Re Dedicacion
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Estas son algunas cosas pequeñas y sencillas que puedes hacer cada día
para ser parte de la obra misional:
El dedicar un tiempo específico de nuestro día a estudiar las escrituras y mensajes de profetas actuales,
orar con una intención sincera y ayunar, estaremos preparados y atentos a los susurros del espíritu, para
poder utilizar con prudencia y caridad nuestros conocimientos y compartir lo mejor de nosotros a quienes
nos rodean.
Al prepararnos espiritualmente estaremos forjando hábitos eternos, que nos ayudarán a no solo conocer
el Evangelio sino realmente vivirlo y al vivirlo florecerán en nosotros actitudes y comportamientos
elevados ante nuestras dificultades y alegrías. Encenderemos una luz en nosotros llegaremos a ser un
buen ejemplo, que atraerá a las personas que quieren conocer la verdad, y disfrutar de las bendiciones
que pueden ver en nosotros.
Ambos programas son importantes para el progreso de la obra misional en nuestro barrio, son de gran
ayuda para las organizaciones, también lo es para los misioneros de tiempo completo. Podremos tener
experiencias espirituales, ayudaremos a nuestros hermanos a fortalecer su fe y testimonio en Cristo,
podremos motivarlos a cumplir metas temporales y espirituales. Podremos desarrollar más amor, talentos
y virtudes. ¡Qué mayor satisfacción, que ayudar a nuestro prójimo a ser lo que nuestro Padre Celestial
desea que sea!
ACOMPAÑA A LOS MISIONEROS DE TIEMPO COMPLETO EN TUS TIEMPOS LIBRES
Un servicio del que ellos estarán muy agradecidos, ya que estamos mostrando amor e interés
(hermanando) a quienes enseñan y claro no olvidemos lo que dijo el Rey Benjamín: “Cuando os halláis al
servicio de vuestros semejantes, sólo estáis al servicio de vuestro Dios” (Mosíah 2:17).
Tendremos la oportunidad de compartir nuestro testimonio, hasta incluso ayudarlos a cumplir una meta. Al
igual estaremos ministrando a los hermanos que visitamos.
Todos en algún momento necesitamos las palabras de aliento o impulso de un amigo, debemos ser
sensibles a las necesidades espirituales y temporales de nuestros seres queridos y aquellos a quienes
estamos conociendo. Él élder Robert D. Hales enseño: “Los amigos son personas que hacen que sea
más fácil vivir el evangelio de Jesucristo”. Apoyar a nuestros seres queridos en los tiempos difíciles y dar
amor, es un nutriente que florece y se multiplica.
MAGNIFICA TU LLAMAMIENTO
“Porque he aquí, no conviene que yo mande en todas las cosas; porque el que es compelido en todo es
un siervo perezoso y no sabio; por tanto, no recibe galardón alguno. De cierto digo que los hombres
deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia
voluntad y efectuar mucha justicia; porque el poder está en ellos, y en esto vienen a ser sus propios
agentes. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa”
(Doctrina y Convenios 58:26-28).
Servir una misión, es una experiencia que te ayudará personalmente para continuar trabajando en la obra
misional durante toda tu vida. “Quizá sea un instrumento en las manos de Dios para conducir a algún
alma al arrepentimiento; y este es mi gozo.” (Alma 29: 9).
Es una oportunidad para trabajar en la obra misional. Requiere de paciencia, habilidades y por supuesto
la guía del espíritu santo. Es tan satisfactorio encontrar nombres de nuestros antepasados, y también lo
es cuando ayudamos a alguien más a hacerlo. “… esta obra no se limita a proclamar el Evangelio a [las
personas]… que actualmente se encuentren viviendo sobre la tierra; la obra misional también continua
más allá del velo entre [aquellos] que han muerto, ya sea sin haber escuchado el Evangelio, y sin haberlo
aceptado mientras moraron en la tierra. Nuestra participación importante… es efectuar en esta tierra las
ordenanzas requeridas para aquellos que acepten el Evangelio en el otro lado… ¡Anhelo ver el día en que
disolvamos la imaginaria línea divisoria que… existe entre la obra misional y la obra genealógica del
templo porque es toda la misma gran obra redentora!” (Presidente Spencer W. Kimball, “Y por qué
peligramos?”, Liahona, julio de 1977, pág. 2.)
Compartir contenido digital inspirador (imágenes, videos y citas), en nuestras redes sociales es algo que
podemos hacer en segundos, pero que tiene un impacto valioso en algunas personas.
No tardaras más de dos horas o dos años, en hacer alguno de estos servicios, y si tardas más ¡gracias
por poner granitos extras a la obra misional!, siempre habrá una oportunidad dentro de tus circunstancias
para tener una experiencia misional, estemos listos y atentos a los susurros del espíritu.
Estudien las escrituras, como familia y como individuo, cada día hasta que llegue a ser un hábito.
ORAR
Les invitamos a orar, como familia y como individuo, cada mañana y cada noche y con mayor fervor El
Señor ha prometido, "y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, si es justo, creyendo que
recibiréis, he aquí, os será concedida" (3 Nefi 18:20).
AYUNAR
Les invitamos a unirse con nosotros en ayunos especiales el primer Domingo de los meses de Diciembre
y Enero y Febrero si no tienen otro propósito personal o familiar.
1. Ayunar para saber a quienes de nuestros amigos están preparados para compartirles el
evangelio.
2. Ayunar por aquellas personas que están en enseñanza puedan aceptar el evangelio.
3. Ayunar para que cada miembro de nuestro barrio tengo el deseo de compartir el evangelio.
…“PRESTOS, todos prestos, cantaremos en unión. LISTOS, siempre listos, entonemos la canción.
TODOS cantaremos nuestro alegre son triunfal. DIOS NOS DA PODER; LUCHEMOS en la CAUSA
CELESTIAL”.
También, cada uno de nosotros sabemos que para poder pedir y obtener
las bendiciones que tanto anhelamos tener, el Señor requiere que seamos un pueblo obediente y santo.