Tipologías Textuales Ana Kaufman
Tipologías Textuales Ana Kaufman
Tipologías Textuales Ana Kaufman
escuela
y los
textos
Aula XXI
Santillana/
Argentina
Proyecto
editorial:
Emiliano
Martínez
Rodríguez
Dirección:
Herminia
Mérega
Todos los
derechos
reservados.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma y
por ningun medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la
editorial.
© 1993, por Ediciones SANTILLANA S.A. Beazley 3860 (1437) Buenos Aires - Argentina .
Establecido el depósito que
dispone la Ley 11.723
I'ublicado en diciembre de 1993
ISBN 950-46-0201-0
LIBRO DE EDICIÓN ARGENTINA
Printed in Argentina
Agradecimientos
• A Ana Pecorari, Directora de la Escuela Los Pinitos, por su constante preocupación por
mejorar la educación en nuestro país.
• A los maestros Marcelo Rigl, Cristina Ponce, Usandro Lejbowicz, Sandra Pestarino,
Patricia Jalluf, Laura Romero, Laura Bordoni, Mabel Morrone, Gabriela Palacio, Alejandra
Braida, Mónica Garber, Sandra Villalba, Laura Cuelli, Elvira Alonso, Andrea D'Angelo y
Udia Manjón, por su entusiasta participación.
• A Mirta Castedo, Noemí Ortega, Alicia Lenzi y Flora Perelma~, por sus aportes en la
discusión.
• A los docentes que asistieron a nuestros cursos y nos ayudaron a precisar detalles.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 11
CAPITuLO 1
Hacia una tipología de los
textos 19
CAPÍTULO 2
Caracterización lingUfstica de
los textos 29
CAPÍTULO 3
Los textos escolares: un capítulo
aparte 57
CAPÍTULO 4
Planificación de proyectos didácticos que tomen
en consideración las características de los textos 65 REFtEXIONES FINALES 151
GLOSARIO
Primera parte: Comunicación ......................................................•..... 155 Segunda parte: Lingilística
del texto 164 Tercera parte: Gramática oracional 177
j
INTRODUCCIÓN
12
La
escuela y los textos
dos con los que enseñaba a combinar letras para formar sílabas, que a su vez se
combinaban pava formar palabras, que a su vez se combinaban para formar
oraciones, que a su vez... En la parte os cura del escenario estaban los niños que
recibían esa instrucción. y en ninguna parte estaban los textos que circulan en el
entorno social.
psicogenéticas1 y psicolingiiísticas2 permitieron
Investigaciones advertir el rol activo
del niño en las sucesivas construcciones inte lectuales que iba protagonizan.do en
de escritura y del lenguaje escrito, así como también en
su comprensión del sistema
la realiza
ción del acto lector.
La consecuencia inmediata de la divulgación de los resultados de estas
investigaciones provocó, en algunos casos, interpretacio nes erróneas en lo que se
refiere al rol del docente.·Elrazonamien to iba en esta dirección: "Antes el maestro
hacía todo y el alumno recibía pasivamente; ahora sabemos que el niño, auténtico
cons tructor de su aprendizaje, es quien hace todo, de modo que el do cente debe
acompañado observando pasivamente". Esta manera de encarar el problema trajo
como lógica consecuencia el despla zamiento de la luz en el escenario: ahora el
niño ocuparía el lugar central y el maestro pasaría a la zona de sombras.
Esta situación ha sido muy discutida entre los que propone mos alternativas
constructivistas de enseñan2;a-aprendizaje.Hubo quienes consideraron que la
intervención del docente bloqueaba el proceso del niño y podía inhibir el
aprendizaje, razón por la cual se dejó de suministrar información y de corregir los
errores3•
El respeto por el trabajo intelectual de los niños no puede conducir al abandono, y
no informar o corregir cuando esto es necesario implica dejar al alumno librado a
sus propias fuerzas.
Lógicamente que no estamos hablando de informar y corregir como lo hacen los
maestros enrolados en posturas conductistas, sino de trabajar constructivamente con
los errores y crear situacio nes de contacto, exploración, reflexión sobre y
producción de tex tos que permitan a los alumnos optimizar su aprendizaje aprove
chando al máximo sus posibilidades.
comenzamos a
I.os que comp,lrtimos esta posición, c(lpacit(ldoresy docentes,
recorrer un camino difícil pero sumamente gratifi-
cador.. Vamos a replantear la
escena. Vemos en ella tres elementos
Introducción 13
igualmente importantes, que constituyen el trípode sobre el cual se asienta toda
situación de enseñanza-aprendizaje: el alumno, el maestro y el contenido que se
quiere transmitir. Los tres polos son personajes centrales, que deben ser iluminados
por reflectores de idéntica intensidad para que el acto educativo sea más rico, más
provechoso, más fructífer04•
Nuestro contacto con docentes nos ha permitido advertir que, actualmente, el
maestro tiene más información acerca del niño y sus potencialidades cognoscitivas
que sobre el contenido que debe enseñar y la manera más adecuada de transmitido.
En lo que respecta al contenido de lengua, que es el que nos compete, coexisten en
los programas temas que provienen de dife rentes teorías linguísticas. Sujetos,
modificadores directos, tipos de texto, comunicación, adjetivos, cohesión y
coherencia textual, verbos y pronombres bailan una anarquizante danza delante de
los ojos azorados del docente. El resultado consiste en una trans misión inconexa de
estos conceptos a cargo de maestros que tie nen que aparentar tranquilidad frente a
los ojos azorados de sus alumnos.
En una hora se presentan oraciones y se habla de clases de ora" ciones y clases de
palabras, en otra se leen y escriben textos; pero, ¿los textos no tienen nada que ver
con las oraciones y las pala bras? Los diferentes textos, ¿no tendrán, además de
organizacio nes distintas, peculiares clases de palabras y oraciones?
Entendiendo el contenido de ese modo desarticulado, es lógico que el accionar del
maestro, otro de los pilares del hecho educati vo, también aparezca
compartimentado, disociado. Dentro de este panorama, el docente propone la hora
de análisis sintáctico, la ho ra de lectura, la hora de redacción, la hora de
comprensión de tex tos... con la esperanza de que en algún momento futuro todos
esos saberes se coordinarán por su cuenta en las cabezas de sus alum nos, quienes
se transformarán, a partir de ese mágico momento, en buenos lectores y razonables
productores de textos.
Este planteo parece extraído de un libro de cuentos de hadas. Es posible que
algunos niños lleguen a ser muy buenos lectores y excelentes productores de textos,
pero esto será independiente mente de la enseñanza y no gracias a ella.
Retornemos ahora la tríada inicial.
En lo que respecta a los chicos, si bien conocemos bastante
14
La
escuela
y los
lex/os
acerca de sus ideas originales con respecto al sistema de escritura en la etapa de la
alfabetización inicial, hay cierta información acer ca de cómo procesan algunas
convenciones ortográficas del siste ma y se realizaron indagaciones que
comenzaron a poner de ma nifiesto qué saben y qué ignoran sobre los distintos tipos
de texto; aún quedan muchas incógnitas por develar. Desde la perspectiva
psicogenética todavía queda un gran campo inexplorado que de berá ser investigado
en el futuro.
En este libro no nos ocuparemos de las ideas de los niños, sino de ciertos aspectos
vinculados a) con la planificación didáctica y b) con los textos a enseñar; es decir
que nos referiremos a cuestio nes vinculadas con el maestro y con el contenido.
/11/rvd
lIcción
15
epistolares, por ejemplo, fueron ejes de proyectos organizados adhoc para su
tratamiento).
16
La
escuela
y los
textos
Los maestros contaron con el aporte de ciertas nociones que les resultaron de gran
utilidad para que sus alumnos leyeran y escri bieran mejor, provenientes de la
lingiiística textual. Nos estamos refiriendo, entre otros, a aspectos tales como las
reglas de cohe sión, que son aquellas estrategias que convierten a una serie de
oraciones en un texto y a las relaciones endofóricas, que permitie ron advertir que,
muchas veces, las dificultades en la comprensión de un texto no eran atribtiibles
solamente a la ignorancia del signi ficado de alguna palabra o de otros datos del
contexto, sino tam bién a no percibir la relación existente entre dUerentes partes de
un mismo text05•
Pero subsistía una dificultad de enorme importancia que obstaculizaba
significativamente la tarea: no todos los docentes tenían un conocimiento adecuado
de las características pecu liares de los distintos tipos de texto. Por esta razón, su
trabajo se limitaba a permitir y propiciar un contacto general de los alumnos con
dichos textos, pero carecían de herramientas más específicas para enriquecer ese
contacto, lo que optimizaría el aprendizaje.
Tal vez un ejemplo pueda aclarar este punto. En un curso para docentes, se planteó
la planificación de dos proyectos didácticos vinculados, el primero, con noticias
periodísticas, y el otro, con textos literarios. En determinado momento se consideró
cómo eran las oraciones de uno y otro texto: en el primer caso oraciones
enunciativas breves, que generalmente respetan el orden sintácti co canónico
(sujeto-verbo-predicado), mientras que las oraciones de los cuentos suelen tener
.una estructura más compleja, inclu yendo CGnmucha frecuencia proposiciones
subordinadas, profu sión de adjetivos, etc. Una docente que asistía al curso,
auténtica mente sorprendida, comentó que se sentía muy mal ya que ella aconsejaba
a sus alumnos usar siempre oraciones cortitas "para que escriban mejor y se
entienda todo". Esta indicación sería co rrecta si estuvieran escribiendo una noticia
o una receta, pero em pobrecería notablemente el texto si se tratase de un cuento,
una monografía o un artículo de opinión.
En este estado de cosas, las autoras de este libro comenzamos a encontrar
dificultades en la capacitación y asesoramiento a docen tes, debidas a la escasez de
textos lingilisticos destinados a maes tros. Algunos lingiiistas suelen tener la mala
costumbre de escribir
Introducción 17
para sus colegas, razón por la cual sus textos son de difícil acceso para los legos.
Por otra parte, acudiendo a diferentes autores en contrábamos tipologías distintas,
caracterizaciones incompletas y no coincidentes de los textos, etcétera.
Por esta razón decidimos encarar un proyecto acotado de in vestigación-acción con
docentes de la eséuela Los Pinitos, de El Palomar, provincia de Buenos Aires, a fin
de poner a prueba el materiallingtiístico que exponemos en los Capítulos 1y 2,
como así también la propuesta de planificación didáctica que aparece en el Capítulo
4.
En lo que respecta a los tipos de texto incluidos en este trabajo, queremos aclarar
que no hemos abarcado la totalidad existente con sus diferentes variedades. La
selección fue guiada fundamen talmente por dos criterios: por un lado,
consideramos aquellos textos que circulan más frecuentemente en el entorno social
de nuestra comunidad, razón por la cual el niño debe poder interpre tarlos y
producidos con comodidad y, por otra parte, incluimos también ciertos textos que
tal vez tengan una difusión I1!-enoren amplios sectores de la sociedad, pero cuyo
conocimiento enrique ce el bagaje cultural de la gente como, por ejemplo, la poesía.
El lector podrá encontrar en el Capítulo 1una tipología textual encarada a partir del
cruce de dos criterios: la función y la trama predominantes. En el Capítulo 2 se
expone una breve caracteriza ción de cada uno de los tipos de texto seleccionados e
incluidos en la clasificación anterior. Se ha destinado el Capítulo 3 a efectuar
algunos comentarios sobre ese tipo particular de texto que son los textos escolares,
comentarios que apuntan a perfilar la idiosincra sia de los mismos y a considerar la
alternativa de enriquecer su uso. En el Capítulo 4 se encara la planificación de
proyectos di dácticos que contemplan la producción de textos por parte de los
alumnos" tomando en consideración los aportes de los capítulos anteriores. Por
último, hemos incluido un Glosario dividido en tres partes, en el que los lectores
podrán encontrar información acerca de temas de comunicación, lingtiística del
texto y gramática oracional, útiles para la comprensión de este libro y para la ense
ñanza de Lengua en la escuela primaria.
Un sociólogo argentino, Emilio de Ipola, comentó en un artícu lo sobre ideología,
refiriéndose a una definición que había presen tado: "... esta definición o
caracterización no pretende en modo al-
IR
La
escuda .ti
los textos
guno ser original; no busca sorprender sino tan sólo informar y, sobre todo, encuadrar el
desarrollo de lo que sigue" (1982). Hacemos nuestras sus palabras en lo que respecta al
contenido de este libro: nuestra intención también es informar, no sorpren der. Sabemos que
estamos, simplemente, relacionando y reorgani zando saberes ya difundidos a fin de
encuadrar, de una manera más fructífera, la labor de los docentes tendiente a mejorar las po
sibilidades lectoras y la calidad de los trabajos escritos de sus
Notas:
JLas investigaciones psicogenéticas sobre la adquisición del sistema de escritura dirigidas por Emilia Ferreiro
constituyen un hecho revolucionario que marca un antes y un después en el campo de la alfabetización. Otras
investigaciones psicoge néticas fueron encaradas por Ana Teberosky, Uliana Tolchinsky, Sofía Vemon, Jor
ge Vaca, María Celia Matteoda, Telma Weisz, Noemí Ortega y Ana María Kauf En nuestro
man, entre otros .. 2
medio, los autores más difundidos son Frank Smith y Kenneth Good-
mano
] Las investigaciones sobre aprendizaje realizadas por B. lnhelder, H. Sinclair y M. Hovet, permitieron encarar
experiencias didáctica s que se oponen radicalmente a la pasividad del docente constructivista. Por otra parte, el
dilema central de una pro- -puesta constructivista de enseñanza-aprendizaje, que puede cristalizarse en la frase
"cómo enseJiar aquello que se construye", fue abordado con gran agudeza por Cé-
sar ColL
4Con n~f('rencia a esta trínda "sujeto enseñado", "sujeto enseñante'''y "snber ense ñado", Cuy Brousseau e lves
Chevallard han realizado un importante aporte al analizar sus interacciones e implícitos a través de la noción del
contrato didáctico.
1 HACIA
UNA
TIPOLOGÍA
DE LOS TEXTOS
El estado actual del desarrollo de la lingiiística textual y de otras disciplinas que convergen
en el estudio de los discursos po ne en evidencia la preocupación por establecer tipologías
de tex~ tos. Es obvio que no existe una única tipología, sistemática yexplí cita; por el
contrario, en los distintos trabajos referidos al tema po demos encontrar una diversidad de
clasificaciones que toman en cuenta diferentes criterios: funciones del lenguaje,
intencionalidad del emisor, prosa de base, rasgos lingilisticos o estructurales, efec tos
pragmáticos, variedades dell~nguaje, recursos estilísticos y re tóricos, etcétera (Bernárdez,
1987).
Estas tipologías reflejan en mayor o menor medida nuestras propias intuiciones como
hablantes/oyentes de una lengua: noso tros, sin duda alguna, podemos ~!:':l:pél:rlos textos a
partir de la identificación de ciertos Eao?g()squepercibimos como comunes. Y, aun sin
poder definir y categorizar esos rasgos, logramos distin guir un relato de una obra de teatro,
un informe de una conversa ción, una noticia de un poema.
En general, la necesidad de establecer tipologías claras y conci sas obedece,
fundamentalmente, a la intención de facilitar la<J'JQ ducción y la interpretación de todos los
textos que circulan en un determinado entorno social.
20
La
escuela y
los textos
Ése fue
también nuestro propósito: intentar una clasificación sencilla y coherente que nos
permitiera ayudar a los maestros ¡¡ operar con los textos en el entorno escolar.
Cuando nos propusimos esta tarea tomamos en consideración aquellos textos
escritos (aquí no nos ocuparemos de los orales), que, siendo de uso frecuente en la
comunidad, ya han ingresado en las aulas de nuestra escuela primaria, o deberían
ingresar en razón de la importancia que revisten para mejorar la competencia
comunicativa de los escolares.
Existe consenso en clasificar y designar esos textos a partir de ciertas características
compartidas que justificªl)inc1tiidos en una mis11lél~ªt~gºJ:"ía.Así encontramos
textos literarios, textos perio-
odísticos, textos de información científica, textos instruccionales, textos epistolares,
textos humorísticos, textos publicitarios. Pero esos conjuntos así formados, sin
lugar a dudas, responden a prin cipios heterogéneos de clasificación:por ejemplo, al
conformar la clase de textos de información científica, se privilegió el área de
conocimientos -las ciencias- en la cual se ubican sus conteni dos; al establecer la
categoría de textos periodísticos se tuvo en cuenta el portador (diarios, semanarios,
revistas); para los textos literarios, la intencionalidad estética; para los
instruccionales se consideró predominante la intención manifiesta de organizar que
haceres, actividades; en el caso de los epistolares, aparecen en pri mer plano el
portador y la identificación precisa del receptor; para los humorísticos se atendió al
efecto que buscan (provocar la ri sa); los publicitarios ponen primordialmente en
escena la función apelativa del lenguaje.
Pero, además, existe otro hecho perfectamente constatable: ca da una de estas
categorías admite distintas variedades. Entre los textos periodísticos encontramos
las noticias, los reportajes, las en trevistas, los artículos editoriales, los artículos de
opinión, las co lumnas, las crónicas, etc.; entre los textos literarios están los cuen
tos, los poemas, las novelas, las obras de teatro, y, así, en los res tantes tipos de
texto.
Ante la existencia de estos tipos y de estas variedades nuestro trabajo reconoce tres
momentos, cuyos resultados están en las pá ginas siguientes:
Ilacia
una
21
tipología de los textos
1) Selección de aquellos textos que aparecen con mayor frecuencia en la realidad social y
escolar (Cuadro 1).
3) Caracterización lingilística simple de los ~istintos tipos de tex to, con los rasgos de
mayor relevancia de cada uno de ellos, tan to en el nivel oracional como en el textual
(Capítulo 2).
Cuadro 1
1. Textos literarios
• Cuento
+ Definición .• Nota de enciciópedia .
• Carta
• Receta
• Aviso
• Noticia
• Historieta
Biografía
•++ Monografía Informe de experimentos • Relato histórico
• Entrevista
• Artículo Reportaje de opinión
• Solicitud
• Obra Poema Novelde teatro
• Instructivo
• Afiche Folleto
22
La
escuela
y los
textos
Nuestra intención no fue modificar designaciones sino simple mente seleccionar
textos con sus respectivas variedades para tra bajar con ellos.
La búsqueda de criterios de clasificaciónse convirtió en una ar dua tarea: Luego de
revisar las tipologías contenidas en diversos trabajos de lingiiística textual
(Bemández, 1987,Van Dijk, 1983) convinimos en que, para los fines de este trabajo,
necesitábamos cruzar criterios que, a nuestro entender, facilitaran la caracteriza ción
rios pertinentes las
lingiiística de los textos. Así llegamos a destacar como crite
funcionE!sdel lenguaje y las tramas que pre-
dominan en la construcción de los
textos.
Procederemos, ahora, a definir a qué nos referimos con función y trama y, luego,
expondremos el cuadro que contiené los diferen tes textos ubicados de acuerdo con
el cruce de las dos categorías de análisis.
1. Función informativa
Una de las funciones más importantes que cumplen los textos usados en el entorno
escolar es la función de informar, la de hacer. conocer el mundo real, posible o
imaginado al cual se refiere el texto, con un lenguaje conciso y transparente.
El lenguaje no aparece como una barrera que deba ser supera-
Hacia
una
23
tipología de los textos
da, sino que conduce al lector en la forma más directa posible a identificar y/o caracterizar
las distintas personas, sucesos o he chos que constituyen el referente (de allí la
denominación de fun ción referencial con que aparece en Jakobson).
2. Función literaria
Los textos con predominio de la función literaria del lenguaje tienen una intencionalidad
estética. Su autor emplea todos los re cursos que ofrece la lengua, con la mayor libertad y
originalidad, para crear belleza. Recurre a todas las potencialidades del sistema lingilístico
para producir un mensaje artístico, una obra de arte.
Emplea un lenguaje figurado, opaco. El "cómo se dice" pasa a primer plano, relegando al
"qué se dice", que es fundamental cuando predomina la función informativa. El lenguaje se
establece como una cortina que debe ser descorrida para aprehender el refe rente al cual
alude. La interpretación del texto literario obliga al lector a desentrañar el alcance y la
significación de los distintos re cursos usados (símbolos, metáforas, comparaciones, valor de
las imágenes, etcétera) y su incidencia en la funcionalidad estética del texto.
3.Función apelativa
Los textos que privilegian la función apelativa del lenguaje in tentan modificar
comportamientos. Pueden incluir desde las ór denes más contundentes hasta las fórmulas de
cortesía y los recur sos de seducción más sutiles para llevar al receptor a aceptar lo que el
autor le propone, a actuar de una determinada manera, a admitir como verdaderas sus
premisas.
4. Función expresiva.
Los textos en los cuales predomina la función expresiva del lenguaje manifiestan la
subjetividad del emisor, sus estados de ánimo, sus afectos, sus emociones.
En estos textos se advierte una marcada tendencia a incluir pa labras teñidas con matices
afectivos y valorativos.
24
La
escuela y
los textos
Ciertos
textos
literarios
como, por ejemplo, los poemas líricos, también manifiestan la subjetividad del autor, pero la
diferencia radica fundamentalmente en la intencionalidad estética: estos tex
tos literarios al expresar la subjetividad del emisor se ajustan a los patrones establecidos por
la estética para crear belleza, razón por la cual los definimos como literarios y no como
expresivos.
Observamos, anteriormente, que un criterio adecuado para cla sificar los textos es el
referente a las _funciones del lenguaje. En efecto, de acuerdo con la función predominante,
estaríamos habi litados para hablar, en general, de textos informativos, textos lite rarios,
textos apelativos, textos expresivos. Ubicaríamos, entonces,
en la categoría de textos informativos a diferentes tipos de texto, como las noticias de un
diario, los relatos históricos, las monogra fías sobre diversos temas, los artículos editoriales,
las notas de en ciclopedias; 'etc., que buscan, prioritariamente, transmitir informa ciones.
Caracterizaríamos como textos literarios a todas aquellas variedades textuales (cuentos,
leyendas, mitos, novelas, poemas, obras de teatro, etc.) que se ajustan, en su construcción, a
determi nados patrones estéticos. Entre los apelativos incluiríamos las dis tintas clases de
texto que se proponen moqificar los comporta mientos del lector, desde las recetas de cocina
o los manuales de
instrucciones, que organizan ciertos quehaceres o actividades, hasta los avisos publicitarios,
que buscan crear en los consumido res la acuciante necesidad de adquirir determinado
producto para poder satisfacerla. Y, por último, categorizaríamos como expresi vos a todos
aquellos textos que manifiestan la subjetividad del au tor: cartas amistosas, declaraciones de
amor, diarios íntimos, etcétera.
Ll) que acabamos de expresar nos permite advertj.r, que, si ·'Cla sificamos los textos
únicamente en razón de la fundó"ñ dellengull-' je que predomina en cada uno de ellos, no
podemos distinguir ni caracterizar convenientemente las diversas. variedades de textos
informativos, literarios, apelativos y expresivos que circulan en la sociedad.
Una clasificación basada solamente en las funciones, además de ser excesivamente
reduccionista desde una perspectiva teórica,
Hacia
una
25
tipo/agía de los textos
ñanza de la lengua
es poco operativa para trabajar los textos en el marco de una ense
tendiente a mejorar la competencia comunica
tiva. ¿Qué es lo que nos permite distinguir una
noticia de un artícu lo de opinión; un relato histórico de una monografía, si todos ellos
informan? ¿Qué es lo que diferencia un cuento de una obra de tea tro si ambos textos
comparten la función literaria? ¿Cuáles son los rasgos textuales que caracterizan las recetas
permitiéndonos dis tinguidas de los avisos publicitarios? ¿En qué se diferencia una
carta de un diario íntimo? Es evidente que no podemos usar como criterio la variedad de
<
contenidos porque en ese caso tendríamos infinitas clases de textos; pero, sin embargo, el
modo en que están presentados estos contenidos nos puede ayudar a establecer dis tintas
clases dentro de las categorías determinadas por la función. Pues, si bien es obvio que
existen diferencias altamente significati vas entre los textos mencionados, también lo es el
hecho de que al gunas de estas diferencias se relacionan con la forma, con el moqo de
presentar los contenidos: algunos textos narran acontecimien tos y otros los comentan,
explican y discuten; algunos presentan los hechos en su desarrollo temporal; otros, en
cambio, describen,- especifican, caracterizan y, a su vez, existen otros que transcriben
directamente los intercambios linguísticos, los diálogos de los par ticipantes en la situación
comunicativa creada por ertexto. Pode mos sostener, entonces, que los textos se configuran
de distintas maneras para manifestar las mismas funciones del lenguaje o los mismos
contenidos. Y, en concordancia con las raíces etimológicas de la palabra texto (texto
proviene ~el latín textum, tejido, tela, en tramado, entrelazado), aceptemos que otro criterio
de clasificación adecuado, para cruzar con el de las funciones, podría ser el referi do a las
distintas maneras de entrelazar los hilos, de entramar, de tejer, es decir, a los diversos modos
de estructurar los distintos recursos de la lengua para vehiculizar las funciones del lengua je.
Nosotras adoptamos este criterio y convinimos en llamar trama -únicamente para los
propósitos de este trabajo- a las diversas estructuraciones, a las diferentes configuraciones
de los textos.
Imaginemos un tapiz en cuyo tejido se destacan nudos, colores diversos, hilos que se
entrecruzan de distintas maneras, para con figurar un paisaje de la Puna, un templo a través
del cual llega mos a la civilización de los mayas, un rincón de San Telmo. El tex-
26
La
escuela
y los
textos
to es el
tapiz:
combina distintos recursos de lá lengua: combina distintas clases de oraciones, selecciona
gia determinadas relaciones sintácticas, etc., para transmitir d'is
clases de palabras, privile
tintas intencionalidades.
Estos-tejidos, estas tramas son la narrativa, la argumentativa, la descriptiva y la
conversacional.
Los textos en los cuales predomina la trama narrativa presen tan hechos o acciones ~ una
secuencia temporal y causal. El inte rés radica en la acción y, a través de ella, adquieren
importancia los personajes que la realizan y el marco en el cual esta acción se lleva a cabo.
La ordenación temporal de los hechos y la relación causa-consecuencia hacen que el tiempo
y el aspecto de los verbos adquieran un rol fundamental en la organización de los textos na
rrativos. También es importante la distinción entre el autor y el narrador, es decir, la voz que
vista narrativo (narración en primera o tercera persona),
'~elata dentro del texto¡ el punto de
y la pre
dicación.
Los textos con trama argumentativa comentan, explican, de- -muestran o confrontan ideas,
conocimientos, opiniones, creencias o valoraciones. Por lo general, se organizan en tres
partes: una in
troducción en la que se presenta el tema, la problemática o se fija una posición¡ un
desarrollo, a través del cual se encadenan infor maciones mediante el empleo, en
estructUl;as subordinadas, de los conectores lingiiísticos requeridos por los diferentes
esquemas ló gicos (causal efecto, antecedente I consecuencia, ,tesis I antítesis,
etc.)¡ o cognoscitivos (análisis, síritesis, analogía, etc.)¡ y una con clusión. Los conectores y
los presupuestos son de fundamental importancia en esta trama.
Consideramos como textos de trama descriptiva, a todos aque llos que presentan,
preferentemente, las especificaciones y caracte rizaciones de objetos, personas o procesos a
través de una selec ción de sus rasgos distintivos. Predominan en ellos las estructuras
yuxtapuestas y coordinadas que permiten aprehender el objeto descripto como un todo, en
una simultaneidad de impresiones. Los sustantivos y los adjetivos adquieren relevancia en
estos tex tos, ya que los sustantivos mencionan y clasifican los objetos de la realidad y los
adjetivos permiten completar la información del sustantivo añadiéndole características
distintivas o matices dife renciales.
Hacia
una
tipología de los textos 27
• Poema
• Historieta • Novela
• Cuento
• Aviso • • Carta Noticia
teatro
• Instructivo
• Aviso• Definición• Poema• Folleto • Artículo • Aviso
iona I
Literaria
Apelativa Expresiva
Informativa
~
• Solicitud
Descriptiva
• Folleto • Afiche
• Receta • Carta.
A fin de evitar la fascinación que provocan muchas veces los cuadros y superar las
simplificaciones y distorsiones que puedan surgir de ellos, queremos reiterar una vez más
que los textos han si do ubicados de acuerdo con la función y la trama que predominan en
las formas habituales que suelen adoptar en nuestra sociedad.
28
La
escuela y
los textos
Esto no
implica
que
sean las
únicas
posibles, pero no· es fácil -ni deseable a los fines de este trabajo- abarcar todas las
alter nativas que puede permitir la flexibilidad de ciertos cánones lin gUísticos.
Por ejemplo, el lector advertirá que las cartas aparecen en tres casilleros: en el cruce
de función informativa/trama narrativa, en el de función expresiva/trama narrativa y
en el de función apela tiva/trama argumentativa. En el primer caso se trata de cartas
en las que se informa sobre sucesos o situaciones (el típico caso de las cartas
interescolares o aquellas en que se cuenta qué pasa); el se gundo corresponde a las
cartas en las que se privilegia la expre sión de sentimientos o de estados de ánimo, y
en el último caso, se trata de cartas informales en las que se solicita algo y se
argumen ta para conseguirlo (por ejemplo: "Papá, por favor, mandáme di nero ya
que aquí todo está muy caro y lo que traje se me está ter minando") ..
Ahora bien, también existen las cartas literarias: hay novelas montadas sobre textos
epistolares, pero no fueron. incluidas aquí por no ser de frecuente aparición ni su
forma más prototípica.
En resumen: el cuadro no es exhaustivo y las localizaciones de los textos son sólo
las que el niño va a encontrar regularmente en suentomo.
2
CARACTERIZACIÓN
LINGÚÍSTICA DE LOS
TEXTOS ESCOGIDOS
Expondremos en este capítulo una breve caracterización lin giiística de los textos
incluidos en el Cuadro 2. Esta caracteriza ción no presenta, como el lector
obviamente podrá apreciar, una-- descripción exhaustiva de los textos abordados, ni
toma en consi deración aspectos vinculados con la problemática de los elemen tos
simplemente se
implícitos ni con las determinaciones de los actos de habla:
describe una selección de rasgos distintivos de ca
da uno de los textos.
Esos rasgos corresponden tanto a aspectos macro y/o superes tructurales estudiados
por la gram~tica textual, como a elementos locales o microestructurales, descriptos
nal. La selecciórtde unos y otros obedece a la intención de
por la gramática oracio
poner
de manifiesto las relaciones existentes entre ellos en tanto elemen tos
constitutivos del texto.
TEXTOS LITERARIOS
30
La
escuela y
los textos
textos literarios el verbo "escribir", tal como lo expresat"aBarthes, se convierte en
verbo intransitivo: el escritor se detiene en la escri tura misma, juega con los
recursos lingiiísticos, transgrediendo, con frecuencia, las reglas del lenguaje, para
liberar su imaginación y fantasía en la creación de mundos ficticios.
A diferencia de los textos informativos, en los cuales se trans parenta el referente,
los textos literarios son textos opacos, no ex plícitos, con muchos vacíos o espacios
en blanco, indeterminados. Loslectores,'entonces, deben unir todas las piezas en
juego: la tra ma, los personajes y el lenguaje; tienen que llenar la información que
falta para construir el sentido, haciendo interpretaciones con gruentes con el texto y
con sus conocimientos previos del mundo.
Lostextos literarios exigen que el lector comparta eljuego de la imaginación, para
captar el sentido de cosas no dichas, de accio nes inexplicables, de sentimientos
inexpresados.
Aunque todos los textos literarios tienen un "repertorio", un territorio que nos es
familiar, porque involucra realidades extra textuales (lugar y tiempo de las acciones,
normas y valores repre sentados, alusiones o referencias a personas, lugares y cosas
que existen fuera del texto, elementos y tradiciones literarias, etc.), no basta con
conocer estas realidades para comprender el texto litera rio: es necesario
fundamentalmente desentrañar las múltiples
perspectivas y los múltiples niveles de asociación que el texto ofrece.
El texto literario, que permite el desarrollo de todas las virtua lidades del lenguaje,
que es el espacio de la libertad del lenguaje liberado de las restricciones de las
normas, puede permitimos leer "para nada", para no hacer nada después de la
lectura, sólo dejar nos llevar por la imaginación; pero, también puede permitimos
analizar los mecanismos empleados por el autor para producir be" Ileza, intentar
recrear esos mecanismos en nuevas creaciones, de sentrañar los símbolos que
musicalidad de las palabras liberadas de su
estructuran el mensaje, jugar con la
función designativa,
etcétera.
El cuento
32
La
escuela y los
textos
embarque y
miró a su
alrededor
buscando a
alguien con impaciencia. La mujer parecía haber escapado de una película romántica de los años 40.
El narrador es una figura creada por el autor para presentar los hechos que constituyen el
relato, es la voz que cuenta lo que está pas~ndo. Esta voz puede ser la de un personaje, o la
de un testigo de lo que está aconteciendo, que cuenta los hechos en primera persona o,
también, puede ser la voz de una tercera persona que no interviene ni como actor ni como
testigo.
Puede adoptar distintas posiciones, distintos puntos de vista: puede conocer sólo lo que está
aconteciendo, es decir, lo que están haciendo los personajes; o, por el contrario, saber todo:
lo que ha cen, piensan, sienten los personajes, lo que pasó y lo que pasará. Estos narradores
que saben todo se llaman omniscientes.
La novela
Es similar al cuento pero tiene más personajes, mayor número de complicaciones, pasajes
más extensos de descripciones y diálo gos. Los personajes adquieren una definición más
acabada y las acciones secundarias pueden llegar a adquirir tal relevancia que terminan por
convertirse, en algunos textos, en unidades narrati vas independientes.
La obra de teatro
Los textos literarios que conocemos como obras de teatro (dra mas, tragedias, comedias,
sainetes, etc.) van tejiendo distintas his torias, van desarrollando diversos conflictos,
mediante la interac ción lingtiística de los personajes, es decir, a través de las conver
saciones que tienen lugar entre los participantes, en las situacio nes comunicativas
registradas en el mundo de ficción construido
por el texto. En las obras de teatro no existe un narrador que cuen ta los hechos, sino que el
lector los va conociendo a través de los diálogos y/o monólogos de los personajes.
Dada la trama conversacional de estos textos, es posible encon trar en ellos, con frecuencia,
huellas de la oralidad en la escritura que ,se manifiestan en un lenguaje espontáneo con
numerosas in terjecciones, alteraciones de la sintaxis normal, digresiones, repeti-
CaracterizaciÓn lingiiística de los textos escogidos 33
dones, deícticos de lugar, tiempo y personajes. Los signos de inte rrogación, exclamación y
signos auxiliares sirven para modalizar las propuestas y las réplicas, y, al mismo tiempo,
establecen los turnos de palabra.
Las obras de teatro alcanzan toda su potencialidad a través de la representación escénica:
están construidas para ser representa das. El director y los actores orientan su interpretación.
Estos textos se organizan en actos, que establecen la progresión temática: desarrollan una
unidad informativa relevante para el conflicto presentado. Cada acto contiene, a su vez,
distintas esce nas, determinadas por las entradas y salidas de los personajes y/o distintos
cuadros, que corresponden a cambios de escenografías.
Las obras de teatro incluyen textos de trama descriptiva: son las llamadas acotaciones
escénicas, él, través de las cuales el autor da indicaciones a los actores acerca de la entonación
y la gestuali dad y caracteriza a las distintas escenografías que considera perti nentes para el
desarrollo de la acción. Estas acotaciones presentan con frecuencia oraciones unimembres
y/ o bimembres de predica do no verbal. Juan se muestra distendido. Diego, sumamente alterado.
En el rincón izquierdo, una mesa desvencijada. Al fondo, una reproduc ción de un cuadro de
Quinquela. La lu: l1lortecina de un farol.
El poema
Texto literario generalmente escrito en verso, con una espacia lización muy particular: las
líneas cortas y las agrupaciones en es trofas dan relevancia a los espacios en blanco y,
entonces, el texto emerge en la página con una silueta especial que nos prepara para
introducimos en los misteriosos laberintos del lenguaje figurado.
Habilita una lectura en voz alta para captar el ritmo de los versos y promueve una tarea de
abordaje que intenta desentrañar la sig nificación de los recursos estilísticos empleados por
el poeta, ya sea para expresar sus sentimientos, sus emociones, su visión de la
realidad, ya para crear atmósferas de misterio y de irrealidad, ya sea para relatar epopeyas
(como en los romances tradicionales) o, también, para impartir enseñanzas morales (como
en las fábulas).
El ritmo -ese movimiento regular y medido-, que recurre al valor sonoro de las palabras y de
las pausas para dar musicalidad al poema, es un constituyente esencial del verso, sin el cual
éste no
34
La
escuela
y los
textos
existe:
el
verso
es una unidad rítmica constituida por una serie métrica de sílabas fónicas. La
distribución de los acentos de las pa labras que conforman los versos tiene una
importancia capital pa ra el ritmo: la musicalidad depende de esa distribución.
Recordemos que para medir los versos debemos atender úni camente a la longitud
sonora de las sílabas. Las sílabas fónica,s presentan algunas diferencias con las
sílabas ortográficas. Estas diferencias constituyen las llamadas licencias poéticas:
la diéresis
que permite separar en dos sílabas los diptongos, la sinéresis que une en una sílaba
dos vocales que no constituyen diptongo, la si nalefa que fusiona en una sola sílaba la
sílaba final de una palabra terminada en vocal con la inicial de una palabra que
comienza con vocal o hache y el hiato que anula la posibilidad de la sinalefa. Los
acentos finales también inciden en el recuento de las sílabas del verso. Si la última
palabra es grave, no se altera el número de síla bas, si es aguda, se suma una sílaba
y si es esdrújula se disminuye una.
La rima es una característica distintiva pero no obligatoria de los versos, ya que
existen versos sin rima (los versos blancos o sueltos de uso frecuente en la poesía
moderna). La rima consiste en la coincidencia total o parcial de los últimos fonemas
del verso. Existen dos tipos de rima, la consonante (coincidencia total de vo cales y
consonantes a partir de la última vocal acentuada) y la aso nante (coincidencia de
las vocales únicamente, a partir de la últi ma vocal acentuada). La longitud más
frecuente de los versos abarca desde las dos hasta las dieciséis sílabas. Los versos
monosí labos no existen ya que por el acento se los considera bisílabos.
Las estrofas agrupan versos de igual medida y de dos medidas .distintas
combinadas regularmente. Estas agrupaciones se vincu lan con la progresión
temática del texto, dado que, con frecuencia, desarrollan una unidad informativa
vinculada con el tema central.
Los trabajos dentro del paradigma y del sintagma a través de los mecanismos de
sustitución y de combinación, respectivamen te, culminan con la creación de
metáforas, símbolos, configuracio nes sugerentes de vocablos, metonimias, juego de
significaciones, asociaciones libres, y otros recursos estilísticos que dan ambigue
dad al poema.
35
Caracterización lingUística de los textos escogidos
TEXTOS PERIODíSTICOS
Los
textos
que se designan como textos periodísticos en razón de su portador (tienen como
soportes los diarios, los periódicos, las revistas) muestran un claro predominio de la
función informa tiva del lenguaje. Dan a conocer los sucesos más relevantes en el
momento en que se producen. Esta adhesión al presente, esta pri
macía de la
actualidad, los condena a una vida efímera.
Se proponen difundir las novedades que se producen en dis tintas partes del mundo
acerca de los tópicos más diversos. De acuerdo con este propósito se los agrupa en
el portador en diferentes secciones, como, por ejemplo, información nacional, in
formación internacional, información local, sociedad, economía, cultura, deportes,
espectáculos, entretenimientos.
El orden de presentación de estas secciones dentro del porta dor, así como la
extensión y el tratamiento dado a los textos que incluyen, son indicadores
importantes tanto de la ideología como de la posición adoptada por la publicación
acerca del tema que se aborda.
Los textos periodísticos presentan distintas variedades. Las más comunes son las
noticias, los artículos de opinión, las entre vistas, los reportajes, las crónicas, las
reseñas de espectáculos.
La publicidad es un componente constante de los diarios y re vistas en la medida en
que les permite financiar su edición. Pero los textos publicitarios no sólo aparecen
en los periódicos sino que también tienen otros portadores ampliamente conocidos
corno los afiches, los folletos, etc., por eso nos referiremos a ellos en otro apartado.
En general se acepta que los textos periodísticos, en cualquie ra de sus variedades,
deben cumplir ciertos requisitos de presen tación entre los que destacamos éstos:
una tipografía perfecta mente legible, una diagramación cuidada, fotografías
sión de
adecuadas que sirvan para complementar la información linguística, inclu
gráficos ilustrativos que fundamenten las explicaciones
del texto.
Es pertinente observar cómo se distribuyen los textos periodís ticos en el portador
para conocer mejor la ideología de la publica ción. Fundamentalmente la primera
página, las páginas impares, el extremo superior de los diarios, encierran la
información que se
36
La
escuela y
los textos
quiere
destacar.
Esta ubicación anticipa al lector la importancia que el periódico le ha dado al contenido de
esos textos. El cuerpo de la letra de los títulos es también un indicador a considerar sobre la
posición adoptada por la redacción.
La noticia
El artículo de opinión
38
La escuela
y los textos
consenso al
análisis
realizado;
el
detenimiento en recursos des- . criptivos detallados y precisos o en relatos muy
pautados de las distintas etapas de la investigación, con una minuciosa enumera
ción de las fuentes de la información; recursos todos ellos que sir ven para
fundamentar los argumentos usados en la validación de la tesis.
La progresión temática se da generalmente a través de un es quema de temas
derivados. Cada argumento puede encerrar un tópico con sus respectivos
comentarios.
Estos artículos, en virtud de su intencionalidad informativa, muestran una
preeminencia de oraciones enunciativas, aunque también incluyen, con frecuencia,
dubitativas y exhortativas en ra zón de su trama argumentativa. Las primeras les
sirven para rela tivizar los alcances y el valor de la información de base, el asunto
en cuestión, y las últimas para convencer al lector a aceptar como verdaderas sus
premisas. En el entramado de estos artículos se opta por oraciones complejas que
incluyen proposiciones causales para las fundamentaciones, consecutivas para
poner énfasis sobre los efectos, concesivas y condicionales.
Para interpretar estos textos es insoslayable desentrañar la pos tura ideológica del
autor, identificar losintereses a los que respon de y precisar bajo qué circunstancias
y con qué propósito se orga nizó la información expuesta. Para cumPVr con los
requisitos de este abordaje necesitaremos poner en marcha estrategias tales co mo la
referencia exofórica, la integración crítica de los datos del texto con los recogidos
en otras fuentes y una lectura prolija entre líneas, con el fin de convertir en explícito
lo implícito.
Si bien es cierto que todo texto exige, para su interpretación, activar las estrategias
mencionadas, es indispensable acudir a ellas cuando estamos ante un texto de trama
argumentativa, a través del cual el autor busca que el lector acepte o evalúe ciertas
ideas o creencias como verdaderas o falsas, ciertas opiniones como positi vas o
negativas.
El reportaje
La entrevista
Esta categoría incluye textos cuyos contenidos provienen del campo de las ciencias en
general. Los referentes de los textos que vamos a desarrollar se ubican tanto en las ciencias
sociales como en las ciencias naturales.
Pese a las diferencias existentes entre los métodos de investiga-
40
La
escuela
y los
textos
ción
de
estas
ciencias, los textos tienen algunas características que son comunes a todas sus
variedades: en ellos predominan, como en todos los textos informativos, las
oraciones enunciativas de es tructura bimembre, y se prefiere el orden sintáctico
canónico (su jeto-verbo-predicado).
Incluyen frases claras, carentes de ambigiledad sintáctica o se mántica, y toman en
consideración el significado más conocido, más extendido de las palabras.
El vocabulario es preciso. Generalmente, estos textos no inclu yen vocablos a los
que se les puede atribuir una multiplicidad de significados, es decir, eluden los
términos polisémicos, y de no ser posible esto, establecen,mediante definiciones
operatorias, el signi ficado que se le debe atribuir al término polisémico en ese
cotexto.
La definición
La nota de enciclopedia
42
La
escuela y
los textos
rasgos geológicos, relieve, clima, hidrografía, biogeografía, pobla ción, ciudades, economía,
minería, comunicaciones, transportes, el estado argentino, cultura, etcétera.
Estos textos emplean con frecuencia esquemas taxonómicos, en los cuales los elementos se
agrupan en clases incluyentes e inclui das. Por ejemplo: se describe a "mamífero" como
miembro de la clase de los vertebrados y luégo se presentan los rasgos distintivos
de sus diversas variedades terrestres y marítimas.
Puesto que en estas notas predomina la función informativa del lenguaje, la expansión se
ción científica, que responde a las exigencias de
construye sobre la base de la descrip
objetividad y pre
cisión.
Las características inherentes a los objetos presentados apare cen a través de adjetivos
descriptivos -pez de color amarillento os curo, con manchas negras en los costados, y vientre
plateado, cabeza casi cónica, ojos muy ¡untos, boca oblicua y dos aletas dorsales- que am plían la
base informativa de los sustantivos y, como es posible apreciar en nuestro ejemplo, agregan
cualidades propias de aque llo a lo que se refieren.
El uso del presente marca la atemporalidad de la descripción, en cuyo tejido predominan los
verbos estáticos: presentar, mos trar, tener, etc., y los copulativos: ser, estar, semejar,
parecer, etcétera.
El informe de experimentos
La monografía
44
La
escuela y
los textos
ten
sostener
que los
aspectos positivos de la gestión gubernamen tal de un determinado personaje
histórico tienen mayor entidad y valor que los aspectos negativos, tendremos que
presentar y cate gorizar los datos obtenidos de un modo tal que esa valoración
quede .explícita.
En las monografías es insoslayable determinar en el primer pá rrafo el tema a tratar,
para abrir paso a la cooperación activa del lector, quien, conjugando sus
conocimientos previos y sus propósi tos de lectura, hará las primeras anticipaciones
sobre la informa ción que espera encontrar y formulará las hipótesis que habrán de
guiar su lectura. Una vez determinado el tema, estos textos trans criben luego,
mediante el uso de la técnica del resumen, lo que sostiene sobre ese tema cada una
de las fuentes consultadas, las cuales van aestar consignadas en las referencias
bibliográficas, de acuerdo con las normas que rigen la presentación de la
bibliografía.
El trabajo intertextual (incorporación de los textos de otros en el tejido del texto que
estamos elaborando) se manifiesta en las monografías a través de construcciones de
discurso directo o de discurso indirecto.
En las primeras se incorpora el enunciado de otro autor, sin modificaciones, tal
como fue producido. Ricardo Ortiz declara: "El proceso de la economía dirigida condujo a una
centralización en la Capi tal Federal de toda tramitación referente al comercio exterior". Los dos
puntos que preanuncian la palabra del otro, las comillas que sir ven para
demarcarla, las rayas que suelen encerrar al autor del texto incluido, "El proceso de la
economía dirigida -declara Ricardo Ortiz- condujo a una centralización ... ", son algunos de los
signos que distinguen, a menudo, al discurso directo.
Cuando se recurre al discurso indirecto, se relata lo dicho por otro, en lugar de
transcribirlo textualmente, con la inclusión de elementos subordinantes y las
consiguientes modificaciones, se gún el caso, en pronombres personales, tiempos
verbales, adver bios, signos de puntuación, signos auxiliares, etcétera.
Discurso directo: "Las raíces de mi pensamiento -sostuvo Echeve rría- se nutren en el
liberalismo".
Discurso indirecto: Echeverría sostuvo ~ las raíces de su pensa miento se nutrían en el
liberalismo.
Los textos monográficos recurren, con frecuencia, a los verbos declarativos (decir,
expresar, declarar, sostener, opinar, etc.), tanto
45
Caracterización lingiiística de los textos escogidos
para la introducción de los enunciados de las fuentes, como para incorporarlos
comentarios y opiniones del emisor.
Si el propósito de la monografía es solamente organizar los da tos que el autor ha
recogido sobre el tema de acuerdo con un de terminado criterio de clasificación
explícito (por ejemplo, organi zar los datos en tomo al tipo de fuente consultada), su
efectividad dependerá de la coherencia existente entre los datos expuestos y el
principio de clasificaciónadoptado ..
Si la monografía pretende justificar una opinión o validar una hipótesis, su
efectividad, entonces, dependerá de la confiabilidad y veracidad de las fuentes
consultadas, de la consistencia lógica de los argumentos y de la coherencia
establecida entre los hechos y la conclusión.
Estos textos pueden ajustarse a distintos esquemas lógicos del tipo
problema/solución, premisas/conclusión, causas/efectos. Los conectores lógicos
oracionales y extraoracionales son mar cas lingiiísticas relevantes para analizar las
distintas relaciones que se establecen entre los datos y evaluar su coherencia.
La biografía
Es una narración hecha por alguien acerca de la vida de otras personas. Cuando el
autor cuenta su propia vida es una autobio grafía.
Estos textos son empleados con frecuencia en la escuela para presentar la vida o
algunas etapas. decisivas de la existencia de personajes cuya acción ha sido
calificada como relevante en el acontecer histórico.
Los datos biográficos se ordenan, por lo general, cronológica mente, y dado que la
temporalidad es una variable esencial del te jido de las biografías, en su
construcción predominan recursos lin giiísticos que aseguran la conectividad
temporal: adverbios, frases adverbiales, construcciones de valor semántico
adverbial (Sus cin
co primeros años transcurrieron en la tranquila seguridad de su pueblo natal. Luego se trasladó con
su familia a La Plata.), proposiciones tem porales «Cuando se introducía obsesivamente en los
tortuosos caminos de la novela>, sus estudios de física lo ayudaban a reinstalarse en la rea lidad),
etcétera.
La objetividad que exigen los textos de información científica
46
La
escuela y
los textos
se manifiesta en las biografías a través de las citas textuales de las fuentes de los datos
presentados, mientras que la óptica del autor se expresa en la selección y en el modo de
presentación de estos datos. Se puede emplear la técnica de acumulación simple de da tos
organizados cronológicamente, o cada uno de estos datos pue de aparecer acompañado por
las valoraciones del autor en razón de la importancia que les atribuye.
Actualmente están teniendo gran difusión las llamadas "bio grañas no autorizadas" de
personajes políticos o del mundo del arte. Una característica que parece ser común en estas
biografías es la intencionalidad de 9-enostar al personaje a través de una pro fusa
acumulación de aspectos negativos, en especial de aquellos que se relacionan con defectos o
vicios altamente vituperados por la opinión pública.
El relato histórico
TEXTOS INSTRUCCIONALES
Estos textos dan orientaciones precisas para realizar las activi dades más diversas, como
jugar, preparar una comida, cuidar plantas o animales domésticos, usar un aparato
electrónico, arre glar un auto, etc. Dentro de esta categoría encontramos desde las más
simples recetas de cocina hasta los complejísimos manuales de instrucciones para ensamblar
el motor de un avión. Existen nume rosas variedades de textos instruccionales; además de
las recetas y de los manuales, están los reglamentos, estatutos, contratos, ins tructivos, etc.
Pero, todos ellos, cualquier~ sea su complejidad, comparten la función apelativa en la
medida en que prescriben ac ciones y emplean la trama descriptiva para representar el
proceso a seguir en la tarea emprendida.
La construcción de muchos de estos textos se ajusta a modelos convencionales acuñados
institucionalmente. Por ejemplo, en nuestra comunidad están ampliamente difundidos los
modelos de reglamentos de copropiedad, entonces cualquier persona que toma a su cargo la
redacción de un texto de este tipo recurre al modelo y
solamente cambia los datos identificatorios e introduce, si es nece-
48
La
escuela y
los textos
sario,
algunas
modificaciones parciales en los derechos y deberes de las partes involucradas.
En nuestra vida cotidiana nos encontramos constantemente con textos
instruccionales, que nos ayudan ya sea usar bien una procesadora de alimentos o
sita comida o a seguir una dieta para adelgazar.
una computadora, a hacer una exqui
La habilidad al
canzada en el dominio de estos textos incide directamente en
nuestro quehacer concreto. Su empleo frecuente y su utilidad in mediata justifican
el trabajo escolar de abordaje y producción de algunas de sus variedades, como las
recetas y los instructivos.
La receta y el instructivo
Nos referiremos a las recetas de cocina y a los textos que encie rran instrucciones
construir un artefacto,Jabricar un
para organizar un juego, hacer un experimento,
mueble, arreglar un objeto,
etcétera.
Estostextos tienen dos partes que se distinguen, generalmente, a partir de la
espacialización: una contiene listas de elementos a usar (lista de ingredientes en las
recetas, materiales que se manipu lan en un experimento, instrumentos para arreglar
algo, distintas partes de un aparato, etc.),y la otra, desarrolla las instrucciones.
Las listas, que son similares en su construcción a las que usa mos habitualmente
para hacer las compras, presentan sustantivos concretos acompañados por adjetivos
numerales (cardinales, par titivos y múltiplos).
Las instrucciones se configuran, habitualmente, con oraciones bimembres con
u oraciones
verbos en modo imperativo (mezcle la harina con el polvo de hornear),
unimembres conformadas por cons
trucciones verboidales de infinitivo (revolver la
harina con el azúcar).
Tanto los verbos como los verboides aparecen acompañados por adverbios o
construcciones adverbiales que expresan el modo en que deben realizarse
determinadas acciones (separe cuidadosa mente las claras de las yemas; o separe con mucho
cuidado las claras de las yemas). Los propósitos de esas acciones aparecen estructurado s
en circunstanciales de fin (revuelva lentamente vara diluir el conteni do del sobre en agua fría),
o con valor temporal final (bata la crema con las claras hasta que tome una consistencia
esvesa). En estos textos se incluye con frecuencia el tiempo del receptor a través del
uso
49
Caracterización lingilística de los textos escogidos
de la deixis de lugar y de tiempo: Aquí debe agregar una yema. Aho ra podrá revolver
nuevamente. En este momento tendrá que correr rápi damente hasta alcanzar el lado opuesto de la
cancha. Acá puede interve nir otro miembro del equipo.
TEXTOS EPISTOLARES
Los textos epistolares buscan establecer una comunicación por escrito con un destinatario
ausente, el cual aparece identificado en el texto a través del encabezamiento. Puede tratarse
de un indivi
duo (un amigo, un pariente, el gerente de una empresa, el director de un colegio) o un
conjunto de individuos designados en forma colectiva (Consejo editorial, junta directiva,
barra de 50 B).
Estos textos reconocen como portador a ese trozo de papel que en forma metonímica se
denomina carta, esquela o solicitud, en relación con las características del texto que
contiene.
Presentan una estructura que se refleja claramente en su orga nización espacial, cuyos
componentes son: el encabezamiento, que consigna el lugar y el tiempo de la producción,
los datos de~. destinatario y la fórmula de tratamiento empleada para establecer el contacto;
el cuerpo, parte del texto en donde se desarrolla el mensaje, y la despedida, que incluye el
saludo y la firma, a través de la cual se introduce el autor en el texto. El grado de familiari
dad existente entre emisor y destinatario es el principio que orien ta la elección del estilo: si
el texto va dirigido a un familiar o a un amigo, se opta por un estilo informal; caso contrario,
si el destina tario es desconocido u ocupa el nivel superior en una relación asi métrica
(empleador con respecto al empleado, director con respec to al alumno, etc.) se impone el
estilo formal.
La carta
50
La
escuela y los
textos
vida.
Estas
cartas
contienen hechos, sucesos,sentimientos, emo ciones, experimentados por un emisor
que percibe al receptor co mo "cómplice", o sea como un destinatario
comprometido afecti vamente en esa situación de comunicación y, por lo tanto,
capaz de desentrañar la dimensión expresiva del mensaje.
En la medida en que se trata de un diálogo a distancia con un receptor conocido se
opta por un estilo espontáneo e informal, que deja ver marcas de la oralidad: frases
inconclusas, en las que los puntos suspensivos habilitan las múltiples
interpretaciones del receptor, en su intento por concluidas; preguntas que buscan
sus respuestas en el destinatario; preguntas que encierran en sí sus propias
respuestas (preguntas retóricas); signos de exclamación que expresan el énfasis que
el emisor pone en determinadas ex presiones que reflejan sus alegrías, sus
preocupaciones, sus dudas.
Estos textos reúnen en sí las distintas clases de oraciones. Las enunciativas que
aparecen en los fragmentos informativos, se al ternan con las dubitativas,
desiderativas, interrogativas, exclama tivas para manifestar la subjetividad del autor.
Esta subjetividad determina también el uso de diminutivos y aumentativos, la pre
sencia frecuente de adjetivos calificativos, la ambiguedad léxica y sintáctica, las
repeticiones, las interjecciones.
La solicitud
TEXTOS HUMORíSTICOS
La historieta
Constituye una de las variedades más difundidas de la trama
narrativa con base icónica: combina la imagen plana c:;onel texto escrito
y los elementos verbales e icónicos se integran a partir de un código
específico.
Este tipo de texto busca la participación activa del lector por vía
emocional, asistemática, anecdótica y concreta.
Existen diversos tipos de historietas, uno de ellos es la ya clási ca
historieta de las tiras cómicas de los diarios que se caracteriza por su
intencionalidad apelativa y su contenido humorístico. En otras historietas
se advierte un predominio de la función literaria; son aquellas historietas
en las que se desarrollan. aventuras gue rreras, historias policiales, relatos
románticos, de ciencia ficción, etcétera.
Dentro de la categoría de historietas con función apelativa, en
contramos una clase que está siendo empleada con mucha fre cuencia en
el campo de la educación para la salud: es la historieta que expresa
instrucciones para mejorar la higiene, prevenir enfer medades, orientar a
la población en el uso de determinados medi camentos, etcétera.
El empleo de la historieta con distintas intenciones parte de la
premisa de que estos textos que combinan 10 lingiiístico con lo icónico
son más aptos para transmitir mensajes a lectores poco en trenados en la
decodificación lingiiística.
La historieta humorística se caracteriza por su economía. Eco nomía
narrativa, ya que condensa el relato en pocas viñetas. Len guaje
económico, frases muy cortas, palabras o construcciones que remiten a
una pluralidad de significados. Pocos personajes carac terizados con
rasgos sintéticos.
Estos textos recurren a combinaciones poco frecuentes de sig
nificados, metonimias y metáforas originales. Emplean símbolos icónicos
convencionales para expresar sentimientos (un corazón para el amor),
efectos de acciones (estrellas ante un cachetazo), emociones violentas
(rayos, culebras y calaveras para el insulto), etcétera,
La espacialización, a la vez que permite conocer las normas que rigen
la producción de las historietas, tiene una particular relevan cia para
atribuir significado a 10s,9.i,stintoselementos en juego. Las
Caracterización lingUística de los textos escogidos 53
viñetas se relacionan con la progresión temática; los globos encie rran
los discursos directos de los personajes, contienen lo que éstos dicen,
piensan, murmuran, gritan; la ubicación de los globos guar da relación
con los turnos de palabra (se lee primero lo que está en los globos
ubicados en la parte superior izquierda); el cuerpo de las letras se
relaciona con el énfasis que los personajes atribuyen a lo que dicen; la
repetición de letras; signos de puntuación, de excla mación, de
interrogación; los cuadros en blanco, los grises o negros; el lugar que
ocupa el texto o la imagen dentro del cuadro, etc., son todos elementos
significativos para desentrañar el mensaje.
Construcciones sustantivas, adjetivas o adverbiales, oraciones
unimembres o bimembres con predicado no verbal, quiebras deli beradas
de la sintaxis normal, ausencia de conectores lógicos, son algunos de los
ironía, la burla, el doble
recursos usados con frecuencia para expresar la
sentido, el enfoque humorístico o sarcásti
co de la realidad.
TEXTOS PUBLICITARIOS
El aviso
El afiche
El folleto
56
La
escuela
y los
textos
rrama
es un
espectáculo que les permitirá olvidar el ajetreo de la gran ciudad.
Los folletos muchas veces recurren a la trama argumentativa para
atraer la atención de los lectores, sobre la base de oraciones complejas
integradas por proposiciones condicionales: Si Ud. está interesado en
conocer teorías, investigaciones y experiencias de lectura y escritura, entonces
debe suscribirse a LYV; o concesivas: Aunque hoy no nos necesites, recuerda
esta dirección: ... Estamos aquí para ayudar nos y ayudarte a crecer.
El folleto, que encuentra en el tríptico su formato más frecuen te,
suele estar impreso en varios colores que resaltan el atractivo y la riqueza
de las imágenes que complementan la significación del texto.
3 LOS TEXTOS
ESCOLARES: UN
CAPÍTULO APARTE
clasificar y caracte
rizar, someramente, distintas
variedades de textos escritos de uso social, que
ingresan, con frecuencia, a las aulas de nuestra
escuela primaria, para las actividades de lectura y
producción; o que nos parece conveniente que sean
trabajados en ellas. Consideramos que tomar
contacto con esa diversidad de textos es,
obviamente, una vía efectiva para mejorar la
competencia comunicativa de los niños.
En esas páginas no hemos hecho mención alguna a
teriales de lectura que, habitualmente,
ciertos ma
son empleados en el desa
rrollo de las distintas
clases: nos referimos a los llamados libros de texto
o textos escolares, que constituyen...un capítulo
aparte.
Estos materiales son producidos, intencional
mente, para ser empleados en forma sistemática
por el escolar y el docente. Den tro de esta
categoría se incluyen los manuales (que en nuestro
país están siendo reemplazados, en forma
paulatina, por los libros de área), los libros de
lectura, los libros o carpetas de actividades, las
cartillas o libros d~ lectoescritura inicial. Quienes
defienden su uso (a ultranza y sin discriminar entre
las distintas clases), esgri men como argumento de
mayor peso, que estos textos escolares constituyen
un recurso didáctico importante para facilitar el
58
La escuela y lQstextos
aprendizaje de los alumnos pues presentan los
temas, las activida des, las estructuras discursivas
en forma pautada según el grado de dificultad que
ofrecen.
Una polémica, a nuestro entender mal planteada,
muchas ve ces ha enfrentado a los partidarios del
uso exclusivo de los textos escolares con los que
privilegian el empleo -también de forma exclusiva-
de textos "auténticos", textos producidos para uso
ex traescolar que son incorporados como
materiales de lectura en el aula (enciclopedias,
diccionarios, diarios, periódicos, revistas,
obras de literatura infantil, libros de consulta sobre
temas diver sos, etcétera).
Es decir, por un lado se ubican los que sostienen
"usemos sola mente libros de texto" y, por el otro,
los que enfatizan "solamente deben emplearse en
el aula los textos que circulan en los contextos
extraescolares, textos de circulación social".
Pensamos que el pro-
blema está en la dimensión
limitativa del adverbio solamente.
Es indudable que los lectores no se forman con
lecturas esco lares de materiales escritos
elaborados, expresamente, para la es cuela, con el
fin de cumplir con las exigencias de un programa.
Los lectores se forman con la lectur¡t de distintas
obras que con tienen una diversidad de textos que
sirven, como sucede en los contextos
extraescolares, para una mu1tipli~idad de
propósitos
(informar, entretener, argumentar, persuadir,
organizar quehace res, etc.). Sin embargo, ello no
implica descartar a príorí todos los textos escolares.
Algunos de estos textos -usados conveniente
mente- pueden favorecer los trabajos de
producción y de com prensión.
Consideramos estéril detenemos en esta polémica
ya que, por nuestros contactos con los maestros y
clase, hemos podido
nuestras observaciones de
corroborar que el problema fundamental ra
dica no
sólo en cómo seleccionar los textos sino,
fundamental mente, en cómo usados.
Los
61
textos escolares: un capítulo aparte
para cam
biar la situación?
Por el contrario, hemos tenido ocasión de verificar que,
cuando los textos escritos por los niños forman parte de
un proyecto que trasciende a esos limitados
destinatarios y los potenciales lectores no están
presentes para que uno explique lo que no se entiende,
la
corrección, adecuación y pertinencia pasan a ser
requisitos que se toman naturalmente indispepsables.
72
PLAN GENERAL
73
Plallificación de proyectos didácticos
IETIQ
,
SITUACiÓN COMUNICATIVA:
- J.W.Qr:
- &i1Qr
- .Q..bWiy.Q:
• Títuloltema:
- RasQos característi.kQi:
e) Ortoorafía:
d} Puntuación:
1 PLANIFICACIÓN DE UN PROYECTO
CON PRODUCCIÓN DE TEXTOS
DRAMÁTICOS:
c··~~·"~A.lRcrVÁRA·'EI:DíA·DEL'·NIÑo
n
ETAPAS PREVISTAS:
3) Pediré a los chicos que busquen diferentes obras de teatro para leer
en cla se.
10) Después del Día del Niño, se realizará la última revísión de los
originales. Los pasarán en limpio (si hay posibilidad se hará en
computadora y si no lo harán a máquina), encuadernarán el libro y lo
entregarán a la Biblioteca.
SITUACiÓN
COMUNICATIVA:
- .Q.blilljyQ: Lograr un texto atractivo, comprensible y adecuado, como así también una
representación escénica atrapante.
- Título/tema: Ubre.
N.QIA: Estos temas se irán viendo con la lectura y producción de los textos. , Hay
ejemplos en la 3a. parte del plan.
En este proyecto no hay ¡nvoluerados contenidos de otras áreas del progra ma.
Por ejemplo, con relación a los temas de gramática oracional, identificare mos las
oraciones unimembres y bimembres con predicado no verbal en los textos teatrales
como construcciones características de las acotaciones. El
tema de la pronominalización será indagado a partir del seguimiento de los
pronombres en los textos (donde dice "él", ¿a quién se refiere?; cuando dice "allr', ¿a
qué lugar remite?, etcétera).
Cuando veamos Los tres mosqueteros, comentaré con los chicos los datos biográficos
de Alejandro Dumas y las referencias a la obra que figuran a continuación:
TRES MOSQUETEROS (LOS) (Les trols mousquetalres). Novela histó rica del
escritor francés Alejandro Dumas (padre) (1803-1870), escrita en colaboración con
Augusto Ma Quet (1813-1888), y publicada en 1844. Dumas formó parte de la pri
mera generación del romanticismo (v.) francés, y sus obras iniciales aparecen
signadas por·el ideario es-
. tético de este movimiento. Asl, sus dramas Antony (1831) Y Kean (1836), y su
melodrama La torre de Nesle (1832), ocupan un lugar des tacado dentro de la
producción tea tral romántica, aun cuando perte nezcan a su zona más patética y ex
terior. Poco a poco, Dumas orientó sus esfuerzos hacia otra forma lite raria, de la
Que habría de convertir
se en maestro: la novela de asuQto histórico o .historia novelada», que tuvo gran
éxito a principios del siglo XIX y Que respondía, en el fondo, a la concepción
romántica de la histo
ria, la cual anteponía a la exposición científica y objetiva de los hechos históricos un
método sustentado en
los datos psicológicos, en los deta lles anecdóticos y pintorescos y en la ficticia
.resurrección» de los pro tagonistas de cada hecho. Oumas escribió, solo o en
colaboración con alguno de sus diversos ayudantes (el historiador MaQuet fue el
princi pal), más de doscientas novelas de
este género. Entre ellas, Los tres mosqueteros es una de las más jus tamente
célebres. Ha sido traducida
a innumerables idiomas y reeditada infinidad de veces, considerándose la como uno
de los clásicos de la li teratura para jóvenes y adolescen tes. Su trama tiene lugar en
el París de los últimos años del reinado de
Luis XIII. Su protagonista, el joven gentilhombre gascón D'Artagnan, arriba a la
capital francesa de su provincia natal con el solo bagaje de sus ambiciones y de su
valor perso nal. En Parfs, dos bandos se dispu tan la supremacla militar: el de los
mosqueteros del rey y el de los se cuaces del cardenal Rlchelleu. D'Ar tagnan no
tarda en tomar partido a favor de los primeros. Al participar en un combate, conoce a
tres mas Queteros Que han de convertirse en sus compañeros Inseparables: At hos,
Aramis y Porthos. Los tres tie nen caracterrsticas diferentes: At
has, un noble arruinado, es altivo, El único de los cuatro Que ha per silencioso y de
honda vida interior; manecido en su puesto es O'Artag Aramis, ex-seminarista, oscila
entre nan; el resto ha cambiado de vida: su vocación religiosa y sus inclina- Athos
ha vuelto a sus viejas pose clones galantes; por fin, Porthos, slones, Aramls ha
abrazado el sa gentilhombre grueso y pintoresco, cerdoclo, Porthos se ha
enriquecido es parlanchrn y vanidoso. Junto a mediante un casamiento afortuna
elios, D'Artagnan cumple su apren- do. Después de múltiples peripe
dizaje como mosQuetero. El azar lIe- clas, los amigos se encuentran otra va al joven
gascón a conocer a dos vez en Inglaterra, donde han ido a mujeres: la dulce
Constancia Bona- participar en las guerras civiles en cieux, dama de companla de la
rei- tre Cromwell y el rey Carlos 1.AIIl na Ana de Austria, de la Que O'Ar- los
persigue Mordaunt, hijo de Mi tagnan se enamora, y la pérfida Mi- lady, Quien
termina por ser muerto lady, espía de Richelleu, y Queno es por Athos. Los amigos,
otra vez otra Que la primera esposa de At- reunidos, regresan a Francia. El ci hos, la
misma Que lo sumió en la clo de Los tres mosqueteros se cie ruina. Los mosquete
ros desbaratan rra con una tercera novela, El viz una tras .otra las intrigas de Riche-
conde de Bragelonne, publicada en lieu, quien trata de malquistar al rey 1850, a la
que da título· un nuevo con su mujer, haciéndole creer que personaje, Raoul de
Bragelonne, hi ésta lo engaña con el duque de Buc- jo de Athos. La acción se ubica
en kingham, enviado del rey de Inglate-. los primeros años del reinado de rra. Las
escenas de duelos y bata- Luis XIV. Los amigos militan ahora lIas campales se ven
interrumpidas en bandos opuestos: en tanto Ara por rápidos enfoques de la vida de
mis, convertido en superior de los corte. Para rescatar el collar de Ana jesuitas,
conspira contra el rey,
de Austria. cuya desaparlclónes .. O'Artagn~~efjende a.éste. El triun aprovechada
por Rlchelieu.loscua-fp·ClÍrf.e~po~4e aO'Artagnan, quien tro amigos parten a
Inglaterra, pues es nombrado marIscal de Franela y, el precioso objeto está en
manos de a poco, muerto en combate. A su Buckingham, a quIen se lo habla re-
vez, una bala de cañón da cuenta de
galado la reina. Athos, Aramls y Porthos. Athos, por su parte, muere Porthos
Quedan en el camino; sólo de tristeza después de haber perdi O'Artagnan tiene
éxito y salva la si- do a su híJo, Quien abrigó una pa tuación. La terrible Milady,
mientras sión desdichada por la futura aman tanto, continúa con sus tenebrosas te
del rey, Louise de La Valliére. De actividades: ella es la culpable de la esta manera,
al concluir el ciclo,
muerte de Constancia Bonacieux y Aramis queda como único sobrevi qe la del
propio Buckingham, asesl- viente.Estas tres novelas reúnen lo nado por el fanático
Felton. Los mejor de la producción de Dumas: cuatro mosQueteros, juntamente
naturalidad narrativa, estilo sencillo con Lord Winter, hermano del se- y coloquial,
gran vigor imaginativo.
gundo marido de Milady, también No cabe hablar, por supuesto, de fi muerto por
ella, apresan por fin a la delldad histórica, pues el autor no mujer. Después de un
juicio suma- se preocupa por ella más Que en lo rio, Milady es condenada a muerte
y Que respecta a los rasgos gruesos ejecutada. La novela concluye en- de su
escenario. Próximo a la nove vuelta en un halo de melancolía y la folletinesca,
practicada por Sou tristeza: los amigos deben separar- lié, Sue, etcétera, Dumas
supo, sin se. El éxito de Los tres mosquete- embargo, otorgar cierta jerarQufa ros
fue tal, Que Oumas decidió ace- artística a sus obras y dlferenciarlas lerar la
terminación de una obra Que de la mera Intención comercial de la continuara, la
Que apareció en aquéllas. Entre su múltiple obra,
1845 con el título de Veinte años pueden citarse las novelas: El conde despu8s.
Como este título lo indica, de Montecrlsto (1845), La reina la narración enfoca a los
cuatro Margarita (1845), José Bálsamo mosQueteros veinte años despuéS (1846),
El collar de la reina (1849), de su separación. La época es aho- Angel Pltou (1851),
La condesa de ra la de Mazarino y la de las luchas Charny (1852), Los Cenci (1854),
de la Fronda. etc. lo G.
Planificación de proyectus didácticus 71.)
La planificación presentada corresponde a un proyecto de obras
teatrales para ser representadas el Oía del Nii'io por alum nos de 6"
grado, en una escuela en la que se acostumbra festejar a los chicos en esa
fecha.
El hecho de que los protagonistas de esta historia sean niños de 6"
grado, no quiere decir que los textos dramáticos recién sean abordados
en ese año escolar. A modo de ejemplos alternativos, comentaremos en
forma muy breve otros proyectos realizados en 2°,4° Y3er. grado,
respectivamente.
En un 2° grado, algunos niños estaban muy interesados en la radio, ya
que tenían hermanos mayores que escuchaban asidua mente programas
para adolescentes en frecuencia modulada. La maestra llevó una radio a
la escuela el día siguiente al de los co mentarios y, entre todos,
comenzaron a investigar las programa ciones. Averiguaron qué era AM y
qué representaba FM, consta tando que en FM difundían más música y en
AM más programas periodísticos. En determinado momento surgió la
comparación con la televisión en lo que se refiere a las telenovelas y a un
género no muy difundido actualmente: el radioteatro. _
La maestra decidió entonces planificar un proyecto de radio
contemplando la producción de ese tipo de texto.
Consiguió un guión de telenovela y los alumnos intercambia ron
opiniones acerca de qué podría tener en común y en qué se di ferenciaría
de un guión de radioteatro. La conclusión fue que el de telenovela se
parecía más a una obra de teatro y que en el de radio había que "aclarar"
más, porque no se veía a los actores. Hicieron una visita a una radio y
consiguieron copias de algunos guiones, además de presenciar una
audición.
Luego se dividieron en cuatro grupos y prepararon borradores de
guiones para radioteatros unitarios. Se hicieron algunas prue bas, en las
que el resto de los compañeros se sentaba mirando a la pared y el equipo
en cuestión leía su trabajo. Así pudieron com probar que reiteradamente
aparecían situaciones que no se com prendían bien porque el público, en
el medio radial, no es público sino audiencia: sólo oye, no presencia.
Por último, escribieron los cuatro guiones, grabaron en cassettes los
radioteatros e invitaron a sus padres, a los chicos del otro 2"gra do y a
otras personas de la escuela a escucharlos.
El proyecto avanzó más que la planificación, ya que los chicos
80
La escuela y los textos
completaron las audiciones con propagandas,
jingles y presenta ciones y los adultos que
asistieron tuvieron su fiesta de la nostal gia. Por
cierto que no faltaron comentarios acerca del
mayor juego imaginativo que despliegan los libros
y la radio respecto de las restricciones de la
televisión.
Otra experiencia realizada con textos teatrales tuvo
lugar en un 4°grado y estuvo vinculada con la
dificultad de algunos alumnos, advertida por la
maestra, para leer aceptablemente en voz alta. En
este caso, la docente propuso un proyecto que no
contemplaba la producción de la obra teatral sino
su lectura. Los chicos de ese 4" grado darían una
función de teatro para el resto de la escuela, pe ro
lo harían con la modalidad de "teatro leído". Los
niños eligie ron, de un repertorio bastante vasto, las
obras que más les gusta ban y se prestab~ para la
experiencia.
Finalmente, el te16nse levantó, los chicos de ese 4°
grado enca raron la representación como un
verdadero desafio (el teatro leído demanda no sólo
una "buena lectura", sino una actuación convin
cente) y recibieron merecidos aplausos por su
desempeño.
El último proyecto que comentaremos tuvo lugar
en 3er. gra do, en una escuela de la provincia de
Buenos Aires, y fue publica do por la Revista
Lectura y Vida (Castedo, marzo 89).El proyecto se
organizó alrededor del trabajo con títeres. La
primera parte consistió en la confección de los
nes presentadas
muñecos, a 'través de instruccio
por escrito a los alumnos. Luego se incluyeron
dos
situaciones más de lectura: una sobre cómo mover
los títeres en el escenario y otra sobre cómo lograr
efectos especiales. El ter cer momento apuntó a la
interpretación y producción de textos dramáticos.
Hubo sucesivas reescrituras de los textos en las que
se efectuaron innumerables correcciones y
finalmente se representa ron las obras a lo largo de
varias jornadas. Como comenta la auto ra del
artículo: "Erraron, preguntaron, cambiaron letras y
signos, pidieron explicaciones, desentrañaron
diccionarios, discutieron con sus compañeros y su
docente, inventaron argume!ltaciones, por
momentos llegaron a enojarse por no lograr
acuerdos... y fi nalmente consiguieron escribir
pequeñas grandes obras".
2
PLANIFICACIÓN DE UN PROYECTO CON
PRODUCCIÓN DE TEXTOS EPISTOLARES:
"DESPEDIDA A LOS COMPAÑEROS DE 7°"
ETAPAS PREVISTAS:
RasQos característicos:
Estilo informal. Frases inconclusas. puntos suspensivos, signos de excla
mación y preguntas.
Este texto tiene una estructura Que se refleja espacialmente en tres
partes: encabezamiento, cuerpo y despedida.
Aparecen diferentes clases de oraciones: las enunciativas, desiderativas
e interrogativas suelen alternar con las exclamativas.
La SUbjetividad se manifiesta en huellas tales como aumentativos,
diminuti vos y uso de adjetivos calificativos.