1 El Cuervo

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

Benemérita Universidad Autó noma de Puebla.

Preparatoria Regional.
“Enrique Cabrera Barroso”.

Materia: Lenguaje e Investigació n.


Profesor: José Juan Alfredo Huerta Calderó n.

Título del Trabajo:


“Aná lisis del poema: EL CUERVO”.

Alumno: Ardelio Alberto Hernández Téllez.


Matricula: 201122120.

Grado: 2°

Grupo: “C”. Matutino.

Fecha de Entrega: 15 / Enero / 2013.


“Aná lisis del poema: EL CUERVO”.

INTRODUCCIÓN
El cuervo es la composición poética más famosa de Edgar Allan Poe, escrito en 1845. Es
un poema en donde sólo hay un narrador que describe la escena de una noche en
especial, cuando un cuervo toca a su puerta para nunca jamás marcharse. El poeta
describe la angustia que le produce la muerte de su amada. Es notable la
atmósfera sobrenatural que logra recrear.
Es un poema de ritmo obsesivo en el que la angustia se va apoderando del lector,
lleno de rimas internas, el proceso creativo del poema es descrito por Poe en su ensayo
Filosofía de la composición, en el que se explica paso por paso la metodología seguida por
el autor para su realización. 

PERSONAJES
 NARRADOR: Personaje principal. Un hombre atormentado por el recuerdo de su
amada Leonora, a quien considera una virgen entre los ángeles de Dios. Vive
inmerso en su recuerdo y es atormentado por la presencia del cuervo que le
recuerda que “Nunca más regresará”
 EL CUERVO: Personaje principal. Cuervo negro, horrendo, delgado, con mirada
diabólica postrado en el dintel de la puerta del narrador. Llegó en una noche oscura
para atormentar al narrador con un par de palabras desalentadoras “Nunca más”

RESUMEN
Una lúgubre noche, al filo de la medianoche, el débil y cansado narrador estaba sumido en
sus tristes reflexiones. Casi dormido, oyó de súbito un golpe tocando la puerta de su
cuarto. Recordaba un gélido diciembre y el dolor que sintió por la pérdida de Leonora, la
única virgen radiante para él. Acallando el latido de su corazón, pensó que algún visitante
quiere entrar a su cuarto a deshora. Ahora su ánimo cobraba bríos y sin titubeos pidió
perdón al señor o señora por quedarse adormilado cuando tocaron a su puerta. Entonces
abrió de par en par la puerta y sólo había oscuridad. Permaneció en la negrura atónito,
temeroso, soñando cosas que ningún mortal se hubiera atrevido a soñar jamás, más sólo
había silencio y quietud y la única palabra que sonaba era Leonora.

Volvió a su cuarto y pronto se volvió a escuchar de nuevo tocar con mayor fuerza.
Ciertamente, deseaba que penetrara el silencio y el misterio, pero pensó que quizá es el
viento y nada más. De un golpe abrió la puerta y con un suave batir de alas entró un
majestuoso cuervo, que con grandes aires de señor o dama, se postró en el busto de
Palas sobre el dintel de su puerta. Entonces cambiaron sus tristes fantasías por una
sonrisa y le preguntó cuál era su nombre, el cuervo contestó “Nunca más”.

Se sentó en su sillón de terciopelo, enlazando una fantasía con otra, pensaba en el


pájaro horrido y flaco y en qué quería decir su graznido: “Nunca más” Entonces pensó que
ella, Leonora, no oprimiría nunca más.

El aire se tornaba más denso y perfumado y él le reclamó al pájaro recordarle a


Leonora. El cuervo dijo: “Nunca más”.

Cuánto le asombró que éste animal pudiese hablar tan claramente, aunque poco
significaba su respuesta y poco pertinente era. Pues ningún ser humano ha sido bendecido
con la visión de un pájaro o bestia, posado en el busto de Palas con semejante nombre.

Mas el cuervo, posado solitario sobre el busto, nada más dijo entonces. Él se dijo a
sí mismo que otros amigos ya se han ido antes, mañana este cuervo también se marchará,
pero entonces dijo el pájaro “Nunca más”.

Sin duda pensó que estas palabras son su único repertorio aprendido de un amo
infortunado y melancólico.

Exclamó: profeta, cosa diabólica, pájaro o demonio enviado por el Tentador,


preguntaba sobre el llamado de los ángeles a Leonora. Mas el cuervo sólo contestaba
“Nunca más”.

Gritó pidiéndole al cuervo que regresara a la tempestad, que abandonara el busto


de dintel de su puerta y que apartara su pico de su corazón. Mas el cuervo contestó
“Nunca más”.

El cuervo nunca emprendió el vuelo. Aún sigue posado en el pálido busto de Palas,
en el dintel de la puerta de su cuarto. Y sus ojos tienen la apariencia de los de un demonio
que está soñando. Y la luz de la lámpara que sobre éste se derrama tiende en el suelo su
sombra. Y el alma del narrador no podrá liberarse ¡Nunca más!

ANÁLISIS
Poe escribió el poema como una narrativa, sin crear intencionalmente una alegoría.  El
tema central del poema es la devoción sin fin. El narrador experimenta un perverso
conflicto entre el deseo de recordar y el deseo de olvidar. Parece sentir algo de placer en
enfocarse en su pérdida.  El narrador asume que «nunca más» es lo único que logra
retener el ave, y aun así continúa haciéndole preguntas, sabiendo cuál será la respuesta.
Sus preguntas, entonces, lo llevan aún más a ese sentimiento de pérdida.  Poe no deja en
claro si el cuervo en realidad entiende lo que dice o si su intención es crear una reacción
en el narrador del poema.

El narrador comienza débil y cansado, se torna desconsolado y arrepentido antes de


pasar a la histeria y, al final, a la locura.

También podría gustarte