Enseñar Geografía. de La Teoría A La Práctica: A Ntonio Moreno Jiménez María Jesús Marrón Gaite
Enseñar Geografía. de La Teoría A La Práctica: A Ntonio Moreno Jiménez María Jesús Marrón Gaite
Enseñar Geografía. de La Teoría A La Práctica: A Ntonio Moreno Jiménez María Jesús Marrón Gaite
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
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CAPÍTULO 8
), En las últimas décadas han proliferado las tniciativas didácticas que buscaban
en el trabajo de campü y en el contacto directo del alnmn:J con su crrt0illO ulia al--
ternativa a la enseñanza memorística y libresca bajo la bandera de la metodología
activa que preconizaban los MRP (movimientos de renovación pedagógica), que
recogieron postulados de la Escuela Nueva y algunas experiencias impulsadas en
España por la Institución Libre de Enseñanza. Dentro de la Escuela Nueva, varios
autores habían resaltado la necesidad de realizar una educación basada en el con-
tacto con el medio. Los presupuestos pedagógicos de la Escuela Nueva tienen sus
raíces en la obra Emilio de Rousseau, en la que insta a los profesores a fomentar la
curiosidad de los alumnos despertando su atención por los fenómenos de la natura-
leza, y se propone la indagación como metodología de aprendizaje y la resolución
de problemas como estrategia didáctica. Algunas de las aportaciones de la Escuela
Nueva o Escuela Activa se resumen a continuación.
El Plan Dalton supuso una gran aportación pedagógica al encontrar solución a
los ritmos individuales de aprendizaje y cultivar la iniciativa del alumno, quien go-
zaba de libertad para elegir el momento en que debía trabajar y el proceso que iba
a seguir en su trabajo. Fruto de esa libertad era el fomento de la responsabilidad de
los alumnos ante su propio trabajo, que tenía lugar en los llamados laboratorios,
uno de los cuales era el de Geografía, en los que podían entrar y salir los alumnos
cuando lo creían oportuno.
Otra iniciativa, ésta para alumnos más pequeños, fue la desarrollada por Decro-
ly, que se basó en dos principios del psiquismo infantil: la individualidad en el desa-
rrollo y la globalidad perceptiva. El autor del método sustituyó los programas clási-
cos por ideas asociadas, centradas en dos aspectos: los intereses del niño y el cono-
cimiento del medio que le rodea, tanto social como natural. Los llamados "centros
de interés" constituyen concreciones temáticas del programa de ideas asociadas.
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Otras novedades pedagógicas consistían en un método de lectura ideovisual, que
partCa de la frase, las actividades manuales o el ambiente escolar, debiendo ser lo
más natural posible, y disponía de terrarios para realizar trabajos de observación y
cuidado de las plantas.
El sistema de Winetka tenía elementos en común con el Plan Dalten, pero era
más completo porque conseguía armonizar el trabajo individual con el colectivo. La
programación se establecía a partir de un listado de conocimientos y técnicas que
los niños deberían adquirir conforme a sus necesidades para la vida, se articulaban
etapas y pasos y, por último, se adaptaba a las condiciones psicológicas de cada ni~
ño. Pero además del aprendizaje individual se realizaban actividades colectivas, a
las que se dedicaba la mitad de la jornada. Estas actividades eran muy variadas:
musicales, plásticas, literarias, trabajos en el taller y trabajos en el campo para estu-
diar el entorno geográfico.
Dewey (1962) concede un valor fundamental a la experiencia, concebida como
transacción activa entre el sujeto y su entorno. Para él, la educación es la posibili-
dad de acrecentar experiencias, y la escuela es una saciedad en pequeño en cuyas
aulas tiene lugar una vida comunitaria que permite a cada sujeto aumentar su expe-
riencia social. En colaboración con Kilpatrick concibe un método de trabajo activo
denominado método de proyectos, entendiendo los proyectos como la actividad es-
pontánea y ordenada que realiza un grupo de alumnos que previamente ha elegido
un objeto de estudio. Los rroyectos se pueden clasificar, por las actividades que
predominan en su realización, en físicos, manuales, artísticos, intelectuales, etc.
Tcmbiér. pur:;den clasific:Hse por las materias que predominen en ellos: históricos,
como la evolución de los medios de transporte; geográficos, como proyectos de via-
jes y excursiones o medición y representación del terreno de la escuela, y técnicos,
como la construcción de máquinas y aparatos.
Cousinet (1969) diseñó el trabajo libre por grupos para niños de 10 a 12 años co-
mo contrapunto a un sistema escolar sustentado en la actividad del maestro y la pasi-
vidad del alumno (Avancini, 1987). El autor aplicó su método a cuatro sectores esco-
lares fundamentales: trabajo científico, geográfico (estudio del medio ambiente), his-
tórico y creador. Los niños eligen temas y compañeros de trabajo, y disponen de
libros, plantas, animales, colecciones de minerales, etc. Hay que destacar en Cousinet
la valoración que hace no sólo de la actividad individual, sino también de la transcen-
dencia social del trabajo en grupo y de la importancia pedagógica del entorno.
Freinet (1972) fundamenta su doctrina pedagógica en la necesidad de construir
una Escuela del Pueblo que posibilite que los niños, mediante su actividad, se de-
senvuelvan y desarrollen su personalidad en su comunidad de pertenencia. Propug-
na frecuentes salidas al campo con objeto de acumular vivencias que se pondrán en
común tras el regreso al aula, para dar origen a textos colectivos que se escribirán
en la pizarra y cada niño copiará en su cuaderno y, más tarde, se imprimirá, para ir
formando el "libro de la vida" . El método sabe conjugar lo sensitivo e individual.
con las relaciones sociales. Su amplia experiencia le llevó a profundizar en los as-
pectos psicológicos del aprendizaje infantil en su obra Ensayos de Psicología
sensitiva, que es un estudio del hombre, de su adaptación a él mismo y al universo.
El método de Freinet presenta una panoplia de recursos innovadores: periódico es-
colar, medios audiovisuales, fichas autocorrectivas, etc. La idea freinetiana cristali-
zará en un movimiento: la Federación Internacional de Escuela Moderna.
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Ferriere (1971) desdeila la presentación a los alumnos de conocimientos siste-
matizados previamente por los adultos. Prefiere que consigan un saber basado en la
experiencia y elaborado por los propios niños mediante el contacto con la vida y
con las cosas. Propone el estudio del medio a través de la encuesta y la información
de primera mano. Pero esta forma de trabajar no es concebida como una técnica
particular con fin en sí misma, sino que pretende poner en práctica el proceso cen-
tral de todo trabajo intelectual en una auténtica autoelaboraci6n del conocimiento
que empieza por la observación y la recogida de documentos e informaciones con
la ayuda del profesor, que suple las eventuales lagunas y termina con el ejercicio de
viva voz y por escrito de los conocimientos sistematizados (Juif y Legrand, 1988).
«Las excursiones escolares, elemento esencial del proceso intuitivo, forman una
de las características de la Institución, desde su origen. En ellas la cultura, el aumen-
to del ~aber, el progreso intelectual, entran como un factor entre otros. Porque ellas
ofrecen con abundancia los. medios. más propicios, los más seguros resortes para quc
el alumno pueda educarse en todas las esferas de la vida. Lo que en ellas aprende en
conocimiento concreto es poca cosa si se compara con la amplitud de horizonte es-
piritual que nace de la varia contemplación de hombres y pueblos.» (Giner. 1904.)
«De igual suene, a las excursiones al campo, a los muscos, a léls fábricas (como
antes queda dicho de los experimentos), se las tiene ya como ilustración y confirma-
ción excelentes de las lecciones orales: pero pocos ciertamente reconocen todavía
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que deben constituir el primer momento, no el segundo, de una enseñanza objetiva.
Por ejemplo, los trabajos de gabinete, en geología, lienen necesariamente que venir
después de los trabajos de campo.» (Giner, 1904.)
y así lo aconseja a maestros y profesores cuando explica los principios que ins-
piran la constitución de secciones, agrupamientos de 25 a 30 alumnos por las que
irán pasando todos los alumnos durante su vida escolar. Los principios de Froebel,
que inspiran la Institución aconsejan:
"Poner al discípulo en contacto con la naturaleza; dejarlo, siempre que sea posi-
ble, en medio de ella; educarlo. en suma. al aire libre; hacerle observar todas las co-
sas directamente (intuición, excursiones, etc.); procurar que no pierda su alegría en
el trabajo; tales son sus ideales.» (Giner, 1882.)
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birla, que es cosa muy distinta, tiene que proceder en su comarca, más o menos
intensamente, con mayor o menor contenido, que esto es mera cuestión de tacto pe-
dagógico, como procede el geógrafo, el verdadero geógrafo, no el que escribe los li-
bros de texto, sino el que recorre el país, 10 estudia, lo describe y levanta su carta.
Más Geografía sabe el que solamente sabe orientarse -que al fin orientación es el
término primordial para el conocimiento y descripción de la Tierra- que el que, sin
"aber esto, señala fácilmente en el mapa mares, ríos, montes y ciudades.» (Cossío
de, 1906.)
Se abrían, por lo tanto, vías que conducen a la innovación educativa. Sin embar~
go dichas vías se han utilizado muy poco. y, lamentablemente, la enseñanza de la
Geografía, y en general de las Ciencias Sociales, no se ha caracterizado precisamen-
te por planteamientos interdisciplinares, estudio del entorno y metodología activa,
sino que ban predominado enfoques estrictamente disciplinares, metodología ver-
balista y libresca y evaluación centrada en los conocimientos (Sánchez Ogallar,
1990).
De forma aislada, y con una gran dosis de voluntarismo se desarrollan. a través
de los llamados Movimientos de Renovación Pedagógica, iniciativas tendentes a re~
vitalizar la metodología activa y surgen grupos de profesores inquietos, que organi~
zan actividades fuera del aula y se interesan por el medio local como fuente de co~
nocimiento motivadora para el alumno por estar cercano a sus intereses y vivencias
(Codoni,1987).
En algunos casos los conceptos de enseñanza activa y estudio del medio local se
confunden, de manera que se llega a una identificación errónea entre actividad y
acüvismo, comparable a la que se produce cuando se identifica enseñanza activa
con enseñanza por descubrimiento en oposición a enseñanza memorística, cuando
en realidad existen otras alternativas a la memorización, también activas y que no
se basan exclusivamente en el descubrimiento, como las estrategias expositivas para
el aprendizaje significativo (Ausubel el al., 1983). Cuando ello ocurre se llega a pos-
turas radicales de manera que sólo interesa lo que el alumno indaga por sí mismo
dentro de su entorno. Ante tal desnaturalización conceptual y metodológica empie-
zan a surgir voces en contra de dos peligros: el aClivismo y el localismo, que signifi-
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can la reducción al absurdo tanto del principio de actividad como del valor pedagó-
gico del medio local. Diversos autores (Crespo y Rodríguez, 1989; Capel, 1989) han
¡¡amado la atención al colectivo docente sobre la inoportunidad de que toda la pro-
gramación gire en torno a actividades de manipulación de fuentes locales, así como
el que se quina hacer de los alumnos una caricatura de lo que es un investigador.
El localismo, por su parte, vendría motivado por el convencimiento de algunos pro-
fesores de que sólo el entorno es motivador, por lo que el estudio de la Geografía o
de la Historia debería centrarse, según ellos, en el medio local, pero no como "labo-
ratorio" para aplicar y comprobar los principios generales que dichas ciencias expli-
can a través de su entramado conceptual, sino como objeto único de estudio, con la
pretensión de preparar para la vida a sus alumnos a partir de la comprensión del
medio, para lo que necesitan prescindir de la lógica interna de las disciplinas. ya
que consideran academicista el conocimiento que proporcionan (Martínez Bonafe,
1994). Igualmente en las Orientaciones Didácticas del currículo de Ciencias Socia-
les, Geografía e Historia para la Educación Secundaria Obligatoria de la LOGSE
encontramos referencias expresas contra estos peligros. Respecto al uso del entor-
no local se afirma que estará condicionado por las posibilidades que ofrezca ese en-
torno y q\le, salvo en raras ocasiones. éste "proporcionará los recursos para plan-
tear unidades didácticas de tiempo largo; sin embargo. sí facilitará recursos de gran
utilidad para el estudio de aspectos parciales" (MEC. 1992).
Respecto al activismo señala que: "las excursiones y visitas, por ejemplo, pueden
convertirse en clases magistrales o peor, incluso a veces, en un ejercicio de recogida
y anotación de datos sin reflexión algll11á por parte del alumno" (MEe 19921.
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de un marco conceptual. Por ejemplo, los datos termopluviométricos de una deter-
minada estación meteorológica no tienen sentido si nuestro marco conceptual no
incluye conceptos como temperatura media, oscilación térmica, balance hídrico,
aridez, etc. Otra característica de los conceptos es su forma de agrupamiento: los
conceptos cotidiano:; se agrupan en campos semánticos, mientras que los conceptos
científicos pertenecen, además, a sistemas conceptuales organizados. Así, el yeso
no es solamente una roca con un determinado aspecto, dureza y densidad, sino una
roca sedimentaria evaporítica. La existencia de taxonomías en las ciencias cumple
la misión de permitir la caracterización de cada concepto por sus características in-
tensivas (lo que es) y extensivas (lo que le diferencia de otros conceptos). Los con-
ceptos nos permiten estructurar mentalmente las experiencias de manera que éstas
queden clasificadas y evoquen una respuesta similar (Graves, 1985). En la adquisi-
ción de conceptos juegan un importante papel las experiencias: muchos conceptos
geográficos sencillos se adquieren durante la niñez y sería dif[cil precisar en qué
ámbitos se produjo el aprendizaje (Naish, 1989). Sin embargo, la adquisición de
conceptos abstractos sólo es posible a medida que se desarrolla el lenguaje, que
juega un papel primordial cuando se pasa de adquirir conceptos que representan
objetos concretos a conceptos que representan ideas. En los conceptos geográficos
podemos diferenciar (Graves, 1985): conceptos por observación, como río. cerro,
mercado, capital, etc., y conceptos por definición como hinterland, esc3.l3. O frec:Jen-
cia. Los conceptos susceptibles de observación presentan a su vez distintos grados
de dificultad, existiendo tres grandes tipos:
Los conceptos por definición pueden ser: a) .'limpies, cuando representan las re-
laciones entre dos variables, como densidad de población, índice de natalidad, afo-
ro, etc.; y b) complejos, cuando se forman por las relaciones complejas entre dos o
más variables, como viento geostrófico, interpolación estadística o rexistasia. Pues
bien, el trabajo de campo en Geografía permite la observación de hechos geográfi-
cos que funcionen como referentes facilitadores del proceso de conceptualización,
especialmente en los conceptos descriptivos de mayor complejidad gracias a proce-
sos intelectuales basados en la observación y la intuición.
En el diseño y desarrollo del curr[culo hay que determinar en primer lugar qué
se va a enseñar-aprender, es decir. los contenidos de la enseñanza-aprendizaje. El
término COl/tenidos adquiere en el proceso de la Reforma Educativa contemplada
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en la LOaSE un valor polisémico triple, ya que se refiere no sólo a la acepción clá-
sica de los hechos, conceptos y principios que el alumno debe aprender -vertiente
conceptual-, que corresponden a la estructura semántica de las ciencias y que se
orienta hacia el saber, sino también a un conjunto de destrezas, habilidades o técni-
cas que permiten el manejo intdectual de los conceptos, lo que supone un saber ha-
cer y que se concreta en un conjunto de capacidades que se denominan procedimien-
tos. Por último, los contenidos incluyen también pautas de comportamiento respecto
al proceso de aprendizaje y maduración del individuo, son las actitudes, que repre-
sentan concreciones de los valores de la persona y se inscriben en la esfera de lo per-
sonal (actitud ante la tarea), social (actitud ante los otros) y cultural (actitud ante el
acceso al conocimiento científico). Los procedimientos presentan una tipología muy
variada. Algunos son algorftmicos, es decir, detallan los pasos que hay que dar para
alcanzar la meta, por lo que todos los alumnos pueden llegar a la misma solución.
Otros, por el contrario, son heuristicos, porque, aunque orientan sobre los pasos a
seguir. su aplicación no asegura el éxito ni una solución común (Coll, 1992). Como
ejemplo de un procedimiento concreto, como es la elaboración y comentario de grá-
ficas, tomamos un tipo de gráficas: el diagrama de sectores o ciciograma. Se trata de
una actividad en la que se aunan los dos procedimientos, ya que tiene una parte al-
gorítmlca, la elaboración, y otra heurística, el comentario (recuadros 8.1 y 8.2).
1-RECUADRO 8.1 n l - - - - - - - - - - - - - - - - - -
ELABORACIÓN DE C1CLOGRAMAS
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En el trabajo de campo en Geografía un procedimiento fundamental es la ela-
boración del perfil topográfico o línea que representa las variaciones altitudinales.
Parte de un principio: las curvas de nivel son la proyección sobre una superficie
plana (el mapa) de la intersección entre el relieve, que es tridimensional y una se-
rie de planos paralelos que lo cortan. E;;te procedimiento es algorítmico, está bien
definido y puede secuenciarse mediante los tres pasos que sintetizamos en el re-
cuadro 8.3.
1) Se elige la zona que se va a representar y se marcan dos puntos A y B unidos por una lí-
nea que corte perpendicularmente las curvas de nivel.
2) Se coloca debajo un eje de coordenadas, y en él se representan:
a) En abscisas: todos los puntos de intersección de las curvas con la recta. Aquí se T'!S-
peta la escala (porque se proyectan directamente del mapa).
b) En ordenadas se preparan los intervalos altimétricos necesarios. Aquí pued~ ex.';e·
rarsc la escala para dar mayor viveza al perfil. Si el mapa es de 1150.000, a cada 100 m
k corrcspond...:ría!! 2 mm (que es muy poco). Si pl'r ,.::1 contrario, a k,,, U:::) r:lt~ j,;~
asignamos 1 cm estaremos utilizando una escala vertical de 1/10.000.
3) Se marca un punto a la altura que corresponde a cada una de las intersecciones y se
unen, configurando el perfil. (Se observa que las curvas muy juntas indican mayor pen-
diente: se gana mucha altitud en poco espacio verticaL)
Por otra parte, los criterios de evaluación, que tienen un carácter prescriptivo y
son considerados como objetivos mínimos para la superación satisfactoria de la eta-
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pa, contienen dar as referencias al dominio por los alumnos de las técnicas básicas
del trabajo en Geografía:
(cRealizar. con la ayuda del profesor, una sencilla investigación de carácter des-
criptivo sobre algún hecho o tema local, abordando tareas de indagación directa
(trabajos de campo, encuestas, entrevistas, búsqueda y consulta de prensa, fuentes
primarias, etc.), además de la consulta de información complementaria, y comunicar
de forma inteligible los resultados del estudio.); ( MEe, 1991. Criterio n.o 27.)
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Valoración de la diversidad de paisajes, naturales, rurales y urbanos de
España, como una riqueza a la vez natural y cultural que es necesario
cuidar y preservar. (Bloque Temático 2.)
Reconocimiento del carácter finito de los recursos naturales y de la ne-
cesidad de racÍonalizar su uso, de conservarlos y renovarlos. (Bloque
Temático 3.)
Rechazo de la explotación abusiva de los espacios de mayor belleza na-
tural por las actividades económicas. (Bloque Temático 3.)
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programación de actividades que 10 potencien, al tiempo que supone el asumir las
responsabilidades correspondientes para su conservación y mejora tendentes a ac-
tuar consecuentemente dentro de los grupos sociales a los que el alumno pertenece,
Es decir, los alumnos deberán adquirir compromisos para contribuir, de forma indi-
vidual y grupal, a la mejora y conservación del entorno naturaL
Dado el carácter transversal del tema y, por estar incluido en los ejes actitudina-
les, va a requerir un tratamiento recurrente y a largo plazo. En este sentido, se de-
berá aprovechar la programación de las distintas unidades didácticas para incidir en
el desarrollo de actitudes positivas. Ello no es incompatible, sin embargo, con ac-
tuaciones específicas en relación con problemas que se planteen de forma puntual.
Su desarrollo en ei aula, y fuera de ella, requiere un plan sistemático, recurrente,
compartido y optimista. Pero requiere, además, disponer de los materiales didácti-
cos adecuados que faciliten la renovación del proceso de enseñanza-aprendizaje.
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e) Plantear hipótesis por parte de cada uno de los grupos, los cuales decidirán
qué aspectos de la misma deben ser comprobados; para hacerlo se dotarán
del material necesario.
.'1) El trabajo en grupos, C'on el fin ele tratar la informaci/in obtenida medtü.ntc
la confección de mapas y gráficos; sintetizar la información a través de la
comparación de datos y la confección de nuevos mapas; valoración de la
hipótesis inicial para verificarla o corregirla
b) Exposición general de los resultados ante la clase a través de la comunica-
ción de los grupos con el objeto de obtener unas conclusiones generales.
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c) Interpretación de su significado, a fin de llegar a una síntesis explicativa.
d) La expresión de [os resultados, que permite una amplia gama de posibilida-
des: elaboración de murales, colecciones de rocas, utilización de lenguajes
alternativos, como diaporamas, escenificaciones, etc.
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Laplflllo?S: 1:.1 (raDalo ae campo y las excursiones 1/5
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8) Resulta de gran interés reproducir en una maqueta, con elementos reales,
un corte geológico; para ello lo ideal es disponer de un recipiente transpa-
rente en forma de ortoedro para ir colocando dentro las diferentes capas del
subsuelo donde se halle ubicado el centro de estudios.
CQMPQSIC1Q!:l CQMPORTAMIENTO:
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PRINCIPIOS DIDÁCnCOS CONDICIONANTES
GENERAU:S ESPECÍFICOS
• Rasgos psicoevolutivos
• Conocimientos previos • Acercamiento intcrdisciplinar
• Metodología activa • Aspeclos logísticos
• Sccucnciación de operaciones • Dosis de entusiasmo
• Formulación de objetivos como • Protagonismo de los alumnos
capaCidades • Diseño de materiales específicos
• Selección dc tres tipos de contenidos 1
• Evaluación formativa y variada
1
RENTABILIDAD DIDÁCflCA ~
~
• Visiones integral
• Capacidad de co 'n
• Perspectiva amb ~
• Motivación intri
~
• Destrezas carto~
~
PREPARACIÓN POR
LOS PROFESORES
TRATAMIENTO
DREVIO EN EL AULA
ACTIVIDADES
DURANTE EL ITINERARIO
PUESTA EN COMÚN
EN ELAULA
"~
figura 8.2. Modelo de renexión 30bre la realilución de ilinerarios geográficos. e"
18
1) La adecuación a las características psicológicas de los alumnos.
2) El enlace con los conocimientos previos de los alumnos, adquiridos tanto
dentro como fuera del aula.
3) El empleo de metodología activa que facilite la acomodación de los nuevos
contenidos a la estructura cognitiva de los alumnos.
4) La secuenciaci6n de las operaciones que se van a realizar según un criterio
de dificultad creciente. A este respecto Sánchez Ogallar (1991) establece
cuatro operaciones cognitivas que se desarrollan en la consecución de los
objetivos de contenidos geográficos, ordenadas según su grado de compleji-
dad intelectual: localizacióJ)., identificación, interpretación y generalización.
5) La formulación de los objetivos en términos de capacidades que deben
desarrollar los alumnos.
6) La consideración de los tres tipos de contenidos que integran el currículo
escolar: conceptos, procedimientos y actitudes.
7) La evaluación mediante técnicas e instrumentos variados.
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3) Desarrollan la capacidad de observación, permitiendo realzar el enfoque
"en zoom" (desde grandes panorámicas hasta la observación en deta.l1e).
4) Propician la experimentación in situ y la comprobación de hipótesis de tra-
bajo formuladas en el aula.
5) Cohesionan el grupo clase y sitúan las relaciones profesor-alumno en un
plano de colaboración a partir de una comunicación más fluida.
6) Permiten la elaboración de visiones integradas de aspectos que se han cono-
cido separadamente.
7) Propician la comparación, poniendo de manifiesto semejanzas y diferencias
entre distintas áreas, tanto en los paisajes físicos como en los humanos y
permiten el reconocimiento de la posición y la naturaleza de los límites eo-
tre formaciones geológicas, geomorfológicas, biogeográficas y de usos hu-
manos, o lo que es lo mismo, la caracterizción de cada paisaje en la unidad
fisiográfica a la que pertenece.
S) Permiten a los alumnos una perspectiva ambiental sobre el entorno que
puede propiciar la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales.
9) Fomentan la motivación intrínseca, desarrollando el espíritu crítico y la cu-
riosidad científica y abren nuevos cauces a la expresión creativa de los
alumnos.
10) Constituyen un marco único para el desarrollo de las Jestrez<ls cartográficas
que Boardman (1983) y otros autores han detallado. Dichas destrezas, rela-
tivas a la observación, representación y conceptualización espacial, implican
el dominio de u:; lenguaje: el cartográfico. Al ¡rila) qUE. ¡~ .. otoo" sistem"'" di"':
comunicación, sólo se alcanza la destreza necesaria cuando se conocen los
códigos y se practica su interpretación. Y del mismo modo que el lenguaje
musical se domina mediante la "lectura" de partituras, para "leer" el mapa
debemos propiciar situaciones en las que el alumno se vea obligado a ejerci-
tar sus conocimientos teóricos sobre escala, simbolismo, orientación, locali-
zación y representación del relieve en situaciones prácticas de desplaza-
miento por la superficie representada en el mapa y de resolución de proble-
mas de Índole espacial.
1) Cuanto más sepan los alumnos sobre los lugares que se van a estudiar. más
productivas serán las investigaciones.
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2) Cuanto menas conozcan de esos sitios, más auténtico será su sentido de la
exploración y del descubrimiento y más significativos serán sus hallazgos.
R::~ADR~ 8~~f--_ _- - - - - - - - - - - -
ITINERARIO DIDÁCTICO POR EL VALLE DEL LOZOYA
1. Por constituir un espacio natural poco agredido por la acción antrópica, o al menos
no de forma irreversib1c.
2. Por su proximidad a Madnd, ya que los 70 km que la separan de la capital permiten
el desplazamiento cómodo.
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3. Por la claridad de los fenómenos que se van a observar.
4. Por la singularidad de sus aspectos püblacionales.
5. Por la excepciüoalidad, dentro de la Comunidad de Madrid, de sus rasgos paisa-
jísticos.
III. Objerivos:
Objetivos conceptuales:
Objetivos procedimenrafes:
Objcrivos acrirudinalcs:
A uividades:
En cada una de las paradas se realizan varias actividades, A:.í, en la cuarta parada (Va-
lle de la Barranca), se han programado las siguientes:
Realizar una ficha de las tres especies yegetales características: pino albar, rohle
mdojo y jara pringo~a
2, En el valle existen numerosos filones de lamprófidos y pórfidos. Buscar muestras de
dichas rocas filonianas y confeccionar sus correspondientes fichas.
3. Utilizando el altímetro, elaborar la cliscrie 'l determinar a qué altitud desaparece la
yegetl:lción arbórea y explicar la influencia que en este hecho tienen las pendientes.
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8.3. Medios e ins1rumentos básicos para la realización de trabajos de campo
23
e) Las mediciones indirectas: Existen varios métodos. Por ejemplo, para
calcular la altura de un árbol se procede así: se busca un palo cuya longi-
tud sea igual a la de nuestro brazo extendido, se coloca ante nuestros
ojos con el brazo extendido al frente y nos desplazamos avanzando o
retrocediendo hasta que se enrasen con la vista los extremos superior e
inferior del palo y del árbol. Contando los pasos hasta el árbol y mul-
tiplicando por la longitud del paso sabremos de forma aproximada la al-
tura.
d) Manejo de aparatos específicos, como 1) El clin.ómetro: es un aparato
muy útil cuando se quiere medir la dirección yel buzamiento de las ca-
pas al estudiar un afloramiento de rocas sedimentarias. La dirección se
determina con la brújula (que puede ir incorporada al clinómetro) y se
refiere a la disposición sobre el terreno del conjunto de la formación. Se
expresa en términos norte-sur; este-oeste, etc. El buzamiento es la incli-
nación de los estratos respecto a la horizontaL Se mide en grados (de 0°
hasta 90°). 2) El altímetro.' es UD aparato que informa de las variaciones
de altiflld (distancia veTtical desde un punto hasta el nivel del mar). En
realidad se trata de liD barómetro de doble e:-cala (presión y altitud).
PaTa usar el aparato como barómetro hay que "corregir" la presión des-
de el momento de la compra. Para ello se ajusta (por una sola vez) ac-
tuando sobre el tornillo posterior. De no hacerlo así, marcaría siempre
una presión atenuada por la altitud del lugar. En el uso como-barómetro
se ignora la escala altimétr~cá..
Si salimos a la montaña ignoramos la función de barómetro y move-
mos el limbo para ajustar la aguja con una altitud conocida (estación de
ferrocarril, puerto de montaña, etc.), y lo dejamos actuar. A medida que
ascendemos va marcando menos altitud. Es un instrumento muy útil pa-
ra la observación del tiempo y para comprobar altitudes en trabaíos de
campo: cotejar con la información topográfica (curvas de nivel) y para
elaborar un perfil topográfico de un itinerario. Como altímetro sólo es
fiable con tiempo estable, porque si varía la presión por causas atmosfé-
ricas, desvirtúa los datos altimétricos, al romperse el gradiente vertical a
causa de cambios horizontales en la presión, que son los que originan
los fenómenos atmosféricos.
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'182 Parle iI: Estrategias y recursos didáclicos
un ángulo con el camino hacia el norte. Ese ángulo, que se mide en gra~
dos de 1 a 360 (así el este sería 90°, el sur 180° y el oeste, 270°), recibe el
nombre de rumbo si nos referimos al ángulo que forma con el norte
magnético (el de la brújula). Acimut es el ángulo que forma con el norte
geográfico (o sea, con un meridiano).
Hay que tener en cuenta que en las ciudades la brújula pierde preci-
sión a causa de las abundantes fuerzas electromagnéticas que provocan
las redes de alta tensión, electrodomésticos, vehículos a motor, etc.
La orientación sin brújula se realiza mediante la observación de los
astros. En las noches despejadas es muy sencillo, nos servimos de la es-
trella polar. Existen dos constelaciones en el cielo que nos facititan la
orientación: la Osa mayor, que contiene dos estre11as (las traseras del ca-
rro) que se llaman "las guías" porque nos ayudan a encontrar la Polar.
Efectivamente, si prolongamos cinco veces la distancia que las separa,
llegaremos a la alfa de la Osa Menor, la estrella Polar, que juega un
importante papel como referencia astronómica. La estrella polar está
"casi" encima del eje de la Tierra, por lo que se la suele tornar como
referencia inmutable del Norte. Sin embargo hay que aclarar que:
e) Polar y latitud: Sobre el polo Norte esta estrella está a 90a sobre el hori-
zonte, perpendicular. En el Ecuador se la ve a Da (en línea con el ho-
rizonte). Y pasado el Ecuador (en el hemisferio sur) no se ve. En los
puntos intermedios entre Ecuador y Polo la estrella alcanza una altura
que es igual a la latitud (en Madrid 40°). Los navegantes han usado
siempre instrumentos como el cuadrante o el sextante con los que cono,
cer la altura. para así conocer la latitud.
d) La Polar y la hora: Las dos estrellas de la Osa Menor más lejanas a la
Polar se llaman "las guardas" , una de ellas es Kochab, que antecedió a
la Polar en ocupar el centro de la bóveda celeste y era utilizada por los
marinos árabes. Pues bien. las guardas giran alrededor de un centro muy
próximo a la Polar, completando una vuelta cada 24 horas (el movimien-
to es aparente). Su observación puede constituir un sistema de cómputo
de tiempo durante la noche, pero hay que tener en cuenta tres hechos:
1) El sentido de giro es contrario a las agujas de un reloj.
2) Su velocidad es la mitad que la de un reloj (1 vuelta = 24 h.)
3) No se desplaza a intervalos regulares (precisamente porque [a Polar
no es el centro).
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8.3.2. El recurso a la informaci6n cartográfica
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