dominar para poder comunicarse con
eficacia en todas las situaciones posibles. (...) Aquí las llamamos
habilidades lingüísticas, pero también reciben otros nombres según los
autores: destrezas, capacidades comunicativas o, también,
macrohabilidades. (…) Las habilidades lingüísticas se clasifican de la
siguiente forma, según el código oral o escrito y el papel receptivo o
productivo que tengan en la comunicación. (1995
Las habilidades orales son las más practicadas, con una notable
diferencia respecto a las escritas. Los cambios tecnológicos y la
evolución de la vida moderna han modificado sustancialmente los usos
y las comunicaciones escritas. Así surgen nuevos géneros como: chat,
mensajes de texto, correo electrónico, etc.
Lectura y escritura
Todavía hoy, muchas personas consideran que leer consiste en oralizar
la grafía; esta creencia responde a una concepción medieval desechada
por la ciencia. Más moderna y científica, es la noción que asocia la
lectura con la idea de comprensión. Para comprender necesitamos
desarrollar procesos cognitivos: anticipar, aportar nuestros
conocimientos previos, hacer hipótesis y verificarlas, elaborar
inferencias. Llamamos alfabetización funcional a este conjunto de
destrezas.
También debemos inferir. En un texto no está todo dado, para eso existe
la inferencia que consiste en una actividad que nos permite completar la
información disponible explícitamente. Emilio Sánchez Miguel enuncia
que comprender un texto supone entrar o penetrar en su significado y
conseguir los siguientes objetivos:
El proceso de escritura
Lleva mucho tiempo y muchos borradores comprender que la escritura
es un proceso. Pero, ¿qué es un proceso de escritura? Inicialmente
puede definirse como el conjunto de actividades sucesivas y
organizadas que se ejecutan para escribir un texto. De manera más
general puede entenderse como un proceso personal ya que vamos
puliendo el estilo propio a lo largo de nuestra vida.
2) Sustitución o re-emplazo
Como toda actividad de reformulación, esta requiere una correcta
evaluación de las restricciones que imponen el entorno verbal y el
contexto frente al repertorio de opciones que brinda la lengua.
Recordemos que sustituir incluye usar sinónimos pero no se limita a
ello: existen reemplazos léxicos y pronominales, de palabras o frases y
algunas restricciones normativas para el uso de unos u otros.
3) Ampliación o inserción
Expandir un texto fuente es una actividad que exige competencias muy
variadas, como saber sobre los contenidos del texto de partida de modo
de tener “algo que agregar sobre el tema”; además, el manejo de
procedimientos que se ponen en juego, como explicar, describir, realizar
comparaciones pertinentes, mantener el registro del texto de partida,
entre otros; también la capacidad para evaluar la extensión de lo que se
inserta, de modo de no afectar la coherencia global. Se puede ampliar
un texto mediante: explicaciones, especificaciones, descripciones,
ejemplificaciones, definiciones, intertextos (por ejemplo, citas
aclaratorias, enunciados referidos).
4) Recolocación o desplazamiento
Esta operación demanda conocimientos gramaticales y reflexión sobre
el sentido del texto fuente, ya que puede afectarlo en el nivel local
(reordenamiento sintáctico) tanto como el global (re-jerarquización de la
información). La tarea exige a veces buscar nueva información que
permita ampliar el tema que se elige relevar y establecer nuevas
relaciones de cohesión y coherencia. Los ejes desde los que se realizan
los cambios permiten pensar en cómo obtener distintos efectos y
obligan, a la vez, a reflexionar sobre las variaciones a medida que se
van produciendo.
Propiedades
El texto es un entretejido (textum) de significaciones que pueden
reducirse a un significado global, por eso se lo considera una unidad de
comunicación.
Coherencia
Un texto debe contener cierta “organicidad temática” que nos permita
percibirlo como “una unidad”. Debe ser coherente de manera tal que el
lector u oyente pueda percibir una unidad temática que se encuentra
atravesando la totalidad del texto.
Cohesión
Las partes del texto deben estar “unidas” entre sí. Es decir, cada palabra
se “adhiere” a las otras de manera clara y precisa. Si la cohesión no es
efectiva, se dificulta la comprensión del texto. Ejemplo: [Marina y Andrea
fueron a la escuela. Ella no se quedó en la clase]. Aquí el pronombre
“ella” refiere a un sustantivo femenino anteriormente dicho, pero no es
claro si remite a “Marina” o a “Andrea”. Por lo tanto, presenta otro tipo
de problema: la cohesión no es efectiva y esto dificulta la comprensión
del sentido.
Corrección
Un texto debe respetar las normas sintácticas y ortográficas vigentes.
Un texto con faltas de ortografía a veces puede ser entendido, pero en
nuestra sociedad suele calificarse de manera negativa al emisor que las
comete. Este factor de orden social, no tiene por ello menor importancia;
cabe recordar que la lengua es fundamentalmente un hecho social.
Adecuación
El grado de formalidad debe corresponderse con la situación
comunicativa (el contexto) y las relaciones entre los integrantes de la
comunicación. Un mismo tema puede revestir mayor o menor
formalidad; para producir un texto adecuado se debe considerar quiénes
son el emisor y el receptor y dónde-cuándo sucede la situación de
comunicación. Así ajustaremos nuestros textos a sus contextos
específicos. Otro factor por considerar es el canal utilizado para la
comunicación; ya que la escritura generalmente exige mayor formalidad.
Resumiendo, podemos afirmar que un texto se caracteriza por:
La finalidad comunicativa (pragmática).
La coherencia (semántica).
La cohesión (gramatical y léxica).
Dimensiones
A partir de los ´70 los estudiosos de las Ciencias del Lenguaje observan
que tanto la lengua como el habla deben ser estudiadas en interrelación.
El sistema, la lengua, resulta fundamental para la comunicación. Pero,
cada emisión y su recepción concreta, el uso, es condición necesaria
para que una lengua se mantenga viva. Por lo tanto el lenguaje (lengua
+ habla/uso) debe y puede ser investigado ya que tanto la lengua
(como sistema de signos) como el habla (en tanto uso efectivo de ese
saber) revisten igual importancia. Destacaremos la perspectiva de Teun
Van Dijk11 (1992) quien señala que en el lenguaje se distinguen las
dimensiones:
Notacional
Esta dimensión se reconoce en el texto por el cumplimiento o
incumplimiento de las normas de ortografía, puntuación, tamaño y
diversidad de letras, sangrías, exactitud en la transcripción de nombre y
apellidos, numeraciones, estilos para el uso de mayúsculas y
minúsculas y cualquier otra variedad de signos convencionales para
señalar y diagramar el texto. Esta dimensión ayuda a construir el
significado y, por el contrario, su aparición insatisfactoria lo dificulta.
Fonológica
En esta dimensión se estudian las formas de los sonidos en una lengua.
Es decir, se investigan los sonidos que aparecen en las lenguas
naturales, sus rasgos y combinaciones.
Morfológica
La Morfología estudia las formas de las palabras; analiza los accidentes
o variaciones que posee cada tipo de palabra. Por ejemplo, veamos
algunos casos en el español: la niña buena/ los niños buenos. En
ambos, se pueden distinguir el género (femenino o masculino) y el
número (singular o plural). El primero, porque las palabras femeninas se
marcan en general con la letra “a” y las masculinas, con la letra “o”. En
el segundo porque el plural se marca con la “s” final y el singular se
marca con “la ausencia de s”.
Sintáctica
Señala qué combinaciones entre palabras constituyen oraciones
comprensibles en una lengua, es decir, el estudio de las estructuras
sintácticas del español permite describir la función de cada palabra en el
marco de una oración. Cada lengua posee estructuras estándares o
típicas.
Pragmática
Estudia el sentido de palabras, frases u oraciones en un contexto
(momento y lugar específicos). La dimensión pragmática implica el
estudio de aquello que efectivamente enuncia un hablante en un caso
concreto. Implica estudiar el sentido en otras palabras, qué quiere decir
el texto) en una situación de comunicación específica.
Tipologías textuales
Las clasificaciones constituyen una gran ayuda para describir los
objetos, puesto que permiten establecer entre ellos relaciones y
diferencias útiles para conocerlos y usarlos mejor. Por esta razón, la
lingüística del texto se preocupó desde sus orígenes por tratar de
establecer una clasificación de las entidades que constituyen su objeto
de estudio. La clasificación puede servirnos para describir los rasgos de
un tipo de texto, lo que a su vez servirá para producir textos de ese
mismo tipo o para interpretar con más eficacia lo que se lee:
Los contenidos
Si se usara como criterio clasificatorio, el de contenido, habría textos
políticos, publicitarios, científicos, periodísticos, familiares, ficcionales,
no ficcionales, etc. Esta clasificación está más cercana al conocimiento
intuitivo de los hablantes y carece de rigor, porque no explica ni describe
las diferencias de rasgos lingüísticos y de estructura que existen entre
los textos.
Las secuencias
La idea de secuencia se refiere a la estructura con que están dispuestas
las ideas o los hechos que el texto comunica, al modo en que están
jerarquizadas unas con respecto de otras, lo cual permitiría, por ejemplo
diferenciar entre secuencias descriptivas, narrativas, argumentativas,
expositivas y conversacionales.
Las tramas
El concepto de trama es más amplio que el de secuencia, porque
abarca: el tipo de secuencia en que se ordenan los componentes
textuales, los rasgos lingüísticos y gramaticales propios de esos textos,
y el contenido, u objetos del mundo al que se refiere el texto (Marta
Marín, 2003).
Las funciones y las tramas
Algunas propuestas consideran que resulta muy útil entrecruzar distintos
niveles de análisis para establecer los tipos textuales de mayor
circulación en una sociedad.
Narrar
La narración se caracteriza por comunicar hechos o acontecimientos,
dispuestos en una secuencia con jerarquía causal y cronológica. Estas
acciones o hechos son atribuidos a sujetos que los realizan o sufren sus
efectos. Los recursos lingüísticos que aparecen con frecuencia son:
sustantivos y sus modificadores (sujetos); uso predominante de verbos
(hechos) y predicados de los sujetos; adverbios o construcciones
equivalentes (tiempo, espacio y causa); uso de ciertos organizadores
particulares para este tipo de secuencia: tiempos y modos verbales,
palabras (conectores) que van marcando la temporalidad y las
relaciones de causa-efecto entre algunos de los hechos.
Describir
La descripción se caracteriza porque comunica las características de los
objetos, personas o procesos. El orden de importancia en que aparecen
esas características es equivalente. La secuencia está basada entonces
en la coordinación y yuxtaposición de las partes. Los recursos
lingüísticos más habituales son: sustantivos (nombran los objetos) y
adjetivos (atribuyen rasgos distintivos).
Argumentar
El objeto de esta trama textual está constituido por las ideas, las
creencias, los valores, las opiniones, los conocimientos. Lo que se
comunica es la defensa o apoyo de unos y la refutación de otros. La
secuencia, de tipo jerárquico, ordena las ideas en partes bien
diferenciadas: generalmente se establece la cuestión sobre la que se va
a desarrollar la argumentación, la posición que se va a defender, y luego
se desarrollan diversos procedimientos que apelan a la lógica para
presentar las pruebas que apoyen esa posición y que lleven a alguna
conclusión.
Exponer
Cuando los estudiosos del tema han intentado clasificar los textos
relacionados con la información y el conocimiento recurrieron a diversas
nomenclaturas. Por ejemplo, se ha 42 hablado de texto informativo, de
texto con base textual expositiva o de secuencia explicativa.
Como fenómeno discursivo, la explicación consiste en hacer saber,
hacer comprender y aclarar, lo cual presupone un conocimiento que, en
principio, no se pone en cuestión sino que se toma como punto de
partida.
PROPUESTA PRÁCTICA
EJERCICIOS PARA REFLEXIONAR SOBRE EL USO DE
CONECTORES
1) Lea atentamente el texto que se transcribe a continuación. Restituya
aquellas palabras que, de acuerdo con su criterio, completan el sentido.
Relea el texto. Comente con sus compañeros. Revise y corrija lo que
crea necesario.
……………….es necesario dejar bien claro por qué se fuma: fumar no
es un hábito, sino una drogadicción. Fumar tabaco cumple con todos los
criterios que definen el consumo de una sustancia como una
drogadicción;……………. , crea un síndrome de dependencia en el
fumador y,……………, provoca un síndrome de abstinencia en ausencia
de la droga.
…………………genera en los fumadores un comportamiento compulsivo
provocado por el deseo de satisfacer su necesidad.
……………………..la dependencia que produce el hábito de fumar
tenemos,……………. ,la dependencia física provocada directamente por
la nicotina y,…………………. , existe una dependencia
psicológica…………………. el hábito de fumar se ha convertido en una
compañía en todo tipo de situaciones, después de las comidas, con el
café, al hablar por teléfono, etc., y parece imposible cambiar esta
relación. ……………………….. , existe la llamada dependencia social; el
fumar sigue siendo un acto social, se hace en grupos, en ciertas
reuniones de ocio, tras cenas con los amigos y, sobre todo, sigue siendo
un hábito que distingue a ciertos grupos de adolescentes dándoles un
equivocado valor social de rebeldía y de madurez. ………………………..
, debemos dejar el tabaco………………….su consumo constituye la
principal causa de enfermedad y mortalidad evitables en los países
desarrollados.
Parece claro que la mayoría de los gobiernos de los países
industrializados están decididos a conseguir que sus ciudadanos dejen
de fumar,……………… , lo que no está tan claro es el sistema que usan
dichos gobiernos.
……………………….., los fumadores, cada vez más, son obligados a
fumar en auténticas “jaulas” o a la intemperie, padeciendo unas
condiciones climáticas muy duras.
Lista de relativos:
quien,
como,
cuando,
donde, y
cuyo.